20051204 Entrevista Jose Bescos Heraldin

HERALDO DE HUESCA

04/12/2005

Entrevista I Este ganadero pirenaico de nacimiento y monegrino de adopción salió a la fuerza de su pueblo cuando lo expropiaron por el pan-

tano de Yesa y llegó en 1953 a las tierras de nuevos regadíos, concretamente a Sodeto, uno de los primeros pueblos de colonización que se fundó

José Bescós Gil "Los primeros años de colonización fueron duros y difíciles de superar" Sodeto inauguró la semana pasada el primer Centro de Interpretación de la Colonización agraria en España. Un proceso protagonizado por miles de personas que abandonaron sus lugares de origen para habitar pueblos de nueva traza. De los años 50 a los 70, Los Monegros se poblaron de inmigrantes que aprendieron a subsistir en medio de la precariedad; uno de ellos fue José Bescós, quien desde los Pirineos bajó a las tierras de los nuevos regadíos. Según cantó hace años José Antonio Labordeta, José Bescós Gil 'fue el último en abandonar Acín de la Garcipollera.

La verdad es que nutka he escuchado la canción, pero efectivamente el último que salió de Acín de La Garcipollera fui yo. Lo cierto es que no tenía intencióq de venirme a Sodeto. Recuerdo que un día el ingeniero Fulgencio Sánchez Vizcarra me dijo: "Hombre José, ya que es usted trashumante, ¿por qué no solicita una parcela aquí?". Yo l~ dije: "Mire don Fulgencio, por circunstancias que hay en la Garcipollera es fácil que en breve le pueda dar una contestación, porque aquello está en zona de expropiación forzosa". Después me llegaría el comunicado oficial. Se estaba proyectando el pantano de Yesa y finalmente me tuve que ir por la fuerza de mi pueblo. Cuando expropiaron, ¿cuántas personas vivían en Acín?

Entonces éramos 16 vecinos y a todos nos acabaron por expropiar nuestras casas y parcelas. Yo tenía tierra de labor y ganadería, tanto lanar como vacuna. Al bajar a Sodeto me quité las vacas y me quedé sólo con las ~vejas y un burro' con el que llegué. ¿En que año bajó ~ Sodeto?

Yo vine en 1953 cÓn mi mujer y dos hijas, luego nacería otro niño cuando ya llevábamos un tiempo. Sodeto fue de los primeros pueblos de colonización en fundarse. Al llegar, ya conocía esta comarca porque bajaba como pastor trashumante desde el Pirineo.

Cuando yo empecé a bajar a esta tierra todos estos montes pertenecían a los duques de Villahermosa y eran ellos quienes me arrendaban los pastos. Bajaba con unas 400 ovejas a esta paridera, que con los años sería mía. Desde Colonización la expropiaron a los duques y me la dieron para guardar el ganado. Nunca pude imaginar que llegaría a tener una propiedad en este territorio. ¿El de pastor ha sido su primer y único oficio?

Sí, yo sólo he tenido este oficio. Lo cierto es que te ofrece una vida muy dura, muy agria y muy absurda. Además es muy poco rentable. Aunque ahora existen mejores medios que antes para poder llevar las ovejas. Además de la ganadería, ¿dispuso de un lote de tierras para el cultivo, como otros colonos?

Me dieron un lote de 11 hectáreas de regadío. El problema era que estaban recién niveladas y la pro-

José Bescós Gil, de 83 alios, en Sodeto con sus ovejas, a las que todavía saca cada día a pastar. JOSÉ M' PARALED

"La parcela de regadío que me tocó era muy mala. Probaba a sembrar y no me nacía nada. Por eso decidí poner arroz. Yo fui el primer arrocero en este pueblo y lo hice por necesida.d"

ducción era muy baja. Lo pasamos mal para salir adelante. En general fueron años muy duros y muy difíciles de superar. Gracias a la organización del Instituto de Colonización, que puso a disposición de los vecinos ganado vacuno para suministro de leche y caballar para la labor de las tierras pudimos subsistir.

"La juventud ya no quiere saber nada del pueblo ni del campo. Después de ·encauljar con tanto esfuerzo la agricultura y la ganadería, ahora los jóvenes se marchan a la ciudad y dejan el campó desatendido"

¿Los recuerda como alios especialmente difíciles?

Fueron muy duros. Cuando llegamos, en el pueblo no había luz, ni agua, ni calles asfaltadas, ni carreteras, ningún tipo de servicio. Con el tiempo se fueron construyendo caminos, azarbes, calles... Poco a poco el pueblo fue cambiando a mejor. Los colonos abrieron el camino de los regadíos. Les tocó experimentar con nuevos cultivos y otras formas de agricultura. ¿Sintió que la colonización fue un campo de pruebas para avanzar en el sector primario?

Lo único que le puedo decir es que la parcela que a mi me tocó . era muy mala. Probaba a sembrar y no me nacía nada. Por eso decidí poner arroz. Yo fui el primer arrocero en este pueblo. Empecé a sembrar con un agricultor que vino de Valencia y me trajo la simiente. Entonces era el único que lo sembraba y lo hice por necesidad. Hoy, en esta zona el arroz es de los cultivos más importantes. Durante el congreso celebrado en Sodeto varios testimonios destacaron la solidaridad con la que se vivió, ¿cuál era la relación con sus nuevos vecinos?

Es cierto, fueron años que se vivieron con una gran solidaridad. Hoy esta costumbre parece que se va perdiendo. Nosotros tenía-

mos muy pocos medios y había que compartirlos. Nos ayudábamos en las tareas del campo, porque era imprescindible para trabajar las parcelas y no había ningún problema en arrendar pastos para las ovejas. En general, las relaciones entre vecinos que no nos conocíamos de nada fueron amistosas, a pesar de que cada uno provenía de un sitio. y la convivencia con los vecinos de los pueblos viejos, ¿fue difícil? ¿Se sintieron excluidos?

Cuando llegué a Sodeto, estaba muy curtido de andar por esta zona. Tal vez por eso y por mi forma de ser, sentí que existía algo de rechazo, pero no exagerado. Yo ya había convivido con vecinos de Alberuela de Tubo, Lalueza o Grañén durante años. Por esta razón, tal vez para mí fue un poco más fácil que para otros colonos. ¿Sus hijos se adaptaron?

Ellos eran niños cuando llegaron. Años más tarde fue fundamental su colaboración en todos los trabajos. Esto se va perdiendo; la juventud ya no quiere saber nada del pueblo ni del campo. Después de encauzar con tanto esfuerzo la agricultura y la ganadería, ahora veo que se va deshaciendo: los jóvenes se marchan a la ciudad y dejan el campo desatendido. Después de 50 años en Sodeto, ¿qué balance hace?

Bueno, a pesar de la vida tan dura que he llevado. Cuando bajábamos en trashumancia, tenía que dormir 6 meses en una caseta con sacos de paja. Siempre he tenido que estar con los animales, incluso ahora porque no encontramos a nadie que los lleve. Pero estoy satisfecho, la vida me ha enseñado y me ha dado mucho y en los pueblos he vivido bien. JosÉ MI PARALED

El último de Acín de la Garcipollera José Bescós Gil nació el 21 de agosto de 1924 en Acín de la Garcipo llera, un pueblo que quedó deshabitado con las expropiaciones para la construcción del pantano de Yesa en la década de los cincuenta. El último en abandonarlo fue precisamente él. Marchó contra su voluntad -según admite- y vendió cuando ya habían firmado todos sus vecinos. Si bajó a Sodeto fue por obligación, dice. Sin embargo, ha vivido ahí cincuenta años y ha criado a sus tres hijos. El único varón continúa con el oficio de pastor, pero ya no

baja en trashumancia desde el Pirineo como lo hacía su padre. En Sodeto ve crecer a sus nietos y le apena que la gente joven ya no se interese por el campo. "Después de haber levantado todo esto, se va a perder porque la juventud quiere vivir en las ciudades", lamenta. Aunque ya ha cumplido 83 años, sale cada día con el rebaño a pastar. Todavía no ha visitado el Centro de Colonización Agraria de su pueblo. Según confiesa, ésta es la época en la que paren las ovejas y no ha tenido tiempo de entrar en la antigua casa del mayoral. J. M. P.