Estoy lejos de ti Así es, muy lejos, demasiado lejos. Tal vez esa es ahora mi grande queja, mi mayor reparo. Hace unos años las preocupaciones - las tuyas y las mías- eran otras: tu desconfianza, tu poco afecto por la vida, tu escasa sensibilidad creativa. Te quejabas entonces por mis obsesiones mentales, porque solo una vez comprendí la dimensión de tus angustias. Recuerdo bien que ese día quisiste dejarme, así que te compré una maleta hermosa para que empacaras tus recuerdos con algo de emoción. Demasiada generosidad, dijiste. Hoy, en el límite de nuestra historia debo confesarte que nadie me agrietó tanto la vida. Como en el bolero, solo tú.
Diana Vanessa Narváez Cepeda Ingeniería de las artes digitales Escuela de artes y letras