Un director que no cumple, un conflicto sin solución Los máximos responsables de las cuatro organizaciones sindicales en conflicto con el Ministerio del Interior asistimos ayer a una reunión con el director general de la Policía y la Guardia Civil. En la misma nos hizo entrega de un documento de 17 folios, titulado “Propuesta de actuaciones en el ámbito del Cuerpo Nacional de Policía”, que contiene aspectos de la jornada laboral, la carrera profesional y otros, y nos comprometimos a estudiarlo, realizar nuestras propuestas y volver a reunirnos el día 2 de abril. Esta mañana asistíamos al Congreso de los Diputados donde el portavoz de Interior del Partido Popular en la Comisión de Interior preguntaba al ministro del ramo sobre la manifestación del pasado sábado. El ministro ha respondido con evasivas y señalando que ayer ya mantuvimos una reunión de negociación con la dirección general. Lo que no ha dicho el ministro, ni nos dijo ayer el director general, es que mientras con una mano están ofreciendo diálogo, con la otra están recordando derechos sindicales. Están atacando al ejercicio de la actividad sindical como no se ha hecho nunca en veintidós años, quizás pensando así nos debilitan, nos restan fuerza, o nos coaccionan. ¿Serán tan torpes de creer que porque no autoricen exención del servicio para reuniones sindicales o cursos de formación vamos a ceder en nuestras demandas? El director general no tiene palabra o no tiene control. Y no sabemos qué es peor. Esta nueva agresión a la libertad sindical supone la ruptura de cualquier reunión, diálogo o negociación, hasta que se garantice que se respeta el ejercicio de la actividad sindical en las mismas condiciones en que se viene haciendo desde hace más de veinte años. El director general dijo en la constitución del Consejo de la Guardia Civil que se habían equivocado concediendo derechos a los sindicatos policiales. Y parece que pretende arreglar ese presunto error por la vía de recortarlos. En derechos sindicales la policía civil española está muy lejos de otros cuerpos policiales europeos de democracias consolidadas. Nos queda mucho por andar. En lo que estamos muy por delante de esos otros países es en la pompa y el boato de nuestro director general respecto al suyo; en las prebendas, el salario, la vivienda gratis total, el coche, la discrecionalidad en los nombramientos etc. de nuestro responsable político. En eso nos asemejamos más a una república bananera que a una democracia europea. Produce pena, y asco, que con el Gobierno del talante y un ministro presuntamente progresista estemos recibiendo ataques a la libertad sindical. Si el director y el ministro quieren sindicatos dóciles y domesticados se han equivocado. No lo conseguirán. Seguimos en conflicto y estudiaremos nuevas medidas de presión. Madrid, 18 de marzo de 2009. Organizaciones Sindicales en UNIDAD DE ACCIÓN