Princesas: Desde la misma sabiduría y revelación de Dios, y espero que con unción, conociendo que es la voluntad de Dios que les hubiese hablado o escrito, pues nos manda a exhortar en todo tiempo, gracias al don que me ha dado y a la sabiduría que por años ha sido revelada a la Iglesia y a la casa, con mucho amor, de lo que de Dios he cosechado, no tanto de libros, sino de su palabra y revelación les escribo, chicos los quiero mucho. ¡Por amor lean esto! Sepan que mucho pueden glorificar a Dios desde ahora. Ya clavadas en la cruz mi voluntad y mis buenas ideas, espero Dios me habilite aún más que antes y no solo desde el don, para proferir las palabras de su corazón en oportunidades como esta. Es normal que queramos amar para con esto hacer la diferencia, pero es Dios por si mismo y sin nuestra ayuda quien enseña a quien le place y cuando le place cómo es el verdadero amor. Un error muy común desde temprana edad y aún hasta viejos es no querer poner las amistades y los amores con sus bondades y sus falencias sobre el altar a la luz de todos por temor a que Dios no se agrade en estas. Si de amar y enamorarse se trata, y no de estar jugando, ¿qué mejor opción que Dios? El creador es quien sabe más que nadie de percepciones y emociones. Porque si lo que enciende la pasión en los enamorados son los detalles, El cada día nos invita a amarlo más, o al menos es mi caso, aunque cuantas veces he preferido estar ciego por necedad, ¡Cada detalle! ¡Cada sorpresa! Si no lo vemos es porque pretendemos verlo todo tan normal, la vida está llena de milagros. Desde el tan perfecto regalo de la gracia, que sus misericordias sean nuevas cada mañana, que el sol sale un día más, todo gozo y toda bendición en tu vida son porque Dios es soberano. Por eso en lo posible no pretendo hacer nada por mi mismo, sino que le pregunto a El, porque se que me ama tanto, porque un día en sus atrios vale más que mil años, porque mi ser no encuentra mayor gozo que ser llevado por el Rey de reyes a lo más íntimo de sus cámaras a contemplar su corazón y en verdad saber que no hay amor comparable al suyo. ¿Qué más sabio que consultar a la Sabiduría de Dios, Cristo, el cual también es amor? Ya con morir Cristo por nosotros vemos tanto amor, pero vemos poco, porque nos ama aún más, y nos cuesta verlo en cada detalle pidiéndonos “a gritos” que entremos en su reposo, que nos anticipemos a la eternidad para vivir de gloria en gloria, porque en verdad El es nuestro todo y no que sea algo que solo digamos sino que lo vivamos y nuestra vida de testimonio de esto. Que en verdad como Asaf podamos decir “¿A quién tengo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra”. Poniendo nuestros ojos solo en El, buscando su rostro, y no gozándonos en las obras de sus manos, ni gloriándonos en el poder de su nombre solamente. Porque vale más el dador que el don. Y nada escatimamos, sino que todo ponemos en el altar por conseguir el mayor de los tesoros. El amor y la amistad con toda su belleza son obra de Dios y gloria suya, ¡¿Cuánto más bello será el Hacedor entonces?! No lo sabemos, y su santidad es testimonio de su hermosura, porque algo tan apartado, de lo que no existe ser digno de contemplarlo, sin duda es algo tan glorioso que vale la pena atreverse a intentar mirar. ¡Y ESE ES NUESTRO DON Y TAMBIÉN NUESTRO LLAMADO! Porque el anhelo de su corazón es tener entre los hombres su morada, pero más cercano ha de estar aquel que más hubiera rendido solo por amor. Porque si le adoramos porque El es Dios, ciertamente en nada nos hacemos diferentes, porque está escrito que toda lengua confesará que El es Dios y toda rodilla se doblará ante El.
Toda la creación desde que fue creada le rinde gloria y le adora. ¡Pero El busca quien más le ame para ponerlo también más cerca de su trono y deleitarse en su hijo maduro en quien tiene complacencia, por esa está Cristo sentado a su diestra, puesto por ejemplo el Cordero inmolado, el Único Digno. Para tomar cada día la cruz como manso cordero hay que conocer el amor que con la gloria de la resurrección viene, porque si hacerlo nos cuesta es porque poco conocemos este amor. En esto podemos medir cuanto le amamos: en que vemos que siendo Dios celoso de su corazón, lo ha puesto en manos de su Iglesia y lo vemos en las nuestras, que gozándonos en que los sellos nos son abiertos y el libro nos es revelado, su palabra se hace vida en nosotros y obra para gloria Suya. ¿Por qué cuantos secretos hay entre dos que tanto se aman? Así también Dios espera ansiosamente a los que le aman para revelar los secretos de su corazón. Y aquel que los conozca admirablemente ha de crecer en amor. ¿Cuántas invitaciones de Dios has recibido para amarle? Amar es una decisión. Es cobrar coraje frente a todo miedo. Es saber vivir y enseñar a vivir cada detalle a quien se ama, porque así se aviva la pasión. O no percibes como te emociona ver como la pasión se manifiesta en las sorpresas, porque sin esperar un ramo de rosas, quien las recibe hierve de pasión al escuchar al mismo tiempo un dulce piropo. Si las historias de amor como en las películas románticas te emocionan tanto, en verdad te digo que se quedan cortas al lado de las que Dios ha escrito para ti, pero de estas, que suelen ser dos, una es mejor que cualquiera, El ha escrito una historia de amor del romance entre tú y El, a ti te toca conocerla y vivirla, porque un hermoso detalle más de esta historia es que el tiene guardado para ti un varón conforme su corazón. A ustedes les toca saber que es así y no de otra forma, porque El sabe mejor lo que les conviene y su tiempo. En el don que Dios me ha concedido pienso que antes que cualquier relación amorosa tanto un “el” como una “ella” que en su tiempo han de ser uno solo en matrimonio, deben primero tener tal romance con Dios que puedan decir como Asaf “fuera de ti nada deseo en la tierra”, solo entonces estarían listos para buscar su ayuda idónea habiendo primero conocido el servicio, que es una forma de amar con la que Dios nos capacita, por tanto debe uno reconocerse primero ministro de Dios en el propósito al cual ha sido llamado y saberse completo en Cristo para entonces ser completado por El con su ayuda idónea, que aunque no sabemos como ha de llegar, podemos conocer que ya es el tiempo. Dios y su Iglesia han de dar testimonio que la unión procede de Su voluntad, por eso todo se hace a la luz. Yo recién entendí que no basta con adorarle porque es Dios, sino que El espera que jamás perdamos nuestro primer amor, con toda la pasión que este tiene. Y que también nos toca a nosotros avivar esta pasión, porque amar es una decisión y no son los cobardes sino los violentos los que arrebatan el reino de los cielos y por sobre todo nuestra generación como pocas otras tiene el llamado a ser un ejercito de guerreros valientes, gente que conoce el amor y la libertad que hay en Dios que está dispuesta a entregar sus vidas. No creas que no te toca esto a ti también, porque sin duda es un llamado que ya te ha sido revelado, y todo anhelo del corazón de Dios que te hubiera sido revelado, por muy profundo que sea es porque Dios confía en que con tu madurez en Cristo eres capaz de correr la carrera por tu Dios y complacer su anhelo, no que ya tuvieses todo a la mano, sino que ya te corresponde buscar de El lo que necesitas desde ahora. Sabiamente dice en Eclesiastés “Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que vengan días malos…”. Es en las fuerzas de tu juventud, cuando aún no te corresponde estar muy
afanada con las demandas de esta vida que debes invertir en Cristo para una vida más gloriosa, y conforme a tu tiempo en intimidad con Dios es tu inversión y así la vida que glorifica a Dios. Y sabes que no lo haces para ti, que es lo bello de en verdad amar a Dios; el mismo Dios que a creado todo lo que te ha significado gozo, el también es el mayor de todos los tesoros. Recién me estoy percatando que he escrito ya dos páginas y aún creo haber escrito poco, pero es que sobran las palabras para hablar de las bondades de Dios, es más, creo y espero no haber dicho lo que más maravillado me tiene, no sea que tan pronto este exponiendo lo que Dios con tanto celo revela a los que le aman, sino solo haber dado una probadita para animarlas a convertirse en adoradoras insaciables, porque nada como esto tiene la garantía del mismísimo Dios y todo el cielo de que no hay nada más bello para las más preciadas y hermosas creaciones de Dios, o sea, princesitas como ustedes… Si acaso tuvieran ya alguien a quien creen amar, sin duda a esta persona Dios la ama más de lo que ustedes pueden. Tal vez esta persona si les corresponda, tal vez no sea así aunque es lo que ambos quisieran. Pero si en verdad decides amar a esta persona, primero pon su vida sobre el altar, porque es sin duda mayor bendición lo que Dios en su amor tiene preparado para esta que lo que tú puedas darle. Cultiven una hermosa amistad, pero solo eso de momento, porque yo se que no es bueno ser sabio en tu propia prudencia y que no están preparadas para más. Si no quieren dejar el gozo de estar enamorados, no lo dejen, no tienen porque dejarlo. Pero que mayor gozo que este sea el de amar primero a Dios con un amor insaciable solo para Dios, sin que su lugar este compartido por nadie ni nada. ¡No mires tu deseo, mira Su voluntad! En verdad les digo, habiéndolo aprendido con dolor, pero teniéndolo ahora por gozo, he aprendido que caminar en Su voluntad, dejando todo sobre el altar, es lo mejor y lo más hermoso. Por eso hay quien como manso cordero fue a la cruz, porque este supo del amor tras el poder de la resurrección. Princesas, las quiero mucho, Dadito (Ale)