Capítulo 1. 15. Manejo del paciente en el postperatorio de cirugía cardiaca 14. ALTERACIONES METABOLICAS Y ENDOCRINAS La diabetes mellitus se encuentra presente en un 30-60% de los pacientes sometidos a un injerto coronario y en estos casos se triplica la mortalidad operatoria global. El paciente diabético presenta una enfermedad arterial coronaria difusa y en general una arteriopatía general, periférica y renal que ensombrece el pronóstico. El dolor, la anestesia y la agresión quirúrgica con la liberación de los diferentes mediadores de stress contribuyen a un incremento de la glucogenolisis y neoglucogénesis con el consiguiente estado de hiperglucemia que es casí constante en todos los pacientes sometidos a cirugía cardiaca y que puede precisar en las primeras 12-24 horas de infusión de altas dosis de insulina, aunque pasada la fase aguda inicial se retorne a las dosis requeridas habitualmente. En los pacientes con tratamiento estreñido prequirúrgico se puede presentar un sindrome de insuficiencia suprarrenal por dificultad de la glándula suprarrenal a responder al estres quirúrgico, pudiendo ser tratado con succinato de Hidrocortisona en dosis de 100 mg cada 4-6h iniciándose de forma prequirúrgica y continuando durante 3 ó 4 días hasta reanudar el tratamiento con prednisona oral. Una insuficiencia suprarrenal subclínica preoperatoria puede desencadenar un crisis adrenal postoperatoria con un cuadro de hipotensión refractario a las catecolaminas, hipotermia, hipoglucemia, hiponatremia e hiperpotasemia, confirmándose el diagnóstico con una determinación de cortisol sérico basal y un test de ACTH. El hipotiroidismo es frecuente en la población de pacientes de edad avanzada sometidos a una intervención quirúrgica cardiaca, pudiendo ser diagnosticado hasta en un 8% aunque esta circunstancia no parece que incremente el riesgo
quirúrgico. Descartarlo en pacientes con bajo gasto, hipotensión y disminución del nivel de conciencia.