Vida-y-destino-humano1-thorwald-dethlefsen (1).docx

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VIDA Y DESTINO HUMANO

VIDA Y DESTINO HUMANO Thorwald Dethlef sen

Este libro lo dedi co a todos los seres humanos que están buscando la luz. INDICE Prólogo……………………………………………………………….6 1. ESOTERISMO. La manera no científica de conside rar la realidad ..............................................................................8 La cosmovisión esotérica.....................................................11 El esoterismo como camino ....................... ..........................15 La f ilosof ía hermética ..........................................................17 La ley de la analogía: Así como es arriba, así es abajo 19 Cuerpo, alma y espíritu.......................................................22 2. LA HIPNOSIS. Una caricatura de la realidad.....................28 El descubrimiento de la hipnosis y de l psicoanálisis. 31 La hipnosis como fenómeno ................................................32 Un modelo de la hipnosis ............................ .......................35 La terapia de hipnosis ........................................................37 Consecuencias .......................................................................38 1

VIDA Y DESTINO HUMANO 3. LA POL ARI D AD DE L A RE ALID AD .............................. .42 La vida es ritmo ....................................................................44 La reconciliación... ................................................................48 La proyección de la culpa ................................................... .50 La ley de resonancia ...........................................................51 El medio ambiente como un espejo ...................................53 4. LA AS TROLOGI A. Un sistema de representación de la realidad ........................58 Los principios prim ordiales de la realidad .....................60 Los astros como representantes.........................................66 La calidad del tiempo .........................................................69 El horóscopo como instrumento de medició n ..................72 El horóscopo como plan de estudios de la vida ..............76 La polaridad del aprendizaje ........... .................................78 La astrología en base a la reencarnación .......................83 El cumplimiento del destino ..............................................86

5. ENFERMED AD Y CUR ACION. ..... . .......... ............................... 94 La enf ermedad como inf ormación ............................................ 90 El camino hacia la libertad ........................................................ 92 Enfermedad y muerte como signos del destino .............. 97 La homeopatía ................................................................. 101 La información como medio de curación ............ ................. 105 El principio de la semejanza .................................................. 108 6. LA CRE ACION Y EL PEC ADO ORI GIN AL. .................... 113 La unidad .......................................................................... 11 9 El triple paso de la creación.................................................... 121 La historia bíblica de la creación ............................................. 123 La expulsión del paraíso .......................................................... 125 La enf ermedad y el pecado original ... ..................................... 129 A la salvación a través de la enf ermedad ........................... 130 7. LA REENC ARNACION. Ritmo de lo viviente ... ............................. ...................... 134 La muerte — Otra forma del Ser ...................................... 137 La ley del Karma .......................... .................... .............. 139 La maduración a través de la reencarnación..................... 141

8. LA TER API A DE REENC ARN ACI ON. Un camino a la integración ............................................... 148 La vivencia del na cimiento propio y d e la concepción… 151 2

VIDA Y DESTINO HUMANO El encuentro con el pasado ..................................................... 153 Culpa y responsabilidad................................................................ 157 El problema primordial: el poder ......................................... 158 Experiencias del más allá ............................................................ 160 La almas atadas a la tierra .................................................... 163 Etapas de la evolución del alma ............................................ 165 Religión y reencarnación .............................................................. 167 9. LA VI D A DI ARI A COMO RI TU AL. ........................................... 171 Del sentido de las técnicas ocultas .......................................... 178 Esoterismo y huida del mundo ................................................. 178 El retorno al hogar ..................................................................... 181

PROLOGO Desde hace algunos años, el interés del público en general por los temas espirituales ha crecido más y más. Como Fuego se difunde el conocimiento de que no se agote necesariamente el sentido de la vida en comer, beber, dormir, se xo y p osesiones. Pero, ¿dónde está ese sentido? ¿Es posible que el hombre lo encuentre alguna ve z? ¿Debemos volve r a la iglesia que hemos abandonado con el primer entusiasmo de la expansión intelectual? ¿O se encuentra la respuesta solamente en las enseñanzas y religiones de Oriente? La gran cantidad de preguntas, aún sin respuesta, transf orman al hombre en un buscador. Puede ser que buscar sea más importante que encontrar. Porque buscar qu iere decir "cuestionar", abandonar todas las posturas, volve rse f lexib le. La búsqueda abre al hombre. Desde hace algunos años, el autor, en f orma paralela a su actividad terapéutica, dicta regularmente cursos y seminarios b ajo el nombre de: "psicología e sotérica". El gran éxito de estos cursos demuestra que los temas tratados se han podido transformar para muchos buscadores en líneas de orientación. Tanto del círculo de participantes, como de todos aquellos que por razones de dist ancia o de tiempo no han podido f recuentar los cursos, surgió la sugerencia de publicar los temas de esos cursos en f orma de libro. Como resu ltado de esta idea, tiene Vd. ante sí los temas del primer semestre de esos cursos. Los libros tienen la gran ventaja de la multiplicación y por eso pueden llegar a muchísimas personas. Pero los libros tienen también una desventaja: lo mucho que se pierde de la atmósfera personal de la palabra hablada. Es por eso que en los tiempos antiguos la verdadera in icia ción se reservaba solamente a la transmisión oral. Al igual que el primer semestre del curso, este libro también quiere of recer una introducción a la cosmovisión del esoterismo. Una introducción de esta naturaleza no requiere del lector ningún 3

VIDA Y DESTINO HUMANO conocimiento específ ico, sino que so lamente espera de él una apertura interna para acceder a rumbos de pensamientos nuevos y desacostumbrados. Es más dif ícil cu mplir con esta exigencia que lo que generalmente se supone. Tenemos la tendencia a quedarnos f ijados en lo conocido y af errados a lo acostu mbr ado; todo lo nuevo pro voca en primera instancia un miedo inconsciente y moviliza reacciones defensivas. Así, t ambién muchos pensamientos y tesis de este libro provocarán la resistencia del lector. A nadie le resulta fácil abandonar clichés y puntos de vist a queridos y reemplaza rlos por nuevos conocimientos, pero esto es justa mente lo que tenemos que hacer constantemente si queremos evita r el estancamiento de la evolución. Y, evolución y apertura de conciencia son el objeto de este libro. Es mi deseo que est e libro pueda prestar una pequeña ayuda a la mayor cantidad posible de quienes están en la búsqueda. THORW ALD DETHLEFSEN Munich, octubre de 1978 Parte 1 1.

ESOTERISMO La manera no científica de considerar la realidad

La casualidad es el suave almohadón sobre el que reposan quienes desean eliminar del cosmos lo divino, lo significativo, lo qu e indica una meta a las criaturas, pre firiendo la triste fábula de que el universo se originó de paso, completa y absolutamente por sí mismo, más allá de cu alquier reali zación de un sentido. HERBERT FRITSCHE

El pensamiento de nuestro siglo está marcado por una visión del mundo que se denomina "científ ica" en el sentido de las ciencias naturales. Este adjetivo "científ ico " se transf ormó en un crite rio para tratar de medir la exactitud de una af irmación, una teoría o un pensamiento. Todos pensamos dentro de categorías científ i cas hasta en dominios que nada tienen que ver co n la ciencia en su verdadero sentido. Así es como llegamos a ser "creyentes en la c iencia" sin darnos cuenta, realmente, del contrasentido que encie rran estos términos. La ciencia en su labor persigue la f inalidad de penetrar la realidad con el pensamiento y, mediante el descubrimiento de leyes, in troducir un orden en la diversidad de l as f ormas aparentes. Para esto se establecen teorías que se supone comprenden de la mejor manera posible la realidad. 4

VIDA Y DESTINO HUMANO Cada teoría cuando aparece constituye un f iel ref lejo del estado de conciencia de sus creadores. Como se sigue investigando perma nentemen te, también se sigue desarrollando el estado de concien cia y pronto las teorías anteriores aparecen como demasiado estre chas. Se torna necesaria una nueva teoría más amplia y así sucesi vamente. De este modo, resulta como ley obliga toria que a causa del permanente avance y ampliació n de la conciencia de la humani dad, tarde o temprano toda teoría perderá vigencia y t endrá que dejar lugar a nuevos conocimientos, porque la ve rdad de hoy es el e rror de mañana. Una mirada a la historia de la ciencia ratif ica de manera categórica esta aseveración. La historia de la ciencia es la historia de los errores humanos. No hay que avergon zarse por ello, porque todo el mundo sabe que de donde más se aprende es de los errores. Lo grotesco es que cada generación parece est ar absolutamente segura que los errores han sido cometidos únicamente en el pasado y nada hace perder la pro f unda convicci ón de haber encontrado ahora sí la verd ad abso luta y terminante. En este punto la f uerza de la f e en la ciencia sobrepasa con facilidad a la de cualquier secta religiosa. También el comportamiento f rente a todos aquellos que ten gan convicciones nuevas y en f unción de las mismas pongan en duda la verdad "absoluta, válida para todos, tiene una similitud sorpren dente con el f anatismo religioso. Por cierto, una de las debilidades humanas cardinales es la d e f ijarse mentalmente y def ender este punto de vista propio con todas sus f uerzas hasta el f inal de su vida. Aqu í la ciencia, a l poner el acento en forma (sospechosamente) intensa en la objetividad, se encuentra en una discrepancia espe cialmente atractiva. La ciencia empezó su trabajo invest igando el mundo visible cir cundante. Este se nos presenta como materia, por ende la ciencia ha adaptado su métod6 de trabajo a las condicione s de la materia. Esto seguramente es correcto, mientras se investiga sola mente ma teria. En el mejor de los casos, los resulta dos hallados son válidos dentro d el mundo de la materia. Aquí es d onde ya encontramos las dos f allas f undamentales que nos autorizan a dudar del derecho de la ciencia a creerse representante exclusiva de la verdad: 1. El método de trabajo de la ciencia se ha adaptado cons cientemente a las exigencias de investigación d e la materia. Pero ese método, de manera no consciente, se sigue u sando hoy en d ía, ampliándolo a dominios que no necesariamen te tienen que ver con la materia. 2. Se deduce del hecho resultante del punto 1 que la ciencia solamente puede tratar y medir la materia y que f uera de ella no puede haber otra cosa.

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VIDA Y DESTINO HUMANO Este círcu lo diabólico sólo se puede romper cuando se recono cen las pesar de sus éxit os innegables en el campo técnico, ha conseguido la ciencia hacer más f eliz a la humanidad? ¿Puede la ciencia ayudar al hombre a solucionar sus problemas? ¿Puede contestarles sus preguntas más íntimas ref eridas a su "condición de ser humano"? ¿El desarrollo de la conciencia humana ha ido a la par con el desarrollo t écnico externo? Las respuestas a estas preguntas son inequívocas y conmove doras: no hay é xitos a la vista. Cuantos má s medios desarrolla el hombre para ahorrar tiempo, menos tiempo tiene. La enf ermedad en sí no ha podido ser reducida por la, así llamada, medicina moderna, ni en un mínimo porcentaje. No hay que dejarse engañar por estadísticas que comprueben la declina ción de las enfermedades infecciosas o de la mortalidad inf antil sin que al mismo tiempo se inf orme sobre las enf ermedades que han aumentado durante el mismo período o, incluso, sobre nuevas en f ermedades que se han manif estado desde hace poco. Las estadísticas d e medicina tienen sentido solamente si se toma en cuenta a la "enf ermedad" como tal y no cuando se consideran por separado sus f ormas de manif estación específ icas. Así, tene mos un aumento enorme de enf ermedades psíquicas, que aun no se han conseguido suprimir en la misma medida en que se supri men algunos síntomas somáticos. Todas estas observaciones no proponen tanto criticar amplia mente a la ciencia, sino que pretenden más bien aclarar la necesidad y el derecho de encaminarnos de ahora en adelante a una manera de pensar de polaridad diametralmente opuesta a la científ ica, a la que designaremos con el concepto de esoterismo, concepto en gran medida idéntico a lo que se conoce con otros nombres: ciencia se creta, sabiduría, ocultismo, etc. Pero ocurre que la mayoría de las asociaciones que desde siempre se relacionan con estos conceptos están equivocadas, y se rá tarea de este libro introducir, paso a paso, al sistema de pensamiento del esoterismo. La cosmovisión esotérica La ciencia piensa pura y e xclusivamente de manera f uncional. Esto para nosotros es tan natural, que al principio uno se pregunta sorprendido de qué otra manera sería posible pensa r, sin abrirle la pu erta de par en par a la f antasía sin límites. El esoterism o pien sa de manera esen cial, o sea, no pregunta solamente por el "cómo" de la realidad sino, ante todo, por el "por qué". Este "por qué" es la pregunta por el sentido de las cosas, que es el ve rdadero lazo de unión entre el mundo de las f ormas f enoménicas y el h ombre. Empero, este sentido sólo puede manif estarse como verdad al hombre individual, por eso evita toda presentación pública. El e so terismo es por 6

VIDA Y DESTINO HUMANO lo tanto no social. La ciencia se exige a sí misma ser accesible para todos. Dotados del talento suf iciente, todos debe rían tener la posibilidad de adueñarse de la ciencia mediante el ejercicio de cierto empeño. La ciencia es transmisible, pero el sabe r no. Desgraciada mente, a menudo confundimos el saber con conoci mientos parciales que carecen totalmente de importancia y de o rientación. Estos sí son transmisibles. Pero el saber nun ca es el re sultado del empeño, sino de una toma de conciencia totalmente personal e individual. Esta toma de conciencia es de naturaleza me taf ísica e ignora ampliamente todas las exigencias de la masa por un "saber para todos". El saber solamente puede ser el resultado de la experiencia propia, no se puede recibir ni transmitir. Todo lo que me llega de otros sólo lo puedo creer, pero nunca saber y ni siqu iera es importante tener buenas razones para creer algo o no. Creer quiere decir: no saber. Nada cambian ahí los cá lculo s de probabilidad. Bajo este punto de vista las ciencia s natu rales se muestran como una gran parro quia de crédulos que no hacen otra cosa que rumiar las migajas que dejan caer unos cuantos que realmente saben y este proceso sigue hasta que ya no se reco noce nada. De ninguna manera se quiere menospreciar aqu í la f e, porque la f e es la condición más importante para poder llega r al saber. Creer signif ica por principio, tener en cuent a la posibilidad de un hecho. Sin que se tenga como posible una experiencia nunca se la podrá alcan zar. Creer y saber son pasos distintos que se condicio nan mutuamente, los dos tienen su justif icación, sólo que no ha bría que confundirlos. Así como el sab er es siempre asunto de un individuo, lo esoté rico siempre ha sido asunto de unos pocos. Estos pocos que em prendieron la marcha por el sendero angosto del conocimiento, para llegar a ser sabios, son los que forman el así llamado círculo esotérico o inter no (en griego "esoteros" es lo interno). Este pe queño círculo interno está rodeado por otro considerablemente más grande, el círculo exotérico o exterior (en grie go "exoteros" es lo externo). Más adelante, al estudiar la ley de la polaridad, se nos aclara rá que estos dos círcu los se condicionan mutuamente y que cada uno de ellos le debe su existencia al otro polo. De ahí resulta qu e la meta del círculo esotérico nunca es obrar como misionero del mundo. El verdadero esoterismo trabaja en secreto y realiza e sf uerzos más grandes por disimular su exist encia hacia af uera que por tratar de cazar nue vos adeptos. Por eso es un signo inf alible de cualquier a grupación o sociedad que se esf uerza por crecer y tener más socios, que allí no se trata de una agrupa ción verdaderamente esotérica, por más que su nombre y la pro paga nda así lo digan. El hecho de que lo esotérico sea oculto nada tiene que ver con secretos, sino que se da por sí solo. Las enseñanzas esotéricas se mantienen secretas sin que nadie haga nada. El ho mbre sólo puede reconocer y 7

VIDA Y DESTINO HUMANO usar el saber, sea cual f uere, cuando su propio estado de conocimiento o conciencia esté más o menos adecuado al nivel del sa ber. Una persona no educada en f ísica no puede reconocer el signif icado de una f órmula f ísica, a ella n o le dice nada, ni siquiera en el caso de que esa f órmula tenga un signif icado trascendental para la f ísica. La f órmula se mantiene en secreto para el no inicia do en la f ísica. Por e so no hace f alta esconderla. Pero cuando el observa dor ha adquirido un al to grado de conocimiento de la f ísi ca, esa f órmula puede signif icarle un gran avance en su conocimien to. Exactamente lo mismo ocurre con el saber esotérico o las así llamadas ciencias ocultas. El saber del esoterismo es accesible en forma codif icada par a cualquiera, pero n o puede ser reconocido por el ignorante. La gran masa no reconoce el valor de los símbolos y por eso los considera tonterías sin sentido. Hay que aprender a ver para poder ver. ("La luz lle gó a la oscuridad, pero la oscuridad no la reco noció." Juan 1.) Si yo no soy capaz de leer las notas musicales, no tengo el de recho de exigirle a la música que haga e l f avo r de usar para su escri tura letras o números que yo sea capaz de leer; lo que tengo que hacer es decidirme y tomarme el trab ajo d e aprender a leer las notas, o si no tengo que renunciar para sie mpre a la comprensión más prof unda de la música. Lo misma pasa con lo esotérico. No es deber de los que saben adaptarse a la comprensión del ignorante, sino que deben tan sólo estar listos pa ra ayudar a quienes piden tal ayu da. "Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá". Las comparaciones citadas d eben mostrar que el esoterismo no es un campo de saber como muchos otros, que uno puede apropiarse mediante el esf uer zo. Lo esotérico no es un co mún denominador para datos, hechos y fórmulas cualesquiera, que basta con aprender para saberlos. El esoterismo es un camino o sendero. Un camino conduce a una meta. Tomemos como ejemplo específ ico el camino que va d e Munich a Viena. Podemos estudiar esta ruta detalladamente en el mapa, calcular los kilómetros, nos podemos informar en los libros correspondientes sobre los distintos lu gares que se hallan en el ca mino, podemos mirar f otos y podemos conversar sobre todos los detalles con otros que ha yan recorrido este camino, etc. Toda esta ocupación con el camino "Munich Viena" puede ser muy atractiva e interesante, solamente una cosa no logramos con esto: llegar a la meta, es decir, a Viena. Si queremos llega r alguna ve z a Viena, te nemos que emprender el c amino, recorrerlo, ponernos en movi miento. Todas las consideraciones e inf ormaciones previas nos pue den ser útiles entonces, pero no hay teoría que pueda reemplazar a recorrer el camino. Este ejemplo debía aclarar la dif erencia entre lo esotérico como ca mino y una mera colección de ref erencias. El esoterismo conduce a una meta a la que solamente se puede llegar si uno emprende el camino. 8

VIDA Y DESTINO HUMANO Aquí está la f alla más f recuente de todos aquellos que def ien den ruidosamente la cosmovisión esotérica, pero nunca pon en ni un pie en el sendero. Andar el camino quiere decir conve rtir de in mediato en realidad todos los descubrimientos, por insign if icantes que sean; signif ica cambiar constantemente su propia vida y su ex perie ncia, cambiar su comportamiento, ser siempre distint o y nue vo, en sín tesis: esoterismo sign if ica evolución. Yo llamo a esta conversión necesaria el compromiso de la ense ñanza esotérica. Todas las ciencias f uncionales no representan compromiso alguno para el observador. Un químico puede hacer hoy un descubrimiento sensacio nal y al mismo tiempo seguir pe gándole a su mujer, pleitear con su hermano, protestar contra la sociedad, etc. Su vida y su comportamiento no se ven af ectados en lo más mínimo por su descubrimiento químico. La cosa es completamente distinta con el más pequeño "descubrimiento" esotérico. Este tiene ef ectos directos sobre todas las áreas del ser, obliga a tomar una nueva posición f rente al mundo, hace que ciertas costumbres sean a partir de ese momento imposi bles. Si alguien, por ejemplo, ha comprendido la astrología, nunca más podrá buscar culpables en el mundo exterior, nunca más po drá hacerle juicio a nadie, etc. (Debe recalcarse que practicar astro logía y comprender astrología son dos cosas muy dif erentes. Des graciadamente coinc iden pocas veces. ) Este compromiso es desde siempre la ra zón por la cual el mundo exterior, e xotérico, lucha tan apasionadamente contra la penetración de las ve rdades esotéricas, porque se siente de modo inconscien te pero muy cla ramente el aplastante comp romiso invo lucrado. Se acepta con mucho gusto todo nuevo descubrimiento, mientras sea f uncional y no tenga ef ectos que entrañen un compromiso. Desde hace algún tiempo se está tratando de esquivar este con f licto con una treta: esta artimaña se llama paraps icología. Aquí se trata de quitarle el f ilo al d esaf ío que representa la cosmovisión esotérica, con el método estéril de la ciencia. Los cálculos de sig nif icancia llenan archivos enteros pero no cambian, a Dios gracias, al hombre. La parapsicología es mentirosa y cobarde, porque no tiene ni el valor de la ciencia puramente materialista de negar con sencille z todos los fenómenos que no sean materiales, ni tampoco tiene la disposición de asumir su propia comprensión y cargar con las consecuencias. La parapsi cología husmea y d iscute constante mente sobre lo "husmeado" sin animarse jamás a dar el mordisco. La ironía del destino hace que cada uno se dicte su propia sentencia: el concepto auto - elegido de parapsicología (en grie go: "para" es "al lado") signif ica que se pasa al lado de la psique.

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VIDA Y DESTINO HUMANO

El esoterismo como camino Después de habernos dif erenciado con suf iciente claridad tanto de la ciencia como de la parapsicología, ahora podemos dirigirnos hacia el camino esotérico. La meta de este camino es la plenitud del hombre, es la sabiduría, la superación de la polaridad, la unión con Dios, la "Unio mystica", la "boda química", la conciencia cósmica. Todos estos conceptos son intentos de circunscribir esa meta final del camino humano. A esta altura los con ceptos de este tipo pueden sonar aún como f rases vacías, pero conf ío que nuestras consideraciones ulteriores puedan llenar estos conceptos cada ve z con un mayor contenido. Para poder alcanzar la meta es nece sario reconocer las leyes esotéricas de este universo y t ambién aprender a comprenderlas. A medida que el hombre alcance más y más conocimientos, deberá cambiar, deberá tornarse más conscien te para comprender con mayor nitide z su verdadera misión y su meta. En tal camino las ayudas orientadoras son de suma utilidad, son indicadores del camino, señales que inf orman donde en un cruce determinado sigue el buen camino. Las múltiples técnicas y disci plinas esotéricas son ayudas en este sentido, como por ejemplo, men cionando las más importantes: Astrología , Cábala, Tarot, Alquimia, Ma gia, Yoga, Meditación, el I Ching.* Todas estas disciplinas no son f ines en sí, sino medios para orientarse, señales en el camino. Un peligro f recuente es que el ho mbre confunda el indicador con el camino mismo. Así tenemos a lo s sólo- astrólo go s, a los sólo radiestesistas, y t oda una gama de otros especialistas que creen ha ber encontrado la Cla ve para la comprensión del mundo en su área de competencia especial. Estas personas, lamentablemente, se que dan detenidas, enamoradas de un indicador del camino y son ellas mismas su propio obstáculo para avanzar. Las disciplinas esotéricas deben liberar al hombre de sus vie jas f ijaciones, pero muy a menu do se usan justamente para queda? nuevamente f ijado. Así, uno piensa haber avan zado , sin darse cuenta que sola mente se ha cam biado el objeto de la f ijación. Aquí quiero decir algunas palabras sobre las técnicas de Oriente y Occidente. La f inalidad de toda evolución esotérica es conocer la verdad. Ha y una sola ve rdad. Es independiente de l tiempo, de la cultura y de la religión. Los métodos para llegar a esta verdad tomaron for mas individuales en los distintos t iempos y culturas y tod os ellos, como medios para a vanza r, son igualmente buenos y útiles. Pero a menudo una persona está más f amiliarizada con los sistemas y sím bolos de su propia cultura y le resulta mucho más dif ícil y general me nte tarda más tiempo en recorrer el camino, como hombre de Occidente, con los medios auxilia res de Oriente. 10

VIDA Y DESTINO HUMANO Esto lo digo porque en este momento se ha co nvert ido en una moda ocuparse de los sistemas esotéricos y religiones orient ales, lo que hace olvidar a muchos que también en Occidente hay una of erta abundante de sistemas esotéricos, que tienen la ventaja de ser mas af ines a nuestra manera de pensar y a nuestras costumbres. Esta es la única ra zón por la cual en todos mis trabajos me ref iero casi e xclusivam ente a las cuatro grandes columnas del esoterismo occidental: la Astrolo gía, la Cábala, la Alquimia y la Magia. Estos sistemas se designan f recuentement e como ciencias de primer ran go que die ron origen, con el correr del tiempo, a las ciencias de segundo rango (Astronomía, Química, etc.). El esoterismo es tan antiguo como la humanidad. Siempre exis tió y siempre existirá. Guarda desde sus comienzos la su ma del sa ber sobre este universo que es accesible al hombre. Sus enseñanzas son independientes del tiempo, nunca fueron corregidas, nun ca modernizadas, jamás envejecen. Nue stra ciencia moderna no comprende que todo el saber está siempre presente. Más bie n vive en la ilusión de que con cada nuevo descubrimiento se acerca más y más a la verdad y que en consecuencia es una cuestión del tiem po llegar a saberlo "todo". Desde el punto de vista esotérico sucede todo lo contrario. El saber está siempre presente, el individuo tan sólo tiene que evolu cionar y acercársele para p oder reconocerlo. Para ejemplif icar: las obras poéticas de Homero existe n desde hace mucho tiempo, pero cada niño debe desarrollarse durante largo t iempo en el colegio pa ra llega r a leer y comprender las obras de Homero. Para ese niño no tiene importancia que otros muchos lo hayan leído, p uesto que a Homero, que se puede leer desde hace miles de años, él lo lee por primera ve z. La f ilosof ía hermética Si comparamos la realidad con un círcul o, la ciencia lo divide desde la perif eria en muchos segmentos, en disciplinas especiales (Medicina, Física, Qu ímica, Biología, etc. ). Exp lorando todas estas áreas específ icas, se espera coincidir algú n día en el centro del cír cu lo. Pero esta meta, lament ablemente, se retira cada ve z más a lejanías inalcanzables, pues la alta especialización torna cada vez más dif ícil un entendimiento interdiscip linario. El trabajo esotérico no comienza en la perif eria sino en el cen tro del círculo. El esote rismo in vestig a las leyes unive rsales; una ve z comprendidas, lo único que nos f alta es proyectarlas sobre los distintos segmentos del círculo, sobre las distintas áreas especializadas. Un saber así es superior al del especia lista, porque está en relación con todas las o tras áreas y es capaz de insertar adecuada mente cada área especial en la realidad.

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VIDA Y DESTINO HUMANO El pensamiento esotérico sigue un principio básico, cuya f or mulación en palabras se remonta al padre troncal del esoterismo, por quien lleva justamente el nombre de: "Filo sof ía Hermética": Hermes Trismegisto –(thot). Este Hermes, "Tres veces grande" f ue sacerdote e iniciado en Egipto, su biograf ía exacta se pierde en la pe numbra de la historia. Escribió la quintaesencia de toda sabiduría en quince tesis sobre una tabla de corindón verde oriental. La ta bla, desaparecida hace mucho tiempo, entró en la historia como "Tab la esmeraldina". El texto de esta "Tabla de Esmeralda" es el sigu iente:

LA TABLA ESMERALDA DE HERMES TRISMEGISTO* 1. Verdad es y sin mentiras, cierto y to ta lmente verdadero. 2. Aquello que está abajo es igual a aqu ello que está arrib a: y a quello que está arriba es igual que aquello que está abajo, para realizar los milagros de una única cosa. 3. Es igual como por el único DIOS han sido creadas todas las cos as, en la meditación de una única cosa, así de ésta única cosa han naci do todas las cosas, por la adaptación. 4. El padre de esta cosa es el Sol, la madre de esta cosa es la Luna. 5.

El Viento la ha llevado en su vientre.

6.

La tierra es la nodriza de e sta cosa.

7. Aquí, en esta cosa única, está el Padre de toda perf ección de todo el mundo. 8. La virtud de dicha cosa es totalmente íntegra, cuando ha sido con vert ida en tierra. 9. Debes separar la tierra del f uego, lo sutil de lo denso, suavemente, con una gran comprensión. 10. Esta cosa asciende de la Tierra hacia el Cielo, y a su ve z desciende nuevamente a la Tierra, y recibe la f uerza de las cosas superiores y de las inf eriores. 11. Así tendrás la Glo ria de todo el Mundo. A raíz de ello se apartara de ti toda incomprensión. Esta única cosa es, de toda f uerza, la f uerza más f uerte, pues va a superar todo lo sutil y penetrar todo lo sólido. 12. De este modo ha sido creado el mundo. 13. Por ello e xistirán e xt rañas imitaciones, cu ya modalidad está descr ita aquí. 12

VIDA Y DESTINO HUMANO 14. Y por tanto soy lla mado Hermes Trismegisto, el que posee las tres partes de la f ilosofía de todo el mundo. 15. Lo que he dicho de la obra de los Soles, no le f alta nada, está totalmente completo.* Yo sé, que este texto inicialmente le ha de parecer trivia l al hombre moderno, pero esto no es culpa d el te xto sino de nuestra f alta de comprensión. En estas quince te sis está resumido todo el saber que alguna ve z ha ya sido accesible al hombre. El texto describe la creación de este universo y al mismo tiempo la piedra alqu ímica de los sabio s. Para aquél que comprende este texto totalmente, están de más to das las bibliotecas, porque posee toda la sabiduría, "no le falta nada, está totalmente completo". Dichas aseve racio nes pueden parecer delirios f a ntásticos y para algunos pueden ser suf iciente motivo para vo lver a abandonar en este punto todo interés esotérico d e una ve z pa ra sie mpre. Pero quien se toma el trabajo de estudiar el idioma hermético y sus sim bolismos, y así lo gra penetrar en él cada ve z más, algún día llegará a vivenciar e l signif icado de este texto en carne propia.

La ley de la analogía: Así como es arriba , así es abajo A nosotros ahora mismo nos interesa solamente la tesis nume ro 2: "Aquello que está abajo es igual a aquello que está arriba: y a quello que está arriba es igual a aquello que está abajo, para reali zar los milagros de una única cosa." Esta expresión, que general mente se abrevia "así como es arriba, a sí es abajo", es la lla ve de la f ilosof ía hermética. Detrás está la suposición de que las mismas leyes rigen en todas partes en este unive rso, a rriba y abajo, "en el cie lo y en la tierra", en el dominio micro cósmico así como en el micro cósmico , en todos los niveles de las f ormas aparentes. Por ejemplo, nosotros podemos reconocer en todo momento tan sólo segmentos de un continuo dentro del área de nuestras de percepciones. Vemos solamente una pequeña parte del espectro lu minoso, oímos solamente las f recuencias que se encuentran den tro de cierta área. Algunos animales pu eden percibir sonidos y co lores que no le son accesibles al hombre sin recu rsos especiales. Lo mismo pasa con la imaginación. Sola mente nos podemos ima ginar d imensiones de tamaño medio, pero si algo es mu y grand e o muy pe queño, aún lo podemos captar a menudo en fórmulas, pero ya no nos podemos imaginar nada al respecto. 13

VIDA Y DESTINO HUMANO Sabemos por ejemplo que un lingote de hierro consiste casi exclusivamente en espacios intersticiales a cu yo alrededor giran partículas atómica s. Existe una rela ción de correspondencia ent re las distancias que se paran las part ículas y las de los p lanetas de nuestro sistema solar. Por más que sepamos muy bien todo esto, nos cuesta mucho imaginarlo al mirar un lin gote de hierro de as pecto muy macizo. Así como un virus como organismo independ iente es demasiado pequeño para nuestra capacidad de imaginación, también la distan cia de diez millones de años luz es demasiado grande para imaginarlas . Estamos limitados en nuestra capacidad de percepción a una escala de tamaños "medianos", a nuestra me dida humana. Todo lo que se encuentra por encima o por debajo o no nos es accesible casi nunca, o lo es solamente con instrumentos especiales. Aquí nos a yuda la cla ve genia l "Así como es arriba, así es aba jo" porque esta f rase nos permite limitar nuestras consideraciones e in vestigaciones de las leyes a las áreas que nos son accesibles, pa ra poder después trasladar en f orma análoga las e xperiencias así re alizadas a otros nive les inaccesibles para nosotros. Esta f orma de pensar por analogía permite compren der el unive rso co mpleto sin límites. La manera de pensar por analogía no es casual y por eso es desacostumbrada en nuestro tiempo. Más adelante trataremos otra ve z en f orma concreta la aplicación de este método con el ejemplo de la Astrología. La analogía "Así como es arriba, así es abajo" solamente se justif ica si estamos dispuestos a reconocer que este universo es en su totalidad un cosmos (en grie go "cosmos" es "orden"). Pero un cosmos está regido por leyes y no tiene lu gar para una casualidad. Una cualidad como un acontecimiento imponderable, no sujeto a ley, transf ormaría a cualquier cosmos en un caos. Si cons truimos una computadora ésta representa en sí mismo un pequeño cosmos: está construida de acuerdo a leyes establecidas, su f uncio namiento depende del cumplimiento de estas leyes. Si en su circui to se insertan arbitrariamente algunos transistores, condensadores y resistencias, que no pertenecen al circuito pro gramado, estos re presentantes insertados de la casualidad transforman todo el cos mos en un caos y la computadora deja de operar coherentemente. Esto mismo es también válido para nuestro mundo. Con el primer acontecimiento casual nuestro mundo ya dejaría de existir. También la ciencia conf ía generalmente en las le yes de la natu raleza, pero no tiene escrúpulos de invitar al mismo tiempo el con cepto de la casualidad. Si se deja caer una piedra desde una cierta altura, la misma no cae por casualidad, sino debido a una le y. Si esa piedra cae sobre la cabeza del señor X, entonces el señor X no s erá golpeado por una piedra por casualidad, sino también en razón de una le y. Ni el hecho de que al señor le caiga una piedra en la ca beza, ni el pre ciso momento en que esto sucede, son casuales. Uno no se enf erma por casualidad, ni es 14

VIDA Y DESTINO HUMANO atropellado por un automóvil por casualidad, ni nace por casualidad de padres ricos o pobres, etc. Otra ve z: no e xist e la casualidad. Detrás de cada acontecimien to hay una ley. No siempre podemos percibir esta le y en el acto, pero esto no nos da derecho a negar su e xistenci a. Las piedras también caían según una ley cuando el hombre todavía no había descubier to la ley de la gra vedad. Probablemente ha de ser otra ve z la iron ía del destino, que esos defensores profesionales de la casualidad, los estadísticos, se empe cinen a d emostrar ellos mismos la imposibilidad de sostener el con cepto de casualidad, y hasta lo hacen con un cuidado metódico. Un estadístico cree que a l tirar u n dado, éste da sólo por casualidad un 3, un 5, u otro número, pero si se sigue tirando ese dado un t iempo suf icientemente largo, resulta que la suma de todos los nú meros mostraría una curva sujeta a le y, que se llama la distribución normal. ¡Qué milagro se re vela aquí! La suma de acontecimientos aislados, casuales, resulta en una ley. La trayectoria de vuelo se gún la le y de un cuerpo tampoco se compone de tramos parciales ca suales. Si los estadísticos tu viesen razón, debería ser vá lida la sen tencia: cuanto más a menudo se equivoca uno en los cálculos, tan to más acertado será el resultado. Con lógica s imilar piensan los darwinistas, ¡que quieren explicar la e vo lución como suma de los accidentes genéticos! Por supuesto, la distribución normal del gran número indica por sí misma que está estructurada por acontecimientos individua les regulados por ley. E n todo caso se puede decir que el aconteci miento individual de un dado que cae es demasiado pequeño como para poder percibir inmediatamente su determinación por una ley, y que los hombres estamos todavía necesitaos de una cierta escala mínima del acontece r para poder percibirlo. Al observar este mundo, nos vemos obligados a hablar de un cosmos y a excluir toda casualidad. Por otra parte se reconoce ya en la palabra "casualidad" que originalmente es probable que tu viera otro signif icado. Pues designa lo qu e le ocurre al hombre por imperio de una ley. Pero si el cosmos es una unidad ordenada, en todas partes tiene que regir la misma ley, en lo grande y lo peque ño, como arriba, así abajo. Esta analogía dio a Paracelso el derecho de poner al hombre como microcosmos al nivel del macrocosmos. El hombre es la f iel imagen del universo micro cósmico , nada podemos encontrar af ue ra que no se halle de manera análoga dentro de él y viceversa. Es por est o que está escrito sobre el templo de Delf os: "Conócete a ti mismo, para poder conocer a Dios."

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Cuerpo, alma y espíritu Si miramos más de cerca a ese microcosmos del ser humano, lo que vemos primero es su cuerpo. Este cuerpo se distingue en el hombre viviente en que no es la mera suma de los elementos qu í micos que lo componen, porque esos componentes están subordi nados a una idea unif icadora al servicio del concepto global "ser humano" Esto no es "natural". Mucho más natural es lo que ocurre a l descomponerse un cadáver: todas las partes qu ímicas individuales siguen sus propias le yes ("se gún su propia voluntad") y no se su bordinan a ningún concepto unif icador. Pero si esto sucede con el hombre viviente, es porque debe haber en él una instancia activa con la autoridad de coordinar la diversidad material y esta in stan cia es típ ica del hombre vivien te, porque ya no podemos hallar su actividad en el muerto. Es sabido que nada se pierde en el nivel material cuando un hombre muere. Es por eso que est a instancia nuestra que buscamos, ni puede ser nunca de naturaleza material. Tampoco era de esperar que f uera así, porque siendo el criterio esencial d e esta instancia su capacidad de coordinar la materia, no es concebible que e lla misma sea también materia. Todos sabemos también por experiencia que, al morir un hom bre, desaparecen su conciencia y su vid a. Resulta natural suponer que esa instancia que est amos buscando sea idéntica a alguno de estos dos conceptos. Pero, ¿qué es la conciencia? El hombre es c onsciente de sí mismo. Se experimenta como individuo que es y percibe, desde el nacimiento hasta la muerte. Esta conciencia da f orma a una continuidad que no tiene el cuerpo, que constru ye y destru ye células continuamente. Otro concepto más antiguo es el d el "Alma". Alma es concien cia, individualidad, es aquella instancia que reúne las dive rsas pie dras materiales que conf orman el cuerpo en una unidad y las coor dina. El alma es una instancia independiente que se dif erencia en forma cualitativa del cuerpo material. Nuestra psicolo gía moderna, lamentablemente, no conoce el alma. Lo que sí hace es ja ctarse, en alta vo z, de su terminolo gía especial, que hace creer que se conoce algo del alma y hasta de sus prof undidades y nive les. Pero la verdad es que hasta e l día de hoy la psicología no ha logrado ni siquie ra un contacto remoto con el alma del hombre. La psicología in ve stiga lo "psíquico" en el hombre. Pero esto no es el alma, sino un producto de esta ciencia, un descarte. Al confundir los dos conceptos, la p sicología llega a asevera r que la función que el alma del hombre es un producto del cerebro y de un sistema nervioso intacto. De 16

VIDA Y DESTINO HUMANO ahí deduce que al perderse estas con diciones materiales, también el "alma" deja de existir. El desorden conceptual y de pensam iento de nuestra ciencia torna, a veces, ca si imposible p oner las cosas nuevamente más o menos en su lugar. Cuando hablamos del alma o conciencia, lo que quere mos sig nif icar es una instancia independiente, no material, que no es un producto de la materia (como cerebro, sistema nervioso central o cosas parecidas), ni depende de la materia en f orma alguna. Las religiones, los. Iniciados y los ocultistas sabían desde siempre de esta alma y su supervivencia a la muerte corporal. Pero el público en general y nuestra ciencia parecen considerar, e vide ntemente como una sorpresa sensacional, que científ icos como el norteamericano Dr. Moody y otros, publiquen inf ormes de personas clínicamente muertas y vueltas a reanimar que relatan en forma unánime como "dejaron s olamente el cuerpo, se quedaron en el re cinto, in visibles p ara los demás y p udieron ver, oír y percibir todo." La psique o el alma de la psicología (inclu yendo la así llamada psicología p rof unda) no es idéntica al concepto antes descrito, sino solamente su producto de descarte. El alma de la psicología es el luga r de los impulsos, t emores, conf lictos y complejos, un con cepto colectivo para las manif estaciones del alma, pero que nunca se acerca a lo que realmente actúa. Se supone que lo que actúa se encuent ra en el cerebro y en el sistema nervioso central. P ero es aquí donde la pescadilla se muerde la cola. ¿Quién pone en f uncio namiento el cerebro y el sistema nervioso central? Es sabido que la materia necesita siempre una inf ormación para poder entrar en a cción, pero la inf ormación siempre es de tipo no material. En un capít ulo posterior p resentaremos más claramente la dif erencia entre información y portador de inf ormación. Aquí se menciona solamente para evitar que alguien busque la inf ormación en los gene s. Finalmente se mencionará que en todas partes donde se reali zan procesos de f ormación en la naturaleza, tiene que haber inf or mación, o sea, que tiene que haber conciencia o alma. Cada animal, cada planta, cada hombre tienen un alma. Dentro del reino terrestre también el alma necesita un portador material, que es sin embargo de naturaleza sutil. Por eso, en círcu los esotéricos se habla del así llamado cuerpo astral. En conexión con esto hay result ados de investigaciones recientes, dignos de ser mencion ados, provenientes de norteamericano Harold Saxon Burr, prof esor en la Universidad de Yale. Burr investigó con gran despliegue técnico los campos eléctricos que rode an un organismo viviente. Ha encontrado, por ejemplo, alrededor de una semilla un campo con la f orma de la plan ta madura y adulta, y alrededor del huevo de un sapo pudo com probar la existencia de un campo en forma de sapo adulto.

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VIDA Y DESTINO HUMANO De ahí e xtra jo la conclusión de que todos los seres vivientes poseen tales campos electromagnéticos. En estas imáge nes espacia les invisibles, pero medibles, cada célula nueva recibe su lugar. Estos resultados expe rimentales conf irman la tesis esotérica de que todos los seres vivientes se desarrollan hasta ocupar una f orma preesta blecida. Pero hay que cuidarse de cons iderar estos campos electromag néticos como el alma. Son más bien, el corre lato material del cuer po astral. Una confusión similar h a lle vado a opinar que lo que se ve e n la así llamada f otograf ía Kirlian es el cuerpo ast ral. Pero la f otograf ía Kirlian mue stra solamente el intercambio entre energéticas del organismo y un campo de alta tensión. Después de haber tratado de aclarar un poco los conceptos del cuerpo y del alma, queda todavía un concepto muy importante a saber "la vida". Esta no puede ser nunca i déntica a la conciencia. Porqu e hasta el idioma distingue entre est ar inconsciente y estar muerto. La vid a tampoco puede consistir de materia porque lo que se ve en la materia es solamente la manif estación de la vida. Pode mos decir que la vida es el miste rio más grande para el hombre. Si el alma es desconocida para la ciencia, tanto más lejos se halla to davía de poder comprender lo que es la vida. Siempre se ocupa solamente de sus manif estaciones materiales, pero nada sabe de la vida misma. El hombre no l a puede ni producir ni destruir. La vida es una calidad que escapa totalmente a su aprehensión. Todos conocen, aunque sólo sea de oídas, la clásica división en tres: cuerpo, alma y espíritu. La f ilosof ía hermética enseña que el esp íritu es la vida. Al cont ra rio del alma, la vida (espíritu) es algo impersonal, anónimo. Hay solamente un espíritu, una vida. Se puede participar de él, dejarle actuar a t ravés de uno, entonces se vive. A l t erminar la " vida terrenal" se termina tan sólo esta conexión, pero de ning una manera se destruye algo de la vida en sí. Ha y so lamente un espírit u, por eso la vida en nosotros representa la unidad, es la "chispa divina" que se encuentra en todo ser vivient e. Así e l hombre, como todo producto de la naturaleza, es una trinidad de cuerpo, alma y espíritu. Se siente como unidad y esa unidad la llama "yo". Mirándolo más de cerca descubrimos que ya la unidad corporal "hombre" se deja subdividir en otras "unida des", tales como los órganos. También un órgano es una unidad individual, si no sería imposible distinguir un cora zón de un híga do. Pero esta individ ualidad f uncional requiere que cada órgano tenga un a conciencia individual. Esta idea puede parecer ext raña porque siempre nos atribuimos una conciencia solamente a noso tros mismos. La mayoría de la gente está aún dispuesta a concederles una conciencia a su perro, por más que la conciencia del perro es sin duda muy dif erente a la de un hombre. Concederle conciencia a una mosca generalmente va encuentra más resistencias. Aun hay que p reguntarse con qué derecho trazamos esta línea de separación. Todo lo que se desarrolla en f orma viviente y 18

VIDA Y DESTINO HUMANO muestra tener individualidad, tiene conciencia, también en los casos en que nos cuesta introducirnos con nuestra conciencia en la de f ormas de vida muy dif erentes. No tenemos más remedio que concederles a nuestros órganos esta conciencia. El h ígado también se siente como una unidad com pleta e individual. Su único y exclusivo trab ajo es cumplir con su f unción según la le y del h ígado, pues si no deja d e sentirse bien la individualidad que le es superior, el h ombre, en el cual está inte grado. Si seguimos con el análisis de la individualidad "hígado" en contramos nuevas unidades que se llaman células. También cada célula es una individualidad; vive y se puede reproducir, así que tiene sin duda también una conciencia, se siente como 'yo soy", su deber es ser una "célula de hígado" completa. Si no tiene ganas de hacerlo y descu bre una tendencia personal hacia la libertad, se transf orma en célula cancerosa, porque se po ne f uera del orden superior. El hombre, como dueño de este tipo de células que abandonan el orden no piensa en f elicitarías por su libertad recién descubierta, sino que hace lo posible por eliminar las, para mantener su propia existencia. Al i gual que la célula como individuo es parte de un individuo superior llamado órgano, éste no es más qu e una parte del indivi duo llamado hombre, así también el hombre no es más que una parte de una unidad superior. El hombre es solamente una célula en un or ganismo que llamamos el planeta Tierra. Al igual que to dos los planetas, también la Tierra es una inteligencia individual y posee no solamente un cuerpo, sino también una conciencia. Si esto no f uera así, no tendríamos un cuerpo intacto de un planeta, sin o un cadáver de un planeta. Al igual que un cuerpo humano muerto se descompone, también se desintegra el cuerpo de un planeta muerto, como vemos, por ejemplo, en el Cinturón de Asteroides. Tenemos que acostumbrarnos al f in a no contemplar solamen te las f ormas de vida corporales. Todo cuerpo, ya sea piedra, planta o animal, también posee alma y esp íritu, caso contrario tendría mos ante nosotros un cadáver que rápidamente perdería su f orma. También un planeta es sólo un órgano de un ser superior, del siste ma solar, etc. Si el hombre contempla un poco ese orden, pronto tomará conciencia de que también él, como célula, tiene solamente el deber de cumplir con el servicio a la totalidad que le ha sido asignado. Tiene que esf orza rse para ser una célula de la más alta utilidad posible, al igual que él espera de las células de su cuerpo, para no convertirse en un tumor canceroso para este mundo. Si abandona temerariamente el orden para go zar de su libertad mal interpretada, no debería so rprenderse si es eliminado. Porque: "Así como es arriba, así es a bajo 3. LA POLARIDAD DE LA REALIDAD 19

VIDA Y DESTINO HUMANO Todo es doble, todo tiene dos polos, todo tiene su par de contra posiciones, igual y desigual son lo mismo; las contraposiciones son idénticas en la n aturale za, só lo distintos en grado; los extre mo s se tocan; todas las verdades son sólo medias verdades; todas las contradicciones pueden ser puestas en consonancia entre sí. "KYBALION” La ley de la polaridad es la base de la f ilosof ía hermética. Mu chos errores humanos se podrían evitar con una mejor compren sión de la le y de la polaridad. El camino del hombre pasa por el análisis de la polaridad. La meta del camino es la superación de la polaridad. "¿Qué es esto: a la mañana camina en cuatro patas, al mediodía en dos y a la noche en tres?" Este era el enigma de la esf inge. Al que no podía resolverlo, le esp eraba la muerte y la aniquilación. Edipo sabía la respuesta. Es el hombre. En la infancia gatea en cua tro patas, en el mediodía de la vid a camina en dos piernas y en la ve jez su bastón se convie rte en la tercera. Pero esto no es más que la explicación exotérica de la pregun ta. Tampoco sería ni por asomo adecuado castigar co n la muert e no contestar a una pregunta burlona. Lo que sucede es que aqu í se pregunta por las e staciones principales del camino del hombre, que al no ser superadas son literalmente mortales. El número cuatro es desde los tiempos antiguos un símbolo de la materia, q ue repre sen ta la cru z del hombre. A través de la interacción con lo tangible y lo material, que constituye el comienzo de la evolución (la maña na), el hombre debe aprender a comprender la polaridad que esta simboliza da por el número dos. Pero ahora la "r e-solución" (Erloe -sung) de la polaridad en un tercero lo lle va al anochecer de la per f ección. Sólo quien resuelve este problema, logra la vida eterna. La ley de la polaridad parece inicialmente demasiado simple, demasiado obvia, parecería no valer la pen a ocuparse más detalla damente de ella. Todo lo que el hombre encuentra en el mundo de las f ormas f enoménicas y todo lo q,ue el h ombre puede imaginar. se le presenta siempre en dos polos. Al ser humano le resulta impo sible imaginarse una unidad f uera de la polaridad. Hablando en simbología numérica esto signif ica que el número uno no es imagi nable sin la creación del número dos, el uno presupone el dos. Esto es más f ácil de seguir en el nive l de la geometría. El sím bolo geométrico del uno es el punto. U n punto no tiene ext ensión espacial ni superf icial, de lo contrario sería una esfera o una placa. El punto no tiene dimensión. Pero un punto así, el hombre no puede ni imaginarlo, pues toda representación de un punto tiene siempre una extensión, por más pequeña que sea. Por lo que esta unidad es incomprensible para el hombre. 20

VIDA Y DESTINO HUMANO Su conciencia está sujeta a la le y de la polaridad, está subordi nada al número dos. Por eso tenemos: más o menos, hombre v mu jer, eléctrico y magnético, ácido y alcalino, modo mayor y modo menor, bien y mal, luz y oscuridad. La serie se podría e xtender al inf inito, porque f rente a cada concepto surge un polo opuesto. No sotros llamamos contraposiciones a tales pares de conceptos y esta mos acostumbrados a preguntar en cada caso concre to si existe "el uno o el otro". Tratamos constantemente de ordenar todos los fe nómenos en pares de conceptos. Las cosas son grandes o pequeñas, claras u oscuras, buenas o malas. Pensamos que estos polos contra puestos se exclu yen mutuamente: aqu í reside nuestro error de pensamiento. La realidad se compone de unidades, pero a la conciencia hu mana se le presentan únicamente de manera polar. No podemos percibir la unidad como tal, pero esto no nos permite deducir que no existe. La percepción de la polaridad requiere f orzosamente la existencia de una unidad. Siempre el dos puede sólo ser consecuen cia del uno. Siempre vemos a la unidad bajo dos aspectos que nos parecen contrapuestos. Pero las contraposiciones forman justamen te una unidad y dependen una de ot ra para su existencia. La vida es ritmo La experiencia básica de la polaridad es la respiración. En ella podemos estudiar las leyes de la polaridad, se pueden transf erir a la totalidad del universo. Porque así como es arrib a, asíes abajo. Cuan do inspiramos, sigue con certe za absoluta, y sin mayor esf uerzo, el 'o opuesto, la expiración. A esta corriente de e xpiración sigue con la misma segur idad otr a vez la corr iente de inhalación. El cam bio constante de los dos polos da el r itmo. El ritmo es e l patr ón básico de toda vida. Al destr uir el r itmo se destr uye la vida. El ritmo siempr e se compone de dos polos, es un "tanto como uno, también el otr o", nunca es uno o el otr o. E l que se niega a exhalar, tampoco podr á inhalar y vicever sa. Pues un polo se nutre de la existencia del otro. S i elimino un polo, tam bién desaparece el otr o. Un polo exige el otr o. E sto parece lógico para todos cuando se trata de la respir ación, per o se despr ecia en casi todos los otr os dominios. Mientras el hombr e, en su actitud y su or ientación, se declar a en "pro de algo" y en "contr a de algo" destruye unidades. E l hom br e está en pro de la salud y en contra de la enfermedad. No quier e comprender que salud y enfer medad se condicionen mutuamente como la polar idad y se nutren la una de la otra. La salud r ecibe su existencia a tr avés de la enfermedad. La salud sólo puede sur gir a par tir de la enfer medad. Por eso toda medicina pr eventiva no es más que una ilusión.

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VIDA Y DESTINO HUMANO Quien haya comprendido la ley de la polar idad, sabe que toda meta se alcanza solamente a través de su polo opuesto y no por el camino dir ecto, como lo trata de hacer la mayoría de la gente, sin éxito. Quien quier e tir ar una piedr a lo más lejos posible, no se ade lanta lo más posible al tir ar, sino que se estir a lo más posib le hacia atrás, en la dir ección opuesta. E l jar diner o no abona sus rosas en el jar dín con per fumes ar omáticos, par a tener rosas muy per fumadas el año próximo, sino que les pone, más bien, un abono mal olien te, -a pesar de ello de ahí crecen las flor es per fumadas. A sí en seña el Libro Tibetano de los Muer tos:* "El que no haya apr en dido a morir no puede apr ender a vivir." Así nos enseña Cr isto, que sólo a tr avés de la muerte llegar emos a la vida. Así nos enseñan también todos los sistemas de sabidur ía; que solamente se llega a la libertad a tr avés de la subor dinación a la ley. Per o el hombre no quier e compr ender esta ley. En todos los campos se busca el cami no dir ecto, casi sin poder apr ender en base a los fr acasos. Cada actitud en pro o en contra de algo e s una fijación. La vida es ritmo y en consecuencia es movimiento. "Todo fluye", decía Her áclito. Pero la fijación impide el movimiento y así es un enemi go de la vida. Con cada opinión o idea f ija que alguien tenga en cualquier campo, impide la evo lución. Si nos analizásemos con ho nestidad, comprobaríamos que estamos constituidos casi e xclusi vamente por este tipo de f ijaciones. Nada parece costarle tanto al hombre como cambiar su opinión. Hay una antigua t écnica en la enseñanza esotérica que consiste en la inve rsión consecuente de la polaridad de todas las ideas y opi niones. Esa técnica la he d escrito detalladamente en mi libro "L a reencarnación". Consiste en representar de manera consecuente el polo opuesto a toda opinión que se haya tenido hasta el momen to, y eso durante el tiempo necesario hasta que los dos polos tengan el mismo peso. En ese momento uno se desprende automáticamente de la polaridad y empie za a comprenderla en su totalidad desde un tercer punto más elevado. Toda aseveración humana puede ex presar, siempre, sólo un aspecto de la verdad. Para describir toda la verdad se necesita siem pre el polo opuesto. Por eso toda declaración sobre la realidad es una paradoja. No puede haber aseve ración inequ ívoca sobre la rea lidad en el lenguaje del hombre. Si a una f ormulación le f alta la paradoja, es de todos modos incompleta y no comprende más que un aspecto parcial. Esto es lo que resultó catastróf ico para los es f uerzos de la ciencia te ndentes a f ormular af irmaciones inequívo cas y sin cont radicciones . Fuero n prematuras las sonrisas burlonas respecto a las formulaciones contradictorias de las antiguas ense ñanzas de la sabiduría, como por ejemplo las del Tao Te King o de los alquimistas. En la ciencia, el punto de conversió n lo trajo la investigación d e la luz. Había dos opinion es opuestas sobre la naturaleza de los ra yos de lu z. 22

VIDA Y DESTINO HUMANO Una f ormulaba la teoría ondulatoria y la otra la cor puscular, las dos teorías parecen excluirse mutuamente. Cuando la luz consiste en ondas, no está compuesta por corpúsculos y si lo está de corpúsculos no se trata de ondas. O uno o el otro. Mientras tanto se sabe que "uno u otro" era un planteamiento equivocado de la cuestión. La luz es tanto onda como corpúsculo. Esta simul taneidad de dos naturale zas que nos parecen opuestas es inimagina ble para el hombre, sin embargo verdadera. Así la naturaleza ondu latoria o corpuscular de la luz sólo se puede verif icar en distintos dispositivos de experimentación; pues, el hombre solamente puede percibir \a polaridad, da manera sucesiva en el tiempo y no simultá ne a me n te . Si e mp re d e b e ría mo s re co rd a r la n a tu ral e za d o bl e d e l a l u z cu a n d o e sta mo s tra ta n d o p ro bl e ma s fi l o só fi co s. En to d o s l o s ti e mp o s se d i scu te a p a si o n a d a me n te l a cu e sti ó n d e si el h o mb re e s l i bre o si e stá d e te rmi n a d o . Y u n o se d a cu e n ta d e q u e l a cu e sti ó n e stá ma l pl a n te a d a . So l a me n te cu a n d o se tra n s fo rma e l pl a n te a mi e n to d e "u n o u o tro " p o r e l co n o ci mi e n to d e q u e e l h o mb re e s ta n to to ta l me n te d e te rmi n a d o co mo to ta l me n te li b re , e s p o si b l e a ce rca rse a l a ve rd a d . D e l a l e y d e la p ol a ri d a d se i n fie re q u e to d o l o q u e e xi ste ti e n e d e re ch o a e xi sti r. D e n tro d e u n co smo s q u e fu n ci o n a se g ú n l e ye s, n u n ca p o d rá h a b e r n a d a q ue "e n re al i da d n o d e b ería e xi stir". Só l o l o s h o mb re s h a n a d a p ta d o e l h á bi to d e d i vi d ir e l mu n d o e n co sa s q u e p u e d e n se r y e n o tra s q u e e n re a li d ad n o d e b e ría n e xi sti r. E mp e ro , co n se me j a n te a cti tu d u n o se o p o n e a l a re a li d a d . To d a ma n i fe sta ci ó n ti e n e ca rg a d e se n ti d o , si n o n i si q ui e ra se p ro d u ci ría . El q u e n o q u i e re a ce p ta r e sto , ti e n e q u e i n tro d u cir n u e va me n te a i co n c e p to d e l a ca su al i d a d . C u a n d o el h o mb re e stá e n co n tra d e al g o , e sto si g ni fi ca g e n e ral me n te q u e e stá "e n fa vo r" d e l o c o n tra ri o . U n o e stá a fa vo r d e l a p a z y e n co n tra d e l a g u e rra , a fa vo r d e l a sa l u d y e n co n tra d e l a e n fe rme d a d , a fa vo r d e l a fel i ci d a d y e n co n tra d e l a d e sg ra ci a , a fa vo r d el bi e n y co n tra el ma l . C o n e sto se p a s a p o r al to q u e to d o s e sto s co n ce p to s co n sti tu ye n p a re s y fo rma n u n a u ni d a d i n se p a ra bl e , q u e e l n o mb re n o p u e d e ro mp e r. Si me n i e g o a e xh a l a r ta mp o co p o d ré i n h a la r. Si l e q ui to e l p ol o n e g a ti vo a l a co rri e n te e l é ctrica , ta mb i é n d e sa p a re ce e l p ol o p o si ti vo . D e l a mi sma ma n e ra l a p a z e s co n d i ci ó n d e la g u e rra , e l bi e n co n vo ca el ma l y el ma l e s el a b o n o d el b i e n . As í e s co mo d i ce Me fi stó fe l e s e n el "Fa u s to " d e Go e t h e : "Yo so y u n a p a rte d e a q u ell a fu e rza q u e si e mp re q ui e re el ma l y s ie mp re cre a e l bi e n ." Esta s co n si d e ra ci o n e s n o p re te n d e n l e g i ti ma r d e n i n g u n a ma n e ra u n co mp o rta mi e n to a rbi tra ri o d el h o mb re , sin o q u e q u i e re n p re se r va r al h o mb re d e cre a r r e si ste n ci a s a l co n si d e ra r l a s ma n i fe sta ci o n e s. Pe ro h a y q u e d i sti n g ui r co n cl a ri d a d e n tre al g o q u e ya se h a ma n i fe s ta d o y al g o q u e to d a vía n o se h a to rn a d o re ali d a d . Si se p ro d u ce u n a se si n a to , e sto e s, u n a p a rte d e l a re ali d a d q u e ti e n e su se n ti d o y su 23

VIDA Y DESTINO HUMANO ra zó n d e se r, si n o se h a b rí a ma n i f e sta d o . N o ti e n e se n ti d o n o a ce p ta r el a se si n a to o cu rri d o , si n o n o s q u e re mo s o p o n e r al o rd e n gl o b al . Pe ro d e a h í n o re su l ta q u e e ste a se si n a to n o s ti e n e q u e p a re ce r b u e n o o co rre cto o q u e n o so tro s mi smo s p o d ría mo s co me te r u n o . Reconocer la realida d sign if ica solamente reconocer el derecho a la existencia de todas las cosas. Si nos oponemos a la realidad, no cambiamos nada en cuanto a los hechos objetivos, pero sí nos sen timos subjetivamente peor. Porque cada presión en contra de la realidad produce otra presión aparente en contra, que no podemos dejar de sentir. La mayor parte del suf rimiento humano consiste en la resistencia auto-ejercida contra las circunstancia s manifestadas. Todas las cosas carecen en sí de valoración y son neutras. El criterio del hombre hace de ellas contraposiciones de la alegría o del suf rimiento. Resulta así que la soledad no es ni buena ni mala, ni agradable ni desagradable: para unos la soledad es una tortura, para otros es la oportunidad bienvenida para la contemplación y la meditación. Para uno, tener bienes es la meta más alta de sus es f uerzos, para otro, los bienes son un lastre molesto. Nunca son las circunstancias en sí las que tocan nuestro ánimo, sino soto nuestra disposición f rente a ellas. La reconciliación Si el hombre aprende la primera re gla importante de que: "To do lo que es, está bien, porque es", tendrá cada ve z más tranqu ili dad y paz. Sólo con esta tranquilidad aprenderá a contemplar las cosas y ellas le reve larán su sentido. Uno se desprende poco a poc o de las ideas f ijas, de tener que luchar en pro o en contra de algo, sin que con esto se llegue a la inactividad. El hombre que piensa que mediante su actividad podrá cambiar el mundo, generalmente no se da cuenta, que en realidad se ha transformado en es clavo de las circunstancias que lo están cambiando a él. La ve rdadera activi dad nace de la tranquilidad. Es una señal de madurez, cuando el hombre puede dejar que algo suceda sin querer intervenir de inme diato. Aquí empiezan a rebelarse nuevamente la mayor parte de las personas. Creen perder su vive?.a ("cleverness"), transf ormarse en pelota de juego de los otros, hundirse sin esperanza. No quieren renunciar a las querida s luchas, quieren def enderse; uno quiere se guir demostrándoles a los otros que es "a lguie n", quiere ejercer el poder. Tampoco Pedro pudo dejar de desenvainar la espada duran te la captura en el jardín de Getsemaní y con esto no hizo otra cosa que demostrar que todavía no había comprendido completa mente-las enseñanzas-de .su Maestro. Quie n no está dispuesto a r e co no ce r la re a lida d sign if ica so la m e nt e re co n o ce r e l de re ch o a la e xist e n cia de to d a s la s co sa s. S i n o s op o n e m o s a la re alid a d , n o ca m b ia m o s n a d a e n cu a nt o a lo s he c h o s o b jet ivo s, p e ro sí n o s se n tim o s su b je ti va m e n t e p e o r. P o rqu e ca d a p re sión e n co nt ra d e la re a lid a d p ro d u ce ot ra p re sió n 24

VIDA Y DESTINO HUMANO a p a re nt e e n co nt ra, qu e n o p o d e m o s d e ja r de se n t ir. L a m a yo r p a rt e d e l suf rimie n t o h u m a n o co n sist e e n la re siste n cia au t o -e je rcid a co n t ra la s circu n st a n cia s m a n if e st a d a s. To d a s la s co sa s ca re ce n e n s í d e va lo ra ció n y so n n e ut ra s. E l crit e rio d e l h o m b re h a ce de e lla s co n t ra p o sicio n e s d e la ale gr ía o d e l suf rimie n t o. Re su lta a sí qu e la so le d a d n o e s n i b u e n a n i m a la , n i a gra d a b le n i d e sa gra d a b le : p a ra u n o s la so le d a d e s u n a t o rt u ra , p a ra ot ro s e s la o po rt un id a d b ie n ve n id a p a ra la co nt e m p la ción y la m e d it a ció n. P a ra u n o, t e n e r bie n e s e s la m e t a m á s a lt a d e su s e s f ue r zo s, p a ra o t ro , lo s b ie n e s so n u n la st re m o le st o . Nu n ca so n la s circu n st a n cia s e n sí la s qu e t o ca n n u e st ro án im o , sin o só lo nu e st ra d isp o sic ión f ren t e a e lla s. la p u e rt a a l se n d e ro e so t é rico. L a m a yo ría d e la ge n t e lle va co n sig o u na ca rga p e sa d a p ro v e n ie n t e d e su p a sa do , co n siste n t e e n su ce so s y p e rso n a s co n la s qu e e st a b an e n co nf lict o h a ce m u ch o s a ñ o s y lo e st án t o d a vía . P a r a d e sm o n t a r e st e la st re , re co m ie n d o el e je rcicio sigu ie n t e: se n ta rse a co st a rse re la jad a m e n t e e n u n m o m e n to de t ra n qu ilid a d, ce rra r le o jo s y d e ja r a p a re ce r a nt e e l o jo in t e rn o la s sit u a cio n e s p a sa da s d la s qu e se o p in a qu e h u b ie ra sid o m e jo r n o t e n e r qu e h a be rla s vi vi d o . E st a s sit u a cio n e s n e ga t iva s d e l de st in o se m ira n ju nt o co n la p e rso n a s d e la s qu e se cre e h a b e r suf rido in ju sticia s y d e la s q u e s p ie n sa qu e h u b ie ra sid o m e jo r n o h a b e rla s e n co nt ra d o nu n ca . Mie n t ra s se vu e lve a co n sid e ra r int e rio rm e n t e u n a co n t e cim ien t o d e e st e t ip o y la s p e rso n a s in vo lu cra d a s e n é l, t ó m e se co n cie n cia d e qu e t o d o e sto h a sid o u n e sca ló n disp u e st o p o r un a le y e n e l ca m ine t ot a lm e nt e p e rso n a l de l d e st in o , y qu e u n o n o e st a ría d o n d e e st a sin e se su ce so . T rát e se d e co m p re n d e r la ca rga d e se n t ido d e ca d a a co n t e cid o p a ra lle ga r a se nt irse le nt a m e nt e a gra d e cid o p o rq u e, t o d o h a ya sid o t a l co m o f u e . S ó lo cua n d o se p u e d e so n re ír a l a co nt e cim ie nt o y a la s p e rso n a s in vo lu cra d a s d e sd e a d e nt ro y a gr a d e ce rle s qu e se p re st a ro n p a ra a yu d a rn o s a re a liza r n u e st ro d e st in o, e n t o n ce s p u e d e p a sa rse a o t ro a co nt e cim ie n to sigu ie n d o e l mism o p ro ce d imie n t o. D é je n se su rgir lo s a co nt e cim ie n to s, n o se h a n d e b u sca r co n e l in t ele ct o. Ta m b ié n se d e b e a ce pt a r t o d o a co n te cim ie n t o qu e su rja a l p e n sa r " a co nt e cim ie n to s co n la s cu a le s m e e n cu e nt ro en p ie d e g u e rra" , sin re p rimir n a d a , p o rqu e se cre a " co n e st o ya e sto y re co n cilia do d e sd e h a ce m u ch o ". E st e e je rcicio, al p rin cip io m u y d if ícil p a ra algu n o s, se h a d e rep e t ir u n a y o t ra ve z h a st a qu e se lle ga a t e n e r la e xp e rie n cia d e se nt irse m á s livia n o y qu e d e sa p a re ce u na p re sió n in t e rn a. P o rqu e cu a n d o u n o h a ce m u ch a f u e rza co n t ra u n a p a re d, se sie nt e co m o e st a e je rce a su ve z la m ism a p re sió n co nt ra u n o. A l a u m e nt a r la p re sió n p ro p ia, la p a re d ta m b ié n p re sio n a co n m á s f ue r za . L a so lu ción e st á e n qu it a r la s m a n o s d e la p a re d , e nt o n ce s la p re sió n de la p a re d d e sa p a re ce rá p o r sí so la . L a co m p a ra ció n p u e d e p a re ce r t ri vi a l, p et o sin e m b a rgo la m a yo ría d e 25

VIDA Y DESTINO HUMANO la ge n t e se a p o ya co n t ra a l gu n a p a re d, p re sio na n d o co n t o d a s su s f ue r za s y a l m ism o t ie m p o se la m e n ta n e n vo z a lt a d e la p re sió n d e la p a re d. T e ó rica m e n te e s sim p le a b a nd o n a r la s re sist e n cia s p ro p ia s, p e ro e s in cre íb le m e n t e d if ícil p a ra e l ho m b re , p o rqu e to d o e l m u n d o e st á p rof u n d a m e n te co n ve n cid o d e qu e p a ra m a nt e n e r se , tie n e qu e se gu ir e je rcie n do p re sió n co n t ra e sa p a re d , po r qu e " la p a re d e je rce p re sió n co nt ra ello s" y qu e a l dism in u ir la p re sió n p ro p ia, la p a re d inf a lib le m e n t e se le s ca e ría e n cim a . P e ro a qu í e stá e l e n ga ñ o . Co m p ru e b e p o r sí m ism o e l e je m p lo co n la p a re d, p a r a co m p re n d e r e l p ro b le m a e n f o rm a co m p le t a. E n ef e cto , se t ie n e la im p re sió n d e qu e la p a re d p re sio n a c o nt ra u n o, ra zó n p o r la qu e u n o se ve o b liga d o a a u m e nt a r la p re sió n p ro p ia . P a ra ve r a t ra vé s d e l e n ga ñ o, h a y qu e te n e r e l co ra je d e so lt a r . Q u ie n re co n o ce e l d e re ch o d e e xis te n cia a la p a re d , n o n e ce sit a h a ce r p re sió n en co n t ra d e ella y t a m p o c o se rá m o le st a d o p o r la m ism a. L a p ro ye c ció n d e la cu lp a E st e p ro b le m a t ie n e un a t ra sce n d e n cia in a b a rca b le. L a hu m a n i d a d h a a d qu irid o la co st u m b re d e b u sca r d iscu lp a s e n e l m u n d o e xt e rio r p a ra to d o lo qu e n o d e b e ría se r. L a e sca la d e lo s cu lp a b le s a b a rca d e sd e lo s m ie m b ro s d e la f a m ilia h a st a el go b i e rn o, d e sd e la s circu n st an cia s d e la é p o ca ha st a la s o cie d a d m ism a y e s a e so s culp a b le s a qu ie n e s e l in di vid u o qu ie re ca rga r la re sp o n sa b ilid a d d e su p ro p io d e st ino . E st a p ro ye cció n d e la cu lp a se h a su b lim a d o h a st a h a ce rse u n a cien cia qu e , b a jo e l t ít ulo d e p sico lo gía y so cio lo g ía , sa n cio n a e st e e rro r co le ct ivo . To d o s h a b lan d e có m o lo s f a ct o re s d el m u n d o e xt e rio r inf lu e n cia n y m a rca n a l h o m b re . E l p sico a ná lisis y e l " grit o p rim o rd ia l" b u sca n la s ca u sa s d e u n a p e rtu rb a ció n n e u ró tic a e n la inf a n cia , e n la e d u ca ció n y e n sit u a cio n e s t ra u m át ica s e n t re p a d re s e hijo s. Ya f a lt a p o co p a ra qu e se a ce p t e n of icia lm e nt e e n la p sico te ra p ia lo s m ét o d o s d e re gre sió n y e nt o n ce s se cre e rá e n co nt ra r d e re p e nt e la s ca u sa s e n la s vi ve n cia s p re n at a le s. P o r d if e re n t e s qu e se a n lo s m u ch o s m é to d o s y t e o ría s d e t ra t a m ie nt o , to d o s t ie n e n a lgo e n co m ú n: sie m p re se b u sca n la s ca u sa s d e u na sit u a ció n o d e un a p e rt u rb a ción e n e l m u n d o e xt e rio r. S i u n o h a ce qu e u n in d ivid u o n o s inf o rm e so b re su d e stin o , in d ica rá p a ra ca d a sit u a ció n y sim u lt á n e a m e nt e, cu a le s so n la s circu n st a n cia s y la s p e rso n a s cu lp a ble s de la m ism a . S e rá m u y d if ícil e lim in a r e l cu e nt o d e h a d a s d e la inf lu e n cia del mundo exterior en esta era de abundancia de sociólogos. Por que toda teoría que per mite la pr oyección de las culpas contar á siempr e con toda segur idad con una mayoría absoluta. Lo que ofrece el esoter ismo en cuanto a este pr oblema, es mucho menos gustoso y práctico, per o como contr apr estación le muestr a al indi viduo cómo puede cambiar r ealmente su destino, le muestra un

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VIDA Y DESTINO HUMANO camino par a salir de la enfermedad, cumpliendo asilo que todos los demás solamente puede n pr ometer . No hay influencias exteriores que forman al individuo, no es la educación la que forma al hombr e ulter ior , no hay culpables del destino del individuo. No hay bacterias ni vir us que pr oduzcan en fer medades. T odos los que creen tener pr uebas exac tas de lo que acabo de negar , se equivocan en un punto: todo lo que se conside r a como pruebas, se apoya en r ealidad sobr e obser vaciones de rela ciones, que son sólo corr elaciones. E stas dicen por ejemplo que al par ecer en cierta enfer medad infecciosa, sie mpr e se encuentra pr esente cier to virus, o que en la vida de un delincuente juvenil las relaciones familiares presentan ciertas características, que tr as una cierta perturbación neur ótica siempre se hallan pr oblemas con la madre. E stas correlaciones todavía son ciertas porque anuncian solamente que cada vez que se manifiesta una cosa, también se manifiesta la otr a. Aquí sur ge el paso siguiente tan favor ito de la ciencia que nada tiene de "científico": la inter pretación de todo esto como causali dad. De la observación "siempre cuando - entonces también" se pasa furtivamente a un "a causa de esto - también lo otr o". P er o es justamente esta transfor mación de los resultados la que ya no es cor recta. No se niega que en cierta enfermedad se hallen al mismo tiem po ciertos vir us, per o la fe r esultante de ello, de que estos vi r us sean la causa de la enfermedad, har á r eír a las gener aciones venideras tan cor dialmente como nosotr os nos reímos de la teor ía de que la tierra es un disco. A sí que no es tan fácil negar n uestr a afir mación de que no existe ninguna influencia del mundo exterior. La ley de r esonancia Todos conocemos a par ti r de la física el concepto de la r eso nancia (en latín: r esonare - resonar). Un diapasón entr a en resonan cia solamente con un tono que cor r esponde a su pr opia fr ecuencia. Si éste no es el caso, el tono ni e xiste para el diapasón, porque no lo puede percibir. Un receptor de radio sintonizado en onda me dia, sólo captará onda media en base a su resonancia. No puede reconocer las ondas, corta y larga, por eso no f orman parte de su "visión del mundo". De la misma manera el hombre necesita den tro de sí una correspondencia para cada percepción. Esa corres pondencia debe poder "vibra r" a la par, y entonces a través de ésta resonancia se le torna posible la percepción. Goethe lo f ormula así en la f rase: "Si el ojo no f uera de naturaleza so lar, nunca podría ver el sol, si no tuviéramos dentro de nosotros la propia f uerza d e Dios, ¿cómo podría encantarnos lo Divino?" Esta formulación de Goethe abandona ya el nivel puramente f ísico de la capacidad de resonancia, transf iriendo la ley de la reso nancia en f orma 27

VIDA Y DESTINO HUMANO de analogía, sobre el campo que aquí nos interesa. Cada persona puede percibir solamente aquellos dominios de la realidad, para los que posee una capacidad de resonancia. Esto no solamente es válido para la percepción meramente sensorial, sino para la comprensión total de la realidad. Como todo lo que se en cuentra f uera de la propia capacidad de resonancia no puede ser percibido, tampoco existe para la persona en cuestión. Por esto, cada persona cree conocer la totalidad de la realidad y que no e xis te n ada más f uera de ésta. Cuando alguien lee un libro, cree que lo comprende completamente, por más que de lo leído sólo pueda absorber aquello que se e ncu entra al unísono con su actual nivel de conciencia. La mejor manera de comprender que esto es así es vo lver a leer ciertos lib ros después de algunos años. La conciencia se ha ampliado en estos años, razón por la cual ahora se compren de el libro "aún mejor". Todas las relacio nes descritas le son más o menos f amiliares y comprensibles a cualquiera y por e sto solamente han de servir para aclarar el principio que ahora queremos aplicar también al destino en general. Solamente es posible encontrarse con aque lla s ideas, personas y situaciones para las que poseemos una resonancia pro pia, o como lo llamaremos de ahora en adelante: una af inidad. Sin la af inidad correspondiente nunca se puede producir una manif es tación. Si alguien llega a encontrarse envuelto en una pelea o una riña, no es nunca «debido a una casualidad, sino que se produce solamente por razones de af inidad con una vivencia de est e tipo. La culpa por las eventuales consecuencias de dicha pelea también la carga aquel qu e supone haber sido in volucr ado e n ella de manera totalmente inocente. Pero sin la af inidad correspondiente le hubie ra sido imposible ve rse in volucrado. Si alguien es atropellado en la calle por un automóvil, ni la culpa puramente f uncional y le gal de l otro cambia en algo el hecho d e que el accidentado estaba maduro para esa vivencia, si no, este acontecimiento no se hubiera podido manif estar, en su campo de experiencia. El medio ambiente como un espejo Yo se que esta manera de ver las cosas es muy desacostumbra da al principio, pero no se debería tomar la f amiliaridad de una af irmación como criterio incondicional de que es ve rdadera. El así llamado medio ambiente es en realidad un espejo en el cual toda persona se ve solamente a sí misma. Nunca puede ver otra cosa que a sí misma por que de la verdadera realidad total, objetiva, igual pa ra to dos los hombres, f iltra solamente aquello por lo cual tiene una af inidad. El que no es consciente de éste hecho, cae obligatoria mente en f ormas de comportamiento equivocadas. Cuando por la mañana me miro al espejo y veo una cara poco amable, puedo increparla enérgicamente por su poca amabilidad. Pero la cara en 28

VIDA Y DESTINO HUMANO el espejo no se deja impresionar en absoluto por esto, sino que al mismo tiempo me inculpa con igual energía. De esta manera es muy f ácil realizar una escalada mutua hasta que le pego a esta cara encarnizada y destrozo el espejo. Pero nadie juga ría este juego con el espejo del baño, porque tenemos conciencia de su función de espejo. Sin embargo, la mayoría de las personas celebran empecinad amente este juego en su vida diaria. Luchan contra sus ene migos en su medio ambiente, contra los malos veci nos y parientes, contra la injusticia de sus jef es, contra la sociedad y muchas cosas más. En realidad todos están luchando contra sí mismos, por esto es que en todas partes tenemos solamente perdedores y n ingún gana dor porque ¿contra quién se podría ganar e n una esgrima frente al espejo? Naturalmente la ley de resonancia y del ref lejo en el espejo es válida tanto en lo positivo como en lo negativo . Si citamos en nuestras consideraciones casi exclusivamente ejemplos negativos, es porque el suf rimiento del hombre nace de ahí. La ma yoría, no obstante, se. las arre gla bastante bien con las part es positivas de su destino. Si el ser humano toma concienci a de la f unción de espej o de su medi o ambiente, surge de allí una f uen t e i nsospechada de información. Por más que en el espej o sólo pue de verse siempre a sí mismo, empero usamos un espejo porque nos puede most rar part es de nosotros, que nos resultaría i m posi ble conocer sin est e recurso .Así es como l a observaci ón del propio medio ambi ent e y de l os acontecimi ent os con los que nos vemos confront ados, result a ser uno de l os mejores mét odos para el aut o -conocimiento, porque t o do lo que nos molesta en el mun do circundante, demuest ra sol a mente que uno mismo no est á reconciliado todaví a con el pri nci pi o anál ogo dent ro de sí. No le gusta al hombre admiti r esto. Pero el hecho de que al gui en se mol est e por l a avari cia de ot ro, muest ra con toda seguri dad que él m ismo es avaro, de ot ro modo esto no l e podría mol est ar. Si él mismo es generoso, ¿qué le i mporta ha avari cia de los otros? El la podrí a tomar como un hecho, si n alt erarse por ell o y sin senti rse molesto. Consi derando sobri amente l as cosas, t odas ell as son como son. El césped es just amente verde, naturalmente se podrí a pensar que fuese roj o, pero es verde, y esto ya tendrá su senti do. Nadi e se mo lest a por el col or verde del césped, porque no t oca ninguna probl e mática dent ro del hombre. El hecho de que hay a guerra en el mundo es un hecho, tant o como el color verde del césped. Pero ahí ya se excitan los ánimos y así se empieza a luchar por l a paz. Se "lucha" por t odo: por la paz, l a justici a, la sal ud, el sentido de humani dad. Pero serí a mucho más sencill o y exitoso crear la paz dent ro de uno mismo. Aquí tenemos ot ra vez una de l as cl aves más podero sas para el que sabe usarl a. Toda persona es capaz de cambiar y t ransf ormar el mundo ent ero de acuerdo a su representación, si n lucha al guna y 29

VIDA Y DESTINO HUMANO sin poder exteri or. Bast a que el hombre se cambie a sí mi smo y he aquí que el mundo ent ero cambia con él. Si en el espej o veo la cara poco amable, l o úni co que t engo que hacer es son reí r, y con toda seguri dad me sonrei rá. Todos qui eren cambiar el mundo, pero ninguno usa los únicos medios que llevan al éxito. Qui en cambi a su afini dad, reci be un programa nuevo, ve un mundo distinto. Cada hombre vi ve en su "mundo". Hay t ant os de est os mun dos como personas. Todos est os mundos no son más que segmen tos, aspect 9s del mundo verdad ero que se subordina a leyes f érreas y n o se d e ja im p re sio n a r po r la s lla m a d a s de lo s h o m b re s p a ra qu e ca m b ie. E l m u n d o e xt e rio r e s la f u e nt e m á s se gu r a d e inf o rm a ció n so b re la sit u a ció n p ro pia , en la qu e u n o ju st a m e nt e se e n cu e nt ra . Cu a n d o el h o m b re a p re n d e a p re gu nt a r so b re e l ve rd a d e ro se n tid o d e to d o lo qu e le p a sa , se co n o ce rá ca d a ve z m e jo r, n o so la m e nt e a sí m ism o y a su s p ro b le m a s, sin o qu e t a m b ié n d e scu b rirá la s p o si b ilid a d e s d e ca m b io . E n to d o lo qu e le su ce d e a l h o m b re , d e b e ría p re gu n t a rse d e in m e d ia t o: "p o r qu é m e e st á p a sa n d o p re cis a m e nt e a m í, e n e st e m o m e n t o, ju st a m e n t e e st o ?" Ha st a a co st u m b ra rse a p la nt e a r e sta s p re gu n t a s, ta m b ié n p u ed e re su lt a r d if ícil e n co nt ra r la s re sp u e st a s. E m p e ro, ta m b ié n a qu í e l e je rcicio h a ce m a e st ro y b a st a n t e p ro n t o se a p re n d e a re co n o ce r la ca rg a d e se nt id o d e lo s a con t e cim ie n t o s y a p o ne rlo s e n re la ció n co n sigo m ism o . Ha y u n co n ce p t o e n p sico p at o lo gí a qu e se lla m a " lo cu ra re la cion a l se n sit iva " qu e d e s crib e la p a rticu la rid a d d e lo s e nf e rm o s, ge n e ra lm e n t e d e e squ i zof re n ia, d e re la cio n a r d e m a n e ra p sicó tica , t o d o lo qu e a co nt e ce e n e l m u n d o co n la p ro p ia p e rso n a. P e ro h a y u n p olo p o siti vo p a ra e st e p o lo e nf e rm i zo d e la " lo cu ra re la cio n al se n sit iva " , a l qu e lla m a re m o s " p e n sa r re la cio n a l se n sit ivo " . T o do lo qu e p a sa , t ie n e u n sign if ica d o p a ra a qu é l qu e lo vi ve . Cu a n t o m á s co n scie nt e se vu e lve e l h o m b re, t a nt o m á s a p re n d e a ca ta lo ga r la s co sa s, a p re gu n t a r p o r su inf o rm a ció n in h e re nt e . P o r e so la e xi ge n cia m á xi m a sigu e sie nd o la d e a nd a r, e n a rm o n ía co n t o d o lo qu e e xis t e . Cu a n d o e sto n o se lo gra , ha y qu e b u sca r la ra zó n d e nt ro d e u n o m ism o . E l h o m b re e s e l m icro co sm o s y p o r e so e s la f ie l im a ge n d e l m a cro co sm o s. T o d o lo qu e p e rcib o f u e ra , lo e n cu e n t ro t a m b ié n d e n t ro d e m í. S i d e n t ro d e m í e sto y e n a rm o n ía co n lo s dist i nt o s d o m in io s d e la re a lida d , n o m e p u e d en m o le st a r su s re p re se nt a nt e s e n el m u n d o e xt e rn o . S i su ce d e a lgo d e sa gra d a b l e p a ra m í, e st o no e s m á s qu e u n a in vit a ció n a d irigir m i a t e n ción a la zo n a co rre sp o n d ie n te e n m i in t e rio r. To d a la ge n t e m a la y lo s a co nt e cim ie nt o s d e sa gra d a b le s, e n re a lid a d n o son m á s qu e m e n sa je ro s, so n m e d io s p a ra h a ce r vi sib le lo in visib le . Q u ie n co m p re n d e e sto y e st á p re p a ra d o p a ra ca rga r la re sp on sa b ilid a d d e su d e st in o, p ie rd e t o d o m ie d o a n t e la ca su ali d a d a m e n a za n t e . 30

VIDA Y DESTINO HUMANO L a o cu p a ció n p re p o n de ra n t e e n n u e st ro t ie m p o e s p re ve n irse y a se gu ra rse co n t ra la s e ve n t u a lid a d e s d e l d e stin o . L o s sist e m a s p a ra a se gu ra rse va n d e sd e lo s se gu ro s h a sta e l so cia lism o y n o t ie n e n m á s qu e u n a m et a : im p e d ir o ca m b ia r p o r m e dio d e m e d id a s e x t e rn a s la s int e rve n cio n e s d e l d e st in o. De t rá s d e t o d o s e st o s e sf ue r zo s e st á el m ie d o. P e ro só lo cu a n do e l ho m b re e st á p re p a ra d o a e n ca ra r e l d e st in o , a su m ie n d o t o d a su re sp on s a b ilid a d , so la m e n t e e nt o n ce s p ie rd e e l m ie d o. No se p u e d e se r a se sin a d o p o r ca su a li d a d, n o se p u e d e lle ga r a se r rico p o r ca su a lid a d. L a s d o s co sa s so la m e nt e se p u e d e n m a n if e st a r cua n d o se e st á m a d u ro p a ra e llo y cu a n d o se p o se e la af in id a d co rre sp o n d ie nt e. L o s se re s h u m a n o s se e sf u e rza n p o r o bt e n e r riqu e za s y o l vid a n t o rn a rse m a d u ro s p a ra la riqu e za . L o s int e re sa d o s e n e l e sot e rism o b u sca n e n e l m u n d o e n t e ro a su ve rd a d e ro g u rú y a l m e jo r sist e m a, y o lvid a n qu e e l gu r ú vie n e só lo h a cia a qu e l qu e e st á m a d u ro p a ra e llo . E s suf icien t e n e ce sit a r a lgo re a lm e nt e , y u n o lo o b te n d rá . E n co sa s m e n o re s m u ch o s ya h a b rá n ob se r va d o a m en u d o , co m o f u n cio n a e sta le y. E n a lgú n m o m e nt o d e la vid a u n o so ve co nf ro nt a d o d e re p e nt e co n a lgú n t e m a, d e cu ya e xist e n cia h a st a e l m o m e n t o n o se h ab ía p e rca ta d o o n i siqu ie ra lo so sp e ch a b a. A sí e s p o sib le, p o r e j e m p lo, co n o ce r a u n e sp e cia list a e n "la villa a m o ro sa d e la s h o rm iga s" . Mie n t ra s u n o t o d a vía se so rp re n d e qu e pu e d a h a b e r u n a p e rso n a int e re sa d a e n un t e m a t an e st ra f ala rio se re cib e p o r ot ro la d o " ca su a lm e n t e" u n lib ro d e re ga lo ju sta m e n t e so b re e se t e m a. S e le e ta m b ié n e n u n a re vist a a lgo so b re e se t e m a y e n u n a p ró xim a visit a se ve rif ica qu e u n a p e rso n a b a st a nt e a lle ga d a d e sd e h a ce a ñ o s t a m b ié n se o cu p a d e e se t e m a, p e ro n u n ca lo h a b ía co m e n ta d o a n t e s. De t rá s d e e st a ca d e n a d e " ca su a lid a d e s" qu e la m a yo ría ya h a vi vid o e n u n a f o rm a u ot ra , n o h a y o t ra co sa qu e la le y d e af in id ad o d e re so n a n cia. De e sta m a n e ra se re cib e co n se gu n d a d to d o lib ro, t o d a inf o rm a ció n , to d o co nt a ct o qu e se n e ce sit a , si re alm e nt e se lo n e ce sit a y se e st á m a d u ro p a ra e se e n cu e nt r o . S in e sa m a du r e/ n e ce sa ria, d e n a d a sirve t o d a b ú squ e d a y e sf u e r zo e n e l m u n d o e x t e r io r. E l qu e se ca m b ie a sí mism o , ca m b ia e l m u n d o . No h a y n a d a qu e m e jo ra r e n e st e m u n d o, p e ro sí h a y m u ch o qu e m e jo ra r e n sí m ism o . E l ca m jn o e so t é rico e s u n ca m in o d e ca m b io co n sta n t e, d e la t ran sm u t a ció n d el p lo m o e n o ro . E l s a b io e st á e n a rm o n ía co n to d o s lo s d o m in io s de l S e r y p o r e so vi ve e n e l m e jo r d e t o d o s lo s mundos posibles. El ve la realidad y reconoce que todo lo que es, está bien. El ya no busca la f elicidad , la ha encontrado, dentro de sí mismo. 4. LA ASTROLOGIA Un siste ma de representación de la realidad Así co mo en el día, en que al mundo vienes, El sol sa luda a los planetas, De in mediato y de más en más tú creces, Según la ley, por la que te 31

VIDA Y DESTINO HUMANO presentas. Así debe ser, huir de ti no puedes, Así ya lo dijeron sibilas y profetas. Y ningún tiempo ni poder fracciona La forma acuñada, que viviente evoluciona. Orphische Urwote (Voces Orneas primo rdiales) J.W .von G O E T H Si ahora hemos de considerar más de cerca la astrología, esto es por varias ra zones: 1. La astrología es la discip lina esotérica más conocida por el público. Las discusiones entre partidarios y adversarios de la as trología siempre se vuelven a encender con renovada pasión, 2. La mayoría de las ideas del prof ano sobre astrología son total mente f alsas, cosa que dif iculta que tanto partidarios como adversarios la comprendan. 3. Siguiendo al espíritu de la época hay cada ve z más astrólogos que tratan de separar la astrolo gía de su origen esoté rico y adaptarla, paso a paso, al estilo de razonar f uncional científ ico. Se esperaba que con tal proceder f uera reconocida por la cien cia of icial. A causa de este proce so se ha degradado la astrolo gía original a una pura técnica. 4. La astrología o rigi naria es t ípica mente una disciplina esotérica en su estructura interna y su manera de pensar. Es por eso que la estamos tratando como representante de todas las otras téc nicas manticas. Basándose en la f isolosof ía que fundamenta la astrología, nos proponemos desarrollar a continuación conside raciones ulteriores sobre el tema destino y enf ermedad. Antes de hacer algunas ref lexiones abstractas para una mejor comprensión de nuestro tema, pediré al lector que resuelva los dos problemas siguient es: Busque lo q ue tengan en común en cada ca so (su idea genérica) los sigu ientes conceptos: a) p e rro , e sto rni n o , h o rmi g a , co co d ri l o , o so , e le fa n te , tru ch a , sol u ci ó n : ............ ................. b) plomo, macho cabrío, d ientes, hiedra, celda de convento, color ne gro, minero, solución: Con seguridad, la solución del problema a) no representa nin guna dif icultad. Porque el concepto genérico "animal" es inmedia tamente reconocible para cualquiera. Pero mucho más dif ícil resul tará la so lución del problema b) porque los conceptos citados no parecen nada homogéneos. El sentido y la explica ción de estos dos planteamientos se explicarán en lo qu e sigue, paso a paso. Cuando el hombre se enf renta con la diversidad de las formas f enoménicas, siente la necesidad de ordenarl as. Todas las f ilosof ías y ciencias corresponden a ese fundamental deseo humano. Pero desde siempre ha habido dos caminos dif erentes para ordenar esta variedad que al princip io parece inabarcable:

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VIDA Y DESTINO HUMANO 1. Creando conceptos genéricos para las distintas individ ualidades con características co munes (por ej.: plantas, anima les, piedras). Así resulta una subdivisión de la realidad en niveles (re ino animal, vegetal, mineral, etc.). 2. Se buscan unidades de las cuales se compone la variedad, mediante distintas re lacione s de mezcla. Tanto la teoría de los elementos como también el modelo atómico de los f iló sof os presocráticos se basan en este modelo de pensamiento. En cuanto a este modo de ordenar, el documento de nuestra época que más impresiona es el sistema per iódico de los elementos. Un sistema tal permite reducir la diversidad de las f ormas fenomé nicas a algunas cualidades origina rias. Las diferentes composiciones y proporciones de mezcla dan la realidad múltiple, cuya estructura se puede comprender mejor así. Los principios prim ordiales de la realidad Este segundo modo de proceder, válido en el ejemplo del siste ma periódico sólo para el nivel de la ma teria, ahora lo va mos a transf erir al total de la realidad. Aquí partimos nuevamente de la consideración che que la variedad se basa en un número limitado de unidades. Pero como queremos abarcar toda la realidad con nues tro siste ma, tenemos que buscar unidades que tengan vigencia en todos los. niveles, ya,sea el reino animal, el ve getal, a nive l material o psíqu ico. En el primer cap ítulo ya hemos hablado de que la ma teria siempre necesita inf ormación para ser conf igurada. De ahí re sulta que la idea es siempre lo más original y más real. Desgraciadamente en nuestra época materialista se ha impuesto la opinión co ntraria. Así, se piensa que primero hay una piedra y que entonces el hombre, al contemplarla, desarrolló la pala bra y la idea de la piedra, pero en realidad pasa exactamente lo opuesto. Sin la idea de la piedra nunca se puede manif estar una piedra con creta. La idea y el idioma siempre están presentes mucho antes que sus representaciones materiales. ("En el principio era el Ve rbo...") Si un pintor quiere pintar un cuadro, lo primero que necesita es una idea, sólo entonces puede transf erir esta idea al plano material. No es el cuadro el que crea la idea, sino que es ésta la que se condensa en un cuadro. Si entonces queremos pro yectar un "siste ma periódico de la realidad", nuestras unidades hipotéticas tendrían que ser ideas arquet ípicas. Deben existir tales imágenes arquetípicas como elementos pri mordiales de la realidad, pero al hombre le resulta muy dif ícil el acceso al mundo de las ideas puras, por eso, por el momento, f or mulamos unidades hipotéticas y las caracterizamos con símbolos abstractos. Por aho ra no tiene importancia cuáles son esos símbo los. Sería posible, y de acuerdo con nuestra época, que f ueran X, Y, Z, etc. Así tenemos a X como una determinada idea arquet ípica en el campo del mundo de las ideas. Pero 33

VIDA Y DESTINO HUMANO como este mundo de las ideas es la ima gen primordial de nuestra realidad visible y percepti ble, ésta debe encontrarse también en el mundo manif estado. Con más precisión, esto quiere decir, que debe hallarse en cada nivel de la realidad un cierto representante de la idea arquetípica X. Así encontraremos tanto en el reino animal, como en el ve getal o el mineral, así como también en el nivel del hombre, algo concreto que represente la idea arquetípica X en este nivel de la realidad. Si X no se puede descubrir en cada uno de estos niveles, entonces no merecería el t ítulo de "ideas arquetíp icas". Esta consideración nos conduce a una matriz que contiene los distintos niveles, qu e son atravesados vert icalmente por las ideas o principios arquetíp icos determinados: Principio primordial Ideas

X

Y

Def inición Estructura, obstáculo, Energía, impulso del principio resistencia, tiempo Cielo

9

9

Mineral

Plomo, cal

Hierro

Planta

Hiedra, cardo, acebo, Ortiga cola de caballo

Animal

Cuervo, macho cabrío

Fieras, "roedores

Cuerpo

Esqueleto, dientes

Músculos, sangre arterial

Enfermedad Enfermedades Inf lamaciones, heridas es degenerativas, calcif icación, fPrisión, ormación de convento, cálculos Forja, campo de batalla Lugares asilo de ancianos, cementerio Región Montaña, desierto f río Región volcánica personas ———————————— Soldado

Social

Minero, ancianas

Color i

Negro, a zul marino

,

Rojo

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VIDA Y DESTINO HUMANO En esta matriz hallamos algunos representantes de X e Y en distintos nive les de la realidad, cuya signif icación o justif icación por ahora nos es dif ícil de comprender. En

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VIDA Y DESTINO HUMANO

este momento es suf i ciente aceptar que el ordenamiento sea así, porque no estamos considerando todavía si son correctos o no. Lo que sí debería estar claro es qu e un principio arquetípico atra viesa verticalmente todos los niveles del mundo de las f ormas. El número de niveles no tiene límites, los niveles mostrados son un pequeñísimo se gmento y se pueden extender a todos los niveles que se pref iera (por ejemplo: tipos de verdura, acciones de cervece rías, instrumentos musicales, estilos de construcción, etc.). Algu nos habrán descubierto bajo X los concepto s de la pregunta inicial b) (pág. 72). A quí se puede llegar a entender, en qué se dif erencian las preguntas a) y b). La pregunta a) contiene distintos conceptos de un solo nive l, a saber del reino animal. Todos hemos sido educados para reconocer esto. Pero la pregunta b) contrariamente, contiene conceptos de una serie vertical de principios, cu yo concepto genérico reside en un principio arquet ípico hasta ahora no def inido, al que, por ahora llamaremos X. Al t ratar de resolver concreta mente el problema b) de bíamos darnos cuenta que no estamos acostumbrados a pensar de manera vertical y por eso no vemos ningún elemento en común, por más que así sea, como ahora se irá aclarando poco a poco. Es importante comprender que e xiste tanto una distribución horizontal d e la realidad en niveles, como también un orden verti cal de cadenas de principios. La primera es usada casi exclusiva mente por la ciencia, la segunda la usa el esoterismo casi co n la misma exclusividad. Porque el axioma: "Como es arriba, así es abajo", l leva obligat oriamente a una manera de pensar vert ical. Así que el sistema de pensar científ ico y el esotérico se dif erencian ya exteriormente en exactamente noventa grados. De ahí resulta el bien conocido "discurrir el un o por al lado del otro", caracterís tico del desencuentro de ambos enf oques, lo que no debería sorprenderlos . La matriz dibujada nos deja sacar más conclusiones, por ejem plo: si por cualquier ra zón cambiara un principio arquetíp ico. Se debería tornar visible ese cambio simultáneamente en t odos sus re presentantes y en todos los niveles de la realidad. Así, de modo análogo, deberían tener sus ef ectos toda interacción y mutua in f luencia de los principios primordiales en todos los niveles del mundo visib le. Esta relación necesaria también deb ería hacer posi ble sacar a la in versa conclusiones de la observación de los repre sentantes de cualquier nivel concreto, con respeto a las ide as pri mordiales, que de otra manera no nos serían accesibles. De modo más concreto, esto signif ica: cada principio primor dial t iene que tener un cierto animal que le corresponda en ese reino. Si conozco esta correspondencia, puedo tomar un animal de cada principio y 36

VIDA Y DESTINO HUMANO reunirlos juntos e n un zooló gico. O bservado como se comportan estos animales entre sí, deberí a ser posible sacar con clusiones, tanto respecto al nivel de los principios primordiales, como también para todos los demás niveles concretos, es decir, se extraen conclusiones por analogía de la observación de un nivel ha cia otro nivel. Para proceder as í es necesario conocer exactamente las corres pondencias vertica les y también la capacidad de transportar por analogía las observaciones concretas de un nivel a las circunstan cias de otro nive l. Así que, en pura teoría, observando animales, podemos sacar conclusiones sobre las plantas, los paralelismos so ciales del hombre o el comportamiento de las acciones de una cer vecería. Pensar así se llama sacar conclusione s por analogía y no tiene nada que ver con la causalidad. Para citar un ejemplo banal, esto s ignif icaría aproximad amente lo sigu iente: si yo sé po r experiencia que los domingos debo ir a la iglesia y que cada domingo hay asado de cerdo para la comida, en tonces puedo llega r a la conclusión de que, si hoy tengo que ir a la iglesia, hoy también voy a comer asado de cerdo al mediodía. Esta conclusión lle va a resultados correctos si bien "ir a la iglesia" no tiene nada que ver con "almuerzo", no existe ninguna relación causal entre los dos hechos. Lo que hace que mi conclusión sea correcta reside en un tercer punto en común, a saber, que estos dos hechos se producen un día, domingo. Pero este tercer punto en co mún se puede omitir completamente en el momento de sacar la conclusión. Volvamos a nuestra "matriz de la realidad". En principio resul ta totalm ente indif erente cuál es el nivel que elijo como base ini cial para una observación y cuáles son los ot ros niveles sobre los que pro yecto las conclusiones p or analogía. Pero en la práctica, no todos los niveles se prestan igual de bien. Así que no le acons ejaría a nadie usar el "zoológico de los principios primordiales", men cionado como ejemplo, para uso diario. Aunque más adelante vere mos que en la historia se ha hecho uso prácticamente de todos los niveles para estos f ines. Empero, en la búsqueda de un nivel de observación ideal se presentó el f irmamento como especialmente fecundo. El nivel del f irmamento no se mezcla con otros, y el comportamiento de los Astros, captable matemáticamente, hace posible una interpolación para el pasado y el f uturo, sin te ner que estar observando constan temente. Como el f irmamento con sus astros es un nivel de la reali dad como cualquier otro, también en él se debían encontrar los re presentantes de todos los principio s primordiales. Por eso es que se dio a los d if erentes cuerpos celeste s los nom bres de los distintos principios que representan en cada caso en el cielo. Finalmente debemos encarar los nombres de estos principio s primordiales porque en la historia de la humanidad no se los desig nó con X, Y, Z, como lo hemos hecho nosotros por el momento. Lo que se ha 37

VIDA Y DESTINO HUMANO hecho es tomar otros signos como símbolos que no se eligieron al a zar, sino que ya eran jeroglíf icos disce rnib les de los principio s. Nos acordamos del axioma mencionado inicialmente, de que todo lo que origina la naturaleza se compone de la trinidad cuerpo, alma y espíritu. : El espíritu se designaba en los tiempos antiguos con el símbolo del círculo, que debía simboliza r la unidad y la perf ección del principio espiritual. Para el alma el semicírculo, o bien una c opa, representaban la predisposición, la receptividad y la impresionabi lidad del principio del alma. Finalmente el cuerpo se expresa por el símbolo de la cruz, que representa la ese ncia de la materia , de manera análoga el número 4. Con estos tres símbolos básicos O U + se f ormaron por distintas composiciones los símbolos de ¡ los dif erentes principios primordi ales. Determinadas consideracio nes condujeron a los sabios de la antigüedad a adoptar 7 principios primordial es. No es el momento de tratar a quí la justif icación del n úmero 7. Solamente quiero recordar que también el arco iris tie ne 7 colores, la semana 7 días, el Padre Nu estro 7 súplicas, etc. Así en la antigüedad se conocían 7 cuerpos celestes. Ciertamente en los tiempos modernos se han agregado 3 planetas más, hasta lle gar a 10, cosa que en sí no anula el clásico número 7. Así se decla ró al S ol representante del principio esp iritu al 0 recibió como símbolo un círculo con un centro. La lun a?. Represen ta lo anímico y lo receptivo La cruz como símbo lo de la mate ria (4- ) no se representa sola, porque la materia sin alguno dé los otros dos principios no puede existir. E l símbolo de Mercurio £ nos muestra que los 3 principios están reunidos en equilibrada armonía. El símbolo de Marte cf (ésta es la manera originaria de escribirlo ho y se cambia la cruz por una f lecha, para evitar equivo caciones $ ) nos muestra como la materia domina al espíritu, pe ro también como el espíritu pone en movimiento a la materia desde abajo. El polo opuesto es Venus 5 , do nde domina claramente el espíritu sobre la materia. En el principio de Júpiter 2| domina el alma sobre lo material, pero el principio de Saturno +<% muestra claramente como pesa la materia sobre el alma. Sabemos entonces que en los tiempos antiguos los 7 p rincipios primordiales se llamaron Sol, Luna, Mercurio, Marte, Venus, Júpi ter y Saturno. A estos 7 principios primordiales se les asignaba en cada caso un cuerpo celeste, que recib ía el mismo nombre; además se personif icaron y se señalaron como dioses. Po r eso tenemos que completar nuestra matriz como sigue: Principio primordial Principio p rimordial (y) Ideas

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(x)

VIDA Y DESTINO HUMANO Def inición del principio energía ,impulso

estru ctura ,obstáculo, Resistencia, tiempo.

Cielo Marte

Saturno

Los astros como representantes El sistema que enseña los 7 principios primordiales y sus ef ec tos sobre los distintos nive les de la realidad, se llama Astrología, que cuando habla de Saturno, lo que en realidad quiere signif icar es el principio primordial Saturno. En la tarea puramente práctica, la astrología usa para la observació n a su representante, el cuerpo celeste Saturno. La astrología es y será la doctrina de los principios primordiales, no de las estrellas. Los p lanetas son un nivel practica ble, pero reemplazable. El que sabe realmente astrología, con el tiempo casi no necesita más ese nive l, porque ha aprendido a cono cer los principios en t odos los niveles. Con esto se deberían poder aclarar casi todas las malas Interpretaciones y erro res sobre la astrología. Los adversa rios de la astrología niegan generalmente la posibilidad de una inf luencia con creta de los astros sobre el hombre. Se ha aclarado ahora que este rep roche no es vá lido para la astrología, pues ella misma no presu me ninguna inf luencia de los astros sobre el hombre. Pero la confusión se produce porque todavía ha y astró logos que creen ellos mismos en una in f luencia de este tipo. Algunos de ellos hasta se consideran especialmente progresistas y científ icos y se re f ieren a resultados de investigación que constatan correlaciones en tre los cambios de posición de los astros, e rupciones de las manchas solares y los campos electro magnéticos de una célula viviente. Nadie duda de esta correlación, pero la misma no dice nada sobre un ef ecto de los f actores cósmicos sobre las células en la tierra. Esto conf irma solamente el f enómeno arriba descrito del comportamiento análogo en los distintos nive les. Uno puede correlacionar todo, pero esto no signif ica en absoluto demostrar ef ectos causales. No hay que dejarse forzar a creer, a raíz de semejantes resulta dos de invest igación, que la astrolo gía e xamina los ef ectos de lo s cuerpos celestes sobre nuestra vida. Todos los astrólo gos sobre la f undación de un estado, la concertación de contratos, la coloca ción de piedras f undamentales, etc. ¿Qué tiene que ver con todo esto la cháchara sabihonda de la inf luencia electromagnétic a sobre nuestras célu las? En la mayoría de los horóscopos todo astrólogo calcula con posiciones de los astros que en el momento de su inter pretación ni siquiera se

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VIDA Y DESTINO HUMANO encuentran en el f irmamento (tránsitos, di reccion es, revo luciones solares, etc.). Resumien do: 1. La astrolo gía se ocupa de los p rincipios primordia les arque -t ípicos, que representan en el nivel de las ideas, las piedras originales de construcción con las que se ha co mpuesto la realidad en todas sus f ormas fenoménicas. 2. Estos principios pr imordiales atraviesan verticalmente to dos los nive les de las f ormas f enoménicas. Así es como sur gen cadenas de analogías, cu yos eslabones individu ales, si bien pertenecen a distintos nive les, también representan todos un principio común. 3. La observa ción de un nivel cu alquiera se puede transportar con ayuda de la analogía a cualquie r otro nivel. E l nivel d e ref erencia de la astrología es el cie lo. 4. Los principios primordiales de la astrología se llaman Sol, Luna, Mercurio, Marte, Venus, Júpiter y Saturno. Los cuerpos celestes del mismo nombre no son más que los re presentantes de estos principios. En los tiempos modernos se trabaja con tres principios adicionales, a saber Neptuno, Urano y Plutón. 5. No ha y relaciones causales ef ectivas entre los astros y los distintos nive les de la realid ad. 6. La astrolo gía resulta ser entonces un instrumento para me dir la realidad, que indica algo con la precisión que se de see, pero sin producirlo. También un termómetro mide la temperatura, sin producir temperatura. 7. La astrología piensa fundamentalmente de manera vert ical, se gún el axioma esotérico: así como es arriba, así es abajo. Este pensamiento vert ical es típ ico para todos los siste mas esotéricos. También es la razón principal por la cual esta man era de pensar les parece tan sin sentido a los que les es ajena. Fuera del esoterismo, se conocen solamente sistemas de pensamiento horizontal. Pero solamente con las cadenas de analogías verticales se pueden comprender de pronto muchas interrelaciones, qu e de otra manera se rían incomprensibles. Algunos ejemplos al respecto: Una diversión de los arquitectos de interiores es decorar am bientes totalmente en negro, combinado con cromados. Basta ho jear algunas revistas de decora ción y mirar algunas de estas propuestas. También se constatará que en todos estos ambientes, sin excepción, se ha elegido una planta de yuca. La razón de esto está en el seguro instinto estilístico de los arquitectos de interiores. Empero, de manera inconsciente siguen la cadena simb ólica del principio saturnino. Un ambiente negro representa el principio de Saturno, para el que solamente se siente como adecuada una plan ta que también representa este principio. Para quien está ajeno a estas cosas, las mismas se pueden acla rar más, por .ejemplo: con ciertas costumbres idiomáticas. Así se emplea en alemán, en el idioma vulga r diario, en lugar de la palabra' "Glueck" 40

VIDA Y DESTINO HUMANO (suerte) la palabra "Schwe in" (ce rdo), alquien tuvo "cerdo". Sin la comprensión de la cadena vertical d e analogías serí a dif ícil comprender esta manera de expresarse. Pero para el que tiene formación astrológica la relación es clara. El cerdo representa en el nivel del reino animal el principio de Júpit er, que general mente también se denomina "la gran suerte" porque es el principio de la plenitud y de la expansión. Se reemplaza el concepto de la suerte con otro concepto de la misma cadena vertical. Algo así sucede con el modismo "tiene pájaros en la cabeza". El pájaro proviene de la cad ena simbólica del principio de Urano, que representa toda interrupción de la continuidad y también todo lo que "se sale de lo común", "salirse de la norma", "estar loco". Como último ejemplo simple quiero citar la superst ició n de tocar madera tres veces, para asegurarse la suerte. La madera c omo material está también bajo el principio de Júpiter. Así, al tocar ma dera tres veces, uno trata de ponerse en relación con el principio de la suerte a través de este representante material. Estas simples indicaciones bastarán por el momento para seña ? lar la justif icación y la utilidad de un sistema de pensamiento verti cal. Más adelante, en conexión con la terapia astrológica, trat are mos más de cerca el uso práctico de una matriz d e este tipo. , 17 La calidad del tiempo Para entender mejor todavía la astro logía como instrumento de medida tenemos que observa r otro concepto menos familiar. Si se habla del tiempo, generalmente se entiende como una medida cuantitativa. Uno pregunta: ¿cuánto duró?, ¿hace cuánto tiempo?", ¿cuánto tiempo ha pasado? Se cons idera exclusivamente la canti dad del tiempo, pero según la le y de polaridad tiene que haber a demás del aspecto cuantitativo del tiempo (en griego: chronos) un polo opuesto, que llamaremos el aspecto cualitativo (griego: kairós). El tiempo posee no solame nte cantidad, sino también calidad. Pero actualmente ya casi nadie puede imaginarse algo resp ecto de la calidad del tiempo. Antiguamente era exactamente al revé s. En tonces se consideraba primordialmente la calidad del tiempo, y más bien se daba menos impo rtancia a la cantidad. La calidad del tiempo no tiene nada que ver con la d uración, sino que dice cada momento o período de tiempo (esto puede ser una hora, un segun do o una década), tiene una cierta calidad, qu e sólo deja manifes tarse aquellos hechos qu e sean adecuados a esta calidad. Dicho de otro modo: en un moment o dado pueden manifest ar se sol ament e aquell os hechos cuyos contenidos cualitati vos sean adecuados a la calidad del ti empo que reina en ese moment o. Por 41

VIDA Y DESTINO HUMANO tant o, el tiempo t iene que darl e una abert ura a una lat enci a, para que ést a pueda ent rar en la reali dad y manifest arse. Un avi ón no puede preci pitarse a tierra en "cualquier moment o", sino solamen te cuando la cali dad reinante del tiempo lo permite. Como tam bi én el tiempo sól o es un ni vel de la real idad, así las cali dades del ti empo no son otra cosa que correspondenci as de nuest ros pri nci pi os pri mordial es. Así, en ciert o momento "rei na" un ci ert o prin ci pio o mej or dicho, una ciert a mezcla de pri ncipi os. Anti guamente se conocí a además ot ra l ey, act ual mente ol vida da: "cada comienzo ll eva en sí su fi n." Est a l ey di ce que en el momento en que una cosa comienza, ya est án fijados todo su transcurso y su fin. Nosot ros tenemos la idea de que es posibl e int erferi r en al go que sucede e i nfluenciarl o. Pero cada comienzo ya cont iene su fin, así como cada grano de semill a conti ene toda l a pl anta y además la semilla nueva. Si empre todo est á en todo. En la semilla est á el fruto, en el frut o la semi lla. Por t odo ello, en los ti empos antiguos se le daba much a import anci a a emprender ci ertas acciones en la "hora justa". Porque cada empresa se desarroll a según la calidad de ti empo rei nant e en su comienzo. Por tanto, si uno qui ere asegurar para una ciert a em presa un desarroll o cierto y un fi n favorable, l o pri mero que hay que hacer es buscar ant es, para el comienzo, una cali dad de tiempo correspondient e. En ti empos antiguos era misi ón de los sacerdot es det ermi nar la cali dad del tiempo. Al hacerles una pregunt a, los sa cerdot es miraban "la hora" para averi guar l a cali dad del tiempo. De allí nace l a pal abra "horóscopo" porque "horoscopear" quiere deci r "mirar la hora" (en gri ego: skopein = mirar). Por consiguien t e un horóscopo no es otra cosa que una i nst ant ánea del ciel o en un momento det ermi nado. Un horóscopo de est e tipo se hací a en ot ros tiempos para acontecimi ent os y empresas important es, como el comienzo de una guerra, la concert aci ón de conveni os, etc. El así llamado ho róscopo nat al, la preparación de un horóscopo para el mi nut o de nacimient o de una perso na, es un desarrollo rel ati vament e nuevo y no constituye de ni nguna manera l a part e más int eresant e de l a ast rología. Re co rde mo s a de má s qu e la mi ra d a ha ci a el cie lo n o era d e ni n g un a ma ne ra el ú nico mé tod o emple ad o por lo s sacerdo te s pa ra de termi nar la cali da d d el ti e mpo . Sa be mos q ue ta mbié n o b se rvab an l a s e n traña s y el vu elo de lo s pá j aro s y que se i nte rpre tab a el co mp o r ta mie nto de l as galli na s san tas al co mer. En e sto s eje mplo s q ue co no ce mo s de la an tig ua Ro ma , e n ve z de l ci elo se tomab a el n ivel a n im a l co mo p un to de pa rtid a para l a o b se rvaci ón , co n e l fin d e con ocer lo s pri nci pio s rein an tes e n u n momen to de te rmin a do . 42

VIDA Y DESTINO HUMANO

En l a histori a de los siste ma s man tico s se ha n e mpl ead o ya mu cho s nivele s co mo sistema s d e re fe re nci a, qu e ob ede cen todo s a l a mi sma ley d e la co ncl usi ón po r ana log ía vertical . Por ello , la in te r p re ta ció n de las cartas d el Ta rot p ara uso s adi vi na to rio s no e s me no s "cie ntífi ca " o má s "sup erstici osa" q ue h a cer un h oró sco po . En b ase al he ch o d e qu e para h acer un h orósco po es ne ce sa rio re ferirte a tabl as ma te má ti ca s, algu no s a stró log o s tra ta n de d eri var la con di ció n "cie ntífi ca " d e l a astrolo g ía , y se di stan ci an d e to da s las p rá cticas "p oco se ria s" co mo el Taro t, el I Chi ng y co sas p are ci d as. Di cho co mp orta mi en to e s un a to ntería. Tod os l o s si ste mas man ti cos y ad ivi na to rio s trab aja n segú n el mi smo pri ncipio . Pe ro l o s ni ve le s d e referen cia son i nterca mbia ble s a gu sto . Lo ú nico q ue d e ci de si un a p rá ctica e s seria o no e s la capa ci da d de quie n l a eje rce pa ra tra nsferi r lo s re sul ta do s de su ni vel d e ob servaci ón a otro ni vel , me dia n te la a nal og ía . Esta tran sferen cia , q ue en l a astrol og ía se lla ma "i nterpreta ció n" e s l a gran di fi cul ta d en tod os los si ste ma s. Po r eso p ro ba ble men te si e mpre hab rá má s ge nte po co se ria q ue se ria , no in te re sa si se tra ta de echa r l as cartas o de l a astrolo g ía . Vol vamo s a l a a strolo g ía . El h oróscopo es en ton ce s l a re presen taci ón grá fi ca d e la si tu aci ón del ci elo e n u n mo men to d etermi na do , co n re fe ren ci a a u n ci erto lu ga r. Ca da horóscop o es por co nsi gui en te un a ecua ció n de espa cio y ti e mp o. Un h orósco po sie mp re se re fi ere al luga r don de se mani fie sta el acon teci mi en to m o ti vo del ho ró scop o y ob serva el firma men to d esde esa pe rspe ctiva. Aq u í ta mbién q ui ero con te sta r al rep ro ch e muy co mú n , d e que la astrolo g ía trab aja to da vía con un a i ma ge n geo cén tri ca d el mund o . Esto es corre cto p orq u e p ara el ho mbre no pu ed e ha ber n un ca o tra i mag en que n o sea la g eo cé ntri ca . Para el ho mb re e n su viven cia h asta se ría fal sa un a i mage n del mund o h elio cé ntrica , p or que in d epe ndi en te men te de l o s cál cu lo s de la a stro no mía , el ho m b re e xpe rimen ta d ía a d ía, p or eje mp lo, que el So l sale a la ma ñana y se po ne a la no ch e. Esta vive ncia e s mu ch o m ás rea l pa ra la p si que d el h om bre que e l sab e r f unciona l de que la Tie rra gira a lred e do r de l S ol. E l h omb re n o pue de vive ncia esto psíq uicam ente y po r eso no tiene rele van cia p ara é l. Ento nces la im a gen he lio cént rica del mun do e s corre ct a pa ra lo s cient íf ico s y los a st ron aut as. Pe ro e l ho mb re en gene ral y e l a s t ró lo go en e sp ecia l no se ima gina n sin e mba rgo o t ro pun to de ref e ren cia que n o sea la Tie rra. Po rque e s a qu í d ond e se de sa rro lla la vida h uma na. Bo nn es la ca pita l de la Repúb lica Fede ra l de A le ma n ia . Est o e s co rre cto , pero no se ría nin guna ra zón p a ra qu e yo h iciera im p rimir como h ab ita nt e de la ciuda d de Múnich , ta rjeta s con una dirección e n Bon n. E l hom b re 43

VIDA Y DESTINO HUMANO no pue de e xpe rim enta rse en o tro ce ntro que n o se a él m ismo, ref iriend o el mu ndo a sí mis mo. Cu ando no h a ce e sto , pie rde su "ubica ción" y la s ra íce s de su a lm a . A qu í se h alla la ju st if icac ión má s prof unda de p o r qué la igle sia se resistió ta nto tiemp o a acepta r la ima gen he liocént rica del mun do.

El horóscopo como instrumento de medición La astrología no e s la creencia en la inf luencia de los astros so bre el hombre. Sí, es un sistema de r epresentación de la realidad. La f ísica también trata de representar la realid ad a través de sím bolos (números y letras), sin querer hacer creer que su s f órmulas tienen alguna inf luencia sobre la f uerza de la gra vedad. Un horóscopo es un instrumento de medición, calibrado para captar la calidad del tiempo; trabaja con la precisión que se le quie ra dar. Esta precisión depende de variables técn icas, pero no tiene su límite en la capacidad de medición en sí. Así co mo la cantidad de tiempo es medible con la precisión que se desee, esto depende en la práctica de las posibilidades técnicas. Cuando se conocía solamen te el reloj de sol, no se podía medir co n tanta exactitud como con un reloj mecánico. Hoy ya podemos medir 1/1.000 y 1/1.000.000 de segundo. Exactamente lo mismo pasa con la astrología. En la aplicación práct ica, la precisión astrológica es a menudo bastante tosca y deja que desear. Pero el mejoramiento de la precisión depende del conocimiento técnico, del astrólogo y del desarrollo ulterior de los instru me ntos de me di ció n. Su s l ímite s l o s en cu en tra en l a cap a cid ad d el h ombre . Una ab solu ta to ntería son a lg u no s a fo ri smo s a strol ógi cos qu e en con tra mos fiel men te ci tado s en t o do s l os lib ro s de en señ an za d e l a astrolo g ía . Por ej emplo , "lo s a s tro s in clin an p ero n o obli ga n". U na frase así, qu e l a ma yoría de l o s au to re s to da vía q uieren p re se n tar co mo prueb a d e su pro pia hu mil dad y serie da d , co n tie ne va ri os errores de razon a mien to. Pa ra e mpe za r: l o s a stros n o ha cen ni un a co sa ni la otra . Ta mpo co se pu ede de cir d e un termó me tro , q ue cua nd o l a col u mn a de me rcu ri o in dica 3 0 grad os, e so p re di s po n e l a te mp era tura atmosféri ca a u n ci erto cal or, q ue si n e mb argo n o d ebe produ ci rse ne ce sa ria men te . L os a stros no o blig an , si no q ue se ñal an la co mpo sición d e l a re ali dad en u n mo me nto de termi na do . Pe ro e so sí, con exacti tu d ob lig ato ria . Si l a fra se a ntes ci ta da fu era cie rta , en ese caso cin co mi nu to s d e ocup aci ón co n.l a astrol og ía se rían tie mp o pe rdi do . Sob re e sta ba se , tod a afirmaci ón a stroló gica te nd ría u n a p ro ba bilid ad d el 5 0 , o sea qu e sería ci erta , o no . Para Ob ten er se mej an tes re sul tad os e s m á s se n cillo ti ra r un a mo ned a al aire .

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VIDA Y DESTINO HUMANO Otra a se rció n de simil ar cali da d e s: "el de stin o d el ho mbre se co mpo ne de l os factores h ere di ta rio s, la ed ucaci ón , l as in fl u en cia s' d el mu nd o exte rn o y lo s fa ctores có smicos". En e sta fra se no se mezcl an sol a me nte ma nza na s y pe ra s. La p ri me ra preg un ta a ta ñe a , l a co mpo sición de e so s fa ctores có smi co s. ¿Qu é e s e so y dó nd e se > pue de e xp eri men tar un tal fa ctor cósmi co ? ¿Cu ále s s e rían la s pa rte s del de stin o baj o su in flu en ci a? Ya ten dría q ue tra tarse aq u í de ! acon te ci mi en to s d el de stin o en lo s que el mun do e xtern o no parti ci pe en a bsolu to, po rq ue e n tal ca so ya se ría p ertin en te l a ca te go ría d e la s infl ue nci a s del me dio a mbie nte . Tra s una frase a sí ha y men os re fl e xió n que u n de se o d e acep ta r l as te oría s d e la s ci en cia s n aturale s y al mi smo ti e mpo in tro du cir de co ntra ba nd o ta mb i én l a a strolo g ía . La ed ucaci ón y el medi o a mbie n te no so n má s que un nivel co ncre to en el que se mani fie s ta n lo s prin ci pio s p ri mordi ale s. El me dio a mbien te e s el ó rg an o eje cu tor. Pue s ¿co mo ha bría d e viven ci ar un a pe rso na un "fa ctor cós mi co (es d e cir prin ci pio pri mordi al) sin o a tra vé s del medi o a m bi en te ? ¿C ó mo se pue de ser atro pel lado si n u n a u to mó vil , c ó mo p ue d e un o en fe rma rse sin un viru s, co mo se p ue de se r ase sin ad o sin un a se sin o? Pero to do s esto s factores d e l medi o a mbi en te no son nunca la causa, sino que siempre son únicamente los "ejecuto res" del destino. Los f actores hereditarios son otro nivel de la realidad, e n la que también se encuentran los representantes de todos los princi pios primordiales. En el nivel de la inf ormación celular podemos leer la realidad, de la misma manera que en el cielo. Por eso los ge netistas humanos se manif iestan com o colegas de los astrólogos. Si ha sta los astrólogos pueden creer en un ef ecto causal de los astros, quién tomaría a mal que los genetistas h umanos están f irmemente convencidos de que la estructura genética sea la "causa" de los así llamados caracteres hereditarios. El hombre lleva su "horóscopo" en cada célula individual, porque el todo sie mpre se halla en cada detalle, tal como la planta está en la semilla. Esto nos lo enseña de manera muy gráf ica la acupuntura, que en sus principios se ref ería al cuerpo entero, después, descubrió al al hombre completo en la oreja, luego en la nariz, en la mano, en pie, en cada una de sus células. El idioma simbólico dif iere, lo que dice es siempre lo mismo. Porque todo representa una sola realidad. No sin ra zón se llamab a en tiempos antiguos a la astrología la "ciencia regia", porque abarca toda la realidad; puede ser aplicada en todos los nive les con igual éxito , es universal. No sin razón Ke pler escribió un libro con el t ítulo signif icativo: "Advertencia a los a dversa ri os de la astrología." No sin ra zón Paracelso señalaba co mo charlatán y curandero a un no versado en astrología. Pero to dos estos elogios son totalmente válidos cuando van dirigidos a una astrología que todavía 45

VIDA Y DESTINO HUMANO tiene sus raíces e n una imagen esotérica del mundo, que todavía es una verdadera sabiduría de los astros, p ero no va dirigida a las caricaturas demasiado f recuentes que siguen existiendo bajo este nombre. La verdadera astro logía era y sigue siendo un camino de inicia ción, que lle va a tra vés del au toconocimiento y el conocimiento de la naturaleza hacia el conocimiento de Dios. Por ello, la verdadera astrología se hace al f in superf lua a sí misma. La verd adera astrolo gía e s f ilosóf ica (por esto Schult habla de la " astroso f ía ") y no an dar re volvien do en el f uturo de los congéneres. La astrología ha y que aprenderla uno mismo para conocerla. La verdadera astrología enseña al hombre a comprender al mundo y a sus semejantes desde su propia situa ción y con ello reconcilia rse interiormente con ellos. ¿Cóm o molestarse con alguien cuando se le comprende? La verda d e ra a st ro lo gía e n se ñ a a ve r u n a n u e va d im e n sió n d e la re a lid a d. L a a st ro lo g ía n a t a l re aliza e l h o ró sco p o p a ra e l m o m e nt o d e l n a cim ie nt o , m e jo r d ich o , d e la p rim e ra re sp ira ció n . De m o d o sim i la r a lo qu e o cu rr e co n cu a lqu ie r a co nt e cim ie n to o e m p re sa , a qu í e m p ie za a lgo qu e lla m a m o s la t ra ye ct o ria vit a l d e l h o m b re. E l h o ró sco p o mid e la ca lid a d d e l t ie m p o re in a nt e cu a nd o co m ie n za e sa t ra ye cto ria vit a l y p o r e so sa b e có m o e s e se ca m ino de vid a . Un h o ró s co p o n a t al d e e st e t ip o, t a m b ié n lla m a d o h o ró sco p o b á sico o " ra d ix" , t ie n e t re s á re a s d ist int a s d e va lid e z: 1. I n d ica lo qu e lo s p sicó lo go s lla m a ría n la e st ru ct u ra d e l ca rá ct e r o d e la p e rso n a lid a d . 2. Cu a n d o se a g re ga a e sa e st ru ct u ra d e l ca rá ct e r q u e e s e n sí a lgo e stá t ico, el f a ct o r t ie m p o, re su lt a n e ce sa ria m e nt e e l ca m in o d e l d e st in o . E l f a ct o r t ie m p o in f o rm a. so b re e l ca m p o d e p ro b le m a s qu e p u e d e n se r vi ve n cia d o s y cu á n d o p u e d e n m a n if e sta rse . 3. E l h o ró sco p o b á sico e s a la ve z e l h o ró sco p o d e l a co n te ci m ie n t o m ism o de l n a cim ie nt o . E st a t e rce ra in cu m b e n cia h a sid o ign o ra d a h a st a ah o ra a pe sa r d e qu e ju st a m e n t e t ie n e va st a s co n se cu e n cia s t e ó rica s. L a vid a d e u n a p e rso n a y e l a co nt e cim ie n to m ism o de l n a cim ie nt o t ie n e n e l m ism o h o ró sco p o ú n ico . E n ot ra s p a lab ra s: la vid a d e u n a p e rso n a no e s m á s qu e la a m p lif ica ció n de su p ro p io n a cim ie nt o. T o d o lo qu e a co n te ce co m o d e st in o e n su vid a , co n se gu ri d a d se t ie n e qu e h a b e r m a n if e sta d o e n f o rm a a n a ló gic a ya e n e l m ism o n a cim ie nt o, co m o a co nt e cim ie nt o co n s id e ra b le m e n t e sin t et iza d o . Ya h e m o s h a b la d o al co m ie n zo d e l p ro b le m a d e la d im e n sió n y d ijim o s qu e e l ho m b re e st á sie m p re at a d o a u n o rd e n d im en sio n a l m e d ia n o p a ra p o d e r re co n o ce r a ú n la "f o rm a " '. S i a lgu ie n silb a e n e l t ie m p o n o rm a l la m e lo d ía d e l " A rro z co n le ch e" , la p o d e m o s re co n o ce r. S i e sp a cia m o s lo s p e río d o s e n t re lo s d if e re nt e s so n id o s h a st a e scu ch a r u n so lo so nid o p o r d ía . ya n o p o d re m o s re co n o ce r la ca n ció n e n su u n id a d (f o rm a ) 46

VIDA Y DESTINO HUMANO (" G e sta lt''). L o m ism o su ce d e si d e ja m o s p a sa r la m e lo d ía e n u n re p ro d u cto r d e cint a a u n a ve lo ci d a d e xce si va . E st a p a sa d a rá p id a se ría e n la a st ro lo gía e l n a cim ie n t o , cu ya e st ru ct u ra in te rn a se re co n o ce rá en la a p e rt u ra e n a b a n ico t e m p o ral co m o la " vid a ". Mirá n d o lo a l re vé s , e st o qu ie re d e cir , qu e n u n ca se p u e d e . m a n if e st a r a lgo e n la vid a d e un a p e rso n a (se a lo q ue sea , en fe rme da d, acon te ci mi en to s p osi ti vo s y n eg ativos del de stin o , e tc.), si n q ue ya ha ya e sta do p resen te e n el na ci mie nto en una di men si ón empe qu eñ eci da . Pero e sta con sid eraci ón con tradi ce toda s l a s te oría s que b usca n l as "cau sa s" d e l a e n ferme da d y de l o s a con te ci mie n to s en la bi ogra fía d el h ombre . En e fecto , se pu ede co mpro bar co n mé tod os apropi ad os (te rap ia de re en ca rn ación), qu e tod o p robl e ma de un a perso na se p ue de re mon tar h asta el pro ceso del n a ci mie n to mismo. Po rq ue e n tod o co mie n zo ya e stá d e ci di do el fi n. El h o ró sco p o co m o pl a n d e e stu d i o s d e l a vi d a El h o ró sco p o mu e stra e n fo r ma si mb ó li ca l a ca li d a d d e l ti e m p o , u n o rd e n a mi e n to e sp e cífi co se g ú n e l ra n g o y l a re l a ci ó n d e l o s p ri n ci p i o s p ri mo rd i al e s q u e rei n a b a n cu a n d o u n a p e rso n a e n tró e n e sta e xi ste n ci a . Este h o ró sco p o e s su d e b e r, re sp e cti va m e n te su p ro g ra ma d e a p re n di za j e , q u e ti e ne q u e se r cu mp l i d o e n e sta vi d a . C a d a a sí ll a ma d a co n ste l a ci ó n (l o s a stró l o g o s l a s e n ti e n d e n co mo ci e rta s a g ru p a ci o n e s d e p ri n ci p i o s) re pre se n ta u n ci erto d e b e r, u n p ro bl e ma . H a g a mo s a q u í a l g u n a s o b se rva ci o n e s re sp e cto d e l co n ce p to p ro b l e ma . En re ali d a d n o h a y p ro b l e ma s. U n a d e termi n a d a situ a ci ó n só l o se co n vi erte e n p ro bl e ma p a ra u n se r h u ma n o cu a n d o n o p u e d e i n te g rarl a e n su co n ci e n ci a . Mu l ti p li ca r e s u n g ra n p ro bl e ma p a ra u n ni ñ o d e se i s a ñ o s, n o a sí p a ra u n h o mb re d e trei n ta , p o r q u e mi e n tra s ta n to a p re n di ó a mu l ti pl ica r. C a d a p ro ce s o d e a p re n d i zaj e e s ta mb i é n u n a e xp a n si ó n d e l a co n ci e n ci a , q u e to rn a p o si bl e re so lve r el p ro bl e ma . C o n ca d a p ro bl e ma q u e se re su e lve se re di me a l mi smo ti e mp o a l d e b e r d e su "p ro b l e ma ti ci d a d ". ILi p r o ce so ta l d e re d e n ci ó n ti e n e co mo co n se cu e n ci a q u e la si tu a ci ó n re di mi d a g e n e ral m e n te n u n ca má s p u e d e ca e r al n i ve l d e co n sti tui r u n p ro bl e ma . Es i mp o rta n te q u e el h o mb re n o ol vi d e n u n ca q u e u n pro b l e ma e s sol a me n te l a d i fe re n ci a i n d i vi d u al d e ni ve l e n tre u n a si tu a ci ó n y u n e sta d o d e co n ci e n ci a y p o r e ll o d e b e d e sa fi a r al h o m b re a q u e re d i ma la si tu a ci ó n me d i a n te u n ca so d e a p re n di zaj e . Pe ro e n l a vi d a di a ri a l a ma yo ría d e l a g e n te se co mp o rta co mo si l o s p ro bl e m a s e xi sti e se n "e n sí", y l e s g u sta a l e n ta r al mu n d o ci rcu n d a n te a q u e l o s e li mi n e . Hemos dicho que cada constelación es la f orma simbólica de un problema de este tipo y que el horóscopo es comparable a un plan de estudios para esta vida. Así, todas estas constelaciones quieren ser redimidas mediante pasos de aprendizaje, por realiza ción activa, 47

VIDA Y DESTINO HUMANO transf ormándose en vida. Las constelaciones son por cierto, aún, "problemas" en el momento del nacimiento, pero al f inal de la vida, deberían verse en lo posible totalmente redimidos. , Porque la vida es un proceso de aprendizaje, lamentablemente esta f rase para muchos no es tan natural como debería serlo en rea lidad. Si buscamos en la naturaleza un rasgo en común, observamos que todo evoluciona. La ide a de la evo lución e s la meta de toda la vida, tanto para la ciencia como para el esoterismo. Si la ciencia tiende a considerar la evolución como un producto "casual" de la mutación d e genes, el esoterismo ve en la evolución un desarrollo f inal hacia una meta def inida, pero todos están de acuerdo en que lo que vive, e voluciona. ¿Cómo se produce esto? Solamente me diante procesos de aprendizaje. Esto vale tanto para la lombriz como para el hombre. Pero los procesos de aprendizaje sólo pueden realiza rse me - , diante la solución de problemas, y como resolver problemas siem pre cuesta un esf uerzo, lo común es que los seres vivos no se bus quen ellos mismos los problemas, si no tienen que ve rse enf renta dos con ellos. Los problemas se revelan como las ve rdaderas ruedas impulsoras de la evolución. El hombre denomina destino a aquella instancia que cu ida de que nunca deje de aprender y por ello constantemente lo conf ron ta con problemas nuevos. Y como en el horóscopo de una persona está pref igurado el programa completo de aprendizaje para una encarnación, se sostiene que es posible ver el destino del hombre en el horóscopo. Si se lo considera aisladamente, esto suena como un hecho fatídico que s e le impone a cada uno. Pero si hablamos del plan de aprendiza je o de la distribución de deberes, descubri mos algo más de la sign if icación que hay tras ello. La polaridad del aprendizaje Hace mucho que se plantea la pregunta de hasta qué punto está determinado el destino, respectiva mente el cumplimiento de estos deberes, y dónde está la libertad del hombre para cambiar es to en alg ún re spe cto . Esta e s y será un a de l as cu esti one s má s di fícil e s, pe ro pod e mo s a cercarn os a su e ven tual sol uci ón p aso a p aso. R e spe cto al pro gra ma d e apre ndi zaj e, é ste con se gurida d e stá de te rmin ad o y ti ene que ser cu mpl ido . Pero ta mbié n d en tro d el de termi nismo l a l ey d e pola rid ad si gu e total me nte en vi g en cia . Es ta l e y n os po ne a nte l a ele cci ón d e có mo cu mplir el p ro gra ma d e ap re ndi zaj e , po r qu é ca mi no que re mos re alizar n ue stros pa so s de a prend izaje y có mo qu ere mo s re sol ve r l os p rob lema s. Po r e so es ne cesari o d istingui r en tre l os pro ble mas a re sol ve r, ell os sí to tal me n te de termi nad os, y el "có mo " de la vía d e solu ción . Pa ra ell o l a le y d e p ola ri dad o frece d os po sibili da de s: 48

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Ap re nd er d e man era co nsci en te . Esta p osi bili dad re quie re del h o mb re que e sté sie mpre dispu e sto a a fro ntar l a s e xi gen ci a s d el de stin o y a re sol ve r cad a pro ble ma qu e se pre se nta , volu ntari a men te me dia n te la acti vid ad . Ap re nd er de man era in co nsci en te . Esto se prod u ce au to má ti camen te, cu and o el h o mb re pie rd e la op ortu nida d de re sol ve r un probl e ma de ma ne ra co n sci en te . La mayoría de l o s h o mbre s se li mitan gen eral me nte a la se gu nd a po sib ilid ad . Pe ro ap re nd er incon scien te me nte e s sie mpre ap ren de r med ian te el sufri mie n to . Mie n tras el ho mb re e sté dispu esto ' a cue stio nar vi ejo s p un to s de vi sta y fij a cio ne s, a a pren der nu evos e n fo que s, a rrie sgar nu evas experien ci as, a expan dir su co ncien cia de ma ne ra de do min ar tod os lo s deb eres p re se nta do s p or el de stin o , no ti en e q ue te me r gol pe s de ma sia do tre men do s d el de stin o, ni en fe rmed ad es gra ves. Pe ro e n el mo men to e n qu e e l ho mb re re ch a za lo s pro ble ma s y tra ta de esca pa rle s o d e n ega rlo s (lo s psi cól ogo s ll a ma n a e sto "re pri mi r"), ah í el d esti no co mi en za a o blig ar al h ombre a en fre nta r el proceso de apren dizaje no p ercibi do . El ho mbre se con vi erte en vícti ma de un a situ ación en la cu al resuel ve obl ig atori a me nte , me dian te la viven cia pro pi a, p or lo meno s un a p arte d el p r o ble ma. El pro ce so de ap re n dizaje e n esta s si tua cio ne s fo rzad a s e s ge neral me n te inco mpl eto po rq ue la re si sten ci a del qu e su fre e s de ma si ad o g ra nd e. Sól o cu an do el h ombre se ha reco ncili ad o co n u na si tua ci ón , pu ede co mpre nd er ple na me n te su se n tid o. Así. e l resto n o re suel to d el pro ble ma qu ed a co mo s e mill a pa ra u na n ue va en seña nza forza da ; ve a mo s un eje mpl o: . . To m a m o s d e l h o ró sco p o d e u n a p e rso n a u n a co n st e la ción qu e e n e l id io m a e sp e cíf ico se lla m a ría " S a tu r n o cua d ra t u r a Ma r te ". E n el se n tid o p u ra m e nt e t é cn ico e st o sign if ica qu e e l p la n e t a S a t u rn o f o rm a u n á n gu lo d e 9 0" co n e l p la n e t a Ma rt e e n e l m o m e nt o d e n a ce r la p e rso n a e n cu e st ión . P e ro e st a co n st e la ció n Sa t u rn o -Ma rt e n o e s m á s qu e u n sím b o lo p a ra u n cie rto d e b e r a a p re n d e r. Ya h e m o s vist o b re ve m e n t e e l p rin cip io d e S a t u rn o b a jo lo s t é rm i n o s cla ve : re sist e n cia, e st ru ct u ra , o b st á cu lo ; a l p rin cip io Ma rt e le a sign a m o s lo s co n ce pt o s e n e rgía e im p u lso. S i e st o s d o s p rin cip io s p rim o rd ia le s e nt ra n e n u n h o ró sco p o e n u n a r e la ción d e n o m in a d a cu a d rat u ra , e st o sign if ica qu e e n e st a p e rso n a la e ne r gía se a co p la co n la re sist e n cia y n o p u e d e n se r se p a ra d o s. L la m a m o s b re ve m e n t e a e st a sit u a ció n " p ro b le m á tica e n e rgía re sist e n cia ". S ie m p re qu e u n a p e rso n a a sí qu ie ra u sa r su s e ne r g ía s, se e nf re n t a rá a l m ism o t ie m p o co n re siste n cia s. Un se r e n e st a situ a ció n se qu e ja r á m u ch ísim o d e l m u n d o e xt e rio r y o p ina rá qu e p o r p u ra m a ld a d le e st á n t ira n do p e rm a n e nt e m e n t e p a lo s e nt re la s p ie rn a s. Cu a n t o m á s p ro ye ct a la " culp a " h a cia el m u n d o 49

VIDA Y DESTINO HUMANO circu n d a nt e , t an t o m e n o s re d im irá su p ro b le m a . E s cie rto qu e e l m u n d o circu n d a nt e e s el ó rga n o e je cut ivo d e e st a s re siste n cia s, p e ro e l p ro b le m a e n sí r e sid e en la p e rso n a en cu e st ió n, qu ie n p o r e st a af in id a d en t ra p o r le y e n co n t a ct o co n u n m un d o e xt e rio r qu e le co rre sp o n d e, ta m b ié n se p u e de d e cir qu e se lo b u s ca d e m a n e ra in co n scie nt e . E n re a lid a d e st a p e rso n a e s p o sib le qu e n e ce site dich a s re sist e n cia s p o rq u e sin e lla s n o p o d ría a go t a r su s e n e rgía s. L a s p e rso n a s d e e st e tip o cre ce n co n la s re sist e n cia s , co sa qu e f á cilm e nt e p u e d e lle va r a u na " e sca la d a d e la b ú squ e d a d e re sist e n cia s" . L a co n st e la ció n e s u n d eb e r p a ra e l h o m b re, n o e s n i b u e n a n i m a la, n i p o sit iva n i n e ga t i va, sin o qu e só lo q u ie re se r t ra n sf o rm a d a en re a lid a d p o r e l h o m b re, po r qu e so la m e nt e a sí p u e d e se r re d i m id a. S u p o n ga m o s a d e m á s qu e e st a p e rso n a re p rim e e n gra n m e d id a e st e p ro b le m a. A llí d o n d e lo e n cu en t ra , lo p ro ye ct a so b re el m u n d o circu n d a nt e y lo h a ce re sp o n sa b le d e l p ro ble m a , pe ro é l m ism o no h a ce n a d a p a ra re sol ve r lo. Ni siqu ie ra lo co n sid e ra " su" p ro b le m a. E n a st ro lo gía h a y cie rt o s p ro ce d im ie nt o s t é cn ico s qu e p e rm i t e n re co n o ce r cu a n do cie rt a co n st e la ció n e n t ra e n vi ge n cia e sp e cia l p a ra u n a p e rso n a la a sí lla m a d a d e sca r ga . L a m a yo r ía d e lo s a st ró lo go s t ie n d e n a co n sid e r a r u n a co n st e la ció n t a l co m o m a la y p e li gro sa y e n ca so d e qu e e sa p e rso n a a ce pt a ra co n se jo s, re co m e n d a rá n e sp e cia l p ru d e n cia p a ra e l m o m e nt o ca lcu la d o d e la d e sca rga . In d e p e n d ie nt e m e n te d e p o de r se g u ir t al co n se jo , to t a lm e nt e sin se n tid o , la p e rso n a se v e rá e n vu e lt a e n e l m o m e nt o ca lcu la d o e n u n a sit u a ció n d o n d e co no ce rá e l p ro b le m a e vit a d o "e n e rg ía -re sist e n cia" co m o víct im a . Un a p o sibilid a d p a ra e st o, a n á lo ga a lo s p rin cip io s p r im o rd ia le s, se ría e st rella rse co n u n a u t o m ó vil a 1 8 0 km . p o r ho ra co n t ra u n á rb o l. A h o ra h a ap re n d id o lo qu e e s e n e rg ía (1 8 0 km . p o r h o ra ) y re sist e n cia (á rb o l). Ha co n o cid o e st o s p rin cip io s p rim o rd ia le s. S ie m p re se a p re n d e co n a co n t e cim ie nt o s d e e st e t ip o p e ro n o d e la m a n e ra co m p le t a d e se a d a. Un h e c h o d e e st a n a t u ra le za p a re ce d a r d e re ch o a u n a st ró lo go p a ra h a b la r d e un a co n st ela ció n pe ligro sa y n e ga t iva , p e ro e n re a lida d , a qu í u n a co n st e la ción t o t al m e nt e n eu t ra l se co n virt ió e n pe lig ro sa p a ra u n a p e rso n a e n u n ca so m u y d ef in ido , p o rqu e la m ism a se re sist ió a cu m p lir su d e b e r d e m a n e ra co n scie n t e. ¿Có m o se ría u n a so lu ció n co n scie nt e e n e st e ca so ? S e d e b e ría b u sca r u n a a ct ivid a d u o cu p a ció n e n la cu a l f u e ra p o sib le re a li za r co n st an t e m e nt e lo s p rin cip io s d e scrit o s (e n e rg ía -re sist e n cia ) e n cu a lqu ie r n ive l d e la re alid a d . E n n u e s t ro e je m p lo se o f re ce p o r e je m p lo e l d e p o rt e ká ra t e. E n e st e d e p o rt e s e a p re n d e a e je cut a r go lp e s d e u n a int e n sid a d e n o rm e m e nt e e le va d a y a p a ra rlo s co n e xa c tit u d m ilim é t rica a nt e s d e qu e lle g u e n a su m et a , p o rqu e si n o se ría n go lp e s m o rt a le s p a ra e l co m p a ñe r o d e lu ch a . L a po te n cia in cre íb le d e e st o s go lp e s d e 50

VIDA Y DESTINO HUMANO m a n o y p ie se d e m u e st ra a m e n u d o p a r t ie n d o con la m a n o la d rillo s o ta b la s. L a s d o s p ro p ied a d e s m á s so b re sa lie nt e s d e e ste d e p o rt e so n p o r lo ta n t o lo s go lp e s d e a lt a e n e rg ía y l a gra n e xa ct it u d co n la qu e se lo s co nt ro la . E s p o r e st o qu e e l ká ra t e co rre sp o n d e e xa ct a m e nt e a n u e st ra co n st ela ció n " Ma rt e -S a t u rn o". L a e n e rgía e n sí a d ire ccio n a l de Ma rt e e n cu e nt ra a qu í la e st ru ct u ra d e S a t u rn o. S i p o r e je m p lo e st a p e rso n a a p re n d e e st e d e p o rt e , re a li za co n st an t e m e nt e su co n st ela ció n , m e d ia nt e e l e je rcicio d ia rio . A p re n d e a co n o ce r ca d a ve z m e jo r la p ro b le m át ica , p o r e xp e rie n cia p ro p ia y a n á lisis, co n lo cua l e st e co n o cim ie nt o se t ra n sf ie re p o r sí m ism o a ot ro s n ive le s d e l se r. Esta persona no tiene que tem er la descarga de la constelación. No necesita estrellarse con su automóvil contra un árb ol, por más que circule a 180 km. por hora. También para ella se va a mostrar la constelación a su debido tiempo, pero no resultará peligrosa. Así podría ser que esa p erso na saliera ganadora en ese preciso momen to en una competencia de kárate, que recibie ra un cinturón ("Dan") nuevo, etc. Este ejemplo debería aclara r hasta dónde está determi nado el cumplimiento del deber y cuál es la posibilidad de elección, entre el camino consciente y e l inconsciente . Lo que le importa al destino es solamente el resultado f inal, no el camino. Lo importan -1 te es llegar a la meta de aprendiza je y no de cuanto suf rimiento se/ carga el hombre a sí mismo en su camino, por su constante ne gativa a apren der. De paso, este ejemplo, también debería esclarecer la cuestión de la exactitud del pron óstico astroló gico. La astrología trab aja con precisión en el nivel de los principios, pero estos principios pueden realizarse en un sin f in de niveles concretos. Es b astante imposible para la astrolo gía def inir el nivel de la realización. " Bastante " signif ica aquí que se pueden reconocer ciertos nive les preponderantes. Eventualmente un desarrollo técnico más avanzado puede mejorar esta posibilida d. Los sistemas astrológicos moder nos ya pueden captar en parte el nivel, pero la dif erenciación de tales sistemas hace prácticamente i mposible su uso para el pronós tico. Deberíamos tener claro que est o no es f alta de exactitud, sino la consecuencia del s istema de pensamiento vertica l. Como el nivel concreto de realiza ción no tiene im portancia para el destino, tam poco es para nosotros de signif icación f undamental. Veremos más adelante que justa mente el hecho de poder inter cambiar los nive les nos trae valio sas posibilidades de terapia. Puede ser extraño para quien sea ajeno al t ema, oír que estrellarse co ntra un árbol y practicar kárate se an lo "mismo"'. Por otro lado, esta manera de pensar nos permite descu brir relaciones tota lmente nue vas de la realidad.

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VIDA Y DESTINO HUMANO Los golpes del destino y la enf ermedad son casi siempre sólo el aspecto pasivo de un proceso de aprendizaje no percibido de mane ra voluntaria. La f órmula abreviada reza: quien no aprende, suf re. El hombre plantea en general exigencia s bastante particul ares a la vida y a su destino; se comporta como si tuviera derecho a que le vaya bien, a ser rico, sano y f eliz. ¡Qué grotesco desconocimiento de la realidad! ¿De dónde deduce el hombre tales pretensiones? El hombre no se encarna en este mundo para gozar el calor del sol holga zaneando, sino para desarrolla rse y para se rvir al mundo según sus capacidades. Quien hace esto de manera consciente, tam bién encontrará la f elicidad. Lo dicho, nada tiene que ver con una negación de la vida, sino que sólo quie re des plazar prio rid ades. El hombre está siempre buscando la f elicidad. Esto no sola mente es su derecho, lino el impulso más prof undo de sus actos caminos tomados son en granearte muy inadecuados para ase gura r el é xito de tal búsqueda. El hombre busca lo que él llama la f elicidad, sin tener una visión precisa de lo que es en realidad esa f elicidad. Así se identif ica cualquier cosa del mundo exterior con esta sensación deseada de f elicidad y se cree que , una vez que se poseen tales cosas, también se será f eliz. Y así empieza una cacería sin f in y sin sentido. Porque, cada ve z que se ha alcanzado al codiciado portador de la f elicidad, éste se desenmascara como insuf iciente para transmitir la f elicidad an siada. El que tiene hambre, cree que sería el hombre más f eliz del m undo si tuviera alimento como para saciarse. Si se le da esa ansia da comida, creerá que alcanzará la perf ección de la felicidad cuan do tenga una vivienda. Si consigue alojamiento, va a querer una casa propia con jardín. Si la obtiene, todavía le falta la fama y el reconocimiento para ser f eliz. Cuando también obtiene esas cosas, lamentablemente una enf ermedad crónica le impide go zar su f elici dad. Curada la enf ermedad, se siente solitario y necesit a "sólo" gente para ser "f eliz". "Por suerte", la muerte lo salva entonces transitoriamente de esta cacería agotadora en pos de la f elicidad. El error reside e n la opinión de que la f elicidad depende de cosas exteriores. Uno se olvida que las c osas exterio res solamente tienen encanto mientras uno no las tiene, que la f elicidad no se puede cazar, no se puede poseer. Solamente se puede ser f eliz. La f elicidad es un estado de la conciencia del alma, razón por la cual se habla de "bienaventuranza" ( condición f eliz o venturosa del alma). La f elicidad es totalmente independiente del mundo exte rior; crece allí donde el hombre entra en armonía con el mundo, crece también donde el hombre toma conciencia de su deber y \ reconoce la gracia de poder servir.

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VIDA Y DESTINO HUMANO El suf rimiento es el polo opuesto de la f elicidad y por ende f i nalmente es lo mismo. El suf rimiento se ocupa "para suerte de homb re " q ue no se pierda para sie mp re e n un l ab eri nto . El sufrí mien to se e ncarga d e q ue el ho mb re n o ab a ndo ne la b ú squ ed a, h ace impo si ble qu e se de te ng a. El su fri mien to e s sie mpre u n rod eo , y p or lo ta n to , au n a pe sa r d e el lo , es u n ca min o

.La astrología en base a la reencarnación Vo lva mo s a nu est ro ho ró scop o na t al. Hem os visto q ue rep re senta e l pla n de estud io s d e u na vida y co mo ta l mue st ra e l de st ino de l ho mb re. Po r ca mino de la vid a de un h omb re ya está f ijado en el d ía de su nacim ie nto. El ho mbre, a lo la rgo de l camino d e su vid a, so lo tran sf orm a est a late ncia en re alida d. En la vida del hom b re no e xiste la ca sua lida d. Se plant ea la p re g unta de si u n a p e rson a n o pod ría t e ner o tro p la n de est ud ios y com o consecuen cia ot ro destino, si "p o r ca sua li da d" h ub ie se nacid o a lguna s ho ra s má s t arde o m /is t emp ra no. E s to es ef ectiva ment e así; po rque ot ro m omen to t ie ne ot ra ca lidad y, por e so in dica ot ra tra yecto ria d e vid a. • Ah o ra se po dría lle gar a cre er que, de spu és d e habe r e lim ina do con ba st ante traba jo el co ncepto de ca sua lida d de la vida d el hom b re, lo vo lvemo s a en co nt ra r emp a que tad o en e l m ome nto de l na cimie nto ; ¿la casu alid ad d e la h o ra ríe n acim ie nto decid e so bre e l de st ino ? Si no s se gu imo s at en ien do a l con ocim ie nto de que e n e ste mu n do no pu ede hab er nun ca una casualid ad, ent onces tamb ién e l na cim ie nto como a con te cimie nto t ien e que e st a r de te rm i nado por l ey . Todo ac onteci mi ento es si empre s ol o l a ex presi ón formal de) un c onteni do. Conteni do y forma deb en c orres ponders e. A parti r: de l a forma s e puede rec onoc er el c onteni do y vic ev ers a (es un error típi c o de l a juv entud c reer qu e puede desc ui dar l a forma en su b úsque da d e con ten ido s va lio so s). El na cimiento es un a co nte cim ie nto f o rma l que se man if iesta e n un a cie rta ca lidad de tiemp o y que rep resenta un con ten ido . ¿Cu ál e s e ste cont en ido ? A qu í e stam os ob ligad os a ad elan tarno s a l te ma introdu cien do la ree nca rna c ión. En el na cim ient o no se p re se nta a l mu ndo n in gún "p ape l en bla nco", e s d e cir, u n a lm a pu ra y virgina l, co mo n os im a gina mo s a lo s n iño s, que só lo dep end en d el f avo r d e su m inu to de na cim ien to. Si nos rem onta mo s a lo la rgo de la bio graf ía de un a lma, est a t ie ne tras de sí una ca den a m u y la rga de vid as e n e sta t ie rra ( ya vo lve re m o s so b re e sto ). E n ca d a vid a se vio co nf ro nt a d a co n u n p la n d e e st u dio s d et e rm in a d o, qu e cu m p lió m á s o m e n o s b ie n y t ot a lm e nt e o n o .

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VIDA Y DESTINO HUMANO A l m o rir un a p e rso n a, ra ra ve z h a co m p re n d id o y re su e lt o t o t a lm en t e la s e xi ge n cia s y d e b e re s d e su d e st in o. Ca si sie m p re qu e d a a lgo qu e n o e st á t ot a lm e n t e co m p re n did o n i re su elt o, d e m o d o p a re cid o a u n b a lan ce co m e rcia l, e n e l qu e t a m b ié n qu e d a a l f in a l a l gu n a su m a sin sa ld a r. P a ra u sa r u n a im a ge n , e st a cif ra p o r d e b a jo d e la ra ya d e l b a lan ce re p re se nt a u n n ú m e ro d e có d igo de l a lm a . E st e n ú m e ro d e có d igo e s e l sím b o lo d e la m a d u re z cu a lit a t iva d e e st e a lm a qu e só lo p u e d e e n ca rn a r n u e va m e n t e cu a nd o la ca lid a d d e l t ie m p o co rre sp o n d e a la ca lid a d p ro p ia . A n t e s h e m o s se ñ a la d o la ca lid a d d e l t ie m p o co m o co n d ició n p a ra ha ce r p o sib le la m a nif e sta ció n d e u n a con te cim ie n t o d e co n t e n ido a de cu a d o . Ta m b ié n e n e st e ca so la ca lid a d d el t ie m p o e s la p ue rt a h a cia la re a lida d m a t e rial, qu e so la m e n t e se a b re cu a nd o la " ca lid a d in h e re nt e" d e l a lm a se co rre sp o n d e co n la ca lid a d d e l t ie m p o ( ¡L e y d e la re so n a n cia! ). E st e m o m e nt o d e e n ca rn a ció n se ría la co n ce p ció n, p e ro se gú n la s le ye s a nt e s co n sid e ra d a s , la co n ce p ció n se co rre la cio n a co n e l n a cim ie n to , a sí qu e p o d e m o s d e c ir: la ca lid a d t e m p o ra l d e l n a cim ie nt o d ice algo so b re la " co n st itu ció n " d e l a lm a e n ca rn a d a. E l h o ró sco p o e s so la m e nt e e l re su lt a d o int e rm e d io, se gú n u na le y, d e l ca m in o re co rrid o h a st a a ho ra a t ra vé s d e la s vid a s t e rre s t re s. E s p o r e so qu e n o e s n i ca su a l n i in ju st o . E l h o ró sco p o n o s m u e st ra e l K a rm a d e l h o m b re , e l p la n d e a p re nd iza je n e ce sa rio p a ra e st a e n ca rn a ció n . A qu í se ve cla ra m e nt e el la zo f u n d a m e nt a l qu e h a y e nt re la a s tro logía y la enseñanza de la re encarnación. Sin ref erencia a la reencarnación la astrología es un sin sentido indef endible, por que ningún astrólogo "puede dar una respuesta satisf actoria a la pregunta de por que una persona tiene este y otra a quel horóscopo, si niega la reen ca rna ción . El h o ró scopo se tra nsf o rma ría un pro du cto d e la ca sua lida d o de l cap richo de l de st ino. Pe ro si t ra ba jo con la ca sua lidad y con un de st in o cap ric ho so, se vue lve sin sent id o ocu parse de la astrolo gía . E nto nces lo único pa ra lo que se la p od ría ut iliza r se ría p *a ra calcu la r la le y de l cap richo. El ho ró scopo es algo qu e cada un o se ha gan ado, no t ien e sent id o que ja rse de él. No ha y ho ró scop os ni bu eno s n i ma los, pero si n d ud a ha y probl e ma s qu e so n má s o me no s fáci le s o di fícil l es d e re solver. De sg ra cia da men te se di fu nd en má s y má s errore s de ra zon a mie n to d e los astról ogo s, d ebid o a l a me zcl a de l a té cni ca a strol ó gi ca con el estil o d e pe nsar fun cio n al de n ue stra ép oca . Esto torna cada ve z más gra nd e el p elig ro de q ue q uie n bu sca el con sej o de l a astrolo g ía , se ve a e xpue sto a m á s da ño qu e pro vec ho . Ante tod o cu and o se a si gna u na i nflue n cia a los pla ne ta s. Así es co mo lo s pl a ne ta s se tra n sforma n en n ue vo s pl ano s de p ro ye cció n d e l a cul pa . Si ha sta en ton ce s se b usca ba n lo s culp able s e n el mu nd o circu n dan te, en la famil ia, la profesi ón , el e sta do , a ho ra , en l a se sió n d e co nsejo astrol ógi co , d e rep en te se tra nsforma Sa turn o e n el chivo 54

VIDA Y DESTINO HUMANO emi sari o. La s víctima s de e ste e n fo que bu scan l a cul pa d e tod a s sus difi cultad es en la vid a en su "h oróscopo malo " y en vidi an a la gen te de é xi to en su "h oró sco po b u e no ". Cua nd o la a strol og ía se reb aja a u n ni vel se meja nte, no d eb ería so rpren de r q ue n o cesen l o s repro ch es de qu e se tra ta de un a su persti ció n. De esta ori en taci ón bá si ca equ ivocad a resulta ca si en forma au to máti ca el erro r seg ura men te má s di fun did o d e lo s se gui dore s d e la astrolo g ía :/qu e la a strolo gía e s u n mé tod o con el cua l, se pu ede co rre gir el de stin o ") g asten tod a s p arte s se practi ca astro lo g ía con la inten ció n de ga na rle un po co d e mano al de stin o , con sig uie ndo a sí ve ntaja s pa ra sí y sus cli en tes, en b ase a l con oci mi en to d e la s estrella s. A ra íz de e sta a ctitud , se ori gin a n con sul tas en q ue se re co mi en da en care cid a men te a al gui en q ue te nga mu ch o cui da do du ra nte l os pró xi mos me se s, que n o e mp re nd a na da , y q ue d en tro de lo p osi ble gua rd e ca ma d uran te tre s días d e te rmin ad os, po rq u e se mani fe sta rá una co nstela ció n mal a y p elig ro sa duran te ese pe río do . Pero pa re ce que no ha y que d esespe ra r de l tod o, po rq ue den tro de me dio añ o la s co sa s me jorarán , porqu e e nton ce s se en con trará Jú pi ter e n tríg on o con el Sol ; y aho ra sí qu e se pu ede e mpre nd er d e to do . Po rq ue e nton ce s su ce de rá n acon te ci mie nto s felice s, hab rá g ra nd es ga n an cia s, e tc. ¡Mejo r n o p ra ctica r a strol og ía q ue d esori en ta r a sí a l a hu ma ni d ad ! Así se lle ga a l o s a di cto s a la a strolo g ía , qu e no pu ed e n to mar nin gu na de cisi ón sin co nsu lta r an tes a su a strólo go , p ara sa be r si l as estrell as se di sp one n bie n o mal , qu e no su b en a su au to mó vil sin mira r pri mero su horó scop o, e tc. R ue go n o me dir la a strol og ía po r lo s d esva ríos de su s u sua rio s, si no p ronto h abría que/ cat alo garla ent re la s dro gad iccio ne s. La hu man id ad e st á f as cin ada po r la ide a de en gaña r destino, cad a un o tra ta d e ha ce rlo a su m ane ra : los mé dico s en la s e st acio n es de t erap ia int en siva, los a st ró lo gos con el ho ró scop o. El m ismo ab ismo qu e se ab re ent re nu estra med icina y e l verdad e ro a rt e de cu ra r, se para la a st rolo gía de n ue st ra é po ca de la ve rd ade ra sa bid u ría de la s e st rella s. El cu mp limiento de l d est in o La a st ro lo gía no es un me dio p ara estaf ar a l de stin o, sino que d ebe a yu da r a cu mp lirlo. A ún e n t iem p os d e lo s grie go s y los ro ma no s vo lvemo s a en co ntra r n ue st ro s prin cipios p lan eta rios en f or m a d e dio se s. S e pe rson if ica ron los p rin cipio s p rimo rd ia le s y se d escribieron la s def in icio ne s de los p rin cipios com o p ropieda de s d e los d io se s. A sí e l Olim po an tiguo era un sistem a de rep re sen ta ción de la realid ad pa recido al d e la ast rolo gía. Tam bién la Biblia e st á con st ru ida e st rict ame nte

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VIDA Y DESTINO HUMANO se gún esto s 7 p rin cipios p lan eta rio s. Se a m en cio nad o est o a qu í de pa so y re se rvado pa ra u n e st ud io e spe cia l. Los grie gos cono cían una f órmu la sencilla p a ra trata r sin ro ce s co n lo s dio se s; m ient ras se sacrif ica a lo s d iose s, é sto s no ha cen n in gún dañ o, si no se sa crif ica nada , lo s d io se s cobran su " sa crif i cio" po r la f ue rza. Est a f órmu la co ntinúa t en ien do vige ncia y e s la verda dera cla ve d e la ast ro lo gía. Ta mb ié n n os a ce rcam os más a la rea lidad si n os ima gin amo s lo s p rin cipios p rim ord ia le s co mo "dio se s" y no como cue rp os celeste s mue rto s. El con cep to "sacrif icar" sign if ica ha cer lu ga r p ara un p rin cipio prim ordial en la e sf era de vida p rop ia, int e gra rlo en la con cie ncia. L os d istinto s prin cipios e xigen al hom bre en diverso s mome nto s su s d e re cho s, lo e xh ortan a qu e ju sta ment e ah o ra se ocupe espe cialment e de ello s. El que a cep ta e sta con vocació n y le h ace lu ga r en su vida a e sta de id ad, para cono ce rla, le e stá sa crif ican do y ya n o t ie ne na da que t eme rle. Pe ro el qu e al o ír " go lpe ar" a e sa d ei d ad a la pue rt a, la cie rra y n o la deja ent rar, no la qu ie re con ocer, pued e esta r se guro que se ve rá obligado a p re se nt ar la of re nda an t es ne gada. El cam in o de la vida de l ho mb re d eb e lle va rlo a la pe rf ección , cad a pa so de ap ren diza je , po r má s m ín im o que sea, h ace d el h o m bre un ser más perf ecto. Se es cad a ve z más perfecto agre gando lo que aún f alta, integrando lo de sconocido. Por eso el hombre es conf rontado siempre por una ley d el destino con aquellos princi pios que todavía no ha realizado, que le son ajenos, que a ún le f altan. Este es e l pun t o pe ligro so don d e ta nta gen te co mete e l e rro r de ce rra rse, d e rep ri mir o p resenta r resisten cia, n e gá n dose a of recer su sa crif icio ne ce sa rio. Y ah í emp ie za la lucha en t re el de st ino y el homb re , siend o se gu ra de ant ema no la victo ria d e l d estino. Com o perded o r, el h omb re, se que ja d e su d est in o ma ligno qu e lo a rru ina y pasa p or a lto el he cho qu e e s é l mismo quie n n o a ce pt ó la in vit ació n. Aq u í e s don de la a strolo gía a d quie re su sen ti d o. La con sul ta astroló gi ca d eb ería mostra rle a l a p erson a cuál es el plan de e stu dio s que h ay qu e cu mplir du ra nte esta en ca rn aci ón y h acerl e sab er lo s disti ntos pri ncipio s q ue le toca con ocer d e cerca. El astrólo go no d eb e pre de cir el fu tu ro a qui en l e p reg un ta si n o le qui ere rob ar su propi o de sarrol lo . Pe ro sí l e p ue de in fo rmar en qu é mo men to "gol pe ará a la pue rta y cu ál de l as dei da de s", có m o ma nej arse más o me no s e n ese en cue n tro, có mo l lega r a con o cerla y a ma rla . Es u n a g ra n p en a q ue frecue nte me n te se o lvi da qu e tod o lo q ue se lle ga a co no cer re al me n te , ta mbié n se a pre nde a a marl o a uto má ti ca me n te . El odi o si gni fi ca sie mpre el de sco n oci mi en to del o bje to . El p en sa mi en to vertical p ermi te al a strólo go men ci ona r a qui en l o co nsul te , l as p osi bilid ade s de reali za r e n di sti n to s nivele s el nu e vo prin ci pio y de redi mir una co nstela ció n. Una au tén tica con sul ta 56

VIDA Y DESTINO HUMANO astroló gi ca no p ued e co n te ner n un ca un a preve nci ón con tra un prin ci pio (con stel aci ón ) si no si e mp re sól o con sejo s y e stímulo s pa ra en trar ju sta men te en u na con fro ntaci ón con é l. Aq u í e stá l a po si bilid ad de un a ve rdad era "a stro tera pia ". Esta "a stro te ra pia ". ta l co mo la he mo s d esarroll ado y pe rfe cci on a do en l os úl ti mos año s, tie ne co mo b a se u na ''ma tri z d e la real ida d " se gún el mo delo esbo za do al pri nci pio d e e ste cap ítu lo. De all í re sul ta u na a sig na ci ón de l a ma yo r ca nti da d p osi ble d e ni vel es a l os die z p rin cip io s pri mo rdi ale s y su s disti nta s c on stel a cio ne s. L os pro bl e ma s y sín to mas de e n fe rmed ad so n si e mp re l a red e nci ón de un a con stela ci ón en un nivel d etermi na do (po r ej e mpl o , la en fe rmed ad en el cu erpo o e n la psi qu e). La mi sió n de la e n fe rmed ad es h a cerle co no ce r al h o mb re un d et e rm in a d o p ri n cip io , qu e p o r lo vist o n o qu iso re d im ir p o r p ro p ia vo lu n t a d . Co n a yu d a d e u n a " m at riz de la re alid a d" e s p o sible h a ce r qu e u n a e nf e rm e d a d se t o rn e su p e rf lu a, a l in d ica r la p o sib le re a liza ció n d e l m ism o p rin cip io e n ot ro s n ive l e s int e rca m b ia n d o lo s n ive l e s e n se nt id o ve rt ica l. U n m ét o d o a sí co n ce b id o n o lu ch a co nt ra e l sín t o m a, sin o qu e lo h a ce su pe rf lu o e n sí, po rqu e la co n f ro nt a ció n co n e l p rin cip io a se r a p re n d ido , h a ca m b ia do de n ive l, u n d e sp la za m ie n t o co n scie nt e d el sín t o m a e n dire cció n ve rtica l. V e re m o s lo d ich o e n un se n cillo eje m p lo: p o d e m o s ca lcu la r qu e , p o r e je m p lo , u n a p e rs o n a e nt ra e n lo s p ró xim o s m e se s e n u n a "f a se d e S a t u rno ", e s d e cir, qu e se p ro du ce u n a co n ste la ció n d e S at u rn o . S e gu im o s ut iliza n d o n u e va m e n t e e l p rin cipio d e S a tu rn o p o rqu e e n p rim e r lu ga r se lo co n side ra e sp e cia lm e nt e " m a lo" y p o r e so e s e sp e cia lm e nt e t e m id o y, e n se gu n d o lu ga r, po rqu e ya sa b e m o s a lgo d e e ste p rin cipio y co n o ce m o s la s a sign a cio n e s p o r a na lo gía . A lgu n o s a st ró lo go s a d ve rt irá n a u n clie n t e a n te e st a co n st e la ció n , p re vin ié n d o lo d e p é rd id a s, limit a cio n e s, a ccid e nt e s, e n f e rm e da d e s, e t c. P e ro d e n ad a le sirve u n a p re ve n ció n d e e st e t ip o a n u e st ro clie n te . L o qu e p a sa e s qu e t ie n e m ie d o y se sie n t e víct im a de u n pla n e t a e vid e n t e m e nt e m a lo. E m p e ro , e n re a lid a d la co n st e la ció n in m in e nt e d e S a t u rno só lo sign if ica qu e h a m ad u r a d o e l t ie m p o d e co n o ce r m á s d e ce rca e l p rin cipio d e S at u rn o , de int e gra rlo e n la vid a p ro p ia , d e in co rp o ra rse a l " Di o s S at u rn o" p a ra se r m á s p e rf e ct o para f a cilita r este pro ce so n ecesario e xp lica ríamo s p rimero el p rin cipio para to rna r comp rensib le su ju st if icación como p ie dra de con st ru cció n de la rea lidad y h ace r de sa pa re ce r así las re sist en cia s. Com o se gund o paso le da ría mo s a n ue st ro clien te una serie de co n se jo s, de có mo con ve rt ir en rea lidad a ct ivame nte est e prin cip io en su vida . E sto s con se jo s pu eden parece r en un p rincip io algo e xt ra ñ o, pe ro nu est ra mat riz no s a yuda a co mp re nde r ve lo zme nte su se ntido. Lo s co nsejos pued en re za r co m o si gue: 57

VIDA Y DESTINO HUMANO

En el t iem po inme dia to, lim ite su s a n sias de e xp an sión, e vit e en cue nt ro s so ciales y f iesta s y tod o lo que t en ga que ve r con d is t ra cció n, d ive rsión y opu len cia. V ista de nt ro de lo p osib le so la men te ro pa ne gra y h a ga f recu ent eme nte p a seo s po r cem ente rio s. S i le re su lt a p osib le, in stá le se de a lguna m ane ra en un cua rt o d on de p ued a re tira rse pa ra e sta r solo. Ese cua rto deb ería ser au ste ro y lim it a rse a lo e se n cia l, p in ta d o to t a lm e nt e e n b la n co o n e gro . Co m o ú n ico ad o rn o e n la p a re d e ve nt u a lm e nt e la ca rt a n ú m e ro 1 3 d e l Ta ro t (la m u e rt e ). P o n ga e ve n t u a lm e nt e u n a ca la ve ra o u n re lo j d e a re n a so b re su m e sa de t ra b a j o . L e a e l L ib ro Tib e t a no d e lo s Mu e rt o s y cie rto s p a sa je s b íb lico s. E v it e la co m id a e xce si va , p ra ct i qu e la a lim e nt a ció n m a cro b iót ic a o, m e jo r t o d a vía , h a ga a y u n o. Co m o b e b id a p ref ie ra e l té d e e qu ise t o (co la d e ca b a llo ); co m o m e d ica m e nt o se p u e d e co n sid e ra r p lo m o o ca l e n f o rm a h o m e o p át ica e n a lt a po t e n cia e n u n a so la t o m a . E scu ch e m ú sica clá sica, se ria. T o d o lo qu e h a ga d u ra nt e e st e t ie m p o qu e se a m u y o rd e n a d a m e n t e, t ra t e d e re e st ru ct u ra r e n f o rm a n u e va m u ch o s á m b it o s d e su vid a , a p re n d a a co n o ce r y a a m a r la s b e n dicio n e s d e l sile n cio y la sole d a d . E s f á cil ve r qu e t o d a s e st a s re co m e n d a cion e s p ro vie n e n d e la ca d en a ve rt ica l d e a n a lo gía s d e l p rin cip io d e S at u rn o ; e st ru ct u ra , p lo m o, e qu ise t o , n e gro , ce m e nt e rio , t o d o s lo s sím b o lo s de la m u e rt e, et c. E sa s p o sib ilid a d e s se d e ja n e xt e n d e r d e m a n e ra co rre s p o n d ie nt e a m u ch o s ot ro s n ive le s, a d a pt á n d o se t a m bié n a la p e rso n a e n cu e stió n . S i n u e st ro cli e nt e sigu e m u ch o s d e e st o s con se jo s, t ie n e qu e lle ga r a co n o ce r y a co m p re n d e r in e xo ra b le m e nt e e l p rin cip io d e S a t u rno , p u e s n o e s p o sib le h a ce r t o da s e st a s co sa s sin qu e a l m ism o tie m p o t a m b ié n o cu rra algo d e n t ro d e u n o m ism o . P e ro co m o e l clie nt e e st á h a cie n d o to d o e st o vo l u nt a ria m e n te , n o p ro d u cirá re sist e n cia y d e e sa m a n e ra a p re n d e rá a a m a r e n su sign if ica ció n al p rin cipio d e la lim it a ció n, d e la re n u n cia y d e la e s t ru ct u ra (re d u cció n a lo n e ce sa rio ). De sp u é s d e e st e t ie m p o co n st a t a rá qu e e st a co nf r o nt a ció n co n lo s p ro b le m a s d e la m u e rt e , la so le d a d y e l sile n cio, a n te s cu id a d o sa m e nt e e vit a d o s, lo h a h e ch o m a d u ra r y qu e h a p o d id o co n o ce r n u e va s d im e n sio n e s d e la re ali d a d. Du r a nt e e st e t ie m p o h izo a cti va m e n t e lo qu e t e n ía q u e h a ce r: int e gr a r a t ra vé s d e l a p re n d iza je u n a sp e ct o d e la re a lid a d n u e vo p a ra é l. Cu m p lió co n su p la n d e e st u d io s y re sol vió e l p ro b le m a . S i n o sigu e e st a s re co m e n d a cio n e s, po rqu e o p in a qu e re n u n cia, lim it a cio n e s y so l e d a d " n o so n n a d a p a ra é l", qu e e st a s co sa s n o le gu st a n , y p o r e so sigu e co n su e st ilo d e vid a ha b it u a l, p ro n t o se le t ran sf o rm a ra e sta co n st ela ció n d e S at u rn o e n " m a lé vo la" y se co b ra rá su " sa crif icio " p o r la f u e rza . A sí, p o r e je m p lo, n u e st ro clie n te p o d rá t e n e r qu e ir a la f ue r za a l h o sp it a l, d e b id o a u n a ccid e nt e . A q u í sí tie n e qu e re n u n cia r a mu ch a s 58

VIDA Y DESTINO HUMANO co sa s, fi e sta s, vi d a so ci a l , co mi d a o p íp a ra , to d o s l o s pl a ce re s, ¡co sa , q u e n o so tro s l e h a b ía mo s a co n sej a d o h a ce r vol u n ta ri a me n te ! Su cu a rto d e h o sp i tal e sta rá re d u ci d o a l o má s n e ce sa ri o ; j u sta me n te u n cu a rto a sí l e h a b ía mo s a co n se j a d o . To d o s l o s d ía s v e có mo co n d u ce n a l o s mu e rto s p o r lo s p a sill o s y él m ismo se o cu p a co n l a i d e a d e q u e su a cci d e n te l o ll e vó mu y ce rca d e l a mu e rte ; ta m bi é n l e h a b ía mo s a co n se j a d o q u e fre cu e n ta ra l a i d e a d e mo rir y d e la mu e rte . Está mu ch o ti e mp o so l o y ti e n e ti e mp o p a ra p e n sa r Es f ácil ver que el ef ecto e s e l m ismo . Como ya lo h emo s d i cho, la m eta del a prend iza je e stá dete rmin ada . L o que po demo s e le gir e s so la ment e "Có mo" que re mo s aprend e r, d e m odo vo lu nta rio o f orzo so.

La e nfermed ad co mo i nformación De la mi sma ma ne ra se pu ed en co n du cir a una sol u ci ón e nfer med ade s o pro ble ma s ya mani fe sta do s. El cri te rio d e un a terapi a, a sí en ten did a, se rá sie mp re l a pregu n ta : ¿q ué e s lo q ue q uie re en se ñ ar la e n fe rmed ad al p acien te? ¿Qu é e s l o que el p aci en te n o q uie re ap re nde r? U na te ra pia ti en e q ue ree mpl a zar el proceso d e a pren dizaj e in te n ta do po r la en fe rmed ad , d e o tra ma nera n o po drá cu ra r nu n ca . De a hí re sul ta q u e ha y qu e proced er de ma ne ra h o me op á tica . (Má s so bre el p rin cipi o de si mili tu d e n l a h o me opa tía e n el pró xi mo ca pítulo .) Así, ti e ne po co sen ti do tratar d e a leg ra r o di strae r a u n pa cie nte de presi vo. Al con trari o, e s n ecesari o qu e se e nfre nte con lo s rep re se n ta ntes d e Sa turno , colo r n egro , so led ad , mu erte , e tc., si quie re cu ra rse . Ho y d ía se p e ca con tra e sa l ey bá sica en tod a s pa rte s. Lo s cuartos de l os e n fermo s son mul ti col ores y a le gre s, l a l e ctura divertid a . Pe ro a na die se le o cu rre , sin e mb argo , co nsola r co n u n chi ste a una pe rso na q ue e stá d e lu to. En to do s l os órd e ne s se traba ja en co ntra d e l a volun tad de ! d esti no e n ve z d e ap oyarl o . Ha y al gun a s tera pia s qu e o be de ce n a la l ey de la anal og ía, pe ro si n qu e lo s usua rio s se de n cu en ta . Esto s se fab rican a su ve z te oría s co mpl icad as pa ra e xpli ca r la e fica cia d el mé tod o,*q u e sól o ob ed ece a la ley d e la a nal og ía. Así el pri nci pio d e N ep tu no co rrespon de a l a di sol u ció n d e lo ob vi o y co ncre to , a lo vel ado e in con sci en te. Su cad en a de a nalo g ía s con tiene ent re ot ra s co sa s: alco ho l, d ro gas, en ga ño, a gua, co lo r ve rd e bote lla, pie s, sueñ os, visi one s, m íst ica , esote rism o (e st a ca dena e xp lica d e paso po r qué po r un la do e l p úblico no pu ede se p ara r en ga ño, ilusión y eso te rism o, y p or qué po r o tro la do se en cu ent ra de h echo f recu ent eme nte e l en gaño , p rop io y a je no, y la est af a, en e l cam po eso té rico ). Si en la vida de un a pe rso na se ma nif iesta e l prin cip io de Nep tu no, e sto debe ría de scub rirle lo s m iste rio s d e la vida y lle va rlo a l re ino de l 59

VIDA Y DESTINO HUMANO in con sciente . P e ro pa ra est o e s n ece sa rio que lo ob vio, lo co nscient e, la ló gica y e l inte le ct o ce dan po r u n t iempo su p riori d ad y se t ornen má s tra nspa ren te s. A sí se pu ede lle gar a una de bili da d pa ra co ncent ra rse, a soñ ar de sp ie rt o y co sa s sim ila re s. Est a irrup ción ine spe ra da de l in co n scie nte pa ra e mp e za r lle va r a la perso na a con su lt ar un m éd ico. Este le prescribe psico f árma co s. Algo le sirven , po rque son " ven eno s" y a sí corre sp ond en a la mis ma ca den a de ana lo gías. De spu é s pue de se r que va ya a t rat a rse al p sico te rap eut a. Ah í sí p ued e h acer lo que Nept un o le quie re en se ñ ar. S e o cu pa de l in con sciente , de los sueñ os, de lo irra cion al. Pe ro es e ste t ip o de ocu pa ción lo qu e le a yuda , m ucho más qu e lo que quie re e xp lica r la teo ría p sico ana lítica. Un as vacacio n es al b o rde de l m ar y la le ct ura de una no ve la e soté rica le h arían e l m ismo ef e cto, a l igua l que t oma r bañ os de p ie y la te ra pia con lu z ve rde b ote lla. Pod ríamo s con tin uar a vo lu nta d con e sto s ejemp lo s, pe ro se qu ie re pre se nta r so lam en te e l signif icad o d e una " mat riz de la rea lid ad", que permite re co no ce r la est ruct u ra no rm al de la s re la cione s y af irma cion es ast ro ló gica s y e so t éricas en su sent id o má s a mp lio. El camino hacia la libertad Hemos tratado de aclarar el concept o del destino y la correcta relación con el mismo, tomando como ejemplo la astrología, que no fue aquí más que un medio auxiliar para lle gar a re conocer mas claramente el destino. Los resultados son válidos independiente mente de ella. Nos queda la pregunta de si el hombre está predestinado o si tiene libre albedrío. Una respuesta a este interrogante puede entrar fá cil me n te e n u n a vía mu e rta si p a sa mo s p o r a l t o l a s co n d i ci o n e s d e l a l e y d e la p ol a ri d a d . El d e t e rmi ni smo y l a li b erta d so n d o s p o l o s q u e se co n di ci o n a n mu tu a me n te y q u e se u n e n ; n o so n co n tra ri o s e n tre sí, co mo se o p i n a fre cu e n te me n te . C o mo e n to d a p ol a ri d a d n o s re su l ta di fícil o i mp o si b l e co mp re n d e r co n n u e stra ra zó n l a si mu l ta n e i d a d d e a mb o s p o l o s, y si n e mb a rg o l a li b e rta d n o p u e d e vi vir si n el d e te rmi ni smo y vi ce ve rsa . L o s d o s se co n d i ci o n a n m u tu a me n te co mo la l u z y l a o scu ri d a d , i n sp ira r y e spi ra r. Po r e so el ca mi n o a l a li b e rta d p a sa p o r el cu mp l i mi e n to d e l a l e y. L a ve rd a d p a ra d ój ica re za : sól o q ui e n se so me te a l a l e y, e s li b re . Si n e mb a rg o l a ma yo ría d e l a g e n te tra ta d e l l e g ar a l a l i be rta d p o r el ca mi n o d e l a a rbi tra ri e d a d , p e ro e ste ca mi n o ll e va a l a e scl a vi tu d . El su fri mi e n to n o e s o tra co sa q u e e l ro ce q u e se o ri gi n a e n tre el h o mb re y l a l e y d e e ste m u n d o . C u mp l ir l a l e y si g ni fi ca n o p e rci bi r má s ro ce s. Po r e so l a s re gl a s d e o ro p a ra ll e g a r a l a li b e rta d a b so lu ta so n : 1. ¡C o n ó ce te a t i mi smo (e l mi cro c o smo s)! 2. ¡C o n o ce l a s l e ye s q u e ri g e n e st e u ni ve rso (ma cro co smo s)! 3. ¡R e co n o ce q u e l a s l e ye s so n b u e n a s (e sta r e n a rmo n ía )! 4. ¡Su b o rd ín a t e p o r tu p ro pi a vol u n ta d y pl e n a m e n te , b aj o e sta s le ye s q u e h a s re c o n o ci d o co mo b u e n a s! 60

VIDA Y DESTINO HUMANO El q u e e s ca p a z d e d a r e sto s cu a t ro p a so s, co se ch a rá p or sí so lo l a Qu i n ta Ese n ci a , q u e d i ce a sí: L i b e rta d . El q u e se su b o rdi n a li b re me n te b aj o l a l e y, se i n te g ra a la le y y s e tra n sfo rma e n l a l e y y n o q u e d a n a d a p or e n ci ma d e él co mo o b stá cul o . Así l o formu la C ro w l y: "C a d a h o mb re d e b e se r co mo u n a e stre ll a y se g u i r su ó rb i ta ." U n a e stre l l a e s li bre mi e n tra s si g u e su ó rb i ta . L a l ib e rta d se te rmi n a c u a n d o a b a n d o n a su ó rbi ta . C a d a se r h u ma n o p o se e i g u a l me n te u n a ó rbi ta , q u e d e b e tra za r e n e ste co smo s p e ro ti e n e q u e re co n o ce rl a si n o q ui e re se n ti r l o s ro ce s d e su ru mb o e q ui vo ca d o . Po r e so n o q u e re mo s al e n ta r ni l a a cti vi d a d ni l a p a si vi d a d , sol a me n t e l a s d o s j u n ta s o ri gi n a n u n ri t mo . Pri me ro el h o mb r e d e b e h a ce r sil e n ci o y e scu ch a r p a ra a ve ri g u a r su ó rbi ta , p e ro l u e g o d e b e tra z a rl a a cti va me n te . U n a a cti vi d a d a sí co n ce b i d a n a ce d e l a co n fi a n za y n o d e l a d o mi n a n c i a d e l e g o , q u e di ce : "yo q u i e ro , yo h a g o ". El h o mb r e h a al ca n za d o su má xi ma l i b e rta d cu a n d o e s ca p a z d e d e ci r l a s p al a b ra s: "Se ñ o r, h á g a s e Tu vo l u n ta d y n o l a mía ." ... 5. ENFERMEDAD Y CURACIÓ N No hay curación sin Salvador. Nunca es curación en su sentido más elevado la recuperación de la norma biológica. Curación es santificación. HERBERT FRITSCHE La enf ermedad es la forma más f recuente de cumplir el destino. La enfermedad y la salud se transf orman tanto para el individuo como para la sociedad en áreas de problemas cada vez más signif i cativas, cuya solución se torna crecientemente más dif ícil. Por un lado presenciamos un desarrollo de la medicina en e l campo técni co, que nos deja casi sin aliento, por otro lado tenemos cada ve z más enf ermos y enf ermedades más y más caras. Raras. considerando el acentuado interés que hay por el problema de la enfermedad y las múltiples discusiones sobre el tema, sorprende con cuánta ingenuidad e inocencia se sigue tratando este tema. Hasta qué punto tendrán que presionarnos los acontecimientos, para empezar a comprender que las teorías desarrolladas en la medicina hasta el día de hoy, se mueven en un nivel que sim plemente no se adecúa al estar enfermo en sí. Se pasa por alto demasiado f á cilmente que los errores de concepto no se mejoran a raíz de su dif usión. Nuestra medicina científ ica moderna se remonta a Hip ócrates (400 a. de C.). Hipócrates provenía de la cél ebre estirpe de los As -klep íades, que con el corre r de los siglos instalaron lugares de cura ción en Grecia (casas de Asklepio) donde los sacerdotes curaban a los enf ermos mediante rituales y cantos mágicos. Hipócrates, que se enorgullecía 61

VIDA Y DESTINO HUMANO mucho de su descendencia de los Asklepíades, rom pió sin embargo, con su tradición, o sea, la de los sacerdote s médicos y empezó a observar las enf ermedades independientemente de toda religión y a desarro llar las curas correspondientes, tomando como base el estudio del transcurso de la enf ermedad misma con este proceder sentó las bases para el método que se considera obligatorio para la m edicina científ ica hasta hoy día. Esta medicina se transf ormó muy poco desde Hipócrates y no muestra ningún desarrollo signif icativo, si se tiene en cuenta el progreso en algunas áreas parciales y la regresión en otras. Antes de ésta apostasía de Hipócrates, curar era cosa de los sacerdote s y por ende de la religión. La enf ermedad siempre expresaba el enojo de los dioses y era curable por el sacerdote, hacedor de puentes (en latín pontifex = el que construye puentes )El llamaba al enf ermo “al arrepentimiento, reconciliándolo así nuevamente con la deidad. Del punto de vista de la medicina sacerdotal, la enfermedad está siempre ligada con la culpa; la curación con el arrepentimiento y el c ambi o Al apartarse Hipócrates de esta tradición, se produjo a la vez un apartamiento del "estar enf erm o" y un volverse hacia las "enf ermedades". Así, hasta ho y, la me dicina se ocupa del diagnóst ico y de la terapia de las "enf ermedades" y pasa por alto el verdadero problema del "estar enf ermo" . El hombre no tiene ninguna enf er medad, sino que está enfermo. Pero justamente este hombre en fermo no es tratado por la medicina, solamente se tratan sus enf er medades, sus síntomas. Por eso los éxit os de la medicina se limitan a esas enfermedades y no to can el f ondo del estar enf ermo de la humanidad. Sobre la base de esta consideración individual de las enfermedades, se ha logrado d ominar de manera impresionante, ciertos grupos de síntomas (epidemias , enf ermedades inf ecciosas, etc.). Por otro lado se pasa completamente por alto que con ello no se ha cambiado en nada el "estar enf ermo" en sí. Escribe Hans Blueher, quien pudo ver claramente estas relaciones f ilosóf icas co mo ningún otro, en su "Traktat ueber die Heilkunde" ("Tratado sobre el arte de curar"): "Las enfermedades son un bien común cargado a la humanidad; la masa d e enfermos visibles en el mundo queda siempre constante; de todo s modos no depende su variación de ninguna acción humana. Cuando el médico cura a un enfermo, no se elimina por eso en el m undo ninguna parte de la enfermedad en sí, así como la materia tampoco es destruida por la combustión. Lo que hace el médico, es quitarle a esa persona su parte individual de enfermedad para, sin saberlo, cargá rsela a otra persona ’’. “Siendo nuestro tema el destino del hombre, también debe mos tratar la enfermedad ese ‘bien común cargado a la humanidad bajó ese punto de vista los síntomas son los que menos nos interesa. Esta consideración 62

VIDA Y DESTINO HUMANO torna necesario hilvanar la medicina con la f ilosof ía y la religión por más que la medicina científ ica evite an gustiada esta conexión. Es comprensible que también lleguemos a deducciones dif erentes con respecto a la curación de las enf erme dades. Para evita r todo malentendido, quiero aclarar de ant emano que no es cuestión de atacar algo o alguien o de juzgar su manera de proceder. No se niega de ninguna manera que nuestra medicina proporciona la ayuda necesaria en muchos casos, que cualquiera acepta co n gratitud en un caso de emergencia. No estamos conside rando la ayuda, sino el hecho de estar enf ermo y su curación. La terapia médica tiene su justif icación y su bendición, cuando inter viene por necesidad; sin embargo esto nada tiene que ver con la curación Porque curar es siempre santif icar y toca u na dimen sión la medicina científ ica desconoce. una aclaración dé estos conceptos "y vinculaciones no debería entenderse como una crítica, s ino como un intento de demostrar dónde se procede de manera dema siado inconsciente. Lo inconsciente es siempre el precurs or necesa rio de la toma de conciencia. Todo tiene su justif icación en su tiempo, pero también es el tiempo quien a su vez quita esa justif icación. El error es f alta de conocimiento es por esto que todo erro s espera su transmutación, porque alguna ve z todo el plomo tendrá que transf ormarse en oro. Así como el invierno sueña con el verano, y la noche prepara el día, así todo error lleva oculta la verdad dentro de sí y es nuestro deber liberar ese germen de luz. Ya hemos visto qu e el estar enf ermo representa generalmente pasos de aprendizaje pasivo s, que quieren f amiliarizar al hombre con una realidad todavía no acept ada. Las enfermedades son siem pre portadoras de inf ormación. No existen enf ermedade s sin sentido. Nos muestran donde hemos salido de nuestra trayecto ria; ponen f in a caminos errados, obligan al cuestion amiento. Curar signif ica descubrir la inf ormación inherente en la enfer medad. Esto presupone que se pregunte por su sentido. Aquí se po ne en evidencia la peligrosidad de la medicina actual, que trata de explicar la enf ermedad por sí misma de modo f uncional y torna imp osible s l as p re gu nta s del pa cie nte p or el po r qu é con re sp ue sta s q ue sól o p are ce n serl o. Ca da en fe rmo si en te ín ti ma men te q ue la e nfermeda d ti en e q ue te ne r alg o que ver co n él , si en te alg o d e cul p a, pa ra él su en fe rmed ad si gni fi ca má s q ue u n cue rpo q ue no fun ci one b ien . Pe ro ho y en d ía ese co mi en zo e s e stra ngul ad o po r el mé dico, al a seg ura rl e q ue se tra ta d e nad a má s qu e d e ... Así e s co mo la e nfermeda d pie rde ca da ve z más su pap el co mo p orta d or d e i nformaci ón , co mo so cio en el difícil ca mi no de la evolu ci ón , y se l e po ne el sell o de u n e ne mig o al que ha y q ue co mba tir por to do s lo s me dio s. 63

VIDA Y DESTINO HUMANO

Lla ma la a te nci ón qu e la me dici na habl a exclu si va men te de la l u cha co ntra l a e n fe rme dad . Quié n se va a a so mbrar que j ustamen te lo s mé di co s no co mp ren da n l a en fermeda d . Es i mpo si b le co mpren d er y co no ce r a u n e n emi go , mien tra s se "l ucha " co n tra él . Mie n tras la me di cin a no te rmi ne e sta lu ch a , ten drá que se gui r cargan do su d e sti no de n o se r co mp e te nte e n cu esti ón de en fe rme dad e s, po r fal tarle la co mpre n sió n para ell o. El pa so má s i mp orta nte y pri mord ial de l en fe rmo co n siste en estar en a rmon ía con la en fe rme dad , en d arl e su co nsen ti mi en to . ¿Có mo pu ede ll eg a r el pa ci en te a l og rar tal co sa, si su mé di co se co nsi de ra u n lu ch ad or co ntra l a en ferme da d? L a resi ste nci a sie mpre provoca resi ste nci a , l a lu ch a sie mpre ori gin a l ucha . De mo do si mila r a l o s go bie rn os e n gu erra , q ue sól o i n fo rman a sus pue blo s so bre la s vi ctori a s, pe ro se calla n l as de rrotas, a sí de lo s círcul os de la medi cin a sola me n te se e scu ch an victo ria s sob re la s en fe rmed ad es. Un o diría qu e de spu és d e tan tas vi cto ria s an un cia da s, po co a p o co no deb ería ya que da r ni ra stro d el en emi g o ... Pe ro el ad versari o ¡gra ci as a Di os!, ti en e tal ma gni tu d , que n o se d eja imp re si ona r p or l a s in ye ccio ne s, lo s co mp ri mid o s y l o s cuchill os de l a me di cin a. Y digo : g ra cia s a Dio s, porqu e al d e sa pa re cer l a s en fer me da de s ta mbi én de sap are cería l a p osi bilid ad d e l a e volu ció n hu mana . El ho mbre sola men te pu ed e se r cu rad o po rqu e e stá en fe rmo , si n en fe rmed ad no h a y salvación . El se gu nd o gra n ene mi go , seña lad o co mo tal po r l a medi ci na . es la mu erte, a la q ue tambié n se e sta rá tra ta ndo d e ve n cer. Esta o cu pa ció n imp ide e vid en temen te qu e se cono zca más de cerca "l a vida ". Porq ue co n nu estra s ob se rvaci on es aún no se h a l leg ad o má s all á de a lgu na s ma ni fe sta cio ne s d e la vida . L a vid a mi sma c o mo calid ad , i nd epe ndi en te es al go rel ati vo d esco no cid o e n aq uello s círculos pro f esionales Esto no es de sorprender si se toma en cuen ta que la medicina, desde sus principios hasta hoy en d ía, estudia cadáveres y así resulta ser más la ciencia del hombre muerto que del vivo. Aqu í reina la misma ley primordial que en el transcurso de destino de cada hombre, uno s iempre se ve obligada a ocupararse de manera especialmente intensa . Mirándolo más de cerca, esta r esistencia contra la enf ermedad la muerte resulta algo sos p echosa en una prof esión cuya meta de clarada es ayudar al prójimo. Re sistir signif ica lo mismo que no estar reconciliado, lo que lle va n uevamente a la conclusión de que hay temores subconscientes. La ayuda demuestra ser una lucha transferida al mundo exter ior, contra los problemas propios, con tra angustia no -resueltas ante la enfermedad y la muerte. Quien haya comprendido realmente la enfermedad, ya no puede hablar mas de "la lucha contra las 64

VIDA Y DESTINO HUMANO enfermedades". El que está reconcilia do con la muerte, no habla de "la carrera contra la muerte", cua n do se lo gra mantener en acción las f unciones corporales de una persona en una sala de terapia intensiva. Leímos en un periódico algo sobre médicos desesperados. La razón de esta desesperación era un joven accidentado, que aprove chaba las breves f ases en que recuperaba el conocimiento para pagarse estrictamente a aceptar transf usiones de sangre, lo qu e su fe le prohibía. Uno se pregunta con s orpresa por qué los médicos 'es taban tan desesperados. Espe remos que haya sido porque les f alta ba la f ortaleza de la fe de aquel paciente. ' Si la ambición de poder de la medicina se sigue desarrollando como hasta ahora, pronto tendremos que asegurar el derecho a la enfermedad y a la muerte mediante norma consti tucional. La ayu da siempre adquiere un gusto raro, si e s prestada a cualquier precio y hasta en contra de la voluntad de la persona en cuestión. Por supuesto, no queremos ser unilaterales en nuestras conside raciones y p retender que son los médicos los q ue tienen la cu lpa si los pobres pacientes no pueden encontrar un sentido más pleno a la en f ermedad y a la muerte. La ley de resonancia dice que cada uno reci be lo que merece. En nuestro caso esto signif ica que lo s enfermos reciben la medicina que se merecen. Esto también es válido en cada caso individual. Cada enfermo se encuentra con el terapeuta para el que está maduro y vice versa. Por e so, todos los terapeutas están tan prof undamente convencidos de la ef ectividad exclusiva de su métodos Cuando una s oci edad ha olvidado entender se con el destino y no tiene ganas de a sumir la r espons abilidad del estar enfer mo, nu tr e con sus pr opias expectativas u na medicina como la tenemos hoy. E s por eso que no se puede cambiar a la medicina, sino sola mente a los pacientes, y es de estos de quienes tr atamos aquí. E star enfer mo significa que el hombr e ha caído fuer a de un or den; signi fica no vivir ya dentr o de la ley. E se "estar enfer mo" se señaliza por síntomas. E stos tienen función de señal y pueden mostr a r nos un camino al "estar enfer mo" y a la cur ación, si se compr enden bien. Los síntomas mismos no son enfer medade s, por eso lo menos importante del mundo es hacer desaparecer síntomas. E n la técnica tenemos muchos sistemas de al ar ma como, por ejemplo, la lu z r oja en un congel ador, que se en c iende cuando la temper atur a sube en for ma fuer a de lo común. A l encender se la lámpar a, ninguna per sona r azonab l e iría a aflojarla y al apagar se la luz, anunciar ía con or gullo haber r epar ado el co ngelador. E n la 65

VIDA Y DESTINO HUMANO "r epar ació n" del hombr e, sin emb ar go, se r epite per manentemente ese gr otesco pr oceder. A penas se "enciende" un síntoma, ya está ahí el médico par a hacer lo desapar ec er y anota esa tr eta como un éxito de la ter apia. A sí sur ge la par adoja de que las estadísticas de éxito de la me dicina se apoyan única mente en el hecho de que no se sabe cur ar . P or que cada síntoma r e primido obliga a la per sona a manifestar su "ser enfer mo" no tr atado, en otr o nivel. La supr esión de este nue vo síntoma ya no s da el éxito de ter apia núm er o 2 y así pr ogr esi vamente. Hay un nombr e par a este efecto: el desplazamiento de síntomas, per o este pr oceso se disimula cada vez más por la alta especialización, el enfer mo lleva su pr óxima enfer m edad al especia lista siguiente. E l hombr e se enfer ma sie mpr e y solamente de un principio primor dial, no debido a bacter ias, vir us, toxinas o cosas par ecidas. Cur ar significa tor nar al hombr e m ás sano, santificar lo, acer car lo mas a la salvación) L a cur ación está ligada a un pr oceso de toma de conciencia que l o r econcilia nuev amente con el pr incipio primor dial ( DE IDA ) del que estaba enfer mo. U na cur ación así compr endida no es por supuesto cuestión de tener me dios técnicos cada vez mejor es, ni sistemas de diagnóstico más r efinados, ni más química. Cur ar es siempr e un acto sacer dotal, que se desar r olla más allá del mundo t angi bl e. Por eso, a prend e r a curar es muy poco f act i bl e; un verdade ro curad or debe s er l egiti mado por l a nat ural eza como sacerdot e, ti ene que ser un i ni ci ado. Paracel so y Hahnema n eran, por ej empl o, t al e s i ni ci ados por l a nat ural eza. Habí a y hay t odaví a muchos más, aunque no sean d e cel ebri dad co mparabl e, pero si empre son po co s l os que sabe n y est os ll evan si empre el se ll o del sacerdo ci o —y e st os pocos so n los que en reali dad cambi an el mundo .Así el médi co Wl adi mi r Li nd erb erg en su "Rei se nach I nnen" ("Vi aj e haci a adent ro") l e hace dec i r a But url i n: "... pero el mun do no puede exi sti r de Nin guna manera sin los labios , sin los santos , sin los que oran no se los ve ,ni se les oye sin embargo son más reales que todos los demás porque son los únicos que permanecen . An te l a g ra n ca n ti d a d d e e n fe rmo s, p u e d e q u e p a re z ca n a l ej a d a s d e l mu n d o y n o re a li sta s e sta s e xi g e n ci a s p a ra u n cu r a d o r., En e fe c to , se rá di fíci l me n te p o si bl e o cu p a r lo s p u e sto s d e n u e stra s g ra n d es e mp re sa s d e me di ci n a co n ve rd a d e ro s cu ra d o re s. U n co n su l to ri o n o rma l d e n u e stra m e d i ci n a so ci al ta mp o co e s e l me j o r l u g a r p a ra o cu p a rse d e l a s al va ci ó n d e l al ma d e l o s p a ci e n te s . N o e s p a rte d e n u e stro te ma , a ve ri g u a r si e se e s ta d o d e co sa s e s l a co n di ci ó n o l a co n se cu e n ci a d e n u e stra me d i ci n a . Qu e re mo s mo stra r ú n i ca me n te q u e sí e xi ste n ca mi n o s p ra cti ca bl e s p a ra tra ta r al p a ci e n te se g ú n e l 66

VIDA Y DESTINO HUMANO p ri n ci p i o p ri mo rd i al d e l a cu ra ci ó n , si p o r l o me n o s se e stá d i sp u e sto a se g ui r l a s i n di ca ci o n e s d e l o s g ra nd e s mé d i co s Ini ci a d o s y su s e n se ñ a n za s. ' L a h o me o p a tía U n o d e l o s co n o ci mi e n to s fu n d a m e n tal e s e n el a rte d e cu ra r e s l a h o me o p a tía , ta l co mo h a si d o d e sa rroll a d a y tra n smi ti d a e n su fo rma má s vá l i d a p o r Sa mu e l H a h n e ma n n (1 7 5 5 -18 4 3 1 . D e s d e e se mo me n to h a sta el d ía d e h o y, l a h o me o p a tía h a si d o a ta ca d a ta n a p a si o n a d a me n te p o r su s co n tra rio s co mo d e fe n d i d a p o r su s se g ui d o re s. A co n ti n u a ci ó n , n o s o cu p a re mo s u n p o co má s d e ta ll a d a me n te d e l a h o m e o p a tía . Esto n o s ol a me n te p o rq u e e n u n a é p o ca de p el ig ro a l a o rd e n d el d ía d e p arte d e l o s l e g i sl a d o re s h a ce má s n e ce sa ri a q u e n u n ca u n a me j o r co mp re n si ó n j u sta me n te e n l o s cír cul o s n o - mé d i co s, si n o ta mb i é n p o rq u e l a h o me o p a tía e s mu ch o má s q u e u n me ro m é to d o d e te ra p i a . Observándola más de cerca, la homeopatía se revelará como el verdadero principio de curación de este universo. Y e ste signif ica do le da su legitimación también al uso t erapéutico concreto. Ade más, con este ejemplo se quiere mostrar que la cosmovisión esoté rica está capacitada para presentar de manera simple y cla ra las relaciones f uncionales, que para el hombre de mente materialista parecen una imposibilidad lógica. Los principales ataques se d irigen ge neralmente contra el pro cedimiento de producción de los medicamentos homeopáticos. Un medicamento de este tipo sería "t an diluido" que p arecería impo sible que contu vie ra todavía algo de la sustancia activa. Con sor prendente obstinación por no querer aprender, la prensa demuestr a ese proceso al público con el ejemplo siguiente: Se vierte una gota de una sustancia en el lago de Bodensee o en el Mar del Norte, se revuelve simbólica mente y después se af irma que una botellita de agua sacada en la otra orilla es ahora más o menos equivale nte a la dilución homeopática D 30. Las pruebas en contra se tornan aún más científ icas cuando se compran en la f armacia cinco medica mentos homeopáticos dif erentes y después se analizan con instrumentos modernos hasta lle gar a su estructura at ómica, solamente para constatar entonces que cada una de las cinco botellitas con tienen tan sólo, alcohol con algunas impurezas. Se ha desenmascarado el engaño y se exige en alta vo z "en in terés del público" que los legislad ores procedan a actuar f inalmen te contra esta estafa. Para no seguir siendo víctimas de esta argumentación, que ni siquiera roza la homeopatía, observemos en primer lu gar cómo se prepara un medicamento homeopático. La sustancia inicial para el mismo puede ser prácticamente casi todo lo que s e encuentra en materia de sustancias en 67

VIDA Y DESTINO HUMANO este mundo, pero se limita primariamente a las sustancias de los t res reinos de la naturaleza: el mineral, el animal y el ve getal. Tomemos como ejemplo, la belladona (Bell). A partir de este f ruto ve getal se prepara una tintura que viene ser la sustancia ori ginal y se llama por ello también tintura madres (símbolo: 0). Ah ora se toma una parte de ella y se le agregan die z partes de una sustancia solvente, como por ejemplo, alcohol, y se a gitan ambas. Este agita r, que más exactamente es una cantidad def inida de sa cudidas, se llama potenciar. El producto f inal de este procedimien to se llama ah ora : Be ll. D 1, o se a la prim e ra p ote ncia de cima l de la planta be llado na. De esta Be ll. D 1 se toma nue va ment e una p ar te y se a g ita con 1 0 pa rt es d e so lven te y a sí se obt ien e Be ll. 2. E st e p ro ce so de p oten cia r se rep it e d e mo do con tinuo, lo que n os lle va a l esque m a siguie nte : Bell. D 1 Bell. D 2 Bell. D 3 Bell. D 4 : Bell. D 5 ; Bell. D 6 ^ : Bell . D 7 1 p a rte Be ll . + 1 0 p a rte s d e al co h o l 10 partes de alcohol 10 partes de alcohol 10 partes de alcohol (R el a ci ó n 1 :1 0 ) 1 p a rte Be ll . D 1 -i (R el a ci ó n 1 :1 0 0 ) 1 p a rte Be ll . D 2 -* (R el a ci ó n 1 :1 .0 0 0 ) 1 p a rte d e Be ll . D 3 (R el a ci ó n 1 :1 0 .0 0 0 ) 1 p a rte Be ll . D 4 + 1 0 p a rte s d e al co h ol (R el a ci ó n 1 :1 0 0 .0 0 0 ) 1 p a rte Be ll . D 5 + 1 0 p a rte s d e al co h ol (R el a ci ó n 1 :1 mil l ó n ) 1 p a rte Be ll . D ^ 1 0 p a rte s d e al co h o l (R el a ci ó n 1 :1 0 mil lo n e s) = Bell. D 30 1 parte Bell. 29 - 10 partes de alcohol (relación 1:1 quint illón) Aquí ter minamos nuestra tabla de D 30 a pesar de que de nin guna maner a la potenciación de un medicamento tiene que detenerte aquí. Cada medicamento se puede obtener en las potencias más var iadas, se puede obtener Bell. D 30 asi como Bell. D 12. D 30 ó también D 200, D 500, D 1.000 o D 10.000. B elladona D 200 corresponde según el esquema anter ior a una r elación de una parte Bell, con tantas par tes de alcohol como lo expresaría el número 1 con 200 cer os. 68

VIDA Y DESTINO HUMANO Ahor a bien, se sabe que ya en la D 23 no hay ni una sola molécula de la tintur a mad r e ( en nuestr o caso: Bell.) , todo lo que se hace a partir de la D 23 es una agitación r i tual del alcohol. Una belladona D 30 no se distingue químicamen te de una belladona D 200 en pr ácticamente nada. Las dos son alcohol puro y no mer ecen, visto de esta m aner a, ni siquier a la eti queta "Belladona". Y sin embar go la homeopatía trabaja con estas "potencias altas. Gahnemann usaba casi exclusivamente la poten cia 30 y con ella r ealizaba todas sus cur as. El adversar io de la homeopatía se alegra de que con esto qued a co m p ro b a d o qu e se t ra ba ja " co n n a d a" . P e ro e l ve r d a d e ro h o m e ó p a ta u sa la D 3 0 , ju st a m e nt e p a ra a se gu ra rse d e qu e ya n o e st á t ra b a ja n do co n m a t e ria. P a ra co m p let a r, se d e b e ría m e n cio n a r a qu í qu e t a m b ié n e xis t e n la s a sí lla m a da s p ot e n cia s C (p ot e n ci a s ce n te sim a le s), d o n d e e n ca d a p a so d e p ot e n cia ció n se a git a e n la re la ció n 1 : 1 0 0 (e n ve z d e 1 : 1 0 e n la s p ot e n cia s D). E n la s p o t e n cia s C , qu e e n re a lid a d so n la s m á s o rigin a le s y p o r e so d eb e ría n t e n e r p ref e re n cia , se ab a n d o n a po r su p u e st o co n m á s ra p id e z t o d a vía e l n ive l m at e ria l, d e sd e la C 1 2 ya n o h a y n i u n át o m o d e la t int u ra m a d re. Un d e sa rro llo po st e rio r d e Ha h n e m a n n so n la s a sí lla m a d a s p o t en cia s L M (p ot e n cia qu in t a ce nt e sim a l) qu e co rre sp o n d e n a la s p ot e n cia s a lt a s, p e ro so n m á s f á cile s d e u sa r e n la t e ra p ia. L o s p ro b le m a s e sp e cíf ico s re la cio n a d o s co n e st o n o n o s in te re sa n a qu í. S i ya e l h e cho d e qu e lo s m e d ica m e nt o s n o co nt e n ga n " na d a " d e lo qu e a n u n cia su et iqu et a , n o s p re se n t a algu n o s p ro b le m a s" , en t o n ce s la d o sif ica ció n a u m e nt a co n sid e ra b le m e nt e la co nf u sió n. S i se le p re scrib e a u n p a cie nt e p o r e je m p lo u na D 6, p u e d e se r qu e t e n ga qu e in ge rir u n a to m a ca d a 2 h o ra s, sie n d o u n a to m a sie m p re 7 go t a s o 7 gló b u lo s. Re su lt a qu e lo s m e d ica m e nt o s h o m e o p át ico s n o vie n e n so la m e nt e e n f o rm a líqu id a , sin o t a m b ié n co m o pe qu e ñ o s gló b u lo s d e la ct o sa, lo s a sí lla m a do s gló b u lo s. E n e ste ca so la la cto sa co rre sp o n d e a l d isol ve n t e a lco h ol. De u n m e d ica m e nt o e n p ot e n cia 3 0 (D 3 0 ) p u e d e in ge rir u n a t o m a so la m e nt e u n a ve z a l d ía , u n a D 2 0 0 se le d a s o la m e nt e u n a ve z y d e sp u é s nin gú n o t ro m e d ica m e n t o d u ra nt e 6 se m a n a s. E s b a st a nt e e xt ra ñ o p a ra un ciu d a d an o a co st u m b ra d o al co n su m o d e p íld o ra s , re cib ir 7 go t a s d e u n m e d ica m e nt o y qu e le d iga n qu e vu e l va d e n t ro d e 6 se m a n a s, y e st o co n u n a D 2 0 0 , " q u e h a c e t ie m p o ya n o co n t ien e m á s n a d a". L a co nf u sió n au m e nt a a ún m á s cu a n d o se ve q u e e l h o m e ó p at a p re scrib e e l m ism o m e d ica m e nt o a u n a se ñ o ra, a cu yo m a rid o le d io ta n t o re su lt a do e n su o p e ra ció n d e a m ígd a la s, p e ro a e lla ah o ra se lo p re scrib e p a ra su s va rice s . P e ro c u a n d o la se ñ o ra t e n ga su p ró xim a inf la m a ció n d e a m í gd a la s, se le d a rá u n m e d ica m e nt o t ot a l m e n te 69

VIDA Y DESTINO HUMANO d ist in t o. T a m bié n lla m a la a t e n ció n qu e lo s m e d ica m e nt o s m ism o s n o lle ve n cla se d e in d ica ció n re sp e ct o d e e n qu é ca so s se a co n se ja u sa rlo s. La inform ación como medio de curación •. Con tantos disparates no ha de sorprender demasiado, que s cosa f ácil para los clínicos caracterizar a la homeopatía como u superstición. Por otro lado tenemos los é xitos, que son tan clan que aún palabras como ef ecto-placebo, curación espontánea, auto sugestión, sólo suenan como pretextos. Que a u n médico home pata, que durante tre inta años realiza su práctica sola mente con homeopatía, se le impute que trabaja exclusivamente con la f uer imaginativa de sus pacient es no es más que una señal de estúpida ingenua. Porque si esto f uera así, ve rgüenza tendría que darle a medicina of icial no obtener la misma cantidad de éxitos con ef ecto placebo. Pero entonces se espera todavía una explicación científ ica, de cómo puede ser que haya ignor antes que, con su imaginación están dispuestos a proporcionarle éxitos al homeópata Aquí se podría citar una larga lista de pru ebas puramente experimentales para comprobar la ef ectividad de los medicament os homeopáticos; ensayo de cristalización según Pfeiffer, dynamóli: capilar según Kolisko, e nsayo de medicamentos según Voll etc…. Pero no se trata en est e libro de probar a los que n o quieran entender algo que no pueden ni quieren comprender Mas bien propon go aquí la ef ectividad de la homeopatía como muy superior a cual quier otro procedimiento de la medicina of icial. Porque esto es hecho, del que cualquiera se puede convencer solo, si quie re! M as interantes que cualquier p rueba f uncional son las consideración de cómo y por qué justamente la homeopatía puede curar y p qué contra dice en todos los puntos el mundo corriente de las ide as de la medicina. Todas las contradicciones se resuelven rápid amen te cuando sabemos distinguir dos conceptos: la inf ormación y el por tador de información. Miremos una cinta en cassette: vemos que consist e en una caja de plástico y en una cinta de material sintético con una capa sensible. Con este c assette se puede grabar por ejempl o un concierto o una conferenci a. La conf erencia o la música la información, el cassette no es m ás que el portador de la inf ormación. Dos cassettes, una con una grabación de música y !a otra c< una conf erencia no se podrían d istingu ir materialm ente si no f ue. .. por sus etiquetas distintas. Lo mismo pasa con un libro, E l libro mismo consiste en pa pel col a y ti n ta d e i mp re n ta . El co n te ni d o p o d ría se r , p o r e j e mp l o , u n tra ta d o so b re l a hi sto ri a d e Eu ro p a . Si se l e d a e se li b ro a u n g ru p o d e ci e n tífi co s, co n la o rd e n d e a n a l iza rl o h a sta su e stru ctu ra a tó mi c a , se o b te n d ría d e sp u é s u n a l i sta co n e l p e so d el li b ro , su s me d id a s e xa cta s, l o s re sul ta d o s d e l a n ál i si s e sp e ctra l , l a co mp o si ci ó n q u í mi ca e xa cta , e tc. 70

VIDA Y DESTINO HUMANO So l a me n te u n a co sa n o su rgi ría má s e n e se a n á li si s: l a hi sto ri a d e Eu ro p a . El co n te n id o d el l i bro , su i n fo rm a ci ó n e n sí, se h a p erd i d o e n el a n á li si s. D e sd e el p u n to d e vi sta d e l o s a d ve rsa ri o s d e l a h o me o p a tía , to d a l a o fe rta co mp l e j a d e li b ro s se ría u n a p u ra e sta fa , p o rq u e to d o s l o s l i b ro s co n si ste n a g ra n d e s ra sg o s d e l mi smo ma te ri al y l o ú ni co q u e l o s di sti n g u e so n l o s t ítul o s. En e l l a b o ra to ri o n o se p u e d e co mp ro b a r ni me d i r té cn i ca m e n te , q u e l o s di sti n to s títu l o s ta m bi é n co rre sp o n d a n a di sti n to s co n te n id o s. L a i n forma ci ó n e s si e mp re a l g o i n ma te ri al y p a ra se r tra n smi ti d o , n e ce si ta u n p o rta d o r ma te ri a l . U n p o rta d o r a sí p u e d e co n si stir e n l a s su sta n ci a s má s v a ri a d a s, ci n ta g ra b a d a , di sco , p a p e l , ma d e ra , p i e d ra , me ta l , a ire , e tc., y si n e mb a rg o cu mp li r si e mp re l a mi sma mi si ó n . Po rta d o re s de i n fo rma ci ó n s i mi l are s pueden tra n smi tir las in fo rma ci o n e s má s va ri a d a s y p o r o tro l a d o l a mi sma i n fo rma ci ó n p u e d e se r co n fi a d a a p orta d o re s m u y va ri a d o s. L o q u e g e n e ral me n te i mp o rta má s e s l a i n fo rma ci ó n y n o ta n to el ma te ri al d el p o rta d o r. Si se q ui e re co n o ce r el Fa u sto d e Go e th e , e s d e i mp o rta n ci a se cu n d a ri a , si l e o el te xto i m p re so e n p a p el , e scri to e n me ta l o h a bl a d o e n u n a ci n ta . L o q u e i mp o rta e s l a i n fo rma ci ó n e n sí. Si re ci b o u n ej e m pl a r d el " Fa u sto " d e Go e th e , b a st a co n e ste ú n i co ej e mp l a r p ara tra n smi tir l a i n fo rma ci ó n . D i e z to mo s a di ci o n a l e s d e l mi smo l i br o n o a u me n ta n l a i n fo rma ci ó n . Tra n sfi ra mo s e sto s ej e mp l o s si mp l e s a n u e stro p ro bl e ma . Ya d i ji mo s q u e , e n u n a e n fe rme d a d , si e mp re e s el h o mb re e l q u e e stá e n fermo , n u n ca l a ma te ri a . Esta co mo ta l n o se p u e d e e n f e rma r, “p o rq u e t o d a ma te ri a e s "e n fe rma " e n sí. En l o co rp o ra l se ve n so l a me n te l o s ra stro s d e l a e n fe rme d a d . Si se q ui e re cu rar, e sto si e m p re ti e n e q u e co mb i n a rse co n u n a a mp li a ci ó n d e l a co n ci e n ci a , co mo ya re ca l ca mo s a n te s. Pe ro a mp li a ci ó n d e l a co n ci e n ci a q ui e re d e ci r a fl u e n ci a d e i n fo rma ci ó n . Si u n me d i ca me n to q ui e re se r ll a m a d o "me d i o d e cu ra ci ó n " (= se r me d i a d o r d e l a cu ra ci ó n ), e n to n ce s e se me d i ca me n to l e ti en e q u e a p o rta r al h o mb re la i n forma ci ó n q u e l e fa l ta . Si re co rd a mo s l a co rre spo nd en cia del h o mbre co mo mi cro cosmos al ma cro co smo s, e nton ce s tod o lo qu e le fal ta al mi crocosmos ho mbre tie ne qu e p od er se r e ncon trad o en el ma croco smo s. To do s lo s prin ci pio s e stán i ndi vid ua li za do s e n e l macro co smo s co mo mi ne ral es ani mal e s o p lan ta s. L o e sen ci al de una pl an ta me di ci n al e s j usta men te su i ndi vid uali da d , su al ma co mo re presen ta n te d e u n(prin ci pio pri mo rdi al , qu e se ma ni fie sta e n su o rga ni smo corpó reo Si a un a perso na le fal ta u n p rin ci pio p ri mo rdial (el médi co p re gu n ta : ¿Qu é le pa sa? , e n al e má n "¿Qu é le fal ta ?"), se pu ed e bu en e l ma croco smo s y se l e p ue de i ncorporar al e n fermo esa in fo rma cio n . Pe ro pa ra esto e s 71

VIDA Y DESTINO HUMANO ne ce sa rio d espren der la i nformaci ón un a pl an ta , de u n mi neral , de u n ani mal , e tc., d e su fo rma corpó rea apa re nte , de lib erarla d e su p ri sió n en la ma te ria . De spué s se , ti e sa in forma c i ón lib era da y se l a a copl a a un p orta do r de i nforma ci ón a de cu ad o, p ara a sí po de r se r tran smi ti d a Ju sta me n te e sto es lo qu e su ce de en el proce so d e p oten ci al e n l a ho me op atía. En el p ro ce so de scri to se d espren de p aso a l a e se nci a d e la p lan ta, su ind i vid ua li da d, d e su forma co rp óre a mi smo ti e mp o se acopl a l a in fo rma ció n lib era da a u n po rt; n ue vo , n eu tro, co mo po r eje mpl o al coh ol , l acto sa . C ua nto más la r go e s e se proceso y más al ta la p o ten ci a, má s se la lib era d e su cau tiveri o materi al y co n ta nta más fu erza p ue d e de sp lega r su in fo r ma ci ón e n el e sp aci o i nma te rial . Po r e sto e s q u e, parale la me n te con l a p oten ci a, l a e fe ctiv ida d : au me n ta de ma ne ra ta n tre me nd a, q ue a ve ces d e un a D 20 0 n o se d an má s q ue do s go ta s o g lób ulo s, y en fermeda de s, h asta en to n ce s : incurabl es, d esap are ce n p ara si empre . Si p or u n de scui do e n ve z do s glób ulo s se trag a ra u na li bra e n tera, no p a sa ría ta mpo co ni má s ni me no s, e s co mo e n nu estro ej e mpl o co n el lib ro : di ez li bro s a dici on ale s no ap ortan má s i n fo rma ció n qu e un o. Ci en ta rje ta s d e vi sita no d icen má s sob re un a d i re cci ón q ue un a . Co mo al verda de ro h o me óp ata l o úni co que le i nte re sa es l a in fo rmaci ón , traba ja e xclu si va men te co n po te nci as ma yore s a D 30 , porqu e la s po te n ci a s ba jas, al con te ne r to da vía pa rtícul a s materi ale s, tie ne n h acer de svío s corp óreo s, p or e so ta mbié n ti en en q u e se r to m a da s e n do sis más frecue n te s. El qu e ha ya en te ndid o l a po te ncia ció n co mo p ro ce so g ra du al , de "e spi ri tu aliza ció n" de la ma te ria , t a mbi én verá l a di fe ren ci a e n tre una disolu ció n d e un e lemen to y la po te n cia ció n d el m i smo Es p o r e sto q u e l a i ma g e n d e u n a sol a g o ta e n e l l a g o d e Bo d e n se e n o ti e n e n a d a q u e ve r co n l a h o m e o p a tía , p o rq u e n o e s cu e sti ó n d e di l ui r l a su sta n ci a , l o e se n ci al e s l a p o te n ci a ci ó n . L a h o me o p a tía se g ú n H á h n e ma n n n o e s u n a te ra pi a "co n mu y p e q u e ñ a s d o si s d é me d i ca me n to s", si n o e s u n a te ra pi a si n n i n g ú n me d i ca me n to ma te ri al . E sto debe r ecalcar se, por que hay un gr upo de ho meópatas que s e autodenomina "crítico" que denuncia con fer vor las potencias altas y quier e adaptar las potencias bajas , a tr avés de teor ías mate riales, a la maner a de pe nsar de la medicina oficial. P er o la adapta ción de disciplinas esotér icas en manos de seguidor es incompeten tes es siempr e tr aición y demuestr a solamente que se per fila una neur osis en aquellos que la hacen."Y a lo dijo par acelso: "Lo que mastican los dientes, no es el medicamento; n adie ve el medic a mento. No es cuest ión de cuer po, sino de fuer za E l principio de la semejanza , Después de este intento de explicar la pr epar ación y el efec to de los medicamentos ho meopáticos, llegamos al núcleo de la cues tión: cómo se puede verificar , cuál es la infor mación que le falta frl 72

VIDA Y DESTINO HUMANO enfer mo y có mo se puede r econo cer, dónde se m anifiesta esa in for mación que fal ta en el dominio macr o cósmico . L a r esp uesta está en la for mulación clásica de Háhn emann: "S imilia similibus cur antur " o sea: "Lo similar se ha de cur ar po r lo similar." E ste mandato de la similar idad es la piedr a angular de la ho meopatía y en su validez sobr epasa ampliame nte el dominio de la medicina. La ejecución concr e ta de esa instr ucción se hace de la si guiente maner a: casi todas las sustancias que se encuentr an en la natur aleza son tóxicas. E l gr ado de toxicidad de las distintas s us tancias difier e solamente en la dosis r equer ida par a q ue sea tóxic a. A sí hace falta muchísima más sal común par a intoxicar se que por ejemplo mer cur io. P er o todas las sustancias pr ovocan, a par tir de cier ta cantidad, síntomas de enve nenamiento en los or ganismos huma no. La homeopatía e nsaya sus medic amentos en per sonas sanas. Una per sona ingier e de una sustancia ( miner al, vegetal, etc.) una cantidad tal que enfer ma el or ganismo sano. T odos los síntomas r e sultantes se obser van minuciosam e nte y se anotan en un pr otoco lo. De esa manera se llega a tener el cuadr o de toxicidad , o sea, el cuadro medicamentoso de determin ada sustancia. Es cierto que el cuadro clínico resultante de la into xicación siempre mostrará sola mente una reacción individual, sub jetiva, de u n cuerpo a esa sus tancia, pero el examen repetido de la misma sustancia en dist intos individuos, permite establecer un cua dro característico de los ef ec tos de un determinado medicamento. En esta verif icación de medica mentos, el individuo sano toma un medicamento y como consecuen cia de ello, se enf erma. S i el médico encuentra a un enfermo, cuya suma de síntomas tiene una gran similitud con el cuadro de enf er medad provocado en una persona sana por un cierto medicamento, entonces resulta que este medicamen to es el "simile", o sea el me dicamento indicado, q ue es capaz de curar al enfermo. Lo único es que el enf ermo no recibe el m edicamento en su f orma material ( tó xica), sino en una potencia. Volvamos a repetir: Un medicamento, por ejemplo, Belladona, provoca por su toxicidad en un individuo sano, una enf er medad con síntomas característicos. Si un enf ermo que no ha ingerido Belladona, presenta un cuadro sintomático similar al cuadro de intoxicació n con Belladona, entonces Belladona, en su f orma po tenciada, es el medicamento indicado para ese paciente. Porqu e "Similia similibus cu rantur", lo similar se curará por lo similar. Aqu í vemos otra ve z todo el signif icado de la le y de polaridad: lo que es veneno para el sano, es medicamento para el enf ermo. No es casualidad que en griego la palabra "Pharmakon" signif ica tanto veneno como medicamento. 73

VIDA Y DESTINO HUMANO

De la manera descrita h an sido e xaminados unos cuantos miles de medicamentos por los pioneros de la homeopatía, que lo s pro baron en su propio cuerpo para poder verif icar su s síntomas de toxicidad. El médico se enfermó a sí mismo, devino un paciente a la par. El verdadero sign if icado de homeópata es Homoinon = simila r, pathein = suf rir. Así como se transf orma veneno en medicamento -a través de la potenciación, el médico que por voluntad propia se sumerge en la enfermedad, deviene el verdadero curador, porque se__ asemeja al enfermo en el padecimiento. Aquí ya se impone la idea de Cristo, que, siendo Dios, devino un ser humano suf riente por su propia voluntad, para que, de manera homeopática, a través del ^ padecimiento simi lar, pudiera redimir así al hombre. Si bien ya se h an examinado un número increíblemente alto de su st a n cia s re sp e ct o d e su ef e ct ivid a d co m o m e d ica m e nt o s, h a y m u ch a s m á s su st a n cia s qu e t ie n e n qu e se r e xa m in a d a s d e e sa m a n e ra , a u n qu e ju st a m e n t e e se g ra n n ú m e ro h a ce ca d a ve z m á s d if ícil e n co n t ra r e l m e d ica m e nt o " sim ila r" a p ro pia d o e n ca d a ca so in d ivi d u a l. P e ro la h o m e o p at ía so la m e nt e h a b rá te r m in a d o su t ra b a jo, cu a n d o h a ya e xa m in a d o la t ot a lid a d d el m a cro co sm o s re sp e ct o d e su ef e ct ivid a d tó xica y co n e sto su ef e ct ivid a d d e cu ra ció n. S i re co rd a m o s lo d ich o e n re la ció n co n la a st ro lo gía so b re e l e nf e rm a rse d e u n p rin cip io p rim o rd ia l, en t o n ce s e l m é t o d o d e t ra ba jo d e la h o m e o p at ía se t ie n e qu e a cla ra r ca d a ve z m á s. E l h o m b re co m o m icro co sm o s co n t ie n e e n sí m ism o la su m a de to d o s lo s p rin cip io s p rim o rd ia le s e n f o rm a d e u n id a de s in m a t e ria le s. E l m a cro co sm o s ta m b ié n co nt ie n e t o d o s e st o s p rin cip io s p rim o rd ia le s, p e ro e n su f o rm a d e ca íd a , pe ca m in o sa, at a d o s a la o scu rid a d d e la f o rm a f e n o m é n ica m a te ria l. La ca í d a d e l rein o d e la s id e a s al re i n o d e la m at e ria t o rn a tó xico s a lo s p rin cip io s, p o rqu e t ó xico e s e l p o lo o p u e st o d e sa n o, sa nt o . P o r e so se h a d ich o qu e la s su sta n cia s m at e ria le s n u n ca pu e d e n cu ra r, p o rqu e e lla s mism a s t o d a vía n o e st á n re d im id a s. S i u n a pe rso n a sa n a in gie re u n p rin cip io p rim o rd ia l d e e se t ip o e n su f o rm a m at e ria l, se int o xica y se e nf e rm a . P e ro e n e l e nf e rm o pa sa lo m ism o . E n e l e nf e rm o u n o d e " su s" p rin cip io s p rim o rd ia le s se p re cip it a a la f o rm a m a t e ria l, " se vu e l ve b rut o " (Frit sch e ) y se m a te ria liza e n su cu e rp o co m o su st a n cia. E st e p rin cip io p rim o rd ia l m a te ria liza d o e s lo qu e lo int o xica y a sí e s co m o se e nf e rm a . A h o ra le f a lt a e se p rin cip io p rim o rd ia l e n e l n ive l in m at e ria l, e n ca m b io , e xp e r im e nt a su ef e ct o tó xico e n e l n ive l c o rp o r a l. L a t a re a d if ícil d e l h o m e ó p at a e s a ve ri gu a r cu á l e s e l p rin cip io p rim o rd ia l qu e e nf e rm a a l p a cien t e; e l m é d ico le d a e se p rin cip io a u se nt e co m o m e d ica m e nt o , e l qu e , a ú n p ro ve n ie n t e d e l m a cro co s m o s, 74

VIDA Y DESTINO HUMANO e stá re d im id o p o r e l p ro ce so d e p ot e n cia c ió n y a sí e st á re t ran sf o rm a n d o a su f o rm a in m a t e rial. E l e nf e rm o re cib e lo qu e le f alt a. E sa inf o rm a ció n se e n ca rga d e qu e , e n e l n ive l co rp ó r e o, se a e lim in a d o e se p rin cip io p rim o rd ia l qu e se h a b ía t o rn a d o m at e ria l y t ó xico . E sa e lim in a ció n se p u e d e m e d ir e xp e ri m e nt a lm e n t e: S i u n p a cie n te re cib e u n a t o m a d e S u lf u ro D 2 0 0 (a zu f re ), e n t o n ce s, d e p ro nt o , su cu e rp o e lim in a m á s o m e n o s 6 0 0 ve ce s m á s a zu f re qu e lo n o rm a l, ha st a 5, 7 6 gra m o s d ia rio s. Co n e l p rin cip io d e se m e ja n za Ha h n e m a n n le h a d a d o u n a f o rm u la ció n vá lid a d e u n p r in cipio p rim o rd ia l. L a cu ra ció n p u e d e ef e ct u a rse so la m e nt e a t ra vé s d e la sim ilit ud . P o r co n sigu ie n t e , se p u e d e e va lu a r cu a lqu ie r sist e m a te ra p é u t ico e n la m e d id a e n qu e co rre sp o n d e a e se p rin cip io h o m eo p át ico o n o. L a m e d icin a of icia l p ie n sa d e m a n e ra a lo pá t ica, t rat a d e cu ra r m e dia n t e lo co nt ra rio (p e r co nt ra ria ). P e ro e l p rin cip io d e lo co nt ra rio e st á e n co nt ra d icció n co n la le y u n ive rsa l. L a re sist e n cia sie m p re p ro du ce re sis t e n cia; co n ella se p u e d en co n se gu ir ef e ct o s, p e ro n o cu ra r. E st o lo sa b ía n t o d o s lo s gra n d e s m éd ico s, ya 2 0 0 a ñ o s a n t e s d e Ha h n e m a n n d ijo e l gra n P a ra ce l so : " De n in gu n a m a n e ra se cu ra u n a e nf e rm e d a d p e r co nt ra ria , o se a co n lo s m e d io s co nt ra rio s, sin o co n a yu d a d e l S im ilie (" se d qu o d lib et su o sim ile " ). E l gra n P a ra c e lso e sc rib e , e n " P a ra gra n u m " : " S i sa b e s qu e u n a e nf e rm e d a d t ie n e ca rá ct e r, a rse n ica l, e st o e s lo qu e t e in d ica la cu ra , p o rqu e a rsé n ico cu ra a r sé n ico, á n t ra x cu ra á n t ra x, co m o e l ve n e n o su e le cu ra r al ve n e n o. i P o r e so un h o m b re cu ra al ot ro, p o rqu e t ie n e n la m is m a a n a t o m ía : la m ism a a n at o m ía cu ra p o r int e rca m b io ." Ya P a ra ce lso co no cía e l p rin cip io de la sim ilitu d , p e ro a ú n n o co n o cía el p ro ce so d e p re p a ra r m ed ica m e n t o s m e d ia nt e la po t e n cia ció n. E n lu ga r d e e st o, p re p a ra b a su s m e d ica m e n t o s m e dia n t e p ro ce so s a lqu ú n ico s. E n e p ro ce so alqu ím ico d e p re p a ra ció n d e u n m e d ica m e nt o t e ne m o s 1 m ism a t ra n sm u t a ció n d e l ve n e n o e n m e d ica m e nt o , so la m e nt e m e d ian t e ot ra m a n e ra qu e e n e l po t e n cia ción . Fin a lm e nt e se m e n cio n a rá o t ra ve z la a st ro lo gía , ya d e lin e a d a, e n e l ca p ít u lo a nt e rio r, cu ya e st ru ctu ra h o m e o p át ica a h o ra se p u e d e e nt e n d e r m e jo r a ú n. S i a lgu ie n se e nf e rm a d e l p rin cipio d e S a t u rn o, se le p re scrib e n co m o m e d ica m e nt o s p rin cip io s d e S at u rn o. P o r e so e l d e p re sivo n e ce sit a u n cu a rt o n e gro y n o co lo re s vi vo s.

L o qu e tie n e n t o d o s e st o s m é t o d o s e n co m ú n, e s la o p inió n d e qu e to d a e nf e rm e d ad e s u n a re p et ició n m icro có sm ica d e lo qu e lla m a m o s 75

VIDA Y DESTINO HUMANO "e l p e ca d o o rigin a l" y e s p o r e llo q u e t o d a cu ra ció n tie n e qu e se r ta m b ié n u n p ro ce so d e re d e n ció n e n p e qu e ñ a e sca la. 6. LA CREACIÓN Y EL PECADO ORI GINAL Tratar de evitar el sufrimiento; cómo y dónde sea que se presente; indica sie mpre que quien lo hace, " es fundamentalmente un no -iniciado. HERBERT FRITSCH. Debes comp render, De uno ha z die z Y al dos déjalo ir Y el tres ha zlo ya, Así eres rico. El cuatro piérdelo De cinco y seis Así dice la bruja Ha z siete y ocho, Así está consumado. El nueve es uno Y die z es ninguno, Ésta es la tabla de mu ltiplicación de las brujas GOETHE

La Tabla de Multiplicación de las Brujas, de Goethe, casi ya no es comprensible para el hombre de hoy. Se supone con f recuencia que se trata de un mero juego de palabras, sin mucho sentido, lo que en el caso de Goethe no deja de ser una suposición bastante au daz. Ya hemos hablado de la polarid ad del tiempo, de su aspecto cualitativo y cuantitativo. Así como hoy tenemos en cuenta exclu sivamente el lado cuantitativo del tiempo, también con los núme ros conocemos solamente la cantidad. El número tres para noso tros representa sierríp re una cantidad: tres manzanas, tres litros, t res grados, etc. Pero también los números poseen el aspecto del polo opuesto de la calidad. S i se a p re n d e a co m p re n d e r la ca lid a d de lo s n ú m e ro s, é st o s se re ve la n co m o la m a t riz y lo s sím b o lo s p rim o rd iale s d e la Cre a ció n . P itá go ra s, in icia d o e n la s d iscipilin a s e sot é rica s e n E gipt o , e n se ñ a b a qu e e l n ú m e ro e s la ú lt im a p ie d ra d e co n t ru cció n, la ra í z d e e st e m u n d o. S i b ie n p r o ve yó a la s Ma t e m át ica s d e te o re m a s vá lid o s h a s t a e l d ía d e h o y, c o n sid e ra b a a t o d o s lo s n ú m e ro s y re la cion e s m a te m á t ica s e n p rim e r lu ga r d e sd e e l p u nt o de vist a cu a lit at ivo , co m o p a rá b o la d e u n a re a lid a d su p e rio r.

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VIDA Y DESTINO HUMANO E st e e s e xa ct a m e nt e el crit e rio qu e d istin gu e a un e sp írit u ge n ia l de su s se gu id o re s. De sp u é s d e d e scu b ri r la le y d e gr a ve d a d , I sa a c Ne wt o n se d e d icó a t ra d u cir la B iblia y e scrib ió, en t re ot ro s, lib ro s so b re la s p rof e cía s d e Da n ie l y e l A p o ca lip sis se gú n S a n Ju a n . Usó la le y d e la gra ve d a d so la m e n t e co m o p a rá bo la y co n e st o co n si gu ió e l m o do d e p e n sa r ve rt ica l. S u s se g u id o re s y su ce so r e s ut iliza ro n la le y d e la g ra ve d a d p a ra sat isf a ce r su cu rio sid a d y a sí die ro p te st im o n io d e su f a lt a de co m p re n sió n. L o s n ú m e ro s, a l ig u a l qu e lo s id io m a s, no so n a lgo cre a d o o pe n sa d o p o r e l ho m b re , sin o algo e n co n t r a d o p o r él. L o s n ú m e ro s 'so n cu a lida d e s p rim o rd ia le s, re a lid a d e s d e u n o rd e n m a yo r. L o s .n ú m e ro s, si se lo s m ira b ie n, re ve la n la s le ye s y lo s se cre t o s d e e st a cre a ció n; ref le ja n e l p ro ce so d e la cr e a ció n. P o r e so , d e nt ro d e l m a rco ú t il y n e ce sa rio p a ra n u e st ra s co n si d e ra cio n e s u lt e rio re s, qu e re m o s e stu d ia r a lgu n a s ca ra ct e ríst ica s cu a lit a tiva s d e lo s n ú m e ro s, sin p ret e n d e r a go t a r n i re m o ta m e n t e co n e sto e l e n o rm e ca m p o d e la m it o lo gí a d e lo s n ú m e ro s. E n el e sot e rism o , a l t ra t a r co n lo s n ú m e ro s, se a p lica n so b re t od o d o s o p e ra cio n e s d e cá lcu lo: la re du cció n y la ad ició n t e o sóf ica s. L a re d u cció n t e o sóf ica co n sist e e n ret r ot ra e r a u n a so la cif ra u n n u m e ro co m p u e sto po r va r ia s cif ra s. E st o se co n sigu e si se su m a n la s cif ra s d e qu e se co m p o n e e l n ú m e ro t a n ta s ve ce s c o m o se a n e ce sa rio h a st a qu e qu e d a u n a so la cif ra . E st o se co n o ce co m o la f o r m a ció n d e la s su m a s t ra n sve r sa le s. E je m p lo s: 10=1+0=1 11=1+1=2 12=1+2=3 13=1+3=4 2311=2+3+1+1=7 666=6+ 6+ 6=18=9

De est a operac ión se dedu ce que t odos l os números si n excepci ón son sol ament e di sti nt as present aci ones de l as pri meras nueve cif ras. No hay m ás que nueve cif ras. Al t ermi nar con el l as se CUITU

pi e el pri mer ci cl o (0); podemo s escri bi r 10. A parti r de ahí comi enza un nue vo desarroll o de 1 a 9, sol ament e en ot r o ni vel . Así 77

VIDA Y DESTINO HUMANO las cif ras del 1 al 9 f orman l a mat ri z bási ca de t oda evol uci ón y de todo proceso de creaci ón. » La adi ci ón t eosóf ica consi st e en sumar en f orma ari t méti ca t o4 das l as cif ras de un número, des de su uni dad hast a su propi o val or mat emáti co. Ej em pl os: El val or t eosófi co del número 3 es 1+2+3= 6 El val or t eosófi co del número 4 es 1 + 2 + 3 + 4 = 10 El val or t eosófi co del número 7 es 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 = 28 El 28 se reduce a2 + 8= 10 =1 + 0=1 De ahí result a: 4 = 10 = 1 7 = 10 = 1 O sea: 4=7 , Si usamos estas dos operaciones de manera sistemática, se muestra una estructura inherente a la construcción de los números. Hallamos que los números 1, 4, 7, 10 son todos iguales a 1 Porque: 1 = 1 4 = 1 + 2 + 3 + 4 = 10=1 7=1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 = 28 = 10 =1 10=1 A quí s e p u ed e o bs e rv a r q ue l a c o nst r u cci ón de l o s nú m er o s s e i p ue d e d es c o mp o n er e n pa s os t ri pl es p o rq u e el n ú m er o "4" re pr e se nt a l a uni da d "1" en u n ni v e l má s el e v ad o. Así p od e m o s es c ri bi r: 1 23 456 789 10 11 12 13 14 15 y así sucesivamente.

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VIDA Y DESTINO HUMANO

Vemos que todos los números de la primera línea vertical (1, 4, 7, 10, 13, 16,19, etc.) no son más que distintas f ormaciones de la unidad. Para controlar: 1 = 1 4 =1 + 2 + 3 + 4 =1 0 -1 7 = 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 = 28 = 10 = 1 10 = 1 + O = 1 1 3 =1 + 3 = 4 =1 1 6 = 1 + 6 = 7 =1 19 = 1 + 9 = 10 = 1 y así sucesivamente. E s decir que todos los númer os en su análisis último se r educen a la secuencia de los prim er os cuatr o núme r os en la disposición si guiente: 123 4 Toda creación y toda evoluci ón co nsisten en un paso triple. En el cuarto paso ya empieza una repetición de la primera trinidad en un nuevo nivel. Este saber es muy antiguo en los círculos esotéri cos y h a sido transmitido en muy va riadas f ormulaciones, como por ejemplo en la enseñanza de los cuatro elementos, en el Tetraktys de Pitágoras, en el Tetragrammaton de los Cabalistas "Jod He Vau He", etc. Estos cuatro primeros números se asignaron a las ideas primordiales siguientes: El primero (1) pre senta la unidad original, de la cual sal e el im pulso. Por eso es el prin cipio activo, creador (masculino). El segundo (2) es el princip io f emenino, receptivo, pasivo, que puede recibir al impulso creador del 1 (oposición, antagonismo).* El tercero (3 ) es el resultado de la relación entre la uni dad (1) y la oposición (2), es neutral. El cuarto (4 ) no e s en sí nada nuevo, es bipolar, porque por un lado representa el «resultado pasivo de la primera tríada de la creación —4 es número par, igual a f emenino (—), pero por otro lado es al mismo tiempo u n nuevo comienzo activo en un nuevo nivel, —4= 1, per o es positivo( +)." En nuestro tiempo encontramos esa ley a rquet ípica en la dialéctica: Tesis -A ntítesis -Síntesis. P ero también la teoría clásica de los cuatro elementos expresa la misma relación: el f uego es el principio a ctivo, creador, a él le sigue como polo opuesto o antagónico el agua, que es receptiva, pasiva, moldeable. El elemento aire establece el equilibrio entre estos dos polos opuestos y es el mediado: neutral. El f uego, el agua y e l aire son los tres princip ios primorea les, a los que sigu e como cuarto, la tierra. Pero la tierra no es un principio puro, sino una mezcla de los tres primeros, el resultado es al mismo tiempo un nuevo comienzo en otro nivel. Así, los elementos clásicos son pri ncip ios arquet ípicos, que no se deberías conf undir con las f ormas f enoménicas concretas: f uego, aire, agua y tierra, si bien 79

VIDA Y DESTINO HUMANO también ellas son representantes de los principios correspondientes. :• Para poder reconocer ese principio arquet ípico de cuatro eslabones en los más diversos sistemas y símbolos presenta a continuación una matriz que da de manera vert ical las dist intas analo gías sim bólicas de los cuatro primeros principio s primordiales. Esta tabla permitirá reconocer que, en última instancia, todos los sistemas, culturas y religio nes representan siempre las mismas relaciones universales y se dist ingu en solamente por los símbolos y el idio ma (ver tabla página 132). Hemos tratado de comprobar en la estructura de nuestros números, que la creación se ef ectúa siempre en pasos triples y que m ás allá jamás se puede crear nada básicamente nuevo, sino sola mente repeticiones de la primera tríada. La misma relación se puede demostrar geométricamente. El equiva lente geo métrico del núme ro es el trián gulo. Tod as las correspondencias geométricas ulteriores de la cif ra 3 se construye n exclusivamente con triángulos, lo qu e a su vez demuestra que la tríada representa la creación básica y que al partir del número 4 no hay más que repeticiones, 3 = triángu lo dos triángulos t res triángulos do s triángu los cuatro triángulos cuatro t riángulos cinco t riá ngulos seis t riángu los 4 = cuadrado 5 = pentagrama 6 = hexa grama -*7 = estrella de siet e puntas 8 - estrella de ocho puntas 9 = estrella de nueve puntas 10=estrella de diez puntas

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VIDA Y DESTINO HUMANO numero Principio polaridad Elementos India Magia

1

agua

Salamandra querer Zodiaco leo Animal del León apocalipsis Evange lista Marcos Esf inge Patas de gato Cabala Yod Mundo de Aziluth la cabala Tarot Varas Juego cartas

2

Ondina osar escorpio Águila

4 resultado

Gnomo callar tauro toro

Juan mateo Alas de Cabeza águila de hombre He vau binah yet zirah

Lucas Cuerpo de toro

Copas

Espadas

Monedas

Pique

Caro

Sur

Norte

de

Puntos cardinales

3 equilibrio Positiva Aire wa ju Silf o saber acuario Ángel

Trébol

Cora zón

Este

Oeste

He assiah

La unidad Si empleamos el desarrollo de la se rie de los números como cla ve de analogía para el proceso de la creación, no debe sorprender que desde siempre se haya identif icado el número 1 con el Dios Creador, con el "Dios Todo -Uno". El concepto de Dios es el nom bre de aquella unidad que no le es accesib le al hombre pero es f orzosamente deducible de la e xperiencia de la polaridad. Si el hombre se reconoce como un ser polar, con una conciencia limitada, por la le y de la polaridad resulta que tiene que haber una unidad para esa polaridad. Al encontrar una Dualidad, ésta tiene que ha ber surgido f orzosamente de una unidad. Sin unidad no hay polaridad. Sin Creador no hay Creación, sin padre no hay hijo. Al igual que se puede deducir de la existencia de un niño la existencia de un padre, de la existencia del mundo polar se puede deducir con la misma seguridad la existencia de

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VIDA Y DESTINO HUMANO un Creador no -polar, único. Esa unidad original, no accesible para nosotros, es la que llamamos Dios. De esa def inición sigue que toda idea que nos hacemos de es de Dios debe ser por f uerza errónea. Porque toda representación hu mana es polar y nunca puede expresar adecuadamente algo no lar. Compárese el primer Mandamiento: "No te harás imágenes, ni parábolas". El número 1 nunca puede ser realizado en sí mismo,! sino puede ser percibido solamente en su expansión. Así también Dios es palpable sólo a través de su creación. El número 1 no se deja multiplicar, no cambiar, porque 1 multiplicado por 1 es 1 y dividido por 1 es 1. El 1 contiene en sí todas; las posibilidades, en él están latentes todos los de más números. Y de la misma manera el 1 está contenido en todos los demás números, cuando éstos entran en el mundo de las f ormas f enoménicas Todo esto es también válido para la Deidad. En ella está contenido todo, pero también ella está siempre contenida en la Creación! No puede haber nada f uera de Dios. El no puede ser aumentado ni, disminuido por nada, es indivisible. El número 1 está contenido en todos los demás números pero él no contiene ningún otro. Dios; abarca al universo , pero el universo no alcanza a contenerlo. Cuan do hablamos de un Dios único, signif ica que El tiene que abarcar todo lo que realmente existe. Nada puede existir f uera de Él, si no i no sería el Único. El tiene que ser inf inito en el tiempo y el espa - ; ció, porque lo f inito y lo lim ita do, el princip io y e l f in son concep tos polares. Pero todas estas f ormas se subordinan a las condicio nes del tiempo y del espacio, son f initas y limitadas. Pero Dioses esp íritu puro, inf inito y viviente. En el estado de esa unidad no hay conocimiento, porque el conocimiento está atado al sujeto y al objeto, necesita de la pola ridad. Para expresa rlo en idioma humano: el proceso de la Cre a ción empieza en el momento en el que la Deidad quiere ser cons ciente de sí misma, cuando quiere conocerse a sí mis ma. El 1 no se puede percibir ,así mismo como 1 mientras no haya otra cosa que no sea el 1. El 1 activo debe proyectar de sí un polo opuesto que le sirva de esp ejo. El triple pasó de la creación Así es como nace el 2 como número f emenino, pasivo, ref leja -dor. Se hizo la partición, se ha creado la base para un mundo po lar, contrastante. Pero del 2 forzosamente se produce el 3, ese tercer punto que compensa la tensión de los polos opuestos, los neutrali za. El 3 es el resultado de la polaridad, capa z de procrear y reúne la dualidad nacida del 1 en una nueva unidad más eleva da, la trini dad. Eliphas Levi lo dice en las palabras sigu ientes: "Si Dios f uera solamente Uno, no sería nunca creador, ni padre. Si El f uera Dos, habría un antagonismo o una sepa ración en el inf inito y eso sign i 82

VIDA Y DESTINO HUMANO f icaría para todas las demás cosas separación o muerte. Por eso El es Tres, para poder crear de sí mismo y a su imagen y semejanza la cantidad inf inita de seres y números." El 3 representa por consiguiente co mo ya hemos vi st o en el análisis de la estructura de los números, la creación perf ecta, pero antes de haber entrado en el dominio material. Todas las religiones tratan de expresar este mist erio de la Trinidad correspondiente: Pa dre, Hijo y Espíritu Santo; Brahma, Vishn ú y Shiva; Isis, Osiris y Ho rus. También en las expresiones populares se considera e l 3 como número perf ecto y completo: se toca madera 3 veces, se dice: adivina tres veces, se dice no hay dos sin tres, en los cuentos de hadas siempre hay que resolve r 3 p roblemas, etc. El 3 abarca el espacio a lo largo, a lo ancho y a lo alto. El tiempo se escalona en pasado, presente y f uturo, hay tres colores básicos: el azul, el rojo y el amarillo. La materia tiene tres estados: sólido, líquido y ga seoso. En la música tenemos el acorde de tres notas, en la alquimia } los t res elementos esenciales: sal, azuf re y mercurio. Podríamos seguir con estos ejemplos al inf inito, pero aquí so la mente queremos indicar que la creación se construye en todos los niveles por pasos tripl es. Cada dif erenciación ulterior es siempre solamente una repetición de la tríada en un nuevo nivel. La Dei dad, cuando entró en la tríada, está más cerca de la experiencia del hombre que el Dios no manif estado del 1. Dios.se ha transf ormado en Creador que si bien ha proyectado la creación desde sí mismo," Ésta sigue estando dentro de Él, es abarcada por El y nunca puede enf rentarse con El, porque entonces Dios dejaría de ser el Único y Total. Esta representación es una paradoja para el hombre. Porque del hecho de que Dios da vidala la creación a partir de sí mis.mo, deducimos que la creación está separada de su creador y que es dis tinguible de Él. Pero esta presunción es errónea, porque nunca puede haber nada fuera de ese Dios que lo abarca todo. Si se sigue ese pensamiento hasta el f inal, se muestra que en realidad el universo no existe. El universo e s f inito, mutable, polar. Pero el Dios Único es inf inito, sin límites, todo uno. Por eso no puede existir nada f uera de él, pero él mismo tampoco puede ser el unive rso. Los sabios aclaran este problema con la indicación de que la creación entera no es más que un sueño de Dios, una crea ción espi ritual, porque todo es espíritu. Así como u n hombre da a luz una idea, sin que esa idea esté ahora f uera de ese hom bre, no siendo al mismo tiempo, idéntica con él, ni siendo una parte de él, así tam bién este universo es la crea ción espiritual de un Dios que sueña. "El Todo crea 83

VIDA Y DESTINO HUMANO en su espíritu inf inito innumerables universos, que existen durante eones, pero para El Tod o la creación y la evo lu ción, la d eclinación y la muerte de millones de universos no es más que un abrir y cerrar de ojos." Si volvemos a la analogía de la serie de los números, alcanza mos con el número 4 el nivel denso, material. El 4 es el número de l a materia, sus símbolos son el cuadrado o el cubo. Si desplegamos un cubo, tenemos una cruz. Así el hombre está clavado a la cru z de la materia, crucif icado por la polaridad del espacio y del tiem po. Solamente en la intersección de la cruz e l espacio y el tiempo se encuentran en un solo punto, se da la liberación de la polaridad, Por eso desde todos los tiempos, la cruz es el símbolo del apego a la materia y a la ve z también de la redención de la materia. Si hemos entendido el signif icado cualitativo de lo s 4 primeros números, por ahora no es necesario seguir con los demás. Hay 9 números, es decir 3 veces 3. Esto qu iere decir que la creación se ma nif iesta en 3 niveles, surgiendo así los "3 mundos" de los Cabalis tas: sería demasiado tratarlos más detallada mente aquí. Estos "3 mundos" existen tanto en el más pequeño de los mundos como en el más grande. Según el axioma: "Como es arriba, así es abajo". Se puede transf erir esa Trinidad de Dios a todas las formas visib les mediante analogía s, desde el universo h asta el hombre mismo. Así, en el esoterismo se h abla de un mundo mental, uno astral y uñó material, a los que en el hombre les corresponden sus cuerpos men tal, astral y material o en otras palabras: espíritu, alma y cuerpo.

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VIDA Y DESTINO HUMANO La historia bíblica de la creación Es importante distinguir los dif erentes "mundos" para com prender la Historia Bíblica de la Creación. En el primer libro de Mo isés (Génesis) se describe, en el capítulo 1, la creación del mun do; cómo Dios creó en 7 días (recuérdense los 7 principios arque -t ípicos que hemos tratado en el capít ulo sobre la ast rología) el cielo y la tierra, la lu z y la oscuridad, las plantas, los animales y el hombre. (Capít ulo 1, vers. 26 27): "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; que tenga dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre las bestias salva jes y sobre los reptiles de la tierra. Y Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, va rón y he mbra los creó." La historia de los 7 días de la creación del primer capítulo del Génesis se ref iere expresamente no al mundo material, sino a las ideas arquet ípicas. Dios creó al hombre co mo varón y mujer, la imagen del hombre como tal, que en ese escalón todavía es andró gino. Porque sólo en el segundo capítulo del Géne sis se nos inf or ma de la creación de Adán como ser viviente con alma. Capítulo 2, vers. 7: "... Ya vé Dios f ormó al hombre del polvo de la tierra, sopló en sus narices un hálito de vida, y e l hombre se hizo un ser vivien te." En el ve rs. 19 continúa: "Y Yavé Dios f ormó de la tierra toda clase de animales del campo y aves del cielo y las lle vó donde el hombre..." Los vers. 21 -23, 25 inf orman f inalmente sobre la crea ción de la mujer: " Entonces Yavé Dios inf undió al hombre un sueño pesado y mientras d ormía tomó una de sus costillas, y e.1 hueco lo llenó de carne; después de la costilla tomada al hombre, Ya vé Dios f ormó una mujer y la lle vó donde el hombre. Y enton ces éste exclamó: Ahora sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne; a ésta se la llamará varo na, porque del varón ha sido tomada." (En hebreo, hombre se dice: isch, mujer: ischsa.) "Andaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no sentían rubor el uno del otro." Citar esto de manera tan completa tiene su razón de ser para aclarar algunos puntos dignos de atención, que muchas veces lle van a malentendidos: El Génesis relata consecutivamente varias crea ciones. La creación en 7 días del primer capítulo se ref iere al mun do de las ideas. Ya ahí se crea al "hombre". Pero solamente se dice que f ue creado a semejanza de Dios. Este es el "Adán Kadmon" de los cabalistas, la idea arquetípica del hombre, que no necesaria mente tiene que tener mucho que ver con el hombre concreto, co mo lo conocemos y representamos nosotros. El hombre que se creó en el primer capítulo es la imagen ideal, que todavía no ha caído en el pecado y por tanto todavía no es material. La tan fre cuentemente citada semejanza del hombre con Dios no se puede aplicar al hombre concreto de nuestro mundo material, si no que representa en el mejor 85

VIDA Y DESTINO HUMANO de los casos una meta hacia donde la humani dad tiene que evolucionar". Voso tros sed perf ectos, como es per f ecto vuestro Padre Celestial" (Sermón del Monte. Mateo 5.48). Ya en el primer capítulo Dios creó al hombre como hombre y mujer. Sólo mucho más adelante sigue la descripción de cómo f or mó a Adán de la tierra y desp ués crea a la muje r de la costilla. El hombre en ese primer nive l, en el mundo de las ideas, es hombre y mujer e n uno, es andrógino, porque aún no ha entrado en la pola ridad. Ya en el primer capítulo, al mismo tiempo que la creación del hombre, también se describe la creación de las plantas y de los animales. Pero en el segundo capítulo se nos inf orma que la crea ción de los hombres, plantas y animales se vuelve a producir; esta ve z se f orman sus f iguras de la tierra. Porque en el segundo capí tulo se repite todo el proceso de la creación, que en el primer capí tulo ya había concluido con el séptimo día, de descanso , y esto en otro nivel, en otro mundo. Si la primera creación se produjo en el nivel espiritu al de las ideas arquet ípicas, la segunda creación (se gundo capítulo ) se ref iere al nive l de la otorgación de las f ormas. Solamente en el segundo capítulo se reali za n las f ormas cuando "Dios le sopló el hálito de vida" al hombre, éste se transforma en un "ser viviente con alma". Compárese el signif icado de la palabra grie ga psyche = alma, soplo. Por más que las .formas se hayan creado en ese nivel, los caba listas lo llaman Yetzirah , todavía no tiene nada que ver con nues tro nivel material. Más bien es la creación de la matriz astral, anímica, que más tarde servirá com o modelo para su realización material. El hombre sigue siendo andrógino en este nivel, contiene l os dos sexos en sí, lo que queda bien cla ro cuando se saca el polo opuesto posterior "mujer" desde dentro del hombre y no es algo que viene de af uera. Al decir que no re conocían su desnudez, se nos muestra que en ese nive l el hombre e staba todavía totalmente en la unidad del al ma, todavía no podía reconocer en su conciencia la polaridad. Por esto se dice de él que aún estaba en el paraíso y podía hablar con Dios y los animales, lo que no es más que circunscribir el hecho de que vivía en la conciencia de la totalidad, que su conciencia toda vía no estaba individualizada, qu e no se distinguía aún de la con ciencia cósmica. Estar en la unidad quiere decir ser uno con todo, sólo en la polaridad se separa el Yo del No Yo. El paraíso es el s ímbolo de la unidad, en la que el hombre se hallaba originalmen te. Todavía no estaba separado de Dios, su origen, todavía no ha bía separación de los sexos, todavía no había conciencia de la indi vidualidad

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VIDA Y DESTINO HUMANO LA EXPULSION DEL PARAISO Ya dijimos antes que el conocimiento está ligado a la polaridad. Por ello el hombre del paraíso ten ía prohibido comer del árbol del conocimiento, porque esto lo transf ormaría en mortal. El hombre en el paraíso pose ía co nocimiento. al comer el f ruto prohibido, el hombre pudo ver el bien y el mal. Porque así cayo de la unidad a la polaridad de la concienciase separo de la unidad y con esto se volvió pecador. El pecado es la separación de la unidad original, por lo cual todo hombre es pecador, pues polaridad y pecado es lo mismo.l a iglesia llama a esta relación pecado original, El pecado es el precio del conocimiento y el pecado. La expulsión del hombre del paraíso o del estado de conocimiento de la unidad es la caída del hombre en la polaridad y al mismo tiempo en la materia; solamente el hombre material es mortal, solo el mundo material es pecaminoso. Esto es lo que quisimos decir al hablar de la preparación de medicamento homeopáticos cuando mencionamos el carácter venenoso de la naturaleza entera. Todo el mundo material es pecam inoso, ha caído de la unidad y anhela re gresar a ella. La materia densa es la expresión de la mayor distancia del origen, de la luz original, la materia simboliza la oscuridad. Los cabalistas def inen el mal como "f alta de luz". Así la materia po seía desd e siempre los atributos del mal, de la oscuridad, de lo sa tánico. P or esto también se llama a Satanás con ra zón "el Señor de este mundo", el polo opuesto de la luz. La pre cipitación de la luz en la oscuridad material es la involución, cuyo movimiento desc endente se transmuta en su punto más bajo en un movimiento ascen dente, en una evolución. De la misma manera en que el péndulo en un punto determinado se mueve según la ley en la dirección de ésta, el movimiento descendente de la involución se transf orma en un movimiento ascendente, la evolución. Es la nostalgia inherente en todos los seres vivientes, que impulsa a todos a buscar perma nentemente su verdadera patria. El hombre llama a esta nostalgia la búsqueda de la f elicidad, pero la f elicidad es siempre equivalente a superar la polarida d y a reencontrar la unidad. En el nivel material -corporal esa búsqueda de la unid ad se lla - f ma sexualidad. La polaridad que se manif iesta corporalmente co mo sexo, se supera en el acto sexual y se vive la f elicidad de la unidad en el orgasmo. En el breve momento de esa unidad corporal el hombre ya es "semejante a Dios" y puede realiza r algo que como hombre polar no puede: engendrar vida. Pero la f elicidad que re sulta de la unión de los cuerpos no es duradera, por eso el hombre trata de alcanza r una y otra ve z esa felicidad a través de la repeti ción f recuente. El mundo

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VIDA Y DESTINO HUMANO corporal está subordinado al tiempo, por eso toda f elicidad material y corpórea es f ugaz. Pero si transf erimos las experiencias de la se xualidad al nivel psíquico y espiritu al, entonces se ve claramente que el anhelo de la humanidad por la f elicidad duradera sólo puede ser saciado por e l retorno a la unidad de la que algun a ve z salimos. Esta f usión def i nitiva de la conciencia propia, pequeña y limitada, c on la concien cia grande, cósmica, que lo abarca todo, se describe como meta en dif erentes imágenes y con distintos nombres en todos los sistemas religiosos y esot éricos: la boda chymica de los alquimistas, la conjuntico oppositoru m, la Un ió mystica, la boda mística, la ilumina ción, etc. Todas estas imágenes y denominaciones signif ican lo mismo: el Retorno a la unidad divina. Pero e ste paso: está inseparablemente ligado al renunciamiento del ego. Porque mientras el hombre sigue f ortaleciendo el carácter d ominante de su ego, sigue cimentando la polaridad. Mientra s haya un "Yo", también habrá algo que es "No -Yo". Cada "yo qu iero" eleva el muro que separa al hombre de la unidad. Por esto todas las religiones enseñan a los hombres a amar al prójimo, porque sol amente el amor es capaz de superar el carác ter dominante del ego. Podría surgir la pregunta de por qué, entonces, se ha manif es tado la creación, cuando su verdadera meta es la unidad origin al. Es siempre algo a venturado contestar esta pregunta, porque l le gamos a ámbitos tan alejados de la conciencia humana, que los pensamien tos humanos generalmente no son adecuados para esos problemas. Pero la manera de pensar por analogías de la po sibilidad de apro ximarse a una respuesta, por lo menos a través de imág enes y pará bolas. Cuando la creación vuelve a su origen, vuelve más rica, más consciente que cuando se separó de la unidad. El camino de apren dizaje, justamente por esa individualización tan alta trajo conoci mientos que al f in y al cabo enriquecen la un idad. Así nos lo cuen ta el mito de Lucif er, el Portador de Luz, a quien Dios justamente amaba tanto porque rompió con la ley de la unidad, cayó y pecó. El volverá un día, por su propia voluntad, purif icado por el cono cimiento, y Dios se alegra rá, como el padre, cuando volvió el hijo pródigo, para él, el padre sacrif icó un cerdo y celebró un a f iesta. El signif icado central del hombre en la histo ria de la creación reside justamente en su caída para adquirir el conocimiento. Así que no se trata aquí de mald ecir este mundo material, terrenal, ni de exorciza r su carácter pecaminoso ni de alentar al hombre a huir cuanto antes de 88

VIDA Y DESTINO HUMANO todo lo terrenal y a buscar la f elicidad en un nivel "pseudo -espiritual". Desgraciadamente esto es lo que pasa muy a menudo en círculo s que piensan que lo esotérico es huir del mun do, a pesar de que un problema no se redime haciendo un gran des vío alrededor, sino solamente enf rentándose con él. Huir de esté mundo nada tiene que ver con dominarlo o redimirlo. Jesús enseñó el camino de la redención, que consiste justamen te en sumergirse totalmente en la condición "humana". En imáge nes sin f in, la Biblia expresa ese descenso: la luz lle gó a la oscuri dad, por eso f estejamos la Navidad, el nacimiento de la luz, en el día de la mayor oscuridad exterior, en el solsticio de invierno. Jesús nació en un establo en la pobreza, trato con publícanos y prostitutas, suf rió injusticias, padecimientos y muerte, descendió al inf ier no. Sólo cuando el hombre baja totalmente a la oscuridad, se vuel ve maduro para emprender el ascenso. Frente a esta le y f racasan todos aquellos que qu ieren usar las enseñanzas esotéricas como una coartada por no poder dominar su vida cotidiana o por no querer hacerlo. Mientras el hombre tiene un cuerpo material, está ligad o a la polaridad. Todo incumplimiento o traspaso de la polari dad lo hará caer indefectiblemente. Un árbol puede ensanchar su copa y desarrollarla solamente en la medida en que desarrolla también las raíces. Cuando deja de f or mar raíces po r hacer la copa , el primer golpe de viento lo hará caer. La f ormación de la copa siempre tiene que estar en co rrela ción con la f ormación de las raíces; e l dirigirse hacia arriba t iene •„ que estar siempre asegurado en el polo opuesto. Uno no escapa a la oscuridad por no querer verla, hay que tomarse el trabajo de transa « mutarla en luz si no se quiere se guir arra strándola tras de sí como una sombra. Si se quiere insist ir en buscar una dif erencia entre el cristianis mo y las religiones de Oriente, seguramente está en q ue el cristia nismo original era af irmativo en cuanto al mundo. La Iglesia sin embargo logró in vert irlo en lo contrario. Aquí está la f uerza y el secreto del crist ianismo: reconocer al hombre y al mundo como pecaminosos y sin embargo considerarlos af irmati vamente en ese carácter pecaminoso. La mitología del Santo Grial sabe de esa prof unda relación entre el conocimiento y el pecado, entre la caída y la redención, cuando cuenta que el cáliz del Grial que contiene la sangre de Cris to f ue cortado en la piedra que ca yó de la corona de Lucif er en su ca ída. Caer en el pecado es caerse de la unidad a la polaridad. El hombre es pecador en sí, sólo por existir como un ser polar, esto es lo que quiere 89

VIDA Y DESTINO HUMANO decir el concepto del pecado original. El hombre no es separable de la culpa, pero sí redimible.

La enf ermedad y el pecado original La enf ermedad no es más que la repetición micros cómica del Pecado Original. E l hombre está enf ermo, toda la creación material está enferma. El hombre sano no existe, es un invento de la medicina "El hombre sano ideal de la higiene libre del pecado original, es un producto artif icial ideado por la medicina, in ventado tan só lo para f ines de demostración". (Hans Blueher.) Esta circunstancia hace f racasar to das las teorías de la medicina, cuya meta suprema es la prof ilaxis de la enfermedad. La gente todavía tiene la creencia de que la enf ermedad es una desgracia ine vitable. No se comprende que la enf ermedad es el bien más precioso de la humanidad; hasta diría es lo que conf orma su esencia humana, porque solamente el enf ermo se puede curar. La enfermedad hace que el hombre pueda santif icarse, pero para esto tiene que recorrerla, no evitarla. Así como la enf ermedad es un pe cado original micro cósmico, también la curación tiene que ser siem pre un proceso de redención micro cósmico. El enf ermo es culpa ble, tanto en el sentido concreto como en el metaf ísico, y tie ne que ser conf rontado con esa culpa, si su enf ermedad ha de ser transmutada en salvación. ' • En relación con la homeopatía hablamos de que los principios primordiales pueden embrutecerse y caer en la materialidad, enve nenando así el organismo. Tanto la manera homeopática como también la alquímica de preparar los medicamentos, redime a la naturaleza d e su materialidad y puede ayudar al enf ermo cambian do la polaridad de su enfermedad, tornándolo un "Ser más salvo". La curación de una enf ermedad debería coincidir sie mpre con un crecimiento en madurez y evolución. Los padres saben cómo cada enfermedad de la inf ancia superada, hace que el niño madure; pero por supuesto, para impedir esto se puede vacunar antes... C. A. Meier y Herb ert Frit sche vieron una relación entre el mo tivo del árbol del para íso envuelto por la serpiente, con el bastón de Escolapio. Es la serpiente del paraíso la que inició la caída del hombre, la que lo enf ermó, y por eso es ella quien tiene que ser erigida nuevamente por el arte de cu rar, en el bastón de Escolapio. De 90

VIDA Y DESTINO HUMANO la misma manera que el veneno se torna en medicamento así tambié n de la conf rontación con la culpa crece la liberació n, tam bién se transf orma la serpiente que enferma en la serpiente que trae la salvación. Así como en el árbol del paraíso se enrosca ba ha cia abajo, así cambia de polaridad y se le vanta a lo largo del b astón de Escolapio. El ho mbre tiene que sobrepasar el suf rimiento con su crecimiento y no tiene que evitarlo. Por eso vuelvo a repetir aqu í la cita inicial del ca pítulo, de Herbert Fritsche: "Tratar de evitar el suf rimiento, como y donde sea que se present e, indica siempre que quien lo hace, es fundamentalmente un "no -iniciado". Jesús se transf ormó en redentor, porque no evitó el suf rimien to, demostrando su poder y siguiendo la exhortación: "Bájate de la cruz, si eres e l Hijo de Dios," Pref irió cargar con el suf rimiento, con el pecado del mundo. Se transf ormó en el médico de este mundo, haciéndose Dios simila r (no igual) al hombre y hasta se transf ormó en el medicamento de este mundo. Desde entonces el cuerpo enfermo y la sangre vert ida de Cristo han sido y son dados a los hombres como medicamento salvador, en muy altas potencia s homeopáticas, ligadas a los portadores materiales pan y vino. A la salvación a través de la enf ermedad Hemos recorrido un camino muy largo en el pensamiento para demostrar, que la enfermedad tiene raíces mu y pro f undas en los f undamentos metaf ísicos primordiale s de la condición humana. Ante este f ondo, todos los esf uerzos realizados en nuestro tiempo por la medicina of icial, la medicina naturista y la medicina preven tiva en pro de la salud son d e una inocencia aterradora. La enf er medad no se puede evitar, ni con vacunas, ni con la mente positiva, la autosugestión, ni las comidas sanas. Por todos lados se discute cuáles son los mejores medios para evita r la enf ermedad, pero na die se cuestiona el derecho de su propio punto de vista. Así resulta que tanto los del "pensar positivo" como los "apóstoles de la sa lud" quieren colocar su s actividades bajo la bandera esotérica. Pero el camino a la salvación no es tan simple, no se puede f or zar comiendo alimento crudo, ni acostándose temprano, ni dicien do f órmulas de sugestión, ni ingirie ndo pan integral. Todos estos f anáticos de la sa lud tratan de oponerse con medidas f uncionales a una evolución cu ya dirección ya f ue decidida en el paraíso . No es cuestión de elegir entre salud o enf ermedad, sino ir por el cami no que lle va a la salud a través de la enf ermedad. La observación de alguna gente sob re la vida sana y natural de los animales, nada tiene que ver con los problemas que tiene que reso lver el hombre. Es muy posible desarrollarse hasta llegar a ser un animal sano, mediante una manera de vivir sana y natural, pero el camino del 91

VIDA Y DESTINO HUMANO hombre es distinto: tiene que llegar al conocimiento por el suf rimiento, a la salvación por la enf ermedad. ,. Pa ra evitar mal en tendido aquí no quiero hablar de ninguna manera en pro de una manera de vivir "malsana". No se trata de las cosas en sí, sino del enfoque con el que se hacen y se usan. El cuerpo es el templo del espíritu y es parte de la e volución esoté ri ca purif icarlo y mantenerlo puro. Pero esto nada tiene que ver con evita r enf ermedades. ¿Ha y que distinguir entre "de acuerdo a la le y" Y "sano"? "Sano" tiene su justif icación solamente con ref erencia a "enfermo". Para un enf ermo puede ser necesario y por lo tanto "sano" seguir una determinada dieta durante un cierto tiempo; pero de ello no resulta que también quien no está enf ermo ten dría que hacer esa dieta para "mantenerse sano". Independiente mente de esto puede adaptarse la f orma de vida cada vez m ejor a la ley también en el dominio corporal. En este campo se inserta por ejemplo la alimentación ve getariana. No tiene mucha importancia si es más o menos sana pero es interesante ref lexionar sobre el derecho a comer carne o no. Debería darnos que pensar que t odos los seres carnívo ros se alimentan solamente de seres ve getarianos, La experiencia muestra que en la medida en que crece la conciencia aumenta el rechazo a la alimentación con carne. Es un buen ejercicio examinar en cada comida si uno sería capaz de prepararla del principio al f in, y ¡si luego podría seguir comiéndola con apetito! Muchos perderían el apetito por una rica costilla si antes tuvieran que matar y trocear al ternero. Por otro lado, e l apetito prácticamente no suf re si uno se imagina que tiene que cosechar la verd ura, la f ruta y los granos. Otra medida similar para medir la pureza de los alimentos es su incorruptibilidad. Cuanto más puro es un producto, tanto más tiempo se mantiene. Así habría que ver cuánto se conserva el trigo en comparación con las vísceras, lo s mariscos, etc. Esta clase de ref lexiones con el tiempo transportan a un estado de conciencia que por sí solo, sin obligación lle va a vivir más y más de acuerdo con la ley. Pero siempre hay que cuidarse de los extremos. Quien cree perder la salva ción de su alma por comer un bocado de ca rne, probablemente está en peligro de no poseer siquiera lo que tanto teme perder. En todas estas cuestiones se trata mucho menos de las cos as exteriores en sí, que de un nivel d e conciencia, cuya expresión re presentan. Quien todavía puede matar a una mosca, demuestra in equivocadamente que aún no ha comprendido lo que es realmente la “vida' Esto merece más compasión que la mosca muerta. La vida de acuerdo con la ley nace del conocimiento, los esf uerzos de los f anáticos de la salud nacen del miedo, pero el miedo es siempre f alta de saber. 92

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Dijimos antes que la curación es e xclusivamente cosa de la reli gión y nunca puede efectuarse dentro del marco de una medicina f uncional. Cuando hablamos de religión, quere mos decir "religio" en su original sentido, comprendemos como “ religio ” el reencuentro del hombre con su f undamento primordial. Pero no hablo de nin guna religión determinada en su aspect o y f ormación conf esional. Si he citado a menudo la Biblia es porque el caudal de su pen samiento nos resulta más cercano en razón de nuestra cultura y educación. Pero todas las religiones enseñan f inalmente lo mismo, la única verdad. Quien pien sa que las religiones en este mundo se dif erencian, ve solamente sus distintas envoltura s. Hay que tomar se el trabajo de desempaquetar el contenido y, oh sorpresa, ¡es sie mpre el mismo! Esto es válido para las religiones, no para las iglesias. Estas son obra del hombre y, como toda obra humana, son imperf ectas y def ectuosas. Lo esotérico vale para todas las confesiones y cre encias, por que muestra la verdad y la ley que hay d etrás de las distintas imá genes y parábolas. Pero, contrariamente, las iglesias no tienen lugar para lo esotérico, porque están apegadas a lo concreto. Lo más grande siempre tiene lugar para lo más pequeño, pero no al revés. Las iglesias tienen su justif icación porque acercan las verdades pri mordiales en envolturas comprensibles al círculo e xo térico de la humanidad. Lo esotérico es para aquellos que estén preparados para asimi lar ellos mismos la sabiduría primordial. Ser sacerdote n o es al f in y al cabo el resultado de una carrera prof esional, sino el de una ini ciación en los misterios de la "condición humana". Entonces se transf orma en Pontíf ice, en el constructor de puentes que puede prepararles el camino a los hombres para volver a l f undamento primordial. Curar es la reconciliación con Dios y así Jesús curó con las palabras: "Tus pecados te están perdonados."

7. LA REENCARNACIÓN Ritmo de lo viviente Sólo aquel que por amo r se ha tornado sabio, se libera de la cru z de la causa y el efecto, a la que lo clavó la ignorancia. Sólo el amor termina con la ronda de los renacimientos. "Der Sang de s Ewigen ("El canto del Eterno") HANS STERNEDER

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Ya al comienzo de nuestras consideraciones hablamos de las leyes de la polaridad. Recordamos que un polo siempre provoca f orzosamente su polo opuesto y por el cambio continuo de los dos polos se origin a el ritmo, la pauta f undamental de la vida. -Ya hace muchos miles de años dijeron los sabios en el K vbalion: "Nada está en reposo, todo se mueve, todo es vib ración. Todo es f lujo y ref lu jo, todo tiene su tiempo, todas las cosas suben y caen, la oscilación del péndulo se ve en todo, la oscilación hacia la izqu ierda equivale a la que va hacia la derecha, el ritmo compensa." La f ísica moderna tampoco ha de tener argumentos contra el a xioma: "Todo es vib ración." Los distintos f enómenos del universo se distinguen entre sí solamente por su grado de oscilación, pero todos obedecen a la misma ley de la oscilación. Como objeto de observación hemos utilizado la respiración y podemos transf erir las leyes allí encontradas por analogía a un ritmo algo mayor: el de estar despierto y dormido. Así como con seguridad a una inhala ción sigue una exhalación, con la misma seguridad sigue el sueño al estado de vigilia . Después de algún tiempo, dormir exige a su ve z su polo opuesto: el despertar, así como la espiración exige una nueva inspiración. En el lenguaje popular se dice, "el sueño es el pequeño herma no de la muerte" y con esto demuestra su capacidad de pensar en cadenas de analogías vertica les. También vivir y estar muerto no es más que un ritmo como inhalar y e xhalar, vigilia y su eño, sólo que su dimensión mayor dif iculta al hombre verlo en su totalidad. La experiencia ratif ica también aquí la valide z de la le y de que un polo evoca a su polo opuesto: la vida exige la muerte, lo único seguro a la hora ,del nacimiento de un ser vivo es .el hecho de que al g ú n d ía te n d rá q u e mo ri r. L a mu e rte si g u e a l a vi d a co n l a mi sma se g u ri d a d co n q u e l a e xh al a ci ó n si g u e a l a i n h al a ci ó n . Pe ro se g ú n l a mi sma l e y, co n se g u rid a d l a mu e rte e xi g e n u e va me n te l a vi d a . Así ve mo s q u e el ca mb i o d e vi d a , mu e rte y vi d a d a l a mi sma i ma g e n rítmi ca q u e d a el ca mb i o d e vi g ili a , su e ñ o , vi g i li a , e tc. L a vi d a y la mu e rte so n p o l a ri d a d e s, q u e p or su ca mb i o i ni n te rru mp i d o se o rd e n a n rítmi ca me n te e n l a e xi ste n ci a d e to d a s l a s fo rma s d el se r. To d a s l a s fo rma s fe n o mé n i c a s se su b o rdi n a n a e sta l e y d e l a o sci l a ci ó n : el fl u jo y re fl uj o d e l a s ma re a s, l a s e sta ci o n e s d e l a ñ o , l a e le ctri ci d a d , l o s p e río d o s d e p a z y g u e rra , l o s ti e mp o s d el d ía . En to d a s e sta s p a rte s p o d e mo s o b se rva r e l j u e g o rítmi co d el c a mb i o p ol a r. ¿Po r q u é se ría j u sta me n te u n a e xce p ci ó n l a p ol a ri d a d vi d a -mu e rte , p o r q u é d e b e ría d e te n e rse u n a l e y q u e se p u e d e co mp ro b a r p o r d o q ui e r, j u sta me n te a n te el fe n ó m e n o d e l a vi d a ? Esta p e re g ri n a ci ó n rítmi ca d e l al ma a tra vé s d e l a vi d a y l a mu e rte se l l a ma , d e s d e a n ti g u o s ti e mp o s l a tra n smi g ra ci ó n d e l a s a l ma s o re e n ca rn a ci ó n (e n ca rn a ci ó n rei te ra d a ). Pl a tó n sa b ía d e e sto l o mi smo q u e Go e th e . D i g o a pro p ó si to "sa b ía " y n o "cre ía " p o rq u e la re e n ca rn a ci ó n n o e s u n a cu e sti ó n d e cre e n ci a , si n o d e ca p a ci d a d d e p e rce p ci ó n fil o só fi ca . To d o e l mu n d o ti e n e d e re ch o a cr e e r e n o tra co sa q u e l a re e n ca rn a ci ó n , p e ro d e b e rí a te n e r b i e n e n cl a ro q u e u n a h i p ó te si s si n re e n ca rn a ci ó n ti e n e u n a i re a b su rd o , ' p o rq u e sol a me n te l a re e n ca rn a ci ó n e stá e n a rmo n í a co n to d a s l a s l e ye s d e e ste u ni ve rso . Po r e so re su l ta b a sta n te so rp re n d e n te o ír u n a y o tra ve z vo ce s q u e e xi g e n p ru e b a s d e l a re e n ca rn a ci ó n . L a re a li d a d se co m p ru e b a p o r sí mi sma , p o r su me r a e xi ste n ci a , y n o n e ce si ta d e n i n g u n a p ru e b a e xte rn a . L a pru e b a fu n ci o n a l e xte rn a , el e va d a a te sti g o p ri n ci p a l d e l a a rg u me n ta ci ó n ci e n tífi ca , e s e l ma yo r e n e mi g o d e l sa b e r, p o rq u e q ui e re fo rza r a l o tro a cre e r. D e ci r "yo co mp ro b é " e s si n ó n i mo d e "ti e n e s q u e cre erme '', p e ro l a re ali d a d n o n e ce s ita ni n g u n a p ru e b a p orq u e n o e s o bj e to d e fe . L a re al i da d tra b aj a e n l a e xp e ri e n ci a p erso n al d e l i n di vi d u o y a sí l o gra "sa b e r". El q u e sa b e n o n e ce si ta cre e r y se i n d e p e n di za d e l a s p ru e b a s. D e ci r p o r ej e mp l o "co n l a mu e rte se a ca b ó t o d o ", e so re q u i e re u n a co mp ro b a ci ó n , p o rq u e e sta a s e rci ó n n o e s p a rte d e l a re ali d a d y p o r e n d e n o p u e de tra n sfo rma rse e n e xp e ri e n ci a . N o h a y ni n g ú n á re a d e la re a li d a d , e n l a q u e se p u d i e ra co mp ro b a r q u e l a n a tu ral e za co n o ce p ro ce so s q u e te rmi n a n d e p ro n to e n l a n a d a

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VIDA Y DESTINO HUMANO la muerte - Otra f orma del ser Hemos def inido el alma como conciencia y nos dimos cuenta que es esta conciencia del yo la que hace posible la continuidad de la experiencia constante del "mismo" yo, a pesar del cambio per manente del cuerpo material a t ra vés de muchas décadas de vida. La continuidad de la identidad empero, no se extiende solamente sobre los años de la vida terrenal, sino sobre el ritmo completo, cu yas f ases llamamos la vida y la muerte. Es el alma la que en f orma alternativa colecciona en una envoltura corpora l sus e xperiencias en esta tierra, para vivir después una f ase compensatoria, despren dida de la materia, que llamamos "muerte". La muerte no es "no ser", sin o es solamente otra forma de ser polarmente opuesta. Así pues, morir no es más que traspasar aquel umbral que separa los dos reinos; de los vivos y de los muertos. Generalmente llama mos el "aquí" a la esf era de los hombres vivientes corporalmente y le ponemos el nombre de "más allá" a ese reino desconocido de los muertos. El "aqu í" y el "más allá" no son lugares dif erentes, si no se pueden comparar mejor con dif e rentes escalones de percepción o de conciencia. Así como el "país de los sueños" tampoco representa ningún lu gar geográf ico dif e rente a nuestra realidad, así el "más allá" se ref iere primariamente también a nuestro umbral de percepción. No vale la pena discutir sobre la exist encia de un "más allá", porque el "más allá" se dedu ce necesariamente de la existencia del "aqu í". La le y de pola ridad dice que tiene que haber por f uerza un polo opuesto a algo que no sotros llamamos el "aquí" y ese polo opuesto lo llamamos "más allá". Esta denominación se da desde el punto de vist a del hombre corpóreo. Cuando el hombre cru za el umbral de la muerte y llega a l "más allá", de repente el "más allá" se transf orma para él en el "aquí", puesto que el "aqu í" puede ser solamente el lugar de la p ropia permanencia. El nivel del hombre corpóreo, al que dejó de pertenecer, es ahora el "más allá" para él. La muerte se transforma así en una experiencia subjetiva, cuya objetividad está totalmente unida a la polaridad. Nuestra conciencia polar es la que nos obliga a vivir la vida eterna, fuera del tiempo, en la polaridad de la vida y la muerte. Así.también, para un espectador éL.soL se levanta en el horizonte y al mismo tiempo para otro se pone, por más que el sol mismo no sepa nada de todo esto, porque e n realidad él ni se le vanta ni se pone. Algo parecido sucede con el nacimiento y la muerte. Lo que des de nuestro punto de vista es la muerte de una persona, del otro lado se ve como el nacimiento. Una muerte ocurrida en el más allá es fes tejada de este lado, por nosotros los mortales, como el nacimiento de 96

VIDA Y DESTINO HUMANO un niño. Quien puede desprenderse un poco de la subjetividad de las apariencias ve qu e el "aquí" y el "allá", el nacimiento y la muerte, al f in y al cabo son lo mismo. Es sólo nuestra conciencia polar la que produce la separación de la unidad en contraposiciones y hace de la simultaneidad una secuencia. El alma humana, expulsada de la unidad sin tiempo y sin espacio para poder ganar conocimiento., tiene que peregrina r a tra vé s de la oscuridad del mundo material siguiendo el eje subjetivo del tiempo, aprendiendo así a e volucionar. y a torna rse más consciente, siempre hacia la meta, para cerrar su círculo con el regreso a la unidad original. Este camino del alma humana es un camino de aprendizaje y está sujeto a estas leyes. Un proceso de aprendizaje de esta natura leza, cuya meta es la perf ección, es un camino largo y se compone de muchos pequeños pasos, inclu ye muchos errores y ta mbién mu -ehas correcciones. Sola mente la cadena de las encarnaciones indivi duales, con las dif erentes clases de un determinado tipo de colegio, Lo que nosotros llamamos una vida terrenal, corresponde a un grado escolar con sus deberes, problemas, dif icultades, éxitos y f ra casos. A tal período de aprendizaje le sigue un tiempo d e vacacio nes, donde a veces se tienen que repetir procesos de aprendizaje defectuosos u omitidos. Después de las vacacion es viene un nuevo período de clases. Lo que imp orta ahora es cuánto de todo el plan de estudios del último año se ha integrado a la co ncie ncia. Según el caso, se continúa en la clase inmediatamente superior o se tiene que repetir el año. El destino trabaja según el mismo principio. La única dif eren cia es que con una paciencia sin f in le da al hombre una y otra vez nueva s oportunidades de aprender y compensar de esta manera los def ectos. Vivir es aprender., independientemente de si esto es acep tado por el individuo o no. El destino se ocupa con una justicia to talmente insobornable de que cada uno aprenda justamente lo que menos quiere aceptar y lo que más resistencia le produce Comprender el destino en su totalidad sólo es posible f rente al telón de fondo de la reencarnación. Si se mira una vida aislada, en tonces sí se podría dudar de la sign if icación del poder del destino y por eso para algunos la duda se trueca en desesperación. Es evi dente que no tienen en esta vida el mismo punto de partida y, ¡es to sí que no es por culpa de la sociedad! Tanto desde el punto de vista religioso como del ateo es bastante dif ícil de explica r a al guien por qué justamente él tiene que ser mudo o paralítico, li siado o débil mental y por qué vio así la lu z en este, "el mejor de todos los mundos", sin tener en cuenta el punto de vista de la re encarnación. Ni siquiera una in dicación sobre las decisione s inson dables de Dios sirve en casos así para transmitir una percepción de que todo esto tiene un signif icado. 97

VIDA Y DESTINO HUMANO Pero una vida sin sentido se torna insoportable para los hom bres. Es una necesidad primordial del hombre buscar el sentido de la vida. Solamente cuando el hombre está dispuesto a comprender que ésta vida aislada no es la única y puede reconocerla como un eslabón de una larga cadena, entonces podrá captar el sentido y la justicia del destino. Porque el destino de una vida es el resultado del proce so total de aprendizaje recorrido hasta ese momento. La ley del karma Esta relación de causa y ef ecto entre los actos del pasado y el transcurso del destino actual se llama en general el Karma. El Kar ma es la ley del equilibrio que se encarga de conf rontar al hombre una y otra ve z con el mismo tipo de problema hasta que haya re dimido el problema con su acción y se ha ya subordinado a la le y. De esta manera cada acto y hasta cada pensamiento se tornan in mortales e imborrables. Todos los actos y to dos los pensamientos esperan ser compensados por un movimiento en la dirección opuesta. La ley del Karma e xige que el hombre asuma total responsabili dad por su destino, un paso que el hombre de nuestro tiempo no quiere dar. Es muy comprensible el rechazo de gran cantidad de personas hacia la enseñanza de la reencarnación, ya que, con mu cho esmero y trabajo se han f abricado teorías al p arecer perf ectas, que liberan a l hombre de su responsabilidad para consigo mismo y proyectan las culpas hacia la sociedad , los virus o las malas casuali dades. Es comprensible que se espanten ante la mera idea de desenmascarar esas teorías ref inadas de la astucia humana como estaf a f rente a sí mismo, dejando que se derrumben y que el individuo vuelva a buscar lisa y llaname nte la culpa en su propio ser. En teoría todos estos modelos de pensamiento funcionan muy bien; el f racaso práctico se esconde detrás de la f e positivada en el progreso. Pero cuando el hombre comienza a ser honesto consigo mismo, asumiendo la f orma más di f ícil de la honestidad, tiene que reconocer que sólo entonces puede descubrir el sentido de la vida cuando carga con la responsabilidad plena por todo lo que le pasa y por todo lo que está viviendo. Responsabilidad y signif icación no se dejan separar, ambas se condicionan mutuamente. La mayoría de los hombres de nuestro tiempo están enf ermos por la f alta de sentido de la vida, porque tratan de deshacerse de la responsabilidad. Quien busca el sentido, primero encontrará la dtil -pa. Si acepta la culpa, se le reve lará el sentido. El cambio constante entre la vid a corpórea y la muerte es la ampliación del rit mo día -noche. Cuando nos despertamos cada ma ñana para empezar un nuevo día, tenemos ante nosotros este día nuevo, totalmente virginal, y en nosotros está c ómo aprovecharlo y 98

VIDA Y DESTINO HUMANO darle f orma. Así d ecidimos qué e xpe rimentaremos en el trans curso del día. Pero por otro lado ese día será determinado forzosa mente por todo lo que hemos hecho y vivido en los días anterio res. Si alguien se ha peleado recientemente con todo el mundo de su entorno o ha contraído grandes deudas, si f ue negligente -en el cuidado de su cuerpo o en el cuidado de su alma, todo esto inf luirá sin duda en este nuevo día, por más que el mismo contenga en sí todas las posibilidades. Esta simultaneidad dif ícil de comprobar de las inf luencias y los ef ectos del pasado y de las nue vas posibilidades aún no usadas, de cada nuevo día, se puede trasponer de manera análoga a cada "vida nueva". Por supuesto cada vida n ueva es una nueva oportunidad, presenta la plenit ud de todas las posibilidades. Sin embargo no es más que la consecuencia de la cadena de encarnaciones anteriores, es un espejo de t odos los problemas, f allas y conocim iento ocurri dos hasta ese momento. De la misma manera que, al empezar un nuevo día, un hombre no puede hacer desaparecer sus actos, pen samientos y obras, tampoco puede borrar el pasado en una nueva encarnación, sino que tiene que seguir hilando ese mismo hilo que, estaba produciendo hasta ese momento

La maduración a tra vés de la reencarnación Muchas veces se oye la objeción de que sería bastante tonto y poco práctico olvidar siempre todo el saber que se ha acumulado a través de muchas encarnaciones y volve r a empezar cada ve z desde cero. Otros argumentan de manera opuest a; dicen que segura men te tiene su razón de ser no poder recordar las encarnaciones ante riores y de ahí deducen una prohibición de tornar consciente el sa ber sobre el pasado. Pero no es cierto que se olvide el saber de las encarnaciones anteriores y que siempre se empieza de nuevo; sucede lo contrario. El hombre arranca en cada encarnación en su nivel e volutivo al can zando hasta entonces. Generalmente se conf unde el conoci miento concreto con la madurez que resulta del saber y saber ha cer. Esto se podrí a comparar con las muchas cosas concretas aprendidas en el colegio, que hoy ya no sabemos. Pero la ocupa ción con estas cosas concretas y el p ropio proceso de aprender nos han educado, ef ecto que sigue existiendo aún cuando se pierda lo concreto. El efecto de aprender consiste en la ampliación de la conciencia, siendo de poca importancia el objeto mismo que estu diamos. Un juego de lectura sirve

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VIDA Y DESTINO HUMANO para aprender a leer; una ve z al canzado ese f in, ya no tiene valo r para nosotros.

Todo lo que hemos aprendido en la cadena de nuestras encar naciones, se ref leja en la madurez y en el nivel de conciencia con el que hemos nacido ahora. Es justamente esto lo que produce las di f erencias de inteligencia, madurez, capacidad, etc. La psicología si gue discutiendo el te ma de si la inteligencia se hereda o se aprende. La respuesta es: ni lo uno, ni lo otro. El alma trae consigo un cier to nive l de evo lución, que nada tiene qu e ver con la heren cia ni tampoco es una cuestión de las muy citadas in f luencias del medio ambient e. Los hombres no son todos iguales, tampoco en nuestros tiem pos en que las voces que piden la nivelación son cada ve z m ás f uertes. La igualación nada tiene que ve r con la justicia, la manera de pensar jerárquica *nada tiene que ver co n la dictadura. Si en nuestra comparación las distintas encarnaciones corresponden a distintos grados de una escuela, entonces las distintas personas pertenecen de d a clases de aprendizajes distintas." A nadie* se le ocurriría Exigir a un niño de ter cer cur so que ejecute cálculos integrales. Cada uno tiene sus deber es y sus problemas según el escalón donde se encuentra en ese momento. No hay pr oblemas objetivos y por eso nunca podr á haber soluciones válidas par a todos. Los cálculos de fr acciones le par ecen muy, per o muy d ifíciles al niño de primer curso, para el de segundo año son un juego. Ambo s enfoques son subjetivamente acer tados, pero en nada conciernen al cálculo de fracciones. Lo mismo pasa con todos los problemas humanos. Fá cilmente se olvidan los difer entes nivel es de conciencia de los hom bres, cuando se trata de que un cierto problema sea accesible para todos y cuando se pr etende obtener soluciones obligatorias par a todos. Aquí está la r aíz de todo trabajo misional. T odo tr abajo misio nal es un err or porque no tiene en cuenta los distintos niveles de los individuos, por que proyecta su escalón de evolución propia so bre todos los demás. Por eso el esoterismo nunca desarr olla una labor misional porque sabe de los distintos niveles de evolución del hombr e. Lo esoté r ico siempre es sólo una oferta para aquellos que han descubierto su afinidad por sí mismos. Imponerle ver dades a una per sona que aún se resiste, es una intrusión injustificable. La difer enciación entre los individuos humanos es el r esultado de la experiencia hecha en encarnaciones anter iores. El hombr e no 100

VIDA Y DESTINO HUMANO olvida nada de lo que es esencial. Lo que se olvida es el mar co concreto, que no tiene importancia. Esto también es válido par a ciertas capacidades y habilidades. Las capacidades de vidas anteriores se tr aen a la actual encarnación como talentos, si tienen sentido y son útiles par a cumplir con el deber actual. Las capacidades que no tienen nada que ver con el deber actual de esta vida se "olvidan" por así decir y esto está bien por que lo único que haría n sería distr aer al individuo de su actual plan de apr endizaje. Esta es la r azón por la cual adver timos no usar la técnica de fe ter apia de reencar nación par a integr ar en la conciencia talentos an ter ior es (gener almente de tipo artístico). P or desgracia ya hay algunos exper imentadores que alaban esta técnica como algo espe cialmente útil y significativo y hasta la llamada "ter apia" — un gr an peligro! por más que desde el punto de vista exper imental es ésta una de las demostraciones más impr esionantes de l a r eencar nación Si se traen a esta vida talentos anteriores a tra vés de una intro misión externa, a pesar d e que esta capacidad no se hubiera demos trado por sí misma como un talento, se distrae eventualmente al paciente de su verdadero camino. Nuestra manera de pensar cen trada en la utilidad da demasiado valo r a las cosas en sí, olvidando que no son más que medios auxiliares. Hacer música o pintar no tiene ningún valor en sí, sino únicamente en relación a la persona que lo hace. Hacer música puede ser una f uente de prof unda expe riencia, pero una ve z integrada a la conciencia, esa fuente ya no se necesita más. Si alguien f ue un músico genial hace quinientos años, no por eso la música tiene que desempeñar necesariamente un rol en esta vida. Porque si e l a lma ha aprendido todo lo posible a tra vé s del contacto con la música, ésta ya no tiene mayor valor para ella. Ahora se tornan importantes nuevas áreas. Si se incorpora esa vieja capacidad de la música, puede que se produzca una e quivoca ción en el tiempo, que entorpece el camino de aprendizaje actual. Por el contrario, los niños prodigios son un ejemplo que habla por sí solo en pro de los casos en que no se ha podido terminar una cierta temática y se quiere llega r a la culminación de una larga evo lución. Es mejor por tanto tener conf ianza en el destino y trabajar con los talentos que nos h an sido dados. No conviene codiciar siempre lo que justamente no se tiene. Nada se pierde en este universo; esto no es solamente válido para la f ísica, sino tambi én para el camino de maduración de un alma. El olvido de las anteriores encarnacio nes no 101

VIDA Y DESTINO HUMANO es un descuido tonto de la naturaleza, sino que tiene su sen tido en que libera la conciencia de un lastre y f acilita la capacidad de captación en el aquí y ahora. No soy de la opinión de que sería mejor que todo el mundo pudiese conocer la totalidad de sus en carnaciones, como tampoco estoy soñando que algún d ía la terapia, de reencarnación asumirá la importancia de, digamos, una vacuna ora l. Un determinado saber corr esponde siempre sólo a un cierto nivel de evolución. La mayoría de la gente no habrá leído ía Divina Comedia de Dante, y eso está bien. Sin embargo, en casos aislados esa lectura puede teneí una importancia tremenda para algún indi viduo determinado. El camino esotérico de ampliación de la conciencia no es un "camino Conocimiento humano. El alquimista en su laboratorio también produce cosas artif iciales que en esa f orma no se encuentran en la naturaleza. El yogui adopta posiciones con su cuerpo que ningún ser viviente ejecutaría nunca en forma natural. Los ejemplos po drían seguir más y más, pero lo único que se proponen es demos trar que si bien el camino de iniciación esotérica se orienta en las le yes de la naturaleza, empero llega a ser un a rte al unirs e con la capacidad del conocimiento humano. Es por esto que las obras de tal arte son "artif iciales" y no "naturales". Justamente en tales procesos de evolución artif icialmente crea dos reside el deber de ser hombre, de redimirse a sí mismo y al cos mos. El mirar de manera consciente las cadenas de encarnaciones ha sido desde siempre un paso en el camino de la evolución esoté rica que a veces llega por sí solo o se crea mediante técnicas ade cuadas. Como la casualidad no existe, podemos estar seguros, de q ue nunca jamás una persona se encontrará en la situación de co nocer sus encarnaciones, si el tiempo no estuviese maduro para ello. Existe el f enómeno de que personas sensitivas pueden ver de ma nera clarividente las e ncarnaciones de otros. Este proce so s e llama generalmente: leer en la crónica del Akasha. Esta crónica se puede comparar con un banco de datos en el cual, independientemente del tiempo, se almacenan acontecimientos del pasado, del presente y del f uturo. Las personas que tienen o desarrollan l a capacidad de obtener con su propia conciencia inf ormaciones de esta crónica del Akasha, pueden ver las encarnaciones de otras personas. Como ge neralmente es dif ícil o imposible controlar tales a f irmaciones, no se debería creer en f orma absoluta y sin re servas t odas las prof e cías clarividentes respecto a las encarnaciones. La utilidad de cono cer las encarnaciones por medio de la clarividencia es bastante limi tada para la persona a quien solamente se le inf orma sobre ellas. De esa 102

VIDA Y DESTINO HUMANO manera se trata de una mera información, la persona no tiene acceso al pasado y le f alta por así decir la percepción de la identi dad. Sólo se torna signif icante leer la crónica Akasha en relación con una terapia, cuando de esa manera se vuelven pa lpables las in f ormaciones par a el paciente, que por alguna dif icultad él mismo no puede alcanzar: (debilidad, dif icultades del habla, etc.). De todos modos habría que tener muy en cuenta que nunca Debe ser pura curiosidad lo que impulsa a querer e xperimentar sus encarnaciones pasadas . La oscuridad es la enf ermedad de nuestro tie m p o , e s sie m p r e sign o d e in m a d u re z y e s e l m e dio m á s se gu ro p a ra im p e d ir la ve r d a d e ra in icia ción . E s m u ch o m á s gra n d e d e lo qu e ge n e ra lm e nt e se su p o n e, e l n ú m e ro d e p e rso n a s y so b re t od o d e n iñ o s, qu e t ie n e n p o r sí m ism o s a lgu n o s re cu e rd o s d e e n ca rn a cio n e s pa sa d a s. P o r cie rt o , e n n u e st ra cu lt u ra n o se re co n o ce n ge n e ra lm e n t e re c u e rd o s d e e st a n at u ra le za o se ca lla n y re p rim e n te m e ro sa m e n t e co m o sign o s a m e n a za n t e s d e u n a e nf e rm e d a d p sí qu ica. L o m ism o p a sa co n lo s n iñ o s qu e , e sp e cia lm e nt e e n lo s p rim e ro s se is a ño s, t ie n e n a ú n m u y b u e n a cce so a l p a sa d o. L o s p a d re s ge n e ra lm e n t e le s p ro h íb e n h a bla r d e ello , p o r m ie d o y p o r i gn o ra n cia, co sa qu e lle va a u n a re p re sió n d e t o d o e l co m p le jo. A l cu m p lir se is a ñ o s, m á s o m e n o s, e st a s im p re sio n e s de l p a sa d o ge n e ra lm e nt e d e sa p a re ce n p o r sí so la s. Mu y d ist int a e s la h ist o ria e n la s cu lt u ra s en qu e la re e n ca rn a ció n e s u n co m p on e n t e n at u ra l d e la visió n d el m u n d o. A llí e s, p o r cie rt o , ta n n at u ra l qu e lo s n iño s t e n ga n e so s re cu e rd o s d e e n ca rn a cio n e s p a sa d a s, qu e n i siqu ie ra lle ga n a p re se nt a rse e n p ú b lico co m o f en ó m e n o s. Ha y u n cie rt o n ú m e ro d e sín t o m a s p sicó tico s qu e t a m b ié n p e r t e n e ce n a e so s re cu e rd o s d e e n ca rn a cio n e s a nt e rio re s qu e irru m p e n en la co n cie n cia d e m a n e ra e sp o nt á n e a. Cu a lqu ie r sit u a ció n e xt e r n a , p a isa je s o p e rso n a s p u ed e n vo l ve r a e st im u la r a u n a p e rso n a h a st a ta l p u nt o qu e d e p ro nt o irru m p e n t ro zo s d e vid a s a n t e rio re s e n la co n cie n cia y le re su lt a dif ícil a l sujet o se p a ra rla s d e su vid a a ct u a l. A sí se e xp lica n u n cie rt o n ú m e ro d e a lu cin a cion e s y a lie n a cio n e s p sicót ica s. P e ro n o so n so la m e nt e lo s sín t o m a s p sicót ico s lo s qu e se t o r n a n m á s co m p re n sib le s an t e el t eló n d e f o n d o d e la re e n ca rn a ció n, m á s b ie n se p u ed e d e cir qu e cu alqu ie r sín t o m a de e nf e rm e d a d , n o im p o rt a qu e se a p síqu ica o f ís ica, t ie n e su " ca u sa" e n e n ca rn a cio n e s a nt e rio re s. A qu í h a y qu e u sa r e l co n ce pt o " ca u sa" co n p ru d e n cia, p o rqu e e n 103

VIDA Y DESTINO HUMANO ú lt im a in st a n cia n o le re su lt a p o sible a l h o m b re e n co nt ra r la ca u sa re a l d e u n a cie rt a e nf e rm e d a d , si n o qu ie re t e rm in a r en e l a co nt e cim ie n to m e taf ísico d e l p e ca d o o rigin a ! De s gra cia d a m e n t e se a bu sa d e l co n ce pt o " ca u sa" , se u sa d e m a sia d o y d e m a n e ra p o r co n sigu ie n t e in co rre ct a. S i n o sot ro s t a m b ié n h a b la m o s a qu í d e " ca u sa " n o s ref e rim o s co n ello a l co m ie n zo d e u n a f a se qu e t od a ví a p o d e m o s a ba r ca r, cu ya u n id a d in t e rn a e st á ca ra ct e riza d a p o r u n t e m a co m ú n y t a m bié n t e n e m o s p le n a conciencia de que esta "causa" tiene a su ve z determinantes ante riores y así ad infinitum. Sostenemos por tanto que jamás podrá haber un sí ntoma de , enfermedad, ni psíquico ni somático cuya causa inmediata se pueda encontrar también en esta vida. Yo se que semejante aserción debe sonar provocativa para muchos, después de haberse tomado tanto trabajo y acostumbrarse a buscar y encontrar la ca usa para todo en la temprana inf ancia. Pero ya hemos dicho al hablar de la carta natal que el nacimiento no es más que una versión abreviada de toda la vida y que nunca podrá haber un tema nuevo en el trans curso de una vida que no haya estado ya presente en f orma disminuida al nacer. Debería ser comprensible, también sin argumentación astrológica, que todos los problemas que se presentan en la vida no pueden ser otra cosa que el producto de la propia experiencia de aprendizaje hasta ese momento. Y ese ca m ino de aprendizaje, visto en retrospección, no termina en el nacimiento ni en la concepción, sino que inclu ye la totalidad de las encarnaciones. Esta conexión quizá se aclarará si vo lvemos otra vez a la analogía de que una vida es igual a un día. Si hay un problema en cierto día sería in genuo querer encontrar la causa del problema en el mismo día. Porque la persona en cuestión no pudo empezar ese día! como "algo sin historia", sino que ha traído a ese nuevo día, a pesar de la fase intermedia del sueño, su evolución completa como! una hipoteca. De la misma manera, el hombre tampoco empieza su vida te rrenal sin ninguna condición previa; en sus muchas encarnaciones pre vias se ha ganado su karma, su programa de aprendizaje mu y especialmente necesario para él , el plan que ya trae consigo a esta encarnación en el momento de la concepción. Si una persona f ra casa en algún problema especial de ese plan o si no puede com prender su sign if icación, la observación conscien te de la totalidad del camino que lo trajo ha sta ese punto, le podrá proporcionar la comprensión necesaria y entonces sí podrá redimir ese problema.

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VIDA Y DESTINO HUMANO Estas consideracio nes pueden aclarar el concepto que ha lle va do a la creación de la forma actual de una psicoterapia a la que dimos el nombre de "terapia de reencarnación". La terapia de reencarnación, desarrollada y aplicada por mí y mis colaboradores desde 1975, no es una técnica en el bosque cada vez más grande de los métodos psicoterapéuticos, sino que es deliberada mente un polo opuesto a todos los métodos y teorías cono cidas hasta ahora. No es un psicoanálisis e xte ndido hasta vidas anterio res, no es un tratamiento terapéutico primario cu ya meta sería la descarga de traumas anteriores, no es una f orma especial de hipnoterapia. La terapia de reencarnación es más bien el intento de abando nar los conceptos insostenibles de la psicología of icial y desarrollar de manera consecuente una terapia a partir del saber de la cosmo -visión esotérica y de su imagen del hombre. Esta actitud básica ha ce que no sorprenda que tanto nuestras ideas como nuestra acción terapéutica sean diametralmente opuestas a todos los conceptos habituales hasta el presente.

8. LA TERAPIA DE REENCARNACIÓ N Un camino a la integración una y otra ve z desciendes al seno camb iante de la tierra, hasta que hayas aprendido a leer en la lu z que la vida y la muerte eran una sola cosa y todos los tie mpos sin tie mpo. Hasta que la pesada cadena de las cosas se transforme en el anillo sie mp re en reposo dentro de Ti, en tu voluntad está la voluntad de los mundos, el silencio está en ti, el silencio y la eternidad.MANFRE D KYMBER

La terapia de reencarnación tiene su raíz en una serie de experimentos que realicé desde el año 1968. En estos experimentos logré deja r que a través de una regresión hipnótica las personas pudiesen revivir no sólo su propio nacimiento, su evolución en él vientre materno y su concepción, sino también encarnaciones pasa das. Los protocolos de estos experim entos y consideraciones sobre sus posibles consecuencias, los publiqué en mis dos libros: "La vida después de la vida" y "La reencarnación". En estos experimento se usó la hipnosis como medio auxilia r para lograr la re gresión en el tiempo. Los experimento s no son nuevos, ya los realizó en el siglo pasa -i j do Albert de Rochas. En 1956 el caso de Bride y Mu rphy inqu ietó} a la opinión pública, y también los ingleses Arnall Blo xham y De nys 105

VIDA Y DESTINO HUMANO Kelsey condujero n durante décadas experimentos de regresión hipnótica a vidas anteriores, y los publicaron. Durante esta prime ra f ase de las regresiones puramente experimentales a encarnacio nes anteriores pude aprender que hay una relación obvia entre sínto mas actuales y vidas pasadas. Cuando se pudo consolidar más y más esta teoría, surgió la id ea de la utilizació n terapéutica del hecho de tornar conscientes las encarnaciones pasadas. El paso decisivo para concretar esa id ea consistió en el desarrollo de métodos que permitieran la re gresión a encarnaciones anteriores, sin que la persona sujeto de la experiencia tu vie se qi „' ser hipnotizada. Sólo al renunciar a la hipnosis, resultó posible que cualquier persona pu diese traer a su conciencia los recuerdos de encarnaciones pasadas. Como dijimos en el capítulo sobre la hip nosis, el hecho de que una persona se pueda hipnotizar o no depende mucho menos del Hipnotizador que de la conf ianza ínt ima del paciente; justamente esa conf ianza es lo que menos se puede esperar de pacientes psíqui camente perturbados. Además muchos otros argumentos hablan en contra de la dependencia de la hipnosis. No por nada, desde tiempos inmemoriales se oyen en el campo del esoterismo sólo crí t icas y advertencias f rente a la hipnosis. El proceso de hipnotizar se sirve de la sugestión de cansancio, somnolencia y so ñar despierto y lleva así a la persona al punto contrario de la meta propuesta por el esoterismo. Justamente el problema del hombre es "dormir" constantemente y dejarse vivir ciegamente como una marioneta, en lugar de despertarse a sí mis mo y tornarse conscien te. Pero todo lo que pasa en una sesión de psicoterapia debería representar, de una manera disminuida, lo que esperamos del paciente en la vida diaria. Es por est o que nuestra meta es hacer que los hombres sean más conscientes y despier tos, enseñarles a ver la realidad cada vez con más clarid ad y no mante nerlos dentro de su somnolencia e inconsciencia. Además, es imposible desprender el problema de la hipnosis del problema del poder. Como veremos más adelante, éste es el tema central de toda terapia. Finalmente la hipnosis hace que el pacien te se transf orme fácilmente en un consumidor pasivo, qu e espera de la terapia y del hip notizador la solu ción de sus pro blemas. Estos argumentos deberían ser suf icientes para entender por qué busqué posibilidades de liberarme e independizarme de la hipnosis como medio auxiliar para la regresión en el tiempo, con f ines terapéuticos. El resultado es que en la terapia de reencarnación traemos a la conciencia de todas las pacientes vidas anteriores, sin hipnotizarlos 106

VIDA Y DESTINO HUMANO jamás. Las regresiones se hacen con plena conciencia despierta. Pa ra gente ajena al te ma esto parece ser tan in verosímil, que el públi co sigue relacionando la terapia de reencarnación con la hipnosis. Pero esto ya no es vá lido, dado que la terapia de reencarnación se ha independizado de la hipnosis. Es justif icada la pregunta de cómo f unciona el "nuevo méto do". Es bastante dif ícil describir esto, casi imposible. Todavía em pezamos con una breve distensión, que debe llevar al paciente a un a actitud interna de*meditación. El relajamiento sirve para em pobrecer los est ímulos externos y deja que el paciente pueda escu charse a sí mismo. Por tanto, esta distensión cambia la polarización de la 'atención desde f uera' hacia "dentro, sin 'que esto produzca cansancio o somnolencia. Con la ayuda del terapeuta aparecen imágenes o representaciones internas que el paciente aprende a mi rar y al mismo tiempo a relatar.

La vivencia del na cimiento propio y d e la concepción Ya después de dos o tres sesiones, el paciente est á, como lo lla mamos nosotros, "enhebrado en su nacimiento". El paciente vive su primera regresión en el tiempo, remontándose a su propio naci miento, sintiendo nuevamente los dolores, huele todo, ve todo, oye y percibe todo lo que pasó durante y después de su nacimiento. Cuando el paciente ha aprendido a tener una viven cia de mane ra consciente del nacimiento en todos sus detalles y f ases (para esto generalmente se requieren algun as repeticiones), entonces re trocedemos más en el t iempo, hasta el momento de su concepción. Allí vivencia cómo estaba presente en el acto de la procreación de su f uturo cuerpo como una conciencia que vive y percibe . Puede ver la habitación, sus futuros padres, participa también en la rela -ción sexual de los pa dres y de repent e siente como "una especie de remolino en forma de embudo que lo succiona" y vuelve a encon trarse otra ve z encajado en algo limitado, material, oscuro. Estar presente en su propio engendramiento suena como una broma para la mayoría de los contemporáneos, pero se torna lógico cuando aprendemos a separar la conciencia del cuerpo como dos concep tos distintos. El hombre está presente tanto al engendrarse su cuer po material como en su entierro. Después de la e xperiencia de la con cepción i ndagamos el lapso entre la concepción y e l nacimiento. Aquellos meses en el vientre de la madre son una f uente de muchas experiencias p ara el niño, generalmente desagradables. Lo que vive el embrión durante este tiempo en cuanto a miedos, dolores e intento s de aborto no lo cree nadie que no lo haya vivido él mismo. 107

VIDA Y DESTINO HUMANO Comparadas con estas experiencias prenatales, las vivencias de la temprana inf ancia, de los primeros años, son episodios inof ensi vos. Mira r conscientemente ese lapso de tiempo entre la concep ción y el nacimiento le aporta al paciente más claridad que algu nos cientos de horas de análisis. En las terapias primarias ocurre cada vez con más f recuencia que el paciente retrocede por sí mismo a los acontecimientos del nacimiento y a los -embrionarios. Por eso

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VIDA Y DESTINO HUMANO aún en esos ámbitos se impone gradualmente el conocimiento de que los acontecimientos previos al nacimiento se viven de manera consciente. Esto suena muy sensacio nal para las teoría s y métodos de terapia conocidos hasta el moment o, y trae consigo el peligro de que algunos creen haber encontrado en estos acontecimientos des agradables antes y durante el nacimiento "la verdadera causa" de posteriores conf lictos y perturbaciones. Pero todas estas vivencias son tan poco "causas" como las vive ncias inf antiles qu e desde Freud se in vocan hasta el cansancio. Las vivencias prenatales y las viven cias de la inf ancia son sólo los eslabones de una cadena de proble mas que se extiende a través de muchas encarnaciones. Aquí puede ser que haya p rotestas de que el alma sólo se une al cuerpo más o menos en el tercer mes. La respuesta es que hasta ahora todos los pacientes y personas que se prestaron para los ex perimentos, sin excepción, han descrito su concepció n y a l mismo, tiempo su simultánea p osesión del cuerpo. Tal vez m ás adelante, se pueda aclarar exp erimentalmente cómo surgió la teoría de que el alma encarna a partir del tercer mes. A mi esto me parece poco i probable, pues desde el principio las célula s necesitan inf ormacio nes para evolucionar de acu erdo a una ley. • El hecho de que un niño sea plenamente consciente desde la .concepción, y de ahí en adelante perciba todo lo que pasa y lo que se habla es de una trascendencia casi inabarcable para todos los pa dres y asistentes del parto. P or suerte en estos tiempos el "nacimien to suave" del Dr. Leboyer está teniendo más y más eco y las clín icas se pliegan poco a poco a las exigencias de los padres conscientes. Se podrían llenar libros enteros con advertencias y co nsejos para el tiempo del embarazo y del nacimiento, pero debería ser suf iciente que los padres tuvie ran bien claro que el embrión que se está formando es pequeño, indefenso y jo ven solamente en cuan to al cuerpo, pero el alma trae consigo la madurez de muchos miles de años. Es mu y posible que un re cién nacido tenga un alma más madura que las de sus padres. No hay ra zón alguna para balbucear sonidos incomprensibles delante de un bebé, él comprende cada palabra y cada f rase, también lo que sería mejor no decir en pre sencia del niño . Se aconseja a todos los padres empezar cuanto antes con la educación de sus niños, a saber el mismo día en que se enteran de

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VIDA Y DESTINO HUMANO La eugenética o educación prenatal, consiste en una conversa ción normal de los padres con el niño en el v ientre de la madre, en expresarle la alegría que causa su lle gada, inf ormarle sobre el pro ceso del nacimiento, of recerle solamente buena música, buena literatura, buen cine y buen teatro. Una conversación clara con el embrión sobre el nacimiento tiene má s éxito que muchas semanas de gimnasia. La razón de todos los problemas y dif icultades en el nacimien to es que el niño t rata de evitarlo. El mie do a nacer no se ref iere tanto al acto mismo como a no tener dominio sobre esta vida que está empezando. El e mbrión todavía no tiene un ritmo propio de respiración y por eso no está totalmente apresado por la polaridad. La consecuencia es que el embrión tiene aún acceso al pasado y al f uturo, divisa su vida f utura en sus f ases más importantes, esto puede compararse con el f ilm de la vida en el momento de la muerte?. Este saber se borra con la primera inspiración, porque con ¡el ritmo de la respira ción el hombre entra de lleno en la polaridad y en la dependencia del tiempo. Aquí está la razón de por qué un horóscopo se calcula sobre el primer grito, es de cir, la p rimera respiración. También se relaciona con ello la gran importancia de los ejercicios de respiración dentro de la educación esotérica. El em brión ve los problemas de su vida f utura y sabe que este sabe r se borra en el nacimiento. De ahí resulta el miedo a nacer y el intento f recuente de evitar el nacimiento. Las conversaciones prenatales adecuadas pueden ayudar mucho mejor que todas las técnicas clí nicas. De la misma manera, los padres que discuten dur ante semanas sobre si abortan al niño o no, no deberían sorprenderse si su niño presenta perturbaciones o rechaza a los padres. ;. ' El encuentro con el pasado Cuando el paciente ha traído a la conciencia las f ases de su na cimiento, de la concepción y d el desarrollo embrionario (este pro ceso requiere apro ximadamente cinco horas de terapia) entonces lo dejamos retrogradar a una vida anterior. Entonces se vivencia en un tiempo anterior y aprende a abarcar de una mirada esa vida des de el nacimiento hasta la muerte. Por supuesto también dejamos que el paciente viva siempre la muerte de una anterior encarnación de manera consciente, para reconciliarlo con el polo opuesto de la vida , generalmente reprimido .

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VIDA Y DESTINO HUMANO Después de esta terapia el pacie nte ya no conoce el miedo a la muerte, porque el miedo tuvo que dejar lugar a l saber. (Miedo es f alta de conocimiento.) Así una paciente dijo de manera espontá nea en una sesión: "Que gracioso, nunca me hubiera imaginado que morir e ra tan sencillo." Las descripciones del proceso de morir de nuestros pacientes se asemejan con bastante exactitud a las des cripciones que obtuvieron el Dr. Moody,* el Dr. Ku ebler Ross y otros de los muertos clínicamente y vueltos a revivir. Tal como en la concepción la conciencia se une al cuerpo, así se desprende otra vez en la muerte. Cuando el paciente ha aprendido a abarcar de una mirada algu nas vidas anteriores, entonces usamos como guía adicion al un sín toma cualquiera y segu imos su aparición a través de las encarnacio nes anteriores. De esa manera observamos cada vez sólo la situación que se relaciona con ese síntoma y no todos los otros detalles de esa vida. Así llegamos con bastante ra pidez a encarnaciones ubica das muy atrás en el tiempo. A menudo se tienen nociones equivocadas sobre el número de las encarnaciones pasadas. Algunos cuentan con orgullo que saben que ya han vivido cuatro veces. El ve rdadero número de las vidas pasadas es en realidad casi incalculable. Después de unas pocas sesio nes, un paciente pierde las ganas de querer averiguar la cif ra de sus vidas anteriores. Para alguien ajeno al tema resulta igualmente dif ícil imaginarse los enormes períodos de tiempo que atravesamos en el t ranscurso de una terapia. Es muy dif ícil mencion ar cif ras, pero nos remonta mos muchísimo más atrás que la in vestigación h istórica moderna. Las encarnaciones de los atlantes que sucedieron hace 12.000 años, para nosotros no son muy antiguas. Sabemos muy bien que estas afirmaciones tienen que resultar inimaginables para muchos lectores, pero lo que decim os no es más que el resultado de nuestro trabajo diario con los pacie ntes, que no se distinguen de los que son atendidos por otros terapeutas. Como al principio los resu ltados no eran para nada acordes co n nuestras expectativas, no hubo nunca intento alguno de sugerir cie rtos f enómenos o de provocarlos En la investigación del nivel material nos hemos tenido que acostumbrar igualmente a dimensiones inimaginables. A quienes han perdido la capacidad de mara villarse al respecto les convendría ir a un planetario y meditar sobre el orden de la s dimensiones astronómicas que está manejando la ciencia hoy en día. ; 111

VIDA Y DESTINO HUMANO

Después de las invest igaciones sin duda grandiosas del mundo material, ahora podemos empezar con la s investigacio nes del mun do del alma. Pero oficialmente en este nivel apenas hemos dado los primeros pasos y por esto hay muchos fenómenos totalmente ini maginables que esperan ser comprendidos por la ciencia humana. En este camino también habrá que revi sar a f ondo las opinio nes actuales relativas a la antigüedad del hombre y su orige n. La humanidad es mucho más antigua de lo que se cree hoy en día y ya tiene cumplidas rítmicamente varias culturas altamente evolucionadas, muy parecidas a la de nuestro ti empo. También, aquí rige la le y del rit mo, por eso a cada cúspide de evolución tiene que seguirle su declinación y su aniquilación. La humanidad sigue construyendo la torre de Babel. Volvamos al transcurso de la terapia de reencarnación; entonces el paciente se da cuenta, al vivir una determinada cadena de síntomas, que su problema o síntoma actual es muy antiguo y ya estuvo presente en casi todas las vid as pasadas en forma similar. Aquí tenemos otra ve z un gran peligro de mala interpretación, también yo f ui inicialmente víct ima de ese error; comparándose él capítulo correspon diente de "La reencarnación". Al encontrar en una vida anterior una situación traumática que corresponde en su contenido a un síntoma, se tiende forzosamente a interpretar esa situa ción anterior como trauma original y por lo tanto como "causa" del síntoma. Por ejemplo: un paciente que no puede ver con el ojo izqu ierd o, revive cómo en una vida anterior u na f lecha le da en ese ojo. O un paciente con miedo a las alturas re vive cómo en u na vida anterior lo tiran de una roca. Prisionero del sistema de pensamiento usual en la psicología, se tiende a ver en estas vivencias anteriores la causa de los síntomas. Sin embargo es una conclusión totalmente equivocada; tiene el mismo nivel que el in tento de encontrar la causa de una perturbación en la inf ancia. Si transf erimos los pensamientos desarrollados para esta vida a una encarnación anterior, entonces esta vivencia traumática segura mente no f ue una casualidad tonta, sino la expresión de un p roblema, que ya se traía a aquella encarnación. O mirándolo al revés: si bien se puede pensar que el alma de una persona que se ahoga en esta vida, en la próxima tendrá miedo al agua, esto no da derecho a poner el acto de ahogarse como causa del miedo al a gua posterior, porque ahogarse es un acontecimiento que responde a una ley, e xpresión externa de un problema que ya se ha traído a esta vida. 112

VIDA Y DESTINO HUMANO Se muestra entonces que al buscar ulteriormente se encuentran cada ve z más situaciones, de las cuales cada una te ndría la calidad como para poder ser ca lif icada como "trauma original" para ese síntoma. Para seguir nuestro ejemplo, esto signif icaría que el pa ciente con la f lecha en el ojo izquie rdo encuentra en su pasado mu chos más acontecimientos en los que ha perd ido el ojo izquierd o. Todos estos acontecimientos son eslabones de una cadena cuyo hilo es el problema común a todas esas situaciones. Cuando en la terapia hemos recorrido una cadena de tales, síntomas, hasta un supuesto f in, se inicia el paso decisivo p ar a la terapia: dejamos regresar al paciente a la situación en que él mismo f ocalizó la causa para la cadena de suf rimientos posteriores y el 'contenido para las f ormas posteriormente redimidas. Al dar este .paso, el paciente se enf renta con su culpa kármica , por la que hizo que f ueran necesarios todas las situaciones de suf rimiento. Porque hasta ese momento el paciente se vivencia e ternamente como una V pobre víct ima. Que un paciente crea que la causa de su perturba ción reside en el comportamiento de su mad re o de una vivencia desagradable de una vida anterior, al f in y al cabo no hay tanta dif erencia. En ambos casos el paciente proyecta su culpa hacia un mundo exterior. Algo totalmente distinto pasa en la conf rontación con la culpa kármica propia. El pacie nt e tiene que integrar su sombra, se vive a sí mismo como actuante, el que hace a los otros las mismas cosas de las que se está quejando desde hace algunos miles de años por tener que suf rirlas. No es un paso f ácil para el paciente enf rentarse con la culpa, pero es un paso enorme en dirección a la curación cuando lo realiza. Si uno quiere insistir en la palabra "causa", en tonces se puede encontrar aqu í, en la culpa kármica. Una tal situación de .culpa nunca puede ser un verdadero f inal, sino se puede inte rrogar más y más por sus determinantes. Si no lo hacemos en la terapia es por razones prácticas: 1. No ha y un f inal concreto, circunst ancia que la iglesia def i ne con el concepto de pecado original. 2. Una culpa kármica, en relación a un problema actua l, es por lo menos el comienzo de una f ase en el ritmo inf inito:

Culpa y responsabilidad Al reconocer la culpa, el paciente tiene que asumir la total responsabilidad por su destino, un paso que abre la puerta a la curación. Una persona ajena al tema, a veces, tiene miedo al descubrir situaciones de culpa y piensa que dif ícilmente podrá continuar 113

VIDA Y DESTINO HUMANO viviendo con ese saber. Algunos creen que no podrán incorporar el conocimiento de que alguna ve z han matado a alguien. Estos mie dos no se realizan en la situaci ón concreta. Una antigua moraleja dice: "Solamente oprime lo que se reprime." Es justamente el saber inconsciente de la culpa lo que produce ese miedo ante la conf rontación. Si se logra mira r la culpa, al mismo tiempo cede toda la presión anterior, justame nte porque se pretendía no saber nada de ella. Todo lo que es consciente para el hombre, nunca puede tener efectos negativos. En la terapia la conf rontación con la culpa |se produce sin juicios de va lor, se mira la realidad y se la integra conscientemente como un paso de aprendizaje del pa sado. El hombre, al integrar paso a paso su sombra en su conciencia , después de te nerla totalmente reprimida, se vue lve más íntegro, más completó, más sano. La conf rontación con la culpa no es cargar un nuevo bulto, sino su descarga. Por m ás que la conf rontación generalmen te no sea agradable, todos los pacientes se sienten después más li bres y más aliviados en f orma desacostumbrada. Hay que e vitar to do extremo en el manejo de la culpa. Reprimir la culpa y pro yecta rla s obre otra enferma al individuo, porque se e stá alejando de la realidad. Es igualmente nocivo sobrecargarse con culpas y autoacusaciones, hasta desplomarse bajo esa carga. El hom bre tie ne que aprender que como hombre es culpable, y que este es el precio de su proceso de aprendizaje. No hay e volución sin equivo caciones. Por eso ^ no hay una sola persona que no haya cargado culpas en su pasado, solamente el que atraviesa la oscurid ad, llega a la lu z. Nadie se cuida del f uego sin haberlo tocado jamás. En la tr adición de la iglesia tenemos otro manejo muy equilibrado del tema de la culpa. Primero se le hace consciente al creyente que co mo hombre es pecador y ha cargado con culpa y después se le des carga mediante la absolución de esa culpa. Algunos objetan que el Principio de la Gracia es un contrasen tido respecto de la dura ley del Karma, que dice que toda culpa tiene que ser e xpiada. Esta contradicción entre Karma y Gracia e xiste solamente en apariencia, los dos principios se unen como todas las polaridades en el centro y en realidad se condicionan mu tuamente. La Gracia la recibe solamente aquel que la pide . Para poder pedirla, el hombre tiene que reconocer su culpa. Pero el Kar ma es la le y que cu ida de que el hombre, en algún momento, llegue a reconocer su s f allos, su culpa. Por eso la Gracia puede efectuarse solamente a través del Karma. El Karma apunta a la comprensión del hombre, cuando ésta se produce, está maduro para la Gracia. . , El problema primordial: el poder 114

VIDA Y DESTINO HUMANO En una terapia seguimos varias caden as de síntomas y sus cul pas kármicas. Todas estas cadenas terminan al f inal en una especie de punto de empalme que representa el problema básico, que hasta ahora ha sido el f racaso del paciente. Este problema en sí se en cuentra tanto entonces, como ahora , en el pasado lejano de estruc tura considerablemente más tosco y visible, en la vida presente el problema está generalmente más ref inado y sublimado, hasta tor narse irreconocible. Si se analiza e l problema primordial en todos los pacientes, se encuentra que se puede reducir sie mpre al mismo tema: el poder. El hombre se enf erma siempre por el poder, antes vivid o a veces de manera muy nítid a, hoy disimulado de modo muy astuto, pero es y será siempre el po der el que hace f racasar al hombre. E l polo opuesto del poder es la humildad. Cada "yo qu iero", "yo quisiera" es la expresión de esa pretensión de poder. En nuestro tiempo, una de las formas más f recuentes de ejercer el poder es la enf ermedad. Hoy en día, la enfermedad garantiza al individuo un espacio libr e "por encima de toda crít ica" para sus pretensiones inconscientes de poder. Aquí está la ra zó n de por qué los enfermos en realidad nunca quieren dejar sus enfermedades. Por cierto, esto es ne gado rotundamente por el enf ermo, indicando todo lo que ya ha he cho y emprendido para poder sanarse nuevamente. Pero no hablamos de este amontonamiento de coartadas.; Por supuesto, el enfermo cree que quiere sanarse, pero solamente porque aún no es consciente de la motivación de su enfermedad. Cuando reconoce que tiene que elegir entre la enf ermedad y renunciar al poder, la elección le resulta generalmente muy dif ícil. ; Poder equivale a predominio del Ego, es el intento de no subordinarse, sino de f orzar su volunt ad sobre el otro. Esta pretensión de poder ya condujo en el paraíso a morder la manzana: no subordinarse a la ley, sino saber uno mismo lo que es bueno y lo que es malo. El hombre siempre estuvo dispuesto a pagar un precio muy alto por ese poder. Para obtener el poder, el hombre gustosamente, pactó con Sataná s y vendió su alma. Pero solamente cuando ha vivido sus deseos de poder en encarnaciones anteriores con toda claridad, el paciente empieza a desenmascararlos en el aquí y ahora. Sólo cuando ve cómo, durante, miles de años se cargó permanentemente de suf ri mientos, para ad quirir poder, empieza a comprender lentamente el mandato de la humildad. Una comprensión de este tipo no es un proceso intelectual, sino una experiencia de la realidad que hace que el hombre cambie de polaridad. La modif icación en la conci encia sucede en el presente y por esto el hombre puede curarse. Los síntomas 115

VIDA Y DESTINO HUMANO desaparecen literalmente por sí solos, por más que no hayan sido tratados, pues se han tornado superfluos en sí mismos. ; La terapia de reencarnación no es una f uga al pasado, si no que utiliza el polo opuesto del pasado para lle var al pacient e al presente. Mientras el pasado sea reprimido y siga teniendo efecto de ma nera subconsciente, el hombre no logra vivir a plena conciencia el aquí y ahora. Permanentemente es el estimulado p or cosas pasadas y confunde los tiempos. Sólo cuando ha integrado el pasado en la| conciencia, puede dejarlo de lado, y vivir f inalmente el presente con una claridad hasta entonces no sospechada. Nosotros miramos el pasado porque tiene tan poca importancia , no porque lo encon tramos tan interesante. La meta de todo camino esotérico es vivir realmente y siempre de modo consciente en el presente. Para poder hacerlo, tenemos que separar primero e l presente del pasado y purif icarlo. La terapia de Reencarnación sigue el principio del simile de la homeopatía: el enfermo al pasar por las cadenas de síntomas se enf renta permanentemente situaciones similares hasta encontrar por ese camino • el veneno de la culpa. Este veneno se le transf orma en medica mento si lo po tencia con su conocimiento y redime así su proble ma originario. La terapia de reencarnación no satisf ace la curiosidad por las vidas anteriores, ni es el opio del pueblo que consuela a los hom bres con la promesa de una vida nueva. La terapia de reencarna ción es un camino duro hacia la purif icación. No vemos ningún consuelo en tener que reencarnar una y otra ve z, sino un desaf ío para liberarse de la rueda de las reencarnaciones a través de la evo lución, hacia la perfección. Nosotros le decimos sí a la vi da en esta tierra, mientra s sea necesaria para nuestro camino de evolución, pero nuestra meta está más allá del mundo material, es esa unidad de la cual nos hemos separado alguna ve z y que en el f ondo es el anhelo de retorno f inal de cada ser humano. Experiencias del más allá Una pregunta f recuente es si en el via je a tra vés del pasado tam -' bien pasamos por las fases intermedias que se hallan entre las dis - ¡ t intas encarnaciones y que es lo que inf orman los pacientes sobre el más allá. Nuestras exp erienci as sobre el más allá y las f ases inter medias están en este momento más adelantados que hace algunos > años, pero a pesar de ello seguramente no han llegado a término. En la terapia tratamos de pasar solamente por las f ases que son de rele vancia para el pa ciente y evita mos preguntar por cosas que sa 116

VIDA Y DESTINO HUMANO tisf acen primariamente nuestra propia curiosidad. Esta es la ra zón po r la cual nuestras experiencias del más allá están todavía un tan to en sus principios. Además es dif ícil obtener observaciones de valide z gen eral porque el más allá no muestra una imagen homogénea, sino que es tan dif erenciado como lo son los distintos niveles de e volución de la conciencia humana. El más allá es un mundo astral y en consecuencia un nivel únicamente de imágenes, en el cual las f ormas correspon den a los contenidos anímicos más dispa res. El a lma de un dif unto llega en el más allá según su resonancia, al nive l que corresponde al estado de conciencia que trae consigo. Así que cada alma llega a SU más allá, que al f in y al cabo no e s más que el ref lejo de su pro pia conciencia que ha tomado forma. Estos distintos nive les hacen que sean dif ícil reproducir un cuadro unif orme .depende del individuo que el más allá sea p ara él el cielo o e l inf ierno. Un dif unto vive el más allá f recuentemente como un paisaje cuyo ambiente y aspecto corresponden a la calidad de su alm a. Así, una pacien te describe su más allá, al que llega después de una vida, muy remota en el pasado, en que f ue una regente muy poderosa y mu y truel, del modo siguiente: "Muero una muerte lenta, dolorosa y solitaria. Sobre todo ten go un miedo atroz a la muerte, que casi me vuelve loca. Oigo un ruido y un estruendo tremendos y luego me encuentro en una esf e ra oscura, respectivamente en un paisaje muy extraño. Todo inspi ra te rro r, todo tiembla de miedo. El paisaje es inarmónico, todo es puntiagudo, f río y rechazarte. Ha y viento, el aire está lleno de ge midos angustiosos. Yo busco sin ton ni son un orif icio o una grieta donde esconderme, pero no encuentro nada. También los ton os de los colores aquí son amenazantes. Hay muchos otros seres, entre otros algunos parecidos a ratas. Tengo que permanecer aquí un lapso terrib lemente largo, buscando siempre un rincón donde es conderme. Lo peor es que uno no se acostumbra al horror de aq u í. Después de mucho tiempo encuentro por f in una grieta donde me escondo deprisa, mejor dicho, hacia donde me siento succionada." Igualmente desagradables son otras descripciones del más allá, que siguen a una vid a en que han imperado el poder, la codici a, la crueldad y la f alta de amor. Si deja mos de lado estos casos, el más allá generalmente se describe como hermoso y agradable. Así po r ejemplo la descripción de un niño que muere reza: "Lentamente todo se torna más liviano, empiezo a f lotar en el espacio. Ya no so y yo, pero sí so y yo, veo tod o: mi madre, mi pa dre, la mujer y yo mismo en la cama. Estoy suspendido más arriba, llegando al cielo raso y vuelvo a bajar, me acerco a mi madre y le ha go una caricia. Después me elevo otra vez y veo la casa y el jardín. Me lle van de la 117

VIDA Y DESTINO HUMANO mano, me lleva mi abuela de la mano, la madre de mi padre. Ella es muy buena conmigo. Dice que me lleva rá k alguna parte y me mostrará todo. Llegamos a un paisaje suave mente ondulado y veo otros seres más. No hablamos, pero s e sabe lo que dicen y ellos saben lo que yo digo. Uno se siente muy bien y f eliz aqu í. Se ven colores suaves, tiernos, claros, que entran en transición unos con otros." Las descripciones del más allá van desde el horror primitivo hasta la descripción de paisajes magníf icos. -Los seres que se encuentran corresponden en cada caso a la calidad del lugar. Quiero subra yar nuevamente que el más allá no es un nivel material, sino un mundo puramente psíquico, pero no por eso menos real. Nuestras e xperien cias hasta el d ía de hoy han demostrado que el más allá corresponde al estado de conciencia del alma. A este mismo nivel pertenecen también todos los otros seres de igual e vo lución. Ha y contacto con otras almas y seres y por lo visto hasta hay un progreso en el aprendizaje. Los seres más e volucionados ayudan solamente a los que piden tal ayuda. Después de la muerte del cuerpo, el individuo a menudo ve de pronto con gran claridad los errores propios cometidos durante la vida. S i dejamos de lado la esf era muy osc ura, generalmente la permanencia en el más allá se experimenta como tan agradable, que na die quiere vo lver al mundo material. Solamente la comprensión de las propias f altas lle va al deseo de equilibrarlas y compensarlas y f inalmente la acep tación de tene r que encarnar nuevamente. El más allá es ta n va riado y dif erenciado como nuestro mundo de aquí. Como el alma no se vuelve mucho más madura ni inteli gente por el hecho de morir, tenemos en el más allá una distribu ción de sabiduría y estupid ez similar a la de aquí en la tierra, cosa que muy a menudo es pasado por alto entre los espiritistas. No se trata de dudar de la "autenticidad" de los f enómenos espirit istas, sino que se quiere advertir de no ponerle una aureola de inf alibili dad a todo lo que se dice porque viene desde el "más allá". La pro babilidad de recibir a través de médium espiritistas mensajes de una calidad espiritual verdaderamente alta es bastante más remota que de recibir opin iones privadas y creencias de cualquier alma de bajo nivel evolu tivo o hasta de entidades no humanas. Las almas atadas a la tierra Con esto tocamos el tema de las almas "atadas a la tierra", te ma para cuya comprensión el público en general todavía carece de la 118

VIDA Y DESTINO HUMANO preparación necesaria, pero no lo puedo callar totalment e por la gran importancia que tiene. Con la exp resión "almas atadas a la tie rra" se designa a las. Qu e, al abandonar su cuerpo terrestre , por diversas razones quedan tan f uertemente f ijadas en el quehacer de aquél que omiten realizar su camino necesario a través de la esf era del mas allá., Igual, que durante su vida terre stre, lo, único que les Interesa son los acontecimientos terrestres, ra zón por la cual tratan de participar en el cuerpo de un ser viviente para obtener así nuevamente su capacidad de actua r. Dr. W ickland trató mediante este método la esquizof renia con gran éxito durante más de 30 años. Este trabajo no tan f ácil se hizo po sible por el don de su esposa, quien como excelente médium pudo prestar su cuerpo en estas sesiones a las "almas atadas" para que pudiesen hablar y e xpresa rse a través de ella. El objeto de tal t erapia es aclara r al alma su estado, hacer que a posteriori tome conciencia de su muerte. El alma tiene que aprender a comprender que ya no tiene un cuerpo propio y que los quehacer es terrestres ya no tienen importancia para ella. Tiene que darse literalmente vuelta para poder reconocer su nuevo ca mino y la ayuda en el más allá. En los últimos años hemos comenzado a reunir nuestras pro pias experiencias en este terreno. Pudimos verif icar las experiencias de W ickland, pero también se mostró que estos procesos al princi p io están llenos de p eligros y problemas. Por eso quiero advert ir a los legos en la materia que no deben hacer experimentos alocados. Últimamente han aparecido en nuestr o trabajo posibilid ades de tomar contacto con estas almas y tratarlas durante la terapia y has ta sin médium. A esta forma de terapia le dimos el nombre de "te rapia de liberación", porqu e un alma es liberada de su atadura y conducida hacia su propio camin o. La oración ocupa un lugar central en esta terapia de liberación. Las mismas almas a veces la piden la stimosamente. Aquí está la gran posibilidad para el lego de ayudar a estas almas: rezar y pedir misas de difuntos para los f allecidos, no se les puede h acer un me jor servicio. De allí deducimos que los d eudos deberían omitir todo lo que ata a los dif untos o llamarlos. Los espiritistas o in vestigado res de voces grabadas tratan sobre todo con "almas atadas". Debe rían tener bien claro que estas almas nece sitan ayuda, pero que de ninguna manera son proveedores de sabiduría celestial. Estamos aún al principio con todos estos descubrimientos y trabajos, pero las e xperie ncias obtenidas hasta ahora muestran que la integración de este círculo de problemas abre p osibilidades to talmente nuevas de terapia y a yuda.

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VIDA Y DESTINO HUMANO Etapas de la evolución del alma El tiempo de permanencia del alma en el más allá dif iere en los distintos casos Una cosa segura que las aserciones muy dif undidas de que pasan cie ntos o miles de años e ntre las distintas encar -' naciones son errados. Puede presumirse que en el pasado más remoto había f ases intermedias de algunos cientos de años. Pero ahora; pasan generalmente menos de diez años entre las encarnaciones. La • duración más larga o más corta es el mecanismo que regula las ci f ras variables de población. Cuanto más corta es la f ase intermedia, más hombres viven en la Tierra. En relación con esto no debería olvid arse nunca que el reino humano no es un nivel cerrado con un número constante de al mas, sino algo así como una estación de pasaje. Si se comparan las en carnaciones con grados escolares, se podría comparar por ejemplo ¡ el reino humano con la enseñanza media. Así como antes y des pués de ésta hay todavía otras instituciones de estudio, a sí tam -! bien el alma recorre reinos distintos hasta tener la madurez para e l reino humano. Una ve z perf ecto como ser humano, le esp.eran en, la jerarqu ía otros deberes que se encuentran f uera del reino humano En el alma humana se encuentran recuerdos que se remontan hasta los reinos animales, ve getales y min erales, pero esto no se, debería considerar como encarnaciones en sentido estricto. Sólo al .lle gar a ser humano empieza la e volución in dividual del alma, yd que en el reino animal impera aún un alm a grupal. En casos aislados se puede dar una "re -ubicación" de un ser humano en una ¡ encarnación animal, cuando como hombre ha transgredido f ormas básicas de comportamiento humano de manera tan se vera, que de -: < ben se r aprendidos mejor en el reino animal . Pero tales re gresiones* se deben haber dado más en los comienzos del reino humano y no' son de ninguna manera la regla. Una pregunta f recuente es si en el transcurso de las encarnacio nes se cambia de sexo o no. Por más que sabemos por experiencia que h ay un cambio de sexo, sigue siendo dif ícil una contestación exacta a esta pregunta, porque todavía no nos resulta claro cuál es la le y que gobierna estos cambios. Después de examinar muchas hipótesis tenemos en este momento la opinión de que un alma tiene un sexo f ijo y de que existe un alma dual del sexo opuesto. La mayo ría de todas las encarnaciones tienen el sexo que el alma tuvo desde el principio . Las encarnaciones en el se xo opuesto solamente se inter calan de ve z en cuando para hacer ciertas e xperie ncias o para redimir el Karma. El alma se une f recuentemente, pero no siempre, con su alma dual, pues .ambas dependen una de la otra en su evolución.

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VIDA Y DESTINO HUMANO Un o d e lo s f enó meno s má s so rp rende nte s e s en cont ra rse re pe tid amen te co n la s mism as pe rson as a t ra vé s de la rgas ca den as de encarna cione s. A mor y o dio , a t racción y recha zo n o son má s que re sto s de t ie mpo s pasado s. La cu lpa ká rm ica se pa ga siemp re con la misma pe rson a co n la cua l se con trajo la de uda . A vece s la e xpe rien cia m ás e st re mecedo ra de un a te rap ia de ree ncarn ació n e s ve r cuá nto se p a re cen lo s p rob le ma s e n toda s la s en ca rna cion es, cuá n to s mile s d e año s pa san sin que camb ien las m oda lida d es bá sica s de com po rta miento . Re co no ce r e st o p u ede se r pa rte de l é xito d e la t e rap ia. Al aba r ca r p e ríod os de tie mp o que pa re ce n t an gra nde s pa ra n uestra con cien cia, la est ructu ra de lo s p rob lem a s y las cade na s d e errores re sa lta n con eno rme cla rid ad. La te rapia d e ree ncarna ción ope ra com o un m icro sco pio que to rn a visible la e st ru ctu ra de la p e rsona lidad ha sta e l ú l t im o det alle . En la conf ro nta ció n con la cu lpa un o se ve ob liga do a ca rga r un o mismo co n la re spon sab ilidad po r su d estino, o sea a ca mb ia r u no mismo. El pa ciente al p rincip io, no e spera na da má s qu e el camb io de su cuad ro d e sín t oma s y no se da cue nta qu e este cam b io só lo se pued e p rod ucir en comb in ació n co n un cam bio en é l mismo. En la terap ia de ree n ca rna ción , el h omb re ap rend e a con o cer la sign if ica ción y la just icia d el d estin o . Re co no ce que con ca da acción so lam ente cosech a lo que ha se m bra do algun a ve z, pe ro qu e a l mismo t ie mpo ya siemb ra lo que a lguna ve z cosech a rá. Recono ce r est o ob liga a vivir con scie ntem ent e en el a qu í y ah o ra. El hom b re e xp erim ent a la p ro tección de un cosmos gu ia do po r le yes co n sen tido. Est a r a l servicio d e e se cosmo s es su ú nico de be r. E st a re -un ió n co n la ba se o rigina ria es re -ligio, la met a ú lt ima d e nue st ra t erap ia, pu es cu ra r es co sa de la religió n. Re ligión y reen ca rnació n Acompañando a un paciente en ese camino de individ uación, uno se enf renta f orzosamente con las preguntas por el sentido, por De Nu estra e xpe rien cia m ue st ra qu e no es po sib le e xclu ir la p ro blemá tica re ligiosa de un a p erson a e n un t rata mie nto psicote rap éut ico. E l alma se enf e rma sie mp re so lame nte cua nd o p ie rd e el sent i d o de las co sa s. Ju sta ment e el enf ermo psíqu ico ya ha to ca d o una rea lida d gene ra lm ent e d escon ocid a p a ra el "hom b re no rm al me d io" . El neu rót ico ya ha visto "m ás", p e ro no pu do sopo rt ar la 4 rea lidad y se , enf erm ó-co n e n ve neno de la V erdad . Si seguimos pensando en forma homeopática, en tonces sola mente lo puede curar aquella verdad que lo ha enfermado. Por eso, dicho camino tampoco puede tener por meta tratar al enf ermo j 121

VIDA Y DESTINO HUMANO hasta recuperar ese estado de normalidad previo a enf ermarse, más bien después de una terapia exitosa el paciente tiene que estar por encima de la normalidad tanto como antes estuvo apartado de ella en sentido contrario por la neurosis. Acompañando a un paciente en ese camino de invidualizacion uno se enf renta f orzosamente con las preguntas por el sentido, por Dio s por la redención, etc. Esos temas no son introducidos en el juego por el terapeuta, como dicen algunos, sino la mayoría de los terapeutas los pasan por alto exprof eso. La terapia no es un marco para la misión eclesiástica. Pero examinar a f ondo la "reli gión " no es lo mismo que discutir en p ro o en contra de determinada confesión o credo. Desgraciadamente la conciencia religio sa de la mayo ría de la gente tiene rasgos muy inf antiles. Esa inf antilidad en cosas d e religión es tan f uerte entre los enemigos d e la religión como entre sus seguidores. Es terrible que ambos grupos tan rara vez comprendan la esencia de la religión. Por eso tenemos abismos tan grandes entre las enseñanzas de las religiones y las de sus iglesias. Esto siempre f ue así y siempre será así. También las instituciones eclesiásticas son obra del hombre y por eso son tan propensos a errores como todas las instit uciones. Parte de la esencia de una institución es acumular poder, pero el poder es el peor enemigo de todas las religiones. De tiempo en tiempo aparecen verdaderos iniciados entre los hombres que proclaman la enseñanza verdadera, no f alsif icada, eternamente válida, pero siempre son perseguid os y hasta crucif icados por los f ariseos y escrib as de turno. Cuando hablamos de religión, nos ref erimos siempre a la enseñanza pura y no a las igle sias e instituciones. Si durante la terapia un paciente aprende a comprender las esencias de la religión, queda después en sus manos encaminarse a una religión o confesión dada o seguir su camino in dividualmente. Quien ha comprendido la religión, ya no alberga rá agresiones contra los errores de la s comunidades humanas sino que se servirá a menudo de ellas como marco ritual para su camino. Sobre ese f ondo también habría que considerar la temática de "Reencarnación y Crist ianismo". La iglesia crist iana of icial recha za la enseñanza de la reencarnación co n excepción de la s comunida des crist ian as que se orien tan e n las e n señ an za s de Ru do lf Steine r. Esa enseña n za e s un e jem plo d e que el crist ia nism o se l le va mu y bien co n la reen ca rna ció n. Es d if ícil p ro ba rlo, pe ro h a y m ucho s a rgu men to s a f avor que p ermite n presum ir que e n la ép oca de Cris t o y tam bién e n lo s prim eros siglos de sp ué s de El, la reen ca rna ción e ra cosa absolutam ent e na t ura l. Pe ro en e l a ño 53 3 , en el Con cilio E cu mén ico 122

VIDA Y DESTINO HUMANO bajo e l em pe rad o r Ju st in iano , se p roclam ó qu e la en se ñ an za d e la ree nca rna ción e ra una he re jía: " m ald ito sea el qu e en se ña una pre e xiste ncia f ab ulosa de l a lm a y un a mon st ru osa re sta ura ción ." Se so st ien e que a l mism o t ie mpo se l imp ia ro n la s Sa gra dos E s crit uras de lo s te xto s corresp ond ie nte s. La se gurid ad en e ste caso só lo la pod ría da r la Bibliote ca Vat icana . S in emb a rgo ha y a lguno s p asajes del te xto de la Biblia que , au n qu e insuf icien te s p ara seña la r la ree nca rna ción co m o ob je t o d e la s e n señ an za s crist ian a s, dem ue s t ran sin du da que la id ea de la re en ca rn ación era cosa to t alm ente nat u ra l en e se e nton ce s para lo s discípu lo s d e Cristo. A sí e nco nt ra m os en todo s lo s E van ge lista s cita s en el te xto sob re la p re gu nta de si Jua n Baut ista e ra o no la reen ca rn ació n d e E lía s. Marco s 8. 2 7: " Je sú s salió con su s discípu lo s h acia la s a lde as de Ce sá rea de Filip o; y en el cam ino le s p re gun tó: ¿Q uié n d ice la gen te que so y yo? Ello s dije ron : Ju an e l Ba utista ; ot ro s qu e E lias; ot ro s que uno de lo s prof etas." Co mpá re se al re sp ecto: Ma te o 16 , 1 3 -16. Ade más en con tra mos e n Ma teo 1 7, 10 -13 e l pa sa je sigu ien t e: "S us discípu lo s le p re gunta ro n: ¿P or qué dicen lo s e scriba s qu e p rime ro tie ne qu e venir Elia s? El re spo nd ió: 'S í, E lias t en ía que ven ir a dispo ne rlo t odo . P ero o s digo qu e Elia s vino ya, y no le re con ocie ro n, sino que hicie ron co n é l lo que q uisieron. A sí t am bié n e l Hijo d el homb re h a de p ad ece r d e pa rte d e ello s. ‘Ent on ce s e n ten dieron los discípu lo s que le s h ab ía h ablado de Jua n B aut ista. " (Co mp árese Marco s 9 , 11 -1 2. ) Dice Ma teo 11,1 3 -16: "P o rqu e to d os lo s p rof eta s y la le y p rof et iza ron hasta Ju an. Y si queréis com p re nde rlo, é l es E lias, el que ib a a venir. El que te n ga o íd os que oiga." Est e pre gu nta r po r E lia s qu e a pa re ce en to do s lo s E van g elio s, se com prend e so la m ente a nte e l f ond o d e la re en ca rn ación . Esto e s vá lido e n sum o grado t amb ié n p ara el pa saje sigu ien t e de Juan 9,1 : "Al pa sa r vio a u n cie go de n acim ie nt o. S us discípu lo s le p re gunta ron: "Mae st ro, ¿qu ién pecó, é st e o su s p adres pa r a que ha ya n aci d o cie lo Je sú s " re sp ond ió : Ni este n i su s pa d re s, sin o pa ra que Re sp la nde zcan en él las ob ras de Dio s'." L a p re gu nt a sob re si e ra e l p eca do p rop io o de lo s p ad re s la causa d e e sa ce gu era de sd e e l na ci mie nto, re quie re f orzo sa men te la e xist en cia de ant e rio re s e ncarna cion es. E sto no es cam biado en na da po r la re spu esta de Je sú s, que n o pone en d uda la ju stif ica ción de la p re gunt a, sino que mue st ra solam ente un t erce r asp ecto n o com pre ndido en la pre gu n ta. Más nu me ro sa s y e vide nte s so n la s af ir m acio ne s d e m uch os pa d re s de la I glesia ref ere nte s a l t ema de la ree nca rna ción.

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VIDA Y DESTINO HUMANO En su lib ro " No vivimo s so la men te un a ve z" K . O. S ch m idt ha reu nido mucha s citad as en ese sen tido de la s que algun as se inclu i rán a qu í: Así e scribe el gra n O rígen es: "S i se q u ie re sa be r po r qué e l a lm a huma na algun a ve z obe de ce al b ie n y ot ra ve z a l m al, ha bría que busca r la cau sa e n una vida p rece dent e a e sta vida . Cada uno de nosot ro s recorre el cam ino h acia la p erf e cció n en u na su ce sión d e vida s. Est amo s obliga do s a lle va r sie mpre n ue va s y me jore s vida s, en est a Tie rra o e n otros mu ndo s. Nu est ra en t re ga a Dio s, que n os purif ica d e tod o mal, sign if ica e l f in de la reen ca rnació n." Ot ro s Pad re s qu e hab la ron e xpresame nte en p ro de la reen ca rna ción son : San Je ró nimo, Clemen te d e A le jan dría, G re gorio de Nicea, Ruf ino , San Ju st in o, San Hila rio , Te rt ulian o, Filón, Nem esio y otros. El A rzob ispo Lu is Pa sa vali e scribe : " So y d e o pinión qu e se ría un gran paso a de lan te que se n os p ermit ie ra so ste ne r púb lica m ente la ide a de la re en ca rna ción , y d igo la ree nca rn ación en est a Tie rra, a sí com o e n otros m undo s, p orque así se e xp licarían mu cho s en ig ma s que ho y oprim en a l e sp írit u y la int elige ncia de los hom bres com o ne blin a s borrosas. " Todas e sta s cita s y no mb re s n o prete nde n se r un inte nto de com proba r qu e la reen ca rn ació n e s u na pa rte de las en señ an za s crist ian as. Ca da u no e ncont ra rá ba stante s cita s y a ut orida de s f amo sa s pa ra po de r af irma r su p rop ia op in ión. Yo no cre o que con ve n ga dispu ta r sob re la ree nca rna c ión en base a cita s b íb licas. Me pa re ce que t ien e má s se n tid o un e xam en e scrupu lo so , so b re si realmen te se opon e la reen ca rn ación a l ve rda de ro pen sa mient o d e Crist o o n o. Un e xa men sin p re ju icios de e sta cu estió n no po d rá en cont ra r n in gun a con trad icción. N o es pue s cu estión d e e le cció n p ara e l in d ividuo ent re se guir siendo cristia no o cree r en la ree ncarna ción. El ve rda de ro crist ian ismo ha e xigido de sde siem p re el co ra je de an dar, e l cam ino de la p ro pia con ciencia , le jo s de la s op in ion es t em poralmente váli das y en ese sentido no ha cambiado nada hasta el día de hoy. Ya en ese entonces los "escribas" no pertenecían al círculo de los amigos íntimos de Cristo.

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VIDA Y DESTINO HUMANO 9. LA VIDA DIARIA COMO RITUAL

El homb re es "básica mente aquel que se le envió a la aventura". Menos daño le hace el fracaso, que la falsa creencia de estar a salvo. Dios no quiere buscadores de salidas de eme rgencia metafísicas, • sino quienes perfeccionan la condición de ser humano, desde lo sensorial hasta lo supra sensorial. HERBERT FRITSCH: Como a lo múltiple tiene que se guirle lo simple, así también nosotros tenemos que tratar de unir todas nuestras consideraciones de los dif erentes aspectos parciales, para poder reconocer el transcurso de nuestro camino. Ya al principio se indicó que el esoterismo es camino que hay que recorrerlo si queremos llegar a nuestra meta. Después de todos nuestros pensamientos teóricos surgirá nue vamente la pregunta de qué es lo que tenemos que hacer concreta mente, para no quedarnos en la rigidez de la mera observac ión de las cosas, sino para recorrer realme nte el camino esotérico. Quien espera recetas en contestación a esta pregunta, suf rirá una honda decepción, pero quien se contenta con indicaciones, encuentra más de lo que puede elaborar. Porque no hay nada que n o sea una indi cación hacia la meta. Pero al igual que a un niño pequeño que aún no sabe leer y por ende no puede asimilar las muchas inf ormaciones escritas, así nos sucede al principio a los hombres. También nosotros tenemos que aprender a leer la s letra s de la realidad, para reconocer que todo lo visible no es más que una parábola, un código de ideas más ele va das. Esa manera de leer y pensar h ay que aprenderla como la ma nera usual de leer y escribir. Este libro debía familiariza rnos en alguna medida c on esa ma nera de observar la re alidad. Como se trata de los primeros pasos, evitamos conscien temente presentar todos los sistemas esotéricos, cuya comprensión y manejo exigirían una terminología especiali zada más amplia. El objeto único y exclusivo de n uestras consideraciones ha sido el destino, ese "socio" de que o cu pa rse a la f uerza . E se de st ino p ro pio es el siste ma eso térico má s ind ivid ual, m ás he ch o a med id a, que jam ás se pod rá en con tra r. P or eso e l cam ino t amb ié n emp ie za con la discu sión con el p rop io de st in o. E l f in de ese aná lisis n o es n i la 125

VIDA Y DESTINO HUMANO rique za , n i la f elicida d, n i e l é xito e n el se nt ido co rrie nte, sino una com pren sión m ás prof un da de la rea lida d, u na e xp ansió n de la con cien cia, un en cuent ro con a que lla instan cia qu e el h omb re lla ma Dio s. El cam ino e sot érico no p ro met e la f ama e xt e rna, e l esp len do r y lo s hono re s, sino má s bie n t ra ba jo, so le dad y u n comb ate sin f in p o r la ve rda d. E ste ca mino e s an go st o y p e dre go so, pe ro lam enta blemen te es e l ún ico que lle va a la an go st a pu ert a de la libe ra c ió n. Es grand e el pe ligro de f ra ca sa r en e se cam ino y d e ca er a l ab ismo, po rque e s un cam ino mu y e mpinad o. L a po la ridad d ice qu e co n la ut ilid ad tamb ién au men ta p rop o rcio nalmen te la pe ligro sidad. Co n un cu ch illo se p ued e corta r pa n y t amb ién mat ar a una pe rsona . S i se conf o rma el cu ch illo co mo para no po de r asesina r má s co n él, ta mpo co se pod rá co rta r e l pa n. Un a p ila pe queñ a no e s p eligro sa pero t amp oco se pu ede u sa r p ara p ro vee r de e lect ricid ad a to da un a cu id ad. Cu ant o má s a lt o se su be a una mon taña, tan to m ás a mplia se rá la vist a y t anto má s prof un da pu ede se r la ca ída . E s más se gu ro qued arse a ba jo e n e l lla no y gatea r allí e n cu at ro pa tas, p e ro a sí tamb ién se rá el p ano ram a. E l cam ino esoté rico qu ie re lle va r a la cima má s a lt a y po r eso e s mo rt alm e nte p e ligroso. La re den ción y e l f raca so e stán ta n ce rca e l uno de l o t ro co mo el gen io y la lo cu ra. Pe ro el hom b re a l mo rde r la man za na e n e l p ara íso se de cidió p or el cam ino de l con ocim ient o y aho ra tien e qu e re co rrerlo h asta e l f inal, si quie re vo lver ot ra ve z a su ho ga r. Es el ca min o qu e h a mostrado Crist o y que lle va cada ve z má s aba jo h asta con su ma r " la gra n ob ra" y de sde la p rof undidad se ve brillar la lu z de la re den ción. Es po r e sto qu e en e st e lu ga r ya se quiere ind ica r una de la s distinta s f ases de l cam in o de in iciación e sot érica a la que lle gan to dos cua ndo re co rren ese ca mino: la so led ad. L a so ledad e s un a f ase d ent ro d e la le y que cad a u no tiene que p asar; se simbo liza e n el Ta rot p o r la no vena ca rta, " el e re mit a". E sa so led ad es inde pen die nte d e la a ct ividad e xte rna; se e xpe rime nta int e riorment e y con sist e en que e l m undo d eja de com pre nde r a l so lit a rio. Se a b re un abism o p rof un do d e incomp re nsió n d e ser d if ere nte, en tre Uno Mismo y el mundo circundante. El hombre se transf orma en ere mita, por más que haya cien personas alrededor. Con la misma seguridad con la que cada uno tiene que pasar por esta fase, segui rán después otras f ases. También la soledad no es más que una f ase transitoria, que entre otras cosas qu iere enseñar al hombre el silen cio y escuchar con atención. 126

VIDA Y DESTINO HUMANO Por ello, ya al prin cipio del camino se deberán desechar todas las ilusiones. Dem asiado f recuentemente la verdadera motivación para ocuparse de cosas ocultas, es el deseo de adquirir f acultades que hacen que uno sobresalga de los demás y pueda obtener más poder. Pero donde, abiertamente o a escondidas, la motivación es el af án de poder, el camino lleva indef ectiblemente a aquel polo que se llama "magia negra". "Magia n egra" es simplemente toda actividad, que sirve a los f ines d e la utilidad propia y del predomi nio del Ego. La esencia de la así llamada "magia blanca" es traer luz a la oscu ridad, transmutar el "plomo" en "oro", colaborar con el proceso de redención de nuestro planeta, para servir a la luz. Pero "sólo quien se ha transf ormado en luz, puede dar la luz. Solo el renacido puede despertar" (Frit sche). El verdadero poder es solamente aquel que se tiene sin usarlo. La omnipotencia de Cristo en la cruz se manif estó cuando no admitió el desaf ío de descender de la cruz. Mien tra s el hombre siga usando el poder, sigue siendo esclavo del poder e impotente. Como el público en general no comprende estas relaciones, se exige constantemente a los ocultistas que den pruebas de sus af irmaciones y se espera la demostración de milagros visibles. Pero él esoterismo verdadero jamás accederá a estas expectativas. Al negarse a producir "milagros", el público saca la conclusión de que estas cosas eviden temente no existen, pero ese es el error de los que lo cometen y uno no debería hacerse ca rgo de sus problemas. Ya el tentador en el desierto quería pruebas visibles y no las reci bió (ver Lucas 4, 1 -13). * ; Aquí se ve nue va mente con claridad la gran dif erencia entre el esoterismo y la parapsicología. Mientras el hombre siga siendo curioso, la puerta de la iniciación permanecerá cerrada para él. Después de averiguar a f ondo nuestra verdadera motivación, y habernos asegurado de que las causas de nuestras acciones no son ni la curiosidad ni el poder, entonces podemos comenzar a dar los primero pa sos en este sendero nuevo. pero ya viene la próxima advertencia: ¡Descártese toda prisa! Hay quienes, con el entusias mo de haber descubierto tierras desconocidas, empiezan a cazar los secretos de lo esotérico a un ritmo acelerado. Pero no se puede f orzar a voluntad el conocimiento y la evolución, tienen su ritmo pro pio y están más allá de cualquier compulsión. Desde hace años me acompaña una f rase admonitoria de Frater Albertus: "Cuando la búsqueda se transf orma en adición". Desgra ciadamente se encuentr an a menudo adictos esotéricos que absor ben insaciablemente más y más sistemas y ve rdades nuevas, con gran af án y avide z, sin poder digerirlos ni asimilarlos. El camino se transf orma en un "tour". El f anatismo y la intolerancia so n f inal mente 127

VIDA Y DESTINO HUMANO las señales de aquellos que, en su af án desmesurado, quieren obligar a Dios a u na prestación en reciprocidad. La evolución nece sita calma, lo cual no quiere decir in actividad. La calma nace de la conf ianza de que todo lo que tiene que suceder, pasará a su debido tiempo. Así como el labrador tiene que dejar descansar la semilla, también el hombre tiene que aprender a esperar hasta que el tiem po esté maduro. "Lento pero seguro" es la sabiduría del pueblo que también puede, en nuestro tema, buscar el justo medio entre los extremos. No creo que lo más importante sea embarcarse en la búsqueda de sociedades y asociaciones esotéricas, o ir a la India en busca de un Gurú. En este momento hay un gran número en permanente aumento de tales organizaciones, con distintas tradicion es, distin tas magnitudes y distintas metas. Si se le agre gan todavía todos los pequeños círculos y grupos, su número crece en gran medida. Por eso es imposible juzgar globalmente si tienen sentido o no, pero sí quiero f ormular algunas consideraci ones básicas respecto a este tema. Todos los grupos tienen su derecho a la existencia y pueden dar al buscador en un momento determinado ciertos estímulos e impulsos. Este impulso hasta puede ser independiente de la calidad inherente al grupo. En este mun do nada puede ser tan malo que no pueda dar cierta inf ormación a quien ya ha aprendido a ver de ma nera consciente. Es dif ícil f ijar en f orma absoluta el valo r de un sistema o de una comunidad, porque esto depende más bien del nive l presente de la concien cia del buscador. Si alguien siente af inidad con cierto grupo esto demuestra que todavía puede sacar provecho de sus e nseñanzas y entonces ese grupo se torna valioso para él. impulsos. Este impulso hasta puede ser independiente de la calidad inherente al grupo. En este mundo nada puede ser tan malo que no pueda dar cierta inf ormación a quien ya ha aprendido a ver de ma nera consciente. Es dif ícil f ijar en f orma absoluta el valo r de un sistema o de una comunidad, porque esto depende más bien del nive l prese nte de la conciencia del buscador. Si alguien siente af inidad con cierto grupo esto demuestra que todavía puede sacar provecho de sus e nseñanzas y entonces ese grupo se torna valioso para él. impulsos. Este impulso hasta puede ser independiente de la cali dad inherente al grupo. En este mundo nada puede ser tan malo que no pueda dar cierta inf ormación a quien ya ha aprendido a ver de ma nera consciente. Es dif ícil f ijar en f orma absoluta el valo r de un sistema o de una comunidad, porque esto depende más bi en del nive l presente de la conciencia del buscador. Si alguien siente 128

VIDA Y DESTINO HUMANO af inidad con cierto grupo esto demuestra que todavía puede sacar provecho de sus e nseñanzas y entonces ese grupo se torna valioso para él. aislados. Porque t odos los grupos, a partir de cierta magnitud, adquieren una cierta inercia en su evolución propia, que generalmente es más lenta que el rit mo de evolución del individuo. . Por eso llegará el día en que ese gru po habrá cumplido su f inalidad para el individuo, quien habrá alcan zado un a af inidad para un nuevo paso, para un nuevo escalón de conocimiento. ; Aquí está el punto de peligro d e todas las asociaciones. La enseñanza propia, que f orzosa o generalmente abarca sólo un segmento de la realidad, es elevada a ve rdad salvadora única y s e malgaste energías de la propia evolución en burocracia, misión y rivalidad con los que piensan de otro modo. Un sistema se torna en auto propósito y f ija al individuo en vez de liberarlo de f ijaciones! El grupo se t ransf orma en un lugar de escapismo para asegurarse mutuamente su propio valor. Se f orma un grupo de discípulos cuy camino esotérico se agota en el consumo de las palabras del maestro Así el camino se transf orma en un callejón sin salida. Aparte de este peligro general de t odas las asociacio nes grandes, se pueden distingu ir cualitativamente tres direcciones básicas 1. grupos con intenciones de magia blanca pura, 2. grupos con tendencias a la magia negra y 3. grupos que por sus característica s inof ensivas no pueden servir a nin guna de am bas tendencias. Si se descarta a estos últimos, que esotéricamente carecen totalmente de interés, entonces queda la pregunta de cuáles son la; señales para distinguir el camino blanco del negro. Aquí los conceptos de "magia negra" y de "magia blanca" solamente sirven como símbolos de una polaridad básica, que usamos independien temente del hecho de si el mismo grupo en cuestión se relaciona a sí mismo alguna vez con el concepto de "magia" o no. Se puede replantear la misma polaridad con las pa labra ^ ca mino "izquierdo" o "derecho". Los dos caminos son polaridades y por eso tienen su justif icación. Así que no es cuestión de dar un carácter diabólico al camino izquie rdo, es necesario como antago nista y to rna bien visible la cla ridad del camino no "derech o". Pero el individuo que quiere recorre r un camino se encuentra ante la decisión de cuál de los dos quiere tomar, el sendero de la oscuridad o el de la luz. Cada uno es libre en esta decisión, pero también cada tiene que cargar. Totalmente: con las consec uencias de esa elec ción, es decir, debe soportarlas. El sendero "izquierdo" atrae con el poder, el camino "derecho" espera el sacrif icio. Para muchos la elección parece resultarles f ácil. 129

VIDA Y DESTINO HUMANO Pero hay que pensar que todo ha nacido de la luz y por eso tie ne que vo lver por f uerza a la lu z. La oscuridad es la f alta de luz. Por eso el camino izqu ierdo, el sendero oscuro, no lle va a ninguna meta real, sino que es solamente un desvío muy la rgo que f inal mente algún día también tiene que terminar en la luz. No por n ada se asocian desde tiempos antiguos la verdad, el conocimiento, la redención, la iluminación con la luz, y la mentira, la traición, el error, la enf ermedad y el suf rimiento con la oscuridad. Cada uno tiene que decidirse , pero recordemos aquí que cuando d ecimos camino esotérico, siempre queremos sign if icar el camino de la luz, pues el camino oscuro en última instancia no es ningún camino, sino su sombra. Existen muchas organizaciones y grupos que sirven al camino oscuro, pero hay muy pocos que lo admiten of icialmente. Por eso se deberían examinar algunas características de un gru po antes de incorporarse a él. Los indicios típicos del polo izqu ierdo son: todo af án de poder, ya sea magnitud exterior, misión o similares, todo intento de atar al individuo a la organización, que haga dif ícil o hasta imposible una salida posterior, todo tipo de consumo de drogas. El verdadero esoterismo, si es que existe en f orma organizada, no quiere más que ayudar al buscador, estará a su disposición para servirle hasta donde l o necesite y pida su consejo y ayuda. El ver dadero esoterismo muestra el camino a la libertad y no lleva nunca a una dependencia. El verdadero eso terismo es dif ícil de organizar, por eso no será ju stamente en las grandes organizacio nes donde ha brá que bu scarlos. Al f in y al cabo cada uno tiene que recorre r su camino solo. Si en esto necesita ayuda, esa ayuda le llegará sin que tenga que ir en busca de ella. Para recibir a yuda es suf iciente necesitarla realmente. Del sentido de las técnicas ocultas Hay un gran número de así llamados ejercicios y técnicas ocul tas de distinta efectividad y peligrosidad. También aquí es impor tante ser medido-y no querer acelerar demasiada el progreso pro p ió u sa n d o m u ch a s t é cn ica s sim u lt á n e a m e nt e . E l va lo r d e la m a yo r ía d e l o s e je rcicio s re sid e m á s e n h a ce r a lgo d et e rm in a d o re gu la r m e nt e qu e e n e l e je rcicio m ism o . No d e p e n d e t a nt o d e si u n o se ; p a ra d e ca b e za , si re t ie n e e l a lie nt o o si p e la p a t at a s, m á s b ie n e s e l gra d o d e co n cie n cia e l q u e d e cid e e l é xit o. A sí p u e d e d a rse q u e la s t é cnica s m á s se cre t a s y m e jo re s qu e d e n sin ef e ct o si se e je rce n a p lica d a m e nt e e n f o rm a a isla d a d e l co m p o r t a m ie n t o g e n e ra l, p e ro sin co m p re n d e r su ca rá ct e r d e p a rá b o la , n o pu d ie n d o po r lo t a nt o t ra n sf e rirla s a la vid a . A sí ya d ijo G o e t h e : ¿" P a r a qu é sir ve la P ie d ra d e lo s S a b io s (Filo sof al), si 130

VIDA Y DESTINO HUMANO a la p ied ra le f a lt a e l sa b io ?" P e ro a la in ve rsa e xist e la p o sib ilid a d d e sa n tif ica r, t o d a a ct ivid a d , p o r m á s sim p le o t rivia l qu e se a h a cié n do la de m a n e ra co n scie n t e y d á n d ole a sí u n se n t id o. Un rit u a l e s re p ro d u cció n m icro có sm ica co n scie n te d e u n a re a lida d m a cro có sm ica . P o r e so yo cre o q u e e l e je rcicio e sot é rico m á s e xi ge n t e e s ele va r la vid a d ia ria a u n rit u al. S i qu e re m o s so b re p o n e rn o s a la p o la rid a d, p rim e ro t en e m o s qu e h a ce r d e sa p a re ce r la se p a ra ció n en t re " e je rcicio s e sot é rico s" y " vid a n o rm a l" , si n o d e gra d a m o s lo e sot é rico a u n a o cu p a ció n p a ra lo s m o m e nt o s die o cio. L a m et a d e e ste e sf u e r zo e s c o n ve rt ir ca d a m o vi m ie nt o , ca d a p a lab ra , ca d a a cció n e n u n of icio re ligio so . L a f lo r e n la p ra d e ra qu e d e rro ch a ge n e ro sa m e nt e su b e lle za y su p e rf u m e , ¿h a ce ot ra co sa qu e a la b a r sin ce sa r a su cre a d o r? L a ca n ción d e l p á ja ro y é l ru m o r d e l m a r, ¿ q u é ot ra co sa so n sin o un p e rm a n e n te of icio d i vin o ? S o la m e n t e no so t ro s lo s h o m b re s sie m p re cre e m o s t e n e r co sa s m á s im p o rt a nt e s qu e h a ce r y f u n d a m o s el se n t id o d e n u e st ra a cció n e n el a ct u a r m ism o. E so t e rism o y h u id a d e l m un d o Q u ie n e le va la vid a d ia ria a u n rit u a l, no p ue d e ca e r e n e l p e li gro d e se rvirse d e lo e sot é rico p a ra h u ir d e l m u n d o. L o e sot é rico n o tie n e qu e lle va rn o s f u e ra d e e st e m u n d o, sin o a yu d a r n o s a ilu m in a r la e st a n cia t e rre n a l y re d im irla. Re co rre n u n ca m in o p e lig ro solo s qu e d e sp re cia n t o d o lo qu e p e rt e n e ce a l a b ajo , a lo t e rre n a l, a lo m a te ria l y lo e vit a n e scru p u lo sa m e nt e , p o r se r su cio, o scu ro e im p u ro, p a ra d irigi rse a lo s d e a rrib a , a lo cele st ia l, a lo p u ro . E n e st o s ca so s lo e so t é rico se t ra n sf o rm a e n h u id a a nt e t o d o lo qu e e l in d ivid u o ya n o p u e d e d o m in a r . d e sgra cia d a m e nt e lo s que no se saben arreglar con la vida diaria y con los problemas de este mundo son justamente sobre quiene s el esoterismo parece ejercer una f ascinación especial. Esto tiene como consecuencia que el porcentaje de iniciados y neuróticos que huyen del mundo sea muy desigual en los círculos esotéricos. Dion Fortune f ormula es te problema con precisión con las si gu ientes palabras: "El místico tiene que cumplir las condiciones en el nivel de las f ormas, antes que le sea permitido retirarse del mun do de lo estructurado. Si re corre precip itadamente el sendero mís tico, entra en el reino del caos, no en el de la luz. Quien tiende por naturaleza al sendero místico, le tiene repugnan cia a la discipli na de la f orma y es una gran tentación abandonar la lucha con la vida e n el nive l de las f ormas y retirarse a niveles superiores antes de tener la necesaria madurez. La f orma es un receptáculo que ro dea a la conciencia líquida hasta que ésta tiene la f orma suf iciente como para no poder deshacerse más. Cu ando el receptáculo se rompe prematuramente, la conciencia se descompone hasta no te ner f orma, al igual que el barro se desparrama en un lodo líquido «cuando se 131

VIDA Y DESTINO HUMANO rompe prematuramente el molde. Cuando el místico .muestra señales de esa descomposición, entonces sabemos que el molde se ha roto prematuramente y que debe retornar a la discipli na de la f orma hasta haber aprendido la lección de la misma." \ Para poder aprender bien esa lección, es muy importante inves tigar el destino propio según las reglas de las le yes esotéricas. Para esto debería servir primariamente este libro y por ello que remos volver a perf ilar la estructura básica de estos pensamientos. La meta de todos los esf uerzos es despertar al que duerme y hacer así que pueda ver la realidad. Si alguien permite ser desperta do de su sueño conciencia y aprende así a abrir los ojo s, e ntonces descubre paso a paso dimensiones nuevas de esa realidad que para él no exist ía porqu e dormía. Ese deseo de conocer más y mejor esa realidad, no le obliga a ensanchar cada ve z más su conciencia, para poder asimilar más y más aspectos de esa realidad . Un gran problema resulta ser en ese camino el fenómeno de que la realidad se presenta a nuestra conciencia separada en polari dades. El hombre se encuentra situado en medio de polaridades, pero en cambio siente dentro de sí mismo una prof unda nostalgia p or la unidad. Si quiere a lcanza r algún día esa unidad, tiene que aprender dentro de si mismo polaridades aparentes, para que puedan transf ormarse asi en escalones de su evolución. Se vivencia a sí mismo como una conciencia limitada a la cual llama "yo", f r ente a él se halla el mundo exter no, que exper imenta como "no- yo´´ Los sabios sostienen que el hombr e como micr ocosmos es aná logo al macr ocosmos, así lo exter no se transfor ma en imagen espe cular de lo interno. En consecuencia, el autoconocimiento tiene que llevar al conocimiento del mundo, el conocimiento del mundo conduce al autoconocimiento. E n ese escalón el hombre tiene que apr ender que él no es una víctima de las cir cunstancias exter nas, como siempre le ha gustado cr eer, sino que él con su propio modo de ser está cr eando su propio mundo exterior. Así aprende a aplicar conscientemente la ley de la resonancia, madur ando paso a paso a tr avés del cambio dentr o de sí par a llegar a lo que quier e percibir y vivir en el mundo externo. A sí se reconcilia for zosamente con todas las cosas que existen y descubre que todo lo que es, está bien. Pero con la reconciliación se abr en repentinamente nuevas di mensiones y nuevas relaciones, cuyo descubr imiento está vedado al que opone r esistencia a la r ealidad. El hombr e despr ende su mir ada del ordenamiento horizontal de los niveles del mundo y descubre que esos niveles son atr avesados por cadenas de principios verticales. Siendo todo fenómeno solamente una cierta expr esión de un principio primordial, todo el mundo vis ible se 132

VIDA Y DESTINO HUMANO transfor ma de repente en una par ábola de esa realidad super ior y se empieza a comprender lo que quería decir Hermes Trismegisto con las pala br as: "Lo que está ar riba, es también lo que está abajo." Donde quiera que mirár amos, nada está quieto, todo fluye, todo se transforma, todo está cambiando; como esa transformación in ter minable parece tener una meta la llamamos desar rollo o evolu ción. Pero la evolución se puede producir solamente a tr avés de procesos de aprendizaje y éstos a su vez están v inculados a la solución de pr oblemas. E s así que descubr imos que los problemas son el verdader o motor de toda evolución y comprendemos que cada pr oblema es sólo un desafío a vivenciarlo a través de la acción par a solucionar lo y r edimirlo. se vivencia a sí mismo como una conciencia limitada a la cual llama "yo", fr ente a él se halla el mundo exter no, que exper imenta como "no- yo". Los sabios sostienen que el hombr e como micr ocosmos es aná logo al macr ocosmos, así lo exter no se transfor ma en imagen espe cular de lo interno. En consecuencia, el autoconocimiento tiene que llevar al conocimiento del mundo, el conocimiento del mundo conduce al autoconocimiento. E n ese escalón el hombre tiene que apr ender que él no es una víctima de las cir cunstancias exter nas, co mo siempre le ha gustado cr eer, sino que él con su propio modo de ser está cr eando su propio mundo exterior. Así aprende a aplicar conscientemente la ley de la resonancia, madur ando paso a paso a tr avés del cambio dentr o de sí par a llegar a lo que quier e p ercibir y vivir en el mundo externo. A sí se reconcilia for zosamente con todas las cosas que existen y descubre que todo lo que es, está bien. Pero con la reconciliación se abr en repentinamente nuevas di mensiones y nuevas relaciones, cuyo descubr imiento e stá vedado al que opone r esistencia a la r ealidad. El hombr e despr ende su mir ada del ordenamiento horizontal de los niveles del mundo y descubre que esos niveles son atr avesados por cadenas de principios verticales. Siendo todo fenómeno solamente una cie rta expr esión de un principio primordial, todo el mundo visible se transfor ma de repente en una par ábola de esa realidad super ior y se empieza a comprender lo que quería decir Hermes Trismegisto con las pala br as: "Lo que está ar riba, es también lo que est á abajo." Donde quiera que mir amos, nada está quieto, todo fluye, todo se transfor ma, todo está cambiando; como esa tr ansformación inter minable par ece tener una meta la llamamos desarrollo o evolución. Per o la evolución se puede pr oducir solamente a 133

VIDA Y DESTINO HUMANO través de procesos de aprendizaje y éstos a su vez están vinculados a la solución de pr oblemas. Es así que descubrimos que los pr oblemas son el ver dadero motor de toda evolución y comprendemos que cada pr oblema es sólo un desafío a vivenciarlo a través de la acc ión par a solucionar lo y r edimirlo. El retorno al hogar El destino anónimo que amenaza a la humanidad con su casua lidad ciega resulta que of rece gradualmente al buscador su ley más intrínseca: el destino es aquella insta ncia que cuida que el indivi duo siga su camino trazado. El supuesto enemigo, que es el desti no, se transf orma en un "socio" que evita que por nuestra inercia propia nos eliminemos de la evolución. Cua nto más el individuo se niega a resolver ciertos problemas a través del aprendizaje, cuan to más se opone a su destino, tanto más aprenderá a conocer sola mente el aspecto negativo d el destino, o sea el suf rimiento. El suf rimiento es solamente la f ricción que resulta entre el ca mino trazado dentro de la ley del individuo y la dirección de su propio movimiento. El sufrimiento sólo se puede tornar superf luo cuando se realizan los esf uerzos suf icientes como para descubrir cada ve z mejor el camino y cuando el individ uo se adapta voluntariamente a este camino. Solamente quien aprende a subordinars e a la ley, dejará de vivir esa ley como una compulsión. Solamente aquel que se encuadra en el orden de este cosmos obtendrá una li bertad total, porque él y la le y se funden en una sola unidad. Pero esto exige superar la pretensión de poder del ego. La vo luntad de poder es el peor enemigo del hombre, se disf raza con vestimentas cada vez más ref inadas. El polo opuesto al poder se llama humildad o amor. En todos los nive les del ser solamente el amor puede superar la polaridad del yo y el no-yo. Solamente l a f uerza del amor puede transformar verdaderamente lo bajo en algo elevado, puede transmutar y así cambiar. La lucha siempre produce más lucha, el odio más odio, la presión produce una contra presión. En el amor se muestra que el débil es el verda deramente f uerte, el humilde el ve rdaderamente poderoso. En los 22 arcanos del Tarot la carta número 11 constituye el centro, se llama "la f uerza" y muestra una mujer f rágil, en vuelta en rosas que abre con las manos la boca a un león f eroz. Esa carta simboliza la f uerza y el poder del amor, que no es superada por ningún poder externo* en el mundo.

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VIDA Y DESTINO HUMANO Quien haya aprendido a realizar el gran poder del servicio y de la humildad ^ ha dado un paso glande en. su camino. El amor quiere su perar la p ola ridad d e lo s co ntra ste s y lle va r al h o mbre nue va men te a a q uella u nid ad de con cie nci a de l a q ue ca yó, u na ve z, al co me te r el pe cad o e n el p ara íso . ' El ho mbre, co mo ser an drógi no a ún ple na men te e n la u nid ad paradi sía ca si gui ó l as in sin ua ci one s de l a se rpi en te y qui so lle ga r al con o ci mie nto p ara di stin gui r e n tre el bi en y el mal . Se sep aró d e la uni da d y a ho ra sa be lo que es el bien y el mal . El con ocimien to se l e tra nsformó en ven en o; po r e sa razón so lamen te el con oci mie n to lo pu ed e cura r, po rq ue "si mi lia si mili bu s cu ran tur". El ho mb re e s en fermo de l a pol ari da d del co no ci mie nto ' y e spe ra se r curad o. Estar e n fe rmo d efi ne l a co ndi ci ón hu ma na . L a en fe rmed ad es l a opo rtun ida d d el ho mb re , p orqu e so la me n te p or ' esta r e n fe rmo es cu rab le , e s ca pa z de sal va rse . L a en fe rme dad e s el 'p ec ad o ori gin a l micro cósmi co y e s sie mpre u na de sa ve ne nci a co n Di os. L a curaci ón es l a recon cilia ci ón co n Di os. To da s la s me did a s! e xterna s para l a cu ra ci ón no pu ed en ser más q ue co ndi cio ne s forma les p ara e se a con teci mi en to . Po r e so l a e nferme da d y el sufr i mie nto n o so n mole stia s de sag ra da ble s en la vi da de l h o mb re y e vi tarlo s n o d ebe ría se r l a me ta máxi ma , pue s sól o son la s e ta pa s pre vi as a la li beración q ue tie ne n q ue ser vi vida s y su frida s pa ra po de r e ncon tra r la lu z en la pro fund ida d . Así como el a sp e ct o i mperso nal d e la e nferme da d e s la cu lpa ori gin al, a sí ll a ma mos al a sp ecto person al el Karma . Al vivi r d e man era co nscie n te , d eb ería tra ta rse de re di mir cada ve z má s Ka rma y pa g arlo sin i n trodu ci r a l a ve z más Karma nu evo . El aspe cto p erso nal y el i mpe rson al d e la cul pa es qu e forma e se pun to de tra n sici ón en que l a e nfermeda d se tran sforma en cu ra ció n.

Pe ro sólo cu and o el ho mbre está dispu esto a ca rga r co n l a re s pon sa bili dad total por todo l o q ue viven cia y le su ce de , d e scub re el se nti do de la v id a . L a en ferme da d d e nu estro tie mp o es la fa lta de se nti do , qu e d e sa rrai gó al ho mbre d el co smo s. L a fal ta d e se nti do es el p re cio q ue l a h u ma nid ad h a tenid o qu e pa gar por el in ten to de de sh acerse d e la re sp on sabili dad . Lo s sig no s del ti e mp o de mu es tra n q ue e sa en fermeda d co lecti va se está tran sforman do en cura ci ón y q ue ha y cad a ve z más h o mb re s que sal en a re cup erar el se n ti do .

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VIDA Y DESTINO HUMANO Quie n está dispu e sto a a su mir la re sp on sa bilid ad p or su de sti no , se vi ve ncia i n te grado e n la s le ye s de este u ni verso y p ierde t od o te mor, p orq ue ha en con tra do la reu nión co n su fon do origi na rio . Solamente esa reunión es la esencia de la verdadera religio. Sola mente a partir de la sapiencia de su origen el hombre puede reco nocer su meta. La meta es la perf ección. La perf ección e s la expre sión de la Unidad. La Unidad la llamamos DIOS.

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