Ventajas de las aulas virtuales para el apoyo de la educación presencial
Si regresamos al inicio de la escuela griega, encontramos que ésta era ente todo un sitio de reunión y discusión para profundizar y aprehender lo que no se enseñaba en casa y por eso necesitaba de una franja de tiempo y de un lugar determinado. La educación en casa seguía siendo sin duda la principal fuente de conocimientos básicos pero la tertulia y la discusión eran las generadoras del saber. Con la creación de los colegios y centros de estudio medievales desarrollados dentro de la formación en la fe, se desarrolló un esquema académico mucho más amplío en el numero de horas de estudio pero limitado a unos pocos privilegiados. La expansión de la cobertura educativa llevo a crear el modelo actual de nuestros colegios y centros educativos en donde se imparten conocimientos y conceptos éticos básicos para ser cada día mejores personas. Sin embargo la discusión y el dialogo tienen cada vez menos oportunidad de desarrollarse al estilo de las discusiones socráticas y se limitan a cortos intercambios de preguntas al final de la clase. La repetición de contenido y las extensas tareas para la casa son hoy la norma, cuando deberían ser la excepción. ¿Qué tiene que ver este planteamiento con el uso de nuevas tecnologías en general y de las aulas virtuales en particular? Pues la respuesta es muy sencilla, tener un centro de comunicación poderoso entre todos los que conforman el proceso educativo es una oportunidad inmejorable. Tanto profesores, administradores educativos, padres y compañeros son parte fundamental de la formación de un estudiante y la buena comunicación entre ellos es un elemento clave. El colegio cumple con enviar circulares y boletines a los padres, pero ellos no tienen ningún medio cotidiano para responder, la comunicación con los profesores es escasa, y normalmente se presenta cuando surge algún problema de tipo académico y disciplinario que seguramente se hubiese podido enfrentar desde el principio con medidas relativamente sencillas. La comunicación individual y privada entre profesores y estudiantes mediada por la tecnología da posibilidades de comunicación sincrónicas y asincrónicas que en muchos casos no ocurren por la imposibilidad de ofrecer atención individual. Los únicos que están bien comunicados son los alumnos entre sí pero difícilmente se comunican con otros cursos o niveles y en muchos casos las afinidades culturales y deportivas no se comparten sino por medio de las clases especializadas. Finalmente tenemos la comunicación entre los mismos profesores, muchos de ellos de tiempo parcial y entre éstos y las directivas del colegio, que a veces solo se presenta en reuniones semestrales o anuales.
Académicamente hablando, la posibilidad de aprovechar mejor el tiempo de clase y lograr coordinar mejor los trabajos de grupo son sin duda un gran logro del uso de aulas virtuales. Pero adicionalmente debemos dar un espacio al uso positivo de las nuevas tecnologías, generando una cultura nueva que permite mejorar el nivel de discusión y aprovechar mejor la información existente en la web. Sin duda el reto es para los maestros pues siempre hemos encontrado que los jóvenes están mucho mejor conectados y con una disposición mayor para el uso de nuevas tecnologías. Nuestros profesores deben igualar el desarrollo tecnológico de las nuevas generaciones y comprender y aprovechar las nuevas posibilidades académicas que nos generó este siglo XXI.