Desecho normal y desecho anormal El desecho normal es el que proviene de condiciones de operación ineficientes, es decir, el que resulta inherente a un proceso de producción. La gran mayoría de los procesos de producción tienen desechos y se trata de decidir qué nivel de desechos debe ser aceptado como normal y cuál no. Los costos unitarios de los desechos se computan tomando como base el costo total de los productos vendidos y no el total de las unidades que entraron al proceso. ¿La razón? El costo total real de las unidades que entraron puede incluir tanto desechos anormales como normales. El desecho anormal es el que no proviene de condiciones de operación ineficientes, es decir, no es el resultado inherente de un proceso de producción. Por lo mismo, es evitable y debe ser controlado, generalmente mediante políticas como la de reducir índices de accidentes laborales o cortes de producción inesperados. Los costos de desechos anormales, generalmente, se abonan como pérdidas durante un periodo contable, pero existen compañías que continuamente luchan por instalar políticas de mejoramiento tendientes a llevar estos costos anormales a cero. Como contabilizar los desechos Las unidades desechadas pueden ser o no reconocidas contablemente, lo que da lugar a dos opciones: • Reconocerlas • No reconocerlas Cuando se calculan los costos de la producción saliente. La primera opción (reconocerlas) asume que los costos de estas unidades se hacen claros en el balance del periodo, mientras que la segunda (no reconocerlas) distribuye estos costos entre todas las unidades salientes para ser vendidas, dando lugar a costos de producción menos seguros. Se asume que los costos de las unidades desechadas ocurren en el momento que se produce la inspección final de la producción, la razón para ello es, sencillamente, que solo en este momento que se detectan. A continuación y como introducción a estos temas se expone un ejemplo sencillo: Dulces ‘La Colombina’ es una compañía que produce barras de chocolate y sus costos de materia prima se cargan al principio del proceso. No hay inventario inicial al entrar a ejecutarse un determinado ciclo de producción. En junio de 200X fueron pagados $5.400.000 en materia prima, 5.000 barras fueron comenzadas, 2.500 fueron terminadas y 500 se consideran como desechos (normales). En el inventario final de las unidades en proceso hay 2.000 barras que ya tienen asignados el 100% de la materia prima respectiva. Los costos de las unidades
desechadas se dan en el momento que se realiza la inspección final de la producción. Hagamos un análisis del costo de materiales del caso usando las dos opciones:
Las 2.000 unidades en el inventario final, aún con procesos pendientes, posiblemente puedan contener algunas unidades que sea posible desechar posteriormente y, en tal caso, su contabilización debe ser hecha en el siguiente periodo contable, no en éste. El problema aquí es que, bajo el enfoque de no reconocer los desechos al momento de calcular las unidades equivalentes, podemos estar duplicando algunos costos, puesto que en el inventario final de las unidades en proceso ya fue considerado este sobrecosto, y si se presentan de nuevo desechos en el siguiente periodo volveríamos a duplicar el costo para estas unidades. Este problema no ocurre cuando se emplea el enfoque de reconocer los desechos al momento de calcular las unidades equivalentes. Este último enfoque tiene también la ventaja de resaltar los costos de las unidades desechadas lo que, indudablemente, llama la atención de los gerentes en muchas industrias, por lo que la recomendación sería la de emplear la alternativa o enfoque de reconocer los desechos al momento de calcular las unidades equivalentes. Se van a estudiar estos casos de desechos usando los diferentes sistemas de cos-teo que se vieron en el anterior numeral, a saber: el costo promedio ponderado, el FIFO y el sistema estándar. Se recuerdan los cuatro pasos sugeridos para la contabilización de costos de procesos productivos, independientemente de cuál método se emplee en la medición de costos: 1. Haga un balance de los flujos entrantes y salientes de materiales, productos y subproductos de cada etapa del proceso, identificando los desechos normales y anormales 2. Calcule las unidades equivalentes de los productos resultantes de cada etapa.
3. Calcule los costos unitarios equivalentes, notando que los desechos se inclu-yen en las unidades salientes. 4. Acumule los costos totales que deben ser contabilizados y asigne estos costos a las unidades terminadas, a las parcialmente terminadas y a los subproductos o desechos que puedan presentarse. Continuando con el mismo ejemplo de la empresa ‘Dulces La Colombina’, se va a modificar un tanto su presentación asumiendo aplicables los siguientes conceptos: • Todos los materiales se adquieren y pagan al principio de cada ciclo productivo. • Los costos de manufactura se introducen a lo largo del proceso y algunas unidades son desechadas cuando se detectan defectos en el punto de inspección. • El total de desechos es aproximadamente el 10% del total que entra a ser procesado al inicio del ciclo y de este número se considera que los desechos anormales son el 10% del total de unidades que fueron terminadas; el punto de inspección se da al final del proceso. • Se emplea el enfoque de reconocer los desechos al momento de calcular las unidades equivalentes. Los datos iniciales, y algunos ya calculados, se pueden contemplar en la siguiente parte de la hoja hecha para este ejercicio en Excel:
La cantidad de rechazos anormales es el 10% del número de unidades que fueron totalmente terminadas, es decir: 3.500 * 0.10 = 350. Como el total de unidades desechadas es 500 quiere decir que 500 - 350 = 150, cantidad de desechos nor-males, y 350 anormales. Los resultados igualmente se pueden observar en la tabla elaborada mediante el manejador de hojas Excel.
En aras de simplificar el proceso se van a mostrar los cuatro pasos fundamentales: primero, hacer un balance de los flujos entrantes y salientes de materiales de cada etapa del proceso, identificando los desechos normales y anormales y luego, en el segundo paso, se calculan las unidades equivalentes de los productos resultantes de cada etapa en una sola tabla, como se ve a continuación: