UNIDAD 2 PSICOLOGIA DEL ADULTO La definición de la edad adulta temprana. El desarrollo físico. El desarrollo intelectual. El desarrollo social y de la personalidad del adulto.
Introducción: La psicología emplea el término adulto como sinónimo de persona madura, con plenitud de juicio, dominio de sí mismo y estable. Sin embargo, los psicólogos no han hecho estudios excesivos sobre la adultez como etapa específica del ciclo vital humano y sobre el concepto de estabilidad. El concepto de estabilidad habría de cambiarse por el de equilibrio porque también en la adultez nos encontramos con altos y bajos, avances y retrocesos y procesos de evolución. Los cambios siguen ocurriendo en la etapa más larga de la vida humana aunque no sean tan perceptibles ni tan rítmicos como los que ocurren en la infancia y la adolescencia, ni tampoco sean debidos sólo a la simple y determinada maduración psicobiológica del individuo, porque también entran en juego otros factores tales como la historia personal, experiencias sociales, sucesos eventuales, etc.
La relación entre edad y adultez presenta rasgos característicos muy diferentes en distintas épocas históricas de una misma sociedad y en distintas sociedades de la misma época. Tener cuarenta años no fue lo mismo, por ejemplo, para las generaciones adultas que vivieron en la Edad Media que para las que viven en la actualidad, como tampoco es lo mismo tener, en la actualidad, treinta años en Europa que tenerlos en África. Es por ello, que habría que integrar tres tipos de tiempo en los estudios del desarrollo humano: 1- el tiempo cronológico 2- el tiempo social (sistema de expectativas asociadas a cada edad) 3-
y el tiempo histórico o sea la sucesión de hechos sociales, económicos, políticos y
culturales en los que se encuadra la vida de las personas. Es verdad que manejar todas estas variables complica la tarea de definir e identificar a las personas adultas y que muchas veces estamos, condicionados por los estudios del desarrollo humano, a simplificar la adultez en torno a la única variable de la edad; pero sería preferible hablar de “madureces específicas”, en lugar de adultez en general. Sería una forma metodológica de abordar un tema que, por otra parte, se nos presenta irremediablemente complejo y con múltiples interferencias.
Dirá Erikson: “Estas son las etapas adultas propiamente dichas. Aparecen por primera vez cuando una persona está dispuesta a dedicar las fuerzas, que han madurado anteriormente, al "mantenimiento o conservación del mundo" en el espacio y el tiempo históricos. En este momento deben combinarse en las cualidades del amor, y el cuidado o afecto. El amor madura mediante la crisis de la intimidad versus aislamiento; dicho sentimiento establece una reciprocidad con nuevos individuos en afiliaciones más amplias, trascendiendo de este modo la exclusividad de las dependencias anteriores. A su vez, el cuidado o el afecto es la preocupación concreta por aquello que se ha generado o a lo que se ha dado vida por amor, necesidad o accidente, contrarrestando de este modo el Rechazo, que se resiste a comprometerse con este tipo de obligaciones. (Erikson, 1991: 53).
Este autor define varias etapas en la adultez: la joven, la madura y la vejez. La característica de la adultez joven es el amor; la de la madurez, el cuidado o la solicitud y la de la vejez, la sabiduría. Rememorando lo que vimos en la Unidad 1, las describimos:
Etapa 6. Primera edad adulta (19 a 40 años) Los adultos jóvenes forman relaciones amorosas íntimas con otras personas. Tener un fuerte sentido de identidad es clave para ello. El éxito lleva a relaciones seguras y comprometidas, mientras que la falta de éxito puede provocar sentimientos de soledad y aislamiento emocional. Versus: Intimidad frente a aislamiento. Evento importante: Relaciones.
Etapa 7. Edad adulta media (40 a 65 años) Los adultos necesitan crear o consolidar cosas que sobrevivirán a ellos, a menudo teniendo niños o creando un cambio positivo que beneficie a otras personas. El éxito conduce a sentimientos de utilidad y logro, mientras que los resultados de fracaso producen una débil participación en el mundo. Versus: Generatividad frente a estancamiento. Eventos importantes: Trabajo y paternidad.
Etapa 8. Madurez (65 hasta muerte) Los adultos mayores necesitan contemplar su vida anterior y sentir una sensación de plenitud. El éxito en esta etapa conduce a sentimientos de sabiduría, mientras que los resultados de fracaso producen pesar, amargura y desesperación. Versus: Integridad del yo frente a desesperación. Evento importante: Reflexión sobre la vida.
El Desarrollo Adulto:
La edad adulta no ha interesado a los investigadores hasta bien entrados los años setenta, por lo que no existe tanta documentación como de etapas anteriores. Las tendencias actuales se preocupan por estudiar la evolución de manera continua desde que el sujeto es concebido hasta que muere, analizando los cambios que se producen durante toda su existencia que vienen determinados por las influencias ambientales.
El desarrollo y, en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de sucesivas etapas que tienen características muy especiales, cada una de ellas se funde gradualmente en la etapa siguiente. Una de esas etapas es la adultez, comprendida entre los 18 y los 60 años aproximadamente, en esta etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico.
En el desarrollo adulto, podemos ubicar tres sub etapas:
1- Adultez temprana, adultez joven o juventud (de 20 a 40 años). 2- Adultez intermedia 3- Madurez o senectud
Adultez temprana, adultez joven o juventud (de 20 a 40 años). Es un periodo donde los adultos buscan su realización personal en muchos ámbitos tanto el laboral como lo es obtener una profesión y desarrollar su conocimiento en su trabajo, otro es el personal donde se busca encontrar una pareja con la que comparta sus metas y sea un apoyo en la realización de sus objetivos. Se van a producir cambios y acontecimientos que van a crear en el sujeto incertidumbre y tensión; como pueden ser el matrimonio, paternidad, trabajo, y todos aquellos hechos relacionados con la edad, pero que cambian según el momento histórico, económico y político que a cada uno le toca vivir. Y una de las características interesantes del adulto joven es que adolece de la falta de tiempo para realizar todas las actividades que proyectan y desean.
Pasemos a ver más detalladamente cuales son las características que presenta esta etapa de la vida en los distintos ámbitos del desarrollo: 1- Físico, 2- Intelectual-cognitivo, 3- Psico-social y
4- Moral.
1- Desarrollo Físico:
La edad adulta temprana se caracteriza físicamente por una gran resistencia y energía; su cuerpo está plenamente vigoroso. La estatura se estabiliza alrededor de los 30 años, y la fuerza muscular está en su apogeo sobre los 25 años. El sujeto tiene una gran agilidad en los dedos y movimientos de sus manos. En cuanto a los sentidos, la agudeza visual y la audición son más perfectos a los 20 años, igual que el gusto, el olfato y la sensibilidad al dolor y la temperatura. Durante este período los adultos son muy sanos, no tienen enfermedades; si se presenta alguna dificultad, puede ser por causa de accidentes, pero por lo general no existen problemas de salud, siempre sabiendo que existe un pequeño porcentaje de personas con determinadas dolencias crónicas y deterioros.
Como define la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es «un estado de bienestar completo, físico, mental y social, y no solamente ausencia de enfermedades ». Por lo tanto, el sujeto debe de cuidarse, y para ello lo mejor es una vida sana, con una alimentación equilibrada, con ejercicio de forma regular y la evitación de todo tipo de excesos para no caer presa del estrés. Igualmente puede influir de forma indirecta en la salud la educación, los factores socioeconómicos, la herencia biológica, el estado social y el sexo. Así mismo, la salud de los adultos jóvenes es entre buena y excelente. Lo más común es el dolor crónico de espalda (relacionado al trabajo). La mayoría de las enfermedades son multicausales e involucran causas genéticas y ambientales.
2- Desarrollo Intelectual- cognitivo:
Los cambios cognitivos en la edad adulta plantean problemas y dificultades específicas para cada sub etapa que la compone. Asimismo, las características comunes son menos obvias en la esta etapa adulta, ya que los comportamientos de las conductas de los individuos no podrían ser similares debido a que la interrelación social se incrementa, mientras que los cambios físicos y cerebrales son menos generales. Más adelante, en la vejez vuelven aparecer las similitudes conductuales y la variabilidad física y mental que se observan en las primeras etapas (infancia y adolescencia). Por ello, el desarrollo cognitivo en la etapa adulta se va observar con muchos matices de acuerdo al desenvolvimiento que tenga el individuo a lo largo de su vida.
El sujeto, a lo largo del ciclo vital, se pregunta qué es lo que debe conocer, cómo y para qué; y en la etapa de la vida adulta, le interesa el conocimiento como forma de resolver los problemas de la responsabilidad que ha adquirido, como lo es el trabajo y la familia. Podríamos decir, que es el momento de mayor auge de la inteligencia práctica, y de cómo resuelva y logre sus objetivos pasará a la edad adulta intermedia con la posibilidad de adquirir nuevas responsabilidades sociales y laborales, así como saber asumir situaciones complejas basándose en estrategias adecuadas.
En el funcionamiento cognitivo del adulto no se producen siempre procesos cognitivos que se ajusten al pensamiento hipotético deductivo. Esto es debido a que no siempre el sujeto adulto es capaz de alcanzar el desarrollo de las operaciones formales. Es cierto que, según la teoría de Piaget, sería así, pero la experiencia ha demostrado que debido a las características individuales de los propios sujetos que inciden en la tarea, no son capaces de resolver determinados problemas a alto nivel cognitivo. En otras ocasiones, dificulta o bien favorece la resolución de problemas, la concepción que se tiene, errónea o no, sobre ciertos datos. También los conocimientos previos que tiene el sujeto (Ausubel), así como la naturaleza de la tarea, pueden incidir en el rendimiento.
Por otra parte, Piaget considera que cuando la situación experimental del sujeto no coincide con los intereses del mismo, puede aparecer un razonamiento de estadios anteriores, es decir, nos podemos encontrar con las operaciones concretas. Luego, el tipo de pensamiento utilizado por el adulto puede venir determinado por las expectativas, la experiencia vivida, errores en las atribuciones, egocentrismo y estado emocional. En todos estos casos no será capaz de procesar adecuadamente la información recibida.
Para una mejor comprensión sobre el proceso de la inteligencia durante la edad adulta, podemos analizar varios enfoques: por una parte, los psicometristas1. Éstos se plantearon el problema de si la inteligencia aumenta o disminuye en la adultez, basándose en dos tipos de estudios:
a- Transversales (estudiar distintos sujetos en un tiempo determinado): se constató que la inteligencia llegaba a su máximo esplendor sobre los 20 años, y luego, poco a poco decaía. Aunque ello, puede estar indicando diferencias más que nada en los grupos evaluados y no tanto en la edad de los sujetos, ya que el nivel educativo puede incidir en los resultados de las pruebas.
1
Psicometría: Medición de las funciones mentales en general y de las características psíquicas de los individuos en particular.
b- Longitudinales (estudiar a los mismos sujetos a lo largo del tiempo): en este tipo de estudios se detectaron pérdidas en la inteligencia fuida2. Para autores como Cunninghan y Yamarnoto adjudicaron dicha pérdida a un deterioro esperable de base neurofisiológica (envejecimiento neuronal). Sin embargo, en estos estudios también se ha encontrado un incremento en la inteligencia general hasta los 50 años; aunque ello puede deberse a que lo sujetos se habituaron a las pruebas su mecanismo y posibles resultados), manifestando una habilidad hacia la tarea conocida y no tanto un incremento intelectual. De todo ello se deduce que los resultados obtenidos de estos dos tipos de estudios no son contundentes para afirmar si la inteligencia incrementa o disminuye con el paso de los años. Ahora bien, parece ser que los patrones de inteligencia en la adultez intermedia se mantienen.
Por otra parte, autores como Cattell y Horn consideran que existen diferencias entre la inteligencia fluida y la cristalizada. La Inteligencia Fluida: es la capacidad de adaptarse y afrontar situaciones nuevas de forma flexible, sin que el aprendizaje previo constituya una fuente de ayuda determinante para su manifestación. Está básicamente configurada por aptitudes primarias: inducción, deducción, relaciones y clasificaciones figurativas, amplitud de la memoria asociativa y rapidez intelectual, entre otras. Alcanza su máximo esplendor antes que la cristalizada (en la adolescencia) y tiende a disminuir en paralelo al envejecimiento y deterioro de las neuronas. Esta capacidad se puede medir a partir de tests que miden la potencialidad biológica que tiene el individuo para aprender o adquirir conocimiento. Es la capacidad para llegar a abstracciones que dependen del funcionamiento neurológico, y por lo tanto, no está supeditado ni a la cultura ni al nivel educativo. Mientras que la Inteligencia Cristalizada: es aquel conjunto de capacidades, estrategias y conocimientos, que representa el nivel de desarrollo cognitivo alcanzado a través de la historia de aprendizaje del sujeto. Está constituida fundamentalmente por aptitudes relativas a la comprensión verbal, el establecimiento de relaciones semánticas, la evaluación y valorización de la experiencia, el establecimiento de juicios y conclusiones, los conocimientos mecánicos o la orientación espacial. Depende de la experiencia, y así una persona desarrollará su inteligencia cristalizada en la medida en que invierta su inteligencia fluida histórica en experiencias de aprendizaje. Supone que el sujeto es capaz de recordar la información recibida a través de la experiencia y la educación.
2
Concepto de Cattell y Horn trabajado en los párrafos subsiguientes.
Asimismo, uno de los modelos para el estudio de los estadios cognitivos de la edad adulta sería el propuso K. Warner Schaie3. Este modelo se basa en el cumplimiento de objetivos motivacionales a lo largo del ciclo vital que van respondiendo a tres preguntas: 1-¿qué necesito saber?; 2-¿cómo lo pongo en práctica?; 3-¿por qué sé lo que sé? Bajo estas tres premisas, Schaie propuso 7 etapas del desarrollo cognitivo: 1.
Etapa de adquisición. Se desarrolla durante la primera de las preguntas y corresponde a la
niñez y la adolescencia. Se adquieren las habilidades necesarias para poder participar en la sociedad de manera efectiva sin tener en cuenta el resto de variables. 2.
Etapa de logro. Comprende desde el final de la adolescencia (19-20 años) hasta
aproximadamente los 30 o 31 años. El conocimiento adquirido se gestiona para conseguir metas personales: terminar una carrera, buscar un trabajo, una familia, cumplimos nuestras expectativas que nos han mantenido motivados hacia unos objetivos que cumplimos basándonos en las herramientas y habilidades adquiridas en la etapa anterior. 3.
Etapa de responsabilidad. Comprende entre los 30-31 años, o en función del desarrollo
personal los 39-40, hasta los inicios de los 60 años. En relación con la etapa anterior, se emplea el conocimiento para resolver problemas relacionados con sus propias responsabilidades: familiares, profesionales y personales. Una vez asumidos los logros, toca gestionarlos y resolver problemas en busca de la optimización. 4.
Etapa ejecutiva. El conocimiento y las habilidades se utilizan para ponerlas en práctica a
niveles más complejos: desarrollo de instituciones, empresas, gobiernos, organizaciones de todo tipo. Podría solaparse con la anterior en función del propio desarrollo individual, iniciándose entorno a los 3040 años. Es una etapa en la que se explota el conocimiento para ampliarlo. Explicado bajo un entorno empresarial, sería el paso entre ser el empleado que cumple objetivos al directivo o presidente que organiza y desarrolla la empresa o crea la suya propia. 5.
Etapa de reorganización. Se corresponde con etapa adulta media y el inicio de la adultez más
tardía llegando a la etapa de la jubilación laboral. En este periodo la vida se reorganiza y la capacidad cognitiva e intelectual se emplea para otro tipo de empresas en las que prima menos el carácter retribuido (en general).
3
Gerontólogo y psicólogo social estadounidense conocido por fundar el estudio longitudinal de Seattle en 1956.
6.
Etapa reintegrativa. Adultez tardía o vejez temprana. En esta etapa se seleccionan más las
tareas a realizar debido a los cambios biológicos propios de la edad dedicando esfuerzos a buscar el propósito y significado de lo aprendido en las etapas anteriores.
7. Etapa de creación de legado. Llegados a la vejez más avanzada el propósito de las tareas se centran en mantener un legado vivo que pueda optimizar los logros conseguidos a lo largo de la vida, es la edad de los testamentos y escribir la historia de su vida para que las generaciones futuras aprendan de ellos y poder prepararse para la muerte.
Paul B. Baltes en su enfoque del desarrollo del ciclo vital considera que la práctica y familiaridad con las tareas son la base del desarrollo y del funcionamiento cognitivo adulto. Propuso por ello, ciertos principios clave como marco teórico para el estudio del desarrollo:
1) El desarrollo dura toda la vida. El desarrollo es un proceso vitalicio de cambio en la habilidad para adaptarse a las distintas situaciones de la vida. Cada período del ciclo de vida es afectado por lo que sucedió antes y afectará lo que esté por venir. Además, cada uno tiene sus propias características y valor únicos. Aunque alguna vez se creyó que el desarrollo se detiene en la adolescencia, hoy sabemos que continúa durante toda la vida.
2)
El desarrollo es multidimensional y multidireccional.
Ocurre
en muchas dimensiones
(biológica, psicológica y social), todas ellas interactuando entre sí. El desarrollo también sucede en más de una dirección. A medida que la gente gana en un área, al mismo tiempo puede perder en otra. La gente busca maximizar las ganancias y minimizar las pérdidas aprendiendo a manejarlas o compensarlas.
3) Las influencias relativas provenientes de la biología y la cultura cambian a lo largo del ciclo de vida. El proceso del desarrollo es influido por la biología y la cultura, y el equilibrio entre esas influencias cambia con el tiempo. Las influencias biológicas se debilitan a medida que la persona envejece, pero los apoyos culturales pueden ayudar a compensarlos.
4) El desarrollo implica modificar la distribución de los recursos. Nadie puede hacerlo todo. Los individuos eligen "invertir" sus recursos de maneras diversas. Los recursos pueden ser usados para el crecimiento, el mantenimiento o recuperación y para manejar la pérdida cuando el mantenimiento y la
recuperación no son posibles. La distribución de recursos en esas tres funciones cambia a lo largo de la vida, conforme disminuye el fondo total de recursos disponibles.
5) El desarrollo es Plástico. La plasticidad es la elasticidad en el desarrollo. Muchas habilidades pueden tener una mejoría significativa con el entrenamiento y la práctica. Sin embargo, incluso en los niños, el potencial para el cambio tiene límites que dependen de las influencias que se ejercen sobre el desarrollo. 6) El desarrollo es influido por el contexto histórico y cultural. Cada persona se desarrolla dentro de múltiples contextos; circunstancias o condiciones definidas en parte por la biología, en parte por el tiempo y el lugar. Los seres humanos influyen y son influidos por su contexto histórico cultural.
En la actualidad, las investigaciones no se basan tanto en el deterioro intelectual de tipo biológico, sino que existe una interacción cognitivo-contextual en la que influyen diferentes factores, como son la edad cronológica, el momento histórico en que le ha tocado vivir y la experiencia individual de cada sujeto. Hay autores que se interesan por el desarrollo del sujeto dentro de un contexto sociocultural, lo que implica una continua evolución según el transcurso de los cambios históricos.
En la edad adulta intermedia, los estudios psicométricos dicen que los adultos que tienen una capacidad intelectual alta ya la poseían en etapas anteriores; por otra parte, se observa que algunas tareas intelectuales se incrementan en la edad adulta intermedia, como sucede con la inteligencia cristalizada. También las habilidades verbales se potencian en esta etapa, sobre todo, en aquellos sujetos que de forma continua estimulan su desarrollo intelectual mediante el trabajo y la lectura. Otras veces, los malos resultados de los adultos en tareas de tipo intelectual se puede deber a la falta de motivación para realizar el trabajo que se le ha presentado, o bien que éste no es apropiado para dicho sujeto.
3- Desarrollo Psico-Social:
Es una etapa de la vida en la que la socialización es básica, ya que el sujeto pasa de una existencia sin responsabilidades a formar una Familia, con todo lo que ello supone, además de unas exigencias de horario de trabajo debidas a su nueva actividad laboral. Este es un cambio de obligaciones y deberes, tanto en la planificación de su futuro, como en la estructura de una nueva vida. Todo esto implica un giro en su estatus social y, por supuesto, en sus relaciones sociales y comportamientos. Todos los
cambios que se producen en la edad adulta nos indican que los aspectos sociales son la clave de la madurez. Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no es tanto la edad, sino la época y la sociedad en la que le ha tocado vivir. El sujeto irá actuando en cada momento según las exigencias que determinan los roles y estatus sobre los que va pasando. Además, cada momento socio-histórico tiene sus normas y tareas.
4- Desarrollo Moral:
Este depende en gran medida del desarrollo cognoscitivo que posea el adulto, y se dice que son necesarias algunas experiencia para lograr este desarrollo como lo son confrontar aquellos valores que no están en el hogar, como por ejemplo a un adulto se le enseño el valor de no robar y el respeto por lo ajeno, pero debe enfrentar que no a todas las personas se les enseñaron esos valores. Además otro factor es el de responder ante las necesidades de bienestar de otras personas, entonces es tomar en cuenta que el adulto como tal puede colaborar a personas que necesiten de su ayuda en un momento determinado. Para Piaget y Kohlberg4, el desarrollo moral depende del desarrollo cognitivo ya que el adulto logra superar el pensamiento egocéntrico (niñez) lo cual implica una capacidad creciente para pensar de manera abstracta. Kohlberg postula tres niveles del desarrollo moral:
1- Fase Pre-convencional: En la primera fase del desarrollo moral, que según Kohlberg suele durar hasta los 9 años, la persona juzga los acontecimientos según el modo en el que estos la afecten a ella. 1.1. Primera etapa: orientación a la obediencia y el castigo: En la primera etapa, el individuo solo piensa en las consecuencias inmediatas de sus acciones, evitando las experiencias desagradables vinculadas al castigo y buscando la satisfacción de las propias necesidades. Por ejemplo, en esta fase se tiende a considerar que las víctimas inocentes de un suceso son culpables, por haber sufrido un "castigo", mientras que las que perjudican a las demás sin ser castigadas no obran mal. Se trata de un estilo de razonamiento extremadamente egocéntrica en la que el bien y el mal tiene que ver con lo que experimenta cada individuo por separado. 1.2. Segunda etapa: orientación al interés propio: En la segunda etapa se empieza a pensar más allá del individuo, pero el egocentrismo sigue presente. Si en la fase anterior no se puede concebir que exista 4
Lawrence Kohlberg (25 de octubre de 1927-19 de enero de 1987). Psicólogo estadounidense, creador de esta teoría del desarrollo moral.
un dilema moral en sí porque solo existe un punto de vista, en este empieza a reconocerse la existencia de choques de intereses. Ante este problema, las personas que se encuentran en esta fase optan por el relativismo y el individualismo, al no identificarse con valores colectivos: cada uno defiende lo suyo y obra en consecuencia. Se cree que, si se establecen acuerdos, estos deben ser respetados para no crear un contexto de inseguridad que perjudique a los individuos. 2-
Fase Convencional: suele ser la que define el pensamiento de los adolescentes y de muchos
adultos. En ella, se tiene en cuenta la existencia tanto de una serie de intereses individuales como de una serie de convenciones sociales acerca de lo que es bueno y lo que es malo que ayuda a crear un "paraguas" ético colectivo. 2.1. Tercera etapa: orientación hacia el consenso: En la tercera etapa las acciones buenas están definidas por cómo repercuten sobre las relaciones que uno tiene con los demás. Por eso, las personas que se encuentran en la etapa de orientación hacia el consenso tratan de ser aceptadas por el resto y se esfuerzan por hacer que sus acciones encajen muy bien en el conjunto de reglas colectivas que definen lo que es bueno. Las acciones buenas y malas están definidas por los motivos que hay detrás de ellos y el modo en el que estas decisiones encajan en una serie de valores morales compartidos. La atención no se fija en lo bien o mal que puedan sonar ciertas propuestas, sino por los objetivos que hay detrás de ellas. 2.2. Cuarta etapa: orientación a la autoridad: En esta etapa de desarrollo moral, lo bueno y lo malo emana de una serie de normas que se perciben como algo separado de los individuos. El bien consiste en cumplir las normas, y el mal es incumplirlas. No cabe la posibilidad de actuar más allá de estas reglas, y la separación entre lo bueno y lo malo es tan definida como concretas sean las normas. Si en la etapa anterior el interés está puesto más bien en aquellas personas que se conocen y que pueden mostrar aprobación o rechazo por lo que hace uno, aquí el círculo ético es más amplio y engloba a todas aquellas personas sujetas a la ley. 3- Fase Post-convencional: Aquí, los juicios están basados en lo abstracto y por principios personales que no necesariamente están definidos por las leyes de la sociedad. Se establecen valores independientes a las instituciones como la libertad y la vida. En la adultez, la persona puede encontrarse en una de las dos siguientes etapas. 3.1. Etapa 5: orientación hacia el contrato social: La manera de razonamiento moral propia de esta etapa surge de una reflexión acerca de si las leyes y las normas son acertadas o no, es decir, si dan forma a una buena sociedad. Se piensa en el modo en el que la sociedad puede afectar a la calidad de vida de las personas, y se piensa también en el modo en el que las personas pueden cambiar las normas y las leyes cuando estas son disfuncionales. Es decir, que existe una visión muy global de los dilemas morales, al irse más allá de las reglas existentes y adoptar una posición teórica distanciada. El hecho de plantearse, por
ejemplo, que la esclavitud fue legal pero ilegítima y que a pesar de eso existía como si fuese algo totalmente normal entraría dentro de esta etapa del desarrollo moral. 3.2. Etapa 6: orientación hacia los principios universales: El razonamiento moral que caracteriza a esta fase es muy abstracto, y se basa en la creación de principios morales universales que son diferentes a las leyes en sí mismas. Por ejemplo, se considera que cuando una ley es injusta, cambiarla debe ser una prioridad. Además, las decisiones no emanan de suposiciones acerca del contexto, sino de consideraciones categóricas basadas en los principios morales universales.
Por lo tanto, Kohlberg plantea que los individuos sólo podrían alcanzar estas etapas pasando los 20 años puesto que se requiere de experiencias para revaluar y definir lo que es correcto o justo al momento de juzgar. Asimismo, estas experiencias hacen que pueda ver mejor, moral y socialmente el punto de vista de los demás. Según Kohlberg, existen dos experiencias que facilitan el desarrollo moral: confrontar valores en conflicto (como sucede en la universidad o el ejército) y responder por el bienestar de otra persona (cuando un individuo se convierte en padre).
Educación superior y desarrollo psicosocial en los procesos cognitivos del adulto:
Los adultos que tienen la posibilidad de asistir a centros de educación superior como las universidades logran tener un pensamiento avanzado, puesto que obtienen aprendizajes de tareas intelectuales, ideas y procesos nuevos, personas, desafíos intelectuales, mejora en la comunicación. Asimismo, algunos estudios señalan que el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) construirá nuevos procesamientos cognitivos. Sabiendo que, los estudios sobre la cognición muestran procesos emocionales vinculados al aprendizaje, la atención, la decisión y el funcionamiento social.
El desarrollo psicosocial sustentara dos referentes primordiales de aprendizajes para el desarrollo cognitivo del adulto: La identidad alcanzada y la intimidad. En primer lugar, lo más común es observar que la identidad alcanzada se ciñe a la búsqueda de la identidad vocacional. Sin embargo, la complejidad e identidad de cada individuo va más allá de la vocación, y más bien se relaciona estrechamente con su historia, contexto y proyección de vida. En segundo lugar, la intimidad que se generan en la formación de los vínculos proporcionara tanto alivio como estrés dentro de las relaciones que forman. Asimismo, siempre los individuos dentro de sus aprendizajes cognitivos tendrán influencia e interrelación directa de los tipos de vínculos y afectos que hayan formado en el transcurso de su vida.
El modelo de ciclo de vida para el desarrollo cognoscitivo de Schaie, afirma que los seres humanos atravesaran siete etapas, las cuales examinaran al intelecto dentro de la interacción y motivación que lo social ejerce para una persona. Es así, que en la adultez temprana se constituirá de tres etapas: logro, responsabilidad y ejecutiva. En un principio, en la etapa de logro (21-31, años) el adulto reconoce y aplica los conocimientos adquiridos en una etapa anterior para alcanzar metas a largo plazo. Las cuales podrían ser terminar una carrera profesional o la formación de una familia. A continuación, en la etapa de la responsabilidad (39-65, años), el individuo utiliza sus capacidades cognitivas para resolver problemas asociados con el cuidado de otros. Este cuidado se puede extender a nivel familiar, compañeros de trabajo y comunidad. Al final, en la etapa ejecutiva (antes de los 40 a la edad media), el adulto desarrolla la habilidad de aplicar el conocimiento complejo en diferentes niveles. Aquí se responsabiliza de sistemas sociales o movimientos sociales. Por ello, se puede decir que en esta etapa se puede superponer las etapas anteriores.