UN POCO DE HISTORIA - por Pánfilo de Narváez Con el expansionismo experimentado por las culturas mesoamericanas, los cambios que operaron en las distintas sociedades que habitaron en le valle de México y la parte norte de Honduras trajeron consigo toda una serie de reformas en lo relativo a las costumbres. Así es como se comprueba que el juego de pelota ritual (reservado anteriormente a la casta sacerdotal) comienza a masificarse. La clase gobernante de Teotihuacán instituye que en lo sucesivo, a partir de ese momento (a mediados del período clásico, en el 850 DC) el público podría ver los cotejos, pero pagando un precio en materia prima, o algún artículo suntuario. Por ejemplo, para acceder a la popular del Estadio que se situaba en Teotihuacán (sobre cuyos cimientos se erigiría muchos años después el famoso Estadio Azteca, que pasaría a la inmortalidad en el memorial del público aficionado gracias a dos goles convertidos por un tal Diego Armando Maradona, en un torneo de características similares al que organiza la FIFA cada cuatro años) se entregaban en ventanilla (atendida por un funcionario estatal: el Boleterotl) tres piedritas de obsidiana. Las plateas requerían de un tributo algo más elevado, y generalmente quienes las ocupaban eran los funcionarios intermedios, artesanos o mercaderes; que por su situación económica podían hacer esos gastos. Para que el Boleterotl permitiese el paso al Estadio y pudiese el espectador ocupar una platea, el individuo debía pagar (aparte de las mencionadas piedrecillas de obsidiana) cuatro plumas largas de quetzal; ya que en las sociedades mesoamericanas las plumas de ese ave eran consideradas un artículo de lujo. A dichas plumas se las empleaba en la confección de ornamentos para los dignatarios y también (¿porqué no?) para los coloridos sombreros, ropajes y tangas de las coquetas señoras mexicas, teotihuacanas, aztecas y un más que largo etcétera. Acerca de las entradas más caras disponibles, los trabajos arqueológicos efectuados en los cimientos del actual Estadio Azteca permitieron inferir que ya en esa época había sectores de la cancha reservados a los altos dignatarios. Si se hace una lectura más fina de tal aspecto, fácil es deducir que los actuales palcos VIP no son más que una burda copia de aquellos lujosos palcos Aztecas, donde la clase dirigente contemplaba los partidos mientras unas espectaculares esclavas (apresadas en las continuas guerras de conquista, u obtenidas a través del comercio a larga distancia) los atendían, llevándoles bebidas refrescantes y brindándoles otros servicios…[1]. Está perfectamente claro que esos privilegios estaban reservados a una clase muy reducida, los precios de los palcos VIP no eran para el hombre común: la compra de uno de ellos costaba un bloque de diez quilos de obsidiana en estado bruto, además de quince semillas de cacao y cuatro patas izquierdas de quetzal.
Es así como la masificación de espectáculos deportivos (recordemos que antes sólo podían ser vistos por jefes y sacerdotes) se agrega como una forma más de tributo, que se suma a los impuestos en especie y en fuerza de trabajo. Debido a que el juego de pelota se difunde por toda Mesoamérica, la construcción de los estadios experimenta un auge sin precedentes. Ello trae aparejado el aumento en la cantidad de equipos afiliados, siendo necesaria la creación de un ente estatal regulador de la actividad deportiva: la Co.Me.Ju.Pel (Confederación Mesoamericana de Juegos de Pelota). Y es allí donde se sienta un primigenio precedente, ya que pueden verse paralelismos primitivos de la actual Copa América, donde en una áspera competencia se enfrentaban el mejor equipo de Mesoamérica con su contraparte del Área Andina. Ahora comencemos por dar a conocer las formaciones de los equipos que se disputaban la preciada “Copa Mesoandina”:
Selección de la Co.Me.Ju.Pel 1. AGARRODETODOTL. 2. MARACAMEXICA. 3. MACHOQUESUMA. 4. FLORDEPUTOTL. 5. PIPILTIN. 6. PITULÍN (hermano del 5). 7. CARLA MANARA (Cap). 8. TLACAELEL. 9. ANDÁYGARCALOAÉL. 10. ITZCOATL. 11. MOCTEZUMA 12. MACEHUATL. 13. BORRACHOTL. 14. TEZOZOMOC. 15. CONRAD. 16. QUETZALCOATL. 17. DEMAREST. 18. HUITZILOPOCHTLI. 19. CHICHIMECANONOMECA. 20. PAPELQUEMECAGOTL. 21. BAMBINO VEIRA.(la incorporación de extranjeros no es una novedad) 22. TACUBA. D.T: BILARDOTL.
Esta era la Selección que representaba a Mesoamérica en los cotejos internacionales. Un equipo temido, de gran capacidad goleadora, con jugadores que aseguraban una gran cantidad de goles por partido. Tlacaelel (jugador del Texcoco Football Club), por ejemplo, era un jugador exquisito, que ordenaba al equipo y era codiciado por varias ciudades: Teotihuacán, Azcapotzalco y Chichón Itzá, entre otras. En cuanto al Área Andina, la influencia del juego de pelota implicó que se dieran a la vez grandes reformas en la sociedad. Así es que, si a través de los torneos locales el curaca veía condiciones sobresalientes en algún jugador, era llamado para servir en la mita deportiva. Como ya sabemos, las mitas eran prestaciones eventuales y rotativas al servicio del ayllu y tiempo después para el Estado. Las había para fines diversos (mita minera, militar, de servicios y obras públicas, cabaretera: esta última reservada a las mujeres y también para los hombres no tan hombres)[2], siendo la mita deportiva en el Área andina la forma más antigua de los actuales Clubes de Fútbol. Acerca de esto último, en Argentina la mita deportiva más famosa es aquella llamada Boca Juniors, siendo su curaca actual (no sé si por mucho tiempo más) un hombre llamado Alfio Basile. Prolegómenos aparte, veamos la formación del equipo andino: 1. VIRACOCHA. 2. QUETE SAPA INCA. 3. ATAHUALLPA YUPANQUI. 4. VIRGINIA HABEGGER. 5. MANCO CÁPAC. 6. TUERTO CÁPAC. 7. VIRACOCHA GOLDA. 8. INTI TUTO. 9. PACHACUTEC. 10. TÚPAC ETE. 11. INCA PAZ. (Capitán). 12. TAKI ORTO. 13. SINCHI QUITO 14. MARÍA ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO (Abrev: Maru pa´ lo´ pibe). 15. ESPINOZA SORIANO. 16. INCA SUYU. 17. PROBLEMA SUYO. 18. HUÁSCAR. 19. PAJEROCAMAYOC. 20. CHACHAPOYA. 21. FLORDEPOLLA. 22. CHAUPIWARANGA. D.T: CHEMO DEL SOLAR.
Al referirse a la Selección del Área Andina, necesariamente hay que mencionar al 9 titular de ellos: ¡¡¡sí, señoras y señores, Pachacutec!!!. Era un jugador exquisito, de esos que marcan la diferencia, ¡tenía un remate brutal! (y también una poronga igual de importante, en términos andinos sería un flor de quipu de carne). Pachacutec desde pequeño ocupó buena parte de su tiempo en la mita deportiva porque su padre (Viracocha Inca, el octavo rey) capta que el niño tenía desde edad temprana condiciones que le permitirían sustraerse de trabajos duros, tales como los que debían desempeñarse en la mita minera y de obras y servicios públicos. Esta tarea quedaría reservada para los desafortunados que no tenían otra cosa que hacer que ofrecer su fuerza de trabajo por no poseer talento ni destreza alguna: los conocidos mitayos.
[1] Ver
“Las cortesanas Peteras traídas del Petén” (NARA, Wanda), cap 6, PT1-PT 69:¿Por cuántas plumas de quetzal me sobáis la tronca?. En: Los indios idólatras y las esclavas mayas chupadoras de pija”, DÍAZ DE CARRERA, Rodrigo (no muy Adelantado), Ediciones De la Hostia, Cataluña, 1534. [2] “La
mita cabaretera y la aparición de los primeros travestis andinos” (BERLUSCONI, Silvio), cap 1, pp 12-23. En: “Los divertimentos del hombre y el surgimiento de los primeros trolos peruanos hijos de una grandísima y excelsa dinastía de putas”, SULLER, Guido, Editorial Universidad Católica de Salta, 2004.