TU ABUELO Te preguntaras mañana, cuando leas , ¿quien escribió estos versos? Te contarán que fue tu abuelo. Yo te diré, mi niña, con cariño, que escribí para ti. Que ya era un hombre simple algo cansado, de blancas cumbres y pesada mano, cuando naciste tu: nació una estrella y me sonrió la vida, sonreí con desprecio del cansancio; respire aliviado, olvide con desdén el egoísmo, la ira santa, los odios nobles y las venganzas justas. Ame con renovado esfuerzo, al prójimo, a mi mujer, mis hijos , y a mi nieta representada en ti. Gracias a ti,
a tus sonrisas, al alegre destello de tus ojos, a tus manitas mínimas y suaves, sobre mis huesudas y rugosas manos, salve el abismo del tiempo acumulado sobre mis viejas odres y vi en tus ojos la aurora, la luz de otro mañana … Mas no olvides nunca, mi niña, que tu abuelo, un hombre simple, mayor, y algo cansado te llevara siempre en su corazón… ¡Hasta la muerte!