Trastornos Hormonales

  • October 2019
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Trastornos hormonales El sistema endocrino engloba un grupo de glándulas y órganos que secretan hormonas al flujo sanguíneo. Las glándulas principales son la hipófisis (controlada por el hipotálamo), la tiroides, las paratiroides, los islotes del páncreas (que producen insulina), las glándulas suprarrenales, los testículos en los varones y los ovarios en las mujeres. Las hormonas secretadas por estas glándulas controlan el crecimiento físico, la función sexual, el metabolismo y otras funciones. Muchos de los trastornos endocrinos que afectan a los adultos también afectan a los niños, pero pueden producir síntomas diferentes.

Trastornos de la hipófisis La hipófisis, una glándula del tamaño de un guisante y ubicada en la base del cerebro, produce cierta cantidad de hormonas. Algunas, como la corticotropina, la hormona estimulante de las tiroides, la foliculoestimulante y la luteinizante, controlan la función de diferentes glándulas endocrinas, estimulándolas a producir otras hormonas. La hormona del crecimiento, otra pituitaria, asegura el crecimiento durante la niñez. La función pituitaria inadecuada se denomina hipopituitarismo. En los niños, el hipopituitarismo puede ser causado por un tumor pituitario benigno (craniofaringioma), por una lesión o por una infección, o bien puede tener una causa no identificable (hipopituitarismo idiopático). Raramente, el hipopituitarismo (y la diabetes insípida aparece como componente de la enfermedad de HandSchüller-Christian, que afecta a pequeñas áreas óseas y pulmonares al igual que a la función de la glándula hipófisis. Si la glándula hipófisis funciona deficientemente antes de la pubertad, el crecimiento se retrasa, las características sexuales no se desarrollan y el funcionamiento de las glándulas tiroides y suprarrenales resulta inadecuado. Después de la pubertad, la función pituitaria defectuosa puede ser causa de la disminución del deseo sexual, de la impotencia y de la regresión del tamaño testicular. En el panhipopituitarismo, la producción de todas las hormonas pituitarias disminuye o cesa. Este trastorno puede presentarse cuando la glándula completa sufre alguna lesión. A veces, sólo falta una de las hormonas de la hipófisis. Por ejemplo, si falta sólo la luteinizante (insuficiencia aislada de la hormona luteinizante), los testículos se desarrollan y producen esperma, ya que estas funciones son controladas por la hormona foliculoestimulante, pero éstos no producen suficiente testosterona. Esta hormona estimula el desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas, como la gravedad de la voz, el crecimiento del vello facial y la maduración del pene. Por consiguiente, los niños que padecen este trastorno no desarrollan dichas características. Los brazos y las piernas anormalmente largos pueden ser otro síntoma de esta deficiencia. La hormona del crecimiento también puede ser insuficiente. En el enanismo pituitario, la glándula hipófisis produce cantidades inadecuadas de hormona del crecimiento, lo cual causa un crecimiento anormal, estatura baja con proporciones normales. La mayoría de los niños de baja estatura, sin embargo, tiene un funcionamiento normal de la glándula hipófisis y son bajos porque su crecimiento es tardío o porque sus padres también lo son relativamente.

Síntomas y diagnóstico Los síntomas del funcionamiento inadecuado de la hipófisis varían dependiendo de la hormona que escasea. Por ejemplo, en los niños que carecen de la hormona estimulante de la tiroides, el crecimiento puede alterarse y el desarrollo mental puede ser limitado. La edad en la que las deficiencias se manifiestan también influye sobre los síntomas que se presentarán. Las consecuencias en el feto son diferentes de las que se presentan en el recién nacido o en un niño mayor. Si se sospecha una función pituitaria inadecuada, el médico prescribe un análisis de sangre para medir los valores de las hormonas. La cuantificación del valor de la hormona del crecimiento no siempre es útil o indicativa de una deficiencia porque el cuerpo la produce en breves estallidos que elevan su valor y lo reducen rápidamente. Para detectar una escasez de la hormona del crecimiento, se puede medir el valor del factor I de crecimiento semejante a la insulina (IGF-I). Algunas hormonas pituitarias se cuantifican directamente, otras se miden reiteradamente entre una y dos horas después de un estímulo específico administrado por vía oral o por inyección. Se pueden obtener radiografías de la mano para determinar la edad ósea (ésta indica si los huesos continúan creciendo y cuánto van a crecer). Una tomografía computadorizada (TC) o una

resonancia magnética nuclear (RM) de la cabeza pueden detectar un tumor u otra anomalía estructural en la glándula hipófisis o cerca de ella.

Tratamiento Los niños con deficiencia de una determinada hormona pituitaria pueden recibir una hormona sintética idéntica para reponerla. Por ejemplo, los niños que son bajos debido a una carencia de la hormona del crecimiento pueden recibir hormona del crecimiento sintética. Pueden crecer de 10 a 15 centímetros durante el primer año de tratamiento, aunque el crecimiento posterior es más lento. La administración de la hormona del crecimiento no es apropiada para niños bajos con valores normales de la misma. En la actualidad, se están investigando nuevos tratamientos que estimulan su producción natural por el organismo. Pueden reponerse tanto las hormonas pituitarias ausentes como las que dependen de ella. Generalmente, se prefiere el segundo enfoque. Por ejemplo, un niño que no puede producir hormona estimulante de las tiroides recibe hormona tiroidea. La testosterona se indica a un varón que no puede producir hormona foliculoestimulante y hormona luteinizante, y estrógenos a una niña incapaz de producir ninguna de estas dos.

Trastornos de la glándula tiroides La glándula tiroides se localiza en la región anterior del cuello. Produce la hormona tiroidea, la cual controla la velocidad de las funciones químicas del organismo (proporción metabólica). Algunas afecciones de la glándula tiroides pueden hacerla aumentar de tamaño, enfermedad conocida como bocio. El bocio puede existir tanto si la glándula es hipoactiva (producción escasa de hormonas tiroideas) como si es hiperactiva (producción excesiva). El agrandamiento de la glándula tiroides Bocio: glándula tiroides agrandada presente en el momento del nacimiento se llama bocio congénito. Algunos niños tienen el síndrome de Pendred, enfermedad hereditaria que combina sordomudez y bocio congénito. El hipotiroidismo se presenta cuando la glándula tiroides no puede producir cantidades adecuadas de hormona tiroidea, necesarias para el organismo. Los síntomas del hipotiroidismo en los niños y adolescentes difieren de los de los adultos. En los recién nacidos, el hipotiroidismo causa cretinismo (hipotiroidismo neonatal), que se caracteriza por: ictericia, pérdida del apetito, estreñimiento, llanto ronco, protuberancia umbilical (hernia umbilical) y crecimiento óseo tardío. Si no se diagnostica ni se trata en los meses posteriores al nacimiento, el hipotiroidismo causa retraso mental. El hipotiroidismo que empieza en la niñez (hipotiroidismo juvenil) retrasa el crecimiento y, en ocasiones, produce miembros desproporcionadamente cortos. También tardan en aparecer los dientes. El hipotiroidismo que se inicia en la adolescencia (hipotiroidismo juvenil) es similar al de los adultos, pero puede retrasar la pubertad. Los síntomas incluyen voz ronca, retraso en el habla, párpados lánguidos y cara hinchada. También caída del pelo, piel seca, pulso lento y aumento de peso. En todos los recién nacidos, el valor de la hormona tiroidea en la sangre se mide sistemáticamente en los dos días que siguen al nacimiento. A un recién nacido que padece hipotiroidismo se le administra rápidamente hormona tiroides. Este tratamiento evita la lesión cerebral. El hipotiroidismo que se manifiesta en la niñez o en la adolescencia se trata también con hormonas que reponen las deficiencias. El hipertiroidismo es consecuencia de la hiperactividad de la glándula tiroidea. En el recién nacido, la causa más frecuente de hipertiroidismo es la enfermedad neonatal de Grave, potencialmente terminal, que puede manifestarse en los hijos de madres que padecen o han padecido dicha enfermedad. La enfermedad de Grave, una forma de hipertiroidismo, es un trastorno autoinmune por el cual el organismo produce anticuerpos que estimulan la glándula

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