INTRODUCCIÓN AL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA Curso realizado por: Alicia Madueño Cerm. Diplomada en Educación Primaria por la Universidad de Granada. Postgrado en Educación Especial y especialista en Espectro Autista. La comunicación consiste en la transmisión de información entre personas, que da lugar mediante el lenguaje verbal y no verbal. El verbal abarca todo tipo de información mediante el sonido y el no verbal mediante gestos, signos o señales. Pero el propósito realmente del lenguaje es la comunicación, con el cual se favorece la interrelación entre humanos facilitando la integración social de las personas dentro de una comunidad. El lenguaje incluye la composición de palabras y las normas lingüísticas acompañado del mensaje que se quiere trasmitir. Pero para poder realizar todo esto correctamente, es necesario hacer uso de la capacidad de explicar una necesidad utilizando tanto el lenguaje verbal, como el no verbal. La comunicación también se refiere a una relación social entre personas, el emisor que sería la persona emisora del mensaje junto con el receptor, aquel que recibe el mensaje. En estos intercambios comunicativos, ambos cambian opiniones con una necesidad en concreto. Sin embargo, cuando una de las personas no entiende lo que quieren decirle o no sabe explicar algo en concreto por carencia lingüística, no es capaz de relacionarse del todo, por lo tanto no se produciría la comunicación. Cuando la comunicación no es fluida, puede existir algún tipo de trastorno afectando dicha capacidad innata del ser humano. Es en este momento cuando deberíamos pensar y profundizar en el tema. Para ello, se ha elaborado este curso cuyo objetivo es dar a conocer más detalles sobre las personas con esta afectación. Trataremos aspectos educativos, biológicos, de tratamiento y diagnóstico.
¿QUE ES EL AUTISMO? El autismo es un trastorno neurobiológico que afecta a cuatro de cada mil niños y su mayor característica se debe a las limitaciones relacionadas con aspectos básicos del desarrollo, entre ellas: la imaginación, la comunicación e interacción social y el comportamiento. Este último aspecto es difícil de reconocer, ya que el niño no presenta ninguna conducta específica hasta bien alcanzada la formación de su personalidad. Existen múltiples definiciones para describir el trastorno autista. Es por ello que me gustaría aporta otra definición sencilla y que completaría la idea general que podamos tener sobre el autismo, ésta sería la siguiente “Grave trastorno de origen multifactorial y orgánico, de afectación profunda a las aptitudes, capacidades y conducta más humana por definición (comunicación y socialización) y que viene acompañado de alteraciones neuropsicológicas que afectan a las funciones superiores de pensamiento, lenguaje, memoria e inteligencia” (Ana Asensio, Facultad de Medicina UCM, 2010). Pero como en todos los trastornos, habría que tener en cuenta ciertos factores, los cuales serían importantes para determinar un posible caso de autismo. Factores a tener en cuenta -
Aparente sordera.
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Falta de complicidad con personas de su entorno.
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Falta de comunicación cuando requiere un objeto o llamada de atención ante una necesidad.
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Dificultad para compartir acciones o sentimientos.
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Perturbaciones en el lenguaje o comunicación.
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Respuestas anormales ante casos de estimulación.
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Ecolalia: lenguaje basado en la repetición literal sobre palabras previamente escuchadas.
CARACTERÍSTICAS DEL AUTISMO Una vez conocido el concepto y los factores a tener en cuenta, vayamos más allá pensando en aquellas características propias de este trastorno que bien se podrían agrupar dentro de tres grupos: Comunicación: esta es una de las características en las que las personas con autismo presentan dificultad. Cada persona tiene una capacidad innata para la comunicación, la cual se convierte en una tarea complicada para aquellos que padecen este trastorno. Si un niño no inicia una comunicación sería importante que aquellas personas del entorno del éste (padres, maestros o terapeutas) organicen actividades donde se desarrolle la disposición a comunicarse para “forzarles” la adquisición del concepto de estimulo-respuesta con el medio ambiente. Un
ejemplo muy sencillo sería ofrecerle un plato de comida sin el cubierto, en este caso la persona en cuestión pediría aquel instrumento necesario que le permita llevar la comida del plato a la boca. Es a partir de este momento, cuando sería necesario no permitir que el niño produzca sonidos para comunicarse, en lugar en lugar de usar el lenguaje. Es muy importante que nos pongamos al mismo nivel del niño para entender todas sus indicaciones verbales y no verbales. - Comportamiento: los comportamientos caracterizados variarían desde movimientos repetitivos corporales hasta síntomas conductuales. Otra característica común es adoptar un mal comportamiento debido a la falta de comprensión de lo que está sucediendo en su entorno, es por ello que sería importante no ceder a sus necesidades, sino ofrecerle la posibilidad de tener otra visión ante esa misma situación. También ayudaría a mejorar esta actitud hacer un seguimiento al mal comportamiento para ver las posibles causas que pudieron llevarlo a aquello, al mismo tiempo que se pueda llegar a la solución mediante un refuerzo positivo (como las recompensas ante las buenas actitudes). Socialización: probablemente sea el más difícil de afrontar, ya que les resulta casi un reto, puesto que existe la posibilidad de que sufran estrés o frustración en el momento que se comuniquen socialmente. Para la solución a dicha dificultad existen múltiples variantes basadas en objetivos individualizados como por ejemplo, actividades cooperativas en grupo.
HISTORIA Y ANTECEDENTES La palabra autismo tiene su origen del griego “autos” que significa “propio, uno mismo”. Este término fue utilizado por primera vez en su historia por el psiquiatra Eugene Bleuler en 1912. Etapas del autismo El autismo siempre ha sido un tema a tratar en muchas investigaciones, las primeras se basan en los años 40 y podríamos clasificarlas en varias épocas: La primera se clasificaría entre los años 1943-1963, donde se pensaba que el autismo era producido por factores de relación entre el niño y el medio ambiente que le rodeaba. La segunda época sucedía entre los años 1963-1983, en la cual se pensaba que las deficiencias de los aspectos básicos del desarrollo se debían a una alteración neurológica. La tercera época avanzó hasta el año 1989, donde se creía que el autismo lo causaba la propia educación que recibía el niño en su entorno familiar. Investigaciones y conclusiones
Realmente fue en el año 1943 cuando se hizo la primera clasificación de autismo por el doctor Leo Kanner, su estudio consistió en el siguiente experimento: escogió un grupo de once niños y tras realizar una serie de pruebas, identificó que tres de ellos no hablaban y el resto no hacía uso de la variedad lingüística que realmente poseían. El doctor austriaco Hans Asperger por su parte, utilizó por primera vez el término de psicopatía autista en niños que se comportaban de una manera parecida, pero su labor no fue reconocida hasta 1981; debido a que todos sus avances fueron escritos en alemán. Por su parte, Asperger descubrió en sus investigaciones que los niños con autismo tuvieron intereses profundos por un tema en específico y sobre todo con mucha intensidad, haciendo uso de la repetición en ciertas rutinas diarias y apego a objetos de su entorno. También indicó que estos niños eran unos auténticos profesionales cuando tenían que hablar de aquellos temas que realmente dominaban y propuso que para poder ganar éxito en las ciencias, arte o investigación era útil ser un poco autista. Aunque ambos llegaron a la misma conclusión sobre su concepto de autismo con sus propias características, diferenciaron un síndrome dentro del autismo llamado Asperger (del que hablaremos posteriormente) y lo que se denomina autismo de Kanner cuando hablamos de autismos de relativo funcionamiento. Ya avanzado en los años 70 y 80, aparecen las nuevas tecnologías como un importante avance en cuanto a la exploración neurológica de este trastorno y supuso un importante avance en el descubrimiento de síntomas producidos por este trastorno. Finalmente en la actualidad, a pesar de que se tenga una clara descripción sobre el término de autismo, hay una gran tendencia a tener en cuenta el término originario a forma de feedback.
CAUSAS DEL AUTISMO El autismo es un trastorno que se relaciona con una anomalía en el cerebro cuyas causas actualmente se desconocen, a pesar de que haya constantes investigaciones acerca de ello. Sin embargo, hay una posible combinación que parece causar este trastorno, los factores involucrados serían los siguientes:
Agentes genéticos: la ciencia evidencia que en un mayor porcentaje de casos el autismo es un trastorno heredable, tanto como puede ser la personalidad o el cociente intelectual. Los estudios en gemelos han demostrado que si uno de ellos padece autismo, el otro tendría el 60% de posibilidades de padecerlo también. Este hecho demostraría una clara influencia genética. Agentes neurológicos: se han demostrado alteraciones neurológicas en aspectos relacionados con el aprendizaje y la conducta. Agentes ambientales: existe una posibilidad de que personas con este trastorno padezcan una afección causada por agentes ambientales parecidos al autismo. Es por ello que sería importante no exponerse ante agentes ambientales perjudiciales que pudieran ocasionar una complicación en la gestación. Agentes alimenticios: se ha comprobado que el comportamiento de ciertos niños con autismo puede empeorar o mejorar modificando la alimentación; esto se debe a la bioquímica de los alimentos. Es por ello que sería recomendable cuidar la ingesta de ciertos alimentos consultando previamente una posible dieta con un especialista.
Otros agentes: en estos últimos años se desarrollaron teorías sobre la posible afectación entre el autismo y otros factores, como la crianza (donde se demostraría que un pasotismo por parte de los padres en el niño podría desarrollar una conducta parecida al autismo) y el estrés (donde se piensa que un estado de estrés continuo afectaría negativamente el comportamiento del afectado. No se han constatado científicamente, sin embargo, se le ha dado cierta importancia.
Síntomas e indicios de padecer el trastorno A pesar de que existan factores subjetivos de comportamiento que sean difíciles de detectar, es posible encontrar síntomas comunes que nos lleven a pensar que una persona padezca autismo, como por ejemplo.
Que evite el contacto visual y prefiera la intimidad.
Dificultad en la comprensión de sentimientos ajenos o expresar los propios.
Retrasos en el habla y la adquisición del lenguaje.
Repetición de palabras o frases previamente escuchadas (ecolalia).
Irritación ante cambios mínimos.
Interés obsesivo en temas específicos.
Cambios conductuales, tales como girar en círculo o mecer el cuerpo.
Dentro de las tres características del autismo mencionadas previamente, también podemos encontrar síntomas específicos surgidos a causa de la deficiencia en dichos campos, que podríamos clasificar en los siguientes grupos. Destrezas sociales:
No reaccionar por su nombre.
Preferencia por el juego individual.
Inexpresivo facialmente
No respeta límites en cuanto a nivel personal.
Evita el contacto físico.
Dificultad para comprender el entorno.
Comunicación:
Invierte pronombres.
Contesta erróneamente preguntas.
No reacciona ante señales.
Utiliza pocos gestos.
Habla de forma monótona o con tonalidad rítmica (como un robot).
No juega alimentando su imaginación.
No entiende normas o sarcasmo.
Conductas:
Coloca juguetes en línea.
Interés en objetos específicos (por ejemplo ruedas).
Tendencia a seguir el orden con rutinas.
Otros síntomas:
Rabietas.
Poca atención.
Agresividad.
Perdida de atención.
Hiperactividad.
DIAGNÓSTICO El término de diagnóstico hace referencia a la acción de diagnosticar, el cual se refiere a recopilar información y a partir de ahí analizar los datos facilitados para evaluar la naturaleza de los problemas, desde una base con puntos comunes y tomando en cuenta los síntomas mencionados. A pesar de que una conducta individualizada no puede llevar a la conclusión de que el niño padezca autismo, es necesario para su completa evaluación un análisis de sus conductas y comportamientos. El diagnóstico se realiza hoy en día por profesionales relacionados con el psicoanálisis y se lleva a cabo en centros asistenciales como ambulatorios de diagnóstico, centros de día, centro de asesoramiento pedagógico o consultas privadas.
Este diagnóstico consistiría en dos etapas: la primera se basaría en una observación y examen del comportamiento del niño y la segunda en una evaluación exhaustiva que determinaría la causa y el grado en el que se encuentra. Dependiendo del grado de afectación, serían diagnosticados de un tipo u otro, de forma que aquellos con habilidades lingüísticas desarrolladas, podrían pertenecer al grupo de “Síndrome de Asperger”, mientras que aquellos que no lo poseen, se podrían agrupar en el “síndrome de Rett”. Actualmente existen diferentes niveles acorde a su grado de inteligencia. Se podrían distinguir entre nivel alto, medio y bajo. Veamos sus diferencias y los síntomas encontrados en cada uno de los grados: - Nivel alto: su conducta se basa en la búsqueda de necesidades y presentan conductas obsesivas. Hay poco uso de las habilidades lingüísticas, en ocasiones no usadas a propósito o mencionando solo frases ya citadas previamente (ecolalia). A pesar de todo esto, pueden llegar a desarrollar habilidades académicas y se pueden llegar a relacionar socialmente en un próspero futuro. - Nivel medio: se relacionan de forma limitada y planeada (ya que no son capaces de improvisar) y su aprendizaje se basa en la rutina. Es repetitivo tanto en su lenguaje como en su actitud (cuando juega puede llegar a girar un objeto del mismo modo durante un periodo determinado de tiempo). Sin embargo, entiende todo tipo de lenguaje concreto de forma sencilla. - Nivel bajo: apenas mantiene relaciones sociales, ya que prefiere mantenerse aislado mientras que mantiene su intimidad. No utiliza el lenguaje (ya que adquiere una actitud estereotipada y repetitiva) ni tampoco adquiere una comprensión de éste
Diagnóstico según el comportamiento A parte de analizar el grado de afectación en el que se encontraría la persona autista, se ha demostrado que existen algunos tipos de diagnóstico para estos niños que tienen su base en comportamientos excesivos y deficientes, los cuales tienen su raíz neurológica. Si nos encontramos una persona con síntomas autistas, deberíamos de tener en cuenta estas acciones: -
Comportamientos excesivos: Agresividad (agresivo hacia otras personas, dañarse físicamente…), auto estimulación, incumplimiento (puede reaccionar de forma constante, intermitente en las que incumpla las normas parcialmente o
pasivamente), aislamiento (se aislaría en ciertas situaciones) e hiperactividad (exceso de energía en ciertas ocasiones). -
Comportamientos deficientes: Comunicación (sería muda, utilizando lenguaje repetitivo y en ocasiones incomprensible), visualización (evitan mirar a los ojos directamente), social (falta de tolerancia o rechazo hacia los demás), auditivo (falta de respuestas ante estímulos conocidos) y juego (se basarían en un juego repetitivo).
El diagnóstico temprano sería de máxima importancia para el comienzo de la intervención. Al mismo tiempo que el niño va creciendo, están en constante proceso de construcción y por ello puede encontrarse con dificultades que determinen su vida. Es por ello, que esas dificultades podrían ser la causa de una enfermedad, justo en ese momento se debería de pasar al diagnóstico. Sería recomendable que esto sucediera antes de que el niño tuviera cinco años, ya que los principales años para la corrección de su conducta serían entre los dos y tres años de edad
TIPOS DE AUTISMO El autismo identifica una serie de manifestaciones diversas donde podríamos encontrar desde niños aislados hasta otros con un lenguaje muy desarrollado. Es por ello que a partir de esto se elabora una clasificación para diferenciar cada uno de ellos, con sus propios síntomas o características. Veamos en qué consisten: -
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Síndrome de Kanner: fue llamado así debido a su fundador Leo Kanner, quien presenta los síntomas más comunes del autismo. También es conocido como Autismo Infantil Precoz. El síntoma más importante es la deficiencia de interacción social y el empeoramiento progresivo de las habilidades lingüísticas. Sin embargo, el síntoma más grave es la agresión a sí mismo u otras personas, tales como golpes o autolesiones. Síndrome de Rett: principalmente afecta a las mujeres aunque también afecta a una minoría masculina y por regla general se manifiesta a los dos años de vida. Es uno de los tipos en el que el desarrollo de las habilidades lingüísticas supone un obstáculo (en casos muy severos, peligra la independencia de los afectados por cuidarse de sí mismos). Es posible que las personas que padezcan este síndrome, también tengan cierto retraso mental (aunque el grado dependerá de la persona). Este síndrome perduraría durante toda la vida deteriorando estas
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habilidades, aunque afortunadamente existen tratamientos para alargar estas situaciones. Trastorno de desintegración infantil: generalmente aparece al tercer año de vida y su mayor característica consiste en el deterioro de todas las habilidades adquiridas hasta el momento. Normalmente si el afectado sufre un grado avanzado, podría perder el contacto total con la sociedad. Trastorno generalizado del desarrollo no especificado: se caracteriza por la dificultad en el desarrollo de las habilidades sociales y lingüísticas. Es una de los tipos de Autismo infantil existente, pero que con una buena detección a tiempo el paciente podría llevar a cabo un buen desarrollo de sus capacidades.
SÍNDROME DE ASPERGER Como un tipo de autismo bastante frecuente y que podríamos profundizar en él para conocer todas sus características es el Síndrome de Asperger. Se debe a Hans Asperger, un pediatra austriaco que en 1944 descubrió una serie de comportamientos que pudo comprobar en sus pacientes masculinos. Observó que algunos pacientes presentaban dificultades en las relaciones sociales, a pesar de contar con un lenguaje desarrollado y una inteligencia normal. Es a partir de este momento cuando se planteó la idea de que podría resultar un trastorno aún sin analizar. Pero realmente, ¿qué es el Síndrome de Asperger? , ¿tiene las mismas características que el autismo? Este síndrome es un trastorno severo que conlleva una alteración neurobiológica que, cuando procesa la información recibida, existen varias dificultades en los siguientes aspectos básicos del desarrollo:
Habilidades sociales. Dificultad motora. Uso del lenguaje como medio comunicativo. Comportamientos repetitivos. Intereses específicos y limitados.
Los niños que padecen este síndrome pueden encontrar serios obstáculos en cuanto a lo social y conductual. Es por ello que habría que tomar en cuenta dichas características:
No suelen ser capaces de mantener una relación de manera fluida con iguales. Uso del lenguaje literal. Sensibles al medio que le rodea, colores, sonidos o sabores. No comprenden del todo los sentimientos de los demás. Suelen ser expertos en un objeto o tema. Tienen dificultades para mantener relaciones con niños de su edad. Memoria para recordar detalles mínimos. Problemas de sueño. Tienen dificultades para entender cosas que han leído. Hablan con un tono de voz monótono y constante. El juego es repetitivo y poco social.
Tienen tendencia a balancearse cuando están planteándose alguna idea. El síndrome de Asperger afecta actualmente a 7 de cada 1000 niños. La persona que padece este síndrome suele tener un aspecto e inteligencia de lo más normal, tan solo les restringen aspectos sociales; en los que presentan obstáculos para mantener relaciones sociales y presentan comportamientos inadecuados en ocasiones. Las personas con este síndrome tiene un estilo cognitivo distinto del habitual, ya que piensan de forma elocuente, concreta y realista. Su trastorno en este sentido no sería apenas visible, tan solo tendrían dificultades en los comportamientos sociales que pueden dificultar otras áreas del desarrollo integral del afectado como persona.
ENFERMEDADES RELACIONADAS CON EL TRASTORNO En esta parte del curso, pasaremos a explicar los distintos tipos de enfermedades que se relacionan estrechamente con el autismo, tanto por sus similitudes como sus diferencias. Las enfermedades a las que nos referimos consistirían en una lista con las siguientes: Esquizofrenia: es una enfermedad mental en la que se sufre una dislocación de la personalidad. Se relaciona comúnmente con el autismo, a pesar de existir diversas diferencias, como por ejemplo en la edad de comienzo; mientras el trastorno autista comienza en la infancia, la esquizofrenia puede aparecer en la adolescencia o adultez. Otra de sus diferencias se basa en las fases de la enfermedad, mientras que en la esquizofrenia puede llegar a tener episodios de normalidad, el autismo sería constante, ya que dentro de este trastorno no existe periodos. Retraso mental: entre dichas enfermedades también existen diferencias relevantes, aunque la mayor parte de niños autista también adquieren un pequeño retraso mental. La diferencia con mayor importancia es aquella en la que el niño autista tiene una mayor dificultad para el desarrollo del lenguaje o a identificar señales de su entorno, de manera que esto no le afectaría a un niño que posee retraso mental. Trastornos del desarrollo del lenguaje (trastorno lingüístico): la mayor diferencia se distingue en el comportamiento de la persona afectada. Cuando se trata de una persona autista, hay un comportamiento de incomprensión social, mientras que esta actitud no se ve muy afectada por aquellos que padecen trastornos del lenguaje. Sordera: algunas personas afectadas por autismo pueden parecer que tuvieran algún grado de sordera, ya que pueden no atender cuando se les llamas por su nombre. Es por ello que es imprescindible hacerle un test auditivo para ver la base real del problema. Trastorno de Heller: trastorno que se identifica por desarrollar una actitud de ansiedad, agresividad y deterioro del lenguaje. Con lo cual sería frecuente que se pueda confundir en algún momento con el autismo. Síndrome de Tourette: es de origen genético y causa tics nerviosos involuntarios. Esta enfermedad se ha diagnosticado en personas autistas, aunque no existe un origen científico de que estén relacionadas entre sí.
Hiperlexia: se refiere al desorden del lenguaje adquirido, debido a su vez a la falta de relaciones sociales. Existen varias teorías en las que se relaciona como un posible tipo de autismo, aunque no está confirmado
Etapas del autismo Antes de empezar la lección sobre las etapas del autismo, me gustaría mencionar una frase de un famoso autor que dice así: “El autismo es la sombra que deja en el desarrollo una dificultad o imposibilidad para construir ciertas funciones psicológicas cuyo momento crítico se extiende entre el año y medio y los 5-6 años” (Rivière, 1997).
Sabiendo esto, debemos ser precavidos antes y después del diagnóstico para tratarlo según sus necesidades. A pesar de que es complicado generalizar los síntomas y la progresión del trastorno ya que depende de la persona en concreto), es posible describir como éste cambia a medida que el niño autista se desarrolla. Por lo tanto, podríamos clasificar este proceso en etapas, las cuales se desarrollarían de esta forma: De los cuatro a cinco meses: no aparece ningún tipo de actitud anticipatoria cuando alguna persona va a cogerle. Los balbuceos no aparecen e incluso pueden retrasarse de forma tardía. Los primeros seis meses: el bebe puede ser un tanto exigente en sus necesidades y no suele aparecer la sonrisa como satisfacción a las mismas. De los seis meses al año: el bebe muestra una actitud de negación ante ciertos alimentos, se niega a masticar o tragar algunos alimentos sólidos que se les ofrece. En este caso y sin intervención de especialistas, se mantiene al niño mediante alimentos propios de bebes durante un largo periodo de tiempo. Suele existir ciertos retrasos o aceleración en el proceso de gatear, andar o sentarse y en esta edad, ya se podría observar una actitud de miedo ante aquellos hechos que suceden a su alrededor. Tampoco existe la comunicación no verbal. Segundo y tercer año: el niño busca estimulación en su entorno y adquiere una actitud peculiar, como por ejemplo rechinar los dientes. El juego no sería imaginativo, ya que se basaría en la colocación de objetos dando vueltas sobre sí y perdería cierta autonomía, pues requeriría a alguien para que pueda coger algún objeto que realmente desea. Cuarto y quinto año: durante estos años, el niño producirá pocas palabras y se limitará a producir frases simples, por lo que en esta etapa sería un síntoma que identificaría que padece dicho trastorno. Quinto o sexto año: los niños seguirían desarrollando progresivamente los síntomas descritos anteriormente, aunque también puede aparecer un cambio leve de actitud, ya que se podrían desarrollar nuevos síntomas que debería de analizar un especialista. Sexto año: si el lenguaje no se ha formado lo suficientemente como para formar frases elaboradas, es muy probable que no se pueda avanzar de la misma forma en un futuro, ya que el desarrollo de éste durante los primeros años de vida es crucial. Si esto ocurre, es posible que el desarrollo intelectual del niño disminuya y se cree actitudes de un retraso mental.
Posterior al sexto año: cuando el niño posee ya los seis años de edad, va creando su propia personalidad (sus preferencias y gustos) y es aquí cuando sería más fácil identificar que el niño tiene autismo. Por lo tanto, sería muy importante que se identifiquen las anteriores fases, ya que para este tipo de trastorno es fundamental una buena detección temprana.
AUTISMO INFANTIL El autismo infantil es un trastorno que surge desde el nacimiento, aunque no suele identificarse con seguridad seis años de edad. Uno de los primeros síntomas es la deficiencia del lenguaje, la falta de interés ante estímulos que se le presentan y a simple vista, parece que padecieran sordera al ignorar ciertos sonidos o llamadas. Es por ello que debemos alertarnos si surgen algunas de estas señales. Por otra parte, el niño afectado por autismo se caracteriza por una serie de acciones repetitivas y dificultad para enfrentarse a situaciones cotidianas, por lo que sería conveniente aportarle un ambiente estable donde poder desarrollarse individual y grupalmente en dicho entorno. Los síntomas del autismo infantil serían muy parecidos a los de la esquizofrenia, pero se diferencian entre otras cosas, en los tipos de tratamientos que se emplean. Aunque realmente la persona que puede explicar esto con más claridad, sería un especialista en autismo después de haber analizado al niño y establecer un diagnóstico claro. Desde este momento, deberíamos mantener una relación entre los profesionales terapéuticos, los profesores y nosotros como apoyo familiar, ya que sería fundamental que cada uno aporte su parte de apoyo para que el niño pueda avanzar en todos los ámbitos (educativo, social, conductual y comunicativo). Inicialmente sería importante que aquellos que padecen este trastorno puedan acudir a terapias ocupacionales, donde se les estimule correctamente al mismo tiempo que aprenden a convivir dentro de un grupo social. Al mismo tiempo, se pasaría a analizar los tratamientos y terapias que mejor se adecuan a cada persona y sus propias características. Para que el autismo se desarrolle de una forma esperanzadora, es necesario identificar estos síntomas lo antes posibles, ya que su detección es fundamental a la hora de llevar a cabo la resolución del trastorno de una forma eficaz, y como se ha mencionado anteriormente, acudir a los profesionales para que puedan aportarnos las herramientas necesarias con las que combatir ante este trastorno
AUTISMO EN ADULTOS El autismo en adultos también es un trastorno que debe seguir tratándose para mejorar sus capacidades y facilitar su estilo de vida. Pero hay algunas personas que no saben que son autistas hasta que son adultos, ya que los síntomas equivaldrían al de los niños con autismo
leve. Es probable que ellos mismos no se hayan visualizado como autistas y habrían diseñado medidas para controlar ciertos síntomas desde la infancia. Por otra parte, las personas que padecen autismo grave son diagnosticadas de forma temprana, debido a que sus signos son más visibles. Los síntomas serían los característicos de este síndrome: la comunicación condicionada por su dificultad dentro del trastorno, falta de comprensión respecto a algunas bromas y falta de capacidad para establecer relaciones sociales por iniciativa propia. Debido a la dificultad social en ciertas ocasiones, prefieren la comunicación mediante las redes sociales o correo electrónico, ya que la “torpeza social” le puede inducir en una inseguridad; es aquí cuando el rol ante la sociedad juega un papel importante. También suelen evitar el contacto visual, pues intentan mantener su intimidad, aunque las personas no autistas pueden presenciar esta acción como falta de respeto. Autonomía La autonomía es un punto importante a tratar cuando el niño autista ha alcanzado la madurez. Llega un momento en el que la persona autista, junto con ayuda de profesionales, debería de haber mejorado sus dificultades y desarrollado sus capacidades (entre ellas la capacidad autónoma). Este sería el momento idóneo cuando estaría preparado para participar de manera activa en la sociedad actual. Según las estadísticas, 15 de cada 100 niños consiguen una completa autonomía, pueden estudiar cuando son niños y trabajar con ayuda siendo adultos. Otros 35 logran una autonomía parcial utilizando habilidades lingüísticas limitadas que les facilita la consecución de objetivos marcados y por lo tanto, se sienten realizados personal y profesionalmente. Treinta no serían autónomos, no podrían trabajar y necesitarían apoyo para socializarse, aunque podrían realiza tareas simples de forma independiente. Por último, podemos encontrar otro grupo de veinte, los cuales no son autónomos y tendrían que contar con una ayuda constante por parte de profesionales, aportándoles tratamiento, educación especial y ayuda médica. Observando dichas cifras podemos ver que casi la mitad de las personas autistas pueden llegar a ser total o parcialmente independientes. Es por ello que no se debería de perder la esperanza ni debería faltar motivación, pues ambos factores son cruciales en el desarrollo positivo del autismo
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
La evaluación psicológica conlleva una observación del niño en situaciones cotidianas, ya que eso nos proporcionara una información decisiva sobre las causas y el mejor diseño del programa de intervención a aplicar. Esta evaluación debe proporcionarnos el grado de inteligencia mediante pruebas comunes y la evaluación del nivel de desarrollo. Normalmente, también es importante al mismo tiempo una evaluación neuropsicológica. Este examen nos aportaría la información que necesitamos para elaborar un tratamiento individualizado y adaptado a las necesidades de cada persona, siempre apoyado de una implicación por parte del afectado para que esto se pueda realizar de forma exitosa. Pero realmente para la realización de dicha intervención psicológica es necesario ser exhaustos y que éste se cree acorde a su diagnóstico. Para ello habría que tener en cuenta las distintas funciones psicológicas importantes, que serían las siguientes: Interacción social: habría que ver al niño en el intento de mantener una relación social y que intereses girarían en torno a esto. Para ello veríamos de importante relevancia responder preguntas como: ¿está el niño interesado en mantener conversaciones con otros?, ¿mantiene el contacto visual si las realiza?, ¿hace el niño uso del lenguaje no verbal para apoyarse en la interacción social? Habilidades de comunicación: este factor sería muy importante e iría unido junto a la interacción social, ya que son las habilidades de comunicación las que permiten que se produzca la interacción. Para ello deberemos analizar si posee estas habilidades y hasta qué punto. Es conveniente responder a varias preguntas que podrían surgir para el análisis de esta función. ¿Qué medios de comunicación utiliza?, ¿qué características tiene el lenguaje?, ¿es capaz de comprender bromas o un lenguaje no literal? Juego: la forma de jugar también sería un dato revelador para la intervención, ya que mostraría si el juego es monótono o si utiliza la imaginación que en tantas ocasiones el autista encuentra como un obstáculo por resolver, por ello habría que analizar dos puntos: si el juego es repetitivo y si usa juguetes haciendo uso de la imaginación. Intereses restringidos: como ya hemos conocido, las personas con espectro autista, suelen tener intereses sobre gustos específicos. Por ello, es muy importante averiguar los temas que les interesan, ya que es una forma de aproximación y motivación personal para ayudar a las personas con este trastorno. Conductas inadecuadas: las conductas inadecuadas son frecuentes en este trastorno, es por ello que sería conveniente analizarlas y estipular un nivel para que a partir de ese momento se tomen las medidas oportunas al respecto.
CUESTIONARIO DE DETECCIÓN Para que la detección sea profunda y exitosa, es necesario realizar una prueba estereotipada que nos ayude a crear un diagnóstico claro. Es por ello que se podría realizar este cuestionario de detección para obtener resultados objetivos al respecto. S: Siempre
AV: a veces
CN: casi nunca
N: nunca.
No responde a su nombre No habla o ha dejado de hablar El lenguaje empleado es repetitivo No señala para referirse a algo Usa a las personas como medio para lograr algo Se comunica para agredir, no para intervenir positivamente No reacciona ante lo que ocurre en el entorno No muestra interés en relacionarse con su entorno social No mantiene un contacto visual directo (no mira a los ojos del que le habla) No se relaciona con otros niños, ni los imita Tiene una buena habilidad de visión espacial (son buenos en cuanto a construcción o visualización) Cambia de actitud sin motivo aparente Tiene apego a ciertos objetos o estímulos Presenta resistencia ante cambios Tiene una conducta repetitiva e inusual Es sensible a olores, sonidos o sabores Alinea objetos sin motivo aparente Su forma de jugar es repetitiva Ausencia de juego social o simbólico Falta de imaginación para el juego Falta de observación hacia donde señala
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En el caso de que diez de las cuestiones sean afirmativas total o parcialmente, podemos encontrarnos en un caso de detección de autismo, es ahí cuando sería conveniente ponernos en caso de un especialista para su posible afirmación y recomendación ante dicho tema
INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA Cuando hablamos de un niño con trastorno autista, no pensemos que tenemos que ayudarlo a reducir los síntomas, ya que al ser un trastorno, lo que deberíamos es ayudarle a crecer personalmente facilitando su integración en el entorno.
Por ello, una de las funciones que juega un papel importante es la motivación, nunca puede faltar ya que el plano psicológico juega un papel muy importante y si el niño no la encuentra, es posible que se encuentre perdido en muchas ocasiones. Los niños autistas sienten especial atención sobre las sensaciones, de manera que sería recomendable ponerlos en situaciones en las que tengan que conocer su cuerpo, después podrían ver representaciones de aquellos temas que se han tratado previamente y por último mantener una conversación verbal. Un buen ejemplo de una posible actividad a emplear sería la siguiente: empezar hablando sobre objetos que le llamen la atención en un aula o su habitación, una vez explorado dicho objeto, el niño podría hacer un dibujo para representarlo mediante el papel y como último paso podría describirlo e intentar mantener una conversación sobre él. También sería necesaria la organización del espacio y del tiempo. Es recomendable que tengan su propio espacio en el que desarrollarse, a la vez que tiene horarios y actividades como referencia. Sería importante que sin llegar a la rutina, tuvieran que aprender a desarrollar un estado de improvisación en algún momento para así evitar comportamientos inadecuados. Dicho todo esto, obtendríamos un buen resultado de una intervención psicopedagógica si establecemos lazos de unión mediante el contacto corporal, la estimulación y actividades realizadas en el exterior, pues fomentaríamos su entusiasmo por una actividad concreta.
ENFOQUE EDUCATIVO El enfoque educativo es muy importante para el desarrollo escolar del niño. Cuando hablamos de un trastorno autista es necesario darle importancia a varios puntos importantes, entre ellos estarían: - Adaptación del entorno: el entorno que rodea al alumno tiene una serie de características que dificultan su desarrollo, ya que situaciones u objetos que lo rodean le obstaculizan el avance. Ante estos casos, el alumno en cuestión, se podría encontrar en ciertas situaciones tales como la presencia de estímulos en exceso o el uso de normas e instrucciones para seguir el aprendizaje. En esta situación, el niño autista se encontraría perdido y lo que pretendemos es lo contrario, su adaptación en el centro escolar mediante la reducción de características que lo impida. -
La enseñanza explícita: la educación tiene como propósito la culturización, es por ello que se necesita que se preparen actividades previamente planeadas acorde a las necesidades del niño, para que pueda llevarse a cabo el proceso educativo. Los temas que se incluyen dentro de un contexto escolar sería la del análisis del mundo físico y del propio cuerpo, la comunicación, la imaginación y la flexibilidad para la adaptación a los cambios. Estas capacidades son imprescindibles para la práctica educativa, pero lo son aún más para aquellos alumnos que sean afectados con el trastorno autista.
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Desarrollo de sus habilidades: normalmente los alumnos con autismo se desarrollan de una forma natural o superior si hablamos en cuanto a las funciones cognitivas (capacidad visoespacial, memoria mecánica…) pero cuanto mejor estén desarrolladas sus habilidades, más integración tendrán en el
mundo físico, pues apoyados por estas habilidades puedan llegar a la comprensión del mundo que les rodea. De esta manera ayudaríamos a su autoestima y una mayor comprensión por parte de su entorno social (amigos, compañeros, profesores, familia…).
ESTRATEGIAS EDUCATIVAS Para referirnos a niños autistas, necesitamos como ya hemos mencionado, una intervención educativa que se basarían en distintas pautas: Protección sensorial: las hipersensibilidades que sufren estos niños ante ciertos sonidos, texturas u objetos, pueden facilitar una relación entre él y su entorno. Ayudas visuales: teniendo en cuenta las habilidades del niño, deberíamos hacer uso de ayudas visuales (fotografías, objetos…) para facilitar la comprensión del mundo físico, de posibles situaciones o de lo que se le está comentando en el momento. Mediante este método podemos facilitar la información que se ha impartido en clase, como las tareas y horarios. Enfatizar la comunicación: la dificultad de comunicación aumenta los problemas de relaciones con otros y desemboca en conductas inadecuadas ante su incomprensión, por eso es importante llevar a cabo el desarrollo de las habilidades sociales. Enfatizar las emociones: para la comprensión del niño autista, es necesario iniciarlo en el mundo de las emociones ante las situaciones cotidianas, los deseos y sus creencias. Mejorar los juegos interactivos y de grupo: el juego es muy importante para la socialización y es por ello que debería conocer varios tipos de juegos y jugar con compañeros, para que así participe y facilite su integración. Formación de profesionales: para que los alumnos autistas puedan formarse de forma integral, es necesario un profesorado cualificado y con formación continuada para actualizarse al respecto.
MODALIDADES DE ESCOLARIZACIÓN Antes de la escolarización, es necesario saber con los recursos que cuenta el colegio para asegurarnos que responderá correctamente a las necesidades del niño. Es por ello que habría que distinguir los distintos tipos de centro y lo que nos podría aportar cada uno:
Escolarización ordinaria es la modalidad más común: Se trata de una escolarización donde facilita el desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida al relacionarse con iguales, aunque esta modalidad necesita la coordinación y apoyo de un equipo de profesionales: monitores, apoyo dentro del aula, pedagogo y logopeda. Aula de Educación Especial dentro del centro ordinario: Cuando el alumnado cumple varias características en las que permanecer en una clase ordinaria sería un obstáculo, se le traslada a este tipo de aulas específicas y llevadas a cabo mediante profesionales. Esta modalidad ayudaría a facilitar muchas habilidades al mismo tiempo que podría relacionarse con sus compañeros de forma parcial. Centro específico: Determinados alumnos requieren de unas necesidades de atención y cuidados que solo pueden ofrecerse en este tipo de centros. La gran formación de un equipo de profesionales facilitan la calidad educativa en su totalidad y pueden mejorar todas sus dificultades de manera progresiva, a la vez que se les ayuda para que se formen y lleguen a ser autónomos. Pero una vez conocidos los distintos centros educativos a los que podría acudir, surge una pregunta importante: ¿Qué debemos tener en cuenta para escoger el tipo de centro? Es necesario buscar el colegio con calma y anticipación, ya que esto permitirá conocer la gran variedad de centros de su entorno y evaluar el que mejor se ajuste a sus necesidades. Para ello, es de vital importancia tener en cuenta estos factores:
Que exista un número menor de niños por clase, ya que estará mejor atendido. Que sean instalaciones pequeñas, puesto que un espacio amplio puede causarles desorientación. Que tenga una jornada planeada, sin muchas actividades con las que el alumno se pueda sentir incómodo y predecir lo que pueda suceder. Equipo de profesores especializados y concienciados con el trastorno, para ajustar el proceso educativo a sus necesidades específicas.
PROGRAMAS A REALIZAR Para que el proceso educativo de un niño autista se pueda desarrollar en su totalidad, es imprescindible saber que tipos de programas utilizar y que actividades serán las mejores para que el niño supere todas sus dificultades. Es por ello que entre ellas he seleccionado las siguientes:
Programas Los programas a realizar con el alumnado que posea estas características serían los siguientes: Fundaciones: sería recomendable contactar con una fundación relacionada con este tipo de trastorno, ya que ofrecen un espacio familiar y eficiente en cuanto al servicio terapéutico. Para ello, deberíamos buscar el más cercano a nuestro domicilio o ciudad y acudir a que nos informen sobre los programas y actividades ofrecidas. Los familiares también deberían asistir, ya que ofrecen un apoyo muy importante para estos también.
Talleres: en muchos centros existen tipos de talleres orientados con un monitor que organiza las actividades según las necesidades educativas de cada uno, sería recomendable que realizaran alguno de ellos durante un tiempo determinado para que tengan la experiencia de participar con personas distintas a las de su entorno. Estos talleres podrían tratar de varios temas como el de artes plásticas (donde desarrollarían la habilidad psicomotriz y la imaginación), de panadería (estimularía el gusto por los alimentos), de carpintería (donde se acomodarían al escuchar el ruido intenso), de huerta (donde se ayuda a la actitud de espera y paciencia) y de granja (donde se fomentaría las relaciones sociales). Actividades extraescolares: también podrían desarrollar algún tipo de actividad fuera del horario escolar, aquella por la que más interés tienen, de manera que se podría fomentar su adaptación en un centro a la vez que conoce a sus compañeros. Podrían participar en actividades deportivas para alcanzar el objetivo de conocer su propio cuerpo como medio de comunicación. Excursiones: mediante un programa de actividades al aire libre y visitando otro lugar distinto ayudaríamos al niño autista a comprender y conocer más todo lo que le rodea. Una de las excursiones que podríamos realizar, sería trasladarnos un día al campo, ya que en contacto con la naturaleza le aportaría sonidos y trato directo con el medio ambiente. A partir de esto, podríamos realizar más actividades, analizar las texturas de las hojas o encontrar algún animal para poder observarlo. Por parte del profesional que permanezca con el niño autista en un centro educativo, es necesario que se adapte los objetivos del curso escolar a sus necesidades. Es por ello que debería de elaborar un programa específico e individualizado que resumo brevemente a continuación: Elaboración del programa escolar: consistiría en adaptar los objetivos y contenidos a tratar de forma individual y desglosada mediante fichas de trabajo diario clasificados por niveles o habilidades. Se debería de trabajar dentro del aula y fuera, conjunto la familia y el profesional para que este proceso educativo se pueda desarrollar eficientemente. Por parte del profesional sería también necesaria la elaboración de ciertos métodos que pueden funcionar en cuanto a la progresión del niño respecto al trastorno. Los métodos se basan en el uso de varios objetos que servirían de conexión entre un posible triángulo de relaciones entre el niño, la familia y el profesional.
MÉTODOS Cuando tenemos un niño autista en nuestro entorno, es conveniente utilizar ciertos métodos para facilitar las relaciones con los profesionales y el propio afectado. Estos métodos consistirían en los siguientes:
Agenda viajera: sirve como medio de comunicación entre los padres y los profesionales, ya que en él se describiría lo que va sucediendo en el día y aquellos aspectos que el alumno debería de mejorar. También podemos utilizar esto si dejamos al niño en cuestión con algún familiar o alguien cercano en caso de ausentarnos por alguna razón. Cada comportamiento y posible avance es conveniente anotarlo, ya que es un paso más hacia la terapia con éxito.
Cuaderno de comunicación: para organizar las tareas que se van a proponer en el aula, es conveniente el uso de un cuaderno de comunicación, sería un instrumento útil en cuanto a la comunicación dentro del aula. Lo podríamos emplear escribiendo en él aquellas sucesiones que van a pasar durante el día escolar, como por ejemplo, las actividades que se van a realizar o lo que va a pasar. Todo esto realizado con dibujos y viñetas esquemáticas y simples. También sería recomendable su uso en el entorno familiar para explicarle lo que va a hacer durante el día una vez fuera del centro escolar. Scripts: consiste en lograr conseguir los objetivos requeridos para la autonomía personal mientras que se potencia la independencia. Para ello se creará un cuaderno de registros, el cual constará de pasos a seguir para el desarrollo de sus habilidades. Estos pasos que consistirían en rutinas diarias se establecerán con pictogramas o fotos con lecto-escritura, clasificados por horarios y serán los siguientes: vestirse por la mañana, preparar la mesa, recoger el desayuno, lavarse los dientes o recoger su mochila. Cada paso dependerá de la actividad de la familia. Dentro del aula se podría efectuar el mismo proceso. Entrada en el centro, saludar a compañeros y profesor, poner sus fichas en la mesa y recoger cuando suene el timbre.
PICTOGRAMA Ahora veremos uno de los principales métodos por el cual podemos llegar a la comprensión de las necesidades de la persona autista: el pictograma. El pictograma se trata de símbolos que mediante una figura representan un objeto real y son utilizados como sistemas alternativos de comunicación para aquellas personas con dificultades comunicativas. Este medio debería de ser utilizado para interpretar, comprender y transformar la realidad en imágenes como medio para transmitir un pensamiento. Para llegar a comprender el sentimiento que sentiría una persona autista, podríamos poner este ejemplo. Imaginemos una persona perdida en un aeropuerto donde no al no saber el idioma. La primera reacción que tendría sería una inquietud nerviosa ante la situación que vive en el momento, pero justo después intentaría buscar cualquier símbolo que pudiera orientarle hacia su necesidad: encontrar su equipaje y salir del aeropuerto. Es por ello que uno de los principales objetivos a tratar es evitar la desorientación mediante la adaptación al medio y este es un buen método para conseguirlo. Los pictogramas serían beneficiosos en ciertas ocasiones debido a que aporta un mayor estado de bienestar, disminuirá los problemas conductuales, aportará un mayor interés por parte del afectado y desarrollara la espontaneidad al aparecer peticiones de cómo pintar aquel símbolo al que se quiere referir. En cuanto a la disminución de problemas conductuales tiene su explicación, ya que el uso del lenguaje explicativo sobre actitudes que no debería de tomar, resulta muy complejo en su comprensión total. Sin embargo, si dibujamos dicha situación mediante viñetas y dibujos, la persona autista comprendería que se está tratando de explicar.
ACTIVIDADES SEGÚN OBJETIVO Todo lo que hemos estudiado anteriormente viene acompañado de una buena elaboración de actividades que ayuden a mejorar las competencias básicas. Como debemos atender a todas
las características que el niño tiene que desarrollar, he clasificado las actividades según las funciones que realmente nos interesa fomentar: ACTIVIDADES Aprender a señalar Uso del contacto visual Unidades didácticas: los animales, la comida… Crear habilidades sociales y comunicativas Rutinas en su vida diaria Agenda viajera Cuaderno de comunicación Juegos Individuales y grupales en interior y exterior Scripts Pictogramas
OBJETIVO A MEJORAR Desarrollar la comunicación
Desarrollo de la Interacción social
Desarrollo de la autonomía personal
Inicio 💼 Cursos Docencia Pedagogía Autismo: Trastorno del Espectro Autista (TEA) Actividades a realizar Buscar curso
ACTIVIDADES A REALIZAR Como ya hemos podido observar, el cuadro de la lección anterior representaría aquellos objetivos que deberíamos de marcarnos para que el alumno crezca de forma exitosa ayudándole a vivir con el trastorno de manera correcta. Pero realmente aprendida la teoría, lo que necesitamos saber es como poner esto en práctica, para ello he elaborado una serie de actividades con la que podríamos apoyarnos: Actividad Nº 1: deberíamos de planificar individualmente tareas para la persona autista, tales como las tareas de higiene (ir al servicio, lavarse las manos, lavarse los dientes…). Si el niño es capaz de realizar estas tareas con éxito, conseguirá una pegatina, que posteriormente cuando obtenga tres, se podrá canjear por una hora de actividad/juego que realmente le interese (como escuchar música o jugar al ordenador). Actividad Nº 2: también es conveniente que ayuden en las tareas diarias del hogar, como poner y recoger su plato de la mesa, ya que le fomentaría el concepto de orden y limpieza. Actividad Nº 3: esta actividad consistiría en colocar tres o cuatro colchonetas en el suelo, apagar la luz o suavizarla y escuchar música relajante. Cuando realmente lleguen a un estado de relajación, se les podría echar pompas de jabón para terminar la sesión favorablemente.
Actividad Nº 4: para desarrollar el aspecto motriz, podemos plantear un circuito con obstáculos, en el que tendrán que seguir un camino a la vez que evitan chocar con ciertos objetos. Podríamos colocar cualquier tipo de objeto: aros, pelotas o bicis. Se divertirán y también se sentirán interesados por la cantidad de texturas encontradas en los materiales. Actividad Nº 5: (actividad individual) podemos aportarle al niño autista, materiales en el que tengan que desarrollar su capacidad analítica y viso espacial, con lo que juegos como un puzle u otro de construcción “tipo lego”, serviría para ello. Actividad Nº 6: (actividad grupal) una buena actividad por parejas sería la siguiente. Clasificar a los alumnos de dos en dos, posteriormente ofrecerle una ficha con formas de frutas en la que tendrán que colorear. Para ello necesitarán una cesta con colores, pero solo tendrán que elegir aquella cesta que conste de los colores que necesiten. Es decir, tendrán que examinar los colores de cada cesta y analizar cual se ajustaría mejor a los que necesitan. Al finalizar, se lo deberían llevar al profesional o persona que tengan a su cargo y el primer equipo que termine, ganaría el juego.
ENTORNO SOCIAL Asumir que existe una discapacidad en alguien cercano a nosotros, no es una tarea fácil de asumir, a veces puede llevar años o incluso una vida entera. El entorno social va descubriendo paulatinamente que estas personas tienen capacidades sorprendentes, aunque diferentes a las de los demás, por ello le hacen ser una persona única. Para ayudar a las personas que padezcan este trastorno, deberíamos integrarlo en la medida de lo posible dentro de nuestra sociedad, ayudándolo mediante actitudes positivas y acciones que fomenten el apoyo. Para ello, he clasificado acciones que puedan repercutir favorable o negativamente en el desarrollo integral de la persona autista, que podremos encontrar en el siguiente cuadro: ACTITUDES POSITIVAS La familia es un elemento importante para lograr con éxito la adaptación del niño autista. El comportamiento de la familia con el niño autista determinará de forma importante en cómo se Actitud de la puede llegar a comportar el niño. Por lo tanto, habría que prestar atención a la forma en la que familia nos amoldamos al niño, la forma de tratarlo, el cariño y la fijación de metas que puedan alcanzar razonablemente. El diagnóstico del trastorno en ocasiones puede provocar algún tipo de conmoción en el entorno social, que conlleva un periodo de aceptación. Para ello, es necesario conocer el trastorno en Amor y profundidad y hacer uso de las mejores técnicas para facilitar su estilo de vida. Hay familiares aceptación que tratan de ignorar el trastorno en sí, esto repercutiría negativamente, ya que construirá un muro entre el niño y la familia o viceversa. Con lo cual es importante mantener una actitud positiva y ante todo constructiva. La aceptación no sería igual a la resignación, sino a transformar la ira sobre el autismo en una actitud de determinación, pero sobre todo de no dejarnos vencer para hacer frente a todo lo que conlleva. Expectativas Los niños autistas tienen una serie de capacidades y habilidades distintas a las del resto, es por ello que el niño determinará sus propias metas. A partir de ahí podríamos orientarlos, animarlos a conseguirlas y sobre todo marcárselas con frecuencia para que sepan claramente su objetivo. Es importante ser realista, ya que esperar demasiado puede resultar frustrante. Debemos aportarle una visión real del mundo y proponer metas que pueda cumplir, ya sea a corto o largo plazo. Cuando descubrimos a una persona autista, el comportamiento más común es aquel en el que sentimos compasión, lo que dará lugar seguidamente de una actitud protectora. Esta actitud no
Independencia
Comunicación Apoyo
Interés excesivo
Sobreprotección
Rechazo
sería la mejor, ya que fomentaríamos su dependencia en el entorno familiar. Para ayudarlo a tomar sus pasos hacia la independencia es necesario inscribirlo en un programa educacional diseñado para sus necesidades. Siempre y cuando el niño muestre actitudes independientes en ciertas ocasiones, es cuando deberíamos iniciarle a serlo. La comunicación debe de ser abierta y sincera para facilitar la fluidez del proceso comunicativo con el afectado. También es imprescindible compartir sentimientos para fomentar un clima de apoyo por parte de la familia con el objetivo de crecer felizmente. Siempre es importante el apoyo emocional de la familia, con lo cual sería recomendable relacionarse con personas que se encuentren en la misma situación. Los profesionales que traten al niño autista, también deberían ser un gran apoyo, pues nos puede orientar y ofrecernos herramientas con las que seguir adelante. Sin embargo, habrá ocasiones en las que falle la comunicación y son en estas situaciones cuando los familiares pueden llegar a sentirse un tanto abrumados por la situación. ACTITUDES NEGATIVAS Hay ocasiones en las que los familiares se interesan tanto por la vigilancia del niño que dedican la mayor parte de sus horas en el cuidado. Los padres pueden llegar a adquirir la habilidad de anticiparse ante situaciones premonitorias dedicando gran tiempo a esto, mientras se olvidan de incentivar las habilidades sociales y lingüísticas. Es por ello, que el interés en exceso puede verse perjudicado, tanto por la falta de tiempo para desarrollar sus habilidades, como en dedicar tiempo a la pareja o el resto de hijos. Todos los familiares intentamos proteger nuestro entorno como capacidad innata ante un posible peligro, pero tampoco es debido hacerlo en exceso. Esta actitud puede desembocar en la idea de que el autismo no permite al niño establecerse como una persona autónoma, hecho completamente falso, los que pueden negarle esa posibilidad somos nosotros mismos. Habría que cambiar la actitud de sobreprotección en protección en su justa medida. Para muchos familiares, el hecho de presenciar conductas autistas, puede resultar ser bastante complicado (pues no es fácil ver como niños se autolesionan o intentan agredir). Como resultado algunos padres prefieren ignorar estas actitudes como medio de autoprotección. Esto supondrá una actitud de cobardía que se puede ver agravada y sobre todo, que de ello dependerá la intervención a tiempo
RELACIONES EN EL ENTORNO SOCIAL Una vez estudiadas las actitudes que deberíamos de tomar en su justa medida ante ciertas situaciones, pasemos a hablar de cómo tendríamos que actuar en el rol de familiares directos ante otras personas de nuestro entorno. Para ayudar a la persona autista a integrarse en el entorno social que le rodea, es necesario ayudarlo en la medida de lo posible e introducirlo con el problema diagnosticado entre sus hermanos, abuelos y amigos, veamos como: Hermanos: deberíamos hacerle entender la situación ya que tienen el derecho de ser participes en su relación con él. Es necesario aportarle información explícita sin detalles que puedan afectarle, tan solo aquellos que le ayuden a entender posibles situaciones que pueda observar en casa. La experiencia de criarse con un hermano/a autista, no quiere decir que imite comportamientos o influya de manera negativa en algún aspecto. Por lo general, suelen ser más dedicados ante las necesidades de otros y más responsables. Abuelos: son una fuente apoyo en todas las familias, debido a esta estrecha relación, es necesario explicarles la situación e involucrarlos en su proceso educativo. Cuando se habla con ellos, podremos percibir que sienten una dualidad en sus sentimientos. Por una parte, sabrán que
no será un niño como el resto (lo cual genera preocupación), pero por otra se darán cuenta de que se dispondrán de toda la fuerza posible para ayudar en todas las tareas que sean necesarias. Para comunicarles la situación, podríamos utilizar la misma técnica que en la de los hermanos, hablar del diagnóstico de manera clara y sencilla. Amigos: podemos compartir la información dependiendo de la confianza que se deposite en esa persona. Lo que sí deberíamos es hacerlo participe para que la persona autista tenga otra relación más que pueda aportarle nuevas estrategias sociales, cariño, compañía e incluso contar con ellos para su cuidado. En resumen, debemos de confiar en aquellos que nos rodean puesto que serán nuestra fuente de apoyo emocional y compañía. Es importante que en este proceso participen conjuntamente abuelos, hermanos y amigos para que el niño se pueda desarrollar adecuadamente. Cuando se hable de este tema en la familia, debemos de recordar información útil al respecto y que el trastorno no se considere como un “error”. El hecho de que nuestro hijo padezca autismo es una condición que tiene su tratamiento y que se podrá estabilizar con la ayuda de la que disponemos actualmente (ayuda de profesionales, centros educativos, materiales didácticos y terapias).
TRATAMIENTOS Y TERAPIAS En niños autistas, se han probado variados tratamientos, que han funcionado según el grado y las características con del afectado. De los tratamientos que mejor resultados se han obtenido es el de Modificación de la conducta, ya que puede mantener el control del comportamiento y llega a captar su atención. Aunque el mejor método es la mezcla de muchos, algunos de ellos orientados al desarrollo de las habilidades sociales. Pero quienes realmente pueden decidir que método sería el idóneo aparte de los profesionales serían los padres. Es necesario que el profesional informe a los padres sobre las ventajas e inconvenientes sobre dichas terapias y a partir de ahí se decida el mejor acorde a sus necesidades. Entre las terapias más conocidas están las siguientes: Terapia conductual: también conocida como el método Skinner y tiene su origen en el conductismo. Esta terapia consiste en la enseñanza de las habilidades mediante el premio y castigo. Cuando el niño tiene una actitud positiva ante un estímulo, deberá de obtener un premio, mientras si se comporta negativamente tendría que tener un correspondiente castigo. TEACC: consiste en la comunicación visual, mediante imágenes que representan palabras. Esta terapia es muy recomendable para niños que aún no mantienen ningún tipo de atención y se encuentran fuera de control en algún momento. PECS: se basa en un método de comunicación visual y lectro-escritura que se realiza con éxito, especialmente en Estados Unidos. Tratamiento químico y fármaco: consiste en el tratamiento del trastorno mediante los medicamentos, ya que el autismo en casos minoritarios se puede ver afectado por otro tipo de enfermedades (como la epilepsia). Siempre que se toma medicación debe de ser mediante preinscripción médica y bajo su control mediante consultas periódicas al pediatra o neurólogo.
Dieta sin gluten: se basa en la restricción de ciertos alimentos que puedan contener este compuesto que principalmente aparecen en lácteos y harina. Esta adaptación en la alimentación puede favorecer a que no aparezcan posibles efectos secundarios. Vitaminosis: se basa en la aportación de vitaminas al niño, de manera que al poseer una serie de nutrientes se facilite aquellas carencias o insuficiencias que se pueda sufrir, ya que en muchos casos, se ha demostrado que han aparecido falta de vitamina B. Método Tomatis y Berard: esta terapia consiste en que el niño pueda aprender nuevos sonidos, de manera que se canalicen en el cerebro y vean así un mundo más abierto a sus circunstancias. Esta terapia se lleva a cabo mayormente cuando el niño muestra un grado alto de sensibilidad a los ruidos. Terapia gestual: casi un cincuenta por ciento de de los autistas no aprenden el lenguaje oral, con lo cual esto da paso al lenguaje no verbal que tomaría una mayor importancia. El baile como terapia: sería un buen método que consistiría en la interacción social con el entorno y una forma de conocerse a uno mismo. Es una actividad terapéutica y divertida al mismo tiempo
TERAPIA CON ANIMALES Siguiendo con las terapias, podemos encontrar una fundamental para conseguir el contacto con el entorno y crear comunicación mediante el afecto. Esta es la terapia con animales: aquella en la que los animales forman un vínculo muy importante con los niños autistas, de forma que establecen relaciones mientras nutren su interés por conocer el mundo exterior. Los animales preferidos para este tipo de terapias son los perros y caballos, ya que son los más comunes en nuestro entorno cercano. En el caso de los caballos (la esquinoterapia), ofrece la ventaja de que se desarrolla al aire libre mientras se tiene contacto con la naturaleza. La sensibilización de este animal, que puede ser consciente de las limitaciones del niño, es por ello que tiene un resultado terapéutico, ya que fomenta el equilibrio y la concentración. Este tipo de terapia también es utilizado con personas que tienen parálisis cerebral, ya que favorece la movilidad a la vez que se relajan los músculos. Además el caballo es uno de los animales más inteligentes y debido a esto puede producirse un vínculo entre el afectado y el animal. Dicho vínculo puede desarrollar en la persona autista su capacidad de empatía y adaptación ante ciertas situaciones. Por otra parte, los perros muestran mucho apego con el ser humano y siempre han colaborado con personas que tienen necesidades especiales. Además de ofrecer su cariño, se establece una relación con el animal. Según muchos estudios sobre niños autistas se ha demostrado que la relación mantenida con el animal le ha permitido crear señales de afecto, una visualización directa y comprensión sobre los sentimientos del animal. La efectividad de la terapia dependería de la persona en cuestión y su grado de autismo, pero este tipo de terapias deben de ser apoyadas mediante otro tipo de intervención.
Otros animales que adquieren importancia en esta terapia son los delfines, los cuales son muy alegres e inteligentes. Se han realizado diversas delfinoterapias que han mejorado notablemente la concentración y comunicación entre el animal y el niño. Esta terapia lleva realizándose desde hace varios años en Europa y Estados Unidos y se ha implantado recientemente en España, con el objetivo de profundizar en el trastorno del espectro autista para poder alcanzar una posible mejora en las personas que padecen este trastorno.
MUSICOTERAPIA Una terapia que ha adquirido cierta importancia en estos últimos años es la músicoterapia, la cual es una disciplina que facilita los cambios de actitud de manera positiva. Este método utiliza los instrumentos musicales para facilitar la apertura de canales de comunicación. Cada sesión es individualizada y específica para cada tipo de autismo, es por ello que su realización sería muy efectiva ya que puede resultar curativa. La musicoterapia no solo es saludable para el desarrollo motriz y sensorial, pues también favorece en el campo psíquico y motor. También corrige el comportamiento negativo, debido a que es una forma de liberación del estrés, la ansiedad y la angustia y desarrolla la concentración y comunicación con otros individuos. Los recursos ofrecidos por la musicoterapia son variados, entre ellos tenemos los siguientes: El ritmo ordenador: la persona autista es arrítmica, con lo cual el hecho de aplicar un ritmo a la música favorecería esta característica. Ayudaría la coordinación de movimientos al subir y bajar los brazos y se conseguirá un comportamiento equilibrado. En esta actividad el niño se sentiría arropado, ya que experimentaría una sensación de bienestar acompañado de grandes niveles de percepción al mismo tiempo que experimenta el esquema corporal. La voz: mediante la musicoterapia, el niño aprendería a proyectar el timbre de su voz, a la vez que se le anima a producir sonidos como medio de comunicación. El juego: durante la terapia siempre existe un tiempo dedicado al juego entre las que podemos encontrar: canciones, relato de cuentos y su escenificación. Cuando se realizan los juegos, se puede utilizar instrumentos tales como el piano, en el que se nutriría la digitalización psicomotriz del niño. Pero una vez analizados los recursos y beneficios usados por la musicoterapia, pasemos a ver los efectos que resultarían una vez aplicada. Mejora del desarrollo socioemocional: inicialmente el autista no mantiene ningún interés por crear relaciones sociales, sin embargo, la musicoterapia ayuda a abordar este comportamiento aportando relación con el instrumento musical. Lejos de observar que el instrumento es un objeto amenazador, ello sienten curiosidad por la forma y el sonido. Promueve el lenguaje verbal y no verbal: cuando hablamos de enriquecer las habilidades lingüísticas, la musicoterapia mejora la vocalización y el lenguaje para ayudar al cerebro a procesar mejor la comprensión de símbolos. Promueve la conciencia sobre el cuerpo: la musicoterapia ofrece instrumentos en los que los niños pueden analizar su esquema físico y a partir de ahí conocer que debe de utilizar.
PRONÓSTICO Una de las primeras preguntas que nos hacemos al descubrir que un niño es autista es saber el pronóstico de dicho trastorno y qué factores pueden influir en la vida del niño. Para ello, no existe una respuesta generalizada, pues no hay solo un tipo de autismo ni diagnóstico para cada tipo, el término autista abarca muchos. Las causas del trastorno varían de un niño a otro, por lo tanto el pronóstico también sería diferente. Desafortunadamente no existe una cura conocida hasta ahora. Algunos niños pueden llegar a reducir síntomas de tal forma que se crea que ha dejado de padecer autismo, esto a veces esto sucede posteriormente a un tratamiento intensivo. Son muchos los casos, pero no pasa lo mismo en todos. Al cabo de unos años de tratamiento, se puede ver mejorías notorias y síntomas frecuentemente más leves. Sin embargo, los problemas fundamentales como las relaciones sociales suelen permanecer. Según los expertos, los factores fundamentales que darían lugar a un mejor pronóstico serían los siguientes: -
Tener un cociente intelectual superior a cincuenta.
-
Capacidad para emitir frases antes de los seis años de edad.
-
Tener una habilidad suficientemente desarrollada.
Muchos adultos con autismo, especialmente los que tienen Síndrome de Asperger, son capaces de formar parte dentro de una empresa y elaborar su trabajo con éxito. Sin embargo, pueden llegar a tener problemas de comunicación con compañeros, lo cual afecta a su vida en muchas otras áreas. Es por ello que necesitarán que se les aporte apoyo moral para luchar por ser independientes. Otro tipo de autistas, son capaces de desarrollar su función laboral en entornos donde están supervisados por empresarios especializados en personas con las necesidades que requieren. Factores como la independencia, el trabajo, un buen entorno familiar y una buena escuela ayudan al individuo a desarrollarse como persona. El no ser capaces de suprimir el trastorno, no quiere decir que no podamos ayudarlos. Los avances biológicos y tecnológicos nos permitirán su progreso y desarrollo integral. Si analizamos su análisis durante estos últimos veinte años, podríamos afirmar que hemos abandonado la actitud negativa ante un diagnóstico de autismo, hecho que nos hace dar un paso más allá. Debemos ser realistas pero nunca ver este trastorno como una incapacidad, ya que de esta forma no estaríamos motivados para superar los objetivos propuestos y empeoraría tanto nuestra autoestima como el desarrollo del trastorno. Durante el desarrollo de éste deberíamos informarnos y saber que un buen avance científico, podría ser la clave para mejorar en su medida el estilo de vida de personas con necesidades especiales.
PREVENCIÓN Aunque no se conoce la causa exacta del autismo, si podemos confirmar que algunos casos están relacionados con sustancias químicas encontradas en el cuerpo durante el embarazo. Por lo que es fundamental no tomar medicamentos durante esta etapa sin prescripción médica. También es de vital importancia evitar consumir bebidas que contengan alcohol. Posteriormente al parto, hay algunas medidas a tomar en cuenta para prevenir un posible caso de autismo. Una de ellas, es el tratamiento precoz de la fenilcetonuria, cuya enfermedad se basa por la falta de una encina hepática. La otra medida, sería el tratamiento de la celiaquía, que puede reducir el riesgo de padecer autismo en cierta medida. A parte de llevar a cabo estas medidas, sería necesario continuar tomando vitaminas y suplementos nutricionales. En cuanto al bebe, una vez nacido tendríamos que aportarle una alimentación sin gluten, sin cítricos y bajos en azúcar, a la vez que observamos su desarrollo motor y lingüístico. Una forma eficaz de asegurarnos que evoluciona correctamente sería ofrecerle una estimulación apropiada y ofrecerle suplementos de vitaminas en el caso de que fuera necesario. Estas son posibles pautas para evitar ciertas enfermedades y trastornos que se generan de forma ambiental o química. Sin embargo, en caso de que intervenga la genética, sería todo mucho más complejo. Para terminar, podemos mencionar varios factores que deberíamos evitar para que nuestro hijo pueda desarrollarse correctamente. Dichos factores son los siguientes: No se debe fumar, ni tampoco ser fumadora pasiva. Amamantar al niño desde el primer día hasta los 6 meses de vida e introducir nuevos alimentos hasta los dos años de edad. Evitar la ingesta de medicamentos en el bebe.
PREGUNTAS FRECUENTES Para poder desenvolver aquellas dudas que podáis tener sobre el trastorno autista, sería recomendable contestar a posibles preguntas que, como familiares cercanos a un autista podréis preguntaros en muchas ocasiones: - ¿Qué causa el autismo? Su origen es aún un tanto desconocido, pero según los estudios, se puede deber a una interacción complicada entre la genética y el ambiente, ya que hay niños con genes susceptibles. ¿Hay factores ambientales que puedan causarlo? Se piensa que cualquier factor ambiental puede afectar de forma negativa si el niño es susceptible pero no se ha constatado con seguridad. ¿El autismo es hereditario? Tiene un pequeño riesgo del 5% de que pueda sucederle a otro hijo de la familia - ¿Es verdad que las vacunas pueden provocar autismo? No, es totalmente falso. Las causas del autismo no dependen de efectos secundarios de ninguna vacuna. ¿Tiene la dieta algo que ver? Puede que tenga su influencia, ya que niños con autismo tienen mayores problemas de alergias e intolerancias alimenticias. Es por ello que conviene informarse, consultar un especialista y de esta forma poder facilitar el desarrollo del trastorno. - ¿Qué debo hacer si sospecho que mi hijo padece autismo? Si sospecha que su hijo padece algunos de los síntomas mencionados, debe acudir a su médico para poder hacerle una revisión. Las nuevas investigaciones mostraron que los niños pueden mostrar síntomas desde edades tempranas, con lo que el diagnóstico a tiempo aseguraría un buen pronóstico en cuanto al desarrollo del trastorno. - ¿Podrá un alumno con autismo aprender? Sí, las personas con autismo tienen capacidad para aprender, el único inconveniente que puede intervenir en esto es su limitación intelectual, de lenguaje y socialización. Estos niños necesitan paciencia y rodearse de profesionales que atiendan sus necesidades para que el proceso educativo se desarrolle con éxito. ¿Cuál es la diferencia entre síndrome de Asperger y autismo? En realidad el síndrome de Asperger se considera una variante leve del autismo, ya que no disponen de una discapacidad intelectual, pero por el contrario no llegan a relacionarse con otros niños en la mayoría de los casos.
CURIOSIDADES SOBRE EL AUTISMO En este apartado trataremos más preguntas frecuentes y mitos. ¿Tiene el trastorno cura? No, ya que no dispone de las mismas habilidades que otro niño de su misma edad, tiene otras distintas y es por ello que se debe de tratar mediante un profesional. Aunque es posible reducir sus síntomas en un gran porcentaje. ¿Es común encontrar a personas autistas? Es uno de los trastornos asociados al desarrollo y podemos encontrar a1 de cada 250 personas en la actualidad. ¿Quiénes son los más afectados? El autismo no depende de ninguna edad, raza o clase social. Lo que sí puede tener cierta influencia es el sexo del que lo padece, ya que cuatro de cada cinco personas son varones. ¿Es posible diferenciar a niños autistas mediante su aspecto físico? No, no existe ningún aspecto físico que pueda indicarnos que el niño padece autismo, ya que su estatura y aspecto es normal. Si suelen tener la cabeza entre normal y más grande de lo común, pero como realmente se identifica a una persona autista es mediante su comportamiento. ¿Es una persona con autismo dependiente? Según los casos observados, existe una gran variedad de sujetos que pueden llegar a ser completamente autónomos, sin embargo pueden resultar también dependientes. Esto se verá condicionado según el grado y el tipo de intervención realizada. ¿Qué clase de trabajos pueden desempeñar las personas autistas? Generalmente las personas autistas se desenvuelven muy bien en trabajos que son estructurados y repetitivos, aunque depende de los intereses de cada uno, ya que se ha dado casos de personas que se han dedicado al arte, a la pintura, al campo o a la hostelería. ¿Hay personajes reconocidos que hayan padecido autismo? Una de las personas más conocidas con autismo es Temple Gardin (escritora e ingeniera), la cual es profesora de la Universidad del Colorado. También podemos reconocer personajes como Bill Gates, Albert Einstein, Vicent Van Gogh y Stanley Kubrik. Existen ciertos mitos y mentiras cuando hablamos de las características del autismo, es por ello que crearé esta sección, para poder deshacernos de ideas preconcebidas: No son así por falta de cariño en su entorno. No son rebeldes o que se comportan de esa manera por querer contradecira alguien. No es verdad que nunca hablarán. Esto dependerá de cada progreso. No existen curas milagrosas. No es verdad que no muestran afecto ni responden al cariño de los demás. No es cierto que no quieren que se les aporte cariño (darles abrazos o acariciarlos).
Que carezcan de habilidades sociales, no quiere decir que no quieran tener amigos.
PASOS A TOMAR ANTE UN CASO DE AUTISMO Cuando tenemos sospechas de que un niño de nuestro entorno puede padecer autismo, las primeras dudas que tendremos es si realmente sufre este trastorno. Si algunas cuestiones nos llevan a pensar en ello, debemos de saber donde tenemos que acudir para pedir ayuda profesional. Por lo tanto, los pasos a seguir serían los siguientes: Visita al médico: cuando creamos que el niño padece algunos o la mayoría de los síntomas, deberíamos acudir al pediatra para que nos dé un diagnóstico. Si el diagnóstico apunta a un caso de autismo, el mismo médico nos derivará a un especialista en psiquiatría infantil para seguir profundizando. Es en esta unidad de psiquiatría donde nos informarán detalladamente sobre el trastorno y sus posibles afectaciones. Escolarizarlo: un niño autista necesita una estimulación y aprendizaje temprano, por lo tanto, deberíamos de escolarizarlo cuanto antes en un centro infantil. Este tipo de centros podrían ayudarnos en su aprendizaje desde una perspectiva psicopedagógica. Evaluación de Equipos de atención temprana: en el sistema educativo existen grupos denominados Equipos de Atención Temprana, los cuales evaluarían al niño y a su vez se encargarían de asesorarnos sobre el centro escolar más adecuado en cuanto a nuestras necesidades. También ofrecerán servicios de apoyo personal y educativo en la zona de residencia. Para poder localizarlos, podemos acudir a la Delegación de Educación de la ciudad en la que vivamos. Estimulación temprana: la intervención temprana es esencial ante cualquier tipo de enfermedad o trastorno infantil. En este caso deberíamos de acudir a un centro de Atención Temprana para que nos puedan ofrecer un servicio de orientación y apoyo inicial ante el diagnóstico. Pero en cada ciudad y país estos servicios se denominan de forma distinta, por lo tanto, lo mejor sería acudirá los Servicios Sociales de su ciudad. Los trabajadores sociales de dichos centros, se encargarán de los trámites para que los niños estén adecuadamente atendidos. Asociaciones de afectados: existen tipos de asociaciones relacionadas con el autismo. Estas son de gran utilidad, pues nos podrán informar sobre los recursos que tengan disponibles; a la vez que nos ofrecen apoyo moral, basado en la experiencia, ante el trastorno del espectro autista.
CONCLUSIÓN Mediante la explicación de dicho curso, hemos podido profundizar en aquellos aspectos importantes que influyen en el trastorno, tanto para intervenir de forma temprana, como para ayudar al desarrollo de las habilidades de la persona autista. Hemos podido percibir actitudes específicas que igual no habríamos tenido en cuenta en las personas que lo sufren. Por lo tanto, después de la información facilitada, es posible que hayamos aclarado muchas de las incógnitas sobre este trastorno. Ese era el objetivo de este curso: aportar información para aplicar en nuestro futuro, ya que si nos encontramos con personas autistas, podremos tener una base de conocimientos sobre su comportamiento y aportarle todo aquello que necesiten en cada momento. Esto ha sido un resumen exhaustivo sobre los puntos principales del trastorno para poder desvelar las dudas principales, pero el ámbito es muy amplio y complejo.
Por ello, a todos aquellos familiares de personas autistas les recomendaría mantenerse constantemente informados sobre el trastorno y de sus novedosos avances. Pero sobre todo que le aporten mucho cariño, comprensión y motivación, ya que como todos los niños lo necesitan. Después de cierta experiencia con este tipo de niños, he de decir que lo principal es introducirse en su mundo, no sacarlo del suyo. Ellos tienen una visión a veces distinta a la nuestra y por ello debemos de utilizar nuestra empatía, pero sobre todo aportarle nuestra imaginación. Como bien decía Theo Peeters: “Tenemos que aprender a ver el mundo a través de los ojos de una persona con autismo. Cuando seamos capaces de comprender porque la vida les resulta difícil, podremos mover obstáculos y desarrollar respeto por los esfuerzos que hacen para sobrevivir entre nosotros”.