“TRASTORNOS DE LA PREOCUPACIÓN DEL CUERPO” Integrantes: Mónica Alonzo de De León. Sucely Jiménez Iris Salguero Carolina Martínez
La preocupación por el cuerpo muchas veces se expresa como somatización y es usado frecuentemente consciente o inconscientemente para propósitos psicológicos o de beneficio personal; razón por la cual es dificil de indentificar la mayoría de veces.
“TRASTORNOS SOMATOMORFOS”
Este tipo de trastornos son aquellos que son difíciles de diagnosticar por los médicos, ya que los factores psicológicos juegan el papel más importante para su aparición.
Algunos de los trastornos somatomorfos descritos en el DSM-IV son los siguientes:
Trastornos del dolor. Trastornos de somatización. Trastornos de conversión. Hipocondría. Trastorno dismórfico corporal
TRASTORNOS DEL DOLOR
Antes de hablar de este trastorno es importante definir ¿qué es dolor? …. “El dolor es un fenómeno subjetivo consistente en una sensación desagradable que indica una lesión real o potencial del cuerpo. El dolor es una sensación aflictiva de una parte del cuerpo.” Habitualmente el dolor es consecuencia de una enfermedad y es por esta razón por la que los médicos buscan en primer lugar una causa que se pueda tratar
El hecho de que el dolor resulte (de forma parcial o total) de factores psicológicos no significa que dicho dolor no sea real. El dolor psicógeno requiere tratamiento, a veces por parte de un psiquiatra. Como sucede con otros abordajes terapéuticos indicados en los estados de dolor crónico, el tratamiento para este tipo de dolor es variable según las personas y, por ello, el médico tratará de adecuarlo a las necesidades individuales. En algunas personas el tratamiento se dirige básicamente a la rehabilitación y a la terapia psicológica, mientras que otras reciben varias clases de fármacos u otros tratamientos.
Este trastorno puede ser agudo o crónico y resulta muy difícil de diagnosticar, ya que se presenta con un cuadro mezclado de: factores físicos y psicológicos.
Un trastorno agudo: dura menos de seis meses. Un trastorno crónico: dura seis meses o más.
CRITERIOS DEL DSM-IV PARA EL TRASTORNO DEL VALOR
1. El dolor y las deficiencias relacionadas no son fingidas o producidas intencionalmente. 2. El dolor causa una aflicción clínica significativa o discapacidad en el funcionamiento social, profesional u otras áreas importantes. 3. El dolor existe en una o más ubicaciones anatómicas con suficiente intensidad para garantizar la atención clínica. 4. Se considera que los factores psicológicos juegan un papel importante en la aparición, severidad, agravamiento o mantenimiento del dolor.
TRATAMIENTO DEL DOLOR AGUDO Es muy frecuente en casos como una cirugía, se enfocan en reducir la ansiedad del paciente a través de una buena relación entre paciente y médico y con el uso de medicamentos para reducir la ansiedad o la depresión.
TRATAMIENTO DEL DOLOR CRÓNICO
Por la duración del mismo puede convertirse en un trastorno psiquiátrico diagnosticable, y se trata con un tratamiento indicado para estos casos. Otro tratamiento que utilizan los clínicos es el condicionamiento operante, sin embargo algunas conductas de dolor no se pueden identificar tan fácilmente. La terapia cognitivo-conductual desde la perspectiva del condicionamiento, el dolor es una respuesta aprendida. Esta perspectiva reconoce que el dolor es aprendido por un modelo o por la observación.
ESTRATEGIAS DE AUTOMANEJO DEL DOLOR
Relajación: puede ayudar a disminuír las formas comunes de dolor crónico. Distracción: enfocarse en temas agradables y fuera del contexto del dolor son muy útiles. Ejercicio: hacer ejercicio siempre es ventajoso, ya que no solo distrae sino también facilita la liberación de neurotrasmisores que sirven como analgésicos naturales en el cuerpo. Reestructuración cognitiva: implica la revisión de la manera en que se piensa sobre el problema del dolor, durante, antes y después de sufrirlo.
MEDICAMENTOS
Existen varios medicamentos, sin embargo muchos pacientes se vuelven adictivos a ellos, y hay quienes dicen sentir dolor más fuerte para que les aumenten las dosis de los analgésicos. Los antidepresivos pueden ser útiles cuando los pacientes están a punto de sufrir depresión a causa del dolor.
TRASTORNO DE SOMATIZACIÓN
En el pasado, este trastorno recibía el nombre de histeria. Consiste en la aparición de numerosos síntomas físicos que comienzan antes de los 30 años y causan un mal funcionamiento en la vida de estas personas. Durante la exploración médica no aparece ninguna enfermedad o bien si aparece alguna no explica todos los síntomas.
La somatización es un proceso por el cual las personas experimentan y expresan malestar emocional o estrés psicosocial utilizando síntomas físicos. Trastorno de somatización, es una afección crónica en la cual hay numerosas dolencias físicas, que duran por años y ocasionan desajustes sustanciales, causadas por problemas psicológicos y para el cual no se puede identificar ningún problema físico subyacente.
Los pacientes con trastorno de somatización tienen tres rasgos fundamentales: a) alto grado de sugestionabilidad y búsqueda de la atención del entorno social; b) sensibilidad ante los cambios más mínimos de tipo somático, y c) falta de contención familiar a sus síntomas, con cierta comprensión o ciertas ganancias secundarias que cronifican un modelo de relacionarse basado en la queja.
CAUSAS El abuso físico y sexual en la infancia, así como una historia de secretos familiares suele ser también un antecedente de estos trastornos. En estos casos suele darse una represión de las emociones (por ejemplo, cuando una familia niega la existencia de los abusos y nunca habla de ellos), de modo que los conflictos que no pueden ser expresados emocionalmente acaban siendo expresados mediante síntomas físicos.
SINTOMAS
Gastrointestinales Vómitos Dolores abdominales Náuseas Distensión Diarrea Hinchazón Intolerancias alimenticias
Pseudoneurológicos Amnesia Dificultad al deglutir o tragar Cambios en la visión Parálisis o debilidad muscular Pérdida de voz Sordera Desfallecimiento Pseudoconvulsiones
Dolores varios. Cefaleas. Problemas en el aparato reproductor. Problemas cardiopulmonares. Alergias. Síndromes. Sensibilidad medicamentosa.
TRATAMIENTO
Una vez que se han descartado otras causas y se diagnostica con certeza un trastorno de somatización, el objetivo del tratamiento es ayudar a la persona a aprender a controlar los síntomas. Usualmente, existe un trastorno subyacente del estado de ánimo que puede responder con tratamiento convencional, como los medicamentos antidepresivos. El aspecto más importante del tratamiento es la relación de apoyo con un médico con el que haya empatía.
TRASTORNO DE CONVERSIÓN
Las personas que sufren este trastorno por lo regular han perdido parcial o totalmente algunas de las funciones básicas del cuerpo. Sin embargo es algo que no puede explicarse por la ciencia médica. Por lo regular las personas que padecen este trastorno, los síntomas no son más que herramientas que usan para escapar de situaciones frustrantes a través de la limitación física
SINTOMAS
Parálisis. Ceguera. Sordera Dificultad para caminar. La belle indifférence (falta de preocupación de lo que parecen ser síntomas físicos que afectan al individuo).
HIPOCONDRÍA
La hipocondría es un desorden psicológico. En este trastorno la persona tiene síntomas físicos menores, reales o imaginarios. El paciente cree que estos síntomas son una señal de una enfermedad grave. A pesar de que varios médicos pueden asegurarle a la persona de lo contrario, un hipocondríaco está convencido de que padece una enfermedad seria.
FACTORES DE RIESGO
Antecedentes familiares de hipocondría. Trastornos psiquiátricos como depresión, ansiedad o trastornos de la personalidad. Haber sufrido un abuso físico, sexual o emocional durante la infancia. Haber sido testigo de uno o varios actos de violencia durante la infancia. Una experiencia angustiosa a causa de una enfermedad grave en uno mismo o en un familiar cercano. Alcoholismo.
Los hipocondríacos tienen 3 características importantes:
La actividad fisiológica. (aumento de tensión y ansiedad). Se centran en su cuerpo. Conductas diseñadas para evitar o controlar una enfermedad física.
TRATAMIENTO
Los componentes de la mayoría de los enfoques terapéuticos para manejar este trastorno son:
Establecer una buena relación terapéutica. Reconocer la angustia causada por las preocupaciones del individuo. Averiguar los miedos del paciente y las ideas sobre su salud física. Presentar explicaciones racionales alternativas y explicar por que las ideas del paciente pueden ser erróneas.
TRASTORNO DISMORFICO CORPORAL
Las personas que padecen de este trastorno tienen una preocupación con un defecto imaginario, o una obsesión excesiva sobre un rasgo que no amerita su preocupación. La insatisfacción con su propia apariencia.
Algunas de los rasgos no deseados que provocan este trastorno son: Acné, Peso, Arrugas, Cicatrices, Vello facial, Lunares, Tamaño indeseado de nariz, boca, ojos, orejas, pómulos, cabeza, manos, pies, dedos, dientes, etc…
Estas personas definen su inconformidad como “muy dolorosa”, y suelen evitar el contacto con las personas y se aíslan por su misma insatisfacción e inseguridad personal. La mayoría de personas con este trastorno revelan sus temores, fobias, traumas; sin embargo nunca dicen de su inconformidad corporal, pues creen que otros no entenderán su punto de vista y que se burlarán de ellos.
TRATAMIENTO
La terapia cognitivo-conductual parece ser un buen enfoque, ya que esta terapia comienza enseñándole al paciente sobre la psicología de la apariencia física, en donde el terapeuta empieza a enseñarle al paciente que el problema es la manera en la que ellos se miran y no como lo hace la demás gente, además les ayuda a cambiar su imagen corporal y no su apariencia. (Muchas veces se les pide a los pacientes que realicen algunas actividades en frente de otros para resaltar su defecto, y aprender a aceptarse a si mismos.)
TRASTORNOS FICTICIOS Y FINGIMIENTOS
En los trastornos ficticios los síntomas son inducidos por los pacientes, con la idea de recibir más atención y cuidados de parte de los demás. Un claro ejemplo extremo de este tipo de trastorno es el “Síndrome Munchausen”, en el que las personas no solo fingen la enfermedad, si no que hasta llegan al punto de alterar los resultados de los exámenes.
Sin embargo los fingimientos no son lo mismo que los trastornos ficticios, ya que estos son inducidos por las personas por razones específicas como: evitar a la policía, recibir algún tipo de reconocimiento, conseguir alguna pensión, etc… La mayoría de personas que fingen han tenido alteraciones de personalidad toda su vida.
TRATAMIENTO El tratamiento se realiza a base de psicoterapia con un psiquiatra o con un psicólogo clínico al igual que los trastornos anteriores, se requiere de mucha empatia entre psiquiatra y paciente.