DEDI CATORIA A todas las personas que hacen posible que realicemos nuestros sueños.
INTRODUCCION Desde la aparición del SIDA, terrible epidemia aún no controlada, todos los habitantes del planeta se vieron sacudidos por esta tempestad, pero mucho más los trabajadores de la ciencia de la salud. A raíz de este problema los profesionales de la salud, sobre todo los odontólogos, tomaron conciencia no solo de ella sino de otras enfermedades infecciosas transmisibles en el consultorio dental. Basado en la premisa de “si la saliva fuera roja” enunciada por Crawford en 1970, se dio una amplia difusión a la siguiente experiencia: Se trabajó sobre un maniquí en el cual se simuló tallar una cavidad de clase 2 en un segundo molar inferior. Se utilizó para su aislamiento un dique de goma pintado con tinta para posters de color rojo; el tallado de la cavidad se realizó con succión de alta potencia. Los resultados de la dispersión por el trabajo demostraron la alta dispersión de dichos materiales sobre las vestimentas y las barreras de protección. De no haber tomado precauciones especiales, y si el caso hubiera sido sangre real, los profesionales se habrían contaminado por saliva y sangre dispersados por el instrumental, el cual provocó aerosoles que habrían penetrado por las vías digestivas y respiratorias y por la piel. Cabe aclarar en el consultorio participan de forma directa el odontólogo, el asistente y los pacientes y de forma indirecta el mecánico dental, la secretaria, el personal de limpieza. Por otra parte conviene recordar que el odontólogo maneja en la mayoría de sus actos instrumental punzo-cortante, además de este instrumental también esta el uso de elementos rotatorios de alta y baja velocidad los cuales producen aerosoles. Son estos aerosoles los que permiten que los microorganismos de la zona de trabajo se dispersen hasta 1 metro de radio alrededor de la boca del paciente; tanto el odontólogo como el asistente están dentro de esta esfera, así como el equipo e instrumental expuestos a los aerosoles.
¿Existe el riesgo de contagio de enfermedades transmisibles, durante los procedimientos dentales de rutina en la consulta dental? La limpieza y las técnicas de la esterilización apropiadas han sido una parte de las prácticas dentales durante muchos años, pero recientemente varias enfermedades, como HIV / SIDA, hepatitis B y C, y los virus del herpes han hecho que estas técnicas sean aun más importantes. Los odontólogos se preocupan por la posibilidad de transmisión de enfermedades y están haciendo varios cambios visibles en las prácticas odontológicas. Dentistas, y ayudantes están llevando guantes quirúrgicos, gafas y máscaras rutinariamente, además de la utilización del dique de goma, durante el tratamiento dental. El uso de estas barreras, reduce el riesgo de transmisión de microorganismos entre los pacientes y el personal de la salud. El personal dental está recibiendo vacunación contra el virus de la hepatitis B. Estas medidas beneficiarán a todos los pacientes y al personal dental. El control de la infección no es costoso y es de gran valor. Muchas de estas técnicas se han practicado en el consultorio dental durante años. El uso de éstas técnicas de control de infección y las prácticas son apoyadas por organizaciones como los Centros para el Mando de la Enfermedad y Prevención (C.D.C Atlanta), la Asociación Dental Americana, las tablas estatales de salud, escuelas de cirugía dental, y muchas otras agencias de salud y asociaciones de profesionales dentro de los Estados Unidos de América.
¿Cuáles serían las enfermedades transmisibles en la consulta dental?
infecciosas
Se puede inferir que: 1. algunas de estas patologías dan signos prodrómicos en la boca. 2. la puerta de entrada para su transmisión es la vía digestiva, respiratoria o la piel. 3. todas se transmiten a través de sangre, secreciones y saliva que contengan a los agentes infecciosos.
La transmisión de la infección de una persona a otra requiere: -
una fuente de infección o portador, un convaleciente (paciente en etapa prodrómica). El vehículo por el que los agentes infecciosos se transmiten (sangre, secreciones, saliva o instrumentos contaminados por ellos). Una vía de transmisión.
Enfermedades infecciosas en la práctica odontológica El riesgo de transmitir una o más enfermedades infecciosas durante el tratamiento dental surge cotidianamente en la consulta. Por lo que deberían registrarse los antecedentes patológicos de todos los pacientes; sin embargo, estos datos dejan de tener un valor fiable en los casos de enfermedades subclínicas, periodos de incubación, estados de portador asintomático y por la falta de voluntad del paciente en comunicar la presencia de infección.
Enfermedades Resfriado común. Es una enfermedad aguda producida por un virus, entre ellos: virus de la influenza, coronavirus, rinovirus, ecovirus y adenovirus, la infección se manifiesta por fiebre, cefalalgia, mialgia, coriza, dolor de faringe y tos.
Sinusitis aguda a crónica. El resfriado común complicado con una infección bacteriana puede producir sinusitis, esta es una infección de los senos paranasales y es ocasionada por neumococos, haemophilus influenzae y microorganismos anaerobios entre otros agentes causales. La persona afectada con sinusitis padece dolor en el seno paranasal afectado.
Faringitis aguda. Se produce por virus, estreptococos, estafilococos o gonococo. La persona afectada puede experimentar dolor y enrojecimiento de la faringe.
Neumonía. La neumonía neumocócica se caracteriza por fiebre, escalofríos, dolor torácico, diseña y tos con expectoración. Se produce por streptoccus pneumoniae o micoplasma pneumoniae .
Tuberculosis.
Es una infección crónica por mycobacterium tuberculosis. Tiene gran importancia como causa de incapacidad, se fatiga por fiebre, fatiga y perdida de peso.
Varicela.
Es una infección por el virus del herpes humano o virus varicela-zoster. Se caracteriza por fiebre moderada y exantema en la piel de tipo maculopapular al principio, y vesicular durante tres o cuatro días que deja costras granulosas.
Sarampión.
Enfermedad vírica en extremo transmisible, sus manifestaciones iniciales son fiebre, conjuntivitis, coriza, tos y manchas de koplik en la cavidad bucal. Entre el tercero y séptimo día aparece la erupción característica que son manchas rojas pardas, al principio en la cara y después de manera general, esta fase dura de cuatro a siete días y después se presenta descamación. El padecimiento puede evolucionar con complicaciones como otitis media, neumonía, diarrea, encefalitis y erupción hemorrágica.
Parotiditis infecciosa.
Esta enfermedad se produce por el virus de la parotiditis infecciosa, miembro del género paramyxovirus y sus manifestaciones son: fiebre y aumento de volumen y dolor en una o más glándulas salivales. El padecimiento posterior a la pubertad puede dañar los testículos y ovarios. En otros casos afecta al SNC cuando ocasionan meningitis aséptica. También puede generar sordera, neuritis, pancreatitis, artritis, miositis, nefritis, tiroiditis y pericarditis.
Infecciones por citomegalovirus Por lo general la enfermedad por citomegalovirus evoluciona sin síntomas aunque en algunos pacientes se manifiesta como mononucleosis infecciosa.
Herpes:
El herpes simple se produce por el virus del herpes humano tipo 1, el cual se transmite por medio de la saliva. El padecimiento se caracteriza por fiebre, malestar general y lesiones vesiculares en la orofaringe. En ocasiones afecta ojos, SNC o amigadles y faringe. La infección de dos labios suele originar herpes labial. El virus del herpes humano tipo 2 casi siempre se transmite por contacto sexual y ocasiona herpes genital.
Infección gonocócica: Es una enfermedad de transmisión sexual producida por Neisseria gonorrhoeae Entre los dos y siete días posteriores al contagio los varones presentan secreción purulenta de la uretra y disuria, las mujeres pueden tener infección vaginal purulenta o indicios de inflamación en la pelvis. Más adelante algunos pacientes desarrollan artritis, endocarditis, meningitis y otros padecen eritema y edema. En el peor de los casos las personas no presentan manifestaciones pero son portadoras.
Rubéola:
Es una enfermedad producida por el virus de la rubéola. Se manifiesta por erupción maculopapular, la cual es precedida en ocasiones por fiebre, cefalea, malestar, coriza, conjuntivitis así como linfadenopatía retro auricular occipital y cervical posterior.
Faringitis por virus coxsackie: La faringitis vesiculosa es una enfermedad producida por virus coxsackie del grupo A tipos 1 a 6, 8, 10 y 22. se manifiesta por fiebre, e inflamación de la faringe, así mismo aparecen lesiones papulovesiculosas y grisáceas sobre una base eritematosa, la cual mide de 1 a 2 mm. Y poco a poco se transforman en úlceras. Estas lesiones se localizan en los pilares anteriores del velo del paladar o arcos palatoglosos, el paladar blando, la úvula y las amigdalas.
Candidiasis: El agente causal de la Candidiasis es el hongo Candida albicans que se transmite por contacto con secreciones o excreciones de boca, piel y vagina o por las heces de enfermos o portadores y durante el parto. La candidiasis por lo regular se limita a las capas superiores de la piel o las mucosas. Sus manifestaciones clínicas son: aftas en la boca, intertrigo, vulvovaginitis y onicomicosis.
Hepatitis víricas:
Hepatitis A: Esta es ocasionada por el virus de la hepatitis A un picornavirus, por lo general se transmite por vía fecal-oral. La enfermedad tiene comienzo repentino. Se manifiesta por fiebre, malestar general, anorexia, nausea y molestias abdominales y días después aparece la ictericia.
Hepatitis B: Esta es de gran importancia para el odontólogo por que el agente causal, el virus de la hepatitis B puede transportarse por medio de la sangre, la saliva, el semen y los líquidos vaginales. De ese modo el padecimiento se contagia por exposición percutánea y a través de las mucosas como en accidentes por pinchazo de agujas. El comienzo de la enfermedad en insidiosa, con anorexia, molestias abdominales vagas, nauseas, y vómito en ocasiones hay artralgias y erupciones. Hay personas que poseen anticuerpos contra este virus y no tienen manifestaciones de la enfermedad. El virus de la hepatitis B se relaciona con carcinoma hepatocelular.
Hepatitis C: El virus de la hepatitis C es el agente causal de la hepatitis vírica C o hepatitis no A, no B. La enfermedad se propaga por exposición percutánea a sangre y hemoderivados contaminados, por lo cual las agujas y las jeringas contaminadas constituyen vehículos de transmisión. Asimismo, la hepatitis se caracteriza por comienzo insidioso con anorexia, molestias abdominales vagas, nauseas y vómito; el desarrollo de ictericia es meno frecuente que en la hepatitis B.
Hepatitis D: La hepatitis delta o hepatitis vírica D es ocasionada por el virus de la hepatitis delta. Independientemente de la vía sexual, se transmite por la exposición a sangre y líquidos serosos corporales, agujas, jeringas y hemoderivados contaminados como el factor antihemofílico. Tiene un comienzo repentino con manifestaciones similares a las dela hepatitis B.
Hepatitis E: Esta se denomina también hepatitis vírica no A, no B; de transmisión entérica porque se transmite por vía oral-fecal. Es similar a la hepatitis A.
Sífilis: Es una enfermedad crónica producida por una espiroqueta, Treponema pallidum. Sus manifestaciones clínicas son: lesión primaria, erupción secundaria que afecta la piel y las mucosas, largos periodos de latencia, y lesione tardías en la piel, huesos, vísceras y sistemas nervioso central y angiológico o circulatorio.
Infección por VIH: La infección es ocasionada por el virus de inmunodeficiencia adquirida, entre 6 y 12 semanas posteriores a la transmisión del virus, la persona infectada presenta anticuerpos contra el, por eso se le considera infectada e infectante sin importar los posibles caminos de la enfermedad.
Medidas de precaución universales.
Desde 1972 fueron muchas las soluciones aportadas a esta situación medular de la práctica diaria, pero en 1992 organismos como: CDC, OSHA, HCW y EPA le dieron estructura sólida y determinación a las precauciones universales.
Técnicas de barrera. Estas técnicas son obstáculos para impedir que los microorganismo invadan las mucosas y los tegumentos del profesional. Comprenden inmunización, vestimenta, higiene y protección personal, protección de la sala odontológica y antisepsia del campo operatorio.
Inmunización. Además del plan clásico de vacunación, se debe incluir la vacuna contra la hepatitis B, controlarse la vigencia de la vacuna antitetánica y contra la rubéola.
Vestimenta, higiene y protección personal. La higiene consiste según la OSHA, el CDC y la EPA, en una serie de pasos para realizar un correcto lavado de manos antes de comenzar el día de trabajo y entre paciente y paciente.
1. Al comenzar el día de trabajo.
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Remover todas las alhajas y observar las manos y uñas en busca de pequeños cortes, abrasiones, etc. Limpiar las uñas con un palillo plástico o de madera limpio. Frotar las manos, uñas y antebrazos con un agente germicida, tuberculocida y viricida, y un cepillo estéril o esponja durante dos minutos. Enjuagar bien con agua corriente durante 10 segundos. Lavar las manos y antebrazos con un agente limpiador, cepillando 10 segundos. Pueden ser los mismos agentes usados en las manos y uñas. Repetir este procedimiento. Secar las manos primero y luego los antebrazos con toallas de papel limpias. Usar toallas de papel para cerrar los grifos.
2. Entre pacientes no quirúrgicos. • • •
Lavar vigorosamente las manos y los antebrazos con jabón líquido con antiséptico cepillando durante 10 segundos y enjuague con agua corriente durante 10 segundos. Repetir el lavado y el enjuague dos veces. Secar las manos primero, luego los antebrazos con toallas de papel y usar toallas de papel para cerrar los grifos.
3. Antes de una cirugía. • • • • • •
Quitarse todas las alhajas y limpiarse las uñas con un palillo de plástico o de madera limpios. Cepillar uñas, manos y antebrazos con un agente germicida y un cepillo estéril o esponja durante 7 minutos, usando varios ciclos de cepillado y enjuague. Enjuagar las manos y los antebrazos con agua corriente comenzando por los dedos y conservando las manos por encima de los codos. Dejar correr el agua de los codos no de las manos. Secar con toallas estériles. Ponerse guantes estériles. El profesional insertará la manos dentro de los guantes y un asistente deberá completar el ajuste alrededor de la muñeca. El asistente también debe usar guantes estériles. Examinar si los guantes tiene defectos, si es así cambiarlos.
Vestimenta. Se debe seleccionar un ambo de líneas sencillas, amplio y cómodo. Nunca deben superponerse delantales, chaquetas o ropa social encima de él. Este criterio es para evitar exponerlas a los aerosoles y salpicaduras del consultorio odontológico para no transportar la microcontaminación al hogar. Sobre el ambo se usará un camisolín desechable de mangas largas con puños ajustados, cuello al ras, atado en la espalda por medio de cintas o material adhesivo, semejante al usado por los médicos cirujanos. Una vez terminada la sesión el camisolín debe desecharse. La vestimenta debe estar con materiales que satisfagan las nuevas regulaciones (OSHA): excelente barrera, protección contra salpicaduras químicas, buena resistencia al desgarro, impermeabilidad. Las telas que cubre estas características son TYVEK TYEVK QC (fibra de celulosa y poliéster). En cada procedimiento odontológico se utilizarán elementos de protección personal como son guantes de látex, cubre bocas y anteojos protectores. Los dos primeros deben desecharse con cada paciente. Si la sesión odontológica fuera prolongada deben renovarse los guantes entre los 30 y 40 minutos de uso. También deben renovarse si por causas metabólicas las manos transpiran mucho y el látex se volviera pegajoso. Si fuera necesario tomar impresiones, una vez realizada esta maniobra, también deben eliminarse los guantes. Si fuera necesario hacer alguna tarea fuera dela boca del paciente se colocarán sobreguantes de polietileno que también se desecharan una vez terminada la tarea. El guante de látex es el único que debe estar en contacto con los tejidos y secreciones bucales del paciente, para cualquier otra maniobra fuera de la boca del paciente deben usarse sobreguantes. Los guantes deben ser cambiados entre paciente y paciente.
Los anteojos protectores deben ser neutros y amplios, con protección lateral siguiendo las normativas de armazones grandes para que todo el espacio ocular y contorno estén protegidos. Con respecto al cubre bocas se preferirán los de tela impermeable, semejante a la vestimenta para que realicen una buena filtración y retengan las partículas pequeñas (una filtración de 3.0 a 3.5 % de micropartículas). Tras el lavado de manos el orden en que deben ponerse todos los implementos de protección personal es: a. b. c. d.
Camisolín. Cubre bocas. Anteojos protectores. Guantes de látex.
Protección de la sala odontológica.
Consiste en desinfectar la superficie de elementos no críticos: sillón dental, asas del foco de luz, tubo y brazos del aparato de radiografías, etc con toallas embebidas en compuestos fenólicos para luego secarlos con toallas de papel desechables. Una vez realizado este procedimiento se colocan coberturas de polietileno para proteger las zonas que se tocan frecuentemente durante una sesión odontológica: Asas del foco de la luz, tubo y asa del aparato de radiografías, elementos no rotatorios y jeringa triple con sus mangueras. Las protecciones de polietileno se retiran una vez que se ha finalizado la atención al paciente y, antes del recibir al próximo, se vuelven a desinfectar las superficies no críticas y se reponen las coberturas.
Antisepsia del campo operatorio. Una vez que el paciente ha hecho su control de placa bacteriana, se le sugiere un enjuague de antiséptico puro durante 20 ó 30 segundos. Con este buche antiséptico realizado a continuación de la higiene bucal se consigue eliminar del 95 a 97% dela flora microbiana con una duración en estas condiciones de una hora. Si además es necesario preparar la cavidad bucal para un acto quirúrgico puede pincelarse la mucosa con estas soluciones.
Tratamiento de desechos.
Hace poco tiempo los desechos biológicos se desechaban en doble bolsa de color rojo. Universalmente se adoptó este color como una alerta sobre el material contaminado que podía estar en su interior. Actualmente se deben tomar decisiones sobre la manipulación de estos residuos, ya que nunca deben de ser mezclados con los domésticos. Se puede adoptar el sistema de recolección privada desechos biológicos con personal entrenado para ello, quienes lo transportan hasta hornos especiales para su incineración o realizar en el consultorio el tratamiento de los mismos.
Este tratamiento consiste en poseer un recipiente cilíndrico con capacidad mínima de 10 litros. Dentro del recipiente se coloca una bolsa de plástico resistente que debe llenarse con 7 litros de solución de hipoclorito de sodio al 1.25% o con una solución de lavandina al 12.5%. Todos los elementos desechables deben dejarse en remojo dentro de este recipiente alrededor de 30 minutos. Una vez agotada su capacidad se lleva junto a una pileta donde luego de perforar la bolsa por varios sectores, se procede a abrir la canilla de la parte inferior del recipiente para evacuar la solución de sodio. Quedarán los residuos húmedos y tratados dentro de la bolsa perforada, esta bolsa se coloca dentro de otra seca que debe de ser de color rojo, la cual una vez cerrada se rotulará para indicar que el contenido contaminado ya ha sido tratado.
Tratamiento del material punzocortante.
Este material debe aislarse y tratarse antes de ser eliminado, con movimientos precisos y sin apresuramientos para evitar posibles pinchazos o cortaduras accidentales de manipulación. Este material se desecha en una caja rígida creada para este propósito, cuando se ha llenado la capacidad de la caja se vierte por la abertura superior solución de hipoclorito de sodio al 1.25% y se deja actuar no menos de 30 minutos, luego se vacía presionando la tecla lateral y el envase de plástico rígido se elimina junto con el resto de los residuos biológico tratados.
Descontaminación, desinfección y esterilización.
El odontólogo deberá realizar la desinfección de las superficies expuestas del mobiliario entre paciente y paciente, descontaminara el instrumental para poder manipularlo con mayor margen de seguridad y finalmente realizará la esterilización que lo habilitara a poder ser utilizado. Es conveniente definir éstos términos:
Descontaminación: Es el proceso o tratamiento de desinfección de instrumentales y materiales utilizados en la práctica odontológica para obtener seguridad es su posterior manipulación.
Desinfección: Es la destrucción de microorganismos pero no necesariamente de las esporas bacterianas y se aplica a objetos o seres inanimados. Esterilización: Es un proceso que mata o elimina todos los microorganismos incluidos las esporas y los virus. Los desinfectantes recomendados para odontología son: glutaraldehídos, compuestos clorados, yodóforos y fenoles sintéticos.
Instrumental contaminado
prelavado
Manual Solución enzimática 30 min. min.
Lavadora ultrasónica Solución enzimática 10 a 15
descontaminación
Lavado / secado Gluteraldehido puro
Autoclave a vapor
Sumergir 30 min. min.
134° C 15 a 20
acondicionamiento
esterilización
INSTRUMENTAL APTO PARA USAR
BIBLIOGRAFIA
* BARRANCOS MOONEY Operatoria Dental Tercera edición Mosby /Doyna Libros 1995 pp: 185 – 192 * CD Diccionario Mosby Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud 5ta. Edición Ediciones Harcourt – España. * Biblioteca de Consulta Enciclopedia Microsoft Encarta 2004