TRABAJO PRÁCTICO SOBRE SALVADOR MAZZA
ALUMNOS: Luciana, Clara, Bárbara, Martín y Thomas.
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RESPUESTAS: 1º_
Salvador Mazza (1886-1946)
Su vida Nació en Buenos Aires; criado en Rauch, mostró sus primeros reflejos de capacidad cuando a los 10 años ingresó al Colegio Nacional de Buenos Aires. Al terminar sus estudios se inscribió en la Escuela de Marina de Guerra, pero un problema detectado a último momento durante la revisación médica le cerró el camino. Ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas, pero el sólo estudio no le satisfacía: al mismo tiempo fue inspector sanitario y participante de las campañas de vacunación en la provincia de Buenos Aires. Estas inclinaciones sanitaristas empezaban a definirlo en su método, que no se limitó al laboratorio o al despacho, sino que lo llevó a hurgar en el interior del país, donde las endemias hacían estragos. Intercalando estudio, trabajo a nivel sanitario y participación estudiantil -ya que formó parte del Centro de Estudiantes de Medicina en varias ocasiones-, Mazza se convirtió en bacteriólogo, laboratorista clínico y patólogo. Parece haber en su vida un factor común, determinante, que es la acumulación de conocimientos y experiencia con el afán de perfeccionar sus posibilidades de investigación. Por esto mismo, y luego de dejar la jefatura del laboratorio de la isla Martín García -en donde los inmigrantes hacían cuarentena antes de
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ingresar al país- inició una serie de viajes por Europa donde estudió profilaxis de las enfermedades infecciosas, sanidad militar y microfotografía, entre otras especialidades. Se graduó de médico en 1910, año en que estudió y logró con el Dr. Rodolfo Kraus una vacuna antitífica de una sola dosis. En 1916 el ejército lo designa para el estudio de las enfermedades infecciosas en Alemania, Austria y Hungría en medio de la 1ra. Guerra Mundial. A su regreso, en 1920, fue nombrado director del laboratorio central del Hospital Nacional de Clínicas y docente de la cátedra de Bacteriología. En 1923 partió junto con su esposa rumbo a Francia para iniciar un segundo período de perfeccionamiento y en ese mismo año puso pie en Túnez. El director del Instituto Pasteur de esa colonia francesa era el doctor Charles Nicolle, gran entomólogo y bacteriólogo considerado como el segundo Pasteur. Tanto la ciencia como también la cultura humanística de Nicolle cautivaron a Mazza, quien encontró un maestro en el francés y lo definió como: "el padre espiritual de todos mis trabajos". Después de año y medio de recorrer el norte de África, Mazza regresaba a Buenos Aires y a su llegada era nombrado jefe del Laboratorio y Museo del Instituto de Clínica Quirúrgica. Para ese entonces su cabeza estaba dedicada a planear una visita de Charles Nicolle a Buenos Aires, hecho que se concretó en 1925. Nicolle llegó con el fin de estudiar las patologías autóctonas, y para esto recorrió el Norte argentino. Al comprobar la situación de desamparo de los médicos del interior frente a las graves endemias, el francés decidió apoyar a Mazza en el proyecto que venía planificando desde hacía un tiempo: la creación de un instituto que se ocupara del diagnóstico y estudio de enfermedades de la zona, muchas de las cuales eran desconocidas. Con este impulso, en 1926 se creó, desde la Facultad de Medicina, la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina (MEPRA), en Jujuy en el edificio de la Misión Mazza y en el famoso vagón de ferrocarril laboratorio "E.600", con Mazza como director. La MEPRA comenzó una recorrida por todo el interior del país y se dedicó a enrolar médicos y científicos de los cuatro puntos cardinales. Al mismo tiempo, y para afianzar las investigaciones, nació la Sociedad
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Argentina de Patología Regional: ahora el estudio y diagnóstico de las endemias pasaba a estar en franco proceso de federalización. Murió en 1946, mientras dictaba una charla en un congreso médico. Si bien la causa principal fue un infarto, detrás del accidente coronario -y según indican algunas anotaciones de su médico personal- acaso haya estado presente el Tripanozoma cruzi, parásito que provoca la enfermedad de Chagas, la misma a la que dedicó la mayor parte de sus investigaciones.
La enfermedad de Chagas…su descubrimiento A pesar de la existencia de trabajos antropológicos que reportaron evidencias del mal en momias peruanas, el verdadero descubrimiento tuvo lugar en el año 1909. El protagonista fue el doctor brasileño Carlos Ribeiro Justiniano Das Chagas, quien realizaba estudios en Minas Gerais. Chagas tuvo un triple descubrimiento: la enfermedad, la "vinchuca" como agente transmisor y el "Trypanosoma cruzi" (microorganismo causante de la afección y que se reproduce en el intestino del insecto). Años más tarde, el médico argentino Salvador Mazza confirmó los estudios del doctor Chagas, a quien había conocido en Alemania. En 1926, Mazza diagnosticó el primer caso de la enfermedad en la Argentina. A pesar de las trabas burocráticas y el descreimiento por parte de las autoridades sanitarias argentinas de aquella época, Mazza continuó su camino hasta lograr un mejor tratamiento que el iniciado por el médico brasileño. Convertido en un explorador sanitario, Mazza llevó a cabo 11 viajes por el noroeste argentino y pasó las fronteras llegando a Bolivia, Brasil y Chile. En su marcha, aparte de diagnosticar el primer caso americano de leishmaniasis (enfermedad que afecta la piel y las mucosas), retomó los estudios -desprestigiados por la comunidad científica brasileña- que Carlos Chagas había realizado a principios de siglo en el Brasil sobre la afección producida por el Trypanosoma cruzi.
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La vuelta a las investigaciones de Chagas tuvo lugar cuando Mazza relacionó a los afectados por la sintomatología de un mal común en el noroeste argentino (fatiga crónica, afecciones cardíacas que ocasionaban la muerte) con el hecho de que durante los primeros años de sus vidas estuvieran expuestos a la picadura de unos insectos parecidos a las cucarachas. Con gran laboriosidad, consiguió establecer mil casos demostrados de la enfermedad y descubrió la presencia del Trypanosoma cruzi en los corazones enfermos. En forma científicamente indiscutible, Mazza estableció que el vector portador del mal era el Triatoma infestans, conocido comúnmente como vinchuca, y que el parásito era inoculado por el insecto mediante la picadura. Triatoma infestans (vinchuca). Una vez identificada la enfermedad, y su vector, se estaba en condiciones de combatirla, y el método postulado por Mazza era la toma de conciencia por parte de la población y, en especial, de las autoridades. La acción concreta se basaba en mejorar las condiciones de vivienda para erradicar la vinchuca, que anida en las paredes de barro. Pero el instar a una mejor calidad de vida para las clases populares, le costó al médico chocar contra los intereses creados: las autoridades provinciales tomaron como una locura el pedido de agua potable, y sanitarios considerando a Mazza como un enemigo. Por otra parte, los infectados no terminaban de creerle que el mal era originado por la acción de un insecto tan tímido y común en lo cotidiano como la vinchuca. De todas maneras Mazza no abandonó su prédica. De pueblo en pueblo, se dedicó a hablar con médicos, autoridades y público en general, buscando dejar en claro que la única forma de combatir el mal de Chagas era mediante una política sanitaria efectiva. Y lo hizo hasta el día de su muerte, que no sólo lo sorprendió a él sino también a su proyecto. En 1959, la Universidad cerró definitivamente la delegación Buenos Aires de la MEPRA por considerarla innecesaria. Se perdieron sus preparados y archivos de investigación. La organización que había tejido en la mayor parte del territorio nacional comenzó a desmoronarse.
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Pero su legado es muy fuerte y la obra continúa en pie, sostenida por médicos e investigadores que no dejan de luchar contra el hoy llamado mal de Chagas-Mazza y contra las necesidades que continúan insatisfechas, a 56 años de su muerte, cuando el recuerdo puede servir como una reposición anecdótica o como una muestra ilustrativa para todos aquellos a los que les falte referentes. (Tomado del sitio www.mendoza.edu.ar)
2º_ Al principio, Mazza tenía el cargo de profesor de bacteriología. La discusión con Zabalía se origina porque Mazza le había robado el corazón a uno de los cadáveres de Zabalía. Pero la pelea no era sólo por el corazón: eran dos modelos de ciencia diferentes los que se peleaban; o quizás Mazza estaba investigando algo que tocaba los intereses de Zabalía, como tocó los intereses del Gobernador, la Iglesia y los dueños de los campos de Jujuy (terratenientes). Zabalía lo acusa a Mazza por ladrón, por “matón”, y por perder el tiempo investigando bichitos “inofensivos”. La reacción que tiene Mazza ante esto es característica de su personalidad. Reacciona igual con el cura, con el Ingeniero (cuando lo encierra en el rancho) y cuando empieza a dar puñetazos a la puerta de un rancho y Miller lo tiene que parar.
3º_ Mazza se pelea con Zabalía porque Zabalía tenía un cadáver y Mazza le sacó el corazón para estudiar. Además, cada uno tenía una forma diferente de hacer ciencia. Mazza después se retira porque además de la pelea él quería hacer una institución (MEPRA) donde se atendiera a la gente que tuviera la enfermedad del Mal de Chagas.
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4º_ Los laboratorios de investigación no estaban en las provincias porque se situaban cerca de los lugares de estudio (universidades, etc.), que a su vez se ubicaban en el centro político del país, o sea la Capital Federal. Los laboratorios que fabricaban remedios no estaban en las provincias porque necesitaban personal especializado, servicios, importar materiales, que se encuentran mayormente en la Capital. Algunas escenas que muestran esto son: cuando Mazza y Zabalía se pelean y cuando le cortan los fondos al MEPRA y Mazza se queja diciendo, entre otras cosas, que necesitaba materiales costosos que se importaban.
5º_ La película se desarrolla en el noroeste Argentino durante la década del XX. A través del apoyo del Dr.Arce, director de la Universidad de Buenos Aires, recibe una donación de 2 hectáreas de tierras fiscales, sin un productivo en las afueras del centro urbano y $30.000 para construir un edificio destinado al estudio de enfermedades de la Región . Se crea en 1928 MEPRA (Misión de Estudio de Patología Regional Argentina). Consigue un vagón de ferrocarril ambientado como un laboratorio y trasladarse a distintas regiones argentinas, traspasando las fronteras y llegando a Bolivia, Brasil y Chile. Con el E600 consigue recorrer regiones abandonadas, recluta y asesora a otros médicos para que sepan de la enfermedad del Chagas. Las regiones donde la población se ve afectada por este mal coinciden en que ellas son zonas rurales, donde sus habitantes viven en condiciones de extrema pobreza y que carecen de una buena calidad de vida. Los lugares donde habitan eran ranchos construidos de adobe y paja. Las vinchucas responsables de la transmisión de esta enfermedad son de hábitos nocturnos y conviven con estas poblaciones. El insecto se refugia en las grietas de pisos y paredes, detrás de muebles y en
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donde están los animales domésticos (corrales). Así concluye que la enfermedad y la miseria están unidas y esta enfermedad no desaparecerá hasta tanto se mantengan los ranchos y no se ocupen de la sanidad de esta población que vive muy alejada de la zona urbana, lugares que ni el ferrocarril los une a algún sitio cercano. A través de las diferentes muestras de sangre y de estudio de corazones de gente fallecida concluye en que el poder político no se hace cargo y por lo tanto no se podrá controlar, si no es quemando los ranchos; pero los intereses políticos, económicos, y de la Universidad reaccionan negativamente y le retiran todo su apoyo.
6º_ El MEPRA se trataba de una institución que buscaba investigar sobre las causas del mal de Chagas y buscar un remedio que lo solucionara. Esta institución se instaló en Jujuy. Al equipo de trabajo lo integraban: Salvador Mazza, Elsa Conrad, el Dr. “Cum”, Cuver Miller, y otros que no son importantes en la película. El trabajo de investigación se realizaba yendo a los ranchos de los enfermos y sacándoles muestras de sangre para analizar. También analizaba corazones de muertos.
7º_ Cuando Mazza hablaba de “esta gente” se refería a los pobres que, en Jujuy, vivían en miserables ranchos de paja y adobe, donde se alojaban las vinchucas. Según la Constitución Nacional de 1860, los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás. Pueden navegar y comerciar; trabajar y ejercer toda industria lícita; peticionar a las autoridades; entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; usar y disponer de su propiedad; asociarse con fines útiles, profesar libremente su culto; enseñar y aprender. Los responsables de
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que estos derechos no se respeten son los gobiernos (nacional y provincial).
8º_ De acuerdo al Art. 16 de la Constitución Nacional no existen diferencias entre los habitantes. Asimismo, de acuerdo al pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales, el Estado se obliga a adoptar medidas para asistir a sus habitantes. Así es como pensaba el Dr. Salvador Mazza, quien estaba comprometido con la enfermedad de la pobreza. En la película vemos que la igualdad que se expresa en la constitución no se ve reflejada ya que el Estado da la espalda a la situación de desamparo de los pobres.
9º_ En el caso de la niña de la muñeca podemos ver que en la salud pública de la gente de pocos recursos, cuyas condiciones se vida son bajas, no está presente el Estado. El Estado no asume su responsabilidad de proteger a la población; además no le muestra la asistencia económica y cultural que debiera. Ésta es una forma de discriminación y no es casual que esta enfermedad se sitúe en una zona de extrema pobreza; además al principio los políticos brindan su apoyo a Mazza donándole tierras para sus investigaciones y cuando Mazza relacionó la enfermedad con la pobreza allí el poder político le retiró su apoyo, descalificando su tarea porque Mazza tocó sus intereses económicos.
10º_ La causa fue la confesión hecha por Mazza sobre la enfermedad que estaba descubriendo y en consecuencia el cura, el gobernador, el ingeniero y los miembros de la academia se pusieron en contra de él
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porque no les favorecía lo que decía Mazza. Implicó que Mazza se quedara sin fondos ni recursos para poder continuar la investigación. El lugar de un científico debe ser ocuparse de los temas que realmente importan para la sociedad. Si el científico está investigando sobre el tema es correcto que salga del laboratorio (como el Dr. Mazza).
11º_ La razón que da la Universidad para cortarle los fondos al MEPRA es que esta institución había desplegado una actividad ajena a los fines que le dieron origen. A nosotros nos parece que eso no es correcto. Los argumentos no son válidos, porque responden a fines económicos.
12º_ La ciencia no era tan importante para el gobierno. Para éste la enfermedad que decía Mazza era inexistente y no era verdad lo que decía Mazza; además la mayoría de los laboratorios estaban en Buenos Aires y no en las demás provincias, que era donde se necesitaban. No podría ser tan importante porque al gobierno no le favorecía y era demasiada plata.
14º_ El accionar de la academia de Medicina es tratar de evitar conflictos, eliminando a las figuras que les son contrarias. El concepto de la ciencia que maneja es erróneo, pues acciona con fines económicos. Se le ve actuar así cuando rechaza a Mazza y luego le da un premio.
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13°_, 15°_, 16°_, 17°_ La Ciencia Hoy Para las preguntas 13, 15, 16 y 17 hicimos un cuestionario dirigido a una investigadora del CONICET. Aquí está su respuesta: “(…) El CONICET es el organismo que regula casi toda la actividad científica del país, y es del estado. En cuanto al ámbito privado, sólo hay laboratorios y petroleras, pero ninguno fomenta la investigación, y si lo hacen es para algún beneficio propio; al menos, es lo que yo tengo entendido. ¿Gente que haga cosas por interés económico? Seguro, hay muchas líneas de investigación a las que se les brinda mucho apoyo económico y que tal vez no son tan urgentes o importantes como otras a las que, por ser consideradas de "menor importancia", no se les pasa un peso. Un claro ejemplo es el dineral que se invierte para fomentar la investigación en transgénicos, que, en definitiva, no son tan importantes para nuestra economía porque la mayoría se exporta, y el poco financiamiento que se otorga a investigaciones en la cura del Chagas, que afecta a mucha gente. ¿Por qué no se hace? La respuesta oficial es que no hay fondos, pero la real es que el Chagas es una enfermedad de zonas pobres y que afecta a los pobres, y no es un grupo social que interese en este país. En este país no existe prioridad en investigaciones aplicables a nivel regional; todo lo que se hace, se hace siguiendo modelos extranjeros, principalmente de USA y Europa occidental. Las cuestiones sociales están completamente separadas de la investigación y el científico promedio, al menos el de la UBA, que es el que conozco, por lo general no siente ningún compromiso hacia lo social , se considera por fuera de cualquier cuestión ligada a lo social. El estado tampoco ayuda, ya que la inversión que hace en ciencia es mínima; si bien hubo últimamente algunos aumentos, igual las condiciones de trabajo y los salarios están por debajo de lo aceptable para tantos años de estudio y esfuerzo. Con respecto a si es igual en otros países, realmente no sé. Conozco algunos casos de países latinoamericanos como Chile y Brasil, que dedican bastante presupuesto a la ciencia; de hecho, Brasil en los
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últimos años nos superó en áreas en las que éramos pioneros. Obviamente, Europa y USA invierten mucho en ciencia, y es por eso que tienen laboratorios muy bien equipados y disponen de todos los recursos posibles para comprar más equipos, y sus científicos están bien pagos. Seguramente no debe existir el "lo atamos con alambre", propio de nuestro país. Con respecto a la vinculación entre ciencia y ética, podría decirte que eso es algo que no se plantea mucho; es más, creo que nadie se lo pregunta: la ciencia por un lado y la ética por otro, diametralmente opuesto. Y acá el estado no asegura nada, sólo te da un espacio para que puedas desarrollar tus proyectos, y si "hacés bien los deberes", te dará un subsidio para que puedas continuar, pero en todo lo otro te suelta la mano. Y hacer bien los deberes significa investigar en transgénicos y demás cosas no urgentes. No hay una valoración equitativa de todos los proyectos de investigación."