UNIVERSIDAD ATLANTIDA ARGENTINA TRABAJO INTEGRADOR FINAL MALTRATO INFANTIL Y RESILIENCIA: RESIVION NARRATIVA LICENCIATURA EN PSICOLOGIA MARTIN MAGGIO DOLORES, ARGENTINA 2018.
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Resumen Este trabajo se propone, partir de la revisión bibliográfica de investigaciones argentinas, caracterizar el fenómeno del maltrato infantil en el ámbito nacional de manera exhaustiva y su incidencia en el desarrollo integral de los niños/as que lo padecen. De la misma manera, se buscará caracterizar aquellas capacidades que hacen posible que las personas se sobrepongan, relacionándolo con el concepto de resiliencia. Como objetivo secundario se plantea dar cuenta de los marcos teóricos que hayan aportado más a este campo y también, en caso de haberlas, señalar aquellos aspectos de los cuales no haya investigaciones. Esto se hará a partir de una revisión narrativa de la literatura, donde los materiales serán fuentes primarias y secundarias de bases de datos científicas, las cuales se encuentran en formato digital. A su vez, tanto el periodo de las mismas como los marcos teóricos no serán delimitados para facilitar la mayor comprensión y abordaje del fenómeno.
Palabras claves: Maltrato infantil, resiliencia, Revisión, Desarrollo integral, Argentina
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Índice Resumen............................................................................................................................................ 2 Introducción: ...................................................................................................................................... 5 Alcances......................................................................................................................................... 6 Antecedentes: ................................................................................................................................... 6 Metodología: ...................................................................................................................................... 8 Capitulo 1 ........................................................................................................................................... 9 El maltrato infantil ............................................................................................................................. 9 Evolución del concepto de maltrato infantil .............................................................................. 9 Datos y cifras relevantes ........................................................................................................... 10 Diferentes tipos de maltratos .................................................................................................... 11 El fenómeno resiliencia en el maltrato infantil........................................................................ 15 Factores internos resilientes en el maltrato infantil. .............................................................. 17 Consecuencia del maltrato infantil y función de la resiliencia. ............................................ 18 Resiliente ¿se nace o se hace? ............................................................................................... 19 ¿Se puede medir la resiliencia? ............................................................................................... 20 Capitulo 2 ......................................................................................................................................... 21 El maltrato infantil en Argentina ................................................................................................... 21 Modos de proceder .................................................................................................................... 25 Cifras en Argentina..................................................................................................................... 25 Cifra en la provincia de Buenos Aires ..................................................................................... 26 De la teoría a la práctica. ¿Qué pasa con las políticas de Estado en esta problemática? ....................................................................................................................................................... 31 Pobreza y maltrato ..................................................................................................................... 32 Capitulo 3 ......................................................................................................................................... 33 Aportes de marcos teóricos .......................................................................................................... 33 El psicoanálisis en el MI ............................................................................................................ 33 Mecanismos de defensa ........................................................................................................... 36 Experiencia del Hospital Pedro Elizalde ................................................................................. 36 Prevención del maltrato infantil ................................................................................................ 37 3
Tratamiento del maltrato infantil ............................................................................................... 38 Conclusión ................................................................................................................................... 39 Bibliografía ....................................................................................................................................... 40 Fuentes de internet: ................................................................................................................... 42
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Introducción: El maltrato infantil es un fenómeno mundial que se ha trabajado desde distintas perspectivas, ya sean psicológicas, físicas, jurídicas, etc. Esto no ocurre de manera distinta en Argentina donde diferentes autores han aportado a esta temática. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el maltrato infantil puede definirse como “los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años (…) que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño” (Organización Mundial de La Salud 2016). Habiendo diferentes manifestaciones de este como los son el maltrato físico, psicológico, abuso sexual, negligencia, explotación comercial, etc. Las consecuencias de este se ven reflejadas en diferentes áreas del desarrollo de la persona es el área social, biológico, emocional y cognitiva. Sin embargo, existen casos en donde los niños/as que lo han padecido han podido desarrollarse sin mostrar ninguna secuela y de la manera esperable para su etapa evolutiva, es aquí donde se pone en juego el concepto de resiliencia el cual se define como, si bien hay muchas definiciones, la capacidad que tiene la persona de adaptarse y desarrollarse de manera óptima, a pesar de estar inmerso en un contexto negativo y adverso. Cabe destacar que es un concepto dinámico que depende tanto de capacidades internas del individuo como así del contexto que lo rodea. Tener una visión global e integradora del fenómeno, que no sólo se centre en los factores de riesgos y las consecuencias sino que también contemple los factores protectores o recursos que mitigan el impacto es de vital importancia ya que no solo conlleva a una mayor comprensión del problema, sino que también va a favorecer que a partir de esto, como futuros psicólogos, podamos trabajar en estimular los diferentes recursos y herramientas con la que ese niño/a pueda contar para realizar un abordaje más efectivo. A partir de lo planteado el trabajo se propone:
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Objetivos generales:
Contribuir a la descripción del fenómeno de maltrato infantil en Argentina
Objetivos particulares:
Describir los estudios que den cuenta del fenómeno de maltrato infantil en
Argentina
Caracterizar según los estudios recursos resilientes tanto internos como
externos
Dar cuenta de los marcos teóricos que más hayan aportado al fenómeno
del maltrato infantil en Argentina.
Señalar aspectos o variables en las que no haya investigaciones
argentinas
Alcances La finalidad de esta revisión narrativa se basa en realizar un aporte hacia la descripción del maltrato infantil, tanto así como su relación con el concepto de resiliencia, realizando una lectura exhaustiva de diferentes investigaciones empíricas, tesis y tesinas ya que, como futuros psicólogos, es de vital importancia conocer a fondo esta problemática. A su vez se tratara de contextualizarla en el ámbito nacional para poder tener un panorama más amplio y una compresión global de la problemática.
Antecedentes: Si bien el fenómeno del maltrato infantil es un fenómeno universal que ha sucedido a lo largo de la historia, es a partir del siglo XIX que se posiciona como objeto de estudio. Algunos de los antecedentes más relevantes son:
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El informe presentado por Ambroise Tardieu en París en 1868 sobre
autopsias de niños que habían muerto por maltrato físico donde además presentaba una caracterización del ambiente familiar.
Otro antecedente es el que sucedió en 1874 en EEUU donde a partir del
caso de Mary Ellen, una niña de 9 años víctima de maltrato infantil, se creó la "Society for the Prevention of Cruelty of Children", y en 1884 la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad al Niño (NSPCC).
Otro antecedente importante se da en 1923 cuando en Ginebra se redactó
la Declaración de los Derechos del niño la cual fue aprobada en 1959 en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En 1962 con Henry Kempe y su trabajo "El síndrome del niño golpeado”
donde presentaba casos de niños/as que habían sufrido este síndrome y a partir del cual se inscribe el mismo en la literatura de la medicina y se inician los movimientos legislativos que obligan a un profesional a denunciar cualquier tipo de sospecha de maltrato. Además, a partir de este trabajo se dieron numerosas investigaciones que dieron lugar al estudio de los diferentes tipos de maltratos como así a la creación de diferentes entidades para la protección de las víctimas.
Otro antecedente a tener en cuenta es la revisión hecha por Morelato
(2011). La diferencia entre esta revisión y la presente se centra en que esta última se basará en aportes de estudios e investigaciones locales, haciendo hincapié en las posibles particularidades regionales.
Antecedentes del concepto de resiliencia. El término resiliencia en el campo de la psicología fue acuñado por Boris Cyrulnik (psiquiatra y psicoanalista francés) a partir de los aportes de Bowlby. Originalmente el término daba cuenta de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original. 7
Metodología: Tipo de estudio: Se realizará una revisión narrativa de la literatura. Con respecto al marco teórico se considera que ninguno es poseedor de una verdad absoluta, sino que cada marco brinda conocimientos válidos para una mirada más compleja y enriquecedora del problema, por lo tanto, no se realizará un recorte según el mismo. Los materiales a usar serán fuentes secundarias y primarias de bases de datos como por ejemplo Scielo.com y google académico, las cuales se encuentran en formato digital. El periodo de las mismas no será delimitado ya que todo aporte es significativo para el trabajo. Además, estas serán de origen argentino ya que es importante para conocer el fenómeno y las contribuciones realizadas en el ámbito local y a las posibles particularidades pertinentes a este.
Cronograma tentativo de actividades: Fecha final de entrega estimativa: diciembre de 2018 Recolección y revisión de bibliografía: 3 meses Producción de monografía: 12 meses Entrega de informes o adelantos: Cada 3 meses.
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Capitulo 1
El maltrato infantil Evolución del concepto de maltrato infantil El maltrato infantil se ha convertido en un fenómeno mundial el cual ha ido mutando a lo largo de los años tanto en su definición como su modo de tratarla y prevenirla. Por eso es importante realizar un seguimiento sobre la evolución del concepto para poder realizar un correcto diagnóstico y su consiguiente abordaje. Una de las primeras definiciones fue la descripta por Kempe como “el uso de la fuerza física no accidental, dirigida a herir o lesionar a un niño, por parte de sus padres o parientes” (kempe, 1962, p.1), haciendo alusión, primeramente, al maltrato solamente físico, posteriormente se suman a esta los conceptos de negligencia y los aspectos psicológicos del maltrato infantil. Otra definición es la dada por Wolfe que la describe como "la presencia de una lesión no accidental, resultado de actos de perpetración (agresión física) o de omisión (falta de atención por parte de quienes están a cargo del niño y que requiere de atención médica o intervención legal)".Actualmente la OMS la define “como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la 9
salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.” (OMS, 2016, p.1) dándole así más amplio a dicho concepto.
Datos y cifras relevantes Según la organización mundial de la salud (datos del 2016):
Una cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños.
1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.
El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que perduran toda la vida, y sus consecuencias a nivel socio profesional pueden, en última instancia, ralentizar el desarrollo económico y social de un país.
Es posible prevenir el maltrato infantil antes de que se produzca, y para ello es necesario un enfoque multisectorial.
Los programas preventivos eficaces prestan apoyo a los padres y les aportan conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos.
La atención continua a los niños y a las familias puede reducir el riesgo de repetición del maltrato y minimizar sus consecuencias. (OMS, 2016, p.1)
A su vez arroja que se trata de un problema mundial, cuyo estudio es complejo debido a las diferentes variables como serían las definiciones de MI utilizadas, el
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tipo de maltrato estudiado, las estadísticas e informes propios de cada lugar, etc. (OMS, 2016, p.1) Sumado a esto, se estima que cada año mueren por homicidio 41.000 menores de 15 años. Esta cifra solo es aproximada debido a que muchas de las muertes no son catalogadas como maltrato infantil, sino que son atribuidas, erróneamente, a caídas, quemaduras, ahogamientos, etc., (OMS, 2016, p. 2) dando cuenta de que no solo el numero puede ser mayor, sino de cómo se puede confundir o esconder el fenómeno del maltrato infantil. Con respecto a las consecuencias, destaca que las mismaspueden abarcarla totalidad de vida del niño/a ya que tiene consecuencias conductuales, psicológicas y físicas como actos violentos, depresión, consumo de tabaco, obesidad, comportamientos sexuales de alto riesgo, embarazos no deseados, consumo indebido de alcohol y drogas, etc., a lo que agrega que “a través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual” dejando en claro así que afecta a la totalidad de la vida del sujeto. Diferentes tipos de maltratos Como ya dijimos, a lo largo de la historia el concepto de maltrato infantil ha ido modificándose, quedando así, las siguientes categorías: Abandono o negligencia física/cognitiva: Puede definirse como “aquella situación donde las necesidades físicas (alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas, educación y/o cuidados médicos) y cognitivas básicas del menor no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño”. (Ignacia Arruabarrena; Joaquín De Paul, 1999, p.1). Esta definición se centra principalmente en las necesidades no cubiertas por los padres mostrando los siguientes indicadores: 11
No se le proporciona la alimentación adecuada. Vestuario inadecuado al tiempo atmosférico
Escasa higiene corporal.
Problemas físicos o necesidades médicas no atendidas o ausencia de cuidados médicos rutinarios.
Supervisión: Un niño que pasa largos períodos de tiempo sin la supervisión y vigilancia de un adulto. Se producen repetidos accidentes domésticos claramente debidos a negligencia por parte de los padres o cuidadores del niño.
Condiciones higiénicas y de seguridad del hogar que son peligrosas para la salud y seguridad del menor.
Inasistencias injustificadas y repetidas a la escuela.
Ausencia de estimulación suficiente para la edad, demandas y necesidades del niño/a. El criterio para señalar la existencia de negligencia viene determinado en gran medida por su cronicidad.(Ignacia Arruabarrena; Joaquín De Paul, 1999, p.2)
Estos autores a su vez destacan que para que sea catalogado como negligencia, el indicador debe estar presente de manera reiterada y continua. Maltrato y abandono emocional: Aquí los autores distinguen entre abandono y maltrato emocional, definiendo al primero como la “hostilidad verbal crónica en forma de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y constante bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles (desde la evitación hasta el encierro o confinamiento) por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar”. Y al abandono emocional como la “falta persistente de respuesta a las señales (llanto, sonrisa), expresiones emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño y la falta de iniciativa de interacción y contacto, por parte de una figura adulta estable”. Siguiendo la propuesta de Garbarino (1996) De Paúl y Arruabarrena (1995), el maltrato emocional comprendería las siguientes conductas: 12
1. Rechazo. Implica actos verbales o no verbales de los padres que rechazan o degradan al niño. Entre estas se incluyen el desprecio, tratamiento hostil o rechazante, avergonzar y/o ridiculizar al niño por mostrar emociones normales, tales como afecto, dolor o tristeza, escoger siempre a un niño para criticarle y castigarle, humillación pública, etc. 2. Aterrorizar. Se refiere a situaciones en las que se amenaza al niño, con un castigo extremo o uno vago pero siniestro, con abandonarle o matarle, con el propósito de crear en él un miedo intenso. Incluye: Colocar al niño en circunstancias impredecibles, caóticas o peligrosas, amenazar, etc. 3. Aislamiento. Se refiere a negar permanentemente al niño las oportunidades para satisfacer sus necesidades de interactuar y comunicarse con otros niños o adultos, dentro o fuera del hogar. Incluye: confinamientos no razonables sobre su libertad, violencia domestica extrema y/o crónica, etc. Por su parte, el abandono emocional comprendería las siguientes conductas: 1) Ignorar. Se refiere a los actos de los padres que ignoran los intentos y necesidades del niño de interactuar, existiendo ausencia de afecto y amor y en la cuales no reflejan ninguna emoción en las interacciones con él. Incluye: Tener desapego y falta total de implicación respecto al niño, bien por incapacidad o por falta de motivación Interactuar sólo cuando es absolutamente necesario. Ausencia total de expresiones de afecto, cuidado y amor hacia el niño. 1) Rechazo de atención psicológica. Rechazo de los padres a iniciar un tratamiento de algún problema emocional o conductual severo del niño, existiendo acceso a un recurso de tratamiento que ha sido señalado como necesario por profesionales competentes. 2) Retraso en la atención psicológica. Los padres no proporcionan o buscan ayuda psicológica para resolver una alteración emocional o conductual del niño ante una
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circunstancia extrema en la que es evidente la necesidad de ayuda profesional (por ejemplo, depresión severa, intento de suicidio). En cualquiera de los tipos de conducta expuestos, la presencia de maltrato o abandono emocional sólo se señalará si se dan los siguientes dos requisitos de manera simultánea: Su presencia es claramente perceptible. Las conductas de daño emocional se sitúan en el extremo de mayor gravedad, es decir, las conductas son constantes y su intensidad elevada, han provocado o pueden provocar un daño severo en la situación emocional del niño, su desarrollo se encuentra seriamente comprometido, y el niño requiere tratamiento especializado inmediato. (Ignacia Arruabarrena; Joaquín De Paul, 1999, p.2) Abuso sexual: Se define como “cualquier clase de contacto sexual con una persona menor de 18 años por parte de un adulto desde una posición de poder o autoridad sobre el niño. Destaca que el niño puede ser utilizado para la realización de actos sexuales o como objeto de estimulación sexual” Según ellos se pueden ver reflejado de diferentes maneras como: 1. Incesto. Si el contacto físico sexual se realiza por parte de una persona de consanguinidad lineal o por un hermano, tío o sobrino. También se incluye el caso en que el adulto esté cubriendo de manera estable el papel de los padres. 2. Violación. Cuando la persona adulta es otra cualquiera no señalada en el apartado anterior. 3. Vejación sexual. Cuando el contacto sexual se realiza por el tocamiento intencionado de zonas erógenas del niño o por forzar, alentar o permitir que éste lo haga en las mismas zonas del adulto. 4. Abuso sexual sin contacto físico. Se incluirían los casos de seducción verbal explícita de un niño, la exposición de los órganos sexuales con el objeto de obtener gratificación o excitación sexual con ello, y la masturbación o realización
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intencionada del acto sexual en presencia del niño con el objeto de buscar gratificación sexual. Además de la existencia de contacto sexual, el abuso sexual se puede ver a través de otros criterios como la asimetría de edad entre el abusador y la víctima, la coerción, la presión o el engaño por parte del adulto y la asimetría de poder, la cual puede ser de edad, de madurez o simplemente física. Autores como María Inés Amato (2004) agregan a la explotación laboral como otro tipo de maltrato hacia los niños. Ella habla de explotación laboral o mendicidad y destaca que se habla de explotación laboral cuando un padre o tutor asigna al niño/a de manera obligatoria la realización de trabajos que exceden los límites de lo habitual o que deberían ser realizados por adultos y que interfieren en las actividades y necesidades sociales y/o escolares del niño. Además, agrega, que estas tareas tienen como objetivo el obtener beneficios económicos para los padres o la estructura familiar. Algunos de los indicadores que destaca son:
Realización de tareas excesivas para la edad del menor
Corrupción: conductas que impiden la normal integración del niño y refuerzan pautas de conductas antisociales o desviadas especialmente relacionadas con la sexualidad, la agresividad y las drogas.
El fenómeno resiliencia en el maltrato infantil De la misma manera que con el MI, trataremos de realizar una descripción exhaustiva del fenómeno de la resiliencia y su incidencia en el MI. Este mismo se ha ido modificando a lo largo del tiempo y ha ido adquiriendo diferentes definiciones, por ejemplo, la aportada por Rutler (1995) que la define como “un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que se construyen en el tiempo, a 15
partir de interacciones entre los atributos del niño y su ambiente familiar, social y cultural, para posibilitar una vida sana en un medio insano”. Por otro lado, infante (2000) la define como una “respuesta global de mecanismos de protección a muchos factores de riesgo o una situación específica, que le permiten al individuo salir fortalecido de la adversidad” dejando de lado, en este caso, los factores socioculturales, centrándose en mecanismos internos propios del niño/a. Por su parte Luthar, Cicchetti y Becker (2000) señalan que se trata de un proceso dinámico de “adaptación a un contexto de adversidad significativa” el cual debe cumplir con dos requisitos. El primero, que tal adversidad debe ser significativa y el segundo que debe haber un logro de adaptación positiva en el proceso de desarrollo. A partir de estos planteamientos en los cuales algunos niños/a, antes similares circunstancias adversas, pueden sobrellevarlas y no presentar trastornos y aquellos que si, se ha llevado a considerar la relación que existe entre los conceptos de riesgo y protección y vulnerabilidad y resiliencia (Morelato, 2009). Siguiendo este hilo, Cassol y De Antoni (2006) destacan que el riesgo implica “condiciones que, cuando están presentes facilitan la aparición de resultados negativos e indeseables para el desenvolvimiento humano” (Morelato 2009) generalmente estas condiciones son los responsables de acentuar los problemas que se ven reflejados en aéreas físicas, emocionales y sociales. Por otra parte, la vulnerabilidad es usada en referencia a predisposiciones individuales para el desenvolvimiento de la psicopatología (Morelato 2009). Entre los factores se encuentran el temperamento y la carga genética, los cuales contribuyen a la vulnerabilidad de los niños/as. Al hablar de resiliencia se debe hacer referencia a los llamados mecanismos protectores, es decir, a los factores que contribuyen a generar respuestas positivas y que hacen que los niños/as puedan protegerse del riesgo. Según Werner estos factores protectores se ven reflejados en 3 modelos, el llamado compensatorio donde los factores estresantes y los atributos individuales 16
se “combinan aditivamente en la protección de una consecuencia y el estrés severo podría ser contrarrestado por cualidades personales o por fuentes de apoyo”. (Morelato, 2009) En el segundo llamado modelo del desafío, el estrés es tratado como un potencial estimulador de competencia por lo tanto estos tendrían una relación reciproca. Por último, en el último modelo, el de inmunidad existe una relación condicionante donde los factores protectores que mitigan el impacto de los estresores generando adaptación. Teniendo en cuenta esto se entiende a la resiliencia como un proceso dinámico que depende de factores de riesgo y protectores tanto internos como externos. Factores internos resilientes en el maltrato infantil. Autores como Bolen (2005), destacan la importancia de las relaciones primarias, más específicamente la importancia del vínculo de apego, el cual se relaciona con funciones, por parte de los padres, de apoyo y calidez. Estas funciones tienen como resultado la creación modelos internos que brindan seguridad y confianza para la exploración del entorno y la generación de autoestima. En el caso de los niños maltratados el apego que se desarrolla es inseguro y desorganizado generando baja autoestima y desconfianza. Otro de los factores destacados por diferentes autores se basa en los aspectos cognitivos, donde se destacan la inteligencia y la madurez cognitiva. Estos actúan como “amortiguadores” y generadores de confianza, autoconcepto y una valoración positiva, los cuales conllevan a desarrollar e implementar mejores estrategias de afrontamiento. A las mencionadas se suman las llamadas habilidades cognitivas de solución de problemas que actúan de forma adaptativa, los niños maltratados con esta capacidad muestran mejor control de impulsos, utilizando el pensamiento como mediador, lo cual les permite codificar e interpretar mejor la situación, buscar posibles soluciones y seleccionar la respuesta adecuada (Morelato, 2009, p. 89). Otro factor protector es el llamado sí mismo, relacionado con la confianza, autoeficacia y la autoestima los cuales actúan como protectores antes patologías 17
como son la depresión o la ansiedad. Por último, se destacan los factores neurobiológicos, numerosos estudios han dado cuenta de los efectos nocivos que tiene el maltrato infantil sobre los niños/as ya que un número significativo de experiencias traumáticas podría tener un impacto negativo en la estructura del cerebro. Entre estos se destaca el nivel de la plasticidad cerebral, el cual es de importancia en la superación de situaciones de adversidad. Estos son algunos de los factores que se ponen en juego en la resiliencia y que hacen posible una adaptación positiva a ambientes hostiles y por los cuales los niños/as maltratados pueden sobreponerse a las situaciones adversas, no presentar trastornos y tener una vida plena. Consecuencia del maltrato infantil y función de la resiliencia. Como se ha destacado el maltrato infantil afecta múltiples áreas del niño/a maltratado, ya sea, física, psicológica o de comportamiento y en última instancia puede afectar al total de la sociedad en la que habitan. Como primera consecuencia se destacan las físicas, ya que posiblemente sean las más visibles. Estas se pueden categorizar en lesiones leves, como serian moretones o cortes, o en graves, ya sean fracturas, hemorragias o hasta incluso la muerte, además pueden tener efectos relativamente cortos en el tiempo a diferencia de las psicológicas las cuales se caracterizan por tener efectos duraderos y se ven reflejadas en, por ejemplo, una salud mental y emocional frágil, predisposición a la depresión, ansiedad, desórdenes alimenticios y hasta intentos de suicidio. También se ha demostrado la relación de estas con diferentes trastornos como trastornos de angustia, neurosis histéricas, trastornos de déficit de atención e hiperactividad, etc. En la adultez, los niños maltratados pueden mostrar dificultades con la cercanía física, la intimidad y la confianza. A su vez las consecuencias también afectan el plano cognitivo y social, ya que los niños maltratados pueden tener fallos académicos e incapacidad para entablar relaciones seguras y estables. Con respecto a las consecuencias en el comportamiento, el maltrato puede llevar a problemas tales como la delincuencia, embarazos adolescentes, fallos académicos, uso de drogas y, en la adultez, 18
repetición de los mismos abusos recibidos. Por todo esto la sociedad se ve afectada directa o indirectamente ya que se pierde el potencial a explotar de todos los niños y adultos que sufren o han sufrido algún tipo de maltrato. Ahora bien, que pasa con esos niños que, aun siendo víctimas de algún tipo de maltrato, han podido salir adelante, desempeñarse de manera óptima en la vida, tener relaciones estables, logros académicos, es decir, no sufrir las consecuencias del maltrato. Acá es donde se pone en juego el concepto de resiliencia, donde a partir de características tanto internas como externas el niño logra tener una vida plena y sin caer en las consecuencias nombradas. Se podría definir a la resiliencia como el proceso dinámico donde un sujeto puede sobreponerse a circunstancias adversas gracias a factores tanto internos como externos. Como ya vimos existen diferentes factores que influyen en este fenómeno, entre ellos se encuentran el tener un entorno comprensivo y contenedor, tener relaciones estables, la confianza, la autoestima, la madurez y la inteligencia, etc. Todas estas funcionan como amortiguadores o protectores ante las amenazas y consecuencias producidas por el maltrato infantil, produciendo así un desempeño optimo del niño/a que sufre o sufrió esta problemática. Como futuros profesionales de la salud mental, nuestro aporte se basa en tratar de potenciar las diferentes características individuales de los niños, el estimular las redes de apoyo en familiares, amigos y allegados, el poder trabajar con los sentimientos de vergüenza y culpa, que el niño pueda poner en palabras lo sucedido, que se le permita expresarse libremente, conduciendo así a una resignificacion de su propia historia con lo cual podrá sobrellevar esta problemática. Resiliente ¿se nace o se hace? Si bien en este proceso conviven factores genéticos, ambientales y culturales, el ser resilientes es una capacidad que puede aprenderse a lo largo de la vida atravesando y superando diferentes circunstancias. Esta no distingue de estrato ni posiciones sociales y puede ser aprendida por todos los seres humanos. Para ser resiliente hay que conocer el fracaso, haberlo experimentado y por supuesto, haber seguido adelante sin darse por vencido. La resiliencia no es la ausencia de 19
dolor, no se trata de evitar u aliviar la dificultad, este proceso requiere tiempo, tiene sus fases, gestionando los estados de estrés y sobrecargas emocionales para desarrollar conductas y pensamientos que nos permitan sobreponernos (Beatriz Palan, 2006). A su vez destaca las características de las personas resilientes. 1) Están convencidas que la vida tiene sentido 2) aceptan l realidad tal cual es 3) Poseen una gran capacidad para mejorar ¿Se puede medir la resiliencia? Debido a la heterogeneidad el concepto, sus múltiples acepciones y diferentes enfoques y mirada, existen numerosos instrumentos para medir la resiliencia, una de ellas es la Escala de resiliencia (Resilience Scale) de Walgnild (2009). Esta escala puede ser utilizada tanto en el ámbito clínico, con población normal de ambos sexos, niños, adolescentes y ancianos demostrando así su fiabilidad y consistencia. Esta permite medir el grado de resiliencia de cada individuo, considerado la como una característica de personalidad positiva que permite la adaptación a situaciones adversas. La misma consta de 25 ítems los cuales puntúan en una escala de tipo likert de 7 puntos donde, 1 es en desacuerdo y 7 es un máximo de acuerdo. Principalmente consta de dos factores:
Factor 1: Competencia personal la cual consta de 17 ítems que indican autoconfianza, independencia, decisión, invencibilidad, poderío, ingenio y perseverancia.
Factor 2: Aceptación de uno mismo y de la vida que consta de 8 ítems que reflejan la adaptabilidad, balance, flexibilidad y una perspectiva de vida estable que coincide con la aceptación por la vida y un sentimiento de paz a pesar de la adversidad.
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Wagnild (2009) considera que a mas puntaje obtenido, mas capacidad de resiliencia tiene la persona. Si bien este instrumento no es determinante, puede ser una herramienta valiosa a la hora de iniciar un tratamiento psicológico tanto con familias como con niños que hayan sufrido algún tipo de maltrato.
Capitulo 2
El maltrato infantil en Argentina Antes de plantear la problemática del MI en la Argentina propiamente dicha, se deben caracterizar las leyes, políticas e instituciones nacionales e internacionales de Estado que rigen este tipo de problemática. Primeramente, cabe destacar la “Convención internacional de los derechos del niño” donde se destacan los siguientes artículos que defienden al niño.
Articulo 1 Para los efectos de la presente convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo, que, en virtud de la ley sea aplicable haya alcanzado antes la mayoría de edad.
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Articulo 2 Los Estados partes respetaran los derechos enunciados en la presente Convención y aseguraran su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquiera otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales. Articulo 3 1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño...
Articulo 7 2. Los Estados Partes velaran por la aplicación de estos derechos de conformidad con su legislación nacional (en Argentina la ley 13298) y las obligaciones que hayan contraído en virtud de los instrumentos internacionales pertinentes en esta esfera, sobre todo cuando el niño resultara de otro modo apátrida.
Articulo 9 1. Los Estados Partes velaran porque el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de estos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separaciones necesarias en el interés superior del niño. Tal determinación puede ser necesaria en casos particulares, por 22
ejemplo, en los casos en que el niño sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres o cuando estos viven separados y debe adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia del niño. Articulo 12 Los Estados Partes garantizaran al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectaran al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño. Articulo 25 Los Estados Partes reconocen el derecho del niño que ha sido internado en un establecimiento por las autoridades competentes para los fines de atención, protección o tratamiento de su salud física o mental a un examen periódico del tratamiento a que está sometido y de todas las demás circunstancias propias de su internación. Articulo 32 1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño e cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. Con respecto al ámbito nacional, se destaca la ley 13928 de la “Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños” esta tiene similitudes con la mencionada anteriormente, por eso nos centraremos en la forma en que se trabaja el MI. En estos casos es el poder ejecutivo quien designará a la autoridad de aplicación del sistema de promoción y protección de los derechos del niño, quien tendrá que llevar a cabo políticas como:
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Diseñar e implementar los programas y servicios para la protección de los niños/as
Realizar estudios e investigaciones acerca de la niñez y la familia con la finalidad de obtener información útil
Diseñar y ejecutar sistemas de evaluación de los programas que se pongan en practica
Implementar un Registro Unificado de todos los destinatarios que sean atendidos por el Estado Provincial, los municipios y las organizaciones no gubernamentales en el territorio provincial. Es este el llamado REUNA (registro unificado de niñez y adolescencia) el cual contiene todas las acciones realizadas con cada niño y su familia, y servirá de base de datos para la planificación y seguimiento de las intervenciones que sean requeridas de cada instancia gubernamental y comunitaria.
Desarrollar tareas de capacitación y formación dirigidas a profesionales, técnicos y empleados del Estado provincial y municipios.
Fijar las pautas de funcionamiento de los organismos y/o instituciones.
Implementar programas de difusión y promoción de derechos. En el artículo 18 de dicha ley se destacan las funciones de los llamados servicios locales de protección de los derechos los cuales se encuentran en cada municipio. Según el artículo 19 estos servicios están compuestos por profesionales como psicólogos, abogados, trabajadores sociales y médicos y cumplirían con las siguientes funciones:
Atención 24hs
Ejecutar los programas, planes, servicios y toda otra acción que tienda a prevenir, asistir, proteger, y/o restablecer los derechos del niño. A su vez deben disponer tanto de programas de promoción como de protección. Entre los primeros se destacan los programas de identificación, de defensa de derechos, de formación y capacitación, programas recreativos y culturales y programas de becas y subsidios. Entre los programas de protección se deben realizar programas de asistencia técnico jurídica, programas de localización, de orientación y apoyo, programas socio 24
educativos para la ejecución de las sanciones no privativas de la libertad y programas de asistencia directa, cuidado y rehabilitación.
Recibir denuncias e intervenir de oficio ante el conocimiento de la posible existencia de violación o amenaza en el ejercicio de los derechos del niño.
Propiciar y ejecutar alternativas tendientes a evitar la separación del niño de su familia y/o guardadores y/o de quien tenga a su cargo su cuidado o atención.
Modos de proceder En el caso de que el niño/a vea vulnerados o amenazados sus derechos, quien realice la denuncia, ya sea policial o en el servicio local, se pide el resguardo o restablecimiento de sus derechos, aquí donde entran en juegos los servicios de promoción y protección local. Una vez que el servicio local toma conocimiento se realiza una citación al niño y familiares y/o responsables a una audiencia con el equipo técnico. En esta se pone en conocimiento sobre la problemática, los programas para solucionarlos y su posterior ejecución, con sus expectativas y consecuencia y los derechos que los niños gozan, sumado al correspondiente seguimiento. Cifras en Argentina Si bien no se hallan estadísticas actuales y oficiales en Argentina sobre esta problemática, se pueden destacar los siguientes estudios. Según un estudio realizado por UNICEF entre 2005 y 2006 se destaca que en la Argentina “solo 3 de cada 10 hogares puede celebrar una infancia sin violencia”. Además, destaca que el 63% de los hogares se utiliza la agresión verbal, en el 40% el castigo físico y en un 10%, castigos físicos severos. Cabe destacar que este estudio se elaboró en base a las últimas estadísticas disponibles bajo la metodología de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) 25
Cifra en la provincia de Buenos Aires Se tomo la provincia de Buenos Aires ya que suele ser la provincia más representativa, por lo cual se puede dar un panorama sobre la problemática en el país, ya que, como dijimos, no se hallan cifras oficiales. Las cifras que se encuentran son estimativas y parciales dado a la dificultad de la problemática y a las investigaciones. Por ejemplo algunas investigaciones realizadas en la provincia de Buenos Aires (con ayuda del REUNA) han arrojado resultados de que el mayor tipo de maltrato producido es el maltrato físico (43.8%), mientras que el abuso sexual y la negligencia se producían en un 20% respectivamente. Los motivos de intervención con menor frecuencia porcentual fueron la situación de abandono (9%) y el maltrato psicológico (7.1%). Además, en dicha investigación se pudieron determinar diferencias dependiendo de la edad y el sexo. Las diferencias porcentuales más marcadas se vieron en cuanto al abuso sexual donde son las niñas (26,6%) quienes más lo sufren contra un 10,3% de los niños. En cuanto a la negligencia y el maltrato físico son los niños quienes más lo sufren (24,7% y 47,3%) contra un 16,9% y un 41.3 % de las niñas. Además, los niños mostraron un percentil mal alto en la situación de abandono con un 11.8% contra un 7.3% de las mujeres. En cuanto al maltrato psicológico no se encontraron diferencias significativas. Los resultados en cuanto al promedio de edad los arrojaron que en cuanto al maltrato psicológico el promedio de edad es de 11.13%, en el caso del maltrato físico es de 10.18%, en el abuso sexual es de 10.76% y por último la negligencia es de 6.18%. Otros resultados obtenidos por la Oficina de Violencia Domestica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación arrojan los siguientes resultados:
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Proporcion de tipos de violencia denunciadas en la OVF,2015 Proporcion de tipos de violencia denunciadas en la OVF,2015
Violencia Psicologica
97%
Violencia Fisica
66%
Violencia Economica
Violencia Sexual
35%
9%
Grafico 1 1FUENTE: OFICINA DE VIOLENCIA DOMESTICA, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN.
También se realizaron investigaciones con respecto al género que arrojo los siguientes resultados
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Violencias ejercidas a NNyA, por genero Femenino 3300
Masculino
3267
1669
1522
110 Violencia Emocional
Violencia Fisica
83
Violencia Economica
226
46
Violencia Sexual
Grafico 1 2 FUENTE: UNICEF Y MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS DE LA NACION, 2015.
Destaca que la violencia psicológica parece estar en todos los casos por igual, mientras que la violencia física afecta de mayor manera a niños de entre 0 y 10 años, más a que a las niñas. A su vez entre los 11 y 18 son las niñas quienes duplican al género masculino en los casos de abusos sexual. Esto se ve en los siguientes gráficos.
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Violencias ejercidas a niños y niñas entre 0 y 10 años Femenino 2551
Masculino
2584
1026 765 46 Violencia Emocional
Violencia Fisica
53
Violencia Economica
103
33
Violencia Sexual
Grafico 1 3 FUENTE: UNICEF Y MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS DE LA NACION, 2015. .
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Violencias ejercidas a NNyA etre 11 y 18 años Femenino
Masculino
904 749
695
496
64 Violencia Emocional
Violencia Fisica
123 30
Violencia Economica
13 Violencia Sexual
Grafico 1 4 FUENTE: UNICEF Y MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS DE LA NACION.2015. Además, agrega que en el 89% de los casos la violencia fue ejercida por padres o padrastros, lo que confirma que la violencia se ejerce principalmente en el ámbito familiar.
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Agresores de NNyA, según relacion con la victima Pareja 2%
Padrastro 13%
Madre 9%
Padre 76%
Grafico 1 5 FUENTE: UNICEF Y MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS DE LA NACION.2015.
De la teoría a la práctica. ¿Qué pasa con las políticas de Estado en esta problemática? Si bien argentina adapto, como ya vimos, su legislación a la Convención de los Derechos del Niño y promulgo leyes para la protección integral de los niños, la implementación hoy en día es aún dispar. La falta de comunicación, inversión e información hace que haga muy difícil la tarea en este tipo de problemáticas. A esto se le suman las pautas culturales en Argentina ya que, según una encuesta de Unicef, el 96,3% de los padres piensan que el castigo físico y otros tipos de castigos son buenos para la crianza de los niños y agrega que el 40,5 % utiliza o ha utilizado estas prácticas, marcando así una tensión entre la creencia y la práctica. Esto da cuenta de unos de los primeros pilares a eliminar: la naturalización de las prácticas violentas como forma de crianza. Según expertos para eliminar este tipo de creencias se debe trabajar en la educación, tratar de 31
fortalecer el dialogo para la resolución de conflictos, establecer límites claros para que el niño sepa que hacer, tener hábitos saludables y una rutina que permita anticipar lo que ocurrirá, aceptar el niño/a tal cual es, el evitar responder a estereotipos, etc. Para el psiquiatra Luis Ramírez (2017), para evitar el maltrato infantil, es fundamental la estructura familiar y que las relaciones entre los miembros de la familia vuelvan a ser armónicas y desempeñen unos roles. Destaca que hay que “educar una sociedad incluyente, que acepte que existen fórmulas de negociación y estilos de reacción con cada tipo de personas. Los niños necesitan ser observados, escuchados, atendidos, cuidados y sobre todo amados”. A lo que agrega que la violencia y el maltrato son prácticas habituales y transgeneracionales y más que castigarlas, hay que proceder a educarnos en las relaciones con los seres humanos.
Pobreza y maltrato Si bien pobreza y maltrato en el imaginario social pueden ser concebidos como sinónimos, el maltrato no es exclusivo de una clase social. El problema del maltrato no depende de una posición socioeconómica sino que está ligado a los vinculo familiares disfuncionales, entre otras problemáticas .También se destaca que parte de esa fantasía de que el maltrato solo se da en la pobreza se debe a que, en Argentina, la mayoría de los casos son detectados en hospitales públicos, los cuales generalmente, están destinados a gente de escasos recursos. Si bien no existe correlación entre los diferentes tipos de maltratos y las clases sociales si lo hay con distintos factores desencadenantes como el alcoholismo, la falta de educación, las adicciones diferentes trastornos de personalidad, etc., las cuales están erróneamente relacionadas con la pobreza o con personas de bajos recursos dejando en claro que el maltrato se produce de la misma manera en las distintas clases sociales. Este problema se da en parte por las problemáticas ya
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plantadas y por, en gran parte, la naturalización del castigo como pauta eficiente de crianza.
Capitulo 3
Aportes de marcos teóricos El psicoanálisis en el MI Dentro de los marcos conceptuales en Argentina es el psicoanálisis quien más ha aportado a descripción y tratamiento del MI. Como principio si bien nos hemos centramos solo en el niño y las consecuencias del MI en este, la familia juega un papel fundamental. Según la psicoanalista Beatriz Janin (2008) las familias violentas tienen ciertas características particulares, suelen ser familias muy cerradas en las donde no hay un intercambio fluido entre sí ni con el resto del mundo. En este tipo de familias cada uno está “por su lado”, aislado del resto, no hay espacios individuales y tampoco se compartidos. Además, destaca que los hijos suelen ser tomados como objetos. Para ellos todo es indiferenciado y el contacto es a través del golpe o a través de funcionamientos muy primarios, como la respiración, la alimentación o el sueño. Es así que cuando la familia logra tener más vínculos y abrirse al mundo la violencia disminuye. Como dijimos, a veces los padres se creen propietarios de sus hijos como si fueran objetos literalmente, su cuerpo y hasta a veces sus pensamientos son vividos como algo propio que pueden manipular a su antojo. Janin (2008) destaca que a veces al tener un hijo, el deseo es el de tener un muñeco, no un bebe que llora, grita, se despierta, come, etc. En otras ocasiones se pone al niño en el lugar
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de “salvador” de la familia. Siguiendo este hilo destaca que hay ciertas situaciones que suelen desencadenar el maltrato: 1) El llanto del bebe, ya que hace revivir la enermidad, el desamparo absoluto, este llanto puede ser insoportable y se intenta acallar de cualquier forma. Es decir, el adulto que no soporta su propio desvalimiento puede entrar en estado de desesperación e intentar expulsar lo intolerable golpeando al niño, tratando de silenciarlo. 2) El comienzo de la deambulacion ya que el niño se siente como algo propio, el comienzo de la separación puede ser vivida como catastrófica generando reacciones violentas por parte del adulto. 3) El control de esfínteres: la dificultad en el control de esfínteres puede ser vividas como ataques a la omnipotencia parental, el pensar “me lo hace a mí”. 4) La entrada a la escuela, la salida al mundo. Que el niño falle puede ser vivida como catastrófico. Cuando los padres se ubican como diferente al niño, puede querer matarlo, como si fuera un pedazo de ellos que no les gusta. Resumiendo, cuando se maltrata a un niño se maltrata a lo insoportable de sí mismos, a aquello que quisieran destruir en sí mismos y retorna desde el otro: es lo propio insoportable que regresa desde el afuera lo que se quiere destruir, aniquilar, silenciar.
Sumado a esto Janin se pregunta ¿Qué es lo que hace que los adultos ejerzan violencia sobre los niños? Destaca que, si bien hay una cuestión de transmisión generacional, se da un entramado particular en este tipo de casos, que son vínculos “entancados” y quietos donde se es difícil direferenciarse del otro. A su vez habla de 2 diferentes tipos de violencias: las estructurales y las desesctructurantes, en la primera habla de violencia primaria, identificatoria y
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violencia de castración,las cuales son necesarias e inevitables para construir el mundo significante del niño, la estructuración del yo y todo su aparato psíquico. Dentro de las desesctructurantes, las cuales trabajan al servicio de la pulsión de muerte, ya que tienden a romper conexiones no a ligarlas o posibilitarlas. Estas producen un avasallamiento de las posibilidades, producen dolor y deja al niño a merced de sus posibilidades. La diferencia entre estas es cualitativa ya que, en palabras de Janin “si alguien pega desaforadamente, no es solo que pega más que aquel que da una cachetada, sino que el que pega brutalmente pega desde y hacia otro lugar. Pega desde el dominio o el desborde y a alguien que no considera un humano igual. Es la diferencia entre pegar una palmada suponiendo una medida educativa y descargar la agresividad o la desesperación sobre el otro” (Janin, 2008, p17). Es una violencia deshumanizante, que arrasa con la subjetividad del otro. A partir de esto destaca las posibles consecuencias que, desde el psicoanálisis, deja el maltrato infantil en los niños y las divide en 8categorías.
Anulación de la conciencia en cuanto al registro de cualidades y sensaciones: destaca que cuando el maltrato se da desde los primeros momentos de la vida, se pierde la capacidad de percibir y diferenciar sensaciones, todo se percibe de la misma manera. Estos chicos suelen buscar situaciones de peligro para “sentirse vivos”
Tendencia a la desinscripcion, a la desinvestidura, a la desconexión: destaca que tienden a “excorporar” o a expulsar toda investidura, lo que conlleva a un vacío.
Confusión identificatoria: el niño se pierde, queda en una nebulosa, no sabe quién es, muchas veces logra salir de esta ubicando un enemigo externo o simplemente identificándose con lo que los demás dicen que es, por ejemplo, bueno, malo, tonto, etc.
Repliegue narcisista: destaca que son niños que permanecen como animales” en sus cuevas.
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Repetición de la vivencia en su forma pasiva o activa: la repetición de la vivencia se torna ineludible. Se puede dar de dos maneras. La primera haciendo activo lo pasivo (identificación con el agresor) o buscando que alguien se haga cargo de que la repetición textual se dé (busca un agresor).
Déficit de atención: se produce a partir de la ausencia de estimulación o por exceso permanente de esta, no se constituye la investidura de atención en relación al mundo.
En relación con la motricidad suelen tener una actividad de descarga, desorganizada.
Ligazón del dolor con el erotismo: la co-exitacion libidinal que lleva al goce masoquista.
Mecanismos de defensa Dentro de la corriente psicoanalista se destacan diferentes mecanismos de defensa que se utiliza para protegerse de los otros y como una forma de tramitar la angustia. En el caso de los niños a maltratados los más utilizados son la disociación y la negación como forma de poder soportar aquello que les sucede y no entienden. Otra característica que tienen estos niños es que asumen roles de adultos, lo que les imposibilita la comprensión de roles y las obligaciones de cada uno de sus familias desconociendo sus necesidades infantiles y predominando generalmente en el cuidado de sí mismos y de sus hermanos. Otro de los mecanismos utilizados es el extrañamiento donde el niño es capaz de sentirse en otro lugar, actúa como un mecanismo de adaptación a la situación traumática cabe destacar el sentimiento de cual que invade a estos niños ya que piensan que, en algún puto, han hecho algo para provocar este maltrato.
Experiencia del Hospital Pedro Elizalde
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Según datos publicados por la unidad de prevención y tratamiento de la violencia familiar, se considera que el maltrato infantil es consecuencia de disfunciones familiares, algunas asumiendo un rol activo y otros actuando como encubridores o cómplices. Generalmente suelen tener antecedentes de haber sufrido abusos, desconocen las pautas evolutivas y las necesidades emocionales de los niños exigiendo conductas a las que el niño no puede o no sabe responder. El resultado de sobrexigencia es la sobreadaptacion del niño, que aprende las respuestas que los adultos esperan del él ya que tiene noción de que de ello depende su supervivencia física y que, además, necesita afectivamente de esos padres exigentes. De todas maneras, hay niños que no logran esta adaptación provocando el enojo y posterior castigo por parte de los adultos. Estos padres suelen provocar la “inversión de roles”, depositan en los niños la función de cuidar su desempeño como padres, es decir, que si el niño responde adecuadamente a lo que ellos quieren son buenos padres, cuando esto no sucede por incapacidad o inmadurez, proceden al castigo.Individualmente no son capaces de controlar sus impulsos, son pasivos frente a circunstancias de la vida, aislados socialmente, con baja autoestima, y con desconocimiento o negación de su propia necesidad de dependencia. No se observa en ellos una enfermedad psiquiátrica.
Prevención del maltrato infantil La prevención del maltrato consta de 3 etapas. La primera es la llamada prevención primaria cuyo objetivo principal es impedir la aparición del maltrato. Para esto debe actuar sobre los factores de riesgo y, a su vez, desarrollar factores protectores como mecanismos de defensa individuales, familiares y sociales que contribuyan a tener una mayor tolerancia a la frustración, conocimiento sobre las necesidades reales del niño y su educación, etc. La prevención secundaria se encarga de detectar las situaciones de maltrato de forma temprana. Para esto se debe detectar la sintomatología y adoptar las medidas médicas y terapéuticas, necesarias en este último, las medidas a tomar abarcan tanto al niño como a los 37
padres y se trabaja con el sentimiento de culpa, el miedo de los padres, las pautas de crianza, etc. En el caso de la prevención terciaria el objetivo es evitar las consecuencias que el niño pueda tener en su desarrollo. Se debe intervenir para que, en los casos que sea posible, estimular la relación del niño con la familia para poder recuperar el medio familiar y hacer posible la convivencia. A su vez hay que intervenir sobre las lesiones físicas y emocionales.
Tratamiento del maltrato infantil Dependiendo del marco teórico que se utilice, en estos casos se requiere de un abordaje interdisciplinar trabajando no solo con la victima sino también con su agresor. Diferentes autores destacan que la terapia está centrada en modificar los patrones conductuales de los padres eliminando las conductas punitivas o coactivas para poder sustituirlas por métodos o patrones más efectivos. Cabe destacar que en los casos donde la psicodinamica familiar está muy alterada, no es recomendable que el niño vuelva, en primera instancia, a ese hogar por el riesgo que este puede proporcionar al niño. En los casos en que este vínculo no esté deteriorado se recomienda preservar el mismo estimulando y dando apoyo a esa familia, promover el contacto físico, mejorar el apego afectivo y orientar a los padres hacia las correctas pautas de desarrollo, buscando así un cambio. La combinación este tipo de terapia sumado a la individual conlleva a la auto aceptación y así a la búsqueda de un cambio significativo. Es acá donde como futuros psicólogos, podemos trabajar los mecanismos protectores y fortalezas tanto del niño maltratado como de la familia para, entre otras cosas, contener al niño, trabajar con el sentimiento de culpa, la comunicación, las pautas de crianza, podemos brindar información necesaria, trabajar en el fortalecimiento de los vínculos, etc.
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Conclusión Se puede decir que el fenómeno del maltrato infantil es un fenómeno que se ha dado a lo largo de toda la historia y que es de impacto mundial que afecta de manera negativa toda la vida y el desarrollo de los que lo sufren, de allí la importancia de detectar y abordar de temprana para poder mitigar sus efectos. En Argentina este es un fenómeno frecuente ya que, aunque no haya estadísticas actuales oficiales a nivel país, lo cual es preocupante, se puede inferir que afecta gran parte de la población gracias a diferentes estadísticas arrojadas por sectores/provincias. Entre las causas por las cuales no se encuentran estadísticas a nivel país es por la dificultad de su detección y su vez facilidad para confundir con accidentes y por último la invisibilizacion y naturalización de ciertas prácticas de crianza culturales que son toleradas. Si bien aquí nos acotamos al abordaje meramente psicológico, se debe destacar que el abordaje que es realiza se hace de manera interdisciplinar donde intervienen otras disciplinas. Cabe destacar la importancia de la temprana detección y el posterior abordaje haciendo hincapié en todos factores tanto internos como externos que hacen posible que el niño tenga un desarrollo óptimo de acuerdo a su edad. Es de vital importancia tener en cuenta estos factores resilientes para poder trabajar sobre ellos y reforzarlos para dar solución a esta problemática y que los niño/as no sufran las consecuencias negativas de estos abusos. Con este trabajo se buscó poder caracterizar y hacer visible esta problemática, junto con una mirada optimista del problema, buscando alternativas creativas, donde se pueda trabajar tanto en prevención como en el problema propiamente dicho centrándonos, como futuros profesionales de la salud mental, en las fortalezas de las personas, en la empatía, el poder ponerse en lugar del otro, en su capacidad innata de sobreponerse a las adversidades y salir fortalecidos, en la comunicación, en los valores de la familia, para tratar concientizar y aportar información para la erradicación de esta problema, que nos afecta a todos como sociedad.
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“Maltrato Infantil: Problemática que no discrimina”
25 de mayo de 2017
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