ANÁLISIS DE LA INFLUENCIA DE LA RELACIÓN PADRES E HIJOS EN LAS ACTITUDES COMPORTAMENTALES DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES DEL MUNICIPIO DE OCAÑA, NORTE DE SANTANDER.
DEXI MONTENEGRO LUCENITH VEGA COD 1094577843 ANDREINA ORTIZ COD. 1094575777 ANDREA KATERINE ORTIZ COD. 1094576867 GERALDIN NAVARRO. 98042157015
Grupo: 150001_102
Tutor: ALEJANDRO SOLO NIETO
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA FUNDAMENTOS Y GENERALIDADES DE LA INVESTIGACIÓN PSICOLOGÍA OCAÑA 2016
RESUMEN
En el proceso de crianza de los hijos los padres enfrentan múltiples retos desde el mismo momento de la concepción, cuando nace y a través de su desarrollo desde enseñarle a dar sus primeros pasos, a decir sus primeras palabras, aprender a usar la vasenilla y posteriormente el sanitario, a bañarse solo, a comer solo, a jugar con otros niños, apoyarle con sus quehaceres escolares, cuidarles las enfermedades y así sucesivamente; esto hace que los padres se vean en el día a día expuestos a muchas situaciones que demandan información, creatividad, asertividad, entre otras habilidades para tomar decisiones y actuar de manera adecuada.
Uno de los retos importantes de la niñez y la adolescencia es el moldeamiento de la conducta, este es un proceso que implica esculpir desde los detalles más sencillos hasta los rasgos más esenciales para darle la forma ideal a esa “obra de arte”. En especial el moldeamiento de la conducta de los adolescentes, quienes se encuentran en una etapa donde emerge un proceso de búsqueda de identidad, presentándose cambios, donde pueden existir factores protectores, como también, factores de riesgo que están relacionados con distintas variables, siendo una de ellas, el ambiente familiar, que influye en su totalidad para su desarrollo. Si estos factores de riesgo no son controlados, traerá como consecuencia, una confrontación con lo establecido (autoridad, normas, creencias, valores, etc.), ya que los adolescentes presentan intolerancia a la frustración, percibiendo las prohibiciones o las privaciones impuestas por sus padres como agresiones e injusticias; este conjunto de características, propician alteraciones de comportamiento o conductas problemáticas que involucra principalmente costos sociales, económicos y emocionales, afectando el desarrollo del individuo y de la sociedad misma, por ello la importancia que desde las primeras etapas de la vida se inculquen hábitos adecuados de crianza y que exista transferencia efectiva de normas prosociales, que ayuden a la buena convivencia y al bienestar familiar y por ende social.
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
Es importante reconocer que la influencia de las relaciones entre padres e hijos en las actitudes comportamentales de los niños y adolescentes, es el fruto de la interacción de éstos desde el mismo momento de la concepción. Dichos niveles de influencia, pueden ser negativos y/o positivos. En la actualidad, la tecnología influye en gran manera en las percepciones, conocimientos, cultura y moldeamiento del niño, niña o adolescente. Un ejemplo de ello es que en muchos hogares se posesiona al infante frente al televisor para “entretenerlo” y así el adulto pueda cumplir con otras tareas, descuidando el balance entre lo que debe y no debe ver el menor, dependiendo de su edad.
La falta de comunicación en el hogar a medida que el niño crece es uno de los desencadenantes de este consumo excesivo de televisión que lo llevan a la copia de los múltiples modelos vistos en ella; a lo anterior se deben sumar los demás medios de comunicación que se van incorporando a medida que el infante tenga la capacidad de utilizarlos.
En la actualidad se observa que la adolescencia está relacionada con problemas de cultura y debilitamiento del rol de la familia en la sociedad, se puede observar como existe un debilitamiento constante de la autoridad de los padres; aun siendo menores de edad estos jóvenes conforman pandillas y grupos sociales en los cuales prima una cultura antivalores, convirtiéndose así en un malestar para la comunidad ya que generan miedo, desagrado, entre otros, ahora bien, la pregunta que surge ante esta problemática es “cuál es la influencia de los padres en el actuar comportamental de los adolescentes actuales”
MARCO REFERENCIAL
MARCO TEÓRICO
Los adolescentes no solo se enfrentan a los cambios biológicos y hormonales, sino que también se enfrentan a una serie de aspectos sociales y económicos, estableciendo su rol fundamental dentro de la sociedad, por lo tanto la construcción de una identidad propia se convierte en un factor fundamental para el establecimiento de su proyecto de vida.
La adolescencia, como periodo del desarrollo del ser humano abarca por lo general el periodo comprendido de los 11 a 20 años, en el cual él sujeto alcanza la madurez biológica y sexual; buscando alcanzar la madurez emocional y social (Papalia et. al., 2001); a su vez la persona asume responsabilidades en la sociedad y conductas propias del grupo que le rodea (Aberastury y Knobel, 1997), por lo anterior, cuando se habla del concepto, se refiere a un proceso de adaptación más complejo que el simple nivel biológico, e incluye niveles de tipo cognitivo, conductual, social y cultural (Schock, 1946). Este periodo, es reconocido en casi todas las culturas a nivel mundial y según Coon (1998).
Como tema de investigación toma importancia a finales del siglo XIX, partiendo de los trabajos de Platón y Aristóteles, quienes plasmaron su interés en lo modificable del comportamiento (Derflinger, 1991). Varios autores como Freud (1917), Gessell (1958) y Bios (1980) otorgaron importancia a los cambios psicológicos presentados en este periodo, así como a las transformaciones de la personalidad fundamentada a partir de los eventos ocurridos en la infancia. En relación con la conflictividad familiar, es necesario destacar que la mayor parte de los estudios realizados indican que aunque en la adolescencia temprana suelen aparecer algunas turbulencias en las relaciones entre padres e hijos, en la mayoría de familias estas relaciones siguen siendo afectuosas y estrechas.
MARCO CONCEPTUAL
La familia.
Es innegable la importancia que tiene la familia para la supervivencia del individuo y el moldeamiento de su personalidad. Esta ha demostrado su gran adaptabilidad para adecuarse a las continuas transformaciones sociales; con todas sus limitaciones, la familia desempeña -y lo seguirá haciendo- un rol fundamental para la supervivencia y el desarrollo de la especie humana (Dughi, Macher, Mendoza y Nuñez, 1995: 27).
La familia es una entidad universal y tal vez el concepto más básico de la vida social; sin embargo, las familias se manifiestan de muy diversas maneras y con distintas funciones. El concepto del papel de la familia varía según las sociedades y las culturas. No existe una imagen única ni puede existir una definición universalmente aplicable, es así que en lugar de referirnos a una familia, parece más adecuado hablar de "familias", ya que sus formas varían de una región a otra y a través de los tiempos, con arreglo a los cambios sociales, políticos y económicos (ONU, 1994)
Bajo este marco tenemos que la familia "Es una entidad basada en la unión biológica de una pareja que se consuma con los hijos y que constituye un grupo primario en el que cada miembro tiene funciones claramente definidas. No podemos ignorar que la familia está inmersa en la sociedad de la que recibe de continuo múltiples, rápidas e inexcusables influencias; de lo que resulta que cada sociedad tiene su tipo de familia de acuerdo con sus patrones e intereses culturales" (Escardo, 1964).
Asimismo, (Sloninsky, 1962) se refiere a la familia diciendo: "Es un organismo que tiene su unidad funcional; toda familia como tal, está en relación de parentesco, de vecindad y de sociabilidad, creando entre ellas influencias e interacciones mutuas. La estructura interna de la familia determina la formación y grado de madurez de sus miembros".
"La familia es una unidad de convivencia en la que se ponen los recursos en común,
entre cuyos miembros hay una relación de filiación o matrimonio, ya no es un esquema necesariamente padre - madre - hijos". Ahora existen otras formas de familias; los divorciados/as con hijos, las mujeres con hijos que no se casan, las mujeres que voluntariamente no tienen hijos o aquellas quienes deseando no pueden tenerlos; los hombres o mujeres solos/as que adoptan hijos, etc." (Alberdi, 1964; en Peña y Padilla, 1997: 8).
Por otro lado, Lafosse (1996) define la familia como "un grupo de personas unidas por los lazos del matrimonio, la sangre o la adopción; constituyendo una sola unidad doméstica; interactuando y comunicándose entre ellas en sus funciones sociales respectivas de marido y mujer, madre y padre, hijo e hija y hermana, creando y manteniendo una cultura común".
El clima social familiar.
El clima social que es un concepto y cuya operacionalización resulta difícil de universalizar, pretende describir las características psicosociales e institucionales de un determinado grupo asentado sobre un ambiente. En cuanto al Clima Social Familiar, son tres las dimensiones o atributos afectivos que hay que tener en cuenta para evaluarlo.
Una dimensión de relaciones, una dimensión de desarrollo personal y una dimensión de estabilidad y cambio de sistemas, las cuales se dividen a su vez en sub-escalas. Para estudiar estas dimensiones Moos (1974) ha elaborado diversas escalas de Clima Social aplicables a diferentes tipos de ambiente como es el caso de la escala de Clima Social en la Familia
(FES).
En el Clima Familiar se dan interrelaciones entre los miembros de la familia donde se dan aspectos de comunicación, interacción, etc. El desarrollo personal puede ser fomentado por la vida en común, así como la organización y el grado de control que se ejercen unos miembros sobre otros.
Tipos de familia
Las Naciones Unidas (1994), define los siguientes tipos de familias, que es conveniente considerar debido al carácter universal y orientador del organismo mundial.
1.
Familia nuclear, integrada por padres e hijos.
2.
Familias uniparentales o monoparentales, se forman tras el fallecimiento de
uno de los cónyuges, el divorcio, la separación, el abandono o la decisión de no vivir juntos. 3.
Familias polígamas, en las que un hombre vive con varias mujeres, o con
menos frecuencia, una mujer se casa con varios hombres. 4.
Familias compuestas, que habitualmente incluye tres generaciones; abuelos,
padres e hijos que viven juntos. 5.
Familias extensas, además de tres generaciones, otros parientes tales como,
tíos, tías, primos o sobrinos viven en el mismo hogar. 6.
Familia reorganizada, que vienen de otros matrimonios o cohabitación de
personas que tuvieron hijos con otras parejas. 7.
Familias migrantes, compuestas por miembros que proceden de otros
contextos sociales, generalmente, del campo hacia la ciudad. 8.
Familias apartadas, aquellas en las que existe aislamiento y distancia
emocional entre sus miembros. 9.
Familias enredadas, son familias de padres predominantemente autoritarios.
Funciones de la familia
Cada persona tiene necesidades que debe satisfacer y que son muy importantes para su calidad de vida. La familia es el primer lugar en donde el niño aprende a satisfacer esas necesidades que, en el futuro, le servirán de apoyo para integrarse a un medio y a su comunidad. Una de las funciones más importantes de la familia es, en este sentido, satisfacer las necesidades de sus miembros. Además de esta función, la familia cumple otras funciones, entre las que podemos destacar:
1.
La función biológica, que se cumple cuando una familia da alimento, calor y
subsistencia. 2.
La función económica, la cual se cumple cuando una familia entrega la
posibilidad de tener vestuario, educación y salud. 3.
La función educativa, que tiene que ver con la transmisión de hábitos y
conductas que permiten que la persona se eduque en las normas básicas de convivencia y así pueda, posteriormente, ingresar a la sociedad. 4.
La función psicológica, que ayuda a las personas a desarrollar sus afectos, su
propia imagen y su manera de ser. 5.
La función afectiva, que hace que las personas se sientan queridas,
apreciadas, apoyadas, protegidas y seguras. 6.
La función social, que prepara a las personas para relacionarse, convivir,
enfrentar situaciones distintas, ayudarse unos con otros, competir, negociar y aprender a relacionarse con el poder. 7.
La función ética y moral, que transmite los valores necesarios para vivir y
desarrollarse en armonía con los demás. Todas las personas, especialmente los niños, necesitan que la familia a la que pertenecen cumpla estas funciones. Es tarea de cada miembro de la familia hacer todo lo posible para lograr esto. (Romero, Sarquis y Zegers, 1997).
Influencia de la familia en el desarrollo de la personalidad.
La familia, como lugar de aprendizaje, de pertenencia, de amor y de seguridad, nos ofrece las mayores oportunidades para desarrollar nuestras capacidades personales. La familia es, por lo tanto, un lugar de crecimiento que nos permite explorar el mundo desde que somos pequeños, para luego ser capaces de actuar en él.
Cuando un niño vive situaciones que le provocan rabia, miedo o tristeza, la familia puede ayudar a que esas vivencias difíciles se integren en su proceso de desarrollo y se fortalezca su personalidad. En estas ocasiones, los niños necesitan más que nunca ser tomados en serio y sentirse acogidos por la familia.
Así, la familia juega un papel fundamental en el crecimiento de los hijos. En este largo proceso los padres dan y también reciben. Ellos dan seguridad interior a sus hijos al entregarles calor afectivo y la sensación de que son útiles y valiosos, pero también son recompensados cuando sienten la satisfacción de verlos jugar, crecer, y aprender todos los días algo nuevo.
Los niños, durante su normal proceso de crecimiento, deben enfrentar problemas que pueden darse en el área de la educación, de la diferenciación e independencia del resto de los miembros de la familia, de la presión del grupo social, del desarrollo de su identidad sexual, etc., todos ellos influirán de una u otra manera en la consolidación de sus rasgos de personalidad.
Hay problemas que se dan durante el crecimiento del adolescente que pueden ser más graves y que han aumentado en el último tiempo. Nos referimos a la adicción a las drogas y alcohol. Se trata de problemas serios que serán rechazados si el adolescente ha logrado establecer una relación cercana a su familia, en un clima de confianza y amor entre padres e hijos.
Algunas veces, las malas relaciones en el hogar determinan en los niños una historia de hostilidad que los impulsa a hacer exactamente lo contrario de lo que los padres esperan de ellos y realizan comportamientos de autoagresión y autodestrucción para así hacer sentir a su familia culpables por el fracaso de sus propias acciones (Romero, Sarquis y Zegers, 1997: 9).
El ambiente familiar nocivo.
La familia puede volverse nociva cuando sin saberlo, involuntariamente, sin darse cuenta de que así puede convertirse en un medio patógeno, no cumple con su rol, cuando las relaciones entre los individuos que la componen son inadecuadas; cuando no se brinda afecto,
o se le brinda mal, cuando la falta de cultura y de inteligencia, o la pobreza, no permiten que el niño y posterior adolescente se adapte; cuando los problemas psicológicos, el alcoholismo, la inadaptación social del padre, de la madre o de los hermanos son para el niño fuente de profundas perturbaciones (Dot, 1988: 117).
Si la familia se ha formado disarmonicamente, con frecuencia se resquebraja y aparentemente se desintegra. Cada uno o algunos de sus miembros creen en tal situación, que ya no hay nexo e interés común familiar, y entonces la dinámica se vuelve tóxica y venenosa, volcando todo el resentimiento por los agravios recibidos, por el cariño no satisfecho o las atenciones no correspondidas. En el sentir de cada uno de los miembros gravita fuertemente el celo, por la dedicación de los demás a adaptarse a la nueva dinámica familiar o a otras relaciones.
En éste estado, las posibilidades de concentrarse en los estudios o de pensar en desarrollo o proyección de futuro para el joven o alguno de los miembros, son mínimas, ya que la energía vital se encuentra concentrada en un permanente estado de defensa, lo que imposibilita al individuo y lo sume en la apatía y la inacción. Algunas situaciones familiares son claramente desfavorables y riesgosas para la socialización de los niños y adolescentes; la violencia doméstica, la falta de recursos materiales para asegurar el sustento cotidiano, la ausencia de lazos estables y solidarios con los otros, el aislamiento social, el autoritarismo patriarcal tradicional, la ausencia de la ley.
La dinámica familiar.
Generalmente se conoce que los niños se desarrollan bien cuando se crían en el seno de una familia sana o saludable. Una familia va a ser saludable en la medida en que funcione como un sistema abierto, con reglas y roles apropiados a cada situación, donde sus integrantes se comuniquen, tolerando las diferencias individuales, lo que favorece la cohesión y promueve el crecimiento de sus miembros. (Olson, 1983; en Huerta, 1999: 47).
Con respecto a esto tenemos que: entre los muchos factores ambientales que existen básicamente, citaremos a tres que emanan de la intrincada dinámica familiar. En primer término nos referimos a las relaciones interpersonales favorables entre los miembros de la familia, que impulsarán al niño a desarrollar sus tendencias psicológicas al exterior y ha orientarse hacia las demás personas. En segundo lugar, los estados emocionales de la familia son fundamentales a la hora de comprender el desarrollo psíquico del niño y el equilibrio de su personalidad. Como es sabido, el rechazo o la separación de los padres conducen indefectiblemente a importantes trastornos de la personalidad del individuo, a traumatismos psíquicos que han de dejar en su personalidad una huella perenne e imperecedera; por el contrario, la satisfacción emocional contribuye al equilibrio de la personalidad del niño y al mismo tiempo fomenta su desarrollo psicofísico. En tercer término, los métodos de crianza de los hijos, la pedagogía de los padres, etc. Son instrumentos que inciden directamente en el psiquismo del hijo (Guerra, 1993).
La familia entonces tiene como eje la socialización de las nuevas generaciones. En este plano, es el agente transmisor de oportunidades y expectativas de vida. La transmisión de normas, valores e identidades comienza y toma forma en el ámbito de las relaciones familiares, con sus tensiones, mensajes contradictorios y controles. La familia es también el ámbito del cuidado y el afecto. Las experiencias vividas en el ámbito familiar se combinan con las de otras instituciones y relaciones sociales desde la escuela hasta la calle, desde los amigos hasta la autoridad policial en el proceso de formación del sujeto, de manera complementaria o contradictoria. Además de las diferencias que derivan de la clase social y el nivel económico, las familias tienen capacidades diferenciadas de proveer una socialización que permita al sujeto una vida plena y con ello, una preparación para la democracia intrafamiliar y social. (ONU, 1994: 50).1
Calidad de la educación.
Para que una Educación se considere de calidad debe satisfacer necesidades fundamentales como protección, afecto, conocimiento, participación, subsistencia, creación, ocio, identidad y libertad, lo cual se materializa en ideas, valores actitudes, conocimientos, habilidades, destreza, hábitos, formas de pensar, actuar, estar y tener, que corresponden al desarrollo de las potencialidades humanas posibilitando al hombre satisfacer sus carencias.
La calidad de la Educación, tal como la concibió el sistema de Evaluación de la Calidad en 1992, "depende de posibilidad de generar un proceso comunicativo mediando por la cultura a través de la escuela, organizando en función del desarrollo integral de cada alumno y de la elaboración de saberes con miras a posibilitar la conquista de su autonomía y con ello la vinculación activa a la transformación de su medio" , en general es indispensable para el desarrollo y progreso de un país, ya que para la exploración de sus riquezas es prioritaria la capacidad humana, su empuje e interés por transformar su mundo. La formación integral del individuo es importante desde los primeros años "Los padres de familia son los primeros educadores de los niños y de los jóvenes", de ahí la transcendencia que tiene el buen desempeño de los padres en su función formadora y su colaboración con la escuela en esta misión, lo cual tendrá más factibilidad si en la institución se "curriculariza la Escuela de Padres".
La formación del ser humano debe entenderse como edificación, ya que está en continuo desarrollo, no está completo, su estado es de devenir, es proyecto, por algo es el "objeto" de la Educación, él ha de irse haciendo permanentemente; por lo tanto el desarrollo humano, es un proceso de construcción referido siempre al sentido que el hombre le da a su mundo y a sí mismo como individuo y como sociedad, tarea que se adquiere a través de los procesos de formación llevados a cabo por los diferentes agentes educativos: "familia, medio de comunicación, funcionarios públicos, artistas, comerciantes, autoridades, en fin la sociedad entera educa o des educa con su comportamiento y con su ejemplo, con el testimonio de su vida" , en los cuales es primordial la forma como se relaciona entre sí y con el saber, es por ello que la Misión Ciencias, Educación y desarrollo nos invita a todos los colombianos a tomar conciencia de los efectos educativos de nuestro desempeño y a actuar como país educador y ciudades y familias educadoras.
La formación del maestro y su accionar restringido al aula de clase no corresponden a como debe ser su labor: Promotor, gestor y artífice de transformaciones de la realidad y formador de hombres nuevos, ya que "el conocimiento no sólo empieza cuando el niño juega a la escuela, ni se agota en lo que allí aprende"5, porque no es sólo el maestro quien debe enseñar, orientar y formar, ni es sólo al niño a quien debe facilitarle éstos procesos, el compromiso también es de los padres de familia y la comunidad, y no sólo con los alumnos, sino también con los mismos padres, Es un compromiso de todos con todos.
La Educación de las nuevas generaciones es una labor compleja, ya que se trata de incentivar, desarrollar y formar el carácter, la inteligencia y la personalidad, de modo que se integren en la vida social como factores positivos de bienestar, mejoramiento y progreso humano.
Pensar el concepto de calidad de la Educación desde el porqué, para qué y cómo, nos invita a identificarlos con la búsqueda de logros como la formación de personas críticas e íntegras, para que así la Educación responda a la demanda de una sociedad postmoderna.
En consecuencia el compromiso es de formar ciudadanos críticos, participativos y responsables de su destino; Colectivos capaces de definir su historia, elaborando su proyecto de vida.
De ahí que el eje de acción del maestro sea la sociedad entera, y la escuela el espacio social principal generador, no el único; pero si estratégico para la producción de la calidad de vida afectiva y una configuración de una nueva cultura, en otras palabras la generadora de una buena calidad de la Educación.
Para lograr la calidad de la Educación es necesario concertar con todos los agentes de la comunidad educativa, especialmente con los padres de familia, apropiarnos del problema y compenetrarnos en la búsqueda de las soluciones, con el fin de que las acciones sean innovadoras y transformadoras.
Se propone la " curriculación de la Escuela de Padres", para posibilitar la calidad de la Educación, ya que algunas de las necesidades básicas se satisfacen desde el nacimiento, por eso la familia es la llamada a desempeñar esta labor desde los primeros años, pero por diversas circunstancia ella no está preparada para hacerlo y muchas veces los padres ignoran su responsabilidad.
Es pertinente a través de la Escuela de Padres concientizarnos sobre la importancia y trascendencia que ellos tienen en el proceso educativo de sus hijos, en la vinculación y apoyo a la escuela y mediante un trabajo integrado escuela - familia, propiciar las herramientas necesarias para que puedan cumplir cabalmente su función de padres copartícipes en la formación integral de sus hijos "recobrando así la familia su razón de ser, su integridad y su presencia, de esta manera la sociedad encontraría apoyo en ella para renovar y disponer sus valores con grandeza de ideales y de realizaciones".
Todos sabemos que la crisis que vive actualmente América Latina sólo se soluciona buscando alternativas y planeando estrategias que propicien elevar un alto grado la calidad de la Educación a través de la interacción escuela-familia, acercando la cultura escolar a la cultura comunitaria, haciendo del currículo el medio para valorizar y hacer suyas la forma de pensar, sentir y actuar de la comunidad, afianzando la formación permanente, fruto de la capacidad analítica e imaginativa para inventar el futuro, enfrentar y dar sentido a la cotidianidad y afrontar con altura y dignidad los retos de la postmodernidad. Es por esto que se requiere la vinculación de los padres de familia a la institución educativa y así hacer más efectiva y dinámica su participación en el proceso educativo de sus hijos y en el proyecto Educativo Institucional (PEI) tanto en los procesos pedagógicos y de dirección administrativa como en la toma de decisiones disciplinarias y académicas.
Retomando el análisis anterior, podríamos preguntarnos ¿Existen parámetros para evaluar la calidad de la Educación? Aún no se han inventado calidómetros, pero si una comunidad no mejora la calidad de vida, sino que por el contrario ésta se degrada, entonces podremos concluir que el Sistema Educativo le ha faltado capacidad transformadora, ha
estado ausente de los problemas y conflictos de interés social y público, tampoco ha investigado, por lo tanto es incapaz de dar propuestas razonables que aporten soluciones. En otras palabras el Sistema Educativo no está exonerado de su responsabilidad, no ha ofrecido una Educación con la calidad requerida para la época y acorde con las necesidades e intereses del país.
Participación.
En la última década, el término participación ha adquirido significados y conceptualizaciones muy diversas, como procesos claves para el desarrollo social. Participar es "tomar parte, intervenir y colaborar en una acción conjunta"7. De ahí que la participación debe ser considerada como un proceso de cambio, en el que las personas trabajan juntas para conocer su realidad, superar sus dificultades y ganar más control sobre sus problemas y toma de decisiones. Además de generar procesos de autonomía, autogestión y autocontrol para proyectarse al espacio local, regional y nacional, todo esto implica el apoyo a la solidaridad en la materialización de potencialidades y la satisfacción de necesidades, dentro de contextos culturales específicos donde la participación no es sólo presencia física, es actitud y es compromiso.
A manera de aproximación se podía decir, que la participación es la intervención consciente, sincera, crítica, activa, creativa y comprometida de los miembros de una comunidad generando acciones transformadoras en la misma.
Si, analizamos las palabras del Dr. Ciro Angarita Barón, encontramos que el hombre sigue limitado por las imposiciones gubernamentales, es decir, las leyes pregonan una participación democrática en todos los órdenes de la existencia social, como lo dice el artículo 40 de la Constitución Nacional de1991, sin embargo, "Una institución democrática debe permitir la proliferación de procesos participativos en todos los órdenes de la existencia social y la multiplicación de los canales y mecanismos que le permitan a los distintos actores participar activamente en las decisiones que los afectan".
Pero sobre todo, implica que los ciudadanos estén dispuestos a participar, que vean en ese sistema un cambio para el logro de sus objetivos personales y colectivos; un factor de potenciación de sus capacidades, un instrumento para el afianzamiento de la libertad y del bienestar personal y social. Algunas instituciones sólo desean mantener, controlar, canalizar y cohibir al hombre sin permitirle un desarrollo político, el cual sería un paso trascendental en el proceso de formación de hombres nuevos, participativos y creativos dado que éste es un ser político y un ser social.
Es preciso ante todo educar y reeducar al ciudadano para obtener de él un acertado comportamiento, fruto de la Educación, esto lo podemos explicar por medio del siguiente enunciado: "Una acción transformadora de la estructura social, comprendida como tarea de responsabilidad popular, estando más auténtica y eficaz cuanto más establecida esté sobre la viabilidad de la participación movilizada y crítica de sus agentes".
Para que la comunidad pueda conquistar y desarrollar acciones transformadoras, debe pasar a niveles de acción colectiva materializada en la curricularización de la Escuela de Padres, cada vez más organizada, amplia y crítica; ello implica la creación de grupos capaces de actuar como agentes conscientes y reflexivos del proceso de cambio, repercutiendo en la formación integral de sus hijos e incidiendo en la calidad educativa. La participación de los padres en la actividad escolar en estos momentos es trascendental, ya que abre espacios dinámicos, para que ellos acompañen todo este proceso y tomen conciencia de su misión como primeros formadores de sus hijos.
En la actualidad es de urgente necesidad aprovechar la coyuntura social y política, para iniciar a la familia en la participación de los procesos educativos por medio de la curricularización de la Escuela de Padres, donde todos pueden aunar esfuerzos para el mejoramiento de la calidad de vida, tanto familiar como educativa.
La integración, participación e interacción de los padres de familia con la escuela posibilita un encuentro, donde todos los implicados en la Educación de los hijos reflexionen
su misión y se haga práctico el sentido de una participación democrática, elemento que debe ser proyectado en el núcleo familiar.
JUSTIFICACIÓN
Se puede establecer que en la actualidad existen varios factores que alteran el comportamiento de los niños, niñas y adolescentes y uno de ellos se genera dentro el entorno familiar, propiciado por carencias afectivas, y de comunicación, asimismo, se enfatiza que los adolescentes son los más afectados, ya que en el ser humano no existe la posibilidad de una maduración correcta sin el calor afectivo del amor; la ausencia grave de estimulación afectiva por parte de los padres hacia los hijos juega un papel importante, ya que favorece la aparición de trastornos, no tan solo de la maduración sino también conductuales.
Por consiguiente, en el municipio de Ocaña Norte de Santander, se evidencia un crecimiento descomunal de las actitudes comportamentales no adecuadas de los niños, niñas y adolescentes, siendo estos últimos quienes presentan más alteraciones de comportamiento, pues, registran intolerancia a la frustración, ya que las prohibiciones o las privaciones impuestas por los padres son percibidas como agresiones e injusticias, y además presentan dificultades para aceptar que existen límites, por este motivo se rebelan contra sus padres, propiciando un ambiente desfavorable, conduciéndoles a refugiarse en sus amigos quienes los inducen a la realización de actividades inapropiadas y a la exposición de un ambiente nocivo para su formación integral. Por ello, se requiere de la implementación de campañas de intervención psicosocial para la promoción, prevención y atención de la problemática vivenciada y mitigar de alguna forma la situación de la población afectada, con el fin de recuperar la tranquilidad y el bienestar del contexto familiar.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL Determinar los niveles de influencia de la relación padres e hijos en las actitudes y comportamientos de los adolescentes del municipio de Ocaña Norte de Santander.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Estudiar diversas teorías sobre el comportamiento de los adolescentes.
Determinar el tipo de relación que existe entre padre e hijo y como se ve
reflejado en su comportamiento y actitud.
Definir los patrones de comportamiento de los adolescentes del municipio de
Ocaña Norte de Santander.
Realizar ensayos donde se evidencie las principales características
actitudinales y comportamentales de la población objeto de estudio.
DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
METODOLOGÍA La metodología del proyecto se realizara mediante un enfoque cuantitativo, en donde se realizara un análisis basado en la encuesta, enfocado a la relación padres e hijos adolescentes. De igual manera se tendrá en cuenta la descripción, pues después de tabular lo encontrado, se procederá a realizar una representación de la situación actual de las familias.
POBLACIÓN OBJETO DE ESTUDIO Familias con hijos adolescentes. DISEÑO METODOLÓGICO Se trabajara con la investigación cualitativa, ya que se interesa por fenómenos y experiencias humanas, además produce datos descriptivos partiendo de las propias palabras de las personas, ya sean habladas o escritas, le permite al investigador comenzar su investigación con interrogantes vagamente formulados.
Estudia a las personas en el contexto de su pasado y en las situaciones en las que se hallan.
El diseño de investigación más adecuado para esta problemática es el etnográfico, ya que se enfoca en una investigación socia, la cual tiene que ver con la observación y permite que el investigador se involucre en la investigación.
TÉCNICAS UTILIZADAS Las herramientas utilizadas son la entrevista y la observación simple, se realizó una entrevista a las personas elegidas para poder obtener la información relativa al tema de investigación. Se utilizó también la observación simple, ya que la idea no es intervenir en la situación de investigación, sino identificar desde un punto de vista objetivo, la generación de la problemática.
Charlas psicológicas, enfocadas a los padres y adolescentes. Talleres. Consultas Psicológicas. Intervención Psicosocial en la familia.
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Lograr integrar a las familias en un ambiente de confianza y compromiso. Asimismo, buscar mejorar las relaciones, evitar la violencia y generar actitudes prosociales.
Contribuir en el restablecimiento de las relaciones familiares, incluidas normas y valores, siendo ejes fundamentales para una adecuada conducta. En la actualidad se ha identificado el deterioro creciente de las relaciones intrafamiliares, inclusive, la pérdida de normas y valores, que han conllevado a la generación de ambientes problemáticos que propician conductas problemáticas, afectando el contexto familiar y social.
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