Trabajo Final De Sexualidad Humana.docx

  • Uploaded by: yslaine fajardo
  • 0
  • 0
  • May 2020
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Trabajo Final De Sexualidad Humana.docx as PDF for free.

More details

  • Words: 4,273
  • Pages: 16
2017 Historia mitológica y tabú en la conducta sexual

Presentado por: Facilitadora

Introducción Los temas referentes a la sexualidad han sido un tema muy tabuizado y negado, hasta el punto de creer que era un tema del que no se podía hablar. En el presente trabajo veremos que limitar el conocimiento y permitir que los mitos y tabúes subsistan, ocasiona que la sexualidad sufra distorsiones y desviaciones. La mayoría de estas informaciones se consigue a través de medios o fuentes nada fiables como: revistas, películas, educación sexual-moralista y religiosa. Muchas culturas traen consigo muchos mitos y tabúes que arrastran desde la antigüedad y ha sido muy influenciada por temas religiosos que consideran el sexo como algo sucio y pecaminoso. Veremos la historia de los mitos y tabúes respecto a la sexualidad humana a continuación.

Objetivo General Investigar la Historia mitológica y tabú en la conducta sexual humana.

Objetivos Específicos  Conocer lo que son mitos.  Conocer lo que es tabú.  Conocer los mitos y tabúes que existen y que persisten a través de la historia en la sexualidad humana; tanto para el hombre como la mujer.

Historia mitológica y tabú en la conducta sexual Para entender este tema es importante conocer:

¿Qué es un mito? Y ¿qué es tabú? Mito significa: “Relato fábula que contiene información sobré algún aspecto trascendental de una comunidad. Sus características esenciales son: la elaboración intelectual (no espontánea), el ser una historia verdadera (en cuanto que es colectivamente aceptada como tal), su valor como elemento cultural cohesionante de una sociedad y su contenido simbólico”. Los mitos son relatos tradicionales que contienen información sobre un aspecto trascendental de una comunidad, se narran con frecuencia y aunque no tengan fundamento, son creídos como historias verdaderas porque forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad. Tabú significa: Una conducta moralmente inaceptable por una sociedad, grupo humano o religión. Es la prohibición de algo supuestamente extraño (en algunas sociedades), de contenido religioso, económico, político, social o cultural por una razón no justificada basada en prejuicios. Romper un tabú es considerado como una falta grave por la sociedad que lo impone. Algunos tabúes son, en efecto, delitos castigados por la ley, en este sentido, los tabúes son antecedentes directos del derecho. Hay tabúes fuertemente incorporados a las tradiciones de ciertas culturas, mientras otros responden a intereses políticos. Los tabúes pueden incluir: Restricciones alimentarias (como la dieta o el vegetarianismo).

Restricciones sobre actividades y relaciones sexuales (masturbación, sexo prematrimonial o extramatrimonial, etc.) Restricciones en el uso del lenguaje (palabrotas, juramentos).

A lo largo de la historia han existido distintas manifestaciones de la sexualidad como parte de las conductas humanas. En la época de la prehistoria, seguramente esta conducta ya se encontraba presente. Aquí la práctica consistía principalmente en el coito con función reproductora y sin una connotación placentera consiente. Es posible que gracias al descubrimiento de la agricultura, los primeros seres humanos contaran con mayor disponibilidad de tiempo y con ello existiese una disponibilidad explorar el efecto placentero que implicaba el sexo. Algunas de las evidencias de las manifestaciones de la sexualidad de esta época se encuentran en pinturas rupestres, y figuras talladas de genitales elaborados por los primeros seres humanos racionales. En antiguo Egipto el acto sexual era comprendido como algo igualitario y permisivo. La sexualidad era una representación asociada a la creación y un aspecto esencial. Y tampoco existen pruebas de represiones referentes a la homosexualidad. Además de que existía una concepción distinta respecto a la prostitución, la cual incluso podía ser considerada como algo sagrado en aquel tiempo; las felatrices eran también una forma de prostitución donde las mujeres ofrecían sexo oral a cambio de una remuneración. El incesto y el adulterio era algo socialmente aceptado y no existían impedimentos para ello. Por su parte, el divorcio se presentaba y era algo común, mientras que la infidelidad solía ser castigada en las mujeres. En la antigua Grecia la sexualidad era considerada como un tema educativo; además la práctica sexual en esta cultura tiene no solo una connotación de reproducción de la especie; sino que el placer, el hedonismo y el erotismo son eje de la concepción del sexo. Existía nula represión a la infidelidad y a la homosexualidad. Por lo que las orgías eran permitidas y la belleza del cuerpo humano era una cuestión digna de admiración para los griegos. La cultura de la romana se caracterizó por una idea de la sexualidad como manifestación de control y consideraban que un hombre penetrado u hombres prostituidos no poseían control y perdía en valor del control. Por ende la masculinidad tomaba un pale protagónico en la historia de la sexualidad en la antigua roma y el rol de la mujer en la sociedad era limitado. Pero también el adulterio, por su parte era mal visto, dependiendo de la gravedad y de las implicaciones.

En Roma encontramos una sociedad que vivía con tabús y prohibiciones respecto a la práctica de la sexualidad. El motivo por el que exista una idea de una Roma promiscua y liberal es por una negativa interpretación a los vestigios y manifestaciones como pinturas y textos de la época antigua en Roma. En la antigua Babilonia, como en otras culturas, existía una idea de la sexualidad como algo sagrado. La mujer era un símbolo de fertilidad y símbolo sexual. Por otra parte encontramos una sociedad donde existen ciertas prohibiciones o rechazo a la infidelidad femenina. En este sentido, también era posible encontrar castigos y represiones a la mujer si esta presentaba conductas sexuales fuera de lo socialmente aceptable para ese tiempo. Sin embargo en el hombre le era permitido tener más de una pareja o concubinas. Los judíos-cristianos posiblemente fueron los primeros en reprimir la sexualidad, no han sido la única cultura en hacerlo; sin embargo la influencia de esta represión tiene influencia aún en la actualidad de muchas sociedades. A partir de la institucionalización de la religión católica, que comienza las prohibiciones a las prácticas sexuales como acto placentero, y solo era permitirlo el sexo procreador, pues se consideraba que este aspecto de la vida humana era vulgar y alejaba de Dios. Esta idea de la sexualidad marcó muchas sociedades europeas y posteriormente con la colonización también en América, que sería influenciada por aquella fuerza política represora, donde además la mujer era considerada como un objeto sexual. Como hemos visto, cada sociedad vivía de acuerdo a su cultura con respecto a la sexualidad. Cada una fue dejando huellas en los mitos y tabúes existente hasta la actualidad.

Mitos Y Tabúes Sobre La Sexualidad Hace más de 500 años se conoce que ya la mujer era considerada como pertenencia personal, destinada a propiciar placer sexual y a funciones de reproducción, mientras que los hombres tenían derecho a practicar relaciones sexuales con varias mujeres y el sexo para ellos era considerado como una realidad más de la vida cotidiana. Con la aparición del judaísmo (en el antiguo testamento, fuente originaria de la ley judía) se prohíbe el adulterio, la homosexualidad, etc., aunque en la antigua Grecia había tolerancia a ciertas formas de

homosexualidad, pero las mujeres seguían siendo consideradas ciudadanas de segunda categoría. En Atenas, por ejemplo, estas carecían de derechos legales y políticos en la misma medida que los esclavos, eran consideradas las portadoras de hijos. Con el surgimiento del cristianismo la Iglesia manifiesta también sus negativas posiciones en torno al sexo. En algunas culturas orientales (china e india) se toma una posición más positiva en torno a la sexualidad, pues el sexo no era un hecho que inspiraba terror, ni se conceptualizaba de pecaminoso, se estimaba como un acto culto y de veneración. Con estas raíces como influencia se van formando los géneros (construcción social que conceptualizaba lo masculino y lo femenino), y a punto de partida de ello se le asignan roles a cada sexo, que es lo que se espera socialmente que cada sexo haga. De igual manera empiezan a surgir los estereotipos sexuales (mandatos de obligatorio cumplimiento en torno a la sexualidad). De igual forma, y desde lo social con raíces en el pasado, se empiezan a formar mitos, fábulas, ficción alegórica a un tema y tabúes -algo que no se puede hacer o lograr- en torno a la sexualidad y al desempeño sexual de cada sexo, los cuales llegan aún hoy a nuestros días y mediatizan de forma negativa el disfrute de la sexualidad y marcan definitivamente el comportamiento sexual humano. Analicemos por separado a hombres y mujeres, pues hay diferencias en los mitos y tabúes encontrados según el sexo y consideramos que aún antes del nacimiento ya se empiezan a gestar. A la mujer desde que está en el vientre de su madre se le coloca en el famoso mundo rosado, los colores de asignación femeninos son los suaves y tonos pasteles; de ella se espera sea dulce, cariñosa, afable, suave, pasiva y todo ello marca hasta sus juegos infantiles y profesiones futuras. Por definición se constituyen los mitos femeninos:   

Mujer es igual a madre (primera y suprema aspiración femenina). El amor femenino debe ser romántico. Debe tener una pasividad erótica (no debe tomar nunca ella la iniciativa, parte activa en los lances amorosos).

Todo esto marca desfavorablemente la expresión de su sexualidad, pues se le expropia de espacios vitales femeninos, se le oculta y marca la sexualidad desde la cuna (del sexo no se habla, el sexo es sucio, no se le acarician ni se le celebran los genitales como al varón), y todo esto marca desfavorablemente la sexualidad femenina desde muy temprano en la vida. A las mujeres se le lastra el autoestima y el autoerotismo, pues no le es permitido manifestar sus deseos, pasiones y necesidades sexuales. Se niegan para ella los

espacios públicos porque es de la casa. Se le prepara desde niña para la maternidad (su función principal como sexo), y se le enseña que debe ser buena madre, esposa fiel monogamia, cariñosa, dulce, comprensiva, no se le estimula el disfrute de la sexualidad, se limita la expresión de su conducta sexual, en fin, se le prepara para satisfacer y atender necesidades de otros. Por todo lo anterior, se han ido creando mitos y tabúes en la sexualidad femenina, entre los que tenemos los siguientes:  



Miedo a la desfloración por la posible brusquedad del primer coito. Poca utilización de caricias, porque por la educación recibida se imposibilita manifestar sus deseos y necesidades sexuales, y se les acostumbra a jugar un papel pasivo dentro de ellas. Fingir el goce sexual, porque se reitera el temor a expresar sus necesidades y a que su pareja las rechace. En gran número de ocasiones la mujer no lograr el placer sexual por tener un compañero sexual inepto en técnicas coitales.

Todo lo anterior influye en que la mujer no logre un pleno disfrute de sus encuentros sexuales, y a la larga puedan aparecer disfunciones sexuales femeninas; por ejemplo, deseo sexual inhibido, vaginismo, anorgasmias primarias o secundarias, etcétera. A los hombres igualmente, desde que están en el vientre materno, se les coloca en un mundo azul. Los colores de asignación masculina son fuertes y agresivos, y de ellos se espera independencia, agresividad, fortaleza física, que sean buenos trabajadores, y en sus juegos infantiles se les marcan sus futuras profesiones. Al varón se le prepara para el espacio público, se le exige un mayor comportamiento sexual y con mayor disfrute de ello, se le refuerza el entrenamiento en el sexo y así favorecen también la aparición de mitos masculinos. El amor masculino es sinónimo de sexo y de placer porque se le inculca el disfrute con la sexualidad ante todo. Debe tener una agresividad erótica, pues tiene que ser él quien tome la iniciativa, la proposición y haga todo en las relaciones sexuales. Después de todo lo anterior, el hombre debe ser padre (esto en un último lugar, lo cual lo diferencia del sexo femenino); no obstante, también al varón desde el punto de vista social se le expropian espacios vitales masculinos, tales como: No se le permite expresar sentimientos pues los hombres no lloran y no se quejan, lo que repercute en su salud y su sexualidad de forma negativa. Se le expropia de su propia sexualidad, por el supuesto papel de hombre (pene de oro). El pene está a disposición de cualquier mujer, independientemente de sus

propios deseos, su sexualidad a disposición de la mujer, no a la de él según sus deseos, lo que lo puede poner en situaciones de conflicto en torno al desempeño de su sexualidad. Desde niño se sobredimensiona el papel del pene, se le acaricia cuando es niño a la hora del baño, se hacen alusiones de para qué servirá cuando sea grande, y se alaba según su tamaño. El hombre debe ser viril erotizado, con posibilidad de ser infiel a su compañera y con papel de proveedor, y en último lugar entonces ser padre. Entre los mitos y tabúes en la sexualidad masculina tenemos los siguientes:











El tamaño del pene puede ensombrecer el desempeño sexual masculino, pues cuando no se considera con grandes dimensiones lastra la autoestima y disminuye el rendimiento sexual, a pesar de conocerse científicamente que el tamaño no determina la capacidad del disfrute de la pareja humana, pero desde lo ancestral nuestra cultura es fálica y se sobredimensiona el tamaño del pene. Hacer el amor es solo con penetración todo lo cual demuestra escaso conocimiento y poca fantasía erótica, pues hay múltiples formas de hacer el amor, y no todas llevan implícita la penetración del pene. Tener siempre varios coitos en una noche porque desde lo masculino es el cumplimiento del estereotipo sexual impuesto, y se considera como síntoma de fortaleza, pero cuando no se logra disminuye la autoestima masculina; sin embargo, esto demuestra el desconocimiento de la fisiología sexual pues no siempre es posible lograrlo. El hombre tiene que tener siempre el papel activo en las relaciones sexuales, lo que demuestra aún hoy cómo se limita la expresión de la sexualidad femenina. El orgasmo debe ser simultáneo para lograr el pleno disfrute sexual, y de no ser así se demuestra desconocimiento de la fisiología sexual humana.

Algunos mitos y tabúes con relación a la mujer:

 



Las relaciones sexuales durante la menstruación, ya que esto parecería ser sucio, pecaminoso, vergonzoso e incluso inmoral. Tener una vida sexual activa, ya que esto implica que el orificio vaginal se haga más grande o se pierda la capacidad de apretar o contraer la vagina, proporcionando menor placer a la pareja. El sexo durante el embarazo es aún más prohibido por la connotación que tiene la maternidad “pura”, pues se cree que el pene puede dañar al bebé, producir abortos prematuros , lo cual se presenta sólo en casos de embarazo de alto riesgo y cuando el médico indica la suspensión temporal de la actividad sexual y por absurdo que parezca, hay quienes llegan a sentirse por esa tercera presencia en pleno desarrollo; también en esta etapa muchas mujeres se muestran avergonzadas y renuentes a la transformación física que sufre su cuerpo, creando una muralla que impide el acercamiento de la pareja.

Considerar como sucio el sexo oral viene dado por los estereotipos sexuales sexistas, pues desde la antigüedad en Grecia este tipo de intercambio sexual era considerado como sucio, lascivo y bajo; aún hoy en nuestros días este tipo de contacto sexual tiene detractores, aunque hace ya años Kinsey demostró que era una práctica normal en la expresión de la sexualidad humana y un alto número de personas en Estados Unidos la practicaban. No obstante, por legislación hoy en día en ese país en varios estados está prohibida aun en parejas heterosexuales. La presencia de estos mitos y tabúes pueden favorecer la aparición de disfunciones sexuales en el hombre como el deseo sexual inhibido, las disfunciones eréctiles, la eyaculación precoz, etc. Esto hace que disminuya el placer en las relaciones sexuales, y como estos mitos están influidos por la sociedad, los hombres cuentan con grandes exigencias a las expectativas del rendimiento sexual de su género, y padecen de un desconocimiento de la fisiología sexual de forma general. Las mujeres también tienen un gran desconocimiento de su fisiología sexual, y están marcadas desde la niñez para reprimir la expresión de su sexualidad. Estos temas provocan silencio en las familias y en la sociedad en general. Mantener los mitos y los tabúes implica seguir viviendo en la ignorancia. Limitar el conocimiento y permitir que éstos subsistan, solo ocasiona que una expresión humana como la sexualidad, que va más allá de la simple genitalidad, sufra distorsiones y desviaciones. Algunos de los mitos y tabúes generales son: -

La masturbación genera sentimientos de culpa, en la mayoría de los casos por una educación reprimida y moralista, que puede traer problemas de tipo

-

-

-

-

-

-

-

-

sexual a nivel personal y de pareja. También se cree que por practicar la masturbación puede salir pelos en la mano, causar ceguera y hasta producir acné. En relación al método anticonceptivo DIU, se tiene la creencia que durante la penetración el pene se puede lastimar por este aparato, lo cual es una aberración, pues éste jamás alcanzará la ubicación del DIU. El tamaño del pene es un mito, pues se cree que entre más grande mayor será la satisfacción sexual que producir en la mujer. El orgasmo se ha asociado exclusivamente a los genitales, tanto al tamaño del pene como al de la vagina sin considerar, que el orgasmo puede presentarse con sólo acariciar o besar a la pareja en cualquier parte del cuerpo, sin llegar necesariamente al coito. Al idealizar el orgasmo con una expectativa muy alta, se limita la capacidad de disfrutar y sentir la sexualidad creyendo que no se ha alcanzado aún el orgasmo. Las relaciones sexuales de tipo anal y oral sé consideran, generalmente, como depravaciones y fuera de lo normal para muchas personas, pues se piensa que son asquerosas y degeneradas. Se cree que el sexo anal se limita exclusivamente a una actividad homosexual. La homosexualidad también es considerada una perversión por los convencionalismos sociales, religiosos y otros prejuicios, ya que esta práctica sexual es solamente una orientación diferente. La narratofilia se refiere al gusto por narrar situaciones, fantasías e historias sexuales, con el fin de excitar a la pareja, a veces se utilizan palabras obscenas tales como “¡Muévete perra, dame más…¡Hagamos cochinadas!”; esta práctica de ser para muchas personas irrespetuosa y ofensiva, cuando en ocasiones sólo es un juego erótico. La zoofilia se refiere al contacto sexual que tienen hombre y mujeres con animales. También es considerada una perversión degenerada; comúnmente se da en zonas rurales. Esta conducta presupone un afán de curiosidad de experimentar algo diferente o el deseo de desahogarse sexualmente ante la insatisfacción con la pareja; no se descarta la posibilidad de una patología mental ante esta práctica. El incesto es uno de los tabúes más arraigados en casi todas las culturas y especialmente en la occidental. Sin embargo, a pesar del rechazo social que provoca el sexo entre familiares es más frecuente de lo que se quiere admitir. Si existe una diferencia de edad de 5 a 7 años y se manifiesta una agresión física e incluso se engaña con juegos a base de caricias para tener relaciones sexuales, puede considerarse abuso sexual o violación. El objetivo principal de la pornografía radica en proporcionar una fantasía sexual, erotismo y excitación. Para muchas personas este medio resulta depravado, torcido o asqueroso; ya que existen en el mercado diversos tipos

de pornografía y en los que muchos de ellos se maneja un contenido absolutamente distorsionado de la sexualidad humana e incluso la convierten en manifestaciones sexuales indignas hacia los más vulnerables: los niños y los adolescentes, atentando contra la libertad, los derechos y la dignidad del ser humano en general. Estos elementos no implican cerrarse a la posibilidad de experimentar nuevas formas de erotismo, a través de la observación de pornografía y de ampliar el conocimiento que se tenga del tema.

Tabúes Sobre Sexualidad

La

Femenina Se dice que el cuerpo de la mujer es complejo y que cargaría una serie de mitos y complejos en torno a su sexualidad. ¿Cuáles son estos mitos? El hombre necesita más sexo que la mujer. No es así. Biológicamente la mujer está capacitada para vivir con plenitud todas las etapas de la relación sexual (deseos, placer, orgasmo) en forma equivalente, si no similar, al hombre. El himen se rompe al perder la virginidad. Muchos hombres y mujeres lo imaginan como un tabique continuo y cerrado, infranqueable sin violencia. En realidad, es elástico y tiene un orificio que permite, por ejemplo, a las mujeres

vírgenes usar tampones. ¿Qué pasa en la “primera vez”? El orificio del himen se agranda. El punto G es difícil de encontrar. Casi siempre se constata que la zona es fácil de estimular, en especial, con los dedos del compañero. ¿Cómo encontrarlo? Deslizar el dedo dentro del conducto vaginal y efectuar una leve presión hacia arriba. Se siente como una pequeña rigurosidad o montañita. Todo el clítoris está a la vista. Pensar eso es un error. El clítoris está formado por un tronco y una zona más abultada, el glande, que es lo único visible bajo los labios menores. La estimulación tanto del tronco como del glande provoca su erección y aumento del volumen. Todo pasa en el mismo orificio. Muchas personas confunden la uretra con la vagina. En realidad, hay dos orificios, uno que permite la evacuación de la orina (el meato uretral) y otro que comunica la vagina con el exterior (el orificio vaginal o himeneal), por donde se evacua la sangre menstrual, se realiza el parto y penetra el pene en la relación coital. El placer pasa por los genitales. Si bien el clítoris y los labios menores producen placer al estimularse; también existen otras zonas erógenas en el cuerpo de la mujer, como la cara interna de los muslos, los pezones, la boca, las orejas, el cuello, etc. Las mujeres con senos pequeños son frías. No es verdad, aunque varones y mujeres tienden a asociar los grandes pechos (y en general la figura voluptuosa) con un temperamento apasionado. Hay penes que no se adaptan a la vagina. Solo es cierto en casos aberrantes, como hombres mayores con niñas pequeñas. Entre adultos no existe tal incompatibilidad. Hay vaginas muy cortas. A veces una molestia durante el coito o durante el examen ginecológico lleva a pensar en una vagina corta o no desarrollada. Pero, en realidad, lo que puede ocurrir es una contracción espasmódica de algún músculo o que se trate de un vaginismo. De ninguna manera está indicada la cirugía. Fuimos creadas para reproducir. No es así. Los genitales poseen, tanto en hombres como en mujeres, la doble función de reproducción y placer sexual. Los ovarios segregan dos hormonas: los estrógenos y la progesterona, que determinan los caracteres sexuales secundarios femeninos”, agrega el especialista. La capacidad y el deseo sexual de la mujer son menores que las del varón. Esta errónea creencia se escucha no solo en boca de hombres, sino de las propias

mujeres quienes realmente piensan que ellas tienen menos necesidades sexuales. Lo único que resulta distinta es la respuesta sexual de mujeres y hombres. Pero nada tiene que ver con el nivel de excitación, la frecuencia y las necesidades sexuales que sí son las mismas. La mujer debe ser sexualmente pasiva. Costumbres culturales dan a conocer que las mujeres deben esperar por la iniciativa del varón y asumir en la relación sexual una actitud pasiva o de complacencia. Las mujeres que asumen su sexualidad sin mitos, tabúes o prejuicios, llevan una vida sexual activa e, indistintamente, uno u otra, toman la iniciativa o recrean el encuentro de manera espontánea, sin crear en el hombre esa expectativa-presión que significa que él siempre tiene que llevar la voz cantante. La sexualidad termina con la menopausia. La pérdida de la menstruación solamente marca el fin de la vida fértil. A partir de entonces, ya no se puede tener hijos, pero de ninguna manera, marca la terminación del deseo y necesidades sexuales. Solo en la juventud se goza de una buena sexualidad. El gran prejuicio de nuestra cultura impide aceptar que la mujer madura y añosa es sexualmente tan aceptable y deseable como la mujer joven. Los medios de comunicación tienen su porción de responsabilidad en esto, al presentar siempre a la sexualidad-genitalidad unida a cuerpos jóvenes y hermosos, de ahí que la mujer mayor crea que el erotismo es algo vergonzante. Que, sencillamente, pasó su tiempo.

Conclusión Pudimos observar que las historias mitológicas y los temas tabú en la sexualidad pueden ser utilizadas para la educación, ya que podríamos llevar el tema a la reflexión. Tabú se refiere a toda prohibición supersticiosa o sin motivos racionales, una conducta considerada como fuera de lo normal y no aceptable. Los tabúes están generalmente asociados a la sexualidad. Todavía en nuestra cultura son temas tabúes, por ejemplo, las relaciones coitales relacionadas con la menstruación, la homosexualidad, la masturbación, la virginidad y la pornografía, entre otros El mito en ocasiones podría ser un deseo, una esperanza o un temor colectivo, otras veces es una lección moralizante que se trata de forma indirecta, y dentro de estos se encuentran muchos relativos a la sexualidad. Esta información puede ayudar a aclarar ciertas dudas o creencias que nos han limitado el libre disfrute de la sexualidad y a no expresar el deseo.

Bibliografía Revista Cubana Medicina General Integral, 2002 http://radiobuap.com/2016/06/la-sexualidad-humana-a-traves-de-la-historiatabues-conceptualizaciones-y-conductas http://www.educacionsexual.com.ar/biblioteca-online/mitos-y-tabues-sobre-lasexualidad Shibley Janet y Delamater Hyde John D. (2006). Sexualidad Humana. México: Mc Graw Hill.

Related Documents


More Documents from "Dennys Morocho"