TEXTO EXPLICATIVO LOS SIGNOS EN EL DESARROLLO DEL NIÑO 1. Ha llegado el momento de comprender a qué se refieren los psicólogos de la 2. la primera infancia cuando hablan de signos, qué función cumplen, dónde los 3. sitúan, de la piel hacia dentro o en el exterior, de dónde surgen; en el 4. capítulo 3 abordaremos el papel que juegan los objetos en el desarrollo 5. cognitivo del niño, de qué objeto hablan las distintas teorías, qué función 6. cumple, a partir de que tipo de interacción llega a ser conocido por los 7. niños, qué tipo de conocimiento provoca. Nuestro objetivo es el de 8. comprender qué función cumplen los objetos y los signos, en el seno de la 9. comunicación intersubjetiva y en la construcción del pensamiento. 10. Que nos refiramos a los signos implica que estamos situando 11. el significado en el centro de la preocupación psicológica, ya que el 12. significado habita, toda forma, vive en y a través de los signos, 13. de los sistemas de signos, y cualquier intento por comprender cómo se 14. construye el pensamiento necesita una teoría del conocimiento cuyo eje 15. es el significado. 16. La arquitectura, el tejido de la mente humana es el significado del signo, el signo. 17. Este es el nivel de la explicación psicológica. Y cualquier intento de 18. vaciar de significado a la mente conduce a su negación. 19. De este planteamiento partimos. 20. Recientemente, Bruner, al referirse a la denominada “Revolución 21. Cognitiva” que tuvo lugar a finales de los años cincuenta en Estados 22. Unidos, ha dicho que para él y para sus amigos la 23. revolución “era, pensábamos, un esfuerzo a fondo por establecer 24. el significado como el concepto central en psicología –no estímulos y res25. puestas, ni conductas abiertamente observables, ni instintos biológicos y 26. sus transformaciones, sino significado –(1990, pág. 2, la cursiva es 27. nuestra). Pues bien, la pregunta obligada es la siguiente: ¿dónde nacen 28. el significado y por tanto los signos, de donde proceden, cuál es su 29. evolución a lo largo de ontogénesis, cómo algo llega a convertirse en 30. signo, y de signo en tejido de la mente? Tanto los signos como los 31. objetos son imprescindibles si nuestro objetivo es el de comprender 32. como se produce el desarrollo cognitivo. Y si el conocimiento se origina 33. a partir de la interacción de los niños con el mundo, i.e., con las 34. personas y con los objetos, la primera tarea consiste en saber de qué 35. hablan los psicólogos cuando se refieren a los signos y a los objetos. A 36. nos referimos a cuatro tendencias básicas, según el lugar 37. en el que los investigadores ubiquen los signos y, estrechamente 38. relacionada con ello, la función que cumplan. No pretendemos ser 39. exhaustivos con cada una de las corrientes que presentamos, sino sólo 40. traza las grandes líneas que nos permitirán a continuación ir situando 41. nuestra propia postura. 42. Los signos se encuentran en la representación 43. Harré y Gillett contraponen el modelo de la mente de Kant, que es un
44. dominio interno de operaciones ordenadas racionalmente (1994, pág. 74), 45. cuyo centro es el individuo, a la concepción de Wittgenstein, para quien 46. el significado de un signo implica tener uso gobernado por reglas. 47. Dichas reglas (en principio) no pueden ser privadas: “se consigue seguir 48. una regla al dominar una práctica pública cuyas normas están puestas en 49. vigor y establilizadas socialmente, por referencias a modelos públicos, y, 50. en principio, son independientes del propio funcionamiento interno” 51. (pág.76). Como consecuencia, sostienen los autores, al usar un signo o 52. una palabra para estructurar la actividad mental, es preciso adoptar 53. actitudes normativas. La tendencia que sitúa los signos inicialmente en 54. la representación, “dentro de la cabeza de los sujetos”, es heredada de 55. la tradición kantiana. Bruner también lo expresa recientemente de manera 56. semejante; dice que nosotros, los psicólogos, por costumbre y por 57. tradición pensamos más bien en términos individuales (1990,pág 11). 58. Para Bronckart (comunicación personal) puede resultar paradójico a 59. primera vista mirar hacia fuera cuando el objetivo es tratar de com60. prender el pensamiento y su emergencia. La escuela de Ginebra forma parte 61. de esta corriente individualista del pensamiento. Para Piaget y sus 62. colaboradores, la “función semiótica” o “simbólica” se identifica con la 63. representación; es el punto culminante del desarrollo cognitivo que tiene 64. lugar durante el estadio sensoriomotor. En su libro “La formation du sym65. bole chez l´enfant”, Piaget dice que el pensamiento representativo comienza 66. por oposición a la actividad sensoriomotora, desde que en el sistema de 67. significaciones, que configura toda inteligencia y sin duda toda 68. conciencia, el “significante” se diferencia del “significado” (1946). 69. Y aunque es cierto que Piaget se refiere a los signos en el sensoriomotor 70. (Por ejemplo, cuando en el III subestadio los pasos de la madre funcionan 71. como señal al anunciarle al niño su venida, o cuando una parte del 72. biberón se convierte para el niño en índice del biberón en su totalidad), 73. sin embargo hace una clasificación muy general de los signos 74. –inspirándose en parte de Saussure- dando lugar a tres categorías: 75. los índices (presentes durante la mayor parte del sensoriomotor), 76. los símbolos y los signos propiamente dichos que son lingüísticos. 77. Piaget afirma que “el lenguaje, sin embargo, proporciona el prototipo de 78. un sistema de significantes diferenciados, puesto que en la conducta 79. verbal el significante está constituido por palabras que son “signos” 80. colectivos, mientras que el significado lo proporciona la significación 81. de las palabras (Ibid., pág.172). Así pues, según Piaget sólo los signos 82. lingüísticos (o más exactamente los significantes), no los otros, tienen 83. un carácter colectivo. La emergencia de la función semiótica o 84. representación supondría un cambio importante en el desarrollo cognitivo 85 del niño ya que marca el inicio del pensamiento como tal al producirse 86 interiorización de los que antes sólo aparecían en el exterior. Los 87. símbolos y los signos serían sobre todo los instrumentos que proporcionan 88. los significantes a los significados sobre los que se apoya el pensamiento.
5. COHESIÓN EN SEMÁNTICA DEL DISCURSO 5.1. NOCIONES GENERALES Halliday (1976, p.4) expone como concepto de cohesión que se trata de una relación semántica o función de relaciones de significado que existe dentro del y que o definen como un texto. La cohesión ocurre donde la interpretación de algún elemento en el discurso es dependiente de otra, la una presupone la otra, en el sentido que no puede ser efectivamente decodificado, excepto recurriendo a ella. Cuan tal situación se presenta se establece una relación de cohesión, y los dos elementos, presuposición y lo presupuesto, están por ello, por lo menos potencialmente integrados en el texto. 5.2. FORMAS DE COHESIÓN Para Halliday (1976, p.5), la cohesión es parte del sistema de una lengua, y es el tipo de relación en la cual se presentan vínculos indicadores de cohesión. Para el autor la cohesión se cumple por medio de una gran variedad de elementos presentes en el discurso. Para efectos de su estudio, se procede aquí a exponer brevemente las ideas fundamentales de su sustento teórico y de inmediato ilustrar cada caso, para lo cual se toma como referente el texto LOS SIGNOS ENEL DESARROLLO DEL NIÑO, el cual se adjunta metodológicamente signalizado, en el anexo 1 de este documeto. 1. COHESIÓN GRAMATICAL 1.1. De referencialidad Expresa la propieda de ser de un texto, la textura la distngue de algo que no es un texto. Deriva esta textura de su funcionamiento como unidad con respecto a su entorno. Es un tipo particular de cohesión que se ha denominado referencia, y que trata de la naturaleza específica de la información que es señalada para recuperación. En la referencia, la información que es recuperada es el significado referencial, la identidad de la clase de cosas a la cual se refiere, y mantiene el vínculo de cohesión en la continuidad de la referencia, debido a que la cosa entra en el discurso nuevamente. De manera general la referencia puede ser exofórica y endofónica. Para el caso de la cohesión solo las referencias endofóricas se toman en cuenta, las cuales a su vez se pueden analizar como anafórica, cuando remiten a una información que es precedente y que se recupera y la referencia catafórica, cuando remiten a una información que es precedente y que se recupera y la referencia catafórica, cuando remiten a una información o relación que es consecuente. La referencia exofórica trata de la referencias están el entorno y que de alguna manera afectan el significado o sentido o desarrollo e la situación de habla. 1.1. REFERENCIALIDAD 1.1.1 Endofórica-Anafórica Renglón 7-31: nuestro Renglón 27-41: nuestra
Renglón 10-36-40: nos Renglón 22: él 1.1.2. Endofórica-catafórica Renglón 14: cuyo eje con relación a significado Renglón 27 a 30: siguiente: (también los dos puntos) con relación a la pregunta Renglón 56: nosotros con relación a los psicólogos Renglón 20: la denominada con relación a “Revolución Cognitiva” 1.1.3. Tipos de referencialidad De persona Halliday expone que estas se expresan mediante categorías semánticas la idea de existencia o posesión. Su función es nuclear o modificadora. Indican clase, nombre o determinantes. Son ejemplos. Renglón 7-31: nuestro Renglón 27-41: nuestra Renglón 10: nos Renglón 22: él -Demostrativa Se expresan por los significados de locación, sobre una escala de proximidad: cerca, lejos, neutral. Los determinantes demostrativos éste, ese, aquel, con sus variantes de género y número, y los adverbios que expresan referencia de locativo como aquí, ahora, ya, de una vez, entonces. Los anteriores se consideran selectivos, en tanto que el articulo el y sus variantes de género y número se consideran de categoría semántica no selectivo. Renglón 17: Ese Renglón 19: Este Renglón 18 29-60-64: su Renglón 22-26-61: sus Comparativa La referencia comparativa es una referencia indirecta expresada por el significado de identidad o de similitud. Emplea términos relativos a los adjetivos (mismo, idéntico, igual, similar, adicional, otro, diferente) mejor, y otros comparativos ; adverbios como idénticamente, similarmente, también, igualmente, además, diferentemente, por otra parte, así, más, menos. Renglón 56: Renglón 62: Renglón 55: Renglón 57:
semejante se identifica también más bien
Renglón 68: se diferencia Deícticos Es la categoría o función gramatical que cumplen los términos de referencia comparativa relativos a marcación de personas, o locativo, temporalidad. Renglón 22: él Renglón 19: este Renglón 17: Este Renglón 2: los Designa igualmente la función gramatical que cumple el calificativo según la ubicación que tenga con respecto del nominal. Renglón 40: -grandes líneas Numerales Son indicadores de número, en cualquiera de sus variantes, ordinales, cardinales, cuantitativos, partitivos, contables, no contables. Renglón 2-34: Primera Renglón 36: cuatro Renglón 74: tres 1.2. REFERENCIA PERSONAL Corresponde a las categorías que marcan persona, especialmente en pronombres, verbos, también cuando indican género, también incluye los determinantes, pronombres personales con sus variantes, y posesivos de primera, segunda y tercera persona y cada una de sus variantes. Especifica la persona que se marca, esto es, quien habla, a quien se habla, de quién se habla. Renglón 22: -él / específico de quién se habla. 1.3. SUBSTITUCIÓN Es todo elemento léxico que representa una categoría semántica y que cumple la función gramatical de sustituir o remplazar a otra unidad léxica que bien puede estar presente o ausente en el enunciado. En todo caso tiene por función el referenciarla. Las unidades léxicas que se emplean sustituyen específicamente los SN, los SV, los OD, OI, e incluso S adverbiales. Para el caso de toda la forma pronominal, los adverbios locativos, los posesivos cumplen estas funciones entre otros. Renglón 22: él Renglón 19: este Renglón 17: Este
Renglón 2: los Renglón 7-31: nuestro Renglón 27-41: nuestra 1.4. ELIPSIS Según Macarthy (1991, p. 43) es la omisión de elementos normalmente requeridos por la gramática, los cuales el hablante o el escritor asumen que son obvios dentro del contexto. Consiste en la elisión u omisión de unidades léxicas que se significan en el discurso o enunciado en la comunicación oral o expresión de texto, por tanto se hace alusión implícita. Sucede cuando la unidad léxica que cumple la función semántica de significarlo, bien ya ha sido expresada anteriormente, o bien porque mendiante la situación del entorno del discurso y del contexto en general se recupera para el sentido el referente no explicitado. La elipsis ocurre generalmente con relación al SN o al término que eventualmente lo sustituye, también se presenta elipsis en el SN o al término que eventualmente los sustituye, también se presenta elipsis en el SN, OD, OI, y en los Sintagmas Adverbiales. La elipsis implica unidades léxicas que están dadas en relación anafórica o en relación catafórica. Renglón 1: los psicólogos en relación con a qué se refieren Renglón 2: los psicólogos en relación con cuando hablan Renglón 3: los signos en relación con de dónde surgen Renglón 4: Nosotros con relación a abordaremos Renglón 10: Nosotros con relación a que nos refiramos 2. COHESIÓN LEXICA 2.1. REITERACIÓN Es la propiedad semántica en la cual las unidades léxicas identicas o diferentes referencian el mismo significado. El caso se conoce también como redundancia. Repetición Es una forma de realización de la redundancia semántica o reiteración, la que ocurre con el recurso de la misma unidad léxica en forma continua o discontinua cuando se precisa referenciar significados ya expresados, pero de inevitable reiteración. Se realiza en SN, SV y SV, y casos de SO, entre otros. Renglón 7-33: niños Renglón 2-5-8-38: función Renglón 8-10-12-13-30-35-37-42-69-73-76-79-81: signos Renglón 5-71 72-85: niño Renglón 16-30: tejido de la mente humana Sinonimia Según lo explicado anteriormente. Renglón 57-61: individual-individualista.
Hiperonimia-hiponimia Ya explicada esta relación Renglón 57-61: individual-individualista Hiperonimia-Hiponimia Ya explica esta relación Renglón 51-52: signo-palabra Renglón 75: Indices, símbolos, signos con respecto de tres categorías 2.2. COLOCACIÓN Trata de la localización funcional que cumple una unidad léxica en relación comprometida que mantiene con otra u otras unidades léxicas en razón de sus significación establecida por subordinación, según las siguientes formas de realización. Complementariedad Una unidad léxica está en relación de complementariedad con otra, cuando completa con ella una identidad, y establece una relación de supraordenador en términos tales como miembro/ grupo, individuo/especie, género/individuo, especie/género, y así sucesivamente. Renglón 3: adentro o en el exterior Renglón 45 individuo/ 49 socialmente Renglón 68-88: significante-significado Renglón 70-71: madre-niño Cohipónimos Expresa relaciones e significación entre hipónimos e un mismo campo semántico o clase general: Renglón 75: índices, símbolos, signos Pares de palabras Relación de todo/parte, parte/todo, rangos afines, tales como días/mes. Puntos cardinales, jerarquías o títulos dignatarios, nomenclaturas numismáticas, rangos de autoridad; relaciones de parentesco familiar otros. Renglón 4: capítulo 3 con respecto de todos los capítulos, o de libro Renglón 73: una parte del biberón con respecto de biberón en su totalidad Antónimos Ya explicada anteriormente…
Renglón 47 –privada / 48 pública 3.
CONECTIVOS
Se trata de unidades de significado gramatical, según lo expuesto en el capítulo 2, o también frases que establecen relaciones de conexión interna del texto o enunciado. Halliday (1976, p. 226 a 245) expone el tema esencialmente en torno a cuatro categorizaciones, los aditivos: agregan información: simples, los que expresan nexos, conjunciones copulativas, negativas, disyuntivas o alternativas complejas tales como las que indican conclusión o consecuencias, y las de ejemplificación, las de comparación, expresadas por los adverbios de modo o comparación, lo mismo, igualmente, así como. Las adversativas, como las conjunciones y las expresiones de énfasis, contrastivas, de corrección, de disimilitud o diferencia: en ningún caso, tampoco, en algún caso. Causales, simples: así entonces, luego; enfáticas: consecuentemente, porque; de razón: por esta razón, de acuerdo con esto; de resultado: como resultado, en consecuencia, entre otras. Temporales, entonces, enseguida, después que, al mismo tiempo, antes de, finalmente, lo último, lo primero, al final, después de tiempo, enseguida, en otra ocasión, al día siguiente, en otra hora, en este momento, en conclusión, aquí, en breve, para reasumir, para retomar, entre muchas otras. Estos casos de conectivos se ilustran de momdo general en el texto que aquí se analiza, así: ADITIVOS Simple Renglón 8-9-12-13-17-22-24-25-28-30-32-34-35-37-49-56-60-61-67-69-76-87 y Negativo Renglón 24-38-47-82: no Alternativo Renglón 3-62-71-83: o Aposición – ejemplificadota Renglón 70: por ejemplo 3.2 ADVERSATIVOS Adversativa-contrastiva Renglón 73-77: sin emabargo Adversativa-corrección Renglón 57: más bien
3.3.CAUSALES Causal – simple Renglón 81: Así pues Causal resultado Renglón 51: como consecuencia 3.4. TEMPORALES Temporal-secuencial Renglón 36-40: a continuación