Stagnetto Agustín Colegio San Patricio 12/04/2009 08:43 p.m.
Y UNO TAMBIEN APRENDE (COMO BORGES)
Y
uno también aprende que crecer duele. Que los centímetros cuestan lágrimas, despedidas y nuevos encuentros. Que los duelos son necesarios. Que para vivir a ciertas cosas hay que morir a otras. Que después de todo esto viene la
alegría. Que uno no está siempre alegre. Que hay pequeños gestos, que hay momentos en los que nos sentimos inmensamente felices. Que hay otros en los que estamos de mal humor, intolerantes, desilusionados1, desganados y cansados. Y uno aprende que uno no puede engañarse a uno mismo ni a los demás por mucho tiempo. Uno puede querer que las cosas sean de una forma y puede planificar como reaccionar ante ellas. El querer es importante pero no todo está en nuestras manos, y mucho menos podemos manejar nuestros afectos. No puedo elegir no quererte tanto, no puede elegir no extrañarte si te vas. Y si. Uno aprende que crecer definitivamente duele. Pero desde arriba todo se ve distinto. Uno aprende a no engañarse, a ser fiel a su deseo. Uno aprende a mirarse imperfecto, y a reconocer en el otro la misma imperfección. Es decir, uno aprende en palabras simples a “bancar y a bancarse” a los demás, desde la verdad. La realidad también duele, pero es hermoso descubrir que el mundo no es solo rosa. En el contraste de la vida está la belleza. Porque estuvimos tristes, valoramos ese instante mágico de felicidad. Porque esperamos
“grandes cosas, grandes momentos” y cuando los
obtuvimos quisimos otras, nos damos cuenta que lo que vale son los pequeños gestos, porque salen del corazón. Por que a veces hablan de grandes amistades que sin esperar llegan a nuestra vida. O de grandes corazones que solo pasan por nuestras vidas pero quedan, dejando huellas, sin ni siquiera saberlo. Y uno aprende que a veces no
no vuelve por algo será. Pero creo que
hay que esperar tanto, no hay que
uno así sufre menos y sin querer uno se
abusar de las expectativas con respecto
sorprende porque el amor vuelve cuando
a los otros. A veces uno solo tiene que
menos nos damos cuenta.
empezar por quererse mucho uno También aprendí que en el
mismo, conocer sus virtudes y sus límites. Y desde ese punto de partida dar
amor, amor de pareja, nada está
y dar, sin especular. Y todo vuelve. Y si
asegurado. Que todo puede pasar. Que
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Adjetivo calificativo
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podemos dejar de amar. Que pueden
que pase. Aprendí que si después del
dejar de amarnos. Que es lindo expresar
enamoramiento uno tiene unas ganas
el amor. Que cada uno quiere a su
inexplicables de estar con el otro, de
manera, que uno no puede pasarse la
compartir la vida a pesar de las
vida esperando que el otro nos quiera a
diferencias… si uno cree que es posible
“mi manera”. Que hay que aprender a
un proyecto juntos. Si una, en el caso de
descubrir la manera que tiene el otro de
nosotras las mujeres, está convencida
expresar su amor. Que por algo dicen
que la persona que está al lado es un ser
que los opuestos se atraen, que de las
humano (como cualquiera) y no un
diferencias se aprende. Que a veces las
príncipe azul sacado de un cuento de
diferencias matan, son incompatibles.
hadas que viene a rescatar a la pobre
Aprendí que uno primero se enamora y
princesa. Si uno a pesar de eso quiere
después de un tiempo baja, quiera o no
que escriban juntos una historia, mezcla
de esa nube felizmente idealizada.
de drama, acción y porque no un poco de
Aprendí que eso es normal, que es lindo
humor, eso se parece más al amor.
Aprendí que cada uno tiene su tiempo. Que hay distintas formas de llegar a un mismo objetivo. Distintas formar de ver lo mismo. Que el secreto está en respetar al otro y escucharlo porque tiene mucho para enseñarnos. Sin olvidar nunca nuestra meta personal, y lo que hace que hoy nuestros caminos sean diferentes. Y uno aprende también que el otro también se equivoca y no por eso es una mala persona. Simplemente es una persona. Aprendí que a veces decir que no es lo mejor que uno puede hacer. Sentirse libre es liberador. Que no necesariamente hay que sentirse culpable por eso. Que no hay que hacer sentir culpable a los demás porque nos dijeron que no. Es más, aprendí que a veces nos hacen un favor.
Y uno aprende a conocerse, y que cuanto más se conoce uno, tiene más poder. Sobre sus decisiones, sobre sus deseos. Y uno aprende a ser libre, a hacerse cargo de Y uno aprende que la muerte fue y es un misterio. Que no hay verdades absolutas para todo. Que a veces solo hay que creer. Que no hay que creer en todo. Que hay que tratar de defender la vida, pero no hay que olvidarse de que la muerte existe. Que no hay que subestimar eso que escuchamos siempre de que
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hay que estar preparados. Y uno aprende que las personas que queremos también van a morir alguna vez y que quizás estemos vivos cuando eso suceda.
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sus aciertos y fracasos. Y uno sabe que las cosas a veces no salen como uno quiere pero que uno por lo menos hizo lo que pudo, lo que desde su corazón quería o sentía que tenía que hacer. Y uno se siente tranquilo. Y la tranquilidad da paz. Y la paz se transmite. Y sin importar si estamos tristes o no, la paz es una forma “divina” de estar en el mundo en general y en nuestros pequeños mundos.
Y uno aprende que la naturaleza tiene sus propias leyes. Que Dios existe. Que quizá solo tengamos que buscar a Dios en cada cosa y en las personas. Para que el cielo no nos sorprenda, para que cuando nos
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