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PORTADA El impacto en la balanza estratégica de las tasas de homicidio en México 2017.

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Índice I.

Introducción_______________________________________7

II.

Objetivo___________________________________________8

III.

Planteamiento del problema__________________________9

IV.

Delimitación o alcance del problema__________________10

V.

Justificación______________________________________10

Capítulo 1: Antecedentes___________________________________12 1.1 1.2 1.3 1.4

1929-2000___________________________________12 Periodo de transición_________________________14 Victoria de Vicente Fox_______________________20 Antecedentes de la Secretaría de Seguridad Pública_____________________________________21 1.5 Reformas de la Secretaría de Seguridad Pública_____________________________________23 1.6 Elecciones 2012_____________________________28 1.7 Nuevas reformas a la SSP_____________________31 1.8 Historia del crimen organizado en México_______32 1.9 Primeras décadas____________________________33 1.10 Segunda mitad del siglo XX__________________36 Capítulo 2: Marco Conceptual_______________________________42 2.1 Estructuras e instituciones_____________________42

Capítulo 3: Planteamiento del problema_______________________53

Capítulo 4: Metodología____________________________________58

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Capítulo 5: Resultados_______________________________________66 5.1 Matriz de totales y balance estratégico de Estados más violentos. _____________________________________________73 5.2 Matriz de totales y balance estratégico de Estados por encima de la media nacional y por debajo de las entidades más violentas______________________________________________76 5.3 Matriz de totales y balance estratégico de Estados por debajo de la media nacional ___________________________________79

Capítulo 6: Conclusiones_____________________________________82 Anexos____________________________________________________84

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Cuadros, Gráficas y Mapas  Cuadro 1……………….………..p. 14  Cuadro 2………………………...p. 15  Cuadro 3………….……………..p. 26  Cuadro 4………………….……..p. 26  Cuadro 5……….………………..p. 61  Cuadro 6……………….………..p. 66  Cuadro 7………………………...p. 68  Cuadro 8……….………………..p. 72  Cuadro 9……….………………..p. 75  Cuadro 10……………….………p. 75  Gráfica 1………..………………..p. 67  Gráfica 2……………..…………..p. 73  Gráfica 3……………..…………..p. 74  Gráfica 4……………..…………..p. 74  Gráfica 5…………………..……..p. 76  Gráfica 6……………………..…..p. 77  Gráfica 7……………..…………..p. 77  Gráfica 8……………..…………..p. 79  Gráfica 9…………..……………..p. 79  Gráfica 10…………..……………p. 80 

Mapa 1. ……………..…………..p. 69

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Abstract El presente trabajo de investigación realizó un análisis del impacto de la violencia en las empresas. La violencia fue medida a través de la unidad analítica homicidios. Éstos fueron convertidos en tasas para fines de comparación. Para medir el impacto se calculó la balanza estratégica a partir de un análisis FODA. En esta se tiene por eje cuatro conceptos: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Los resultados obtenidos fue que la violencia tiene un comportamiento específico según la entidad federativa. Siete Estados de la República aglomeran el 50% de la violencia del país. La balanza estratégica resultó ser sensible ante esta situación. Al posicionarse en Estados donde la tasa de homicidios estaba por debajo de la media nacional, las Oportunidades y Fortalezas terminaban predominando.

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INTRODUCCIÓN La violencia, es un fenómeno de gran complejidad, resultado de la intersección de diferentes hechos sociales, económico y político. Muchos intelectuales han dedicado sus carreras profesionales en la generación de conocimiento sobre este problema. Se sabe, hoy en día, que la violencia es un fenómeno multifacético. En concreto se expresa de distintas maneras; las cuales han sido categorizadas por los científicos sociales. Un ejemplo es la violencia simbólica. Este concepto fue creado por el sociólogo Pierre Bourdieu; afirma que “se utiliza para describir una relación social donde el dominador ejerce un modo de violencia indirecta y no físicamente directa en contra de los dominados, los cuales no la evidencian o son inconscientes de dichas prácticas en su contra, por lo cual son cómplices de la dominación a la que están sometidos" (1997). Ejemplos concretos pueden ser la discriminación de una persona por su apariencia; un discurso que tiene por mensaje la coacción de libertades de otros; o segregar de oportunidades de participación a una persona por su ideología. Otro ejemplo de violencia es la de género. Esta se basa en las desigualdades que existen entre hombres y mujeres fundamentadas en la estructura socioeconómica. La coacción de libertades o la violencia física que tiene como máxima expresión el feminicidio son algunas de las expresiones de este tipo de violencia. Como se puede apreciar, se puede interpretar este fenómeno como un centro del cual emanan diferentes tipos de acciones. Esta multiplicidad es lo que vuelve complejo el estudio de la violencia en nuestras sociedades. Para elaborar una investigación que quiera abordad este tema es necesario que acote de manera explícita y clara la sección de la realidad que se quiera estudiar. En este proyecto, la categoría a utilizar serán los homicidios dolosos, es decir que los asesinatos son cometidos de manera intencional. Según un reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2013) “el homicidio constituye uno de los indicadores más completos, comparables y precisos para medir la violencia. Un factor que debe considerarse es el vínculo entre violencia, seguridad y desarrollo, en el contexto más amplio del Estado de derecho. El homicidio doloso (junto con otros delitos 7

violentos) es una amenaza para la población en cuanto a que su impacto va más allá de la pérdida de vidas humanas y puede generar un entorno de miedo e incertidumbre. Por ello, los datos sobre homicidio pueden ser una importante herramienta para monitorear la seguridad y la justicia”. Basándonos en lo que indica el reporte, podemos introducirnos al tema del presente trabajo de investigación: La violencia en el país y su impacto en la economía. Por lo anterior se entiende cómo los agentes económicos se relacionan en contextos hostiles y cómo esto puede tener un impacto negativo en la economía del país. Por impacto negativo se entiende los costos que tienen que asumir los agentes en este tipo de situaciones. La bibliografía utilizada sirve para poder entender la situación de la República mexicana en diferentes aspectos. Por un lado, su estructura política; se abordará desde una perspectiva histórica para poder entender cuál ha sido el proceso de formación del Estado mexicano y su relación con las organizaciones criminales. El periodo de tiempo analizado consta en el año 2017.

OBJETIVO El objetivo central de esta investigación es saber el impacto que tiene la violencia en los costos de la empresa. Para esto se utilizará el formato de análisis FODA. A partir de este marco se sabrá cómo se comportará la balanza estratégica. Esta consta de la suma de las Oportunidades y Fortalezas, y las Debilidades y Amenazas. Para cumplir el objetivo central de esta investigación es necesario plantear objetivos específicos. Cumpliendo con éstos se podrá fundamentar el objetivo principal. En primer lugar, hay que analizar el comportamiento de la violencia en México en términos de homicidios. El segundo objetivo a cumplir es ubicar geográficamente las tasas de homicidio a nivel estatal. Con base en la bibliografía, se argumenta que el fenómeno de los homicidios se comporta de manera regional e incluso local. Hay zonas que tienden a superar los indicadores nacionales y otras que tienden a estar muy por debajo.

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El tercer objetivo consta en exponer la formación del Estado mexicano y su papel que ha tenido en temas de seguridad. La organización política de México dirá mucho de su relación con esta problemática. El cuarto objetivo posicionará su mirada sobre el crimen organizado. Saber su génesis en México y su comportamiento a través de la historia ayudará a comprender la naturaleza de este tipo de organizaciones delictivas. Este objetivo también lo podemos relacionar con el anterior. Saber cómo ha sido la relación entre el Estado mexicano y los cárteles de droga. Por último, con la información obtenida se ubicará en qué puntos de México son más violentos que otros. Se expresará a través de un mapa las zonas de alto, medio y bajo riesgo para el desempeño optimo de la empresa en términos de homicidios.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Para tener una amplia comprensión de la génesis y estado actual de la violencia en México se estudiará, por un lado, la formación del Estado mexicano y por otro la de los cárteles de droga. Ambos actores son cruciales para entender el aumento de homicidios que ha superado toda cifra histórica. Para el análisis de la violencia en el país primero se comprobará el aumento que ha tenido las tasas de homicidio en México del periodo del 2014 al 2017. Para construir esta información se usó el Censo de Población 2010 y la Encuesta Intercensal del 2015. Se realizaron proyecciones de población para el año 2014, 2016 y 2017. Para construir el dato de homicidio se utilizaron las Estadísticas Vitales registradas en el portal del INEGI. Una vez obtenidas las defunciones y la población en México en ese periodo se pudo calcular las tasas de homicidio. Después se averiguó cuáles son los Estados de la república más violentos para el año 2017. Esta información nos indica un aproximado del comportamiento de la violencia en el país. Para el análisis del impacto de la violencia en México para las empresas que realizan actividades económicas dentro de las fronteras se recurrió a información

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bibliográfica. Los estudios realizados muestran cómo se comportan las empresas en contextos de violencia. “México atraviesa el año más violento del que haya registro. Con un total de 15 mil 973 personas asesinadas en los primeros seis meses del año, el país acumula una tasa de 11.01 homicidios por cien mil habitantes, la más alta desde que hay cifras oficiales, desplazando al primer semestre más violento que había sido el de 2011 con 9.7 asesinatos” (Ángel, 2018).

DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA Espacialmente, se analizarán las tasas de homicidio a nivel estatal. El periodo de análisis será 2017. Las limitantes que puede llegar a tener esta investigación es el nivel de análisis geográfico. Así como a nivel nacional no se puede visibilizar cómo se comporta la violencia en términos regionales, sucede lo mismo al interior de las entidades federativas.

JUSTIFICACIÓN Los efectos de la violencia en el país se extienden en daños psicológicos de la población en general; el crecimiento económico se dificulta, incluso se podría decir que se imposibilita. No se puede lograr un desarrollo económico cuando la clase trabajadora se encuentra tres metros bajo tierra. A su vez esto genera que el tejido social se vaya resquebrajando. La desconfianza y el miedo entre individuos impide la creación de lazos fuertes y con ello una mejor capacidad de organización para resolver los problemas que les aquejan. Los puntos antes expuestos justifican la importancia de la necesidad del estudio de la violencia en México.

PREGUNTAS

HIPÓTESIS

¿Cómo cambia el balance estratégico

Los factores geográficos y las tasas de

según la ubicación geográfica en

homicidio son factores clave a la hora de tomar

términos de tasas de homicidios?

decisiones 10

¿Cuál ha sido el comportamiento de la

Los homicidios han aumentado de manera

violencia, en términos de homicidios, en

constante en los últimos años

los últimos tres años? ¿Cuál ha sido el papel del Estado en

El papel del Estado mexicano y su estrecha

materia de seguridad?

relación con el crimen organizado ha sido clave en su formación y auge.

¿Cuál ha sido el papel del crimen

. La coyuntura de pugna entre los cárteles ha

organizado en el contexto de violencia en

sido la generadora de violencia e inseguridad

México?

en el país.

¿En qué parte del país sería más seguro establecer una empresa?

Se espera que los Estados del sur sean los menos violentos.

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I.

ANTECEDENTES

A. 1929-2000

México es un país cuyas instituciones son producto de los objetivos de un partido que gobernó durante casi 70 años. Autoproclamado heredero de la revolución mexicana, el PRI ha pasado por muchas etapas durante el siglo XX. Una vez acabado el conflicto revolucionario, era necesaria una pacificación del país. Muchos representantes electos eran asesinados semanas o días después de acceder al poder. Fue así como El Partido Nacional Revolucionario (PNR) nació como un organismo regulador de los conflictos políticos, necesario para evitar las luchas y alzamientos armados que se fundaban en el personalismo ( (Silva, 2002). Báez (2002) explica que el Partido tenía una doble estructura. Una directa y otra indirecta. El primero constaba de las organizaciones dentro del partido y sus instituciones. El segundo constaba de un “amplio frente de los revolucionarios agrupados en 148 partidos de 28 entidades federativas, como una confederación”. El partido heredero de la revolución empezó a partir de la segunda década del siglo XX la institucionalización de la vida política. A este periodo se le conoció como el Maximato. Se podría resumir como las acciones por parte de Plutarco Elías Calles, cuyo apodo era el “Jefe Máximo de la Revolución”, por englobar la vida política dentro del partido. La etapa del Maximato y con ella el control hegemónico de Calles en la política mexicana terminó con la llegada de Lázaro Cárdenas. Durante el “cardenismo” se acabó de consolidar la “Reforma Agraria”, con la creación de los “ejidos”, una división de tierras para ser cultivadas en grupo. Además expropió tierras de gran riqueza agrícola en los estados de: Durango, Coahuila, Sonora y Yucatán (Viñamata, 2012 ). De esta manera se empezó a consolidar el estado corporativista. De hecho, durante el “cardenismo” se creó la Confederación Nacional Campesina (CNC) y todos los campesinos que habían recibido tierra entraban automáticamente en esta organización y a formar parte del partido El sindicato formaba parte del partido estatal y todos los obreros mexicanos que estuvieran afiliados a la CTM pertenecían al partido oficial.

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Cárdenas consiguió una base electoral para el partido hegemónico, que duró hasta la década de 1990 (Viñamata, 2012 ). Estas acciones son las bases donde el PRI se apoyará para ejercer el poder de manera hegemónica. El control de sindicatos, organizaciones campesinas, organizaciones políticas, etc. Como ya se había mencionado, toda la vida política mexicana no se podía ejercer sino dentro del partido. Esto fue construyendo un fuerte Estado, que bajo un solo mando único dirigía el país. Para Viñamata (2012 ), fue gracias a Cárdenas que el régimen mexicano se consolidó sobre dos instituciones: la presidencia de la república y un partido oficial. Éste tenía agrupodo a diferentes sectores de la sociedad; las clases obreras, campesinas, medias, urbanas y altas. En cuanto a la estructura del partido éste no era muy democrático. Este periodo se le conoce por el famoso dedazo, en donde los candidatos eran designados por sus antecesores. El periodo entre 1946 y finales de la década de 1970, se consideró la época de mayor crecimiento económico de México, por eso se la conoce como el “Milagro Mexicano”. Pero moderó la reforma agraria y se potenció la iniciativa privada. En esta época se consolidó también la corrupción dentro del partido, ya que los líderes sindicales siempre se mostraron obedientes ante los designios presidenciales sin importarles, si las decisiones tomadas iban en contra de su colectivo (Viñamata, 2012 ). Otro aspecto importante fue el poder del partido en la organización electoral, con el paso del tiempo se consolidó la idea de que si se era miembro del partido y se era escogido para una contienda electoral, acabaría resultando electo, ya que la burocracia del partido se encargaría de ello al precio que fuera (Silva, 2002). Fue hasta 1945 cuando el presidente Ávila Camacho creó el PRI (Partido Revolucionario Institucional). Para este momento, el PRI ya controlaba todo aspecto de la vida política del país. En cuestiones electores, dominaban todos los aspectos de ésta. A través de fraudes, primordialmente, esta maquinaria partidaria siempre obtenía los resultados a su favor. Algo que también ayudó mucho al PRI para consolidarse fue el “milagro mexicano”. El crecimiento económico por el que pasó el país fue una de las razones por la que el 13

pueblo mexicano se adhería al partido. Su punto culminante fue en el modelo económico llamado “sustitución de importaciones”. Este tipo de modelo se fundamentaba en la producción y consumo nacional de los bienes producidos. Las empresas mexicanas eran subvencionadas por el Estado. A los trabajadores, se les otorgaban prestaciones laborales. En este periodo las clases medias del país empezaron a aumentar. En relación con las importaciones y exportaciones, México aplicaba aranceles altos para los productos que entraban. El modelo no podía sostenerse de manera continua. Unas décadas más adelante la sustitución por importaciones ya no era sostenible. Las empresas mexicanas no eran lo suficientemente competitivas. Al haber sido protegidas por el Estado, sus estructuras administrativas no eran competencia para las empresas del extranjero. Con la llegada de la globalización neoliberal esto presentó un serio problema a la economía mexicana. Otro problema que empezó a surgir en esta época era la demanda, principalmente por las clases medias, de una democratización del país. Esto fue parte de un movimiento global. En Francia, China, Checoslovaquia y Estados Unidos, se veían movimientos similares. La apertura de participación política, la democratización de los medios de comunicación, entre otras; eran las exigencias de las juventudes del ’68. Fue en ese año en México que ocurrió la matanza de Tlatelolco. El ejército disparó ante un mitin conformado principalmente por estudiantes y varios sectores de la sociedad. Esto quedó en la memoria colectiva del país, generando un descontento contra el PRI. Históricamente este acontecimiento junto con la caída del modelo de sustitución de importaciones fueron minando el poder del PRI que tenía en la vida política del país.

B.

Periodo de transición Aproximadamente a partir de los mediados de los setenta México entraba en crisis

económica y política. Estos procesos se reflejaron en el deterioro de la calidad de vida de los mexicanos que a parte se encontraban bajo un régimen político autoritario; la prueba irrefutable de esto fue el ’68. Esto empezó a generar cambios en las urnas. Los partidos de oposición empezaron a optar por alternativas políticas que fueran diferentes a las del PRI. Fue debido a su gran 14

fuerza que fue construyendo a través de las décadas a través de los sindicatos y organizaciones agrarias que el partido hegemónico dio lucha por varios años. Sus bases militantes le daban una amplia ventaja por sobre las otras propuestas. En la tabla que se anexa es posible apreciar cómo fue que a través de los años el PRI fue perdiendo hegemonía. Donde fue más notable fue en las elecciones para diputados y senadores Lo que nos muestra la tabla en números es la expresión de la pérdida gradual de poder que fue teniendo el PRI. El PAN, de poco en poco, se fue convirtiendo en el partido de oposición que más poder fue adquiriendo. En términos absolutos el partido revolucionario institucional seguía obteniendo la mayoría tanto para las diputaciones como para los senadores. En términos relativos se puede apreciar como en un lapso aproximado de veinte años el PRI fue perdiendo poder. Redujo su presencia de diputados aproximadamente en un 30% y en menos de una década casi del 40% en los senadores. Esto, para un partido que había institucionalizado un país sumergido en el caos y que había moldeado la vida política es un duro golpe al poder que ejercía sobre México. Estos datos son bastante esclarecedores; pero es necesario ahondar lo que ocurrió en esas décadas, de manera concreta para entender este declive.

Cuadro 1.

Año 1979 1982 1985 1988 1991 1994 1997

Porcentaje de diputados de 1979 a 1997 por los principales partidos PRI PAN PRD PMS PSUM PCM 74 10.8 4.5 74.8 12.8 4.3 73 9.5 3 52 20.2 3.8 64 17.8 8.2 60 23.8 14.2 47.8 24.2 25 Fuente: (Las elecciones federales del 2000, consolidación del panismo.)

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Cuadro 2.

Porcentaje Años 1991 1994 1997

de senadores de 1991 a 1997 PRI PAN PRD 98.4 1.6 74.2 19.5 6.3 60.2 25.8 12.5

Fuente: (Las elecciones federales del 2000, consolidación del panismo.)

Después de lo ocurrido en Tlatelolco era necesario replantear la estrategia. Se debe recalcar que el modelo de sustitución de importaciones no era una opción económica viable. En este momento es cuando el PRI decide dar una mayor apertura en la participación política. Esto a través de leyes que dieran una oportunidad mayor a los partidos de oposición acceder a puestos de poder. “Hasta ese momento se había intentado que los mexicanos se sintiesen orgulloso de serlo, pero ahora se debía hacerlos partícipes de intervenir con plena libertad en actos electorales y que pudiesen votar al partido político que ellos quisieran” (Viñamata, 2012 ). Una de las acciones que más impacto tuvo fue la creación de la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LFOPPE). El registro de partidos que antes eran clandestinos se hizo no sólo posible, sino que se facilitó. “A través de ese expediente, primero participaron en elecciones federales (1979) el Partido Comunista Mexicano, el Demócrata Mexicano (derecha sinarquista) y el Socialista de los Trabajadores. Luego, en 1982, se sumaron el Revolucionario de los Trabajadores y el socialdemócrata” (Woldenberg, 1990). “ La otra iniciativa central modificó la fórmula de integración de la Cámara de Diputados con el objetivo de inyectarle los vientos del pluralismo. Por esa vía, se tendía a sobre representar a la mayoría y a su representar a las minorías. Para compensar esos efectos se ideó en 1977 un sistema mixto donde se elegirían 300 diputados por la vía de mayoría simple a través de igual número de distritos, pero también otros cien (plurinominales) que debían corregir la tendencia a la sobre y la su representación. 16

Ningún partido que hubiese obtenido 60 o más escaños por la vía uninominal tendría derecho a participar en el reparto de los plurinominales” (Woldenberg, 1990). Para terminar la reflexión, Woldenberg (1990) indica que las elecciones federales de 1979, 1982 y 1985 sufrieron el impacto de la nueva legislación electoral. Sus efectos más visibles fueron dos: a) la aparición legal de nuevos referentes electorales, y b) la reanimación (por vía del pluralismo) del debate parlamentario. Otro aporte fue el establecimiento de ciertos tiempos oficiales en radio y televisión para la promoción de las distintas fuerzas políticas (Viñamata, 2012 ). Este periodo de transición de poder; del unipartidismo al multipartidismo, presentó una serie de obstáculos. La oposición libró una larga lucha en los municipios. Sin embargo, el recurso fraudulento por parte del partido de Estado hacía que los triunfos reconocidos fueran muy precarios. Los municipios gobernados por otro partido que no fuera el PRI, entre 1970 y 1978, alcanzaron el número de 31. Entre 1979 y 1982 subieron a 60. De 1983 a 1989 llegaron a 114 (Alonso, 2015). Para inicios de la década de los ochenta inició una crisis económica en México. La economía del país estaba totalmente petrolizada; la mayoría de los ingresos del Estado provenían de esta rama productiva. Aprovechando los precios del mercado, el Estado se endeudó con préstamos del FMI para modernizar la empresa petrolera. Iniciando la década de los ochentas los precios del petróleo en el mercado internacional empezaron a descender. Esto provocó un duro golpe a la economía mexicana; que dependía de los ingresos de esta empresa estatal. Los proyectos que se tenían contemplados no pudieron realizarse y el peso se devaluó en un 400% (Viñamata, 2012 ). El manejo de la economía mexicana en este sexenio fue uno de los peores, dejando a México en una profunda crisis económica. En las elecciones de México en 1982 aun así con todas estas reformas en materia electoral, la crisis económica que dejó el PRI y, añadiendo su falta de legitimidad; el presidente electo nuevamente fue del partido del Estado. “Habrá que hacer hincapié que De la Madrid ganó las elecciones, pero fue el candidato del PRI que ganó con menos margen hasta la fecha: 71% de los votos” (Viñamata, 2012 ). Durante este periodo el partido revolucionario institucional empezó a tener cambios internos. Nuevas generaciones estaban desplazando a aquellos de la vieja guardia. La 17

principal diferencia era que estos jóvenes economistas venían con propuestas de apertura del mercado, adelgazamiento del Estado y una visión más tecnócrata del manejo de la economía. A diferencia de sus antecesores, que velaban por empresas estatales, con sindicatos bajo su dominio y fronteras cerradas En esta época es cuando empiezan a entrar en conflicto los corporativistas del viejo régimen y los neoliberales del nuevo régimen. Para las elecciones de 1988 el PRI recurrió una vez más al fraude electoral. Cerca de medianoche, el secretario de gobernación, Manuel Barlett anunció que el sistema de conteo de votos se había caído. Una vez que regresó el sistema a operar la victoria la obtuvo el candidato priista. Carlos Salinas de Gortari llegó a la silla presidencial. El PRI perdió una buena parte de su apoyo popular, la ciudadanía pasó a ser mucho más reivindicativa. Tanto el PAN como la base electoral de Cárdenas se hicieron fuerte en el Distrito Federal. Buen parte de los núcleos urbanos de la República (Viñamata, 2012 ). Salinas de Gortari se encontraba en un contexto bastante turbulento. Dentro del partido se encontraba la pugna entre la vieja y nueva generación; por fuera tenía que legitimar su gobierno. Una de sus primeras acciones fue el de encarcelar a Joaquín “La Quina” Hernández Galicia. Él era un reconocido líder sindical de la empresa mexicana PEMEX. Al arrestar una figura de la corrupción en México, Salinas obtuvo un visto bueno al inicio de su gobierno. Otra de sus acciones fue el de negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En una época donde la globalización y la liberación económica se estaba volviendo hegemónica esto significaba entrar al mercado global. Estas acciones no fueron suficientes para revertir lo que el PRI había hecho durante toda la historia del México moderno. Para 1989 en las elecciones para gobernador en Baja California se había logrado lo que nunca en México. Por primera vez en la historia era elegido un gobernador que no pertenecía al partido hegemónico. Ernesto Ruffo Apel, del Partido Acción Nacional sería una de las expresiones de un proceso de alternancia que se venía gestando desde hace años en el país. Salinas viajó al estado para dar su apoyo al nuevo gobernador “panista”. Su acción fue aplaudida, pero eso enfadó al sector más intransigente del PRI, algo que provocaría 18

serios problemas y trágicos, sobre todo para Colosio, unos años más tarde (Viñamata, 2012 ). El PRI, con Salinas de Gortari en el Ejecutivo seguían elaborando fraudes electorales. Guanajuato y Michoacán fueron casos muy claros de que el PRI aún podía ejercer el poder de manera efectiva. A pesar de todos estas acciones era bastante claro que el partido revolucionario institucional perdía cada vez más se hegemonía sobre la vida política del país. Esto se puede explicar a partir de la búsqueda de la población a alternativas políticas, la pugna dentro del partido y las reformas de leyes en materia electoral. Cuando menos control tenía sobre el IFE, peores resultados obtenía el PRI (Viñamata, 2012 ). Nuevamente en las elecciones de 1994 el PRI volvió a obtener la victoria con su candidato Ernesto Zedillo. Ganó con el 48.70% de los votos. Hasta esa fecha fue el candidato del partido que había ganado con menor porcentaje de votos. Esto parece ser un patrón. Cada elección que pasa, en su mayoría, los candidatos priistas ganan con menor porcentaje. Un aspecto muy importante fue que la presidencia del Instituto Federal Electoral ya no sería ocupada por el secretario de gobernación, sino por una persona independiente (Viñamata, 2012 ). Otro hecho que apoya a esta narrativa de la decadencia del PRI fueron las elecciones para gobernar la capital del país. En sus primeras elecciones, el PRD obtuvo una victoria retunda del 48% (Viñamata, 2012 ). A su vez, en las elecciones de Zacatecas, Tlaxcala y Aguascalientes obtuvieron la victoria el PRD para los primeros dos Estados y PAN para el último. El proceso que se viene narrando tuvo su etapa culminante en las elecciones del 2 de julio del 2000 para presidente de la república. Vicente Fox Quesada, del Partido Acción Nacional ganó las elecciones. Por primera vez en México se veía una alternancia al partido. Se concebía que a partir de esa época se había entrado a una etapa democrática en la historia mexicana.

19

C.

Victoria de Vicente Fox

A partir de los antecedentes ya presentados podemos concluir una serie de puntos. Éstos nos ayudará a tener más claros los ejes bajo los cuales fue posible la transición. A su vez, tienen pertinencia en esta investigación para entender en qué coyuntura política y social se encontraba México en el momento de las reformas en las instituciones en materia de seguridad. El primer punto es el de la crisis política por la que pasaban los gobiernos mexicanos. Con el paso de las décadas el pueblo mexicano cada vez buscaba otras alternativas políticas. Un momento clave fue en el año de 1968. La matanza de Tlatelolco fue recibida por la población mexicana como una alerta para un necesario cambio en el estatus político. Otro hecho es el del mejoramiento de la calidad de vida y aumento de las clases medias urbanas. La toma de conciencia a partir del trabajo de este sector de la población ayudó a impulsar la crítica contra el gobierno. A su vez, el trabajo de otros partidos fue de gran importancia. Sus propuestas y acciones les dio cabida para entrar cada vez más en puestos de decisión política. El segundo punto alude a lo económico. Las diferentes crisis económicas a partir de la década de los setentas demostraron que los gobiernos priistas cada vez eran más incapaces de manejar la economía mexicana. El Estado corporativista se mostraba insuficiente ante los retos y la competitividad que exigía la economía mundial. Una de las crisis más fuertes, la del año 1982 dejó muy claro eso. El Estado mexicano, al depender casi enteramente de la producción de petróleo y con una economía cerrada de producción y consumo interior no pude hacer nada al respecto cuando el precio del petróleo bajó en el mercado internacional. A partir de los noventas el PRI inició la privatización de empresas estatales y el pacto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El objetivo era integrarse en la lógica de la globalización y de los libres mercados. Como ocurrió en muchos países los números presentaban una economía sana, pero que no se reflejaban directamente en la calidad de vida de las personas. 20

Un ejemplo de esto fue la reforma agraria en 1992. Los resultados de la política a partir de la institución PROCEDE (Programa de Certificación de Derechos Agrarios y Titulación de Solares Urbanos) fueron negativos en términos sociales. La liberación de la tierra tuvo como consecuencia la mayor fuente de riqueza para políticos y compañías mineras. “Lo que demuestra que el objetivo fundamental de la reforma ha consistido en la privatización de la tierra para su posterior concentración en manos del capital privado, al mismo tiempo que políticos corruptos se enriquecían con ello (Irujo, 2013). El tercer punto consta en la apertura de participación política. Ante la ineficacia de los gobiernos a la hora de enfrentarse a las crisis económicas, las reformas en materia electoral se volvían necesarias para calmar a la población descontenta. La Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LFOPPE) fue una de las principales herramientas que ayudó a consolidar un régimen un poco más democrático en México. Esto dio cabida a grupos opositores legitimar sus propuestas accediendo a puestos gubernamentales. A su vez la población notó que había alternativas a las cuales apostar, en vez de seguir bajo el yugo del partido del Estado. La última conclusión hace referencia a las pugnas internas que sufre el partido. Este punto, a mi parecer es uno de los más interesantes. Con la globalización y la hegemonía del libre mercado a la orden del día en las relaciones internacionales, el partido hegemónico tuvo que restructurarse. El modelo económico que les había funcionado desde hace décadas se había vuelto obsoleto. Aunado a esto, una nueva generación de priistas con formación neoliberal y tecnócrata iban en contra del Estado corporativista que había formado su partido. La desorganización y la pugna de intereses entre sus militantes fue uno de los detonantes de la socavación del poder político del PRI sobre el país. El asesinato de Luis Donaldo Colosio fue una de las expresiones más violentas que tuvo este conflicto.

D.

Antecedentes de la Secretaría de Seguridad Pública

Antes de emprender el análisis del cambio en las instituciones de seguridad pública en México a partir del 2000 es necesario tener un punto de partida. Contextualizar 21

Uno de los grandes problemas a los que se ha enfrentado la administración pública mexicana en materia de seguridad es el de la pluralidad de mandos. Diferentes instituciones tenían bajo su mando un cuerpo policiaco que se encargaba de áreas en específico. A principios del siglo XX la tarea en materia de seguridad se encargaban principalmente los Estados y los municipios. Por la naturaleza del contexto, la policía federal actuaba en ámbitos bastante limitados. Éstos consistían en delitos de corte político-militar como traición o espionaje; delitos de funcionarios públicos como abuso de poder; y delitos contra la salud, como el tráfico de droga (IMCO, 2012). El mismo informe de la IMCO (2012) expone que “la Policía Judicial Federal tuvo durante la mayor parte de su historia menos de mil elementos. La Dirección Federal de Seguridad estaba más abocada a labores de policía política y el número de sus integrantes operativos nunca pasó de un par de miles. El Presidente de la República tenía, por vía indirecta, el mando sobre la numerosa policía del Distrito Federal pero, por definición, ésta sólo tenía alcances locales” Se puede apreciar que en gran parte de la historia del México moderno sus instituciones policiacas actuaban de manera local y descoordinada. El contexto posrevolucionario había requerido la atención del gobierno federal en otras áreas de la administración pública. Otros hechos que explican el porqué de la localidad de los mandos policiales es que en la zonas rurales de la época los índices delictivos eran muy bajos. En las zonas urbanas, que eran pocas, sus índices estaban controlados. Es hasta los noventas cuando se empieza a formular una estructura policiaca centralizada en el federal. Distintas agrupaciones e instituciones surgieron. Muchas tuvieron un periodo de tiempo de existencia muy corto. López (2002) indica que la actividad policiaca antes del cambio de régimen se desarrollaba a través de distintas corporaciones. Éstas, se encontraban adscritas a la Secretaría de Gobernación. Los mandos policiacos se encontraban distribuidos entre el INAMI (Instituto Nacional de Migración; la Subsecretaría de Seguridad Pública, la cual a su vez tenía tres direcciones generales (Prevención y Tratamiento de Menores, Preservación y 22

Readaptación Social y la Normatividad y Supervisión de Seguridad Privada. También se encontraba la Policía Federal de Caminos pertenecientes a la Secretaría de Comunicaciones y Transporte; por último se encontraba la Policía Fiscal Federal que pertenecía a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Durante los noventa se emprendió la tarea de centralizar las diferentes policías que integraban el sistema. Para 1993 se creó la Coordinación Federal de Seguridad Pública. Para 1995 se establecía el Sistema Nacional de Seguridad Pública; su tarea principal consistía en la profesionalización y capacitación de los elementos policiacos. Fue hasta 1999 que se creó la Policía Federal Preventiva. Ésta fue uno de los primeros intentos de agrupar elementos policiacos bajo un mismo mando. La institución estaba conformada por lo que antes era la Policía Federal de Caminos y la Policía Fiscal Federal. Es en este contexto donde entra el gobierno de Vicente Fox Quesada. La pluralidad de ordenamientos y diversidad de mandos producían una dispersión de esfuerzos y un inadecuado aprovechamiento de recursos (López-Betancourt & Fonseca-Luján, 2013). Para el nuevo gobierno no sería fácil afrontarse a los retos que implicaba organizar los elementos policiacos del país. Una de sus primeras propuestas de políticas públicas en materia de seguridad pública fue la creación de la Secretaría de Seguridad Pública.

E.

Reformas de la Secretaría de Seguridad Pública Como ya se había mencionado la creación de la SSP respondía a las necesidades de

actualizar, modernizar y aumentar el control de las instituciones de seguridad pública del país. Para esto era necesario seguir una estrategia general de atribuir a una sola estructura orgánica las labores de diseño de la política de combate al crimen, inteligencia para la prevención del delito, administración de los establecimientos carcelarios federales y mando sobre los cuerpos policiacos federales (López-Betancourt & Fonseca-Luján, 2013). Para la creación de esta nueva Secretaría era necesario modificar el Art. 26 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Este artículo, que es el primero del

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capítulo segundo estipula cuales son las Secretarías que dependen del Poder Ejecutivo de la Unión. A la recién creada secretaría de Estado le fue dada una serie de atribuciones. De entre ellas se encuentra: 

Desarrollar políticas de seguridad pública y proponer la política criminal en el ámbito federal.



Presidir en el Consejo Nacional de Seguridad Pública.



Fomentar la participación ciudadana en la formulación de planes y programas preventivos en materia de delitos



Organizar, administrar, dirigir y supervisar a la Policía Federal Preventiva



Establecer un sistema destinado a obtener, analizar y procesar información para la prevención de delitos



Salvaguardar la integridad y el patrimonio de las personas,



Otorgar las autorizaciones a empresas que presten servicios privados de seguridad en dos o más entidades federativas, así como supervisar su financiamiento. .



Colaborar en el marco del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con autoridades federales, estatales y municipales competentes cuando ellas lo soliciten



Auxiliar al Poder Judicial de la Federación y a la Procuraduría General de la República cuando sea requerido



Ejecutar las penas por delitos de orden federal y administrar el sistema federal penitenciario,



Administrar el Sistema Federal para el Tratamiento de Menores Infractores Fuente: (La creación de la Secretaría de Seguridad Pública, 2002)

Por primera vez en la historia de México, una secretaría estaba dedicada completamente en materia de seguridad. Es importante recalcar unos puntos. El primero es que la Secretaría de Seguridad Pública organizaría, administraría, dirigiría y supervisaría a la Policía Federal Preventiva. Ésta, como ya se había mencionado, tenía bajo su mando a la Policía Federal de Caminos y la Policía Federal Fiscal.

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La misma PFP se formalizó en el 2000. El Ejecutivo Federal expidió el Reglamento de la Policía Federal Preventiva, con el objeto de establecer la estructura orgánica, las relaciones jerárquicas, las funciones y atribuciones de las unidades administrativas (López J. R., 2002). Un segundo punto es el de presidir en el Consejo Nacional de Seguridad Pública y colaborar en el marco del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Esto le permitió estar en contacto con las instituciones que se especializaban en coordinar y profesionalizar a los cuerpos policiacos. La Policía Judicial Federal, la cual había sido fundada en los últimos momentos del Porfiriato en 1908 fue sustituida por la AFI; Agencia Federal de Investigación. La AFI era dependiente de la Procuraduría General de la República, la cual era auxiliada a la vez por la Secretaría de Seguridad Pública. Lo que se puede apreciar a partir de estos cambios es que no se unificó todo dentro de un mando único. Se centralizaron diferentes áreas en una secretaría, la cual se estipuló trabajara de cerca con otras instituciones. Durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006), el desempeño del nuevo aparato institucional no cumplió del todo con las expectativas. Por un lado, mostró poca efectividad en la contención de la actividad delictiva del fuero federal: las cifras se mantuvieron constantes durante los primeros años del mandato, para luego aumentar sensiblemente en el 2006 (López-Betancourt & Fonseca-Luján, 2013). Por otro lado el mismo informe (2013) indica que la SSP no asumió el liderazgo esperado como institución al frente de las acciones del gobierno federal en materia de seguridad pública. Su papel se vio opacado por la progresiva intervención de las fuerzas armadas en el combate a la delincuencia organizada, concretamente el tráfico de narcóticos. Era bastante claro que era necesario un cambio en las instituciones del país. Como lo muestra la tabla, al final del sexenio del primer gobierno de la transición no logró sus objetivos en materia de seguridad. Las conclusiones a las que llegaron acerca de la ineficacia institucional fueron varias. Las principales fueron referente a la corrupción, la debilidad y la falta de coordinación entre los diferentes cuerpos. 25

El contexto sobrepasó los recursos del Estado. En primer lugar el gobierno panista heredó un sistema institucional bastante descentralizado. Tratar de cambiar toda una tradición de policía local donde el federal casi no participaba es una tarea que era prácticamente imposible de realizar en un sexenio. Otro elemento que impidió la organización a nivel nacional de las fuerzas policiacas era la gradual intervención del ejército. Conforme se fue acercando al año 2006 las cifras fueron aumentando junto con el aumento de la presencia del narcotráfico. El siguiente sexenio lo volvió a ganar el Partido Acción Nacional. Ahora, el ejecutivo se encontraba bajo el mandato de Felipe Calderón Hinojosa. Este sexenio fue caracterizado principalmente por la guerra contra el narcotráfico. La tabla anterior es expresión de los hechos mencionados. Para el año 2007 el aumento de los homicidios aumentaron exponencialmente. En el 2009 se reestructuraron los dos principales cuerpos policiacos del país. La Policía Federal Preventiva se transformó en Policía Federal. La Agencia Federal de Investigación se transformó en la Policía Federal Ministerial. Ahora quien se encontraba al mando sería la Secretaría de Seguridad Pública. Ese mismo año se expidió una nueva ley del SNSP, que además de mejorar el marco de coordinación y la distribución de competencias entre las instancias de seguridad de los tres niveles de gobierno, estableció un plan de formación y profesionalización policial, una academia y el Centro Nacional de certificación y evaluación del personal (López-Betancourt & Fonseca-Luján, 2013). Para finales del sexenio de Calderón se puede apreciar una disminución en los delitos contra la salud. Los esfuerzos por centralizar los esfuerzos policiacos del país empezaron a rendir frutos. A partir del año 2007, que fue cuando hubo un repunte en los delitos contra la salud, empezaron a bajar gradualmente. Para el 2012 se alcanzaron índices parecidos a los de antes del cambio de régimen.

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Cuadro 3. Año 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

Delitos del fuero federal total nacional (1997-2012) Delitos contra la salud Delitos Diversos 21,071 52,842 19,629 55,237 23,156 53,013 24,212 57,569 23,232 50,881 23,588 50,215 28,645 52,585 28,715 52,824 38,903 50,627 58,066 51,563 81,419 55,798 73,222 62,869 63,404 68,178 55,122 77,105 42,747 90,298 25,121 74,711

Total 73,913 74,866 76,169 81,781 74,113 73,803 81,230 81,539 89,530 109,629 137,217 136,091 131,582 132,227 133,045 99,832

Fuente: (La desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública Federal: otra" vuelta de tuerca" en la Política de Seguridad del Estado mexicano, 2013)

Cuadro 4. .

Fuente: (La desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública Federal: otra" vuelta de tuerca" en la Política de Seguridad del Estado mexicano, 2013) 27

F.

Elecciones del 2012

Para el año 2012 el contexto político cambió radicalmente. En las elecciones de ese año, el PRI volvió a ganar las elecciones. Sólo después de dos sexenios de la alternancia fueron suficientes para que el PRI regresara a la silla presidencial. La investigación que su enfoque en materia de seguridad, deberá indagar con el objetivo de averiguar cuál fue el impacto de este retorno. Para esto, es necesario saber cómo fue posible este cambio en la decisión de los votantes. Como veremos, la entrada del Partido Revolucionario Institucional significó un cambio en las instituciones policiacas del país. Recién empezando eliminaron la Secretaría de Seguridad Pública. Esto respondía a intereses del partido. Éstos querían seguir las políticas públicas que habían dejado pendiente antes del 2000. La tradición política del partido siempre lo inclinó a tener todos los mandos bajo su ala. Por eso, al desintegrar a la Secretaría de Seguridad Pública, retornaron a los mandos policiacos bajo el mando de la Secretaría de Gobernación. Cambios de este tipo generan grandes impactos en la vida cotidiana de sus ciudadanos. Incluso, es tanto el alcance de estas decisiones que puede llegar a provocar coyunturas políticas de grandes consecuencias. Antes de exponer y analizar estas consecuencias es necesario entender, nuevamente, el contexto político y social del retorno del PRI. Luego, presentar los cambios en las instituciones en materia de seguridad que se realizaron. Con estos antecedentes será posible tener un panorama general sobre la situación de las políticas de seguridad pública contemporáneas. Para Olmeda & Armesto (2013) la victoria del PRI puede explicarse a partir de tres factores. Primero, la sostenida pérdida de popularidad del presidente Calderón a lo largo de su presidencia, que decididamente afectó las chances de su partido y candidata. En junio de 2012, un mes antes de la elección, Calderón alcanzó el nivel más bajo de todo su sexenio, con sólo 48% de aprobación. Esta impopularidad hacia el presidente y su partido en general fue debido a la guerra contra el narcotráfico que se emprendió en su sexenio. Los asesinatos se incrementaron a niveles pocas veces vistos, al grado de considerar a la estrategia de “guerra” en contra 28

del crimen organizado y el narcotráfico como uno de los conflictos más relevantes del mundo. La sociedad llegó a las elecciones con una demanda: disminuir la violencia (Nassif, 2013). Para el final del gobierno de Calderón, se habían contabilizado más de 60,000 muertos. Además de los errores y limitaciones de su candidata, Josefina Vázquez Mota, fue en buena medida por las promesas incumplida (Nassif, 2013). El Partido Acción Nacional, en términos generales, poco se diferenció del PRI. La guerra sucia, una victoria electoral poco legítima en el 2006 y una serie de denuncias de corrupción le restaron popularidad al partido. En segundo lugar, debido a la capacidad de Peña Nieto para evitar divisiones en su partido –en contraste con lo acontecido en 2006– y lograr el apoyo de todas las facciones y de los gobernadores priistas a su candidatura (Olmeda & Armesto, 2013). Otro factor dentro de este punto es la permanencia del PRI en los puestos de decisión política. Como ya vimos, en las diputaciones y senaduría el PRI fue perdiendo la hegemonía que gozó durante casi todo el siglo XX. En lo referente a los Estados logró afianzarse. En diversos Estados de la República, su estructura territorial no se alteró, ni desapareció. En varias regiones todavía no se produce ningún proceso de alternancia electoral (Domínguez, 2014). Se posicionó como el táctico de los acuerdos legislativos a partir del segundo sexenio panista (Domínguez, 2014). Es evidente que la presencia del Partido Revolucionario Institucional en el Estado no desapareció. Al parecer, se adaptó a las circunstancias, tratando de explotarlas al máximo para el beneficio del partido. La posición electoral hegemónica del PRI se mantiene en entidades como: Veracruz, Tamaulipas, Campeche, Quintana Roo, Coahuila, Durango, Estado de México, Hidalgo y Colima. Su presencia en las citadas gubernaturas amenaza con alcanzar el siglo de permanencia política lo cual se extiende a los congresos locales y los espacios de poder gubernamental local (Domínguez, 2014). En tercer lugar, a raíz de la aún existente animadversión de diferentes sectores de la sociedad a la figura de López Obrador, a pesar de los esfuerzos del candidato por moderar sus posturas, lo cual le impidió capitalizar totalmente a su favor el descontento con las administraciones panistas (Olmeda & Armesto, 2013). 29

La izquierda aparecía con un desprestigio considerable, como resultado de las acciones que tomó en la crisis poselectoral de 2006 y en las divisiones internas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por lo que el candidato Andrés Manuel López Obrador inició la competencia con un gran déficit (Nassif, 2013). La alternancia política del año 2000 fue un momento donde se hablaba que la democracia se había formalizado en México. En el país se esperaba que las prácticas políticas que caracterizaron el siglo XX fueran de otra manera. La experiencia de los doce años de mandato panista resultó ser todo lo contrario. La calidad de vida de los mexicanos y mexicanas no mejoró en lo general. En cuestión de pobreza no hubo cambios importantes, incluso, incrementó. Esto se agravó con la crisis internacional del 2008 (Nassif, 2013). Muchos países se vieron afectados cuando la burbuja inmobiliaria explotó en Estados Unidos. En México se reflejó con pérdida de trabajo y del valor de la moneda mexicana. A su vez, la estrategia de los programas sociales que tenían por objetivo combatir la pobreza no hicieron más que administrarla (Nassif, 2013). En lo que respecta a la participación y cultura democrática tampoco se cumplieron las expectativas puestas en los nuevos gobernantes. Ésta era una de las demandas que el pueblo mexicano venía exigiendo desde hace unas décadas. Ligado a este tema se encuentra la corrupción. Ésta, no se abatió, por el contrario: con cifras de finales de 2011, el Índice de Transparencia Internacional muestra que México es percibido como uno de los países con mayores niveles de corrupción,ocupa el lugar 100 de 180. En América Latina es el número 20 de 34. En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos está en el último lugar, el 34. La promesa de la honestidad queda como saldo en contra (Nassif, 2013). Los gobiernos panistas se encontraron en una estructura del aparato estatal que influyó a repetir acciones del pasado. Las alianzas de éstos con actores desprestigiados del sindicalismo, el acomodo con los intereses monopólicos, la desorganización del Estado frente al crimen, regulación de intereses y el vaciamiento democrático llevó al país a ubicarse en los últimos lugares de satisfacción y apoyo democrático.

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G.

Nuevas reformas a la Secretaría de Seguridad Pública

Una vez en la presidencia, Enrique Peña Nieto heredó un país que había sido devastado por la guerra contra el narcotráfico. Aunado a esto, el nuevo gobierno federal pretendía dar seguimiento a las políticas que dejó pendientes en la década de los noventa. Si bien en ese momento se hablaba de un nuevo PRI; éste seguía manteniendo ciertas prácticas del viejo régimen. Una de ellas era la tendencia de centralización de actividades del Estado en el Ejecutivo federal. El 2 de enero del 2013 se publicó el Decreto de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, por el cual desaparece la SSP y todas sus atribuciones en materia de prevención del delito, el mando de la Policía Federal y de la dirección del sistema penitenciario federal se transfieren a la SEGOB; en concreto, a la Subsecretaría de Planeación y Protección Institucional y al Comisionado Nacional de Seguridad (López-Betancourt & Fonseca-Luján, 2013). Esto deshacía los esfuerzos por construir un sistema de seguridad centralizado independiente hasta cierto punto del Ejecutivo. Para ese momento, los órganos policiacos ya habían adquirido experiencia en organización y gestión de recursos. Para el nuevo mandato debían responder directamente con la Secretaría de Gobernación. En el año 2000 lo que se intentó fue separar los asuntos de seguridad y policía de la agenda interior, restándole poder a la SEGOB. En el 2013 al devolver atribuciones a esa dependencia, la SEGOB, al tener bajo su mando a la Policía Federal, puede operar como brazo armado del Ejecutivo (López-Betancourt & Fonseca-Luján, 2013). Uno de los problemas en donde las instituciones en materia de seguridad respondieran directamente al Ejecutivo es que dependía de los intereses partidarios. Esto obstaculizaba a priori la agenda de seguridad del país, ya que respondía a intereses particulares y no colectivos. Como parte de los objetivos del nuevo régimen, se han quitado atribuciones a los municipios y centralizar las fuerzas policiacas. Éstos han demostrado ser ineficientes ante el aumento exponencial de la criminalidad del país. Hay múltiples razones por la que se puede explicar esta situación; principalmente es por la falta de recursos. 31

Otro de los grandes problemas a los que se ha enfrentado la nueva administración es que muchas decisiones fundamentales en materia de seguridad se han venido tomando de manera inconexa y precipitada. La improvisación o las intuiciones de los encargados de la administración ha sido muy común a la hora de la toma de decisiones (LópezBetancourt & Fonseca-Luján, 2013). Para esto, si bien el poder político lo tiene la federación en la toma de decisiones, se ha tratado de fortalecer a los gobiernos locales con recursos.

H. Historia del crimen organizado en México

El crimen organizado en México es uno de los grandes temas que ha estado en la opinión pública desde inicios del siglo XX hasta nuestra época. Este tipo de actividad ilícita ha tomado un papel más importante hoy en día. La violencia que genera tiene consecuencias para toda la población. Desde lo económico hasta lo psicológico, la vida de los mexicanos se ve afectada por este fenómeno. Para poder abordar el tema debemos saber los orígenes y los procesos por los que ha pasado el crimen organizado. La perspectiva histórica nos dará una idea de la razón de ser de esta organización. Es bien sabido que el sistema político mexicano y el crimen organizado se encuentran íntimamente relacionados. ¿Cómo fue que se dio esta relación? La bibliografía que relata la historia del narcotráfico es bastante escasa. Esto es debido a que la investigación histórica tiene bastantes limitantes sobre sus fuentes. Mucha información ha ido saliendo a la luz a través de los años. La naturaleza de las organizaciones y su relación con el gobierno ha generado que no se pueda acceder a mucha información. Astorga (2005), Grillo (2012) y Velasco (2010) hacen una revisión exhaustiva de la historia de estas organizaciones y su evolución a través de las décadas. Para esta sección se recurrirá a estos tres autores principalmente. Primero se analizarán las primeras décadas, que data de un periodo de entre guerras. En este, el sistema político mexicano pasa de una revolución a una reestructuración de éste.

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A partir del fin de la segunda guerra mundial hay un parteaguas en la concepción internacional del tráfico de drogas. Si bien antes ya se estaban firmando convenios internacionales, es a partir de la segunda mitad del siglo XX que la agenda internacional, y por lo tanto nacional, empieza a fijarse en el tráfico de drogas.

I. Primeras décadas Astorga (2005) expone que antes de la década de los 20 en México, el uso de marihuana, cocaína y los opiáceos es de uso legal. El consumo de estas sustancias era indiferente de las clases sociales. Tanto ricos como pobres las consumían. Su uso no era tan estigmatizado. Muchas veces estas sustancias podían adquirirse en las farmacias de la época. El autor encuentra testimonios acerca de ciertos discursos que se estaban formando en torno al consumo de drogas. Por un lado, algunos veían mal a los consumidores de opiáceos. Normalmente eran relacionados con personas flojas, de malas costumbres y de no fiar. Para los usuarios de clases altas, para evitar la crítica, hacían un uso discreto de estas sustancias. Por otro lado el gremio médico tenía una postura ante esta situación. Abogaban por el uso de estas sustancias pero condenaban si era fuera de las recomendaciones dictadas por ellos. Hacían propaganda en contra de las personas que comerciaban estos productos que no pertenecían al gremio. Dos grupos importantes movilizaron la opinión pública. Por un lado se encontraba la versión científica de la época; que promovían los farmacéuticos. Argumentaban sobre el beneficio en la salud bajo un uso controlado. El otro grupo eran diferentes asociaciones religiosas; principalmente católicas. La visión que ellos promovían era de corte más moral. Argumentaban sobre las buenas costumbres y evitar los vicios. Ambas posturas, se puede decir han perdurado a través del tiempo. La discusión entre ambas ha sido tomada por diferentes grupos con intereses distintos. Hoy en día, estos argumentos son usados con el fin de mitigar la violencia en el país. Unos abogan por la educación y buenas costumbres de la población; los otros promueven un uso controlado de las drogas, que impide que agrupaciones clandestinas comercien y lucren con estas sustancias. 33

Es en esta época que la comunidad internacional empieza a movilizarse en el tema. Muchos de los convenios y reuniones internacionales fueron promovidos por los Estados Unidos. Dentro de sus fronteras agrupaciones puritanas empezaron a influenciar en la política internacional de los Estados Unidos. Estas posturas estaban promovidas por prejuicios en contra de las minorías en su país; las relacionaban con el consumo de drogas. En 1914 Estados Unidos aprobaba la ley Harrison que prohibían el uso de estupefacientes dentro de sus fronteras. Más adelante en 1930 se establecía la Oficina Federal de Narcóticos. En la primera década del siglo XX dos conferencias fueron realizadas. Por un lado estuvo la firma de la Convención sobre el Opio en 1906 y en 1909 se realizó la conferencia de Shangai. Trece delegados representantes sus países asistieron a esta conferencia. Ésta última tuvo por objetivo eliminar el comercio, manufactura y uso de drogas (Velasco, 2010). Gran parte de la producción clandestina de los narcóticos era a manos de los chinos que habían migrado a México (Astorga, 2005). Éstos eran contratados por el gobierno mexicano a través de empresas americanas. Durante esta época, la construcción de ferrocarriles y el trabajo minero era realizado por trabajadores chinos. (Shicheng, 2007). Los migrantes trajeron consigo sus costumbres, de entre ellas el consumo de opio. En los primeros lugares a los que llegaron fueron los Estados de Sonora y Sinaloa. Al ver que el clima era propicio para la siembra del opio, no tardaron en generar plantíos. Esto irá formando lo que poco a poco será el escenario donde actuará el narcotráfico. Un gobierno recién formado enfocado en crear instituciones políticas y una identidad nacional, grandes partes del territorio donde el Estado no se encuentra presente, una opinión pública ambigua en el tema del consumo de drogas y compartir frontera con los Estados Unidos. La presión internacional fue aumentando de poco a poco. Cada vez más gobiernos participaban en las conferencias y firmaban convenios en contra de la

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producción, tráfico y consumo de drogas. A partir de la década de los 30, México había prohibido las exportaciones de mariguana y heroína Los productores y comerciantes de los estupefacientes pasaron de un momento a otro a ser narcotraficantes. La condena moral hacia los usuarios se intensificó, ya que realizaban actividades ilegales. Todos se convirtieron en criminales. Esta actividad ilícita generaba muchas ganancias para los que participaban en ella. No solamente adquirían poder económico, sino político también. La influencia y el control que ejercían los líderes de estas organizaciones en la población y territorio los acercaron a la clase política. “El tráfico no habría nacido ni crecido como poder paralelo o autónomo, sino ligado estructuralmente a la política, campo de cultivo de padrinos reales y potenciales” (Astorga, 2005). Con un gobierno fragmentado y en proceso de construcción; es en esta coyuntura donde se gesta la relación entre el gobierno y el crimen organizado. Los intereses del Estado por tener un control territorial dentro de sus fronteras y crear una identidad nacional se vieron beneficiados al relacionarse con los líderes del crimen organizado en las regiones. Por su parte, los narcotraficantes, obtuvieron un respaldo por parte del gobierno para realizar sus actividades. Un ejemplo claro de esta relación se encarna en Nepomuceno Guerra. En un principio este personaje traficaba alcohol en la frontera con Estados Unidos. Al encontrarse en época de la prohibición, este negocio era bastante rentable. Al expandirse a otros mercados Nepomuceno fue adquiriendo fama que atraería a líderes políticos. “Al crecer el negocio, empezó a relacionarse con las élites políticas, como La Quina o el padre del expresidente Carlos Salinas de Gortari” (Cabrera, 2017). Estas relaciones ayudaron a la consolidación del Estado mexicano y viceversa. La organización de Nepomuceno evolucionaría a una de las organizaciones criminales de más impacto en el país: El Cártel del Golfo. Incluso, el brazo armado de esta organización, los Zetas, se independizarían luego para formar uno de los cárteles más violentos en la historia del país. Durante la Segunda Guerra Mundial la presión internacional cesó en cierta medida. Los hechos bélicos que estaban ocurriendo en Europa y en el Pacífico se

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volvieron el tema principal de interés. Principalmente, con la entrada de Estados Unidos a la guerra. A su vez, al destinar la mayoría de sus recursos a la guerra, los Estados Unidos necesitaban importar una serie de productos. Específicamente la importación de morfina y diversos opiáceos para sus soldados. El cultivo de plantíos, el proceso de estas a narcóticos y el tráfico de drogas fueron aún más tolerados por el gobierno mexicano. Esto generó una mayor ganancia y poder a las organizaciones criminales. Otro factor que ayudó al crecimiento de esta economía clandestina fue que ya no había competencia a los traficantes mexicanos. Al quedar Europa devastada por la guerra, las principales rutas de tráfico de drogas a los Estados Unidos fueron desarticuladas (Velasco, 2010). Para 1948 México ya implementaba con un poco más de intensidad la política antidroga. Esto fue debido a que el gobierno estadounidense volvió a ejercer presión en el tema. Una de las acciones más contundentes fue que el gobierno mexicano destruyó casi 700 sembradíos a nivel nacional. El triángulo de oro; Sinaloa, Durango y Chihuahua se consolidaron como los principales productores de narcóticos (Velasco, 2010). J. Segunda mitad del siglo XX Es a partir de la segunda mitad del siglo XX que el narcotráfico empieza a formarse como lo conocemos hoy en día. El gobierno mexicano tenía alrededor de una década combatiendo el narcotráfico. En primer lugar, el concepto de narcotraficante empieza a aparecer. Si bien esa palabra ya era usada con anterioridad, es en estos momentos que empieza a tomar relevancia. El imaginario se iba construyendo a través de las ideas de un sujeto que desafiaba la ley, astuto y de muchos contactos en la política. Hobsbawm (1974) conceptualiza acerca de estos caudillos. Durante la historia de la humanidad, en muchas sociedades, siempre ha existido la imagen de un caudillo. Normalmente era un forajido que desafiaba la ley y al orden político de manera sistemática. Usualmente, las clases bajas tendían a apoyar a estos personajes. El narcotraficante en México puede caer en esta categoría. Al ser un personaje contradictorio, de orígenes supuestamente humildes y que tenía una historia de

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superación y éxito, era considerado por muchos como un héroe. Este aspecto cultural inspiraba a muchos a dedicarse a este tipo de negocios. La intensificación de las acciones del gobierno tuvieron dos resultados. Por un lado la violencia se recrudeció; los enfrentamientos de poco en poco se tornaban parte de la vida diaria de estas zonas. Por el otro, al ser destruidos los plantíos, las organizaciones criminales recurrían a ampliar su influencia geográfica, específicamente a lugares donde la ley no tenía presencia (Velasco, 2010). Además de Sinaloa; Michoacán, Guerrero, Durango, Morelos, Chiapas, Oaxaca, Sonora, Jalisco, Baja California, Distrito Federal y Zacatecas empezaron a plantar y producir narcóticos (Astorga, 2005). Como se puede apreciar, el problema del cultivo y tráfico de drogas, principalmente la amapola, se generalizó en el territorio nacional. Otro aspecto a recalcar son la formación y consolidación de las rutas de tráfico. Las que se encontraban en México no eran las únicas. De Europa, las mafias también estaban consolidadas, así como la ruta del Caribe que utilizaban las organizaciones colombianas. Después de la Segunda Guerra Mundial las rutas Europeas dejaron de existir. Para las rutas que utilizaban en el sur del continente americano poco a poco fueron sofocadas. El gobierno de los Estados Unidos, al redoblar esfuerzos, tuvo un impacto negativo para los cárteles. Los gastos que les generaban muchas veces superaban sus ganancias (Velasco, 2010). Estas condiciones, de expansión geográfica de los cárteles mexicanos y la eliminación de la competencia, consolidaron las actividades ilegales del narcotráfico en México. El poder político y económico aumentó más que en otras décadas. Esto representó un problema y desafío para el gobierno mexicano (Astorga, 2005). “En septiembre de 1969, el gobierno de Richard Nixon, preocupado por los altos índices de consumo de droga dentro de su país y como llamado de atención ante la insuficiencia de México para controlar el tráfico de drogas, decidió montar la Operación Intercepción.” (Velasco, 2010). Ésta consistía en revisar minuciosamente todo automóvil que entrara por la frontera sur de los Estados Unidos (Astorga, 2005). Para la década de los ochenta y noventa el narcotráfico era de los negocios más exitosos en el país. Para ese entonces su vinculación con el gobierno mexicano en todos los niveles era más que evidente. 37

Astorga (2005) reflexiona sobre el discurso en torno a esta falta de control del narcotráfico. En primer lugar se dice que este es un actor que actúa de manera independiente y que desafía el orden social. La evidencia empírica e histórica demuestra lo contrario. Las relaciones entre los altos funcionarios y el narcotráfico llamado “apadrinamientos” eran necesarios para ambos actores. Por un lado, el gobierno se beneficiaba, en su control territorial de la nación y de los sobornos millonarios que recibían al coludirse en el mercado ilegal. Para los narcotraficantes les habría paso para actuar de manera impune.

Las acciones que el gobierno mexicano tomó en contra del crimen organizado cuando los Estados Unidos empezaron a presionar, éstas eran selectivas. Es decir, que los decomisos, arrestos y quema de plantíos estaban mediados por acuerdos previos. Se encarcelaba a personas con mandos no tan importantes, “bala de cañón” dice el autor. Cuando se presentaban las estadísticas de las quemas de plantíos éstas se encontraban distorsionadas. Otro factor es que los narcotraficantes tenían que relegarse a lugares donde la ley no llegaba. Esto beneficiaba a ambos, uno presentaba resultados de acciones de control al crimen organizado, mientras que para el otro, su verdadero negocio quedaba intacto. Por último, la introducción de la cocaína al tráfico ilegal de estupefacientes generó un aumento exponencial a las ganancias. Este último factor fue resultado de la colaboración entre los cárteles de droga mexicanos y colombianos. Al ser la ruta mexicana la única disponible para el transporte de droga, las organizaciones colombianas se encontraban en desventaja. Era muy costoso para Colombia exportar a través de México, debido a que los mexicanos obtenían más ganancias del tráfico de cocaína. Éstas debían renunciar entre 50% y 75% de las ganancias que obtenían de la venta de estupefacientes (Velasco, 2010). Para el año 2000, Estados Unidos y México actuaban a través de acuerdos bilaterales. En primer lugar, este pactó se llamó Plan México, con un proyecto llamado Iniciativa Mérida. Los objetivos por parte del gobierno estadounidense era que las instituciones mexicanas dejaran de ser corrompidas por el narcotráfico. 38

En 2008 fue el año en que la violencia recrudeció. Como sabemos el sistema político mexicano se encontraba en una coyuntura. El cambio de régimen había sucedido ocho años antes y por segunda vez el partido hegemónico había perdido. El entonces presidente, Felipe Calderón, trataba de reestructurar lo construido por el PRI. Para esto, en el 2008, Calderón dio la orden que el ejército saliera de sus cuarteles. La guerra contra el narcotráfico se declaró por parte del gobierno. Los resultados fueron todo lo contrario a los objetivos establecidos. Ese año “fue el más cruento en la historia de la lucha contra el narcotráfico en México, con un total de 6,756 ejecuciones vinculadas al crimen organizado” (Velasco, 2010). El actual presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto, significa el intento del viejo régimen de regresar al poder. Al iniciar su presidencia, Peña Nieto reestructuró diferentes instituciones, entre ellas la de la Secretaría de Seguridad Pública. Ésta fue eliminada para incorporar sus tareas a la Secretaría de Gobernación. Nuevamente, las acciones por parte del gobierno tuvieron resultados totalmente opuestos a lo que habían prometido. A manera de conclusión, los antecedentes nos han mostrado dos actores claves para entender la violencia en el país. Por un lado el Estado mexicano y por otro las organizaciones criminales. Ambos han moldeado la vida política, social y económica del país. Se puede apreciar cómo a partir de la revolución diferentes grupos disputaban el poder generando inestabilidad. Una vez que se consolidó el poder político, el partido hegemónico se dedicó a formar el país. Al mismo tiempo, durante esta inestabilidad, en el norte de México el crimen organizado empezaba a tejer las redes de lo que sería uno de los negocios más redituables del país. Poco a poco fueron generando un poder político y económico. Era de esperar que ambos actores se relacionaran tarde o temprano. Por los intereses que tenían, más que enemigos, se generó una relación de dependencia, donde el actuar de ambos generaba beneficios. Hay que aclarar que ambas organizaciones, la estatal y los cárteles, no son homogéneas; tienen conflictos internos, con subgrupos que luchan entre sí. Este escenario tuvo un cambio a partir de la guerra contra el narcotráfico y posteriormente con las reformas de Peña Nieto. Los acuerdos implícitos se rompieron, 39

entre los mismos cárteles y con el gobierno. La descentralización permitió un marco más amplio de acción para las actividades ilícitas. Este marco contextual nos permite saber en qué momento se ubica esta investigación. Un elemento de suma importancia serán los conceptos que nos ayudarán a interpretar el contexto y la información que se obtenga.

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II.

MARCO CONCEPTUAL

En este capítulo se expondrán diferentes posturas teóricas que nos ayudarán a enmarcar y comprender el objeto de estudio. Los hechos no hablan por sí mismos. Siempre es necesaria una interpretación desde un punto de vista con conceptos bien definidos. Dependiendo de cuales sean los conceptos que se escojan se puede llegar a conclusiones y resultados diferentes. Este capítulo se dividirá en dos secciones. La primera constará en definir lo que es el análisis estructural. Para esto se usará el paradigma teórico de las instituciones. La segunda sección será una pequeña reflexión epistemológica del crimen organizado en México. Fernando Escalante (2012; 2009) propone que el análisis del fenómeno del crimen organizado no ha sido lo suficientemente reflexionado. Por eso propone delimitar bien cuáles son los posibles objetivos, así como no caer en discursos que provienen de la prensa o el gobierno, debido a que tienen objetivos diferentes a la labor académica. A. Estructuras e instituciones Para empezar una reflexión se deben tener ciertas nociones básicas o principios para acercarnos a la realidad social. La perspectiva estructuralista es un buen abordaje. La noción de estructura ha sido trabajada y debatida por muchos especialistas en el área. Por estructura se entenderá relaciones entre los sujetos que ocupan un rol en un momento y espacio específico. Estas relaciones pueden ser formales, expresadas en leyes o contratos; o informales, que se podría decir que no necesitan estar escritas. Ambas pueden estar respaldadas por instituciones. Para este paradigma el papel del individuo no es tan relevante, sino el rol que ejerce en la sociedad. A su vez las estructuras que sujetan a las personas no son naturales ni eternas, sino que son producto de una historia, un proceso que surge de una sociedad (Ritzer, 2017). Descendiendo un poco más en el grado de abstracción, se utilizará la teoría de las instituciones. Hay toda una tradición en las ciencias sociales que se enfoca en el análisis de éstas y su relación con la sociedad. En grandes rasgos lo que se pretende explicar es 42

cómo las reglas de un tiempo y lugar dados afectan o coaccionan las conductas de individuos que están sujetas a éstas. El enfoque teórico institucional ha descubierto que hay diferentes tipos de reglas en las sociedades humanas. Se pueden categorizar en dos: en las formales e informales. Las formales se pueden resumir en estatutos o leyes. Normalmente estos reglamentos son escritos. Ejemplos de esto puede ser las leyes que conforman al Estado, un estatuto de comportamiento de una escuela o los de una empresa privada. Las instituciones informales tienen que ver principalmente con el opuesto a las formales. Normalmente no son escritas. No hay un cuerpo de representantes dados, son ejercidos por muchos. Ejemplos de esto son los reglamentos de etiqueta, los roles que asume una pareja o incluso una familia. En resumen son las reglas implícitas dentro de una cultura. Es de interés saber cómo los cuerpos policiacos y las instituciones de seguridad pública en general afectan los comportamientos de los mexicanos y mexicanas, en este caso el crimen organizado. El reacomodo institucional con objetivos por parte del Estado tendrá un impacto en la sociedad mexicana. Para esto será necesario citar varios académicos que han dedicado sus carreras profesionales en esta área de las ciencias sociales. Diferentes perspectivas permitirán visualizar el plano más amplio y entrar de lleno en la discusión. Es importante saber de dónde surge esta perspectiva. Su génesis nos dirá mucho cuales son los objetivos que se propone la teoría de las instituciones. A su vez, ésta no es homogénea. Dentro del enfoque hay debates y orientaciones que apuntan a objetivos distintos. Esta tradición empieza en el siglo XVIII a la par de la Revolución Francesa. Durante esa época las monarquías absolutas, como sistema político y su respectiva economía feudal estaban en decadencia. El mercantilismo y los empresarios empezaban a adquirir poder económico. Este auge venía junto con una ideología. Empezaron a surgir teóricos con posturas políticas que abogaban por la libertad de expresión, de libre mercado y otras libertades políticas. Libertad, igualdad y fraternidad era la consigna política que resumía este cambio social.

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Esta crítica que pretendía cambiar las instituciones que habían dominado por siglos generó a su vez una reacción. He aquí donde se empieza a vislumbrar lo que en un futuro sería la teoría de las instituciones. Por un lado, tenemos una visión que aboga por la conservación de las instituciones, de las reglas. Todos estos teóricos y filósofos subrayaban tanto la precariedad del orden social como la imposibilidad de modelar la sociedad de acuerdo a un plan nacional. Esta noción conservadora elabora una noción de institución cuasi-natural, que enfatiza su carácter de tradición histórica. La concibe como fijada y no sujeta a su transformación radical o reemplazo. Las instituciones sociales son creadas por el hombre, pero no de forma consciente ni voluntaria. Por ello, deben ser objeto de conservación, respeto o, a lo sumo, cambio gradual y parcial (Vergara, 2001). El primer gran pensador de esta corriente es Edmund Burke. Él, interpreta la Revolución Francesa como una amenaza al orden social de Europa. El siguiente párrafo resume en gran parte el pensamiento de Burke. “La sociedad es, sin duda, un contrato. Contratos de inferior naturaleza que recaen sobre objetos puramente ocasionales se pueden disolver a voluntad. Pero el Estado no debería ser considerado como un acuerdo societario cualquiera para el comercio de pimienta y café, indiana o tabaco o cualquier otra cosa que sea de tan poca importancia, para ser acordada por un pequeño interés temporal y para ser disuelta a gusto de las partes. Hay que mirarlo con el mayor respeto, porque no es una asociación cuyo fin sea el de asegurar la grosera existencia animal de una naturaleza efímera y perecedera. Es una sociedad en toda su ciencia, en todo su arte, en cada virtud y en toda perfección. Pero como muchas generaciones no bastan para alcanzar los fines de semejante sociedad, se convierte en una asociación no sólo entre los vivos, sino también entre los vivos y los muertos y aquellos que están por nacer” (Burke, 1826). Por otro lado se encuentra la perspectiva revolucionaria o ilustrada. Por mencionar algunos autores estaban Jean Jacques Rousseau, con su obra principal “El Contrato Social” (2004) o Montesquieu con su “Espíritu de las leyes” (2002). El primero hablaba de un contrato entre el pueblo y el Estado. Que la gente da parte de su libertad para subyugarse bajo el mandato del Estado sólo si éste les proporciona seguridad. Cuando el

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contrato ya no responde a la voluntad general, la gente puede sustituir el gobierno de manera legítima. Por su parte Montesquieu habla de que el poder no puede recaer en un solo individuo. En la época en que escribió esto era una posición totalmente radical. Proponía la división de poderes; a lo que hoy se conoce como el ejecutivo, legislativo y judicial. En esencia ambos autores hablan de la plasticidad de las instituciones y que éstas pueden ser moldeadas por el colectivo. Los principios, objetivos y acciones de las instituciones deben responder a los intereses de la sociedad en general. Como primer acercamiento a la teoría de las instituciones podemos concluir que hay dos posturas. Una que tiene por objetivo el mantenimiento de las instituciones y otra que pretende cambiarlas. Por un lado se defenderá el status quo, los roles, las leyes y todo el sistema de reglas para mantener un orden social. Por otro, se tratará de cambiar el status quo según las condiciones vayan indicando. Ya para el siglo XX las posturas se fueron atenuando un poco, llegando a elementos de análisis en común. Para los institucionalistas, la cooperación se sostiene a través de mecanismos iterativos en los que la amenaza de replicación junto con la facilitación de flujos de información y mecanismos de monitoreo detienen los peligros. Las instituciones son puntos focales para la cooperación, proveen tareas de monitoreo e información, que entregan ganancias distribucionales (Hernández, 2008). Para inicios de los noventa los teóricos empezaron a reformular premisas que habían regido la concepción de éstos durante décadas. El nuevo institucionalismo o neoinstitucionalismo fue el nombre que le otorgaron a esta nueva concepción. Ésta reforma en la teoría aglutina enfoques históricos, sociológicos y de la elección racional. Surge como un conjunto de reglas que determinan los procesos de la reforma institucional a partir de los marcos de incentivos y restricciones impuestos a los comportamientos de los diferentes agentes y actores económicos, sociales y políticos para la formulación e implantación de políticas públicas y que tienen un impacto en los resultados medidos en términos de crecimiento y desarrollo (Hernández, 2008). Lo que diferencia a ambas teorías es que la primera se enfoca en los valores y la amenaza de represalias si se rompe con ese código. La segunda concepción tiene un interés más amplio. Trata de analizar los diferentes procesos que involucra la toma de 45

decisiones del individuo. No solamente lo detiene los valores o las amenazas; sino todo proceso social, económico o político que pueda facilitarle o impedirle una conducta. Claman que las instituciones pueden manejar los intereses y preferencias de los individuos, sus relaciones y condiciones con las que actúan, y que son afectadas por la agencia (Hernández, 2008). Otra diferencia entre ambas teorías tiene que ver con la concepción del sujeto, de la persona en sí. La primera tiene una versión más simplista de lo que implica ser una persona. Todavía siendo herederos de la Ilustración y los valores de la Revolución Francesa; el sujeto para esta perspectiva es un individuo consciente de todas sus acciones. También se presenta como a-histórico y en cierta manera que responde a una naturaleza humana. Para los neo-institucionalistas su percepción del sujeto es una más compleja. El individuo no posee una naturaleza dada y no es consciente enteramente de todas sus acciones. En cambio la nueva concepción propone que las personas son un producto de su entorno. Si bien rigen sus acciones mediante ganancias y pérdidas; también éstas son impulsadas por elementos inconscientes. En resumen este nuevo paradigma propone estudiar el contexto del sujeto para entender sus acciones y a partir de ahí elaborar las instituciones para modelar su conducta. Hernández (2008) concluye, con una clara influencia del contrato social entre Estado y sociedad pero con los elementos del neo-institucionalismo que: a través del tiempo y del espacio, las instituciones tienen la capacidad de develar, guiar y explicar a través de las complejidades, imbricaciones y turbulencia de la política mundial si se analizan más allá de los planteamientos metodológicos del simple institucionalismo y de los paradigmas de la racionalidad instrumental, una concepción limitada de la estructura social y la falta de análisis de las relaciones entre los procesos de acción y cambio sociales en las esferas de la sociedad, Estado y mercado. Ya sentadas las bases de lo que es la teoría de las instituciones, sus premisas y discusiones se podrá ir trazando un panorama de los acontecimientos en el país. Filtrar la realidad a través de estos lentes empezará a darnos el sentido que necesitamos para dar dirección a los hechos y poder dar respuesta a las preguntas de investigación.

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Hemos visto que en México las instituciones han estado, en la mayor parte de su historia moderna, en manos de un solo partido. En materia de seguridad los cuerpos policiacos han estado principalmente descentralizados. Entiéndase que el gobierno federal ha relegado el cuidado y mantenimiento de estas instituciones a los gobiernos locales. La situación a partir de los años noventa, con hechos como la integración al mercado mundial, la apertura de fronteras o la situación del narcotráfico en el país ha presentado nuevos retos al Estado mexicano en materia de seguridad. Lo anterior se traduce que los distintos gobiernos de los distintos partidos han intentado centralizar las fuerzas de seguridad pública en una organización que sea efectiva en el combate contra el crimen. Una de las últimas acciones de gran impacto fue a inicios del gobierno de Enrique Peña Nieto. La disolución de la Secretaría de Seguridad Pública y su absorción a la Secretaría de Gobernación fue una decisión, para muchos, muy precipitada. Como se vio en el capítulo que explica el contexto, todos los intentos del gobierno mexicano por erradicar el narcotráfico sólo lo han fortalecido. Esto tiene que ver con el sistema que se fue construyendo a través del tiempo. Estas instituciones formales e informales lo que han logrado es generar las condiciones idóneas para la corrupción e impunidad, tanto de políticos como de capos. Por ejemplo una entrevista a Genaro García Luna (Palacio, 2018) , exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón dio su opinión acerca del la situación de inseguridad por el que pasa el país. Él detalla que “no se pueden entender las dimensiones, la naturaleza y le poder de fuego del crimen organizado en México, si no se examina el raquitismo de las instituciones del Estado”. Añade que “es la desnutrición institucional del Estado mexicano lo que justamente abre espacios al quebrantamiento de la ley, habilita a los delincuentes con impunidad, crea las condiciones para su crecimiento y alienta así la evolución del crimen organizado hasta alcanzar la potencia que tiene hoy”. También ofrece una perspectiva histórica donde explica que “durante los últimos 40 años, las instituciones de policía de los estados y municipios sufrieron un abandono

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estructural y de inversión, que deterioró su operación, infraestructura básica y tecnología, así como sus recursos humanos”. Termina la entrevista con una crítica de las reformas que se han elaborado desde el gobierno peñista. Dice que hay un proceso de involución de 40 años de trabajo en materia de seguridad. El modelo de esta administración es de los años 70. Este esquema obedecía a un patrón de control social más que de combate al delito. Esto se intensificó con el desmantelamiento de los sistemas de interconexión de telecomunicaciones y todos sus bancos de datos e inteligencia para combatir criminales (Palacio, 2018). Como veremos más adelante, esto refleja en un aumento constante en la tasa de homicidios a nivel nacional. A partir del año 2015 el crecimiento se vuelve constante y no tiene índices que esta tendencia vaya a variar. Las cifras presentadas en los últimos años indican que se han alcanzado máximos históricos. Esta perspectiva no solamente se manejan en los mandos oficiales. Esta perspectiva ha llamado el interés de diferentes académicos. En el trabajo de investigación de Viridiana Ríos Contreras (Contreras, 2013) se aborda desde una perspectiva estructural la violencia que se vive en México. El objetivo central que se argumenta a lo largo de la tesis es cómo las instituciones políticas generan incentivos o coacciones que llevan a las organizaciones criminales a tener ciertas conductas. Su hipótesis es que la violencia a la que recurren las organizaciones criminales aumenta cuando las instituciones políticas formales e informales se descentralizan. Esto se debe a que los criminales son menos propensos a ser castigados. Por instituciones descentralizadas entiende que son todos los niveles de gobierno que son incapaces de actuar de manera cohesionada. Los gobiernos locales al ser el centro de toma de decisiones sin supervisión generan un ambiente propicio para la corrupción. Añade que en este tipo de sistema descentralizado tiene centros de toma de decisiones dispersos. Éstas son realizadas a través de distintas agencias de diferentes niveles de gobierno, las cuales todas son autónomas. Rios (2013)analiza los discursos oficiales. Estos apelan que la violencia comenzó con la declaración de guerra por parte del gobierno mexicano hacia los cárteles de 48

droga. Las detenciones, quema de plantíos y una serie de límites para los cárteles no se hicieron esperar. También el discurso maneja que se empezaron a generar pugnas entre las mismas organizaciones criminales. La crisis en que entraban los volvió violentos. La guerra los orilló a buscar financiamiento por otras partes, como el cobro de plaza, secuestros, asesinatos, etc. Lo anterior es el discurso que se usa para explicar la coyuntura de violencia e inseguridad por la que pasa el país. La autora propone un análisis más riguroso de la realidad. Pone en tela de juicio las explicaciones antes mencionadas y presenta argumentos en contra de esa narrativa. Como vimos, el gobierno mexicano con anterioridad ya había realizado acciones de impacto y presión a los cárteles de droga. Alcanzando su auge en los años noventa; los resultados no fueron tan violentos como hoy en día. Otro argumento que analiza es que al arrestar a los capos las organizaciones se dividen y disputan por el poder. La experiencia histórica dicta lo contrario. Cuando Félix Gallardo fue arrestado, su organización se separó de manera pacífica, operando en sus territorios sin pelear unos con los otros. Lo mismo se puede decir cuando se capturó a Beltrán Leyva, líder del cártel de Sinaloa. Otra explicación que se da es que con el cambio de régimen en el año 2000, la entrada del Partido Acción Nacional vino a romper una serie de acuerdos entre el PRI y los cárteles de droga. La corrupción, por así decirlo, estaba institucionalizada. Este argumento supone que los candidatos electos del partido de oposición son ajenos al crimen organizado. La evidencia muestra que muchos militantes de ese partido también tenían nexos con el crimen organizado; además que en lugares donde el PRI ha gobernado de manera ininterrumpida han sido los principales focos de violencia. La propuesta de la autora es que hemos sido incapaces de entender el crimen en México debido a un enfoque erróneo. Se ha centrado en el análisis formal de las instituciones y de procesos democratizadores. El enfoque debería ser en entender cómo la descentralización impactó los acuerdos informales que regían las relaciones entre el Estado y los cárteles de droga. La segunda sección de este capítulo pretende hacer una breve reflexión sobre el crimen organizado. Para Escalante (2012) muchos de los conceptos utilizados para

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entender la violencia generada por el narcotráfico no han sido lo suficientemente reflexionados. Se genera un imaginario que explica la realidad de manera simplista. Esto puede ser útil para políticos y periodistas; pero no para aquellos que realizan una labor científica. La ambigüedad del fenómeno, de la obtención de datos y del tipo de relaciones que hay en las organizaciones criminales dificulta aún más la tarea. El autor propone generar conocimientos científicos y teóricos a partir de los hechos. Reconoce que la ambigüedad del fenómeno hace difícil la labor de investigación. Por lo anterior reconoce que la estadística tiene un valor importante para ir descifrando el comportamiento del crimen en México. El autor realiza una serie de recomendaciones para tener en cuenta. Primero, el autor explica que a partir del 2008 la crisis de seguridad en México, es una historia norteamericana. Como hemos visto, Estados Unidos ha estado presente en el combate contra el crimen organizado casi desde el principio. A partir del ataque terrorista del nueve de septiembre del 2011 ha promovido una narrativa de lucha contra el terrorismo. A partir de esta agenda política y la violencia que estalló en 2008, diferentes actores de la opinión pública han generado estereotipos que dan consistencia a la imagen de la situación en México. Las narrativas utilizadas influyen en la elaboración de políticas de seguridad. Otro aspecto que propone reflexionar es la “justicia del narco”. Los reportes policiacos, usualmente recurren a explicaciones sencillas y coherentes para cerrar los casos. En los medios de comunicación y prensa se expone que las víctimas eran “miembros del crimen organizado”; así como los victimarios. Todas las acciones no tienen errores, accidentes, torpezas ni caprichos. Son historias que no dan cabida al azar, y ninguna muerte es gratuita. Los “narcos” saben a quién matan y saben por qué lo matan. Esta idea genera una aproximación confusa y totalizante de la violencia en México. Todo acto criminal termina por ser explicado por el narcotráfico. Nada cae fuera de él. Parte de esta narrativa tiene la idea de que hay un solo jefe. Hay un control absoluto de todas las actividades delictivas de “la plaza”. Se tiene una noción de este 50

ente que llamamos crimen organizado es homogéneo y cada cártel responde a una sola persona. Para Escalante (2012; 2009) lo anterior es una fantasía; resultado de una idea esquemática y casi caricaturesca de los años del PRI. Pasa por alto, la complejidad del sistema político posrevolucionario, la competencia burocrática, divisiones dentro del partir, negociaciones del orden en cada campo e incluso la organización política de la corrupción. Además de generar un relato sintético, asequible y verosímil; estas acciones tienen otras consecuencias. Tiende a ofrecer una imagen uniforme del país y de la violencia, mediante la imagen estilizada de un puñado de demonios familiares. Tiende a obliterar los rasgos locales del problema; empezando por las características físicas del terreno: si es áspero, llano, bien o mal comunicado, cerca o lejos de centros urbanos, sierras, en terrenos ejidales, federales, etc. El autor concluye que este fenómeno tiene que explicarse a partir de las características institucionales, jurídicas, productivas, geográficas, de estructura social y orden político. No como expresión de un fenómeno universal, que remita únicamente a la conducta de “los delincuentes”. Zizek (2009) se adhiera a esta manera de proceder para el quehacer científico. Propone dos conceptos para analizar la violencia. La primera es la violencia subjetiva. Esta consiste en toda expresión que pueda ser visible, ya sea desde un golpe, insultos, conflictos internacionales o la violencia del crimen organizado. Su segundo concepto es la violencia objetiva. En pocas palabras, la propuesta teórica consiste en analizar la violencia desde otro enfoque. No centrarnos en el “golpe” o en los sujetos que generan la violencia. En cambio, se deben analizar las condiciones objetivas que hicieron posible el acto de violencia a analizar. Muchas veces, la violencia subjetiva parece irrumpir un orden establecido, pero este puede ser una respuesta de una estructura que genera violencia constantemente. La violencia objetiva consiste en el análisis de las relaciones económicas, políticas, sociales e históricas. Esta perspectiva teórica y hermenéutica nos ayuda a comprender mejor la propuesta de Escalante. El reproche de la opinión pública hacia el crimen organizado 51

como inhumanos o por simples criminales que son malos por naturaleza no nos permite entender las condiciones objetivas que sostienen a este fenómeno.

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III.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En este capítulo lo que se pretende es construir el objeto de estudio. Éste está constituido por la problemática central de la tesis, lo que se quiere investigar de manera concreta. Será definido por una serie de objetivos. Habrá uno principal, que es el que guía la investigación entera y otros complementarios. A su vez, los objetivos serán construidos a manera de preguntas, las cuales deberán ser respondidas. Para finalizar este capítulo se propondrán una serie de hipótesis; una serie de posibles respuestas. Antes de iniciar con los objetivos, preguntas e hipótesis es necesario justificar el por qué es necesario realizar la investigación. Para que una empresa pueda funcionar no sólo requiere las condiciones necesarias internas, sino también las externas. Un ambiente favorable para los negocios es de suma importancia. Las condiciones favorables externas pueden ser desde la infraestructura para el transporte de la mercancía o la cercanía de los centros urbanos. El régimen fiscal y el salario mínimo de un país dicta mucho cómo se comportará la competencia en éste. Esta investigación se enfoca en las condiciones externas en el aspecto de la violencia e inseguridad. Estos factores causan un ambiente no propicio para los negocios por muchas razones. Las operaciones básicas de la empresa se pueden ver perjudicadas. En contextos de violencia la fuerza laboral tiene más probabilidades de sufrir de este fenómeno. Su rendimiento físico, emocional y psicológico estarían por debajo del de una persona en contextos no violentos. Las mercancías producidas también sufren de un grado de riesgo. Es muy probable que la empresa sufra de robos; por ejemplo, al momento del transporte puede que no llegue a su destino. Está ampliamente documentado la presencia de retenes ilegales en carreteras y caminos que tienden a afectar el comercio local. Lo anterior es una enumeración de posibles riesgos que podría tener la empresa en contextos de violencia. Conocer el área dónde se situará es de suma importancia.

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El objetivo principal es la realización de un análisis FODA enfocada en contextos de violencia e inseguridad. En el momento histórico por el que pasa México este debe ser un tema central a la hora de llevar a cabo decisiones empresariales. Se espera que en términos generales este sea un ejercicio de reflexión para emprendedores que desean iniciar su empresa. También se espera que aquellos que ya cuenten con su empresa y crean necesario realizar un análisis de la violencia, puedan utilizar los descubrimientos de esta investigación. La principal pregunta de investigación sería el ¿cómo cambia el balance estratégico según la ubicación geográfica en términos de tasas de homicidio? La posible respuesta a esta pregunta sería que los factores geográficos y las tasas de homicidios son factores clave a la hora de tomar decisiones. Estos dos factores fueron escogidos al ser considerados como objetivos. Por lo anterior se entiende que son susceptibles de ser medidos. Los homicidios son una unidad de análisis que pueden ser medidos y comparados. Estos son fácilmente convertidos en tasas para poder ser comparados a través de tiempo y espacio. Una vez obtenidos estos indicadores pueden ser interpretados como qué tan seguro o inseguro es un espacio y cómo se ha comportado a través del tiempo. El factor geográfico también es considerado como objetivo. Fácilmente se puede ubicar en un mapa dónde se encuentran los focos rojos donde se presenta con más frecuencia el fenómeno. A su vez, es fácil ubicar en qué localidad es más seguro estar. Si bien es considerado que la violencia se encuentra generalizada en todo el país; se puede saber dónde es menos probable que uno sufra de este fenómeno. Para que el objetivo principal y su respectiva pregunta puedan ser respondidas es necesario plantear otras preguntas que hay que responder antes de llegar a la principal. El análisis de una situación y fenómeno como el propuesto a investigar lleva de manera natural a muchas preguntas. Es necesario acotar lo suficiente para satisfacer las necesidades y objetivos del trabajo de investigación.

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Un objetivo secundario a esta investigación es el medir las tasas de homicidio en los últimos años. En la memoria colectiva se remite muchas veces a la guerra contra el narcotráfico como uno de los momentos más violentos en México. Las cifras hoy en día aparentan ser mayores que hace una década. Es necesario hacer una revisión del comportamiento de este fenómeno en los últimos años. La pregunta secundaria se formularía como ¿cuál ha sido el comportamiento de la violencia, en términos de homicidios, en los últimos cuatro años? La posible respuesta a esta pregunta es que han aumentado de manera constante en los últimos años. Si bien en los informes se presentan cifras mayores que en los últimos años, éstos se presentan en términos absolutos; para poder comparar es necesario pasarlos en términos relativos. Otro objetivo que es necesario plantear es la localización de la empresa. Los homicidios son un fenómeno que puede ser ubicado no sólo en el tiempo, sino en un espacio en concreto. Hay zonas más inseguras que otras, por ende, la empresa se enfrenta a mayores o menores riesgos dependiendo de su ubicación. ¿En qué parte del país sería más seguro establecer una empresa? Esta pregunta, en concreto, plantea averiguar en qué zonas del país el costo por violencia es menos probable de que ocurra. La respuesta provisional es que en los Estados del sur sea la región donde menos sea probable que la violencia genere altos costos a la empresa. Esta respuesta provisional responde a una cuestión regional. Los Estados del norte han sido reconocidos históricamente donde el crimen organizado ha tenido mayor presencia. Si bien no todos los homicidios son cometidos por estas agrupaciones, la coyuntura por la que pasa el país puede indicar que hay mayor probabilidad de que la violencia sea más intensa en esas regiones. Por último se tienen que ubicar estos objetivos, preguntas y posibles respuestas en un contexto. Si bien ya se plantearon en el capítulo anterior, es necesario enfocar el análisis a través de objetivos claros y concretos. Es por eso que se añaden dos objetivos contextuales; tomando en cuenta a los dos actores principales en esta investigación: el crimen organizado y el Estado.

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Es necesario especificar el papel del Estado en términos de seguridad. La organización política, sus pugnas y agrupaciones pueden indicar en qué términos la empresa podrá relacionarse con el aparato estatal. Al analizar las instituciones actuales y sus objetivos a la hora de toma de decisiones este ayudará a tener una visión objetiva de la situación. La cuestión que surge en este aspecto del contexto es ¿cuál ha sido el papel del Estado en materia de seguridad? Para esto se argumenta que la relación entre este y su estrecha relación con el crimen organizado ha sido clave en su formación y auge. A su vez, el país no se encuentra en una estabilidad debido a las crisis políticas que han sufrido los partidos en el poder. Por un lado se encuentra la des-legitimización del partido hegemónico, el PRI. Por el otro, los gobiernos del PAN tampoco han sabido responder a las necesidades en términos de seguridad. Estas alternancias y la lucha política que conlleva han generado un desorden en las instituciones del país. Por último se analizará el papel del crimen organizado en el contexto de violencia en México. Desde sus inicios este tipo de actividades han estado relacionadas con prácticas violentas. Recientemente, especialmente a partir de la guerra contra el narcotráfico en 2008, ésta ha aumentado. Los diferentes cárteles han respondido de manera equitativa a los ataques por parte del gobierno. Antes de esa época, las cifras de homicidios no eran tan altas si se comparaban con otros países. De hecho, las tasas de homicidios en la década de los noventa tenían una tendencia que iba reduciéndose. Si bien la corrupción y estos grupos operaban por el país, sus prácticas no tenían resultados catastróficos. Este objetivo contextual queda plasmado en la pregunta de ¿cuál ha sido el papel del crimen organizado en el contexto de violencia en México? La respuesta provisional es que la coyuntura de pugna entre los cárteles ha sido la generadora de la violencia e inseguridad en el país.

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IV.

METODOLOGÍA

El presente capítulo pretende explicar de manera concreta los métodos utilizados para el análisis de información recolectada. Por un lado se explicará cómo se elaboraron las tasas de homicidio para los años del 2014 al 2017; así como por Estado para el año 2017. La segunda parte se explicará el método de análisis FODA. Para la elaboración de las tasas de homicidios de utilizaron las bases de datos proporcionadas por el INEGI1. Los insumos que necesita la fórmula para calcular las tasas son los homicidios y la población total. Los homicidios se obtuvieron de las Estadísticas Vitales que se encuentran en el portal del INEGI. Estas son un registro que lleva el Estado mexicano de todas las defunciones ocurridas por año. A su vez, se recolecta información sociodemográfica del difunto como la edad, sexo, nivel educativo, entre otros. Las variables que se usaron fueron año de registro, año de ocurrencia y Estado donde ocurrió el homicidio. Esta información tiene deficiencias ya que tienen un cierto grado de subregistro. Por ejemplo, los homicidios ocurridos en “x” año se van registrando de manera tardía. Para los homicidios ocurridos en ese año sólo se registraron un 60%, en el siguiente un 20% para el que le sigue un 6% y así consecutivamente hasta que se hayan capturado en su totalidad. Para compensar ese subregistro hay una técnica que consiste en revisar en años anteriores que ya se hayan calculado en su totalidad y ver el comportamiento de registro tardío. En este caso se utilizó el año 2010 como año base. Para el 2016 ya se habían registrado todos los homicidios ocurridos en ese año. Los homicidios ocurridos y registrados en 2010 representaron un 70% de captura. Por ende, se hace la suposición de que los homicidios registrados en el año de ocurrencia representan un 70%.

1

http://www.inegi.org.mx/sistemas/olap/Proyectos/bd/continuas/mortalidad/DefuncionesHom.asp?s=e st&c=28820&proy=mortgral_dh

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El tratamiento de datos para homicidios se realizó de esa manera. Para el año 2017 se le añadió un 30% de los homicidios supuestamente faltantes; para el 2016 se añadió un 15%, para el 2015 un 5% y para el 2014 no se realizó ninguna operación. Lo anterior es que a partir de los tres años posteriores el registro de homicidios representaba menos del 1%, lo cual no genera un cambio significativo en las cifras. Hay que añadir que para todos los años, menos para el 2017, se sumaron todos los homicidios registrados en años posteriores. Por ejemplo para el 2016 se sumaron los registrados ese año y los del 2017. Para el 2015 se sumaron los de ese año, del 2016 y del 2017. Se realizó el mismo método para el 2014. Otro tratamiento que se le tuvo que dar a la base de datos fue la de asignar los homicidios no especificados por entidad. En pocas palabras, durante el registro del difunto muchas veces se omite información. En este caso había una cantidad considerable de homicidios ocurridos que no se sabía en qué estado se habían perpetrado. Para esto se sumaron los homicidios ocurridos por todos los Estados sin contar los no especificados. Posteriormente se dividieron los homicidios por Estado sobre los totales. Esto nos dio el peso que tenía cada Estado en homicidios. Esa proporción se multiplicó por la suma de homicidios no especificados, la cual nos arrojó una cantidad esperada de homicidios que debieron haber ocurrido en ese Estado. Por ejemplo, “x” Estado tenía un 30% de los homicidios ocurridos en toda la República mexicana para ese año. Ese porcentaje se multiplicaba por los no especificados, y la cifra que se obtenía se sumaba a los homicidios del Estado “x”. Si el Estado “y” pesaba un 15% la cifra sería la mitad que el de “x”. Para obtener el denominador de la fórmula se recurrieron al conteo del año 2005, al Censo de Población del 2010 y la Encuesta Intercensal del 2015. Para obtener la población del 2014 se calculó la tasa de crecimiento poblacional del 2005 al 2010. Se calculó el crecimiento logarítmico para el periodo 2010 al 2014 con la tasa de crecimiento obtenida con anterioridad.

59

Para la población del 2015 sólo se extrajeron las cifras recolectadas en la Encuesta Intercensal de ese año. Para el 2016 y 2017 se utilizó el mismo método para calcular el año 2014. La tasa de crecimiento aplicada fue la del 2010 al 2015. La fórmula para calcular la tasa de homicidios queda de la siguiente manera: 𝑇𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 ℎ𝑜𝑚𝑖𝑐𝑖𝑑𝑖𝑜 =

𝛽𝑖 𝜌𝑖

β = El total de homicidios ocurridos ρ = El total de población ί = El año de ocurrencia FODA El análisis FODA se basa en cuatro conceptos: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Cada una analiza ejes que son de suma importancia para la toma de decisiones. Este marco pretende ordenar una situación compleja conforme a los objetivos que se establezca la empresa. “La planeación estratégica identificada como la planeación a futuro, permite analizar con detalle a la organización y situarla en términos de su ambiente. Determina la visión, misión, objetivos, estrategias, metas, así como las funciones y actividades que se requieren para lograr los fines y propósitos deseados” (López T. G., 2000) En esencia, es una herramienta útil y sencilla para todo aquel que quiera saber qué factores le benefician o le perjudican para lograr sus objetivos. Consiste en hacer una evaluación de los factores fuertes y débiles. En su conjunto diagnostican la situación interna de una organización, así como su evaluación externa; las oportunidades y amenazas. Para realizar este análisis hay una tres pasos a seguir propuestos por Rojas (2017). En primer lugar la empresa debe identificar la visión y misión, posteriormente analizar las condiciones internas y externas y al final la formulación de estrategias, su

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implementación y control. Es en el segundo paso donde se llevará a cabo el análisis FODA. La definición de los cuatro ejes de análisis es de suma importancia. De estos cuatro ejes, dos son de análisis interno y dos externos. Las Fortalezas y Deficiencias son internas y las Oportunidades y Amenazas son externas. Para fines de esta investigación, el enfoque será principalmente a los ejes externos. En primer lugar están las fortalezas. Éstos “son los recursos considerados valiosos y la misma capacidad competitiva de la organización como un logro que brinda ésta o una situación favorable en el medio social” (Talancón, 2007). También es “algo en lo que la organización es competente, se traduce en aquellos elementos o factores que estando bajo su control, mantiene un alto nivel de desempeño, generando ventajas o beneficios presentes, con posibilidades atractivas en el futuro” (Rojas, 2017). Las debilidades se “define como un factor que hace vulnerable a la organización o simplemente una actividad que la empresa realiza en forma deficiente. Esto coloca a la empresa en una situación débil (Talancón, 2007). Los resultados de esto puede ser una desventaja en la competencia, con posibilidades poco atractivas para el futuro. Constituye un obstáculo para la consecución de los objetivos (Rojas, 2017). Ejemplos de las fortalezas o debilidades pueden ser los precios, la imagen de la empresa, la fuerza de trabajo o la cantidad de bienes inmuebles que tiene la empresa. En conclusión son los elementos que pueden beneficiar o perjudicar a la empresa y que están bajo su control. Las oportunidades “constituyen aquellas fuerzas ambientales de carácter externo no controlables por la organización. Representan elementos potenciales de crecimiento o mejoría. La oportunidad en el medio es un factor de gran importancia que permite de alguna manera moldear las estrategias de las organizaciones (Talancón, 2007). Las oportunidades pueden presentarse en cualquier ámbito, como el político, económico, social, tecnológico, etc. El reconocimiento de oportunidades es un reto para los administradores debido a que no se puede crear ni adaptar una estrategia 61

sin primero identificar y evaluar el potencial de crecimiento y utilidades de cada una de las oportunidades prometedoras o potencialmente importantes (Rojas, 2017). Las amenazas “son lo contrario de lo anterior, representan la suma de las fuerzas ambientales no controlables por la organización, pero que representan fuerzas o aspectos negativos y problemas potenciales” (Talancón, 2007). Pueden ser cambios o tendencias que se presentan repentinamente o de manera paulatina. Se crean condiciones de incertidumbre e inestabilidad en donde la empresa tiene muy poca o nula influencia. Éstas pueden aparecer en cualquier sector como en la tecnología, precios más baratos de la competencia, restricciones gubernamentales, etc. La responsabilidad de los administradores está en reconocer de manera oportuna aquellas situaciones que signifiquen riesgo para la rentabilidad y la posición futura de la organización (Rojas, 2017). En esencia, “las oportunidades y amenazas son variables externas que constituyen los límites determinados por el sector productivo a que pertenece una entidad, y el entorno general que define el ambiente competitivo” (Rojas, 2017). A partir de los cuatro ejes es posible construir una matriz FODA, el cual es el punto de partida para la formulación de estrategias. A partir de éste análisis se deriva un marco analítico.

Cuadro 5. Estrategias FO (Fortalezas y

Se aplican a las fuerzas internas de la

Oportunidades)

empresa para aprovechar la ventaja de las oportunidades externas

Estrategias DO (Debilidades y

Pretenden superar las debilidades internas

Oportunidades)

aprovechando las oportunidades externas.

Estrategias FA (Fortalezas y Amenazas)

Aprovechan las fuerzas de la empresa para evitar o disminuir las repercusiones de las

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amenazas externas. Estrategias DA (Debilidades y Amenazas)

Son tácticas defensivas que pretenden disminuir las debilidades internas y evitar las amenazas del entorno. En realidad, una empresa así quizá tiene que luchas por su supervivencia, fusionarse, reducirse, declarar la quiebra u optar por la liquidación.

Fuente: Elaboración propia. Información de (Talancón, 2007).

Rojas (2017), propone dos medidas más, El factor de optimización, que indica la posición favorable respecto a sus activos competitivos y las circunstancias que potencialmente pueden significar un beneficio importante para adquirir ventajas competitivas en el futuro. 𝐹𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑜𝑝𝑡𝑖𝑚𝑖𝑧𝑎𝑐𝑖ó𝑛 = 𝐹 + 𝑂 F = Fortalezas ponderadas expresadas en porcentaje O = Oportunidades ponderadas expresadas en porcentaje La segunda medida es el factor de riesgo; al contrario del anterior, muestra un pasivo competitivo y aquellas condiciones que limitan el desarrollo futuro para una organización. 𝐹𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑟𝑖𝑒𝑠𝑔𝑜 = 𝐷 + 𝐴

D = Debilidades ponderadas expresadas en porcentaje A = Amenazas ponderadas expresadas en porcentaje

La suma de ambos factores debe dar un 100%. Esto nos permite averiguar en qué situación se encuentra la empresa, si esta es favorable o no. Para los fines de esta 63

investigación se enfocará en los ejes externos, Oportunidades y Amenazas. Las condiciones del contexto o estructurales delimitarán las estrategias utilizadas por los administradores. Como indican los autores (Talancón, 2007; Rojas, 2017), las condiciones externas son de diversos ámbitos. La situación y el tiempo indicarán lo que los empresarios querrán analizar. Lo que pretende esta investigación es generar una guía para realizar un análisis FODA en contextos de violencia.

64

65

V.

RESULTADOS

En este capítulo se presentarán los resultados obtenidos por medio de la metodología y siguiendo los objetivos planteados. Los resultados del análisis de las tasas de homicidios del 2014 al 2017 se presentaron en una tabla y una gráfica. En éste se confirma el aumento de la violencia en el país. A su vez, se obtuvo las tasas de homicidios para el año 2017 por entidad federativa en México. Los resultados para la fluctuación de la balanza estratégica se dividieron en tres partes. El criterio para agrupar los resultados era según el comportamiento de las tasas de homicidios por entidad federativa en 2017. El primer grupo lo conforman los Estados de la república mexicana con una tasa mayor a 39 homicidios por cien mil habitantes. Esta tasa fue escogida ya que es el límite inferior para los 7 Estados más violentos del país; terminan abarcando un 50% de los homicidios en México. El segundo grupo lo componen los Estados con una tasa entre los 38 y 29 homicidios por cien mil habitantes. Esta tasa fue escogida ya que son las entidades federativas que se encuentran por encima de la media nacional (28 homicidio por cien mil habitantes) pero que no se encuentran entre los 7 más violentos. Por último están los Estados con una tasa menor de 28 homicidios por cada cien mil habitantes. Estas entidades federativas se encuentran por debajo de la media nacional. Respectivamente para cada grupo se presentó una matriz de totales, el balance estratégico, el análisis, por un lado, de las Fortalezas y Oportunidades y por el otro de las Debilidades y Amenazas. Al final se presenta un análisis crítico general del trabajo de investigación. Reconocer los límites de los métodos, marco teórico y resultados es una práctica que da paso a próximas investigaciones. Plantear objetivos y cuestionamientos a partir de la reflexión permite el mejoramiento de la práctica científica.

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Uno de los primeros cuestionamientos a resolver es el análisis de la violencia en México en los últimos años. Se tomó el periodo entre 2014 y 2017. Para poder medir la violencia se tomó como unidad de análisis los homicidios; éstos son susceptibles de ser medidos. Como lo muestra el cuadro 5 los homicidios han aumentado de manera constante. Para el año 2014 se registraron 20,056 homicidios, para final del periodo seleccionado eran 32,073.

Cuadro 6.

Año 2014 2015 2016 2017

Tasas de homicidios por cada cien mil habitantes en México para los años 2014-2017 Homicidios Pob. Media Tasas de mortalidad Homicidios por cada cien mil habitantes 20,056 120,563,027 0.000166 16.64 21,019 121,276,887 0.000173 17.33 25,293 122,956,828 0.000206 20.57 32,073 124,660,040 0.000279 27.93 Fuente: Elaboración propia. INEGI; Estadísticas Vitales, homicidios.

Este primer indicador nos muestra en términos absolutos la frecuencia con que ocurre el fenómeno. Debido a que la población cambia según los años, no se pueden comparar. Para proceder en el análisis estas cifras deben convertirse en tasas. La manera de interpretar los datos obtenidos es que por cada cien mil habitantes hay un número de homicidios. Al estandarizar las cifras por año se puede comparar la información. El 2014 presentó una tasa de 16.64 homicidios por cien mil habitantes y para el final del periodo seleccionado hubo un total de 27.93 homicidios por cien mil habitantes. Escalante (2009), presenta estadísticas del homicidio en México. La información que presenta indica las tasas más altas se encontraban en 1986, con 20 homicidios por cada cien mil habitantes. Podemos ver que para el 2016 se regresó a esas cifras, y para el siguiente año lo superó a 27 homicidios por cada cien mil habitantes.

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Al haber superado la cifra histórica (de la segunda mitad del siglo XX a la actualidad) se debe realizar una reflexión sobre las condiciones que permitieron este aumento. El marco teórico y contextual sentaron las bases para comprender estas cifras. La crisis de las instituciones públicas en materia de seguridad y las pugnas entre los cárteles de droga han generado una coyuntura que ha impactado a la sociedad mexicana.

Gráfica 1.

Fuente: Elaboración propia. INEGI; Estadísticas Vitales, homicidios.

A partir de las tasas de homicidio calculadas nos podemos dar cuenta, en términos generales, de la situación del país. Es bien sabido que la violencia es un fenómeno que no se distribuye de manera homogénea en los territorios nacionales. Hay zonas que superan por mucho las medias nacionales y otras que se encuentran muy por debajo. Debido a lo anterior, se calcularon las tasas de homicidio por entidad federativa. Esto permitió visualizar geográficamente dónde se concentra la mayor parte de la 68

violencia del país. A partir del total de homicidios (con población tipificada) por entidad federativa se pudo hacer una comparación entre ellos. Otra herramienta de análisis fue el calcular la proporción de homicidios que aportaba cada Estado de la república. A partir de lo anterior se obtuvieron dos indicadores: el orden del Estado más violento al menos violento y hasta qué Estado se acumulaba el 50% de los homicidios. En el Cuadro 6 se observa que el Estado más violento en el 2017 fue Colima con 103 homicidios por cada cien mil habitantes; mientras que Yucatán fue el que menos tuvo con 2 homicidios por cada cien mil habitantes. Ambas cifras se alejan de la media nacional que fue de 28 homicidios por cada cien mil habitantes. Acumulando las proporciones que representan cada Estado se encontró que siete entidades federativas representan el 50% de los homicidios de México en 2017. Estos son: Colima, Baja California Sur, Guerrero, Chihuahua, Baja California, Sinaloa y Zacatecas. El 21%, menos de un cuarto del país, concentra la mitad de la violencia que ocurre en México. Cuadro 7.

Fuente: Elaboración propia. INEGI; Estadísticas Vitales, homicidios. 69

A partir de la información anterior se construyó el balance estratégico a partir de un análisis FODA. Dependiendo de dónde se posicione geográficamente la empresa, su balance cambiará. Se construyeron tres modelos según las tasas de homicidio: mayor a 39 homicidios por cien mil habitantes, entre 38 y 29 y menos de 29. Los criterios fueron tomados según las zonas más violentas del país. Las siete entidades federativas más violentas que presentaron como mínimo 39 homicidios por cada cien mil habitantes, las que se encuentran entre la media nacional y el último más violento, y todos aquellos que se encuentran por debajo de la media nacional. Mapa 1.

Fuente: Elaboración propia. Estadísticas Vitales. INEGI.

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Para la construcción de la matriz de totales se le asignaron dos categorías a cada uno de los ejes del FODA. Para las Fortalezas se les asignó la fuerza laboral y la imagen de la empresa; para las Debilidades fueron los precios y el inmobiliario, a las Oportunidades se les asignó la red de caminos y carreteras del país y el T.L.C (Tratado de Libre Comercio) que México tiene con EE.UU. y Canadá. Por último para las Amenazas se les asignó las tasas de homicidio y el aparato estatal o el gobierno. La ponderación (w) que se le asignó a cada categoría tomaba un valor del uno al tres. Siendo el primero Bajo, el segundo Medio y el tercero Alto.

Valores de Alto Medio Bajo

w 3 2 1

De las dos categorías que conforman cada uno de los ejes del FODA, una es variable según las tasas de homicidio y la segunda es constante, independientemente de la zona geográfica donde se encuentre. Para las Fortalezas, la fuerza laboral varía según la zona geográfica. Se justifica de manera que si la fuerza laboral se encuentra en una zona altamente violenta esta se encuentra más expuesta a sufrir de homicidio. A su vez, el tejido social y las condiciones psicológicas de los habitantes no permitirían un desempeño pleno en su labor. Mientras menor sea la violencia, mayor valoración obtendrá la fuerza laboral. La imagen de la empresa queda con una valoración de tres, es decir, alta. Se generó el supuesto que la empresa es bien vista por la sociedad, y que la inversión que ha otorgado a la mercadotecnia le ha generado popularidad entre los habitantes. En las Debilidades, los precios son variables y el inmobiliario es una constante. Es bien sabido que el costo de producción aumenta en contextos de violencia. Mientras más violento sea un lugar, menor control se tendrá sobre los precios y la competitividad de la empresa se verá afectada. 71

El inmobiliario se tomó constante ya que a veces se requiere de largos periodos de tiempo para atender esa área. Suponemos que un valor alto en esta categoría sería para una empresa con sede internacional que maneja grandes cantidades de capital. Tomando eso en cuenta, se le asignó un valor medio a la empresa hipotética. Las Oportunidades tiene como variable la red de caminos y carreteras. Las experiencia del transporte de mercancías en zonas violentas ha sido negativa. Usualmente las mercancías son robadas o se tiene que pagar cuotas al crimen organizado para poder pasar por ciertos caminos. En pocas palabras, mientras más violencia haya menos seguro serán los caminos y el transporte de mercancías. El Tratado de Libre Comercio se tomó como una constante. Este tratado tiene normas que definen muy bien la acción de los actores que participan en actividades económicas. Se le otorgó una ponderación media a esta categoría ya que la empresa hipotética no tiene los recursos suficientes para aprovechar plenamente lo que ofrece el TLC. Por último se encuentran las Amenazas, con las tasas de homicidio como variable y el aparato estatal y gubernamental como constante. Los valores que obtienen las tasas de homicidio es según su intensidad. Alto si se encuentra entre los siete más violentos, Medio si se encuentra entre la media nacional y los más violentos, y Bajo si se encuentra en los Estados por debajo de la media nacional. La última categoría, el aparato estatal, queda como constante. A partir de lo ya expuesto, el estado mexicano se encuentra en una crisis en sus instituciones de seguridad pública. Los diferentes gobiernos han impulsado políticas que no responden a las necesidades de seguridad del territorio nacional. Se justifica a partir de esto, una ponderación alta en esta categoría.

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A. Matriz de totales y balance estratégico de estados más violentos Para construir el balance estratégico, primero es necesario realizar un matriz de totales. Esta tabla tiene las categorías que conforman los ejes del FODA. A un lado de cada categoría se encuentra el ponderador (w). Una vez que se dan los ponderadores, se suman y se dividen entre el total. A partir de ese momento se puede saber la proporción que representa cada eje del FODA. Una vez obtenido los porcentajes, se suman las Fortalezas y Oportunidades, y las Debilidades con las Amenazas. El resultado es el balance estratégico. Con esta información sintetizada se puede analizar y comparar los resultados. Con esto podemos saber el impacto de la violencia en el balance estratégico. Esta primer tabla tiene a las Amenazas en primer lugar con 33%, las Debilidades en segundo con 28%, le siguen las Fortalezas con 22% y las Oportunidades con 17%. Se puede apreciar que los ponderadores en las Amenazas y Debilidades tienen un mayor peso en las entidades federativas con más violencia en el país. Lo que se puede deducir de esto es que la fuerza laboral se encuentra expuesta al homicidio u otro tipo de violencia. A su vez, los precios de las mercancías tienden a encarecerse y el transporte de las mismas se vuelve peligroso e ineficiente. Cuadro 8. Matriz de totales y porcentajes para los Estados con una tasa de Fortalezas w Debilidades w Oportunidades Fuerza Laboral 1 Precios 3 Caminos Imagen de la empresa 3 Inmobiliario 2 T.L.C Total 4 5 Fortalezas = 22% Debilidades = 28% Oportunidades =

39 o más homicidios por cien mil habitantes w Amenazas w Total 1 Tasas de homicidio 3 8 2 Gobierno 3 10 3 6 18 17% Amenazas = 33% 100%

Al sumar los porcentajes según la fórmula del balance estratégico, queda de la siguiente manera: Balance Estratégico F+O

D+A

Total

39%

61%

100%

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A través de una gráfica de pastel se puede visibilizar que las Debilidades y Amenazas abarcan más de la mitad del balance estratégico. En la bibliografía se recomienda cambiar de zona geográfica. En caso de que esa opción no sea viable la empresa debe recurrir a una serie de estrategias para minimizar los costos por violencia. Lo que la matriz nos ofrece es una serie de áreas que se puede atacar o fortalecer. Por ejemplo, generar espacios o actividades junto con otras empresas en la zona que fomenten la sana convivencia. Actividades recreacionales han tenido un impacto positivo en el descenso de los homicidios en contextos violentos. Otra estrategia sería en establecer canales de comunicación entre el sector privado y el gobierno para garantizar el transporte seguro de las mercancías. Gráfica 2.

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Gráfica 3.

Gráfica 4.

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B. Matriz de totales y balance estratégico de estados por encima de la media nacional y por debajo de las entidades más violentas. La siguiente matriz de totales se construyó para las entidades federativas que se encuentran por encima de la media nacional y por debajo de los Estados más violentos. Esto quiere decir que tienen entre 29 y 38 homicidios por cada cien mil habitantes. Lo que se puede apreciar de esta matriz es que los porcentajes quedan equitativos. Las Amenazas y las Fortalezas quedan al frente con 28% y las Debilidades y Oportunidades quedan con un 22%. Cuadro 9. Matriz de totales y porcentajes para los Estados con una tasa entre 38 y 29 homicidios por cien mil habitantes Fortalezas w Debilidades w Oportunidades w Amenazas w Total Fuerza Laboral 2 Precios 2 Caminos 2 Tasas de homicidio 2 8 Imagen de la empresa 3 Inmobiliario 2 T.L.C 2 Gobierno 3 10 Total 5 4 4 5 18 Fortalezas = 28% Debilidades = 22% Oportunidades = 22% Amenazas = 28% 100%

Los autores (Rojas; Talancón) indican que no se debe buscar un balance que presente 50% en ambas áreas. El objetivo de esta herramienta de análisis es ubicar las áreas débiles y fuertes; minimizar las primeras y fortalecer las segundas. Mientras más porcentaje tengan las Fortalezas y Oportunidades mejor. Al sumar ambas áreas, para este caso dan 50% para las Fortalezas y Oportunidades y para las Debilidades y Amenazas. En este escenario la violencia no es tan intensa como para afectar totalemente el desempeño de la empresa. Una posible estrategia sería enfocarse principalmente en las Fortalezas y Oportunidades. En esta situación, quizá las estrategias para el escenario anterior puedan ser las mismas. Se esperaría que los impactos fueran aun mayores debdio a que las condiciones no son tan precarias como en el escenario 1. Los resultados muestran que la situación está bastante equilibrada.

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Balance Estratégico F+O D+A Total 50%

50%

Gráfica 5.

77

100%

Gráfica 6.

Gráfica 7.

78

C. Matriz de totales y balance estratégico de estados por debajo de la media nacional Para el tercer escenario la situación aparenta ser la mejor de las tres. En esta, el contexto es de los menos violentos en donde uno puede ejercer una actividad productiva. En primer lugar se encuentran las Fortalezas con un 33%, en segundo las Oportunidades con un 28%, de ahí le siguen las Amenazas con un 22% y por último las debilidades con un 17%. Esta situación es totalmente contraria a la primera. Bajo los supuestos mencionados, la fuerza laboral se encuentra en óptimas condiciones en términos de violencia. Los costos de producción relacionado al tema investigado tienen la puntuación más baja y el transporte de las mercancías no se ve obstaculizada. Cuadro 10. Matriz de totales y porcentajes para los Estados con una tasa menor de 28 homicidios por cien mil habitantes Fortalezas w Debilidades w Oportunidades w Amenazas w Total Fuerza Laboral 3 Precios 1 Caminos 3 Tasas de homicidio 1 8 Imagen de la empresa 3 Inmobiliario 2 T.L.C 2 Gobierno 3 10 Total 6 3 5 4 18 Fortalezas = 33% Debilidades = 17% Oportunidades = 28% Amenazas = 22% 100%

Al sumar las Fortalezas y Oportunidades da como resultado un 61%, mientras que para las Debilidades y Amenazas queda en un 39%. De esta manera queda el balance estratégico en este último escenario.

Balance Estratégico F+O D+A Total 61%

39%

79

100%

Gráfica 8.

Gráfica 9.

80

Gráfica 10.

81

VI.

CONCLUSIONES

El presente trabajo de investigación pretendió realizar una reflexión en torno al impacto de la violencia en las actividades de una empresa. El método para realizar esta reflexión fue a través de un balance estratégico. Este se construyó a partir de la propuesta analítica FODA. A partir del marco analítico de esta propuesta se realizó una matriz de totales y porcentajes. Por último, se llegó al balance estratégico. La violencia sigue siendo un fenómeno amplio y que puede expresarse de diversas maneras. Esta es una aproximación desde la ciencia administrativa. El plantear escenarios posibles permite a los tomadores de decisiones tener en cuenta un amplio escenario del contexto donde se quieren desenvolver. A su vez, se logró plasmar geográficamente la información calculada. Muchas veces los datos por si solos no dicen mucho. Una vez que se visualizan en mapas es posible tener una idea más concreta de cómo se comportan. Por ejemplo, el caso de esta investigación no solo se pudo apreciar qué porcentaje representan los Estados más violentos, sino que se pudo ubicar por regiones. Habitualmente se considera el norte como de las zonas más violentas. Para el 2017 ese no fue el caso. Colima resultó ser el más violento, seguido a pocos lugares por Guerrero. Una de las limitantes de esta investigación fue, así mismo, uno de sus fuertes. Los homicidios son un fenómeno que se da de manera local. A nivel estatal tiende a borrar lo que ocurre a nivel municipal. Al igual que el comportamiento de los homicidios no es el mismo por Estado, lo mismo sucede a nivel municipal. Se recomienda que para aquellos que realicen investigaciones en los Estados más violentos se analice a nivel municipal. Las preguntas de investigación deberán ser respondidas en esta sección como reflexión final. En primer lugar, la balanza estratégica si cambia según dónde se la posicione. Las tasas de homicidio y la zona geográfica fueron dos factores clave que influyeron en los resultados de la balanza. 82

Año tras año se ha visto reflejado en las noticias y en la vida cotidiana un aumento de la violencia. En términos de homicidios, se construyeron tasas para ver el comportamiento en el periodo 2014 a 2017. Efectivamente las tasas de homicidio han aumentado de manera sostenida en estos últimos tres años. Se debe añadir que en el 2016 se sobrepasó la cifra histórica de tasas de homicidios. El papel del Estado, más que una relación directa con los cárteles de droga, habría que investigar más a profundidad eso, se encontró que hay una crisis en sus instituciones de seguridad pública. La descentralización ha provocado un desajuste en los acuerdos informales de los actores locales respecto al gobierno federal. Por último, se esperaba que los Estados del sur fueran los menos violentos. A partir de los resultados podemos concluir que no es así. Por ejemplo, los siete Estados más violentos de México en 2017 no siguen un patrón regional. Habría que ver cuáles son las características que tienen en común estas entidades federativas.

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VII. Anexos. Tasas de homicidio en México por entidad federativa para el año 2017 Estado Población Homicidios Tasas Homicidios por cien mil habitantes Colima 795,673 819 0.00103 102.93 Baja California Sur 880,594 739 0.00084 83.92 Guerrero 3,839,468 2,484 0.00065 64.70 Chihuahua 3,666,836 2,166 0.00059 59.07 Baja California 3,679,439 2,079 0.00057 56.50 Sinaloa 3,022,182 1,577 0.00052 52.18 Zacatecas 1,693,761 669 0.00039 39.50 Nayarit 1,322,039 457 0.00035 34.57 Guanajuato 6,500,250 2,238 0.00034 34.43 Michoacán 4,992,037 1,614 0.00032 32.33 Tamaulipas 3,667,806 1,132 0.00031 30.86 Morelos 2,052,358 618 0.00030 30.11 Quintana Roo 1,668,231 444 0.00027 26.62 Sonora 3,115,592 739 0.00024 23.72 Oaxaca 4,286,160 810 0.00019 18.90 Jalisco 8,337,772 1,518 0.00018 18.21 Veracruz 8,508,290 1,528 0.00018 17.96 México 17,090,976 3,024 0.00018 17.69 San Luis Potosí 2,868,968 495 0.00017 17.25 Puebla 6,422,767 1,049 0.00016 16.33 Tabasco 2,665,862 429 0.00016 16.09 Ciudad de México 9,047,711 1,307 0.00014 14.45 Nuevo León 5,419,295 632 0.00012 11.66 Durango 1,835,567 192 0.00010 10.46 Chiapas 5,653,663 590 0.00010 10.44 Hidalgo 3,220,995 314 0.00010 9.75 Querétaro 2,231,172 213 0.00010 9.55 Tlaxcala 1,338,969 122 0.00009 9.11 Coahuila 3,172,104 265 0.00008 8.35 Campeche 934,239 75 0.00008 8.03 Aguascalientes 1,387,572 82 0.00006 5.91 Yucatán 2,177,384 49 0.00002 2.25 84

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