Introducción En esta ocasión se trabaja lo asignado para la tarea 5 que contiene la Elaboración de un esquema, en el cual se responden las cuestionantes referentes a las diferencia entre trastorno de conducta, trastorno de oposicióndesafiante y delincuencia juvenil. Se describe dos trastornos de ansiedad habituales que afectan niños y adolescentes. Se hace una relación de los síntomas de la depresión infantil con los síntomas de depresión adulta. Se Identifican cuatro trastornos sintomáticos comunes que pueden aparecer durante la infancia. Habla sobre las causas, conducta y el tratamiento del autismo. Se describen cinco enfermedades orgánicas que pueden producir retraso mental y se realiza una tabla conteniendo: niveles de retraso mental y rango de CI. Por otra parte se elabora un análisis crítico sobre las motivaciones de por qué se busca una terapia y quién proporciona los servicios psicoterapéuticos, Qué profesionales son los más capacitados para ofrecer ayuda a las personas con un malestar psicológico, en qué tipo de situación tiene lugar el tratamiento, Qué factores son determinantes para la eficacia de la terapia y se muestran las estrategias terapéuticas que deben utilizarse.
2. Elaboración de una tabla conteniendo: niveles de retraso mental y rango de CI. Gravedad del retraso y rango de CI Nivel de retraso
Rango de CI mental
Retraso leve
Entre 50-55 y 70
Retraso moderado
Entre 35-40 y 50-55
Retraso grave
Entre 20-25 y 35-40
Retraso profundo
Por debajo de 20-25
Elaboración de cuestionantes:
un
análisis
crítico
respondiendo
las
siguientes
a) ¿Motivaciones de por qué se busca una terapia y quién proporciona los servicios psicoterapéuticos? Los problemas y motivaciones para solucionarlos de las personas que buscan terapia varían de manera considerable. Quizá los candidatos más obvios a recibir tratamiento psicológico son quienes sufren de manera repentina una situación de gran estrés, como un divorcio o el desempleo —y que pueden sentirse abrumados por una crisis que no se ven capaces de manejar por sí mismos—.Estas personas suelen sentirse muy vulnerables, están abiertas al tratamiento psicológico y motivados para modificar sus insoportables estados mentales actuales. En tales situaciones, esas personas pueden mostrar una mejoría considerable en un breve periodo de tiempo. Otras personas comienzan una terapia de manera mucho más indirecta. Puede que hayan consultado a un médico por un dolor de cabeza o de estómago, y que éste les haya dicho que no tienen ningún trastorno físico que justifique ese dolor. Estas personas suelen resistirse inicialmente a la idea de que sus síntomas físicos tengan una causa emocional. La motivación para comenzar un tratamiento difieren mucho entre diferentes personas. Muchos padres malhumorados acuden con sus hijos al terapeuta quejándose de la «conducta incontrolable» de sus hijos, que ellos consideran como algo independiente del contexto familiar, una «manera de ser» de sus hijos. Otras personas que comienzan una terapia han sufrido un estrés psicológico durante mucho tiempo, y tienen una larga historia de inadaptación. La infelicidad crónica y la incapacidad para sentirse confiado y seguro pueden impulsarles a buscar ayuda. Estas personas comienzan el tratamiento con una gran motivación, pero a medida que avanza la terapia sus pautas persistentes de conducta inadaptada pueden generar grandes resistencias, con las que deberá enfrentarse el terapeuta. b) ¿Qué profesionales son los más capacitados para ofrecer ayuda a las personas con un malestar psicológico? Los tres tipos de profesionales de la salud mental que suelen brindar tratamiento psicológico son los psicólogos clínicos, los psiquiatras y los trabajadores de psiquiatría social.
c) ¿En qué tipo de situación tiene lugar el tratamiento? En una clínica o un hospital (al contrario de una consulta privada) es posible utilizar una amplia gama de procedimientos médicos, psicológicos y sociales. Esta gama abarca desde los fármacos y la psicoterapia de grupo, hasta visitas en la casa, en la escuela o en el trabajo, que intentan modificar las condiciones adversas de la vida de un cliente —por ejemplo, ayudando al profesor a comportarse de manera más comprensiva con las necesidades de un niño—. Con frecuencia eso resulta tan trascendental como el tratamiento directamente dirigido a la modificación de la conducta o la personalidad del paciente. d) ¿Qué factores son determinantes para la eficacia de la terapia. La alianza terapéutica. El establecimiento de una eficaz «alianza de trabajo» entre el paciente y el terapeuta, se considera esencial para el éxito del tratamiento. La motivación del paciente para cambiar resulta un elemento crucial para determinar la calidad de la alianza terapéutica, y por ende el nivel de éxito de la terapia. e) Diga las estrategias terapéuticas que deben utilizarse. Medicación y Psicoterapia Tratamientos combinados: Esta estrategia integradora supone un excelente ejemplo de la perspectiva biopsicosocial, que describe perfectamente la perspectiva contemporánea sobre el tratamiento de los trastornos mentales. Entre las estrategias farmacológicas tenemos:
Fármacos antipsicóticos: se utilizan para tratar trastornos psicóticos, tales como la esquizofrenia y los trastornos de ánimo con síntomas psicóticos. Fármacos antidepresivos: se utilizan para tratar trastornos depresivos y también para el tratamiento de los trastornos de ansiedad, de la bulimia y de personalidad ya que son inhibidores de la monoaminoóxidasa y los antidepresivos tricíclicos. Fármacos ansiolíticos: La categoría de fármacos antiansiedad (o ansiolíticos) más importante y más frecuentemente utilizados, son las benzodiacepinas. Hay otro tipo de fármacos como los barbitúricos (por ejemplo, fenobarbitol), que apenas se usan actualmente excepto para controlar ataques, o como anestésicos durante la terapia electroconvulsiva. Litio: en la década de los 40 el carbonato de litio, resultaba muy eficaz para tratamiento de los trastornos maníacos
Terapia electro-convulsiva: en la actualidad en la actualidad se utiliza esta terapia para el tratamiento de algunos trastornos graves del estado de ánimo. Neurocirugía: En la actualidad apenas se recurre a este procedimiento, salvo aquellos casos que no han respondido durante más de cinco años a ningún tipo de tratamiento, y además están sufriendo síntomas absolutamente incapacitantes. Las modernas técnicas quirúrgicas permiten una destrucción selectiva de diminutas zonas del cerebro. A veces la neurocirugía se utiliza con pacientes que tienen un trastorno obsesivo-compulsivo muy incapacitador, o con personas que intentan repetidamente mutilarse, también han informado de datos obtenidos de un seguimiento a largo plazo de cuatro pacientes que sufrían anorexia nerviosa y fueron tratadas con leucotomía.
Conclusión El tratamiento psicológico tiene como objetivo la reducción de la conducta patológica mediante estrategias psicológicas. La psicoterapia intenta modificar la conducta inadaptada, minimizando o eliminando las condiciones ambientales estresantes, reduciendo las emociones negativas, incrementando las competencias interpersonales, solucionando conflictos personales, modificando suposiciones inadecuadas sobre uno mismo, y promoviendo una auto-imagen más positiva. Las medicinas también son importantes en el tratamiento de muchos trastornos. En la actualidad una práctica clínica habitual es la combinación de la medicación con tratamientos psicológicos. Entre los fármacos más utilizados tenemos los fármacos antipsicóticos, fármacos antidepresivos, fármacos ansiolíticos, litio y otros fármacos estabilizadores del estado de ánimo, la terapia electro-convulsiva y la neurocirugía.
Bibliografía Butcher James N., Mineka Susan, Hooley Jill M. (2007). Psicología Clínica.