UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS Asignatura: Educación para la paz Tema: Unidad 1 Facilitadora: CLARISA CUEVAS DE GELABERT Participante: DOMINGA CALCAÑO MATRICULA
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Presente un informe con los siguientes tópicos: Una definición propia de educación para la Paz La educación para la paz para mí no es más que un proceso de adquisición de los valores y conocimientos, así como las actitudes habilidades y comportamientos necesarios que adquirimos mediante una educación llena de buenos hábitos y valoración, para buscar la paz, entendida como vivir en armonía con uno mismo, los demás y el medio ambiente.
Conceptualiza acerca del origen de la educación para la paz. Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad, y en sentido negativo, como ausencia de inquietud, violencia o guerra. La paz es el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de relación humana.
Origen de la educación para la paz. El origen de la paz viene desde la antigüedad En el Antiguo Testamento cuando usa la expresión Shalom («paz» en hebreo), especialmente en los saludos, se refiere a un bienestar material y de espíritu: «La paz esté contigo» o «con vosotros» y en este sentido no se opone a la guerra. Tal paz solo puede venir de Dios mismo que quiere darla en compensación por la fidelidad de su pueblo a la Alianza aun cuando la paz en su sentido más pleno se espera para los tiempos del Mesías que es llamado Príncipe de la paz. En el Nuevo Testamento la expresión («paz» en griego) mantiene el sentido dado en el Antiguo Testamento, pero también se ve influido por el contexto helénico de la palabra, que implica una ausencia de enemigos o contrariedad A comienzos del siglo XX en el contexto de la Primera Guerra Mundial, el movimiento de la Escuela Nueva subrayó la necesidad de trabajar para una comprensión internacional que permitiera superar las tensiones y hostilidades entre los estados. Después de la 2ª Guerra Mundial se quiso promover la comprensión internacional a través de la formación en temas interculturales y cooperación internacional. En los años 60 surge la Investigación por la Paz como disciplina científica. El legado de la no-violencia, a partir de las propuestas y prácticas tanto sociales como pedagógicas de Gandhi, viene a enriquecer la Educación por la Paz. Hacia finales de los años 80 la educación por la paz gira hacia enfoques prácticos, y pone el acento en la convivencia dentro de la comunidad cercana (el aula, la escuela, el barrio, etc.). En los años 90, la educación por la paz se ha relacionado con la educación intercultural. Gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se entablan contactos entre diferentes pueblos y personas.
c) Describe las características que debe reunir el docente que educa para la paz y redacta el perfil del educador para la Paz. La educación juega un papel trascendental en la trasmisión de valores y pautas sociales. Algunos de estos valores no fomentan el respeto, la cooperación o la cooperación. Más bien contribuye a interiorizar el individualismo, la competitividad. La educación dura toda la vida y en ella interviene múltiples segmentos de la sociedad, no sólo la escuela. -Supone tomar partido en el proceso de socialización del individuo por valores que alienten el cambio social y personal. -Entiende el acto educativo como un proceso activo-creativo. -Pone el énfasis tanto en la violencia directa como en la estructural, alentando la capacidad crítica y la armonía personal. -Lucha contra la violencia estructural presente en el marco escolar. -Supone crear una nueva sensibilidad que favorezca la aceptación y comprensión del otro. -Presta atención tanto al currículum explícito como al oculto, es decir, a la forma de organizar la vida en la escuela, la tolerancia, la participación la empatía, la solidaridad, deben vivirse con el ejemplo.
Redacta una propuesta de enseñanza a partir del nuevo modelo curricular dominicano para trabajar contenidos relacionados con educación para la Paz. El Ministerio de Educación a través de la Dirección General de Currículo pone a la disposición de toda la Comunidad Educativa el Nuevo Diseño Curricular, con el cual se orienta y direcciona el proceso formativo de los Niveles: Inicial, Primario y Secundario. Se comunica a toda la comunidad educativa que ya están disponibles los documentos curriculares que serán utilizados durante el año escolar 2016-2017. El diseño curricular de los niveles Inicial, Primario y Secundario es producto del proceso de revisión y actualización desarrollado por mandato del Consejo Nacional de Educación. Pueden ser consultados y descargados: Bases de la Revisión y Actualización Curricular. Diseño Curricular del Nivel Inicial (Aprobado mediante Ordenanza 01-2015). Diseño Curricular del Nivel Primario, Primer Ciclo (aprobado mediante Ordenanza 02-2015). Diseño Curricular del Nivel Primario, Segundo Ciclo (aprobado mediante Ordenanza 02-2015). Diseño Curricular del Nivel Secundario, Primer Ciclo (versión preliminar para fines de validación y retroalimentación). Este proceso se desarrolla con el propósito de ajustar el currículo a las demandas que plantea la sociedad actual, en consonancia con el derecho al desarrollo humano pleno e integral de toda la ciudadanía. En el contexto de la revisión y actualización se resignifica la importancia del Currículo Nacional como itinerario formativo y referente para orientar la práctica docente, comprometida con la mejora de la calidad de los aprendizajes. Con la publicación de estos documentos curriculares se cumple con la meta de revisión integral de currículo consignada en el Plan Decenal de Educación 20082018. Los esfuerzos en este sentido se enmarcan en el artículo 63 de la Ley General de Educación 66-97, donde se establece que: “La educación dominicana estará siempre abierta al cambio, al análisis crítico de sus resultados y a introducir innovaciones. Los cambios deben ser producto de las necesidades, de la reflexión, de las investigaciones y del aprovechamiento de experiencias anteriores. Las innovaciones nacionales tomarán en cuenta el desarrollo de la educación a nivel internacional”. El Ministerio de Educación agradece a todos los actores y sectores de la comunidad científica, académica y educativa que con elevados niveles de compromiso y dedicación han ofrecido sus aportes para construir la mejora de manera conjunta, como parte de un compromiso de todas y de todos para propiciar oportunidades de
aprendizaje para las niñas, niños, jóvenes y personas adultas en todos los niveles, modalidades y subsistemas, desde una perspectiva de inclusión, equidad, pertinencia y calidad. Seguimos abiertos a la recepción aportes y sugerencias de parte de todas las maestras, maestros, profesionales y especialistas para continuar cualificando de manera sostenida esta construcción conjunta.
Reflexiona acerca de los diferentes momentos en los que la familia utiliza modos violentos como: gritos, castigos y golpes y explica cómo afecta este comportamiento en el hogar, escuela y la comunidad. Un niño hace algo que consideramos erróneo, malo, que no nos gusta, o para lo que le hemos avisado previamente. ¿Qué hacer? Pues atendiendo a la norma social, castigarle. Y no solo al estilo educativo imperante entre padres e hijos, sino también al que se lleva a cabo en muchas escuelas: si un niño se porta mal, se le castiga para que modifique su conducta. Es un método educativo que lleva mucho tiempo formando parte de nuestra sociedad y que está tan profundamente arraigado que lo hemos llegado a normalizar: quién no ha visto ninguna peli o serie en la que el protagonista adolescente se queda sin poder salir de casa días o semanas. Ahora bien, que sea el método que la mayoría lleva a cabo, que esté en las escuelas y que nos parezca un buen método no quiere decir en realidad que lo sea. Más bien lo contrario: el castigo es un método poco educativo y por eso hoy vamos a hablar de lo que sabemos sobre si castigar a los niños sirve para educarlos. Los castigos siguen presentes incluso en la educación formal A pesar de estar en la época de la educación emocional, a pesar de que el autoritarismo imperante en la generación anterior ha sido bastante superado, los profesionales de la educación siguen sin saber muy bien qué hacer cuando tienen alumnos problemáticos. Tal y como leemos en Mother Jones, en el curso 2011-12 el Departamento de
Educación de Estados Unidos contabilizó 130.000 expulsiones y cerca de 7 millones de suspensiones en el curso de K-12 (chicos de 17-18 años), de un total de 49 millones de estudiantes. También se estimó que se produjeron cerca de 250.000 castigos corporales en las escuelas de EE.UU., es decir, que, a pesar de todo, los niños problemáticos siguen recibiendo el mismo jarabe de palo que recibíamos en nuestra época o que recibieron nuestros padres, al menos por allá en las Américas. ¿Y qué pasa con los castigos? Pues que los estudios psicológicos más recientes nos dicen que, pese a que de manera temporal solucionas un problema, no estás yendo a la raíz del auténtico problema. Los actos de los niños tienen una causa primaria. Si eliminas el acto, la causa, la motivación para la mala conducta sigue ahí, y la consecuencia es que el niño, el muchacho, dejará de hacer esa mala
conducta durante un tiempo (o quizás para siempre), hasta que la motivación vuelva a germinar y aparezca una nueva mala conducta en otro entorno, con otro profesor o cuando sea imposible que éste se entere de ello. Elisabeth Gershoff publicó en el año 2002 un meta-análisis de 88 estudios con los que analizaba las consecuencias del castigo corporal en los niños. En dicha revisión, tal y como menciona el escritor y profesor Alfie Kohn en un más que interesante artículo contra los castigos, se concluyó que el castigo corporal de los padres se asocia a lo siguiente: Disminución de la internalización moral, aumento de la agresividad infantil, aumento de delincuencia infantil y comportamiento antisocial, disminución de la calidad de la relación entre padres e hijos, disminución del nivel de salud mental infantil, mayor riesgo de ser víctima de abuso físico, aumento de la agresividad en la edad adulta, de riesgo de conductas delictivas y antisociales de mayor, disminución de la salud mental de adultos y un mayor riesgo de abusar de tus propios hijos o cónyuge.