T.3. EL COLONIALISMO Y EL IMPERIALISMO
De los Imperios Coloniales que se formaron en la edad moderna (siglo XIX), fue el Imperio Británico el que logró una admirable expansión en los Tiempos Contemporáneos. Inglaterra conquistó la categoría de nación prominente, la más poderosa del planeta. Y alcanzó su mayor preponderancia a finales del siglo XIX, durante el exitoso reinado de la soberana Victoria I, que hizo a Inglaterra la primera potencia industrial, comercial, política cultural y militar del Mundo, la Reina de los Mares, la primera nación del Orbe. Inglaterra desde finales del siglo XVII, ya había dado un paso considerable en su evolución democrática al implantar la monarquía constitucional y al establecer el régimen parlamentario, pero estaba lejos de llegar a ser un Estado democrático. Es en los siglos XIX y XX que Inglaterra, mediante reformas sucesivas, se transforma progresivamente en un verdadero Estado democrático donde los ingleses alcanzarían la plenitud de sus libertades y derechos. Estas reformas, iniciadas con Jorge IV (1820-1830), prosiguieron con Guillermo IV (1830-1837) y se desarrollaron esplendorosamente con el reinado de Victoria I (1837-1901), soberana que forjaría con la colaboración de sus primeros ministros: Gladstone y Disraeli, aquella época, conocida con el nombre de Era Victoriana. Reformas Políticas: -La reforma de 1832; Esta reforma suprimió la representación parlamentaria de 36 burgos podridos ya que su población era inferior a los 2000 habitantes, por otro lado, redujo a un solo diputado por cada burgo que pasara de los 4000 habitantes. En cambio, otorgó el derecho a elegir representantes ante el Parlamento a 47 grandes ciudades industriales; con esta medida entraban en la vida política la clase media y la clase obrera. -La reforma de 1872; Se establece el voto secreto en Inglaterra. -La reforma de 1818; Otorgó el derecho de voto a todos los hombres de más de 21 años y a las mujeres de más de 30 años de edad. -Reforma de 1882; Sancionó definitivamente al Sufragio Universal. O sea, concedió el derecho de voto a todos los ingleses mayores de 21 años, sin distinción alguna. Reformas Económicas: -Reforma de 1846; Implantó la ley de los cereales, esta ley prohibía la entrada de trigo extranjero a Inglaterra, mientras el precio del trigo nacional no se excediese de un límite considerado elevado. Esto trajo consigo consecuencias; enriqueció a los terratenientes que se dedicaban a la venta del trigo y, por otra parte, encareció el precio del pan, a causa de la falta de libertad de comercio. Llamaron a esta ley: Ley del hambre. -Reforma de 1849; Que implantó el Libre Cambio en Inglaterra, o sea la libertad de comercio. Por otro lado, la abolición del Acta de Navegación abrió los puertos ingleses a los navíos de todas las naciones del Mundo. Inglaterra había dado, así, un gran impulso a su actividad industrial y comercial. El Imperio Colonial Británico consiguió ensanchar considerablemente su Imperio; ya por medio de conquistas y mediante expansión pacífica como por medio de guerras de anexión. Este Imperio tenia territorios en Asia, África, América y Oceanía. La India (Asia) será la “joya de la corona”, símbolo económico y a la vez político, que en 1876 se proclamó a la reina Victoria de Inglaterra, Emperatriz de la India. La Indias orientales fueron un territorio que poseía diversas rutas muy importantes en los siglos XVIII y XIX. La colonización de esta era difícil puesto que en 1784 apareció un documento que establecía que la India seguiría siendo parte de las indias orientales (compañía que administraba esas regiones de manera autónoma) hasta 1858, por lo que el pueblo británico, que buscaba
este territorio, no podía interferir. A partir de 1813 el monopolio comercial fue fragmentando y para el 1833 ya no poseía ninguna atribución. Fue entonces cuando los británicos aprovecharon esta oportunidad para poder conquistar el territorio de las Indias. Un movimiento que marcó la historia en ese lugar fue el levantamiento de los Cipayos (soldados de la india de compañías británicas) contra soldados ingleses en 1857, conocido también, por los ingleses, como “El gran motín”, quienes para el 1858 habían conseguido derrotar a la rebelión. A estas alturas, después de la increíble demostración de fuerza militar por parte inglesa, el pueblo indio ya había perdido todas las esperanzas de resistirse efectivamente, por lo que no les quedó otra que someterse ante los ingleses. Como consecuencia, La india, perdió su autonomía y pasó a ser la India Británica. Con el paso del tiempo el rencor de los indios hacia los Ingleses se fue incrementando, debido a las grandes diferencias de clases y a la asfixia causada a los obreros, en especial al obrero textil, siendo la india la que se encargaba principalmente de eso. Por otro parte, el reparto colonial de África por las potencias europeas fue el producto del imperialismo generado tras la revolución industrial a fines del siglo XVIII. El reparto y apropiación de las tierras africanas se hizo, al principio en desorden, y luego, al finalizar el siglo XIX, arbitrariamente. El mapa político de África, como tantos otros del mundo, es el producto de la colonización europea. Pero en el caso africano, el reparto colonial se hizo sin considerar ningún tipo de factores culturales, sociales, o económicos de la región.África se dividió geográficamente: se repartió como si los colonizadores europeos estuvieran cortando una tarta. En los últimos años del siglo XVII hasta 1880, aproximadamente, tuvo lugar un gran número de exploraciones, promovidas, por un lado, por iniciativas individuales basadas en la curiosidad científica, por la preocupación de hacer un metódico inventario del planeta, por la aventura o la vocación misionera. Estas exploraciones se llevaron a cabo debido a la acción de las sociedades integradas por pocos, pero selectos miembros, como la African Association, la Real Sociedad Geográfica de Londres, o la de París.La exploración siguió siendo durante mucho tiempo patrimonio de las viejas naciones coloniales. Portugal tomó la iniciativa en el África austral y central, cuando la instalación de los ingleses en El Cabo (1795) le hizo temer una intrusión en sus posesiones litorales de Angola y Mozambique. Al mismo tiempo comenzó la exploración de la cuenca de río Níger y de la región central de Sudán. Las expediciones alemanas vinieron a continuar, en la segunda mitad del siglo, las exploraciones británicas. Reconocieron la región comprendida entre el Níger y el Chad. Más tarde, entre 1860 1875 otros viajes se orientaron más hacia el Sahara y el Sudán oriental. Poco antes de 1850, el doctor Krapf exploró la región de los montes Kilimanjaro y Kenia, y se multiplicaron varios viajes ingleses para explorar la zona de los grandes lagos, y el origen del río Nilo. Más hacia el sur, Livingstone atravesó el África austral, y exploró largamente la región antes de morir. Sus viajes comenzaron a interesar al gran público europeo. Un periódico contrató al periodista Stanley para buscar a Livingstone, a quien finalmente halló, no sin antes confirmar que el Nilo se originaba en lo que ellos llamaron el lago Victoria. Además, siguió explorando la región del Congo. Pero una vez que se hubo saciando la curiosidad europea respecto a la geografía de África, comenzaron los primeros intentos políticos por colonizar la nueva tierra explorada.En 1877, Stanley se puso al servicio del rey Leopoldo II de Bélgica, y con el tiempo formaron la idea de un estado africano en la cuenca del Congo, del cual Leopoldo sería soberano.Esta iniciativa suscitó la desconfianza de Inglaterra, y todavía más de Francia, que acababa de encomendar la exploración del valle de Ogoué, tras su larga presencia en las costas de Senegal y Gabón. Así se pasó, sin transición, de la era de los viajes a la de las rivalidades territoriales entre las potencias europeas.
En la década de 1860, la ocupación del interior dio sus primeros pasos en el oeste del África negra. Los ingleses habían creado desde comienzos de siglo dos colonias oficiales: Sierra Leona en 1808, y Gambia, en 1816. Pero en torno a la tercera, Costa de Oro, la colonización comenzó a expandirse lentamente. Los colonizadores comenzaron a intervenir en los asuntos internos de las confederaciones tribales africanas, anexando regiones y pueblos. Además, los comerciantes ingleses comenzaron a sustituir a los locales con el fin de organizar a su conveniencia el circuito de los productos. En África central, la situación fue haciéndose cada vez más tensa. Leopoldo II mantenía sus ambiciones colonialistas, y Francia impuso su protectorado al mismo tiempo al rey de Túnez y a Makomo, rey de los batekes.Mientras, Inglaterra intervenía en Egipto, y Alemania en el África tropical, ecuatorial y Austral.Esta situación provocó la necesidad de los imperialistas europeos de llegar a acuerdos para evitar una guerra por las nuevas tierras que se apropiaron. En 1885, se convocó en Berlín una conferencia internacional que logró diferir los conflictos entre las diversas potencias, aunque imponiendo el arbitraje alemán (y la conducción de Bismark), tanto en las colonias como en Europa. La costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido. La costa oriental se dividió entre los alemanes al sur y los británicos al norte. La costa occidental africana quedó en poder de los belgas, franceses y británicos.Los españoles se hicieron con el Sáhara Occidental, los italianos consiguieron Somalia y los portugueses extendieron o afianzaron su control sobre Angola, Cabo Verde y Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe y Mozambique mientras los alemanes obtienen Namibia.La fiebre se aplacó por algún tiempo: Gran Bretaña defendió firmemente su predominio en la región del bajo Níger, pareció abandonar el resto a la influencia francesa. Se proclamó la libertad de comercio y de navegación en el Níger y en el Congo, y se definieron las condiciones de la efectiva ocupación de los territorios coloniales.Si bien los europeos evitaron por algunos años (hasta 1914) entrar en una guerra, las poblaciones y culturas nativas de África fueron totalmente desestructuradas, cuando no aniquiladas, por la intervención imperialista y la intrusión de sus gobiernos y economías.