“Acerca de la Cohomolog´ıa de deRham y algunas aplicaciones” Enrique Idael Ch´avez Sarmiento Agosto, 2009
Resumen En este trabajo estudiaremos algunas nociones de Cohomolog´ıa de deRham, una herramienta u ´til para distinguir y hasta cierto punto clasificar superficies del espacio euclidiano Rn , asoci´andoles un objeto algebraico, en este caso un espacio vectorial. Los resultados principales que probaremos son el teorema de Invarianza por Homotop´ıas, el teorema de Dualidad de Alexander y el Teorema de Jordan-Brouwer. Con este fin introduciremos brevemente algunas nociones de superficies en Rn , formas diferenciales, homotop´ıa y mencionaremos algunas herramientas algebraicas que utilizaremos para luego estudiar la Cohomolog´ıa de deRham propiamente dicha.
´Indice 1. Preliminares 1.1. Superficies diferenciables 1.2. Vecindad tubular . . . . 1.3. Particiones de la unidad 1.4. Homotop´ıa . . . . . . . 1.5. Formas alternadas . . . 1.6. Formas diferenciales . . 1.7. Secuencias exactas . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
2. Cohomolog´ıa de deRham 2.1. Primeras definiciones . . . . . . . . 2.2. Invarianza por homotop´ıas . . . . . 2.3. Secuencia de Mayer-Vietoris . . . . 2.4. Cohomolog´ıa de la esfera y algunas
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
2 2 3 5 7 9 11 13
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . aplicaciones
. . . .
. . . .
. . . .
. . . .
. . . .
. . . .
. . . .
. . . .
. . . .
. . . .
15 15 15 18 22
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
3. Dualidad de Alexander 24 3.1. Teorema de dualidad de Alexander . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 3.2. Teorema de Jordan-Brouwer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 4. Conclusiones
27
5. Referencias Bibliogr´ aficas
28
1
1.
Preliminares
En adelante presentaremos brevemente algunos resultados que usaremos para el estudio de la Cohomolog´ıa de deRham en superficies de Rn , para mayores detalles acerca de estos temas se puede revisar [2], [4] y [5].
1.1.
Superficies diferenciables
En esta secci´on veremos brevemente algunos resultados sobre superficies en Rn que utilizaremos en el resto de este trabajo. 1.1 Definici´ on. Sean V ⊆ Rn y V0 ⊆ Rm abiertos. Si ϕ : V0 → V es un homeomorfismo de clase C k y ϕ′ (x) : Rm → Rn es inyectiva para todo x ∈ V0 , diremos que ϕ es una parametrizaci´ on de clase C k y dimensi´on m de V . 1.2 Definici´ on. Diremos que M ⊆ Rn es una superficie de dimensi´on m y clase k C cuando todo punto p ∈ M esta contenido en alg´ un abierto U de Rn , tal que V = U ∩ M es la im´ agen de una parametreizaci´on ϕ : V0 → V , de dimensi´on m y clase C k , que llamaremos parametrizaci´ on de p en M . 1.1 Observaci´ on. Dada una parametrizaci´ on ϕ : V0 → V en M como la anterior, para p = ϕ(x) ∈ M , diremos que V ⊂ M es una vecindad abierta de p en M . En lo que resta de esta secci´on M ⊆ Rn ser´a una superficie de dimensi´on m y clase C k , N ⊆ Rs y P ⊆ Rl ser´an tambi´en superficies. Teorema 1.1. Sea ϕ : V0 → V una parametrizaci´ on en M . Para cada p = ϕ(x0 ), existe una proyecci´ on π : Rn → Rm tal que toda vecindad Z0 de x0 contenida en V0 es aplicada difeom´ orficamente por π ◦ ϕ sobre un abierto W0 ∈ Rm . De este resultado se sigue el siguiente Corolario 1.1. Toda superficie de clase C k es localmente el gr´ afico de una aplicaci´ on de clase C k . Formalicemos ahora nuestra noci´on de “tangencia” mediante la siguiente 1.3 Definici´ on. Sean p ∈ V ⊆ M y ϕ : V0 → V una parametrizaci´ on de p en M con ϕ(x0 ) = p. Definimos el espacio vectorial tangente a M en el punto p, Tp M ⊆ Rn , como la im´ agen de la la derivada ϕ′ (x0 ) : Rm → Rn . 1.2 Observaci´ on. Para p ∈ M se tiene que: 1. Tp M es igual al conjunto de los vectores v = λ′ (0) de los caminos diferenciables λ : (−ε, ε) → M , tales que λ(0) = p. 2. Tp M no depende de la parametrizaci´ on de p sobre M que tomemos. 3. Dada ϕ : V0 → V una parametrizaci´ on de p en M con ϕ(x0 ) = p, Tp M es un espacio m-dimensional de Rn y los vectores ∂ϕ ∂ϕ (x0 ), . . . , (x0 ) ∂x1 ∂xm forman una base de este espacio, llamada base asociada a la parametrizaci´ on ϕ. 2
1.4 Definici´ on. Diremos que la aplicaci´ on f : M → N es de clase C r (r ≤ k), cuando considerada como aplicaci´ on de M en Rs se tiene que para todo p ∈ M y ϕ : V0 → V su parametrizaci´ on en M , la composici´on f ◦ ϕ : V0 → Rs es de clase C k . 1.3 Observaci´ on. La anterior definici´on no depende de la parametrizaci´ on ϕ : V0 → V de p en M escogida. 1.5 Definici´ on. Sea f : M → N de clase C 1 y p ∈ M con f (p) = q. La derivada de f en el punto p es la transformaci´on lineal f ′ (p) : Tp M → Tq N definida por f ′ (p) · v = (f ◦ λ)′ (0), donde λ : (−ε, ε) → M es un camino diferenciable tal que λ(0) = p y λ′ (0) = v. 1.4 Observaci´ on. Para v ∈ Tp M , f : M → N y g : N → P , tenemos que:
1. 89.433749(m)6(co)0.433749(g)0.433749(i)0.4411016j/ La anterior ´on no dep R749.96c7]TJ/R40.96264Tf13.99490Td8[(341101]TJ
1.7 Definici´ on. Sea p ∈ M . Si existe una vecindad abierta U ⊆ M de p y un n´ umero ε > 0 tal que: 1. Cualesquiera dos bolas normales de radio ε y centros en puntos distintos de U son siempre disjuntas; [ 2. La uni´ on Vε (U ) := B ⊥ (x; ε) es un abierto de Rm+n y x∈U
3. La aplicaci´ on π : Vε (U ) → U , definida por π(z) = x si z ∈ B ⊥ (x; ε), es de k−1 clase C . Diremos que Vε (U ) es una vecindad tubular local del punto p en la superficie M. En el siguiente teorema veremos que las vecindades tubulares locales existen, m´as a´ un, mostraremos que todo punto de M posee una vecindad tubular local. Teorema 1.2. Todo punto de M posee una vecindad tubular local. Demostraci´ on. Sea p ∈ M , por la proposici´on 1.1 sabemos que existe una vecindad abierta U ⊆ M en donde estan definidos campos vectoriales w1 , . . . , wn , de clase C k−1 , que forman para cada punto q ∈ U una base ortonormal de Tq M ⊥ . Defininamos la aplicaci´ on Φ : U × Rn → Rn+m , por Φ(q, y) := q +
n X
yi · wi (q), q ∈ U e y = (y1 , . . . , yn ) ∈ Rn .
(2)
i=1
Notemos que Φ es de clase C k−1 , adem´ as para cada q ∈ U y ε > 0, Φ(q × B(0; ε)) = B ⊥ (q; ε) y Φ′ (p, 0) · (u, v) = u +
n X
αi · wi (p), u ∈ Tp M y v = (α1 , . . . , αn ).
(3)
i=1
Luego φ′ (p, 0) : Tp M × Rn → Rm+n es un isomorfismo, entonces por el Teorema de la Aplicaci´ on Inversa, podemos reducir U si es necesario de modo que para ε > 0 suficientemente peque˜ no Φ : U × B(0; ε) → φ(U × B(0; ε)) sea un difeomorfismo de clase C k−1 , donde φ(U × B(0; ε)) es de la forma [ φ(U × B(0; ε)) = B ⊥ (x; ε) = Vε (U ). (4) x∈U
Veamos finalmente que la aplicaci´ on π, definida como en la definici´on de vecindad tubular local, es de clase C k−1 . Tenemos que π ◦ Φ : U × B(0, ε) → U est´ a dada por π ◦ Φ(p, y) = p para cualquier p ∈ U e y ∈ Rn , luego π ◦ Φ es de clase C ∞ y por tanto π = (π ◦ Φ) ◦ Φ−1 es de clase C k−1 en U . Corolario 1.2. Todo punto p ∈ M posee una vecindad tubular local Vε (U ) tal que Vε (U ) ∩ M = U . Demostraci´ on. Sea Vε (U ) una vecindad tubular local de p en M y A ∈ Rm+n un abierto tal que U = A ∩ M . De la demostraci´ on del teorema 1.2 se deduce que podemos tomar una vecindad tubular local Vε′ (U ′ ) de p en M , tal que U ′ ⊆ U , ε′ < ε y Vε′ (U ′ ) ⊆ A. Veamos que Vε′ (U ′ ) es la vecindad que buscamos. En efecto, tenemos que Vε′ (U ′ ) ∩ M ⊂ A ∩ M = U adem´ as si y ∈ A ∩ Vε′ (U ′ ), y ∈ B ⊥ (x; ε′ ) ⊂ B ⊥ (x; ε) ′ ⊥ para alg´ un x ∈ U , luego y ∈ B (x; ε) ∩ B ⊥ (y; ε) y por tanto y = x ∈ U ′ . 4
1.8 Definici´ on. Si existe una funci´on continua positiva ε : M → R+ tal que: 1. Para x 6= y en M arbitrarias, las bolas normales B ⊥ (x, ε(x)) y B ⊥ (y, ε(y)) son disjuntas; [ 2. La uni´ on Vε (M ) := B ⊥ (x; ε(x)) es un abierto de Rm+n ; y x∈M
3. La aplicaci´ on π : Vε (M ) → M , definida por π(z) = x si z ∈ B ⊥ (x; ε(x)), es de clase C k−1 . Diremos que Vε (M ) es una vecindad tubular de M con radio ε. El siguiente teorema mostrar´a que las vecindades tubulares existen Teorema 1.3. M admite una vecindad tubular. Demostraci´ on. Para p ∈ M tomemos Vε (U ) una vecindad tubular local de p as podemos suponer que U es compacto. como la del corolario 1.2 donde adem´ Sea B(p; 3r) ⊂ Vε (U ) y consideremos cualquier vecindad tubular local de p Vεp (Up ) tal que U ′ ⊂ U , 0 < εp < ε y Vεp (Up ) ⊂ B(p; r). Afirmamos que para todo z ∈ Vεp (Up ), si x = π(z), para todo y ∈ M \ {x}, se tiene que |z − x| < |z − y|. En efecto, fijemos z. Si y 6∈ Vε (U ), en particular y 6∈ B(p; 3r), luego |z − x| < 2r y como x, z ∈ B(p; r) se tiene que |x − z| ≤ 2r, de donde se sigue la desigualdad. Si y ∈ Vε (U ) ∩ M = U , como U es compacto, existe un y0 ∈ U m´as pr´oximo de z, se tiene que y0 ∈ U , pues de lo contrario y0 6∈ Vε (U ) y tendr´ıamos que |z − x| < |z − y0 | lo cual no puede ser. De este modo z minimiza |z − y0 |, luego z − y0 ∈ Ty0 U ⊥ = Ty0 M ⊥ y en consecuencia z ∈ B ⊥ (y0 ; ε), entonces como en principio z ∈ B ⊥ (x; ε), y0 = x y queda probada nuestra afirmaci´ on. Si V es la reuni´on de todos los Vεp (Up ), con p variando en M , tenemos que la aplicaci´ on π : V → M que asigna a cada x ∈ V el valor π(x), que es el u ´nico punto de M que minimiza la distancia a z, es de clase C k−1 , pues restricta a cada Vεp (Up ) lo es. Si consideramos la funci´on continua ε(x) : M → R+ definida por ε(x) = d(x, Rm+n \ V ) tenemos que [ Vε (M ) := B ⊥ (x; ε(x)) = V (5) x∈M
1.3.
Particiones de la unidad
Sean M ⊆ Rn , N ∈ Rs superficies de dimensi´on m, n respectivamente ambas de clase C ∞ y X ⊆ Rl . 1.9 Definici´ on. Definimos el soporte de una aplicaci´ on f : X → Rn como el conjunto supp f := {x ∈ X : f (x) 6= 0}. (6) 1.10 Definici´ on. Sea {Uα }α∈I un recubrimiento por abiertos de M . Diremos que la familia {ϕi }i∈N de funciones ϕi : M → R, de clase C ∞ es una partici´ on de la unidad subordinada a {Uα }α∈I si se satisfacen las siguientes propiedades:
5
1. Para todo i ∈ N, 0 ≤ ϕi ≤ 1 en M y supp ϕi es compacto. 2. Para todo p ∈ M , existe una vecindad abierta U de p en M tal que supp ϕi ∩ U = ∅ para todo i salvo para una cantidad finita de ´ındices. 3.
∞ X
ϕi = 1.
n=1
4. Para todo i ∈ N, existe α = α(i) ∈ I tal que supp ϕi ⊂ Uα(i) . 1.5 Observaci´ on. En la anterior definici´on, debido a la propiedad 2, la suma en 3 esta bien definida. La existencia de particiones de la unidad, que no ser´a probada en este trabajo, la enunciaremos en el siguiente Teorema 1.4. Sea {Uα }α∈I un recubrimiento por abiertos de M . Entonces, existe una partici´ on de la unidad {ϕi }i∈N subordinada al recubrimiento {Uα }α∈I . Basados en este teorema, mostremos la siguiente Proposici´ on 1.2. Sean U, V abiertos de M tales que M = U ∪ V . Entonces, existen funciones ϕU , ϕV : M → R de clase C ∞ tales que supp ϕU ⊂ U, supp ϕV ⊂ V y ϕU + ϕV = 1 en M . Demostraci´ on. Sea {ϕi }i∈N una partici´on de la unidad subordinada a {U, V }. Consideremos el conjunto A = {i ∈ N : supp ϕi ⊂ U } y definamos X X ϕU = ϕi y ϕV = ϕi , (7) i∈A
i∈N\A
notemos que ϕU + ϕV = 1, ahora solo nos queda mostrar que supp ϕU ⊂ U y supp ϕV ⊂ V . Sea p ∈ M tal que ϕV (p) 6= 0, existe i ∈ N \ A tal que ϕi (p) 6= 0, luego supp ϕi 6⊂ V , entonces supp ϕi ⊂ V y en consecuencia supp ϕV ⊂ V . Veamos que supp ϕV ∩ ∂V = ∅. Supongamos por contradicci´ on que exista x ∈ supp ϕV ∩ ∂V . Sabemos que existe una vecindad Ux de x en M que solo corta a una cantidad finita de soportes de las funciones ϕi , llamemos a estas funciones ϕi1 , . . . , ϕik . Como x ∈ supp ϕV , podemos suponer que existe una sucesi´ on (xn )n ⊂ Ux convergiendo a x tal que ϕV (xn ) 6= 0 para todo n ∈ N, luego por definici´on de ϕV , existe una sucesi´ on de ´ındices (i(n))n ⊂ N \ A tal que ϕi(n) (xn ) 6= 0 para todo n ∈ N, m´as a´ un por la construcci´on hecha (in )n ⊂ {ϕi1 , . . . , ϕik }, luego si [ supp ϕi(k) (8) K= n∈N
tenemos que K es compacto y adem´ as (xn )n ⊂ K, entonces x ∈ K ⊂ V , lo cual es absurdo pues por ser V abierto, ∂V ∩ V = ∅. Similarmente se muestra que supp ϕU ⊂ U y la prueba termina. Teorema 1.5. Sea f : M → N una aplicaci´ on continua. Dada cualquier funci´ on continua positica ε : M → R+ , existe una aplicaci´ on g : M → N , de clase C ∞ , tal que kf (x) − g(x)k < ε(x) para todo x ∈ M . 6
Demostraci´ on. Supongamos inicialmente que N = Rs . Para cada p ∈ M existe una vecindad Up en M tal que kf (x) − f (p)k < ε(x) para todo x ∈ Up . Sea {ϕp }p∈M una partici´on de la unidad subordinada a {Up }p∈M . Si definimos G : M → Rs por X g(x) = ϕp (x)f (p), (9) p∈M
g es de clase C ∞ y como f (x) =
X
ϕp (x)f (x), tenemos que para todo x ∈ M
=
X
ϕp (x)kf (x) − f (p)k
X
ϕp (x)ε(x) = ε(x).
p∈M
kf (x) − g(x)k
(10)
p∈M
<
p∈M
En el caso general, consideremos Vδ (N ) una vecindad tubular de N . Definamos la funci´on continua α : M → R+ por α(x) = d(f (x), Rs \ Vδ (N )), luego si kz − f (x)k < α(x), entonces z ∈ Vδ (N ). Podemos suponer que ε(x) < α(x) para todo x ∈ M . Por lo que mostramos al principio, existe g0 : M → Rs de clase C ∞ tal que 1 (11) kg0 (x) − f (x)k < ε(x), 2 luego g0 (x) ∈ Vδ (N ). Como la proyecci´ on π : Vδ (N ) → N es de clase C ∞ , tenemos que g = π ◦ g0 : M → N tambi´en es de clase C ∞ y adem´ as kf (x) − g(x)k
≤
kf (x) − g0 (x)k + kg0 (x) − g(x)k 1 1 ε(x) + ε(x) = ε(x), < 2 2
(12)
por tanto g es la funci´on que buscamos.
1.4.
Homotop´ıa
Sean X ⊆ Rm , Y ⊆ Rn , Z ⊆ Rs y U ⊆ Rm abierto. 1.11 Definici´ on. Diremos que las aplicaciones continuas f, g : X → Y son homot´ opicas y escribiremos f ≃ g, si existe una aplicaci´ on continua, que llamaremos homotop´ıa, H : X × [0, 1] → Y tal que H(x, 0) = f (x) y H(x, 1) = g(x) para todo x ∈ X. 1.6 Observaci´ on. Respecto a la anterior definici´on, se verifica que: 1. La relaci´ on f ≃ g, determina una relaci´ on de equivalencia entre las aplicaciones continuas de X en Y . 2. Si f, fˆ : X → Y son homot´opicas y si g, gˆ : Y → Z tambi´en son homot´opicas, entonces g ◦ f ≃ gˆ ◦ fˆ. Lema 1.1. Existe una funci´ on ζ : R → R, de clase C ∞ tal que: 1. ζ(t) ∈ [0, 1], para todo t ∈ R; 2. ζ(t) = 0 para t ≤
1 2 y ζ(t) = 1 para t ≥ . 3 3 7
Demostraci´ on. Consideremos α : R → R, definida por α(t) = e−1/t(1−t) si t ∈ (0, 1) y α(t) = 0 en otro caso. Es sabido que esta funci´on es de clase C ∞ , luego consideremos β : R → R definida por Rt α(s)ds . (13) β(t) = R 01 α(s)ds 0
As´ı hemos obtenido β de clase C ∞ con β(t) ∈ [0, 1] para todo t ∈ R, β(t) = 0 para t ≤ 0 y β(t) = 1 para t ≥ 1. Para hallar ζ bastar´a definirla por ζ(t) = β(3t − 1).
1.12 Definici´ on. Diremos que la aplicaci´ on F : U × [0, 1] → Y es de clase C k si F admite derivadas parciales continuas hasta de orden k en todos los puntos (x, t) ∈ U × [0, 1], con la salvedad de que en los puntos de la forma (x, 0) y (x, 1) las derivadas respecto de t son tomadas a la derecha y a la izquierda, respectivamente. 1.13 Definici´ on. Sean f, g : U → Y aplicaciones de clase C k , diremos que f y g son C k -homot´ opicas, si H : U × [0, 1] → Y es una homotop´ıa de clase C ∞ entre f y g Sea M ⊂ Rm una superficie de clase C l . Generalizemos ahora nuestra u ´ltima noci´ on de homotop´ıa al caso en que las funciones tengan como dominio a M . 1.14 Definici´ on. Sean f, g : M → Y , diremos que f y g son C k -homot´ opicas (k ≤ l) y escribiremos f ≃k g, si existe H : M × [0, 1] → Y homotop´ıa entre f, g y adem´ as para cualquier p ∈ M si ϕ : U0 → U es una parametrizaci´ on de p en M se tiene que Hϕ : U0 × [0, 1] → Y , definida por Hϕ (x, t) = H(ϕ(x), t) es de clase C k . 1.7 Observaci´ on. Sean f, g : M → Y aplicaciones de clase C k , H : M × [0, 1] → k Y la C -homotop´ıa que las relaciona y ζ una funci´on como la del lema 1.1. Tenemos que: 1. La anterior definici´on no depende de la parametrizaci´ on de p en M que se tome. 2. Si definimos K : M × [0, 1] → Y por K(x, t) = H(x, ζ(t)), tenemos que K es una C k -homotop´ıa entre f y g tal que K(x, t) = f (x) si t ∈ [0, 1/3] y K(x, t) = g(x) si t ∈ [2/3, 1]. De esta forma podemos considerar a K defininda en M × R siendo K(x, t) = f (x) si t < 0 y K(x, t) = g(x) si t > 1. 3. Una homotop´ıa como la anterior ser´a llamada homotop´ıa adaptada. Es f´acil ver que K es de clase C k si vemos a M × R como una superficie en Rn+1 . 4. Al igual que la homotop´ıa que definimos en un inicio, la relaci´ on f ≃k g define una relaci´ on de equivalencia entre las aplicaciones de clase C k de M en Y . Para demostrar la transitividad, que es la u ´nica propiedad a verificar que causa dificultades, es conveniente utilizar homotop´ıas adaptadas. Teorema 1.6. Sean f, g : M → N aplicaciones de clase C ∞ entre las superficies M, N de clase C ∞ . Si f ≃ g, entonces f ≃∞ g. 8
Demostraci´ on. Sea H : M × R → N es una homotop´ıa adaptada entre f y g. ˆ : M ×R → N Tomemos una vecindad tubular Vε (N ). Por el teorema 1.5 existe H ˆ tal que kH(x, t)− H(x, t)k < ε(x) para todo (x, t) ∈ M × R. Entonces fˆ, gˆ : M × ˆ ˆ N definidas por fˆ(x) = H(x, 0), gˆ(x) = H(x, 1) son C ∞ -homot´opicas. Adem´ as tenemos que para todo x ∈ M , kfˆ(x) − f (x)k < ε(f (x)), luego [f (x), fˆ(x)] ⊂ Vε (N ) y en consecuencia f y fˆ son C ∞ -homot´opicas, similarmente g y gˆ son C ∞ -homot´opicas. El resultado del teorema se deduce por la transitividad de la homotop´ıa. 1.8 Observaci´ on. Usando un argumento similar al de la anterior prueba, podemos mostrar que toda aplicaci´ on continua f : M → N entre las superficies de clase C ∞ M y N es homot´opica a una aplicaci´ on de clase C ∞ de M a N . 1.15 Definici´ on. Diremos que X e Y tienen el mismo tipo de homotop´ıa o que son homot´ opicamente equivalentes si existen funciones continuas f : X → Y y g : Y → X tales que f ◦ g ≃ IdY y g ◦ f ≃ IdX . 1.9 Observaci´ on. Si X e Y son superficies de clase C ∞ , del teorema 1.6 y de las observaciones 1.6, 1.8 se sigue que no hay p´erdida de generalidad si en la anterior definici´on se consideran a f y g aplicaiones de clase C ∞ . 1.16 Definici´ on. Diremos que X es contr´actil si es homot´opicamente equivalente a un punto. 1.17 Definici´ on. Diremos que X ⊂ Rn es estrellado cuando existe p ∈ X tal que [p, x] = {tp + (1 − t)x : t ∈ [0, 1]} ⊂ X para todo x ∈ X. 1.10 Observaci´ on. Notemos que si X es un conjunto estrellado, entonces es homot´opicamente equivalene a un punto. En particular todo conjunto convexo es homot´opicamente equivalente a un punto.
1.5.
Formas alternadas
Consideremos los espacios vectoriales reales E1 , . . . , Er , E y F . 1.18 Definici´ on. Diremos que la aplicaci´ on f : E1 × · · · × Er → F es r-lineal cuando es lineal separadamente en relaci´ on a cada una de sus r variables, es decir cuando para cualesquiera v1 ∈ E1 , . . . , vi , wi ∈ Ei , . . . , vr ∈ Er y λ ∈ R, para cualquier i ∈ {1, . . . , r} se tiene que f (v1 , . . . , vi + λwi , . . . , vr ) = f (v1 , . . . , vi , . . . , vr ) + λf (v1 , . . . , wi , . . . , vr ) 1.1 Notaci´ on. Denotaremos por L(E1 , . . . , Er ; F ) al conjunto de las aplicaciones r-lineales f : E1 × · · · × Er → F . Si E1 = · · · = Er , lo denotaremos por Lr (E; F ) y si r = 1, simplemente escribiremos L(E; F ). 1.11 Observaci´ on. 1. Si dotamos a L(E1 , . . . , Er ; F ) con las operaciones de adici´ on y multiplicaci´ on por un escalar usuales, L(E1 , . . . , Er ; F ) se torna un espacio vectorial. 2. Si F = R, llamaremos formas r-lineales a las aplicaciones r-linelaes y si r = 1, L(E; R) = E ∗ , el espacio dual de E. As´ı las funcionales lineales son formas 1-lineales.
9
1.19 Definici´ on. Sean f1 , . . . , fr ∈ E ∗ , el producto tensorial de estas funcionales es la forma r-lineal f = f1 · . . . · fr ∈ Lr (E; R), definida por f (v1 , . . . , vr ) = f1 (v1 ) · . . . · fr (vr ).
(14)
Sea {e1 , . . . , en } ⊂ E una base y {¯ e1 , . . . , e¯n } ⊂ E ∗ su base dual. Para r fijo y cada secuencia (s) = (i1 , . . . , ir ) de n´ umeros en In = {1, . . . , n}, hagamos e¯(s) = e¯i1 · . . . · e¯ir , el conjunto de estas formas r-lineales compone una base del espacio vectorial Lr (E; R). En particular si dim E = n, entonces dim Lr (E; R) = nr . 1.20 Definici´ on. Sea la aplicaci´ on r-lineal f ∈ Lr (E; F ). Diremos que f es: 1. Alternada si f (v1 , . . . , vr ) = 0 siempre que existan i, j ∈ Ir distintos tales que vi = vj . 2. Antisim´etrica cuando para cualesquiera v1 , . . . , vr ∈ E se tiene que f (v1 , . . . , vi , . . . , vj , . . . , vr ) = −f (v1 , . . . , vj , . . . , vi , . . . , vr ) 1.12 Observaci´ on. 1. Un f´acil c´alculo muestra que toda forma antisim´etrica es alternada y rec´ıprocamente, toda forma alternada es antisim´etrica. 2. El conjunto de aplicaciones r-lineales antisim´etricas (o alternadas) es un espacio vectorial. 3. Si v1 , . . . , vr ∈ E son vectores linealmente dependientes, entonces f (v1 , . . . , vr ) = 0
(15)
para cualquier f ∈ Ar (E; F ). 1.2 Notaci´ on. Denotaremos por: 1. Ar (E; F ) al conjunto de todas las aplicaciones r-lineales f ∈ Lr (E; F ) alternadas (o lo que es lo mismo, antisim´etricas), cuando F = R escribiremos Ar (E). 2. A(E) al conjunto de las funcionales lineales E ∗ . 1.21 Definici´ on. Sea E un espacio vectorial de dimensi´on n. El producto exterior de r funcionales lineales f1 , . . . , fr ∈ A(E) es la forma r-lineal alternada f1 ∧ · · · ∧ fr ∈ Ar (E) definida por (f1 ∧ · · · ∧ fr )(v1 , . . . , vr ) = det[fi (vj )]
(16)
1.13 Observaci´ on. Vemos lo siguiente: 1. Se sigue directamente del hecho de ser el determinante una forma lineal alternada que f1 ∧ · · · ∧ fr es, efectivamente, una forma r-lineal alternada. M´as a´ un la aplicaci´ on Λ : A(E) × · · · × A(E) → Ar (E) definida por Λ(f1 , . . . , fr ) = f1 ∧ · · · ∧ fr , es r-lineal alternada. 2. Sea {f1 , . . . , fn } ⊂ A(E) una base. Si r ≤ n, para cada I = {i1 < i1 < · · · < ir } ⊆ {1, . . . , n} consideramos fI = fi1 ∧ · · · ∧ fir , el conjunto de las formas fI costituye una base de Ar (E), se sigue de esto que dim Ar (E) = n . r 10
3. Si r > n = dim E, toda forma f ∈ Ar (E; F ) verifica que f (v1 , . . . , vr ) = 0, para cualesquiera v1 , . . . , vr ∈ E, pues r vectores en un espacio de dimensi´on n < r son linealmente dependientes. En particular tenemos que dim Ar (E) = 0. En adelante consideremos la transformaci´on lineal A : E → F . 1.22 Definici´ on. Para r ≥ 0, definimos la transformaci´ on lineal inducida A∗ : Ar (F ) → Ar (E) por (A∗ f )(v1 , . . . , vr ) = f (Av1 , . . . , Avr ) si f ∈ Ar (F ) y v1 , . . . , vr ∈ E. La forma A∗ f es llamada pullback de la forma f mediante A. Proposici´ on 1.3. La transformaci´ on lineal A∗ : Ar (F ) → Ar (E) preserva el producto exterior de funcionales lineales, es decir, se tiene que A∗ (f1 ∧ · · · ∧ fr ) = A∗ f1 ∧ · · · ∧ A∗ fr
(17)
para cualesquiera f1 , . . . , fr ∈ F ∗ . Demostraci´ on. En efecto, si tomamos v1 , . . . , vr ∈ E, tenemos que A∗ (f1 ∧ · · · ∧ fr )(v1 , . . . , vr ) = (f1 ∧ · · · ∧ fr )(Av1 , . . . , Avr ) = det[fi (Avj )] = det[A∗ fi (vj )] = (A∗ f1 ∧ · · · ∧ A∗ fr )(v1 , . . . , vr ).
Proposici´ on 1.4. Existe una u ´nica aplicaci´ on bilineal ϕ : Ar (E) × As (E) → Ar+s (E) tal que ϕ(f1 ∧ · · · ∧ fr , g1 ∧ · · · ∧ gs ) = f1 ∧ · · · ∧ fr ∧ g1 ∧ · · · ∧ gs para cualesquiera fuancionales lineales f1 , . . . , fr , g1 , . . . , gs ∈ E ∗ 1.3 Notaci´ on. Para f ∈ Ar (E) y g ∈ As (E) denotaremos por f ∧ g := ϕ(f, g). 1.14 Observaci´ on. Sean A∗ : Ar (F ) → Ar (E) y A∗ : As (F ) → As (E), que por abuso de notaci´ on ser´an ambas nombradas por A∗ , las transformaciones inducidas por A. Para f ∈ Ar (E), g ∈ As (E) y h ∈ At (E) se verifica: 1. (f ∧ g) ∧ h = f ∧ (g ∧ h). 2. A∗ (f ∧ g) = A∗ f ∧ A∗ g.
1.6.
Formas diferenciales
A lo largo de esta secci´on M y N ser´an una superficie m-dimensional y l-dimensional de Rn y Rr , respectivamente, ambas de clase C k . 1.23 Definici´ on. Diremos que ω es una forma diferencial de grado r en M si ω hace corresponder a cada x ∈ M una forma r-lineal alternada ω(x) ∈ Ar (Tx M ). 1.15 Observaci´ on. Sea ω una forma diferencial de grado r en M , tenemos que: 1. Para r = 0 asumiermos por convensi´ on que ω = f : M → R es una funci´on real de clase C k . 11
2. Si U ⊆ Rn es un abierto, una forma diferencial de grado r en U es una aplicaci´ on ω : U → Ar (Rn ). 3. Si {dx1 , . . . , dxn } ⊂ A(Rn ) es la base dual de la base cann´onica de Rn {e1 , . . . , en }, consideremos para cada I = {i1 < · · · < ir } ⊆ In la forma dxI = dxi1 ∧ · · · ∧ dxir . Para cada x ∈ U , tenemos que X ω(x) = aI (x)dxI . (18) I
4. Si los los aI : U → R son funciones de clase C k , diremos que ω es una forma de clase C k . 1.24 Definici´ on. Sea f : M → N una aplicaci´ on de clase C k (k ≥ 1), para cada forma diferencial ω de grado r en N diremos que la forma diferencial de grado r en M f ∗ ω, definida por (f ∗ ω)(x) · (w1 , . . . , wr ) = ω(f (x)) · (f ′ (x)w1 , . . . , f ′ (x)wr )
(19)
para todo x ∈ M y cualesquiera w1 , . . . , wr ∈ Tx M , es el pullback de ω por f . 1.16 Observaci´ on. Para r = 0, si ω = g es una forma diferencial de grado 0 en N , tenemos que f ∗ ω = g ◦ f : M → R. Proposici´ on 1.5. Sea P una superficie de clase C k . Si f : M → N y g : N → P son aplicaci´ ones de clase C k (k ≥ 1), para cualesquiera formas de grado r ω, ω ¯ en N y ω ˆ en P se verifica: 1. f ∗ (aω + ω ¯ ) = af ∗ ω + f ∗ ω ¯ , para cualquier a ∈ R, es decir ω 7→ f ∗ ω define una transformaci´ on lineal. 2. f ∗ (ω ∧ ω ¯ ) = f ∗ω ∧ f ∗ω ¯. 3. (g ◦ f )∗ ω ˆ = f ∗ (g ∗ ω ˆ ). 1.4 Notaci´ on. Si ϕ : U0 → U ⊆ M es una parametrizaci´ on local en M . En cada punto x = ϕ(u), denotaremos por {du1 , . . . , dum } ⊂ (Tx M )∗ a la base dual de ∂ ∂ (u), . . . , (u) ⊂ Tx M. (20) ∂u1 ∂um En las situaci´on anterior, para I = {i1 < · · · < ir } ∈ Im , las formas diferenciales duI = dui1 ∧ · · · ∧ duir son una base de Ar (Tx M ), luego toda forma diferencial ω de grado r en M se expresa en funci´on de ϕ, como X ω(x) = aI (u)duI , x = ϕ(u) (21) I
en estas condiciones tenemos la siguiente 1.25 Definici´ on. Definimos la diferencial exterior de la forma ω como dω definida por X dω(x) = daI (u) ∧ duI , x = ϕ(u) I
12
1.17 Observaci´ on. Respecto a la anterior definici´on: ´ 1. Esta no depende de la parametrizaci´ on ϕ : U0 → U de x en M que se tome. 2. Recordemos que si tenemos f : M → R, df es una forma diferencial de grado 1 definida por df (x) =
m X ∂(f ◦ ϕ) (u)dui ∂ui i=1
(22)
donde ϕ(u) = x para cierta parametrizaci´ on ϕ : U0 → U de x en M . Teorema 1.7. Sean f : M → N y ω, ω ¯ formas diferenciales en N . Entonces: 1. d(ω ∧ ω ¯ ) = dω ∧ ω ¯ + (−1)gr(ω) ω ∧ d¯ ω; 2. d(dω) = 0; 3. d(f ∗ ω) = f ∗ (dω). 1.18 Observaci´ on. El conjunto de las formas diferenciales de clase C k y grado r sobre M es un espacio vectorial con la suma y el producto por un escalar usuales. 1.5 Notaci´ on. Denotaremos por Λr (M ) al espacio vectorial de las formas de ∞ clase C y grado r sobre M . As´ı tenemos que la diferencial exterior es una transformaci´on lineal d : Λr (M ) → Λr+1 (M ) al igual que f ∗ : Λr (N ) → Λr (M ). 1.26 Definici´ on. Sea ω ∈ Λr (M ). Diremos que ω es: 1. Cerrada si dw = 0. 2. Exacta cuando existe α ∈ Λr−1 (M ) tal que dα = ω (para esto supondremos que r ≥ 1). 1.19 Observaci´ on. Se sigue de la definici´on y el teorema 1.7 que: 1. Todas las formas cerradas en Λr (M ) son el n´ ucleo de d : Λr (M ) → r+1 r Λ (M ), y todas las formas exactas en Λ (M ) son la im´ agen de d : Λr−1 (M ) → Λr (M ). 2. Toda forma exacta es cerrada. 1.6 Notaci´ on. Denotaremos por Z r (M ) y B r (M ) a los subespacios vectoriales r de Λ (M ) formados por las formas cerradas y exactas, respectivamente.
1.7.
Secuencias exactas
Sea A un anillo conmutativo con unidad. 1.27 Definici´ on. Sean F, G y H tres A-m´odulos y f : F → G, g : G → H homomorfismos. Diremos que el diagrama: F
f
/G
g
/H
es una secuencia de orden 2 en G o simplemente diremos que es semiexacta si Im(f ) ⊆ ker(g). En particular si Im(f ) = ker(g), diremos que la secuencia es exacta e G (o simplemente diremos que es exacta). 13
f
1.20 Observaci´ on. Decir que la secuencia F es equivalente a afirmar que g ◦ f = 0.
g
/G
/ H es semiexacta,
Extenderemos ahora la noci´on de exactitud a secuencias infinitas de A-m´odulos. 1.28 Definici´ on. Sea {. . . , Mi−1 , Mi , Mi+1 , . . . }i∈I una familia, posiblemente infinita numerable, de A-m´odulos, y {fi : Mi → Mi+1 }i∈I una familia de homomorfismos. Diremos que el diagrama: fi−2
...
/ Mi−1
fi−1
es una secuencia exacta si Mi−1 todo i ∈ I. 1.7 Notaci´ on. Sea F
f
/ Mi
fi−1
fi
/ Mi+1 fi
/ Mi
fi+1
/ ...
(23)
/ Mi+1 es axacta en Mi para
/G f
/F
1. Si f es inyectiva, escribiremos 0 2. Si f es sobreyectica, escribiremos F
f
/G y /0.
/G
Proposici´ on 1.6. Consideremos una sucesi´ on exacta de espacios vectoriales de dimensi´ on finita 0
/ V1
f1
/ V2
f2
/ ...
fk−2
/ Vk−1
fk−1
/ Vk
/0.
(24)
Entonces la suma alternada de las dimensiones de los espacios Vi es cero. Demostraci´ on. Haremos la demostraci´ on por inducci´on sobre k. Si k = 2, f1 es un isomorfismo y en consecuencia dim(V1 ) − dim(V2 ) = 0. Supongamos que el teorema es cierto para k, y consideremos la secuencia exacta 0
/ V1
f1
/ V2
f2
/ ...
fk−1
/ Vk
fk
/ Vk+1
/0.
(25)
Hagamos Vˆ2 = V2 / ker(f2 ) = V2 /Im(f1 ) y definamos fˆ2 : Vˆ2 → V3 por fˆ2 ([x]) = f2 (x), entonces la secuencia 0
/ Vˆ
2
fˆ2
/ V3
f3
/ ...
fk−1
/ Vk
fk
/ Vk+1
/0.
(26)
es exaca pues Im(fˆ2 ) = Im(f2 ) = ker(f3 ) y adem´ as si fˆ2 ([x]) = 0, entonces f2 (x) = 0, luego x ∈ ker(f2 ) = Im(f1 ), entonces existe x′ ∈ V1 tal que f1 (x′ ) = x y en consecuencia [x] = 0. De este modo, por hip´ otesis de inducci´on tenemos que dim(Vˆ2 ) − dim(V3 ) + · · · + (−1)k+1 dim(Vk+1 ) = 0, (27) finalmente, observando que dim(Vˆ2 ) = dim(V2 ) − dim(Im(f1 )) = dim(V2 ) − dim(V1 ) y reemplazando en (27) se concluye.
14
2.
Cohomolog´ıa de deRham
2.1.
Primeras definiciones
Sea M ⊆ Rn una superficie de dimensi´on m y clase C ∞ . 2.1 Definici´ on. Definimos el complejo de deRham como la sucesi´ on de espacios vectoriales siguiente ...
d
/ Λr−1 (M )
d
/ Λr (M )
d
/ Λr+1 (M )
d
/ ... ,
(28)
donde ponemos Λr (M ) = {0} para todo r < 0. 2.1 Observaci´ on. Teniendo en cuenta que un espacio vectorial es un m´odulo, por el teorema 1.7, el complejo de deRham es una secuencia semiexacta, esto es, d ◦ d = 0. Como mencionamos en la observaci´ on 1.19, tenemos que B r (M ) < Z r (M ), esto nos permite hacer la siguiente 2.2 Definici´ on. Definimos el r-´esimo grupo de cohomolog´ıa como H r (M ) :=
Z r (M ) , B r (M )
(29)
su dimensi´on es llamado el r-´esimo n´ umero de Betti de M . 2.2 Observaci´ on. De hecho como B r (M ) es un subespacio de Z r (M ), tenemos r que H (M ) es un R-espacio vectorial. 2.1 Ejemplo. Para r > m, H r (M ) = {0}. En efecto, pues de la observaci´ on 1.13 se sige que Λr (M ) = {0} para r > m, y por tanto B r (M ) = Z r (M ) = Λr (M ) = {0}. 2.2 Ejemplo. Si M tiene k componentes conexas, H 0 (M ) ∼ = Rk . Pues si 0 0 f ∈ Λ (M ), que f ∈ Z (M ) quiere decir que df = 0, luego se deduce que las funciones constantes en cada componente conexa constituyen a Z 0 (M ), luego Z 0 (M ) ∼ = Rk . Por otro lado tenemos que B 0 (M ) = {0} pues Λ−1 (M ) = {0}, de este modo H 0 (M ) = Z 0 (M ) ∼ = Rk . 2.3 Ejemplo. H 1 (R) = {0}. En efecto, si ω ∈ Z 1 (R) = Λ1 (R), entonces ω = f dx para alguna funcion diferenciable R x f : R → R. Si consideramos la 0-forma diferencial α, definida por α(x) = 0 f (s)ds, tenemos que dα(x) = α′ (x) dx = ω(x), por tanto ω ∈ B 1 (R).
2.2.
Invarianza por homotop´ıas
A lo largo de esta secci´on M y N ser´an una superficie m-dimensional y l-dimensional de Rn y Rs , respectivamente, ambas de clase C ∞ . Si f : M → N es de clase C ∞ , sabemos que se induce una transformaci´on lineal f ∗ : Λr (N ) → Λr (M ) para todo r. En estas condiciones tenemos la siguiente Proposici´ on 2.1. Para todo r se verifica que f ∗ (Z r ) ⊂ Z r (M ) y f ∗ (B r (N )) ⊂ r B (M ). 15
Demostraci´ on. En efecto, si ω ∈ Z r (N ) y dω = 0, de acuerdo al teorema 1.7 tenemos que d(f ∗ ω) = f ∗ (dω) = 0, luego f ∗ ω ⊂ Z r (M ). Similarmente si ω ∈ B r (N ), ω = dα para alg´ un α ∈ Λr−1 (N ), luego si β = f ∗ α ∈ Λr−1 (M ), tenemos que f ∗ ω = f ∗ (dα) = d(f ∗ α) = dβ, as´ı f ∗ ω ∈ B r (M ). De este modo f ∗ induce un homomorfismo de grupos que continuaremos llamando f ∗ : H r (N ) → H r (M ) definido por f ∗ ([ω]) = [f ∗ ω]. La buena definici´on de f ∗ se da por que si ω ′ = ω + dα, con α ∈ H r−1 (N ), tenemos que f ∗ (ω ′ ) = f ∗ (ω + dα) = f ∗ + d(f ∗ α), de donde se sigue que [f ∗ ω ′ ] = [f ∗ ω]. Que f ∗ : H r (N ) → H r (M ) sea homomorfismo es consecuencia de que f ∗ : Λr (N ) → Λr (M ) es lineal. 2.3 Observaci´ on. Se sigue de la proposici´on 1.5 y la definici´on de f ∗ que: 1. (g ◦ f )∗ = f ∗ ◦ g ∗ , 2. Si M = N , (IdM )∗ = IdH r (M ) . En particular si M y N son difeomorfas, existe f : M → N difeomorfismo, luego IdH r (M ) = (f −1 )∗ ◦ f ∗ e IdH r (N ) = f ∗ ◦ (f −1 )∗ , as´ı f ∗ es un isomorfismo de grupos y por tanto H r (M ) ∼ = H r (N ). Este hecho es generalizado en gran medida como consecuencia del siguiente Teorema 2.1. Si H : M × [0, 1] → N es una homotop´ıa de clase C ∞ entre f, g : M → N , entonces f ∗ = g ∗ : H r (N ) → H r (M )
(30)
Demostraci´ on. Supongamos inicialmente que U = M sea abierto. Para cada t ∈ R consideremos la aplicaci´ on it : U → U × R definida por it (x) = (x, t). Notemos adem´ as que toda forma ω ∈ Λr (U × R) se escribe de manera u ´nica como ω = dt ∧ α + β donde ni X X α= aI dxI ∈ Λr−1 (U × R) ni β = bJ dxI ∈ Λr (U × R) I
J
contienen al dt. Luego si definimos K : Λr (U × R) → Λr−1 (U ) por Z 1 X Z 1 aI (x, t)dt dxI α(x, t)dt = (Kω)(x) = 0
I
(31)
0
tenemos que, en virtud de la linealidad de la integral, K es una transformaci´on lineal. Afirmamos que, para todo ω ∈ Λr (U × R) se tiene que K dω + d K ω = i∗1 ω − i∗0 ω.
(32)
En efecto, se tiene que dα =
X ∂aI I,j
y dβ =
∂xj
dxj ∧ dxI + dt ∧
X ∂aI I
∂t
dxI
X ∂aJ X ∂bJ dxk ∧ dxJ + dt ∧ dxJ , ∂xk ∂t J
J,k
16
luego dω
= d(dt ∧ α + β) = −dt ∧ dα + dβ X ∂bJ X ∂aI ∂bJ ∧ dxI + dxJ + dxk ∧ dxJ , = dt − ∂xj ∂t ∂xk J
I,j
entonces K(dω) =
X Z J
0
1
X Z 1 ∂aI ∂bJ dt dxJ − dt dxj ∧ dxI ∂t 0 ∂xj I,j
y d(Kω) =
X Z
1
0
I,j
∂aI dt dxj ∧ dxI , ∂xj
por tanto K dω + d K ω
=
X Z J
=
0
1
∂bJ dt dxJ ∂t
X [bJ (x, 1) − bJ (x, 0)]dxJ J
= i∗1 ω − i∗0 ω, lo que prueba nuestra afirmaci´ on. Definamos ahora L : Λr (N ) → Λr−1 (U ) por L = K ◦ H ∗ , para todo ω ∈ Λr (N ) tenemos que L es una transformaci´on lineal pues K y H ∗ lo son, adem´ as L(dω) + d(Lω)
= = = = =
K(H ∗ dω) + d[K(H ∗ ω)] K[d(H ∗ ω)] + d[K(H ∗ ω)] i∗1 (H ∗ ω) − i∗0 (H ∗ ω) (H ◦ i1 )∗ ω − (H ◦ i0 )∗ ω g∗ ω − f ∗ ω
de donde se sigue que para ω ∈ Z r (N ), L(dω) + d(Lω) = L(0) + d(Lω) = d(Lω), es decir g ∗ ω − f ∗ ω ∈ B r (U ). Para el caso general, en el que M es una superficie de clase C ∞ , el teorema 1.3 nos asegura la existencia de una vecindad tubular U = Vε (M ) de M , consiˆ : M ×R → N deremos π : U → M la proyecci´ on e i : M → U la inclusi´ on, si H es una homotop´ıa de clase C ∞ entre f y g, que existe por la observaci´ on 1.7, ¯ : U × R → N , definida por H(x, ¯ ˆ entonces H t) = H(π(x), t), es una homotop´ıa de clase C ∞ entre f¯ = f ◦ π y g¯ = g ◦ π. Por lo mostrado inicialmente para ω ∈ Z r (N ), g¯∗ ω − f¯∗ ω ∈ B r (U ), es decir, existe α ¯ ∈ Λr−1 (U ) tal que g¯∗ ω − f¯∗ ω = d¯ α. Luego si α = i∗ α ¯ tenemos que g∗ ω − f ∗ ω
= (¯ g ◦ i)∗ ω − (f¯ ◦ i)∗ ω ∗ ∗ = i (¯ g ω − f¯∗ ω) = d(i∗ α ¯) = dα
en consecuencia g ∗ ω = f ∗ ω + dα, de donde se sique que [g ∗ ω] = [f ∗ ω + dα] = [f ∗ ω] y por tanto f ∗ = g ∗ : H r (N ) → H r (M ). 17
Veamos ahora algunas consecuencias de este teorema. Corolario 2.1. Sean M y N superficies con el mismo tipo de homotop´ıa, entonces H r (M ) ∼ = H r (N ). Demostraci´ on. En efecto, tenemos que existen f : M → N y g : N → M aplicaiones de clase C ∞ tales que f ◦ g ≃ IdN y f ◦ g ≃ IdN , luego g ∗ ◦ f ∗ = IdH r (N ) y f ∗ ◦ g ∗ = IdH r (N ) , por tanto f ∗ : H r (N ) → H r (M ) es un isomorfismo. Corolario 2.2 (Invarianza por homeomorfismos). Si f : M → N es un homeomorfismo, entonces H r (M ) ∼ = H r (N ). Demostraci´ on. Por la observaci´ on 1.8, existen g1 : M → N y g2 : N → M de clase C ∞ tales que f ≃ g1 y f −1 ≃ g2 , luego IdM = f −1 ◦ f ≃ g2 ◦ g1 , por el teorema 1.6, podemos suponer que IdM ≃∞ g2 ◦ g1 , similarmente tenemos que IdN ≃∞ g1 ◦ g2 . Por tanto, debido al corolario 2.1, se concluye que H r (M ) ∼ = H r (N ). Corolario 2.3. Si M es contr´ actil, entonces para todo r > 0, H r (M ) = {0}. Demostraci´ on. Es una consecuencia inmediata del corolario 2.1. 2.4 Observaci´ on. En particular si M es estrellada, entonces H r (M ) = {0}. Corolario 2.4 (Lema de Poincar´e). Toda forma cerrada de grado mayor que cero en una superficie M es localmente exacta. Demostraci´ on. Sean p ∈ M y ϕ : U0 → U ⊂ M su parametrizaci´ on en M , podemos suponer que U0 es un abierto convexo, en particular es contr´actil y como ϕ es un difeomorfismo de clase C ∞ se deduce que H r (U ) = H r (U0 ) = {0}, luego toda forma exacta ω ∈ Λr (U ) es cerrada o lo que es lo mismo, toda ω ∈ Z r (M ) restringida a U es cerrada. Corolario 2.5. Para cualquier n > 0, H r (Rn \ {0}) ∼ = H r (Sn−1 ). Demostraci´ on. Sea M = Rn \ {0} y consideremos f : M → Sn−1 definida x por f (x) = on. Entnonces f ◦ g = IdSn−1 y e i : Sn−1 → M la inclusi´ kxk x H : M × [0, 1] → M definida por H(x, t) = (1 − t)x + t es una homotop´ıa kxk entre g ◦ f e IdSn−1 , luego M y Sn−1 tienen el mismo tipo de homotop´ıa y por tanto, debido al corolario 2.1, H r (Rn \ {0}) = H r (Sn−1 ).
2.3.
Secuencia de Mayer-Vietoris
Sean M ⊆ Rn una superficie de dimensi´on m y clase C ∞ y U, V abiertos de M tales que U ∪ V = M . Si iU : U → M , iV : V → M , jU : U ∩ V → U y jV : U ∩ V → V son las respectivas inclusiones, para todo r ≥ 0 definimos las aplicaciones Λr (M )
Fr
/ Λr (U ) ⊕ Λr (V )
18
Gr
/ Λr (U ∩ V )
(33)
por Fr (ω) = (ω|U , ω|V ) = (i∗U ω, i∗V ω), Gr (ω1 , ω2 ) = ω1 |U ∩V −ω2 |U ∩V = jU∗ ω1 −jV∗ ω2 . Claramente Gr ◦ Fr = 0, pues Gr ◦ Fr (ω) = Gr (ω|U , ω|V ) = (ω|U )|U ∩V − (ω|V )|U ∩V = ω|U ∩V − ω|U ∩V = 0, luego Im(Fr ) ⊆ ker(Gr ). Rec´ıprocamente si Gr (ω1 , ω2 ) = 0, podemos definir ω ∈ Λr (M ) por ω1 (x) si x ∈ U (34) ω(x) = ω2 (x) si x ∈ V y tenemos que Fr (ω) = (ω1 , ω2 ). Luego Im(Fr ) = ker(Gr ) y por tanto la secuencia (33) es exacta, m´as a´ un tenemos la siguiente Proposici´ on 2.2. La secuencia 0
Fr
/ Λr (M )
/ Λr (U ) ⊕ Λr (V )
Gr
/ Λr (U ∩ V )
/0
(35)
es exacta. Demostraci´ on. Solo nos falta ver la exactitud en Λr (M ) y en Λr (U ∩ V ). Si ω ∈ Λr (M ) es tal que Fr (ω) = (0, 0), ω|U , ω|V = 0, luego ω = 0 y la exactidud en Λr (M ) esta probada. Veamos la exactitud en Λr (U ∩ V ). Sea ω ∈ Λr (U ∩ V ), consideremos una partici´on de la unidad {ϕU , ϕV } subordinada a {U, V } como en la proposici´on 1.2 y definamos ω1 en U y ω2 en V por ϕV (x)ω(x) si x∈U ∩V y ω1 (x) = 0 si x ∈ U \ supp ϕV (36) ω2 (x)
=
−ϕU (x)ω(x) 0
si si
x∈U ∩V , x ∈ V \ supp ϕU
luego como U ∩ V y U \ supp ϕV son abiertos de U que recubren a U , se deduce que ω1 ∈ Λr (U ), similarmnte vemos que ω2 ∈ Λr (V ). Entonces tenemos que Gr (ω1 , ω2 ) = ω1 |U ∩V − ω2 |U ∩V = (ϕV ω)|U ∩V + (ϕU ω)|U ∩V = ω
(37)
lo que concluye la prueba. Lema 2.1. para Fr y Gr definidas como antes, el diagrama siguiente es conmutativo Λr (M )
Fr
Λr+1 (M )
Gr
/ Λr (U ∩ V )
d⊕d
d
/ Λr (U ) ⊕ Λr (V )
Fr+1
/ Λr+1 (U ) ⊕ Λr+1 (V )
d Gr+1
/ Λr+1 (U ∩ V )
Demostraci´ on. La prueba es una comprobaci´ on directa.
19
(38)
La secuencia (33) induce la secuencia H r (M )
F∗
/ H r (U ) ⊕ H r (V )
G∗
/ H r (U ∩ V )
(39)
mediante F ∗ [ω] = ([i∗U ω], [i∗V ω]) y G∗ ([ω1 ], [ω2 ]) = [Gr (ω1 , ω2 )]. Un c´alculo directo muestra que F ∗ y G∗ son homomorfismos bien definidos y que la secuencia (39) es semiexacta. Veamos a continuaci´on que podemos conectar cada l´ınea como (39) con una similar de un grado superior mediante un homomorfismo de conecci´on. Teorema 2.2. Para todo r ≥ 0 existe un homomorfismo de grupos ∆ : H r (U ∩ V ) → H r+1 (M ) tal que la sucesi´ on
0
/ H 0 (M )
F∗
/ H 0 (U ) ⊕ H 0 (V )
G∗
/ H 0 (U ∩ V )
∆
/ . . . (40)
...
/ H r (M )
F∗
/ H r (U ) ⊕ H r (V )
G∗
/ H r (U ∩ V )
∆
/ ...
/ H m (M )
F∗
/ H m (U ) ⊕ H m (V )
G∗
/ H m (U ∩ V )
...
∆
/0
es exacta, donde F ∗ [ω] = ([i∗U ω], [i∗V ω]) y G∗ ([ω1 ], [ω2 ]) = [Gr (ω1 , ω2 )]. Demostraci´ on. Hagamos la prueba en los siguientes pasos Definici´ on de ∆: Sea [ω] ∈ H r (U ∩ V ) con ω ∈ Z r (U ∩ V ), como Gr es sobre, existen ω1 = Λr (U ) y ω2 ∈ Λr (V ) tales que Gr (ω1 , ω2 ) = ω. Adem´ as tenemos que 0 = dω = (d ◦ Gr )(ω1 , ω2 ) = Gk+1 (dω1 , dω2 )
(41)
luego (dω1 , dω2 ) ∈ ker(Gr+1 ) = Im(Fr+1 ), luego existe η ∈ Λr+1 (M ) tal que Fr+1 (η) = (dω1 , ω2 ). Por otro lado como (Fr+2 ◦ d)(η) = (d ⊕ d)(Fr+1 (η)) = (d ⊕ d)(dω1 , dω2 ) = 0
(42)
y Fr+2 es inyectiva, dη = 0, luego η es cerrada, de este modo definimos ∆ : H r (U ∩ V ) → H r+1 (M ) por ∆([ω]) = [η].
(43)
Veamos que nuestra definici´on es buena, para esto consideremos ω ′ = ω + dα con α ∈ Λr−1 (U ∩ V ), por ser Gr−1 sobre, existen α1 ∈ Λr−1 (U ) y α2 ∈ Λr−1 (V ) tales que α = Gr−1 (α1 , α2 ). Adem´ as como hicimos para ω, existen ω1′ = Λr (U ) y ω2′ ∈ Λr (V ) tales que Gr (ω1′ , ω2′ ) = ω ′ . Tambi´en (dω1′ , dω2′ ) ∈ ker(Gr+1 ) = Im(Fr+1 ) y en consecuencia existe η ′ ∈ Λr+1 (M ) cerrada tal que Fr+1 (η ′ ) = (dω1′ , dω2′ ). Por otro lado tenemos que Gr (ω1′ − ω1 , ω2′ − ω2 ) = ω ′ − ω = dα =
(d ◦ Gr−1 )(α1 , α2 ) = Gr (dα1 , dα2 ) 20
(44)
entonces (ω1′ − ω1 − dα1 , ω2′ − ω2 − dα2 ) ∈ ker(Gr ) = Im(Fr ), as´ı existe θ ∈ Λr (M ) tal que (ω1′ − ω1 − dα1 , ω2′ − ω2 − dα2 ) = Fr (θ). Luego como Fr+1 (η ′ − η) = Fr+1 (η ′ ) − Fr+1 (η) = =
(dω1′ (dω1′
=
(d ◦ Fr )(θ) = Fr+1 (dθ)
(45)
dω1 , dω2′
− − dω2 ) − dω1 − (d ◦ d)(α1 ), dω2′ − dω2 − (d ◦ d)(α2 ))
de la inyectvidad de Fr+1 se deduce que η ′ − η = dθ y por tanto [η ′ ] = [η] lo que prueba la buena definici´on de ∆. Ahora veamos la exactitud de la secuencia (40): Exactitud en H 0 (M ): Sea [f ] ∈ H 0 (M ) tal que F ∗ ([f ]) = 0, entonces F0 (f ) = (dω1 , dω2 ) para ω1 ∈ Λ−1 (U ) = {0} y ω2 ∈ Λ−1 (V ) = {0}, luego F0 (f ) = (d0, d0) = (0, 0) y como F0 es inyectiva concluimos que f = 0 y en consecuencia [f ] = 0. Exactitud en H r (U ) ⊕ H r (V ) para 0 ≤ r ≤ m: Sabemos que la secuencia (40) es semiexacta en H r (U ) ⊕ H r (V ), solo nos falta ver que ker(G∗ ) ⊆ Im(F ∗ ). Sea entonces ([ω1 ], [ω2 ]) ∈ ker(G∗ ) con ω1 ∈ Z r (U ) y ω2 ∈ Z r (V ), como 0 = [G(ω1 , ω2 )] ∈ H r (U ∩ V ), existe α ∈ Λr−1 (U ∩ V ) tal que Gr (ω1 , ω2 ) = dα. De la sobreyectividad de Gk−1 deducimos la existencia de (α1 , α2 ) ∈ H r−1 (U ) ⊕ H r−1 (V ) tal que Gr−1 (α1 , α2 ) = α, luego Gr (dα1 , dα2 ) = (d ◦ Gr−1 )(α1 , α2 ) = dα = Gr (ω1 , ω2 ),
(46)
entonces (dα1 − dα1 , dα2 − dα2 ) ∈ ker(Gk ) = Im(Fk ). As´ı, existe η ∈ Λr (M ) tal que Fr (η) = (dα1 − dα1 , dα2 − dα2 ), adem´ as como Fr+1 (dη) = (d ⊕ d)(Fr (η)) = (dω1 , dω2 ) = (0, 0)
(47)
de la inyectividad de Fr+1 deducimos que η es exacta, en consecuencia [η] ∈ H r (M ) y adem´ as F ∗ ([η]) = ([ω1 − dα1 ], [ω2 − dα2 ]) = ([ω1 ], [ω2 ]),
(48)
por tanto ([ω1 ], [ω2 ]) ∈ Im(F ∗ ). Exactitud en H r (U ∩ V ): Sea ([ω1 ], [ω2 ]) ∈ H r (U ) ⊕ H r (V ). Si [ω] = G∗ ([ω1 ], [ω2 ]),
(49)
entonces ∆([ω]) = [η] donde η ∈ Z r+1 (M ) verifica Fr+1 (η) = (dω1 , dω2 ) = (0, 0). Luego η = 0, en consecuencia (∆ ◦ G∗ )([ω1 ], [ω2 ]) = [η] = 0. Por tanto (Im)(G∗ ) ⊆ ker(∆). Rec´ıprocamente, tomemos [ω] ∈ H r (U ∩ V ) tal que ∆([ω]) = 0 ∈ H r+1 (M ).
(50)
Sabemos que ∆([ω]) = [η] con η ∈ Z r+1 (M ) tal que Fr+1 (η) = (dω1 , dω2 ), donde (ω1 , ω2 ) ∈ Λr (U ) ⊕ Λr (V ) satisfacen que Gr (ω1 , ω2 ) = ω. De (50), 21
deducimos que η es exacta, luego existe θ ∈ Λr (M ) tal que dθ = η. Si Fk (θ) = (ω1′ , ω2′ ) tenemos que (d ⊕ d)(ω1′ , ω2′ )
=
[(d ◦ d) ◦ Fr ](θ) = Fr+1 (dθ)
(51)
= Fr+1 (η) = (dω1 , dω2 ), luego dω1′ = dω1 y dω2′ = dω2 , entonces (ω1 −ω1′ , ω2 −ω2′ ) ∈ Z r (U )⊕Z r (V ). As´ı, ([ω1 − ω1′ ], [ω2 − ω2′ ]) ∈ H r (U ) ⊕ H r (V ) y tenemos que G∗ ([ω1 − ω1′ ], [ω2 − ω2′ ])
= [Gr (ω1 − ω1′ , ω2 − ω2′ )] = [Gr (ω1 , ω2 ) − Gr (ω1′ , ω2′ )] = =
(52)
[Gr (ω1 , ω2 ) − (Gr ◦ Fr )(θ)] [Gr (ω1 , ω2 )] = [ω],
de donde concluimos que [ω] ∈ Im(G∗ ) y por tanto ker(∆) ⊆ Im(G∗ ). Exactitud en H r+1 (M ): Sea [ω] ∈ H r (U ∩ V ), entonces ∆([ω]) = [η] con η ∈ Z r+1 (M ) tal que Fr+1 (η) = (dω1 , dω2 ), donde (ω1 , ω2 ) ∈ Λr (U ) ⊕ Λr (V ) satisfacen que Gr (ω1 , ω2 ) = ω. Como (F ∗ ◦ ∆)([ω]) = F ∗ ([η]) = ([dω1 ], [dω2 ]) = (0, 0),
(53)
se tiene que F ∗ ◦ ∆ = 0 y por tanto Im(∆) ⊆ ker(F ∗ ). Rec´ıprocamente, si [η] ∈ H r+1 (M ) es tal que F ∗ ([η]) = (0, 0), Fr+1 (η) es de la forma Fr+1 (η) = (ω1′ , ω2′ ) con ω1′ , ω2′ exactas, luego existe (ω1 , ω1 ) ∈ Λr (U ) ⊕ Λr (V ) tal que dω1 = ω1′ y dω2 = ω2′ . Si ω = Gr (ω1 , ω2 ), entonces ω ∈ Z r (U ∩ V ) pues dω
= (d ◦ Gr )(ω1 , ω2 ) = Gr+1 (dω1 , dω2 ) = Gr+1 (ω1′ , ω2′ ) = Gr+1 (Fr+1 (η)) = 0,
(54)
luego [ω] ∈ H r (U ∩ V ). Adem´ as como Fr+1 (η) = (ω1′ , ω2′ ) = (dω1 , dω2 ), se deduce que ∆([ω]) = [η] y por tanto ker(F ∗ ) ⊆ Im(∆). Exactiud en H m (U ∩ V ): Sea [ω] ∈ H m (U ∩ V ), como Gm es sobreyectiva, existe (ω1 , ω2 ) ∈ Λm (U )⊕Λm (V ) = Z m (U )⊕Z m (V ) tal que Gm (ω1 , ω2 ) = ω, luego G∗ ([ω1 ], [ω2 ]) = [ω] y por tanto G∗ es sobreyectiva.
2.4.
Cohomolog´ıa de la esfera y algunas aplicaciones
Usemos la sucesi´ on de Mayer-Vietoris para determinar la cohomolog´ıa de la esfera. Teorema 2.3. La cohomolog´ıa de deRham de la esfera Sm esta dada por R si r = 0, m H 0 (S0 ) = R2 y H r (Sm ) ∼ (55) = {0} si 0 < r < m, para m > 1.
22
Demostraci´ on. Sean p = (1, 0, . . . , 0), q = −p y consideremos los abiertos de Sm U = Sm \ {p} y V = Sm \ {q}. Tenemos que U ∪ V = Sm , U y V son difeomorfos a Rn , U ∩ V es difeomorfo a Rm \ {0}, luego teniendo presente el corolario 2.5 se deduce que R si r=0 H r (U ) ∼ (56) = H r (Rm ) = = H r (V ) ∼ {0} si 0 < r ≤ m. y
H r (U ∩ V ) ∼ = H r (Sm−1 ),
(57)
luego la sucesi´ on de Mayer-Vietoris asociada es
/ H 0 (Sn )
0
H 0 (Sm−1 )
R2
R
F∗
/ H 0 (U ) ⊕ H 0 (V )
G∗
/ H 0 (U ∩ V )
G∗
/ H 1 (U ∩ V )
∆
/
{0}
∆
...
/ H 1 (Sm )
F∗
/ H 1 (U ) ⊕ H 1 (V )
/ H r−1 (U ) ⊕ H r−1 (V )
G∗
∆
/
G∗
/ ...
(58)
H r−1 (Sm−1 )
{0}
∆
/ H r−1 (U ∩ V )
/ ...
F∗
/ H r (Sm )
/ H r (U ) ⊕ H r (V )
{0} De las dos u ´ltimas lineas de (58) podemos deducir que para k > 1, H r (Sm ) ∼ = m−1 H (S ) y de las dos primeras lineas de (58) deducimos que para m ≥ 1 la sucesi´ on r−1
0
/R
F∗
/ R2
G∗
/ H 0 (Sm−1 )
∆
/ H 1 (Sm )
/0
(59)
es exacta. Entonces si m = 1, Sm−1 = {−1, 1}, luego H 0 (Sm−1 ) ∼ = R2 y aplim−1 1 1 ∼ cando la proposici´on 1.6 concluimos que H (S ) = R. Si m > 1, S es conexa, luego H 0 (Sm−1 ) ∼ = R y nuevamente por la proposici´on 1.6 deducimos que H 1 (Sm ) = {0}. As´ı, H 1 (S1 ) ∼ = = H r (Sm ) ∼ = {0} para m > 1 y H 1 (S1 ) ∼ = R, H 1 (Sm ) ∼ r−1 m−1 H (S ). (55) se sigue de aplicar inducci´on matem´atica. Una consecuencia inmediata de este teorema es el siguiente 23
Corolario 2.6. Si n 6= m, entonces Sn y Sm no tienen el mismo tipo de homotop´ıa, en particular no son homeomorfos. Corolario 2.7 (Invarianza de la dimensi´on). Rn y Rm son homeomorfos si, y s´ olo si, n = m. Demostraci´ on. Evidentemente si n = m Rn y Rm son homeomorfos. Rec´ıprocamente, supongamos por contradicci´ on que n = 6 m y que h : Rn → Rm sea un homeomorfismo, entonces Rn \ {0} ∼ = Rm \ {0}, = Rm \ {h(0)} ∼
(60)
pero como Rn \ {0} tiene el mismo tipo de homotop´ıa que Sn−1 y Rm \ {0} tiene el mismo tipo de homotop´ıa que Sm−1 , tendr´ıamos que Sn−1 y Sm−1 tienen el mismo tipo de homotop´ıa, lo cual es absurdo.
3. 3.1.
Dualidad de Alexander Teorema de dualidad de Alexander
Antes de probar el resultado pincipal de esta secci´on veamos los siguientes lemas. Lema 3.1. Si F1 , F2 ⊂ Rn son cerrados homeomorfos, entonces R2n \ {0} × F2 y R2n \ F1 × {0} son homeomorfos. Demostraci´ on. Sea φ : F1 → F − 2 homeomorfismo y ψ : F2 → F1 su inversa. Por el teorema de extensi´ onde Tietze, existen Φ : Rn → Rn y Ψ : Rn → Rn extensiones continuas de Φ y Ψ, respectivamente. Definamos h, k : R2n → R2n por h(x, y) = (x, y − Φ(x)) y k(x, y) = (x − Ψ(y), y), (61) un simple c´alculo muestra que h y k son homeomorfismos, m´as precisamente h−1 (x, y) = (x, y + Φ(x)) y k(x, y) = (x + Ψ(y), y). Adem´ as como para x ∈ F1 tenemos que h−1 (x, 0) = (x, Φ(x)) = (x, φ(x)), se sigue que k ◦ h−1 (x, 0) = (x − Ψφ(x), φ(x)) = (0, φ(x)),
(62)
luego k ◦ h−1 transforma F1 × {0} en {0} × F2 . Similarmente se tiene que h ◦ k −1 transforma {0} × F2 en F1 × {0}. Por tanto R2n \ {0} × F2 y R2n \ F1 × {0} son homeomorfos. Lema 3.2. Si F ⊂ Rn es cerrado, entonces H r (Rn \ F ) ˆ H 0 (Rn \ F )/R R
∼ = H r+1 (Rn+1 \ F × {0}) para r ≥ 1, ∼ = H 1 (Rn+1 \ F × {0}) y ∼ = H 0 (Rn+1 \ F × {0}),
ˆ representa al espacio de funciones constantes. donde R
24
(63)
Demostraci´ on. Sean U = {(x, t) ∈ Rn+1 : x 6∈ F ∨ t > 0} y V = {(x, t) ∈ Rn+1 : x 6∈ F ∨ t < 0}. Se tiene que U y V son contr´actiles, U ∩ V = Rn+1 \ F × {0} y adem´ as U ∩ V = (Rn \ F ) × R tiene la misma homotop´ıa que Rn \ F . Luego tenemos que Si r ≥ 1: Haciendo Ar = H r (U ) ⊕ H r (V ), la secuencia de Mayer-Vietoris asociada es Ar
G∗
/ H r (Rn \ F )
∆
/ H r+1 (Rn+1 \ F × {0})
F∗
{0}
/ Ar+1 , (64)
{0}
en consecuencia ∆ es un isomorfismo y concluimos que H r (Rn \ F ) ∼ = H r+1 (Rn+1 \ F × {0}). Si r = 0: Teniendo en cuenta que H 1 (U ) ⊕ H 1 (V ) ∼ = 0, la secuencia de Mayer-Vietoris asociada es / H 0 (Rn \ F )
0
G∗
/ H 0 (Rn \ F )
F∗
∆
/ H 0 (U ) ⊕ H 0 (V )
G∗
/ H 1 (Rn+1 \ F × {0})
/ ,
(65)
/0
si tomamos (a, b) ∈ H 0 (U ) ⊕ H 0 (V ), tenemos que a y b son funciones constantes, luego G∗ (a, b) = a − b es una funci´on constante. Deducimos que dim Im(G∗ ) = 1, en consecuencia ˆ ker(∆) = Im(G∗ ) = R
(66)
ˆ H 1 (Rn+1 \ F ) ∼ = H 0 (Rn \ F )/R.
(67)
de donde se tiene que
Finalmente como dim Im(F ∗ ) = dim ker(G∗ ) = 1 se deduce que H 0 (Rn+1 \ F) ∼ = R.
Teorema 3.1 (Dualidad de Alexander). Si F1 , F2 ⊂ Rn son cerrados homeomorfos, entonces para todo r ≥ 0 H r (Rn \ F1 ) ∼ = H r (Rn \ F2 ). Demostraci´ on. Aplicando sucesivamente el lema 3.2 tenemos que H r (Rn \ F1 ) H r (Rn \ F2 ) ˆ H 0 (Rn \ F1 )/R ˆ H 0 (Rn \ F2 )/R
∼ = H r+n (R2n \ F1 × {0}) (si r ≥ 1), = ... ∼ ∼ = H r+n (R2n \ F2 × {0}) (si r ≥ 1), = ... ∼ ∼ = H n (R2n \ F1 × {0}) y = ... ∼ ∼ = ... ∼ = H n (R2n \ F2 × {0}). 25
(68) (69)
Adem´ as por el lema 3.1 tenemos que R2n \ {0} × F2 es homeomorfo a R2n \ F1 × {0}, pero R2n \ {0} × F2 es homeomorfo a R2n \ F2 × {0}, luego por por el corolario 2.2 tenemos que H r (Rn \ F1 )
∼ = H r+n (R2n \ {0} × F2 ) = H r+n (R2n \ F1 × {0}) ∼ ∼ = H r (Rn \ F2 ) = H r+n (R2n \ F2 × {0}) ∼
(70)
para r ≥ 1, y ˆ H 0 (Rn \ F1 )/R
∼ = H n (R2n \ {0} × F2 ) = H n (R2n \ F1 × {0}) ∼ ∼ ˆ = H n (R2n \ F2 × {0}) ∼ = H 0 (Rn \ F2 )/R
(71)
de donde se sigue el resultado.
3.2.
Teorema de Jordan-Brouwer
Proposici´ on 3.1. Para todo conjunto C homeomorfo a Sn en Rn+1 , Rn+1 \ C tiene dos componentes conexas. Demostraci´ on. Del teorema de Dualidad de Alexander se deduce que H 0 (Rn+1 \ 0 n+1 ∼ \ Sn ), y debido a que Rn+1 \ Sn tiene dos componentes conexas, C) = H (R 0 n+1 n ∼ H (R \ S ) = R ⊕ R, por tanto Rn+1 \ C tiene dos componentes conexas. Teorema 3.2. Sea U ⊂ Rn abierto. Si f : U → Rn es un homeomorfismo sobre su im´ agen, entonces f (U ) es abierto en Rn . Demostraci´ on. Sea x ∈ U , tomemos la bola B = Bx tal que x ∈ B y B ⊂ U , entonces tenemos que si S = ∂B, como B y S son disjuntos, se verifica la igualdad Rn = f (B) ⊔ f (S) ⊔ (Rn \ f (B)) (72) donde las anteriores son uniones disjuntas, luego Rn \f (S) = f (B)⊔(Rn \f (B)). Por la proposici´on 3.1 Rn \ f (S) tiene dos componentes conexas. Tenemos que f (B) es conexo, por ser la imagen de un conexo v´ıa una aplicaci´on continua, adem´ as, por el teorema 3.1, el conjunto Rn \ f (B) esta obligado a ser conexo, y como Rn \ f (S) es abierto, se deduce que Rn \ f (B) y f (B) son abiertos conexos en Rn , por tanto [ f (U ) = f (Bx ) (73) x∈U
es abierto. Finalicemos este trabajo mostrando el siguiete teorema. Teorema 3.3 (Teorema de Jordan-Brouwer). Sea C homeomorfo a Sn en Rn+1 . Entonces Rn+1 \ C tiene dos componentes conexas las cuales tienen frontera com´ un igual a C. Demostraci´ on. La primera parte de este teorema fu´e probada en la proposici´on 3.1, veamos entonces la parte faltante. Sean A y B las componentes conexas de Rn+1 \ C. tomemos x ∈ C y W una vecindad abierta de x en Rn+1 tal que la vecindad V = W ∩ C de x en C sea homeomorfa a una bola de Rn . Entonces 26
tenemos que K = C \ V es homeomorfo a un subconjunto propio L, cerrado de Sn , como evidentemente Rn+1 \ L es conexo, por el teorema 3.1 tenemos que Rn+1 \K tambi´en es conexo y como es abierto, es conexo por caminos. Tomemos ahora a ∈ A, b ∈ B y λ : [0, 1] → Rn+1 un camino que los una, con λ(0) = a y λ(1) = b. Necesariamente λ pasa por V (de otro modo Rn+1 \ C ser´ıa conexo) m´as precisamente R = V ∩ λ = C ∩ λ 6= ∅ es compacto. Ahora consideremos ta tb
= =
m´ın{t : λ(t) ∈ R} y m´ax{t : λ(t) ∈ R},
(74)
tenemos que para t < ta , λ(t) ∈ A y para t > tb , λ(t) ∈ B. Luego existe ε > 0 tal que λ(ta − ε, ta ) ⊂ W , en particular W ∩ A 6= ∅. Del mismo modo se concluye que W ∩ B 6= ∅. Por tanto C pertenece a la frontera de A y B y como la uni´ on Rn+1 = A ⊔ B ⊔ C es disjunta, concluimos que ∂A = ∂B = C. 3.1 Observaci´ on. Para n = 1 tenemos el resultado cl´asico del teorema de la curva de Jordan.
4.
Conclusiones El teorema de Invarianza por Homotop´ıas nos dice que los grupos de cohomolog´ıa solo dependen del tipo de homotop´ıa de la superficie, en particular el corolario de Invarianza por Homomorfismos, nos dice que los grupos de cohomolog´ıa son invariantes topol´ ogicos. El teorema de Dualidad de Alexander, nos ayuda a comparar cohomolog´ıas de superficies, conociendo solo relaciones topol´ ogicas entre son complementos. Como consecuencia de esto tenemos el teorema de Jordan-Brouwer. En resumen la Cohomolog´ıa es una fuerte herramienta que nos permite obtener resultados de car´ acter topol´ ogico usando herramientas anal´ıticas y algebraicas, como por ejemplo el resultado de invarianza de la dimensi´on que obtuvimos como consecuencia de determinar la cohomolog´ıa de la esfera y los resultados ya mencionados.
27
5.
Referencias Bibliogr´ aficas
[1] I. Madsen, J. Tornehave, From Calculus to Cohomology, Cambridge University Press, 1997. [2] E. L. Lima, An´ alise real, vol. 3, Cole¸cao Matem´ atica Universitaria, IMPA, 2008. [3] E. L. Lima, Introducci´ on a la Cohomolog´ıa de deRham, Monograf´ıas del IMCA, Lima, 2001. [4] E. L. Lima, Curso de An´ alise, vol. 2, Proyecto Euclides, IMPA, 2006. ´ [5] E. L. Lima, Algebra exterior, Cole¸cao Matem´ atica Universitaria, IMPA, 2005. [6] M. P. do Carmo, Differential Forms and Applications, Springer-Velarg, Germany, 1994.
28