Semana Por La Paz 2008

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Hacia la paz: vida digna, desarrollo y libertad

SEMANA POR LA PAZ 2008 Septiembre 7 al 14

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Secretariado Nacional de Pastoral SocialCáritas Colombiana Director Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria Coordinadora sección vida, justicia y paz Rosa Inés Floriano Carrera Textos y Realización Liliana Pinilla Gallego Programa Cultura de paz Sección de vida, justicia y paz Diseño SH2 Comunicación Creativa Carrera 14 No. 86A - 30 Teléfono: 7037507 Secretariado Nacional de Pastoral Social Carrera 58 No. 80-87Teléfono (54) 1- 4377150 Fax: (54) 1- 4377171 Web: www.pastoralsocialcolombia.org Email: [email protected] Bogotá, D.C. Julio de 2008

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PRESENTACIÓN D

esde 1988 se viene abriendo en Colombia un espacio en el año para reflexionar sobre la paz, allí, diversas organizaciones han hecho parte de la convocatoria nacional, donde su interés particular y colectivo ha sido posibilitar escenarios de paz desde iniciativas que jueguen un papel protagónico durante una semana, que en Colombia debería ser un devenir cotidiano al interior de las coyunturas políticas, sociales, económicas, culturales y ambientales. Para el Secretariado Nacional de Pastoral Social/Cáritas Colombiana (SNPS/CC) ha sido un compromiso que desde sus jurisdicciones eclesiásticas ubicadas a lo largo y ancho del país, vienen adelantando. Compromiso que se ha plasmado en cada uno de los lemas que a lo largo de estos años dan fe del aporte que la Iglesia suscita al tenor de la situación de conflicto. Para el año de 1995 la Semana por la Paz estuvo enmarcada desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social, bajo el lema “Defendamos juntos la vida” su objetivo fue promover el respeto, la defensa y el desarrollo integral de la vida, como derecho fundamental de la persona y exigencia básica para alcanzar la paz. Un año más tarde la Semana por la Paz hizo referencia al lema “La paz, don de Dios, derecho de todos, deber de

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todos, tarea de todos” se hizo especial énfasis en la paz como don de Dios que es preciso pedir con insistencia, derecho fundamental de la persona, deber que nos corresponde asumir con responsabilidad y tarea en la cual es necesario empeñarnos con decisión. Se hizo además referencia al surgimiento de compromisos individuales y comunitarios frente a la construcción de la justicia social como camino a la paz. En 1997 “Somos constructores de paz” fue la iniciativa para esta semana, se planteó la necesidad de reflexionar sobre el sentido y exigencias de la paz y del significado de una política nacional permanente de paz para Colombia, identificando valores de una cultura de la paz. Se hizo el compromiso de oración permanente por la paz. Para 1998 dicha semana se llevó a cabo con el lema “Vive los derechos humanos: para la paz tú cuentas” “Hagamos las paces” (1999) permitió identificar la reconciliación como un proceso en el cual participamos de la obra de Dios para formar una “nueva humanidad” por la verdad, la justicia, la misericordia y la implantación de la paz. Lo anterior conllevaba necesariamente a la formación de personas y grupos comprometidos en el actuar como agentes de Dios, promoviendo la reconciliación que procede del Dios padre.

“La paz está en proceso… ¡Sembremos hechos de paz” se planteó para la campaña en el año 2000, comienzo de un nuevo milenio, una propuesta de educación y movilización de la sociedad colombiana para que los ciudadanos y ciudadanas de este país, de manera responsable, hicieran su aporte con sus vidas y acciones a las construcciones de la paz. Dicha propuesta respondió a la iniciativa del programa por la paz de la compañía de Jesús en el año 1988, donde contó con la solidaridad y el compromiso de muchas organizaciones que asumieron la realización de esta semana.

bertad” hace especial énfasis en la búsqueda de la paz desde la dignidad de los seres humanos y cómo el desarrollo integral se puede enmarcar en escenarios de libertad.

Dos años más tarde la semana por la paz se desarrolló bajo el lema “No hay paz sin justicia. No hay justicia sin perdón”, se hizo en fraternidad con organizaciones como REDEPAZ, FICONPAZ, JUSTAPAZ entre otras más. Esta campaña se tomó como un pretexto para expresar lo mas auténtico del sentir de un pueblo, donde la paz es el puente que conduce de la guerra y la muerte a la reconciliación y la construcción de una sociedad equitativa, la invitación fue a pensar, reflexionar sobre el camino de la paz. Posteriormente y en los años inmediatamente siguientes, la Semana por la Paz ha venido abriéndose caminos hacia la construcción de escenarios de paz desde iniciativas como “La reconciliación, horizonte de la paz” (2003), “Con justicia social la paz es posible” (2004), “Haz posible la paz, defiende la vida y su dignidad” (2005), “Por la paz: justicia social y reconciliación” (2006), “La verdad vence la impunidad. La verdad fuerza de la paz” (2007), para este año 2008 “Hacia la paz: vida digna, desarrollo y li-

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Objetivos de este documento de apoyo: 1. Facilitar insumos conceptuales y experienciales que suministren la comprensión y aplicación de los contenidos en escenarios personales, familiares, públicos, pastorales y escolares.

2. Plantear una metodología constructivista que po-

sibilite el aprehendimiento de los conceptos a través de la vivencia de los mismos. 3. Promover la construcción de una cultura de paz a partir del encuentro de espacios de convergencia frente a la vida digna, el desarrollo y la libertad como punto de partida hacia las transformaciones personales, familiares, pastorales y sociales.

Qué se espera encontrar en este documento de apoyo: Promover la participación y el compromiso de hombres, mujeres, niños, niñas y jóvenes hacia la paz y la construcción de la misma, todo ello a la luz del evangelio, el magisterio de la Iglesia y los aprendizajes producto de la reflexión conceptual sobre:

1. La vida digna desde dos enfoque básicos:

•Los deberes y derechos. •Respeto a la vida.

2. El desarrollo desde las perspectivas:

•Sociopolítica. •Socioeconómica. •Cultural-ambiental.

3. La libertad entendida desde la:

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•Seguridad y bien común. •La verdad.

Ruta pedagógica: Este documento contiene tres jornadas de trabajo desde lo doctrinal, conceptual y vivencial:

1. Viva la vida “Un espacio para los recuerdos” 2. Arriba la colombianidad “ Echar un vistazo” 3. Volando juntos “Del dicho al Hecho” A continuación se plantea la travesía a seguir en este documento de apoyo, del cual se espera quede una bitácora de viaje que deje plasmado todo el recorrido hecho en las diferentes actividades planeadas con los grupos y/o comunidades.

1. Bienvenidos y bienvenidas (convocatoria abierta a la gente). “Salúdense unos a otros con el beso fraterno. Paz a todos ustedes, que están en Cristo” (1 Pedro 5:14). Este documento de trabajo necesitará del compromiso activo de la comunidad. Como primer paso, está la convocatoria a los talleres, la cual se puede hacer mediante emisoras y canales comunitarios pastorales, periódicos, páginas Web, cartas y boletines pastorales entre otros medios de difusión local y regional. Una vez presentes en los talleres, se espera el conocimiento de unos y otros para armonizar la dinámica del grupo y/o comunidad, con el fin de conocer habilidades, experiencias y preconceptos frente a las temáticas a abordar. Las dinámicas deben inducir a los y las participantes como punto de partida a la discusión y aprendizajes.

2. ¿Quiénes somos? (Análisis y radiografía de grupo y/o comunidad). Después del conocimiento previo por parte de los y las participantes, se hace referencia al documento de apoyo a sus objetivos, temáticas y metodología, ello con el fin de escuchar expectativas por parte de los y las participantes del taller, esto servirá de referencia para conocer el grupo y saber cómo se debe abordar el encuentro.

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3. ¡A lo que vinimos!

5. Evaluemos.

“No oirán un discurso vanidoso, sino solamente saludos de paz: y no tendrán más sustento mañana y tarde” (Surah XIX: 62).

La idea es hacer de esta evaluación una expresión de sentimientos y aprendizajes, de forma transversal tanto de quien facilita las actividades como de quienes participan. Se podrán utilizar formatos o conversatorios.

A continuación encontrarán cuatro puntos de partida y de llegada sobre los cuales se dará desarrollo a la ruta pedagógica propuesta, esto iluminados e iluminadas por la Palabra de Dios, la doctrina social de la Iglesia, documentos académicos, experiencias e iniciativas de paz y demás material que sirva de apoyo y sustento a la dinámica de los talleres.

4. ¿Diciendo y haciendo? Aquí se pondrán en marcha las acciones concretas a realizar, ello a partir de lo reflexionado en puntos anteriores de forma colectiva y personal, se sugiere la bitácora y sistematización del taller.

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1. “Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo). 2. “Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). 3. “Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos). 4. “Diciendo y Haciendo” (Concluyendo).

Recordar para no olvidar 1 : • El facilitador o facilitadora de las reflexiones de los temas, deberá revisar y leer con anterioridad el contenido completo y definirá un plan de trabajo de acuerdo a las expectativas y necesidades de las personas, instituciones educativas, organizaciones y parroquias participantes en la celebración de la Semana por la Paz. • No necesariamente se deben trabajar todos los temas, ni se debe mantener el orden propuesto. El equipo responsable puede priorizar temas, incluir o complementar; y aún definir el orden que más le convenga. • El responsable de trabajar los temas de este documento de apoyo (cartilla) hará un mejor trabajo si desarrolla las actividades adaptándolas a las personas y lugares concretos en los que realiza los talleres (análisis de contexto). • Antes de encontrarse con un grupo es importante que el facilitador o facilitadora se cuestione al respecto de: o ¿A qué tipo de grupo se dirige? (niños y niñas, jóvenes, adultos mayores, campesinos, profesional, comunidad educativa y parroquial, otras iglesias, organizaciones e instituciones, etc.). o ¿Qué adaptaciones son necesarias en el lenguaje y metodología? o ¿Cuál es la mejor forma de desarrollar el taller? o ¿Qué modificaciones o adaptaciones se requiere hacer en el contenido o en la ruta pedagógica?

Para hacer más participativas y dinámicas las actividades y celebraciones, es importante tener en cuenta las tradiciones culturales, los recursos materiales y talento humano de las propias comunidades. Es fundamental que al inicio de cada jornada pedagógica antes de empezar la reflexión sobre el tema, se abra un espacio para la ambientación del trabajo y la animación de los participantes: hacer oración y dinámicas de conocimiento e integración.

1Adaptado de la Cartilla Semana por la Paz 2006. Por la Paz: Justicia Social y Reconciliación.

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Primer tema de trabajo

Viva la vida “Un espacio para los recuerdos”

TALLER

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Vida digna: derechos y deberes “… Entrando específicamente en el capítulo VIII, que trata sobre el Reino de Dios y la dignidad humana, lo primero que el documento se pregunta es sobre el fundamento que impulsa a la Iglesia a promover la dignidad humana en estos tiempos. La respuesta es muy clara: el fundamento es Jesucristo: la Iglesia sabe, por revelación de Dios y por la experiencia humana de la fe, que Jesucristo es la respuesta total, sobreabundante y satisfactoria, a las preguntas humanas sobre la verdad, el sentido de la vida y de la realidad, la felicidad, la justicia y la belleza […] Por eso, todo signo auténtico de verdad, bien y belleza en la aventura humana viene de Dios y clama por Dios…”.(D.A. 380)

Objetivo: Acercarse al concepto de derechos y deberes que tiene cada persona y a la forma como cada quien pone en práctica eso que dice y piensa, con el fin de identificar los actos cotidianos de responsabilidad y protección que cada uno (a) ejerce en pleno dominio de sus facultades.

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Ruta pedagógica. Bienvenidos y bienvenidas: Después de hacer la convocatoria pública, se preparará y ambientará el lugar de reunión. Para iniciar, realizar un momento de oración y vivencia espiritual anexo a una dinámica de integración y acercamiento entre los participantes.

¿Quiénes somos? Como punto de partida se hará la lectura de la siguiente parábola, la cual servirá de motivación para vernos a nosotros mismos y entender a los demás, se sugiere que el facilitador o facilitadora disponga el espacio de tal forma que la lectura se pueda hacer de manera pausada y tranquila, si se quiere y requiere se pueden utilizar imágenes que ilustren la parábola relacionándola con el tema de derechos y deberes, además se puede valer de los recursos pedagógicos como la dramatización de la misma, con el objetivo de retroalimentar aprendizajes.

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Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37)

…”Sí, el amor como actitud y respuesta, pero ¿qué es el amor?, ¿cómo se vive y hacia quién se lleva a cabo? Se ha abusado mucho de esta parábola. Concédasenos abusar también”…. (Lc 10,30). Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Él le dijo: « ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Le dijo entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás». Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: “Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.” ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo».

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Reflexión: Este evangelio plantea la pregunta que busca todo hombre en su vida. ¿Qué se debe hacer para ganar la vida eterna? Al igual que hace XX siglos hoy continuamos preguntándonos lo mismo. Con esto, nos percatamos que no todo termina en esta vida. Esperamos y sobre todo buscamos aquella vida que nos hará eternos. ¿Cuántas películas y cuántos libros se han escrito sobre personajes que quisieran vivir para siempre? Porque en esta vida nos podremos esforzar por superar cualquier dificultad pero a la muerte, ¿quién sino Cristo la puede vencer? Si a algo temen los hombres en esta vida es precisamente a la muerte. No resistimos a morir y a que otros seres queridos mueran. Y es que la muerte es como un carro con velocidades en donde una vez que avanzamos ya no podemos volver a la vida. Imposible volver a vivir a no ser que venga la resurrección de los muertos. Hoy Cristo nos muestra un camino que puede vencer a la muerte y que nos hará ganar la vida eterna: el amor. Imposible que el hombre pueda vivir sin amor. Estamos hechos para amar y el día que no amemos entonces ese día comenzaremos a morir. No permitamos que nuestro amor se convierta en un amor seco a nosotros mismos. Amemos a nuestro prójimo como Cristo nos amó, hasta el punto de dar su propia vida. Con este ejemplo de Jesús, ¿nosotros seremos capaces de pensar bien de los demás y de hacerlos felices con palabras y comentarios positivos?

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¡A lo que vinimos! A continuación de la lectura dispondremos el grupo a realizar la siguiente actividad “La piedra2” donde el objetivo es, ayudar a que los y las participantes compartan sus sentimientos acerca de si mismos y sus relaciones, e identificar como hacen cumplimiento de sus deberes y exigibilidad de sus derechos. Materiales: Una piedra (no muy grande) escogida por cada participante y una cesta ancha para ponerla en el centro del grupo.

• Pase las piedras de mano en mano, por detrás de la

espalda de las personas, de manera que no puedan ver las piedras. • Pida a los y las participantes que se queden con su piedra una vez la hayan reconocido. • Siga pasando las piedras hasta que cada quien tenga una. • El juego finaliza cuando todos y todas, o al menos la mayoría, hayan encontrado sus piedras.

Tiempo: Una hora. Descripción de la actividad: • Pida a los y las participantes que se sienten en círculo y tomen una piedra de la cesta que esta en el centro de todos y todas. • Pida a los y las participantes que examinen sus piedras con detenimiento: su peso, su olor, su color, sus marcas particulares, etc. • Haga que los y las participantes intercambien sus piedras con la persona que esta cerca de ellos y que sean capaces de reconocerla con los ojos cerrados. • En parejas, una persona permanecerá con los ojos cerrados y la otra sosteniendo las piedras. La persona con los ojos cerrados debe identificar su piedra. Los roles serán cambiados. • Repítanlo en grupos de a cuatro. • Los y las participantes deben volver al círculo y devolver las piedras.

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2Adaptado para la temática de Deberes y Derechos, de: Construcción de Paz. Manual de Capacitación Cáritas. Cáritas Internationalis 2001.

“Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). A partir de las preguntas anteriores, cada participante contará voluntariamente su experiencia a la vez que da respuesta a la pregunta planteada, es importante que se hable desde la experiencia individual, en parejas y en grupos de cuatro. El objetivo es ver cómo cada percepción va cambiando de acuerdo al número de personas.

“Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo).

Este ejercicio ayuda a crear un ambiente relajado y cálido para los y las participantes y puede ser muy divertido si se intenciona de esta manera. Se ubica mejor como una actividad para realizar en grupos heterogéneos (en edades, sexo, pensamiento, grupos). Si los y las participantes tienen problemas identificando sus piedras, el facilitador puede terminar la actividad para no cansar y frustrar a los y las participantes.

Algunas preguntas para compartir:

• ¿Cuál fue su primera impresión cuando le dieron la piedra? • ¿Cómo identificó su piedra? • ¿Qué sentimientos experimentó durante todo el proceso? • ¿Cómo relaciona la actividad con el tema de deberes y derechos? • ¿Qué resalta este ejercicio acerca de si mismos frente a sus deberes y derechos? • ¿Qué es la piedra, un deber, un derecho o ambos? ¡Explique!

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“Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos). Después de suscitar escenarios de debate y retroalimentación conceptual en torno al tema de deberes y derechos, se debe llegar a compromisos reales del cómo hacer cumplimiento de los deberes y exigibilidad de los derechos, ello partiendo del hecho de que los conceptos hayan quedado claros y entendidos (Anexo 1). El o la facilitadora invitará a los y las participantes a que de forma individual cada quien escriba una lista de compromisos, cuáles son los derechos que más se le vulneran y cuáles los deberes que ha dejado de cumplir como ciudadano (a), allí evidenciará los resultados del trabajo realizado y hará compromisos de asumir responsabilidades consigo mismo (a) y con los demás.

“Del dicho al hecho” (Concluyendo). El o la facilitadora, realizará un recorrido por la jornada de trabajo con el fin de recoger impresiones y experiencias significativas al interior del ejercicio, allí se pretende rescatar la importancia de los derechos y los deberes en nuestra vida, esta retroalimentación se hará con la participación de todas y todos. Las experiencias que hayan dejado huella se dejarán como modelo a seguir, aquí también quien quiera podrá leer la lista de compromisos que anteriormente realizó.

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¿Diciendo y haciendo? Una vez terminada la jornada de trabajo, es necesario que los y las participantes hagan un plan de multiplicación y réplica de lo que han reflexionado y aprendido con sus grupos o comunidades de trabajo: ¿Por qué es importante exigir los derechos y cumplir los deberes como ciudadanos y ciudadanas?, ¿Con quiénes?, ¿Dónde?, ¿Cuándo? En la Encíclica Pacem in terris (Juan XXIII, abril de 1963) el Sumo Pontífice enfatiza el tema de los derechos y deberes humanos a los cuales hay que estimar si consideramos la dignidad de la persona humana a la luz de las verdades reveladas apreciándoles mucho más si sabemos que el hombre ha sido redimido con la Sangre de Cristo, la gracia sobrenatural lo ha hecho hijo y amigo de Dios y lo ha constituido heredero de la gloria eterna. No se debe olvidar que la misión de la Iglesia es la dignificación del ser humano y el camino: su conversión y transformación integral. Es así como la Iglesia ha insistido en la reciprocidad que existe entre derechos y deberes porque a un derecho de cualquier tipo corresponde, de hecho, la obligación de reconocerlo, respetarlo y reclamarlo pues, aquellos que al reivindicar sus derechos se olvidan de sus deberes o no les dan la conveniente importancia, se asemejan a los que deshacen con una mano lo que hacen con la otra.

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Evaluemos Por medio de una técnica verbal o escrita, el o la facilitadora evaluará con todos y todas las participantes la temática, metodología, participantes, lugar de reunión, facilitador, espiritualidad, etc. No olvidar elaborar la bitácora3 del trabajo realizado y sistematizar los aportes de los participantes. “Una paz estable y verdadera presupone el respeto de los derechos del hombre. Pero si éstos se basan en una concepción débil de la persona, ¿cómo evitar que se debiliten ellos mismos? Se pone así de manifiesto la profunda insuficiencia de una concepción relativista de la persona cuando se trata de justificar y defender sus derechos… Sólo si están arraigados en bases objetivas de la naturaleza que el creador ha dado al hombre, los derechos que se le han atribuido pueden ser afirmados sin temor de ser desmentidos”4 .

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3Cuando se está llevando a cabo un debate o retroalimentación de un tema, hay que registrar la información valiosa que se está obteniendo, pero también hay que registrar toda la información que va alrededor de dichas retroalimentaciones, porque también esa información es importante. Por ejemplo las expresiones, emociones, sentires, preconceptos…. Es importante tener un registro de esos hechos. La elaboración de la bitácora se simplifica mucho si se empieza a escribir mientras se están desarrollando los talleres, en esta etapa la ortografía no es determinante, escribe tus ideas conforme se te ocurran, esto hace más fácil el escrito porque está fresco en la mente, posteriormente, cuando se revise la bitácora para dejar sistematizada la experiencia, se podrá ir corrigiendo la escritura, ortografía y redactando en mejor forma las ideas. A las actas que se elaboren donde se van a registrar las retroalimentaciones se le llamara: Bitácora. 4Benedicto XVI. Mensaje para la Jornada de la Paz 1 de enero de 2007.

ANEXO 1 Deberes y derechos: un compromiso de todas y todos Según la Constitución Política de 1991 el título I de los principios fundamentales en su artículo 1º, hace referencia puntual a que Colombia es un estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalecía del interés general. En el artículo 2º supone que son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitando la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación; defendiendo la independencia nacional, manteniendo la integridad territorial y asegurando la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Solo hasta el título II se ven referenciados los derechos, las garantías y los deberes de ciudadanos y ciudadanas.

En la declaración americana de los derechos y deberes del hombre presupone que todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están por naturaleza de razón y conciencia, deben conducirse fraternalmente los unos con los otros. El cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del derecho de todos. Derechos y deberes se integran correlativamente en toda actividad social y política del hombre. Si los derechos exaltan la libertad individual, los deberes expresan la dignidad de esa libertad. Los deberes de orden jurídico presuponen otros, de orden moral, que los apoyan conceptualmente y los fundamentan. Es deber del hombre servir al espíritu con todas sus potencias y recursos porque el espíritu es la finalidad suprema de la existencia humana y su máxima categoría. Es deber del hombre ejercer, mantener y estimular por todos los medios a su alcance la cultura, porque la cultura es la máxima expresión social e histórica del espíritu. Y puesto que la moral y buenas maneras constituyen la floración más noble de la cultura, es deber de todo hombre acatarlas siempre.

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DERECHOS

DEBERES

A la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona.

Ante la sociedad.

Derecho de igualdad ante la Ley.

Para con los hijos y los padres.

Derecho de libertad religiosa y de culto.

De instrucción.

Libertad de investigación, opinión, expresión y difusión.

De sufragio.

A la protección a la honra, la reputación personal y la vida privada y familiar.

De obediencia a la Ley.

A la constitución y a la protección de la familia.

De servir a la comunidad y a la nación.

De protección a la maternidad y a la infancia.

De asistencia y seguridad sociales.

De residencia, tránsito, nacionalidad y asociación.

De pagar impuestos.

A la inviolabilidad del domicilio. Derecho a la seguridad social, a la educación, al trabajo, una justa retribución y al descanso y su aprovechamiento.

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De trabajo. De abstenerse de actividades políticas en país extranjero.

En el escenario de los derechos, la historia de la dignidad de las personas5 habla de como la doctrina y enseñanza social de la Iglesia justifica el reconocimiento real y eficaz de los derechos humanos como exigencia ética de la dignidad de la persona humana. También la declaración de los derechos humanos de 1948 los justifica en la “dignidad” de todos los seres humanos.

La necesidad de resolver estos problemas prácticos ha llevado a los distintos grupos sociales ha lograr acuerdos sobre los cuales son sus derechos y sus deberes como miembros de una sociedad.

En esta búsqueda, que ha tomado miles de años, también se ha llegado a cierto consenso; hay algunos derechos de los hombres y las muHablar de derechos humanos jeres que son universales, es es afirmar que existen unos dedecir, no dependen del lugar y Algunos de estos consensos han rechos fundamentales que el el momento en el que se haya quedado escritos; es el caso de la dehombre posee por el hecho y la nacido, ni del sexo o el color claración firmada por los miembros realidad misma de ser hombre, que se tenga, ni tampoco de la de la Asamblea Nacional Francesa en es decir por su propia naturalecultura o las creencias. 1789, llamada Declaración de los Deza y dignidad. Le son inherenrechos del Hombre y del Ciudadano, tes, no nacen de una concepDesde la Iglesia el primer a esa declaración le sucedieron ciención de la sociedad política o destino que Dios dio al ser to cincuenta y nueve años de nuede una filosófica determinada humano fue el de la vida. Este vas reflexiones sobre las personas y o de una ideología, sino qué destino lo compromete no la sociedad que permitieron que, en la sociedad los reconoce, decon una vida, sino con todas 1948, representantes de 51 países, fiende, promueve, consagra y las vidas. “El sed fecundos y reunidos en la organización de las garantiza en las leyes y normas multiplicaos” se refiere a la Naciones Unidas, ONU, aprobarán la del Estado. vida de los hombres y las muCarta Institucional de los derechos jeres. Pero, inmediatamente humanos. Los hombres y las mujeres desviene el “henchid la tierra” de siempre han vivido en comque no quiere decir solo topañía; y también se han necemarla sino, también, llenarla, sitado, permanentemente para inundarla, aumentarla. resolver varios asuntos para poder convivir. Han tenido que discutir y decidir cuál es la mejor manera de dividir- Dios no es solo creador de la vida, es su propio defensor; nos el trabajo, cómo hacer uso de la propiedad, de qué y así mismo el mandato que da a las personas no es solo manera ejercer el poder y tomar desiciones adecuadas el de engendrar la vida sino también el de protegerla que beneficien a otros y otras, cómo educar a los niños y defenderla. Hombres y mujeres son responsables, en y niñas, qué funciones deben cumplir según sus diferen- primera instancia, de su propia vida, y también de la de cias de edad, sexo y capacidades6. otros y otras y de la que hay en la naturaleza. 5Adaptado de Munera Vélez, Darío. Mons. Derechos Humanos y Justicia Social. Universidad Pontificia Bolivariana.2006. 6Conferencia Episcopal de Colombia. Hacia una Cultura de la Paz. Un proyecto de formación social con énfasis en Derechos Humanos. 1993.

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Como derecho, la vida, tiene importantes consecuencias que deben afectar la manera como vivimos diariamente, así, por ejemplo:

Del derecho natural, universal e inviolable a la vida se desprenden los derechos fundamentales de las personas que reconoció el papa Juan Pablo II:

1. Al relacionarnos con otras personas, ya sea actuan-

“Derecho a la vida, del que forma parte integrante el derecho del hijo a crecer bajo el corazón de la madre, después de haber sido concebido: el derecho a vivir en una familia unida y en un ambiente moral, favorable al desarrollo de la propia personalidad; el derecho a madurar la propia inteligencia y la propia libertad a través de la búsqueda y el conocimiento de la verdad; el derecho a participar en el trabajo para valorar los bienes de la tierra y recibir del mismo el sustento propio y de los seres queridos; el derecho a fundar libremente una familia, a acoger y educar los hijos, haciendo uso responsable de la propia sexualidad. Fuente y síntesis de estos derechos es, en cierto sentido, la libertad religiosa, entendida como derecho a vivir en la verdad de la propia fe y en conformidad con la dignidad trascendente de la propia persona”

do, opinando o creyendo cosas debemos tener en cuenta que:

• Todos los hombres y mujeres somos igualmente dig-

nos. Por tanto todos y todas, a nivel individual tenemos los mismos derechos y deberes. • Hombres y mujeres tenemos el compromiso de promover y conservar todas las vidas. • Para cumplir este compromiso no es suficiente con respetar el derecho propio a la vida y el de las demás personas; debemos, además promover y defender ese derecho. • El derecho a la vida es un derecho individual y social, esto incluye la vida que hay en el presente y también la de las futuras generaciones.

2. Y al hacerlo con la naturaleza debemos recordar que: • Dominar y gobernar la naturaleza no significa destruirla. • Se tiene el deber de conservar y multiplicar la vida

de los animales y de las plantas, la calidad del agua y de los suelos; una naturaleza no puede amenazar la calidad de vida humana ni comprometer la vida de las generaciones venideras.

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Centesimus Annus, 47

Pero estos derechos son, en muchos casos, permanentemente desconocidos. Esta violación de los derechos a las personas ha sido señalada en varias ocasiones: “Los derechos humanos se violan no solo por el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y de estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades. La intolerancia política y el indife-

rentismo frente a la situación de empoderamiento generalizado muestran un desprecio a la vida humana concreta que no podemos callar”

Santo Domingo 167

“El deber de los cristianos promover, de modo más eficaz y valiente, los derechos humanos, desde el evangelio y la doctrina social de la Iglesia, con la palabra de la acción y la colaboración, comprometiéndose en la defensa de los derechos individuales y sociales del hombre, de los pueblos, de las culturas y de los sectores marginados, así como de los desprotegidos y encarcelados”

Santo Domingo 168

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Primer tema de trabajo

Viva la vida “Un espacio para los recuerdos”

TALLER

:

Vida digna: el respeto a la vida El principio del respeto por la vida humana “Toda persona, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, posee una inherente dignidad y el derecho a la vida, que fluye inevitablemente de dicha dignidad”7 . La vida humana en cualquier estadio de su desarrollo o decadencia es preciosa y, por lo tanto, digna de protección y respeto. Es siempre equivocado atacar directamente a una vida humana inocente. La tradición católica ve lo sagrado de la vida humana como parte de cualquier visión moral en orden a una sociedad justa y buena.

Objetivo: Entender que el respeto a la vida es y debe ser uno de los pilares fundamentales en los que se basa la dignidad humana y como esto conlleva a la exigibilidad de derechos y compromiso con los deberes.

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Ruta pedagógica: Bienvenidos y bienvenidas: Después de hacer la convocatoria pública, se preparará y ambientará el lugar de reunión. Para iniciar, realizar un momento de oración y vivencia espiritual anexo a una dinámica de integración y acercamiento entre los participantes.

¿Quiénes somos? Como punto de partida se hará la lectura de la canción “Gracias a la vida”, la cual introduce al tema de la vida como don de Dios y derecho inalienable de todo ser humano. El objetivo es leerla, comprenderla y analizarla de manera pausada y tranquila, si se quiere y requiere se puede utilizar la canción de fondo (tenerla en CD), con el fin de que al tararearla se introspecte el mensaje de la misma.

7 P. Robert P. Maloney, C.M..Superior General. Diez Principios Fundacionales en la Doctrina Social de la Iglesia.

Gracias a la vida 8 Gracias a la vida que me ha dado tanto Me dio dos luceros que cuando los abro Perfecto distingo lo negro del blanco Y en el alto cielo su fondo estrellado Y en las multitudes el hombre que yo amo. Gracias a la vida que me ha dado tanto Me ha dado el sonido y el abedecedario Con él las palabras que pienso y declaro Madre amigo hermano y luz alumbrando, La ruta del alma del que estoy amando. Gracias a la vida que me ha dado tanto Me ha dado la marcha de mis pies cansados Con ellos anduve ciudades y charcos, Playas y desiertos montañas y llanos Y la casa tuya, tu calle y tu patio. Gracias a la vida que me ha dado tanto Me dio el corazón que agita su marco Cuando miro el fruto del cerebro humano, Cuando miro al bueno tan lejos del malo, Cuando miro al fondo de tus ojos claros. Gracias a la vida que me ha dado tanto Me ha dado la risa y me ha dado el llanto, Así yo distingo dicha de quebranto Los dos materiales que forman mi canto Y el canto de ustedes que es el mismo canto Y el canto de todos que es mi propio canto. Gracias a la vida Gracias a la vida Gracias a la vida Gracias a la vida 8 Parra, Violeta. Cantautora.

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¡A lo que vinimos! A continuación de la lectura y canto de la canción “Gracias la vida” dispongamos el grupo a realizar la siguiente actividad “La línea de la vida9” cuyo objetivo es, incrementar conciencia de las influencias sociales en la formación de actitudes, creencias, valores y percepciones sobre la vida, además de examinar el desarrollo y crecimiento personal, los diferentes valores y orientaciones personales. Materiales: Hojas en blanco y lapiceros para cada participante, papel bond y marcadores. Tiempo: Noventa minutos. Descripción de la actividad: 1. El facilitador (a) explica los objetivos del ejercicio y les da una breve orientación acerca de la importancia del tema respecto a las influencias sociales en la formación de valores, creencias, actitudes y percepciones frente a la vida.

2. Las siguientes ideas pueden ser exploradas: a. Las personas parecen apegarse a diferentes grados de importancia y significado sobre la vida, producto de la época en que les tocó vivir y la cultura social de su comunidad. b. Los valores personales, creencias, actitudes y percepciones son resultado en parte de las condiciones sociales y económicas.

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9 Adaptación Actividad Experiencial grupo Gerza.

3. El facilitador (a) entregan a cada participante una

hoja en blanco y les solicita que la dividan a la mitad. En la parte superior derecha de la hoja, les solicita, que escriban como título de la columna: medio ambiente social y en la parte izquierda “vida personal”.

4. El facilitador (a) les explica que individualmente

tendrán que poner en la columna medio - ambiente social los eventos que fueron importantes para ellos, como acontecimientos trascendentales a nivel político, social, económico y demás.

5. En la columna vida personal los y las participantes mencionarán importantes eventos en sus propias vidas o en las vidas de personas cercanas a ellos, en esos cinco años descritos. Ejemplos: incluyen nacimientos, muertes, matrimonios, divorcios, colegio, cambios de trabajo, crisis, viajes, amistades, realizaciones y lo que guste.

6. Al terminar el trabajo individual, el facilitador (a) divide a los y las participantes en subgrupos de cuatro a seis miembros cada uno, para compartir la información de sus hojas de trabajo de línea de vida. (Los intercambios son más productivos cuando en cada grupo se incluyen personas de edades y sexos variados). Los participantes son instruidos a compartir información acerca de: a. Similitudes y diferencias en sus experiencias y su significado. b. La manera en que eventos públicos fueron experimentados. Un ejemplo puede ser el impacto de la crisis económica y política del país.

“Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo). Algunas situaciones para compartir:

5. El facilitador (a) intenciona la discusión con el gru-

po completo, presentando ejemplos de la variedad de experiencias presentadas en el grupo. Como ejemplos se pueden presentar eventos públicos que tienen una importancia especial para los miembros del grupo, diferencias y experiencias entre participantes de varias edades y sexos, y aprendizajes acerca de los modos en los cuales diferencias y experiencias contribuyen a conflictos y malos entendidos basados en diferentes valores, creencias, percepciones y actitudes sobre la vida.

6. El facilitador (a) consolida los puntos hechos du-

rante la discusión y ayuda a los y las participantes a formular generalizaciones acerca del impacto social de eventos en la vida de cada quien. 7. Los integrantes son instruidos a concienciar las implicaciones de sus aprendizajes a situaciones cotidianas de sus vidas. 8. El facilitador (a) guía un proceso para que el grupo analice, cómo se puede aplicar lo aprendido en su vida. “Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). A partir de las situaciones anteriores, cada participan-

te contará voluntariamente su experiencia de vida. El objetivo es ver cómo cada percepción va cambiando de acuerdo a la edad y el sexo de los y las participantes. Este ejercicio ayuda a crear un ambiente relajado y cálido para los y las participantes y pueden ser muy emotivos en sus apreciaciones. Se sugiere crear un ambiente cálido y de confianza, con el fin de que cuando los y las participantes cuenten acontecimientos de sus vidas se sientan cómodos y cómodas al hacerlo. Hablar de la vida, no es fácil y mucho más de los acontecimientos tristes. “Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos). Después de suscitar escenarios de retroalimentación conceptual en torno al tema de la vida, el valor y respeto por la misma, se debe llegar a compromisos reales del cómo cada quien está llevando su vida, qué está haciendo por su crecimiento personal, profesional, familia y social, ello partiendo del hecho de que los conceptos hayan quedado claros y entendidos (Anexo 2 y 3). El o la facilitadora invitará a los y las participantes a que de forma individual cada quien escriba una lista de compromisos para consigo mismo (a). “Del dicho al hecho” (Concluyendo). El facilitador (a), realizará un recorrido por la jornada de trabajo con el fin de recoger impresiones y expe-

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riencias significativas al interior del ejercicio, allí se pretende rescatar la importancia de la vida como Don de Dios, ésta retroalimentación se hará con la participación de todas y todos. Las experiencias que hayan dejado huella se dejarán como modelo a seguir, aquí también quien quiera podrá leer la lista de compromisos que anteriormente realizó.

¡Diciendo y haciendo! Una vez terminada la jornada de trabajo, es necesario que los y las participantes hagan un plan de multiplicación y réplica de lo que han reflexionado y aprendido con sus grupos o comunidades de trabajo: ¿Por qué es importante valorar y respetar la vida?, ¿Para qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo? No deben olvidar que nuestra misión es la dignificacion del ser humano y el camino: su conversión y transformación integral.

Evaluemos Por medio de una técnica verbal o escrita, el facilitador (a) evaluará con todos y todas las participantes la temática, metodología, participantes, lugar de reunión, facilitador, espiritualidad, etc. No olvidar elaborar la bitácora del trabajo realizado y sistematizar los aportes de los participantes.

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ANEXO 2 Encíclica “El evangelio de la vida” 10 1. Tema: El valor y el carácter inviolable de la vida humana. Es una defensa de la vida humana en todos sus aspectos. Confirma que todo ser humano tiene un valor intrínseco e inviolable. Comienza con estas palabras: “El evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús. Acogido con amor cada día por la Iglesia, es anunciado con intrépida fidelidad como buena noticia a los hombres de todas las épocas y culturas” (Evangelium Vitae, 1). Estamos en una crisis que afecta la dignidad humana y sus derechos. Es un conflicto entre la “cultura de la muerte” y la “cultura de la vida”. Jesucristo llama a todos a escoger la vida sobre la muerte.

2. La vida humana es sagrada e inviolable: “La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta “la acción creadora de Dios” y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su

10 Apartes de la Encíclica del Papa Juan Pablo II

único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”. “Jesús dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás... (Mt. 19, 18)”. “Pediré cuentas de la vida del hombre al hombre, cf. Gn 9, 5: la vida humana es sagrada e inviolable”.

3. Presenta las raíces de la violencia contra la vida basándose en la historia del Génesis (la Biblia): Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató. El Señor le dijo a Caín: “¿Dónde está tu hermano Abel?” Contestó: “No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” Advierte sobre la “tendencia, cada vez más frecuente, de interpretar estos delitos contra la vida como legítimas expresiones de la libertad individual, que deben reconocerse y ser protegidas como verdaderos y propios derechos”.

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Esta distorsión lleva a muchos errores modernos: • “El concepto de libertad que exalta de modo absoluto al individuo, y no lo dispone a la solidaridad, a la plena acogida y al servicio del otro. Si es cierto que, a veces, la eliminación de la vida naciente o terminal se enmascara también bajo una forma malentendida de altruismo y piedad humana, no se puede negar que semejante cultura de muerte, en su conjunto, manifiesta una visión de la libertad de los ‘más fuertes’ contra los débiles destinados a sucumbir”. • El estado ha abdicado su función primordial como protector del derecho a la vida. Se ha convertido en protector del aborto, el infanticidio y la eutanasia. • Un círculo vicioso: “Perdiendo el sentido de Dios, se tiende a perder también el sentido del hombre, su dignidad y su vida”. Este eclipse del sentido de Dios y del hombre lleva a: • El materialismo y el hedonismo. • La negación del valor del sufrimiento. • La despersonalización y explotación de la sexualidad humana. • El empobrecimiento de las relaciones interpersonales. • El eclipse de la conciencia moral de las personas y de la sociedad, la confusión entre lo que es bueno y lo que es malo.

4. Una defensa contra todas las amenazas a la vida humana. La Encíclica no se limita a defender la vida contra el aborto y la eutanasia:

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• Con respecto a la pena de muerte dice: “La medida y

la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo, salvo en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo. Hoy, sin embargo, gracias a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes”. • Con respecto a las personas inocentes dice: “Confirmo que la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral”. • Con respecto al aborto dice: “Ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento”. Todos están llamados a una mayor responsabilidad en la protección de la vida humana: • Las madres y los padres. • La familia y las amistades. • Los doctores y las enfermeras. • Los legisladores. • Las instituciones internacionales. Dice el Santo Padre: “Declaro que el aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es siempre un desorden moral grave, en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios”.

Con respecto a los embriones humanos dice: “El uso de embriones o fetos humanos como objeto de experimentación constituye un delito en consideración a su dignidad de seres humanos, que tienen derecho al mismo respeto debido al niño ya nacido y a toda persona”. Con respecto a la eutanasia dice: Por eutanasia se “debe entender una acción o una omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor”. “Confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana”. En respecto al suicidio: “El suicidio es siempre moralmente inaceptable, al igual que el homicidio”. “El suicidio, bajo el punto de vista objetivo, es un acto gravemente inmoral, porque comporta el rechazo del amor a sí mismo y la renuncia a los deberes de justicia y de caridad para con el prójimo, para con las distintas comunidades de las que se forma parte y para la sociedad en general”.

5. La ley de Dios está por encima de las leyes de los hombres: “Es cierto que en la historia se han cometido crímenes en nombre de la verdad. Pero crímenes no menos graves y radicales se han cometido y se siguen cometiendo también en nombre del relativismo ético. Cuando una mayoría parlamentaria o social decreta la legitimidad de la eliminación de la vida aún no nacida, in-

clusive con ciertas condiciones, ¿acaso no adopta una decisión tiránica respecto al ser humano más débil e indefenso?”. Este Evangelio (buena noticia) no es solo la enseñanza personal del Papa o de la Iglesia. Es de origen divino. La Iglesia desde el principio lo ha anunciado. Dios nos ordena: “No matarás”.

6. La Encíclica defiende la auténtica libertad del hombre: • “El hombre, a diferencia de los animales y de las co-

sas, no puede ser sometido al dominio de nadie”. • “Nuestras ciudades corren el riesgo de pasar de ser sociedades de convivientes a sociedades de excluidos, marginados, rechazados y eliminados”.

7. Hay signos esperanzadores de amor a la vida en el mundo: • Amor a los niños. • Grupos que defienden la vida. • Familias que se abren a la adopción. • Oposición a la pena de muerte. • Atención a la ecología.

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8. Nos ofrece esperanza: • “El evangelio de la vida es una realidad concreta y

personal, porque consiste en el anuncio de la persona misma de Jesús”. • “También hoy, dirigiendo la mirada a aquel que traspasa, todo hombre amenazado en su existencia encuentra esperanza segura de liberación y redención”. • María es la mujer que nos da el mejor ejemplo de cómo acoger la vida. • Nos invita a todos a celebrar la vida y a defenderla. Nos llama a la oración y el ayuno como medios eficaces para ayudar a realizar los designios de Dios.

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ANEXO 3 Doctrina social de la iglesia 1. El principio de la dignidad de la persona humana

2. El principio del respeto a la vida humana

Todo ser humano por haber sido creado a imagen de Dios y rescatado por Jesucristo, no tiene precio y es digno de respeto, como miembro de la familia humana. Es el principio básico de la doctrina social católica.

Toda persona, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, tiene una dignidad inherente y un derecho a la vida en conformidad con esta dignidad.

Cada persona, independientemente de cual sea su raza, su sexo, edad, su nacionalidad de origen, su religión, su orientación sexual, su estatus con relación al empleo, su nivel económico, su salud, su inteligencia, sus logros o cualquier otra característica que sea causa de diferencias, es digna de respeto. No es lo que ustedes hacen o tienen lo que les da derecho a ser respetados, sino el simple hecho de ser un ser humano es el que establece su dignidad. Debido a esta dignidad, la persona humana, en la óptica católica, no es nunca un medio, sino siempre un fin.

La vida humana, en cada etapa de su desarrollo y de su declinar, es valiosa y, por tanto, digna de protección y de respeto. Siempre es culpable atacar directamente una vida humana inocente. La tradición católica ve el carácter sagrado de la vida humana como algo que forma parte de toda la visión moral de una sociedad justa y buena.

El conjunto de la enseñanza social católica comienza con la persona humana, pero no termina ahí. Las personas individuales tienen una dignidad, sin embargo el individualismo no tiene lugar en el pensamiento social católico. El principio de la dignidad humana da a cada persona un derecho de pertenencia a una comunidad, a la familia humana.

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¡Entendamos que! E

l respeto a la dignidad de la persona humana se convierte en la base común sobre la que debemos construir paz, en nuestra sociedad plural y multicultural, con diversidad de posiciones, ideas e imaginarios. Nuestros compromisos deben ir más allá, tenemos que saber cómo debemos tratar a las personas, y cómo debemos comportarnos las personas, en definitiva, qué derechos y deberes surgen de esa condición personal de seres humanos, que llamamos dignidad. El respeto y desarrollo de la vida humana exigen la paz. Nos sentimos urgidos a ser constructores de paz. Conviene que velemos todos, día a día, por promoverla donde vivimos y trabajamos; y que estemos atentos a no ceder ante el egoísmo, la mentira, el odio y la violencia, que contaminan las relaciones humanas y que nos impiden recibir el gran don de la paz. Puede ser que el desarrollo este estrechamente ligado a la dignidad de las personas, eso si, sin supeditaciones, como lo plantea el documento de aparecida, donde se señala como la globalización está conducida por una tendencia que privilegia el lucro, siguiendo una dinámica de concentración de poder y de riquezas en manos de pocos. Esto conduce a la exclusión, aumenta las desigualdades y mantiene en la pobreza a multitud de personas. Se deben exigir garantías por vía democrática, fortaleciendo la democracia participativa con la intervención de más actores sociales: indígenas, afrocolombianos, mujeres, jóvenes, sectores marginados, entre otros, que como estos ya no son tan minorías, esto es desarrollo.

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Segundo tema de trabajo

Arriba la colombianidad “Echar un vistazo”

TALLER

:

El desarrollo “El desarrollo de los pueblos y muy especialmente el de aquellos que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia; que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización, una valoración más activa de sus cualidades humanas; que se orientan con decisión hacia el pleno desarrollo, es observado por la Iglesia con atención. Apenas terminado el segundo Concilio Vaticano, una renovada toma de conciencia de las exigencias del mensaje evangélico obliga a la Iglesia a ponerse al servicio de los hombres, para ayudarles a captar todas las dimensiones de este grave problema y convencerles de la urgencia de una acción solidaria en este cambio decisivo de la historia de la humanidad”11 El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: «Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hom11 Carta Encíclica. Populorum Progressio. del Papa Pablo VI

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bre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera»12 .

Objetivo: Entender como el desarrollo en los designios de Dios, cada hombre y mujer dotados de inteligencia y libertad, son responsables de su crecimiento lo mismo que de su salvación y de esa manera, artífices principales de su éxito o de su fracaso: por sólo el esfuerzo de su inteligencia y de su voluntad, cada hombre y mujer podrán crecer en humanidad, valer más, ser más.

Ruta pedagógica: Bienvenidos y bienvenidas: Después de hacer la convocatoria pública, se preparará y ambientará el lugar de reunión. Para iniciar, realizar un momento de oración y vivencia espiritual anexo a una dinámica de integración y acercamiento entre los participantes.

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12 L. J. Lebret. O. P., Dynamique Concrète du Développement (París, Economie et Humanisme, Les Editions Ouvrières, 1961) pág. 28.

¿Quiénes somos? Como punto de partida se hará la siguiente lectura, en la cual se espera introducir al tema de desarrollo que, sumado a la dignidad de la persona humana, cada uno de nosotros y nosotras, como cristianos y cristianas comprometidas con los hermanos y hermanas; pueden establecer ciertas formas de convivencia que resaltan la solidaridad como respuesta fundamental a la exclusión causada por la globalización.

¡A lo que vinimos! A continuación de la lectura anterior dispongamos el grupo a realizar la siguiente actividad “Los acertijos13” donde el objetivo es, comprometer a los participantes en una discusión sobre el desarrollo. Materiales: Hojas en blanco, colores, imágenes de revistas y periódicos, pegante, marcadores. Tiempo: Una hora aproximadamente. Descripción de la Actividad: • El facilitador (a) dividirá a los y las participantes en grupos de 5 a 8 personas (se necesita por lo menos dos grupos) se explica los objetivos del ejercicio y les da una breve orientación acerca de la importancia del tema. • Pide a los y las participantes que creen un dibujo donde plasmen la idea de desarrollo desde tres perspecti13 Adaptación Actividad ¿Qué apariencia tiene la Reconciliación? Manual de Capacitación de Cáritas. Hacia un construcción de Paz.

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vas: socioeconómica, sociopolítico y cultural -ambiental. • Una vez que hayan plasmado su imagen o dibujo, junte todos los subgrupos y dispóngalos para plenarias. • El facilitador (a) pedirá a cada subgrupo que muestre su gráfico. • Seguido a esto, cada subgrupo hará una descripción de lo que entiende de las graficas de los otros. • Se pedirá al grupo que muestre el grafico, que explique cualquier elemento adicional que los demás hayan pasado por alto. “Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo). El facilitador (a) intencionan la discusión con el grupo completo una vez que los grupos hayan vuelto a sus asientos, involúcrelos en una discusión acerca de los diversos elementos del desarrollo. Algunas preguntas que se pueden utilizar son:

• ¿Qué tenían en común los gráficos? • ¿Qué diferencias hubo? • ¿Qué características son necesarias para el desarrollo? “Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). Otros elementos adicionales para traer a discusión son las divergencias frente al tema de desarrollo que se podrían suscitar al interior del grupo. El facilitador (a) explorará las diferencias en los enfoques del desarrollo desde

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el enfoque sociopolítico, socioeconómico y cultural-ambiental. Estos enfoques pueden ayudar a comprender las diferentes concepciones del desarrollo entre los y las participantes, o presentarles nuevos retos, como el desarrollo humano integral, por ejemplo. “Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos). Después de suscitar escenarios de retroalimentación conceptual en torno al tema del desarrollo, se debe llegar a compromisos reales del cómo cada quien aporta a su desarrollo personal, familiar, comunitario y social, ello partiendo del hecho de que los conceptos hayan quedado claros y entendidos (Anexo 4, 5 y 6). El facilitador (a) invitará a los y las participantes a que, de forma individual, cada quien escriba una lista de compromisos para consigo mismo (a). “Del dicho al hecho” (Concluyendo). El facilitador (a), realizará un recorrido por la jornada de trabajo con el fin de recoger impresiones y experiencias significativas al interior del ejercicio, allí se pretende rescatar la importancia del desarrollo como nuevo nombre de la paz, esta retroalimentación se hará con la participación de todas y todos. Las experiencias y conceptos que hayan dejado huella se dejaran como modelo a seguir, aquí también quien quiera podrá leer su lista de compromisos que anteriormente realizó.

¿Diciendo y haciendo? Una vez terminada la jornada de trabajo, es necesario que los y las participantes hagan un plan de multiplicación y réplica de lo que han reflexionado y aprendido con sus grupos o comunidades de trabajo: ¿Por qué es importante el desarrollo?, ¿Para qué?, ¿Cuándo?, ¿Con quién? No deben olvidar que nuestra misión es la dignificación del ser humano y el camino; su conversión y transformación integral.

Evaluemos Por medio de una técnica verbal o escrita, el o la facilitadora evaluará con todos y todas las participantes la temática, metodología, participantes, lugar de reunión, facilitador, espiritualidad, etc. No olvidar elaborar la bitácora del trabajo realizado y sistematizar los aportes de los participantes.

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ANEXO 4 El desarrollo es el nuevo nombre de la paz 14 “Recibimos mucha agresión personal, también sicológica… cuando llegamos a este municipio no fuimos bien recibidos. Pensamos que era mejor haber muerto y no que nos trataran así… Empezamos a fortalecernos cuando se nos acercaron los de la parroquia y los de la Pastoral Social de Montería… Con este proceso empezamos a sentir que teníamos muchas cosas hacia delante. .. Hemos superado muchas cosas. Como campesino nunca pensé que podría llegar a ser empresario como ahora, con deseos de seguir viviendo y de fortalecerme a mí y a mi familia….”. Testimonio de Santofimio P., integrante del programa para la incubación y desarrollo de proyectos productivos para la población desplazada por la violencia. En la casa de Simón, (Evangelio de San Marcos. 1, 29-34), Jesús toma de la mano a la suegra de Pedro que padece fiebre y la levanta. El evangelista nos dice: “la fiebre la dejó y ella se puso a servirles”. La acción salvadora de Jesús restituye al ser humano postrado y rehace su capacidad de servir en la comunidad para el crecimiento de todos.

miento del pueblo colombiano” en el cual reafirmó los principios que guían el trabajo de la Iglesia en la promoción del desarrollo integral, y que sirven de marco para sus aportes en la superación de la pobreza. Entre los principios que la Iglesia considera que deben ser recuperados y puestos en vigencia ante la situación de pobreza y de desigualdad existente subraya: “la visión de desarrollo que coloca al ser humano como centro de la economía y, por tanto, toca todas sus grandes dimensiones para que sea integral”15 2. Al colocar al ser humano en el centro del desarrollo se está pensando en las potencialidades que tiene cada persona, y en las oportunidades que debe realizar, en particular la de tener una vida digna y saludable. El desarrollo desde esta perspectiva tiene que pensarse en relación con el estado de salud, con los conocimientos, la educación, las destrezas de las personas. El desarrollo que coloca al ser humano como centro es el que garantiza las posibilidades de tener una vida productiva y de creatividad en actividades sociales, culturales, espirituales y políticas.

El desarrollo en perspectiva de derechos. En 1.977 la Conferencia Episcopal Colombiana dio a conocer un documento sobre el “proceso de empobreci-

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14 Mgr. Héctor Fabio Henao. Paulo VI, Encíclica Populorum Progressio. 15 Proceso de empobrecimiento del pueblo colombiano. Conferencia Episcopal de Colombia. Febrero 7 de 1997.

En fin, el desarrollo “que toca todas las grandes dimensiones” humanas es el que amplía las posibilidades de que las personas tengan participación en la toma de decisiones de la sociedad en la que viven. El énfasis de esta propuesta está en los derechos humanos y en el derecho al desarrollo. El desarrollo como asunto de derechos humanos y no como un asunto puramente económico o técnico.

El desarrollo es asumido por la Conferencia Episcopal no como sinónimo de crecimiento económico y de productividad sino en una perspectiva de derechos que abarca los campos económicos, sociales, culturales y políticos, es un asunto “integral”, tal como lo señalará el Papa Paulo VI en la Encíclica Populorum Progressio. Una de las participantes en el programa de incubación de proyectos productivos para población desplazada del Secretariado Nacional de Pastoral Social decía: “veníamos marcados por el sello de desplazados al llegar aquí. Eso sicológicamente nos afectó… a través de este programa volvimos a sentirnos personas, personas con derechos, capaces de afrontar cualquier situación”. Para 1.977 cuando se produce el documento del episcopado sobre el proceso de empobrecimiento, están en ejecución o en inicio una gama importante de programas de desarrollo que surgen desde las Diócesis, con

la característica de ser propuestas regionales, que buscan articular actividades productivas, experiencias de comercialización y formación ciudadana que tenían ya una trayectoria en el país. Una característica adicional es que estos programas se hacen dentro del aporte de la Iglesia a la construcción de paz, con lo cual combinan la formación de ciudadanía con la perspectiva regional de desarrollo y la construcción de la paz desde la base. Esto le da un marco particular a las reflexiones hechas por el Episcopado, en un momento en el cual se percibe que el empobrecimiento toca todos los aspectos de la vida de los colombianos, “todas las dimensiones”, que toca con el medio ambiente, con la cultura, con la vida en general. En el documento se cuestiona el tipo de desarrollo que ha asumido el país, y frente a este cuestionamiento se constata que surgen alternativas y propuestas en las regiones que abren paso a otras expresiones y tipos de desarrollo. Los Congresos de la Reconciliación han sido a lo largo de años un escenario privilegiado de encuentro entre agentes de pastoral, representantes de la sociedad civil, movimientos comprometidos en la construcción de una paz duradera para el país. Allí se ha continuado la reflexión del Episcopado sobre la relación entre desarrollo y construcción de la paz y la urgencia de establecer claramente los nexos entre esfuerzos para lograr la convivencia entre los colombianos y proyectos de desarrollo. “El desarrollo humano implica que la persona sea al mismo tiempo sujeto y beneficiario del desarrollo en la perspectiva de lograr para todos una base de dignidad. Para ello, se requiere conjugar las responsabilidades de las personas, de la sociedad y de los gobiernos en la perspectiva de desactivar las causas generadoras del miedo y la zozo-

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bra… La reconciliación sostenible es, por tanto el reto de los colombianos y de la cooperación internacional”16 .

Los seres humanos en el centro del desarrollo Los esfuerzos de la Iglesia colombiana en materia de desarrollo humano sostenible son parte de un proceso, como experiencias en construcción, no se trata de modelos terminados. En ellos se reúnen múltiples iniciativas, se conjugan varias perspectivas disciplinarias, se hace un trabajo de revisión constante y sobre todo hay un esfuerzo muy significativo de trabajar desde y con las comunidades locales, con la gente que se encuentra en el sitio de manera organizada, con aquellos que se unen e identifican en torno a la propuesta de crecimiento colectivo integral. El centro de la reflexión y programas pastorales de superación de la pobreza y promoción del desarrollo está en la situación de los seres humanos golpeados por la pobreza. El punto de partida es el ser humano y su vivencia del desarrollo. Se parte de la identificación de la problemática y de los rostros de quienes sufren por la exclusión social. En forma simultánea se da el contacto y acompañamiento pastoral con la población, que dan como resultado, el que al abordar el problema de la pobreza en documentos y declaraciones del Episcopado, se haga necesariamente referencia a la realidad cercana de estas regiones y comunidades, sin descartar el conocimiento y referencia a informes técnicos e investigaciones locales. Se va más allá de las estadísticas y se identifica el problema humano, el sufrimiento que significa el no tener oportunida-

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des para desarrollar las potencialidades que se tiene como persona. Esto lleva a la discusión sobre el centro del problema estructural de nuestra sociedad, que es el desarrollo, al cual el Papa Paulo VI dedicó una de las Encíclicas más importantes en materia social, sobre “El desarrollo de los pueblos”, en la cual analiza la urgencia de hacer que el progreso económico abra espacios para que los pobres pasen “de condiciones menos humanas a condiciones más humanas”. La Iglesia en Colombia al acercarse a la realidad humana del desarrollo y constatar la situación de sus comunidades y de la población en general, en el campo y en la ciudad, concluye: “el desarrollo humano, integral y sostenible constituye uno de los grandes retos para la Iglesia en cuanto forma parte integral de la evangelización” 17. El desarrollo no es un asunto ajeno a la evangelización. La evangelización toca a todo el ser humano y a todas sus dimensiones.

Los esfuerzos de la Iglesia colombiana en materia de desarrollo humano sostenible son parte de un proceso, como experiencias en construcción, no se trata de modelos terminados.

En este sentido pobreza se convierte en un reto enorme para la evangelización, y lo es también para el estilo de desarrollo y para la democracia dada la imposibilidad de realizar los derechos de millones de habitantes del país.

16 Francesco Vincenti. Es hora de recuperar el optimismo. Congreso Regional del Caribe sobre

Reconciliación. Revista Documentación de Pastoral Social. No 192. Pág. 19. 17 La tierra un don de Dios. Por una Pastoral Rural y de la tierra; No 7. Declaración de la LXXV Asamblea Plenaria del Episcopado. Julio 2.003.

Ese reto, exige una visión de desarrollo que integre y promueva los avances tecnológicos y el crecimiento económico, pero que vaya más allá y resuelva las posibilidades de acceso a la salud, la educación y el conocimiento, y sobre todo el empleo para la población. Los recursos y la tecnología tienen sentido, en términos de desarrollo, si están colocados al servicio de la superación de la pobreza crean condiciones de vida más digna para todos los habitantes del país. Aún más, se trata de un asunto que está profundamente relacionado con las distintas expresiones culturales del país; al colocar al ser humano en el centro de la concepción del desarrollo, es fundamental incorporar el crecimiento cultural, con sus expresiones autóctonas, como uno de sus componentes. El acceso a la educación es fundamental acá porque crea las condiciones para que las personas puedan tener acceso al desarrollo y utilizar adecuadamente sus bienes, tener un verdadero bienestar. Uno de los componentes más importantes del proceso de desarrollo humano tiene que ver con el reconocimiento de las capacidades y potencialidades de cada persona: “en este contexto hablar de formación psicosocial para la organización empresarial en torno a la capacitación de actividades productivas garantiza la construcción de un espacio de apertura al mundo a través de su cuerpo; de la disponibilidad al servicio del otro; de la comprensión para indicar que en nuestras relaciones interpersonales aceptamos el punto de vista de los demás: de compartir nuestro interés y aprecio del otro; de la generosidad, es decir, un darse sin medida, sin buscar recompensa; de fidelidad como garante de compromiso”18.

Hacia la inclusión social El desarrollo puede ser fuente de inclusión social o crear concentración de bienes y oportunidades y generar exclusión social, económica, política y cultural. La exclusión social es una realidad frente a la cual el país ha venido tomando conciencia. Tal vez lo más doloroso es que con el avance de la ciencia y la tecnología y con las limitaciones y carencias de todo orden en el mundo de los excluidos, la exclusión se transmite en forma generacional. Las estadísticas muestran que al menos 12 de cada 100 niños padecen desnutrición crónica y esto refleja en parte el desafío para el estilo de desarrollo que ha adoptado el país y afecta seriamente la riqueza social de Colombia. En el caso de la población desplazada esta proporción es mayor con lo cual el riesgo es grave. El problema del hambre continúa su crecimiento en el país después del llamado de los obispos en 1.997. Desde otro contexto existen definiciones universales, de las cuales Colombia es signataria, que permiten acercarse a la problemática del desarrollo. Vale la pena recordar, por ejemplo, la manera como las Naciones Unidas asumen el derecho al desarrollo cuando dicen en su declaración: “El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del cual todo ser humano y todos los pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar del él”. El derecho está consignado y aceptado por la Constitución Nacional como una realidad para toda la pobla-

18 Un sueño reflexionando es un proyecto de vida. Revista Secretariado Nacional de Pastoral Social. Julio 2.004. Pág. 8.

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ción. Sin embargo, en la práctica, uno de los problemas mayores del desarrollo en Colombia es la inequidad en sus relaciones sociales, la desigualdad en el acceso a los beneficios de la sociedad. La distribución del ingreso es bastante desigual, con lo cual más de la mitad de la población se encuentra en el “umbral” de la pobreza. La inequidad se refleja claramente en la distancia que existe en términos de desarrollo entre los sectores rurales y los urbanos, entre regiones del país, entre grupos étnicos, entre hombres y mujeres. Los niveles de desarrollo en el sector rural están muy rezagados, salvo en algunos casos particulares y esto hace que los habitantes del campo tengan condiciones de pobreza más severas que el resto de la población. Las condiciones de acceso al crédito no son las más adecuadas en el mundo agrario, tampoco existen condiciones de acceso necesarias a la educación de calidad y a la capacitación. Igualmente es preocupante del desnivel entre regiones del país que hace que en algunos casos se carezca del cubrimiento alimentario básico para una parte muy significativa de la población como ha ocurrido con el departamento de Chocó19 que está rodeado de los departamentos más prósperos del país. En cuanto a la propiedad rural se presenta un fenómeno de alta concentración de la misma y esto ha llevado a que se esté utilizando sólo el 37% de la tierra apta para la agricultura. Pero incluso en los mismos departamentos y ciudades las diferencias en cuanto al ingreso, a la propiedad y al desarrollo continúan siendo muy significativas. Otros retos que aumentan el problema de la inequidad están relacionados con la explotación de recursos y el medio ambiente. Finalmente esta situación conduce a que en la vida cotidiana no todos los colombianos tienen garantiza-

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do el cumplimiento de los derechos y las libertades individuales. El desarrollo está relacionado con la concentración de bienes y servicios. Los niveles de concentración de la propiedad en Colombia tienen índices muy preocupantes. Justamente la violencia se ha desarrollado con fuerza en regiones altamente desiguales. “La equidad no es un principio que rige la sociedad colombiana y por lo tanto no están garantizadas las condiciones básicas para la realización integral de las personas” decía el documento del episcopado sobre el empobrecimiento del pueblo. Plantear el problema del desarrollo en Colombia tiene que ver profundamente con la distribución del ingreso y con las medidas tomadas para garantizar mayores posibilidades de acceso a los bienes y servicios de la sociedad. El crecimiento de la producción puede ayudar a disminuir la pobreza, trayendo mayor estabilidad económica y social, pero esto no es un hecho mecánico. Colombia parece tener un verdadero estancamiento en el tema de superación la inequidad histórica. Según expertos nuestro país mantiene los niveles de inequidad que tenía en el año 1938, con una población pobre mayor del 50%. Por lo tanto el reto presente es que el crecimiento se transforme en desarrollo humano. No se puede decir que haya habido a lo largo del tiempo una estrategia de largo plazo en esta materia y que se haya dado continuidad a programas de impacto en la distribución del ingreso. Una estrategia de largo plazo puede ofrecer el camino para avanzar significativamente en este terreno. Los programas o políticas de corto o mediano plazo no logran resolver el problema.

19 “La salud del pueblo chocoano cada vez se encuentra en peores condiciones, debido a que los organismos de salud, responsables de la prestación de dicho

servicio, lo tienen postrado en “cuidados intensivos” , dado el déficit económico, las malas administraciones y lo más preocupante, la ingerencia de la politiquería, que ha visto a los hospitales más importantes de nuestro departamento como fuentes de financiación de campañas políticas y dispensadores de recursos económicos para beneficio personal, convirtiendo a las instituciones de salud en focos de corrupción y desgreño administrativo.” Diócesis de Quibdo. Comunicado: Agoniza la salud pública del pueblo chocoano. 20 de septiembre 2.006

Hay sectores en los cuales se refleja mayormente el problema de inequidad del país y que requieren estrategias definidas y de larga duración. Uno de ellos es la educación que tiene un alto impacto en cuanto a las posibilidades que ofrecería de integración y desarrollo humano futuro para poblaciones pobres. Sobre todo es preocupante el tema de la calidad de la educación y las posibilidades reales que ofrece. Un segundo aspecto tiene que ver con el empleo, la calidad del empleo y la remuneración que perciben quienes trabajan. Hay una enorme brecha entre sectores altamente calificados y sectores menos calificados. Este hecho tiene que ver con el ingreso familiar y con las posibilidades que tienen las familias de acceder a servicios fundamentales. Un tercer aspecto tiene que ver con el impacto del gasto público en la superación de la pobreza. Hasta hace muy poco tiempo no existían indicadores para medir este impacto pero las medidas tomadas frente al problema del desplazamiento forzado ha llevado a que se elaboren indicadores que permitan medir el impacto de la inversión en materia social, esto es un avance indispensable para evaluar la solución a problemas de pobreza crítica.

conjugan dos posiciones éticas que se deben tener en cuenta al analizar el desarrollo de una nación, la primera tiene que ver con la calidad con la cual se actúa en materia social, la transparencia en programas e iniciativas que propenden por un desarrollo humano integral, y la segunda tiene que ver con la meta que se busca con el desarrollo en una sociedad. Lo primero es garantizar que no exista corrupción para asegurar que los programas públicos destinados a los sectores menos favorecidos lleguen a sus destinatarios y tengan impacto. En este sentido Colombia ha tenido graves problemas generados, en gran parte, en un ambiente propiciado por el narcotráfico que ha tocado a todas las instituciones y ha bloqueado esfuerzos públicos muy importantes. Igualmente han tenido influjo prácticas corruptas de privados que se han apropiado de los fondos de programas sociales. Lo segundo es definir la meta del desarrollo en función de los seres humanos y de la calidad de vida con dignidad para todos.

Finalmente es muy importante tener en cuenta el acceso tan limitado al mundo financiero que tienen los pequeños empresarios, particularmente en el campo. Romper con la inequidad es una urgencia para el país y una condición para que se de un verdadero desarrollo humano que abra el camino a la paz duradera. En los diez principios para caminar hacia la paz, la Conferencia Episcopal señala: “No hay paz si no hay criterios claros para el desarrollo humano sostenible, cultural, económico, político, jurídico y ecológico. Por tanto es urgente una agenda amplia para caminar hacia la paz”20 . En este principio se

Cuando se habla de “criterios claros para el desarrollo humano sostenible” se hace referencia ante todo a la segunda posición en materia ética, es decir a la orientación que tiene el desarrollo, al modelo, al estilo de desarrollo que más conviene para caminar hacia la paz. “La paz exige por tanto un trabajo firme y permanente a favor de la justicia social y el desarrollo humano sostenible, lo que implica profundas reformas estructurales y una voluntad política que lleve a todas las instancias sociales a su compromiso por la paz. La doctrina social de la Iglesia aporta criterios funda-

Criterios claros para el desarrollo humano

20 Diez Principios para caminar hacia la paz. Mensaje final de la LXXII Asamblea Plenaria Extraordinario del Episcopado. 8 de marzo de 2.002.

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mentales para un desarrollo auténtico que beneficie a todos, en especial a los más necesitados”21 .

tengan asegurada su dignidad y que el desarrollo no es ajeno a su situación sino que los incluye. Al final, éticamente, el desarrollo remite a la forma como se garantiza 22 Las teorías de Amartya Sen , Nobel de Ciencias Econó- el ejercicio de la dignidad humana. Una condición para micas, han abierto un horizonte novedoso en el mundo que el desarrollo sea humano y sostenible es que la digal afirmar que el desarrollo económico debe ir de la mano nidad de las personas esté debidamente garantizada. del cumplimiento de las libertades fundamentales de las Que las personas sientan que son reconocidas como personas y al mismo tiempo que el Estado tiene la obli- tales y que al mismo tiempo sientan y afirmen el valor gación de permitirles el desarrollo integral a todos los de sus vidas en una dimensión de relaciones con los dehabitantes. La calidad del demás que es el mandamiento sarrollo y de la vida humana no del amor que Jesucristo nos ha El criterio de desarrollo del que se mide por las riquezas sino dejado. se parte es la vida en sí misma, la por la libertad. El problema de orientación prioritaria es hacia la vida, fondo está en que el desarrollo La compleja realidad de milloel centro no es lo que se produce. En no se puede medir sólo por el nes de excluidos mientras exiseste sentido el desarrollo produce crecimiento de la producción te un importante crecimiento bienes ciertamente, pero, para o de bienes, sino que hay que económico y mientras se da la fortalecer la búsqueda de la paz se preguntarse cómo se logró ese concentración de la riqueza y requiere que la fuente mayor de los crecimiento. Es posible que el de la propiedad, es uno de los bienes sea la gente, y finalmente crecimiento de capitales con hechos que conducen a hablar crear mecanismos para devolverle a gran tecnología o con producde “criterios claros” en cuanto al la gente la capacidad productiva de tos importados del mercado tipo de desarrollo y a las finalila sociedad. globalizado signifique al misdades del mismo. La pregunta mo tiempo que muchas persoes desarrollo para qué y para nas han perdido su posibilidad quiénes. “Criterios claros” tiede tener acceso al trabajo y por ne que ver igualmente con la ello su libertad de solucionar sus necesidades alimenti- forma como se trabaja el medio ambiente y se contracias, de salud, etc. Esta es la paradoja que enfrenta hoy rrestan los efectos del narcotráfico: “Se debe buscar la el desarrollo cuando al mismo tiempo crea exclusión y extinción de los cultivos ilícitos sin destruir el medio ammiseria para muchos. biente, preferir su erradicación manual, proteger los ríos, salvaguardar al campesino mediante la posibilidad de Los “criterios claros” para el desarrollo de que hablaba la cultivos alternativos que ofrezcan oportunidades para la Conferencia Episcopal, hacen referencia a las medidas redención del campo colombiano” 23. que toma una sociedad para garantizar que los pobres

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21 Pastoral para la paz en la actual situación de conflicto armado en Colombia. Declaración final de la Reunión General de Obispos. Bogotá Marzo 13 de 1998. 22 Amartya Sen. Desarrollo y libertad. Editorial Planeta. Barcelona. 2.000. 23 Pronunciamiento de la Conferencia Episcopal a propósito del TLC. 13 de septiembre de 2.004.

Los retos del desarrollo con respecto a las poblaciones que se encuentran en regiones marcadas por cultivos de uso ilícito y en regiones vulnerables desde el punto de vista económico y social son elevar sus niveles de seguridad social, sus potencialidades de obtener ingresos y muy especialmente un empleo de calidad. Acciones subsidiarias son de urgencia pero la clave para que el desarrollo se haga realidad es el trabajo con salarios dignos. Los criterios igualmente tienen que ver con la forma como se asume la globalización en nuestro estilo de desarrollo. Se trata de la forma como influyen los procesos económicos, sociales y culturales de carácter mundial en nuestros procesos internos y el marco en el cual se asumen los derechos y responsabilidades en las relaciones globalizadas. “Vemos cómo los procesos de integración conllevan grandes peligros cuando están basados en una concepción meramente economicista en la que la finalidad está marcada por las leyes del mercado y por la pretensión abierta o velada de fijar un orden económico neo-liberal. Este tipo de integración trae como consecuencia el aumento de las diferencias entre los pobres y los ricos, el desempleo y la competencia injusta. La soberanía y la integridad de la nación podría verse afectada en un tratado de estas características”24 . Ante el hecho de la globalización se impone una revisión de los procesos de desarrollo colombianos de manera que se asuman los retos y el impacto de la libre movilidad de mercancías y el despliegue del capital productivo por medio de las grandes multinacionales, sobre todo del hecho de que el desarrollo se haga sobre capitales

venidos del exterior y que el Estado pierda capacidad reguladora frente a los mismos. La orientación del desarrollo cada vez es menos nacional. Los grandes mecanismos del desarrollo se han desplazado hacia otros centros. Ante esta realidad compleja del cambio en el manejo del desarrollo y de sus finalidades, donde aparece más claramente desvinculado el desarrollo económico de la situación de los pobres de la nación y del bienestar de la población, la Conferencia Episcopal señala: “Para la Iglesia el criterio central es el bien común, que debe primar en la búsqueda de soluciones a las necesidades de nuestro país, y que debe superar los niveles de inequidad y las grandes diferencias entre los sectores más ricos y los pobres” 25

Desarrollo en un mundo globalizado. Si en el pasado el desarrollo no fue suficientemente considerado en función de las personas y en particular en función de los más necesitados, hoy el reto es mayor. Antes el desarrollo fue pensado en función del Estado y muy poco se consideró el desarrollo en términos de su impacto en la vida de las personas, lo que llevó a que la Conferencia Episcopal reclamará la dimensión humana del desarrollo. El proceso de globalización conduce por un camino diverso en el que la concentración de bienes globales puede ser mayor y de allí la urgencia de seguir pensando y revisando las transformaciones del estilo de desarrollo que más conviene para la paz y para el bienestar de los más necesitados.

24 Pronunciamiento de la Conferencia Episcopal a propósito del TLC. 13 de septiembre de 2.004. 25 Pronunciamiento de la Conferencia Episcopal a propósito del TLC. 13 de septiembre de 2.004.

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La Organización Mundial del Comercio ha debatido estos temas y con mucha esperanza se recibió en su momento la declaración de DOHA, noviembre de 2.001, cuando se plantearon los retos de dar un tratamiento especial y diferenciado a los países en desarrollo. Allí se abrió una perspectiva importante dentro de la lucha contra la miseria y por el desarrollo. Pero los avances son pocos y tal como dijeron los líderes mundiales en las Naciones Unidas: “el hambre no da espera!”. Las rondas siguientes a la de DOHA no han dado los resultados esperados y se han convertido en grandes desilusiones para quienes esperaban avances positivos en la lucha contra la desigualdad global. La declaración de la Conferencia Episcopal sobre el TLC muestra sectores que requieren especial cuidado cuando se habla de la globalización como el agrícola, el laboral y la cultura: “nuestro pueblo tiene un patrimonio cultural con múltiples valores, expresiones y símbolos que deben ser protegidos en toda relación internacional. En particular nos parece importante el sector educativo”. Estos temas requieren ser revisados no sólo en el tratado con los Estados Unidos sino en el conjunto de las relaciones de globalización para asegurar el acceso a la educación, la vida digna y el trabajo para los colombianos en un mundo que cada día exige mayor integración en todos los terrenos. La declaración del Episcopado reconoce ese aspecto, si la finalidad es el bienestar de la población: “es muy positivo que se busque la integración entre los pueblos para un mayor bienestar de los ciudadanos y en la perspectiva de dar mayor respuesta a la aspiración de que todos lleguemos a ser una sola familia humana. El acercamiento y mayores relaciones entre los

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pueblos conducen a una mayor integración cultural. Simultáneamente abre las puertas para el crecimiento de la producción y de la riqueza, se suprimen barreras, se desarrolla la ciencia y se crean mejores condiciones de vida”. El desarrollo, tal como ha sido propuesto en los documentos del Episcopado, supone que las personas tienen los espacios y medios para desarrollar sus potencialidades, que pueden ser productivas, que tienen posibilidades de tal manera que pueden realizar su creatividad y alcanzar niveles de vida dignos. El ingreso a un mundo globalizado no puede perder ese norte humano. Por otro lado, la consecución de la paz tiene que ver con este marco en el cual los seres humanos tienen acceso a la educación, obtienen ingresos que les permitan vivir con dignidad y acceder a la propiedad.

“En nuestro país existe una franja cada vez más amplia de personas que sufren hambre a pesar del potencial alimentario que tenemos. Más del 60% de la población colombiana es pobre y un porcentaje importante de este grupo está en condiciones de riesgo inminente por falta de alimentos. Se trata de una situación escandalosa en un país de vocación eminentemente agrícola” 26

26 La tierra un don de Dios. Por una pastoral rural y de la tierra, No 3. Declaración de la LXXII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano. Julio 2.003.

En 1.997 se marcaron las líneas de compromiso de la Iglesia en Colombia diciendo: “Continuar, por medio del Secretariado Nacional de Pastoral Social, la profundización en las alternativas y posibles soluciones al problema del empobrecimiento. Fortalecer los numerosos programas a nivel local que históricamente han sido expresión del compromiso de la Iglesia en la lucha contra la pobreza en sectores como el rural, promoción de la mujer, educación integral a la juventud, capacitación para el trabajo, promoción de la pequeña empresa y de organizaciones solidarias… Invitar, por medio de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, a organismos nacionales y locales para concertar propuestas que lleguen hasta el diseño de una política estable en Colombia de lucha contra la pobreza, que cuente con amplia participación de todos los sectores de la sociedad civil”. Hay ejemplos de logros que se han alcanzado en este campo. El avance en el país de iniciativas solidarias en distintos terrenos, particularmente en el sector rural muestra perspectivas nuevas en cuanto al desarrollo social. “Las iniciativas de economía solidaria en el campo colombiano están mostrando un modelo de desarrollo capaz de generar posibilidades de acceso a los servicios y recursos para todos. Son numerosas las comunidades rurales organizadas en actividades productivas de carácter solidario que le dan al país un motivo de esperanza”27 .

Lecciones aprendidas. Algunos de los aprendizajes del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana en la promoción del desarrollo humano integral se pueden sintetizar en los siguientes:

Impulsar y comprometerse con procesos comunitarios que superen los proyectos de mediano y corto plazo. Hay que buscar que las comunidades involucradas mejoran su calidad de vida a largo plazo. Esto significa que la evaluación de un proceso mira hacia las personas, hacia la realización de sus potencialidades y capacidades y no se queda en indicadores cuantitativos de crecimiento o resultados sólo en el plano productivo. El proceso de largo plazo es el que asegura que se va más allá de la ejecución de presupuestos contemplados en propuestas inmediatas. La fase de sensibilización debe crear el compromiso con un proceso más que con un proyecto de corto plazo. La sensibilización juega un papel fundamental en la creación de mecanismos que aseguren todo el proceso. El proceso debe hacer parte de una propuesta integral que abarca educación, formación en valores, productividad, desarrollo psicosocial, impulso a formas de asociación comunitaria. La labor investigativa por parte del equipo animador apoya el crecimiento de la comunidad y la identificación de sus necesidades, aspiraciones y posibilidades de que el proyecto conduzca al desarrollo humano integral de todos. En este sentido el proceso busca identificar los liderazgos ya existentes en las comunidades y las capacidades de cada integrante de las mismas para potenciarlas. Cuanto más pueda un proceso involucrar diferentes instituciones y organizaciones que aportan al desarrollo de la comunidad en salud, educación, recreación, crédito, capacitación, etc, más sostenibilidad tiene el proceso. Trabajar en redes. Esto implica identificar las redes existentes en las comunidades y que se encuentran latentes

27 La Tierra: un don de Dios. Por una pastoral rural y de la tierra, No 5. Declaración de la LXXV Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano. Julio 2.003.

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en las mismas para potenciarlas y ponerlas en contacto con otras redes de manera que desde las mismas se apoyen los procesos comunitarios. Las redes comunitarias tienen la posibilidad de apoyar el desarrollo de cada persona involucrada en la comunidad. Existen redes informales existentes en las comunidades que pueden jugar un papel muy positivo si encuentran los medios y el reconocimiento para aportar al proceso.

El proceso debe hacer parte de una propuesta integral que abarca educación, formación en valores, productividad, desarrollo psicosocial, impulso a formas de asociación comunitaria.

La metodología de trabajo en redes ha dado resultados muy positivos en la inclusión social de sectores con problemas de desarrollo humano serios y viviendo en condiciones de marginalidad total. El apoyo a estos sectores vulnerables deja de ser un asunto individual y se convierte en un programa para la comunidad que incluye acogida, escucha, acompañamiento y promoción. Muchas personas reciben capacitación y formación desde distintas iniciativas que llegan a las comunidades pero en muchos casos no tienen seguimiento y esos espacios quedan en aprendizajes individuales sin un impacto comunitario o personal significativo. El acompañamiento y asesoría a largo plazo hacen la diferencia, creando espa-

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cios para una mayor creatividad y para asegurar que los conocimientos sean llevados a la práctica en la vida de la comunidad. Facilitar la cooperación comunitaria. Este paso significa hacer que cada persona pueda involucrarse en el proceso y asociarse con otros para lograr metas comunes. La tendencia en muchos casos es al individualismo y a la ganancia personal. El proceso en términos de desarrollo humano supone la creación de formas asociativas o el fortalecimiento de las ya existentes para que estas puedan entrar en las redes comunitarias y aportar a los procesos en forma constructiva. Transparencia y eficiencia en los procesos comunitarios. Un proceso de formación en los procedimientos de formulación y evaluación de propuestas implica el conocimiento de los planes locales y regionales que pueden fortalecer el proceso para hacerlo más eficiente, buscar acuerdos con otras instituciones y capacitación en el manejo de recursos para que se haga de manera transparente y pueda haber rendición de cuentas a la comunidad y a los interesados. Capacitaciones adecuadas. El proceso de formación en sectores vulnerables particularmente, requiere visión para que se trate de procesos “aterrizados” que contemplen una evaluación previa de las posibilidades de que esa comunidad pueda ejercer lo que las capacitaciones proponen o si se trata de capacitaciones en el plano productivo, se hagan los estudios socioeconómicos indicados. El proceso va a tener mejores resultados en la medida en que las capacitaciones involucren la cultura y los referentes locales y regionales, es decir que se trate de

metodologías que parten de la forma de comprender, representar y relacionarse localmente. El elemento cultural no puede desconocerse en el proceso dado que es la plataforma desde la cual se puede partir para asegurar la sostenibilidad. Equipos cualificados. El equipo responsable de animar el proceso debe tener claridad sobre su tarea: animar y hacerlo profesionalmente. Animación es impulsar y facilitar el aprendizaje de la comunidad, pero requiere reconocer los tiempos y los ciclos que se requieren localmente, es comprender integralmente la forma como se puede incentivar el compromiso de la comunidad en todas sus dimensiones. El equipo animador es al mismo tiempo animado en su creatividad por la comunidad que participa en el proceso. La animación es una posición que podemos calificar de clave en un proceso que busca el desarrollo de todas las personas porque parte de la identificación de las potencialidades, conocimientos, aportes y capacidades de cada persona para construir desde allí creativamente. El equipo tiene que tener la humildad y la sabiduría propias del animador que no lo sabe todo ni pretende hacerlo todo. No hay “beneficiarios del proceso” sino participantes del mismo que aportan creativamente. Animación implica la puesta en ejecución de la planeación participativa para asegurar que cada día se dan pasos nuevos y que el proceso va cualificando los avances que se dan. El animador no planifica sólo, lo hace comunitariamente y evalúa en forma participativa. No hay un “equipo”, la metodología es de “equipos” que trabajan juntos.

tos. A lo largo de los procesos es fundamental el asumir los aportes y observaciones de cada participante y consignarlas por escrito para ser tenidas en cuenta en la sistematización de la experiencia. Esto permite que unos procesos enriquezcan a otros y los fortalezcan e incluso que entren en contacto y se de el intercambio entre los integrantes de experiencias en distintas regiones. El diálogo que se ha propiciado desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social entre integrantes de equipos regionales ha dejado grandes lecciones y ha abierto el camino a nuevas experiencias. El camino de la sistematización exige estar atentos a la retroalimentación que pueden brindar todas las instituciones y personas involucradas. “La capacitación nos ha enseñado que no vamos a vivir resentidos y como rechazados. Hemos aprendido a valorar al compañero, a buscar alternativas de trabajo” testimonio de Nuri en el programa para la incubación de proyectos productivos para la población desplazada.

Sistematizar. Es importante evaluar las experiencia, aprender lecciones y mejorar procesos y procedimien-

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ANEXO 5 Segundo tema de trabajo

Arriba la colombianidad “Echar un vistazo” TALLER

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¡A lo que vinimos! Actividad: la brújula 28 . Materiales: Brújula y fotocopias con las preguntas. Tiempo: Una hora y media aproximadamente. Descripción de la actividad: A los y las participantes se les da una breve explicación sobre el manejo de la brújula y sobre la búsqueda de las pistas. Todos los grupos (8 de a 6) tomaran las coordenadas de la misma, el área se delimitará con una cuerda donde se encierre el diámetro aproximadamente de 3 mts. A esta área solo ingresará una persona del equipo cada vez que vaya a tomar una nueva coordenada, la idea es que no siempre sea la misma. Cada grupo tendrá un rumbo diferente para sus pistas. • Base 1: “QUE ES EL DESARROLLO PARA MI” Cada participante debe hacer una lista de cómo entiende el desarrollo.

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28 Proyecto: Hacia una Cultura de Paz. Caritas Suiza y Caritas Colombia. Adaptación de Actividades Experienciales, Escuela Cultura de Paz. Regional Tolima Grande 2008.

• Base 2: “CUAL ES EL SENTIDO QUE TIENE EL DESARROLLO EN MI PROPIA VIDA” Cada participante debe identificar cuales han sido los momentos en los que se ha visto afectado su desarrollo. • Base 3: “CUAL ES EL SENTIDO DEL DESARROLLO EN MI VIDA” Si tuvieras la oportunidad de ser elegida (o) como gobernante de tu ciudad o comunidad ¿Qué crees que harías por la gente frente a su desarrollo? • Base 4: “JERARQUIZAR LOS PROPÓSITOS” De acuerdo al listado de la base 1, jerarquice 6 de ellos, teniendo en cuenta que el primero es prioridad. • Base 5: “CREATIVIDAD PARA ELEGIR ESTRATEGIAS QUE PROPICIEN UN BUEN TRABAJO HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ DESDE EL DESARROLLO” Como te sueñas un plan de desarrollo para tu comunidad o municipio. • Base 6: “VISIÓN Y RUMBO” Piensa en cuanto te has comprometido y hasta donde piensas hacerlo a través de tu participación en la construcción de paz. Escríbelo! • Base 7: “MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN” Con otros compañeros de tu equipo, expresen a través de lo que cada uno piense que estrategias se deben asumir frente al desarrollo que cada quien debe asumir para propiciar escenarios de paz.

“Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo). El facilitador (a) intencionan la discusión con el grupo completo una vez que los grupos hayan vuelto a sus asientos, involúcrelos en la exposición de los planes de desarrollo, realizados en la base 5 de la actividad, a partir de las siguientes preguntas:

• ¿Qué es un plan de desarrollo? • ¿Cuáles son las mayores necesidades de la comunidad que se plasman en un plan de desarrollo? • ¿Qué características son necesarias para la elaboración de un plan de desarrollo? “Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). Otros elementos adicionales para la discusión sobre desarrollo es abordar las perspectivas sobre las cuales se evidencia, por ejemplo la social, política, económica, cultural, ambiental, entre otras que son argumento para la comprensión de las dinámicas locales, municipales, departamentales y nacionales. El facilitador (a) explorará los preconceptos que existen frente a estas perspectivas con el fin de descubrir nuevos retos en materia de desarrollo.

• Base 8: “METAS Y PLAZOS” • Finalmente expongan su plan de desarrollo para socializarlo en el momento de retroalimentación de la actividad con el resto del grupo.

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“Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos). Después de suscitar escenarios de retroalimentación conceptual en torno al tema del desarrollo, se debe llegar a compromisos reales del cómo cada quien aporta a su desarrollo personal, familiar, comunitario y social, ello partiendo del hecho de que los conceptos hayan quedado claros y entendidos. El facilitador (a) invitará a los y las participantes a que de forma individual cada quien escriba una lista de compromisos para consigo mismo (a). “Del dicho al hecho” (Concluyendo). El facilitador (a), realizará un recorrido por la jornada de trabajo con el fin de recoger impresiones y experiencias significativas al interior del ejercicio, allí se pretende rescatar la importancia del desarrollo y sus perspectivas, esta retroalimentación se hará con la participación de todas y todos.

¿Diciendo y haciendo? Una vez terminada la jornada de trabajo, es necesario que los y las participantes hagan un plan de multiplicación y replica de lo que han reflexionado y aprendido con sus grupos o comunidades de trabajo: ¿Por qué es importante los planes de desarrollo?, ¿Para qué?, ¿Cuándo se hacen?, ¿Con quién se hacen?

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No deben olvidar que nuestra misión es la dignificacion del ser humano y el camino: su conversión y transformación integral.

Evaluemos Por medio de una técnica verbal o escrita, el o la facilitadora evaluará con todos y todas las participantes la temática, metodología, participantes, lugar de reunión, facilitador, espiritualidad, etc. No olvidar elaborar la bitácora del trabajo realizado y sistematizar los aportes de los participantes.

ANEXO 6 Segundo tema de trabajo

Arriba la colombianidad “Echar un vistazo” TALLER

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¡A lo que vinimos! Actividad: descubriendo mis necesidades Tiempo: 45 minutos. Material: Hojas blancas, lapiceros y marcadores de colores. Descripción de la actividad: A los y las participantes se les da una introducción al ejercicio teniendo como punto de partida que los objetivos de la actividad se enmarcan en el descubrimiento de las motivaciones personales frente a la autogestión y sensibilizar a los y las participantes en que el desarrollo debe ser auténtico, debe ser integral y que para ser integral, deberán dar un paso de condiciones de vida menos humanas a condiciones mas humanas.

• El facilitador (a) solicita a los y las participantes que

identifiquen a nivel individual cuáles son los elemen-

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tos o hechos que les proporcionan desarrollo en la familia, el trabajo y la sociedad (cinco por lo menos en cada área), y que lo expresen por escrito. • El siguiente paso es formar equipos de 4 o 5 personas pidiéndoles que lleguen a conclusiones subgrupales y que las escriban, de tal manera que al terminar se observen en lugares visibles. • El facilitador (a) pasará a tabular según las jerarquías anteriormente escritas. • Se propicia la reflexión y se trata de llegar a conclusiones. • El facilitador (a) guiará un proceso para que el grupo analice, como se puede aplicar lo aprendido en su vida. “Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo). El facilitador (a) intencionan la discusión con el grupo completo una vez que los grupos hayan vuelto a sus asientos, es importante que en esta actividad se especifique como a partir de prioridades y necesidades personales se puede tener claro el concepto de desarrollo, puesto que las personas como las sociedades tienen necesidades de desarrollo. Sin embargo, las comunidades y países mas pobres, se denominan “en vía de desarrollo” por sus carencias económicas, políticas, culturales, ambientales y sociales. Estos aspectos se deben tener en cuenta porque el desarrollo es un proceso integral que tiene como eje principal el ser humano. Para que este debate sea equilibrado, armónico y de

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herramientas de crecimiento a hombres y mujeres, deben plantearse tres preguntas: • ¿Cuál es la relación del hombre con su origen o con su última finalidad? • ¿Cuál es la relación de los seres humanos entre si? • ¿Cuál es la relación del hombre con el universo? “Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). Lo anterior significa que un proceso de desarrollo que atente contra otros grupos humanos, que destruya la naturaleza, o que genere dinero pero no bienestar, no se podría considerar como un verdadero desarrollo. El facilitador (a) explorará las repuestas a las preguntas anteriormente expuestas, con el ánimo de descubrir nuevos retos en materia de desarrollo. “Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos). Después de suscitar escenarios de retroalimentación conceptual en torno al tema del desarrollo, se debe llegar a compromisos reales del como cada quien aporta a su desarrollo personal, familiar, comunitario y social, ello partiendo del hecho de que los conceptos hayan quedado claros y entendidos. El facilitador (a) invitará a los y las participantes a que de forma individual cada quien escriba una lista de compromisos para consigo mismo (a).

“Del dicho al hecho” (Concluyendo). El facilitador (a), realizará un recorrido por la jornada de trabajo con el fin de recoger impresiones y experiencias significativas al interior del ejercicio, allí se pretende rescatar la importancia del desarrollo, esta retroalimentación se hará con la participación de todas y todos.

¿Diciendo y haciendo? Una vez terminada la jornada de trabajo, es necesario que los y las participantes hagan un plan de multiplicación y replica de lo que han reflexionado y aprendido con sus grupos o comunidades de trabajo: ¿Por qué es importante el equilibrio para el desarrollo?, ¿Para qué?, ¿Cuándo se hace evidente?, ¿A quiénes afecta positiva y negativamente? No deben olvidar que nuestra misión es la dignificación del ser humano y el camino: su conversión y transformación integral.

Evaluemos Por medio de una técnica verbal o escrita, el facilitador (a) evaluará con todos y todas las participantes la temática, metodología, participantes, lugar de reunión, facilitador, espiritualidad, etc. No olvidar elaborar la bitácora del trabajo realizado y sistematizar los aportes de los participantes.

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¡Entendamos que ! 29

P

ara Amartya Sen la perspectiva de la libertad, desde el desarrollo exige la eliminación de las principales fuentes de privación de libertad: la pobreza y la tiranía, la escasez de oportunidades económicas y las privaciones sociales sistemáticas, el abandono en que pueden encontrarse los servicios públicos y la intolerancia o el exceso de intervención de los estados represivos. Con relación a los fines y los medios del desarrollo, en su explicación de la libertad, afirma que: en las visiones más estrictas del desarrollo (que se basan en el crecimiento del PNB o en la industrialización), suele preguntarse si la libertad de participación y disensión políticas «contribuye o no al desarrollo» (...) Una persona que no pueda expresarse libremente o participar en las decisiones y los debates públicos, aunque sea muy rica carece de algo que tiene razones para valorar: • La pobreza debe concebirse como la privación de capacidades básicas y no meramente como la falta de ingresos. • El hambre está relacionada no solo con la producción de alimentos y la expansión de la agricultura, sino también con el funcionamiento de toda la economía e –incluso en términos más generales—con el funcionamiento de las instituciones políticas y sociales que pueden influir directamente en la capacidad de los individuos para adquirir alimentos y para gozar de salud y alimentarse. • La cuestión de la democracia también guarda una estrecha relación con otro aspecto cultural que ha sido objeto de una cierta atención justificada. Es el abrumador poder de la cultura y del estilo de vida occidentales para socavar los modos de vida y las costumbres sociales tradicionales. • La política de consenso social, no solo requiere que las decisiones se basen en preferencias individuales dadas, sino también que las decisiones sociales sean sensibles al desarrollo de las referencias y normas individuales. En este contexto, hay que conceder especial importancia al papel del debate público y de las interacciones sociales en la formación de unos valores y compromisos compartidos.

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29 Desarrollo y Libertad. Amartya Sen. Editorial Planeta. Barcelona Mayo de 2000. ISBN. 970-690-142-6.

Tercer tema de trabajo Volando Juntos “Del dicho al hecho”

TALLER

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Libertad: seguridad y bien común “… En tal situación fácilmente se apartan de lo que es su cometido específico, que es el de asegurar los justos derechos de los hombres, del trabajo en el marco del bien común de la sociedad entera, y se convierten en cambio, en un instrumento de presión para realizar otras finalidades”30 “En el ejercicio del poder político es fundamental aquel espíritu de servicio, que, unido a la necesaria competencia y eficiencia, es el único capaz de hacer «transparente» o «limpia» la actividad de los hombres políticos, como justamente, además, la gente exige. Esto urge la lucha abierta y la decidida superación de algunas tentaciones, como el recurso a la deslealtad y a la mentira, el despilfarro de la hacienda pública para que redunde en provecho de unos pocos y con intención de crear una masa de gente dependiente, el uso de medios equívocos o ilícitos para conquistar, mantener y aumentar el poder a cualquier precio”. Juan Pablo II. Christifideles Laici no. 42 30 Juan Pablo II, Carta Enc. Laborem Exercens, 20: AAS 73(1981) 631.

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Objetivo: Acercarse al concepto de seguridad y bien común como acto de conciencia de ser pueblo de Dios en el mundo, lo cual conlleva a la necesidad de encontrarnos con difíciles situaciones en el orden económico, político, cultural, social y religioso, que lastima la dignidad inalienable de la persona humana.

dar inicio a la tercera jornada de trabajo con una actividad que hará replantear en cada participante cómo entiende la seguridad de su comunidad a través del bien común. Se sugiere que el facilitador (a) disponga el espacio de tal forma que la actividad se pueda hacer de manera reflexiva, el objetivo es retroalimentar aprendizajes.

• Entender la realidad de los pueblos y comunidades ¡A lo que vinimos! suponen el reconocimiento de derechos a ser tratados con dignidad e igualdad. La existencia de los pobres, los excluidos, los desempleados, los desplazados, los campesinos sin tierra, los que buscan sobrevivir en las redes de la economía informal y todos los que se ven privados de su vida digna, víctimas de estructuras sociales que les cierran las puertas al ejercicio de sus derechos individuales y sociales.

Ruta pedagógica: Bienvenidos y bienvenidas: Después de hacer la convocatoria pública, se preparará y ambientará el lugar de reunión. Para iniciar, realizar un momento de oración y vivencia espiritual anexo a una dinámica de integración y acercamiento entre los particulares.

¿Quiénes somos? Como punto de partida los facilitadores (as) podrán

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A continuación de la lectura dispondremos el grupo a realizar la siguiente actividad “El Diario de mi vida31” donde el objetivo es, ayudar a que los y las participantes compartan sus sentimientos acerca de si mismos frente a su inclusión en tema de seguridad y bien común.

Actividad: el diario de mi vida. Tiempo: 30 minutos. Materiales: A cada participante se le entrega medio pliego de papel periódico y se pondrán a disposición los marcadores. Cada uno debe construir un diario que refleje aspectos de su vida. Descripción de la actividad: Los participantes deben construir un diario personal que contengan las siguientes características.

31 Proyecto: Hacia una Cultura de Paz. Caritas Suiza y Caritas Colombia. Adaptación de Actividades Experienciales, Escuela Cultura de Paz. Regional Tolima Grande 2008.

• FRASE DEL DÍA: Escribir una frase con la cual cada uno(a) identifique lo que es la seguridad y el bien común. • TÍTULO: Aquí escribirán el título que cada participante crea conveniente para su diario desde los conceptos que se vienen trabajando. • FECHA: Escriba una fecha significativa en cuanto usted hizo algo que marcó su vida y la de otras personas. • NOTICIA PRINCIPAL: Un acontecimiento que haya marcado su vida y en la que a cada uno(a) le hayan vulnerado su libertad. • TIRAS CÓMICAS: Aquí se debe dibujar un símbolo, un animal u objeto con el cual cada uno se identifica y que describa lo que es la libertad. • CLASIFICADOS: Vender, cambiar, permutar, comprar (Ejemplo: Compro libertad a cambio de buenas obras)……. • A FUTURO: Qué espero hacer por el bien común y la seguridad de mi comunidad.

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“Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo).

“Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos).

Finalizada la construcción individual se dará un espacio para socializar algunos de los diarios mediante la exposición de los mismos al estilo galería. Esto permitirá identificar algunos elementos conceptuales frente a los valores de la seguridad y bien común.

Después de suscitar escenarios de debate y retroalimentación conceptual en torno al tema de la seguridad y el bien común, se debe llegar a compromisos reales para poder materializarlos en su comunidad, ello partiendo del hecho de que los conceptos hayan quedado claros y entendidos (Anexo 7). El o la facilitadora invitará a los y las participantes a que de forma individual cada quien escriba una lista de compromisos de cómo liberarse de ataduras que le impiden crecer en Cristo y con su prójimo, allí evidenciará los resultados del trabajo realizado y hará compromisos de asumir responsabilidades con si mismo (a) y con los demás.

Algunas preguntas para compartir:

• ¿Cuál fue su impresión mientras construía el diario

de su vida? • ¿Qué claridades tiene sobre los conceptos? • ¿Qué sentimientos experimentó durante todo el proceso? • ¿Cómo relaciona la actividad con el tema de seguridad y bien común? • ¿Qué relación tiene el bien común y la seguridad con la libertad? • ¿Qué representa el diario en su vida? ¿Explique? “Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). A partir de las preguntas anteriores, cada participante contará voluntariamente su experiencia a la vez que da respuesta a la pregunta planteada, es importante que se hable desde la experiencia individual. El objetivo es ver cómo cada percepción va cambiando de acuerdo a las experiencias de vida de cada quien.

“Del dicho al hecho” (Concluyendo). El o la facilitadora, realizará un recorrido por la jornada de trabajo con el fin de recoger impresiones y experiencias significativas al interior del ejercicio, allí se pretende rescatar la importancia de la libertad como camino hacia la seguridad y el bien común en nuestra vida, esta retroalimentación se hará con la participación de todas y todos. Las experiencias que hayan dejado huella se dejarán como modelo a seguir, aquí también quien quiera podrá leer la lista de compromisos que anteriormente realizó.

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¿Diciendo y haciendo? Una vez terminada la jornada de trabajo, es necesario que los y las participantes hagan un plan de multiplicación y réplica de lo que han reflexionado y aprendido con sus grupos o comunidades de trabajo: ¿Por qué es importante ser libres?, ¿Qué me ata?, ¿Qué me libera? No deben olvidar que nuestra misión es la dignificación del ser humano y el camino; su conversión y transformación integral.

Evaluemos Por medio de una técnica verbal o escrita, el o la facilitadora evaluará con todos y todas las participantes la temática, metodología, lugar de reunión, espiritualidad, etc. No olvidar elaborar la bitácora del trabajo realizado y sistematizar los aportes de los participantes.

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ANEXO 7 Doctrina social de la iglesia sobre temas políticos 32 La importancia de la participación ciudadana en la vida política, valor de la vida democrática: Mientras que la vida democrática aparece a veces desacreditada y abandonada, principalmente por los más jóvenes, la Iglesia reitera su estima por el sistema democrático: “La Iglesia respeta la legítima autonomía del orden democrático; pero no posee título alguno para expresar preferencias por una u otra solución institucional o constitucional. La aportación que ella ofrece en este sentido es precisamente el concepto de la dignidad de la persona, que se manifiesta en toda su plenitud en el misterio del Verbo encarnado”. Juan Pablo II, Centesimus Annus no. 47 Valor del compromiso político al servicio del bien común: De la misma manera, la Iglesia considera en gran estima las responsabilidades políticas:

“La Iglesia tiene en gran consideración y estima la actividad de aquellos que se dedican al bien de la cosa pública y aceptan las cargas de este oficio”. Vaticano II, Gaudium et Spes no. 75-1 Llamado a los responsables políticos para un compromiso desinteresado: La Iglesia llama a los responsables políticos a comprometerse con un verdadero espíritu de servicio: Más allá de las dificultades, un llamado al compromiso ciudadano de cada uno: La Iglesia considera que los frecuentes desvíos dentro de la vida política no justificarán nunca una dimisión del rol ciudadano, principalmente de parte de los cristianos: “Las acusaciones de arribismo, de idolatría del poder, de egoísmo y corrupción que con frecuencia son dirigidas a los hombres del gobierno, del parlamento, de la clase dominante, del partido político, como también la difundida opinión de que la política sea un lugar de necesario peligro

32 Traducción de la Dimensión de Fe y Política de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social. Documento original del francés: L’Eglise et les élections présidentielles, publicado electrónicamente entre marzo y abril del 2007 por MG de la Diócesis de Gap, Francia, con motivo de las elecciones presidenciales en Francia. Para ver texto original: http://www.diocesedegap.com

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moral, no justifican lo más mínimo ni la ausencia ni el escepticismo de los cristianos en relación con la cosa pública”. Juan Pablo II, Christifideles Laicino. 42 Valor e importancia del voto: En consecuencia, la Iglesia llama a cada uno a asumir su parte en el “juego democrático”, principalmente en el ejercicio de su derecho al voto: “Recuerden, por tanto, todos los ciudadanos el derecho y al mismo tiempo el deber que tienen de votar con libertad para promover el bien común”. Vaticano II, Gaudium et Spes no. 75-1

Los valores son igualmente la fuente del mundo del mañana: “Se puede pensar con toda razón que el porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar”. Gaudium et Spes no. 31-3

Un fundamento: La persona humana El hombre: “cuerpo y alma de la sociedad” ¡todos los hombres y cada hombre! En el corazón de todo proyecto social, el hombre debe tener el primer lugar:

“Es necesario observar que, si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia”.

“¡todos los hombres y cada hombre!” “La índole social del hombre demuestra que el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la propia sociedad están mutuamente condicionados, porque el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana, la cual, por su misma naturaleza, tiene absoluta necesidad de la vida social. La vida social no es, pues, para el hombre sobrecarga accidental. Por ello, a través del trato con los demás, de la reciprocidad de servicios, del diálogo con los hermanos, la vida social engrandece al hombre en todas sus cualidades y le capacita para responder a su vocación”.

Juan Pablo II, Centesimus Annus No. 46

Vaticano II, Gaudium et Spes no. 25-1

Los valores fundamentales que la Iglesia llama a colocar en el corazón de todo proyecto social, la importancia de los valores: Una democracia viviente debe tener valores:

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La convicción de la Iglesia es que esto se aplique particularmente en el dominio de la vida económica: “También en la vida económico-social deben respetarse y promoverse la dignidad de la persona humana, su entera vocación y el bien de toda la sociedad. Porque el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico- social”. Vaticano II, Gaudium et Spes no. 63 Los Derechos Humanos: Por lo tanto, consciente del valor inestimable de todo hombre, de toda vida humana, la Iglesia recuerda sin rodeos todas las violaciones de la dignidad humana que ella misma denuncia y reprueba: “Cuanto atenta contra la vida -homicidios de cualquier clase, genocidios, aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado-; cuanto viola la integridad de la persona humana, como, por ejemplo, las mutilaciones, las torturas morales o físicas, los conatos sistemáticos para dominar la mente ajena; cuanto ofende a la dignidad humana, como son las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; o las condiciones laborales degradantes, que reducen al operario al rango de mero instrumento de lucro, sin respeto a la libertad y a la responsabilidad de la persona humana: todas estas prácticas y otras parecidas

son en sí mismas infamantes, degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador”. Vaticano II, Gaudium et Spes no. 27-3

Los valores fundamentales de una sociedad humana: El bien común: En la base de todo el esfuerzo de construcción de la comunidad humana la Iglesia coloca el principio del bien común: “La interdependencia, cada vez más estrecha, y su progresiva universalización hacen que el bien común -esto es, el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia, perfecciónese universalice cada vez más, e implique por ello derechos y obligaciones que miran a todo el género humano. Todo grupo social debe tener en cuenta las necesidades y las legítimas aspiraciones de los demás grupos; más aún, debe tener muy en cuenta el bien común de toda la familia humana”. Gaudium et Spes no. 26

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El destino universal de los bienes: A fin de promover un acceso equilibrado de la propiedad privada, la cual no es absoluta y de fomentar la solidaridad entre los hombres, la Iglesia establece el principio del destino universal de los bienes: “El reciente Concilio lo ha recordado: «Dios ha destinado la tierra y todo lo que en ella se contiene, para uso de todos los hombres y de todos los pueblos, de modo que los bienes creados deben llegar a todos en forma justa, según la regla de la justicia, inseparable de la caridad»[16] Todos los demás derechos, sean los que sean, comprendidos en ellos los de propiedad y comercio libre, a ello están subordinados: no deben estorbar, antes al contrario, facilitar su realización, y es un deber social grave y urgente hacerlo volver a su finalidad primaria”. Paulo VI, Populorum Progressio no. 22 La Solidaridad: Consecuencia directa del principio del destino universal de los bienes, la Iglesia llama a todos los hombres a la solidaridad hacia todos los miembros de la familia humana: “La solidaridad no es un sentimiento de compasión vaga o de ternura superficial por los que sufren tanto por parte de personas cercanas como lejanas. Al contrario es la firme y perseverante determinación

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de trabajar por el bien común, es decir por el bien de todos y cada uno ya que todos nosotros somos verdaderamente responsables de todos”. Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Sociales no. 38 “La solidaridad nos ayuda a ver al « otro » —persona, pueblo o Nación—, no como un instrumento cualquiera para explotar a poco coste su capacidad de trabajo y resistencia física, abandonándolo cuando ya no sirve, sino como un « semejante » nuestro, una « ayuda » (cf. Gén 2, 18. 20), para hacerlo partícipe, como nosotros, del banquete de la vida al que todos los hombres son igualmente invitados por Dios”. Juan Pablo II. Sollicitudo Rei Sociales no. 39. Como verdad fundamental de la vida social ésta solidaridad debe ejercerse a todos los niveles: “Los problemas socio-económicos no pueden ser resueltos sin la ayuda de todas las formas de solidaridad: solidaridad de los pobres entre ellos mismos, de los ricos y de los pobres, de los trabajadores entre ellos, de los empleadores y los empleados dentro de las empresas, solidaridad entre las naciones y entre los pueblos. La solidaridad internacional es una exigencia de orden moral. La paz del mundo depende en parte de ella”. Catecismo de la Iglesia Católica no. 1941.

Subsidiaridad: El principio de subsidiaridad compromete a cada miembro de la sociedad humana a reconocer a los agentes de quienes es la responsabilidad en tanto en cuanto tienen capacidad de autonomía propia que debe ser favorecida y defendida: “Dios no ha querido retener para Él sólo, el ejercicio de todos los poderes. Entrega a cada persona las funciones que es capaz de realizar, conforme las capacidades de su propia naturaleza. Este modo de gobierno debe ser imitado en la vida social. El comportamiento de Dios en el gobierno del mundo, que manifiesta tanto respeto a la libertad humana, debe inspirar la sabiduría de aquellos que gobiernan las comunidades humanas. Ellos deben comportarse como ministros de la providencia divina. El principio de subsidiaridad [...] traza los límites de la intervención del Estado, apunta a armonizar las relaciones entre los individuos y las sociedades. Tiende a instaurar un verdadero orden internacional”. Catecismo de la Iglesia Católica 1883-1885 Participación: Así, mientras que surgen nuevas ideas en vista de una participación más activa de los ciudadanos en todos los niveles, la Iglesia quiere repetir su adhesión al principio de la participación de todos en las decisiones, incluyendo a los más desfavorecidos. La Iglesia hace

un llamado a no tener miedo de la implicación de las mayorías en los asuntos públicos: “Es necesario por ello estimular en todos la voluntad de participar en los esfuerzos comunes. Merece alabanza la conducta de aquellas naciones en las que la mayor parte de los ciudadanos participa con verdadera libertad en la vida pública. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, la situación real de cada país y el necesario vigor de la autoridad pública. Para que todos los ciudadanos se sientan impulsados a participar en la vida de los diferentes grupos de integran el cuerpo social, es necesario que encuentren en dichos grupos valores que los atraigan y los dispongan a ponerse al servicio de los demás” Gaudium et Spes no. 31-3 “Es perfectamente conforme con la naturaleza humana que se constituyan estructuras políticojurídicas que ofrezcan a todos los ciudadanos, sin discriminación alguna y con perfección creciente, posibilidades efectivas de tomar parte libre y activamente en la fijación de los fundamentos jurídicos de la comunidad política, en el gobierno de la cosa pública, en la determinación de los campos de acción y de los límites de las diferentes instituciones y en la elección de los gobernantes”. Vaticano II Gaudium et Spes no. 75-1

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Justicia, libertad, verdad y amor: Pero todos estos valores no sabrán construir la sociedad humana si no se viven en la justicia, la verdad, la libertad y finalmente el amor: “…la convivencia civil sólo puede juzgarse ordenada, fructífera y congruente con la dignidad humana si se funda en la verdad. […]. Esto ocurrirá, ciertamente, cuando cada cual reconozca, en la debida forma, los derechos que le son propios y los deberes que tiene para con los demás. Más todavía: una comunidad humana será cual la hemos escrito cuando los ciudadanos, bajo la guía de la justicia, respeten los derechos ajenos y cumplan sus propias obligaciones; cuando estén movidos por el amor de tal manera, que sientan como suyas las necesidades del prójimo y hagan a los demás partícipes de sus bienes, y procuren que en todo el mundo haya un intercambio universal de los valores más excelentes del espíritu humano. Ni basta esto sólo, porque la sociedad humana se va desarrollando conjuntamente con la libertad, es decir, con sistemas que se ajusten a la dignidad del ciudadano, ya que, siendo éste racional por naturaleza, resulta, por lo mismo, responsable de sus acciones”.

servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiento que necesite consuelo y ayuda. Siempre habrá soledad. Siempre se darán también situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto al prójimo. (..] Este amor no brinda a los hombres sólo ayuda material, sino también sosiego y cuidado del alma, un ayuda con frecuencia más necesaria que el sustento material. La afirmación según la cual las estructuras justas harían superfluas las obras de caridad, esconde una concepción materialista del hombre: el prejuicio de que el hombre vive « sólo de pan » (Mt 4, 4; cf. Dt 8, 3), una concepción que humilla al hombre e ignora precisamente lo que es más específicamente humano.” Benedicto XV, I Dios es Caridad no 28

“El amor —cáritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor”.

Juan XXIII, Pacem in Terris No. 35 “El amor —cáritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el

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Respecto de “vivir juntos”, de la vida en sociedad, las condiciones de la paz social A la hora en que la violencia sacude los suburbios, la

Iglesia quiere recordar que la fuente primera de la paz social es la justicia social: “La paz como fruto de la justicia. Hoy se podría decir, con la misma exactitud y análoga fuerza de inspiración bíblica (cf. Is 32, 17; Sant 32, 17), la paz es fruto de la solidaridad. El objetivo de la paz, tan deseada por todos, solo se alcanzará con la realización de la justicia social e internacional, y además con la práctica de las virtudes que favorecen la convivencia y nos enseñan a vivir unidos, para construir juntos, dando y recibiendo, una sociedad y un mundo mejor. Encíclica Sollicitudo Rei Socialis, Juan Pablo II, 1987, No. 39 La cultura: Postura esencial de la sociedad, la cultura está en el corazón de las preocupaciones de la Iglesia quien entiende y aporta de una manera decisiva su propia contribución: “Toda la actividad humana tiene lugar dentro de una cultura y tiene una recíproca relación con ella. Para una adecuada formación de esa cultura se requiere la participación directa de todo el hombre, el cual desarrolla en ella su creatividad, su inteligencia, su conocimiento del mundo y de los demás hombres. A ella dedica también su capacidad de autodominio, de sacrificio personal, de solidaridad y disponibilidad para promover el

bien común. Por esto, la primera y más importante labor se realiza en el corazón del hombre, y el modo como éste se compromete a construir el propio futuro depende de la concepción que tiene de sí mismo y de su destino. Es a este nivel donde tiene lugar la contribución específica y decisiva de la Iglesia en favor de la verdadera cultura. Ella promueve el nivel de los comportamientos humanos que favorecen la cultura de la paz contra los modelos que anulan al hombre en la masa, ignoran el papel de su creatividad y libertad y ponen la grandeza del hombre en sus dotes para el conflicto y para la guerra”. Encíclica Centessimus Annus, Juan Pablo II, 1991, no. 51 La Iglesia anhela prevenir a sus contemporáneos a encararse con una cierta cultura “sin Dios” que tiende a universalizarse sin que uno tome conciencia: “La cultura europea da la impresión de ser una apostasía silenciosa por parte del hombre autosuficiente que vive como si Dios no existiera. En esta perspectiva surgen los intentos, repetidos también últimamente, de presentar la cultura europea prescindiendo de la aportación del cristianismo, que ha marcado su desarrollo histórico y su difusión universal. Asistimos al nacimiento de una nueva cultura, influenciada en gran parte por los medios de comunicación social, con características y contenidos que a menudo contrastan con el Evangelio y con la dignidad de

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la persona humana. De esta cultura forma parte también un agnosticismo religioso cada vez más difuso, vinculado a un relativismo moral y jurídico más profundo, que hunde sus raíces en la pérdida de la verdad del hombre como fundamento de los derechos inalienables de cada uno. Los signos de la falta de esperanza se manifiestan a veces en las formas preocupantes de lo que se puede llamar una « cultura de muerte ». Juan Pablo II, Ecclesia in Europa no. 9 El desarrollo humano auténtico no debe ser exclusivamente económico: “Con esto se demuestra que si el desarrollo tiene una necesaria dimensión económica, puesto que debe procurar al mayor número posible de habitantes del mundo la disponibilidad de bienes indispensables para «ser», sin embargo no se agota con esta dimensión… un desarrollo no solamente económico se mide y se orienta según esta realidad y vocación del hombre visto globalmente, es decir, según un propio parámetro interior… Cuando los individuos y las comunidades no ven rigurosamente respetadas las exigencias morales, culturales y espirituales fundadas sobre la dignidad de la persona y sobre la identidad propia de cada comunidad, comenzando por la familia y las sociedades religiosas, todo lo demás — disponibilidad de bienes, abundancia de recursos técnicos aplicados a la vida diaria, un cierto nivel de

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bienestar material— resultará insatisfactorio y, a la larga, despreciable”. Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Sociales nos. 28-29- 33 La justa propiedad privada: Para la Iglesia, la propiedad privada no se puede concebir dentro de una óptica puramente individualista: «Si se pregunta cómo debe ser el uso de los bienes, la Iglesia responderá sin vacilación alguna: “a este respecto el hombre no debe considerar los bienes externos como propios, sino como comunes”... porque “por encima de las leyes y de los juicios de los hombres está la ley, el juicio de Cristo”»…El Concilio Vaticano II ha propuesto de nuevo la doctrina tradicional con palabras que merecen ser citadas aquí textualmente: «El hombre, usando estos bienes, no debe considerar las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás». Juan Pablo II, Centesimus Annus 30

Respecto del trabajo y los salarios El valor del trabajo: El trabajo es regularmente objeto de reevaluación en

cuanto a su pertinencia o su importancia dentro de la vida de los hombres. En este contexto, la Iglesia tiende a repetir su convicción sobre el valor del trabajo humano: “El trabajo es un bien del hombre —es un bien de su humanidad—, porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en un cierto sentido «se hace más hombre». Juan Pablo II, Laborem Exercens no. 9 La verdadera riqueza de una sociedad: su capacidad de compartir: La Iglesia no se cansa de afirmar que la verdadera riqueza de una nación es su capacidad de compartir: “La riqueza económica de un pueblo no resulta solamente de la abundancia global de bienes, sino también y sobre todo de su distribución efectiva según la justicia, en vista de asegurar el desarrollo personal pleno de los miembros de la comunidad, pues este es el fin verdadero de la economía nacional”. Encíclica Mater et Magistra, Juan XXIII, 1961 Un llamado al compromiso decidido de todos y todas:

Es a todos los niveles de la sociedad que la Iglesia llama a un cambio de mentalidad: “Por eso, siguiendo la Encíclica Populorum rogressio del Papa Pablo VI,87 con sencillez y humildad quiero dirigirme a todos, hombres y mujeres sin excepción, para que, convencidos de la gravedad del momento presente y de la respectiva responsabilidad individual, pongamos por obra, —con el estilo personal y familiar de vida, con el uso de los bienes, con la participación como ciudadanos, con la colaboración en las decisiones económicas y políticas y con la propia actuación a nivel nacional e internacional— las medidas inspiradas en la solidaridad y en el amor preferencial por los pobres. Así lo requiere el momento, así lo exige sobre todo la dignidad de la persona humana, imagen indestructible de Dios Creador, idéntica en cada uno de nosotros. En este empeño deben ser ejemplo y guía los hijos de la Iglesia.” Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Sociales 47

Conclusión: Ningún partido hasta este día, parece haberse dado cuenta en conjunto de los principios contenidos en la Doctrina Social de la Iglesia, la cual no aporta ninguna solución técnica concreta respecto a la puesta en práctica de sus principios, pues esto constituye el campo propio de la opción política.

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Corresponde a cada uno pues hacer su elección en conciencia a la vista de las proposiciones de los diferentes candidatos. La Iglesia no puede más que invitar a cada uno a descubrir el “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” que dará nuevamente las llaves para una justa articulación entre la fe en Cristo resucitado y el compromiso concreto en el seno de la vida socio-económica y política. De la misma manera, se incita al mayor número posible a retomar el gran texto del Vaticano II, “La Iglesia en el mundo actual”, así como la Carta a Europa del Papa Juan Pablo II (2003) Finalmente, este es un mensaje de esperanza que la Iglesia quiere dar a todos, consciente que Dios es el Señor del Tiempo y de la Historia. La “civilización del amor” puede arribar dentro del futuro próximo, si todos asumimos nuestras responsabilidades.

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Tercer tema de trabajo Volando Juntos “Del dicho al hecho”

TALLER

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Libertad: la verdad ¡Que el Espíritu de la verdad enseñe a cada uno la verdadera libertad! “Promover la verdad como fuerza de la paz, es emprender un esfuerzo constante para no utilizar nosotros mismos, aunque fuese para el bien, las armas de la mentira. La mentira puede deslizarse solapadamente en todas partes. Para mantener establemente la sinceridad, la verdad con nosotros mismos, hace falta un esfuerzo paciente, decidido, para buscar y encontrar la verdad superior y universal acerca del hombre, a la luz de la cual podremos valorar las diversas situaciones, y a la luz de la cual nos juzgaremos en primer lugar a nosotros mismos y nuestra propia sinceridad” S.S. Juan Pablo II, Mensaje Jornada Mundial por la Paz, 1 Enero de 1980.

Objetivo: Acercarse al concepto de verdad que tiene cada persona y a la forma como cada quien pone en práctica eso que dice y piensa, con el fin de identificar los actos cotidianos de sinceridad y de mentira que cada uno (una) acepta en su vida y sus consecuencias.

Ruta pedagógica: Bienvenidos y bienvenidas: Después de hacer la convocatoria pública, se preparará y ambientará el lugar de reunión. Para iniciar, realizar un momento de oración y vivencia espiritual anexo a una dinámica de integración y acercamiento entre los participantes.

¿Quiénes somos? Como punto de partida los facilitadores (as) seguirán trabajando en el tema de la libertad desde la verdad, con el fin de vernos a sí mismos y entender a los demás. Se sugiere que el facilitador (a) disponga el espacio de tal forma que la actividad se pueda hacer de manera reflexiva, el objetivo es retroalimentar aprendizajes.

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¡A lo que vinimos! A continuación el o la facilitadora dispondrá el grupo a realizar la siguiente actividad, que motiva la búsqueda de la verdad como luz que debe guiar a la necesidad de aceptar y confrontar la realidad del país contribuyendo a partir de una sociedad más auténtica, honesta y transparente. Objetivo: Enseñar el respeto por el pasado y recordar la importancia de la memoria histórica de una comunidad. Actividad: Se divide el grupo en subgrupos, cada subgrupo será responsable de organizar y representar una exposición sobre la paz, la libertad y la verdad, para ello se necesitará que cada subgrupo busque objetos que traigan con ellos o que el o la facilitadora les propicie y que hagan recordar el pasado de sus comunidades. Los objetos pueden ser fotografías, imágenes de revistas o periódicos, libros, pinturas, dibujos, todo lo que evoque momentos históricos o personas que sean significativas dentro de una comunidad. Cada objeto deberá estar acompañado de un texto explicativo (bíblico o conceptual). Tiempo: 60 Minutos Descripción de la actividad: El facilitador (a) comienza leyendo la siguiente cita de Juan 8, 30-32 “Muchos de los que habían escuchado a Jesús creyeron en Él. Jesús dijo entonces a los judíos

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que creían en Él: Ustedes serán mis verdaderos discípulos si guardan siempre mi palabra; entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” Materiales: Objetos varios. “Analizo al Piso” (Reflexionando y compartiendo). Finalizada la construcción grupal se dará un espacio para socializar las representaciones, ello con el fin de buscar diferentes significados de la palabra verdad con respecto a la libertad y como se puede construir paz desde estos escenarios. Algunas preguntas para compartir:

• ¿En cuál momento de sus vidas han sentido la necesidad de la verdad? • ¿Por qué la falta de verdad genera violencia? • ¿Por qué la verdad es necesaria para la paz y la libertad? • ¿En un proceso de paz que función desempeña el esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido? “Comparto y Reparto” (Debatiendo y retroalimentando). A partir de las preguntas anteriores, cada participante contará voluntariamente su experiencia a la vez que

dan respuesta a las preguntas planteadas, es importante que se hable desde la experiencia individual. El objetivo es ver cómo cada percepción va cambiando deacuerdo a las experiencias de vida de cada quien. “Pa tras ni pa tomar impulso” (Decidiendo y comprometiéndonos). Después de suscitar escenarios de debate y retroalimentación conceptual en torno al tema de la verdad, se debe llegar a compromisos reales para poder materializar estos en su comunidad, ello partiendo del hecho de que los conceptos hayan quedado claros y entendidos (Anexo 7). El facilitador (a) invitará a los y las participantes a que de forma individual cada quien escriba una lista de compromisos de cómo liberarse de ataduras que le impiden crecer en Cristo y con su prójimo, allí evidenciara los resultados del trabajo realizado y hará compromisos de asumir responsabilidades con sí mismo (a) y con los demás.

¿Diciendo y haciendo? Una vez terminada la jornada de trabajo, es necesario que los y las participantes hagan un plan de multiplicación y réplica de lo que han reflexionado y aprendido con sus grupos o comunidades de trabajo: ¿Por qué es importante ser libres?, ¿Qué me ata?, ¿Qué me libera?. No deben olvidar que nuestra misión es la dignificacion del ser humano y el camino; su conversión y transformación integral.

Evaluemos Por medio de una técnica verbal o escrita, el o la facilitadora evaluará con todos y todas las participantes la temática, metodología, lugar de reunión, espiritualidad, etc. No olvidar elaborar la bitácora del trabajo realizado y sistematizar los aportes de los participantes.

“Del dicho al hecho” (Concluyendo). El facilitador (a), realizará un recorrido por la jornada de trabajo con el fin de recoger impresiones y experiencias significativas al interior del ejercicio, allí se pretende rescatar la importancia de la verdad como camino hacia la libertad en nuestra vida, esta retroalimentación se hará con la participación de todas y todos. Las experiencias que hayan dejado huella se dejarán como modelo a seguir, aquí también quien quiera podrá leer la lista de compromisos que anteriormente realizó.

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ANEXO 8 Libertad y verdad «No es la verdad lo que nos hace libres, es la libertad lo que nos hace verdaderos», hemos oído recientemente. ¿Puede tener sentido esta afirmación al margen de la demagogia política? Depende de qué se entienda por verdad, qué se entienda por libertad y de cuál sea el nivel intelectual en que nos movamos. Habríamos de comenzar por distinguir conceptos como libertad ontológica, libertad psicológica, libertad moral. Pero pensemos de momento con el llano sentido común. Una búsqueda de la verdad desde la libertad suele conducir a la verdad: el que busca encuentra [Mt 7, 7; Lc 11, 9]. ¿Ahora bien, qué es la verdad, puesto que hablamos de ella? Hablas de ella, luego ¿crees que hay verdad? He aquí la cuestión. ¿La verdad es «lo que es» o «lo que tú quieres que sea»? Porque si la verdad es lo que tú quieres que sea, entonces entiendes la libertad lo mismo que la verdad: no como «la» libertad, sino como «tu libertad». Si tu verdad es excluyente, tu libertad es igualmente excluyente. Si no hay verdad real y objetiva para todos, tampoco hay libertad real y objetiva para todos; y la democracia resulta una formalidad que encubre una tremenda ficción; tu poder es puro dominio del hombre sobre el hombre y el discurso sobre la libertad una mera táctica para el

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poder. «Tu poder» es un poder excluyente, un poder que excluye la participación. Solo si se supone que hay verdad objetiva, solo si se excluye «el fin justifica los medios», solo entonces la verdad, la libertad y el poder pueden resultar participativos. Para creer que la libertad nos hace verdaderos primero hay que creer en que hay verdad y que la verdad trasciende la subjetividad personal, es decir, que está ahí y la podemos compartir.

Una búsqueda de la verdad desde la libertad suele conducir a la verdad: el que busca encuentra [Mt 7, 7; Lc 11, 9].

Ciertamente, creo que hay verdad y que la verdad es con frecuencia problemática y polifacética; no se presenta a todos con la misma cara. De ahí la necesidad de compartir puntos de vista, la legitimidad del pluralismo, el deber de respetar al otro que no ve lo que yo veo y puede ver también verdad; incluso puedo y

debo suponer que ve algo de la verdad. El diálogo es absolutamente necesario en la búsqueda. Los Parlamentos, como su nombre indica deberían ser lugares de encuentro, de diálogo, porque la palabra es siempre dialógica; el monólogo es estéril y la suma de monólogos resulta un espectáculo de circo deprimente. Si hablamos de la verdad práctica, es decir, del bien a realizar en la vida de las personas y de las sociedades, entonces todos hemos de gozar de libertad en la búsqueda de la verdad y ser capaces de compartir nuestros hallazgos, reales o supuestos, sin ser insultados, ni excluidos de ninguna manera. Habrá que establecer reglas para que ni las mayorías ni las minorías sofoquen la libertad del otro en la búsqueda de la verdad. Habrá que llegar a consensos. Pero el consenso no significa que se haya alcanzado la verdad, ni que se haya creado. Hay que llegar a consensos que no bloqueen la libertad en la práctica ni en la búsqueda de la verdad.

Habrá que establecer reglas para que ni las mayorías ni las minorías sofoquen la libertad del otro en la búsqueda de la verdad.

Si esto es así, déjenme buscar libremente la verdad, no me impongan el método, no me escamoteen maestros, ni escuelas; no me prohíban de derecho o de hecho elegir el camino hacia la verdad, no tengan miedo a mi libertad: creo que la libertad nos hará verdaderos. La libertad nos hará verdaderos cuando seamos libres

de elegir el colegio que nos parezca más adecuado para llegar a ser libremente verdaderos; cuando no se nos obligue a asumir la ideología de los que ocupan el Gobierno de la Nación, sean quienes sean. La libertad nos hará verdaderos cuando no se obligue a las chicas a recibir una educación idéntica –con el mismo ritmo, con el mismo estilo – que a los chicos, porque ellas llegan a la madurez antes; es decir, la libertad nos hará verdaderos cuando lejos de condenar, se aplauda la opción –no la obligación- de la educación diferenciada en la edad en que el proceso de maduración intelectual y afectivo es realmente distinto. La libertad nos hará verdaderos cuando se permita vivir a la persona desde que llega a la existencia y no se la convierta en cobaya o en instrumento al servicio de los poderosos. La libertad nos hará verdaderos cuando se deje oír libremente la voz de la Ciencia por encima de los intereses económicos y de partido. En fin la libertad nos hará verdaderos cuando amemos la verdad de las cosas, la verdad del hombre, la verdad de la mujer – la verdad científica y ética de los sexos - , la verdad del bien común, la verdad, la verdad, la verdad… Poder, libertad y verdad o van juntos, de la mano, más aún, fundidos, o son moneda falsa para compraventa de productos inhumanos. La historia enseña que entender la libertad en términos de dominio sobre los demás, es perverso, conduce a crímenes y holocaustos; siempre deriva al imperio del más fuerte, incluso en regímenes formalmente democráticos. Urge clarificar conceptos, ir a la raíz del error. Pasarse por la escuela de la maestra de la vida, la Historia, aunque sólo sea para fisgar, siempre resulta una experiencia enriquecedora. Siempre, claro es, que no sea la historia “orweliana” del “Ministerio de la Verdad”, que hasta ahí estamos llegando.

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