Segunda parte: Psicosis FREUD Manuscrito h Freud va a pensar la paranoia dentro de las Neuropsicosis de defensa, la defensa va a ser contra una representación inconciliable y el mecanismo psíquico propio va a ser la proyección. Lo que se ahorra en la paranoia es un reproche interno, el cual va a ser expulsado al exterior. El síntoma va a ser el delirio. Dice que en la paranoia hay “abuso” de este mecanismo, que es común del funcionamiento “normal” del aparato psíquico. Caso Schreber Freud interpreta el caso desde las memorias. Para el autor, el delirio tiene un sentido, al igual que cualquier otro síntoma. Parte de la idea de que quiere decir algo y busca reconstruir toda la cadena del texto y todos los signos de esa famosa lengua fundamental que habla Schreber. Piensa cuatro momento para pensar el caso 1) Salud aparente hasta la primera enfermedad: Hipocondría grave 2) 8 años de aparente felicidad entre las enfermedades: salvo que no podía tener hijos 3) Nombramiento y comienzo del delirio de persecución: cree que el médico Flechsig quiere generar un mal sobre él, transformarlo en mujer para tener sexo y luego dejarlo. Intento de suicidio. 4) Paranoia religiosa y megalomanía (delirio de grandeza): Ser la mujer de dios para crear una nueva raza. Papel redentor y la mudanza en mujer, le permiten una solución asintótica y la estabilización de la enfermedad. Deja de intentar suicidarse. Freud piensa el deliro como un intento de curación frente a algo que el sujeto no puede aceptar, intento de aceptar una idea intolerable. La enfermedad seria producto del conflicto entre una idea inconciliable y el yo que se resiste a ella. Ocasionamiento →emergencia de la fantasía de ser una mujer. Emergencia de libido homosexual. Presente en la fantasía de duermevela. El objeto de amor era el médico (como sustituto del padre y del hermano mayor). Esto es una idea inconciliable contra la cual debe defenderse. Mecanismo de formación de síntoma → Primero piensa que es la proyección, luego esta idea cae. Proyección: El amor que siente por el médico se proyecta hacia afuera y se produce una transformación en lo contrario. Por lo cual lo pone en el lugar de perseguidor, y lo odia por querer hacerle daño. A partir de una análisis que hace de los diferentes tipos de delirios Freud termina dificiendo que la proyección no es el mecanismo propio de la paranoia, porque en dos tipos de delirio (delirio de celos y delirio de grandeza) no aparece la proyección y además porque esta interviene en otro tipo de mecanismos psíquicos considerados “no patológicos”. Considera que en la paranoia hay una fijación en el narcisismo, y que a partir del avance de la libido homosexual, se produce un conflicto, que produce la represión y la regresión a este punto de fijación; asi se produce un extrañamiento del mundo (se retira la libido de los objetos y se deposita en el yo). Pero hay algo que falla en la defensa y se produce el retorno de lo reprimido, y la formación de delirio. El delirio como intento de reconducir la libido puesta en el yo hacia los objeto del mundo. Termina diciendo: “lo cancelado desde adentro retorna desde afuera”. Es desde aquí donde va a retomar Lacan posteriormente. Psicosis y Neurosis. Perdida de la realidad (Freud) Freud piensa a la psicosis como el resultado de un conflicto entre el yo y el mundo exterior, a diferencia de la neurosis en donde el conflicto es entre el yo y el ello. 1
NEUROSIS → represión frente a una moción pulsional. CONFUSION ALUCINATORIA → el mundo exterior no es percibido, hay una denegación de este. ESQUIZOFRENIAS → delirio colocado en el lugar donde se produjo la desgarradura en el vinculo con el mundo exterior, es un intento de reconstrucción (parche). La etología común para las psiconeurosis es la frustración de un deseo, siempre es frustración externa. El efecto patógeno se va a producir según lo que haga el yo frente al conflicto. En la neurosis se evita a manera de huida el fragmento de la realidad mediante la represión (lo conserva a través de las fantasías), mientras que en la psicosis se lo desmiente y se lo reconstruye mediante el deliro, se construye una realidad nueva. LACAN Lacan retoma muchos conceptos de Freud y los reconceptualiza, el principal es el inconsciente; dice que está estructurado como un lenguaje. Para este, el inconsciente no es solo reprimido, si no que hay que admitir una afirmación primordial que admite el sentido de lo simbólico, o puede suceder el fenómeno de la exclusión para el cual utiliza el término forclusión. Por otro lado dice que el Yo no es igual al sujeto: YO ≠ SUJETO Y retoma el concepto del narcisismo para explicarlo: para que se produzca la unidad en el propio cuerpo debe pasarse por la etapa del narcisismo, luego de la etapa del autoerotismo. A esta etapa Lacan la va a denominar estadio del espejo, es el momento en el cual uno logra tener una imagen de todo su cuerpo, distinguiendo un adentro y un afuera, lo que es mío y lo que no lo es. Es el nuevo acto psíquico que denomina Freud, la cristalización del cuerpo, producir una noción de unidad del cuerpo. Lo que se va a producir en este estadio es que el sujeto se va a percibir como imagen frente al espejo, ahí la unidad viene desde afuera, se percibe como “yo es otro” y se produce la identificación con el semejante a ──── a´. Pero lo que debe suceder para que el niño se construya como unidad, es que exista un soporte simbólico que lo oriente y lo nombre, “vos sos Juan”. Así es que va a haber una relación de lo imaginario por el vínculo simbólico, aparece la noción del Otro como quien introduce el código del lenguaje y define la posición del sujeto, la ley y el lugar de verdad. A partir de lo imaginario que sucede en el estadio del espejo es que Lacan va a hacer una distinción entre tres registros para argumentar toda su teoría: lo real, lo imaginario y lo simbólico. En un primer momento (1950), la relación entre los 3 no es reversible o equivalente. Lo simbólico es jerárquicamente determinante sobre lo imaginario y lo real. En este momento piensa al ICC articulado al lenguaje y a leyes propias. Aparece el síntoma como fenómenos del lenguaje y una insistencia de lo simbólico. El sujeto va a estar definido por la producción de significantes que varían sus combinatorias. En un segundo momento (1970), los tres registros se van a relacionar de forma equivalente y ningún va a ser jerárquico sobre los otros, se relacionan como un nudo borromeo. IMAGINARIO → lo que se representa a través de imágenes. Es a partir de la lógica del estadio del espejo que Lacan va a decir que se produce la unidad corporal y así formar el yo. En el ser humano lo imaginario tiene el valor de poner la imagen de sí mismo y del mundo. Esto se logra a partir de lo simbólico que lo nombra, al mismo tiempo que lo imaginario tiende a tapar el vacio propio de lo simbólico (el yo vela por la división subjetiva). En lo imaginario se va a producir toda la relación del yo con sus semejantes. SIMBÓLICO → relación del sujeto con el Otro del lenguaje. Va a ser el conjunto de elementos covariantes, conjunto en tanto que nunca está completo, siempre van a faltar elementos, y covariantes porque varía como se relacionan estos elementos entre sí, produciendo diferentes efectos. Los elementos son los significantes y su covariación la cadena significante. Para obtener un significado tiene que haber al menos dos significantes que varíen entre sí produciendo un sentido “un significante es lo que representa un sujeto para otro significante”. Es decir que a partir del 2
segundo significante (hasta que se puntúe la frase) es que retroactivamente conocemos el sentido de lo que decimos. Hay un vacio entre dos significantes y ahí es donde Lacan va a ubicar al sujeto (S barrado). Entonces lo simbólico es el campo de significantes que nos determinan, es el tesoro de los significantes. El sujeto va a estar determinado por los significantes que lo representa, aunque nunca lo alcanzan por completo. REAL → al principio lo relaciona más con la realidad y después lo define como lo que resiste a ser simbolizado. Lo que queda por fuera de lo simbólico pero que funciona como motor de la maquina simbólica e imaginaria. Luego posteriormente como el goce, aquello que es una certeza y que no engaña, pero que no se puede nombrar, por lo general produce la irrupción de angustia. Lo real se asocia a la noción de trauma de Freud. PSICOSIS Lacan va a entender a la psicosis como un trastorno del lenguaje, va a decir que hay un déficit en lo simbólico. Retoma lo inconcluso en Freud sobre el mecanismo de la psicosis “lo cancelado adentro retorna desde afuera”, y dice que lo particular de la psicosis es que esta forcluido el significante del Nombre del Padre. Lo que esta forcluido es rehusado en el orden de lo simbólico y reaparece en lo real. N.P → tiene que ver en la función del padre en tanto muerto (como define Freud en tótem y tabú), padre que asegura la ley y regula el goce. La inscripción de este se produce durante el Complejo de Edipo, que va a producir la metáfora paterna. En este proceso se va a inscribir este significante primordial que permite significar la estructura. Tiene una función fálica, en tanto que ordena y da sentido a partir del discurso. Introduce al sujeto en el orden simbólico y localiza la vida libidinal. El significante que debe inscribirse el del deseo de la madre, el cual es un enigma para el sujeto. El N.P significa el deseo materno como la falta, como la pérdida y la renuncia: imposibilidad de goce total (el falo). El padre siempre opera a través del discurso de la madre. El padre es el significante que representa la existencia del lugar de la cadena significante como ley, pero solo lograra esta posición si la madre lo convierte en aquel que con su presencia sanciona la existencia del lugar de la ley. Cuando no se produce la metáfora paterna, falta la explicación fálica que ordena el mundo (No está inscripto el significante del N.P.), así es como el sujeto debe producirse otras explicaciones para ordenar el mundo, por ejemplo la metáfora delirante en los psicóticos. Si esto no se produce el sujeto queda atrapado en el enigma y queda atrapado en la identificación imaginaria.
En la psicosis el discurso esta alterado, los significantes van a valer por sí mismos como signos: coagulan al sujeto, se fijan en él y no dialectizan (no hay dialéctica simbólica), el discurso que producen es inaccesible. El discurso viene dado desde afuera, se le impone al sujeto, los significantes irrumpen; esto produce las alucinaciones. Se pone en juego la certeza, en tanto concierte al sujeto y el sujeto queda cristalizado (encerrado) en esa significación que se le impone, el sujeto normal duda de todo, en cambio el sujeto psicótico tiene certeza sobre lo que le sucede. Se produce lenguaje con una lógica propia, neologismos con significación personal al mismo tiempo que no remite a nada. En los fenómenos delirantes se detiene la significación, a partir de un fenómeno pleno como la intuición que colma al sujeto y una fórmula que se repite e insiste estereotipadamente. En la palabra delirante el Otro está excluido, no hay verdad.
Los fenómenos elementales es como se expresa clínicamente la forclusión del N.P, son los elementos mínimos donde se localiza la estructura. Son los efectos del retorno de lo real. Por ejemplo: la perplejidad, la certeza, las alucinaciones, las sensaciones en el propio cuerpo, los fenómenos de franja, los delirios. Los fenómenos de franja son los fenómenos mínimos de tipo alucinatorio que todavía no están esquematizados o cargados de afecto. Los fenómenos elementales y el delirio tiene la misma fuerza estructural.
En la psicosis hay un conflicto con la realidad, porque la libido se retira de los objetos y regresa a la fijación en el narcisismo. Se produce la fragmentación corporal por regresión al estadio del espejo, no hay Otro que le otorgue unidad. La intrusión penetra en el cuerpo, este no está representado simbólicamente por lo cual se produce la disolución imaginaria que mantenía con el semejante. En la psicosis la realidad está provista de un agujero que luego el mundo fantasmatico vendrá a colmar.
Secuencia producida en el desencadenamiento de psicosis.
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1) Coyuntura dramática obliga al sujeto a asumir un acto y ubicarse en un lugar simbólico. Irrupción en lo real que lo fuerza a lograr un reordenamiento de su mundo. 2) Llamado al N.P para que “lo ayude” en la localización simbólica, pero como este significante esta forcluido se encuentra con un agujero. 3) Se produce el derrumbe de la compensación imaginaria que mantenía estabilizada la estructura. Se intenta reponer el agujero a partir de la metáfora delirante.
Diacronía de la psicosis: 1) Pre psicosis: Sujeto estabilizado, no desencadenado. La estructura esta compensado desde lo imaginario. La falta del significante del N.P esta compensado con otro semejante: se agarra de la imagen del otro para saber que hacer. Aparecen fenómenos elementales (automatismo mental) 2) Se produce la coyuntura dramática y el desencadenamiento a partir de el derrumbe de la compensación imaginaria. Aparece un tercero que rompe con la dupla imaginaria, “un padre en lo real” que obliga al sujeto a enfrentarse con una situación que no lo logra por falta en lo simbólico. a) Pre psicosis clínica: Aparece la perplejidad frente a la escena. Aparecen los fenómenos de franja. Hay un significante que irrumpe. Es una fase muda. b) Psicosis: Fase ruidosa, aparecen las alucinaciones y delirios. Hay una iniciativa que viene del otro, que cristaliza al sujeto.
3) Estabilización: Aparece la metáfora delirante, que viene a reparar la falta de la metáfora paterna. Intento de alivianar al sujeto del sufrimiento que viene de afuera, a partir del delirio.
Lacan critica a Jaspers y a Kraepelin: A Jaspers le cuestiona el querer comprender o querer darle un sentido a lo que dice el psicótico como si hubiese cosas que son obvias (comprender ≠ interpretar). A Kraepelin le critica la definición de paranoia: para Lacan la paranoia no tiene un desarrollo insidioso, si no que se da por brotes o fases, su desarrollo se produce por un quiebre que produce un “nuevo mundo”. Se distancia de Kraepelin que piensa que las causas son internas, y Lacan se enfoca en encontrar las causas emocionales del desencadenamiento. Además piensa que el sistema del psicótico si se puede modificar, no sería inquebrantable. Y por último, las facultades mentales conservadas (orden, claridad y voluntad) se conservan dentro del delirio, y no en relación a la realidad externa.
En el sujeto psicótico se produce una importancia fundamental de su imagen especular. Es a partir de ella que va a lograr la estabilidad, identificándose con su semejante, que le brinda un complemento para la unificación que no tiene. Es la compensación imaginaria del Edipo ausente, como dice Lacan. Le da un punto de enganche y le permite aprehenderse en el plano imaginario. Cuando se produce el desencadenamiento, se produce la disolución imaginaria.
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