Scan0012(2) La Mujer En La Medicina Hijas De Dios Cap. 6

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LA MUJER EN LA MEDICINA

CAPITULO 6 LA MUJER EN LA MEDICINA El que trabaja de acuerdo con el plan de Dios orard: "Sepase hoy en mi obra para la humanidad doliente que hay un Dios en Israel, y que yo soy su siervo; vease que estoy procediendo, no de acuerdo con mis propios impulsos y sabiduria, sino con tu Palabra".-MB 127-128. Las mujeres deben recibir entrenamiento medico. En una manera sefialada, Dios nos ha permitido po seer algunas instituciones que han de constituirse en agentes para cumplir la obra de reforma a la que como pueblo hemos sido llamados. En este tiempo, el talento de cada obrero debe considerarse un sagrado legado para extender la obra de reforma. EI Senor me ha instruido que nuestras herman as que han recibido entrenamiento que las capacita para asumir posiciones de responsabilidad, deb en servir con fidelidad y discernimiento para ejercer una sabia influencia. Junto con sus hermanos en la fe deben obtener una experiencia que las capacite para responsabilidades aun mayores ... En tiempos antiguos, el Senor realize maravillas mediante mujeres consagradas que unieron sus esfuerzos con aquellos hombres que habian sido llamados a ser los representantes de Dios. Hubo mujeres que ganaron grandes y decisivas victorias. Mas de una vez en tiempos de crisis, fueron colocadas en posiciones importantes que les permitieron salvar much as vidas ...

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Hay muchas mujeres que tienen la habilidad de acompafiar a sus esposos en la obra de salud; pueden dar tratamientos a los enfermos y hablar palabras de animo y consuelo. Algunas de ellas pueden buscar la educacion que las capacite para actuar como medicos. Debe hacerse una obra positiva en esta linea de servicio. Tanto las mujeres como los hombres deben recibir entrenamiento medico adecuado. Las mujeres debieran especialmente estudiar las enfermedades comunes al sexo femenino para aprender a tratarJas. Se considera esencial que los hombres que desean practicar medicina reciban el mas amplio entrenamiento posible. De igual manera, es esencial que las mujeres reciban el mismo entrenamiento, y obtengan sus diplomas que les permita ejercer la ciencia medica==Sp'I; B15, 1-2 (1911). Se necesita un gran numero de mujeres medicas. En nuestras instituciones medicas siempre debiera haber mujeres de edad madura y buena experiencia que hayan recibido entrenamiento especial para tratar alas pacientes. Su educacion y calificaciones debieran ser tan completas como sea posible, de tal manera que puedan tratar las delicadas enfermedades que afectan alas mujeres, sin que estas tengan que exponer sus organos privados a la vista de un hombre. Debiera haber un mimero mayor de mujeres en la obra medica, no solo para actuar como enfermeras, sino como medicas. Es una de las practicas mas terribles que las mujeres tengan que exponerse ante los hombres, y los hombres ante las mujeres para ser tratados.-SpT, B15, 13-14 (1911). Una pareja de medicos puede actuar eficientemente. En la obra medicj, misionera que debe ser hecha, las mujeres debieran tratar alas mujeres. Un matrimonio de medicos pueden hacer mucho bien trabajando juntos. La esposa puede visitar alas mujeres, y cuando encuentra enfermedad y sufrimiento puede consultar con su esposo acerca del mejor metodo de ayudarlas. Debieramos tener mas mujeres de las que tenemos ejerciendo la medicina. Cuando las mujeres enfermas son tratadas por una mujer, se cierra una puerta por la que Satanas intenta entrar. Se

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LA MUJER EN LA MEDICINA • 99 como sea po sible, las damas deben tratar a las damas, y los caballeros a Ios caballeros. Cada medico debiera respetar el pudor de sus pacientes. Cualquier exposici6n innecesaria de una dama ante un medico var6n, es incorrecta. Tiene una influencia perjudicial.-SpT, B15, 13 (1911).

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Nacimientos Las damas a cargo de las que dan a luz. El tiempo ha llegado para que se realicen algunos cambios. En realidad debieran haberse realizado hace tiempo. Los hombres deben ser responsables POl' el cuidado de los pacientes varones, y las damas por el de las mujeres. Y cuando hablamos del alumbramiento, no se justifica ni es correcto que se asocien hombres y mujeres. En tiempos bfblicos las mujeres cuidaban de esta tarea, y se consideraba que era la forma correcta de hacerlo. Y aun ahora es la forma en que debiera hacerse. Que las damas sean plenamente entrenadas como 10 son los hombres, y que se hagan cargo de esta especialidad. Se de 10 que estoy hablando; 10 hago con inteligencia pues se que hay demasiada vulgaridad.-13MR 113 (1911). No abrir la puerta a la tentacion. Se me ha presentado este tema una y otra vez, y 10 he escrito por temor a que rni vida termine. Quisiera decir que debemos trabajar en un plano mas alto de accion; y si 10 hacemos, el Senor hara reposar sus bendiciones sobre nosotros. Tengo muchas cartas de mujeres y de hombres que me han escrito acerca de las tentaciones satanicas telacionadas con el proceso del embarazo y el alumbramiento. Y no necesito argumentar sobre esto; nuestro propio sentido corrnin nos indica que vivimos en un mundo de tentaci6n y pruebas, y debemos ptlrificarnos de tales cosas. Que Dios nos ayude. No quisiera tener que tratar mas este tema. La luz que me ha sido dada es que en este asunto se puede abrir la puerta a la tentaci6n y la transgresi6n. Permitamos que, tanto como sea Posible, Sean mujeres las que se responsabilicen por el embaraZo y el parto. Esto es 10 que se me ha presentado como correctCl·-13MR 116 (1911).

98 • HIJAS DE DIGS me han presentado muchos casos en los que Satanas us6 esa puerta para arruinar alas familias. No permitamos que el tenga ventajas en ningtin punto. Deseana que todos entendieran este asunto. En nuestros sanatorios debiera haber doctoras que esten junto a sus esposos medicos para examinar alas mujeres y darles los tratarnientos. Muchas otras mujeres sensibles, plenamente convertidas, debieran Uegar a ser doctoras inteligentes. Se me ha dado la instrucci6n de que nuestros sanatorios debieran tener medicos de ambos sexos.-MM 140 (1910).

Las mujeres tratando alas mujeres y los hombres a los hombres Mujeres bien entrenadas en la ciencia medica. Las doctoras debieran rehusar tratar los 6rganos privados de los hombres. Ellas debieran dedicarse a tratar alas mujeres, y los hombres a los hombres. Ensefiemos a la gente a buscar medicos de su propia sexo. Que los hombres no soliciten consulta con mujeres 0 viceversa. Dios aborrece este tipo de cosas.-SpT, B 15, 14 (1911). • No mezclar los sexos. El Senor desea que nuestro curso de acci6n sea un ejemplo para otros. Estamos en 10s tiltimos dias. Las mujeres debieran hacerse cargo de las mujeres, y los hombres de los hombres que tienen enfermedades privadas. Que no se mezc1en los sexos. Tratemos de evitar todatentaci6n. No podria decir cuantos han llegado hasta mi con sus quejas y frustraciones, intentando una soluci6n para este problema, pero no me sentia preparada para aconsejar. Recientemente, sin embargo, he recibido luz sobre el descuido que se ha tenido en este asunto. Las mujeres deben tratar alas mujeres, y los hombres a los hombres. Por supuesto, hay algunas cosas que deben hacerse conjuntamente. Pero debe evitarse toda vulgaridad. Aunque este tema se me ha presentado en varias ocasiones, no me he senti do c6moda en presentar este asunto.-1-3MR 114 (1911). Los medicos deben respetar el pudor de sus pacientes. La luz que me ha sido dada con relaci6n a este asunto es que, tanto

LA MUJER EN LA MEDICINA • 99 como sea posible, las damas deben tratar a las damas, y los caballeros a los caballeros. Cada medico debiera respetar el pudor de sus pacientes. Cualquier exposici6n innecesaria de una dama ante un medico varon, es incorrecta. Tiene una influencia perjudicial.-SpT, B15, 13 (1911).

Nacimientos Las damas a cargo de las que dan a luz. EI tiempo ha llegado para que se realicen algunos cambios. En realidad debieran haberse realizado hace tiempo. Los hombres deben ser responsables por el cui dado de los pacientes varones, y las damas por el de las mujeres. Y cuando hablamos del alumbramiento, no se justifica ni es correcto que se asocien hombres y mujeres. En tiempos biblicos las mujeres cuidaban de esta tarea, y se consideraba que era la forma correcta de hacerlo. Y aun ahora es la forma en que debiera hacerse. Que las damas sean plenamente entrenadas como 10 son los hombres, y que se hagan cargo de esta especialidad. Se de 10que estoy hablando; 10hago con inteligencia pues se que hay demasiada vulgaridad.-13MR 113 (1911). No abrir la puerta a la tentacion. Se me ha presentado este tema una y otra vez, y 10 he escrito por temor a que mi vida termine. Quisiera decir que debemos trabajar en un plano mas alto de acci6n; y si 10hacemos, el Senor hara reposar sus bendiciones sobre nosotros. Tengo muchas cartas de mujeres y de hombres que me han escrito acerca de las tentaciones satanicas relacionadas con el proceso del embarazo y el alumbrarniento. Y no necesito argumentar sobre esto; nuestro propio sentido cormin nos indica que vivimos en un mundo de tentaci6n y pruebas, y debemos purificarnos de tales cosas. Que Dios nos ayude. No quisiera tener que tratar mas este tema. La luz que me ha sido dada es que en este asunto se puede abrir la puerta a la tentaci6n y la transgresi6n. Permitamos que, tanto como sea po sible, sean mujeres las que se responsabilicen por el embarazo y el parto. Esto es 10 que se me ha presentado como correcto.-13MR 116 (1911).

100 • HIJAS DE DIOS En tiempos biblicos, las mujeres cuidaban de las mujeres. Recientemente he sentido ... que debieran hacerse los arreglos para que las mujeres tengan mayores responsabilidades. Es su privilegio educarse en algunas lineas de trabajo tan plenamente como 10 hacen los hombres. En tiempos bfblicos, las mujeres cuidaban de las mujeres, y Dios obraba con ellas. Muchos individuos me han hablado de sus tentaciones, y me he guardado de aconsejar sobre el tema; no he dicho nada. Pero se que han existido tentaciones y pecados con relaci6n a este asunto. Conozco las mujeres personalmente. Y las mujeres estan exentas de censura. Si quisieramos censurarlas serfa solamente por no haber tornado una posici6n firme en este aspecto, y no permitir que hombres y mujeres participenjuntos en sus tratamientos.-13MR 114 (1911). Las parteras pueden actuar como en tiempos biblicos. Quiero escribir acerca de la instrucci6n que se me ha dado en relaci6n al trabajo de las doctoras en nuestros sanatorios. Es el plan del Senor que los hombres se entrenen para tratar a los hombres y las mujeres alas mujeres. Con relaci6n a los aspectos propios de la mujer, las parteras pueden asumir la responsabilidad. En tiempos bfblicos no se consideraba apropiado que los hombres actuaran en esa linea, y la voluntad de Dios sigue siendo la misma para el presente. Mucho mal ha resultado de la practica en la que los hombres tratan alas mujeres, y las mujeres a los hombres. Es una practica de origen humano, y no esta de acuerdo con el plan divino. Este mal ha estado avanzando por mucho tiempo, pero ahora debemos levantar nuestra voz en protesta por aquello que desagrada a Dios.-SpT, B 17b, 15-16 (1911).

Ora. Paciencia Bourdeau La Dra. Paciencia Bourdeau era la hija del pastor D. T. Bourdeau. En el tiempo en que esta carta fue escrita, ella dirigia su propio sanatorio en Grand Rapids, Michigan, EUA. Tambien actu6 como directora del departamento medico de la Asociaci6n del Oeste de Michigan. Posteriormente se cas6, y fue conocida como la Dra. Bourdeau Sisco.

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Querida Hna. Paciencia: He tenido una larga conversaci6n con mi hijo, Guillermo White, acerca de la mejor forma de conducir el Sanatorio de Washington, DC. Le mencione que habia tenido una conversaci6n con su padre acerca de la posibilidad de que usted se conectara con el trabajo de dicho sanatorio. Hay una necesidad imperiosa de con tar con una doctora inmediatamente. La experiencia que hemos tenido en estos ultimos dfas nos ha hecho decidir que debemos buscar una doctora capaz, que pueda ser la partera del sanatorio, atender alas pacientes, y dar la debida instrucci6n alas enfermeras. Usted puede dar esta ayuda; las asistentes debieran ser ensefiadas a realizar su tarea con inteligencia. 'He estado escribiendo mucho acerca de la practica en la que los caballeros dan tratamientos intimos alas damas. La luz que me ha sido dada es que esta practica generalizada no es buena, y que puede tener serias y fatales consecuencias. He estado dando instrucci6n sobre el tema de pacientes femeninas que son examinadas por medicos varones. Voy a aconsejar que usted sea llamada a Washington, y que venga tan pronto como usted pueda encontrar una reemplazante para su trabajo. Este es un tiempo muy importante para nuestro trabajo en Washington. Cuando Ilegue a cas a, Ie escribire nuevamente, para enviarle copia de 10 que he escrito acerca de este tema. Se ha alquilado un edificio costoso en Iowa Circle, Washington, en una hermosa ubicaci6n, y ha sido preparado como sanatorio para dar tratarnientos. Pero necesitamos un medico residente que tambien acnie como administrador. La necesitamos a usted. Creemos que usted puede ayudarnos aquf en Washington. Puede dar la instrucci6n que los enfermeros necesitan y, a la vez, dar charI as medicas a los pacientes en la recepci6n. l.Aceptara esta invitaci6n como proveniente del Senor? Tengo la seguridad de que usted puede hacer una obra esencial. El hermano Hare es un excelente medico, pero no es administrador. Necesitamos alguien que pueda planear y administrar. Usted es la persona indicada para ayudarnos en nuestras dificultades. Washing-

102 • HIJAS DE DIOS ton es un lugar muy importante y debemos dar la mejor representaci6n de nuestra obra en el sanatorio. Voy a estar en Santa Elena, California, la pr6xima semana. Por favor, escrfbame, y escrfbale tambien al pastor Daniells en la Asociaci6n General.-Carta 177, 1905.

Ora. Julia White La Dra. Julia Ana White se gradu6 del Colegio Medico Misionero de Chicago en el aiio 1900. Estuvo asociada con el Sanatorio de Battle Creek hasta el aiio 1906, cuando fue transferida a Loma Linda. Fue la fundadora de la escuela de enfermeria del Sanatorio de Glendale. Tambien fund6 la Clinica de la Crescenta en California. Dra. Julia A. White. Querida hermana: Le escribo para urgirla a aceptar la invitaci6n a trabajar en el Sanatorio de Lorna Linda. En la providencia de Dios, esta propiedad ha pasado a nuestras manos. La posibilidad de tener este sanatorio totalmente equipado y amueblado, ha sido una de las mas maravillosas providencias que el Senor ha abierto delante de nosotros. Es dificil imaginar 10 que esta compra significa. El Senor nos ha mostrado que ha llegado la hora de trabajar en Redlands, San Bernardino, Riverside, y las ciudades vecinas. Me lleno de un solemne gozo al pensar que pronto nuestros obreros estaran penetrando en estos lugares. Mi hermana, necesitamos sus servicios, tan pronto como le sea posible. Esperamos que tambien podamos contar con los servicios del Dr. Holden. La Hna. Sara Peck puede asumir algunas actividades educativas. Estamos ansiosos por ver que se cornience la tarea, y esperamos contar con usted tan pronto como le sea posible venir. Recientemente, estuve dos semanas en Lorna Linda. Le estoy enviando un folleto para que tenga una idea de la propiedad. El edificio principal esta finamente amueblado. Tambien tiene cinco casas adicionales. Una de ellas tiene nueve habitaciones y las restantes tienen cuatro. Algunas de estas casas tienen terrazas a las que se pueden llevar las camas de los pacientes. Los

LA MUJER EN LA MEDICINA • 103 jardines estan hermosamente arreglados y hay caminos pavimentados, rodeados de flores, que comunican los diversos edificios. Hay un buen huerto y terreno suficientepara hacer nuevos jardines. Hay una gran variedad de arboles y arbustos ornamentales, y muchos eucaliptus y molles. Se pueden tener reuniones al aire libre sobre el hermoso cesped. Hay otro edificio que ha sido usado como sa16n de juegos de bolos y de billares, que puede adecuarse para sa16n de reuniones. Esperamos que pueda percibir claramente su llamado a conectarse con este sanatoria como 'doctora, Sus servicios seran altamente apreciados. Deseamos verla muy pronto en este lugar.-Carta 291, 1905.

LA MUJER EN LA MEDICINA • 97 Hay muchas mujeres que tienen la habilidad de acornpafiar a sus esposos en la obra de salud; pueden dar tratarnientos a los enfermos y hablar palabras de animo y consuelo. Algunas de ell as pueden buscar la educaci6n que Ias capacite para actuar como medicos.

CAPITULO 6 LA MUJER EN LA MEDICINA El que trabaja de acuerdo con el plan de Dios orard: "Sepase hoy en mi obra para la humanidad doliente que hay un Dios en Israel, y que yo soy su siervo; vease que estoy procediendo, no de acuerdo con mis propios impulsos y sabiduria, sino con tu Palabra".-MB 127-128. .

Las mujeres deben recibir entrenamiento medico. En una manera sefialada, Dios nos ha permitido poseer algunas instituciones que han de constituirse en agentes para cumplir la obra de reform a a la que como pueblo hemos sido llamados. En este tiempo, el talento de cada obrero debe considerarse un sagrado legado para extender la obra de reforma. El Senor me ha instruido que nuestras hermanas que han recibido entrenamiento que las capacita para asumir posiciones de responsabilidad, deben servir con fidelidad y discemimiento para ejercer una sabia influencia. Junto con sus herrnanos en la fe deben obtener una experiencia que las capacite para responsabilidades aun mayores ... En tiempos antiguos, el Senor realiz6 maravillas mediante mujeres consagradas que unieron sus esfuerzos con aquellos hombres que habian sido llamados a ser los representantes de Dios. Hubo mujeres que ganaron grandes y decisivas victorias. Mas de una vez en tiempos de crisis, fueron colocadas en posiciones importantes que les perrnitieron salvar much as vidas ... 96

Debe hacerse una obra positiva en esta linea de servicio. Tanto las mujeres como los hombres deb en recibir entrenarniento medico adecuado. Las mujeres debieran especialmente estudiar las enfermedades comunes al sexo femenino para aprender a tratarJas. Se considera esencial que los hombres que desean practicar > medicina reciban el mas amplio entrenamiento posible. De igual manera, es esencial que las mujeres reciban el mismo entrenamien to, y obtengan sus diplomas que les permita ejercer la ciencia medica.-SpT, B15, 1-2 (1911).

Se necesita un gran ntimero de mujeres medicas, En nuestras instituciones medicas siempre debiera haber mujeres de edad madura y buena ex;periencia que hayan recibido entrenamiento especial para tratar alas pacientes. Su educaci6n y calificaciones debieran ser tan completas como sea po sible, de tal manera que puedan tratar las delicadas enfermedades que afectan alas . mujeres, sin que estas tengan que exponer sus 6rganos privados a la vista de un hombre. Debiera haber un mirnerr, mayor de mujeres en la obra medica, no s610 para actuar como enfermeras, sino como medicas, Es una de las practicas mas terribles que las mujeres tengan que exponerse ante los hombres, y los hombres ante las mujeres para ser tratados._SpT, B15, 13-14 (1911). Una parejq de medicos puede actuar eficientemente. En la obra medica misionera que debe ser hecha, Ias mujeres debieran tratar alas mujeres. Un matrimonio de medicos pueden hacer mucho bien trabajando juntos. La esposa puede visitar alas rnujeres, y cuando encuentra enfermedad y sUfrirniento puede consultar con su esposo acerca del mejor me to do de ayudarlas. Debierarnos tener mas mujeres de las que tenemos ejerciendo la medicina. Cuando las mujeres enfermas son tratadas por una mujer, se cierra una puerta por la que Satanas intenta entrar. Se

98 • HlJAS DE oros me han presentado muchos casos en los que Satanas uso esa puerta para arruinar alas familias. No permitamos que el tenga ventajas en ningun punto. Desearfa que todos entendieran este asunto. En nuestros sanatorios debiera haber doctoras que esten junto a sus esposos medicos para examinar alas mujeres y darles los tratamientos. Muchas otras mujeres sensibles, plenamente convertidas, debieran llegar a ser doctoras inteligentes. Se me ha dado la instruccion de que nuestros sanatorios debieran tener medicos de ambos sexos.-MM 140 (1910).

Las mujeres tratando alas mujeres y los hombres a los hombres Mujeres bien entrenadas en la ciencia medica. Las doctoras debieran rehusar tratar los organos privados de los hombres. Ellas debieran dedicarse a tratar alas mujeres, y los hombres a los hombres. Ensefiemos ala gente a buscar medicos de su propio sexo. Que los hombres no soliciten consulta con mujeres 0 viceversa. Dios aborrece este tipo de cosas.-SpT, B15, 14 (1911). No mezclar los sexos. El Sefior desea que nuestro curso de accion sea un ejemplo para otros. Estamos en los ultimos dfas, Las mujeres debieran hacerse cargo de las mujeres, y los hombres de los hombres que tienen enfermedades privadas. Que no se mezclen los sexos. Tratemos de evitar todatentacion. No podria decir cuantos han llegado hasta mi con sus quejas y frustraciones, intentando una solucion para este problema, pero no me sentfa preparada para aconsejar. Recientemente, sin embargo, he recibido luz sobre el descuido que se ha tenido en este asunto. Las mujeres deben tratar alas mujeres, y los hombres a los hombres. Por supuesto, hay algunas cosas que deben hacerse conjuntamente. Pero debe evitarse toda vulgaridad. Aunque este tema se me ha presentado en varias ocasiones, no me he sentido comoda en presentar este asunto.-13MR 114 (1911). Los medicos deben respetar el pudor de sus pacientes. La luz que me ha sido dada con relacion a este asunto es que, tanto

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como sea posible, las damas deben tratar a las damas, y los caballeros a los caballeros. Cada medico debiera respetar el pudor de sus pacientes. Cualquier exposicion innecesaria de una dama ante un medico varon, es incorrecta. Tiene una influencia perjudicial.-SpT, B15, 13 (1911).

Nacimientos Las damas a cargo de las que dan a luz. El tiempo ha llegado para que se realicen algunos cambios. En realidad debieran haberse realizado hace tiempo. Los hombres deben ser responsables por el cuidado de los pacientes varones, y las damas por el de las mujeres. Y cuando hablamos del alumbrarniento, no se justifica ni es correcto que se asocien hombres y mujeres. En tiempos bfblicos las mujeres cuidaban de esta tarea, y se consideraba que era la forma correcta de hacerlo. Y aun ahora es la forma en que debiera hacerse. Que las damas sean plenamente entrenadas como lo son los hombres, y que se hagan cargo de esta especialidad. Se de 10 que estoy hablando; 10 hago con inteligencia pues se que hay demasiada vulgaridad.-13MR 113 (1911). No abrir la puerta a la tentacion. Se me ha presentado este tema una y otra vez, y 10 he escrito por temor a que mi vida termine. Quisiera decir que debemos trabajar en un plano mas alto de accion; y si 10 hacemos, el Senor hara reposar sus bendiciones sobre nosotros. Tengo much as cartas de mujeres y de hombres que rne.han escrito acerca de las tentaciones satanicas relacionadas corr el proceso del embarazo y el alumbramiento. Y no necesito argumentar sobre esto; nuestro propio sentido cormin nos indica que vivimos en un mundo de tentacion y pruebas, y debemos purificarnos de tales cosas. Que Dios nos ayude. No quisiera tener que tratar mas este tema. La luz que me ha sido dada es que en este asunto se puede abrir la puerta a la tentacion y la transgresion. Permitamos que, tanto como sea posible, sean mujeres las que se responsabilicen por el embarazo y el parto. Esto es 10 que se me ha presentado como correcto.-13MR 116 (1911).

100. HIJAS DE DIOS En tiempos biblicos, las mujeres cuidaban de las mujeres. Recientemente he sentido ... que debieran hacerse 10s arreglos para que las mujeres tengan mayores responsabilidades. Es su privilegio educarse en algunas Imeas de trabajo tan plenamente como 10 hacen los hombres. En tiempos bfblicos, las mujeres cuidaban de las mujeres, YDios obraba con ellas. Muchos individuos me han hablado de sus tentaciones, y me he guardado de aconsejar sobre el tema; no he dicho nada. Pero se que han existido tentaciones y pecados con relacion a este asunto. Conozco las mujeres personalmente. Y las mujeres estan exentas de censura. Si quisieramos censurarlas seria solamente por no haber tomado una posicion firme en este aspecto, Y no perrnitir que hombres y mujeres participenjuntos en sus tratamientos.-13MR 114 (1911). Las parteras pueden actuar como en tiempos biblicos. Quiero escribir acerca de la instruccion que se me ha dado en relacion al trabajo de las doctoras en nuestros sanatorios. Es el plan del Senor que los hombres se entrenen para tratar a los hombres y las mujeres alas mujeres. Con relacion a los aspectos propios de la mujer, las parteras pueden asurnir la responsabilidad. En tiempos bfblicos no se consideraba apropiado que los hombres actuaran en esa linea, y la voluntad de Dios sigue siendo la misma para el presente. Mucho mal ha resultado de la practica en la que los hombres tratan alas mujeres, Y las mujeres a los hombres. Es una practica de origen humano, y no esta de acuerdo con el plan divino. Este mal ha estado avanzando por mucho tiempo, pero ahora debemos levantar nuestra voz en protesta por aquello que desagrada a Dios.-SpT, B17b, 15-16 (1911).

Ora. Paciencia Bourdeau La Dra. Paciencia Bourdeau era la hija del pastor D. T. Bourdeau. En el tiempo en que esta carta fue escrita, ella dirigia su propio sanatorio en Grand Rapids, Michigan, EUA. Tambien actuo como directora del departamento medico de la Asociacion del Oeste de Michigan. Posteriormente se caso, y fue conocida como la Dra. Bourdeau Sisco.

LA MUJER EN LA MEDICINA • 101 Querida Hna. Paciencia: He tenido una larga conversacion con mi hijo, Guillermo White, acerca de la mejor forma de conducir el Sanatorio de Washington, DC. Le mencione que habia tenido una conversacion con su padre acerca de la posibilidad de que usted se conectara con el trabajo de dicho sanatorio. Hay una necesidad imperiosa de contar con una doctora inmediatamente. La experiencia que hemos tenido en estos iiltimos dias nos ha hecho decidir que debemos buscar una doctora capaz, que pueda ser la partera del sanatorio, atender alas pacientes, y dar la debida instruccion alas enfermeras. Usted puede dar esta ayuda; las asistentes debieran ser ensefiadas a realizar su tarea con inteligencia. 'He estado escribiendo mucho acerca de la practica en la que los caballeros dan tratamientos intimos alas damas. La luz que me ha sido dada es que esta practica generalizada no es buena, y que puede tener serias y fatales consecuencias. He estado dando instruccion sobre el tema de pacientes femeninas que son ex aminadas por medicos varones. Voy a aconsejar que usted sea llamada a Washington, y que venga tan pronto como usted pueda encontrar una reemplazante para su trabajo. Este es un tiempo muy importante para nuestro trabajo en Washington. Cuando llegue a cas a, le escribire nuevamente, para enviarle copia de 10 que he escrito acerca de este tema. Se ha alquilado un edificio costoso en Iowa Circle, Washington, en una hermosa ubicacion, y ha sido preparado como sanatorio para dar tratarnientos. Pero necesitamos un medico residente que tambien actrie como administrador. La necesitamos a usted. Creemos que usted puede ayudarnos aquf en Washington, Puede dar la instruccion que los enfermeros necesitan y, a la vez, dar charlas medicas a los pacientes en la recepcion. l,Aceptara esta invitacion como proveniente del Senor? Tengo la seguridad de que usted puede hacer una obra esencial. El hermano Hare es un excelente medico, pero no es administrador. Necesitamos alguien que pueda planear y adrninistrar. Usted es la persona indicada para ayudarnos en nuestras dificultades. Washing-

102· HIJAS DE mos ton es un lugar muy importante y debemos dar la mejor representaci6n de nuestra obra en el sanatorio. Voy a estar en Santa Elena, California, la pr6xima semana. Por favor, escrfbame, y escrfbale tambien al pastor Daniells en laAsociaci6n General.-Carta 177,1905.

Ora. Julia White La Dra. Julia Ana White se gradu6 del Colegio Medico Misionero de Chicago en el aiio 1900. Estuvo asociada con el Sanatorio de Battle Creek hasta el aiio 1906, cuando fue transferida a Loma Linda. Fue la fundadora de la escuela de enfermeria del Sanatorio de Glendale. Tambien fund6 la Clinica de la Crescenta en California. Dra. Julia A. White. Querida hermana: Le escribo para urgirla a aceptar la invitaci6n a trabajar en el Sanatorio de Lorna Linda. En la providencia de Dios, esta propiedad ha pasado a nuestras manos. La posibilidad de tener este sanatoria totalmente equipado y amueblado, ha sido una de las mas maravillosas providencias que el Senor ha abierto delante de nosotros. Es dificil imaginar 10 que esta compra significa. EI Senor nos ha mostrado que ha llegado la hora de trabajar en Redlands, San Bernardino, Riverside, y las ciudades vecinas. Me lleno de un solernne gozo al pensar que pronto nuestros obreros estaran penetrando en estos lugares. Mi hermana, necesitamos sus servicios, tan pronto como Ie sea posible. Esperarnos que tambien podamos contar con los servicios del Dr. Holden. La Hna. Sara Peck puede asumir algunas actividades educativas. Estamos ansiosos por ver que se comience la tarea, y esperamos contar con usted tan pronto como Ie sea posible venir. Recientemente, estuve dos semanas en Lorna Linda. Le estoy enviando un folleto para que tenga una idea de la propiedad. EI edificio principal esta finamente amueblado. Tambien tiene cinco casas adicionales. Una de ellas tiene nueve habitaciones y las restantes tienen cuatro. Algunas de estas casas tienen terrazas a las que se pueden llevar las camas de los pacientes. Los

LA MUJER EN LA MEDICINA • 103 jardines estan hermosamente arreglados y hay carninos pavimentados, rodeados de flores, que comunican los diversos edificios. Hay un buen huerto y terreno suficientepara hacer nuevos jardines. Hay una gran varied ad de arboles y arbustos omamentales, y much os eucaliptus y molles. Se pueden tener reuniones al aire libre sobre el hermoso cesped. Hay otro edificio que ha sido usado como sal6n de juegos de bolos y de billares, que puede adecuarse para sa16n de reuniones. Esperamos que pueda percibir c1aramente su llarnado a conectarse con este sanatorio como doctora. Sus servicios seran altamente apreciados. Deseamos verla muy pronto en este lugar.-Carta.291, 1905.

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