Retorno De Sefarad

  • December 2019
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Renace la

traüción udaica en Gero

de Ia mano de Isaac el Cee"

ELRETMO Gerona fue, Gerona es, una ciudad iniciática, una puerta que se abre hacia un mundo más amplio, más rico, y uno de sus aldabones se encuentra en la finca llamada de Isaac el Ciego, cuyos muros, cuya historia, están siendo redescubiertos, sus secretos desentrañados y su función e importancia recuperadas gracias al empeño de un puñado de personas, con su propietario, José Tarrés, al frente. Texto: Jaan Ramón Vidsl Fotos: Jorü Vidal uántos tiempos pasaron desde que resonó por última vez, en Nissan y Eloul, el sonido delos Pirqé Aóótlr (especie de salmos que se cantaban en los citados meses de Nissan y Eloul, según el calendario judío) dentro de las salas de la sinagoga de Gerona y por encima de una de las piedras sobre las cuales se fundamenta la tierra de Sem, padre de Arfaksad, padre de Sélaj, padre de Heber. .. Cuántos tiempos desde que llegaron juntos con Trasios (Herodoto,libro VII, capítulos 62-63) los hijos de Sem, Cham y Japhet para poblar Cantabria del otro lado del río Ebro (Hebrus, en latín)... Cuántos tiempos ocultos y manifiestos en la Girona del Ter (T R): límite,

frontera y camino..." (A. Malby, Carta a los que volverán).

"Hace ya..., ¡qué importa!, unas centenas de largos años, en elviejo call gironí se escuchaban

pequeña, las piedras aparecidas en el subsuelo, de posible origen iniciático y que aún mantienen su secreto.

voces entrecortadas y algún que otro suspiro contenido, al tiempo que un viejo rabí musitaba entre dientes una palabra nostálgica que hacía encoger el corazón a toda una diáspora de gentes. Ya que la sola potencia de este verbo, hecho sonido, les traía sensaciones de vivencias ancestrales dormidas a la sombra del tiempo... El viejo rabí musita: 'Jerusalem, Jerusalem'...; el call entero se estremece..., y más de una lágrima resbala de algún ojo negro y profundo, hjo en algún punto de eternidad y silencio; por la mejilla, suavemente, depositándose no por azar sobre el Rollo Santo extendido de la Torá (ley judaica).,.".

Para el que no conozca Gerona (Girona), para el que nada sepa de los judíos sefardíes que 1a enriquecieron durante siglos, para el que no haya oído hablar de la antigua escuela de

judíos ni de las tres sinago-/eesn A pAG.

53

stF,m VIENE DE pAG.51/gas

que en esta ciudad existieron poco significado tendrán estas palabras de Joan Argentier. Para aquellos que, en cambio, se hayan acercado a los misterios de la Cábala, que hayan escuchado el silencio del cora-

zón del viejo call y hayan pronunciado una

oración indefinida ante las piedras iniciáticas de la casa de Isaac el Cec (Isaac el Ciego), y, más aún, para los descendientes, desterrados, de aquellos judíos, hijos de Sefarad, expulsados de estas tierras y de toda España en 1492, encierran todo un mundo, toda una forma de vida basada en el cultivo y ensanchamiento del espíritu. La finca lleva el nombre de Isaac el Ciego, fundador de la Cábala medieval. Al parecer, es aquí donde se emplea por primera vez la palabra cábala aplicada a la enseñanza de la tradición hebrea. La Cábala, pues, nace y crece en Gerona impulsada por la antigua escuela de judíos que allí se formó, y concretamente por este hombre, de origen provenzal, que en realidad no era ciego, sino que se decía de él que su mirada se dirigía tan al interior que sus ojos ya no p"-''ibían el mundo fisico. ¡rante su estancia en el monte Sinaí, Moisés recibió de Yahvé la revelación de las leyes

de la región. Su c¿l/fue estableciéndose poco a poco en torno a la finca que ahora conocemos como Isaac el Cíego. Aquí habrían de permanecer durante siglos, estrechando sus relaciones con las otras dos re-

ligiones existentes en la península Ibérica: la cristiana y 1a musulmana. En contra de lo que sucedió en otros lugares, los judíos españoles estuvieron desde el principio integrados en las comunidades que habitaban. Las relaciones con las poblaciones cristianas fueron intensas y cordiales. Incluso a lo largo del siglo XIII algunos judíos fueron baíles de Pedro III el Grande. Todo habría de acabar. Aquella comunidad floreciente, que a lo largo de la Edad Media había proporcionado algunas de las personalidades fundamentales del pensa./Rase A PAG. 55

En primer término, una de las monedas árabes, con la estrella de David. En la fotografía del medio se aprecia la estructura original de la sinagoga y la escuela de judíos. En la fotografía inferior, una vista del horno de la antigua coclna.

que regían nuestro universo. Estas fueron transmitidas a través de los siglos de boca en boca. Pero la creciente dispersión de los judíos por todo el mundo y el peligro que esto entrañaba de que algunos olvidasen la enseñanza

sagrada llevó al rabino Simeon Bar Yo'hai a consignarla por escrito en el siglo II de nues-

tra era. Estos rollos llegarían a manos de Isaac el Ciego, allá por el siglo XII, quien emprendería la tarea de reelabora¡ las doctrinas místicas. Su

obra interesó sobremanera en Gerona, impulsada fundamentalmente por Ezra ben Salomón

y su yerno Azriel; hasta que a finales del si-

XII el propio Isaac entra a formar parte de la Escuela de Cábala de Gerona junto al citado Ezra ben Salomón, Hachmanides el -sin duda personaje más destacado de la historia del judaísmo en Gerona-. Jacob ben Abraham v Jacob ben Sheshet, entre otros. r'Gerona se extendería el estudio de la Cá"l resto de las comunidades judías españolas: Toledo. Córdoba.... iniciándose así un lar-

glo

ba

go camino que culminaría con la elaboración del Zohar, El libro del esplendor, obra maestra de la Cábala, de gran influencia entre los cristianos renacentistas y los movimientos místicos judíos a partir del siglo XVI. "Del rincón del patio", narra Joan Argentier, "al socaire y protegidos del sol, un pequeño grupo, atentos, escuchan la voz suave y firme del viejo rabí, que, lentamente, sin prisas, va desgranando poco a poco, a la medida de las necesidades de quienes le escuchan, los misterios contenidos en la Shosham Edouth y también en el Sefer Ha-Rimmon, de su entrañable hermano y amigo Moisés de León...". He aquí el ambiente que reinaba en el viejo call gerundense en aquellos tiempos en que el

estudio y el conocimiento eran la principal

preocupación de los judíos sefardíes. Allí habían llegado alrededor del año 888 procedentes de una colonia agrícola cercana a Besalú, hermoso pueblo medieval a escasos kilómetros de Gerona, cuna más que probable del judaísmo

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hebrea

s3/miento judío, de la literatura

y de la cultura medieval en general;

que había sentado asimismo las bases de la economía gerundense y de la que habían surgido además los propios constructores de la catedral cristiana, que no pudo terminarse a cau-

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sa de la expulsión, habrían de sufrir los

designios de la Santa Inquisición. El entendimiento con las comunidades cristianas ya no es el mismo a medida que nos acercamos alagrarl matanza de judíos de 1391 y a su expulsión definitiva, ordenada por los Reyes Católicos

en 1492. Desde entonces, los descendientes de los descendientes de los hijos de Sefarad viven con el corazón en el exilio. Jamás dejaron de acudir judíos al viejo call gironás y miles de ellos esperan la concesión de la nacionalidad española para regresar a la tierra de sus mayores. Todavía llegan peregrinos a Gerona en busca de desconocidos misterios ocultos, pero que, en pala-

bras de Joan Argentier, "presentimos

deambulando por las callejas del viejo call...". Ni aun el paso de los siglos ha conseguido despct^. a las piedras, a los rincones, a las angost¿ ¡lles de esta Gerona hebrea de la presencia de sus fundadores. Justo es, pues, que el espíritu de los padres vuelva a ser el señor de la casa.

Nos sentamos, rodeados del maravilloso si-

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lencio que produce el canto de los pájaros, en el llamado patio de los Rabinos, entrada obligada a la finca. José Tarrés, a mi lado, empieza a contar la historia del edificio desde que fue cerrado, en 1946, hasta hoy, convertido en restaurante, sala de exposiciones, centro cultural, lugar de encuentros, reducto místico y un montón de cosas más.

Isaac el Ciego forma parte de una antigua manzana de casas limitada al Norte por un callejón estrecho que tuvo los nombres de callejón de San Lorenzo y calle de Berga; al Este, por la calle llamada actualmente travesía del Doctor Oliva Pral al Sur, por un callejón aho-

ra cerrado por ambos extremos, que se llamó callejón de Hernández, y al Oeste, por la calle de la Forga. a -'ún datos recogidos por Luis Batlle Prats y . re Marqués Casanovas, ambos cronistas oficiales de Gerona, después de la expulsión de los judíos la hnca pasó a manos de unos eclesiásticos. Más tarde se convertiría en residencia canonica, cuya titularidad pasaba de un

capitular a otro en caso de fallecimiento o cambio de domicilio del poseedor. Durante el siglo XVl, el edifrcio se transformó en un verdadero palacio. Los signos heráldicos de su dueño hicieron aparición en los dinteles de las ventanas exteriores. Poco a poco, los cánticos, las oraciones, el Sabbaht irían quedando en el olvido: los candelabros. arrinconados o escondidos en el último trastero; el antiguo horno del pan cerraría su boca con la última hogaza en la entrada. Ahora, después de casi cinco siglos, se desintegraría en una nube de polvo harinoso al abrir nuevamente la portezuela. En el Archivo Municipal de Gerona encontramos, con fecha de 15 de abril de 1532, un permiso para "cerrar la calle que da paso a la antigua escuela de la Aljama de los judíos", que unía la entonces llamada calle de San Lorenzo (hoy calle de la Forga) y ter-/elsl A pAG. 57

En la parte superior, una fuente que representa, probablemente, un monje o un fiel con su bonete. En la parte inferior, el viejo

aljibe, que hace tiempo dejó de cumplir su misión.

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ss/minaba en la de Bellmirall

(ahora Oliva y Prat). Este hecho determinaría, muy probablemente, el destino posterior del inmueble, que poco a poco sería ocupado, dividi-

do y repartido entre los propietarios colindantes.

Garajes, lavaderos, tendederos..., así se nos mostraría en el año 1974, en que comenzaron las obras de restauración. Seis años antes había sido recuperada la calle de entrada, llamada Portal de Berga, que había permanecido cerrada durante 120 años. Sin embargo, latarea no había hecho más que empezar. Tarrés y los demás Amigos del Call de Gerona, asociación creada precisamente para devolver a la vieja Gerona el sentido de su historia milenaria, fueron tachados de locos, incluso de visionarios. Y puede que 1o fueran, pero si no hubiera sido por ellos las piedras sagradas de la que fue tercera sinagoga de Gerona, los propios cimientos de la ciudad, dormirían aún sepultados por cientos de años de persecución e ignorancia. Ignorancia que puede llegar a desvanecerse con las excavaciones y estudios arqueológicos e l'' óricos que sobre la hnca se llevan actualm!- , a cabo. Hay que resaltar que el cal/ se halla situado dentro de la ciudad romana, Gerunda de Septimania, una de cuyas murallas se elevaba a pocos metros de la sinagoga del Cec; incluso la calzada principal romana, que atravesaba la ciudad de Norte a Sur, coincidía con la actual calle de la Forga. Vendrían más tarde los períodos de dominación visigótico y árabe, de escasa duración, y el gobierno de los condes de Gerona-Barcelona, durante el que fueron reforzadas las fortihcaciones de la ciudad. Barcelona había sido prácticamente destruida por las huestes de Al-Man-

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sur, lo que determinó un extraordinario

crecimiento de la población en Gerona, que se convirtió de hecho en capital de Cataluña Vieja. Un siglo después llegarían los judíos. Todo esto hacía pensar que algo importante se encontraba en el subsuelo de lo que se suponía podía haber sido antigua sinagoga, hecho que no tard,aría en confirmarse. "Comenzamos

a trabajar con cuatro moros contratados",

cue José Tarrés. "El más viejo rezaba todo el t" ,po y parte de la obra se solucionó por milagro, ya que carecíamos de medios y dinero...". "Apenas se abrió la puerta", continúa, "no pasaba semana sin que apareciera un rabino, unjudío o u1r grupo de ellos... Se puso un libro de firmas. Un día se presentó un matrimonio que lo pidió y escribieron una oración por los

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que han trabajado, trabajan y trabajarán aquí... Pero una de las cosas que más me han sorprendido fue el comentario de una eclesiásdijo:'Usted no lo sabe, pero todo está aquí todavía' ". Lo primero que se encontró fue una vasija de cerámica con la estrella de David perfecta. Y un buen día, la esposa de Tarrés, Pía, tiene una intuición: baja a los niveles inferiores del inmueble y se pone a cayar. Aparecieron, entre otras cosas, cerámica y cristal romano. Así fueron viendo la luz más estrellas de David, más cerámica, monedas... Hasta que un 22 de diciembre, en vísperas de Navidad, decididos a enterrar un motor que serviría para instalar un asador de carnes, llegaría laiensn A pAG. s9 tican sor Esperanza. Me

Gran parte del edificio ha sido reconstruido por la familia Tarrés y los amigos del Call de Gerona, como muestra la fotografÍa superior.

También se ha procurado conservar algunas estancias con su ambiente original.

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sorpresa y, hasta ahora, el

mayor misterio que encierra Isaac el Ciego. Allí estaban las enormes piedras ("la Magna piedra partida, que tendrá que volver a unirse. Durmiente en los suelos de la Tor tapada". A. Malby , Carta a los que volverán) y, jtnto a ellas, gran cantidad de cristal romano y huesos todos cortados en la misma forma. Esto último no era de extrañar, ya que allí había estado asentada la carnicería hebrea. ¿Qué misterio encierran estas grandes planchas de piedra, sin duda trabajadas con algún fin para nosotros aún desconocido? ¿Servirlan a r e aliz ar s acrificio s, inmolaciones? S e tra¿ ta qtrzá de piedras iniciáticas destinadas a la ejecución de determinados ritos? ¿Cuál es su p ar

origen, desde cuándo están allí? Son preguntas que todavía no tienen respuesta clara. Muchos

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piensan, esperanzados, que despejar esta incógnita equivaldría a dar un pasode gigante en la busqueda de los orígenes de la propia Gerona. El gran sueño de José Tarrés, de los Amigos del Call de Gerona, de las comunidades judías de '^4o el mundo -con las que Isaac el Ciego se puesto en contacto-, del mismo Guershom Shalem (el gran especialista en Cábala recientemente fallecido que antes de morir, el 3 de noviembre de 198 I , eJcribiría una carta interesándose por el edificio y su historia) es el de que Isaac el Cec vtelva a ser lo que era, rehabilitar el que fue primer centro cabalístico y transformarlo en lugar de reunión de estudiosos de la Cábala del mundo. "Isaac se concibe como un círculo dividido en cuadrantes", nos dice Tarrés: "relaciones públicas, mediante la realización de congresos, exposiciones, tertulias; manifestaciones culturales con artistas judíos o de origen judío, a los que se alojaría a cambio de alguna de sus obras -esto serviría a su vez para fundar un museo y volver a alimentar así las raíces sefardíes-, en tercer lugar, el centro de Cábala, abierto a corrientes importantes y sinceras, y, por último, el Viaje a la raíz de Sefarad y el Retorno de Sefarad. Que venga a visitarlo la gente, sobre todo los judíos sefardíes, y así despertar la memoria atá," ^2"

.

' !", escribe

Joan Argentier, "en muchos lugares del mundo, en modernas ciudades de Europa y América, en la propia tierra de Israel, incluso en la misma Ciudad Santa hay muchos quen entre susurros de recuerdos pasados, entre suspiros de leyendas que fueron más que realidades, dejan caer una lágrima, al tiempo que un nombre se escapa entre dientes musitado con amor y respeto: '¡Gerona, Gerona!'Y al pensamiento fluyen como flor que se abre al rocío del alba las palabras de un viejo libro, que se dice se comentaba, entre otros lugares, en esta perla de Sefarad: 'Como rosa entre espinas, igual es mi bienamada entre las hijas...' ". "Dejemos", concluye, "nuestro pensamiento como caliza abierta a la lluvia de la Torá v de la tradición y paseemos lentamente, piadosámente, encogidos, como si pisáramos por encima de los pétalos de una grande y delicada flor: Mont-

juich, Besalú, Matajudaica, Vilajuiga... Acer-

quémonos atentos al centro equidistante, a este pozo y depósito de agua viva, a este cofre de la

tradición que es Gerona, la bienamada entre las hijas de Sefarad..." T

Parte del edificlo ha sido convertido en bar-restaurante, procurando ofrecer un ambiente judío. En la fotografía inferior, una d9 las

múltiples sxposlclones de autores relaclonados con la cultura Judía que se celebran en rsaac el Ciego.

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