Resumenes De Articulo .docx

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Resumen de Guardia No. 1

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

Anhidramnios, definido como la ausencia de líquido amniótico, por pérdida de líquido y/o disminución de su producción. Durante el segundo trimestre, su hallazgo es fortuito por ultrasonido en búsqueda de otra etiología. Este hallazgo puede llevar al feto a anormalidades anatómicas y fisiológicas, y a menudo resulta en muerte fetal o neonatal. La amniotransfusión no es el estándar de tratamiento, por no ser efectiva en casos de anormalidades placentarias y/o anormalidades fetales congénitas. Caso: Primigesta de 34 años que se refiere de su unidad médica, por anhidramnios de 22 semanas de gestación, no tiene antecedentes de parto pretérmino, y no tuvo pérdida de líquido en la exploración con espejo vaginal. El ultrasonido calculó un peso fetal de 440 grs además de ausencia de líquido, se observó la vejiga sin alteraciones; se observa el cordón hiperecoico, la placenta se ubica en el fondo uterino, se observan datos de pulsaciones en la arteria cerebral media y la arteria fetal. Al día siguiente, la paciente refiere movimientos fetales disminuidos y el ultrasonido refleja ausencia de velocidad diastólica en las arterias uterinas, bradicardia fetal sin contracciones uterinas y producción fetal urinaria es de 0.98 mL/hr. Hallazgos que revelan un marcado compromiso fetal, por una disfunción circulatoria. Se le realiza una resonancia magnética a la paciente, con lo que descartan anomalías congénitas urológicas, pero existe una compresión placentaria en su sitio de inserción por una torsión de las arterias umbilicales. La causa del anhidramnios es desconocida, y la amniotransfusión terapéutica y diagnostica, se indica la semana 23. Se infunde 350 mL de solución salina caliente, hasta detectar un máximo en saco de longitud vertical >3 cm. Después de la terapia, el volumen de líquido amniótico se restableció espontáneamente y la producción de orina volvió a la normalidad. Durante la semana 39, tuvo un parto vaginal normal, naciendo un masculino de 2.382 kg, sano, con APGAR de 8 al minuto y 9 a los cinco minutos. Si bien la amniotransfusión no es una medida estándar de tratamiento, al presenciar este caso, se reevalúan también 21 casos similares a este, con y sin problemas asociados al cordón, entre las semanas 20 y 28, lo cual revela una tasa alta de supervivencia. El pronóstico es más favorable cuando se indica tocolisis y amniotransfusión durante el segundo trimestre, puesto que el estrés mecánico que el volumen causa, hace que el cordón vaya mejorando sus condiciones para llevar un embarazo un poco más de tiempo. Si bien no podría funcionar a la primera, se recomiendan series de amniotransfusiones, que podrían mejorar la tasa de supervivencia de forma significativa. Pero sin la evidencia suficiente no se puede asegurar los beneficios reales que pueden traer en el tratamiento de anhidramnios con alteraciones en el cordón y la placenta.

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Resumen de Guardia No. 1

Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

Los antinflamatorios no esteroideos (AINES) son medicamentos utilizados en la mayoría de padecimientos, y tratamiento para el dolor en muchas condiciones, por ello es muy usada en embarazadas pues se automedican para el alivio de molestias del embarazo. El mecanismo de estos medicamentos al interferir con la síntesis de prostaglandinas, inhibiendo reversiblemente ambas formas de la ciclooxigenasa. Su riesgo mayor es que conducen a disfunción renal, ya que la activación reducida de las prostaglandinas reduce la perfusión renal, lo que lleva a un decremento de volúmenes urinarios y amnióticos fetales, en especial después del segundo trimestre. Reporte del Caso: Mujer multípara de 33 años, que llega al servicio materno-fetal a causa de un Síndrome de Sjögren de fondo. Diagnosticado en 2012, cuando le fue detectado el anticuerpo Ro positivo. De igual forma, los anticuerpos anticardiolipinas y el anticoagulante lúpico se detectan negativo. Padece fibromialgia, que le ocasiona un dolor de espalda crónico, que debe ser tratado con bloqueo neural, en este embarazo. Todos los ultrasonidos hasta la semana 31 muestran un adecuado volumen de líquido amniótico. En el control de crecimiento de la semana 32, se encuentra un adecuado crecimiento fetal, aunque no se encontró cordón libre en líquido, no hay existencia de ruptura de membranas. La paciente revela estar tomando AINES, ácido mefenámico tabletas de 500 mg, prescritos por su odontólogo, para aliviar un dolor de muela de tres días. Se le suspendió inmediatamente y el ultrasonido del dia siguiente revelo oligohidramnios (vertical 1.4 cm) con algo de líquido en vejiga. Cuatro días después, en el ultrasonido, el volumen de líquido esta normal, y se le mantiene en vigilancia una semana. Inicia labor espontáneamente en la semana 40, para lo cual se le rompen membranas para acelerar el trabajo de parto. El volumen de líquido fue reportado como normal, con meconio grado I. Se han informado casos individuales adicionales en la literatura con la mayoría de los casos transitorios y reversibles al cesar el medicamento sin efectos neonatales perjudiciales. Sin embargo, como su uso produce un real disfunción renal que se puede acompañar o no por oliguria, que puede persistir en forma de una anuria que lleva a falla renal aguda fetal, proteinuria fetal y hipercalemia. Su uso es esta tan difundido para el alivio de molestias, como el dolor, que se vuelve un riesgo real, puesto que aún hay médicos de primer contacto que ignoran este hecho y lo siguen recomendado, que pueden llevar a condiciones más riesgosas como anhidramnios o falla renal crónica fetal que dependiendo de que AINE se utilice puede ser transitoria o persistente. Considerando su riesgo potencial las mujeres que deban llevar un tratamiento prolongado, deben mantenerse bajo

vigilancia, pero preferentemente evitar su uso en lo más que se pueda. Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Resumen de Guardia No. 2 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

Las enfermedades hipertensivas del embarazo son la principal complicación y causa de muerte materna y perinatal. Aun cuando su mecanismo no se dilucidado totalmente, es comúnmente aceptado su papel como una reducción de perfusión útero-placentaria, asociada a una isquemia/hipoxia placentaria, que resulta en implantación sincitiotrofoblasto anormal e invasión anormal de las arterias espirales, que conducen a un estado de riesgo materno. En la Placenta Previa, la placenta se implanta en el segmento inferior del útero, que condiciona un incrementado suministro de sangre y oxígeno. Se consideró que el riesgo de un estado hipertensivo era menos probable en este padecimiento, llegando a la conclusión que tenía un efecto protector para estados hipertensivos inducidos por el embarazo, aunque estudios que incluían más factores de riesgo aseveraba lo contrario. Estudios más recientes demuestran fuertemente la inversa relación entre placenta previa y la preeclampsia. En este metaanálisis se incluyen estudios de cohorte que mencionan algo relevante respecto a ambos puntos, incluyendo todas las variedades de placenta previa, excluyendo aquellos que tienen sesgos estadísticos y datos incompletos, incluyendo 7 casos en total. Aun cuando varios de los estudios se centraron en demostrar o negar la relación entre preeclampsia y placenta previa, los resultados eran algo inconsistentes, reportando preeclampsia grave en pacientes con placenta previa, o placenta previa que bajaba disminuía el índice de preeclampsia pero aumentaba el índice de partos pretérmino. En este caso, el metaanálisis encontró una relación protectora entre la placenta previa y los trastornos hipertensivos, al repasar todos los estudios. Sus conclusiones llevan a que la placenta implantada en la parte inferior del útero puede contribuir al drenaje venoso y reducir el riesgo de toxemia, la mejora del suministro de sangre y la oxigenación de la placenta implantada en el segmento uterino inferior puede tener un papel en la prevención de las enfermedades hipertensivas del embarazo, y se consideran que las variancias anteriores eran discrepancias por incluir más factores, por lo que se requiere una investigación más a fondo. El propio mecanismo de la implantación en la placenta previa, es seña de los efectos protectores que brinda ante los estados hipertensivos del embarazo, pero no se puede negar el alto riesgo que esta trae como partos pretérmino y hemorragias puerperales. Un metaanálisis no puede dar la pauta, para la estandarización de un resultado puesto que se limita por los criterios que los otros estudios hicieran previamente, así como las condiciones variadas que tenían las pacientes, por lo que se debe considerar como una verdad a medias que debe terminar de investigarse para tomar medidas nuevas. Idealmente debe tomarse más a fondo los datos recabados de otras investigaciones y tomar ciertas consideraciones para cada población, hasta entonces los datos que

se presentan pueden dar una diagnostico por descarte en la gran mayoría de los casos que se vean dia a dia.

Resumen de Guardia No. 2

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La placenta comienza su desarrollo después de la implantación del blastocito en el endometrio, en condiciones normales sucede en el segmento superior donde se completa su desarrollo, y así facilita la nutrición del feto. En algunos casos esta placenta, se implanta en el segmento inferior cerca o en cérvix interior, o invade además endometrio y miometrio, siendo además de placenta previa, placenta accreta; estas condiciones conllevan a hemorragia, cuando el embarazo finalice. La embolización de las arterias uterinas, en mujeres que no desean fertilidad futura, consiste en ocluir ambas arterias uterinas mediante partículas, con el objetivo de producir infarto isquémico. Se realizó un análisis retrospectivo en donde se seleccionaron pacientes con implantación placentaria anormal, diagnosticada por un método de imagen, 7 casos, que hubiesen sido tratadas con embolización arteria uterina en un periodo de 6 años, dividiéndolas en las que tenían placenta previa, cinco casos, y las que tenían placenta previa con placenta accreta, dos pacientes. A ellas se administró lactato de etacridina (Rivanol) a través del líquido amniótico, para aprovechar el efecto contráctil en el útero por los mastocitos del miometrio para prepararlas para el procedimiento. Todas las pacientes con placenta previa que recibieron embolización de las arterias uterinas con lactato de etacridina, tuvieron un parto natural sin mucha hemorragia. En uno de los casos de placenta previa con acretismo tuvo un parto con poca hemorragia, pero retuvo la placenta, en el otro caso tuvo un sangrado abundante durante el parto que no se podía controlar, en estos dos casos tuvo un desenlace, en histerectomía de emergencia pues tenían hemorragia masiva. Se realizó una cistectomía parcial en el último caso pues invadía la pared de la vejiga, cosa que la resonancia magnética no había reportado. Se reportó la placenta como increta y percreta en el examen patológico. Se reportaron muy pocas complicaciones a largo plazo, las pacientes con placenta previas en periodos muy cortos tuvieron trombosis de las arterias femorales, en el tiempo que duro la cateterización, pero con trombectomía y trombólisis se desarrollaron de buena manera. La paciente que retuvo la placenta tuvo una leve infección que se desenvolvió sin problemas a mediano plazo. Todas las pacientes que tenían placenta previa tuvieron una recuperación favorable sin cambios en su ciclo menstrual, ni en la cantidad de sangrado, tres de estas pacientes se volvieron a embarazar, concluyendo dos de ellas en partos normales y una de ellas en un aborto. Aun cuando no hay muchos casos reportados, ni muchos estudios al respecto, la embolización de las arterias uterinas es una buena alternativa para disminuir el sangrado y no recurrir a la cesárea en pacientes que tengan placenta previa, como indican estos artículos de revisión el utilizar el lactato de etracrina para completar una preparación completa.

Resumen de Guardia No. 3

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

El aborto retenido cuando sucede habiendo ocurrido la muerte del producto de la concepción, no se expulsa de forma espontánea. Este tipo de aborto es silencioso y sucede porque al no existir expulsión del feto no hay sangrado, incluso en algunos casos hay ausencia de sintomatología de embarazo. La única forma de diagnosticar un aborto retenido es a través de una ecografía en la cual se podrá comprobar la ausencia de latidos cardíacos del embrión. El manejo de este tipo de aborto es la evacuación quirúrgica, la evacuación con uso de medicamentos y el manejo expectante. El misoprostol es una prostaglandina sintética, que es utilizada para tratar gastritis y ulceras gástricas, para inducción del trabajo de parto y es un abortifaciente, es usado igualmente maduración cervical para procedimientos quirúrgicos como legrado uterino, interrupción del embarazo y manejo de hemorragia postparto. Este estudio busca demostrar la diferencia entre la aplicación de misoprostol vía sublingual y vía vaginal, para esto de 240 pacientes se eligieron 160 pacientes que cumplían con todos los datos en sus antecedentes, en su exploración física y datos ecográficos correspondientes a aborto retenido, a las que se les dio seguimiento durante 24 hrs. Se dividieron en dos grupos las de aplicación sublingual y las de aplicación vaginal, poniéndoles la misma dosis (100µg), cada cuatro horas, pasadas las primeras 24 hrs con el tratamiento, se evaluó los efectos secundarios, así como los cambios cervicales. El ultrasonido transvaginal se repitió después de las primeras 24 hrs, después de la última toma y después de la expulsión de todos los productos de la concepción, para asegurar la correcta evacuación de la cavidad. Hubo algunos casos que, al no existir el cólico uterino ni cambios cervicales, se recurrió a la evacuación quirúrgica. Notaron que el uso sublingual tiene mejor resultado que el vaginal, el número de casos con evacuación completa fue 56 en las pacientes de aplicación sublingual, mientras que 41 en las de aplicación vaginal. Los casos administrados por evacuación quirúrgica fueron 24 en el grupo 1 contra 39 en el grupo 2. Si bien hubo resultados en el cual se llegó al resultado final de la evacuación quirúrgica, lo cierto es no es mas que un riesgo como procedimiento, por las condiciones que el uterino y el cuello presenta al momento de proceder, ya que sin una preparación previa no existirán cambios en el cérvix uterino, proceder se vuelve más tedioso. Este estudio demostró que en la mayoría de las pacientes se podría iniciar o incluso tratar únicamente con tratamiento medicamentoso, sin necesidad de recurrir a la intervención, de igual manera demuestra que los mejores resultados se obtienen con la aplicación del misoprostol sublingual, en dosis bastante bajas, que tiene pocos efectos adversos en la paciente y que auxilia en la progresión de la expulsión de los restos de la concepción, haciendo así que en caso de que se necesite proceder con algo más severo, sea menos probable causar más molestias a la paciente, en pro de dañar menos la cavidad uterina.

Resumen de Guardia No. 3

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

El aborto sucede en una tercera parte de lasa embarazadas, esto llega a afectar la calidad de vida de las pacientes, esto puede deberse al estado del endometrio y a la implantación del embrión. En el caso de que las pacientes tengan deseos a largo plazo de embarazarse, acaban recurriendo a la fertilización in vitro, donde no se es evaluada adecuadamente con métodos no invasivos. Entre estos métodos resaltan la evaluación ultrasonográfica y el estudio histológico de tejido, cada uno de estos métodos tiene sus limitaciones. La histeroscopia por su lado da una descripción más precisa del estado de la cavidad uterina in vivo, con lo que se pueden evaluar perfectamente las fases del ciclo, en ausencia de embarazo. Aun con esas la información sobre los signos histeroscópicos normales y patológicos del endometrio en el embarazo no se ha explorado por completo. Se intenta evaluar los signos histeroscópicos de la implantación normal y patológica utilizando un ejemplo de embarazo no viable después del protocolo de Fertilización In Vitro, para lo que se eligen 160 pacientes que se hicieron embrioscopias por abortos retenidos después del programa de reproducción asistida; dividiendo a las pacientes en dos grupos, las primeras 82 sometidas a programas de fertilización In Vitro después de un diagnostico por histeroscopia y aspiración manual, y el segundo de las 78 que no tenían cirugías intrauterinas previas. A las que se realizó histeroscopias iniciales y posteriormente embrioscopias. Donde no se encontraron deformidades y en la gran mayoría se reportó una estructura normal y buena distribución las glándulas. En seis casos se observó una distribución desigual y diferentes formas de glándulas junto a un grosor del endometrio insuficiente con distribución escasa de los vasos. Dieciséis de estas pacientes tenían áreas de necrosis endometrial y disposición de vasos más allá de la zona de implantación. La mayoría de las pacientes tuvo sangrado y trombosis de los vasos del endometrio, la distrofia de la decidua capsular fue un hallazgo más de la mitad de los casos. Debido a la ausencia datos identificables en la estructura normal del endometrio en el embarazo progresivo según la edad gestacional vuelven un diagnostico difícil de hacer, no hubo mayor diferencia entre ambos grupos, ni datos histológicos de relevancia. Si bien se pueden encontrar algunas imperfecciones en el endometrio y en la decidua capsularis, y algunas de estas imperfecciones puedan ser clasificadas como patológicas, es imposible determinar en qué tiempo se presentarán realmente, en el transcurso de la perdida gestacional hasta el momento de la cirugía. El seguimiento por ultrasonido podría ayudar a determinar mejor estos cambios antes de realizar la embrioscopia, y predecir en base a las anormalidades del endometrio el desenlace y poder realizar algo antes de que se convierta en aborto, y aun sin un patrón característico poder determinar con mayor brevedad una etiología.

Resumen de Guardia No. 4

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

Los leiomiomas, mejor conocidos como miomas uterinos o fibromas, se consideran una proliferación localizada de células de musculo liso rodeadas de una pseudocapa de fibras musculares comprimidas, el papel de la progesterona, se debe a que su crecimiento se debe a la presencia de sus receptores en el miometrio, por ello se ha buscado vías que la modulen a lo largo de esta década, mencionando unos fármacos moduladores selectivos del receptor de progesterona, tales como asoprisnil, mifepristona, telapristona y acetato de ulipristal. Y en los últimos años han existido estudios que demuestran la efectividad del ulipristal para disminuir el sangrado y disminuir el tamaño, además inhibe la ovulación, manteniendo niveles adecuados de hormona foliculoestimulante y del estradiol, sin causar actividad antiglucocorticoide. En base todos los estudios hechos hasta la fecha sobre la administración del ulipristal, se sabe que con un tratamiento de tres meses conducen a un rápido control de casi toda la hemorragia, una reducción significativa del tamaño del leiomioma, así como el aumento en la calidad de vida de las pacientes. Aunque su seguimiento es corto, se cree que la recurrencia se presenta en al menos la mitad de las pacientes en un periodo de cinco años, y en caso de recurrencia, en intervalos prolongados tiene buenos resultados. De igualmente es importante la vigilancia del endometrio en el cual se utilizaron técnicas histológicas, en la cual existió varianza en el día en el cual el endometrio se engrosaba, este cambio igual estaba determinado por la dosis. Entre los cambios histológicos el epitelio, teniendo presencia de quistes extensos, cambios vasculares inusuales y en ocasiones hiperplasias atípicas, aun así, se consideran cambios benignos puesto que son cambios que han sido reversibles. Se demostró de igual forma que el tratamiento prolongado es seguro, con pacientes que tuvieron más de 4 años de tratamiento, en intervalos. De igual forma no existieron cambios significativos en los niveles hormonales en sangre ni en los signos vitales. Aun en pacientes posmenopáusicas no hubo cambios respecto a los valores que tenían, ni el epitelio en el examen histológico. El uso continuo de ulipristal no está bien estudiado y no se recomienda por seguridad de las pacientes, en terapias prolongadas se a observado cambios importantes en los vasos del endometrio en terapias de 6 meses continuos o más. Se ha dicho mucho del ulipristal como la alternativa más favorable en el tratamiento de los leiomiomas, pero poco se ha dicho del estado del endometrio a la larga con su uso, pues no hay regulaciones adecuadas para su manejo. Su disponibilidad y el hecho de que funcione bien para disminuir el sangrado y el tamaño de los miomas, es algo bastante útil, ciertamente no es una alternativa para pacientes que quieren tener embarazos, hay mucho aun por estudiar.

Resumen de Guardia No. 4

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

Los miomas uterinos son los tumores más frecuentes del aparato reproductor femenino. Se estima que aparecen en un 25% de mujeres en edad reproductiva y hasta en un 40% de mujeres en edad inferior a los 50 años. En muchas ocasiones son tumores asintomáticos, pero lo más frecuente es que produzcan alteraciones menstruales (hipermenorreas y hemorragias intermenstruales), dolor abdominal y síntomas de compresión. La relación entre los miomas y el endometrio en un punto importante en el tratamiento de las mujeres sintomáticas, aunque dependerá de muchos factores como será el abordaje. Por esto la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) los clasificó en base a su relación con el endometrio y la serosa. En importante tomar en cuenta los datos recabados en la historia clínica de las pacientes, importantemente la edad, el deseo de fertilidad, y los datos recabados en la exploración física, como el tamaño y la localización, además de los datos que den el ultrasonido transvaginal, tener en previsión que los datos son subjetivos y saber hacer diagnósticos diferenciales, y evaluar la presencia de varios miomas. Antes de ir a un abordaje quirúrgico, evaluar otras opciones como la administración de acetato de ulipristal durante 3 meses reduce sistemáticamente el tamaño del mioma, o en otros casos, hacer más fácil su abordaje al disminuir un poco su tamaño; si la cirugía es inevitable, las pacientes deben ser preparadas, para lo que les da hormona liberadora de gonadotropina, 4 semanas antes, para disminuir el grosor del endometrio y hacer visibles los miomas, vigilando las dosis pues aplicar 3 veces la dosis puede reducir el tamaño del mioma. Se debe ser cuidadoso con el ulipristal y la hormona, pues pueden suavizar el mioma, y su abordaje puede dificultad el abordaje. Los miomas submucosos se relacionan con un alta de infertilidad, abortos, hemorragia. En base a la clasificación de la FIGO, el mejor abordaje para los tipos 0 y 1 es la miomectomía histeroscópica, mientras que para tipo 2 recomienda histeroscopia, pero en caso de ser muy grandes se recomienda abordaje laparoscópico. Los miomas intramurales en por su parte son controversiales en base a su relación con la infertilidad, pues su extirpación quirúrgica rara vez concluye espontáneamente un embarazo; la miomectomía laparoscópica es la técnica más recomendada, pues hay menos sangrado, menos dolor, menos estancia hospitalaria. Vigilando correctamente el estado posoperatorio para evitar adhesiones. Aun con los beneficios que traen nuevas técnicas, también traen efectos adversos que con los métodos conocidos pueden evitarse de buena manera, hay que considerar el estado general de las

pacientes, sabiendo brindarle opciones para que elija la más adecuada para ella. Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Resumen de Guardia No. 5 Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La preeclampsia es un estado que se caracteriza por presencia de hipertensión y proteinuria significativa, o algún criterio de severidad, que ocurre después de la semana 20, durante el parto o el puerperio. La preeclampsia puede afectar múltiples órganos y muchas condiciones pueden imitar sus características. El diagnóstico correcto se vuelve algo critico en base al número de embarazo, la posible recurrencia en embarazos futuros y las implicaciones pronosticas en la madre a largo plazo. Es a menudo, un desorden de la segunda mitad del embarazo, cuando no hay existencia de otras enfermedades de trasfondo. Tanto para la madre como para el feto, existe riesgo a la salud por estas condiciones, en específico con enfermedades cardiovasculares. Algunas pacientes tienen un alto riesgo agregado si tienen valores altos de presión basales, lípidos séricos elevados y un índice de masa corporal elevado, y edades maternas cerca de los limites reproductivos. Describiendo enfermedades que podrían imitar el cuadro de una preeclampsia: Enfermedad renal persistente con hipertensión, pues cualquier trastorno asociado con hipertensión o proteinuria, ya sea preconcepción no diagnosticada, o que ocurre de novo durante el embarazo, el grado de proteinuria aumenta sustancialmente durante el embarazo en casi todos los tipos de enfermedad renal subyacente, el diagnostico puede hacerse en base a las características clínicas o pruebas inmunológicas sugestivas de enfermedad autoinmune o del tejido conectivo. Estenosis de la arteria renal por displasia fibromuscular, su presencia en el embarazo es desconocida, en el embarazo es la hipertensión resistente al tratamiento de inicio temprano sin proteinuria, el diagnóstico se puede realizar mediante ecografía dúplex de la arteria renal (RADU) o angiografía por resonancia magnética. Feocromocitoma, la importancia de su identificación es la supervivencia materna, más que la fetal, se caracteriza por hipertensión antes de las 20 semanas de gestación, marcada labilidad de la presión arterial, episodios de palidez, diaforesis, palpitaciones y dolor en el pecho, pérdida de peso, hipotensión postural y fiebre, el diagnóstico es mediante la demostración de metanefrinas elevadas fraccionadas en plasma o en orina de 24 hrs. Dentro de los padecimientos que se describen se nota una gran similitud entre los datos clínicos, dificultando el rápido proceder para el que no identifique la clínica de cada padecimiento, porque casi todos concurren en la proteinuria, uno de los principales datos de la preeclampsia, por ello hay que vigilar los criterios mayores y no descartar la posibilidad de que pueda tratarse de otro padecimiento, por ello una correcta anamnesis toma un valor pronostico importante al que no se le puede restar valor.

Resumen de Guardia No. 5

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La preeclampsia es una enfermedad común específica del embarazo con posible resultado adverso materno y neonatal, que afecta al 3-5% de todos los embarazos. La preeclampsia es la hipertensión de novo manifestada después de las 20 semanas de gestación combinada con una de las siguientes afecciones de nueva aparición: proteinuria (> 300 mg / día); o disfunción de los órganos maternos, o disfunción uteroplacentaria. Se definen como preeclampsia de inicio temprano, que se presenta antes 34 semanas de gestación, y preeclampsia de inicio tardío, que se presenta a partir de las 34 semanas de gestación. La principal característica patológica de la preeclampsia de inicio temprano es un desarrollo anormal de la placenta con restricción del crecimiento fetal, mientras que la de inicio tardío tiene cambios mínimos o ausentes, y no tiene restricción de crecimiento. El único tratamiento definitivo de la preeclampsia es administrar placenta y, por lo tanto, neonato, y el momento del parto es uno de los principales desafíos de la preeclampsia, especialmente en mujeres con preeclampsia de inicio temprano. Si la preeclampsia se diagnostica más allá de las 37 semanas de gestación, la inducción del parto es la mejor opción para la madre y el neonato. Si se produce preeclampsia leve o hipertensión inducida por el embarazo a las 34-37 semanas de gestación, la monitorización expectante hasta que se justifique el deterioro clínico. Comparando los niños que nacen después de un embarazo complicado con preeclampsia tienen un promedio de 5% menos de peso al nacer en comparación con los niños nacidos después de un embarazo sin complicaciones. Se asocia con tasas más altas de síndrome de dificultad respiratoria infantil, hemorragia intraventricular, sepsis, displasia broncopulmonar y discapacidad del desarrollo neurológico en la infancia. La principal causa de muerte materna por preeclampsia es la hemorragia cerebral, que presumiblemente es consecuencia de una hipertensión grave. La preeclampsia es una enfermedad común específica del embarazo, mujeres con antecedentes de preeclampsia son propensas a enfermedades cardiovasculares más adelante. Esto implica la oportunidad de desarrollar y evaluar programas preventivos a una edad relativamente joven. Los efectos potenciales del tratamiento materno, incluida la medicación y la duración de la exposición de un entorno intrauterino privado, a largo plazo, no son claros y deben evaluarse para reducir los resultados adversos, incluida la hipertensión y el funcionamiento cognitivo, que a su vez podrían desempeñar un papel en el resultado reproductivo de estos descendientes. La inconsistencia en el resultado a largo plazo puede explicarse por factores de confusión que incluyen severidad de preeclampsia, peso al nacer al momento del parto, sexo fetal, tratamiento intrauterino y neonatal y aspectos genéticos.

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Resumen de Guardia No. 6

Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La adenomatosis es una afección ginecológica benigna en la que las glándulas endometriales ectópicas invaden el miometrio y producen hiperplasia del músculo liso adyacente. El agrandamiento progresivo del útero debido a lesiones adenomóticas se considera que causa síntomas tales como sangrado uterino anormal, dismenorrea y sensibilidad uterina. Actualmente no existe un método de diagnóstico por imágenes ni un enfoque de tratamiento estándar. Aunque hay tratamientos paliativos para los síntomas, no hay un tratamiento que vaya por la enfermedad, la histerectomía sigue siendo el tratamiento definitivo para esta enfermedad Se tomaron 71 pacientes que tenían lesiones adenomóticas en el examen histopatológico postoperatorio de secciones de tejido, y el grupo de control comprendía pacientes que no tenían ninguna lesión adenomótica. El examen histopatológico reveló la presencia de ADS en 10 pacientes, que comprendía el grupo de estudio. Los 61 pacientes restantes sin ADS comprendieron el grupo de control. Se les realizaron todos los procedimientos para comprobar que eran elegibles aun cuando tuviesen además una enfermedad agrada. Una vez elegidas recibieron preparación quirúrgica vaciando su intestino con enema y laxantes un día antes de la operación. Todos los procedimientos se realizaron bajo anestesia general: los pacientes se colocaron en la posición de litotomía. Se realizaron cateterismo urinario e inserción de una sonda nasogástrica en todos los pacientes. Para un útero grande durante la inspección antes de la cirugía, la operación continuó con el método utilizado por Yavuzcan. Se procedió a intervenirlas manteniendo niveles casi iguales de hemoglobina antes y después de la cirugía. Un sistema de drenaje pélvico se colocó antes de la finalización de la cirugía en algunos pacientes, si el cirujano lo consideró necesario. Los pacientes fueron reevaluados cada 24 horas en el período postoperatorio. De las pacientes que tuvieron lesiones adenomiotrópicas, 6 pacientes tuvieron leiomioma concurrente, 4 pacientes tuvieron cervicitis crónica y 2 pacientes tuvieron salpingitis ístmica nodosa. De los 61 pacientes sin lesiones adenomóticas en el grupo control, 41 pacientes tenían cervicitis crónica concurrente, 29 pacientes tenían leiomioma y 5 pacientes tenían 1 de los subtipos de hiperplasia endometrial. El diagnóstico definitivo se basa en el examen de los materiales de la histerectomía en el período postoperatorio, el USG y la resonancia magnética pueden ser útiles en el período preoperatorio, los hallazgos laparoscópicos están probablemente asociados con lesiones endometriales patológicas subyacentes y alteración de la vascularización uterina. En algunos casos los islotes que invaden profundamente en la línea endometrial se encuentran dispersos dentro de la estructura muscular del útero. Entre complicaciones la lesión del tracto urinario ocurrió en el 1.3% de las operaciones de LH, con lesiones ureterales casi tan comunes como las lesiones de la vejiga. El mayor riesgo de traumatismo del uréter ocurre en la cercanía de la arteria uterina. La tracción y la contratación son dos pasos importantes para mantener la hemostasia a este nivel

Resumen de Guardia No. 6

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

Durante los últimos 80 años, varias teorías han descrito cómo se desarrolla la adenomatosis. Actualmente, la hipótesis más extendida es que la adenomatosis se origina a partir de la invaginación de la base del endometrio en el miometrio. Según una segunda teoría, esta invaginación basal se desarrollaría a lo largo del sistema linfático intramiocármico. Una tercera teoría sugiere que un proceso metaplásico que se inicia a partir de tejido endometrial ectópico se produce de novo. Los informes muestran que aproximadamente el 20% de los casos de adenomatosis involucran a mujeres menores de 40 años, y el 80% tienen entre 40 y 50 años. Hasta hace poco, se creía que la adenomatosis solo se encontraba en mujeres con hijos, sin embargo, con técnicas de imagen mejoradas, se encuentra con frecuencia en pacientes infértiles. En pacientes con masas uterinas e infertilidad, la adenomatosis debe excluirse antes de que se den otras opciones de tratamiento. En los casos de adenomatosis clínicamente sospechosos, la ecografía transvaginal se debe considerar como la principal herramienta de diagnóstico entre los hallazgos están el agrandamiento uterino sin características de fibromas y el engrosamiento asimétrico de las paredes del miometrio anterior y posterior son signos de adenomatosis. Su importancia radica en que las mujeres infértiles alcanzan el embarazo después de ser tratadas por adenomatosis. En presencia de adenomiosis mostró hipertrofia celular y nuclear, forma nuclear y mitocondrial anormal, abundantes cuerpos de mielina y otras anormalidades. Las concentraciones de óxido nítrico sintasa, xantina oxidasa, superóxido dismutasa en mujeres con adenomiosis, los niveles no fluctúan durante el ciclo menstrual y están sobreexpresados. La cirugía conservadora o el tratamiento de combinación en mujeres subfértiles con adenomatosis también tuvieron beneficios significativos no solo para controlar los síntomas sino también para aumentar la tasa de embarazo en comparación con GnRH-a sola. Se han confirmado menores tasas de embarazo en mujeres con adenomatosis que se sometieron a Fertilización in vitro. Hay tasas de embarazo clínico significativamente más bajas en mujeres con adenomatosis diagnosticadas por ultrasonido (23.6%) en comparación con el grupo de no adenomatosis (44.6%) después de la estimulación con un protocolo de antagonista de GnRH para Fertilización in vitro. Muchos estudios informaron el resultado reproductivo después de la terapia reproductiva en mujeres con adenomatosis. En la situación clínica, todavía es difícil determinar si la adenomiosis es la causa de la infertilidad o no. Se necesitan mejores estudios para determinar el mecanismo molecular del fracaso de la implantación en mujeres con adenomiosis y el impacto de la adenomiosis en mujeres infértiles con o sin endometriosis. Los estudios sobre el tratamiento se limitan a series de casos y datos retrospectivos sin grupos de control.

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Resumen de Guardia No. 7

Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La hiperplasia endometrial es el engrosamiento anormal del endometrio debido al aumento del número de glándulas endometriales, por el efecto de los estrógenos sin la oposición de la progesterona. La hipoxia contribuye a la progresión tumoral local y sistémica, así como a la radioterapia y la quimioterapia potencialmente comprometedoras. La adaptación de las células cancerosas a su microambiente es una importante fuerza impulsora que conduce a enfermedades invasivas y metastásicas. La concentración de oxígeno es uno de los factores microambientales que afecta el crecimiento y la invasión de células malignas. La regulación de la transcripción por la subunidad alfa del factor 1 inducible por hipoxia, HIF-1α, es uno de los mecanismos principales que median respuestas adaptativas a la hipoxia. Y en el metabolismo de la glucosa en el microambiente tumoral cambia del proceso mitocondrial de oxígeno a la glucólisis. Para evaluar la expresión inmunohistoquímica de HIF-1α y GLUT-1 en Carcinoma Endometrial (EC) de tipo I y II y su correlación con las variables clinicopatológicas establecidas en cada tipo se realizó este estudio retrospectivo en 76 casos archivados de pacientes egipcios. El estudio incluyó 9 casos de hiperplasia atípica y 67 casos de CE, que se clasificó en 49 CE de tipo I y 18 de tipo II. HIF1α se expresó en los componentes epitelial y estromal del grupo de hiperplasia. HIF-1α se expresó en el componente epitelial de ocho de nueve casos. Siete de 8 casos positivos mostraron un patrón de tinción no relacionado con la necrosis, mientras que solo un caso mostró un patrón relacionado con la necrosis. Con respecto a la expresión de hIF-1 α estromal, tres de nueve casos mostraron expresión positiva. GLUT-1 se expresó en el epitelio y no en la parte estromal del grupo de carcinoma. En el número total de casos de carcinoma endometrial, 66 de 67 casos. Con respecto a la expresión de HIF-1α epitelial, el grupo de hiperplasia mostró una puntuación H mediana más alta en comparación con la CE de tipo I Se observó una alta expresión de HIF-1α epitelial en la hiperplasia, lo que concuerda con estudios previos con un porcentaje variable, La sobreexpresión de HIF-1α en el grupo de hiperplasia que en el grupo de EC podría atribuirse a las condiciones hipóxicas evidentes en casos de hiperplasia. Aunque solo hay un caso de hiperplasia endometrial que muestra necrosis en el estudio actual, sin embargo, esto no está en contra de la presencia de microambiente hipóxico. El papel de HIF-1α en las células epiteliales puede diferir del de las células estromales en la CE. Aunque de esta diferencia aparente en la distribución, aumentan la expresión de cada uno en EC que apoya la diafonía entre los componentes epiteliales y del estroma del cáncer. El GLUT-1 puede tener un mal pronóstico en la CE debido a su asociación con el estadio avanzado, alto grado y baja apoptosis.

Resumen de Guardia No. 7

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La proliferación irregular de las glándulas endometriales se conoce como hiperplasia endometrial (EH). El aumento de la relación entre la glándula endometrial y el estroma es un rasgo característico y distingue a EH del endometrio proliferativo. Los tecomas son predominantemente tumores benignos compuestos de células tecales, que surgen del estroma ovárico. La ocurrencia es más alta en mujeres posmenopáusicas. Reporte de Caso: Una paciente de 60 años de edad fue ingresada en enero de 2015, con manchado recurrentes, de 5 años de historia. Anteriormente, se sometió al legrado de las paredes de la cavidad uterina tres veces. En cada caso, la histopatología reveló hiperplasia renal simple. El examen ginecológico durante el ingreso al departamento reveló un tamaño uterino normal, un tumor sólido en el tamaño del ovario derecho de aproximadamente 3 cm y el ovario izquierdo pequeño de tamaño normal dos ovarios móviles. La ecografía transvaginal mostró útero de tamaño normal, con endometrio engrosado con ecogenicidad irregular. Ella padece de hipertensión y diabetes tipo 2. Teniendo en cuenta los resultados anteriores, la paciente estaba calificada para la histerectomía abdominal total con salpingo-ooforectomía bilateral. Curiosamente, el procedimiento intraoperatorio dio el resultado de folliculotecoma, que difería del diagnóstico final de thecoma. El resultado histopatológico final fue: tecoma del ovario derecho, con tinción positiva para alfainhibina y calretinina en tinción inmunohistoquímica. El examen del endometrio reveló la presencia de un pólipo glandular y EH simple. El ovario izquierdo y ambas tubas uterinas eran normales. La presencia de thecoma (particularmente hormonalmente activa) puede conducir a síntomas específicos. El thecoma secretor de estrógenos puede causar EH y hemorragia uterina en mujeres posmenopáusicas. El diagnóstico de thecoma ovárico se basa en gran medida en imágenes estudios, actualmente en la mayoría de los casos con ecografía. La evaluación hormonal (estrógenos, andrógenos) también es importante porque loscomas pueden ser hormonalmente activos. El tratamiento de estos tumores de ovario se basa en la cirugía. En el paciente descrito, identificamos síntomas típicos asociados con la presencia de thecoma. Las concentraciones séricas elevadas de E2 y gonadotropinas disminuidas respaldaron el diagnóstico inicial de los pacientes. La historia del paciente también fue indicativa para este tipo de tumor, ya que se observaron EH y manchas recurrentes. Las pruebas negativas para Ca-125, antígeno carcinoembrionario, alfa-fetoproteína y b-gonadotropina coriónica humana fueron típicas del thecoma y sugirieron que la masa no es el tumor de células germinales. Se eligió el procedimiento de histerectomía abdominal total con salpingo-ooforectomía bilateral porque no pudimos excluir la neoplasia maligna endometrial sincrónica, así como otras neoplasias malignas raras.

Resumen de Guardia No. 8

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

Jinming Zhu, Miao He, Chunling Ma, Fengyun Peng, Yuli Su, Lei Huang

La ruptura prematura de membranas (RPM) es definida como la perdida de la integridad de las membranas corioamnioticas antes del inicio del trabajo de parto, si se presenta antes de las semanas 37 se define “pretérmino”. Debido a los cambios en las creencias, las conductas sexuales de riesgo, los abortos múltiples y las parejas sexuales múltiples, la incidencia de la infección del tracto genital femenino ha ido en aumento, las pacientes que lo presentan son cada vez más jóvenes. Los receptores con dominio de oligomerización de unión a nucleótido (NLR) son un tipo de receptor de reconocimiento de patrones ubicados en la célula, que pueden reconocer microorganismos invasores y sus signos de alarma en el cuerpo, además de participar en la respuesta inmune innata. Se analiza la expresión del NLRP3 y la caspasa-1 en las membranas fetales y los tejidos placentarios, para evaluar su relación con el desarrollo de RPM. Se eligieron un total de 60 pacientes con RPM que se hospitalizaron, en el Hospital Xuzhou, en el periodo de octubre 2014 y mayo 2016. Entre ellos, 30 casos fueron pacientes con RPM pretérmino (28 - 37 SDG); los otros 30 fueron RPM a término (≥37 SDG). Y se tomaron 30 pacientes en el mismo periodo como grupo control. Todas las pacientes fueron impregnadas con antibióticos para prevenir infección, 12 horas después de la ruptura de membranas. Se tomo una muestra central de la superficie de la placenta 15 minutos posteriores a la cesárea, de la decidua inferior y dos muestras de tejido corion denso. La expresión de NLRP3 en membranas fetales se localizó en el citoplasma de las células epiteliales de la membrana, en células mesenquimales y en las células trofoblásticas, su expresión en pacientes con RPM a término fue significativamente mayor a comparación de las pacientes de RPM pretérmino y al grupo control, y en comparación con el grupo control, la expresión de NLRP3 en el grupo PPROM aumentó significativamente. La expresión en tejidos placentarios se localizó en el citoplasma de las células sincitiotrofoblásticas y celulas vasculares del endotelio, su expresión en pacientes con RPM a término fue significativamente mayor a comparación de las pacientes de RPM pretérmino y al grupo control, y su expresión en pacientes con RPM pretérmino fue significativamente mayor a comparación de las pacientes del grupo control. La expresión de la caspasa-1 en tejidos de las membranas fetales, se localizó en el citoplasma de las células de la membrana epitelial, de células mesenquimales, y en células trofoblásticas, y en tejidos placentarios en células del citoplasma y en células vasculares endoteliales, su expresión en pacientes con RPM a término fue significativamente mayor a comparación de las pacientes de RPM pretérmino y al grupo control, y su expresión en pacientes con RPM pretérmino fue significativamente mayor a comparación de las pacientes del grupo. Se demuestra que NLRP3 y caspasa-1 se regularon significativamente en la membrana fetal y los tejidos placentarios en mujeres con PROM, y esto puede estar asociado con el desarrollo de PROM.

Resumen de Guardia No. 8

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La ruptura prematura de membranas (RPM) una condición obstétrica que involucra la salida de líquido amniótico espontáneo al menos una hora antes del inicio del trabajo de parto, complica el 5 ± 10% de todos los partos. La RPM contribuye a la morbilidad y mortalidad materna, incluidas la corioamnionitis, la endomiometritis, la hemorragia posparto, el absceso pélvico y la mayor probabilidad de parto por cesárea. La RPM pretérmino se asocian con una mayor morbilidad y mortalidad perinatal, especialmente cuando ocurren lejos del término. Dado que la supervivencia neonatal es mínima en Uganda antes de las 28 semanas de gestación, se comparan los resultados maternos y perinatales del parto vaginal con el parto por cesárea en el Hospital Mulago en una cohorte prospectiva de mujeres con RPM después de las 28 semanas de gestación. Se realizó un estudio prospectivo de cohorte de 1455 mujeres con rotura prematura de membranas después de las 28 semanas de gestación entre noviembre de 2015 y mayo de 2016 en el Hospital Mulago. Las participantes se clasificaron como RPM pretérmino (edad de gestación entre 28 ± 36 semanas y 6 días) o RPM a término (≥ 37 semanas, pero antes del inicio del trabajo de parto). La edad gestacional se determinó utilizando el primer día del último período menstrual normal de los participantes o mediante cualquier informe de exploración obstétrica de ultrasonido prenatal disponible. Se realizó un diagnóstico de RPM cuando se informó flujo espontáneo de membrana al menos una hora antes del inicio del trabajo de parto. Además de un examen obstétrico de rutina, se usó un examen con espejo vaginal para confirmar la salida de líquido. El manejo del paciente fue expectante, se indujo del parto con infusión de Misoprostol o Pitocina, o se abordó por cesárea. La cesárea se asoció tanto con la morbilidad como con la mortalidad materna. Hubo una muerte materna después del parto por cesárea, mientras que ninguno siguió al parto vaginal. Todas las morbilidades posparto relacionadas con infecciones ocurrieron después de cesárea, en lugar de parto vaginal. Estas morbilidades relacionadas con la infección incluyeron siete participantes con sepsis puerperal y una con absceso pélvico. El uso de antibióticos no tuvo ninguna influencia significativa en la mortalidad perinatal ni tuvo una influencia sobre la aparición de complicaciones neonatales como la sepsis. El uso de corticosteroides mejoró significativamente los resultados perinatales después de la RPM pretérmino. La edad gestacional tuvo un impacto estadísticamente significativo en el resultado perinatal. El modo de administración no tuvo un impacto estadísticamente significativo en la mortalidad perinatal.

Resumen de Guardia No. 9

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La oxitocina es una hormona secretada por los núcleos paraventricular y supraópticos, que se une a receptores periféricos localizados en el miometrio, glándulas mamarias y ovarios. Su liberación favorece la contracción uterina para el trabajo de parto, y a contracción de las células mioepiteliales del pezón y produce la eyección de la leche. El atosiban es un péptido antagonista competitivo sintético de los receptores de oxitocina, que se administra por la amenaza de parto prematuro entre las semanas 24 y 33 del embarazo. Se ha observado que se une a estos receptores, reduciendo las contracciones uterinas en un 75%. Se ha demostrado que Atosiban se propaga a través de la barrera placentaria en un 12%, independientemente del tiempo de administración de la terapia, aunque no parece acumularse en la circulación fetal. Para evaluar los posibles efectos que la administración de atosiban para la prevención del parto prematuro podría tener en la lactancia al momento del alta en bebés nacidos a término y verificar su efectividad para la prevención del parto prematuro, y en la posibilidad de aplicar el tratamiento para completar la maduración pulmonar, se realiza estudio de cohorte retroprospectivo durante un período de 4 años, dos grupos de mujeres embarazadas fueron identificados, tratados y no tratados con atosiban. En el segundo, se seleccionaron los recién nacidos a término que nacieron inmediatamente antes y después de los expuestos, de acuerdo con los criterios de inclusión y exclusión. Se incluyeron mujeres con embarazo único, parto a término y recién nacido con puntaje de Apgar a los 5 minutos> 7. En el grupo expuesto, la administración de atosiban se realizó de acuerdo con el protocolo habitual del centro. Durante el período de estudio, 264 mujeres embarazadas recibieron atosiban, de las cuales solo 100 cumplieron los criterios de inclusión y constituyen la muestra de análisis. Solo el 8% de las mujeres tratadas con atosiban recibieron otros tocolíticos, como la nifedipina, en comparación con solo el 0,5% de los no expuestos. El número de ciclos de atosiban fue uno en el 74%, dos en el 22% y tres ciclos en el 4%. En el grupo expuesto, los recién nacidos presentaron menor peso y fueron más frecuentemente varones que en el grupo no expuesto. Todos los bebés tuvieron una prueba de Apgar ± 9 a los 5 minutos, sin diferencias entre grupos. El 76% del grupo expuesto no requirió reanimación, el 19% necesitó aspiración de secreciones y el 5% ventilación con presión positiva. Entre las mujeres tratadas con atosiban, el 82% mantuvo la lactancia materna exclusiva, el 8% tuvo lactancia materna mixta y el 10% tuvo alimentación con fórmula al alta. De las 242 mujeres que habían recibido atosiban y continuado el embarazo en nuestro centro, 236 (97.5%) completaron el ciclo de maduración pulmonar con corticosteroides, y 120 (49.5%) terminaron la gestación a término.La administración de atosiban durante el embarazo no tiene ningún efecto sobre el tipo de lactancia en recién nacidos a término al alta hospitalaria.

Resumen de Guardia No. 9

Dra. Gabriela Raquel Delgado Gutiérrez Prácticas Profesionales de Ginecología y Obstetricia

La amenaza de parto pretérmino se define como la presencia de contracciones uterinas regulares y dolorosas (8 en 60 minutos, 4 en 20 minutos o 1 en 10 minutos), membranas intactas antes de las 37 semanas pero después de la semana 22, y longitud cervical de ultrasonido <25 mm, y que puede dar como resultado un parto pretérmino. El parto pretérmino espontáneo (PPE) antes de las 37 semanas de gestación ocurre en aproximadamente 4.5% a 18% de los embarazos en todo el mundo. Un episodio de amenaza de parto pretérmino (APP) es una causa común de hospitalización durante el embarazo con una frecuencia que va del 9% al 24%. Sin embargo, solo aproximadamente el 50% de estas mujeres con APP presentarán PPE. La procalcitonina (PCT) es un péptido de 116 aminoácidos, que es un buen marcador predictivo de un proceso inflamatorio con niveles séricos rápidamente aumentados en la inflamación o la sepsis. Aunque los niveles séricos de PCT se han estudiado en mujeres embarazadas con ruptura prematura de membranas prematura (RPMP), solo una publicación, con una muestra pequeña, ha evaluado específicamente PCT en mujeres con trabajo de parto prematuro en comparación con pacientes embarazadas sanas. Se realiza un estudio prospectivo observacional de laboratorio se realizó entre enero de 2014 y junio de 2016 en un hospital de tercer nivel. Solo un estudio evaluó las concentraciones séricas de PCT en 53 mujeres con trabajo de parto prematuro en comparación con 31 mujeres embarazadas sanas. El estudio incluyó mujeres embarazadas con un embarazo único en vivo, membranas intactas, hospitalizadas por APP entre las 24 y 36 semanas de gestación. Para todos los pacientes reclutados en este estudio, el médico tratante realizó un examen completo. Se realizó un manejo médico estandarizado de APP entre las 24 y 36 semanas de gestación con membranas intactas, medición ecográfica de longitud cervical, tocólisis con atosiban y betametasona intramuscular 2 × 12 mg / 24 h), de acuerdo con las recomendaciones y estándares clínicos internacionales. El estudio inscribió a 124 pacientes durante el período de estudio. Mostró que la magnitud de la diferencia entre los grupos de niveles séricos de PCT era muy pequeña, y que se debía incluir una estimación del tamaño de muestra de 7066 pacientes admitidos con TPL para mostrar una diferencia significativa en los niveles séricos de PCT con relevancia clínica. El nacimiento prematuro espontáneo ocurrió en 30 mujeres (24.2%). La edad gestacional promedio al nacer fue de 38.0 ± 2.2 semanas, y el intervalo promedio entre el ingreso y el parto fue de 44.3 ± 21.9 días. Los niveles de PCT no difirieron estadísticamente entre las pacientes, ni tuvieron valor pronóstico.

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