Resumen Tema 2.docx

  • Uploaded by: Idaira Apple
  • 0
  • 0
  • June 2020
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Resumen Tema 2.docx as PDF for free.

More details

  • Words: 1,683
  • Pages: 5
TEMA 6.- Revolución liberal en el reinado de Isabel II (18331868): El reinado de Isabel II (1833-1868) se caracteriza por ser un periodo muy complejo debido a la guerra Carlista, continuos pronunciamientos y cambios de gobierno entre moderados y progresistas. Además, se produce el desmantelamiento definitivo del Antiguo Régimen, se establece una monarquía constitucional y aparece una burguesía agraria (capitalista). A la muerte de Fernando VII se establece la Regencia de Mª Cristina ya que Isabel solo tenía 3 años. Sin embargo, Carlos Mª Isidro, el hermano del rey, no aceptó esta situación y se proclamó rey, estallando así la primera guerra Carlista (1833-1839). Dos son los bandos enfrentados en esta guerra: - Bando Carlista (absolutistas): defensores de Carlos Mª Isidro y del Antiguo Régimen. Formado por el clero, la nobleza y los campesinos del norte. Tenían una ideología tradicionalista (Iglesia y defensa de fueros) y emplearon la táctica de la “guerilla” en el norte peninsular. Fueron apoyados por potencias absolutistas (Rusia, Prusia, Austria). - Bando Cristino (liberales): defensores de la reina regente y de su hija Isabel. Formado por el ejército, intelectuales, clases medias urbanas, obreros y campesinos del sur. Recibieron apoyo exterior de potencias proclives a la implantación del liberalismo (Inglaterra, Francia, Portugal, etc.) El desarrollo del conflicto se produce en dos fases. Durante la primera fase (1833-1835) la guerra se estabiliza en el norte y la balanza se declina hacia el bando carlista aunque nunca consiguieron conquistar una ciudad importante. La insurrección toma impulso cuando el “pretendiente” abandona Gran Bretaña para instalarse en Navarra donde establece una monarquía alternativa. El general Zumalacárregui organizaba las tropas norteñas y conquistó Tolosa, Durango, Vergara y Éibar, pero falló en la toma de Bilbao muriendo así el mejor estratega carlista. En la zona de levante los carlistas estaban más desorganizados. En el norte de Cataluña la actividad se daban en las montañas del Prepirineo y las tropas de las tierras del Ebro se unieron a las del Maestrazgo y el Bajo Aragón conducidas por el general Cabrera. En la segunda fase (1835-1839) la guerra se decantó hacia el bando liberal tras la victoria del general Espartero en Luchana (1836). Los insurrectos

tenían necesidad de financiación y ampliación del territorio por lo que iniciaron expediciones a otras regiones, la más conocida fue la expedición Real (1837), desde Navarra, por Cataluña y hasta Madrid, aunque fueron incapaces de tomar esta última y se replegaron hacia el norte. La constatación de la debilidad del carlismo produjo discrepancias entre los transaccionistas, partidarios de un acuerdo con los liberales y los intrasigentes, que eran defensores de continuar la guerra. Finalmente, el jefe de los transaccionistas, el general Maroto, firma en 1839 el convenio de Vergara por el cual se conservan los fueros y los carlistas se integran al ejército liberal. Sólo las partidas de Cabrera continúan resistiendo en la zona del Maestrazgo hasta su derrota en 1840. Durante la minoría de edad de Isabel II se establecen dos regencias: La de su madre Mª Cristina (1833-1840) y la de Espartero (1840-1843). En esta etapa, dentro del liberalismo aparecen dos tendencias políticas: los moderados, opuestos a cambios drásticos (soberanía compartida CortesRey, derechos limitados); y los progresistas, que defendían la soberanía nacional, las Cortes y elecciones legales. El testamento de Fernando VII se establecía un consejo de gobierno presidido por Cea Bermúdez cuya única medida fue en 1833 la división provincial de Javier de Burgos. Debido a la extensión de la insurrección carlista las personas cercanas a la regente la convencieron para que designara un gobierno liberal, formándose así el primer gobierno moderado de Martínez de la Rosa, que promulgó el Estatuto Real (1834), un conjunto de normas que regulaba la convocatoria a cortes, estableciéndose dos cámara: la de Prócedes (elegida por la reina) y la de procuradores (elegida por sufragio censitario indirecto). Pero se trataba de unas Cortes elitistas y conservadores lo que produjo un descontento ante el gobierno moderado produciéndose un cambio a un gobierno progresista. El gobierno progresistas (1835-1837) llega al poder en el verano de 1835 median revueltas urbanas que dan lugar a la creación de Juntas Revolucionarias y al anticlericalismo. Entonces, Mª Cristina nombra como jefe de gobierno a Mendizábal, que inició reformas para acabar con el Antiguo Régimen: Disolución del Régimen señorial, lo que permitía la venta de las tierras; desvinculaciones (supresión de mayorazgos) y la

desamortización, es decir, expropiación de tierras y bienes de la Iglesia y los ayuntamientos para sacarlos a subasta pública. Ante esta situación, la reina regente destituye en 1836 a Mendizábal y intenta detener las reformas, lo que tiene como consecuencia la “Sublevación de los Sargentos de la Granja”, restableciéndose la Constitución de 1812 y produciéndose el nombramiento de José Mª Calatrava. Este nuevo gobierno progresista convocó unas Cortes extraordinarias para redactar un texto constitucional que adaptase la de 1812 a los nuevos tiempo, dando como resultado la constitución de 1837, que tiene como objetivo contentar tanto a liberales moderados como a progresistas. Se establece la soberanía nacional y derechos individuales, aunque concede amplios poderes a la corona (veto de leyes, disolución del parlamento y nombramiento de ministros), y la financiación al culto católica. Se conforman unas cortes bicamerales: el Congreso (elegida por sufragio censitario) y el Senado (por designación real). Se proclama también la Ley de imprenta (desaparece la censura) y la Ley Electoral, que eleva el censo electoral del 0,5% al 2,4%. En 1837, las elecciones dieron el poder a los liberales moderados, dando lugar al segundo gobierno moderado (1837-1840). En 1840, trataron de modificar la Ley de Ayuntamientos para que la reinar pudiera designar alcaldes. Esto produjo una serie de movimientos insurreccionales, que dieron lugar a la dimisión de Mª Cristina y la designación de Espartero como nuevo regente (1840-1843). Éste gobernó de un modo muy autoritario, llevando a cabo una represión tanto de moderados como progresistas. En 1842, aprobó un arancel para tejidos ingleses lo que tuvo como consecuencia el levantamiento en Barcelona que acabó con el bombardeo de la ciudad por orden de Espartero, lo que le hizo perder muchos apoyos. En 1843, el liberal moderado Narváez lleva a cabo un pronunciamiento, que termina con la dimisión de Espartero y la proclamación de la mayoría de edad de Isabel II a los 13 años de edad. Comienza entonces el reinado efectivo de Isabel II (1843-1868), que se caracteriza por una tendencia liberal moderada, por continuos pronunciamientos militares progresistas (única opción de ascender al poder

ante el falseamiento electoral) y por la importancia de la burguesía terrateniente. La primera etapa de su reina es la década moderada (1844-1854), durante la cual se promulga la constitución de 1845, mucho más conservadora que la de 1837: una soberanía compartida (Senado elegido por la reina y posibilidad de disolver las cortes y nombrar ministros), declaración de derechos limitada, exclusividad de la religión católica financiada por el Estado. Se promulgan numerosas leyes para institucionalizar el Estado liberal: (1844) Disolución de la Milicia Nacional, que posteriormente será la Guardia Civil; (1845) Ley de Administración local, los alcaldes era designados por la Reina; (1848) Código penal y (1851) Código civil, con los que se produjo la unificación de leyes. En 1851, se firma el Concordato con la Santa Sede en el que el Papa reconocía los bienes desamortizados y recuperaba las tierras no vendidas. A cambio, Isabel II financiaba la Iglesia en España. En 1857, se establece la Ley Moyano, por la cual se divide la educación en tres etapas: elemental, secundaria y universitaria. Las causas del fin de la Década Moderada fueron la gran estabilidad política, el fracaso del a dictadura tecnócrata de Bravo Murillo (1851-1852) y el propio descontento de los moderados y de amplias capas sociales. Esto llevó al pronunciamiento de Vicálvaro (1854) poniendo así fin a este periodo y dando lugar al bienio progresista (1854-1856). Al frente se coloca el general O’Donnell (fundador de la “Unión Liberal”; partido de centro frente a moderados y progresistas). Los sublevados redactaron el Manifiesto de los persas (1854). Sus peticiones fueron: El cumplimiento de la constitución de 1845, la reforma de la ley electoral, una reducción de impuestos, restauración de la Milicia Nacional. Isabel II quitó entonces el gobierno a los moderados y se lo entregó a los progresistas nombrando a Espartero presidente y a O’Donnell ministro de guerra. Este gobierno impulsa un gran número de reformas económicas: (1855) Nueva desamortización de Madoz (civil, afectó al estado y a los ayuntamientos) y Ley de Ferrocarriles (pieza clave para el crecimiento industrial), y otra legislación económica (carreteras, minerías, banca, etc.).

La caída de esta etapa progresista se debe al clima de conflictividad social que había en el país con las huelgas obreras en Cataluña y los levantamientos de campesinos en tierras castellanas en 1855, y a las discrepancias dentro de los propios progresistas con la Unión liberal y la formación del partido Demócrata (1849). Ante esta situación Espartero dimite e Isabel II entrega a O’Donnell el nuevo gobierno. La crisis y la descomposición del sistema isabelino (1856-1868) comienzan con la etapa liderada por la Unión Liberal de O’Donnell. Su política interior se caracterizaba por una relativa estabilidad entre gobierno y oposición, y en política exterior, se pusieron en marcha campañas internacionales (alardes militares sin repercusiones políticas). Estas campañas fueron: Expedición a Indochina en colaboración con Francia, intervención en México y campañas militares en Marruecos (1859-1860, Triunfo del general Prim en las batallas de Tetuán y Castillejos, incorporándose a España la zona de Ifni en la paz de Wad-Ras). Tras esto, comenzaron a aparecer tensiones políticas internas que acabaron con la dimisión de O’Donnell y con el nombramiento de Narváez como nuevo jefe de gobierno por parte de la Reina (1863-1868). Este nuevo gobierno de tendencia moderada gobernó de forma muy autoritaria lo que llevó en 1866 a la Sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil (Madrid) con 66 fusilamientos y más de 1000 prisioneros. La situación del gobierno empeoró a raíz de la crisis de subsistencias que puso de manifiesto la necesidad de un pronunciamiento que diese un giro radical, lo que propició la caída de la monarquía de Isabel II.

Related Documents

Resumen Tema 1.docx
November 2019 40
Resumen Tema 3 Angel
November 2019 29
Resumen Tema 1.docx
June 2020 1
Resumen Tema 2
June 2020 5
Resumen Tema 1
October 2019 10
Resumen Tema 2
October 2019 17

More Documents from ""

Resumen Tema 2.docx
June 2020 5
Resumen Tema 1.docx
June 2020 1
123456789.docx
April 2020 17
Plate.docx
April 2020 12