Resumen Glade Y Lynch.docx

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América latina y la economía internacional, 1870-1914. William Glade En la introducción periodiza la etapa posterior a las guerras de independencia entre 1820 y 1860/70. Ve este periodo como decepcionante en cuanto al crecimiento económico. Esto se debe a que no hay en este periodo un modo de producción dominante sino que hay un conjunto de diferentes modos de producción según la región y el cultivo. Si bien se estaba avanzando en cuanto a la modernización administrativa y política, Solo a partir del periodo de 1870-1914 comienzan a consolidarse la expansión del sistema capitalista mundial. El recorte temporal responde a que solo a partir de la normalización del ambiente político que posibilito aprovechar al máximo las oportunidades comerciales que el mundo le ofrecía a América latina. A partir de 1870 se observa que la maquinaria del estado se dedica a afianzar la base normativa de la prosperidad material. La integración de la región en la economía mundial y la correspondiente facilidad de obtener crédito del extranjero contribuyeron a sofocar el potencial para la producción local de la tecnología que pudiera existir a nivel local, así como a obstaculizar el crecimiento de la experiencia manufacturera en el continente. Debido a la relación costo-beneficio era mejor importar a tecnología de Europa y no invertir en la creación de la base social que diera origen a la producción local de tales métodos. En el decenio de 1870 zonas importantes de América latina ofrecían un clima mucho más hospitalario para la inversión de capitales extranjeros. Así inversiones en producción y comercio dieron a los estados recursos fiscales mucho más estables que antes tanto directamente, a través de los ingresos impositivos propiamente dichos, como indirectamente, es decir, a través de la mayor disposición de empréstitos a los gobiernos producto de la recaudación impositiva que se preveía. Además los crecientes ingresos fiscales de la importación y exportación de productos posibilitaron la baja de los impuestos internos que tantos conflictos traían y contribuyeron a generar empleo y aumentar los beneficios de importantes sectores locales que dieron su apoyo al régimen. A la larga fue la complementariedad de los recursos con el mercado lo que influyo en las respuestas que las distintas economías latinoamericanas dieron a las oportunidades que ofrecía el crecimiento del comercio internacional. En respuesta a la demanda extranjera de productos tuvieron lugar cambios en la producción latinoamericana. Creció a producción de artículos de consumo y de materias primas para la industria que se enviaba al exterior. Rio dela plata lana auge ovino, carne refrigerada, cereales, cueros. Plata, trigo, cobre, este último el más importante con empresas nacionales, los yacimientos de cobre de calidad se agotaron alrededor de los últimos años de la década de 1890. A principios del siglo XX ingenieros de minas y capital extranjero llegaron a Chile e inauguraron una nueva época de cobre: época de técnicas de extracción masiva a gran escala. Los demás productos alternativos chilenos (trigo, plata, lana) fueron los que ayudaron a sobrellevar la época de caída de la producción de cobre. Luego de la guerra del pacifico tuvo una crecida sin precedentes la exportación de nitratos que llego a representar el 50% del total del gasto público durante las primeras tres décadas del siglo XX. En Brasil el centro estuvo en el auge del café debido a la cantidad de tierra apta disponible y a lo favorable del clima. El café llego a representar el 50% de las exportaciones brasileras. LA producción de azúcar fue decayendo debido al azúcar de remolacha y a la producción de caña de azúcar caribeña. Además hubo pequeños avances de la producción de tabaco, cacao, el algodón solo en el periodo de la guerra de sesión estadounidense y el último gran auge fue del caucho pero nunca comparado con el del café. Se podría decir que la región que se benefició del principal auge del café era virtualmente un país nuevo, a diferencia del centro y del norte de Brasil, el sur había experimentado un notable crecimiento dejando rezagadas a las zonas más antiguas de Brasil.

Por su parte México contaba con una ubicación de privilegio más cerca de Europa vía atlántico norte y al lado de un mercado en expansión como el norteamericano, tenía muchas posibilidades de colocar sus productos en el mercado y eso explica la diversidad de recursos mexicanos que componían las exportaciones mexicanas: plata, oro, cobre, henequén, cuero. Café, plomo, ganado vacuno, vainilla, maderas finas, frutas, verduras, tabaco. En el primer decenio del siglo XX empezó un crecimiento fenomenal de las exportaciones petroleras. Ninguna región de México cambio lo suficiente como para crear una economía subnacional como en el caso de Brasil con el café, y sin embargo el crecimiento aquí tampoco estuvo generalizado. En la práctica, la mayoría de los mexicanos se benefició poco del crecimiento del sector exterior. Perú experimento el crecimiento del mercado exterior basándose en el guano y en los nitratos hasta la guerra del pacífico que significo una baja en las exportaciones pero que luego de ella comenzó una segunda fase mucho más prospera y con una mayor variedad de productos; lana, plata, oro, cobre, café, coca, caucho, azúcar y algodón. Sin embargo también aquí los beneficios no fueron generalizados. En otras partes de América latina la economía exportadora tendió a basarse en monocultivos; café en Colombia, Venezuela. En cuanto a los mercados nacionales el mayor cambio dentro del mercado interno se debe a los cambios en los hábitos de consumo dentro de la población urbana debido a la mayor disponibilidad de productos y a la presencia de inmigrantes europeos. Los productos manufacturados llegaban al mercado local provenientes de Europa (textiles, fármacos, cerámica, jabones). Sin embargo la producción artesanal local, si bien sufrió del aumento de las importaciones, no desapareció. Desde luego la industrialización local era muy limitada y dispersa. A partir de 1870 comienza en América latina un avance de la producción de manufacturas y con ella se expanden también las relaciones sociales representadas por la organización sindical y la crítica social importadas desde Europa. También creció mucho el comercio de bienes y servicios colectivos (armamento militar, servicios municipales, telecomunicaciones, ferrocarriles) en la mayoría de los casos el capital extranjero intervenía en el suministro de estos servicios. El crecimiento de esta industria local, especialmente textil, se debió al crecimiento de la demanda exterior y del mercado de consumo interno; por lo tanto América latina tuvo un doble crecimiento comercial el externo y el interno. Sin embargo la voz cantante a lleva la demanda exterior. Mercado de productos: Si bien la competencia en el comercio local aumento y hubo mayor disposición de productos, no se puede hablar de un verdadero mercado de competencia capitalista. El monopolio seguía existiendo y parece ser que, como todas las innovaciones de productos provenían del extranjero, eran los proveedores europeos y norteamericanos los que se hallaban en situación de cosechar la corriente ininterrumpida de beneficios monopolísticos temporales, que se obtenían llevando productos nuevos al mercado antes que los imitadores rivales pudieran hacerlo. Prácticamente todos los beneficios que se obtuvieron en esta época fueron para los socios comerciales de América latina y los extranjeros monopolizaron el proceso de innovación. Mercado de factores, La tierra: en sentido económico se entiende la tierra como todos los recursos naturales que son fundamentales para la naturaleza de las economías exportadoras que surgieron y críticos por condicionar las organizaciones sociales y políticas del periodo. La tierra fue el medio de producción básico para la mayoría de al población y virtualmente todas las exportaciones podrían clasificarse como productos principalmente intensivos de la tierra.

El cambio económico más notable de la época fue el enorme incremento de la provisión de tierra como móvil principal para el desarrollo capitalista. Gran parte de la provisión de tierras tenía su origen en la expropiación a particulares del inmenso dominio público, las poblaciones indígenas fueron marginadas producto de la expansión de la frontera. Esta expansión se dio de dos formas: en el primer caso la colonización correspondía directamente con el aumento de la producción de artículos básicos para la exportación (Brasil, argentina). En el segundo caso se da por desplazamiento, por ejemplo en América central la difusión del café provoco el desplazamiento de la producción de alimentos y ganadería hacia zonas más remotas. La explotación de yacimientos dispersos también contribuyo a la explotación de nuevas tierras. Varios mecanismos institucionales se utilizaron para que estos productos agrarios y minerales produjeran, aunque en la minería el procedimiento habitual era una concesión oficial de usufructo. En cuanto a la superficie de la tierra, parte de dominio público se repartió en forma de concesiones a las compañías ferroviarias para la construcción de líneas, parte se usó para pagar a las compañías agrimensoras, parte fue para las compañías y los proyectos de colonización de la tierra, otra parte se usó para la venta. Era frecuente que los poseedores de bonos del estado recibieran su pago con tierras del dominio público. De este modo grandes porciones de tierras que eran de dominio del estado pasaron a manos de particulares. El proceso de concentración de la tierra se dio con mayor énfasis en argentina, México y Brasil. Esta comercialización de la propiedad rural tradicional surtió en algunas partes el efecto de crear un mercado de tierra bastante más activo que el que existía en la época colonial. Los resultados fueron muy desiguales lo que explica la extraordinaria diversidad de condiciones entre las regiones productivas de América latina. En el bajío y el centro de chile las haciendas tendieron a subdividirse por lo que al final del periodo había más unidades. Las propiedades agrícolas también se compraban y se vendían, por lo que la subdivisión no se asociaba solo a la división de herencias. En cambio en otros lugares la atracción de la demanda de mercado y la aplicación de tecnologías de producción tendieron a fomentar la concentración de tierras mediante la amalgama de propiedades en unidades cada vez mayores (zonas azucareras de Brasil y costa del Perú, centro de chile y México). Una tercera fuente de tierras agrícola para el mercado fueron las propiedades corporativas, tierras que pertenecían a la iglesia u organizaciones religiosas o de beneficencia. Estas tierras cuya razón principal de ser no era el afán de lucro pasaron a manos de particulares para convertirlas en productivas. Es conveniente hacer algunas aclaraciones en cuanto a mercado de tierras: al parecer tres situaciones favorecían a pequeño y mediano cultivador en la distribución de recursos agrarios. En las zonas donde el principal incentivo era el mercado interno parece que el sistema permitía que los individuos adquiriesen granjas y ranchos de escala modesta para ampliar las que ya poseían.. Estos casos no se daban allí donde los mercados de exportación dictaban las pautas de utilización de recursos, y tampoco allí donde tenían que ver con cultivos o de cría de ganado en donde los requisitos de capital y tecnología eran considerables. La segunda circunstancia que favoreció al pequeño y mediano productor se dio en las zonas cafeteras de los andes, costa rica, panamá, Nicaragua y honduras. En estos lugares la escases de mano de obra y las condiciones técnicas hacían que la producción en pequeña escala fuese una opción. La tercera circunstancia se daba en aquellas tierras donde la colonización se dio a través de inmigrantes europeos: sur de Brasil, de argentina y chile. Salvo estas tres excepciones el resto de las circunstancias favorecían a los grandes terratenientes y empresas extranjeras (eran los que tenían acceso a crédito e influencias políticas). El trabajo: en un extremo tenemos los denominados trabajadores golondrinas característicos de argentina que son inmigrantes que vienen a trabajar por temporadas y luego regresan a su lugar de origen. En el otro extremo

esta el mercado de trabajo peruano que respondía tan mal a las necesidades nuevas que fue necesario recurrir a los culíes de otro lado del pacifico (india), en un principio con contratos de servidumbre limitados para poder tener mano de obra para la agricultura costera y la construcción de ferrocarriles. Además hubo mano de obra disponible en el interior de los países que nunca se introdujo en el mercado laboral local (comunidades aborígenes del amazonas). Fue después de 1870 cuando las corrientes de trabajadores inmigrantes empezaron a tener verdaderamente peso en el mercado de trabajo, siendo argentina el país que más se benefició. En Brasil a llegada de mano de obra desde Europa también fue muy importante aunque en menor medida que en argentina. Algunos de los inmigrantes llegaban para poblar las diversas colonias rurales que se organizaron, a menudo con subvención del gobierno. El resto eran familias o individuos y en algunos casos también recibieron ayuda del gobierno interesado en incrementar la reserva de mano de obra. Los líderes políticos veían en la inmigración un medio para poblar las vastas zonas despobladas, a su vez confiaban en que los europeos traerían hábitos y habilidades superiores junto con actitudes europeizadoras. Esta mano de obra también fue empleada para las construcciones edilicias que modernizaron las ciudades. Chile y Cuba fueron otros países donde la inmigración europea se hizo sentir. Entre 1870 y 1914 se observa un marcado crecimiento demográfico en América latina, esto provoco una mayor demanda de productos alimenticios que impulsaron la rentabilidad de la agricultura comercial, intensifico la competencia para acceder a la tierra lo que provoco el aumento de su precio y favoreció la concentración en manos de grandes terratenientes. En este periodo se generalizo la abolición de la esclavitud (cuba en 1880-1886 y Brasil en 1888). Pero no puede hablarse de un mercado de trabajo pleno ya que la heterogeneidad de las condiciones del mercado de trabajo americano lo impide. En muchos lugares se seguía recurriendo a las prestaciones laborales obligatorias, especialmente en Guatemala y las tierras altas de Perú y Bolivia, para las obras públicas y para agricultores particulares. Más común era el peonaje por deuda que obligaba a los indígenas sin dinero a trabajar hasta saldar la deuda (sistema de enganche en la zona andina). Sin embargo estos tipos de prestaciones forzosas no eran tan comunes. En algunos lugares sencillamente no era necesario dada la limitada movilidad de la mano de obra; la expansión de los latifundios dio a las grandes haciendas el control de la mayor parte de los medios de producción disponibles. Además la fuerte demanda de mano de obra estimulaba el pago en efectivo para hacer atractivo emplearse provocando que los salarios aumentaran. El capital: la conexión del centro industrial con América latina fue la fuerza motriz del proceso de acumulación de capital en todo el continente. Las décadas que precedieron a la primera guerra mundial fueron los años del alto capitalismo en donde las inversiones extranjeras en América latina tuvieron su boom. Para la mayoría de los países Europa fue la principal proveedora de capitales ocupando estados unidos un segundo lugar y concentrándose especialmente en México y el Caribe. A pesar de la preminencia del sector privado en la organización macroeconómica de la época, un tercio del capital extranjero se transfirió a sector público como empréstitos a los gobiernos para financiar la creación de infraestructura o para subvencionar empresas privadas. Fue la afluencia de capital desde el centro capitalista hacia las periferias americanas lo que permitió que estas zonas respondieran como lo hizo a las nuevas oportunidades de vender en los mercados de productos de exportación. Además el capital procedente del extranjero llegaba encarnado en una matriz de organización, y es muy posible que esta circunstancia fuera la aportación más valiosa de los movimientos de capital. Parece que la mayoría del capital extranjero invertido en América latina antes de 1914 no representaba una transferencia inicial de capital internacional sino una reinversión de ganancias, de modo que las compañías extranjeras

constituían un papel importante como agencias para la formación de capital local. Por lo tanto la afirmación de que la industrialización de América latina comenzó luego de la primera guerra mundial es errónea ya que comenzó precisamente en la etapa de 1870-1914, cuando la creación de capital local promovió el surgimiento de nuevas empresas que si no crecieron en número fue por la escases de un mercado consumidor más grande. Durante este periodo el capitalismo, como mínimo, se hizo con el control de las alturas dominantes de la economía, orquestando los nuevos recursos de la región para que respondiesen a las necesidades de las economías nucleares del sistema mundial capitalista. Si bien persistían sistemas más antiguos de organizar la producción, el capitalismo se erigió como el modo de producción hegemónico entre los diversos tipos que coexistían. Hay autores que sostienen que el resultado de esto fue un desarrollo de tipo enclave, dentro del cual las fuerzas de transformación económica se encontraban concentradas y contenidas. En el exterior del enclave, la organización social se veía menos afectada por cambios introducidos externamente: quedaba marginada fuera de alcance del sistema de mercado. A pesar de crecimiento y la acumulación de la época, seguía habiendo un superávit insuficiente para efectuar a disolución de las formas no capitalistas de organización social de la producción que estaban en todo caso imbuidas del conservadurismo y la inercia inherentes a las instituciones tradicionales en general. Una mirada revisionista más reciente califico esta postura como neoclásica y dualista y declaró que esta visión de la dinámica de crecimiento capitalista pasa por alto relaciones significativas de índole económica y social en el proceso de expansión capitalista. Según la visión revisionista parece que un incremento de la producción para el mercado fortaleció las relaciones de servidumbre en lugar de acelerar su disolución dando lugar a una tesis de dependencia. Parece ser que estas dos posturas tienen el principal problema de querer encajar a toda Latinoamérica en una única y rígida explicación teórica sin tener en cuenta la heterogeneidad de circunstancian en cada región del continente. Parece lo más adecuado tomar estas teorías como complementarias y si se aplican con mayor cautela puede que iluminen aspectos diferentes de la misma complejidad social y que por lo tanto sean complementarios en lo fundamental.

Cap. 9 “México, la consumación de la independencia americana” Lynch. La revolución mexicana se diferencia de la del resto de América del sur en dos aspectos vitales: empezó como una violenta protesta social desde abajo y España tenía más que perder en México que en cualquier otro lugar de América. México era una pura colonia, los españoles dominaban los criollos, estos utilizaban a los indios y la metrópoli explotaba a los tres. En los primeros años del sigo XIX México había llegado a producir el 67% de toda la plata de América. El otro pilar de la economía mexicana era la hacienda pero rara vez producían grandes beneficios debido a la falta de un extenso mercado consumidor y la mala utilización de las extensas tierras. La hacienda monopolizaba la tierra era la responsable de las desigualdades rurales. Hacia finales del siglo XVIII la población experimento un rápido crecimiento pero no había tierras para la nueva población, por lo que los campesinos no podían alimentarse independientemente de las grandes fincas. A la vez se sucedieron diez crisis agrícolas que generalizaron el hambre y junto con el las epidemias y desempleo. Fue entonces cuando el bajo clero, más cercano al pueblo, empezó a darse cuenta del desesperado estado de los campesinos y a comprobar las enormes desigualdades de la estructura agraria. De modo que las crisis agrarias

del siglo XVIII trajeron a la superficie algunas de las contradicciones de la estructura colonial, porque se produjeron en un momento de expansión de la economía en general. La estructura social era rígida. Los blancos representaban el 18% de la población y vivían en un mundo totalmente apartado de los indios y de las castas. La distinción esencial era la riqueza. Los españoles controlaban el ejército y la administración pública, también el comercio mientras que los criollos controlaban las haciendas y algunas minas, pero carecían de dinero para financiarse lo que los ataba a los agiotistas o a la iglesia. A partir de 1790 empezó a hacerse sentir la necesidad de los criollos de controlar el gobierno, el resentimiento se hizo evidente a través de la agitación política que buscaba la independencia. México experimentaba una gran prosperidad económica pero eso solo significaba una mayor cantidad de riquezas transferida a la metrópoli. Cuando en 1804 España declaro la guerra a Gran Bretaña las exigencias hacia México fueron mayores. Por decreto se ordenó el secuestro de los fondos de caridad y su envió a España. La iglesia mexicana tenía grandes recursos de capital. Esto no solo ataco a la iglesia sino a la totalidad de la clase propietaria ya que estos frecuentemente acudían a la iglesia a pedir dinero hipotecando sus propiedades, pronto tuvieron que pagar esas hipotecas. Esto genero una protesta general. En especial despertó el recelo de bajo clero que vivía de los intereses de los préstamos. El decreto tuvo que ser suspendido México se enteró del colapso de la monarquía española a mediados de 1808. Comenzó así una lucha por el poder entre los criollos y los peninsulares, entre el ayuntamiento de un lado y la audiencia y el consulado por el otro. Los liberales criollos declararon su oposición a la junta en España argumentando que en ausencia del rey la soberanía volvía al pueblo. La audiensa dominada por los españoles consideraba que el virrey estaba haciendo concesiones a los criollos y vieron esto como una amenaza. Se organizó una conspiración para echar al virrey y a sus aliados criollos de la audiencia. El líder era Gabriel de Yermo. El virrey fue detenido y enviado a España, varios criollos radicales fueron detenidos y los españoles implementaron una política dura represiva hacia los sospechosos criollos. El arma militar del golpe fue un ejército privado, milicia reclutada entre los empleados de los comerciantes españoles, controlada por estos. La revolución mexicana empezó así con una reacción española que lejos de calmar las aguas llevo a una nueva revolución producto de la cólera criolla y popular. Miguel hidalgo y castilla era un cura criollo que conocía de cerca la degradación de las masa, llego a ser párroco de dolores en el Bajío, allí organizaba discusiones sobre asuntos económicos y sociales a que acudían tanto los indios y las castas como los criollos. En 1810 la conspiración de queretano como se llamó a una conspiración de criollos comenzada en 1809 recluto a hidalgo que pronto se convirtió en su líder, ya que era un lazo perfecto entre los criollos y los indios y las castas. LA llegada de un nuevo virrey y el descubrimiento y destrucción de la conspiración de queretano hicieron a hidalgo tomar la delantera. En dolores hidalgo tuvo que organizar rápidamente la revolución y recurrir para ello a las masas populares ya que los criollos se había disgregado. El 16 de septiembre lanzo el grito de dolores. Al extenderse el movimiento revolucionario, que no hablo necesariamente de independencia, muchos campesinos se le sumaron en toda la zona del bajío. Luego de la caída de Guanajuato fueron reforzados por mineros y trabajadores urbanos y sumaron pocos criollos. El grito pronto giro hacia el objetivo preciso de independencia y libertad. Hidalgo buscaba a través de la abolición del tributo indígena, secuestro a las propiedades de los europeos, invocación a la indígena virgen de Guadalupe el apoyo popular. Los rebeldes realizaron una horda de violencia en donde mataron una gran cantidad de españoles en Guanajuato. En el oeste una fuerza rebelde de criollos dirigidos por José Antonio torres tomo Guadalajara y se unió al ejército de hidalgo. Mientras tanto en ciudad de México, una organización clandestina de criollos procedentes de las clases profesionales, se formó después del grito de dolores, llamados los guadalupes, sirvieron a la revolución como agentes de espionaje y canal de armas, información y propaganda.

Sin embargo la participación criolla fue periférica, el movimiento de hidalgo fue esencialmente de masas y lucho por la revolución profunda. La prueba real de las intenciones de hidalgo era la reforma agraria. En una proclama hidalgo ordeno a los jueces y magistrados que reconocieran las tierras pertenecientes a la comunidad indígena para su cultivo, pero hidalgo nunca tuvo una maquinaria para llevar a cabo esta política. Sin embargo el pillaje y el saqueo se generalizo y las tierras tanto de los criollos como de los peninsulares fueron robadas. Fuera del bajío sin embargo hidalgo no pudo encontrar partidarios indios que estaban despolitizados. Este accionar descontrolado de los indios provoco que la mayoría de los criollos mexicanos se opusieran a hidalgo. En el norte de México se organizó un ejército que fácilmente pudo evitar la expansión hacia allí de hidalgo. El ejército realista, mayormente formado por oficiales criollos, pudo defender ciudad de México y el 17 de enero de 1811 las fuerzas de hidalgo fueron derrotadas. Hidalgo y varios rebeldes huyeron y finalmente fueron capturados en marzo y luego ejecutados por un tribunal en donde seis de los nueve hombres que lo conformaban eran criollos. Así fueron los criollos quienes, atemorizados por hidalgo, recuperaron México para la causa realista. Pero la revolución social no estaba sofocada, la dirección del movimiento ahora estaba en manos de José María Morelos otro cura rural. Este intento liberar a la revolución de la embarazosa imagen creada por el movimiento de hidalgo, cuya anarquía y violencia habían servido a la propaganda realista. Prefirió utilizar un número reducido de hombres pero bien entrenados en la lucha de guerrillas. Busco financiación a partir de tributos reformados en las zonas que dominaba (sur de México). Morelos acudió al nacionalismo para intentar sumar a sus filas a los criollos. Su nacionalismo tenía un profundo contenido religioso, apelando al símbolo de la virgen de Guadalupe para afirmar una identidad nacional. El objetivo inmediato de Morelos fue la independencia, la cual se declaró formalmente el 6 de noviembre de 1813. Se reprogramo la revolución con objetivos netamente políticos, planteaba el apoyo a la iglesia sostenida por el diezmo y el respeto por la propiedad, las instituciones representativas y republicanas, la separación de poderes y un ejecutivo fuerte con los cargos públicos reservados para los americanos. También se proclamó la abolición de la esclavitud, el tributo indígena, los privilegios y las distinciones entre las clases. Con el restablecimiento del poder real, los reveses militares de Morelos, el cada vez más descontento congreso en cuanto a las políticas sociales impidieron un desarrollo profundo de sus objetivos (reforma agraria). Con la restitución de Fernando VII el virrey Calleja, que debió aceptar la constitución impuesta por Morelos, se vio ahora en libertad para hacer la guerra total a Morelos. Los criollos volcaron su apoyo a los realistas y esto llevo al fracaso de Morelos. Mientras se daba la lucha entre rebeldes y realistas el congreso toma la dirección ejecutiva y busco el apoyo de los criollos promulgando la constitución de Apatzingán en 1814. Este documento era sinceramente liberal que proponía una forma de gobierno independiente y republicana, con un ejecutivo plural y un legislativo fuerte. Durante 1815 las fuerzas realistas comenzaron a pisarle los talones al congreso por lo que este se unió a las fuerzas de Morelos. Pero Morelos rodeado de las fuerzas realistas fue capturado y llevado a la capital. Allí fue condenado por traición y herejía y fusilado el 22 de diciembre de 1815. Luego de esto al causa de la independencia retrocedió. La contrarrevolución fue esencialmente llevada adelante por los criollos realistas que no querían la independencia en los términos de Morelos ya que suponían cambios sociales y políticos que no los favorecían. En el periodo 1815-1821 los criollos dominaron y mantuvieron el control social y los valores coloniales, formando junto con la iglesia la fuerza más conservadora de la sociedad mexicana.

La revolución conservadora: a partir de la revuelta liberal de 1820 en España se restauró la constitución de 1812 pero esta se aplicó de una forma mucho más radical. El primer objetivo fue la iglesia, se restringió su derecho a tener propiedades, se expulsó a los jesuitas, se abolió el fuero eclesiástico. Estas normas fueron conocidas en México a principios de 1821 pero no se aplicaron igualmente esto alarmo a la iglesia. Por otro lado la extensión del sufragio a todos excepto a los indios y las castas llevo a la elección de ayuntamientos populares y amenazo el control de la oligarquía criolla en el gobierno municipal. La abolición de los mayorazgos y de todo tipo de trabajo forzoso ataco los intereses de los terratenientes. También se abolieron los fueros militares. Una vez de que la oligarquía criolla se convenció de que España no podía seguir garantizándole el control aristocrático se preparó para promover la independencia. El criollo Agustín de Iturbide (terrateniente y militar) se convirtió en el líder de la revolución. En 1821 Iturbide presenta el plan de iguala que representaba los intereses que estaban amenazados por España: la iglesia, el ejército y la oligarquía. Se declaraba la independencia de una nación católica, unida, en la cual españoles y mexicanos eran iguales, las distinciones de castas abolidas y los cargos públicos abiertos a todos los habitantes. El nuevo régimen buscaba la aceptación de las masas no el beneficio de estas, ya que el plan garantizaba la estructura social existente. La forma de gobierno sería una monarquía constitucional. La propiedad de la iglesia y sus privilegios se mantendrían y los cargos públicos se garantizarían para aquellos que ya los tuvieran a menos que se mostraran en contra de la independencia. El plan de iguala así establecía tres garantías: la religión, la independencia y la unión, y creaba un ejército que defendería estas tres garantías (ejército trigarante).De modo que los que antes impidieron a independencia ahora la garantizaban. El ejército trigarante ocupo formalmente la ciudad de México el 28 de septiembre de 1821 y estableció un gobierno provisional formado por una regencia de 5 hombres presidida por Iturbide. La unión real entre mexicanos y españoles era muy difícil, así la minoría española se encontró desprotegida luego de la independencia, sus miembros fueron expulsados de los cargos públicos y los criollos asumieron un control absoluto del gobierno. Las masas no recibieron prácticamente nada del plan de iguala pero no hubo una reacción popular, en esto fue fundamental el papel de la iglesia, ya que esta institución veía a Iturbide como el salvador de la religión contra los impíos españoles. El 28 de septiembre se firmó el acta de independencia del imperio mexicano. El congreso se reunió en 1822 e inmediatamente se dividió en tres grupos: los borbónicos, que eran favorables a una monarquía constitucional con un borbón como rey; los iturbidistas, que también querían una monarquía pero apoyaban la candidatura de Iturbide; y los republicanos, que se imponían a una monarquía de cualquier clase. Iturbide tenía el apoyo del ejército que organizo una movilización popular en apoyo a Iturbide. Presionado por esto el congreso aprobó la elección de Iturbide como emperador constitucional del imperio mexicano recibiendo el nombre de Agustín I. si bien el congreso creyó nombrar a un emperador constitucional enseguida Iturbide se mostró como un dictador militar lo cual pronto significo su choque con el congreso. En octubre de 1822 Iturbide seso al congreso y en su lugar puso a una junta instituyente títere. A esto hay que sumar el descontento militar producto de la mala paga y la persistencia de oficiales españoles en el cuerpo. El centro del conflicto estaba en Veracruz donde a fortaleza de san juan de urua seguía dominada por los realistas que de este modo tenían el control sobre el mayor puerto de México. El comandante mexicano en Veracruz era Antonio López de Santa Anna, que intento por su propia iniciativa expulsar a los realistas. Esta subordinación fracaso y Iturbide ceso a Santa Anna en noviembre de 1822, Santa Anna se sublevo y comenzó una lucha republicana en contra del despotismo de Agustín I quien abdico en

marzo de 1823. Los republicanos estaban ahora en el centro del poder pero sus divisiones internas entre centralistas y federalistas, conservadores y liberales minaron ese lugar central que pasaron a ocupar. Los liberales federalistas querían reducir el poder de ciudad de México, sustituir a la milicia local por un ejército fijo, restringir a soberanía de gobierno central mediante los derechos de los estados. Se convocó a una asamblea constituyente que redacto una constitución republicana (1824) que tenía un sesgo federal pero a la vez era conservadora (reconocía la creación de estados pero a la vez mantenía los privilegios de la iglesia y el ejército). Se declaró a Guadalupe Victoria como el primer presidente constitucional.

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