RENACIMIENTO
DISEÑO PERSPECTIVA LINEAL La perspectiva es la representación de objetos tridimensionales sobre una superficie bidimensional, de tal forma que las proporciones entre lo representado y los objetos reales sean coincidentes. La perspectiva lineal es un método de representación de la profundidad espacial, vinculado al concepto de punto de fuga, que es aquel donde convergen todas las líneas de profundidad. No será hasta el Renacimiento cuando el problema de la perspectiva se aborde de manera científica, siendo Brunelleschi quien formules las primeras reglas.
EL HOMBRE DE VITRUVIO Representa la idea del hombre como centro del universo, a través de una figura masculina desnuda en dos posiciones e inscrita en una circunferencia y un cuadrado. Se trata de un estudio de las proporciones del cuerpo humano, basado en los textos sobre arquitectura del arquitecto romano Vitruvio. La distancia desde el nacimiento del pelo hasta la parte superior del pecho será 1/7 parte del tamaño total del hombre. La medida entre el codo hasta la punta de los dedos es ¼ parte. La distancia entre la planta del pie hasta la rodilla deberá ser ¼ parte. Las piernas medirán lo mismo que la distancia entre el centro del pecho hasta la punta de los dedos de la mano. El ombligo es el punto central del cuerpo humano. Si se coloca un hombre boca arriba, con las manos y los pies estirados, situando el centro del compás en su ombligo y trazando una circunferencia, esta tocaría la punta de ambas manos y los dedos de los pies.
LA GIOCONDA En ella se citan todas las características de la pintura de Leonardo: El empleo del sfumato, técnica que difumina suavemente los rasgos hasta hacer indefinibles los contornos, dando un aspecto de vaguedad y lejanía. Su objetivo es crear sensación de profundidad. El hermoso paisaje del fondo, agreste, salvaje y de un matizado tono azul que lo hace desaparecer en un degradado invisible. La ambigüedad del rostro, la indefinición sexual que la hace parecer una mujer, un adolescente. Y, por encima de todo, la sonrisa más melancólica y misteriosa de la historia del hombre.
Leonardo retuvo consigo el retrato hasta su muerte, no dejó de trabajar en él y jamás se lo entregó a su cliente. Actualmente se encuentra en el Museo del Louvre, recibiendo millones de visitas.
LA DAMA DEL ARMIÑO Representa una joven identificada por los especialistas con Cecilia Gallerani, poeta, musa y amante del duque de Milán, Ludovico Sforza, portando en su regazo un armiño. La pintura es considerada como un retrato alegórico. El curioso animal parece no estar colocado en la escena por casualidad, y si observamos detenidamente, existe una clara similitud con la pose de la joven que nos sugiere una intención oculta. Ahora sabemos que el animal no aparecía junto a la joven en una primera composición sino que fue añadido posteriormente. Los investigadores aseguran que el cuadro fue encargado por el duque Ludovico Sforza, quien solicita a Leonardo un retrato de su amante. El armiño puede identificarse claramente con el duque italiano porque Ludovico era conocido como el sobrenombre de Ermellino (armiño en italiano), de esta forma colocando en el regazo de su amada aparecía simbólicamente dentro del cuadro. Cecilia está vestida según la moda “alla spagnola”. El pelo recogido en una larga trenza, que cae a un lado y enmarca el rostro de la joven, mientras que la cabeza se cubre con una pieza de seda y una cinta colocada sobre la frente.
LA ÚLTIMA CENA La pintura representa la Última Cena que celebra Jesús en compañía de sus discípulos. Cristo el centro de atención. Su figura tranquila contrasta en medio de la crispación general de los apóstoles que acaban de escuchar de sus labios que alguno de ellos le traicionará. Leonardo se centra en las distintas reacciones psicológicas de los apóstoles ante la noticia. Su interés es casi más humano que religioso: estudiar la diversidad de los estados anímicos del ser humano. La rapidez e imposibilidad de retoques que tenía la tradicional técnica al fresco, utilizada habitualmente para este tipo de trabajos, hizo que Leonardo buscara nuevas formas que le permitieran un trabajo más sosegado. Fue por ello por lo que probó una técnica de óleo sobre el muro que muy pronto (antes de terminarse) demostró su poca adaptación al muro, que hizo deteriorarse rápidamente toda la escena. La composición se encuentra regida por un fuerte rigor geométrico. Parte de una simetría marcada por Cristo como eje. Su figura, en forma piramidal (como es muy habitual en el pintor) ocupa una porción importante del espacio central, aislado del resto y recortada a contraluz contra la ventana que, con su frontón curvo, vuelve a remarcar su figura, casi como si fuera un nimbo.
LA VIRGEN DE LAS ROCAS
SAN JUAN BAUTISTAS
LA VIRGEN,EL NIÑO JESÚS Y SANTA ANA
BÓVEDA DE LA CAPILLA SIXTINA
CREACIÓN DE ADÁN La representación está basada en una escena del Génesis. En ella, Dios da la vida a Adán, el primer hombre de la Tierra. Adán se ha situado a la izquierda, yaciendo sobre un montículo de tierra que simboliza su llegada a nuestra realidad. Dios se ha ubicado en la zona derecha surgiendo del cielo, rodeado de un grupo de ángeles desnudos y una especie de manto que los envuelve. Miguel Ángel lo ha representado como un anciano. En la obra también aparece Eva, la primera mujer de la Tierra, situada bajo el brazo protector del creador, que la sostiene anunciando su futura creación. El grupo que rodea a Dios y el mismo personaje están envueltos en un torbellino de viento y velocidad, señalando el potente soplo de vida que insufla a Adán. Lo más significativo de la obra es la unión de las dos figuras principales a través de las manos de ambos personajes, que levantan sus dedos señalándose mutuamente, a escasos centímetros uno de otro. Esa conmovedora unión es el eje central que da sentido a la representación, y en ella se quiere plasmar la fuerza y el misterio de la creación de la vida humana.
CREACIÓN DE EVA Este fresco ocupa exactamente el recuadro central de la bóveda. Algunos autores han visto en ello un significado especial. Eva, nuestra primera madre, predecesora de María, puede ser vista como una figura de la Iglesia. La compañía de los dos frescos grandes y famosos a sus dos lados ha tendido a eclipsar injustamente la calidad de este fresco. La figura de Dios Padre está inspirada en una que pintó Masaccio para la iglesia del Carmine. Destacan el fluir de las líneas y el color. A partir de este fresco, Miguel Ángel cambia el registro emocional.
PROFETA JEREMÍAS Jeremías es el último profeta de la serie pintada por Miguel Ángel en la Sixtina. En su futuro, aquel contempla la destrucción de Jerusalén por lo que se muestra pensativo, desplomándose en el pequeño trono que le sirve de asiento. Su tamaño es tan amplio que deja ridículo el bloque de mármol donde se ubica. El gesto meditativo del profeta se reafirma en la figura femenina que le acompaña al fondo, indicando la capacidad de Miguel Ángel para expresar los estados del alma, especialmente la tensión y la angustia que parecían presentes en su vida. La enorme figura se relaciona con la escultura del Moisés ejecutado por el maestro para la tumba de Julio II, ofreciéndose como un hombre lleno de la "terribilità" que caracteriza al genio. Su volumetría es absoluta, rompiendo con la planitud de la superficie donde está pintado, proyectando sus piernas hacia el espectador. Sus ropajes gozan de una armonía cromática de gran belleza, creando en la figura un contraste de claroscuro que refuerza la tensión del momento.
PROFETA JOEL El profeta Joel aparece como el resto de sus compañeros, sentado en un trono arquitectónico, enfrascado en la lectura de un códice y acompañado de dos amorcillos. Su figura es amplia y maciza, de exactas proporciones, destacando su rostro, con un gesto serio y atento en su quehacer. La potente anatomía queda oculta bajo la pesada túnica malva, adornándose con un manto rojizo donde se exhibe la importancia del relieve en el maestro. El propio escorzo del personaje nos indica la manera de entender la pintura en Miguel Ángel, interesándose por un colorido brillante.
TONDO DONI
ADORACIÓN DE LOS REYES MAGOS Aprovechando un tema religioso, Botticelli presenta un retrato colectivo de grandes personajes de la época. La familia Medici, que protegía tanto el banquero como el pintor, es representada en la obra. Los tres Magos – que representan las tres edades de la vida– son Cosimo el Viejo y sus hijos Pietro y Giovanni. Vemos también los hijos de Piero, Lorenzo el Magnífico y Giuliano. Hay también otros personajes, muy importantes para la Florencia de los Medici: Giovanni Pico della Mirandola, Agnolo Poliziano y el mismo Botticelli, en un autorretrato, en el grupo de personas a la derecha. La pinturan nos muestra algunas características estilísticas de Botticelli maduro: demuestra haber alcanzado el rasgo ligero y vigoroso que lo caracteriza. También los personajes, con su melancolía pero al mismo tiempo orgullo, dan un tono de meditación. Botticelli introdujo la vista frontal de la escena representada. En el centro hay las figuras sagradas, que aquí se encuentran en una posición más alta de los otros.
A ambos lados se disponen simétricamente el resto de personajes.
NACIMIENTO DE VENUS El cuadro se compone de cuatro figuras, tres femeninas y una masculina. El centro de la composición está ocupado por una figura femenina desnuda que identificamos con Venus. Ésta ocupa el eje central imaginario de un triangulo formado por dos diagonales creadas a nuestra derecha por otra figura femenina, posiblemente Flora, como podríamos deducir de su cinturón de rosas, o una de las Horas, vestida con túnica floreada y que parece avanzar hacia la diosa con un manto que ondea en dirección opuesta al avance de la joven, por el impulso del viento que soplan las dos figuras del lado opuesto, una masculina y otra femenina que identificamos como los vientos Céfiro y Aura. La escena se sitúa en un paisaje idealizado acorde con el conjunto de la escena. Respecto a la técnica, predomina el dibujo con unas líneas precisas que limitan los contornos de las figuras, ropas y paisaje. Toda la composición se caracteriza por la utilización de líneas sinuosas, como el propio cuerpo de Venus que adopta la clásica postura del contrapposto. Esta postura, por la cual la joven diosa deja caer peso de su cuerpo sobre la pierna izquierda mientras que flexiona y retocede la izquierda, se inspira directamente en la estatuaria griega. Describe el nacimiento de Venus. Cuenta el mito que Cronos, el dios del tiempo, desgarra y lanza los genitales de su padre Urano fertilizando el mar. El roce de la espuma engendra y transporta a Venus hasta las orillas de la isla de Chipre donde es llevada por ‘las Horas’ al lugar de los ‘Inmortales’.
LA CALUMNIA DE APELES La Calumnia se inspira en un tema clásico del cual se sabía que había sido tratado por el pintor griego Apeles. El rey Midas, con orejas de asno, escucha las falsas palabras de la Ignorancia y la Sospecha. En pie, el Mensajero le presenta la Calumnia, a la Envidia y al Fraude, los cuales arrastran cogiéndole por los cabellos a la Inocencia. Finalmente la figura encapuchada del remordimiento dirige la mirada hacia la desnuda Verdad. Toda la escena se desarrolla en un amplio salón de arcadas que nos muestra un cielo y una tierra desnudos de vida y de vegetación y con hornacinas ocupadas por figuras bíblicas y de la Antigüedad clásica.
LA PRIMAVERA
NASTAGIO DEGLI ONESTI
RETRATO DE DANTE Dante fue un poeta italiano, conocido por escribir la Divina comedia, una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista y una de las cumbres de la literatura universal.
RETRATO DE UNA JOVEN
RETRATO DE UNA MUJER JOVEN
HOMBRE CON MEDALLA
ANUNCIACIÓN DEL CONVENTO DE SAN MARCOS Inicialmente se encontraba en las escaleras que daba acceso a las celdas, por tanto los monjes debían pasar por delante necesariamente constituyendo una llamada a su devoción , que además se acentuaba con el mensaje a los pies del cuadro. La iconografía El tema es uno de los más repetidos a lo largo de la historia de la pintura que tiene como fuente el Evangelio de San Lucas . Describe el momento en el que el arcángel Gabriel es enviado a visitar a María para darle la noticia de que será madre del Mesías , el salvador del mundo. Sitúa la escena en un espacio arquitectónico abovedado que tiene elementos y renacentista Este espacio porticado se abre a un jardín y detrás de un vallado , un bosque. La composición es simétrica. Una columna divide la escena en dos partes en las que se encuentran los protagonistas. Predomina el dibujo sobre el color. El dibujo delimita todas las figuras y se observa especialmente en las alas que están realizadas con detalle. Las figuras presentan cierto hieratismo y rigidez, los pliegues algo acartonados , y sobre sus cabezas nimbos influencia del gótico. Estas figuras son delicadas y transmiten dulzura y serenidad. Los colores son suaves y proporcionan delicadeza a los personajes.
ANUNCIACIÓN La escena se sitúa bajo un marco arquitectónico de la época, sin embargo la pintura azul de la bóveda es una herencia del gótico internacional. Este espacio se abre al fondo hacia otra habitación, en la que se ve un banco cuya posición consigue transmitir la sensación de profundidad.
En la parte de nuestra izquierda se observa una escena con la expulsión del Paraíso . Simbolismo: si con Adán y Eva llegó el pecado con Cristo llegará la redención. Sobre el ángel que expulsa a la pareja aparecen las manos de Dios, de las que emana un rayo de luz dorada que en diagonal llega hasta María. Al final de este rayo aparece una paloma, que alude al Espíritu Santo y al momento de la concepción. El autor concede gran importancia al dibujo. Los colores, con muy pocas tonalidades, son de gran viveza y tienen brillo.
La luz invade la escena sobre todo la escena principal y es artificiosa. Figuras delicadas e idealizadas.
LAMENTACIÓN SOBRE CISTRO MUERTO Se trata de un tema religioso que muestra la parte más humana de la figura de Jesucristo. Tras la crucifixión su cuerpo sin vida yace inerte en una losa de mármol blanco rodeado de tres figuras que lloran su perdida. La figura de Cristo se nos muestra en un potente escorzo: sus pies aparecen en primer plano cerca del espectador mientras se hacen visibles los estigmas de la pasión. Aunque formalmente se trate de una figura en escorzo, en realidad no se está viendo al Cristo desde abajo, sino desde la misma altura a la que lo ven las figuras dolientes; es decir: se coloca al espectador arrodillado ante el cadáver de Jesucristo. Las proporciones físicas están alteradas para potenciar esa sensación, la cabeza es más grande y los hombros más anchos de lo que correspondería a la longitud del cuerpo
LOS DESPOSORIOS DE LA VIRGEN
MADONNA SIXTINA La más importante novedad de este magnífico cuadro es el tratamiento de la escena, para presentarnos a una Virgen intercesora entre Dios y la humanidad, anticipándose al Barroco al abrir los pesados cortinajes verdes para crear un mayor efecto dramático. María se presenta en el eje de la composición, acompañada de san Sixto a su derecha -cuya mano se dirige al espectador- y de santa Bárbara a su izquierda, proyectándose hacia el exterior en un acentuado escorzo, sirviendo ambos santos como mediadores ante la divinidad. La Virgen presenta al Niño en brazos a los espectadores como símbolo de redención, prefigurando su sacrificio en la cruz. Los dos angelitos que aparecen en la parte baja del lienzo dirigen su mirada hacia arriba para aumentar con su gesto la división entre lo terrenal y lo celestial.
AUTORRETRATO RAFAEL En esta imagen que contemplamos, el pintor trata de mostrar su personalidad, siendo esta la principal característica de los retratos de Rafael. La utilización de un fondo neutro ante el que se recorta la figura será repetida más adelante por artistas como Tiziano. Presenta a Rafael como "un joven vestido sencillamente, de compostura insegura y de rasgos finos y melancólicos". Ha sido similarmente descrito como "una fisionomía juvenil, suave y levemente melancólica”.
ESCUELA DE ATENAS
LA BELLA JARDINERA Rafael pintó a la Virgen con su niño y San Juanito en mitad de un huerto lleno de plantas, a la manera medieval que consideraba a la propia María un huerto cerrado lleno de plantas aromáticas, flores y frutos. De ahí el apodo del cuadro, la Bella Jardinera. Rafael era proverbialmente hábil a la hora de pintar hermosas madonnas. En general sus personajes son de una hermosura ideal que les convierte en tremendamente atractivos. La Virgen con el Niño y san Juan forman una composición dinámica y piramidal, esquema que aporta equilibrio y serenidad a la escena. El grupo se sitúa en el primer plano de un paisaje luminoso y abierto. En el cuadro hay plantas, arbustos y unas cuantas flores pequeñas, Entre ellas se ven violetas, símbolo de la humildad de la Virgen, y aguileñas, símbolos de la Pasión de Cristo.
VIRGEN DE LA SILLA El tondo que contemplamos concentra la mirada del espectador e impide que pueda distraerse con elementos complementarios. Pero, del mismo modo, fuerza la composición para que se adapte a la superficie. Rafael encuentra así una manera muy efectiva de reunir las tres figuras. La Virgen - sentada en una silla de donde le viene el nombre - acuna en su regazo al Niño e inclina su cabeza sobre él en un gesto al mismo tiempo cariñoso y protector. Junto a ellos, San Juanito une sus manitas en oración, probablemente anticipándose a los futuros acontecimientos que les llevarán a la muerte a ambos. La escena resulta de esta manera impregnada de una dulce melancolía. Los artistas del Renacimiento italiano fueron recuperando con el tiempo los cuadros de formato circular como forma de vincular su arte a las medallas que se realizaban durante la época clásica. Este sistema tiene una ventaja ocular para el espectador y es que permite centrarse en lo esencial y no alejar la vista en elementos secundarios. Una de las partes claves del cuadro es el codo del niño Jesús. Ocupa el centro geométrico del tondo. Este detalle confirma el control intelectual que ejercía Rafael sobre la composición.
RETRATO DEL PAPA JULIO II Retrato del Papa que por su innovación sentará las bases de la tipología de un nuevo retrato papal. Hasta entonces ningún artista lo había representado sedente. Rafael opta por un sencillo retrato de pequeño o medio formato, que muestra al papa sentado y cabizbajo, sumido en sus pensamientos y preocupaciones. Se trata por lo tanto de un retrato intimista pero a la vez psicológico, por todos era conocido el genio y carácter del pontífice que pese a sus muchas preocupaciones aún trasmite en la obra de Rafael. En el fondo se dispone un amplio cortinaje de color verde que resalta la figura papal y la dota de gran volumen. Especial cuidado puso el artista en la representación de la calidad táctil de las telas contrastando los tejidos y en la sedosa barba que luce el pontífice.
RETRATO DE UN CARDENAL
RESURRECCIÓN DEL HIJO DE TEÓFILO Y SAN PEDRO EN LA CÁTEDRA
EXPULSIÓN DE ADÁN Y EVA DEL PARAÍSO TERRENAL
DÍPTICO DUQUES DE URBINO
EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO
ANUNCIACIÓN
AUTORRETRATO DE DURERO
CARLOS V EN LA BATTALA DE MÜHLBERG
VIRGEN DE LA CINTA
DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ
ALEGORÍA DE LA INMACULADA
CÚPULA SANTA MARÍA DEL FIORE
SACRISTÍA VIEJA DE SAN LORENZO
SAN ANDRÉ S DE MANTUA
CÚPULA DE SAN PEDRO
SAN PIETRO IN MONTORIO
SANTA MARÍA NOVELLA
TEMPLO MALATESTIANO
BASÍLICA SANTÍSIMA DE LA ANUNCIACIÓN
PALACIO MEDICI RICCARDI
PALACIO RUCELLAI
ESCALERA BIBLIOTECA MEDICEA LAURENCINA
ESCALERA DE BRAMANTE
ESCALERA DORADA
FACHADA UNIVERSIDAD SALAMANCA
FACHADA CONVENTO DE SAN ESTEBAN
PALACIO DEL INFANTADO
PALACIO DE CARLOS V
FACHADA CATEDRAL DE ALMERÍA
PUERTA DE LA BISAGRA
SAN LORENZO DEL ESCORIAL
CANTORÍA DE LA CATEDRAL DE FLORENCIA
ILARIA DEL CARRETTO
SACRIFICIO DE ISAAC
MADONNA CON NIÑO
PUERTAS DEL PARAÍSO
CONDOTTIERO COLLEONI
CONDOTTIERO GATTAMELATA
DAVID
PROFETA HABACUC
MAGDALENA PENITENTE
VIRGEN DE LA ESCALERA
MOISÉS
PIEDAD RONDANINI
SEPULCRO DE LOS REYES CATÓLICOS
SEPULCRO DE DOÑA JUANA Y DON FELIPE
VIRGEN DE LA GRANADA
VIRGEN DEL REPOSO
SAN JERÓNIMO
SAN SEBASTIÁN
SANTO ENTIERRO
CARLOS V Y EL FUROR