RELACION ENTRE EDUCACION, NATALIDAD Y POBREZA Proyecto de investigación
[FECHA] [NOMBRE DE LA COMPAÑÍA] [Dirección de la compañía]
Contenido Resumen ............................................................................................................................................. 2 1.
Introducción ................................................................................................................................ 2
2.
Revisión de Literatura ................................................................................................................ 3
3.
El Caso Colombiano .................................................................................................................... 5
4.
¿Por qué los países pobres tienen más hijos y los ricos menos? ............................................ 10
5.
¿Qué rol juegan los hijos? ........................................................................................................ 11
6.
Mortalidad infantil ................................................................................................................... 12
7.
Mujeres y oportunidades laborales ......................................................................................... 13
8.
Más educación, ¿menos hijos? ................................................................................................ 14
9.
La verdadera relación entre hijos y riqueza ............................................................................ 15
10.
El "círculo vicioso" del embarazo adolescente y la pobreza en Colombia ......................... 16
11.
Embarazo adolescente: ¿falta educación sexual o proyecto de vida? ............................... 17
12.
La educación es esencial en la prevención de los embarazos en la adolescencia .............. 20
13.
Una mayor escolarización conlleva a reducir la fecundidad ............................................... 21
14.
Proyecto de natalidad responsable en Colombia ................................................................ 21
Conclusiones ..................................................................................................................................... 23 Bibliografía ........................................................................................................................................ 24
Resumen El presente documento hace una recopilación bibliográfica de algunas de las discusiones que se han llevado a cabo con respecto a la influencia de la natalidad y en general de la demografía, sobre las variables de desarrollo económico. Desde la visión clásica se asume que el aumento de la población es más rápido que el de los recursos, mientras que otros argumentan que el avance técnico ya ha roto este paradigma. Por eso mismo, el documento analiza la situación de Colombia basándose en una revisión teórica y plantea un modelo econométrico Probit, que permite determinar la influencia que tiene la natalidad sobre el desarrollo de los diferentes municipios del país.
Palabras clave: Natalidad, Desarrollo, Crecimiento económico y Demografía.
1. Introducción Realizar un análisis acerca de la relación entre las condiciones de natalidad y el desarrollo económico en Colombia, ha demandado que para su comprensión y ejecución, deben ser tomados estudios contemporáneos, los cuales han demostrado gran preocupación por una explosión demográfica; recientes estudios demuestran que índices demográficos tienen una relación directa con el desarrollo socioeconómico de los países, por lo tanto cualquier política dirigida al control del crecimiento demográfico tiene fuertes repercusiones en la distribución de los recursos para una mejor calidad de los habitantes.
El documento guarda interés en cómo un mayor crecimiento poblacional se traduce en mayores necesidades de consumo de alimentos y de atención hacia la satisfacción de las necesidades básicas. Para el caso colombiano, se ha mencionado la necesidad de estudiar regionalmente el fenómeno de natalidad, dado que existen hipótesis según las cuales la población tiene distintas dinámicas en los centros que en las periferias, así, surge el interés por explorar este desarrollo por
las diferencias en los comportamientos demográficos de las distintas regiones del país, no debe tratarse el país como un bloque dado que la heterogeneidad del territorio estudiado requiere mayor detalle para llegar a inferencias más precisas y conseguir recomendaciones de política más acertada.
Se quiere realizar un análisis del comportamiento de las variables del desarrollo económico y las tasas de natalidad ya que con esto se quiere demostrar si las políticas de control de natalidad han sido eficientes y han mejorado las variables de desarrollo en el país para esto se realizara una revisión literaria la cual tendrá en cuenta como la implementación de políticas de control de natalidad tienen un impacto positivo, negativo o neutro en variables de desarrollo como la pobreza, los niveles de educación, la salubridad y la calidad de vida de los habitantes de cierta población.
2. Revisión de Literatura Estudiar la dinámica y evolución de índices demográficos es importante en la medida en que se relaciona con variables socioeconómicas, índices de calidad de vida, de pobreza, entre otros. Es importante el tener un contexto de estudios y antecedentes que den un soporte científico al presente documento, la relación entre variables ya mencionadas, es que si la población de cierta región crece más rápidamente con relación a la producción total de dicha región, el producto presentará una reducción relativa para cada individuo.
El estudio del comportamiento de la natalidad no es nuevo en las ciencias económicas, su origen viene dado desde los estudios de la economía clásica, en la que desde la teoría Maltusiana describe una dependencia mutua entre crecimiento económico y natalidad, donde la población crece de forma geométrica mientras que los recursos para la sostenibilidad de esa población lo hacen a un ritmo más lento. En contraste, la teoría Marxista expresa que la población hace parte de la superestructura y están condicionados por el modo de producción de manera que
una sobrepoblación solo podría tomar una definición con respecto a los medios de producción en uso.
En cuanto al desarrollo socioeconómico se puede evaluar desde distintas dimensiones, una de ellas, es el crecimiento económico medido en términos de producto per cápita. El aumento de la producción en un país depende de factores asociados a los recursos disponibles dentro del sistema productivo; entre ellos están el capital humano, el capital social y los recursos financieros. El capital humano como recurso, contribuyente al crecimiento económico, permite una evolución sistemática de los procesos productivos que generan un resultado final e inciden en el desarrollo social individual y conjunto.
Dentro de los antecedentes, se describe el papel que desempeña desde los años 1960 Profamilia, quien como organismo privado pasó a ser uno de los principales actores para el control de la Natalidad debido a la preocupación que surge por las altas tasas de crecimiento de la población, producida en parte gracias a las bajas tasas de mortalidad y el crecimiento de las tasas de fecundidad y natalidad. Uno de los incentivos para mantener el control de la población mediante la vía del control natal se da en los países poco desarrollados, dado que si los individuos tienen pocos hijos los esfuerzos en la reducción de pobreza y el alcance de los objetivos del milenio es más asequible, estimulando así el desarrollo; si nacieran pocos niños con relación a la población económicamente activa, los países tendrían mayores oportunidades de aumentar el PIB per cápita y hacer mayores inversiones para su crecimiento económico de modo que mitiguen la situación de pobreza en los hogares.
Ahora bien, a pesar de que el crecimiento de la población es necesario, lo que atañe al problema dentro de la literatura económica, es la velocidad de crecimiento de la cantidad de individuos, pues los efectos de un rápido crecimiento poblacional afectarían los niveles de desarrollo acorde a la corriente tradicional. Es en este punto donde aparecen la mayoría de los problemas, la acelerada natalidad, que
usualmente supera a la mortalidad, mantiene un alto nivel de crecimiento demográfico, que se traduce en efectos negativos para la población, dado que no sólo los recursos se vuelven más escasos, sino que el acceso a los servicios se hace más difícil.
Por otra parte, algunos estudios afirman que también puede darse un escenario en donde el menor desarrollo y grado de bienestar en determinada población, desencadena un aumento de la misma, propiciando un círculo vicioso donde las personas tienen menos oportunidades de educarse y trabajar dado que tienen que dedicar su tiempo a las actividades de crianza.
Por esta razón, la CEPAL considera que aunque la preocupación por el análisis del crecimiento poblacional a partir de indicadores de demográficos no es nuevo, se hace pertinente en la medida en que este aumento (o disminución) de la población determina en alguna proporción el crecimiento y contribuye a trazar una senda de desarrollo estable para una nación, ciudad, departamento o grupo poblacional.
Sumado a lo anterior, se encuentra un razonamiento relevante que dice que las tasas demográficas eran menores hace muchos años, gracias a que la natalidad y la mortalidad se equiparaban, sin embargo, la evolución técnica de la humanidad configuró este escenario, haciendo a los humanos más longevos, mientras que la natalidad se mantuvo. Este efecto trajo beneficios inicialmente para los países cuya cultura los adaptó y los desarrolló, pues ellos mismos, aprendieron a configurar sus tasas de natalidad, de tal forma que mantienen su nivel de crecimiento casi igual, mientras que a los países cuyo desarrollo es menor, mantener la longevidad hace ver las tasas de crecimiento demográfico considerablemente más grandes.
3. El Caso Colombiano Colombia como país emergente está influido en alguna medida por lo que sucede en la coyuntura internacional de desarrollo y evolución socioeconómica, sus
indicadores de fecundidad son relativamente altos, mientras que la aceleración de la producción no trabaja al mismo ritmo.
Sin embargo, algunos estudios acerca de esta cuestión en Colombia hacen mención al periodo de transición demográfica que está atravesando el país, lo que significa que puede encontrarse una estrecha relación en los cambios socioeconómicos, niveles de educación y de urbanización, con los planes de planificación familiar que se han intentado promocionar al interior del país.
Para tener una referencia, se analiza un caso en el que un país tiene una densidad de población considerablemente mayor a lo que tienen otros países; en la Republica China, por ejemplo, se han apoyado en políticas de choque con la conocida política de un solo hijo, la cual es un control directo pero fuertemente criticado bajo la lupa de la ética y los derechos humanos. En ese sentido, Colombia ha preferido encaminar sus tasas de fecundidad a niveles más bajos, con este propósito ha contribuido desde 1965 la Asociación Probienestar de la Familia Colombiana, a pesar de ser una organización privada.
En Colombia la institución más importante en cuanto a acciones para reducir las altas tasas de crecimiento de la población es Profamilia dicha institución logro establecer lo niveles más bajos de fecundidad en los años 60, las políticas de planificación familiar tenían como propósito posponer el primer parto de la mujer sino además que las mujeres disminuyeran la cantidad de hijos durante sus vidas.
Colombia adoptó una estrategia de planificación familiar, con el propósito de evitar altas tasas de natalidad. Estas medidas sean quizá la mejor alternativa para una familia a la hora de planear el tamaño de la misma, acorde a sus características socioeconómicas, pero también para asegurar un buen horizonte de salud sexual.
Gracias a la disminución significativa en las tasas de fecundidad en las últimas cuatro décadas Colombia cuenta con una transición demográfica avanzada,
especialmente se ha presentado un crecimiento de la población activa con respecto a la población joven y a la población de adultos mayores, este periodo suele llamarse oportunidad demográfica o bono demográfico, no obstante, para que el bono sea eficaz, aprovechado y se presente un crecimiento económico estable, se necesitan unas políticas públicas eficientes dirigidas a mejorar la oportunidades de empleo y fortalecer la inversión a largo plazo en la formación de capital humano.
Hoy en día, la población crece a un nivel algo menor al 1.3%, mientras que la tasa de fecundidad ya se ubica en 2.3 hijos por mujer, lo que se considera un cambio sustancial, debido a que en los años sesenta, las mismas estadísticas eran 3% y 6.78 respectivamente.
En ese sentido, los programas de planificación familiar aplicados en Colombia han tenido resultados positivos, la evidencia de lo anterior se encuentra en las proyecciones de la tasa global de fecundidad en términos relativos, en la que se aprecia que en el periodo de 1965 a 2015 hay una marcada tendencia negativa, a partir del 2015 la estimación prevé que en ese momento del tiempo es posible una estabilización del comportamiento de los nacimientos alcanzando porcentajes cercanos al 2% en la tasa mencionada para la medición de este indicador.
Existen pruebas de cambios a partir de la creación de Profamilia, pues ha habido claros cambios en las tasa de fecundidad para diferentes rangos de edades, cambios que destacan en menor proporción la densidad poblacional de mujeres jóvenes o adolescentes entre los 15 y 19 años.
Este es un factor que debe ser considerado de suma importancia, ya que el grupo de mujeres en esta etapa deben ser las principales participantes de estrategias de control mediante la educación en planes de planificación familiar dado que conforman un grupo vulnerable en razón a la exposición o riesgo según sus características en términos de fecundidad, y salud sexual y reproductiva.
De otro lado, las tasas de natalidad no sólo van a intervenir en el desarrollo económico, se ha mencionado desde el principio del documento que la problemática también será estudiada desde la relación con el crecimiento de la economía, fundamentada en su productividad.
Se revitaliza una de las discusiones alrededor de este tema de análisis, que para el caso de esta revisión, resulta no sólo interesante sino provechosa. El autor intenta demostrar que las economías de aglomeración tienden a generar nuevas ideas, en las zonas urbanas; estas economías impulsan el crecimiento poblacional pero en centros urbanísticos por encima de los rurales, donde la población puede que crezca a un buen ritmo, pero su dispersión no permite un crecimiento económico análogo.
En Colombia el aumento acelerado de la población más pobre está directamente relacionado con mayores tasas de fecundidad y mayores índices de mortalidad materna e infantil, la población adolescente es donde se encuentran varios de los mayores índices de fecundidad así mismo se encuentran los más bajos niveles de afiliación a un sistema de seguridad social, de ahí que esta población presente mayor riesgo a la mortalidad materna.
Aunque el Estado ha querido mejorar las políticas públicas para evitar o desacelerar las tasas de mortalidad materna, sus esfuerzos no han sido suficientes, puesto que las políticas económicas y sociales han sido ineficientes a la hora de reducir la brecha de la inequidad.
En este contexto se hacen necesarias políticas que con incentivos ayuden a disminuir la demanda de tener una cantidad mayor de hijos y aumenten la oferta en términos de información para tener un mayor acceso a los métodos de planificación familiar; también es de vital importancia que en las zonas rurales donde no hay un fácil acceso a la educación, se haga llegar la información suficiente para que no se presenten embarazos no deseados o en llegado caso mortalidad materna o mortalidad infantil.
En el documento anteriormente se ha mencionado que con respecto al desarrollo y a los niveles de ingreso, arguyen que el aumento en la pobreza para los grupos familiares se deba efectivamente a un incremento en la cantidad de miembros, pero por otro lado, puede que el hecho de ser pobre (y normalmente con niveles de educación precarios) sea lo que disminuya el estado consciente de la persona, con respecto a su capacidad reproductiva.
En este punto para mejorar un poco el análisis, surge la necesidad de diferenciar el análisis por regiones, lo que para efectos del presente análisis se convierte en un estudio de tipo municipal. En relación con ello que los aumentos de la productividad, rara vez vienen de las zonas rurales, por el contrario, las ciudades son las que incrementan las actividades de innovación, para luego trasladarlas al campo. Este es un punto clave, pues puede hacernos volver al origen del problema; quizá la evolución citadina, frente al resto de regiones, haga que el crecimiento demográfico no vaya a la par con el de la economía, generando atraso.
Como es conocido, Colombia es un país muy heterogéneo a nivel social, lo cual implica que en algunas zonas del país se deben reforzar las políticas de planificación familiar, aunque a nivel general se hayan cambiado los esquemas de reproducción sexual. Igualmente nivel regional, también se evidencia que en los departamentos como Boyacá, Nariño, Tolima, Cauca, y el Eje Cafetero hay una reducción en la población joven debido a la migración interna, departamentos como Arauca y Casanare reciben a menudo fuerza de trabajo debido a que son zonas de extracción petrolera.
Una evidencia de que este fenómeno ocurre en regiones periféricas y no en ciudades, se relaciona el PIB per cápita departamental, con el promedio nacional, encontrando que Bogotá se ha mantenido sobre el promedio. Mientras que el Valle y Antioquia, aunque están por encima, han tenido una regularidad equiparable; Santander por su parte ha venido incrementando su participación al igual que el
Meta, mientras que los departamentos de la costa, han sido muy irregulares en su participación, siendo estas regiones, las que usualmente registran las tasas de fecundidad más altas de Colombia.
4. ¿Por qué los países pobres tienen más hijos y los ricos menos? La tasa de fertilidad en los países pobres es mucho más alta que en los ricos. Hay razones económicas que explican este fenómeno.
Es común escuchar que los pobres tienen demasiados hijos y que eso mismo los hace pobres. También es común la sugerencia de que se debería limitar la cantidad de hijos que deberían tener, dependiendo de su capacidad de mantenerlos. Mi intención es cuestionar esto, pero dejando de lado el aspecto moral de forzar el control demográfico. Es fácil caer en la argumentación de lo "debido o indebido" en este tema por la coacción que implica este tipo de políticas, pero no debemos desviarnos del carácter científico de estos temas. La intención de este artículo es analizar los datos en conjunto con teoría económica para entender de mejor manera la pregunta principal: ¿es necesario forzar a los pobres a tener menos hijos para mejorar el nivel de vida de la población? o, por el contrario, ¿es contraproducente este tipo de ideas?
La cantidad de niños que nacen por mujer actualmente es la mitad de los que nacían hace 5 décadas. Los últimos 50 años han visto un cambio drástico en la cantidad de hijos por mujer, la pregunta resultante es por qué.
Para empezar, las personas que suelen emitir opiniones sobre la cantidad de hijos de los más pobres, normalmente están en estratos económicos superiores. Y en cada estrato económico los fenómenos y problemas se dan y se entienden de diferente manera.
Es normal que la forma en que se miran mutuamente personas que pertenecen a diferentes estratos sociales sea distorsionada y produzca prejuicios. Esos prejuicios
no permiten entender a las personas de otros estratos económicos. Cada persona tiene necesidades, acorde a la capacidad de satisfacer sus necesidades (pensando en términos de la pirámide de necesidades de Maslow), por eso es difícil para algunos entender la razón según la cual los pobres tienen muchos hijos. Incluso llegan a pensar que los pobres son tontos, irracionales o ignorantes al tener hijos porque no tienen el dinero para darles una buena vida.
Es difícil sostener la conclusión de que todas las personas de escasos recursos son tontos, irracionales o ignorantes, por lo que tiene que haber otra explicación. Deben entenderse los motivos por los que una persona de escasos recursos tiene más hijos de los que podría sostener económicamente.
5. ¿Qué rol juegan los hijos? Para empezar, los hijos cumplen un rol social dependiendo del nivel socioeconómico de la familia. En las familias, los hijos son objeto de procreación y satisfacción personal. Los padres (de cualquier nivel económico) aman, por lo general, a sus hijos y desean para ellos lo mejor. Pero lo que cambia entre diferentes niveles socioeconómicos es la capacidad de satisfacer todas las necesidades de los hijos y el bienestar de la familia en general.
Las familias de estrato medio y alto pueden satisfacer las necesidades y deseos de sus hijos de manera óptima, dando incluso más de lo que realmente necesitan. Y lo hacen porque los padres cuentan con los medios y recursos para hacerlo. Lo contrario ocurre con las familias pobres: no tienen los medios y recursos para satisfacer las necesidades de sus hijos y dar sustentabilidad y bienestar estable a la familia. Este último punto es clave, pues en esta pequeña comunidad se valora más el bienestar general que el individual, y esto hace que la familia se vea obligada a poner a trabajar a los hijos para generar más ingresos para todos los miembros. Dado que los hijos menores de 18 años no tienen un costo de oportunidad palpable, es decir que no renuncian a ninguna otra actividad visible al estar trabajando (renunciar a los estudios no muestra un costo en el corto plazo), toman un rol de
trabajador que aporta a la familia según su capacidad. Los más pequeños pueden ayudar en tareas que no requieren esfuerzo físico o mental como pastoreo, agricultura de subsistencia o hasta pedir limosna. Conforme van creciendo y sus capacidades físicas se van desarrollando, pueden apoyar en los trabajos de los padres como la agricultura de jornaleros, albañilería o hasta trabajar por cuenta propia en negocios informales.
Queda claro entonces que las familias pobres ven a los hijos como un tipo de capital humano. Dado que no pueden generar capital monetario, ni cuentan con medios de producción como tierras, ni tienen acceso a la propiedad de estos medios (por su incapacidad de un ahorro significativo), la única manera de aumentar sus ingresos es con trabajo. Y a más hijos, más ingresos para la familia. Esto es algo que se olvida en la mayoría de análisis, pues en una posición económica superior los hijos no aportan a los ingresos familiares.
6. Mortalidad infantil Un factor que era importante en épocas antiguas era la tasa de mortalidad infantil. Las familias tenían más hijos porque la probabilidad de supervivencia de cada niño era relativamente baja, y cuanto más hijos tenían, más aumentaba la probabilidad de que algún hijo sobreviviera más allá de la niñez. Junto al argumento anterior de los hijos como capital humano, se puede entender este argumento al analizar la relación entre la tasa de fertilidad y la tasa de mortalidad infantil. Como se puede apreciar en la siguiente gráfica, existe una relación entre estas dos tasas: a menor tasa de mortalidad, menor tasa de fertilidad y viceversa. Si la probabilidad de que los niños mueran es baja, es necesario tener menos hijos para que la misma cantidad llegue a la edad adulta.
La necesidad de que una cantidad determinada de hijos lleguen a edades adultas se debe, en parte, a la necesidad de los padres de ser asistidos económicamente en su vejez. Dado que muchas familias no cuentan con pensiones de jubilación ni asistencia social por parte del Estado en los países pobres, solo reciben ingresos de su trabajo o del aporte de sus hijos.
Como es difícil que los hijos salgan de la pobreza, por sus condiciones iniciales y la escasa movilidad social, no cuentan con demasiados recursos para mantener a sus padres y sus respectivas familias, por lo que tener una cantidad de hijos mayor aumenta el ingreso de los padres, tomando una pequeña parte del ingreso de cada hijo. La riqueza de las familias, como hemos visto, juega un papel clave en la cantidad de hijos que tiene una familia.
7. Mujeres y oportunidades laborales Las mujeres son quienes dan a luz y, en la mayoría de los casos, quienes los crían. El género femenino ha desarrollado históricamente este rol desde las épocas de las cavernas cuando el hombre salía a cazar y la mujer se quedaba en la cueva cuidando a los hijos o recolectando bayas. La razón de esta división del trabajo se
debe a la capacidad que cada uno tenía mejor desarrollada. El hombre, al ser físicamente más fuerte, era el encargado del trabajo físico y la mujer, al ser biológicamente la portadora por 9 meses de los hijos, debía mantener una vida tranquila. Así se inició el desarrollo del género femenino.
Por eso en las sociedades más tradicionales, la mujer sigue encargándose del cuidado de los hijos en casa. Pero la figura de feminidad ha venido cambiando, conforme cambian otros aspectos de la cultura. Por ejemplo, el derecho al voto permitió el acceso de la mujer a la política y a la incidencia que puede tener en el Estado. Otro cambio importante se vio claramente en la Segunda Guerra Mundial, ya que, cuando los países debieron enviar a sus hombres a la guerra, los trabajos que anteriormente desempeñaban fueron ejecutados por las mujeres. Así, ellas pudieron acceder a trabajos que tradicionalmente no desempeñaban y demostraron su capacidad de realizarlos.
8. Más educación, ¿menos hijos? La capacidad de la mujer de desarrollar una carrera profesional es clave en la disminución de la tasa de fertilidad. La razón de ello es económica: su costo de oportunidad aumenta conforme aumenta la preparación profesional. El costo de oportunidad es lo que uno sacrifica para poder tener algo más, y en el caso de la mujer profesional, la disyuntiva está entre dedicarse de lleno a una vida profesional o dedicar unos años a la crianza de los hijos. Los datos respaldan esta idea, como muestra la siguiente gráfica. A mayor grado de escolaridad, menor cantidad de hijos se tiene.
9. La verdadera relación entre hijos y riqueza Tener hijos implica, entonces, un sacrificio en tiempo para la madre. Por tanto, a medida que el tiempo de las madres se hace más valioso, es decir a medida que el ingreso de la madre aumenta, el costo de tener un hijo marginal aumenta. Este aumento en el costo de oportunidad puede ocurrir por preparación profesional o por aumento en los ingresos por persona. De hecho, existe una relación interesante entre la disminución de la tasa de fertilidad y el aumento en el PIB per cápita de un país.
A mayor PIB per cápita, menor tasa de fertilidad. Al aumentar el ingreso de cada mujer, aumenta el costo de oportunidad por cada hijo. La relación se ve aún más clara analizando el ingreso promedio salarial femenino con la tasa de fertilidad.
Una objeción podría ser que la relación PIB per cápita (o ingresos promedio salariales) y la tasa de fertilidad es significativa porque un menor crecimiento de la población da como resultado un mayor PIB per cápita por simple aritmética (menor denominador da un mayor cociente). Pero la lógica detrás de este argumento se queda corta.
Pensar que una persona decidirá tener menos hijos para tener un mejor nivel de vida, implica suponer que esa persona tiene los medios para lograr ese mejor nivel de vida. Como se explicó anteriormente, las personas de estrato económico bajo necesitan de sus hijos para conseguir ese mejor nivel de vida relativo. Por tanto, la lógica de renunciar a un hijo para tener más ingresos funciona para quienes su tiempo tiene un verdadero costo de oportunidad significativo, es decir, para estratos económicos medio y alto. Además, el razonamiento aritmético se notaría con un desfase de tiempo significativo porque una persona no aumenta sus ingresos inmediatamente por no tener un hijo. En cambio, si los ingresos presentes son lo suficientemente altos, se renuncia a un ingreso en el corto plazo al tener un hijo.
10.
El "círculo vicioso" del embarazo adolescente y la pobreza en Colombia
El UNFPA, agencia de la ONU, considera que en la región hay una alta relación entre los niveles de desigualdad en los salarios de hombres y mujeres con los embarazos adolescentes.
Según un informe publicado por la ONU, el embarazo de adolescentes ha creado en Latinoamérica un "círculo vicioso" de desigualdad, ya que las madres precoces caen en la pobreza junto con sus hijos.
En el informe se analizó cómo las disparidades en ingresos, educación y empleo impactan en los derechos sexuales y reproductivos, como el acceso a la planificación familiar que confirma que en la región hay una estrecha relación entre la pobreza y las crecientes tasas de fecundidad entre las mujeres más jóvenes.
De acuerdo con el informe, Latinoamérica reporta una tasa de 64 partos por cada 1.000 mujeres entre los 15 y 19 años, cifra solo superada por África.
El UNFPA considera que en la región hay una alta relación entre los niveles de desigualdad en los salarios de hombres y mujeres con la cantidad de embarazos adolescentes y en esa franja de mayor inequidad se ubican Bolivia, Perú, Argentina, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Colombia.
11.
Embarazo adolescente: ¿falta educación sexual o proyecto de vida?
Se ha demostrado en diversas investigaciones que factores como más educación y mejores oportunidades de trabajo y mejores ingresos para la mujer tienden a reducir el número de hijos y a aumentar la edad promedio del primer embarazo. Esto se explica ya que el costo de quedar embarazadas es mayor para las mujeres de alto nivel educativo, pues ellas podrían tener mejores salarios en el futuro.
Por un lado, según datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), el nivel educativo de las mujeres ha aumentado significativamente, pasando de 6.7 años de educación a 8.4, entre 1995 y 2018, y la participación en el mercado laboral, de menos del 50% a 62% en el mismo período. Por otro lado, según datos del Banco Mundial, el embarazo en la adolescencia ha aumentado de 17% a cerca de 20% en esos años.
Se asume, generalmente, que muchos de los embarazos en la adolescencia son resultado de accidentes y/o falta de educación sexual en el hogar y en la escuela. Para responder a esta problemática se han aumentado y mejorado los cursos de educación sexual en los colegios y centros médicos, entre otros. Dicha solución supone que el problema, o al menos parte de él, es la falta de información. Por eso, los programas de educación sexual incluyen la enseñanza, la difusión y la comunicación sobre las relaciones sexuales, la reproducción, la planificación familiar y el uso de anticonceptivos, el sexo seguro, las enfermedades de transmisión sexual y las normas culturales sobre este tema.
Actualmente, programas como Más Familias en Acción desarrollan proyectos de educación sexual para prevenir el embarazo en la adolescencia. Igualmente, el Ministerio de Salud y Protección Social, y la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer, lanzaron la campaña masiva de comunicación llamada “Por mí, yo decido”, la cual cuestiona las normas sociales y culturales vigentes que promueven el embarazo a temprana edad.
Asimismo, pone en tela de juicio la creencia de que la única forma de realizarse como mujer es a través de la maternidad, o el pensar que los “verdaderos hombres” son aquellos que tienen varias mujeres, y no se protegen ni responden por sus actos.
Sin embargo, existen algunas tendencias que podrían revelar una historia más compleja. Como lo muestra el siguiente gráfico, el porcentaje de embarazos en la adolescencia es más alto para los quintiles más pobres, y ha aumentado en todos los quintiles de ingreso, pero particularmente entre mujeres adolescentes de los quintiles dos y tres, con una diferencia en total de 7% y 9% respectivamente, entre 1990 y 2010.
Existe claramente una relación entre pobreza y embarazo en la adolescencia. Una posible explicación sería que los abortos son más comunes entre las mujeres de quintiles más altos, pero esta hipótesis, difícil de probar, podría explicar solo una parte de la historia, no el 20% de diferencia que existe entre el quintil más pobre y el más rico.
Al indagar más en el tema, encontré estudios cualitativos sociológicos que sugerían que, muchas adolescentes, reportaban haber planeado los embarazos para ganar independencia y poder de decisión con respecto a sus padres, para irse de la casa de sus padres con novios mayores, o como símbolo de estatus en favelas con altos índices de violencia, pasando así de ser vistas como niñas, a mujeres y madres.
Esto es consistente con relatos que encontré en diferentes estudios que he realizado en Colombia, en una evaluación de la Red UNIDOS, y en el diseño del Programa de Jóvenes en Acción en zonas rurales.
Por ejemplo, en zonas rurales de Colombia, la situación de oportunidades laborales para las mujeres es dramática: aunque tienen mayores niveles educativos que los hombres, solo el 67.5%, participa en el mercado laboral, y la informalidad llega al 90.6%.
Según datos de la Encuesta de Calidad de Vida de 2011, el 60% de las mujeres de 18 a 24 años en pobreza extrema y moderada (Sisben I y Sisben II) están inactivas, es decir que no estudian, no trabajan y no están buscando trabajo. Esto podría explicar porque su proyecto de vida podría centrarse sólo en ser mamás a una edad temprana.
En mi opinión, la educación sexual es necesaria, y puede llegar a prevenir cierto número de embarazos no deseados. No obstante, el problema va más allá del acceso a la información. Algo importante, y que frecuentemente no está contemplado en los programas es la participación de los padres de familia en estos cursos.
Igualmente, los costos de los métodos de contracepción pueden ser muy altos para los adolescentes. Algunas otras barreras como distancia a los centros de salud, o la condicionalidad de ir con los padres, llevan a los adolescentes a no acceder a los servicios o productos que son gratis. Finalmente, aunque hemos avanzado mucho en cuestiones sociales en los últimos años, en mi opinión el factor más importante, es que falta, por parte de las adolescentes de bajos ingresos, el desarrollo de proyectos de vida en los cuales no solo se vean como madres sino como mujeres con numerosas dimensiones y potencialidades, que les permitan acceder a posibilidades de movilidad social reales, y a su realización personal y colectiva.
12.
La educación es esencial en la prevención de los embarazos en la adolescencia
La UNESCO ha publicado nuevas orientaciones de base empírica en lo tocante al papel crucial que desempeña la educación en la prevención de los embarazos precoces y no deseados, así como en la atención sobre cuestiones vinculadas con éstos. La publicación de las notas técnicas “Early and unintended pregnancy: Recommendations for the education sector” (Recomendaciones del Sector de Educación de la UNESCO para la prevención de los embarazos precoces y no deseados) coincide con la Cumbre de Planificación Familiar de Londres que tendrá lugar el 10 de julio de 2017, en la que la UNESCO ratificará su compromiso de apoyar la contribución de los sectores nacionales de la educación para erradicar el VIH/SIDA y contribuir a una mejor salud y bienestar para todos los niños y jóvenes y, en particular, para las niñas.
Los países en vías de desarrollo representan el 95% de los nacimientos entre las madres adolescentes, y las niñas tienen 5 veces más probabilidades de convertirse en madres cuando tienen un bajo nivel educativo. Los embarazos precoces y no deseados tienen efectos perjudiciales en la vida de las niñas adolescentes en términos de salud, situación socioeconómica y rendimiento escolar. Los riesgos fundamentales son la expulsión de la escuela y del hogar, la estigmatización por parte de la familia, la vulnerabilidad ante la violencia, la mayor pobreza y la mortalidad entre las madres y complicaciones de salud. De hecho, las complicaciones vinculadas al embarazo y al parto constituyen la segunda causa de mortalidad entre las adolescentes de 15 a 19 años de edad, con unas 70,000 adolescentes afectadas cada año.
13.
Una mayor escolarización conlleva a reducir la fecundidad
La educación puede contribuir a abordar esta cuestión con eficacia, ya que cada año de educación adicional conlleva a una reducción de la fecundidad de un 10 %. En la India, se llevó a cabo un estudio de 58 programas que demostró que las niñas escolarizadas en el nivel de secundaria tenían un 70% menos de probabilidades de contraer matrimonios precoces con respecto a las niñas analfabetas.
No obstante, hoy día, no existen orientaciones operacionales para el sector educativo sobre cómo hacer frente a los embarazos precoces y no deseados. El informe técnico establece cinco ámbitos prioritarios de acción, que promueven políticas de reinserción, la educación integral en materia de sexualidad para la prevención del embarazo, el acceso a servicios de salud escolar y un entorno escolar seguro para las niñas.
14.
Proyecto de natalidad responsable en Colombia
En Colombia el número de hijos por familia debería ser máximo de dos, como una de las medidas para disminuir la pobreza y lograr mejorar la calidad de vida de la población y hacer más digna la vida de los niños y niñas.
La última Encuesta Nacional de Demografía y Salud muestra que el número de hijos por pareja en Colombia está en promedio en 2.35, en los estratos altos es de 1.5, Cifra que aumenta hasta por encima de 5 por pareja en los departamentos donde hay más pobreza como Choco, la Guajira,
Arauca, el Magdalena Medio, la
Amazonia y en los estratos 1, 2 y 3 de la población en general lo que evidencia que en los estratos bajos el control natal no ha dado los resultados esperados.
El 34% de los hogares tienen a una mujer como cabeza de familia, el 44% de los niños viven solo con uno o ninguno de los padres y el 52% de los embarazos ocurridos en los últimos años han sido no deseados.
Las cifras de pobreza en Colombia están en el 46% lo cual representa 20.5 millones de personas y las de indigencia en el 17%, de estos datos más de la mitad son niños en la pobreza o en la extrema pobreza que en un buen porcentaje son además víctimas de violencia física, psicológica o sexual y que pasan a engrosar la mendicidad, la delincuencia juvenil y la prostitución infantil todo como producto de la irresponsabilidad de los padres.
Este proyecto de ley que va a entrar a ser discutido por la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes está enfocado en buscar un control a la natalidad donde de forma libre y responsable la pareja asuma la DECISION VOLUNTARIA de limitar a 2 el número de hijos creando una cultura para quienes inician su vida de pareja y para las generaciones futuras donde el respeto por su cuerpo y por el de los demás sea la base de su sexualidad, reorientando la cátedra de educación sexual para hacerla asertiva y obligatoria desde el preescolar y fortaleciendo los programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad en salud sexual y reproductiva como las estrategias básicas de generación de un cambio de mentalidad en la percepción que debemos tener de nuestro compromiso con la sociedad y la familia.
Al mismo tiempo generar incentivos positivos a quienes de forma LIBRE Y VOLUNTARIA asuman la decisión de cumplir lo definido en la ley, estos incentivos van dirigidos a la población de los estratos 1, 2, 3 con créditos a bajas tasas de interés para educación, vivienda de interés social y prioridad en los nuevos programas sociales que genere el Estado en la búsqueda de mitigar la pobreza de nuestra sociedad garantizándoles acceso a salud, educación media y superior y el derecho a un techo digno.
El objetivo del proyecto DE NINGUN MODO va encaminado a quitar los subsidios para la población que los recibe actualmente sino a generar unos nuevos incentivos fiscales y un cambio en la cultura de la población sobre todo de la más pobre cuyos
niños sufren más que nadie los estragos de la inequidad social y la irresponsabilidad de una sociedad que desafortunadamente no piensa en su futuro.
Conclusiones El estudio de la natalidad y de la demografía sobre los niveles de desarrollo económico, puede presentar teorías contradictorias y algo problemáticas, sin embargo el documento intentó encontrar que pasaba con dichas variables.
Aunque a lo largo del documento no se intentó establecer algún tipo de relación causal con respecto a la relación entre las tasas demográficas y los indicadores socioeconómicos, si se encontró tanto en la revisión de literatura como en el modelo planteado, que la natalidad puede llegar a influir negativamente en la probabilidad de que mejoren las condiciones de vida de la población.
La estimación realizada en el documento - inclusive cuando los resultados demuestran que existen efectos negativos -, debe describirse nuevamente, que en realidad son diversas las variables que pueden intervenir en los niveles de desarrollo aunque sean regionales; estos temas que no son del alcance del documento, no obstante también afectan el curso de la economía de las naciones, como por ejemplo la fortaleza institucional, las oportunidades de acceso a la educación y la redistribución del ingreso entre otras.
¿Es necesario forzar a los pobres a tener menos hijos para mejorar el nivel de vida de la población? Mi respuesta es no. Al contrario, económicamente es ineficiente tratar de reducir la población por medio de políticas que limiten la cantidad de hijos, porque se limita el acceso a capital humano de las familias pobres y con ello se limita sus ingresos familiares.
Por eso, aunque la conclusión suene extraña, es mejor idea propiciar un ambiente de crecimiento económico que, de manera indirecta, influya en la toma de decisiones de las familias en relación a la cantidad de hijos que tendrán. Esto ha
sucedido en todos los países ricos, que al alcanzar altos niveles de riqueza ven reducida su tasa de fertilidad. Al tener oportunidades, principalmente las mujeres, el costo de oportunidad de un hijo adicional aumentará y eso se vería expresado en menos hijos por mujer. Por extraño que parezca, parece ser que el desarrollo económico es el mejor método anticonceptivo.
Bibliografía
Ayala, Ulpiano. Hacia una red de protección social para Colombia. Informe presentado por Fedesarrollo al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo. 2001.
Banco Mundial. 2002. Colombia Poverty Report, en www.worldbank.com
Banco Mundial. (2002) Informe sobre la pobreza 2000-2001, en www.worldbank.org/poverty
Bejarano, Jesús Antonio. La economía colombiana entre 1946-1958, en Jaime Jaramillo Uribe, Alvaro Tirado Mejía, Jorge Orlando Melo y Jesús Antonio Bejarano. Café, Economía e Industria, Enciclopedia Nueva Historia de Colombia. Colombia: Planeta Colombiana Editorial S.A. Vol. V. Págs. 150160. 1989.
Bejarano, Jesús Antonio. Informe sobre el desarrollo mundial 2000-2001; lucha contra la pobreza, panorama general. www.worldbank.org/poverty
Carvajal, Beatriz. La pobreza en Colombia 1886-1930. Estado, Iglesia y ciudadanos en http://136.142.158.105/Lasa97/castro.pdf. 1997.
Coyuntura Social. ¿Al fin qué ha pasado con la distribución del ingreso en Colombia? Coyuntura Social. No 17. Noviembre, 1997.
Coyuntura Social. Informe de pobreza y evaluación de la red de asistencia social. Coyuntura Social. No. 26, Mayo, 2002.
Cuéllar, Carlos Enrique y Uribe José. Pobreza y calidad de vida en el sector campesino colombiano: un modelo econométrico. 2001.
Departamento Nacional de Planeación Boletín No. 26. 2000.
Franco, Humberto y Gómez Alfonso. La concepción apriorística del desarrollo Económico: Lecciones para Colombia. Revista Universidad EAFIT, Oct-Dic. 1998.
Fresneda, Oscar, González Jorge Iván, Cárdenas Miguel Eduardo y Sarmiento Libardo. Reducción de la pobreza en Colombia: el impacto de las políticas públicas, Estrategias para reducir la pobreza en América Latina y el Caribe, en www.undp.org/rblac/documents/poverty/rla_92009/ 1996.
Gaviria, Juan Felipe, La economía colombiana entre 1958-1970, en Jaime Jaramillo Uribe, Alvaro Tirado Mejía, Jorge Orlando Melo y Jesús Antonio Bejarano. Café, Economía e Industria, Enciclopedia Nueva Historia de Colombia, Colombia: Planeta Colombiana Editorial S.A. Vol. V Pág.161e. 1989.
GRECO. Crecimiento económico colombiano en el siglo XX, Bogotá: Banco de la República, Fondo de Cultura Económica. 2002.
González, Juan Manuel. The Elusiveness of Poverty in Colombia, en www.136.142.158.105/LASA98/González.PDF. 1995.