Programa Redes nº449. Manipular el cerebro. EMT. Entrevista con Alvaro Pascual – Leone. Neurólogo, Harward Medical School. - Toda vivencia implica un cambio en el cableado de nuestro cerebro. - El entorno moldea continuamente el entramado de las neuronas. - Detrás de unos pocos molivoltios que atraviesan nuestro cerebro, se esconde una - conducta. Las neuronas están en perpetua remodelación, las uniones entre ellas se - deshacen y renuevan al ritmo de los acontecimientos. - El paisaje neuronal se construye mediante selección. Cuanto más se usan ciertas conexiones, más se refuerzan. Las redes de neuronas no utilizadas desaparecen. Los retos de la neurociencia apuntan a aprovechar la plasticidad del cerebro y encontrar los estímulos adecuados para tratar o incluso perfeccionar el funcionamiento del cerebro humano. Eduard Punset nos descubre junto con el neurólogo Alvaro Pascual-Leone el funcionamiento de la Estimulación Magnética Transcraneal, un método para modificar la actividad de las vías neurales sin la administración de fármacos ni necesidad de cirujía sino mediante interacciones no invasivas. “No hay que abrir la piel, no tienes que abrir el cráneo, no requiere cirujía, simplemente es una forma precisa y controlada de modificar el patrón de descarga de las neuronas en una parte concreta del cerebro”. (Alvaro Pascual-Leone) Hablan sobre un ejemplo de un experimento que se ha hecho durante 20-30 años con zorras salvajes. Algunas zorras se alejaban rápidamente y otras aceptan mejor la presencia humana; a esas las domesticaron y tras 30 generaciones vieron que el cerebro de las zorras había cambiado. Es decir, sería posible con la EMT cambiar el comportamiento de la zorra sin tener que esperar tantas generaciones. Lo que a ella le habría costado generaciones con el ETM se conseguiría en cuestión de horas, pasaría de ser salvaje a mansa rápidamente. “ La idea es que nuestro comportamiento es consecuencia de cómo funciona nuestro cerebro y nuestro cerebro es a la post consecuencia de nuestro genoma... El ejemplo de la zorra muestra que cambios paulatinos en la evolución en el genoma dan lugar a un cambio cerebral y a un cambio en el comportamiento. Pero eso dura años, generaciones y generaciones, pero nuestra vida, nuestra sociedad avanza infinitamente más rápido que generación a generación. Yo creo que el cerebro, la naturaleza inventó una forma de implementar eso y esa forma se llama “plasticidad”. Las neuronas no cambian fácilmente pero están interconectadas en circuitos que van cambiando muy rápido. Y
esto nos da una gran oportunidad porque nos permite modificar la actividad en un circuito de forma controlada con técnicas no invasivas y por lo tanto guiar esa plasticidad”. (Alvaro P.L) Ya está aceptado que mente y cerebro son uno solo, constituido por miles y miles de circuitos de neuronas. Nuestro cerebro es el origen de todas las funciones cognitivas, de las emociones y de los sentimientos. Conocer más sobre la relación entre los circuitos y su función permitirá influir en la enorme flexibilidad de nuestro cerebro. La EMT es una de las técnicas empleadas para ese fin. Resumiendo en qué consiste la ETM podemos decir que es el paso de una corriente muy rápidamente por una bobina con hilo de cobre en forma de 8, y el paso de la corriente genera un campo magnético. Generará una especie de cono que va haciéndose más focal en un punto concreto de manera que si se coloca algo cerca de esa bobina (el cerebro) conduce la electricidad hasta ese algo que recoge el campo magnético y que conducirá el campo magnético. El campo magnético penetra por el hueso del cráneo pero no le afecta sino al cerebro que sí puede conducir la electricidad, recogiendo el campo magnético e induciéndose la corriente en él. ¿Qué sucede cuando el cerebro está dañado? Nuestra mente es como un disco duro, se llena de recuerdos que se van almacenando, pero este sitio puede que no sea completamente seguro. Un simple virus informático es capaz de destruir todo el contenido de un disco duro. En el cerebro este virus sería el equivalente a un traumatismo o a la activación de un gen que deteriora la memoria. Estudios recientes revelan que no podemos acceder a estos recuerdos pero sin embargo están allí. En los ordenadores un antivirus puede llegar a recuperar todo un disco duro y ahora según nuevos hallazgos, una pastilla o un estímulo magnético podría hacer lo mismo en nuestro cerebro. No solo nos quedamos aquí, una cosa es restaurar la memoria en individuos con alteraciones genéticas o estructurales y otra es aumentar la capacidad cognitiva en sujetos sanos. Algunos científicos ya han conseguido aumentar así la capacidad de aumentar el aprendizaje en animales de laboratorio. El siguiente paso es probar en humanos para acabar con las enfermedades que afectan a la memoria y capacidad de aprendizaje. Algunos confían que éste sea el inicio de la revolución cognitiva. Con la EMT se puede estimular un punto concreto para estimular la zona deseada sin afectar a lo demás. Es indoloro, el cerebro no siente nada, el paciente oye un “click” (que es cuando la corriente pasa por la bobina), se siente como un pequeño golpecito en la cabeza, pero nada más. Lo más asombroso es que esta técnica es específica para cada región del cerebro que cerramos, sobre todo las ligadas al aprendizaje y la memoria.
El futuro En el futuro se prevee que las enfermedades neurodegenerativas puedan desaparecer, con la EMT los neurocientíficos podrán combatir cualquier enfermedad genética que afecte al cerebro. Cualquiera podrá ejercitar su mente de forma artificial. ¿Quieres ser más feliz? ¿Quieres abandonar los celos? ¿Quieres ser más inteligente? ¿Estás harto de sentirte estresado? Esas serán sólo algunas de las posibilidades. Con una sola pastilla se podrá potenciar o inhibir las emociones y la realidad. Mejorará el rendimiento mental sin hacer ningún esfuerzo. El método de acción consiste en aumentar la plasticidad cerebral ampliando las conexiones nerviosas entre distintas áreas del cerebro e incrementando la síntesis de nuevas neuronas. Estos fármacos ayudarán al cerebro a crear patrones o redes neuronales que normalmente no se producen. Con los conocimientos que tenemos hoy esto resulta completamente imposible, pero es quizá el futuro que nos espera. El cerebro está diseñado para amoldarse al entorno y adaptarse a él. Un exceso de estimulación mental sin necesidad podría no servir de nada, o todavía peor, podría dañar el sistema nervioso por completo. ¿Hasta qué punto debemos interferir en el potencial de las mentes? Ha nacido una nueva disciplina, la Neuroética; a muchos especialistas les preocupa el impacto que pueden tener estos descubrimientos. Por un lado, acabarán con las enfermedades neurodegenerativas, pero por el otro corren el riesgo de extender el uso de estas técnicas a la población sana. ¿Cómo reaccionará un cerebro sano a estas invasiones externas? Quizá ya nunca oigamos la palabra Alzheimer o Trastorno Cerebral en el futuro, pero ¿a qué precio? A pesar de la redundancia, comprar inteligencia, es de tontos.
En qué contexto se emplea ya la EMT. “Nos hemos dado cuenta que la capacidad de modificar la actividad en un circuito no está limitada a un circuito concreto. Podemos estimular zonas motoras como para hacer que sujetos con infarto cerebral que no pueden mover las manos puedan recuperarse más rápidamente, pero también puedes estimular zonas frontales por ejemplo para modificar la capacidad de la gente de tomar decisiones, para hacer que las decisiones sean más altruistas, más generosas… para que enfermos que tienen trastornos de personalidad , con personalidades sociopáticas, que empiecen a tener más empatía ante las situaciones. Y en cuestión de adicciones por ejemplo puedes modificar los circuitos de recompensa para que la actividad excesiva que hay en esos circuitos adictos se reduzca. La idea es que es un principio fundamental, si puedes modificar actividad en un circuito y tener una repercusión comportamental en sujetos normales o en enfermos, entonces… El límite es identificar el circuito. En ese momento lo podrás modificar en la dirección correcta”. (Alvaro P.L)
“Hemos aprendido muchas cosas notables últimamente. Sabemos que el sistema nervioso genera hipótesis, genera expectativas. Es una máquina de crear una expectativa de la realidad. Y esa expectativa luego se contrasta con la realidad externa. Y puede o bien dar lugar a la sorpresa y al placer, puede ser consistente la expectativa con lo que encontramos o no. La idea de que vemos aquello que sabemos buscar, aquello que miramos, que no es simplemente el sistema nervioso un receptor de lo que le llega de fuera, sino que es realmente un generador de realidades que se contrastan con la realidad externa. Cuando le reprochamos al cerebro que siempre ve lo que cree y no lo que ve realmente, algo de verdad hay. Es justo lo que hace nuestro sistema nervioso, gracias a eso funcionamos como seres humanos, gracias a ello podemos generar arte, tener la creatividad de nuevas ideas, cambiar nuestra realidad entorno para adaptarla a las necesidades sociales”. (Alvaro P.L) El hombre necesita ver para creer. Su cerebro necesita crear para ver. Texto extraído del documental Redes nº499. Manipular el cerebro. http://blip.tv/file/993744/ Por Maite –mamá de Julen) http://hastalalunaidayvuelta.blogspot.com/