Psi Punset - Por Que Fallan Las Cosas

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403 20-6-2006 ¿por qué fallan las cosas?

Tras las grandes extinciones de la historia, ¿qué nos depara el futuro? ¿Estamos predestinados a una nueva extinción? En la biología las especies se extinguen y, en la sociedad humana las empresas y las políticas fracasan.

El 10% de las empresas desaparece cada año, ¿puede evitarse este fracaso?

La clave del éxito radica en la voluntad de innovación nos comenta esta semana el analista económico, Paul Ormerod, quien ha trasladado conceptos de la biología a la economía para explicar fracasos empresariales. En plató contaremos con la presencia de Salvador Rojí Ferrari, profesor del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Complutense de Madrid y Cesáreo Hernández Iglesias, director del Centro de Ingeniería de Sistemas Sociales y profesor de Economía de la Empresa en la Universidad de Valladolid. También contaremos con la opinión de Eladio Liñán, director del Museo Paleontológico de Zaragoza y Agustí Sala, periodista del diario El Periódico de Catalunya.

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Invitamos a la audiencia a opinar sobre estos y otros temas científicos en el foro oficial de Redes dentro de la Comunidad Smart en www.smartplanet.es/sinfronteras.php ¿por qué fallan las cosas?

Paul Ormerod Paul Ormerod es un reputado analista económico que ha trasladado con éxito conceptos propios de la biología y la complejidad al campo de la economía. Hoy nos hablará de por qué casi todo falla.

Eduard Punset: En biología no hay ningún tipo de planificación, las especies simplemente se extinguen sin previo aviso… Ormerod: Sí, en biología, la evolución es totalmente aleatoria. Eduard Punset: Así es. Ormerod:

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No hay ninguna especie que pueda tomar la decisión consciente de mejorar su condición física. Por ejemplo, el león no puede decidir tener una pata más para perseguir más rápido a los antílopes, es algo aleatorio… Eduard Punset: Sin embargo… Ormerod: Sin embargo, en la sociedad humana, las empresas, los gobiernos y las personas en general intentan mejorar su condición de forma consciente, intentan que las cosas vayan mejor, tanto para ellos mismos como para los demás. Pero, aunque actuamos de forma consciente para mejorar nuestra condición… Eduard Punset: Planificando mucho... Ormerod: Planificando mucho, intentando vislumbrar el futuro y tomando decisiones muy conscientes pero, si analizamos el resultado final, existen muchos paralelismos entre la sociedad humana y la biología. En biología, las especies se extinguen y, en la sociedad humana, las empresas y las políticas del gobierno fracasan. Por lo tanto, existe un fracaso generalizado en el mundo de la biología y el de los humanos. No sólo existen paralelismos en el área del fracaso, sino en muchas otras áreas. Si se estudian los patrones matemáticos del fracaso, estas similitudes son mucho más patentes. Eduard Punset: Sí, actualmente se están descodificando una serie de patrones y relaciones e interacciones de la naturaleza que tú, y otros como

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tú, sugerís que pueden ser aplicables a nuestras vidas personales, corporativas o estatales. ¿Por qué es novedoso este concepto? Ormerod: Intentaré darte un ejemplo. Si echas un dado, nunca puedes prever cuál va a ser el siguiente número que saldrá, porque es una acción totalmente aleatoria. Pero, si echas el dado un número de veces suficiente como, por ejemplo, un millón de veces, o haces que el ordenador lo haga por ti, podremos determinar que una de cada seis veces saldrá un uno, una de cada seis veces saldrá un dos, y así sucesivamente, así que sabremos cuál será el resultado, la distribución de las posibilidades, y eso es exactamente lo que analizamos cuando investigamos este nuevo tipo de relaciones del mundo biológico y el humano. Buscamos la probabilidad de que sucedan diferentes cosas y, en ocasiones, presenciamos grandes fracasos. Eduard Punset: No sabemos cuál fracasará, pero sabemos que habrá un número x de fracasos. Ormerod: Exacto, sabemos que, la mayoría de las veces, el índice de fracaso será bajo, pero a veces se produce un fracaso muy grande de forma totalmente natural. Pero las empresas resurgen a pesar de estas complejas interconexiones, que son imposibles de anticipar, por mucho que se intente. Son imposibles de ver porque son muy complejas. Y son precisamente estas conexiones, algunas de las cuales son muy indirectas y no son percibidas directamente por los individuos, las que dotan de fuerza a los sistemas. También son una amenaza para los individuos, ya que puede surgir un problema importante de una forma totalmente imprevista. Sin embargo, desde un punto de vista global, estos sistemas altamente conectados son muy potentes, muy viables, al igual que la biología, que es un sistema altamente conectado en el que la 4

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vida se sostiene por sí misma, y lleva sosteniéndose por sí misma durante miles de millones de años.

Bloque 1 Eduard Punset: Paul, ¿y hacia dónde crees que podemos encaminarnos? ¿Podemos aprender algo de la evolución? Ormerod: Creo que podemos aprender que no sólo es necesario ser flexibles, sino que es importante innovar, probar diferentes cosas. Creo que eso es lo más importante. Y, en cierto modo, éste es el camino que está siguiendo la economía. De hecho, hay un par o tres de economistas que han recibido recientemente el premio Nobel que consideran que la economía no se basa en la planificación racional, en gente intentando encontrar la mejor solución posible, sino en pensar que las personas tienen una habilidad mucho más limitada: primero prueban una cosa y si falla prueban otras. Y, así es, en cierto modo, cómo funciona la biología. No es un proceso consciente, los genes mutan aleatoriamente y la mayoría de las mutaciones fallan pero, de vez en cuando, una mutación da un mejor resultado; y así funcionan las empresas de éxito, las personas de éxito y, en cierta medida, los gobiernos de éxito. Tienen esta flexibilidad y esta voluntad de innovación. Es algo que se ve continuamente en las empresas de éxito que, por muy grande que sea su éxito, siempre están probando cosas nuevas. Y, aunque saben que la mayoría de estas innovaciones acabarán fracasando, vale la pena innovar porque, siempre y cuando no les cueste demasiado dinero, se consigue algún éxito que compensa el coste de estos fracasos. Eduard Punset:

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Según dices, Paul, en las extinciones existe una relación entre el tamaño y la frecuencia. Ormerod: Sin duda alguna. En el pasado hubo un número muy reducido de extinciones muy grandes (desde el punto de vista del porcentaje de especies que se extinguieron), y esto es algo que relacionamos con el patrón de las empresas. En la mayoría de los períodos biológicos, las tasas de extinción son muy bajas. Por lo tanto, vemos muchas pequeñas extinciones y unas pocas extinciones grandes, y es posible establecer una relación matemática entre estos elementos basada en la frecuencia con la que se producen los diferentes tamaños de extinciones. La mayoría son extinciones de pequeñas dimensiones, apenas se ven extinciones grandes, aunque existen. Eduard Punset: Sí, son poco frecuentes. Ormerod: Por otro lado, si estudiamos el fenómeno de la desaparición de las empresas, suele sorprender el hecho -incluso a los economistas les sorprende este hecho- que más del 10% de todas las empresas desaparecen cada año, sean americanas o europeas, porque estos datos hacen referencia tanto a empresas americanas como europeas. Más del 10%... Eduard Punset: Cada año. Ormerod: Cada año.

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Eduard Punset: ¿Empresas grandes o pequeñas? Ormerod: Ambas. Eduard Punset: No importa el tamaño. Ormerod: No importa. Es cierto que las empresas pequeñas presentan una mayor probabilidad de fracaso que las grandes, porque muchas cometen errores muy tontos a la hora de gestionar el cash flow, lo hacen mal. Pero si una empresa lleva dos o tres años en funcionamiento, aunque sea pequeña, su tasa de extinción es muy similar incluso a la de las más grandes. Si se analizan los datos año por año, o sector por sector, o país por país, siempre se ve el mismo patrón. Y, en determinados períodos y sectores, a veces tienen lugar extinciones muy grandes, y muchas de las empresas de un sector o de un área específicos se extinguen en un solo año. Por regla general, se trata de un índice bastante bajo y su patrón matemático es casi idéntico al que refleja en los restos fósiles. Es paradójico, porque cuando estudiamos los patrones de extinción en biología, los consideramos totalmente aleatorios, al igual que los fracasos y las mejoras y la mutación de los genes. Sin embargo, en el mundo humano, las empresas intentan no extinguirse y procurar mejorar su capacidad de supervivencia de forma consciente… Eduard Punset: Sin embargo… Ormerod:

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Y, sin embargo, el tamaño de las extinciones en estas dos áreas totalmente distintas es muy similar.

Bloque 2 Eduard Punset: La diferencia radica en que, cuando se habla de la evolución, se piensa que cayó un meteorito, o que pasó algo similar, y nadie busca las causas básicas del fracaso, pero hay personas que, como tú, buscáis estas causas en el mundo económico y creéis que el fracaso se debe a algún motivo... ¿A qué se debe? Ormerod: Es una pregunta interesante. En las extinciones analizamos dos causas. En primer lugar, se puede tratar de algo externo, de algo que cae, un meteorito, o algo así, y esto tiene su paralelismo en la economía. Por ejemplo, en el mundo Occidental, bien sea en España o en Gran Bretaña, da igual, si estallara de repente una guerra en Oriente Medio y el precio del petróleo subiera a 150 dólares el barril, muchas empresas se extinguirían como resultado de este hecho, sería tan chocante para ellas como que cayera un meteorito en España, es lo mismo. Pero, más recientemente, y esto es algo muy interesante, los biólogos han empezado a estudiar las extinciones derivadas de la interacción entre las especies. Eduard Punset: Así es. Ormerod:

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El hecho de que una especie mejore su condición puede influir sobre la condición de muchas otras especies de una forma inimaginable, porque las conexiones son muy complejas y a veces no son competidores inmediatos. Especies muy alejadas entre sí pueden verse afectadas, positiva o negativamente, por la mejora de la capacidad de supervivencia de una de las especies. Eduard Punset: Situada en el otro lado del mundo... Ormerod: Esto mismo es aplicable a las empresas. Las empresas se identifican por sus competidores directos. En España, por ejemplo, Telefónica tiene competidores en el mercado de las telecomunicaciones y sabe quiénes son, pero desconoce los avances innovadores que se pueden estar desarrollando en algún rincón de Estados Unidos, China, India, o incluso Europa, que pueden acabar provocando su extinción. Por ejemplo, a principios de los años ochenta o finales de los setenta, IBM dominaba el mundo de los ordenadores, y pensaba que la única forma de poder tener ordenadores era teniendo un mainframe gigante, tan grande como esta habitación, eso es lo que debía utilizarse. Sin embargo, en los garajes de California, había una serie de tipos raros, hippies y excéntricos, que comenzaron a producir unos ordenadores personales que casi provocaron la extinción de IBM. Eduard Punset: Sí, su extinción. Ormerod: IBM se salvó por los pelos gracias a su alianza con Microsoft. Si tú hubieras sido uno de los directivos de IBM, jamás hubieras imaginado que un hippy iluminado de California podía inventar algo que estuviera a punto de destruir toda tu empresa. Son precisamente estas formas imprevistas de interacción las que… 9

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Bloque 3 Eduard Punset: ¿Podríamos resumir un poco lo que estás diciendo? Según dices, a finales del siglo XIX y principios del XX, se produjo una gran revolución industrial con las grandes multinacionales. Y esta explosión de riqueza y empleo generó una teoría general que permitía explicarlo todo, calcular la demanda… Ormerod: Sí, existía la idea clara de que…

Eduard Punset: Sí, de que se podían calcular los costes, lo que los economistas denominan los costes marginales… Ormerod: Sí, se creía que llevar una empresa era algo fácil, que sólo era necesario calcular la cantidad de productos que se podían vender… Eduard Punset: Y tú comentas que no es así. Se trata de un proceso de trasformación, que va variando e innovándose, y que exige una interacción. Por lo tanto, es un proceso más complejo de lo que se pensaba. Ormerod: 10

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Existe una idea generalizada de que las cosas se pueden planificar, que se puede determinar la cantidad de producto que puede venderse a un precio determinado y que se puede saber el coste de producción de todos los productos, pero el mundo no funciona así, es mucho más complejo. Es muy difícil comprender, sobre todo, los entornos externos, lo que se puede vender, las innovaciones que son necesarias, las innovaciones de la competencia, de empresas que ni siquiera conocemos. Gestionar una empresa es un proceso muy difícil e intelectual, donde la clave del éxito reside en la capacidad de innovar y probar nuevas cosas para ver cómo funcionan sin incurrir en demasiados gastos. Ésa es la clave del éxito, más que el exceso de planificación. Eduard Punset: Pero es extraño que la incertidumbre, por que de eso estamos hablando,.. Ormerod: Sí. Eduard Punset: La incertidumbre es mayor ahora de lo que era hace cien años. Ormerod: No estoy tan seguro de que sea así. Creo que la incertidumbre es propia de la condición humana. El mundo se caracteriza por esta incertidumbre. La incertidumbre sobre lo que sucederá en el futuro y cuáles serán sus consecuencias. Y creo que esto es un aspecto importante, las consecuencias de nuestras acciones, de las decisiones de los gobiernos… Eduard Punset: Planificadas específicamente…

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Ormerod: De hecho, creo que aquí es donde fallan los gobiernos, porque creen que el mundo es sencillo y que les permitirá llevar a cabo sus objetivos. Los gobiernos tienen la típica mentalidad de "lista de verificación", donde vas marcando con una cruz todas las cosas que has hecho y, al final, esperas un resultado determinado. Pero el mundo suele ser más complejo. Los gobiernos desean disminuir la tasa de desempleo, mejorar la movilidad social, reducir el índice de delincuencia… Eduard Punset: Pero no lo consiguen. Ormerod: No, no lo consiguen. Eduard Punset: Si tuvieras que elegir un elemento clave para conseguir el éxito en el futuro, ¿cuál sería? Ormerod: Yo creo que la clave del éxito radica en la voluntad de innovación. Por mucho éxito que se tenga, siempre hay que considerar la posibilidad de que puede haber otra cosa que funcione mejor. Creo que ésta es la clave y, de hecho, ha sido el motor de una gran parte de la sociedad occidental en los últimos 200, 300 y 400 años, el hecho de intentar comprender mejor el mundo y encontrar mejores formas de hacer las cosas. Incluso cuando las cosas van bien. Y, a veces, esto es lo más difícil. Cuando se tiene éxito uno se cree que ya ha resuelto el problema, pero es justo cuando se piensa así que uno es más vulnerable, aunque se sea una empresa muy, muy grande. Por lo tanto, la clave está en la voluntad de innovación, de probar nuevas ideas, nuevas técnicas, nuevas formas de hacer las cosas y en no tener miedo a los fracasos a pequeña escala. 12

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