ACTITUD DE LA MADRE FRENTE AL MANEJO DEL NIÑO MENOR DE UN AÑO CON ENFERMEDAD DIARREICA AGUDA: INFLUENCIA DE ALGUNOS FACTORES MATERNOS Y DEL NIVEL DE CONOCIMIENTO DE LA MADRE CONO NOR-ESTE DEL DISTRITO DE CHIMBOTE 1996 Nro. Ingreso Facultad Escuela Titulo
0000000117 Ciencias Enfermeria Actitud de la madre frente al manejo del niño menor de un año con enfermedad diarreica aguda: influencia de algunos factores maternos y del nivel de conocimiento de la madre cono nor-este del distrito de Chimbote 1996 Baltodano Vaella, Cármen del Milagro y Rodriguez Vasquez; Ysabel Otilia Lic. Ponce Loza, Miguel de Nuevo Chimbote , 1997
Autor Asesor Pie Imprenta Características 83 p. 30 cm. Contenido El presente estudio de tipo descriptivo, tiene por objetivo general conocer la influencia de algunos factores maternos (edad, nivel de instrucción, procedencia y, ocupación) y del nivel de conocimiento de la madre sobre su actitud frente al manejo del niño menor de un año con enfermedad diarreica aguda en el cono Nor-este del Distrito de Chimbote. La muestra del estudio estuvo constituida por 260 madres de niños menores de un año, seleccionados según el método muestras estratificado con &fijación proporcional. Para la recolección de los datos se utilizó como instrumentos: el cuestionario, una prueba objetiva y la escala de actitud basado en el método de Likert. Los datos obtenidos fueron procesados y analizados en un ordenador, obteniendo los siguientes resultados: del total de las madres el 43,5% de las m& dre tienen un actitud menos positiva frente al manejo del niño menor de un año con enfermedad diarreica aguda, y el 56,5% tienen una actitud más positiva. La actitud de la madre guarda relación estadísticamente significativa con el nivel de instrucción (p<0,05), observándose que a mayor nivel de 8 instrucción existe una tendencia hacia una actitud más positiva; lo que no ocurre con los demás factores maternos edad, procedencia y ocupación (p>0,05). En cuanto al conocimiento, el 38,8% tienen un nivel de conocimiento bueno acerca de la enfermedad diarreica aguda, y el 53,5% tienen un nivel de conocimiento regular. Entre el nivel de conocimiento materno acerca de la enfermedad diarreica aguda y la actitud de la madre f rente al manejo del niño menor de un año con enfermedad diarreica aguda existe relación estadísticamente significativa (p<0,05). Se infiere que las madres de niños menores de un año del cono Nor-Este del Distrito de Chimbote tienen una actitud más positiva f rente al manejo de su hijo con enfermedad diarreica aguda, como producto de su nivel de instrucción predominantemente secundario y superior, potencializándose con su conocimiento regular acerca de la enfermedad diarreica aguda. Ubicación Biblioteca Central
PERU
Id: 118511 Autor: Gómez Ugalde, José.
Título: Actitud de la madre frente a la enfermedad diarreica de su hijo / Mother's attitude towards diarrheic disease of her child Fonte: In: México. Secretaría de Salud. Memorias del V curso internacional: avances en enfermedad diarreíca y desequilibrio hidroelectrolítico. s.l, s.n, 1991. p.195-213, tab. Idioma: Es. Conferência: Apresentado em: Curso Internacional Avances en Enfermedad Diarreica y Desequilibrio Hidroelectrico, 5, México D.F, 4 abr. 1990. Resumo: Los conocimientos, actitudes y prácticas relacionadas con la diarrea son, entre otros, importantes factores que determinan acciones y condiciones tanto para prevenir como para favorecer la enfermedad, así como también la eficacia de las medidas terapeúticas adoptadas para la atención de la misma. En este sentido son las mujeres, particularmente las madres quienes de alguna manera, propician hábitos higiénicos e antihigiénicos en la familia, como también, en casos de diarrea, su agudización o buen tratamiento. Al respecto y de acuerdo con los datos arrojados por la encuesta de prevalencia y práctica de la terapia de hidratación oral(EPyP THO) de 1986, un elevado porcentaje de las encuestadas tienen un conocimiento superficial de las causas de la diarrea como también de las medidas de prevención y tratamiento, aunada a las condiciones sanitarias que son también factores que inducen, si son insalubles, la enfermedad. Por otra parte, se ha demostrado que la terapia de hidratación oral(THO) es una solución de cura efectiva y que tiene un fuerte impacto en la disminución de la mortalidad por diarrea aguda, pero que es necesario complementarla con medidas efectivas y eficaces, como son la buena nutrición; higiene doméstica y personal; inmunizaciones(antisarampion); saneamiento y servicio de agua potable. De aqui que el programa de control de diarreas tengan como objetivos modificar hábitos y actitudes, capacitar al personal de salud y a las madres, propiciar mejores condiciones de salud y capacitar en el uso de la THO. Descritores: Diarréia/prevenção & controle Mães Hidratação/educação -Hidratação/provisão & distribuição Diarréia/terapia México Responsável: MX10.1 - CDI - Centro de Documentación Institucional MX10.1/1.109
MEXICO
PLANES DE AIS DEL NIÑO MAYOR DE 29 DÍAS Y MENOR DE 1 AÑO CON ENFERMEDAD DIARREICA AGUDA
Atención al Niño con niño menor de 1 año con EDA Acuosa
Es la atención que se brinda al niño menor de 1 año con problemas de Atención 2 Enfermedades Diarreicas Agudas según lo definido en las normas técnicas.
Atención al Niño con niño menor de 1 año con EDA Disentérica
Es la atención que se brinda al niño menor de 1 año con problemas de Atención 2 EDAs Disentérica según lo definido en las normas técnicas.
Es la atención que se brinda al niño Atención al con problemas de Niño menor de Atención 2 Diarrea 1 año con EDA Persistente, según Persistente lo definido en las normas técnicas.
Atención del niño con Enfermedad Diarreica Aguda Es la atención que se brinda al niño Atención al con problemas de Niño Menor de EDAs sin 1 año Enf. Atención 2 Deshidratación, Diarreicas sin según lo definido
Guias de Practica Clinica para la atencion de la Patologias mas frecuentes y Cuidados Esenciales en la Niña y el Niño- RM Nª 2912006/ MINSA del 20 de Marzo del 2006 Guias de Practica Clinica para la atencion de la Patologias mas frecuentes y Cuidados Esenciales en la Niña y el Niño- RM Nª 2912006/ MINSA del 20 de Marzo del 2006 Guias de Practica Clinica para la atencion de la Patologias mas frecuentes y Cuidados Esenciales en la Niña y el Niño- RM Nª 2912006/ MINSA del 20 de Marzo del 2006 Guias de Practica Clinica para la atencion de la Patologias mas frecuentes y Cuidados Esenciales
Programar el 21.2% de la población menor de 1 año
Programar el 2.7% de la población menor de 1 año
Programar el 6.3% de la población menor de 1 año
Programar el 27.2% de la población menor de 1
ACTITUDES DE LA MADRE FRENTE A DIARREAS AGUDAS. “La eficacia de la consulta depende del aprendizaje de las madres” Conocimientos
y
actitudes
de
las
madres
Se entrevistó, después de la consulta en el centro de salud, a 278 madres de niños con diarrea. Dos tercios de ellas habían acudido en otra ocasión al centro de salud a causa de diarrea de alguno de sus niños. El 86 por ciento de las madres identificó a las sales de rehidratación oral como la prescripción que dio el médico en la consulta en relación a la diarrea del niño. La eficacia de la consulta de niños con diarrea para disminuir la mortalidad, depende de si las madres usan correctamente la terapia de hidratación oral y el resto de los componentes del manejo efectivo de casos en el hogar. Para que una madre o el responsable del cuidado de un paciente los aplique bien, el personal de salud deberá saber cómo relacionarse con ellos. Esto exige que los trabajadores de la salud, además de tener los conocimientos suficientes,posean buenas habilidades en comunicación.
Brindar Apoyo Si la madre piensa positivamente sobre lo que puede hacer para cuidar a su hijo, tendrá la posibilidad de poner en práctica sus instrucciones. Analice la situación de la madre. Si carece de algo que usted ha recomendado, explíquele cómo obtenerlo o sugiera un sustituto. Pídale que practique la actividad bajo supervisión para que la haga correctamente, y mencione lo que esté haciendo bien. Felicite a la madre por las cosas que hizo bien en casa y que fueron beneficiosas para el paciente. Haga preguntas de verificación que la madre pueda contestar correctamente y felicítela por sus respuestas correctas para darle más apoyo Conocimientos
y
actitudes
en
relación
a
las
SRO
Una alta proporción de las madres (89%) ya conocían, antes de llegar a la consulta, los SRO. De ellas, la mayoría conoció antes los sobres en los centros de salud, como se puede observar en la figura 3. Un 86 por ciento de las madres indicó haber usado con anterioridad las SRO en sus niños.
El 91 por ciento de las madres pudo indicar correctamente la forma de preparar la solución de rehidratación oral. Como se observa en el cuadro XII, entre las madres que conocían con anterioridad a la consulta los sobres de rehidratación oral hubo una proporción mucho mayor de respuestas correctas que entre aquellas que no los conocían previamente. Entre estas últimas sólo un poco más de la mitad supo correctamente cómo preparar las sales.
Estos resultados sugieren un importante efecto del 0conocimiento previo por parte de las madres, atribuible a la acción del centro de salud ya que, como se aprecia en la figura 3, es ahí donde la mayoría de madres conoció las SRO con anterioridad. Por otra parte, el porcentaje bajo de madres que acababan de conocer los sobres y que pudieron responder correctamente, puede sugerir el efecto débil de la educación a la madre a través de una sola consulta. Una posible explicación de estos datos sería que las madres aprendieron en el Centro la preparación correcta de la solución a través de pláticas grupales, o en repetidas consultas individuales. Esta explicación se apoyaría también en las consultas observadas, en las que el 72 por ciento de las enfermeras explicó a las madres cómo preparar las sales. Un aspecto importante en la preparación de las SRO, es la forma en que se mide un litro de agua, ya que de la exactitud de la medición dependerá la concentración de electrolítos en la solución. La forma más frecuente (34%) de medir un litro de agua por las madres es a través del contenido de cuatro vasos. Esta medida es poco confiable, ya que el volumen dependerá del tamaño del vaso que se use en cada caso, lo cual es muy variable. Las madres que usan esta medida, que son una de cada tres, corren el riesgo de preparar una solución muy concentrada o muy diluida, lo cual puede ser nocivo para el niño enfermo. Más confiables son las mediciones a través de la "bolsa litro"* o de una botella de agua gaseosa, cuya capacidad de un litro es conocida; sin embargo, estas dos medidas, en conjunto, son usadas sólo por el 47 por ciento de las madres. * La "bolsa litro" es una bolsa plástica con un litro de capacidad, que se provee al usuario en los servicios de salud. En cuanto a los conocimientos de las madres sobre la forma de administrar la solución al niño, es decir la cantidad y la frecuencia con que debe ofrecerse la solución, se encontró que el 82 por ciento de las madres respondió correctamente.
Un aspecto importante que se investigó fue la actitud que tomaría la madre en caso de que el niño no mejore. Uno de los problemas más frecuentes al administrar las SRO es que el niño vomite, lo cual conduce a que muchas veces la madre erróneamente desista de continuar hidratándolo. En la muestra de madres del estudio, sólo 7 por ciento, una de cada 14, recordó haber recibido en la consulta alguna recomendación sobre qué hacer en caso de que el niño vomite. Este hecho es una deficiencia severa, ya que puede ser la causa por la cual el niño se deshidrate o para que la madre administre equivocadamente medicamentos antieméticos. Se preguntó a las madres cómo reconocen si el niño está empeorando. Las respuestas se presentan en la figura 4.
La mayoría de las madres identifica la continuación de la diarrea frecuente como un signo de empeoramiento del niño, lo cual puede ser un problema ya que, como se sabe bien, las SRO no detendrán las evacuaciones diarréicas, las cuales seguirán, en la mayoría de los casos, un curso autolimitado de varios días de duración. Por lo tanto, el efecto de las SRO no es el de detener la diarrea, sino de prevenir o corregir la deshidratación. Es necesario que las madres comprendan esto, pues de lo contrario, como lo muestran los datos, creerán que la continuación de la diarrea por algunos días es una señal de que las SRO no tienen ningún efecto beneficioso y que el niño está empeorando. Las consecuencias negativas de este razonamiento pueden ser el abandono de la rehidratación oral y el uso de medicamentos autoadministrados. La figura 4 nos muestra, además, que muy pocas madres reconocen los signos de deshidratación como señales de empeoramiento del niño, lo cual es muy peligroso. Esta situación coincide con los datos recolectados en la observación de las consultas, en las que el médico o la enfermera enseñaron solamente al 1-2 por ciento de las madres a reconocer los signos de deshidratación.
Las
madres
y
la
alimentación
del
niño
con
diarrea
El 89 por ciento de los niños de hasta un año, y el 80 por ciento de los de hasta año y medio continuaban siendo amamantados por sus madres al momento de la consulta. La mayoría de las madres (83%) opinó que mantendrían la lactancia durante el episodio de diarrea del niño, pero casi una quinta parte de ellas indicó su intención de suspenderla. Se preguntó a las madres la cantidad de alimentos que ellas ofrecerían al niño cuando tuviera diarrea (cuadro XIII).
La mayoría de las madres manifestó su convicción de que en caso de diarrea del niño se debe disminuir la cantidad de alimentos que se le ofrecen lo cual, sumado a la proporción de madres que suspenderían la lactancia, plantea un riesgo importante para el estado nutricional del niño. En este punto es necesario recalcar lo observado en las consultas, en las que sólo a un 15-22 por ciento de las madres el personal de salud le brindó consejos sobre la importancia de la alimentación habitual o de la lactancia materna, en el caso de niños pequeños. Entre los alimentos que según las madres se le pueden dar al niño que tiene diarrea, se mencionaron más frecuentemente las verduras, las sopas, los atoles, las frutas y la leche. Entre los que no se debería dar al niño con diarrea fueron mencionados con mayor frecuencia, las grasas, los huevos, la carne y algunas frutas. PREGUNTAS DE VERIFICACIÓN Hacer preguntas de verificación podrá mejorar la comunicación con las madres. ¿Qué es una pregunta de verificación? Es una pregunta que genera en la respuesta una explicación, para confirmar lo que una madre sabe o para obtener información más completa o específica sobre algo que haya dicho. Por ejemplo, si le ha dicho que le dio té a su hijo, podría hacerle las siguientes preguntas de verificación: "Cómo se llama el té que le dió? "¿Cuánto bebió
hoy?" o "¿Qué más le dió de beber o de comer?" También puede hacer una pregunta de verificación para verificar lo que la madre ha aprendido, a fin de conocer si recuerda y comprende lo que le enseñó. Por ejemplo, después de haberle explicado cómo tratar en casa a su hijo, podrá hacer esta pregunta de verificación: "Dígame, ¿cuáles son los signos que indican que deberá traerme a Ana otra vez?" Cuando haga preguntas de verificación, le resultará útil decirlas de manera que la madre tenga que responder más que sólo "sí o no". Por ejemplo, no deberá preguntar: ¿Conoce las señales que indican que deberá traer a Ana de nuevo?; la madre podría responder "sí", porque no querrá decirle que no los entiende o recuerda y aparecer como tonta. Esta sería una pregunta de inducción. En cambio si se anteponen a los cuestionamientos las siguientes palabras: cómo, cuánto, explíqueme, cuénteme, platíqueme, éstas generan preguntas de verificación. Se necesita paciencia para hacer las preguntas de verificación. Cuando le haga una pregunta a la madre, deberá darle oportunidad de pensar y luego responder. Si la madre permanece callada, usted tendrá el impulso de responder la pregunta o hacerle otra de inducción rápidamente; espere un momento y muéstrele confianza. Si la madre comete un error al explicar cómo prepara el "Vida Suero Oral", podría decirle, "permítame enseñarle una manera mejor de hacerlo: Así es más simple y surtirá mejor efecto". Luego, "Ahora Doña María, cuénteme cómo preparará el medicamento en su casa?" El objetivo es lograr que la madre se sienta cómoda, que obtenga toda la información necesaria para conocer la condición de su hija, para que aprenda a cuidarla en casa y asegurarse que comprendió. El médico no podrá saber que la madre ha comprendido lo que debe hacer, hasta que la escuche explicarlo. Existe otro uso muy útil de las preguntas de verificación. Si ha delegado la responsabilidad de enseñar a las madres a una enfermera u otro personal, las preguntas de verificación le ayudarán a monitorear la eficacia de esta enseñanza. EDUCACIÓN PARTICIPATIVA El médico o la enfermera, utilizando sus habilidades de comunicación con los lineamientos sugeridos, está en posibilidad de capacitar al responsable del cuidado del paciente para su manejo efectivo en el hogar, incluido el reconocimiento de los signos de alarma, haciendo énfasis en que al detectarlos regrese de inmediato a consulta. Con métodos de educación participativa, se hará también la capacitación sobre medidas preventivas para evitar nuevos episodios de diarrea: alimentación adecuada, incluyendo lactancia materna exclusiva hasta los cuatro meses de edad y complementaria hasta los dos años; lavado de manos, disposición adecuada de excretas y basura; ingestión de agua limpia; preparación, conservación y protección de los alimentos, uso de letrinas e inmunizaciones (sarampión).