Proletariado.docx

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Proletariado Comoproletariado se denomina la clase social constituida por los obreros y trabajadores que, al no tener propiedades ni poseer medios de producción, los cuales están en manos de la burguesía, debe vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario para poder subsistir. Existe un proletariado urbano, concentrado en las ciudades, vinculado a las actividades industriales, y un proletariado rural, que se dedica a las labores de la agricultura. Según la teoría marxista, el proletariado es una clase social propia del sistema económico capitalista que es explotada por el burgués, dueño de los medios de producción y las riquezas. En determinados momentos de la historia, el proletariado ha alzado su voz, y exigido y conquistado reivindicaciones y mejores condiciones de trabajo. En ocasiones, incluso, ha hecho la revolución y se ha hecho con el poder político, según cuenta la historia de la creación de la Unión Soviética (URSS) y la revolución de 1917. La palabra proletariado, como tal, data de la antigua Roma, y se deriva del latín proletarĭus. Se refería a aquel ciudadano pobre que solamente con su prole, es decir, con su descendencia, podía servir al Estado aportando hombres para el ejército. En el siglo XIX, con la revolución industrial, se pasó a identificar al proletariado como la clase que no era poseedora de medios de producción ni dueña de propiedades, y que, por lo tanto, se veía obligada a trabajar para la burguesía a cambio de un salario. La burguesía es la clase social dueña de los medios de producción, propietaria de negocios, comercios y tierras. En este sentido, vendría a ser la clase social opuesta al proletariado, que son los obreros y trabajadores, que solo tienen su fuerza de trabajo, que venden al capitalista a cambio de un salario para la subsistencia. Según la teoría de la lucha de clases de Karl Marx, la burguesía es la explotadora del proletariado. Con la introducción de las ideas en defensa del proletariado, el sistema político bipartidista que surge luego de la Revolución Francesa sufre una transformación en la representación de los dos partidos mayoritarios: de aristócratas y burgueses a burgueses y proletariados. El proletariado sería el sujeto histórico protagonista de la Revolución, de la transformación de la sociedad, y de la destrucción del capitalismo en la teoría marxista. El desarrollo del capitalismo provocó, en consecuencia, que el proletariado se convirtiera en una gran fuerza social, sustentando el movimiento obrero a través de los sindicatos y, una gran parte del mismo constituyéndose en la base electoral de la pujante socialdemocracia europea. Pero la progresiva conquista de derechos sociales, el aumento salarial y el inicio de la construcción del Estado del Bienestar hicieron que se abriera una clara brecha entre los proletarios de Europa occidental y los de otros lugares de Europa y del mundo.

La burguesia Se denomina como burguesía a la clase social media y acomodada en la cual se agrupan aquellas personas que poseen propiedades y altos rendimientos económicos. El término burguesía deriva del francés bourgeoisie, para referirse a las personas que vivían en ciudades en las que tenían ciertos privilegios laborales como ser comerciantes o artesanos. La burguesía es un término que representa a las personas que no hacen ningún tipo de trabajo manual y que poseen una importante acumulación de bienes y dinero que los convierte en personas adineradas. Por tanto, es un término que designa a la clase media acomodada. La burguesía se divide en tres categorías que son: la alta burguesía, que es responsable de los medios de producción y altos cargo políticos; la burguesía media, que son las personas que ejercen una profesión liberal; y la baja burguesía, que son las personas que forma parte del sector industrial y comercial. Según Karl Marx la burguesía es una clase social del régimen capitalista, en la que sus miembros son responsables de la producción, son dueños de su propio negocio y son el opuesto de la clase obrera. Asimismo, Marx reconoce que es gracias a la burguesía y sus valores que el término sociedad fue evolucionando y abrió el paso para la obtención de los derechos civiles y de un Estado representativo. Origen de la burguesía La burguesía surgió en la Edad Media, específicamente en Europa, cuando todavía la principal fuente de trabajo era la actividad rural, aunque, ya existieran los comerciantes de ropa, joyas y especias, así como los artesanos. Por tanto, el término burguesía fue empleado para denominar a las personas que habían dejado el campo y la actividad rural para mudarse y vivir dentro de las ciudades amuralladas en unos nuevos espacios llamados burgos. Sin embargo, estas personas fueron despreciadas por la nobleza. Cabe destacar que los burgueses no eran señores feudales ni siervos y, tampoco pertenecían a los estamentos privilegiados como la nobleza, el clero o el campesinado. Desde entonces, la burguesía fue en aumentó y en el siglo XVIII los burgueses expresaron ideológicamente sus valores e intereses en cuanto al individuo, el trabajo, la innovación, el progreso, la felicidad, la libertad y la igualdad de condiciones, temas resumidos en el lema revolucionario francés: liberté, égalité, fraternité. Asimismo, fueron los burgueses quienes participaron activamente la Revolución Francesa y en la Revolución Industrial exigiendo sus derechos sociales, derechos políticos y derechos económicos.

Burguesia agraria Pasando a la burguesía agraria, campesinos ricos propietarios, capitalistas de las sociedades anónimas y otras empresas agrarias, esta clase está en pleno desarrollo. En el período franquista ha crecido considerablemente su peso específico en la economía agraria. Y por tanto en el conjunto de la economía nacional, así como su peso social y político en el país. La característica de esta clase hace que su situación sea muy contradictoria. Por un lado sus intereses coinciden en lo esencial con la orientación esencial de la política del capital monopolista, que es el desarrollo capitalista del campo. La existencia de la dictadura ha facilitado el desarrollo de esta clase, haciendo posible tanto desde el punto de vista económico como político el forzar el desarrollo capitalista de la agricultura. Pero a medida que ha crecido su fuerza económica y social, a medida que su desarrollo chocaba cada vez más con los obstáculos antes indicados, la necesidad de un mayor margen de libertad para defender sus intereses [88] se ha ido haciendo más imperiosa. Por eso, hoy, la acción de esta clase, utilizando los instrumentos de que dispone: hermandades, cooperativas, posiciones en el sistema del capitalismo monopolista de Estado, &c., es, en general, un factor positivo en el proceso de liquidación de la dictadura y de paso a nuevas formas políticas. En esta medida la burguesía agraria puede jugar, en esa etapa, un cierto papel antifeudal y antimonopolista, pero sin olvidar que al mismo tiempo será uno de los pilares sociales y políticos fundamentales del orden capitalista en el país. El hecho de que la reforma agraria radical se sitúe entre las primeras tareas de un poder antimonopolista dirigido por la clase obrera, hace que el antimonopolismo de esta clase sea más temeroso, más vacilante que el de la pequeña y media burguesía industrial y comercial que pueden beneficiarse grandemente de esa reforma agraria radical, al ampliar ésta el mercado interior. Toda la experiencia internacional enseña a esta clase que una vez comenzada en esta época una reforma agraria radical, con un poder popular, y sin éste no hay esa reforma agraria, tarda muy poco en afectarla a ella misma. Hay diferencias indudables entre los campesinos ricos de tipo medio y las grandes empresas agrarias capitalistas, anónimas o individuales. Y con esta diferencia podremos maniobrar en determinadas situaciones, pero hay una comunidad de intereses muy grande entre esas diferentes formas de capitalismo agrario. Hay que tener en cuenta, además, la tendencia actual a diferentes formas de asociación capitalista entre los campesinos ricos para hacer sus explotaciones más rentables y disminuir sus desventajas en relación con las empresas capitalistas agrarias más modernas.

Burguesia agraria tradicional Se trata de un simple error de metodología, o hay otra cosa? Todo indica que hay otra cosa porque en todo este punto se observa el esfuerzo [89] de F. C. por aminorar las contradicciones entre la burguesía agraria no monopolista y el capital monopolista. Dice incluso que los intereses de esa «clase» «coinciden en lo esencial con la orientación esencial de la política del capital monopolista». Con éstos y otros planteamientos, F. C. desvirtúa la amplitud y la profundidad reales de la oposición que la política franquista, y más en general, la política del capital monopolista, encuentra en el campo. Pero esta concepción de F. C. es desmentida por la realidad. Precisamente la oposición de los campesinos ricos a la política del capital monopolista se expresa hoy en las protestas de las Hermandades, en los artículos de numerosos periódicos y revistas. Esta contradicción se agudiza de forma clarísima y se convierte en un factor político serio que contribuye hoy a la descomposición del régimen. Y que mañana ayudará a que el frente de la coalición antimonopolista en el campo pueda ser muy amplio y englobar a sectores de la burguesía agraria. F. C. asegura que la importancia social y política de la burguesía agraria «aumentará más aún» en el momento de la desaparición de la dictadura franquista. Es una opinión discutible. No es propósito nuestro negar el peso de ese sector del campesinado. Pero queremos dejar anotada esta propensión de F. C. (incluso hablando de un futuro hipotético) a subrayar y exagerar el peso de los sectores burgueses en la correlación de fuerzas. Parece ignorar en cambio que, en unas condiciones de libertades democráticas, los sectores del campo cuyo peso político va a aumentar de verdad, serán los obreros agrícolas y la gran masa de los campesinos pobres y medios. F. C. escribe que con las diferencias entre los campesinos ricos medios y las empresas monopolistas «podremos maniobrar en determinadas situaciones». Esta expresión nos recuerda viejas formulaciones sectarias desechadas desde hace tiempo en nuestro Partido. La política de alianzas del Partido no estriba en «maniobrar» con estos grupos contra otros. Consiste en sacar a flote, en poner en evidencia coincidencias objetivas que existen: en ese caso concreto, en la lucha contra los latifundios y el capital monopolista. Y el deber del Partido es tomar en sus manos los problemas que angustian o afectan a todas clases y capas antifeudales y antimonopolistas de la sociedad; en elaborar, ante los grandes problemas del país, las soluciones constructivas capaces de dar satisfacción a esas fuerzas; y en forjar así las bases de una verdadera coalición fundada en un programa común, en una coincidencia real de intereses fundamentales.

Campesinado medio o acumulado Durante la Edad Media, el sistema feudal dominaba en Inglaterra. La gente, bajo el control de dueños feudales, vivía muy aisladamente en las aldeas y aun en los pueblos. El dueño del feudo exigía que la gente le rindiera gran parte de su labor a cambio de la libertad muy limitada de cultivar sus propios pequeños terrenos. Las humildes chozas de los campesinos contrastaban con las enormes casas de piedra y los castillos de los acaudalados terratenientes. Debido a que no tenía instrucción académica, el campesinado vivía en gran ignorancia y estaba lleno de temor y superstición, situación a la cual contribuyeron en gran medida las frecuentes pestes y el hambre, lo que culminó en la peste negra de 1349. La influencia de la Iglesia y el monasterio también era muy opresora. Con él, la ciencia se separó de la religión. Grupo de campesinado

Grupo de campesinado o depaupedado Reducción del nivel de vida del proletariado bajo el capitalismo. Se manifiesta, ante todo, en el descenso del grado en que se satisfacen las crecientes necesidades, materiales y espirituales, de los obreros, en el empeoramiento de sus condiciones

de trabajo y de vida. La depauperación absoluta de la clase obrera, lo mismo que la depauperación relativa del proletariado (ver), es una consecuencia directa de la ley económica fundamental del capitalismo —la ley de producción de la plusvalía— y de la ley general de la acumulación capitalista (ver). Loa principales factores que determinan el nivel de vida del proletariado en la sociedad capitalista son: el grado de ocupación y las dimensiones del paro forzoso, el nivel del salario real (ver) y su correlación con la fuerza de trabajo, la duración de la jornada de trabajo, la intensidad del trabajo, las condiciones generales de trabajo, las condiciones de vivienda y de vida en general, el servicio médico, la asistencia social, etc. Constituye un rasgo importantísimo de la depauperación absoluta del proletariado bajo el capitalismo, el incremento del paro forzoso que, con la crisis general del capitalismo (ver), se hace crónico, resulta insoluble y afecta a grandes masas. El paro no sólo priva de medios de vida a los obreros, los condena al hambre y a la miseria, sino que, además, agrava la situación de los obreros ocupados, provoca un descenso de su salarlo y un empeoramiento de las condiciones de trabajo, inseguridad con el mañana, insuficiencia de recursos, inestabilidad. Una de las manifestaciones esenciales de la depauperación absoluta del proletariado bajo el capitalismo estriba en el descenso del salario real, con lo que se reduce el grado en que se satisfacen las necesidades del obrero indispensables para la reproducción normal de su fuerza de trabajo. Agravan la situación del proletariado, el aumento de los impuestos y el incremento de los precios de los artículos de consumo, los alquileres elevados, que absorben con frecuencia del 25 al 30 por ciento del salario de los obreros, así como la carestía del servicio médico. Intensificando el trabajo y prolongando la jornada, los capitalistas obligan al obrero a invertir más trabajo. Por otra parte, el salario o no varia o se eleva en medida insignificante, con lo que se hace mayor la diferencia entre el salario real y el valor de la fuerza de trabajo. La depauperación absoluta del proletariado bajo el capitalismo se agudiza de modo especial durante las crisis económicas, en los períodos de estancamiento industrial. Esto aumenta más aun la dependencia del trabajo asalariado respecto al capital, conduce todavía con mayor rapidez a la depauperación relativa y a veces absoluta de la clase obrera. La militarización de la economía en los países capitalistas y la consiguiente carrera de armamentos, así como las guerras imperialistas hacen que se reduzca la producción civil, se eleven en flecha los impuestos, aumente la inflación, se acreciente la intensidad del trabajo de los obreros y se prolongue la jornada de trabajo, que descienda el salario real y, finalmente, se produzca el holocausto de millones de seres humanos. Bajo el capitalismo, no es sólo el proletariado el que está sujeto al proceso de depauperación absoluta; lo mismo ocurre con las capas no proletarias de trabajadores. La ruina de campesinos y artesanos acrecienta el ejército de desocupados, contribuye a que se reduzca el salario real de los obreros con empleo, a que sus condiciones de trabajo se agraven, es decir, conduce a la depauperación absoluta de los trabajadores. Sobre todo es grande la miseria de los trabajadores y bajo su nivel de vida, en los países coloniales y dependientes, atrasados. En ellos, el proletariado sufre un doble yugo: el del capital extranjero y del capital nacional. Explotación desmedida, un paro forzoso elevado, bajos salarios, duras condiciones de trabajo y de vida, miseria extrema, elevada mortalidad, tales son los índices principales del nivel de vida de los obreros en los países coloniales y dependientes. En los países de Asia, África y América Latina, poco desarrollados económicamente, el ingreso anual por habitante es de 20 a 25 veces inferior al que se registra en los Estados Unidos. La política reaccionaria del capital monopolista frente a los sindicatos y otras organizaciones obreras, la ofensiva contra los derechos democráticos de la clase obrera, la aprobación de leyes antiobreras, todo ello dificulta la

lucha del proletariado por sus derechos y lleva a empeorar su situación. Al proceso de depauperación absoluta del proletariado, le acompaña una agudización de la lucha de clases en los países capitalistas, con lo cual el combate que sostiene la clase obrera en el terreno económico en defensa de sus intereses vitales se transforma inevitablemente en lucha política suya y de todos los trabajadores por la liquidación del régimen capitalista. No ha de concebirse el proceso de depauperación absoluta del proletariado como un proceso ininterrumpido, día a día, semana a semana y año por año del nivel de vida de los obreros. Se cumple como una tendencia inherente al capitalismo que se manifiesta de manera desigual en los diversos países y en los diferentes períodos. Varios factores contrarrestan dicha tendencia entre los cuales el más importante es la lucha de la clase obrera por mejorar su situación, por defender sus intereses básicos. Representa una ayuda inmensa para la clase obrera de los países capitalistas en su lucha por sus intereses vitales, el crecimiento incesante de las fuerzas del socialismo mundial, así como su transformación en el factor decisivo del desarrollo del mundo. “El miedo a la revolución —se dice en el programa del P.C.U.S.—, los éxitos de los países socialistas, y la presión del movimiento obrero obligan a la burguesía a hacer concesiones parciales en cuanto a los salarios, las condiciones de trabajo y la asistencia social”. Por otra parte, como lo demuestra la experiencia del movimiento obrero internacional las conquistas económicas y otras mejoras de las condiciones de vida de la clase trabajadora obtenidas en el marco del capitalismo a lo largo de una porfiada lucha de clases, no pueden ser sólidas. La lucha económica de la clase obrera no es suficiente para eliminar la tendencia a la depauperación absoluta del proletariado, tendencia inherente al régimen capitalista. Como se subraya en el programa del P.C.U.S., “A pesar de los éxitos aislados obtenidos en la lucha económica la situación de la clase obrera en el mundo capitalista, tomada en conjunto, empeora”. De ahí que únicamente la liquidación del régimen capitalista puede librar de la explotación a la clase obrera y acabar con su depauperación absoluta. Grupo de semiproletariado

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