PRESA DE PROSERPINA Está situado a cuatro kilómetros de la localidad de Mérida (provincia de Badajoz) Se trata del embalse más antiguo de España. Conocido popularmente como ‘la Charca’, el embalse de Proserpina fue obra de los ingenieros romanos. Comenzaron a construirlo en el siglo I antes de Cristo y acabó siendo el más grande que inauguró el Imperio en los países mediterráneos El de Proserpina pasa también por ser el segundo embalse artificial operativo más antiguo del mundo, por detrás del de Quatinah, en Siria. Luce colosal y en un excelente estado de conservación. El dique, de unos 425 metros de largo y 21 metros de profundidad, se organiza en forma de talud escalonado aguas arriba formado por sillares de granito. En esta misma zona se adosan en el embalse de Proserpina nueve contrafuertes de sección rectangular realizados con sillares de granito. Dos torres o bocines, de diferente profundidad, se adosan al muro,aguas abajo, para regular las salidas del agua.
Con las obras de limpieza en profundidad que comenzaron en el año 1991, se pudo comprobar una nueva estructura, desconocida hasta ese momento. Se trata de la parte inferior del muro, que presenta un paramento vertical, con una serie de contrafuertes
rematados en forma de curva hacia el interior del embalse, sobre el que se apoya el cuerpo escalonado. Según varias interpretaciones, parece que se trataría de una primitiva presa de seis metros de altura, construida en época de la fundación de la ciudad y que se ampliaría en el siglo II de nuestra era.
EL CRISTO ROTO Ubicado en la Isla de la Presa Plutarco Elías Calles, El Santuario del Cristo Roto es un emblema del estado. Con 25 metros de altura y una base de 3 metros de concreto y acero, hecha en honor a la mutilación que sufrió el antiguo pueblo de San José de Gracia debido a la construcción de la cortina de la presa Plutarco Elías Calles. En la base se encuentra una placa que invita a la reflexión de no olvidar a los más débiles y oprimidos. La Isla es un importante centro de peregrinación y devoción cristiano que recibe cada año a numerosos feligreses. Esta obra del escultor Miguel Romo representa a uno de los Cristos más grandes de Latinoamérica.