Plaza Encarnacion Sevilla 06 Arqueologicos

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EL ESPACIO DE LA ENCARNACIÓN EN LA CIUDAD DE HISPALIS ÉPOCA ALTOIMPERIAL. SIGLO II d.C. Hasta la ampliación de la cerca romana en el siglo II d.C. la mayor parte del espacio de la Encarnación debió tener primordialmente un carácter de ager rusticus, como zona de Horti relativamente cercana al brazo del río que desde la Barqueta transcurría por la Alameda de Hércules, calle Trajano, la Campana, Sierpes, Tetuán, Plaza Nueva, Zaragoza, por donde se volvía a reunir con el río principal.

No debe descartarse, sin embargo, que este espacio antes de ser integrado en la cerca muraria ya hubiese evolucionado como una amplia zona semiurbana que contuviera aglomeraciones urbanas, villae, necrópolis a lo largo de los caminos y zona de Horti e incluso Alfares. La situación del espacio de la Encarnación, dentro de la muralla romana, estaría al Sur del foro imperial, que se sitúa en torno a la Plaza de la Alfalfa y del Foro cívico que se sitúa en el Salvador, y en el eje del decumanus que unía la Puerta de Santa Catalina con la de Villasís, que parece responder a un camino muy consolidado desde antiguo.

Los hallazgos arqueológicos romanos en esta zona han sido aunque escasos, muy interesantes, como la línea de muralla detectada por F. Collantes, entre 1950 y 1952 con ocasión del alcantarillado del Teatro Alvárez Quintero y la repavimentación de la calle Orfila, que según J. Campos discurre por la calle Daoiz y se dirige por Orfila a Plaza de Villasís donde se situaría una puerta. Esta muralla haría un quiebro en “L”, en la Puerta de Villasís y discurriría más hacia el Oeste, entre las calles Cuna y Sierpes.

En cuanto a la organización de este sector de la ciudad romana en torno a la Plaza de la Encarnación, parece detectarse todavía la huellas de una antigua organización sectorial, corroborada con la aparición de mosaicos de buena factura que hace presumible que la misma estuviera ocupada por casas de cierta importancia. Precisamente, en las intervenciónes arqueológicas realizadas hasta ahora, la orientación de las estructuras murarias de las distintas épocas registradas en el solar, presentan una dirección homogénea, con orientación Norte-Sur y Este-Oeste, lo que se repite a su vez en las estructuras musulmanas y en los propios muros romanos altoimperiales, circunstancia que apoyaría esta tesis sobre la pervivencia de una cierta organización sectorial desde muy antiguo en esta zona de Sevilla.

En lo referente a estructuras de edificios romanos debemos citar, en primer lugar, los restos encontrados por F. Collantes en los derribos efectuados con ocasión del ensanche de la calle Imagen, donde se hallaron gran cantidad de sillares de piedra alcoriza, mosaicos y "fustes de mármol de factura clásica, algunos de bello mármol rosa, indudablemente aprovechados de antiguas construcciones romanas, que, sin duda, saldrán a la luz cuando se excave el lugar para hacer edificaciones". Del testimonio del profesor Collantes, parece desprenderse que estos hallazgos de restos in situ de construcciones

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A

B C

Hispalis

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romanas, pertenecerían a época bajo imperial, con materiales nobles precedentes reaprovechados. Probablemente se correspondan con los niveles tardorromanos que en la intervención de 1991-1992 fueron documentados a una profundidad de -5,30 metros. Sin embargo, el mosaico hallado en la calle Imagen, y que se encuentra depositado en la Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla, es por su composición y factura, fechable en época imperial, probablemente entre siglo I y II d.C., lo que indicaría que Collantes también contempló niveles romanos más antiguos. Dicho mosaico debemos ponerlo en relación con el estrato de época imperial romana hallado en la intervención de 1991-1992, que aparece a una profundidad que va desde -6,96 a 7,54 metros. Estas cotas deben ponerse en relación con otras que Collantes aporta sobre niveles romanos detectados en Laraña y Martín Villa, que él sitúa a las cotas de -9,00 y -12,00 respectivamente. Ello indicaría que en época romana el solar de la Encarnación estaría en una cota más alta, con una suave pendiente hacia Villasís y el río, en situación muy favorable por tanto para el establecimiento de asentamientos.

Otro hallazgo importante de época romana son las estructuras murarias halladas en el nivel alto imperial de la intervención de 1991-1992, pertencientes a un edificio romano de época flavia, fechable a finales del siglo I d. C. Este edificio, cuya funcionalidad o extensión no ha sido posible conocer, dada la escasa superficie excavada, nueve metros cuadrados, está formado por unos muros de 0,60 metros de espesor y una altura máxima documentada de un metro, construidos en tapial y enlucidos por ambas caras por estucos. Sus cimientos están formados por muros de tégulas dispuestos a soga y tizón unidos con argamasa de una anchura de 0,60 metros y una altura documentada de 2,50 metros. La existencia de estructuras arquitectónicas fechables a finales del siglo I d.C., o principios del II, nos indican que estamos ante la ocupación de esta parte del espacio en época altoimperial, que es también el momento en que tal vez sería ampliada la cerca, aunque ya hemos visto que ello no es condición sine qua non para que la zona pudiera estar ya urbanizada. Esta etapa coincide con la del esplendor económico de Hispalis y anuncia la de los emperadores béticos. La presencia en este nivel alto imperial de la Encarnación de cerámicas sigillatas sudgálicas e hispánicas, paredes finas y marmorata, prueban la importancia de la ocupación y reflejan un carácter residencial de la misma.

Este carácter residencial del espacio de la Encarnación en época altoimperial romana se vería corroborado además de con las evidencias de la construcción flavia y del mosaico de calle Imagen, con el hallazgo de la inscripción honorífica hallada en la calle de la Compañía, frente a la Casa Profesa de los Jesuitas, que más tarde sería Universidad y hoy Facultad de Bellas Artes. El hallazgo se produjo en la esquina de dicha calle de la Compañía, con la de la Virreyna, hoy calle Arguijo, es decir en la misma manzana del Teatro Alvárez Quintero, en la que Collantes constató niveles romanos que han sido identificados siempre como muralla. La inscripción está dedicada al dunviro de Hispalis, Lucio Horatio Victor, "por su espledidísima liberalidad para con la patria y su pueblo, éste a un buen ciudadano que muy bien lo merecía" según traducción de Julián González, quien la fecha en el siglo II o principios del III d.C., por la acumulación de superlativos. Nada sabemos de las circunstancias del hallazgo de este epigráfe, aunque no hay porqué dudar de que el mismo no estuviera in situ.

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De todas maneras hemos de concluir diciendo que este espacio residencial de época altoimperial que probablemente se extiende por todo el espacio de la Encarnación, se halla estratégicamente situado en el recorrido de la vía o decumanus que comunicaba la Puerta de Santa Catalina con la de Villasis y que su urbanización puede remontarse como muy tarde a época flavia, según los testimonios de la intervención de 1991-1992. Además se encontraba no muy alejado del foro imperial que con toda probabilidad se alzaba en torno al lugar que hoy ocupa la Plaza de la Alfalfa, según corroboran los numerosos epígrafes que han aparecido en la zona, y sobre todo con las termas de la Cuesta del Rosario. La construcción de este nuevo foro, conllevó una reorganziación de los ejes internos de la ciudad. Si fue en este momento de expansión cuando se configuró el espacio de la Encarnación, no lo sabemos, pero las perspectivas de las excavaciones que se realizarán a lo largo del 2002 sin duda permitirán, dadas las dimensiones del solar, poder resolver muchas claves del urbanismo y de la historia antigua de la ciudad de Sevilla. (Javier Verdugo Santos)

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EL ESPACIO DE LA ENCARNACIÓN EN LA CIUDAD DE ISBILYA ÉPOCA ALMOHADE. SIGLO XII d.C. En lo referente a la época musulmana, pocas noticias se poseen hasta la conquista castellana de la ciudad. No obstante, se debe resaltar el hecho de la situación del espacio respecto al área ocupada por la mezquita Alhama, de Ibn Adabbas, construida en el 829, en el mismo espacio que ocupara el foro cívico, y donde hoy se alza la iglesia de El Salvador, en torno a la cual se desarrollaba una importante actividad económica, al ubicarse allí la Alcaicería de la Loza. Este ámbito urbano constituido por la Alfalfa, el Salvador y la Encarnación ha mantenido desde la Antigüedad un carácter económico, comercial, social y religioso, que se aprecia en la pervivencia de una urbanización con traza medieval hasta nuestros días. Algunos hallazgos e intervenciones arqueológicas recientes están arrojando luz sobre el conocimiento de esta zona de la ciudad islámica. La primera noticia, una vez más, es de Collantes, quien nos dice que entre la Plaza de Villasís y la esquina de la calle Laraña apareció un gran pozo de noria monumental, construido una parte con sillares aprovechados de obras anteriores y otra con ladrillos: “Esta noria debió estar, aproximadamante, al nivel de la actual rasante de la calle y, si se tiene en cuenta que en el mismo sitio han aparecido muros romanos de 10 a 12 metros de profundidad se tendría un ejemplo de cuanto se ha elevado artificialmente el subsuelo de Sevilla en el transcurso de los siglos". Otros autores como Guerrero Lovillo, sitúan cerca de la Encarnación, en el sector ocupado hoy por las calles Amparo, Viriato, Aposentadores, Regina, Jerónimo Hernández y Sor Ángela de la Cruz, el palacio taifa de al-Mukarram. La intervención de 1991-1992 detectó restos de unas estructuras murarias, que de acuerdo con su paquete cerámico, pertenecerían a época Almohade, siglos XII al XIII, que supondría la última ocupación potente del espacio, previa a la intervención del siglo XVI. Esta hipótesis, que de ser cierta probaría la actual teoría sobre la despoblación de Sevilla tras su conquista, no puede ser mantenida tras los resultados de las campañas arqueológicas de 1999 y 2002, que han puesto de manifiesto una potente ocupación de este espacio en los siglos XIV y XV. También los resultados de la intervención de 19911992, constataron un vacío de ocupación del lugar entre los siglos VIII al XI, que se refleja en la ausencia de cerámicas de este período, lo que llevaría a concluir que la zona estuvo abandonada desde la época tardoimperial romana hasta la época almohade, lo que estaría en consonancia con lo establecido en las fuentes históricas que nos indican que Sevilla se expandió en época almohade. Sin embargo todo ello dependerá de las próximas intervenciones en el solar. En este sentido son interesantes los resultados de la excavación llevada a cabo en el solar del número 10 de la calle Alfonso el Sabio, relativamente cercano al espacio de la Encarnación. En este solar se ha detectado una fase medieval islámica, correspondiente al siglo XI, a 2,40 metros de profundidad, que establece una orientación en sus estructuras idénticas a las encontradas en la Encarnación. También se ha documentado en este solar una fase de gran actividad constructiva definida por edificaciones de diferentes unidades habitacionales situadas a 1,90 metros, que siguen manteniendo las orientaciones anteriores y que se fechan en una época avanzada almohade. Por su parte, la campaña arqueológica de 2001-2002, halló, en el sector Sur, un gran patio ajardinado datado en el siglo XII, y ocupado sin apenas transformación hasta el siglo XIV. También se pudo documentar en este sector, una calle de cronología almohade, que perpetúa su trazado hasta principios del siglo XIV, momento en que es absorbida por edificaciones particulares. También destaca, la vivienda almohade detectada en el sector central-Oeste, cuyo buen estado de conservación ha facilitado su lectura; posee planta

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rectangular y ocupa unos 70 metros cuadrados. Esta casa musulmana se organiza en torno a un patio articulado en cuatro crujías en torno a un parterre o alberca. (Javier Verdugo Santos)

Isbiliya

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HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS

B

A

Plano actual de la ciudad con la situación de los hallazgos arqueológicos encontrados antes de las excavaciones

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MOSAICO GEOMÉTRICO (A) Mosaico hallado en la calle Imagen, con ocasión de las obras de su ensanche. Collantes nos da noticia de este hallazgo: “En los derribos efectuados en la calle Imagen se encontraron multitud de sillares piedra alcoriza, mosaicos y fustes de mármol de factura clásica, algunos de bello mármol rosa, indudablemente aprovechados de antiguas construcciones romanas, que, sin duda, saldrán a la luz cuando se excave el lugar para nuevas edificaciones”. El mosaico se encuentra depositado en la Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla. Por su composición y estilo se fecha entre siglo I y II d. C. El mosaico puede ponerse en relación con el estrato de época imperial romana hallado en la intervención de 1991-1992, que aparece a una profundidad que va desde -6,96 a -7,54 metros. Estas cotas junto a otras que Collantes aporta sobre niveles romanos detectados en Laraña y Martín Villa, situadas a -9,00 y -12,00, parecen indicar que en época romana el solar de la Encarnación estaría en una cota más alta, con una suave pendiente hacia Villasís y el río. En una situación muy favorable para el establecimiento de asentamientos.

Mosaico Completo

Detalle a color del mosaico

Inscripción romana

INSCRIPCIÓN HONORÍFICA (B) EL carácter residencial del espacio de la Encarnación en época altoimperial romana se vería corroborado además de con las evidencias de la construcción flavia y del mosaico de calle Imagen, con la inscripción honorífica hallada en la calle de la Compañía, frente a la Casa Profesa de los Jesuitas, que más tarde sería Universidad y hoy Facultad de Bellas Artes. El hallazgo se produjo en la esquina de dicha calle de la Compañía, con la de la Virreyna, hoy calle Arguijo, es decir en la misma manzana del Teatro Álvarez Quintero, en la que Collantes constató niveles romanos que han sido identificados siempre como muralla. La inscripción está dedicada al dunviro de Hispalis, Lucio Horatio Victor, "por su esplendísima liberalidad para con la patria y su pueblo, éste a un buen ciudadano que muy bien lo merecía" según traducción de Julián González, quien la fecha en el siglo II o principios del III d.C., por la acumulación de superlativos. Nada sabemos de las circunstancias del hallazgo de este epígrafe, aunque no hay por qué dudar de que el mismo no estuviera in situ. (Javier Verdugo Santos) 119

INTERVENCIÓN 1991-1992

Plano actual de la ciudad con la situación de la excavación arqueológica de 1991-1992

Fotos generales de los hallazgos de la intervención Foto aérea con la intervención Planta general de la superficie excavada de la casa palacio 1 correspondiente al s. XVII

En 1990, el Ayuntamiento de Sevilla a través de la Gerencia de Urbanismo, se plantea la redacción del Plan Especial de Reforma Interior C-7 de la Encarnación, para lo cual lleva a cabo entre otras actuaciones, la ejecución entre el 10 de octubre de 1991 y el 10 de enero de 1992, de una Intervención Arqueológica de urgencia en el solar del antiguo mercado de la Encarnación, bajo la dirección de los arqueólogos, Javier Verdugo Santos, Enrique Larrey Hoyuelos y Teresa Murillo Díaz al objeto de que sus resultados pudieran ser tenidos en cuenta en dicho Plan Especial y en el proyecto de mercado que había redactado por encargo de la Cooperativa de Comerciantes, el arquitecto Enrique de Haro Ruiz.

El área de intervención abarcó una superficie de 33 x 50 m, 1.650 m2, sobre los cuales se dispuso una retícula de 40x10 m, 400 m2, que fue finalmente la superficie total excavada para los niveles de los siglos XX al XVI. Una vez excavada dicha superficie, que puso al descubierto los restos de una edificación que en principio se identíficó con el Convento de la Encarnación, se planteó un sondeo de 5x5 m en la zona del patio. Los resultados de dicho sondeo fueron el hallazgo de una construcción de los siglos XV-XVI sobre la que apoyaba la edificación y que salvo sus pavimentos se hallaba arrasada. La cota en estos momentos era de - 2,70 a -2,80 m desde el punto cero situado en la rasante de la calle. Posteriormente el sondeo arrojó un nivel islámico entre los 3,14 y -3,60 m e inmediatamente apareció la capa freática, lo que supuso alterar el plan inicialmente previsto, al ser muy complejo excavar grandes superficies con agua. Como consecuencia se redujo el área de intervención que pasó de 15 m2 a 9 m2, utilizándose un pozo de entibación para la excavación bajo el nivel freático. A partir de este momento se hallaron capas de vertidos tardorromanos, fechables entre los siglos IV-V d.C., otros de los siglos II-III d.C. e inmediatamente después unas estructuras verticales correspondientes a muros de finales del siglo I d.C., localizados entre 6,95 y 9,34 m. La intervención fue publicada por Javier Verdugo, Enrique Larrey y Teresa Murillo, en el Anuario Arqueológico de Andalucía 1991. Sevilla 1995, con el título: “Excavación Arqueológica de Urgencia del Solar del Antiguo Mercado de la Encarnación de Sevilla".

EL PLAN DE REFORMA INTERIOR C-7. El 27 de noviembre de 1992, el Ayuntamiento de Sevilla aprueba provisionalmente la Modificación puntual del PGOU consistente en el ajuste de la ficha normativa que identifica las condiciones de desarrollo del PERI C-7, y es remitido a la Delegación Provincial de Cultura, quién lo somete a informe de la Comisión Provincial del Patrimonio Histórico de Sevilla acordándose su no autorización y remisión a la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. El 6 de julio de 1993, la Dirección General de Bienes Culturales remite a la Gerencia de Urbanismo, escrito solicitando, la presentación con carácter previo a la aprobación del PERI C-7, un desarrollo del apartado correspondiente al patrimonio arqueológico, afirmando la Dirección General, en relación a la intervención realizada en 1991-1992, que se había logrado gracias a ella, “el establecimiento de una secuencia cultural que, arrancando hacia comienzos del siglo I. d.C., llegaba hasta hoy día sin solución de continuidad". El 21 de abril de 1994, la Gerencia de Urbanismo presenta a la Dirección General de Bienes Culturales un Anexo de Protección del Patrimonio Arqueológico en el que se establecen las directrices de investigación arqueológica en el espacio del PERI C-7, partiendo de los resultados de la intervención arqueológica de 1991-1992; afirmándose en el mismo, que "satisfizo plenamente los objetivos específicos marcados, concretamente, determinar la potencia del yacimiento y las características de los restos arqueológicos existentes”. Finalmente recogía toda la secuencia estratigráfica incluida en el informe suscrito en su día por los arqueólogos responsables y establecía la necesidad de que las correspondientes licencias de obras que desarrollen el propio plan, estarán condicionadas por las excavaciones arqueológicas y control de movimientos de tierras que se realicen, teniendo en cuenta "los óptimos resultados obtenidos en la campaña de 1991". La Dirección General de Bienes Culturales, a la vista del referido Anexo, informó favorablemente el PERI C-7, condicionando su desarrollo al cumplimiento de las determinaciones del Anexo y al sometimiento de los proyectos futuros a la Comisión Provincial de Patrimonio de Sevilla. 121

CORTE ESTATIGRÁFICO DE LA EXCAVACIÓN B

LEYENDA A -PAVIMENTACIÓN ACTUAL DEL SOLAR B - CAPA DE NIVELACIÓN TRAS LA DESTRUCCIÓN DEL MERCADO C -CIMENTACIÓN DE LOS PILARES DEL ÚLTIMO MERCADO D -CAPA DE RELLENO PRODUCTO DEL DERRIBO DE LA CASA PALACIO 1 E - MUROS DE LA CASA PALACIO 1 F - PAVIMENTO DE LA CASA PALACIO 1 G -CIMIENTOS DE LA CASA PALACIO 1 H - PAVIMENTO DE LA CASA DEL S. XVI I - CIMIENTOS DE LA CASA DEL S. XVI J - PAVIMENTO MEDIEVAL K - RELLENOS ISLÁMICOS S. XIII L - MUROS ISLÁMICOS M -CAPA DE RELLENOS ISLÁMICOS N - CAPA DE RELLENOS TARDORROMANOS/MEDIEVALES Ñ -CAPA DE VERTIDOS ROMANOS S. II-III dC. O -PAVIMENTO ROMANO I-II dC. P -CAMA DE PAVIMENTO ROMANO Q -MURO ROMANO S. I-II dC. R -CIMIENTO ROMANO S. I-II dC. S -ZANJA DE CIMENTACIÓN DEL MURO ROMANO T -VERTIDOS ROMANOS S. I dC.

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Q

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-8.00 S -9.00

Detalle de la excavación de los restos de edificio romano. Se aprecia la cama de ladrillos del pavimento (O) y la cimentación del edificio realizada con muros de tegulas (R). La intervención se llevo a cabo bajo la capa freática por lo que fue necesario construir un pozo de entibación, cuyos muros se aprecian en las fotos.

Planta Romana

CORTE ESTRATIGRÁFICO 1.-Desde la actualidad hasta 1973. El pavimento del aparcamiento en superficie (A) estaba situado a la cota de 10, 54 m sobre el nivel del mar, y estaba formado por asfalto sobre una capa de nivelación de albero (B) con un espesor entre 6 y 30 cm. 2.- De 1973 a 1948. Corresponde al periodo de actividad del mercado en el que se detectan elementos tales como pozos negros, cajones de sótanos y canalizaciones ( C ). 3.- De 1948 a 1810. Este periodo recoge el uso del solar como mercado hasta la construcción de la plaza de abastos que estuvo funcionando hasta 1973. De este mercado anterior a la plaza se ha podido documentar la existencia de pozos negros, cajones de sótanos y reutilización de solerías de ladrillo de la Casa Palacio 1 (F). La cota desde el punto cero es de 2,00 m de profundidad. 4.- DE 1810 a 1591. Hace referencia este período al momento en que el solar estuvo ocupado por el Convento de la Encarnación y otras edificaciones; presentaba un notable nivel de conservación, manteniendo sus muros (E) un alzado de hasta 1,65 m y sus solerías estaban prácticamente completas (F) con la excepción de aquellos tramos afectados por los sótanos del mercado y canalizaciones del siglo XX, así como por los pozos negros del siglo XIX. En la intervención de 1999, se pudo comprobar que estos restos correspondían a la denominada Casa Palacio 1, perteneciente a Pascual de Morales, según los documentos de expropiación de 1810. 5.-Siglos XV-XVI. De especial interés fueron los niveles inmediatamente anteriores a esta Casa Palacio 1, que correspondían a una casa fechable entre los siglos XV-XVI, cuyos muros habían sido arrasados hasta la cota de los pavimentos (H). La construcción estaba orientada en dirección Norte-Sur y Este-Oeste. Sus solerías (H) combinaban el ladrillo con la azulejería. Las cotas oscilaban entre -2,48 y -2,52 m. 6.-Bajo Medieval. Siglo XIV. Este nivel ocupacional estaba definido por un pavimento formado por una fina capa de cal perdido en algunas zonas (J), afectado por las cimentaciones del siglo XVI (I) y por el Convento (G). Su cota era de -2,70 a -2,84 m. 7.-Periodo islámico. Se trata de un nivel arqueológico cuyas estructuras se han visto considerablemente afectadas por las remodelaciones de época moderna, por lo que su registro ha resultado muy complejo. Contiene vertidos medievales posteriores a su destrucción (K) y muros (L) de dos tipos, uno de técnica constructiva irregular que combina piedra sin trabajar, ladrillo y tapial y otro con sillares reutilizados, piedras sin desbastar y ladrillo. Ambos poseen la misma orientación Norte-Sur y Este-Oeste. Las superficies asociadas a estos muros serían suelos de tierra oscilando su cota entre -3,14 y -3,60 m. Su cronología es de época almohade, siglos XII-XIII. Debajo de estos suelos se detecta una potente capa de rellenos islámicos (M) , que van desde la cota -3,60 a -5,10 m. 8.- Tardorromano. Siglos IV-V d.C. Está formado por capas de vertidos (N), con una cota de -5,10 a -6,10 m. 9.- Época imperial romana. Está compuesto por vertidos (Ñ), cota -6,90m de los siglos II-III d.C. Tras el abandono del edificio del siglo I d.C. presenta un pavimento (O) romano altoimperial de fines del siglo I d.C., compuesto por una capa de cal sobre base de ladrillo, cuya cota es de -6,96 m. Debajo del pavimento anterior hay una cama de 0,60 m de grosor formado por fragmentos de ánforas (P). En cuanto a las estructuras verticales se han constatado muros romanos de finales del siglo I d.C. de 0,60 m de anchura y una altura documentada de más de 1 metro. Están construidos en tapial y estucados por ambas caras ( Q). Su orientación es Norte-Sur y Este-Oeste. Los cimientos de dichos muros (R) con una altura documentada de 2,50 m están formados por un muro realizado con tégulas dispuestas a soga y tizón unidos con argamasa. Su base consistía en cantos rodados y cascotes. También se documentó la zanja del cimiento (S). En una fase previa a la construcción del edificio del siglo I d.C. se procedió a realizar vertidos (T) que se desarrollan desde -7, 54 m hasta la profundidad máxima documentada -9,34 m. Los vertidos están formados principalmente por escorias de hornos cerámicos, que hace pensar en la posibilidad de que la zona fuese un área de alfares. (Javier Verdugo Santos) 123

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA 1998-1999

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IGLESIA DE LA ANUNCIA CION

PLAZA DE LA ENCARNA CION

V

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RECONSTRUCCIÓN HIPOTÉTICA EN LA TRAMA URBANA ACTUAL.

MERCADO DE LA ENCARNACION

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II

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IMAGEN CALLE

MUROS MEDIANEROS Y FACHADAS CONVENTO DE LA ENCARNACIÓN PALACIO 1 PALACIO 2 CALLE LARAÑA

3

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IGLESIA DE LA MISERICORDIA

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9 8A

MISERICO RDIA

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GEST OSO

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CALLE ALCAZARES

FASES I Y II DE INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA Los trabajos de excavación arqueológica realizados en las Fases I y II han permitido recuperar toda una complicada trama de edificaciones que primitivamente ocupaban parte de una manzana demolida en 1810. Sobre ese solar se construye en 1832 el Mercado de la Encarnación. A los restos de claustros del Convento de la Encarnación, y varios patios y apeaderos de un palacio, documentados en la Primera Fase, se añadieron a continuación nuevos patios y jardines de este último, a la vez que un sector de la antigua Plaza de Regina y un nuevo palacio de dimensiones algo más reducidas pero igualmente sobresaliente. Las buenas calidades de los materiales constructivos empleados, así como las técnicas y organización de los muros, definieron a la perfección el gran poder adquisitivo de sus ocupantes, los usos del espacio o la trama urbanística, intuyéndose a través de ciertos elementos una complicada evolución histórica. Todo ello supone, sin lugar a dudas, un hito destacado para el conocimiento de la vida cotidiana y arquitectura de la Sevilla del Antiguo Régimen. El estudio comparativo de los datos de excavación, de la planimetría actual del entorno y del plano de Olavide de 1771, ha permitido plantear una hipótesis de restitución de la trama urbana de fines del siglo XVIII. A parte de la ampliación en la anchura de las calles Regina, de la Compañía, Don Pedro Ponce e Imagen, la configuración de las manzanas que rodean al conjunto no ha cambiado ostensiblemente entre dicha época y la actualidad. Es posible que el germen de conformación de todas ellas se establezca ya desde momentos islámico-almohades, con una maduración y readaptación a fines del siglo XV e inicios del XVI. Por lo que se refiere al núcleo del Convento de la Encarnación, casas-palacio y edificaciones menores anexas, formaban una manzana de contorno irregular, en la que destacaban al Noroeste y Suroeste dos “apéndices” sobresaliendo del volumen matriz de conformación rectangular. Dentro de la misma, hay una clara subdivisión de usos. Al Sur, el Convento de la Encarnación, con sus claustros de monjas, novicias y patios secundarios bien definidos en la excavación arqueológica. Fuera del ámbito de excavación se encuentran Iglesia, Coro, Compás, Portería, Locutorios y otras oficinas, las cuales se desarrollarían en torno a la antigua Plaza de la Encarnación o Ponce de León. Al Norte del edificio religioso tendríamos construcciones civiles de distinto orden: desde amplias casas-palacio (localizadas parcialmente en la excavación), hasta casas de mediano y pequeño tamaño. Los propietarios los conocemos (Duque de Alburquerque, Marqués de Monsalud, Pascual Morales, Juan María Vargas, etc.), e incluso la extensión que ocupaban los inmuebles, pero la identificación de los restos documentados con su propietario no está clara. En cuanto a la arquitectura civil, en el siglo XVI se terminan de conformar los límites de calles y plazas que organizan la manzana hasta 1810. Así, tendríamos al Norte la plaza de Regina y un tramo de calle, hasta la actual José Gestoso, denominada Cabeza del Perro. Su flanco occidental era denominado entre 1517 y 1628 como calle de la Almona y posteriormente como calle del Correo, por situarse en ella el edificio central de Correos. El límite oriental era nombrado calle del Aire. Finalmente, al Sur estaba la ya aludida plaza de Don Pedro Ponce. En el corazón de esta manzana se ubicaban casas principales y nobiliarias previamente a la instalación del Convento de la Encarnación, el cual va paulatinamente absorbiéndolas desde su fundación en 1591 hasta el siglo XVIII. Queda bien patente que se ha podido recuperar una parte importante de la trama arquitectónica civil preexistente. Así, de un total de 6.919 metros cuadrados ocupados por ocho propiedades, obtenemos datos arqueológicos fiables de unos 3.340 metros cuadrados. Aparecen fuera del ámbito de excavación el conjunto de edificios situados entre la calles Venera y del Correo, así como la crujía colindante con la calle del 125

Aire, situada al Este. En la calle del Correo deben situarse las puertas y líneas de fachadas de dos de los edificios recuperados en la excavación, mientras que en el sector circundado por la calle Venera, se concentrarían varias de las propiedades de menor extensión de la manzana. Finalmente al Este se piensa que estaría una crujía del denominado Patio 1, así como un apeadero del mismo edificio, haciendo esquina con la Plaza de Regina. En el área excavada se han podido definir gran parte de dos grandes palacios y un sector de la Plaza de Regina. Esta división del parcelario se ha obtenido en función del análisis de la organización espacial de patios y estancias, así como la definición de los vanos de comunicación (puertas) y luz (ventanas). (Florentino Pozo Blázquez Álvaro Jiménez Sancho) Vista general desde el suroeste del solar y su entorno inmediato

Vista general del solar donde destacan los restos de suelos y muros

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Planta general de los restos arqueológicos de la fase I y I I de la intervención

E

CALL

INA

REG

PLAZA DE REGINA

CALLE DEL CORREO

CLAUSTRO PRINCIPAL

CLAUSTRO DE NOVICIAS

CORO

CALLE DE LA IMAG EN

COMPAS

PLAZA DE LA ENCARNACION

PORTERIA NUEVA

LOCUTORIOS

OFICINAS

NCE

Reconstrucción hipotética en la trama urbana de Sevilla en 1771 (0lavide) COM AÑIA P

CALLE DADOS

D. PEDR O PO CALLE

CALLE

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A ER EN V LLE CA

CALLE DEL COLISEO

P AÑIA CALLE DE LA COM

RECONSTRUCCIÓN AXONOMÉTRICA CASA-PALACIO 1 Con esta denominación se ha identificado un gran edificio palaciego situado en el centro y Noreste de la manzana, conformando una parcela irregular. Tendría líneas de fachadas con la calle del Correo, Plaza de Regina y calle del Aire. Compartiría interiormente medianeras al Sur con el Convento de la Encarnación, y al Noroeste con la denominada casa-palacio 2. Las áreas abiertas que sirven de distribución a las construcciones interiores son tres apeaderos, dos patios principales, un jardín y cinco patios secundarios. Un análisis de la distribución espacial nos lleva a la conclusión de que, si bien, todo el conjunto pertenece a una única propiedad, el origen de la misma es al menos triple. Es decir, se ha producido una concentración de al menos tres parcelas. El área excavada de esta triple propiedad es de 2.172 metros cuadrados. La prolongación hipotética de sus medianeras hasta hacerlas coincidir con las líneas de fachada de las calles Aire y Correo nos llevan a un cálculo del área total que debió tener de unos 2.650 metros cuadrados. Estos datos coinciden con las referencias que conocemos respecto al mayor propietario al que aluden las fuentes escritas respecto al proceso de expropiación y demolición realizado en 1810. Se trata de Pascual Morales, quien tenía “tres casas” que medían en conjunto 3.177 varas, es decir, 2.656 metros cuadrados.

CASA-PALACIO 2 Llamamos así a una gran casa-palacio situada en el extremo Noroeste, conformando una parcela irregular, aunque con tendencia a cuadrarse. Tendría líneas de fachadas con la calle del Correo y Plaza de Regina. Interiormente compartiría medianeras con la casa-palacio 1: al Sur con el edificio central y al Este con el edificio Noreste. Las áreas abiertas que sirven de distribución a las construcciones interiores son dos apeaderos, un patio principal, un jardín y un patio secundario. La portada de ingreso debe situarse al final de la calle del Correo, desde la cual se accedería al doble apeadero. Las cuadras y corral se sitúan al Sur de la parcela, mientras que más de la mitad Norte está ocupada por el patio principal y el jardín, en este caso ubicado al fondo. A partir los cierres sinuosos y obligados que le dan las fachadas y medianeras, el inmueble trata de organizarse interiormente de una forma racional en torno a cada núcleo espacial. La planta interior presenta alineaciones de muros sin tendencia de orientación general, presentando cada zona abierta una guía para el conjunto que lo rodea. Todo esto le confiere a la casa una acusada irregularidad, sin caer, no obstante, en enrevesamiento, debido en buena medida a lo diáfano de sus patios y apeadero. Al igual que en el caso de la casa-palacio 1 vemos que los suelos de gran calidad, azulejos, columnas, fuentes y espacios diáfanos y cómodos se destinan para la vivienda señorial. Los empedrados, enfoscados pobres y grandes superficies tanto abiertas como cerradas se reservan para el paso o estabulación de animales. Finalmente, los pavimentos toscos, nulas decoraciones y estancias pequeñas y marginalmente situadas, describen las áreas del servicio doméstico. El área excavada es de 1.080 metros cuadrados, pudiendo rondar en origen los 1.300 metros cuadrados, extensión coincidente con una propiedad del Duque de Alburquerque. (Florentino Pozo Blázquez, Álvaro Jiménez Sancho)

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EL CONVENTO DE LA ENCARNACIÓN. El área definida por la intervención arqueológica del Convento de La Encarnación, fundado en 1591, representa menos de una tercera parte del espacio ocupado por el total del inmueble. La extensión documentada ronda los 1.800 metros cuadrados, mientras que la superficie total, atendiendo a los datos históricos, sería de 7.115 metros cuadrados. Quedan fuera del ámbito de excavación las medianeras y crujías colindantes con las calles del Correo y Aire; así como el conjunto de edificios situados en torno a la Antigua Plaza de la Encarnación. En el primer caso, estamos ante crujías de cierre de los claustros principal y de novicias; mientras que en el segundo se incluyen la iglesia con portada a la misma plaza, y todo un complejo entramado de espacios tales como el compás, portería nueva, locutorios y oficinas varias. Por contra, el área excavada ha podido definir el patio principal, patio de novicias y otros dos patios secundarios, en torno a los cuales se levanta un abigarrado conjunto de estancias de uso diverso. Se advierte la preeminencia de alineaciones murarias orientadas Norte-Sur y Este-Oeste. Es posible advertir cómo el convento bien se pudo expandir a partir de las crujías con orientación Norte-Sur, prolongándose los testeros hasta contactar con la anárquica medianera, situada al Norte. En este punto es de destacar cómo el muro medianero viene definido por varios tramos independientes, resultado de sucesivas obras, pero que conservan y continúan una alineación mucho más antigua y dinámica.

Vista general desde el Sur del patio 1

Vista general desde el Sur del patio 2

Ante tal irregularidad, son los patios los elementos más diáfanos y ortogonales, seguido de grandes estancias y por último, otros espacios residuales. De todo ello, podemos resaltar que la evolución del edificio monacal está basada en un crecimiento orgánico, en el cual no existe un concepto formal premeditado, cosa que sin duda ocurriría en la iglesia, necesariamente de nueva planta. No así en el sector detectado en la intervención, que parece ser un área de transición en la que dos grandes claustros articulan un conglomerado de estancias muy diversas. (Florentino Pozo Blázquez, Álvaro Jiménez Sancho)

Vista general desde el Oeste del patio 3

Vista general desde el Este del patio 5

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Vista general desde el Este del patio 12

Vista general desde el Norte del patio 14. Destaca la fuente. Al fondo se observan restos de los andenes, pila de riego y arriates Vista general del patio 6

Vista general del patio 7 Vista general desde el Oeste de los apeaderos. Destacan los pavimentos de piedras de río, así como la destrucción que supone la instalación de los sótanos del mercado de 1831, situados en el centro de la imagen

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INTERVENCIÓN 2001-2002 En época almohade apreciamos, tras el hiato ocupacional de los siglos precedentes, una ocupación extensiva y efectiva de todo el solar de la Encarnación que se inscribe en la “refundación” que en esos años experimenta la ciudad como capital de uno de los imperios más vasto del momento. La nueva urbanización se organiza en torno a dos modestas calles que, a diferentes alturas, corren perpendiculares a los ejes de solar. Cada lado de las vías recoge de manera longitudinal los sistemas de infraestructura de las viviendas colindantes. Todo ello parece responder a un esquema bien planificado que sólo la actividad orgánica de la ciudad irá progresivamente alterando aunque sin desfigurar nunca su diseño inicial. Las casas, por su parte, responden al modelo de alberquilla con jardín central deprimido en torno al cual se disponen las habitaciones. El tamaño medio de las viviendas varía considerablemente de una a otra aunque todas muestran unos acabados y unos diseños ornamentales de gran calidad. Dentro del tejido urbano recuperado es necesario destacar la existencia en el sector noroeste de un edificio rectangular de grandes proporciones cuyas estancias se distribuyen de manera muy regular alrededor de un patio porticado. Las habitaciones muestran una gran uniformidad tanto en tamaño como en disposición. Las trazas generales de esta edificación sugieren que puede tratarse de una fonda aunque esta atribución deberá confirmarse en futuras excavaciones. También cabe señalar la localización, próximo al funduq, de una pequeña sala de abluciones que contenía una gran fuente central y tres letrinas pegadas al lado de la calle donde se encontraban los pozos de evacuación. La conquista cristiana no supuso cambios importantes respecto al parcelario musulmán. Se conservó la distribución general gracias al mantenimiento de la red viaria y al reaprovechamiento de las casas. No apreciamos en esta parte de la ciudad la regresión demográfica que las fuentes escritas comentan. Tan sólo una casa, curiosamente la más suntuosa, y la sala de abluciones se abandonan quedando como espacios abiertos sin funcionalidad aparente. El resto sufre mínimas transformaciones motivadas principalmente por los cambios en la red de abastecimiento de agua, la adecuación de las salas a los nuevos usos y por el saneamiento de las fábricas. Como hemos referidos son obras muy puntuales que afectan a cuestiones particulares y nunca a la organización general de la vivienda. Así, las refacciones se van sucediendo en el tiempo haciéndose cada vez de manera menos cuidada sin ese afán mimético que apreciábamos en los momentos inmediatos a la conquista. Se produce, por tanto, un deterioro progresivo con el tiempo que motivará que en el siglo XV se produzca una reforma sustancial de la mayoría de las edificaciones aunque respetando todavía, a groso modo, los pretéritos esquemas islámicos. (Javier Verdugo Santos) Plano reconstrucción de las ciudades almohade y mudéjar

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DETALLES SECTOR NORTE

Detalle de una de las puertas existentes en el edificio islámico. Todas las puertas aparecieron selladas mediante fábrica de ladrillos, debido al constante ascenso del nivel de suelo al que se vio sometido el edificio a lo largo del uso

Detalle de las atarjeas correspondientes al segundo momento constructivo del palacio 2. La presencia de una densa red de atarjeas para abastecimiento de aguas nos hablan de la existencia de personajes de alto poder económico

DETALLES SECTOR SUR

Pozo ciego correspondiente a una calle

Trazado de muros y solería de vivienda

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DETALLES SECTOR CENTRAL-OESTE

DETALLES SECTOR CENTRAL-ESTE

Muro de época mudéjar

Restos del pilar del apeadero

Atarjeas de la casa-palacio 1

Detalle decorativo del canal del parterre de la casa musulmana

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Detalle de la fuente circular del patio de la casa situada en el sector centro-Este del solar en su fase mudéjar. Su pavimento original se realizó por medio de un juego de pequeñas piezas cerámicas que alternaban las formas de cruceta y de estrellas, esmaltadas en verde claro y castaño y blanco, respectivamente

Detalle de la fuente situada en el centro del patio 2. La fuente pasó de tener forma circular en el S. XVI a tener pretil octogonal con una interesante decoración de escena mitológica en el S. XVII

AZULEJOS POLÍCROMOS GEOMÉTRICOS OLAMBRILLAS POLÍCROMAS FIGURATIVAS

Caja de escalera situada en el ángulo Noroeste del patio 2. A la derecha de la imagen, sobre el paramento, se observa el durmiente de anclaje para uno de los escalones inferiores, probablemente rematados con alizares de madera

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ESTADO ACTUAL. FEBRERO 2003

Fotografía aérea del espacio de la Encarnación. Febrero 2003

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IMÁGENES PARCIALES DEL PROCESO DE EXCAVACIÓN EXTENSIVA

Vista general del Patio 2 en su fase mudéjar. (S. XIV)

Vista general desde el Norte del edificio islámico documentado en el ámbito del apeadero 3 y 4 Vista aérea de la casa de los S. XII-XIV documentada en el ámbito del patio 13

Estructuras correspondientes a la casa-palacio de cronología mudéjar documentada en el ámbito del patio 15 Vista parcial del sector Norte. En esta figura se observa el contraste existente entre la zona Oeste, con una alta densidad de estructuras y la zona central en la que apenas se documentaron elementos construidos

Vista general desde el Suroeste de la excavación del sector Norte

ARQUEÓLOGOS Intervención 1991-1992:

Intervención 1998-1999:

Intervención 2001-2002:

Intervención en Curso:

Enrique Larrey Hoyuelos Javier Verdugo Santos

Álvaro Jiménez Sancho Florentino Pozo Blázquez

Florentino Pozo Blázquez Araceli Rodríguez Azogue Manuel Vera Reina

Fernando Amores Carredano

Redacción al cuidado de Amaranta López Cobano 137

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