Plan De Convivencia

  • June 2020
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Región de Murcia Consejería de Educación y Cultura

IES “RUIZ DE ALDA” SAN JAVIER

PLAN DE CONVIVENCIA

Aprobado por Consejo Escolar de Centro el xx/06/2006

Índice: JUSTIFICACIÓN............................................................................................................3 Normativa de referencia...................................................................................................4 El centro docente..............................................................................................................4 Características........................................................................................................................4 Estado actual de la convivencia.............................................................................................4 Consideraciones previas: los conflictos; sus causas.............................................................................4 La convivencia en nuestro centro: .......................................................................................................8

Resumen de datos:............................................................................................................9 Datos de colaboración/respuestas:........................................................................................9 Respuestas del centro/ del profesorado...............................................................................11 Relación con las familias y los servicios externos...............................................................13 Experiencias y trabajos previos desarrollados en relación con la convivencia del centro. ...............................................................................................................................................13 Necesidades de formación y recursos..................................................................................14

Objetivos..........................................................................................................................14 Acciones previstas...........................................................................................................15 Acción tutorial:...............................................................................................................17 Departamento de orientación: ......................................................................................17 Equipo Directivo:...........................................................................................................18 Madres y Padres:............................................................................................................18 Alumnado:......................................................................................................................19 Procedimiento en caso de acoso e intimidación............................................................19 Seguimiento y evaluación..............................................................................................19 Difusión del Plan de Convivencia..................................................................................20

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JUSTIFICACIÓN “Porque tenemos la capacidad de convencernos unos a otros por medio del lenguaje y así expresar con claridad lo que nos proponemos hacer, hemos salido de la vida salvaje de las fieras, nos hemos reunido para edificar ciudades, hemos redactado leyes,…” Isócrates

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Normativa de referencia. • LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. • Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la violencia de género • Decreto 115/2005, de 21 de octubre, de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, por el que se establecen las normas de convivencia en los centros docentes sostenidos con fondos públicos que imparten enseñanzas escolares. • Resolución de 4 de abril de 2006, del la Dirección General de Ordenación Académica, por la que se dictan instrucciones en relación con el acoso escolar en los centros docentes sostenidos con fondos públicos que imparten enseñanzas escolares. • Estatutos Europeos para los centros educativos democráticos sin violencia

El centro docente. Características La características del centro (ubicación, alumnado, equipo docente, espacios, etc…) se detallan en nuestro Proyecto Educativo, a la vez que se actualizan anualmente en la Programación General Anual y Memoria Anual, que se envían al Servicio de Inspección Educativa. Todos estos documentos contienen la información pertinente detallada y actualizada.

Estado actual de la convivencia. Consideraciones previas: los conflictos; sus causas.

“Aprender a convivir con los demás es una finalidad esencial de la educación y representa uno de los principales retos para los sistemas educativos actuales. Se trata de un aprendizaje valioso en sí mismo e imprescindible para la construcción de una sociedad más democrática, más solidaria, más cohesionada y más pacífica” dice el Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo 4

XXI, en el que se señala la necesidad de que los alumnos aprendan en la escuela a convivir (debería decir “aprendan también en la escuela”, ya que pensamos que el aprendizaje escolar es una condición necesaria, pero no suficiente). La preocupación por la convivencia en los centros educativos es creciente y generalizada en la mayoría de los países, aunque no en todas partes tenga la misma incidencia. Si la proliferación de noticias en los medios de comunicación, sobre casos puntuales, es algo alarmante y que nos tiene que hacer reaccionar y preocupar a toda la sociedad, más preocupante sería que, sin desaparecer los problemas, dejaran de ser noticia, bien por ocultación o, peor aún, porque lo que hoy vemos con alarma se convierta en una rutina asimilada y natural dentro de la vida de los centros. Nuestro centro, como cualquier otro, debe y puede hacer frente a esta situación, aunque sería iluso creer que cuenta con las condiciones necesarias para resolver, por sí solo, este problema casi universal y complejo. Pensar que la escuela (“fuente única” de la educación) es la única solución a todos los problemas que se puedan generar en la sociedad (algo que fácilmente puede inferirse de la frase, tan tópica como hipócrita, que frecuentemente oímos en los medios de responsables políticos, de la administración y de los propios periodistas) sería entrar en una trayectoria peligrosa y de trazos pesimistas, pues supondría aceptar que las demás partes no saben y/o no quieren intervenir en su ámbito, con lo que quedan aparentemente exentas de su parcela de responsabilidad, y desastrosa para la institución escolar como servicio público ya que daría (de hecho está sucediendo) una imagen de impotencia y de ineficacia, incluso de fraude, que echaría (que está echando) a sus usuarios al sector privado. Si así se actúa, los problemas, con casi toda seguridad, continuarán o aumentarán, por supuesto en el sector público (el privado o no los tiene, o se los quita de encima o los disfraza), lo que podría considerarse como una estrategia preconcebida y al servicio del “pensamiento único de la libertad de mercado”, que deja en manos del sector privado la parte rentable del pastel educativo y deja para el sector público la parte asistencial, donde el negocio no es rentable. Los conflictos, en tanto que manifestación de la oposición entre puntos de vista o intereses diferentes, a veces contrarios, son algo natural en las sociedades y son, normalmente, si se canalizan de manera positiva, un motor de la evolución social; son, en cierta manera, positivos. En las sociedades humanas, especialmente en las sociedades más avanzadas, esa conflictividad se ha ido canalizando hacia una dimensión simbólica, fundamentalmente verbal (no en vano, la palabra “parlamento” y “parlamentar” proceden de “parabolare”, o sea, hablar, parlar), de modo 5

que el objetivo básico de las sociedades avanzadas y democráticas debe ser, por un lado, formar a sus individuos en el dominio de la palabra, de las habilidades para convencer al otro hablando (“hablando se entiende la gente”, dice el refranero) y también para garantizar que, mediante la palabra acertada y respetuosa con el punto de vista de otro, se pueden conseguir los objetivos de crecimiento personal y social inherentes a todo individuo. Pero insistimos en que estos dos objetivos deben ir a la par: igual que es inadmisible que alguien imponga sus puntos de vista por la fuerza, igualmente es inoperante pretender convencer al otro de que renuncie a la violencia si verifica que la única manera de que se oiga, se tenga en cuenta y se respete su punto de vista es la violencia. Desde el punto de vista de la conflictividad en el ámbito escolar, podemos considerar como conflicto aquellas actuaciones individuales o grupales que perjudican, dificultan o impiden algún aspecto del desarrollo físico, psíquico o social de las personas, y con ello, el logro de los objetivos del centro. Si bien, como hemos dicho antes, los conflictos forman parte de la vida social y, naturalmente, han estado presentes en la vida escolar, en los últimos tiempos han aumentado en calidad, en cantidad y en variedad : no se trata de de que aparezcan en los medios e Internet, a falta de otra información más relevante del mundo actual o por moda, es que esos propios medios alimentan ese tipo de conflictividad “adolescente” tanto por el efecto imitación que conlleva como por la gloria, el glamour, la fama (aunque sea mala fama) que da a los “triunfadores” en esos conflictos, triunfo y reconocimiento popular que es inmediato y satisfactorio para el ego del adolescente. Las causas o agentes que nos parecen más influyentes son, a nuestro juicio: a) la percepción de que el mundo es cada vez más inseguro (paro, vivienda, malestar social y familiar) y conflictivo y de que es la fuerza, la violencia y la agresividad, el fraude en sus múltiples modalidades, la manera para triunfar en ese mundo en el que campan a sus anchas el relativismo, el amoralismo y el funcionalismo o utilitarismo y, por supuesto, la hipocresía, la disociación descarada entre lo que se dice y lo que se hace; b) por otra parte, desde bien pequeño, muchos chicos han ido forjando su carácter (en tanto sistema de patrones de conducta de interacción con el medio circundante) de manera egocéntrica, mediante una satisfacción inmediata de las apetencias y una dependencia de recompensas inmediatas o a corto plazo (los padres, en general, tienden a darles siempre la razón y se nota que, cuando llega la adolescencia, ya no pueden disentir de sus hijos, aunque sepan que deberían hacerlo y que se 6

les van de las manos), con una falta notable de control sobre la atención, la persistencia en la tarea, el control de estímulos internos y externos, en definitiva, de manera “hiperactiva”, los chicos se acostumbran a “zapear” de una tarea a otra, sin otro criterio que el placer (me gusta, me apetece) y la no dificultad, no soportan la dificultad, sino que a la más pequeña abandonan la tarea, y no solamente no están acostumbrados sino que todo contribuye a que la escuela tampoco pueda hacerlo. c) En este sentido, la televisión y su compañera, la publicidad, sin duda, están influyendo en la conformación del carácter y los patrones de conducta en el sentido dicho anteriormente, tanto por los contenidos y por los comportamientos que promueven, como por lo que no deja hacer. Lo mismo podríamos decir, en general, de otros medios electrónicos e informáticos, que los absorben en la época “más educable” de su vida y que, con el señuelo de la libertad, de la amistad, de la información y del conocimiento, etc…van a convertir a muchos de esos niños y adolescentes en “esclavos” del mundo económico-empresarial, que les van a dar un empleo precario, el justo para pagar las facturas a ese mismo mundo. Como dice el sociólogo norteamericano Neil Postman (Tecnópolis, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 1994), la mayoría de estos chicos son buenos chicos y no son tontos, simplemente han sido socializados en unos hábitos y en unas destrezas que los fabricantes de contenidos para las nuevas tecnologías y de las propias tecnologías les han hecho creer que son imprescindibles (realmente son imprescindibles pero para aumentar su poder) pero que no les sirven para triunfar en la escuela, al menos de momento. d) También la legislación es un factor que hay que tener en cuenta para comprender la conflictividad en las aulas: haber convertido la educación en un deber en vez de un derecho, es decir, obligar a una educación monolítica, en la que el alumnado, independientemente de su esfuerzo, preparación y resultados, evoluciona por inercia y por obligación, sin que tenga un sentido para ellos y para sus familias salvo la “de estar recogidos”), la inestabilidad y el vaivén a que está sometido el mundo educativo, especialmente el público; la inadecuación del sistema a las necesidades e intereses de los alumnos; su falta de flexibilidad: la comprensividad (aunque disfrazada por la “atención a la diversidad”) no contenta a prácticamente nadie (de los alumnos, se entiende); la escolarización básicamente por edad; una normas ( que ya no son de disciplina sino de convivencia, un cambio vergonzante en la denominación, que esconde esa hipocresía de la que antes hablábamos) excesivamente garantistas para los infractores, hechas para ahogar en papeleo cualquier intervención ante problemas de conducta serios o graves y para “sancionar” al profesor “castigado” con incoar el expediente, que “blindan” a los infractores; una legislación que recarga los currículos con contenidos que 7

luego no se pueden impartir y con una número excesivo de asignaturas y, por tanto, de profesores; e) No podemos olvidarnos de los propios centros, de su infraestructura y de su personal: por ejemplo, la masificación de algunos grupos (especialmente con la llegada de matrículas una vez iniciado el curso en una zona de fuerte inmigración, circunstancia que debería estar prevista en el momento del cupo), la masificación de las optativas (que son tratadas como si fuesen asignaturas comunes en cuanto al número de alumnos), la falta de aulas ( que obliga a la utilización de aula-materia y la consiguiente sobreutilización de los espacios docentes y de la excesiva movilidad del alumnado – la famosa optimización del uso de los espacios-, que, si bien es rentable desde el punto de vista económico, es una fuente de conflictividad potencial); las obras y los ruidos en periodo escolar, que son también una causa de excitación, nerviosismo y, por tanto, de agresividad; y la disminución progresiva de los espacios y zonas verdes, donde convivir en los recreos con desahogo, con el suficiente espacio vital (como dice hasta un anuncio de automóviles). f) Por último, habría que citar la actuación de determinados profesores (muy pocos) que, bien por ser demasiado rígidos o por ser demasiado permisivos – es lo más normal- son también fuente de conflictos, conflictos que acaban sobrepasándoles. Una evaluación de la actuación docente que fuese selectiva y sobre todo cualitativa (con entrevistas a los implicados: alumnos, padres, compañeros, equipo directivo, etc…), con entrevistas abiertas, y no generalizada y con cuestionarios cerrados, estandarizados y descafeinados, sería suficiente para reconducir la situación en la mayoría de las ocasiones. La convivencia en nuestro centro:

Los conflictos que se producen con más frecuencia en nuestro centro, en el que podemos hablar de conflictividad baja, son: a) las pequeñas faltas de disciplina o incumplimiento de las normas del centro o las salidas de tono y la no aceptación o puesta en tela de juicio de las decisiones del profesor en temas que le competen (problemas que son puestos en conocimiento inmediato de los padres o responsables y que se resuelven también rápidamente en la medida en que los padres colaboran), en cuanto a las relaciones alumno-centro y alumno-profesor, b) y la facilidad con que, a falta de interés por aprender, se trasladan al contexto escolar los conflictos se originan fuera y que lleva a enfrentamientos entre alumnos de igual o distinto sexo, que, todo hay que decirlo, son excepcionales y que, con la rápida intervención del equipo directivo y la colaboración de los padres, se resuelven en sus inicios, 8

quedándose todo lo más en una especie de hostilidad mutua, típica por otra parte del carácter adolescente, sin llegar a la agresividad y la violencia física, Para conocer la situación de la convivencia en el centro, lo mejor es preguntarles a quienes convivimos día a día en él: por ello, para la preparación de este Plan, se ha consultado de distintas formas a los miembros de la comunidad educativa pero la básica ha sido utilizar cuestionarios y, una vez procesada toda esta la información por el Equipo Directivo y analizada por la Comisión de Convivencia, disponemos de los siguientes datos sobre la situación actual de la convivencia en nuestro centro:

Resumen de datos: Datos de colaboración/respuestas: Alumnos: 112 respuestas Profesores: 38 respuestas Padres: 76 respuestas

11,9 % del total de alumnos. 42,5 % del total de profesores 8 % del total de padres.

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Respuestas del centro/ del profesorado A juzgar por los resultados de la encuesta, creemos que, de forma general y hasta la fecha, el profesorado, liderado por el equipo directivo, ha ido resolviendo los desafíos o retos que, en materia de problemas de disciplina o convivencia, han ido planteando los alumnos venidos de mano de la LOGSE, en algunas ocasiones a pesar de la legislación vigente, de los propios alumnos implicados y de sus padres. Gran parte del profesorado, además de docentes, somos padres, y hacemos todo lo posible y nos implicamos en la defensa de los derechos de todos los alumnos, y especialmente de los más débiles, siempre y cuando ellos/ellas respeten los derechos de los demás, y actuamos tan pronto como percibimos una situación de menoscabo de sus derechos, especialmente cuando afectan a su seguridad física, emocional y afectiva. Debemos decir, sin embargo, que en ocasiones hemos notado poca colaboración de los alumnos; al fin y al cabo, ellos ven mucho más que nosotros, dentro y fuera de clase, en el patio, en los servicios, y fuera del centro. Y, sin embargo, como adultos que somos, podemos comprender su inmadurez, su falta de compromiso. Más difícil es comprender la actitud de algunos padres, especialmente los padres de alumnos conflictivos, que no sólo reconocen no “poder” o “no saber qué hacer” con sus hijos, sino que, además, impiden con “su comprensión de la conducta antisocial de sus hijos” que otros puedan “educarles”; da la impresión de que piensan que sancionar a esos chicos es sancionar a sus padres o su mala conciencia. 11

Cuando hablamos con los padres, solemos dejar claro que el responsable, quien decide comportarse de una u otra manera, es el chico o la chica, no los padres, que los chicos no son un juguete o una marioneta cuya conducta viene determinada por el ejemplo de los padres, o de los amigos, o del barrio, o de los medios de comunicación etc…, que ellos tienen su cuota de responsabilidad y que hay que acostumbrarlos y hacerles ver que “educarse” es aprender a ser dueño de las propias decisiones. Y eso no se consigue diciendo que la responsabilidad es de otros menos del “protagonista”; con ello lo que se consigue es que siga siendo un niño con 13, 14, 15, …años ( el “peterpanismo” del que hablan los psicólogos). Por ello, creemos poco acertada esta legislación permisiva con el menor que, por obra y gracia de la mayoría de edad, se convierte en una legislación especialmente sancionadora con el joven, cuando mantiene comportamientos por los que hace poco se les eximía de culpa. De modo que todos tendremos que aprender y concienciarnos de la parcela de responsabilidad que a cada colectivo nos corresponde. Los problemas de convivencia en los centros educativos deben abordarse como se hace en la sociedad civil, apelando a la responsabilidad de todos y a la colaboración ciudadana, y no esperarlo todo de la intervención de los aparatos del estado (en este caso, del centro, del profesorado), ¿no? Por lo tanto, en cuanto al profesorado se refiere, adquirimos el compromiso de una actitud más observante y comprometida para garantizar que las actuaciones contra los derechos de los alumnos, especialmente las graves, no sean un problema en el normal desarrollo de nuestros escolares ni en el logro de los objetivos que se ha propuesto el Centro. Con el presente Plan de Convivencia pretendemos abordar la parte que nos corresponde, aunando los recursos propios y externos e implicando a los distintos colectivos más próximos a la escuela. Como la realidad escolar en nuestro centro, como en cualquier centro “vivo”, está sujeta a continuas variaciones (varían en el tiempo los intereses de los padres, las expectativas de los alumnos, los recursos de los centros, la procedencia de alumnado; cambian los valores, el concepto y la práctica de autoridad, las normas legales, el sentido de la libertad y de lo justo, pues la escuela, en definitiva, refleja la complejidad de la sociedad), la propuesta de actividades que se haga en este Plan de Convivencia no es fija para todos los cursos sino que cada curso tendrá una propuesta adaptada a la realidad del clima de convivencia del centro. Como hemos dicho antes, en la elaboración de este Plan de Convivencia se ha procurado la participación de la comunidad educativa y, 12

para conseguir los efectos que deseamos, en todo momento se buscará la máxima colaboración posible entre las familias y el centro ofreciendo a nuestros alumnos, a nuestros hijos, modelos de actuación coherentes que orienten en el mismo sentido. Este Plan de Convivencia es complementario a la legislación estatal y autonómica en materia de derechos y deberes y de convivencia en los centros educativos así como al Reglamento de Régimen Interior Relación con las familias y los servicios externos. Las familias de nuestros alumnos son un pilar básico en todos los aspectos relacionados con la convivencia en el ámbito escolar; padres y profesorado se necesitan para hacer frente común y ayudar a nuestros escolares en la tarea de “aprender a vivir juntos” y en “aprender a ser” (Informe Delors). La participación de las familias en la vida escolar es de modo general INSUFICIENTE, como reflejan los resultados de las encuestas, a pesar del interés y de los esfuerzos del equipo directivo por fomentarla. Esta participación debe ser más frecuente, más comprometida y sobre todo más generalizada; no sólo circunscrita a determinados encuentros “académicos”, generalmente a nivel individual, sino también en otros momentos más “informales” de la vida del centro y a nivel grupal o colectivo. En este sentido, las propuestas encaminadas a una mejor participación estarán siempre abiertas por parte del centro, muy especialmente, desde la acción tutorial.

Experiencias y trabajos previos desarrollados en relación con la convivencia del centro. La educación para la paz y para la tolerancia (no podría ser de otra manera: los pueblos, como los individuos, más educados son más pacíficos, menos proclives a la violencia) está en los objetivos formativos del centro desde sus inicios, aunque no siempre lo ha estado en forma explícita. Es doloroso que haya que afirmar algo que parece obvio: educar es formar en el respeto al otro; y que haya que afirmarlo cuando los ejemplos en contra aumentan (“dime de qué presumes y te diré de qué careces”). Forma parte de nuestro proyecto curricular como tema transversal y además, en diversas ocasiones se han organizado actividades en torno a este objetivo. 13

Necesidades de formación y recursos. Si la formación permanente es un derecho de todas las personas, la formación del profesorado adquiere un especial relieve en un serio intento de mantenerse actualizado tanto en contenidos como en recursos didácticos y la correspondiente proyección en el aula; en este sentido el profesorado del centro viene formándose por distintos medios (Centros de Profesores, Universidad, Sindicatos), o bien de forma autónoma. Los temas de formación siempre han estado relacionados con los aspectos que más interés han despertado en cada profesor y normalmente se han elegido entre los ofertados por estas instituciones. Las nuevas investigaciones sobre la situación de la convivencia en general y especialmente en los centros educativos, junto con la preocupación de la sociedad por la relevancia que está adquiriendo el tema, son motivos más que suficientes para que se amplíe la oferta formativa para el profesorado, con el fin de que pueda adquirir nuevas competencias que hagan posible la mejora de la convivencia. El conocimiento en profundidad de la normativa legal vigente, la adquisición de habilidades sociales para el profesorado, los conocimientos prácticos sobre mediación, modelos escolares inclusivos, nuevos modelos de gestión del aula, identificación y actuación sobre situaciones conflictivas (muy especialmente el acoso escolar), y en general los contenidos relacionados con la acción tutorial y la convivencia son competencias que, en su conjunto, inciden de modo positivo en la mejora de la convivencia en los centros educativos.

Objetivos. Nuestro punto de partida y nuestra meta es que las buenas maneras, la consideración del otro y su respeto (sin lo que no puede haber “educación”) deben impregnar la vida cotidiana del centro. Con el fin de mejorar la convivencia pretendemos: a) Conseguir la integración de todo el alumnado sin discriminación por razón de raza, sexo o edad. b) Fomentar la implicación de las familias. c) Mejorar las relaciones entre todos los miembros de la comunidad educativa. d) Prevenir los conflictos. 14

e) Fomentar hábitos de convivencia que faciliten la consecución de los objetivos del centro.

Acciones previstas. Las acciones dirigidas a mejorar la convivencia en el centro serán: • Actividades curriculares o incluidas en los proyectos curriculares (de modo más o menos intenso en función de la asignatura) y especialmente las referidas a este tema transversal específico. • Actividades incluidas en el Plan de Acción Tutorial, pues la tutoría y la función tutorial son el lugar y el modo idóneo para abordar los temas de convivencia. • Actividades complementarias y extraescolares: salidas de campo, salidas de convivencia, viajes de estudios, celebración de jornadas festivas como Santo Tomás o de efemérides, actuaciones con padres y alumnos del Equipo Directivo y/o la Orientadora. Un ejemplo es la experiencia “Aprendemos juntos”, y las actividades que comprende, destinado a la mejora de la convivencia entre los alumnos de las distintas naciones y culturas que coexisten en el centro. Esto desde el punto de vista preventivo y educador. Desde el punto de vista “curativo” y sancionador, serían: • Atención inmediata a los problemas o conflictos, sin dramatizar y sin minimizar su importancia. • Abordar los conflictos que puedan surgir con decisión y con comprensión e individualmente, adaptando las actuaciones y las posibles sanciones a las circunstancias puntuales y personales. • Dialogar con los implicados y sus padres, poniendo inmediatamente en su conocimiento los hechos, mediando y orientando las posibles soluciones. • Aplicar la normativa y el RRI sólo cuando se pueda enquistar el problema (en caso de reincidencia), o cuando se trate de un conflicto grave y peligroso. Las actuaciones que tengan lugar cada curso se incluirán en la PGA. Toda la comunidad educativa: Como orientaciones que han de servir de guía a todas las actuaciones de nuestra comunidad educativa, asumimos los Estatutos europeos para los centros educativos democráticos sin violencia:

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1.-Todos los miembros de la comunidad educativa tienen derecho a un centro seguro y sin conflictos. Cada individuo tiene la responsabilidad de contribuir a la creación de un ambiente positivo que favorezca el aprendizaje y el desarrollo personal. 2.-Todos tienen derecho a ser tratados y respetados por igual con independencia de sus características personales (sexo, raza, religión, etc...). Todos gozan de libertad de expresión sin riesgo de discriminación o represión,( sin más condición que el respeto a los derechos de los otros). 3.- La comunidad educativa garantiza que todos sus miembros conocen sus derechos y responsabilidades ( y adoptará las medidas necesarias para ello). 4.- Cada centro educativo democrático posee un órgano de toma de decisiones elegido democráticamente y compuesto por representantes de los estudiantes, profesores, padres y otros miembros de la comunidad educativa, según proceda. Todos los miembros de este órgano tienen el derecho de voto. 5.- En un centro educativo democrático, los conflictos son resueltos en estrecha colaboración con todos los miembros de la comunidad educativa, de una manera constructiva y sin violencia. Todo centro educativo tiene personal y alumnos preparados para prevenir y solventar los conflictos a través de actuaciones de mediación y consenso. 6.- Todo caso de violencia es investigado y tratado con la mayor prontitud posible, y es examinado en profundidad, ya sean alumnos o cualesquiera otros miembros de la comunidad educativa los implicados. 7.- El centro educativo forma parte de la comunidad local. La cooperación y el intercambio de información con otras entidades locales son esenciales para la prevención y la resolución de los problemas. Todo el profesorado: Formación destinada a: • Conocer la situación actual de la convivencia en los centros educativos. 16



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Conocimiento en profundidad de la normativa sobre convivencia que afecta a los centros educativos. Mejorar las estrategias para detectar e identificar situaciones de conflicto. Potenciar las habilidades sociales dirigidas a la resolución pacífica de conflictos. Fomentar actuaciones preventivas desde la acción tutorial para la mejora de la convivencia. Desarrollar estrategias para marcar los límites dentro del aula con el fin de prevenir situaciones de conflicto. Fomentar actuaciones dirigidas a la orientación de los padres de alumnos para la mejora de la convivencia. Recursos pedagógicos ante el alumno disruptivo. Desarrollar trabajos cooperativos.

Acción tutorial: • Dar a conocer a los alumnos las normas de convivencia del centro. • Dar a conocer a los alumnos los aspectos básicos del Plan de Convivencia. • Formar a los alumnos en habilidades sociales básicas. • Intervenir tan pronto como se detecte el inicio de un conflicto entre alumnos.

Departamento de orientación: • Dar a conocer a los padres de alumnos las normas de convivencia del centro. • Dar a conocer a los padres de alumnos los aspectos básicos del Plan de Convivencia. • Sensibilización a los padres de la necesidad de educar en un modelo de convivencia pacífico tomando como referencia la vida familiar. • Orientar a los padres sobre la resolución pacífica de conflictos en familia. • Elaboración de documentos de información sobre aspectos de convivencia para facilitar la acción tutorial. • Elaboración de documentos de información sobre aspectos de convivencia para facilitar la información a padres.

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• Coordinarse con los departamentos de Orientación de centros próximos para conocer o proponer actuaciones que mejoren la convivencia. • Proponer y coordinar proyectos de formación autónoma sobre aspectos de mejora de la convivencia en el centro. • Colaborar con tutores y equipo directivo en aquellos casos de familias que habitualmente no son receptivas a la colaboración necesaria con el centro para la educación de sus hijos con objeto de prevenir problemas de convivencia y facilitar el logro de objetivos educativos. • Solicitar apoyo de los Equipos de Convivencia en caso puntuales. • Requerir la intervención del personal especializado de Centros de Salud (previo informe al Equipo directivo) cuando se considere que hay una situación de deterioro de la salud social del alumno que el centro con sus medios no puede atender.

Equipo Directivo: •



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Coordinación de las actividades previstas en el proyecto para el desarrollo intercultural “Aprendemos juntos” que ya ha sido presentado para su aprobación por la Dirección General de Ordenación Académica. Recabar del profesorado la información del estado de la aplicación de las normas de convivencia así como del seguimiento de las actuaciones del Plan de convivencia. Preparar informes para su estudio en la Comisión de Convivencia. Llevar al Consejo Escolar los estudios y propuestas de la Comisión de Convivencia. Garantizar el logro de los objetivos expresados en las Normas y Plan de Convivencia. Facilitar la adquisición de libros para la biblioteca y otros materiales que trabajen los valores de convivencia, a propuesta de los tutores o del departamento de orientación.

Madres y Padres: •

El centro facilitará la organización de actividades de formación de padres destinadas a la consecución de los objetivos educativos y, en especial, a la mejora de la convivencia escolar

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Desde el centro se incluirán, en los proyectos de formación del profesorado, sesiones abiertas que faciliten la participación conjunta profesores/padres, siempre que así lo solicite el Consejo Escolar.

Alumnado: Los alumnos del centro asumen el compromiso de no inhibirse ante las conductas que impliquen la conculcación de los derechos que la legislación vigente reconoce a todos y cada uno de los alumnos y alumnas, especialmente las agresiones de cualquier tipo e intensidad a un compañero, mostrando su repulsa y facilitando información de los hechos a su tutor o a un miembro del equipo directivo.

Procedimiento en caso de acoso e intimidación. Se actuará conforme a lo establecido en la Resolución de 4 de abril de 2006, de la Dirección General de Ordenación Académica, por la que se dictan instrucciones en relación con situaciones de acoso escolar en los centros docentes sostenidos con fondos públicos que imparten enseñanzas escolares.

Seguimiento y evaluación. Las actuaciones previstas en el presente Plan de Convivencia escolar comenzarán a desarrollase al inicio del curso 2006/07 formando parte de la Programación General Anual. Corresponde al Equipo Directivo garantizar la coordinación y el cumplimiento de los plazos establecidos en el mismo. La Comisión de Convivencia dará cuenta al Consejo Escolar de las actuaciones realizadas y de los resultados obtenidos tanto de la aplicación de las normas de convivencias como de la marcha del Plan de Convivencia; las fechas previstas son las que correspondan a las reuniones ordinarias del Consejo Escolar, que figuran en la P.G.A. de cada curso escolar. Con anterioridad a este informe el Director convocará a la Comisión de Convivencia, le facilitará los datos oportunos y analizará la trayectoria de la convivencia en el centro, preparando, si se considera necesario, las propuestas que pueda estimar. Del mismo modo, antes de finalizar el curso se preparará por la comisión de Convivencia la información necesaria destinada a la elaboración del Informe Anual de Convivencia por parte del Consejo Escolar. De este informe, que servirá de base para la programación de actividades del curso siguiente y toma de decisiones, se remitirá una copia por el Director a la Dirección General de Ordenación Académica. 19

Difusión del Plan de Convivencia. •

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Una copia de este Plan de colocará en la Web del centro para su consulta. A través del correo electrónico del centro se podrán aportar sugerencias por parte de los interesados. En las reuniones con los padres se incluirá un punto para dar información de los aspectos más relevantes del Plan. El profesorado elaborará documentos adaptados a las distintas edades de los alumnos que faciliten la información sobre los aspectos más básicos del Plan. A los alumnos se les facilitará información adaptada a su edad, por medio de sus tutores, sobre los contenidos que les afecten más directamente. Una copia del Plan estará el la Secretaría del centro a disposición de cualquier miembro de la comunidad escolar que lo solicite para su consulta.

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