La población mundial tiende cada día más a concentrarse en los centros urbanos: cerca del50% reside actualmente en ciudades; en América Latina ese porcentaje asciende al 76%, mientras que en Colombia es del 75%. Esto podría esta ocurriendo por diferentes factores, como por ejemplo consecuencia de procesos migratorios resultantes de cambios en la economía mundial y/o regional, por la concentración en las inversiones públicas, y distintos aspectos políticos / sociales (ejemplo, desplazamientos por conflictos étnicos o de violencia) y culturales. Las actividades más productivas de una economía normalmente se ubican en los centros urbanos, concentrando de esta manera la generación de riqueza; en muchos países del mundo más del 80% del PIB se genera en las ciudades, y la comunidad de negocios observa con atención las condiciones que ofrece cada ciudad para localizar sus actividades, en el marco de un proceso de globalización creciente. Dos terceras partes del total de la población que se ubica por debajo del nivel de pobreza en Colombia viven en áreas urbanas. La motorización y la expansión del área urbana en casi todas partes generan crecientes desafíos para los sistemas de transporte, debido en parte al crecimiento de las ciudades, al punto que las soluciones que adopten las ciudades al respecto inciden en su competitividad futura dentro del sistema económico en proceso de globalización. En Colombia no se ha sabido utilizar de manera racional la infraestructura existente, dando preferencia de su
uso a los vehículos particulares; ellos movilizan en promedio únicamente el 25% de las personas que viajan en las ciudades, y no se han realizado mayores esfuerzos en la consolidación de un transporte público eficiente. En las grandes ciudades y áreas metropolitanas del país como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, y Pereira, se concentra el 50%de la población nacional (aprox. 17 millones de personas) Datos del año 2005. Muy posible que en los próximos años la población de estas ciudades siga creciendo, principalmente por la tendencia hacia la concentración de actividades económicas e inversiones en centros urbanos, lo que genera nuevas necesidades de provisión de servicios públicos y - en teoría facilidades de movilización y transporte.
La manera tradicional como se ha venido desarrollando hasta hoy el transporte público en Colombia es ineficiente, como resultado de la promoción de competencia de los operadores en las vías: recogiendo pasajeros (competencia en el mercado), y no para la prestación de un servicio eficiente - bajo unos parámetros de calidad y rutas preestablecidos (competencia por el mercado). La ineficiente operación del transporte público genera importantes externalidades negativas en la calidad de vida y la productividad urbana, afectando especialmente a los más pobres en las ciudades. Si no cambia de manera positiva la situación actual del transporte público colectivo de pasajeros, sus deficiencias seguirán limitando los niveles de productividad urbana y de calidad de vida en las grandes urbes del país. Sin embargo, un buen sistema de transporte podría contribuir - en gran medida - al mejoramiento integral de la calidad de vida especialmente para la población más vulnerable
En un largo plazo la mayoría de las ciudades tenderá a aumentar los niveles de propiedad y uso del automóvil privado, más que hoy, incrementando la congestión vehicular. En consecuencia el reto de las ciudades colombianas - para la implantación de un SITM – es destinar sus recursos y esfuerzos a la generación de un transporte público eficiente, al mejoramiento de la seguridad vial, a la promoción de transporte no motorizado, y a la reducción / desestimulo del uso del automóvil particular. Actualmente los países en desarrollo enfrentan dificultades para alcanzar la sostenibilidad de sus sistemas de transporte público. En Colombia, la reducida tasa de motorización implica niveles elevados de demanda para los SITM, situación que junto a un buen diseño técnico, un esquema financiero equilibrado y rentable, un marco contractual claro que brinde estabilidad regulatoria en el largo plazo, y una estructura institucional sólida y eficiente con elevada capacidad técnica, permitirán la sostenibilidad financiera de los SITM en el largo plazo, brindando un servicio adecuado y con tarifas acorde a las posibilidades de los usuarios. Gran parte de las ciudades colombianas han tenido un alto crecimiento demográfico debido a múltiples factores (principalmente sociales / económicos); sumado a ello, el conflicto armado vívido durante varias décadas ha generado el desplazamiento de al menos 2.5 millones de personas, de las zonas rurales hacia las zonas urbanas; el 50% de los cuales se ha localizado en las cuatro grandes ciudades del país. Hoy, el 75% de la población colombiana habita en las ciudades y se cree que dos tercios de la población en condiciones bajo línea de pobreza viven en ellas.
Bogotá es la ciudad colombiana de mayor aglomeración urbana, con una población estimada de 6.5 millones de personas; le siguen Medellín y su área Metropolitana con aproximadamente 3 millones, y Cali y Barranquilla con casi 2 millones de habitantes cada una. Las siguientes en tamaño son Pereira, Bucaramanga y Cartagena, con poblaciones que oscilan entre 700 mil y un millón de habitantes. (Todas esas cifras son de 2005/2006) Estas ciudades se han consolidado como pilares de productividad y crecimiento económico pero también de concentración de pobreza; por ello el Gobierno Nacional considera las políticas urbanas como un componente relevante de la estrategia nacional de desarrollo, considerado esto como uno de los objetivos de las entidades del Estado, entre ellos el Ministerio de Transporte.
Un sistema de transporte capaz de proveer movilidad y accesibilidad eficiente para todos los habitantes promueve el crecimiento, alivia la pobreza y genera integración social mientras propicia condiciones de desarrollo; por eso se considera que el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad contribuye a generar mayor equidad, y eso se puede lograr – entre otras cosas – con un buen sistema de transporte (público y particular) y una eficiente y racionalizada utilización de la infraestructura. En este contexto el Gobierno Nacional desarrolla el Programa Nacional de Transporte Urbano – PNTU, para lo cual apoya grandes y medianos municipios y/o áreas metropolitanas, en el estudio, diseño, y en algunos casos, cofinanciación de los Sistemas Integrados de transporte Masivo - SITM. Con el fin de asegurar la disponibilidad oportuna de recursos, la Nación se propuso suscribir créditos con la Banca Multilateral (BID, CAF y Banco Mundial) para financiar el 100% de sus transferencias a los SITM de dichos municipios y/o áreas metropolitanas.
OBJETIVOS DE LA POLÍTICA NACIONAL DE TRANSPORTE URBANO Y MASIVO Desarrollo de sistemas de alta calidad, sostenibles, para mejorar la movilidad en los principales corredores de tránsito masivo de cada ciudad intervenida. Mejorar la accesibilidad de los más pobres mediante la implementación de rutas alimentadoras y rutas integradas. Fortalecer la capacidad institucional a nivel nacional para formular políticas integradas de transporte urbano, y a nivel local para mejorar la planeación y gestión de operación del transporte público urbano.
• Calidad de vida y sentido de pertenencia • Recuperación del espacio público • Amoblamiento urbano de alta calidad • Regeneración urbana • Disminución de tiempos de viaje • Integración modal • Generación de empleo • Disminución de accidentalidad • Reducción de niveles de contaminación • Mejorar la seguridad
LOGROS: 308 kilómetros de corredores troncales y pretroncales A agosto /08 2.2 millones de m2 de espacio público 1170 kilómetros de redes de servicios públicos 75 puentes peatonales (nuevos e intervenidos) 36 soluciones a desnivel.
Objetivos: * Mejorar la movilidad de la ciudad. * Disminuir los costos de transporte. * Fortalecer a las empresas de Transporte. * Mejorar la competitividad de la ciudad. * Garantizar la independencia, eficiencia y sostenibilidad del proyecto en el tiempo. Función: Gerencia y gestión del sistema integrado. Manejo del fideicomiso y garantizar el mantenimiento y nivel de servicio del sistema.
EDUCACION como todo proceso que implique cambios culturales en las personas, el sistema de transporte masivo requiere de una permanente campaña de educación y capacitación de sus usuarios, sobre normas de uso, comportamiento, prevención de accidentes y de
contravenciones, y demás disposiciones que faciliten y permitan la utilización optima del sistema, haciéndolo más amable, más ordenado, más cómodo, para que contribuya a una mejor calidad de vida. Si bien es cierto que la Empresa Transporte del Tercer Milenio, Transmilenio S.A., desde que comenzó operaciones, ha venido repartiendo entre los usuarios del servicio, volantes informativos sobre las rutas, los paraderos etc., instalando en las estaciones carteleras con el mismo propósito, e implementando nuevas tecnologías informativas para anunciar las paradas de los vehículos; todavía es común encontrar usuarios desubicados que no saben como acceder al sistema o se pierden dentro del mismo, lo que genera demoras, congestiones, incomodidades y convierte al usuario en una posible víctima de los delincuentes. En algo mucho más grave que lo anterior se ha convertido el desconocimiento que de las normas de comportamiento dentro de los vehículos existe por parte de gran número de usuarios. Tal desconocimiento le crea al Concejo de Bogotá la necesidad de propiciar la elaboración de un elemento que ayude a regular la utilización del sistema de transporte masivo, previa identificación de las principales falencias del sistema actual de información que se viene utilizando por la Empresa Transporte del Tercer Milenio, Transmilenio S.A., y también mediante el conocimiento y análisis de los comportamientos y reacciones de los usuarios del sistema. Este elemento es un Manual en donde se consignen las normas que regulen la utilización de los Portales, Estaciones, Accesos, Vehículos (articulados y alimentadores), venta de tiquetes (tarjetas), dispositivos de seguridad y defina las contravenciones que se puedan generar por el incumplimiento de las disposiciones establecidas en el mismo. El propósito del Manual, es eminentemente didáctico y sus principales destinatarios son los usuarios del Sistema Transmilenio, a los cuales se les debe facilitar y garantizar un servicio de transporte en buenas condiciones de acceso, comodidad, calidad y seguridad, informándoles la forma de su utilización y fomentando su uso para mejorar las condiciones de movilidad de la ciudad a través de campañas que desincentiven la utilización cada día mayor del automóvil particular.
Satisfacción:
El 56 por ciento de los encuestados asegura que el servicio del transporte masivo es mejor que el de buses, Busetas y colectivos. Aseguran que además les ahorra tiempo a la hora de movilizarse en la ciudad. Mientras que el año pasado, el 12 por ciento de los consultados manifestó desplazarse a su trabajo, oficina y estudio por el sistema de transporte masivo de la ciudad, este año la cifra aumentó al 19 por ciento. Los ciudadanos no han dejado de ser críticos con este servicio. El 60 por ciento coincidió que el sobrecupo es la razón principal para darle una baja calificación al sistema, por encima de la inseguridad (32 por ciento). Pero, pese a estas dificultades, el 50 por ciento de los ciudadanos encuestados considera que la calidad de vida en la ciudad ganó tras la entrada en operación de Transmilenio. De 1 a 5, el sistema masivo fue calificado por los consultados con un 3,68, solo superado por los taxis (3,99). Pero el 56 por ciento afirma que el servicio de Transmilenio es mejor que el que prestan los
buses, Busetas y colectivos, mientras el 15 por ciento lo considera peor. Por zonas, los ciudadanos prefieren el TrasMilenio en el centro (27 por ciento) que la Buseta (23). Pero en el occidente, la Buseta arrasa con el 32 por ciento, y TrasMilenio alcanza apenas el 13 por ciento de usuarios. Tecnología para más seguridad en TrasMilenio
Pensando en la seguridad de los usuarios del sistema de transporte masivo de la capital, el Centro de Control de TrasMilenio y el CAD “Centro Automático de Despacho” de la Policía, implantaron tecnología de avanzada logrando que las cámaras que se tienen en el centro de control para la vigilancia de la operación del sistema, tengan una conexión directa con el CAD, lo que genera una reacción inmediata en casos de actos delictivos en las estaciones.
Lo anterior ante la congestión de las estaciones en horas “pico”, lo que da paso a problemas de inseguridad que se solucionan con el monitoreo de TrasMilenio en términos de operación y ahora por parte de la Policía desde el CAD.