Día De Muertos[1]

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LA CULTURA DE LA MUERTE EN MÉXICO. Muchas personas sobre todo extranjeras, se sorprenden de la familiaridad con que los mexicanos nos referimos a la muerte, tema tabú en otras culturas, las prehispánicas consideraban a la muerte como un final de ciclo (imaginemos un fin de curso o fin de año) que merecía ser celebrado, pues en todas las culturas el mas allá estaba lleno de esperanzas, era la zona donde no se tiene hambre, sed, frió o sueño, los antiguos pobladores de meso América, consideraban a la muerte como un paso a una vida mejor, así cuando la persona moría no se le lloraba, por el contrario se celebraba un ritual festivo y alegre en memoria del difunto; para su viaje a la zona de luz como se le conocía al lugar de los muertos, casi todas las culturas prehispánicas hacían una ofrenda consistente en lo que el difunto podría necesitar para un viaje si estuviera vivo, así se le ponía en su sepulcro dependiendo de la clase social a la que pertenecía , vestimentas elegantes, joyas, agua comida , sal para el viaje e incluso mercancías para trueque. A su llegada los conquistadores, se sorprendieron de la visión que los pueblos conquistados tenían de la muerte y no se explicaban como podían celebrarse los rituales fúnebres con música y danzas, ni porque se les ponía ofrenda en los sepulcros, los europeos siempre tuvieron un miedo natural a la muerte que no era comprendido por los locales, con el tiempo se volvió una forma de marcar una superioridad cultural, el trato cotidiano con la muerte, el indígena pregonaba y presumía su cercanía con la muerte y la hacia ver como su amiga y su cómplice, actitud incomprensible para cualquiera ajeno a su cultura. Con el paso de los años la cultura mestiza ha hecho un sincretismo de las antiguas creencias y las costumbres que trajeron los conquistadores, ahora se hacen altares tipo religioso en los que se ponen ofrendas al tipo prehispánico, para conmemorar a los difuntos el día 2 de noviembre, en esta fecha se pone en las ofrendas aquello que los recordados disfrutaban en vida, se tiene la creencia de que vendrán de visita al hogar que los recuerda y tomaran solo el aroma de los alimentos que se les ofrecen pues al carecer de cuerpo no pueden consumir lo que se sus seres queridos les ofrecen. La cultura moderna también hace gala de su falta de respeto y temor a la muerte dando a sus expresiones un tono festivo y gracioso, refiriéndose a ella de manera familiar y cotidiana, he aquí algunas expresiones y refranes al respecto:

A mí las calacas me pelan los dientes. La muerte me da risa. No me asustan con el petate del muerto. La muerte es un impuesto que pende de nuestras cabezas y no hay mas salida que pagarlo. Si el que muere paga sus deudas, yo ya estoy al corriente. De aquí a 100 años todos seremos pelones. Denme por muerto. O me entierran pronto o les apesto el pueblo. Pretextos quiere la muerte para llevarse al enfermo. Entregó el equipo. Estiró la pata. Me cargo pifas. Vámonos muriéndonos todos, que están enterrando gratis. Más vale verle la cara al sepulcro que al juez. Matrimonio y mortaja del cielo bajan. Son capaces de vender al muerto. Renovarse o morir. Las herencias y las viudas guapas nos ayudan a consolarnos del drama de la muerte. Sobre el muerto las coronas. El muerto al hoyo y el vivo al bollo. Toma del fuerte para que no sientas la muerte. Agua de las dulces matas, tu me tiras, tu me matas, tu me haces andar a gatas. Entre dos no pesa el muerto. Adelante con la cruz, que se lleva el diablo al muerto. Mientras muera en la raya aunque me maten la víspera. Me gusta lo negro aunque me espante el difunto. Mejor morir de pie que vivir de rodillas. Me muero de hambre pero no me humillo, seré cadáver pero no gusano . Si me han de matar mañana, que me maten de una vez. El muerto y el arrimado a los tres días apesta. . Lo que no mata engorda. Mas vale morir de gordo que de hambre. Muerto el ahijado se acabó el compadrazgo. Nadie tiene la vida comprada. No temas morir, la muerte no es mas que una parada. Hierba mala nunca muere. Lo malo de la inmortalidad es que hay que morir para alcanzarla. ¿Quieres saber tus virtudes? ¡Muérete!. Al que se aleja lo olvidan y el que se muere lo entierran. Aprende a vivir y sabrás morir bien. Mata mas el olvido que la muerte. Tengamos paz y moriremos viejos. Yo ni en la paz de los sepulcros creo. Mata más una duda que un puñal. Tres veces borrico el que vive pobre por morir rico. Aquí yace el hombre más rico del panteón. Si después de los 50 nada te duele es que estas muerto. El que se quita 20 años de vida se quita otros tantos de temor a la muerte. El enfermo que cambia de cama, morir quiere. El que por gusto muere hasta la muerte le sabe. Hay que dejar a los muertos en paz y a los vivos con sus ilusiones. Para el amor y el muerto no hay caja fuerte. ¿Dónde lloran a este muerto? La vida de los muertos esta en la memoria de los vivos. Los cementerios esta lleno de gente que se consideraba imprescindible. ¿Quién se quiere morir con lo caras que están las flores? En las culturas prehispánicas, no se sabe exactamente su origen, pero el día de muertos encuentra en los pueblos de México, como una expresión de verdadero fervor por lo mágico, lo histórico y lo maravilloso

La muerte desde la aparición del hombre sobre la tierra ha generado un culto muy particular. Las culturas prehispánicas concibieron la muerte como una dualidad con la vida. Las Aztecas tenían dos fechas especiales para recordar a sus muertos: En el mes de agosto dedicado a MICCAILHUITONITLI o "muertecitos" y en noviembre la fiesta de los muertos grandes. "El señor de los muertos": El origen de las ofrendas esta en el culto que las razas autóctonas rendían a sus muertos, que en el temple ofrecían mazorcas, flores y encendían copal para aromatizar el ambiente y así agradar a los Dioses con quienes residía el espíritu de los difuntos. Dentro del calendario prehispánico de los grupos Nahuas del altiplano central, había por lo menos seis fiestas dedicadas a los muertos. Entre ellas dos eran las principales del 12 al 31 de julio en que se recordaba a los muertos chicos y los veinte días siguientes se celebraba la fiesta de los muertos grandes, que se caracterizaba la magnificencia de las ofrendas. En nuestro país desde tiempo de la cultura preclásica, (2,000 años A.C.), igual que los teotihuacanos, toltecas, aztecas, huaxtecos, totonacas, otomies, purépechas, mixtecos, zapotecos, mayas, etc., practicaron el culto a la muerte y sus ritos eran similares. Concibieron la muerte baja una dualidad con la vida y esto lo podemos apreciar en diversas esculturas que existen en la actualidad, como cráneos con la mitad descarnada encontrados en la ciudad de México y en Oaxaca. En figuras pares una encarnada y otra esquelética encontradas en la Huasteca. Representaciones con la muerte sola y de las deidades de la misma en todas las zonas arqueológicas. La existencia en el mas allá decían, era de acuerdo con la forma de su fallecimiento, no ala conducta observada en vida, por lo tanto no se temía a castigos posteriores a la muerte. Después del deceso, generalmente los ancianos vestían al muerto con papeles de amate o maguey. Le derramaban agua en la cabeza diciéndole, esto es lo que gozaste en la vida. Si su muerte estaba relacionada de alguna forma con el agua lo vestían como Tlaloc, Dios de la lluvia. Se les colocaba un jarro con agua para vencer los obstáculos harta llegar a su destino. Si habían sido importantes le colocaban en la boca una piedra verde llamada Chalchihuitl y si había sido común y corriente, le colocaban una piedra de menos valor. Generalmente incineraban el cadáver, el

fuego de la cremación se atizaba al mismo tiempo que se entonaban canciones lúgubres, reducido el cuerpo a cenizas se depositaba en una olla de barro y la enterraban. También quemaban sus pertenencias e instrumentos de trabajo. El entierro se hacía en la casa, en algún templo o en los montes .Se colocaban ofrendas de comida, bebidas, y flores en ese lugar. Las almas para llegar a su destino final tenían que pasar por diversos sitios que presentaban otras tantas dificultades, para vencerlas, les colocaban a los cadáveres diversos papeles, que les permitían vencer los obstáculos. Esos lugares de paso al mas allá eran: dos sierras que casi se juntan, una serpiente, una lagartija verde (algunos dicen que era un cocodrilo), ocho desiertas, ocho cerros, una zona de vientos helados que cortaban como navajas (por eso les quemaban sus ropas) y por último cruzaban el río Chignahuapan con la ayuda de un perro. Los sacerdotes españoles para Lograr la conversión de los pueblos prehispánicos compararon el Mictlan con el infierno. El Tlalocan, paraíso de Tláloc, donde reinaba el verano eterno, dónde iban las almas de quienes su muerte de alguna forma se asociaba con el agua, como pulmonía, resfrios, ahogados, hidrópicos, par rayo o por cualquier otro mal hídrico. Ahí disfrutaban eternamente nadando y consumiendo comidas exquisitas. Otro lugar para estancia de las ánimas se decía el Chichihualco (en la casa de la leche), Allí residían las almas de los niños pequeños. Se alimentaban del Chichiuahuitl o árbol de la leche. Creían que los niños si reencarnaban. Los antiguos mexicanos dedicaban a sus muertos el noveno y décimo mes del año calendárioco, El noveno mes comenzaba al 5 de agosto y se llamaba Tlaxcochimaco, que significa tierra florida. Ese día daba comienzo la fiesta de las muertitos que se refería a los niños, duraba todos los veinte días del mes, se ofrendaban legumbres. En el décimo mes o Xoco Hhuetzo, que significaba fruta madura, del 25 de agosto al 14 de septiembre, se hacía la fiesta de los muertos adultos, Se lloraba y se hacían ofrendas de comida. Otro concepto profundamente dialéctico de que la vida trae implícita la muerte, y la muerte trae implícita la vida, Por ejemplo, el maíz que al secarse la

milpa conserva la mazorca: muere el tallo pero queda la semilla. Este mismo concepto se aplicaba a las seres humanos: mueren pero su estirpe continúa. En la época prehispánica los muertos se esfumaban en el reino de Mictlantechutli. Solamente los guerreros muertos en combate y las mujeres en el parto adquirían la calidad de estrellas para acompañar a Quetzalcoatl a sus recorridos celestes. Los alimentos suelen ser muy variados de ofrenda a ofrenda; sin embargo las ofrendas que actualmente se colocan no son totalmente diferentes a las prehispánicas; en realidad sólo se transformó sustituyendo sus componentes originales. De acuerdo a la tradición debe componerse de nueve elementos esenciales los cuales nunca deben o pueden faltar. El AGUA. Considerada como fuente de vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de un largo camino y como fortalecimiento para su regreso al más allá. LA SAL. Elemento de purificación, sirve también para que el cuerpo no se corrompa. INVITACION AL BANQUETE. Elemento de sabiduría. EL CIRIO. La flama que produce significa luz, fe y esperanza. Llamarada de triunfo, porque el alma pasa de esta vida a la otra, ala inmortalidad, a lo desconocido. COPAL o INCIENSO. Ofrenda a los dioses. Elemento que sublima y transmite a la oración o alabanza, uniendo al que ofrece y a quién recibe. Perfume de reverencia soberana, para alejar a los malos espíritus. LAS FLORES. Las blancas (alhelí y nube) significan pureza y ternura. Las amarillas, cempoaljochitl, significan riqueza, flor de oro. Se cree que antiguamente era usada como medicamento, para curar, conservar la vida y alejar la muerte. EL PETATE. Es un objeto de ofrenda para el descanso, para merecer el banquete.

JUGUETES. Perro izcuintle para las ánimas infantiles son elemento de juego. Por otro lado, el perro izcuintle ayudaba a las ánimas a cruzar el caudaloso río Chiconahuapan, último para llegar al Mictlán (lugar de los muertos). EL PAN. Es lo que se invita al recién llegado, alimento que se comparte fraternalmente. EL GOLLETE y LAS CAÑAS. Este pan en forma de rueda se coloca en ofrenda, sostenido por un trozo de caña. Se podrán relacionarse estos elementos en el zompantli; los golletes podrían significar los cráneos de los sacrificados y las cañas las varas conque se ensartaban.

Feliz Día de Todos los Santos y Día de los Muertos, rescatemos nuestras tradiciones; NO a la fiesta anglosajona del Hallowyn, fiesta dedicada y de adoración a Satanas, CUIDADO.

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