SCL 1 ESPACIOS , selección de textos de Manu el Tironi Rodó 1 Fernando Pérez Oyarzun #
PRACTICAS V !'.ARIAS
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CULTURA URBANA
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El estudio de la desigualdad urbana en Amérü.:a latina ha sido bien documentado a lo largo de las últimas décadas. asi como el surgimiento de la polarización y fragmentación en su ciudades . Sin embargo, existen tres problemas principales con la forma en que la distribución espacial de la desigualdad ha sido estudiada: primero, se ha reducido el estudio de la desigualdad al estudio de la ~cgregació n residencial: seg-undo, en general. se ha adoptado un aná lisis abstracto particularmente cuantiLativo , ignorando así las implicandas que La desigualdad tiene en las prácticas cotidianas urbanas: por úlUmo, e ha asumido que las ciudades son estáticas. ignorando o desestimando la tendencia de éstas y de sus habitantes a ser crccicntemenre móviles lJirón. 200 7 ). En Chile, la invesligación sobre exclusión social, segregadón. fragmentación y concentración de grupos vulnerables en periferias ha ~ido extensa IDucci. t99í; Held. zooo: Sabatini. Cáceres et al.. 200 1 a; Jirón, 2004: MINVU, 2004 : Rodtiguez y Sugranycs, 2005: Oniz y Escolano.
\tOVlLJDAD CO ~f() ~ANI FJ.;.HAC JÓ N D.E D EST(;IIALDAU URB AN A 1
' Una ~-er~ón prchmmar d<.' ~·~~ Lr.1l>::j o (u e pubucada
en mglés en ~w¡~jourll/JI of )O(iclo,r:.·. ~ptcfallmlt on Spur<\ Mv!JthrJ 4 tld l ll<'QtHillty, volumen .33 número 1 2007.
2007), sin embargo, ésta aún adolece de los tres problem<~s menciona-
dos. La:, implicancüts de e ros análisis es que, al hacer que desigualdad ca sinónimo de sq~regación, este enJoque ignora que la desigualdad puede manifcsLarse en divcrlla~ formas como t.'n el acceso a la educación, salud. empleo y no revelarse a rravés de un análisis de egregación rc~idencial. De hecho. a pesar de reducir la distancia fisica entre grupos distintos. la c.le~igualdad puede pcrsisrir en cuanto a acceso dispar a los benelic.:iol) urhanos. u 1" tlil)paridad en el porendal de movilidad (o motilidad ) y f'n el accc~o diferenciado a espadas de conllumo. Esto no disminuye la importancia del análisis desegregacióu, pero no significa que la segregci\\ca.~ a ad.a contexto. J\'\\!;\1.1\oS
pero oo·os están en permanente desplazamiento; de igual mtmera. hay
Umit<.·~
que pueden ser más permeables que otro~ . Como pod rá ou~cr varse, la permeabilida d otorga una oportunidad en la forma en q ue lac; desigualdades se llevan a cabo en áreas urbanas. particularmente por m<.·<.l io de prácticas de movilidad cotidiana. De e~ra forma , el prc!!Cnl e esrudio, basado en un n·abajo etnográfico realizado en la ciudad de Santiago'\ pretende explicar las múltiples dimensiones y viscosidad de la desigualdad urban
T.A r rtr DAl> LN MOVIMt.I::.NlO 178
de lugar (Dourdi n. 2003). lo que involucra m ás que la suma de los viajes realizado~. Llrry (20031.>) explica que el dcsplaL.am.icmo no ha sid o lo su ficirmcmcn tc iuv~:. tigado , excepto por el trabajo de mgcmero de rranspot·tc y t•ronomi las que liendcn a examinar simple categorías de VIaje. Sin embargo, comprender tales conexiones requiere concentrarse m {t en las experiencias que estas mO\-ilidad es ~encr.m que sólo l'n los tipo5 y formas d C' rransportc. ya que la movilidad ~s más que nada un m cruo para lograr actividades basadas socialmente y no el objeuvo de tales aclivid;ódotrt•s en las ciencias socia k~ han sido a-móvileoc;: deJan de lado el exam~ n sobr<> cómo la vida social presupone tamo Jos movimientos actuales com o los imaginados de las persona ~ de lugar a lug
• Denvo~uu ..tcJ LrOAIMjo d,. m' ~>llg¡tuón Üt' Docwradn Pr Planilicacmn lim a n&
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solamente l¿¡s formas disponibles, generando así ma<~ desigualdades. Además. la accesibilidad está distribuida d~ manera dispar entre los individuos: estando o no atraídos por la movilidad. no todos lien~;>n igual acceso a sitios de rrabajo, placer o consumo (Alle.mand, 200J). \H)VILIDAU DJI-l:.RE!'o'CIADA Y SU~ CONSJ.Ui tNCI.\S 1 Las movilidades son muy distinras (Adcy, :wo6) y se expedmentan de formas diferenciadas dependiendo de las relac10nes de género. edad, origen socioeconómico. etnia o religión, encre orras. Para ejemplificar cómo la movilidad diferenciada amplía o restnnge el acceso a la dudad, esta sección. basada en una mvesngación má!l amplia:.t, analiza la experiencia de movilidad cotidiana de 12 familias. Las familias seleccionadas representan tres barrios específicos. que fueron escogidos debido a la proximidad enrre cada uno y su localización en un área en transición dt' la ciudad: la comuna de La Florida. Sin embargo, pese a la proximidad fisica entre los diterenres grupos sociales. exhten barreras físicas. sociales, económ icas y culturales que c-vllan. que experime.nten la ciudad de una manera similar. AsÍ. los barrios ~elecdollados 1·epresenwn a grupos de ingresos bajos. medios y altos para fines de comparación. Una mirada más cercana a la expcricnda de movilidad puede ayudar a develar forme:1s especUica~ dc desigualdad de acceso. qtlc prevalecen y son m¡mife~tadas en experiencias diferenciada durante esta práctica. En esra investigadón. la desigualdad de acceso se basa en el trabajo de Cass et a1.12005). quiene!l hautraduddo la exclusión socio-espacial a acceso como "la habiltdad de negociar espacio y tiempo para lograr práctic~ v rnantt'ner relacione-s aue las versonas cstima11 como necesarias vara 1a vartici-
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pación S()cialnormal" (Cass, Shove et al., 2oos: s-nl. Tomando cst<.· enfoque, esta sección analizct cómo los inilividuos experimentan el acceso a prácticas, relaciones y también lugares. siendo el acceso a lugares un aspecro importante que esta investigación aporta a la noción de exclusión soáo espacial. 'f1J::MI1 0 l'UUJroo '"'" rliPAC Jos l'AlL\ ~OU:\LIZAR 1 El acceso a la práctica de 1r a trabajar tiene variadas implicancias en términos de la e..xperienda de desigualdad: a veces, las relaciones sociales ~ou la principer uno de los primeros en subirse al bus. consigue sentarse sin problemas y así empieza un viaje que él dkc disfn.1tar.1>ronto. a las pocas cuadras, su amiga Mónica se sube al bus, conversan durante todo el camino al trabajo. de sus amigos. sus familias. la vida ... Él asiente y saluda a val"ios pasajeros que se van subtendo durante el trayecto. F.l viaje no es fádl. el bus pronto se llena, la gente se ve cansada y las posibilidades de un robo son altas. El viaje dura poco más de una hora y luego de comprar su desayuno en el camino. Mario llt·ga al tt·ahajo antes de las 8:oo. Trabaja hasta las t8:oo, sin salir del taller todo el día. ya que le traen el almuerzo. Dice que '1a parte rnás difícil del viaje de vuelta es logmr subirse ti ICl rmcro... tengo 'fue wmirwr uttos 20 minutos todos los días para pocla tomarla 1111 poco mds vacía; a \'('Ces me voy rolKando de la puerta, cu i11viemo ime mojo ur1 poquito!" Dice que no cambiaría su trabajo por uno más cerca a su casa. dice que no le molesta el tiempo de viaje. Bernardo no se involucra en ninguna de las tareas del hogar. Alicia resuelve esa parte de sus vidas y él provee con un monto mensual que ella se preocupa de hacer alcanzar para el mes. Él pasa la mayor pan e de su ti~rnpo libre tocando guitana y saliendo con sus amigos, es por eso que el viaje en el bus no es problema, para él es otra manera de socialü.ar. Mana tiene 24 años. está casada con Ernesto y tienen una hija de 7. Vive en el mismo barrio que Bernardo. Trabaja haciendo aseo en uno de los barrios más ricos de Santiago: La Dehesa. Cada mafiana se levanta alrededor de l,a s 6:30 y prepara a su hija para ir al colegio. A las ¡ :30
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caminan a rravés de un parque, atravit>'\a n sitios eriazos y 1.m campamento irregular, llegan al colegio alrededor de las 8:oo y su hija entra a clases. Luego Alicia camina hacia la calle principal con el fin de romar c:l primL'rO de los do· buse~ que la Ucvan a "u trabajo. Debido a la hora, lo5 buses que pasan ya están muy llenos. Cantina retrocediendo hasta d paradero anterior para asegurarse de poder subir aJ hus, ya que más adelante d chofer no para ni abre las ptlel'!a<;. Cuando llegad bus completamente lleno, Marta, empujando y aprerando. lográ subirse ames que se cierre la puerta. Una vez dcmtro es dificil ver hac1a el interior. mucho meno:> hacüt afuera, el bus está que rcvien ra. pero ella logra moverse hacia el cenrro del bus. De a poco empiezan a aparecer las cara~ de los pasajero:> adentro. ··~o u cas1 todas na nus"' en esta micro", dice. que van a trabajar a la áreas mas ricas de kt!> ciudad, donde estún Jo trabajos mt'jor pagados. Las mujeres Sl"ntadas van casi todas dunnien-
• ~lodismu chilt·nn parn Ja,
cmpltadas domesncas.
do; salvo por chistes iniciales aJ chofer sobre Ja lata de ardina en la que circulan, el viaje se realiza en silencio cac;i hasta el fu1al. Marta se va parada c~i lOdo el viaje. Se baja ante de su parada. para poder tomar el siguiente bus wsi no. la nticro va muy Uena y no me para~. Se sube por la puerta aaser;t y viaja por otros 45 minutos hasta que llega a un Santiago distinto, limpio. verde y sin gente en la calle. En toral su \-iajc dura C"asi 2 horas. Su jefa se queja porque llega tan tarde y le dice que M~ levan te más temprano, "no entiende que no puedo salir más temprano, que
tengo que llevar a mi hija al colegio en ~a nwñana y tto se trata ele levantarse mds Para eUa.. el tiempo en el bus es tiempo perdido: no puede dormir, no puede leer. no puede mirar para afuera. La vuelt" es igual de difícil, pero por el cansancio parece peor. pisa un pie prim.('ro. mientras descansa el otro, así se pasa el viaje, hasta que a veces encuentra asiento. Stt mal' ido se preocupa: "mi esposa tiene un viaje dificil... y cuando llega a la casa está cansada. lucios los dfas le duelt: ulgo. los pies. lo c<~b<'za, utta p1enra. tlll brazo. la muno. es como si el cunsuncio se apoderara th' su cuerpo". Marta ahora c¡i~nte que tiene que escoger entre su trabajo y su hija Patricia, ya que no tiene quién la recoja después del colegio. A veces Ernesto lo hace. cuando trabaja de noche, otras veces la recoge una vecma. pero le tiene que pagar. EMá pensando dejar su trahajo.le gu~Laria encontrar algo rná::, cerca. para evitar el viaje diario de 4 horas todos los d1a y pa:>ar ese riempo con su hija. Marta vacila en tre su hija y su trabajo, sabe que no se puede quedar en la casa, ya que se aburre y eJ dinero que rrae ayuda en la casa. pero dke que necesita estar presente para su hija. Cuatro horas dianas en el bus es muy largo y muy dificil. pero sea lo que sea, aunque encuentre un rrabajo más cerca, igual no habrá n~tdiC' que recoja a Patricia del colegio. Ambas experiencias de movilidad düicren, pese a utilizar el mismo modo de transporte. El primero e& más cómodo, porque Bernardo se puede ir más temprano cn la mañana, y tener. por ende, una experienda más posiriv<~. la diferencia es que Bern ardo pucc..lc.: ~aür de su casa más temprano, pese a que su hijo riene la m1sma edad que Patril'i;L Su e~posa Alicia lo prepara para ir al colegio, mientras que en el caso de Marca. ella es la que esra a cargo de esta rarea. Bernardo es una persona narur~tlmeme arui~rosa y ctisfruta el viaje conver~anc..lo y haciendo amigo . La dt>c;igualdades en lo roles de género hacen que las experiencia~ col id ianas d1fieran. had~udolas más dificil para maclr~ o padres solos con hijos pequeiios. A(<.Jo!lü .\ lUl.ACfONES: U hogar se hace trmprcmo".
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difícil; convcrs:. r, reír, compartir, pasar tiempo juntos se vudve otra tarea más y se reduce a lo que las personas hacen cuando eJ resto de las actividades están cumplidas. Aquellos entrevistados provenientes del barrio de menores ingresos, parecen no tener tiempo ni <.li.Jlt·ro para permanecer con Jos miembros del hogar fuera de la casa y cuando comparten liempo y espado en el lugar de residencia. lo hacen mientras atienden 1ahores domésticas o ven televisión. A veces salen al parque cerca no y, rara vez.
dfns Ubres se JWsun \'ula11du, l'engo dos dias y mee! lo, salí ayer y hoy tengo líhr~
y \lttdvn a trabc~¡nr mafiatta en la 11ochr. Ellu quit>re
~alir,
salir: a cctminro
realment~ HO tetlf'tll O~ ricmpu. t11WIIlo trnemos un sa11acl1J o domingo Libre, signi· fica limpiar~ arrcglur lt1 castl, A veces hago parte: elel luvt1do de rOJ>a en la sc11Wn11, ¡wro t1o puedo hacerlo wdo. a vect'~ vamos ~11 parque, a jugar, espcdalmcure c?lt el
verano, pem en lm•ic.>nlO nM
quedamos adentroM
Salir con la familia implica guswr dinero, por lo tanto, personas tiende a evitarlo. ~Me gusmrfa
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~ste
grupo de
ir ellos parques gnwdes. me dan ganus de ir al CtrrQ San Cristo"buJ o
al Santa Lucia, pero no \'O_Y por la plaw. porque ir significa gastar... pi~:nso que t!meJOr J{mtar esa plata t·n olrus cosu), ttltfs nece~arias" (Drrnardo}
"(.uandn salimos a comprar lo usamo~ como paseo también, salinws, vilrineamo!y. si nos qucclu plattl, va mM a comer al.go ti Los polliros dicen>. pero siempre com~mos !ligo, tlOS aprcramm tm puco, por lo meno!> 1m hdaclo en la Plaza. A los illñós les encanta ... stcmpre esrdn pidiendo cosas, una bebida, algo, pero IJ(J nos a1ccmzu sie111pre" (Morío)
Para aquellos del barrio de ingresos medios, e] acceso a la familia inmediata gira en torno a encon n·ar el tiempo parjn tt'Ht>llUl~ nueslrl.s uclividad de los viernes cm1
'ra
In romawidad, que no~ cncanra. es una clrtn·idad que rw!' enriquece muclln como
¡wrcja. Sal unos lwrlo. hacemos hartas cosa> como part'ja. Tmramn~ dt pololt•ur'. JU.~ur a sal1r. harto. Vamo~ a ir a Buenos Alrc>s ahora, él se gamí unv$ pilSilJ•'' por la pega ... Traramo~ de dcu•wrk los .fine<de ~emano a lus muo~. aur~quc no ~algamn~ mucho... Flulm cliu.fumws al Cajón del Mcnpo y terrmuamn~ cu unu l{ru~ict. volalld<> ,·olanrmtts y JUganJu Julbol. lu piLStWIO' bwn. ~ulm los cuatro \'ICIIdo lcts uubc>~- (Carmen}
r:: r :-l O U\ A 1• ARTE O 1 A Ud' 1 R 11 :"\(lA Uh l.A I:~CARCE T .4.\.IÓN 1 Con relación a la SecaÓn ;tnll'flOl sobre acce)o limüado al nempo de o<.io. la movilidad cotidiana puedl' ~cr vi 'ita como una dimensión vital de la exclusión social en la cmdad. Algunas personas )t! mueven libre y fácilmente de~de su lugar de rcsicl~nd,t. otro~> 1>\.' quedan: aquéllos cou capaddad de moverse tambh:•n se vuc.>lven inacc e~ib les a todos aquellos que. distintO~> a dios. están confinados a un espacio. Las personas del grupo de menores ingreso~ m endonan 'il!Ot 11·se y c~tar encarcelados. no así los grupo!l ue ingreso~ medio~. salvo por lo. aclultoo mayores. Para los grupo~ de menores ingresos. las causa~> <.le inmo,•ilidad son monetarias. relacionada~> con el uempo y también vinculadas a sus responsabilidadc~ eJe género. Algunas mujeres nn . alen mucho por la5
A C C E <;O o\ J U C. A R F e; : LA V 1 O t\ S ü CE D
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JWlrOS
rhill'no par¡¡ 'a !ir ancbp rll" n0\11" ·
·espon abilidade con sus hogares e hijos. Estas restricciones tienen :onsecuenaas especificas en términos de exclusión; se sienten atrapalas y frustradas. Jicia tiene 39 aúo~ . está casada con Bernardo y tit'ne 3 hijoc;, pero ella e preocupa principalmente del más pcq ueüo de 7 años, Mario. Está ratando de poner un ncgoao de costura, pero no tiene muchos cliente .ún. Una vez al me va al cenn·o a comprar tela. pero la mayor parr«: lcltiempo e queda en la casa, cuidando l os quehaceres domésticos. a familia y la costura; sólo sale a hacer compras pequeñas a tiendas :ercanas. Ulumamcnt<.' lo pasa mal pensando que "la vida está afuera, n otm pe1rt~" p('rO no puede hacer mucho al respecto. Sabe que puede ·onc;eguir un trabajo, el marido no la limita en eso. pero tiene miedo le dejar a su hljo pequeño 'o lo. Se -;icJlle responsable y atrapada. Q!1icre ·star presente cu c::.cuchan música a rodo volumen. día y noche. ialen al parque de vez en ruando: ·xos ~'1tsr a ir tlM auuclUt' stCI rm ratito, está t~m cerca... es como st cstu\16t'mos t.'n utra partt.', p aqu(, como si t?stuv~c~ramo~ ca~uguclos, t:( como si eSill\'tlramos acostumbrado~ csn se .
3ernardo sale. üem· m
~o'~pttdo~
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v~n rüadón,
ella no:
"T n~ 'terne~ me u~,·u rm guitarra al trabajo y después me \'oy a algún bulldtl' y
''mpit:zn a cantar, llego tl la casu ttlrde los vrernes pero esa es mi mcmua d~ des· nl'.l,rtmnt: .. rnmbtéu tengo el Club de Toby, un gniJ1CI e amc~IJll que n.osjunramos dr vez en ruando y cnmamn.( afuera, ella rw sule mucho".
;in embargo. aunque se t' té afm:ra, t'n movin11emo, la encarcelación ambil-n :;e cxpcrimenra. Pe~e a que los trabajadores urbanos crunn la ·iurlad dos vece'\ al día. por lo menos, d <.:onocimit"ntO cie la ciudad puele ser mínimo. espedalmcllll' para aquellos de ingresos bajos. Marta. >or ejemplo. pc~c :l qut' ha ec;rado tomando el mismo bus por la mjsma ·ura doc: veces al día, por lo menos 3 ven·s ;t la ~~mana. duranre los úlimo ... cuarro :tñm. no conoce los nombres de Las caltt-S principules o la ·uta específica: cuando tomau el b\ts no miran hacia afuera. ''F.s tan rutinario, rodas los días, ran aburrido... )'(1 conozco el escnwrio, es
feo y aburnclv. pam qué mirar nwncl<J puedo estar durmiendo o corawrsalldo• (lJerunrdo)
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cor-;c: J .ti~ JU>: ES 1 Eu el
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contexto latinoanwricano. la ~egregaoon residL'II· cial es una importante manera en que las desigualdad~: .. e trauucen en un asnnto rspadal. Sin embargo, hacer qm:- la desigualdad sea sinónimo de la sqp:egadón urbana es problemático, ya qut• la segrega don ptwdc seJ· el re~;ulrado ele o tros procesos -incluyendo el desarrollo inmobiliario-y la desigualdad puede m anitestarsc de otras for mas. como en el accc~o a la educación, salud. l'mpleo a espacios virales de la dudad: eo,w puede 110 revelarsl' por medio de un análisis de st:gregación residenoal. La idea de enclaves fijos de desigualad requit're recons1deración -partt· cularmenk en el contexto del aumento del porendal de movilidad- y los sistemas urbJnos dinámicos, que hacen el análisis <.lt' desigualdad ruás complejo. ya que sus causas son mu ltídimenswuales y sm manifestaciom:s, má. difíciles de detcc!ar. Rela dune~ desiguale<> como las de género. conditiones socio('conómica'> o edad, genert-~ n experiencias dift·renc.iadas: para algunos la cxpl'rit>n· ci.a de viajar c;c vuelvc difícil y lim itada. En e:l caso de las relaciones de género, que cruzan las diferencia~ de inbrreso. la~ mujeres -cuyos ro k<~ s~ divid en entre d repToducl ivo y el productivo 1- requteren realizar varias tarea~ al mismo tiempo y cxpc:-rimentan grandes difi culta<.ic'\ en m desplaz•nniento.Másaún.lbLemas de movi lidad que resullan deficiemer.; (poco fiables. indidenres , incómodos. inseg uros. hannados. infrecuentl'') pueden llevar a aquello) co n los ml~díos a u tili7.a r movilidades altt•rnativ
R111 .:~ qur n.-ncn un \'llor
rlt> IJ II tbiO ¡prwhtlll' ,.,, '!'
las orJcnrad,,c :>. ':llhlo.ll c-1 l:o< nt-cf~!>tdadcs el,, J;¡ ta:wlaa. q u•. ,nlu l!cncn ,.al<1r dt: u~o (n •pmriur.l.lvasl (f'l d.-1F.tl j.
igu.d dad e~. bLO l~1mh~~:n
rdacinna con el análi<:is dt" sisremas de rrampcu re - qur> uwolucra t>l an:í lisis del transpone público y privado St.>
simultaneamenre- y de las ''arias formas de movilidad qut.· t.:XI'iten. mdU}l'IH.lo canuu¡n·. andar ~n btlidr ta , rt'alizar acuerdm para comparar auromovill'"· u-.a1 auromóviles indt\'Jduales. colecnvos. buses. metrot>, rrenc~. enrrr mro' Las poliucas urban.t::. rcq1.u eren una con~tdcrac1ón 1ná sena de la.:; pdcul.h ,,h nwvtlid ad como una lorma de mejorar lo~ st~te ma~ urbano-. mcluyl·ndo d transpone. pero rambtén con el fin de: c.lJsminlllr ln dc:stgua ldad y promo,·er ciudades más equitativa~. La ionua <.· n CJllt> los ::.1st1 m.t~ uruv1~1ó n . ya c.¡ut' la~ ciuda dt>~ y c;us h alntan tt!~ son credentenwllle m óvtlc~ y la movilidad o mmonhdad su~ Hdas thanas af~cl;.t di.' manera ímpon ttna· u calid;¡d clt• \'lt.lcie dar luz pnmern qur. nada, a la nece<;idad de contar con mejore~ !>istemas ck (fansponc, mt:JOr mfr.:te)lrucrura. mejores p1·ograma~ habitadonaJ,., , pero lamlm n lllLJO l aLccso :1 l.t ~ condtciones de rrabajo, educación v servicio<; til: 'al ud , acriVJdadec; culturales uso del tiempo libre, rcconociruu~nco de la oper.tnon tk l.t econuuu;t mlonu;i 1. t'llll'l' o tro-.. bto m vol uc:ra reconon·r que las , y generahlWIHt' combinadas en término~ de lo~ upo) d~ lugan• dondt> <;e:> va y los modos de u·anspone y m: se u tiliznn pam llega..r ahí. Además, muchas prácucas que son de primera imponttnd :t en terlllinm <.k m u vil~tudiad.as f"tl pmfundi iniciar ivas
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de movilidad y !let n mados en tu:tyor detalle. comprendiendo por ejemplo quten hace' In!! c:ompra . cuáll's son sus h o rarios, cómo se n.•¡¡}iz¿m, cuáles son los días de compra cu;ll~ s son }¡ts difit~tlracle) y c:ó mo sr rd.u:ion,ml.t~ t'OllllJf.l' con Ol L.t::. a<.:Lividadc" que las perc;ona.c; reali1.an. f:s1n unplit:a que la o uda.d rcqutclc adap rarse mejor a las nece!>i<.l;tc.lcs de su población y no necesariamenre lo inverso , \' J 4UL' los malal.la.r~ actualc. ~ o n una form
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las persona e; se mueven. Como resultado. gran parte de la experiencia de las personas en la dudn, se quedan. se encucmran y se conocen. Todo esto ocurre m.icntra.~ las personas están en movimiento; sin embargo, se conoce poco sobre las implicadones que esto tiene en la vida cotidiana y en la vida de las personas y, particularmente, si por medio de esta movilidad urbana la desigualdad aumenta o disminuye. Comprender eJ rol que la movilidad urbana juega en la generación de desigualdades en Santiago pu ede forjar una mejor idea sobre qué elementos mirar para lene1· una entender sus causas y consecuencias. La complejidad e invisibilidad de nuevas manifestaciones de desigualdad requiere más análisis en cuanto a las formas en que las personas habitan la ciudad en este contexto móvil. Esto puede complementar la investigación de segregación residendal. ele modo que si la localización periférica de vivienda genera y refuerza la segregación. la m ezcla de población puede no ser la única solución: la movilidad diaria puede ser vista como una posibilidad de disminuir o aumentar la segregación a1 abri1· puertas de entrada a nuevas o diterenres posibilidades de apropiadón de lugares.
Auey, Peter. ·tf mul>11lty 15 everythtng thcn it ls nothmg. 10ward~ a rdat iuual pulirics of {lmhnoblliTié$". Mobtlltlcs. Volumen 1. numero l. Routledge, tondn:~. :wo6 All~>mand, Sylvain . C:oloqmo in1.c1 u:tdoual T/J~ senst ofmovtmmt Modt>rnuy lltld mllblluir.~ u1 Cf•tllt'mp~rury urbun sorielirs. rv:.~ C:.t•ntr(' t~ult\lr~l l n ll'm;ttinna.l (),. (.,.rhy·la·Snlle. lll~lilUlt: pour l:l V&lle en Mouvcmcnt Pans, 2003 Bourdin. Abtn ·work~hop 4: Hypcrmodern mdrriduals?" Col<><¡Ul!l tntt'tni!.(!J unal11ll' scn s¡· of muwrtunl, Modtrmry nnri mnhlhllo tn m ntrmpora:y urlwn >Odctit). IVM, Ct!mre Cuh urcl lnrPr·nruion¡¡f d1• r.l'ri~)"-1:rSt!lle.l.II&UIUit: pvur 1.. Villt: t'Jl Mouvcmem, l'aris :! OOJ C.au, Nod; ~hu\'C, !:.hza b~th r john llrr). •sooa 1exclusmn. mobuuy and accc;s· 1!-:r ~octolo¡:l<'al kC'VII' W. Vo!wneu s. número 3. Blackwelll'ubhshing. Oxlord. 2005 Ducci. María. "Chile. d lado O>ruro de una politica de vivtem.lacxlto~:t· . .E!JRE, Volumen 21,1lÚlUero 69 l'ontUiti¡l !Jn{v
~000
jarv•"· Hel~n ; Pt·atl. Andy y Peter Cheng.Chong Wu. 'I11t 1rn-c1 hft of W lt.~. 11tt socmf tepm.luc1111n of <"<'ry•tluy lrfe. rcanon f':duc:atmn, Nueva Yt:~rk, :.111111 Jirón . PaoJa. •Tht' b~¡¡umíng o.f the eud o( fhe ChlJraJ\
houilng modt•l. Ll'~\011~ ro tre Jt~anlc:tl fmrn ova :to vean. of cxpcnence· Conier cncta internat'IOnal AdequtJit ¿nd affordablt lrouSi rl1! for all. cu•.~. lh nver<1ry ofTornnro. Tu ronto. 2004
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