Duración De Un Tratamiento De Desintoxicación.docx

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Duración de un tratamiento de desintoxicación Ésta es una de las preguntas más importantes que se hace una persona con problemas de adicción antes de acudir a una clínica para solucionar su problema: ¿cuál es la duración de un tratamiento de adicciones? Evidentemente no existe un tiempo válido para todos los casos. El tiempo o la duración de la permanencia en el CETAD depende de multitud de factores, no podemos generalizar y dar un tiempo concreto. Ni nosotros ni ningún especialista, ya que esto depende de cada persona. La primera cosa que debemos hacer cuando seamos conscientes de que tenemos un problema es acudir a un especialista en adicciones para que evalúe nuestro caso. A partir de ahí podemos dividir el proceso en diversas fases.

Este modelo está constituido por etapas, cada una de ellas incluye una necesidad básica y una serie de tareas para sostener el proceso de recuperación.

En el proceso de recuperación de las adicciones a sustancias se producen importantes cambios tanto a nivel cerebral como psicológico. En cuanto a la primera se producen cambios neuroquímicos a nivel del sistema nervioso central, estos cambios se traducen en un reajuste biológico que a su vez implicarán cambios que se manifestarán a través de signos y síntomas de índole físico y psicológico. Es importante la aplicación de una terapia de recuperación temprana, en la que se explique al paciente y a su familia o entorno directo, cuales son y en qué consisten cada una de las cuatro fases a las que hará frente a lo largo de su proceso de recuperación. Dichas fases son las siguientes: La primera fase de recuperación, es la de de retirada o síndrome de abstinencia, empieza con el primer abandono del consumo de la sustancia o sustancias, dura entre 1 y 2 semanas. El síndrome de abstinencia es, sin duda, el protagonista de esta etapa, esto implica para el paciente la desintoxicación física de la sustancia lo que suele provocar deseos intensos de consumir, depresión, ansiedad, baja energía, irritabilidad, insomnio, paranoia, problemas de memoria… y un largo etcétera. Todos estos signos y síntomas obedecerán, como hemos comentado, al reajuste neuroquímico cerebral. Es necesario que tanto la persona como su familia, comprendan a que se deben estos estados emocionales y que acabarán remitiendo.

La segunda fase de recuperación, es la de abstinencia temprana o luna de miel, esta fase suele caracterizarse por la presencia en el paciente de un estado de bienestar e incluso euforia al sentir o pensar que sus problemas con la sustancia/s están prácticamente resueltos. Dura de 4 a 6 semanas y se caracteriza por el aumento de energía del paciente, aumento del optimismo, leve paranoia… estas sensaciones pueden llevar a la persona a tener un exceso de confianza que puede causar problemas ya que el paciente puede pensar que no es necesario prolongar el tratamiento, pueden aumentar su exposición sobre todo a disparadores de tipo externo, consumir otro tipo de sustancia diferente a la que les ocasionó la adicción… Por todo ello es muy importante que los pacientes sepan de la existencia de esta fase y de cuáles son sus características principales así podrán conocer los riesgos y como enfrentarse a ellos haciendo uso de todas las estrategias de las que dispongan hasta el momento (calendario estructurado, conocimiento de sus disparadores, mantener su asistencia al grupo, hacer ejercicio físico para la liberación de endorfinas, detención del pensamiento…). De nuevo es crucial que los familiares del paciente conozcan las características de esta etapa. La tercera fase de recuperación es la abstinencia prolongada o fase del muro. Es sin duda, una de las más temidas por los pacientes ya que supone o lo viven como un retroceso debido a que el nivel de energía baja, emocionalmente la persona se siente apática, triste y en algunos casos se manifiestan estados de anhedonia. Puede llegar a durar entre 3 y 4 meses; la persona puede enfrentarse a cambios casi continuos en su estilo de vida, sentimientos de tristeza y rabia, soledad, conflictos familiares, su vida sexual puede verse afectada, pueden reaparecer los deseos de consumo… Todo esto puede llevar a la persona a creer que nunca se recuperará, aumentando así su desesperanza frente a la situación y las probabilidades de recaída que suelen justificar a través de su estado de ánimo. Hay que destacar la importancia que tiene para sus familiares el conocimiento de esta fase y recalcar que todos estos cambios se siguen a la adecuada estabilización de la neuroquímica cerebral y que los síntomas pasarán con el tiempo. La cuarta y última fase es la de adaptación y resolución, dura entre 4 y 6 meses, la persona ya ha superado los síntomas de la abstinencia física, mejorando casi todos sus efectos, pero esto no quiere decir, que su proceso de recuperación haya finalizado. En esta fase el paciente siente que al haber superado la fase del muro, su vida puede retornar a la normalidad, siendo esta una creencia falsa. El objetivo principal de esta fase es mantener el estilo de vida que se ha ido implantando poco a poco a lo largo de cada etapa de la recuperación y aceptando que esta etapa o proceso es para toda la vida. Debido a que en esta fase la estabilidad emocional se ve aumentada, el proceso de toma de decisiones y estado emocional del paciente se ven claramente mejorados. Este hecho puede llevarle a interesarse por realizar actividades que le gusten e incorporarlas a su nuevo estilo de vida. Es muy importante que la persona a través de sus

diferentes apoyos (familiares, amigos…) y de sí mismo, desarrolle y mantenga un estilo de vida equilibrado Esta fase suele caracterizarse por la presencia en el paciente de un estado de bienestar e incluso euforia al sentir o pensar que sus problemas con la sustancia/s

ACTIVIDADES NECESARIAS PARA EL FUNCIONAMIENTO Estas actividades engloban el mantenimiento y conservación del espacio físico, la higiene y el cuidado personal, las cuales tienen una íntima interacción con el trabajo terapéutico puesto que la capacidad de trabajo, en forma adecuada y La rehabilitación tiene como objetivo la recuperación de las habilidades pérdidas o no desarrolladas por el paciente a causa del consumo. La herramienta fundamental del proceso es la terapia grupal e individual. La terapia se complementa con otras actividades encaminadas al control de impulsos, reducción de ansiedad y mejora de las habilidades personales y sociales del paciente.

Manejo de Emociones y Estrés. Que los pacientes consideren y aprendan a utilizar adecuadamente sus emociones y afrontar el estrés permitiendo darse la oportunidad de tener un estilo de vida más saludable en sí mismo y con sus relaciones interpersonales. Autoestima. Mantener un equilibrio entre auto‐imagen e ideal de sí mismo, que permita manifestar confianza individual, motivación intrínseca para resolver las situaciones de la vida con seguridad. o y con sus relaciones interpersonales. Por otra parte, el desempeño de uno o más roles constituye un espacio potencial para que el sujeto pueda manifestar sus preferencias y ejecutarlo de una manera

que se adecúe a sus gustos o habilidades, obteniendo gratificación en el papel que le ha tocado o ha decidido jugar. a. La Evaluación Médico General: en este procedimiento se realizaran todos los exámenes de salud física, biológica del paciente para lograr obtener un diagnóstico de salud completo del paciente. b. la evaluación Psicológica: Se realiza la respetiva entrevista del paciente de acuerdo a los lineamientos del profesional de la salud, como herramienta se usara el Test ASI-6.0. c. Proceso de desintoxicación: Este proceso se realiza bajo estrecha vigilancia médica y con la ayuda de medicación de apoyo para evitar la aparición de síndromes de abstinencia. La metodología utilizada en

El CETAD “Nueva Jerusalén” evita la

sintomatología de abstinencia y desde el principio de su tratamiento, el paciente empieza a vivir el mismo como una experiencia gratificante.

Modelo Biopsicosocial Es el modelo más mencionado por los entrevistados. Se utiliza en los cuatro tipos de centros de atención, a saber: hospital; comunidad terapéutica; COSAM y consultorio. Modelo Sistémico Otro de los modelos más mencionado por los entrevistados. Trabaja tanto con el individuo como con su entorno. El énfasis está puesto en la familia y contexto en que se desenvuelve el sujeto. Busca generar redes de apoyo y control al tratamiento. Se utiliza en 3 tipos de centros: consultorio, COSAM, hospital y en centro de especialidad, como el Centro de Rehabilitación de Adicciones.

Modelo Cognitivo-Conductual. Su énfasis está puesto en el cambio en el proyecto de vida. Busca la educación del sujeto en cambios de conducta y la reinserción en su medio. Los siguientes tipos de orientación teórica no fueron pesquisados en el estudio de evaluación efectuado el año 2001 y sí aparecen mencionados en la actualidad: Modelo Comunitario Este es uno de los modelos utilizados por los programas que se realizan en COSAM. Busca la inserción del sujeto en la comunidad, con énfasis en la familia y otros recursos comunitarios. Su planteamiento básico es la consideración del contexto social del sujeto para que actúe como medio de control y reinserción. El consumo es visto como un problema que forma parte de la vida del individuo. Modelo Psicosocial Este es uno de los modelos utilizados por programas que conforman el tipo de trabajo de tratamiento y rehabilitación en un COSAM entre los que se seleccionaron aleatoriamente en la muestra. Su énfasis está puesto en el daño que produce el consumo en diferentes áreas de la vida del sujeto. Asume que se trata de un problema multicausal..

Promover y fortalecer valores, actitudes y hábitos saludables como factores de protección ante el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas Identificar factores de riesgo y protección relacionados con el consumo de drogas.

En este sentido, la propuesta del

responsable, representa una expresión de maduración en los pacientes y permiten evaluar en forma experimental y real los conflictos que obstaculizan la capacidad de trabajo y ayudan a la rehabilitación, así como ayudan a que los pacientes, al salir del CETAD, hayan aprendido el cuidado de sí y de el respeto por los otros.

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