INTRODUCCIÓN
Este libro surge del proceso de trabajo que los autores vienen desarrollando en el marco del Grupo Inter 1 . El Grupo Inter está formado por profesores, becarios e investigadores de la Facultad de Educación de la UNED, junto con la colaboración continuada durante estos dos o tres últimos años de miembros del CSIC y de la Universidad Complutense. Desde este grupo se están realizando diferentes investigaciones que pretenden ayudar a dibujar cómo se configura nuestro sistema educativo de forma que se busquen aquellas alternativas que permitan dotarlo de una mayor equidad. Los presupuestos teóricos que fundamentan el enfoque intercultural han sido el principal eje vertebrador de la actividad que venimos realizando. Junto a este trabajo de investigación y dada la necesidad de modificar las percepciones del profesorado, la mayor parte del grupo participa en proyectos de formación del profesorado. Este libro se ha elaborado como material básico de uno de estos cursos. La educación intercultural se ha convertido en uno de los tópicos más nombrados en educación durante esta última década. La afluencia de alumnado procedente de otros países ha sido el principal motivo de este auge. Y aunque con parcialidades y con enfoques en ocasiones demasiado compensatorios, este hecho se ha convertido en la excusa perfecta para hacer reflexionar sobre estos temas. Uno de los presupuestos desde los que partimos es que no hay que equiparar la educación intercultural a la educación del alumnado inmigrante. La educación intercultural ofrece diferentes alternativas que pretenden dotar de estrategias y principios de actuación para atender a la diversidad de nuestras aulas. Es por ello que partimos de un concepto amplio de cultura, y tendemos hacia lo que se viene denominando como escuela inclusiva. De esta forma, bajo este enfoque nos replanteamos temas de amplio calado que influyen y determinan muchas de las acciones que se desarrollan en las aulas, como pueden ser las políticas educativas o las teorías sobre la enseñanza y el aprendizaje. Igualmente buscamos una transformación profunda de la escuela, de los institutos, que garantice una mayor igualdad de oportunidades. Para ello, se ofrecen pautas para reflexionar y modificar la organización de los centros educativos, optándose por alternativas flexibles, tanto en tiempos como en espacios. Las propuestas de construcción compartida de significados están en la base de este enfoque, y deben estarlo tanto en lo relativo a la enseñanza y el aprendizaje como en lo relativo a al trabajo entre los profesores. De ahí que uno de los pilares prioritarios debe ser el trabajo cooperativo entre los miembros del equipo docente y la apertura del centro a la 1
En la siguiente dirección web puede encontrar algunos de los proyectos que tenemos en marcha, así como conocer al resto de los miembros del grupo: www.uned.es/grupointer
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
comunidad, incluida la familia así como otros agentes sociales. De esta forma, tanto lo que se enseña como el cómo se enseña y el cómo se evalúa deben estar bajo la mirada atenta del orientador y de los educadores. Se trata de dotar de unos esquemas conceptuales diferentes que nos permitan observar e interpretar la realidad de manera distinta, a la vez que posibilite ofrecer alternativas de intervención también algo distintas a las que se vienen dando. Esta obra se organiza en siete capítulos. Los dos primeros, pretenden ayudar a centrar algunos de los conceptos básicos que están detrás de este enfoque. La clarificación del concepto de cultura es uno de ellos, que se aborda en el Capítulo 1. Se ofrecen diferentes visiones del término desde distintas disciplinas, y se procura señalar las implicaciones prioritarias del mismo para la educación. Se termina el capítulo haciendo referencia a uno de los principios básicos que está detrás de todo este discurso, y no es otro que el de igualdad de oportunidades que busca su correlato en el de igualdad en educación. El capítulo 2, sienta algunos otros conceptos como son el de estereotipo, prejuicio y racismo, y comienza a señalar también algunos de los elementos definitorios del enfoque intercultural en educación. Todos ellos se tratarán de manera más detallada en los próximos capítulos, intentando encontrar el camino apropiado para llevar estos presupuestos a la labor de uno de los grupos de educadores más representativos de nuestro sistema escolar, hablamos de los orientadores. Antes de entrar a detallar todos estos aspectos, incluimos un capítulo previo, el capítulo 3, en el que se realiza un bosquejo de la diversidad escolar tal y cómo es vista por las estadísticas oficiales. Las descripciones categóricas son las principales, haciéndose especial mención a la población inmigrante, a los alumnos de educación especial, a la población gitana, a la diversidad lingüística o al alumnado de zonas rurales. Este capítulo tiene el objetivo prioritario de cuestionar este tipo de visiones parciales de la realidad. La diversidad de nuestros alumnos no se puede restringir a la pertenencia o no a un grupo determinado, somos, son, mucho más complejo que todo esto. El capítulo 4 tiene ya una mayor implicación práctica. Se reflexiona también sobre los modelos de intervención que suelen caracterizar la labor de los orientadores, y se propone un modelo colaborativo y dinamizador que busque el trabajo en grupo de todo el equipo docente. El orientador no debe ser considerado como un experto al que todos acuden para que solucione una serie de problemas. El orientador debe ser un miembro más del equipo, que trabaja de manera cooperativa con sus compañeros. Entre todos se intentarán buscar las soluciones a las diferentes situaciones que se dan en el centro. La integración de estos presupuestos debe apoyarse en el trabajo compartido y en la inclusión tanto de los presupuestos y fines a perseguir como de los objetivos y contenidos, así como las estrategias de enseñanza y evaluación, dentro del proyecto de centro. Se debe intentar la implicación de todos en un proyecto común. Se darán algunas pistas para alcanzar dicho objetivo. La puesta en práctica de estos planteamientos exige en el equipo de orientación una serie de competencias, que se están viniendo en denominar competencias interculturales. En el capítulo 5, veremos cuáles son las competencias que parecen ser necesarias para asumir la orientación desde una perspectiva intercultural y se ofrecerán
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Introducción
diferentes alternativas de formación, para que tanto el profesorado como los orientadores lleguen a desarrollar estas competencias. El capítulo 6 aborda la enseñanza y el aprendizaje de las competencias interculturales en el alumnado. En este capítulo se señalan diferentes actividades prácticas y diferentes recursos orientados a la adquisición de estas competencias. Finalmente, otro de los núcleos prioritarios de la educación intercultural es el referido a las relaciones establecidas entre la escuela, la familia y la comunidad. Durante estos últimos años han surgido diferentes propuestas, que se caracterizan principalmente por el fomento de esta colaboración, entre ellas tenemos las comunidades de aprendizaje. Se darán de esta forma diferentes ideas para favorecer la colaboración con la familia y con otras instituciones, escuelas o centros universitarios o de investigación. Dado el carácter formativo que buscamos con este libro, en cada uno de los capítulos se concretan los objetivos específicos que se persiguen y a la vez se incluyen una serie de actividades que pretenden ayudar a guiar la reflexión sobre los diferentes temas que se tratan. Esperamos que este libro cubra las expectativas formativas puestas en él, y se convierta en un buen punto de partida para comenzar la reflexión y el aprendizaje continúo sobre estos temas.
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