El alcance de la influencia Aristotélica en la Economía, a través de los escolásticos tardíos. Introducción El objeto de este trabajo es analizar el alcance de la influencia de Aristóteles en el pensamiento económico de los llamados Escolásticos Tardíos y en los desarrollos científicos posteriores en el área y, además, examinar hasta que punto se trata o no de un caso de continuidad científica, de acuerdo a la definición de David C. Lindberg Los Escolásticos Tardíos y su relevancia en Economía Los Escoláticos Tardíos es la denominación usual que recibe un grupo de autores reunidos en torno fundamentalmente a la Universidad de Salamanca1, a comienzos del siglo XVI. Schumpeter por ejemplo clasifica a la Escolástica en tres grandes períodos a) del siglo IX a finales del Siglo XII donde sobresalen figuras como EscotoErígena, Abelardo, San Anselmo de Canterbury o Juan de Salisbury b) El siglo XIII, que llama período clásico de la Escolástica en donde sobresalen Grosseteste, Alejandro de Hales, San Buenaventura y Duns Scoto entre los franciscanos y San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino entre los dominicos. c) Del siglo XIV al XVII que comprende para el autor austriaco toda la historia de la Economía escolástica
La Escolástica es “esencialmente una investigación racional de cada problema relevante en las artes liberales, filosofía, teología, medicina y derecho, examinados desde puntos de vista diversos, para alcanzar una solución científica e inteligente que sea consistente con las autoridades aceptadas, los hechos conocidos, la razón humana y la Fe Cristiana2 .La denominación de Tardíos se debe, obviamente, al momento de su aparición, cuando la Edad Media había terminado en la mayor parte de Europa Occidental; Lindberg señala como esa desaparición fue gradual y en diferentes momentos en cada una de las regiones3 Odd Langholm, uno de los autores más importantes en el tema del pensamiento económico medieval describe así su aparición:
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Por supuesto ésta es una simplificación, ya que muchos de los autores a analizar no estudiaron ni dieron clases en Salamanca, sino por ejemplo en Alcalá de Henares 2 Citado por Chafuen, Alejandro A. “Faith and Liberty”,Lanham,2003, Lexington Books p.17 de New Catholic Encyclopedia (New York,Mc Graw Hill, 1967) 3 Lindberg, David C. “Los inicios de la Ciencia Occidental” Barcelona, 2002, Editorial Piados p.235
When scholastic economics resumed some of its vigor in the early fifteenth century, its center of gravity had moved eastward, to the more recently founded German Universities. On the eve of the Renaissance, it crossed the Alps and came to rest in Northern Italy, where it remained until after the Reformation. The Council of Trent marks the end of Italian hegemony in this area. The last great flourishing of scholasticism is then often associated with Salamanca and other Iberian universities in Spain´s golden age, when economic subjects naturally found their place in academic curriculum”4 En opinión de Gómez Camacho, quien adopta una decidida postura a favor de la continuidad “fueron, claramente una escuela de transición entre el cambio de matrices disciplinares que se estaba produciendo, entre el modo “aristotélico de investigación” que era el normal desde por lo menos tres siglos antes y el platónico, que para ese entonces se presentaba como ciencia revolucionaria; de este enfrentamiento surgió la ciencia moderna”5 Al respecto parece prudente repetir la advertencia de Alexandre Koyré acerca de las divisiones tajantes en la evolución espiritual de la humanidad y el enmarañamiento de las corrientes de pensamiento: “Descartes que es el primer filósofo moderno, está lleno de concepciones medievales; alguno de nuestros contemporáneos es también contemporáneo espiritual de Santo Tomás”6 Pero examinemos brevemente la influencia de los Escolásticos Tardíos, en la ciencia económica. Uno de los Manuales de Historia del Pensamiento Económico de mayor difusión en nuestras universidades no puede ser más desalentador para nuestra pesquisa; “La economía escolástica no se tiene en mucha consideración en la actualidad. Se la percibe comúnmente como una sarta de falacias fuera de lugar sobre el precio de mercado, el interés y la propiedad” 7
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Langholm, Odd The Legacy of Scholasticism in Economic Thought. Antecedents of Choice and Power, London, 1998, Cambridge University Press, pp 9 y 10 citado por Noell, Edd In pursuit of the just wage… Journal of the History of Economic Thought, Vol.23 num.4 2001 5 Gómez Camacho Francisco “Economía y Filosofía Moral”, Madrid,1998,Editorial Síntesis pp 12 y 13 6 Koyré, Alexandre “Estudios de Historia del Pensamiento Científico” p.10 Aunque a continuación Koyré aclara que “la división en períodos no es enteramente artificial ya que los hombres de una cierta época tienen un aire de familia” usando la imagen Wittgensteniana. 7 Ekelund, Robert B y Hebert, Robert F. “Historia de la Teoría Económica y de su Método” Madrid, 1992, Editorial McGraw-Hill. Más allá de que uno se pregunta cuánto del énfasis peyorativo (“sarta de falacias”) será original y cuánto será añadido por la traducción, la afirmación de los autores sigue siendo falsa
Muy distinta es la postura de la obra más clásica del área, la Historia de Joseph Alois Schumpeter que dedica gran parte del Capítulo II de su obra (lo que insume aproximadamente 70 páginas) a estudiar la influencia escolástica en la ciencia económica. Concretamente escribe Schumpeter, “En los sistemas de Teología Moral de estos escolásticos tardíos la Economía conquistó definitivamente, si no su existencia autónoma, sí al menos una existencia bien determinada; éstos son los autores de los que con menos incongruencia se puede decir que han sido los “fundadores” de la Economía Científica. Aún más, las bases que pusieron para un cuerpo útil y bien integrado de instrumentos y proposiciones de análisis, fueron más sólidas que gran parte del trabajo posterior, en el sentido que una gran parte de la economía de finales del siglo XIX se hubiera podido desarrollar partiendo de aquellas bases, con más facilidad y con menos esfuerzo del que realmente costó desarrollarla.”8 Contundente afirmación del autor más clásico en el área; pero otro autor de gran renombre, acota las afirmaciones de Schumpeter sobre todo en lo que a la influencia escolástica en Adam Smith; nada más y nada menos que Mark Blaug que escribe: “ Por lo tanto podemos dudar de que los trabajo reciente sobre economía escolástica requieran una revisión del pensamiento económico anterior a Adam Smith: es posible que los escolásticos hayan aportado algunas ideas, transmitidas por Grocio, Locke9 y Pufendorf a Francis Hutcheson y a Adam Smith, pero eso no justifica la reducción que hace Schumpeter...”10 Sin embargo, unos años después, Blaug va a moderar su posición sobre el tema, al escribir “No idea or theory in economics is ever thoroughly understood except as the end-product of a slice of history, the result of some previous intellectual development” y también… “Economic knowledge is path dependent. What we know now about the economic system is not something we have just discovered, but it is the sum of all discoveries, insights and false starts in the past.” 11 En la linea de Schumpeter, no podemos olvidar los trabajos de Marjorie Grice-Hutchinson y, particularmente de Murray Rothbard. Al respecto Rothbard, por ejemplo, dedica el Capítulo IV de su obra específicamente 8 Schumpeter, Joseph Alois Historia del Análisis Económico, Barcelona, 1994, Editorial Ariel p136 9
Schumpeter denomina “escolásticos protestantes o laicos” a Locke y Hobbes por ejemplo, aclarando que ni ellos ni los estudiosos católicos ni los protestantes la aceptarían, porque pone énfasis en sus similitudes, en lugar de remarcar sus diferencias 10 Blaug, Mark Teoría Económica en retrospección, México DF,1985, Editorial Fondo de Cultura Económica, p.57 a 59 11 Blaug,Mark “No History of Ideas Please, We are Economists” Journal of Economic Perspectives, Vol.15,Num 1,Winter 2001, Pp145-164
a los Escoláticos Tardíos analizando a cada autor relevante de manera separada. Por si todo esto no fuera suficiente, como reconoció John Hicks, la Economía todavía está sumida en el problema de la más famosa controversia entre los Escolásticos Tardíos, la discusión que enfrentó a dominicos y jesuitas por la obra de Luis de Molina (un jesuita) llamada “De auxilis” acerca de la determinación y el libre albedrío humanos12 Por todo lo expuesto, no parece irrazonable asignar a los Escolásticos Tardíos una influencia al menos significativa en el desarrollo de la ciencia económica posterior, lo que nos permite avanzar en el objeto de nuestra investigación.
La transmisión de Escolásticos Tardíos
Aristóteles
al
mundo
occidental
y
los
Joseph Schumpeter definió al período entre la caída del Imperio Romano de Occidente y la Summa Theologica de Santo Tomás de Aquino, como “el gran hiato”13, lo que es una afirmación absolutamente inaceptable y que ha dado lugar a todo una corriente de autores dispuestos a contestar la inverosímil afirmación de Schumpeter. Parece en cambio mucho más razonable la postura de Solís y Sellés cuando afirman: “Los Humanistas del Renacimiento, que deseaban recuperar no tanto la letra cuanto el espíritu clásico de autonomía intelectual y moral, inventaron la expresión “edad media” para referirse a los mil años que los separaban de su modelo. El nombre creó la ilusión de una unidad existente, pues esos mil años incluyen épocas y áreas culturales muy diversas” Y agregan un punto importante “La represión física y la intransigencia de teólogos o aristotélicos se aplican más a la Edad Moderna que a la Media. Giordano Bruno fue quemado en 1600 y Galileo encarcelado a perpetuidad en 1633; si bien es cierto que en el París del siglo XIII se censuraron algunas opiniones filosóficas de Tomás de Aquino, éste no fue procesado ni mucho menos encarcelado...”14 Sí en cambio parece interesante preguntarse como hizo Schumpeter cómo fue posible una actitud tan crítica y por momentos tan radical de parte de monjes y frailes, un grupo social cuyos miembros están obligados a obedecer los dictados de una autoridad suprema y absoluta. 12
John Hicks Causality in Economics citado por Gómez Camacho, F op.cit p. 57. Gómez Camacho además agrega a Joan Robinson y a Oscar Morgenstern entre los economistas que sostienen la posición de Hicks. 13 Schumpeter op.cit. p.111 14 Solís, Carlos y Sellés, Manuel Historia de la Ciencia, Madrid, 2005, Espasa Calpe p.191
La aparente paradoja se resuelve fácilmente si distinguimos entre la esfera de la disciplina y de la obediencia y fuera de esa esfera, donde reinaba una gran libertad y la autoridad no pretendía dirigir su pensamiento ni prescribirle resultados15 En mi opinión, el párrafo de Schumpeter es una desgraciada consecuencia de la creencia acrítica en esa versión novelada de la Historia a la que se refieren Soler y Sellés, que se caracteriza además por soslayar los aportes Islámicos a la Civilización Occidental. Esto ha provocado que, en particular autores de tradición islámica, hayan refutado la desafortunada calificación de Schumpeter. Uno de ellos es S.M.Ghazanfar16 quién específicamente investigó a la figura de Abu Hamid Al-Ghazali (1058-1111) y su relación con Santo Tomás de Aquino, resaltando sus características comunes17 La tesis de Ghazanfar es que hubo una escolástica árabe, si por escolática entendemos al abordaje filosófico o enfoque preocupado por reconciliar la razón y la fe, y que dentro de esa linea, Al-Ghazali representó en el Islam un papel similar al de Santo Tomás en la Cristiandad; básicamente intentó adaptar de la mejor manera posible los textos antiguos (fundamentalmente de Aristóteles) a la fe, evitando por ejemplo una interpretación demasiado literal que contradijera la verdad revelada religiosa y que, por lo tanto, sería falsa. Las disputas en el seno de la Cristiandad, particularmente entre “radicales” que aceptaban una interpretación Averroísta de Aristóteles y los “más ortodoxos”18 que favorecían una interpretación Avicenista se vivieron un tiempo antes, muy similarmente, en el mundo árabe.19. Curiosamente, Joseph Schumpeter coincidió con esa hipótesis cuando escribió “El problema de la reconciliación de la enseñanza de Aristóteles con la teología hebrea se presentó a Maimónides, más o menos del 15 Schumpeter,J op.cit p 114 Más aún para Schumpeter, la situación sociológica del monje motivaba una actitud de crítica independiente de muchas cosas y detrás de él había un poder capaz de respaldar esa libertad. De hecho termina concluyendo, que los monjes estaban, en lo que se refiere al tratamiento de los problemas económicos y políticos mucho menos expuestos que los intelectuales laicos de épocas posteriores a la interferencia de la autoridad política y de los “lobbies”. 16 Ghazanfar,S.M. The Economic Thought of Abu Hamid Al-Ghazali and St. Thomas Aquinas: some comparative parallels and links, History of Political Economics , Duke University Press, pp 857 a 888 17 El propio Santo Tomás había reconocido esa influencia en la Summa Theologica 18 Pongo las calificaciones entre comillas, porque son relativas al momento histórico; así Santo Tomás fue considerado un radical sospechoso por los teólogos más conservadores y en el largo plazo, se convirtió en la posición ortodoxa dentro de la Iglesia. 19 Ghazanfar op.cit. p.865 De hecho para Ghazanfar cada una de las tres grandes religiones monoteístas tuvo un autor que tuvo un papel similar al de Sto. Tomás y Al Ghazali, siendo Maimónides el que lo hizo en el judaísmo. Schumpeter va a decir lo mismo, ver luego en el texto y nota siguiente
mismo modo que el problema análogo se presentó a los doctores cristianos”20 La obra principal de Algazel o Al-Ghazzali es “La destrucción de los filósofos” que fundamentalmente va a salvar el carácter creador de Dios Es interesante analizar a que se debió el predominio aristotélico que, a partir de la segunda mitad del siglo XIII, fue casi total. Al respecto Koyré anota una serie de razones: en primer lugar fue el único autor griego del que se tradujo al árabe y más tarde al latín su obra completa (lo que se conocía hasta el momento) pero, considerando el enorme esfuerzo que insumía la traducción y que habitualmente era guiada por la “utilidad” del texto a traducir, eso nos lleva al siguiente y fundamental argumento de Koyré: la universalidad y la “facilidad de enseñanza” de la obra de Aristóteles.21 Universalidad, porque salvo la medicina y las matemáticas, casi todo el saber humano se encuentra en ella, desde la lógica, física, astronomía, metafísica, ciencias naturales, ética, política y “facilidad de enseñanza” porque Aristóteles enseña y se enseña, se discute y se comenta22 , es, la decir de Koyré “una ganga para el profesor”. 23 Ante ello, las prohibiciones fueron letra muerta, porque no se podía quitar a Aristóteles a los profesores sin darles algo en su lugar y hasta Descartes, dice Koyré no había nada comparable.24 Schumpeter por su parte, sostiene que los desarrollos escolásticos del siglo XIII no se deben al redescubrimiento de los textos Aristotélicos porque nunca ese tipo de desarrollos puede deberse exclusivamente a causas externas. Como dice expresamente “Aristóteles llegó como un 20
Schumpeter, J op.cit p.126 nota 18, lo extraño es que Ghazanfar no lo menciona Las obras que la crítica acepta como de Aristóteles, se suelen clasificar en acroamáticas o esotéricas (llamadas así por estar destinadas a los oyentes del Liceo, que tienen forma de tratado didáctico presentado sistemáticamente), exotéricas (compuestas para el publico en general ,que tienen forma de diálogo) y las hipomnemáticas (guías de trabajo destinadas al uso personal del filósofo con forma de memorándum para tareas docentes o de investigación) Larroyo, Francisco Estudio Introductivo en Aristóteles Tratados de Lógica, México,1993, Editorial Porrúa p.30 22 El origen de la mayor parte de las obras de Aristóteles, notas para dar lecciones, indudablemente es la causa de la “facilidad de enseñanza” a la que se refiere Koyré, de acuerdo a la opinión de Werner Jaeger en “Aristóteles”, México, 1997 Fondo De Cultura Económica. 21
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Koyré op.cit pp 21 y 22 Koyré también diferencia esa “facilidad de enseñanza” de Aristóteles de la forma de Platón, dialogada, sinuosa, difícil de captar. Lindberg, en cambio, parece no compartir totalmente esa opinión al hablar del auge de los comentarios y atribuirlos a que “Aristóteles era excesivamente difícil de entender” p.277 .A mi juicio ambos autores están hablando de cosas distintas, Koyré se refiere a ”facilidad” para el profesor y Lindberg a “dificultad” para el alumno, que lo hacía recurrir a cualquier comentario disponible. 24 Lindberg, op.cit coincide .Ver cap.9 esp p 262
poderoso aliado para ayudar y completa. Pero la percepción de la tarea y la voluntad de lanzarse adelante, fueron independientes de él, como es natural” Y agrega “... la recepción de la enseñanza de Aristóteles fue principalmente un hecho muy economizador de tiempo y de trabajo, sobre todo en los campos que hasta el momento eran tierra yerma. Bajo esta luz – y no bajo la de la tesis según la cual no hubo más que aceptación pasiva de una casualidad afortunada- hay que ver la relación entre el aristotelismo y la escolástica.25
El auge de la Traducción El pensamiento de la mayoría de los autores griegos llegó a Occidente a través de las traducciones árabes, pero los escolásticos islámicos (Al Kindi, Al Farabi, Ibn Sina o “Avicena”, Ibn Rushd o “Averroes”, y Al Ghazali) además influenciaron notablemente a los escolásticos latinos. El material de la antigüedad clásica al que podía acceder un estudioso occidental del año 1000, era muy escaso: el Timeo de Platón y dos libros del Organon de Aristóteles traducidos y comentados por Boecio (Categorías y Peri Hermenias o “de la proposición”) junto con la Isagoge de Porfirio también traducida y comentada por Boecio26. Pero como aclara Geymonat la base de la recuperación dela cultura no est´acostituida por los materiales de estudio que se poseían, como por el nuevo interés que animaba a los estudios27. Ya hacia la mitad del siglo XII se difunde el conocimiento de las cuatro partes faltantes del Organon (Analíticos primeros, Analíticos segundos o posteriores, Tópicos y Refutaciones Sofísticas) y luego el resto del corpus aristotélico28 El caso de Santo Tomás, a quien van a tomar como punto de partida los Escolásticos Tardíos, es claro; su formación universitaria fue en Nápoles universidad que tenía una amplísima influencia árabe (su fundador Federico II era acusado precisamente por eso)
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Schumpeter,J op.cit p.127 Geymonat, L op.cit. p. 166. Anoto el nombre griego, porque la traducción de Geymonat habla del libro “sobre la interpretación” y en mi ejemplar está traducido tal cual puse en el texto) 27 Geymonat, L op.pag.167 28 Al conjunto de las obras acroamáticas o esotéricas suele llamárselo Corpus Aristotelicum 26
De hecho, para Koyré, de no haber sido probablemente por las invasiones turcas, mongoles y bereberes los árabes hubieran producido un desarrollo análogo a la escolástica latina. Dice Koyré “No tuvieron tiempo. Los sables turcos y bereberes pararon brutalmente el movimiento y fue el Occidente Latino al que incumbió la tarea de recoger la herencia árabe conjuntamente con la herencia griega que los árabes le habían transmitido”29
Hay que tener en cuenta que hasta este auge el problema de Occidente era la obtención del conocimiento, ahora va a pasar a ser más importante la selección de lo relevante y de cómo asimilar las nuevas ideas. Empezando en la primera mitad del siglo XII, la traducción se convirtió en la tarea más importante de investigación, teniendo como epicentro a España que por supuesto, estaba en las mejores condiciones para servir de nexo con el mundo árabe. La traducción desde el griego nunca había cesado (aunque no era muy importante) porque había en el sur de Italia comunidades grecoparlantes y bibliotecas con libros griegos, pero se aceleró en el siglo XII Las controversias sobre las interpretaciones de Aristóteles Hacia 1200 la mayoría de las obras de Aristóteles y los comentarios de Avicena estaban traducidos al latín, e hicieron su aparición en Oxford y en París durante la primera década del siglo XIII. Eso originó un decreto en 1210 ratificado en 1215 que prohibía la enseñanza de la Filosofía Natural de Aristóteles, pero sólo tenía efecto en París. En 1231 al promulgarse las normas de gobierno de la Universidad el Papa Gregorio IX respaldó la prohibición hasta que una comisión especialmente nominada al efecto, “expurgara de errores sospechosos”a los textos.30 La Comisión nunca se reunió y nunca se hizo una versión expurgada de los textos de Aristóteles31. Ya en 1240 la prohibición empezó a perder fuerza, probablemente por la muerte de Gregorio en 1241 y porque los profesores de París se iban gradualmente dando cuenta que perdían alumnos y reputación frente a Oxford y otras universidades que sí enseñaban la Filosofía Natural aristotélica.
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Koyré op.cit. p.20
Lindberg, op.cit. p.275 La integraban San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino y Guillermo de Moerbeke Wood,D op.citp. 210
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Para 1255 la filosofía natural de Aristóteles se había convertido en uno de los principales integrantes de la currícula universitaria, auxiliado por su poder didáctico, puesto que eran en realidad libros de texto resumidores y sintetizadores de temas32 Los comentarios En las primeras décadas del siglo XIII el principal comentarista conocido era Avicena (980-1036), que presentaba una visión platonizante de Aristóteles, pero a partir de 1230 empieza a ser substituido por Averroes (1126-1198), quien presenta una versión más auténtica y menos platonizante del autor. Lo que Avicena ofrece es una interpretación y reelaboración general de Aristóteles, influido por los comentarios neoplatónicos33 y por motivos místicos de la tradición árabe. Avicena distingue claramente entre Dios ser necesario en el que se identifican esencia y existencia y las cosas creadas, solo posibles, en las cuales la esencia no implica en absoluto la existencia. Una amplia jerarquía se desarrolla desde Dios al mundo, por medio de inteligencias motrices. El mundo es eterno e incorruptible, ya que su causa es eterna34 El objetivo de Averroes en cambio, era claro, recuperar el significado verdadero de la de Aristóteles, al que considera la más alta perfección humana, y que creía alterado por la ortodoxia religiosa islámica35 Por eso escribe la Destrucción de la destrucción de los filósofos, que si bien la revelación y la filosofía se mueven en planos diferentes, y no deben contradecirse, pero que la filosofía tiene una tarea más elevada, casi de religión para los hombres más preparados. Dios no es arbitrariedad absoluta, sino principio de racionalidad. El Averroísmo termina afirmando que la predicación del Corán tiene una validez literal para los incultos, mientras que la filosofía estúdiale sentido oculto de esa revelación, debe quedar por eso, estrictamente reservada al científico, de manera que no difunda en el pueblo confusiones y herejías Y debe tener un desarrollo libre, renunciando a todo compromiso con la religión popular. De ahí que los seguidores de Averroes hablaran de un 32
Schumpeter ,J op.cit p. 127 Entre los comentaristas neoplatónicos de Alejandría, es decir seguidores de Ammonio Saccas y de Plotino, el más destacado fue Alejandro de Afrodisia (siglo III DC) que hizo un notable trabajo de explicación y clarificación de las obras de Aristóteles 34 Para el Corán el mundo creado es posterior a la inteligencia creadora (como para el cristianismo), afirmaciones como ésta son las que produjeron la reacción de Al-Gazzali o Algazel 35 Geymonat, L op.cit p 177 33
“doble verdad” y que guardaran un respeto meramente exterior para con los dogmas religiosos, procediendo a construir teorías filosóficas y científicas de carácter exclusivamente racional. La versión más auténtica de Aristóteles incluía muchos puntos inaceptables para el cristianismo, de los cuales los tres más importantes eran la eternidad del cosmos, la mortalidad del alma y la imposibilidad de los milagros Para Aristóteles el mundo es eterno, lo que excluye cualquier posibilidad de Dios Creador (que sí puede asimilarse al Demiurgo platónico) No puede haber un momento en el que naciera y no puede haber un momento en el que deje de existir. Así mismo para Aristóteles el alma es la forma del cuerpo y como tal no puede existir sin el mismo, no puede tener existencia independiente y por lo tanto cuando la materia del individuo muere (el cuerpo), su forma (el alma), también deja de existir. La contradicción con la doctrina cristiana de la inmortalidad del alma, es flagrante. Por último las tendencias deterministas de la Filosofía Natural de Aristóteles afirman que hay naturalezas inmutables que son la base de una secuencia regular de causa y efecto y que por lo tanto, no hay lugar para los milagros. El Primer Motor aristotélico es inmutable, acto puro que sólo se piensa a sí mismo y que por lo tanto es incapaz de intervenir en la actividad del cosmos. Es difícil señalar una diferencia mayor con el Dios cristiano que promete que ni uno sólo de los cabellos de la cabeza de cada individuo cae sin que él lo advierta. Koyré resume al averroísmo como “una poderosa empresa de laicización de la vida espiritual, de negación más o menos camuflada, del dogma religioso” Y agrega luego, “Qué bien se comprende que Santo Tomás se haya sublevado contra ella! No sólo en nombre de la fe, sino también en nombre de la razón” porque afirma el autor que al romper la unidad del ser humano (al introducir al intelecto agente impersonal y común a todos), el averroísmo era una mala filosofía.36 De este conflicto, entre las interpretaciones de Aristóteles y su armonización con la teología cristiana, surge con fuerza la Escolástica Latina, con sus dos figuras más importantes, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino. Ambos van a sostener la posición que definimos como Escolástica, es decir el enfoque que tiene por principal objeto reconciliar la razón y la fe, la filosofía y la teología, claro que siempre respetando la superioridad de la Verdad Revelada, pero avanzando sutilmente del mero papel de sierva que le había asignado a la Filosofía, San Agustín de Hipona. 36
Koyré op.cit. p.39
Concretamente, para Santo Tomás, van a ser dos modos diversos de conocer la verdad, que pueden conducir a diferente tipo de verdades, pero nunca a verdades contradictorias. Con esa concepción y con un rigor extraordinario, Santo Tomás enfrentó los problemas que presentaba Aristóteles. En el caso de la eternidad del mundo sostuvo que no hay verdadera contradicción entre sostener que el mundo ha sido creado (esto es dependió para su existencia del poder creativo de Dios) y sostener que es eterno. En cuanto a la inmortalidad del alma, estuvo de acuerdo con Aristóteles que el alma es la forma sustancial del cuerpo, pero afirmó que era una clase especial de forma, capaz de existir independientemente del cuerpo y por ello, inmortal. Agregó que esta interpretación no era incompatible con el pensamiento de Aristóteles.
Pero mientras Santo Tomás intentaba este acercamiento, esta compatibilización, surgieron tal vez como era inevitable, voces que empezaron a enseñar peligrosas doctrinas filosóficas, sin preocuparse por sus consecuencias teológicas. Los más conocidos fueron Siger de Brabante y su alumno Boecio de Dacia que separaba rigurosamente la argumentación filosófica de la teológica y que sostuvo por ejemplo que el filósofo debe negar la resurrección de los muertos, porque conforme a las causas naturales a las que éste se limita, tal cosa es imposible37 Las autoridades religiosas consideraron a Siger y a su grupo una amenaza creciente, y por eso hubo dos condenas sucesivas de su pensamiento; en 1270 y en 1277, por parte del Obispo de París Etienne Tempier. En la primera se condenaron trece tesis supuestamente defendidas por Siger y su grupo. En 1277, ante el aparente fracaso de la primera condena, se publicaron 219 proposiciones prohibidas, cuya enseñanza implicaba la excomunión entre las cuales hay algunas enseñanzas de Santo Tomás. Para algunos, concretamente para Pierre Duhem, estas condenas son el acta de nacimiento de la ciencia moderna, por su ataque al aristotelismo consolidado, especialmente a la Física. Lindberg, aclara que tal interpretación a pesar de ser ingeniosa y de contener un elemento de verdad, en el sentido que las condenas promovieron el estudio de físicas alternativas no aristotélicas, es errónea en el sentido que no existía como tal en 1277, un aristotelismo consolidado38
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Citado por Lindberg op.cit.p.299 Lindberg op.cit p. 302
La condena se extendió aunque más suavemente, a Inglaterra en donde el Arzobispo de Canterbury lanzó una versión atenuada, pero con vigencia en toda Inglaterra. Pero ya en 1323, Santo Tomás es elevado a la santidad, y dos años después el Obispo de París revocó todos los artículos de 1277 aplicables al Santo. Y en 1341 se hizo jurar a los nuevos maestros de artes de París que “enseñarían el sistema de Aristóteles y su comentador Averroes y de otros comentadores y expositores del mencionado Aristóteles, excepto en aquellos casos en los que son contrarios a la fe”39 Mientras tanto el averroísmo más convencido se refugió en el Norte de Italia, especialmente en Padua, dando lugar a la llamada Escuela de Padua, conocida por su aportes en Anatomía y Medicina, pero que además desarrolló en el tiempo, en la opinión de Lindberg, una postura novedosa en metodología de la ciencia que, con el devenir de los siglos, daría lugar a la formación de Galileo Galilei40 Schumpeter en cambio, sostiene que los enemigos de los Escolásticos asimilaron a estos con Aristóteles, lo que no es totalmente cierto porque hubo escolásticos antiaristotélicos como Pierre Gassendi41 y entonces, para atacar a los Escolásticos atacaron al filósofo griego, acusándolo de cosas que en realidad eran defectos escolásticos, no aristotélicos.42 Como resumen es importante remarcar la tarea intelectualmente esclarecedora de San Alberto Magno y de Santo Tomás de Aquino, porque al mismo tiempo, debieron enfrentar al antiaristotelismo y al averroísmo, es decir simultáneamente defender a Aristóteles y no defenderlo tanto, como para caer en el averroísmo. Independientemente de cualquier valoración y anteriormente a ella, uno no puede dejar de admirarse ante la sutileza y la profundidad de esos pensadores.43 Pero examinemos más detalladamente, los aportes científicos de los Escolásticos Tardíos a la Economía.
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Lindberg op.cit. p.306 Olroyd, David “The Arch of Knowledge” , New South Wales university Press, 1989,Kensington p.36 a 39 41 Schumpeter, J op.cit p. 128 42 Schumpeter, J op.cit p 128 El ejemplo más claro es Francis Bacon que adoptó la causa de la ciencia “inductiva” contraponiéndola a la especulación escolástica y aristotélica, lo que no parece justo ni para con los escolásticos (por lo menos con los Tardíos) ni con Aristóteles 43 Y coincidir con Gazanfar en que verdaderamente existió una Escolástica islámica que influyó decisivamente sobre la Occidental. 40
El pensamiento económico medieval Antes de centrarnos en los aportes de los Escolásticos Tardíos, es conveniente que analicemos brevemente el pensamiento económico medieval, en general. Uno de los más detallados análisis al respecto es de Diana Wood, quien pone en claro desde la introducción de su libro que la economía medieval era una “economía teológica” y que, de hecho, no existía como disciplina separada, por lo que el propio nombre de su libro sería incorrecto 44 Todo pensamiento sea político, filosófico, legal, científico o económico era considerado un aspecto de la teología, porque además toda la vida se desarrollaba en el marco de la una sociedad cristiana con la consiguiente omnipresencia de la Iglesia 45. No es de extrañar entonces que las primeras investigaciones tengan más que ver con aspectos éticos y morales de la vida económica, con las motivaciones de la acción humana, más que los mecanismos de los fenómenos económicos. Schumpeter, comparte la opinión de Wood y con su colorido estilo dice Hablando de Santo Tomás, “pero todas las cuestiones económicas juntas, le importaban menos que el mínimo problema de doctrina teológica o filosófica”46 o después sobre los Escolásticos Tardíos escribe “Es evidente que el motivo del análisis escolástico del tema, no fue la curiosidad científica pura, sino el deseo de entender algo que estaban llamados a juzgar desde un punto de vista moral”47 Precisamente van a hacer los Escolásticos Tardíos quienes comiencen también a interesarse en los mecanismos económicos. Una advertencia previa metodológica Uno de los autores pioneros en este tema Odd Langholm demostró que la mayor parte del pensamiento de los autores medievales era fuerte y a menudo deliberadamente derivado, ya que no existía el concepto de “plagio”48 Las fuentes principales del pensamiento económico medieval fueron :la Biblia, con los comentarios bíblicos de los Padres de la Iglesia ( San
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Wood, Diana Medieval Economic Thought, Cambirdge, 2002, Cambridge University Press p.1 45 Hamouda O y Price, B también sostienen que ése es el supuesto básico del que parten todos los intelectuales medievales op.cit. p.197 46 Schumpeter, J op.cit. p.129 47 SchumpeterJ op.cit p. 141 48 Langholm demostró que buena parte del pensamiento de San Bernardino de Siena estaba tomado de Peter Olivi un autor franciscano, anterior.
Agustín, San Jerónimo, San Ambrosio, San Juan Crisóstomo)49, las obras de Aristóteles y sus respectivos comentarios y la tradición jurídica del Derecho Romano50 Las tres obras fundamentales que intentaron sintetizar estas fuentes fueron, a su vez: a) Las Sentencias de Pedro Lombardo que llegó a ser un clásico tal que Roger Bacon se quejó de que en París se lo prefiriera a las Santas Escrituras y que era tan pesado “que se necesitaba un caballo para cargarlo”51. Era una verdadera Summa del conocimiento teológico y que dio lugar a toda una serie de otras Summas teológicas de otros autores, de la cual la de St. Tomás de Aquino es el mejor ejemplo. El método usado es el plantear una pregunta, examinar los argumentos a favor y en contra de las respuestas anteriormente formuladas, seguida por la discusión y opinión del autor y por último las respuestas a las objeciones b) El Corpus Iuris Civilis ,recopilación del Derecho Romano, realizada por Irnerius un jurista de Bologna. Por supuesto, Irnerius agregó sus comentarios o glosas, práctica que continuaron tanto los juristas romanos como canónicos durante toda la Edad Media52 Los textos del Corpus fueron extensamente glosados y comentados. En el siglo XIII, Accursius publicó una Gran Glosa, condensándolos. Si las Sentencias habían casi sustituido a la Biblia en las escuelas de teología, lo mismo puede decirse de la Gran Glosa y el Corpus en las escuelas legales c) La Concordancia de los Cánones Discordantes de Graciano ,aunque era una compilación privada, ganó amplia aceptación como autoridad. Se le fueron agregando las disposiciones y decretos de los sucesivos Papas; las Decretales por Gregorio IX, las Liber Sextus por BonifacioVIII, y las Clementinas por Clemente V en 1317. En 1500 las Extravagantes (las que “vagaban afuera” de las colecciones ) por Juan XXII. También estas colecciones fueron ampliamente comentadas y en siglo XIII la Glossa Ordinaria de Johannes Teutonicus se convirtió en la obra más importante de sistematización. 49 Por ejemplo la “Catena Aurea” recopilación de Sto.Tomas de Aquino de los comentarios de los Padres de la Iglesia sobre los Evangelios., Buenos Aires,1948, Cursos de Cultura Católica 50 La tradición jurídica del Derecho Romano va a dar lugar a la idea de que los términos de un intercambio económico no están determinados por fuerzas suprapersonales que anulen la responsabilidad moral de los sujetos económicos. 51 Citado por Wood, D.op.cit.p.7 Probablemente Bacon jugara con el doble sentido entre el peso del volumen en cuestión y su lectura. 52 El propio diseño físico de los textos (con anchos márgenes en blanco) favorecía esta práctica
Los aportes concretos de los Escolásticos Tardíos en Economía Analicemos ahora más detalladamente los aportes de los principales Autores, separemos la exposición por tema y no por autor por parecernos más clara esa manera de organización. A) La Propiedad Privada Uno de los temas centrales de los Escolásticos Tardíos (siguiendo a Sto. Tomás de Aquino y anticipando a Locke)53 fue la justificación de la propiedad privada y sus límites. Las primeras interpretaciones bíblicas atacaban la mera posesión de riquezas, basándose por ejemplo en la parábola del joven rico, contenida en Lucas, cap 18. v.18-2554 resaltando el carácter escatológico muy acentuado en los primeros cristianos y su consiguiente despreocupación por los bienes materiales que además usaban comunitariamente.55 Murray Rothbard hace un largo e interesante análisis sobre este punto, anotando que en realidad las cuestiones económicas además de por supuesto de ser meramente marginales tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento son contradictorias y ambiguas, y por eso dieron lugar a interpretaciones tan disímiles 56 Frente a esta tradición empezaron a gestarse respuestas alternativas, originalmente fundadas en la morigeración del carácter escatológico del cristianismo primitivo. Si la Parusía no iba a producirse ni mañana , ni el mes siguiente, los bienes económicos y su disposición pasaban a ser mucho más importantes.57. Aquí se destaca Clemente de Alejandría(150-215) que defendió la propiedad privada, aunque por supuesto anotó que debía usarse para el bien de la comunidad y también criticó el camino de los ascetas y muy especialmente uno de los primeros Doctores de la Iglesia ; San Agustín de Hipona. Agustín va a ser el primero en adoptar una postura positiva hacia el comercio, fundamentalmente por su función de acercar los bienes al consumidor y por ello merecen su recompensa . Acerca del engaño y fraude que se les atribuían respondió con toda sensatez que los fraudes
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De nuevo es importante recordar como Schumpeter op.cit p.155 (ver nota 9 anterior) incluia a Locke en su clasificación de Escolásticos protestantes o laicos 54 Que difícil es para los que tienen riquezas entrar al Reino de los Cielos! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un hombre rico entrar en el Reino de los Cielos 55 Hechos de los Apóstoles Cap.2 44-47 56 Rothbard op.cit p. 61 57 En términos económicos se diría que se amplió el horizonte temporal a considerar
son de los negociantes no de los negocios, también los zapateros y campesinos engañan y no por eso condenamos su actividad58 Consecuentemente comenzó a interpretarse que lo condenado no era la mera posesión de bienes, ya que inclusive muchos de los discípulos tenían bienes sino el apego desordenado a los mismos (al que obviamente son más propensos quienes más bienes tienen). No nos detendremos en los argumentos de raigambre en las Sagradas Escrituras, por ser ajenos al propósito de este trabajo; en cambio examinaremos con más detalle los argumentos extra bíblicos. Concretamente los Escolásticos Tardíos plantearon una rudimentaria teoría del desarrollo económico al afirmar que la división de bienes y su posesión por individuos facilita el incremento de la producción y ese incremento de la producción, a menudo contribuye al bien común. Siguiendo el comentario de Sto Tomás de Aquino a la Política de Aristóteles59 imaginaron dos “modelos” o dos “escenarios” de sociedad; uno correspondiente a una cierta Edad de Oro en la que no existió propiedad privada, sino común60 y otro correspondiente a la historia de la humanidad, en los tiempos de régimen de propiedad privada61 Plantearon tres problemas 1) qué características debe tener la sociedad para usar uno u otro modelo. 2) Cómo se pasó del primero al segundo 3) Si una vez situados en el segundo puede volverse atrás al primero. Sto. Tomás identificaba esa mítica Edad de Oro, con la etapa anterior al pecado original62,pero una vez producido éste como escribió Juan de Mariana, debió recurrirse a una organización diferente de los bienes, por que ya la tierra exigió un gran esfuerzo y sudor para entregar sus frutos ( lo que antes hacía sin ellos) y agregado a eso, luego del pecado, lo s hombres son más débiles y perezosos anota también Molina63 En éste punto también se empieza a ver la sustitución escolástica de la razón lógico formal, por la “recta razón natural” En respuesta al segundo problema, responde Molina, pudo hacerse de varias maneras diversas a) por el poder paterno (de Noé), b)Por el poder un príncipe común elegido entre los hombres o c) por el consentimiento
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Rothbard, M op.cit.p 63 En la Secunda Secundae,citado por Gómez Camacho op.cit. p.88 60 Y en el que tampoco existía el Estado, como recuerda Wood, D op.cit p.17 61 La objeción más fuerte que puede hacerse desde el cristianismo, es que en plena época de propiedad privada, como la de Jesucristo, los primeros cristianos usaran el régimen de propiedad común. La respuesta escolástica era que los propios seguidores de Cristo tenían propiedad privada ,como San Pedro y San Mateo y Cristo no se los prohibió 62 Citado por Gómez Camacho op.cit p.88 63 Citado por Gómez Camacho op.cit p.91 59
común64. En cualquiera de los tres procedimientos aparece el consentimiento es decir, el hombre ayudándose de su recta razón decidió libremente el régimen de propiedad que debía regir en la sociedad65 Un autor menos conocido, Juan de París, introdujo más directamente un concepto clave y especialmente radical para el año 1302: la propiedad adquirida por un individuo por su trabajo, habilidad y diligencia, le pertenece y ni príncipe alguno ni el Papa tiene señorío o administración de tales bienes.66 También en Inglaterra, John Fortescue, siguió, aunque menos radicalmente, porque la mezcló con la idea del pecado original, la posición de Juan de París67 La respuesta a la tercer cuestión pareciera derivarse de la segunda, porque si los hombres consintieron en un régimen, ¿no pueden luego cambiarlo por el original? Molina en este punto luego de advertir que “en algunos casos causaría tan graves daños que, indudablemente sería pecado mortal el suprimirla por completo”, admite que “si la voluntad humana fue suficiente para que se estableciera, también lo será para quitarla”68 Veamos ahora a algunos autores específicamente
Domingo de Soto, por ejemplo critica expresamente la propiedad común d de los bienes por que es imposible alcanzar la abundancia de esa manera (usa el mismo argumento de Aristóteles69 en contra de la crianza común de los niños y la comunidad de bienes sugeridas por Platón) sosteniendo que la propia naturaleza humana y su deseo de riquezas hacen imposible la convivencia pacífica y amistosa, con propiedad común de bienes.70 Tomás de Mercado esgrimió argumentos similares basados en como la propiedad privada florecía mientras que la pública sufría por poco cuidado y peor administración, reconocía además el interés personal como motor de la actividad humana, escribiendo “Si el amor universal no induce a la gente a cuidar de las cosas, el interés privado lo hará” 71 64
de Molina, Luis citado por Gómez Camacho op.cit. 94 Gómez Camacho op.cit. p.94 66 John of Paris, On Royal and Papal Power citado por Wood,D op.cit. p.24 67 También citado por Wood,D op.cit. p.25 . La importancia fundamental de estos dos autores, es ser antecesores de la tesis de John Locke, sobre el fundamento de la propiedad. 68 Gómez Camacho, op.cit. p.95 69 “Cuando cada uno tiene su propia esfera de intereses no habrán tantas bases para discusiones” Política Libro II Cap V, Pto5 1263ª citado por Wood,D.op.cit. p.23 70 De Soto,Domingo “De iustitutia et iure” citado por Chafuen, A op.cit p.34 y Gómez Camacho op.cit. p.96 71 Mercado, Tomás de “Summa de tratos y contratos” (1571) citado por Chafuen, A op.cit.p 35 65
Juan de Mariana reconoció también al interés propio como cosa natural de todos los seres vivos y sostuvo que uno de los pilares de la creación de la sociedad era la imposibilidad del hombre de auto abastecerse. Con un elevado nivel crítico, analizó por ejemplo los gastos de su orden (Jesuitas) que aplicaba un sistema de propiedad en común en frases memorables: “Somos demasiado extravagantes...ciertamente es natural en la gente el gastar más cuando la propiedad es común que cuando tienen que obtener las cosas por sí mismas”72
Bartolomé de Albornoz notó también la mayor cantidad de fraudes en la propiedad común, que en la privada, y lo atribuyó a que al no haber un dueño no hay nadie personalmente interesado en ella. Luego compara a los administradores de la Iglesia, con “carniceros que matan a la vaca perdiendo así toda la leche, manteca y queso futuros para ganar unos centavos con su carne”73 Luis de Molina utilizó argumentos similares, resaltando que la propiedad común lleva a la escasez y que ésta produce que los poderosos exploten a los débiles74 Pero éste de ninguna manera era un principio absoluto, la excepción planteada por los Escolásticos es la “extrema necesidad” Ya Sto.Tomás había afirmado que “...si la necesidad es tan manifiesta y urgente que es evidente que debe ser remediada por cualquier medio disponible, entonces es legítimo para un hombre atender a su necesidad con la propiedad de otro, tomándola ya sea abierta o secretamente y esto no es, propiamente hablando, ni robo ni hurto”75 Francisco de Vitoria, el primero de los Escolásticos Tardíos, inclusive describe las situaciones en las que es aceptable quitarle a los ricos: “Es suficiente ver al indigente postrado en su cama, angustiado por sus dolores o cuando por tolerar el hambre por extensos períodos se llega al extremo que, si no es atendido, podría encaminarse rápidamente a la muerte. Es entonces cuando hay necesidad extrema y si se puede hacer sin escándalo, es lícito robar a los ricos” y explica porque si bien el comunismo de bienes puede ser más cercano al ideal evangélico es impracticable en la sociedad76. Textualmente dijo de Vitoria “El comunismo exige muchas cosas que no hay en la sociedad, requiere modestia en el vivir, unión de corazones, sumisión de voluntades y 72
Mariana, Juan de “Del Rey y de la Institución real” citado por Chafuen, A p.48 De Albornoz, Bartolomé “ El arte de los contratos” (1573) citado por Chafuen, A. Op.cit. p.36 74 Molina, Luis de “De iustitia et Iure” 1614. citado por Chafuen, A p.41 75 Sto Tomás de Aquino, Summa Theologica citado por Chafuen, A p.49 76 Posición que compartía por ejemplo Giles de Roma, citado por Wood, D p.25. El ideal es la comunión de bienes de la vida monástica, simplemente el común de los hombres no puede aspirar a ese ideal 73
justa distribución...Cómo va a ser posible en el mundo si es tan difícil observarlo en los conventos! 77 78 Martín de Azpilcueta, avanza un poco más y refina la distinción entre el uso y el dominio de los bienes, afirmando que la extrema necesidad no da derecho al dominio sino al uso de los bienes (obviamente la distinción tiene sentido en los bienes durables, es decir los que no se agotan con su uso) para salir de ese estado de necesidad extrema y se aparta de la opinión de Sto, Tomás afirmando que “la extrema necesidad por sí misma no hace a uno señor sobre los bienes del vecino, sin un deber de restituirlos”, es decir, enfatiza el carácter de préstamo.79 Por su parte Domingo de Soto, resaltó el carácter de la obligación del que tiene bienes, que es una obligación de misericordia, no de justicia; esto implica también que cuando el indigente ejerce su derecho, no puede impedir su ejercicio o tomarlo de nuevo. No debe sorprendernos ni el lenguaje ni las actitudes Escolásticas lo que están diciendo simplemente es que, los derechos a la vida y a la libertad son superiores a la propiedad privada y que Dios creó los bienes, para todos los seres humanos, siendo ese el primer destino de los bienes materiales (llamado por la doctrina católica el destino común de los bienes)
Como marca acertadamente Gómez Camacho, la reflexión de los Escolásticos Tardíos en materia del derecho de propiedad, surge de la necesidad de reconciliar un hecho de la experiencia humana acumulada a lo largo de los siglos (la existencia y conveniencia de un régimen de propiedad privada) con el principio filosófico moral del destino común de los bienes80 B)Finanzas Públicas
De Vitoria, Francisco Sentencias Morales, citado por Chafuen, A p.50 y Gómez Camacho op.cit. p.96 78 Al respecto, como los monjes renunciaban a sus posesiones terrenales, habitualmente a favor de la Orden, o del Abad, en algunos casos del Papa, pero manteniendo el uso de las mismas, en el siglo XII los Benedictinos por ejemplo, estaban entre los terratenientes más grandes de Europa, lo que llevó a la fundación de órdenes nuevas más estrictas (mendicantes) siguiendo el ejemplo luminoso de San Francisco de Asís y en el surgimiento de grupos radicales fuera de la Iglesia, como los Valdenses, los Pobres Hombres de Lyons, los Cátaros ,los Humiliati y los Taboritas una secta Husista 79 De Azpilcueta, Martín Manual para Confesores citado por Chafuen, A p.50 80 Gómez Camacho op.cit. p.85 77
Los Escolásticos Tardíos se ocuparon de las formas de gobierno, entendiendo que éstas influían decisivamente en la legitimidad y el monto de los gastos públicos. En eso anticiparon notablemente la preocupación institucional característica de la Escuela conocida como de la “Elección Pública” o Public Choice, fundada aproximadamente en 1960 por el economista James Buchanan, entre otros. La figura principal entre los Escolásticos en este tema, es probablemente, Juan de Mariana.81 Mariana adoptó una posición clara de prelación de la sociedad civil sobre el poder y sostuvo que ese poder, debe surgir del consentimiento de los gobernados. Textualmente, “si para nuestro bienestar, necesitamos de alguien que nos gobierne, nosotros somos los que debemos otorgarle ese poder, más que el poderoso imponérnoslo con su espada”82 En cuanto a los gastos públicos, Mariana anota que es una de las características de las tiranías el hacer enormes, monstruosos monumentos (las pirámides por ejemplo) a costa de las riquezas de sus ciudadanos . Y también anticipó la necesidad del equilibrio presupuestario.83 Diego de Saavedra Fajardo, no sólo coincidió con la necesidad de evitar los déficits presupuestarios sino que atribuyó a los mismos, la caída del Imperio Romano84 Pedro Fernández Navarrete, enuncia un principio clave: la gente es mucho menos cuidadosa cuando gasta los dineros públicos que cuando gasta los propios. Esto conduce a un crecimiento permanente de los gastos públicos; como cualquier economista del siglo XX o XXI critica “los gastos superfluos en banquetes exquisitos, productos sin sentido, vestimenta extraordinaria y espectáculos y bailes continuos”.85 Pasa luego a criticar el elevado número de empleados públicos ociosos, el elevado nivel de impuestos, al que considera origen de la pobreza, y termina citando a Tito, afirmando que los monarcas pierden sus reinos por sus excesivos gastos86 81
Los escritos del Padre Mariana fueron una influencia importante en el desarrollo del pensamiento independentista americano; en la Argentina influenciaron por ejemplo a Moreno, a Castelli y a Belgrano 82 Mariana, Juan Discurso Preliminar citado por Chafuen, A p.58 83 Mariana, Juan “Tratado sobre la moneda de vellón” citado por Chafuen, A. P.59. (la moneda de vellón era la moneda de cobre, considerada la moneda de los pobres) 84 Saavedra Fajardo, D Idea de un príncipe político cristiano citado por Chafuen, A p.59 85 Es conveniente precisar que la presión tributaria en Castilla entre los siglos XVI y XVII era muy fuerte, a tal punto que el propio Rey Felipe IV le recomendó a su hijo Carlos II,en su lecho de muerte, que alivie la carga impositiva. Gómez Camacho op.cit. p.301 86 Fernández Navarrete, P Conservación de las monarquías ,citado por Chafuen , A p.60
Como dato curioso, una de las propuestas de Mariana, es la de poner como obligación de los empleados públicos el presentar un inventario de sus bienes al asumir un cargo, para que así deban justificar los que tienen cuando lo dejan, lo que es un consejo recogido en las modernas legislaciones financieras.87 No se puede pasar por alto, aunque volveremos sobre ello más adelante, la notable intuición de Juan de Mariana de caracterizar a la inflación como un impuesto y como uno de los más injustos, porque recae sobre quienes menos tienen. En general las posiciones de los Escolásticos, anticipan las posiciones más tradicionales y “clásicas” en lo que hace a las finanzas del Estado. Para las posiciones antagónicas su pensamiento en estos temas cae en la falacia de composición88 de suponer que porque algo es bueno para la parte (una familia, una empresa), es bueno para el todo (el Estado), pero sin dudas anticiparon en varios siglos, la posición tradicional o clásica C) La teoría monetaria En cuanto al origen y función de la moneda, los Escolásticos Tardíos no se separaron mucho del análisis tomista de Aristóteles, es decir: la moneda surge como una necesidad para facilitar los intercambios ante la dificultad del trueque y ésa es su función principal. También puede ser usada como reserva de valor y como unidad de medida.
Pero antes de llegar a Santo Tomás, examinemos a Aristóteles. En realidad la dificultad del tema de la posición aristotélica reside en que se ocupa del asunto en lugares separados ( y que por consiguiente no estuvieron disponibles simultáneamente en Occidente). Así las dos interpretaciones básicas de la función de la moneda tienen su origen en Aristóteles y encuentran argumentos para su defensa en sus obras89: tanto la interpretación que sostiene que es una medida artificial del valor de las cosas como la que sostiene que es algo con valor intrínseco (habitualmente denominada metalista)
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de Mariana, Juan Tratado op.cit. citado por Chafuen, A p. 60 Dentro de las Falacias No Formales, Copi distingue a las Falacias de ambigüedad y entre ellas a la de composición, Copi, Irving Introducción a la lógica, Buenos Aires, 1999, Eudeba 89 Wood se entretiene algo cruelmente, citando a economistas que argumentan a favor de las posiciones opuestas ambos basados en Aristóteles, Wood,D op.cit. p.73 88
Para Wood, Aristóteles efectivamente sugiere ambas cosas; en la Ética, cuando está considerando la justicia en los intercambios, introduce a la moneda como necesidad para facilitarlos. Textualmente dice Aristóteles “ Por esta razón es necesario que todas las cosas sean de alguna manera conmensurables cuando se las quiere intercambiar. Por este motivo se recurre a la moneda, que es, por así decir, un término medio. Ella lo mide todo, el valor superior de un objeto y el valor inferior de otro.... La moneda pues, ha venido a ser, por obra de una convención, una especie de sustitutivo de la necesidad. Por esta razón se le ha dado su nombre (nomisma), porque es fruto de una institución que no es natural, sino legal (nomos) y porque está en nuestra mano el cambiarla o el decretar que deje de servir”90 En cambio en la Política, cuando está analizando el desarrollo natural de la familia, a la aldea y de la aldea a la polis sostiene la posición “metalista” Textualmente dice: “Porque las cosas que son naturalmente necesarias no siempre son tan fácilmente transportables y, por ello, para facilitar el intercambio, los hombres hicieron un contrato mutuo por el que daban y aceptaban una sustancia determinada que fuera por sí misma cómodamente utilizable y fácil de manejar en la vida cotidiana: el hierro por ejemplo, la plata u otros metales, determinados en el primer estadio por el tamaño y el peso, pero finalmente definidos haciendo en ellos una grabación, a fin de evitar el tenerlos que medir, ya que la grabación se ponía en ellos como una señal de su valor.”91 El problema entonces de los Escolásticos entonces fue interpretar cual de las dos posiciones diferentes era la Aristotélica, aunque como muy bien acota Wood, ambas lo eran y Aristóteles era consciente de eso, porque lo dice expresamente en la Política 92. Santo Tomás de Aquino optó claramente por la postura no metalista “ Todas las otras cosas por sí mismas tienen alguna utilidad, no sin embargo, la moneda. Pero es la medida de la utilidad de las otras cosas como está claro de acuerdo al Filósofo en la Ética... y por eso el uso de la moneda, no tiene la medida de su utilidad de la propia moneda, sino de las cosas que son medidas con la moneda, de acuerdo a las diferentes personas que intercambian moneda por bienes”.93 Y también : “El primer y propio uso de la moneda es su uso y desembolso en la manera de las transacciones ordinarias”94 Fueron las permanentes “rebajas” del contenido metálico de las monedas las que llevaron a varios autores a repensar el tema.
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Aristóteles, Obras, Madrid, 1982, Editorial Aguilar, Ética a Nicómaco, libro V, cap. V, p.384 91 Aristóteles op.cit. Política , Libro I, cap. IX, parag.1257a ,pag. 696 92 Aristóteles op.cit. Política ,Libro I cap. IX parag. 1257a y b pag. 696 a 698 93 Aquino, Sto Tomás de In quator libros Sententiarum III, 37, I, 6 citado por Wood,D op.cit p.74 94 Aquino, Sto.Tomás de Summa Theologica 2a2ae ,78,art.1, vol.38 citado por Wood, Dop.cit p. 75
Murray Rothbard por su parte va a atribuir la “creación casi completa de la teoría del dinero” a Jean Buridan95a quien atribuye la creación de la posición metalista, que ve en la moneda a una mercancía y no meramente a una convención. Para Rothbard, Buridan anticipó la obra de Mises Teoría del dinero y del crédito, seis siglos antes. La crítica más importante que le hace Rothbard a Buridan es que su ejemplo de un burro perfectamente racional que muere de hambre frente a dos raciones exactamente iguales de comida, por no poder preferir una de otra, sirviera para analizar el llamado modelo de Allen-Hicks-Slustzky, también llamado modelo de las curvas de indiferencia96. Wood, por su parte aclara expresamente que “no reference to the story of the ass has ever been found in his work”97
También Henry de Friemar, escribió que “ las monedas deben ser de metal precioso, como el oro y la plata, para que un precio pueda ser puesto a los bienes fácilmente”. Lo mismo va a decir Nicolás de Oresme en “De moneta” que está integramente dedicado al precio de la moneda. Oresme admitía que se usara plata si no había suficiente oro, pero sólo plata.98 Consecuente con su opinión anterior, plenamente idiosincrásica, Rothbard reduce la importancia de Oresme (a quien la inmensa mayoría de los autores reconoce como el primer autor en dedicarse exclusivamente a temas monetarios) llamando a su libro “librito” (sic)99 y afirmando que constituye una aplicación de las ideas de su mentor, aunque sí coincide que fue la serie de repetidas devaluaciones hechas por los reyes de Francia
Lo importante es que sea por obra principalmente de Oresme o de Buridan como quiere Rothbard la moneda había dejado de ser una mera criatura legal, sino algo que tenía su propio valor como bien, debido a su contenido intrínseco de metal, pero esta posición tuvo muchas dificultades para desarrollarse ya que la postura opuesta contaba nada menos, que con el respaldo de Santo Tomás. Veremos que los Escolásticos Tardíos siguieron principalmente a Santo Tomás con algunos matices.
95 Rothbard, M op.cit p.105 Exageraciones como esa son las que echan a perder el libro de Rothbard 96 Rothbard, M op.cit. p.105 97 Wood, D op.cit p.217 Me inclino por la opinión de Wood, por su mayor rigurosidad y cuidado. 98 Wood, D op.cit. p. 81 99 Rothbard, M op.cit. p.106
De Soto concretamente consideró que “el cálculo económico es imposible sin moneda como unidad de medida” y aunque reconoció que la moneda podía ser hecha de diversos materiales, prefería las monedas de oro.100 Pero los grandes aportes escolásticos en esta área fueron realizados fundamentalmente por Juan de Mariana y por Martín Alpizcueta. El primero mostró correctamente los efectos de la depreciación de la moneda y señaló como esto afectaba fundamentalmente a los que más pobres, mientras que el segundo formuló la primera noción de la teoría cuantitativa de la moneda.101 En su Manual para Confesores, escribió Azpilcueta “Permaneciendo iguales las demás cosas, en países en donde hay una gran escasez de moneda, todos los demás bienes comerciales y hasta las manos y el trabajo de los hombres son cedidos por menos dinero que en donde es abundante. Así, vemos por experiencia que en Francia, cuya moneda es mucho más escasa que la española, el pan, el vino, la tela y hasta el trabajo valen mucho menos. Y hasta en España, en los tiempos en que la moneda era escasa los bienes comerciales y el trabajo se vendían por mucho menos que después del descubrimiento de las Indias, que inundó al país de oro y plata. La razón de esto es que la moneda vale más donde y cuando es escasa que donde y cuando es abundante. Lo que algunos hombres dicen que la escasez de moneda tira para abajo a otras cosas, surge del hecho que su excesiva suba (en valor) hace que las otras cosas parezcan más bajas, como un hombre petiso parado al lado de uno muy alto parece de menor estatura que cuando está al lado de un hombre de su misma altura”102 Sin la formulación matemática como ecuación, pero ahí está la Teoría Cuantitativa de la Moneda. Albornoz por su parte, también dedujo que la abundancia de moneda era la causa de los precios altos en España. Todo era caro, excepto la moneda. Asimismo sostuvo que este principio era el más esencial de la materia103
Luis de Molina por su parte, razonaba de la siguiente forma: “Como una abundancia de bienes (permaneciendo iguales la cantidad de moneda y el número de comerciantes) causa una baja en los precios, lo mismo una abundancia de moneda causa una suba en los mismos (permaneciendo iguales la cantidad de bienes y el número de comerciantes). La razón es la que moneda en sí misma deviene menos 100
De Soto,H op.cit. citado por Chafuen,A op.cit. p.61 La teoría cuantitativa relaciona la cantidad de moneda circulante y la velocidad de su circulación con el número total de transacciones y los precios de las mismas 102 Azpilcueta, M op.cit citado por Chafuen,A op.cit pag.62 103 Albornoz, B oop.cit citado por Chafuen, A op.cit 62 101
valiosa para el propósito de comprar y comparar bienes. Así vemos que en España, el poder adquisitivo de la moneda es mucho menor a causa de su abundancia, de lo que era ochenta años atrás. Una cosa que podía comprarse por dos ducados en aquella época hoy en día cuesta cinco, seis o más.”104 Pero si esta precisión analítica resulta llamativa, porque la explicación económica actual del fenómeno no es muy diferente a la sugerida por los Escolásticos Tardíos en el siglo XVI, el análisis de Juan de Mariana de la inflación y sus efectos es simplemente, asombrosa. Si bien hay numerosos antecedentes previos a de Mariana condenando la “rebaja” de la moneda, ninguno alcanzó la claridad de la descripción del mecanismo y de los efectos que tal medida causaba, como Juan de Mariana. Entre los antecedentes más notorios mencionamos a Peter de la Palu (m.1342) que consideró que el rey que rebajaba la moneda dejaba de ser rey para ser un tirano, salvo que mediasen circunstancias excepcionales; a Guido Terreni (m.1342) que va a sostener lo mismo y por supuesto a Nicolás de Oresme que escribió que la moneda pertenece a la comunidad y a los individuos105y 106
Mariana, por su parte comienza su análisis en el Tratado de la moneda de Vellón, reconociendo al Rey la posibilidad de disminuir el valor de la moneda, es decir de crear inflación. En la época de los Escolásticos Tardíos ( y desde los albores de la humanidad) eso se hacía rebajando la cantidad de metal noble en la moneda y sustituyéndolo por otro más barato o más simplemente, reduciendo su peso y manteniendo su valor nominal, cuando en realidad las nuevas monedas pesaban por ejemplo, la mitad. A esa diferencia se llamó señoraje (seignorage) . Con el pretexto de cualquier motivo se recogían las monedas circulantes y se acuñaban nuevas, con la consabida alteración de su valor.107 Como en la España de los Escolásticos el derecho de acuñación se lo reservaba el monarca, esto hacía muy difícil evitar esa “nueva moneda” 104
De Molina, L op.cit. citado por Chafuen, A op.cit p.63 Citado por Wood,D op.cit p107 . También aclara allí Wood que el pensamiento de Oresme, y de su maestro Buridan proviene de comentaristas aristotélicos no publicados, tal como lo demostró Odd Langholm. 106 Si bien excede los límites de este trabajo es interesante al menos dejar constancia en una nota, que ya desde 1303 el clero francés intentó quitar al Rey el derecho de alterar el valor de la moneda, pidiendo que se los consultara previamente. En cambio en Inglaterra desde 1311 se impuso al Rey la obligación de consulta con el Parlamento, obligación que no se cumplió siempre, pero al menos existía teóricamente. 107 En Inglaterra, desde la reforma de Edgar el Pacífico (fin del siglo X) se impuso como práctica cambiar todas las monedas cada seis años. Uno no puede menos que sospechar que la medida era más que conveniente para reducir su contenido en metal precioso. Wood, D op.cit p.93 105
Mariana, entonces, reconoce ese derecho del Soberano, pero le pone límites diciendo que sólo puede grandes en caso de grandes necesidades, que se lo haga por poco tiempo y que una vez que la crisis hubiera terminado se reparara el daño causado al pueblo, lo que muestra claramente que entendía como una suerte de empréstito forzoso o de impuesto a la inflación.108 Correctamente asimiló el proceso a una requisición de bienes, escribiendo “Sería lícito que el Rey se metiese en los graneros de los particulares y tomara para sí la mitad del trigo y les quisiese satisfacer en que la otra mitad la vendiesen al doble que antes?
Pues lo mismo se hace la letra en la moneda de vellón antigua, que el rey se toma la mitad con sólo mandar que se suba el valor y lo que valía dos valga cuatro”109 Mariana predijo correctamente que eso iba a llevar a un empobrecimiento de la población y argumentó contra la práctica con argumentos bíblicos110, de la autoridad de Santo Tomás de Aquino111 advirtiendo: “Es fácil comprender que este medio arbitrario de rebajar la moneda puede ser ventajoso para el príncipe en el corto plazo y por eso ha sido usado muchas veces. Pero al mismo tiempo tenemos que darnos cuenta de los efectos negativos que siempre los han seguido y como siempre ha causado gran daño al pueblo e inclusive al príncipe, obligándolo a retroceder y a tratar de resolver el problema de una manera peor”112 Mariana usa una imagen que tendría larga vida en la Economía, al decir que intentar solucionar los problemas económicos rebajando la moneda es como reavivar a un enfermo dándole una bebida alcohólica , en un primer momento se siente mejor pero después empeora la situación113 Mariana explica el mecanismo diciendo que, si por ejemplo el soberano usa el dinero de baja calidad para pagar sus deudas (era el motivo más frecuente) eso alivia temporalmente sus problemas. También en el corto 108 109
110
De Mariana, Juan op.cit. citado por Chafuen A op.cit p.64 De Mariana, Juan op.cit. citado por Gómez Machado op.cit p.306
Levítico 27:23 la pureza y el justo precio de la moneda deben ser custodiados en el templo. El propio término moneda se origina en la diosa Juno Moneta ya que en su templo en el Monte Capitolio se guardaban las medidas oficiales, aunque para Wood, eso es una leyenda 111 De Regim,Princ. Citado por Chafuen, A op.cit pag.70 112 De Mariana, Juan op.cit citado por Chafuen, A op.cit p.67 113 Modernamente se agregaría que la próxima dosis debe ser mayor para lograr el mismo efecto benéfico, iniciando así una relación de dependencia.
plazo ese incremento de moneda puede llevar a un incremento de producción. La gente luego incrementaría su demanda de bienes, para librarse de la moneda mala. De esta manera Juan de Mariana, también anticipó con claridad asombrosa la relación económica conocida como Ley de Gresham, por la que la moneda mala sustituye a la buena, si hay una paridad fija entre ambas. Rothbard, por su parte, sostiene que el descubrimiento se debe a Oresme, aunque en realidad ya encuentra antecedentes en Las ranas de Aristófanes cuando el poeta griego dice “Nuestra república prefiere los malos ciudadanos a los buenos del mismo modo que circula la moneda mala y la buena desaparece de la circulación”114 En lo que sí acierta Rothbard es en aclarar que el fenómeno se produce por el control monetario del gobierno, no por el mercado, aclaración que atribuye a Oresme115 Prosigue su análisis Mariana diciendo que la “rebaja” de dinero viola la ley natural y la razón, que es un “latrocinio infame” y que esto no ocurre con otros bienes, porque el Rey no tiene poder sobre los mismos. En cuanto a las consecuencias políticas, Juan de Mariana, anota que las actividades comerciales disminuirán, que la pobreza aumentará y que el pueblo comenzará a odiar al monarca. Textualmente escribe: “ Si nos tomamos la libertad de reducir el contenido de las monedas de oro y plata en un 2 % o más... la desconfianza caracterizará al comercio doméstico y una parálisis de la producción seguirá necesariamente, produciendo escasez, precios altos, pobreza, confusión y desorden. Es verdad que el gobierno puede obligarme a aceptar la nueva moneda por mis bienes, pero no puedo yo, al mismo tiempo, aumentar los precios de mis bienes hasta compensarme por la pérdida que la adulteración arbitraria de los metales me causa?”116 Pocas veces se encuentra en la historia de la Economía una explicación tan clara de un fenómeno, escrita para que todo el mundo comprenda.117 Y por supuesto tuvo las consecuencias que eran de esperar, de Mariana, fue acusado por la Inquisición, procesado y encarcelado, aunque finalmente resultó absuelto118 114
Rothbard, M. Op.cit. p. 107 Por haber introducido esa paridad fija entre una moneda mala y otra buena 116 De Mariana, Juan op.cit. citado por Chafuen, A op.cit p.68 117 Por eso Murray Rothbard dice que Mariana fue “el ilustre extremista” Rothbard, M op.cit. p. 118 Gómez Machado op.cit p. 307 En realidad fue condenado por los jueces pero el Papa no quiso castigarlo y fue liberado a los cuatro meses. Tenía 73 años al momento del juicio. 115
D) El comercio y los comerciantes La actitud Escolástica frente al comercio estuvo indudablemente influenciada profundamente por Aristóteles. La distinción que hace éste entre crematística y economía, en la Política condicionó desde el inicio la posición medieval119, de la misma manera que la prohibición del filósofo al ingreso de comerciantes en su estado ideal120 En la Política, Aristóteles distingue la crematística de la economía o mejor “actividad económica”, en función del fin que se sirve en el intercambio. Si el fin es la satisfacción de necesidades humanas será “actividad económica”; si en cambio la finalidad es acumular dinero será crematística. La primera tiene un límite y la segunda carece de él, es insaciable y por eso no natural.121 Además esta distinción entre economía y crematística va a dar lugar a la diferencia entre “valor de uso” (propio de la economía) y “valor de cambio” Que va a tener también una enorme importancia en el pensamiento económico posterior. Allí también Aristóteles introduce como consecuencia de esta distinción una de las categorizaciones que más ha resistido el paso del tiempo, sostiene que el arte del pequeño comercio, no es naturalmente crematístico ya que la práctica del intercambio fue necesaria para satisfacer la capacidad de los hombres. Todavía en el siglo XXI y posiblemente como un resabio aristotélico se sigue mirando favorablemente a la “pequeña y mediana empresa”, frase que se ha convertido en sinónimo de buenas personas y desfavorablemente a las “grandes empresas”, en una distinción moral que resulta muy discutible122
119
No únicamente medieval, reaparece en el tomo primero de El Capital de Karl Marx, cuando Marx distingue entre “circulación de mercancías y circulación de capital” y en la obra de Keynes (como economía cooperativa y empresarial) 120 Aristóteles op.cit Política ,Lib VII, cap X, 3 parag.1328b “los ciudadanos no deben vivir una vida artesana o mercantil porque ésta es innoble y enemiga de la virtud” 121 Aristóteles, op.cit. Política Lib. I, Cap 9,parag. 1257a pag.695 122 De hecho hacen cosas muy similares una empresa pequeña y otra grande, salvo que a otra escala y las grandes siempre están más controladas tanto impositiva como regulatoriamente. Lo que puede haber contribuido a esa imagen positiva de una y negativa de la otra es que en buena parte de las economías tanto desarrolladas como subdesarrolladas las empresas pequeñas generan proporcionalmente mucho más empleo (aunque buena parte del mismo sea informal o no registrado, lo que curiosamente no parece afectar su imagen pública indiscutible de “buenas personas”)
La otra fuente importante, como en todos los temas fue la Biblia, aquí se solía recurrir a Eclesiastés 26:29 123 o a 27:2124, O la clásica expulsión de los mercaderes del Templo en Mateo 21, 12-13. Así el Papa León el Grande (m461) advirtió a los cristianos no acercarse al comercio porque era imposible no pecar, Casiodoro (m585) describía a los comerciantes como “abominables” y la clásica condena de San Agustín, que sostuvo que los cristianos, no tenían que comerciar” 125
Pero después de esta breve digresión volvamos a los Escolásticos Tardíos. Para su época los moralistas de diferentes momentos habían tenido muy mala opinión tanto del comercio, como de los comerciantes. Uno de los aportes más interesantes de los Escolásticos Tardíos es que éstos percibieron la importancia del comercio y las resaltaron. Como bien establece Wood, “A partir del siglo XII en adelante, los teólogos y canónigos trabajaron para justificar las actividades del comerciante y hasta para darles la esperanza del cielo y para hacerlos ver respetables126 Esta transformación gradual de actitudes se puede ver en el Papado también, en 1078 un Concilio en Roma declaró que los comerciantes y lo soldados no pueden ejercer su oficio sin pecar y por lo tanto les negó la salvación eterna a menos que cambiaran de trabajo. Sin embargo en 1199, Inocencio III canonizó a un comerciante, Homobonus de Cremona.127
Para Wood, esta transformación se perfecciona o potencia con el surgimiento de los Estados nacionales, en los que el comercio pasa a ser no sólo “rehabilitado”,sino exaltado como base de la riqueza nacional, que luego daría lugar al “mercantilismo” como postura económica.128
Dentro de ese contexto ya Santo Tomás de Aquino distinguió tres ventajas del comercio a saber: la conservación y almacenamiento de bienes, la importación de bienes útiles que son necesarios para la
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Un comerciante difícilmente pueda refrenarse de hacer el mal Como un calvo se mantiene firme entre las uniones de las piedras, así el pecado se mantiene cerca del la compra y de la venta 125 Citados todos por Wood, D op.cit. pag 112 126 Wood, D op.cit pag. 115 127 Wood, D op.cit pag 116 128 Wood, D, op cit pag. 117-121 124
república y el transporte de bienes desde lugares que son abundantes a lugares que son escasos129
Por su parte, Murray Rothbard destaca la trascendental importancia de Jean Buridan (o Buridano) rector de la Universidad de París quien en sus Quaestiones, un comentario a la Ética de Aristóteles, continúa lo sugerido entre otros por Ricardo de Middleton (Mediavilla) al analizar el beneficio mutuo que ambas partes obtienen de un intercambio y que el comercio no es una especie de batalla, en la que uno gana a costa de la pérdida de la otra parte. Más aún, procede a mostrar con claridad como ambas partes pueden salir beneficiadas de un intercambio, si éste es voluntario, incluso si el objeto es inmoral, con el siguiente ejemplo “Si Sócrates, a cambio de diez libros, voluntariamente y con consentimiento de su esposa, diera ésta a Platón , para que éste cometiese adulterio. ¿Cuál de estos dos sale ganando y cuál pierde? En lo tocante al alma, ambos sufren daño... pero en lo que concierne al bien externo, cada uno sale ganando, puesto que tiene más de lo que necesita”130
Luis de Molina, por su parte, es quien mejor describe el surgimiento del mismo concepto de mercancía . Cuando hay trueque no hay mercancía, hay únicamente valor de uso y lo que no necesito o me sobra lo troco por algo que necesite Se cambia el bien A por el B. A medida que aparece el dinero, y muy especialmente el modo de producción “para la demanda” ( es decir produzco lo que no necesito, para venderlo y comprar lo que sí necesito) aparece el valor de cambio y la relación pasa a ser de tres términos; Se cambia A por dinero y dinero por B131
Domingo de Soto, por su parte sostuvo que si bien el truque es más simple que el comercio es decir que el intercambio directo es más simple que el indirecto, es una parte de la evolución humana que el más complejo reemplace al más simple. Admitió después con San Agustín, que el comercio como el comer es un acto moralmente indiferente y que podía ser bueno o malo de acuerdo al fin perseguido y a las circunstancias. Concluyó luego que, en la línea tomista, que una república necesita gente que transporte los bienes de donde se producen a donde se consumen y que esa tarea no puede ser delegada en funcionarios públicos132
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Sto, Tomás de Aquino, Summa Theologica 11-11-q.77, art.4 citado por Chafuen, A op.cit pag.73 130 Buridan,Jean Quaestiones citado por Rothbard, Murray op.cit p.104 131 de Molina, Luis, op.cit citado por Gómez Camacho, F pag. 158 132 De Soto, D op.cit. citado por Chafuen, A op.cit p.74
Juan de Mariana, como era su característica fue más allá y profundizó la idea, al afirmar que “Dios había dado al hombre su naturaleza de dependencia social y su limitadas habilidades y capacidades para que cada hombre sintiera la necesidad del comercio. Así preferiría vivir en sociedad y disfrutar de los beneficios de la cooperación social133 Con respecto al comercio internacional, los Escolásticos Tardíos no hicieron demasiadas diferencias respecto del doméstico. Francisco de Vitoria se ocupó fundamentalmente del comercio con las Indias, afirmando que “afortunadamente las autoridades de los indios no pueden impedir que sus súbditos comercien con los españoles” y aconsejó al Rey español, actuar de la misma manera. Sostuvo que las leyes que restringían el comercio internacional eran inicuas y contrarias a la caridad.
Cristóbal de Villalón ,por su parte anotó con toda exactitud, que el comercio internacional podría disminuir los costos de producción y beneficiar a aquellos que se dedicaban a ella.134 Por su parte Bartolomé de Albornoz, además de considerar al comercio internacional como “el más natural que existe en la humanidad”, señalando que “lo que es abundante y de bajo precio en un lugar puede ser infrecuente y caro en otro”135 E) Teoría del Valor y de los Precios Ambos son temas centrales de la ciencia económica; la primera formando parte de esa metafísica precientífica al decir de Popper que influye decididamente sobre la Economía y la segunda como parte del núcleo de cualquier programa de investigación científica en la disciplina.
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De Mariana, J Del rey y de la institución real citado por Chafuen ,A op.cit.p76. La cita de Mariana es tan clara que es interesante citarla en extenso..”cuanto trabajo e industria hay en peinar, tejer y manejar lienzos, lana o seda... la vida de un solo hombre no es lo suficientemente larga para obtener todas estas cosas, no importa cuanto viva, salvo que la maravilla y observación de muchos hombres, y su experiencia colectiva, vengan en su auxilio” Simplemente, brillante, a los estudiantes del primer curso de Economía se les relata la historia escrita por Leonard E. Read “Yo, el lápiz” donde un simple lápiz negro hace un afirmación que parece insólita pero que, en el transcurso del cuento se demuestra, “No hay una sola persona en el mundo que sepa como fabricarme”. La intención del cuento es, obviamente, resaltar la complejidad de las relaciones económicas. Juan de Mariana, ya lo había entendido. 134 De Villalón, C Provechoso tratado de cambios y contrataciones citado por Chafuen, A op.cit p 77 135 De Albornoz, B Arte de los contratos , citado por Chafuen, A op.cit. pag. 77
Aquí me voy a permitir disentir con el excelente trabajo de Chafuen, cuando dice: “Strikingly, nearly all the elements of the modern value and price theory figure in the writings of the medieval Schoolmen” Esto es por lo menos una exageración en lo que se refiere a la teoría de los precios. Pero continúa Chafuen, “In the process, these thinkers constructed price and value theories remarkably similar to neoclassical models”136 Aquí hay una confusión a mi juicio, que es necesario aclarar, el pensamiento escolástico tiene afinidad con algunos autores del llamado “enfoque marginalista” de finales del siglo XIX, más concretamente con Carl Menger, en mucha menor medida con William Stanley Jevons y con la Escuela de Lausana de León Walras..
También es conveniente aclarar que otros historiadores, por ejemplo Richard Tawney ha sostenido que los escolásticos principalmente Sto Tomás de Aquino, sostuvieron una teoría del valor trabajo137 Pero además el pensamiento de los Escolásticos tardíos tiene muy poca ,si es que tiene alguna, afinidad con el pensamiento neoclásico. En mi opinión, Chafuen llama neoclásico a algo que no es comúnmente llamado así en la disciplina. Pasemos a examinar el pensamiento de los Escolásticos Tardíos en estos temas. La discusión fundamental que ha atravesado toda la historia de la disciplina sobre el tema del valor, puede resumirse en dos tipos de respuestas o soluciones diferentes; o el valor es algo extrínseco a una cosa y por lo tanto asignado por el “valuador” o el valor es intrínseco a una cosa y por lo tanto una “valuación” debería intentar acercarse lo más posible a ese contenido objetivo. Dice bien Chafuen que la cuestión era considerada muy importante, no creo que lo siga siendo, al menos para la economía “mainstream”.138 Por supuesto lo primero que tenemos que analizar es la postura de Aristóteles al respecto. Como ocurre con otras disputas ambas posturas van a provenir de diferentes interpretaciones aristotélicas por lo que ambas van a intentar usar ese argumento de autoridad. 136
Chafuen, A op.cit p.79 Tawney llegó a escribir que Marx era el ultimo de los Escolásticos citado por Rothbard, op.it p.83 138 La definición de lo que es y lo que no es “mainstream” merece casi la respuesta de San Agustín ante la pregunta qué es el tiempo. Si no nos lo preguntan, casi todos entendemos que es y que no es “mainstream” en Economía, si nos lo preguntan...no. Para ensayar un borrador de definición podría empezarse por decir que es la economía que se enseña en la mayoría de las universidades, es decir la de los manuales universitarios. 137
El texto de Aristóteles en cuestión es : “Es, pues, necesario referirse para todo a una medida común, como hemos dicho antes. Y esta medida común es, en verdad, la necesidad”139 Concretamente, en la Ética Nicomaquea se usa la palabra “chreia” que se tradujo al latín como “indigentia” (necesidad) aunque también puede traducirse como “utilitas” (uso).140 San Alberto Magno, el maestro de Sto. Tomás, extrajo como dice Longholm (citado por Wood) “por accidente” tanto la interpretación favorable al “mercado” es decir una teoría del valor subjetiva, como la favorable al costo, es decir una teoría del valor objetiva, del mismo capítulo crucial en donde Aristóteles analiza el intercambio entre un zapatero y un campesino. Escribió dos comentarios,en el primero usó en la traducción la palabra latina “opus” significando trabajo y eliminó las diferencias entre el valor del producto de los campesinos y el valor del producto de los zapateros “con respecto al trabajo comunal y a los problemas, están suficientemente medidos”. En el segundo en cambio, usó una traducción posterior empleando la palabra “indigentia” necesidad o demanda. Era esto lo que mantenía juntos a los bienes en un intercambio; deben ser valuados “en relación con el uso, esto es de acuerdo con su habilidad para solventar una necesidad, porque de esa manera todos son uno y de esa manera todos pueden ser medidos por uno, que llamamos...moneda”. San Alberto fue quizás el primer ejemplo de una interpretación a la vez de costo y demanda141 San Agustín por su parte, había distinguido ya en el siglo V dos escalas una lógica por la cual, las cosas animadas, son superiores a las inanimadas, entre las animadas, las cosas sensibles son superiores a las insensibles, y por lo tanto los animales a los árboles. Y entre las cosas que sienten, las inteligentes tienen precedencia sobre las que no tienen inteligencia. Y por su parte entre las inteligentes, las cosas inmortales son superiores a las mortales, por lo que los ángeles lo son a los hombres142
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Aritóteles op.cit Ética a Nicómaco, Lib.5, cap. 5 parag.1033 a pag. 384. El traductor, Francisco de P.Samaranch aclara en la nota 39 textutalmente “o con un término más familiar a nosotros, demanda” 140 Chafuen, A op.cit p. 80 Anota Chafuen también que “chreia” suele traducirse como demanda 141 Wood, D, op.cit p.137 La referencia final de Wood esá dirigida a Alfred Marshall, célebre economista británico neoclásico que sostuvo que el “valor era determinado por una combinación de oferta y demanda que actuaban inseparablemente juntas como hojas de una tijera 142 Chafuen, A op.cit p 80
Pero agregaba “Hay otra escala basada que emplea la utilidad como criterio de valor. En esta escala pondríamos algunas cosas inanimadas por encima de algunas animadas, tanto que si tuviéramos el poder, trataríamos de quitar a estas criaturas del mundo de la naturaleza... por ejemplo ¿quién no preferiría tener comida en su casa antes que moscas? No hay nada sorprendente en esto porque encontramos el mismo criterio operando en el valor que le ponemos a los seres humanos, con todo el indudable valor de la criatura humana. Se paga habitualmente un precio más alto por un caballo que por un esclavo, y por una joya más que por una sirvienta.143 Pietro Olivi144, por su parte, fue quien primero caracterizó a las dos posiciones como objetivista y subjetivista, como fue declarado hereje145, su obra se conservó muy poco, pero sabemos que puso su énfasis en la oferta y que así sostuvo que cuanto más escasa era una cosa, más la demandábamos y menos posibilidades teníamos de obtenerla. De ahí concluyó que el trigo valía diez veces más en tiempos de escasez que cuando todo el mundo tenía mucho. De la misma manera el aire y el agua eran más baratos que el oro y el bálsamo porque eran abundantes, a pesar de ser elementos esenciales para nuestras vidas. 146 Rothbard considera a Olivi un analista altamente sofisticado y resalta la ironía de que este partidario del mercado fuese un defensor dela extrema pobreza. 147Su obra influyó decisivamente148 en San Bernardino de Siena, que ya en la primera mitad del siglo XV escribió: “Las cosas tienen dos valores, uno es natural (objetivo) y el otro está basado principalmente en la utilidad subjetiva.
Los bienes comerciales se valúan de acuerdo al último. Y éste valor de uso puede ser considerado desde tres perspectivas: 1. Virtuositas (valor objetivo en uso) 2. Raritas (escasez) 3.Complacibilitas (deseabilidad)”149 Con esos tres elementos se podría resolver la famosa “paradoja del valor” es decir por qué el agua que es vital para la vida es humana “vale” muchísimo menos que los diamantes que son superfluos (lo que hubiera sido un anacronismo porque faltaban varios siglos para que fuese formulada). 143
San Agustín de Hipona “City of God” lib. 11, cap. 16 p. 447 citado por Chafuen, A op.cit. p.94 144 A Olivi se le debe una de las definiciones más importantes sobre el tema valor “tantum valet res, quantum vendi potest” una cosa vale tanto como (al precio que) se la pueda vender 145 La condena le llegó 6 años después de su muerte, por lo que se quemaron sus obras y se exhumó su cadáver y sus huesos fueron esparcidos. 146 Olivi, Pietro De emptionibus et venditionibus citado por Wood, D p.138 147 Rothbard,op.cit p.93 148 Recordar el trabajo de Odd Langholm quien demostró como San Bernardino había tomado sus ideadse Pietro Olivi, examinando cuidadosamente el texto de Olivi que conserva las acotaciones manuscritas que se atribuyen a San Bernardino 149 San Bernardino de Siena, Opera omnia, citado por Chafuen,A en op.cit. pág 95
Escribe San Bernardino: “El agua es usualmente barata donde es abundante, pero puede pasar que en una montaña, o en otro lugar, el agua sea escasa, no abundante. Puede ocurrir entonces el agua sea más altamente estimada que el oro, porque el oro es más abundante en ese lugar que el agua”150 San Bernardino y su alumno San Antonino151, tienen características similares que llevaron a De Roover a estudiarlos conjuntamente, ambos eran casi partidarios del ascetismo y ambos hicieron importantes contribuciones a la Economía, y además demostraron un gran conocimiento de las prácticas mercantiles de su época. Como escribe Rothbard acertadamente “representan la combinación fascinante y paradójica de un analista brillante, erudito y perspicaz del mercado capitalista en sus días, y de un santo demacrado y asceta que lanzaba fulminantes ataques contra los peligros de este mundo y las prácticas mercantiles”152 Luego, Rothbard conjetura que fue el realismo de ambos el que los llevó a estas posiciones y creo que tiene un punto ahí. Ni Bernardino ni Antonino fueron monjes de claustro, todo lo contrario, fueron monjes que predicaban en el mundo. Y de ese conocimiento del mundo elaboraron sus aportes económicos, sin olvidarse, de más está decirlo, que eran hombres de vida consagrada a Dios. Creo que ésa es una característica que se acentúa entre los Escolásticos Tardíos que además escriben con más posibilidad de examinar las experiencias anteriores que, en casi todos los temas, estaban al menos descriptas y analizadas desde hace varios siglos. Por eso, representan en mi opinión la culminación de la Escolástica, precisamente por ese contacto y esa valoración de la experiencia empírica que muestran los Escolásticos Tardíos, es la que los hace tan interesantes; la Escolástica sin contacto con la realidad se convierte en algo parecido a su caricatura, llena de discusiones bizantinas, sobre el sexo de los ángeles. Pero volvamos a la teoría del valor de los Escolásticos Tardíos. Schumpeter por su parte, sostiene que la complacibilitas no es otra cosa que la desiredness de Irving Fisher, pero atribuye todo el desarrollo a San Antonino153 150
San Bernadino de Siena , op.cit, citado por Chafuen, A op.cit pag. 81 En realidad, San Bernardino no resolvió la paradoja, pero estuvo cerca de hacerlo el agua sería más apreciada aunque no hubiese nada absolutamente de oro, como aclara Schumpeter,J op.cit p.137 151 En realidad Antonino, se llamaba obviamente Antonio, Antonino es un diminutivo que le fue puesto en razón de su baja estatura, pero que era de uso tan común, que pasó al santoral católico como San Antonino (en castellano, sería San Antoñito) 152 Rothbard,M op.cit p. 115 153 Schumpeter op.cit p. 137
El análisis de San Bernardino permite además incorporar la estimación común (intersubjetiva) a través de la “complacibilitas”.La idea de Bernardino es que es la comunidad trabajando junta la que pone el precio justo que esa expresión, esa síntesis de las valoraciones individuales Esta postura fue directamente transmitida a los Escolásticos Tardíos por Francisco de Vitoria que, a su vez, la recibió de San Antonino de Florencia154 Quien más claramente la expuso fue sin dudas, Diego de Covarrubias y Leyva que en sus Variorum de 1554, escribió “El valor de un artículo no depende de su naturaleza esencial, si no de la estimación humana, aún cuando ésta fuera estúpida. Por ejemplo en las Indias el trigo es más caro que en España, porque allí lo estiman más, aunque la naturaleza del trigo sea la misma en ambos lugares”155
En este punto, parece necesario repetir la advertencia de Hamouda y Price “... referencias a ambas formas de determinación del valor están rápidamente disponibles en muchos trabajos medievales y frecuentemente en los mismos trabajos se encuentran referencias contrarias. Es este enfoque amplio por parte de los medievales el que ha hecho muy difícil para cualquier investigador cuidadoso el presentar un argumento persuasivo acerca de que un grupo medieval de intelectuales favorecía una postura sobre la otra. De hecho parece haber fuertes bases para afirmar que estaban mucho menos preocupados acerca de la determinación teórica de los precios que acerca de la implicaciones éticas de la formación de precios sobre vendedores y compradores”156 Comparto la advertencia de los autores pero sí sostengo, como muchos lo han hecho antes, que hubo posturas dominantes y otras marginales, como en cualquier época de relativa libertad intelectual como fue la Edad Media157 y que hubo posturas coherentes, especialmente entre los Escolásticos Tardíos.158
154
Aunque Wood aclara, a diferencia de Chafuen, que Antonino apoyaba la fijación de los precios por el Estado, lo que parece contradecir indirectamente a Chafuen y más directamente a Schumpeter que además le atribuye a San Antonio la introducción de la complacibilitas en el análisis Wood, D op.cit p.143 155 Covarrubias y Leiva, D Variorum citada por Rothbard, M op.cit. p.141 156 Hamouda O y Price B op.cit p. 193 157 Al respecto recordar el texto de Koyré citado anteriormente 158 Hamouda y Price no tienen en cuenta en su artículo a los Escolásticos Tardíos, y no los citan nunca. Sólo así puede comprenderse que hayan escrito como conclusión del mismo (hablando de los efectos de una devaluación) “mientras tanto los principales efectos para esa economía desabastecimiento, pobreza, impuestos excesivos, bajos salarios, etc, fueron dejados sin pensarlos” op.cit p.206 Los Escolásticos Tardíos son la más fuerte evidencia en contrario.
La teoría del Precio Justo Directamente relacionada con el valor está la teoría de los precios en general y la teoría del precio justo en particular. Concretamente si el valor es objetivo, es fácil definir al precio justo como el que más se acerca a ese valor. Por el contrario si el valor es subjetivo, no una cualidad intrínseca del objeto, sino que es asignado por cada individuo, ¿se puede todavía hablar de precio justo? Además esta caracterización tiene incidencia directa sobre los intercambios, ya que todos los intercambios desarrollados a precios diferentes del precio justo, serán injustos y beneficiarán injustamente a una de las partes. Antes de comenzar nuestro análisis de este tema, es importante remarcar nuevamente las diferencias entre las concepciones modernas y medievales de “precio”. Los medievales tenían un contexto de pensamiento absolutamente diferente; sus preocupaciones pasaban por las cuestiones de filosofía moral involucradas en lo económico, de ahí su detallismo y su casuística meticulosa. Sus importantes contribuciones a la Economía fueron una suerte de subproducto de su preocupación moral.159
Como adecuamente lo sintetizan Hamouda y Price, la noción medieval del precio justo no fue el resultado ni de un análisis exclusivamente económico ni un tratamiento puramente ético, sino una amalgama de algunos componentes de ambas.160 Esa amalgama no se debe al fracaso de los medievales en analizar la formación de precios correctamente, si no más bien a su percepción de las injusticias inherentes en las fuerzas económicas puras de la formación de precios lo que los impulsó a introducir la ética en el cuadro económico.161 Como sintetizó Raymond de Roover “Según la opinión de muchos economistas, el precio justo es un concepto nebuloso inventado por frailes devotos que no sabían nada de negocios y economía ni tenían conocimientos sobre los mecanismos del mercado.” 162 Como sigue diciendo de Roover, escritores católicos y no católicos han mantenido y se han esforzado en mantener ese “cuento de hadas” (sic El hecho de que esas contribuciones sean importantes, lleva a repensar la idea compartida por ejemplo nada menos que por Keynes, que la Economía tiene un costado moral inescindible, lo que es actualmente inaceptable para la mayoría de los economistas. 160 Hamouda O y Price B The justice of the just price The European Journal of the History of Economic Thought 4:2 Summer 1997 p.191-216 Sin embargo estos autores enfatizan más en los Escolásticos anteriores y soslayan el pensamiento de los Tardíos 161 Hamouda y Price op.cit. p.196 162 De Roover, Raymond El concepto de precio justo; teoría y política económica traducido por la revista Estudios Públicos del Journal of Economic History vol.18 (1958) pp.418-434 159
de Roover) y continúa “ De acuerdo a una creencia divulgada que se encuentra en casi todos los libros que tratan el tema, el precio justo estaba ligado al concepto medieval de la jerarquía social y correspondía a un cobro razonable que permitiría que el productor viviera y mantuviera a su familia en una escala de acuerdo a su posición en la vida. Generalmente se piensa que esta doctrina ha encontrado su aplicación práctica en el sistema de corporaciones”163 Uno de los principales defensores de esta interpretación, coherente con su postura acerca de la relación entre la Reforma Protestante y el capitalismo fue Max Weber. De Roover mostró que esta interpretación es claramente errónea, pero vayamos a los textos, para determinar si el juicio de de Roover, está suficientemente fundamentado. Veremos como analizaron este complejo y trascendente tema económico los Escolásticos Tardíos.
En primer lugar distingamos entre precio legal (el fijado por una autoridad) y el precio natural (el del mercado) hay que aclarar también que, obviamente el “precio natural” no es constante ni fijo, ni objetivo164
La posición de San Bernardino vuelve a ser fundante165, y para éste, el precio justo era el precio establecido o determinado por la estimación común en el mercado166167 De ese precio justo, se desprende la equivalencia en las transacciones, como veremos más adelante . Es de notar que Bernardino que seguía en casi todo a Duns Scoto, se aparta totalmente de él en este punto168 En la postura opuesta en cambio, Jean Gerson (m.en 1428) rector de la Universidad de París, recomendaba que todos los precios y no únicamente aquellos de los productos esenciales, deberían ser fijados
163
De Roover, R op.cit con cita de más de 10 autores entre los que mencionaremos a: William Ashley, John M. Clark, Shepard B. Clough, Charles W. Cole, George Clune, Alfred de Tarde, Joseph Dorman, S.B. Gras, Herbert Heaton, George O’ Brien, Leo Schumacher, James Westfall Thompson, et. al 164 Conforme Gómez Camacho op.cit. p.145 165 Para de Roover, San Bernardino fue el economista más competente de la Edad Media op.cit. p.27 166 Chafuen op.cit p.95 y agrega la cita textual del latín “Secundum aestimationem fori ocurrentis, secundum quid tunc res, quae venditur, in loco illo comuniter valere potest” 167 Raymond de Roover escribió al respecto en 1958 “the just price was simply the current market price” citado por Wood, D op.cit p.135 Wood remarca una larga lista de antecedentes de esta postura desde el Digesto Romano hasta una capitulación de Carlomagno a los francos de 884 168 Según Langholm para seguir a Pietro Olivi
por el Estado. Su argumento al respecto era que las autoridades estaban en mejor posición para valorar las cosas que los individuos 169 En realidad, De Roover sostiene que el argumento de Gerson era que “ninguna persona debería atreverse a ser más inteligente que el legislador” Acota luego, que la sugerencia encontró pocos aliados, debido a que la falta de sentido práctica de la idea, se volvió manifiesta.170 La posición mayoritaria era la de San Bernardino, los disidentes eran “solamente unos pocos seguidores de Duns Scoto171, como John Mayor, Jahanes Consobrino y Joao Sobrino, un portugués que enseñaba en Inglaterra172 Esta discusión no era en absoluto meramente teórica y de hecho la práctica anticipó la discusión teórica; en Francia, Felipe el Hermoso había intentado fijar el precio del grano en 1304 y en Inglaterra los precios de los artículos esenciales eran fijados por el Estado desde el siglo XIII, como bien aclara Wood.173 Francisco de Vitoria, por su parte, explica con claridad meridiana la solución mayoritaria de la Escolástica Tardía, que cito en extenso porque lo merece174: “Se sigue de este principio que adonde sea que haya un bien comercial para el cual hay muchos compradores y vendedores, ni la naturaleza del bien ni el precio que por el que se ha comprado, eso quiere decir, cuan caro haya sido, ni el esfuerzo y los problemas que se hayan tenido en obtenerlo, deberían ser tomados en cuenta. Cuando Pedro vende trigo, el comprador no necesita considerar el dinero que Pedro gastó ni su trabajo, sino la estimación común de cuanto vale el trigo. Si ,de acuerdo a la estimación común, el bushel de trigo vale 4 piezas de plata 169
Wood, D op.cit 143 . Chafuen, probablemente por motives ideológicos omite toda referencia a Gerson y a su postura. 170 De Roover, R op.cit p. 30 171 Al respecto hay que hacer notar como hace Schumpeter que en general los Escolásticos Tardíos trataron muy mal a Duns Scoto y que probablemente los conflictos entre las órdenes tienen mucho que ver. Los escoláticos tardíos fueron dominicos o jesuitas y Scoto era franciscano Ver. Schumpeter, J op.cit p.123 nota 14 172 de Roover, R op.cit p. 28 173 Wood, D op.cit. p. 143 Que además puntualiza que se entendía como una facultad de los gobiernos locales, más que del gobierno nacional, derivada de la potestad sobre pesos y medidas, lo que conducía a enormes variaciones y disparidades. Sólo en ocasiones muy serias, habitualmente hambrunas muy extendidas, intervenía el rey directamente. Wood da una larga serie de ejemplos de ello 174 Y que es de clara inspiración en Sto, Tomás que relata el caso de un mercader que está llegando a una ciudad durante una hambruna con su cargamento de trigo y que además sabe que otros lo siguen y cuando lleguen harán bajar el precio . ¿Debe el vendedor admitir esto o vender simplemente al precio que “encuentra”? Sto .Tomás agrega que sería más virtuoso que revelara la información o bajara el precio, pero termina admitiendo que no está obligado a ello en “estricta justicia” La historia es tomada de Cicerón y está en la Summa Theologica 2 a 2 ae , 77 3 ad 4 vol 38p.223 citado por Wood,D op.cit p.136
y alguien lo compra por 3,esto constituirá un acto de injusticia para con el vendedor porque la estimación común de un bushel de trigo es cuatro piezas de plata. De la misma manera si el vendedor consigue venderlo a mayor precio, teniendo en cuenta sus gastos y su trabajo, estaría vendiendo injustamente, porque debería venderlo de acuerdo a la estimación común del mercado”175 Sin embargo la advertencia de De Vitoria, en el sentido que tiene que haber muchos compradores y vendedores, ha hecho interpretar a algunos que estaría hablando de “competencia perfecta”. Chafuen, advierte contra este error y coincido con él en este punto. La competencia perfecta es un modelo con supuestos explícitos, confundirlo con la expresión de un Escolástico Tardío es una exageración. A mi juicio a lo que se refiere Francisco de Vitoria es, simplemente a que exista un mercado como tal, es decir con oferentes y demandantes. Tanto es así que Vitoria y varios Escolásticos más como Medina, por ejemplo, consideraron el caso de la ausencia de competencia y recomendaron que se fijara un precio legal, basado en el costo más un excedente.176 Diego de Covarrunias y Leiva fue aún más lejos y escribió “El valor de un artículo no depende de su naturaleza esencial sino de la estimación de los hombres, aunque tal estimación sea una tontería. Así en las Indias el trigo es mas caro que en España porque los hombres lo estiman más, a pesar que la naturaleza del trigo sea la misma, en ambos lugares”177 Luis de Molina por su parte178, resumió muy bien la postura Escolástica Tardía en el tema, decididamente subjetivista “... debemos observar que el precio justo de los bienes no es fijado de acuerdo a la utilidad dada a ellos por el hombre, como si, caeteris paribus, la naturaleza y la necesidad del uso que se da a los mismos determinaran la cantidad de su precio, depende de la apreciación relativa que cada hombre hace del uso del bien. Esto explica porque el precio justo de una perla, que puede ser usada únicamente para decorar, es mayor que el precio justo de una gran cantidad de grano, vino, carne, pan o caballos, aún cuando la utilidad de estas cosas (que además son más nobles en naturaleza) es más conveniente y superior que el uso de una perla. Por eso es que podemos concluir que el precio justo de una perla, depende del hecho que algunos hombres quisieron otorgarle su valor como objeto de decoración”179
175
De Vitoria, Francisco De justitia citado por Chafuen, A op.cit. p.83 Citado por Chafuen, A p.96 177 Citado por Chafuen,A p. 96 178 De Roover adjudica a Molina el haber sido el primero en hablar de “concurrentium”, competencia De Roover, R op.cit p. 29 179 Citado por Chafuen, A p.84 176
De Roover remarca que la reforma protestante (a pesar de Max Weber) siguió enseñando la doctrina escolástica, sin alterarla en lo más mínimo y se transmitió a través de los predicadores puritanos en Inglaterra y en los Estados Unidos. La Economía debería esperar casi tres siglos para producir una definición más clara de la teoría subjetiva del valor y como afirma Schumpeter “Molina y Lugo fueron tan precisos como lo sería Carl Menger al puntualizar que la utilidad no es una propiedad de los bienes mismos , ni coincide con ninguna de sus cualidades intrínsecas sino que es reflejo de los usos que los individuos observados se proponen hacer de dichos bienes y de la importancia que le atribuyen a dichos usos”180 Controles de Precios y precios legales Consecuentemente con su definición de “precio justo” la mayoría de los Escolásticos Tardíos consideraron que la autoridad podía fijar un precio a un producto, en el caso del monopolio del mismo, o cuando hubiere muy pocos compradores y vendedores de un bien muy necesario181 Recordemos que la discusión del precio justo no era una discusión bizantina ni mucho menos de investigación pura, para los Escoláticos Tardíos tenía una serie concreta y práctica de implicancias morales (eso fue lo que los llevó en un comienzo a estudiar el tema) Lo primero, en lo que coincidieron es que es imposible establecer una regla 182 pero de todas maneras, debido a las implicancias prácticas mencionadas, había que establecerla. Y la esbozaron de la siguiente manera:
Distinguieron183 claramente como era su costumbre, el plano moral del plano legal. Y dijeron entonces mientras el rango de variabilidad entre lo justo y lo injusto, legal debe ser amplio, el moral debe ser necesariamente más estrecho y estricto. Así, establecieron que si legalmente el margen debería rondar el 50 % del precio promedio o de mercado, esto significa que se podía hacer operaciones legalmente a 50 % más o 50 % menos del valor de mercado, moralmente ese porcentaje no debía pasar del 10 %, es decir se podía hacer operaciones moralmente irreprochables a 10 % menos o 10 % más del valor de mercado. Lo resumimos así, supongamos un bien con un valor de mercado de 10 180
Schumpeter,J op.cit p 137 Porque de acuerdo al concepto recién definido de precio justo, no existiría en tales casos dicho precio justo 182 Chafuen,Aop.cit p. 86 183 El análisis siguiente es de Leonardo Lessio Iustitia et iure ,pero de acuerdo a Chafuen, A p.96-97 puede considerarse una doctrina común. 181
Punto de Vista Moral Precio Riguroso 11 máximos Precio medio 10 Precio piadoso 9 mínimos
Punto de vista Legal Precio Máximo 15 Precio Medio 10 Precio Mínimo
Topes
5
Topes
Una compraventa del bien a 13 sería inmoral para el vendedor, pero seguiría siendo legal, y una operación a 7 sería inmoral para el comprador, pero también legal.184 Otra consecuencia interesante de la definición del precio justo como el precio de mercado, es que entonces era legítimo cobrar un precio alto por el pan en tiempos de hambruna o por una medicina en tiempos de plaga universal185 Congruentemente, también atacaron la regla de Duns Scoto que el precio debe cubrir los costos186estableciendo que la estimación común no necesita considerar los muchos costos incurridos por el vendedor, aclarando que pertenece a la naturaleza del comercio asumir riesgos y obtener beneficios En cuanto a los controles de precios, el análisis de Molina, coherente con la posición Escolástica Tardía y sumamente interesante es el siguiente:
Supongamos el caso de una hambruna por el fracaso de la cosecha de trigo, el príncipe para ayudar a los más pobres fija un precio máximo al cereal, habitualmente el mismo que en momentos de buena cosecha, invocando el bien común. Una situación nada novedosa en la historia de la humanidad. Molina sostiene que tal medida, en primer lugar es irracional y en segundo lugar es injusta. Es irracional porque si el Príncipe espera que el trigo se venda al mismo precio en épocas de buena cosecha que de fracaso de la cosecha, eso no es racional. Pero además es injusto, primero porque para ayudar a los pobres sería más conveniente ayudarlos con limosnas, en segundo lugar porque es se castiga al vendedor haciéndolo vender algo a menos de lo que vale y en tercer lugar porque se impone únicamente sobre los vendedores de trigo la carga de ayudar a los pobres. 184
Wood destaca la influencia del derecho romano y su concepto de “leasio enormis” (enorme discrepancia) en este análisis. La figura romana adoptaba exactamente el mismo límite legal del 50 % del precio justo y daba acción legal si ese margen se sobrepasaba. Wood,D op.cit p.148 185 Medina con una lógica impecable, admite esto expresamente. Citado por Chafuen,A p.87 186 Scoto, Duns Opera Omnia citado por Chafuen, A p 97
Y por último no deja de anotar que también la medida es ineficaz, porque “en tiempos de escasez y hambre, los pobres raramente pueden comprar trigo al precio oficial. Por el contrario, los únicos que pueden comprar a ese precio son los poderosos y los servidores públicos porque el dueño del trigo no puede resistir sus pedidos”187 El análisis, con alguna variación en el lenguaje y con la probable y lamentable eliminación de los factores morales señalados por Molina, se ajusta a una explicación de manual de economía de los efectos de un control de precios. Mariana, por su parte, compartió la opinión de Molina escribiendo: “Sólo un tonto intentaría separar estos valores (legal y natural) de manera tal que el precio legal difiriera del natural. Tonto, no, perverso el gobernante que ordene que una cosa que tenga un valor común asignado por la gente de cinco debe ser vendido a diez. Los hombres son guiados en esta materia por la estimación común fundada en consideraciones de la calidad de las cosas y su abundancia o escasez. Sería en vano que el Príncipe buscara minar estos principios de comercio. Es mejor dejarlos intactos en lugar de atacarlos por la fuerza para detrimento público.”188 Azpilcueta fue todavía más allá, declaró siguiendo la tradición tomista que un precio oficial injusto, no obliga moralmente.189 Domingo de Soto, en cambio, se diferenció netamente de la posición escolástica tardía al escribir “ sería mucho más seguro y prudente, tanto para la conciencia de compradores y vendedores, como para el bien general, que la ley pusiera precio a todas las cosas si fuera posible...y cuando no pudiera observarse en todas las cosas, debiera señalarse en el mayor número posible..190 Por su parte Melchor de Soria expone detalladamente el proceso de “ajuste de precios” a través del regateo, afirmando que no es realista esperar que las valoraciones sean compatibles de entrada y por eso se necesita el regateo, igualmente tampoco hay que esperar que el regateo conduzca inmediatamente a un arreglo, usualmente tiene que pasar un cierto tiempo. Después Soria distingue entre años de buena cosecha y años de mala : en los años buenos, el trigo está más o menos Molina ,op.cit citado por Chafuen, A op.cit p.97 Un economista actual diría que se produce un exceso de demanda por sobre la oferta y que por lo tanto es necesario aplicar alguna forma de racionamiento. La que menciona Molina es la más habitual en la historia de la humanidad. 188 Woods, Thomas E. Catholic Social Teaching and Economic Law,: an unresolved tension Trabajo presentado en Austrian Scholars Conference Marzo 2002, Mises Institute, Auburn,Alabama, p.8 189 Citado por Chafuen,A p. 89. Es una de las características escolásticas más distintivas la idea de que la ley positiva debe subordinarse a la ley natural y que si no lo hace, no genera obligación moral alguna 190 De Soto, op.cit Gómez Camacho,op.cit. pag 177 187
uniformemente repartido en la sociedad y entonces, los sujetos “van porfiando el precio, de manera que conmúnmente sale justo, pero un año malo cómo podrá porfiar el pobre oficial y el trabajador, acosados por el hambre, cómo podrán regatear el precio del pan que compran ,con los ricos que lo venden sin necesidad?”191 De Roover concluye que “los teólogos españoles eran indudablemente de exagerado optimismo al suponer que la eliminación del control, era la mejor solución en tiempos de escasez crítica de mercaderías esenciales. Podemos discutir con de Roover, pero de lo que no se puede dudar es de la coherencia ( para de Roover extrema) de los Escolásticos Tardíos. 192
El postulado de Equivalencia Para los Escolásticos siguiendo a Aristóteles “nadie sufre injusticia voluntariamente”193, por eso como dice Villalobos si alguien hace una transacción por definición lo hace voluntariamente y por definición hay equivalencia en ella. En realidad ya San Buenaventura (1217-1274) lo había mostrado claramente diciendo que lo importante en una transacción es que uno valore lo que recibe más que lo que da, porque nadie se preocuparía por intercambiar si no fuera así194 Esa equivalencia está en la esencia del precio justo y tiene tres niveles analíticos: análisis de su esencia o definición teórica, de su existencia empírica y de la obligatoriedad de cumplir con la definición teórica de equivalencia. Estos tres niveles pueden resumirse como una perspectiva empírica (si se cumple o no el postulado) una racional (en que consiste el postulado) y una moral ( por qué debe respetarse el postulado) Dentro de estas tres perspectivas hay que situar todo el análisis anterior del precio justo y su casuística. Pero también resulta interesante analizar que pasó en la historia del pensamiento económico posterior con la postura escolástica en este tema. Sintéticamente, diremos que cuando los economistas quisieron hacer de su disciplina una ciencia lo más parecida posible a las ciencias 191
De Soria, Melchor Tratado de la justificación y conveniencia de la tasa del pan citado por Gómez Camacho, F op.cit. p.179 192 de Roover, R op.cit p. 36 193 Aristóteles op.cit. Ética Nicomaquea L.IV,Cap.XI, parag. 1138 a p.399 194 Eso lo llevó al santo a la duda de si Dios amaba a la humanidad más que a su hijo, ya que había entregado a éste para recuperar a aquella y sólo un tonto entrega algo que valora más que lo que recibe. Buenaventura refutó este argumento, pero en el proceso dejó claro los dos aspectos más importantes de todo intercambio. Wood, D op.cit p.150
naturales y concretamente a la Física de Newton, desapareció en ellos el interés por la dimensión moral del postulado de equivalencia. Esto no debería haber implicado la desaparición de la influencia del agudo análisis tanto racional como empírico de los Escolásticos, pero de hecho lo hizo. En la opinión de Gómez Camacho, esta preocupación por la moralidad pasó a ser reemplazada por una preocupación por el equilibrio y éste la única base de moralidad de un economista científico, contra lo que se levantaron algunas voces desde la propia economía, las más notables las de Karl Marx y la de John Maynard Keynes. Disiento con Gómez Camacho en que el equilibrio haya ocupado ese lugar en la mayoría de economistas científicos, simplemente la moral pasó a ser un no-problema, exactamente como la Física no estudia los argumentos para disparar contra otro ser humano, sino cómo se mueven los proyectiles. Gómez Camacho, asimila las discusiones sobre la ley de Say195, que hacen como dijimos Marx y Keynes, con la discusión del postulado de equivalencia. La crítica de Marx Como dijimos anteriormente al retomar la distinción aristotélica entre economía y crematística, Marx va decir que la primera es la circulación simple de mercancías y la segunda la circulación de capital. Esta se caracteriza por no ajustarse al intercambio de equivalentes y es lo que aplicado al mercado laboral, origina la plusvalía. Recordemos que el esquema de la circulación simple de mercancías es M-D-M mientras que el del capital es D—M—D’ y sólo tiene sentido si D’ es mayor que D, lo que no cumple el principio de equivalencia, abandonando su racionalidad. La crítica de Keynes Keynes también distingue entre economía y crematística, llamando a la primera economía cooperativa y a la segunda economía empresarial. Para Keynes la pasión por hacer dinero causa la desigualdad en los pactos crematísticos y eso se debe simplemente a la naturaleza humana Los precios y los intercambios La ecuanimidad no existe obviamente, cuando la transacción no es voluntaria, es decir hay violencia, fraude o ignorancia196
195
Brevemente expresada como “toda oferta crea su propia demanda” aludiendo a la imposibilidad de un exceso de oferta prolongado 196 El análisis es de García, Tratado Utilísimo citado por Chafuen, A p.98 O como lo define positivamente el derecho argentino, cuando hay discernimiento, intención y libertad, es decir no hay ningún vicio de la voluntad.
Siguiendo a Santo Tomás, los Escoláticos sostuvieron que “un intercambio es para beneficio mutuo si ambas partes después del intercambio y como resultado de este, están mejor que previamente”197 Por supuesto existen antecedentes previos a Santo Tomás entre los que señalaremos por su claridad a Richard of Middleton (Mediavilla) que escribió: “el dinero que el vendedor recibe por un caballo vendido es de más utilidad para él que lo que podría haber sido el caballo y el caballo, a su vez, es de más utilidad para el comprador que el dinero que ha dado por él”198 Sto,Tomás al formular lo que Langholm denominó la doble regla del precio justo en los intercambios, que se podría resumir como199 “la justicia basada en la valuación personal tanto del comprador como del vendedor, permite que el vendedor no venda a pérdida, pero no le permite sacar ventaja de la especial necesidad o afecto del comprador por un objeto para obtener una ganancia injusta” Por ejemplo, si el valor de algo para el vendedor estuviera por encima del valor de mercado? En esas circunstancias estaría permitido cobrar más que el precio de mercado ya que en caso de venderlo a ese precio sufriría una pérdida. Pero si el comprador estuviera dispuesto a pagar más que el precio de mercado, por su especial valoración del bien en cuestión, el vendedor no estaría autorizado a aceptar el precio sugerido por el comprador, sino el de mercado. Una onza de pan no puede ser intercambiada por una perla solo porque valga más que ella para un hombre hambriento. No puedo dejar de anotar como algunos de los modernos difusores del pensamiento escolático tardío, han, por razones ideológicas, empobrecido su pensamiento, limitándolo y empobreciéndolo al soslayar una de las más notables características escolásticas a saber, su buen sentido, su moderación y su prudencia. Hay posiciones diversas entre los autores escolásticos (como no habría de haberlas!) pero casi ninguna de ellas es desatinada o disparatada200 El refinamiento de la casuística Escolástica llega hasta al analizar las donaciones, que por supuesto son diferenciadas de las compraventas, distinguir aquellas donaciones, disfrazadas o disimuladas de compraventas. Sto Tomás de Aquino, Summa Theologica II-II q.77,,art.1 Sto Tomás buscaba allí la definición de la “reciprocidad en los intercambios” aristotélica. 198 Middleton, Richard Super quatuor libros sentetiarium citada por Wood, D en op.cit. p.151 199 Todo el brillante análisis que sigue está tomado de Wood, D. p.151 200 Gilbert K. Chestesterton en su obra Santo Tomás de Aquino, sostiene que cada época elige un santo que de algún modo representa las virtudes más perdidas y por lo tanto más añoradas por esa época. Así el racional y positivista siglo XIX estuvo interesado más en San Francisco de Asís (sobre el que también escribió un estudio Chesterton) que en otros santos. En cambio, el siglo XX disparatado, caótico e irreflexivo necesitaba el tino, la prudencia y el simple buen sentido de Santo Tomás 197
Juan de Medina aclara que no puede hablarse de verdadera compraventa en ese caso, y que es perfectamente legítima si el comprador es una persona inteligente, con conocimiento del precio de mercado de la cosa, si no hay sospecha acerca de que el vendedor haya mentido sobre el precio del bien y si el comprador no está en grave necesidad del bien en cuestión201 Teoría de los Monopolios En realidad, para los Escolásticos el concepto de monopolio era el de cualquier práctica nociva, opuesta al bien común e incluía cualquier pacto que se formara para elevar o bajar los precios sobre o bajo el nivel competitivo.202
Consecuentemente abarcaba cualquiera de las prácticas de cartelización y oligopólicas, que para ellos era una violación a la libertad203
Luis de Molina, partiendo de la definición etimológica de la palabra, razonó que sólo existía monopolio cuando “una o más personas obtienen el privilegio exclusivo de vender un bien determinado”204; en lo que constituye una definición mucho más fértil intelectualmente que la del mero análisis etimológico de “un solo vendedor” También, Lessio205 se ocupó de las maniobras monopolistas o de cartelización, denunciando pactos entre artesanos para no terminar el trabajo de otro o de acuerdos para no trabajar por menos de determinado precio.206 Lessio afirmó también sin embargo, que no todos los monopolios son inícuos y que un príncipe por buenas razones puede conceder privilegios exclusivos Los Escolásticos Tardíos no criticaron per se a los monopolios, ni a los establecidos por la autoridad ni a los llamados “naturales”, porque en el primer caso sostenían que podía tratarse de un caso de utilidad pública
Chafuen, A op.cit pag.92 De Roover, R op.cit p31 203 Para de Roover la larga lista de condenas a estas prácticas que llega hasta el “maldito espíritu de monopolio” de Adam Smith, comienza en los Escolásticos. 201 202
204
Molina, Luis op.cit citado por Chafuen, A op.cit.p.99 . La definición constituye una aproximación muy buena al concepto actual de monopolio, que pone énfasis en la existencia de “barreras de entrada” para futuros vendedores para caracterizar a un monopolio. 205 Para de Roover, el de Lessio fue el tratamiento más completo del tema 206 Lessio, De iustitia citado por Chafuen, A op.cit pag.99
y en el segundo caso un monopolio no era injusto si vendía y compraba a precios justos, de acuerdo a Pedro de Aragón207 Pero como acota De Roover, R lo contrario de lo que se relata en la historia de hadas a la que nos referimos ayer parecería ser cierto; en realidad son los monopolios la esencia misma del sistema de gremios y no los precios justos y la concurrencia.208 Los motivos de la desaparición de los “precios justos” de la Economía La explicación más interesante al respecto la de John Hicks a quien sigue, Gómez Camacho en este punto. En los siglos XVII y XVIII se produjo un cambio filosófico que cambió la vieja causalidad escolástica por una nueva causalidad científica. Para la vieja causalidad la conducta económica radicaba en personas o agentes económicos libres a los que se les podían atribuir acciones, es decir eran vistos en la forma en que Keynes los describió en su comparación con la celebérrima manzana del mítico relato de Newton : “...la idea de que la economía es una ciencia moral (pues) se ocupa dela introspección y los valores... Es como si la caída de la manzana al suelo dependiera de los motivos de la manzana, de que mereciera la pena caer al suelo, de que el suelo quisiera que la manzana cayera, y del error en los cálculos por parte de la manzana respecto de su distancia del centro de la tierra”209 Cuando en cambio, se empezó a pensar de acuerdo con la nueva causalidad científica no fue necesario imaginar agente alguno al que responsabilizar de lo que sucedía en el terreno económico, bastaba con explicar como sucedían las cosas Concluye Hicks: “Resulta fascinante observar en la literatura de los
Siglos XVII y XVIII como la Vieja Causalidad se vino abajo .. y cómo la Nueva Causalidad fue una adquisición que habría de permanecer... en adelante la explicación será una cuestión separada de la aprobación o desaprobación.”210 Y Schumpeter por su parte va a concluir que: “los escolásticos tardíos enumeraron todos los factores determinantes del precio, aunque no los integraron en una teoría de la oferta y la demanda”
207
Aragón,Pedro de Iustitia citadopor Chafuen, A p.99 De Roover, R op.cit p.36 209 Keynes, John Maynard The Collected Writings vol XIV,pag.300 citado por Gómez Camacho,F op.cit p. 183 210 Hicks, John, Causality in economics p.6-7 citado por Gómez Camacho,F op.cit p. 184 208
La controversia entre Escolásticos y su interpretación Hemos intentado esbozar en los apartados anteriores las posiciones más destacadas sobre el tema precios y podemos entonces observar dos posiciones diversas y que por eso resultan especialmente interesantes: una creemos mayoritaria entre los Escolásticos Tardíos representada por Molina, Mariana, Azpilcueta entre otros partidarios por así decirlo de una menor intervención estatal y otra representada por Domingo de Soto y Melchor de Soria, más favorable a la intervención estatal en la vida económica. Sin embargo, queremos advertir especialmente sobre la traslación imprudente de posturas ideológicas del siglo XX a la Escolástica de los siglos XV y XVI. Nos parece que, por ejemplo, hay algo de eso, particularmente en el extraordinario libro de Alejandro Chafuen, que no cita siquiera una vez a Melchor de Soria, y en el caso de Domingo de Soto, no cita su texto más favorable a la intervención estatal (concretamente en el que sostiene que lo ideal es que todos los precios sean fijados por el Estado) Este es un error particularmente grave, porque como marca muy bien Gómez Camacho, la discusión entre Molina y de Soria, está muy lejos de ser una discusión ideológica. Por el contrario, es una discusión claramente práctica o pragmática, en donde se adoptaba una posición u otra de acuerdo a las circunstancias del caso. La discusión de De Soria y Molina sobre la imposición o no de una tasa sobre el trigo (la fijación de un precio legal), tiene una solución absolutamente pragmática; cuando de Soria sostiene que la eliminación de la tasa puede llevara que “los ricos y poderosos chuparan la sangre de los pobres, porque de diez partes de trigo, nueve las tienen ellos”, recurre a Molina que había escrito “si esto es así y no exageración, no se debe sufrir sin poner remedio a ello”211 Ahí está la solución pragmática: el defensor de la no intervención estatal , no hace de esto una cuestión ideológica ni mucho menos, con mucho mejor sentido que los ideólogos de siglos posteriores.
Como bien aclara Gómez Camacho al referirse a este tema: “Los doctores españoles de los siglos XVI y XVII defendieron frecuentemente opiniones encontradas y por eso la controversia fue una de las características principales de su pensamiento económico. Concebir la enseñanza de ese pensamiento común bloque monolítico de doctrina es condenarse a no entender nada ni de su pensamiento ni de su metodología. Las razones que aducían en sus controversias, contrariamente a lo que se suele pensar y escribir, no eran razones de 211
Gómez Camacho,F op.cit p.202
autoridad ni razones apriorísticas, eran razones de carácter analítico y de coherencia lógica.”212 Suscribo la opinión de Gómez Camacho, pero aclaro que sí puede identificarse un “corpus principal” o mejor dicho una opinión claramente mayoritaria en la mayoría de los temas y que, como hemos marcado las diferencias no eran de carácter ideológico, si no de orden práctico.
F) Los salarios y el salario justo
En la tradición de Santo Tomás, los Escolásticos Tardíos consideraron al tema de los salarios como un tema de justicia conmutativa y casi como una derivación de la teoría de los precios 213 El salario para Sto, Tomás es la remuneración natural del trabajo “casi como si fuera el precio del mismo”214 En cambio tanto San Bernardino como San Antonio eliminan ese “casi”215para decir que los salarios son idénticos a los precios. Inclusive Chafuen encuentra un antecedente en Sylvestre de Priero de la teoría austriaca de la imputación216 Por supuesto el problema principal de esta área para los Escolásticos era determinar el salario justo que adquiría una importancia clave, ya que no era cualquier bien el que se estaba “comprando”. San Antonio, uno de los autores que más se dedicó al tema , definió al salario justo como el establecido por la estimación común, en ausencia de fraude 217 Luis de Molina se extiende un poco sobre el concepto diciendo : “Después de considerar los servicios que un individuo realiza y el gran o pequeño número de gente que, al mismo tiempo, pueden ser encontradas en servicios similares, si el salario que se le fija es al menos el menor que por
212
Gómez Camacho, op.cit. p. 203 y 204 Lo que constituye una posición muy actual 214 « Quasi quoddam pretium ipsius « anota Chafuen, A op.cit p. 105 215 DE Roover, R op.cit. citado por Chafuen ,A op.cit p 105 216 Chafuen,A op.cit p 110 la teoría de la imputación sostiene que cuando lo valuado son bienes de capital ( o intermedios) y no de consumo ( o finales), el precio de ese bien intermedio depende del bien final que puede producirse con el mismo 217 San Antonio Summa Theologica Part 3, tit. 8, cap. 2citado por Chafuen. A op.cit p. 111 La asimilación con cualquier precio es evidente. 213
costumbre se fija en esa región para gente de ese servicio, ese salario debe ser considerado justo.”218 Y además explícitamente rechazó la idea de fijar los salarios de acuerdo a las necesidades del trabajador, así: Esto es verdadero (que el salario de mercado es justo) aún cuando el sirviente apenas pueda mantenerse a sí mismo y viva una vida miserable con su salario, porque el propietario sólo está obligado el salario justo por sus servicios, teniendo en cuenta todas las circunstancias, no lo que sea suficiente para su subsistencia y mucho menos para mantener a sus hijos y su familia”219 El carácter voluntario del contrato de trabajo es un punto importante en la teoría de los Escolásticos Tardíos. Así unos años antes,.De Soto de quien relatamos su polémica son Molina, había escrito sobre el tema,”si libremente aceptaron su salario para su trabajo, debe ser justo” porque “ningún perjuicio se le puede hacer al que consiente” y De Soto termina diciendo a los trabajadores “ si no quieren trabajar por ese salario, váyanse”220 Por su parte el Padre Franciscano Villalobos razonaba de la siguiente forma: “Y cuando ellos (los trabajadores) dicen que el salario es menor al mínimo justo, parece que no hay que creerles, porque si pudieran encontrar otro empleador que les pagara más, se irían y trabajarían con él,...por esa razón tienen un valor menor porque los servicio s valen mucho menos cuando hay un montón de empleadores, son como bienes cuando hay falta de compradores. Por lo qu eno tienen nada de que quejarse221 A su vez los empleadores pueden negarse a tomar gente cuando el precio sea muy alto por que “ es contrario a la razón y a la justicia obligar a alguien a comprar o a contratar empleados a un precio que no quiere”222 Lessio por su parte, después de analizar como no únicamente el dinero pagado es parte del salario, si no también el honor del cargo, por ejemplo223 y además menciona dos casos en que el salario puede ser menor que el mínimo justo y aún ser justificable y ellos son: el caso de un empleador que emplea a alguien sin necesitar sus servicios y en respuesta
218
Molina, Luis de op.cit. citadopor Chafuen, A. Op.cit p.106 Molina, Luisde op.cit citado por Chafuen. A op.citp.106-107 220 De Soto, op.cit citado por Chafuen, A op.cit. p. 107 221 Villalobos op.cit citado por Chafuen,A op.cit. p.109 222 Villabos op.cit citado por Chafuen,A op.cit p. 109 223 Modernamente se hablaría de pagos no monetarios que pueden llevar a alguien a aceptar un salario bajo monetariamente en forma temporal, si se obtienen otra clase de beneficios, por ejemplo, prestigio, aprendizaje, contactos, etc. 219
a sus pedidos, es decir por piedad; el otro caso es de aquel que quiere trabajar para aprender el oficio o para obtener un beneficio224 El Cardenal Juan de Lugo, también va a coincidir con Molina, Lessio,Vilallobos en que el salario justo es el que se paga en el mercado por trabajas similares, pero va a agregar que para ese cálculo no hay que tomar en cuenta los altos salarios que los nobles ricos les pagan a sus sirvientes225 En cuanto a si un trabajador tiene que cobrar, cuando no trabaja debido a que está enfermo, la opinión tanto de Lugo, como de Covarrubias, Silvestre, y Molina es que no tiene derecho, excepto por supuesto, que existiera una cláusula especial que así lo disponga en el contrato. San Bernardino por su parte investigó también que determina los salarios y concluyó que el tiempo del entrenamiento necesario es un factor clave porque a mayor tiempo de entrenamiento, menor oferta de trabajadores y por lo tanto mayor salario226 Esto no es como algunos autores 227 una concesión a la teoría de la determinación de precio por el costo, porque siempre se mantiene la idea de la valoración común, esto es, si alguien destina diez años de su vida a aprender a tocar el violín, esto no lo convierte en un concertista de elevados honorarios, sino la apreciación común del público lo hace. Lo que remarcaba con todo buen sentido San Bernardino es que por ejemplo, nadie puede ser un buen concertista de violín sin dedicarle diez años de su vida a ello, pero no todo el que le dedica diez años de su vida a ello se convierte en un concertista. Es decir el largo entrenamiento, es una condición necesaria (en el común de los casos, pero deberíamos exceptuar a genios naturales como Mozart) pero no suficiente para explicar esos altos ingresos. Las Prácticas prohibidas en el mercado laboral Los Escolásticos Tardíos condenaron cualquier práctica monopolística (como las definimos al tratar los precios) en el mercado del trabajo, sea por parte de los oferentes como de parte de los demandantes.
Así condenaron el pago de salarios en especie, cuando el contrato establecía que debía ser pagado en dinero, al respecto San Antonino 224 Lessio, Leonardo op.cit citado por Chafuen,A op.cit p.108. La agudeza y la perspicacia de Lessio es notable. 225 Chafuen,A op.cit. p 109 226 San Bernardino de Siena op.cit. citado por Chafuen, A op.cit.p.111 El razonamiento de Bernardino es económicamente impecable 227 Hamouda y Baker especialmente
reclamaba al empleador vender sus bienes a pérdida si era necesario, para cumplir con el pago en efectivo228 Como no podía ser de otra manera condenaron a los gremios y gildas por sus actos de restricción de la oferta laboral, con el fin de elevar los salarios, por ejemplo el dañar intencionalmente las herramientas de trabajo, aunque como afirma de Roover rara vez mencionaban a los gremios229 El monopolio era la esencia del sistema de los gremios y frecuentemente participaban en acuerdos secretos para fijar precios a costas del consumidor; los escolásticos no distinguieron entre gremios y guildas o entre asociaciones de maestros, y de jornaleros.230 Molina por ejemplo considera que ambas son contrarias al bien común231
Uno de los problemas más interesantes con los que debieron ligar fue con la interpretación de Mateo cap.20 ver.4 que relata la parábola del dueño de campo que le paga lo mismo a los trabajadores que comenzaron a la mañana, que a los que llegaron a la tarde. San Agustín ya había señalado que al hacer eso el empleador no violó su contrato con los primeros y que enctonces hay que considerar su pago a los segundos trabajadores en parte una donación. Pero la negociación sobre precios tenía una enorme diferencia respecto de la negociación sobre salarios, y es la falta de igualdad entre las partes, que preocupaba a San Antonio de Florencia porque “el trabajador es pobre y tiene que contentarse con menos de lo que necesita para mantenerse él y su familia” . San Antonio condenó el pago de menos del salario “justo”, en situaciones en las que el trabajador no puede negociar libremente ya que no se debe explotar la necesidad del trabajador de mantener a su familia. Era injusto y pecaminoso pagar menos del salario justo por ese motivo, así como era injusto y pecaminoso comprar un bien a menos que el precio justo, sólo porque el vendedor necesitaba la plata Santo Tomás también anotó que los trabajadores eran usualmente gente pobre luchando por su subsistencia y ambos fulminaron la práctica común de pagar en especie, a pesar de su difusión232 A fin de la Edad Media en Inglaterra entre el 33 y el 50 % de la población vivía total o parcialmente de salarios. Se habían hecho 228 229 230 231 232
Chafuen, A op.cit p. 109 De Roover, R op.cit p. 36 De Roover, R op.cit. p 36 remarca la importancia de esa omisión Molina, Luis de op.cit citado por De Roover, R op.cit p. 37 Wood, D op.cit. p.153
comunes los contratos de temporada y el trabajo ocasional más que el trabajo estable a salario fijo por un largo período de tiempo, obviamente como consecuencia de la época de salarios en alza, lo que menos le convenía a un trabajador era un contrato a muy largo plazo, ya que el salario que podía ser conveniente al comienzo del mismo, sería malo seguramente al término del contrato233
Es necesario aclarar en este punto en que consistía una guilda234 y sus diferencias con un sindicato actual: la guilda era una organización que nucleaba a la gente del mismo oficio, pero a diferencia de un sindicato actual estaba rígidamente dividida jerárquicamente en maestros, jornaleros y aprendices; los oficios que primero se agruparon en ellas fueron los panaderos, los carniceros, y los zapateros. La guilda fijaba los precios de los artículos a veces legal, a veces ilegalmente235 y las remuneraciones, pero las de los jornaleros que eran los únicos asalariados en ellas, ya que los aprendices habitualmente trabajaban por el alojamiento y la comida. Era entonces una organización muy diferente a un sindicato actual. Los oficiales de la guilda, examinaban a los jornaleros, asignándoles una categoría de acuerdo a sus habilidades. Recién en la mitad del siglo catorce van a empezar a surgir asociaciones de jornaleros que se agrupaban para discutir sus salarios con los maestros236, su lucha era por la “libre negociación”, en realidad por la libre negociación colectiva, la individual ya existía. Ya en 1303 en Londres los mozos de cordel de formaron una confederación, aparentemente como respuesta a una reducción de salarios por parte de los maestros, y a partir del año siguiente varios jornaleros imitaron su ejemplo. Hay antecedentes de huelgas ya en 1350 y 1362, aunque era movimientos de solidaridad en lo que no se trabajaba hasta que se arreglara un conflicto individual237 El fenómeno también se estaba dando en el resto de Europa y hay antecedentes tan remotos como 1229 en los Países Bajos ,más
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Wood, D op.cit p 157 anota este fenómeno Era como dice De Roover, una corporación artesanal de artífices independiente 235 Algunos países lo permitían, y otros lo prohibían expresamente, pero seguramente en todos se producía esa maniobra de cartelización. DE Roover, R op.cit p. 37-38 brinda una serie de ejemplos de autorizaciones y prohibiciones. 236 Wood, D op.cit p.146-47 recordemos que en general el siglo XIV fue una época de mucha escasez de mano de obra particularmente en los períodos inmediatamente siguientes a las pestes, por lo que las luchas de los jornaleros fueron originariamente, en contra de los salarios máximos, no a favor de salarios mínimos 237 Wood, D. op.cit. p.156 234
precisamente, en Douai, de una negociación colectiva de salarios después de una huelga de sastres238 De Roover destaca la asimetría real en la Florencia de finales del siglo XIII entre ambas asociaciones: la de maestros tenía prohibido realizar maniobras monopólicas so pena de incurrir en una multa considerable, pero nunca se aplicó a nadie tal reglamentación, mientras tanto los empleados de las industrias de lana y seda fueron drásticamente perseguidos para evitar que formaran hermandades, incluyendo la aplicación de la pena capital a un cardador de lana Ciuto Brandini en 1345 por el único crimen de querer organizar una confraternidad. Medidas similares se tomaban en Flandes, donde se prohibían asambleas, en Ipres se amenazaba con la ceguera y el destierro y entre 1280 y 1281 diez huelguistas fueron brutalmente desfigurados. 239 En la actividad rural lo más frecuente eran los movimientos de arrendatarios, para resistir las demandas crecientes de los señores de más trabajos personales o mayores rentas. La negociación colectiva de algún modo intentaba nivelar la asimetría que había señalado Sto,Tomás en la libre negociación, ya que colectivamente los jornaleros adquirirían mayor posibilidad de negociación y lo consiguieron en los países en donde lograron organizarse; para Wood es un caso de la práctica económica adelantándose al avance teórico.240 Pero como señalamos anteriormente, los Escolásticos no diferenciaron entre estas distintas asociaciones y condenaron a todas, sin distinción. Los Escolásticos Tardíos motivados por su aguda conciencia social241, también analizaron la posibilidad de fijar un salario mínimo suficiente para mantener al trabajador y su familia, en defensa de los más pobres, pero no lo hicieron creyendo que la fijación de ese salario por encima del nivel de la estimación común solo causaría desempleo242, por eso recomendaron otras formas de protección.243 Probablemente los Escolásticos Tardíos tuvieron a la vista las experiencias de otros países en donde las fijaciones habían fracasado, Wood, dop.cit p. 157 Los Países bajos eran uno de los lugares más adelantados comercialmente de la época. 239 DE Roover, R op.cit p.37 a 39 240 Wood, D, op.cit.p. 157 241 No sólo eran en su inmensa mayoría sacerdotes sino que además tenían un íntimo conocimiento de la vida diaria como he intentado mostrar. Sus reflexiones eran principalmente dirigidas a los problemas que se les presentaban todos los días, por ejemplo en las confesiones. 242 Otro razonamiento económicamente impecable 243 Por ejemplo de Soto, Domingo Deliberación de la causa de los pobres se ocupa especialmente del tema, citado por Chafuen, A p. 111 238
aunque en su inmensa mayoría hubieran sido de signo opuesto es decir fijaciones de salarios máximos ; en Inglaterra por ejemplo desde Eduardo I se intentó fijar el salario de los albañiles y con especial énfasis después de las sucesivas pestes que asolaron el país. Claro que estas fijaciones de salarios en realidad querían funcionar como salarios máximos en defensa de los empleadores244 y no como mínimos en defensa de los obreros, ya que la peste diezmaba a los trabajadores y los sobrevivientes estaban en condiciones de pedir salarios mucho más altos a los anteriores a la catástrofe.245 En 1348 hay testimonios de cosechas echándose a perder por falta de trabajadores, con salarios que triplicaban el anterior a la peste. El gobierno intervino en 1351 obligando a la población sana a trabajar y ligando por diversas reglamentaciones a los empleados a sus señores y fijando exactamente el salario de la mayoría de las ocupaciones estableciendo además una fuerza especial de policía para aplicarla.246 Regulaciones similares se dictaron en Francia y en Aragón. Pero como bien aclara Wood “Yet however hard they tried, in the final analysis no amount of regulation and legislation was able to withstand the natural laws of the market. The relationship of employer and employee in the town, and between lord and peasant in the country had changed, and wages did increased enormously” 247 El salario justo y la justicia conmutativa y distributiva. El análisis que hemos reseñado hasta aquí como bien destaca Noell se ha hecho casi enteramente a la luz de la justicia conmutativa sin que las consideraciones de justicia distributiva tuviesen casi ningún papel.248 La antigua 249interpretación del salario justo lo entendía como un vehículo de la justicia distributiva, diseñado para mantener a cada trabajador y empleador en su lugar en la jerarquía del mundo medieval. En las palabras de O’Brien el salario debía ser “suficiente para permitirle mantener el standard de vida de su clase”250.
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Como bien señala Noell el desbalance que Sto.Tomás había advertido en la negociación laboral, se había revertido a favor de los trabajadores. La libre negociación claramente establecía salarios de equilibrio mayores a los impuestos por el Estado, de ahí la necesidad de la acción estatal, en donde los empleadores estaban más representados que los empleados. Ver Noell, E op.cit .p.473 245 Wood, D op.cit.p144 Wood por ejemplo, cita que entre el 33 y el 50 % de la población moría en estas pestes. 246 Wood, D op.cit p 145 247 Wood,D op.cit p. 146 248 Noell, E op.cit p. 470 249 Por antigua Noell se refiere a la interpretación previa a los trabajos pioneros de De Roover (1958) y Baldwin (1959) que mostraron que tal interpretación no tenía asidero documental en los textos 250 Citado por Noell,E p 471
De Roover y Baldwin mostraron que esa posición pertenecía a Heinrich Von Langestein y que además su influencia era muy reducida siendo absolutamente marginal al “mainstream” Escolástico. Rothbard, por su parte, como era de esperar, abunda especialmente sobre el tema, analiza con cuidado el Tratado sobre Contratos de Langestein y marca su contradicción, ya que comienza definiendo al precio justo como el resto de la Escolástica para después pasar a contradecirse por completo al animar a las autoridades a intervenir y fijar los precios. Rothbard por supuesto lo condena como el único escolástico de positivamente abogó porque el gobierno fijara los precios251 Pero la “herejía económica” (Rothbard dixit) del pobre Von Langestein que tuvo efecto más perecedero fue la de aconsejar a las autoridades que, al fijar los precios, lo hicieron con el objeto de que cada vendedor, comerciante o artesano pudiera mantener su nivel de vida o condición social. En lo que Rothbard tiene razón, es en señalar como ya lo hemos hecho El carácter marginal dela posición de Von Langestein, salvo Mateo de Cracovia que llegó a ser Rector de la Universidad de Heildelberg y Jean Gerson, Rector de la universidad de París ningún contemporáneo de renombre coincidió con Von Langestein . También tiene algo de razón, aunque como de costumbre exagera las tintas por su carga ideológica, Rothbard cuando dice que los historiadores socialistas y estatistas del siglo XX (como O’Brien, Tawney y Amintore Farfani) y algunos liberales pro- mercado, pero furiosamente anticatólicos como Frank Knight lo rescataron del olvido para evocar una imagen totalmente distorsionada de la Edad Media y de la Iglesia Católica252
El límite moral para los Escolásticos siempre fue lo que llamaron compulsión económica , es decir un vicio de la libertad que por lo tanto hacía injusta la negociación violando la justicia conmutativa. Definieron esa compulsión como el poder que una parte poseía debido a alguna ventaja ( en bienes, dinero o habilidades) y que era usada para obtener términos de intercambio injustos de la parte opuesta en necesidad o pobreza253 Es interesante marcar como por ejemplo San Antonino que conocía muy bien la situación laboral de la industria textil florentina, y a pesar de reconocer que el empleado se hallaba habitualmente en desventaja en su poder negociador, rechazó la acción de las asociaciones de 251
Rothbard, M op.cit p. 109 Rothbard una vez más se deja llevar por su dogmatismo, Langestein no fue el único escolástico que sostuvo eso, Gerson y especialmente Melchor de Soria hicieron lo propio (de Soria hasta escribió un libro con ese título) 252 Rothbard, M op.cit p.110 253 Langoholm, Odd op.cit citado por Noell, E op.cit.p 473
trabajadores como solución viable.254, porque consideró como San Bernardino a cualquier forma de coalición para alterar los precios una violación de la justicia conmutativa. La solución que propusieron fueron exhortos a las partes a no caer en prácticas injustas y periódicamente, la actuación de un “observador imparcial” habitualmente un confesor que “corregirían precios en situaciones singulares de intercambio, fuera de contacto con el mercado o cuando las condiciones de mercado fueran irregulares o menos que competitivas por la actuación de los monopolios, colusiones y maniobras agiotistas, fenómenos todos habituales en el mundo medieval”255 Para los Escoláticos, el mercado, evitaba la compulsión económica, el que hubiera varios compradores evitaba que los vendedores fuesen perjudicados y el que hubiese varios vendedores evitaba que los compradores fuesen los dañados 256 Como dice Langholm “Si alguien es forzado por las circunstancias a aceptar un empleo con un salario que considera menor del que merece, eso no implica que el empleador esté obligado a aumentárselo. Depende de si hay otros empleadores dispuestos a pagar más. Entonces su empleador actual debería pagarle más o el servidor fácilmente puede conseguir otro trabajo. Puede ser sin embargo, que el salario justo es bajo porque hay pocos empleadores buscando esa clase de servicio. Resumiendo, déjese al servidor buscar trabajo en otro lugar, si no puede encontrar a nadie dispuesto a pagarle más, significa que el salario es justo”257 Por otra parte no parece aceptable la afirmación de Noell, que afirma, casi dogmáticamente, al menos sin ofrecer justificación alguna a su afirmación que “los estudiosos del Escolasticismo Hispánico han sugerido que su análisis del precio justo, con su énfasis en la competencia, prefiguran el énfasis del Iluminismo del siglo XVIII en las fuerzas impersonales del mercado”258 En cambio Gómez Camacho , resalta el carácter distintivo que tenía la negociación para los Escolásticos “para los Escolásticos, el regateo era un proceso real y con un propósito definido, no un ideal teórico y mecánico. La libre negociación es un proceso operativo, pero debe ser entendido como un proceso finalista contingente, no como uno eficiente necesario, el que alcance el precio justo depende del comportamiento de los 254 255 256 257 258
Noell, E op.cit p. 474 Langholm, Odd op.cit citado por Noell, E. P.474 Langholm, Odd op.cit citado por Noell, E.p. 474 Langoholm, Odd op.cit citado por Noell, Ep.484 Noell, E op.cit p.482
agentes económicos libres y por eso, el objetivo de la justicia puede ser no alcanzado o rechazado.”259 También es interesante al menos mencionar, el desarrollo que Noell sigue de las ideas de la Escolástica Media a los Reformadores Protestantes (Calvino y Lutero) y cómo su pensamiento tiene similitudes y obviamente diferencias con el de los Escolásticos Tardíos. Por mi parte insisto que, en mi opinión, todos los avances, en algún caso muy importantes que lograron los Escolásticos Tardíos en la comprensión y explicación de los fenómenos económicos no eran para ellos, sino subproductos de su preocupación moral. Lo que preocupaba a los Doctores sobre el salario, como de toda otra cuestión, era si era “justo” pagar un determinado salario a alguien, salario que le hacía pasar necesidades que conocían o si por el contrario quien eso hacía pecaba y se condenaba eternamente. Cuando lo que está en juego es la salvación o la condena eterna, la descripción de los fenómenos económicos y su explicación pasan inevitablemente a un segundo plano muy distante G) Las ganancias Como en todos los temas analizados, la principal cuestión que le va a interesar a los Escolásticos va a ser la justificación moral de las ganancias. Aquí la enseñanza Escolástica es claramente contraria a la posición de Duns Scoto y coherente con su postura en teoría del valor.
Duns Scoto que favorecía una teoría del valor objetiva, sostenía que el príncipe debía tomar medidas para asegurar a los comerciantes precios suficientes como para cubrir sus costos y sus riesgos.260 Contra esto los Escolásticos Tardíos que se inclinaban por una teoría del valor subjetiva, cuidadosamente aclararon que ni la producción ni la negociación por sí solas justifican las ganancias, si no que son justas si provienen de intercambios a precios justos. San Bernardino afirma que “ si son legales las pérdidas, también lo son las ganancias” y da el ejemplo de un comerciante que comprara algo en una región a 100 y lo vendiera en otra donde el precio justo fuera 200. Y también considera el caso inverso, en que el comerciante encontrara que en el segundo lugar el precio del bien es 50, en cuyo caso es natural que pierda. “Está en la naturaleza de la actividad mercantil, a Gómez Camacho, F en Ancient and Medieval Economic Ideas citado por Noell, E op.cit p.485 260 Duns Scotus, Cuestiones Sutilísimas sobre las Sentencias citado por Chafuen, A op.cit p.113 259
veces ganar y a veces perder.”261. Bernardino reconoce además limpieza del alma a los comerciantes, señalando que como cualquier otra ocupación puede practicarse lícita o ilícitamente escribiendo : “Toda vocación ,incluida la llamada al espiscopado, proporciona ocasiones de pecado”262 En la misma linea Saravia de la Calle, reafirmó categóricamente esa idea de San Bernardino afirmando que cuando hay gran cantidad de bienes y mercaderías es probable que los precios bajen y que por eso muchos comerciantes pierdan pero “en este caso es justo que pierdan, porque de otra manera nunca encontraríamos un caso en el que los comerciantes perdieran justamente, siempre ganarían”263 El razonamiento de Saravia en respuesta a los adherentes a la teoría del valor objetivo, merece ser citado en extenso, por su claridad y contundencia: “aquellos que miden el precio justo por el trabajo, costos y riesgos incurridos por la persona que negocia una mercadería o que la produce, o por el costo de transporte o por los gastos de viajar hacia y de la feria o por lo que él tiene que pagar a los factores por su industria, riesgo y trabajo incurren en un muy grave error y todavía más los que permiten una determinada ganancia de un quinto o un décimo. Porque el precio justo surge de la abundancia o escasez de los bienes, comerciantes y moneda como se ha dicho y no de los costos, el trabajo y el riesgo. Si tuviéramos que considerar el trabajo y el riesgo en orden de fijar el previo justo, ningún comerciante volvería a sufrir una pérdida ni la abundancia o escasez de bienes y de moneda entraría en la cuestión”264 Rothbard califica demoledor”265
acertadamente
al
párrafo
como
“incisivo
y
Si bien Saravia de la Calle no alcanzó a elaborar más esta idea, es el mismo sendero por el que en el siglo XX algunos economistas podrían hablar de “la función social de las pérdidas y las ganancias”266 Según esta concepción tanto las pérdidas como las ganancias son necesarias en un sistema de mercado, para permitir que quienes administran los bienes, sean aquellos que satisfacen más certeramente con los deseos de los individuos ( y por eso obtienen ganancias), quienes no lo hacen enfrentan pérdidas. Si por el contrario, 261
San Bernardino de Siena, Opera Omnia ,citado por Chafuen, A op.cit., p. 114 Rothbard, M op.cit p.114 263 Saravia de la Calle, Luis Tratado muy provechoso de mercaderes citado por Chafuen, A op.cit p. 114 264 Saravia de la Calle, L, op.cit citado por Chafuen, A op.cit pag.117 265 Rothbard,M op.cit p. 142 266 Ludwig Von Mises,a quien le pertenece la frase, pero es una idea del mainstream económico 262
remunerásemos en la misma medida a todos, se perdería todo incentivo para satisfacer a los individuos267 Juan de Medina ratificaba la posición de que las ganancias y las pérdidas forman parte esencial de los negocios: “Aquellos que por propia voluntad comienzan a hacer negocios... deben exponerse a las ganancias y a las pérdidas. Y cuando sufren una pérdida, no deben transferirla a los consumidores o a la república. El único caso en que Medina hace una lógica excepción es cuando el Estado fija el precio, en cuyo caso se debe proteger al comerciante de las pérdidas. La posición Escolástica Tardía en este tema es asimilar de alguna manera (Domingo de Soto lo hace explícitamente) al comercio con el juego o por lo menos con el azar que existe en toda actividad humana. Pero para los Escolásticos Tardíos, siguiendo a Santo Tomás, las ganancias son perfectamente legítimas como un fin “inmediato” es decir como un fin que en realidad es un medio para otro fin o fines, de los cuales por ejemplo Sto Tomás reconoció cinco: el mantenimiento de la casa del comerciante, la ayuda a los pobres, el asegurar la provisión al país de bienes esenciales, la compensación del trabajo del comerciante y la mejora de la mercadería 268 Sin embargo y no hay ninguna contradicción en ello, los Escoláticos criticaron duramente el adoptar a las ganancias como el fin último, porque es una violación al Primer Mandamiento. Como San Bernardino había aclarado. “toda usura es ganancia, pero no toda ganancia es usura”269 Lo que nos lleva a uno de los temas centrales de discusión medieval. H) La usura y el interés
Antecedentes Históricos Es importante comenzar este análisis con algunas definiciones, empezando por aclarar qué entendían los medievales por usura.
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Por supuesto es posible pensar en otros objetivos a cumplir que no sea satisfacer a los consumidores directa e inmediatamente. En general toda la actividad estatal se rige por esas bases, ya que los Estados no son clubes o agencias de seguridad al estilo de Nozick a los que uno se afilia y desafilia buscando mejores servicios, 268 Sto Tomás de Aquino,II, II q.77, art 4. respuesta citado por Chafuen, A op.cit. p 117 269 Wood, D op.cit. p. 182
Si bien la usura estaba referida mayoritariamente a préstamos en dinero podía aplicarse a cualquier cosa que pudiera contarse, medirse o pesarse. La definición tenía raíces bíblicas, tanto en Levítico 25 :36 como en el Sermón de la Montaña , Lucas 6:35 y enfatizaba dos aspectos diferentes de la cuestión; el primero era esperar de devolución más de lo que se había dado en donde se denota la intención pecaminosa del usurero, por eso desde el decretal de Urbano III Consuluit, la usura era un pecado de intención. El segundo era de origen más legalista (de la definición de Graciano) todo aquello que exceda el principal es usura270 La condena de la usura se remonta al Concilio de Nicea en 325, pero era una prohibición sólo aplicable al clero, los concilios posteriores en el mismo siglo la extendieron a los laicos. Esto fue reforzado por una carta del Papa León el Grande en el siglo V que suscribía las prohibiciones de los Concilios anteriores. Carlomagno incluyó estos antecedentes en sus propias prohibiciones de la usura y en una capitulación de 806 define a la usura como “se pide más de lo que se dio” El comentario del Falso Crisóstomo271 es un buen resumen de la posición de la época: “Entre los comerciantes, el más maldito es el usurero, porque vende una cosa dada por Dios, que no ha sido adquirida a través de su tarea de comerciante y por la usura demanda su mercadería de regreso, tomando ambas, la suya y la de la otra parte. Un comerciante, sin embargo, no reclama la devolución de algo de lo que vendió. Pero alguno puede decir: No es alguien que cede una tierra para recibir renta o una casa para recibir alquiler, igual que alguien que presta su dinero, con usura? Para nada, en primer lugar porque el dinero sólo debería ser gastado en comprar, en segundo lugar, porque el hombre que tiene un campo obtiene frutos de él , cultivándolo y el dueño de una casa puede vivir en ella. Por eso aquel que deja un campo o una casa evidentemente deja su propio uso y acepta dinero por él, y en cierto sentido parece como si intercambiara ganancia por ganancia, pero no se puede obtener ningún uso del dinero almacenado, Y tercero, un campo o una casa se deterioran en su uso, el dinero cuando se presta no se deteriora ni disminuye.”272 Como vemos el usurero estaba maldito por Dios, y por lo tanto condenado 270
Wood, D op.cit p.160 Palea eiciens .Las palea eran textos agregados al Decretum de Graciano, el del Falso Crisóstomo, debe su nombre obviamente a ser atribuida falsamente a san Juan Crisóstomo y es un comentario de Mateo 21, la expulsión de los mercaderes del templo probablemente debido a un escritor herético (Wood,D. op.cit p. 112-113) 272 Wood, D,op.cit. p.160-161 Para Wood el autor se refiere a que el usurero vende tiempo, lo que sería un importante antecedente de la posición de Sto. Tomás en De Usuris 271
Eternamente. Veamos la evolución de esa posición La usura como pecado mortal Ya en 1149 el Concilio De Letrán emitió una condenación de la usura en la que se habla de “usureros manifiestos” un término que obviamente trajo discusión, excomulgándolos, ordenándoles la restitución de sus ganancias y negándoles sepultura cristiana, si morían sin arrepentirse. La persecución de los usureros fue llevada a cabo con celo y rigor, especialmente después de muertos273. En 1213 el Cardinal Legado de Francia, Robert of Courcon equiparó la usura a la herejía en el Concilio de París. Exhortó al pueblo a convertir a los usureros y si fallaban reportar sus nombres a las autoridades eclesiásticas. El Concilio de Viena, presidido por Clemente V impuso una vuelta de tuerca, ya que todo aquel que creyera o dijera que la usura no era pecado debía ser castigado como herético. San Bernardino de Siena, por su parte escribió “la usura concentra el dinero de la comunidad en manos de pocos, como si toda la sangre del cuerpo de un hombre corriese al corazón y dejase a todos los demás órganos sin ella” Incluso en las comparaciones entre el homicidio y la usura tendía a favorecer al homicidio, porque el homicidio puede ser moralmente justificado en algunos casos y no ocurre así con la usura San Antonino por su parte fue todavía más duro, más sistemático y más coherente, en este punto. Lo más notable es que era el Arzobispo de Florencia274, ciudad bancaria por excelencia, al momento de escribir que “la usura es la ramera sentada sobre muchas aguas con la que han fornicado los reyes de la tierra” o que “ son merecedores de condena eterna” no sólo los usureros, sino todo aquel que coopera con ellos. El usurero permanece en estado de “pecado perpetuo” y algo pocas veces escuchado que “la maldición de la usura recae sobre los herederos del usurero, porque el pecado no se borra hasta que no se restituyen los bienes”. Como afirma Noolan “Ningún autor de renombre posterior sería tan severo, tan tajante como fiel a la lógica de las primeras doctrinas contra
273
Wood relata una serie de episodios macabros de exhumaciones de usureros no arrepentidos, errónea o piadosamente enterrados cristianamente. 274 También hay que acotar que el Papa Eugenio IV tuvo que amenazar con la excomunión a Antonino para que aceptara ser arzobispo de Florencia y que rehusó toda vestimenta y símbolo de su investidura, usando hasta su muerte el hábito dominico
la usura como él”275 o como acota su biógrafo más conocido Raymond de Roover “de haberse seguido sus sermones, habría que haber abolido la banca, loque no dejaría de ser un actitud extraña por parte del arzobispo del mayor centro financiero de Europa Occidental” Pero claramente la posición de Antonino era minoritaria y casi personal, todos los demás teólogos eran mucho más condescendientes aún a riesgo de contradecirse. Para los demás por ejemplo, la usura era asimilada en algunos aspectos al robo, era un ofensa al Séptimo mandamiento y el robo era a los pobres que eran la clientela habitual del usurero.276 El tratamiento de los comentaristas aristotélicos de la usura que, como vemos encontró un auditorio más que bien dispuesto a escuchar sus argumentos ,era que el que pagaba usura no lo hacía voluntariamente, sino con una voluntad mixta. Citando el caso de un capitán que para salvar su barco tira la carga y afirmando que no se puede decir que su decisión sea involuntaria porque eligió hacerlo, ni puede decirse que sea voluntaria porque normalmente nunca hubiera considerado hacer semejante cosa. Es una voluntariedad mixta, aunque Aristóteles reconoce que se parecen más a las voluntarias277 Los Escolásticos van a tomar este concepto y a aplicarlo a la usura. Tanto San Alberto Magno, como Duns Scoto, como Sto.Tomás, como Guillermo de Auxerre usaron el argumento aristotélico278. Como lo resumió Santo Tomás: “el que paga usura sufre injusticia, no de él mismo, sino del usurero, porque supuesto que el usurero no aplica la fuerza absoluta de todas maneras aplica una cierta fuerza mixta sobre él, en que la necesidad de tener que aceptar el préstamo impone una condición tan seria como que tiene que devolver más de lo recibido. Y es similar a uno que reducido por la necesidad debiera aceptar que se le vendiera una cierta cosa por mucho más de lo que vale, porque esa sería una venta injusta de la misma manera, de la misma manera que un préstamo usurario es injusto”279 Resumiendo los argumentos Tomistas en contra de la usura (entendida como el mero cobro de intereses en un préstamo) serían :
275
Citado por Rothbard, M op.cit. p. 120 Junto con los príncipes y gobernantes que no eran precisamente pobres 277 Aristóteles , Ética a Nicómaco, Lib III, cap.1.parag. 1110 a p.317 y 318 278 Rothbard refiriéndose a Auxerre sostiene que es “uno de los argumentos más estúpidos de la historia del pensamiento económico”, por supuesto su terrorismo verbal alcanza, aunque él no se diera cuenta hasta al propio Aristóteles quien originó la hipótesis 279 Sto. Tomas de Aquino, De malo, XIII, 4 ad 7 citado por Wood,D p. 165 276
a) El dinero en sí mismo es estéril , afirmación de directo origen Aristotélico que como bien marca Gómez Camacho siguiendo a Langholm va a cambiar en su interpretación como todos los conceptos analíticos de una ciencia lo hacen. La versión tomista es de una causalidad biológica (el dinero no pare dinero) sin embargo como aclara Langholm “es posible que la interpretación de que el dinero es estéril no signifique más lo que el mismo Aristóteles probablemente vió en ella ni lo que algunos de sus primeros comentaristas parece que vieron. Separada de sus raíces literarias, pudo ser reformulada para acomodarla a las exigencias de una teoría más avanzada”280 b) El interés es un precio cobrado por el prestamista por una moneda que ya pertenece al prestatario lo que también tiene un origen
Aristotélico en cuanto a la naturaleza del dinero, que es consumido en el acto de ser usado y por lo tanto es inseparable su uso de su substancia, a diferencia de un campo o una casa. Por lo que cobrar por el uso del dinero es cobrar por algo que no existe c) El tercer argumento es el más interesante desde el punto de ista económico, esté incluido en un libro “De usuris” atribuido a Santo Tomás : el interés es un precio cobrado por el tiempo, una posesión común a toda la Humanidad.281 Este argumento es dijimos especialmente interesante porque esta es la concepción moderna del interés, la que lo hace derivar de la preferencia temporal humana282, que hace que un mismo bien, valga menos poseerlo mañana que hoy y valga menos poseerlo el mes que viene que mañana.283 Chafuen anota esta importancia y sostiene que de ser correcta la adjudicación de autoría Santo Tomás hubiese estado muy cerca de descubrir la esencia del interés.284
Ahora bien, el préstamo usurario es un contrato es decir se necesita de dos personas para perfeccionarlo, ¿si el usurero comete pecado mortal, que ocurre con el que pide? ¿Cuán necesitado tiene que estar para que no sea un pecado al menos venial?
280
Gómez Camacho, F op.cit p.257 Ver nota 232 sobre un posible antecente de De Usuris 282 Rothbard a nuestro juicio,algo exageradamente, increpa a los Escolásticos por su incapacidad para comprender o formular el concepto de preferencia temporal Rothabard, M op.cit p.80 283 El llamado algo exageradamente Teorema de la Preferencia Temporal de Mises, explica esto 284 Chafuen, A op.cit.p.120 281
La solución de San Alberto Magno, parece la más adecuada, admitió que el problema era demasiado difícil y se rehusó a contestarlo285 La restitución Consecuente con la idea de la usura como robo, el Tercer Concilio de Letrán ordenó a los usureros que devolvieran sus ganancias mal habidas, sólo así podrían recibir la absolución. En la misma linea el Segundo Concilio de Lyon (1274) decretó que los testamentos de los usureros que no incluyesen la restitución completa, eran inválidos286 Pese a toda esta serie de persecuciones y prohibiciones legales y religiosas, La actividad usuraria no sólo seguía existiendo sino creció durante toda la Edad Media y paralelamente dio lugar a ciertas protecciones de parte de sus principales clientes; los monarcas. Desde el Rey de Francia que declaró a los prestamistas “sus judíos” (aún a los cristianos) para así liberarlos de la jurisdicción de la Iglesia, hasta el poco empeño puesto por los encargados de hacer cumplir la ley, como lo denuncia en 1207 el Papa Inocencio III, “por miedo al príncipe”287, los prestamistas empezaron a ser protegidos, a un alto costo, por el poder civil, perennemente necesitado de recursos. Por supuesto, tal protección se terminó cuando se terminaron los recursos de los judíos y comenzaron una serie de persecuciones y prohibiciones. En Inglaterra fue en 1275 y la expulsión directa en 1290, en Francia en 1394 fueron prohibidos. Su papel como financistas lo ocuparon los comerciantes, especialmente en Italia en donde , ya en siglo XV eran figuras respetables288 Por supuesto hubo reacciones como la de Nicholas Bozon, un predicador francés de la época citado por Wood que expuso duramente los cambios: “... y estos hombres cuyos cuerpos antaño eran enterrados en el campo o en el jardín son ahora enterrados en frente al altar mayor de la iglesia”289 Langholm, Odd op.cit citado por Wood, D p. 166 Como digresión insoslayable hay que anotar que la inmensa mayoría de los usureros “manifiestos” eran judíos que vivían en barrios especiales de una ciudad y que, por su religión, podían prestar con interés a los gentiles. La influencia de la relación entre la condena de la usura y los sentimientos antisemitas ha sido destacada muchas veces y parece estar bien establecida, pero trasciende los límites de este trabajo. 287 Wood, D,op.cit. p. 167 288 Nelson, Benjamín The usurer and the merchant prince : Italian businessmen and the ecclesiastical law of retribution citado por Wood,D. p.168 289 Wood, D op.cit., p 168 285 286
La Usura Clerical Mientras tanto, el papado prestaba dinero a interés fundamentalmente a los clérigos, especialmente a obispos y abates por los períodos de formación de sus carreras, ese préstamo era realizado por los banqueros con licencia papal y se cobraba por ello, lo que constituía usura. Por ejemplo en Inglaterra, el Obispo de Londres en 1235 excomulgó a estos prestamistas, fueron prohibidos en 1240 y en 1250 regresaron con asistencia papal290 También los obispos realizaban préstamos a interés, principalmente a las autoridades civiles, y era una práctica tan común en los siglos XII y XIII que un Concilio en Exeter tuvo que expulsar a los más notorios obispos prestamistas. Hasta algún párroco aparece condenado en 1290,en Norwich por un jurado, por usurero.291 La Iglesia misma sólo condenaba a dos o tres casos por año , situación que un Manual para Confesores de la primera mitad del siglo XIV describía así: “La usura es ejercida por muchos, clérigos y laicos cada día, a veces en secreto y a veces abiertamente... En lo que hace a los tribunales la justicia no se hace con los usureros por esta razón, que los jueces de hoy, en la ejecución de justicia concerniente a este pecado, son tibios y remisos y no quieren de ninguna manera castigarlo”292 La situación en Europa Continental era más o menos la misma. En algunos lugares, por ejemplo los Países Bajos era todavía más abierta la actividad prestamista de la Iglesia, y una autoridad eclesiástica daba licencias a los prestamistas. Este relajamiento de la prohibición tanto legal como moral del préstamo a interés y la ineficacia de todas las prohibiciones intentadas293 preparaba social y culturalmente el terreno para el surgimiento de nuevas teorías o resurgimiento de antiguas, que explicaran la naturaleza y legitimidad del interés.
El contexto social del surgimiento de la Teoría del Interés y su legitimidad 290
Wood,D op.cit. p 171 Wood, D op.cit. p. 173 292 Wood,D.,op.cit. p 173 293 Esas características hicieron que buena parte de los pensadores Escolásticos asimilara a los prestamistas con las prostitutas, cuya profesión suele ser llamada la más antigua por su resistencia a intentos de eliminarla, condición que compartían con los prestamistas. 291
Ya a mediados del siglo XIII Ptolomeo de Lucca observó que no siempre los usureros ganan “en los préstamos el prestamista sufre un atropello porque están en la naturaleza del que pide, que sea difícil para él devolver un préstamo”294. El interés entonces surge, en una idea directamente derivada del Derecho Romano para compensar una pérdida o una supuesta pérdida. Hasta el término “inter-est” entre nosotros, en el medio de nosotros, sugiere la idea de diferencia, de una compensación pagada al prestamista para situarlo en la misma situación de antes de hacer el préstamo, para restaurar el balance de la justicia. Por eso no era una ganancia ni se podía cobrar para obtener una ganancia, sino para evitar una pérdida295 Por supuesto, las contradicciones con la teoría de la usura de acuerdo a la cual todos los préstamos deben ser gratuitos aparecieron pronto, aunque la sutileza y el refinamiento Escolástico fuera intentando solucionar dichas contradicciones al menos aparentes. No olvidemos que, como relatamos antes, la práctica del préstamo a interés no sólo se iba haciendo “menos pecaminosa” sino casi abiertamente realizada por la Iglesia y por sus miembros, lo que agregaba un punto más en el conflicto. Como casi en todas las cuestiones, San Bernardino de Siena va a aclarar el tema, con su formidable poder de razonamiento y su notable buen sentido296 reconociendo, tanto la necesidad de la existencia del crédito como el hecho algo incómodo de que en un mundo imperfecto nadie prestaría sin posibilidad de ganar algo a cambio. Con esa idea, todo un conjunto de figuras jurídicas derivadas del Derecho Romano, aparecieron para cobrar interés sin reconocerlo demasiado explícitamente.297 Desde la segunda mitad del siglo XIV conforme la definición de usura iba mutando, en casi toda Europa se optó por una forma práctica para resolver los conflictos que aparecían: los contratos “claramente” usurarios, pasaron a ser juzgados por cortes civiles y los “no claros”
294
Wood, D op.cit p.181 Esa esa la doctrina aceptada mayoritariamente, Wood cita a Raymundo de Peñafort y a Henry de Friemar entre otros. Wood, D op.cit p. 182 296 Coincido con Raymond de Roover que lo nombró “el mejor economista de la Edad Media” aunque se hayan planteado, principalmente por Odd Langholm algunas dudas posteriores acerca de si muchos de sus aportes, no pertenecían en realidad a pensadores franciscanos anteriores ver Wood, D p. 212 297 Wood reproduce un discurso de predicador franciscano del siglo XIV que termina admitiendo que muchas veces ni entiende los contratos porque se disfrazan y se esconden bajo los más diversos nombres. Wood, D.op.cit.p.7 295
continuaron en la órbita eclesiástica. La distinción entre claros y no claros pasaba por el monto. Así hasta se fue organizando la profesión de prestamista a través de licencias dadas tanto por el poder civil como eclesiástico, lo que por supuesto provocó conflictos entre las autoridades. En Florencia, por ejemplo ciudad en la actividad bancaria tuvo su más fuerte desarrollo298, en 1345 se decretó que los tribunales eclesiásticos no tenían más jurisdicción sobre los ciudadanos. A esta altura es necesario hacer una aclaración fundamental; dijimos antes que los principales demandantes de crédito eran las autoridades civiles, reyes y príncipes es necesario decir ahora que eso tuvo un efecto fundamental sobre las tasas de interés cobradas, elevándolas a niveles sorprendentes, por la simple razón que eran pésimos pagadores. Si morían a menudo sus sucesores no honraban sus deudas, si decidían no pagar (lo que ocurría a menudo) había muy poco que pudiera hacer el prestamista. No hay que asombrarse que tuvieran que pagar tasas cercanas al 80 %. Lo notable es que, al mismo tiempo, en las ciudades comerciales italianas se prestaba entre el 7 y el16 % anual, entre comerciantes 299 El autor más destacado en la reivindicación de la legitimidad del interés fue un escolástico suavo, Gabriel Biel , profesor de teología en Tubinga, en su Comentario a las Sentencias, justifica el beneficio en el cambio, considerando que el cambista hace un “transporte virtual” de moneda y que ha liberado al librador de la letra del costo y el riesgo de trasladar el dinero de un lugar a otro. También justifica los contratos de seguros y el census o contrato censitario por el que se compraba una anualidad300. Al explicar que el vendedor de una anualidad estará a menudo dispuesto a pagar un cargo anual elevado a cambio de disponer de la liquidez inmediata (esto es pagar un interés sobre un préstamo)). Biel agrega que ambas partes esperan obtener de esa operación, como de cualquier otra, un beneficio. La posición teórica más difundida de la época está resumida por el texto de Pauper301 “Por la ley de Dios la usura está condenada. Por la ley del emperador y de los hombres a menudo se la tolera no porque sea buena El libro de de Roover, acerca de la Banca Medici es muy claro al respecto. Ver De Roover, R The rise and decline of the Medici Bank 299 Wood, D op.cit. p.184 300 Sobre estos contratos, se dictó en 1569 la Bula Papal de Pío V Cum Opus, que los limitaba únicamente a los bienes fructíferos e inmuebles. La mayoría de los teólogos católicos la consideró de “derecho positivo” y no de “derecho natural”; esto implicaba que cada país la aceptaba si estaba de acuerdo con sus costumbres para tener fuerza de ley, no sorpresivamente, ningún país europeo la aceptó. Ni siquiera la ciudad de Roma. 301 Dives and Pauper es un diálogo anónimo escrito entre 1405 y 1410 entre Dives un rico caballero y Pauper un monje franciscano Wood, D op.cit p. 212 298
o legal, sino para evitar un daño mayor porque a menudo los hombres perecerían si no pudieran pedir prestado con usura, porque de otro modo los ricos codiciosos no le prestarían al necesitado. Y por eso la ley humana lo tolera por un buen fin, pero el hombre codicioso lo hace injustamente por un fin perverso”302 La manera más habitual de esquivar el pago formal de intereses era decir que era un regalo del prestatario para con el prestamista, por su gratitud y libre, es decir no contractual, en esos casos era irreprochable sostuvieron, Giles de Lessines y Duns Scoto303. Allí está el meollo de la justificación escolástica, en la ausencia de intención de parte del que da el préstamo, si luego recibe un regalo de parte del deudor, no es reprochable, si, como dijimos no prestó con esa intención. Otra forma usual era la compensación por pago tardío, también aprobada por la mayor parte de los autores Escolásticos (Ricardo de Mediavilla o Middletown, Duns Scoto, etc) porque es buscada para evitar una pérdida no para obtener una ganancia Recién va a ser un discípulo de Biel, Conrad Summenhart, sucesor de su cátedra de Teología en Tubinga, quien ataque directa y frontalmente la ilegalidad del cobro de intereses. El dinero es fructífero, declara rotundamente, es el instrumento del comerciante, que se convierte en fructífero por el trabajo del comerciante, por eso debe compensarse al comerciante por la pérdida del uso de su dinero, como se compensa a un granjero, que pierde sus campos304 A su vez su discípulo Johann Eck terminó de derribar la ilegitimidad del interés, afirmando que era de uso general desde hace tiempo, y que sus principales beneficiarios eran viudas y huérfanos.305 En Escocia, por su parte John Mair, también adoptó la posición de los teólogos suavos, Summenhart y Eck.
La posición de los Escolásticos Tardíos La aceptación conjunta de la posición de Sto.Tomás y de los institutos del Derecho Romano, que como vimos permitían el interés, aunque con otro nombre provocó como no podía ser de otra manera, contradicciones en el pensamiento Escolástico Tardío, que fueron reconocidas y justificadas por Schumpeter306cuando sostiene “ ... admitiendo que la 302
Wood, D op.cit p.185 Wood, D op.cit p 186 304 Rothbard, M op.cit p.125 305 Lo que Eck defendió eran los contratos de inversión garantizada, que eran préstamos 306 Schumpeter, Joseph op.cit. p. 144 303
descripción podrá no ser muy satisfactoria porque los doctores escolásticos no coincidieron más que nosotros mismos en el campo de la teoría del interés”, pero lo que no le impide reconocer “No es menos cierto, que estos Escoláticos Tardíos han iniciado la Teoría del Interés”307 Tanto Domingo de Soto, como Martín de Azpilcueta condenaron al interés. De Soto, por ejemplo, logró por su influencia política hacer declarar ilegales por usurarios en 1552, a los mercados de cambios o divisas. También resistió los argumentos de los suavos Biel y Summerhart y fue muy riguroso con la usura, insistiendo en la esterilidad de la moneda y por eso en la ilegalidad del interés.308 Azpilcueta por su parte, si bien describió con toda claridad la preferencia temporal, por ejemplo al escribir “es patente que aquello que no puede utilizarse hasta dentro de un año, tiene menos valor que algo de iguales características que pueda utilizarse de inmediato”309 y si bien defendió los mercados de cambios o divisas, fue mucho más severo que De Soto por ejemplo en el tema de los contratos de census310 Juan de Medina, en cambio, admitió el cobro de intereses como compensación por el riesgo de cobro del mismo. Si e admitido que quien avala un préstamo de otro, le cobre por eso, cómo no vamos a admitir que lo cobre el prestamista que de algún modo está sustituyendo al avalista311 El razonamiento es impecable, pero no convenció ni a de Soto ni a Azpilcueta. De Soto, reaccionó diciendo (acertadamente) que aceptar eso, era aceptar el fin de la usura, porque se aceptaba que se cobrara más de lo que se había dado; Azpilcueta por su parte, le imputó a Medina que no había teólogo ni canonista ni teórico del derecho natural, que compartiera su opinión312
El autor más importante en este tema es sin dudas Fray Felipe de la Cruz que publicó un libro en 1637, únicamente dedicado a la teoría del Interés313
307
Schumpeter J. Op.cit. p.142 Rothbard, Mop.cit. p.135 309 Rothbard,M op.cit. p.138 310 Azpilcueta influyó decisivamente sobre el Papa Pío V para que éste dictara la Bula Cum Onus. Ver Nota 290 311 Rothbard, M op.cit p. 140 312 Rothbard,M op.cit p. 140 313 De la Cruz, Felipe Tratado único de Intereses citado por Chafuen, A op.cit. p.126 308
En primer lugar retoma el conocido tema de los regalos o liberalidades, que como hemos visto anteriormente era la forma más habitual de disimular el interés, y piensa el ejemplo de un prestatario que al vencimiento de un préstamo de 400 ducados, los devuelve, pensando que si paga algo más sería usurario. Fray de la Cruz ataca el razonamiento del prestatario, afirmando en la linea de Sto. Tomás que es lícito compensar el beneficio recibido, si el préstamo fue hecho amistosamente y que eso crea una obligación que no es legal, pero sí moral. Por supuesto nadie puede oponerse a esa liberalidad y ningún autor escolástico lo había hecho. Sin embargo sólo San Antonino y Lessio admitieron que el prestamista puede imponer una obligación civil de recompensar su propia generosidad314 lo que a mi juicio, parece desvirtuar el sentido mismo del argumento, ya que si es una obligación no es una liberalidad. Pero Fray de la Cruz sostiene, sin embargo, que es completamente lógico que un código civil obligue a la gente a hacer algo a lo que ya están obligados a hacer por ley natural y eterna (que elogia la gratitud y abjura de la ingratitud) A continuación de la Cruz sostiene siguiendo a Fray Luis de San Juan que uno puede hacer un préstamo con la intención primaria o secundaria de recibir un signo de gratitud, expresado en dinero y si el tomador del crédito puede libremente hacer una promesa escrita de pagar una suma por sobre el principal, entonces el prestamista no peca en demandar el cumplimiento de esa promesa315 Resulta notable la evolución de la idea misma del interés y su licitud y a mi juicio, es completamente incomprensible si no se la rodea de los contextos históricos pertinentes. En realidad, eso es válido para la historia de cualquier idea, pero me parece que el caso de la postura acerca del interés es un caso extremo porque el cambio se da en pocos siglos y es un cambio radical. De la Cruz, va a continuar interpretando la famosa frase aristotélica: “no sé como pueden decir esto (pecunia non parit pecuniam) a menos que quieran permanecer sordos a la voz de la razón, porque la experiencia en los contratos nos enseña lo que digo. Y es sabido que cuando es auxiliado por la industriosidad humana, el dinero se multiplica a sí mismo. A pesar que esta es la principal causa de la producción de ganancias por medio del dinero, no es la única. El dinero es parcialmente responsable por sus cualidades... las plantas y los
314 315
Chafuen, A op.cit p. 126 Chafuen A. Op.cit p.121
árboles son menos fructíferos si no son auxiliados por la acción humana”316 El siguiente argumento de De la Cruz, es a mi juicio, simplemente incontestable; revela que el reino de Valencia disfruta del permiso papal para cobrar 10, 12 y hasta 13 % de interés dependiendo de las circunstancias y que tanto a ciudades como a guildas si les permite hacerlo y por lo tanto también debería permitírseles a los ciudadanos. No parece haber forma sensata de oponerse a este argumento. De la Cruz concluye su argumentación con lo que, probablemente sea lo más interesante de su obra, el fundamento del interés. Y allí adelanta con sagacidad la preferencia temporal: “el derecho a recibir dinero en el futuro tiene menos valor que el dinero recibido en el presente”.317 El principio fundamental del análisis financiero, es decir del valor tiempo del dinero, está allí. No es prudente concluir este capítulo sin consignar la opinión de Raymond De Roover, uno de los más reconocidos especialistas en el estudio de los
Escolásticos en general que entiende que “la doctrina de la usura fue el talón de Aquiles de la economía escolástica. Envolvió a los escolásticos medievales y a sus sucesores de los siglos XVI y XVII en insuperables dificultades que contribuyeron grandemente al deterioro de su doctrina completa”318 No se le puede negar mucho de razón tanto a De Roover pero si se considera el lugar desde donde se partió y los desarrollos teóricos alcanzados no parece un esfuerzo menor, como lo reconoció Schumpeter.
316
DE la Cruz, F op.cit citado por Chafuen,A op.cit. p. 122 .Observar que es el mismo argumento que había hecho mucho antes Summenhart 317 Chafuen, A op.cit p. 122 318 De Roover, R, Economic thought, Ancient and Medieval Thought citado por Chafuen, A op.cit p. 126
Conclusión ¿Continuidad o discontinuidad? Examinaremos en primer lugar la posición de Lindberg quien hace un detallado análisis del debate, para luego pasar a ver la opinión del más formidable especialista en los inicios de la ciencia moderna319, Alexandre Koyré. Es importante antes de comenzar el análisis, consignar los dos peligros sobre los que advierte prudentemente Lindberg ,al historiador que quiera investigar sobre la continuidad entre la ciencia medieval y los inicios de la moderna320: I)
El primero es la tentación de medir la tradición científica antigua y medieval en función de su semejanza con la ciencia moderna, reduciendo de este modo los criterios de valor a la anticipación o aproximación a desarrollos posteriores. Confieso que encuentro sumamente difícil evitar este peligro, por supuesto que al hacerlo se está siendo “injusto” con la ciencia medieval, pero ¿cómo juzgar si no desde donde estamos? ¿cómo pasar por alto eso? Por nuestra parte, hemos intentado humildemente hacerlo al distinguir la posición Escolástica Tardía de las posturas actuales, fundamentalmente en su visión del mundo, siguiendo los luminosos ejemplos tanto de Diana Wood como de Francisco Gómez Camacho
II)
El segundo es que las disputas entre los historiadores especializados en cada período permiten que desaparezcan cuestiones teóricamente serias planteadas por la cuestión de
la continuidad, porque los historiadores especializados en los inicios de la ciencia exageran los logros científicos antiguos y medievales, por meras razones de conveniencia o de deformación profesional (o que paralelamente los especialistas en ciencia moderna minimicen los logros antiguos y medievales) Para sortear este peligro apuntado por Lindberg, no vemos otra
Así se refiere Lindberg a Koyre. Lindberg, D op.cit. p. 446 Si bien no podemos considerarnos ni remotamente “historiadores de la ciencia” la tarea que intentamos es similar, por eso es tan pertinente tomar nota de las advertencias de Lindberg. Ver Lindberg, D op.cit p. 446 n.1
319 320
solución que multiplicar las fuentes, intentando confrontar una versión con la otra u otras y examinarlas críticamente. En el caso de nuestro estudio, hemos adelantado que parte de la bibliografía más específica (concretamente Chafuen y Rothbard) nos parece indiscutiblemente sesgada desde lo ideológico; y tal vez De Roover a veces caiga en la exageración de logros científicos medievales sobre la que advierte Lindberg, por ser su campo de estudio El planteo de Lindberg El siglo XVII consideró a la Edad Media, un período de estancamiento o peor, de desolación. Tanto Francis Bacon, que dijo que las edades entre la Antigüedad y la suya habían sido desfavorables para la ciencia y agregó que ni los árabes ni los escolásticos merecen ser mencionados, porque aplastaron a la ciencia bajo sus tratados, como Voltaire que habló de la brutalidad y artificio medievales, hasta Condorcet que, más directamente “el triunfo del Cristianismo fue la señal para la completa decadencia de la filosofía y de las ciencias”321 Ya en la segunda mitad del siglo XIX, el historiador suizo Jacob Burckhardt definió el concepto de Renacimiento322 (un renacer de la cultura clásica), en resumen la nueva ciencia, debía mucho a la Antigüedad pero poco o nada a la Edad Media.323 Más moderado, Geymonat324 sostiene que en el mundo occidental, entre los siglos VI Y VIII, hubo una desastrosa contracción del interés por cualquier tipo de estudio, debido a la disminución del nivel económico de las poblaciones y las continuas luchas que agitaron a las exprovincias del Imperio Romano
321
Lindberg, D op.cit. p.446 Nótese la misma carga derogativa para la Edad Media contenida en el término “Renacimiento”, que implica que durante la Edad Media no existió cultura clásica, ya que esta renació en la Italia de los siglos XVI y XVII y si renació es porque había existido en la Antigüedad, desaparecido durante la Edad Media y reaparecido o renacido en ese período. El lenguaje no es inocente. 323 Ecos de esa “leyenda negra” como alguna vez se ha llamado a la postura del Iluminismo respecto de la Edad Media, se reflejan por ejemplo en el libro del destacado autor húngaro Desiderio Papp, que puede escribir en los finales del siglo XX que “el mundo queda sumido en las sombras, cuya penumbra es sólo surcada por una luz que enciende un pueblo ajeno a Europa: los árabes.” Papp, D. Historia de las Ciencias Edit, Andrés Bello, Santiago,1996 p.75 322
Geymonat. Ludovico, Historia de la Filosofía y de la Ciencia, Barcelona, 1978,Editorial Crítica. p.163 Geymonat como fin de esta etapa la carta de Carlomagno a los obispos de 788 recomendando la fundación de nuevas escuelas.
324
En los primeros años del siglo XX, Pierre Duhem, iba a plantear que era necesario revisar esa concepción, concretamente refiriéndose a la ciencia de la estática. Si Duhem tenía razón el origen de la ciencia moderna estaba en las enseñanzas de los filósofos naturales medievales y la interacción entre la teología cristiana y la filosofía natural escolástica.325 El debate estaba lanzado; los medievalistas intervinieron a favor de la tesis de Duhem, pero todavía era un debate calmado al que iba a alterar, Alistair Crombie que publicó dos libros fundamentales sobre el tema y que mereció la respuesta de Alexandre Koyré, en un debate que consideraremos aparte
El Análisis de Koyré de la obra de Crombie Alexandre Koyré sostuvo hace un tiempo que la cuestión acerca de los orígenes de la ciencia moderna y su relación con la ciencia medieval seguía siendo muy debatida y anotó como los partidarios de la evolución continua y los partidarios de las revoluciones no parecen capaces de convencerse unos a otros326 La explicación de Koyré acerca de la discusión parece muy sensata, la continuidad de la misma, refleja que no hay un desacuerdo acerca de los hechos sino acerca de la esencia misma de la ciencia moderna y por lo tanto de los caracteres de la misma. Parece conveniente antes de analizar el caso concreto de los Escolásticos Tardíos precisar los argumentos a favor y en contra de la continuidad. La idea de la continuidad tuvo su defensor más decidido en A.C. Crombie y su libro sobre Roberto Grosseteste en el que intenta demostrar no sólo la continuidad entre la ciencia medieval y la moderna, sino además que, en sus aspectos esenciales, es una creación medieval. Los filósofos occidentales del siglo XIII sostiene Crombie, pudieron transformar el método geométrico y hacer la ciencia experimental moderna porque al contrario de sus predecesores (árabes y griegos) fueron capaces de emplear el empirismo práctico de las artes y los oficios buscando una explicación racional. Dice además Crombie que el problema principal era metodológico, concretamente en qué condiciones acepto una teoría y en qué
Duhem consideraba a la prohibición de las tesis Aristotélicas en París, el acta de nacimiento de la ciencia moderna. Ver nota 31 326 Koyre,A op.cit. p.51 325
condiciones no, es decir tuvieron el mérito de separar la verificacion y la falsación de una teoría, de la mera observación Aristotélica. Concretamente, Crombie sostuvo que la llegada de la ciencia experimental en la Edad Media, por oposición a la puramente teórica de los griegos, fue determinada por la actitud activa de la civilización cristiana, frente a cierta pasividad griega. Koyré aclara muy certeramente que Crombie seguramente aceptará que la Cristiandad Medieval estaba mucho más preocupada por el otro mundo que por éste y que el desarrollo posterior de la tecnología sólo puede llevarse a cabo, con la secularización de la sociedad occidental, es decir con que el interés se haya desplazado del otro a éste mundo. Esto no quita sin embargo, que un buen número de estudiosos se hayan preocupado vivamente por la técnica ni que hayan dado grandes inventos a a la humanidad, lo que niega Koyré es que eso explica el nacimiento de la ciencia moderna. Después Koyré rechaza el argumento de Crombie en un párrafo que merece ser citado en extenso, por su claridad: “si el interés desarrollo de palabra- esta menos- antes Romano, si no
práctico fuera la condición necesaria y suficiente del la ciencia experimental –en nuestra acepción de la ciencia habría sido creada un millar de años –por lo de Roberto Grosseteste, por los ingenieros del Imperio por los de la República Romana”327
El siguiente argumento de Crombie es más interesante, consiste en mostrar como el célebre método Galileano de resolución y composición ( y que ya se había descubierto entre los aristotélicos de Padua) era bien comprendido y enseñado en la Edad Media,desde el siglo XIII y que además se remonta al método de análisis y síntesis descripto por Aristóteles en los Segundos Analíticos. La respuesta de Koyré, de nuevo merece ser anotada en extenso: “Sin embargo , si esto es así -y se puede difícilmente dudar de ello después de la demostración de Crombie- la única conclusión que podemos sacar parece ser que la metodología abstracta tiene relativamente poca importancia para el desarrollo concreto del pensamiento científico”328 Parece entonces que el progreso científico es independiente del de la metodología o mejor que ninguna ciencia empieza con un tratado sobre metodología, sino con tres condiciones que deben darse simultáneamente: hombres que dispongan de momentos de ocio, que 327 328
Koyré,A op.cit. p 64 Koyré, A op.cit p 65
además encuentren su satisfacción en la “theoria” ,es decir, en la comprensión y que dicha actitud sea apreciada socialmente es decir por su comunidad; ni las aplicaciones prácticas, ni las condiciones sociales, explican el nacimiento de una ciencia sino theoria , búsqueda de la verdad, esa persecución incesante, siempre insatisfecha y siempre renovada de un objetivo que siempre se le escapa329
El debate posterior Como aclara Lindberg, la figura de Koyré marcó el debate posterior, así Hall, en la linea de Koyré va a decir que la Revolución Científica fue “un fenómeno del desplazamiento... de una idea de la naturaleza por otra alternativa, una visión del mundo por otra”330 Por su parte metodológica, metodológica decisivamente
Ernan Mc Mullin sostuvo que no había continuidad contradiciendo a Crombie, y que en realidad, el área era el área donde la ciencia moderna rompió más con el pensamiento medieval.
Thomas Kuhn por su parte, consideró a la revolución científica en realidad una colección de pequeñas revoluciones (en buena medida independientes unas de otras) en las ciencias clásicas (astronomía, mecánica y óptica) NI en la química ni en la electricidad podría haber habido una revolución científica ya que en la concepción del autor, se encontraban en la etapa preparadigmática. La opinión de Lindberg Después de aclarar que si el debate fuera de simple resolución no hubiera durado tanto, Lindberg consigna su opinión a favor de la tesis discontinuista o de la Revolución científica porque los “filósofos naturales medievales no anticiparon los elementos básicos de la ciencia moderna inicial”331 Además destaca que “los filósofos medievales continuaron creyendo que el método apropiado para conocer implicaba la demostración silogística, la deducción a partir de primeros principios o premisas que se consideraba que tenían el estatus de autoevidentes”332 Esto, por supuesto no quiere decir que no hayan realizado aportes, que Lindberg enumera: 1. Los estudiosos de la Edad Media tardía crearon una tradición intelectual sin la cual el progreso subsiguiente hubiera sido imposible. 2. Formularon una síntesis entre el pensamiento clásico y el cristiano 329 330 331 332
Koyré, A op.cit. p 385-86 Lindberg, D.op.cit p. 451 Lindberg,Dopo.cit p.453 Lindberg, D.op.cit p. 453
3. Esta síntesis tuvo un lugar institucional en la escuelas y universidades, algo decisivo que por ejemplo, no se desarrolló vigorosamente en la civilización islámica, que siempre entendió la Antigüedad griega como ajena e invasora. 4. Los filósofos naturales medievales sometieron la síntesis a la que habían llegado a un minucioso escrutinio y a una perspicaz evaluación, parte de ese estímulo crítico vino de la teología que no podía aceptar algunas proposiciones aristotélicas
En mi opinión todo este intenso debate acerca de la continuidad y lo que ésta significa resulta menos complejo en el caso de la Economía. Creo advertir una clara continuidad entre el pensamiento y lo que es más importante entre el método de la Economía, al menos de parte de ella y las reflexiones de los Escoláticos Tardíos333 Esto podrá ser motivo de elogio para los autores del siglo XVII o de reprobación para sus sucesores (o probablemente ambas cosas) pero parece claro que no hay una gran diferencia en la forma de hacer ciencia como ocurrió (o como al menos como los discontinuistas dicen que ocurrió) con Galileo y la física. Precisamente emplearemos los argumentos de Lindberg para justificar su postura discontinuista para fundar nuestra postura: Lindberg sostiene que los filósofos naturales no anticiparon los elementos básicos de la ciencia moderna inicial. Creo haber mostrado que lo contrario ocurrió con los Escolásticos Tardíos y la Economía. Los ejemplos de la Preferencia Temporal, de la teoría cuantitativa del dinero, de la utilidad subjetiva, de los efectos de una devaluación de la moneda, de la definición de la inflación como un impuesto, de la imposición de controles de precios y de la fijación de precios muestran claramente que los Escolásticos Tardíos sí anticiparon los elementos básicos de la Economía . Además Lindberg sostiene que los filósofos medievales continuaron creyendo que el método apropiado para conocer implicaba la demostración silogística, la deducción a partir de primeros principios o premisas que se consideraba que tenían el estatus de autoevidentes. El problema es que los economistas desde David Ricardo ( no desde Adam Smith) hasta 1938 aproximadamente, creyeron algo similar Aquí el argumento de Lindberg se debilita porque los Escolásticos Tardíos
333
Afirmación con la que parece coincidir James V. Schall S.J. en el prólogo al citado libro de Chafuen op.cit p.9 y 10
no compartían la descripción que Lindberg atribuye a los “filósofos medievales”. Si así fuera, la continuidad sería casi perfecta como vamos a explicar Los Doctores Escolásticos, por ejemplo, hubiesen entendido y compartido el análisis de Adam Smith en la Investigación sobre la Causa de la Riqueza de las Naciones334, pero difícilmente hubieran aceptado el rumbo posterior de la corriente principal de la Economía. La vinculación con Smith puede rastrearse intelectuamente desde Lessio parte de la rama holandesa de los Escolásticos Tardíos, pasando por Grotios o Grocio335 y de este directamente a los filósofos escoceses como Hutcheson y especialmente Ferguson (de quien fue alumno Adam Smith), terminando en el propio Smith y en su gran amigo David Hume336 Gómez Camacho remonta la relación a John Mair maestro de maestros de Francisco de Vitoria y compañero de Domingo de Soto en París y a su vez Profesor de la Universidad de Glasgow y un “eslabón en la cadena que lleva a AdamSmith”337 Después de Smith, la ciencia económica cambiaría radicalmente Concretamente la ciencia económica enfrentó en las primeras décadas del siglo XIX una verdadera bifurcación que se mostró claramente en los debates entre David Ricardo y Thomas Malthus. Las discusiones marcan dos senderos: el sendero favorecido por Ricardo, es decir el de una ciencia formal, cuyo ideal era la Geometría de Euclides338,con un método rigurosamente deductivo que parte de axiomas y que de ellos deriva teoremas y por el otro lado el sendero de Malthus, el de una ciencia fáctica, que fuera una parte de la Filosofía Moral, con todo lo que ello implica, con rigurosidad semántica, cautela
334
O como escribe Schumpeter “En particular no parece hacer falta ninguna explicación más de la facilidad con la cual la economía de los doctores, absorbió todos los fenómenos del capitalismo naciente, ni en consecuencia, del hecho de que esa economía sirvió perfectamente de base para el trabajo analítico de los autores posteriores, incluido Adam Smith” Schumpeter op.cit. p 133 335 Al respecto ver Chafuen, A op.cit p.13 a 29 y Gómez Camacho, F op.cit p.309 a 324. Una de las más grandes influencias sobre Grocio fue Diego de Covarrubias y Leyva 336 Smith y Hume tuvieron una amistad muy estrecha. El volumen de la correspondencia completa de Smith recoge numerosas cartas para y de Hume desde 1752 hasta la muerte de Hume en 1776 (quien además convirtió a Smith en su albacea intelectual legándole todos sus escritos y encargándole la edición de su obra póstuma Diálogos acerca de la religión natural) Correspondence of Adam Smith, 1987,Indianápolis, Indiana, Liberty Fund p.195y 196 337 Gómez Camacho, F op,cit p. 22 338 Ricardo toma como modelo para su libro principios de Economía a los Elementos de Euclides
en las generalizaciones e importancia fundamental de la evidencia empírica339 La corriente más difundida por lo menos hasta 1936 o 38 fue la Ricardo y la Economía siguió su camino. Las fechas de 1936 y 1938 se deben a la aparición de dos libros claves que cambiarían la manera de hacer Economía, en 1936 la Teoría General de John Maynard Keynes y en 1938 El Significado y los postulados básicos de la Teoría Económica de Terence W. Hutchison. En mi opinión la corriente de Malthus, completamente olvidada y hasta despreciada durante el siglo XIX, hasta su reivindicación por Maynard Keynes que, no extrañamente, alguna vez escribió... “... la idea de que la Economía es una ciencia moral...pues se ocupa de la introspección y de los valores”340 representa un ejemplo de continuidad respecto de los Escolásticos Tardíos. Por el contrario, la corriente de Ricardo (la dominante) representó un retroceso al adoptar la postura que Lindberg atribuye a los “filósofos medievales” Es decir que se trataría de una continuidad atenuada, por ese largo período que, algo arriesgadamente hemos definido como retroceso341 Lo que algunos autores de la Economía parecen aceptar implícitamente al afirmar que la Economía todavía no ha encontrado su Galileo. Creo que por esa razón Hamouda y Price, pueden escribir en 1997que “en las últimas cuatro décadas los investigadores han vacilado entre aquellos que perciben un completo y detallado mecanismo de precios en los escritores medievales y aquellos que niegan que estos hayan ni siquiera desarrollado un enfoque analítico342 En 1997 el conjunto de obras de los medievales estaba descubierto, es decir esas controversias no se producen por apariciones de datos nuevos sino por relecturas de los conocidos; ahora bien ¿no estará la contradicción en lo que cada investigador entiende como un mecanismo de precios?
Por su parte Ricardo, el único uso que le asignaba a la evidencia empírica era el de servir como ilustraciones a través de los que denominó “strong cases” casos fuertes. Exactamente como para ayudar la comprensión de la demostración del Teorema de Pitágoras se muestra al alumno un triángulo rectángulo, pero que dicho triángulo no es necesario en absoluto para demostrar el teorema, sino una mera ayuda didáctica, 340 Keynes, John Maynard , The Collected Writings,Vol XIV,p. 300 citado por Gómez Camacho F op.cit. p.183 341 No es éste el ámbito adecuado, pero insisto que comparada con la alternativa de Malthus, la de Ricardo implicó un retroceso. Más conciliadora, la especialista en el tema, Deborah Redman, sostiene que son complementarios y no antagónicos. 342 Hamouda, O y Proce B op,cit p. 192 339
Parece ser lo más probable; pero entonces, ¿no es el mecanismo de precios un aspecto fundamental de la disciplina económica? Pareciera ser de nuevo afirmativa la respuesta. Entonces deberíamos concluir que los investigadores no tienen una posición unívoca o coherente acerca de uno de los aspectos fundamentales de la disciplina económica, lo que hace dudar de la solidez y el desarrollo de la disciplina en cuestión.343
Por mi parte, creo que es irrelevante la discusión acalorada acerca de si los Escolásticos verdaderamente alcanzaron a formarse un modelo mecanicista de la economía, para explicar los fenómenos económicos, en mi opinión eso es trasladar problemas y cuestiones del sigo XX a la Edad Media, lo que no creo que sea provechoso. En definitiva como estableció Schumpeter, “la ciencia escolática de la Edad Media, contenía los gérmenes de la ciencia laica del Renacimiento” y agregó con gran perspicacia, “esto se aplica incluso en el campo en el que más insistentemente se niega. Ya en el siglo XII San Alberto Magno se dedicó a la observación... y ni siquiera el sistema astronómico heliocéntrico fue una bomba lanzada desde afuera a la fortaleza escolática, sino que nació dentro de la fortaleza misma344 Lo que me parece especialmente interesante es aprender modestamente de la actitud de estudio de los Escolásticos Tardíos, con su importante énfasis en la evidencia empírica y si bien no se puede regresar al siglo XVI ( o a Adam Smith) y considerar a la Economía una parte de la Filosofía Moral, tampoco deben eliminarse las cuestiones morales de la Economía. Los Escolásticos Tardíos conocían los mercados de los que hablaban, las maniobras de los comerciantes, las argucias y miserias de los gobernantes y de todos los hombres en general. Hablaban y estudiaban problemas reales de hombres reales; con lo que estaban a salvo de la justa acusación de Mario Bunge345 Como escribió Schumpeter magistralmente: 343 Para mitigar un poco la conclusión tan dura creo que Hamouda y Prince no tienen en cuenta que hay algunos consensos casi unánimes con respecto a los medievales acerca de que sus estudios sobre los precios, no constituyen de ningún modo un modelo mecanicista de formación de los mismos (probablemente por que no les interesó hacerlo, porque les hubiera parecido una tarea totalmente menor y casi irrelevante al lado de los problemas morales que analizaron) 344 Schumpeter, J op.cit p. 119 345 En Las ciencias Sociales en discusión,1999, Buenos Aires Editorial Sudamericana cap.III ,Bunge hace un análisis crítico de la Economía ,que termina por considerarla una protociencia y una de las cosas que le reprocha es no estudiar siempre problemas reales de hombres reales.
“ Vale la pena subrayar este carácter realista de la obra de los Escolásticos Tardíos. Esos hombres no se han dedicado a especular. Han realizado toda la investigación fáctica que han podido en una época que no contaba con servicios estadísticos. Sus generalizaciones surgen siempre de la discusión de esquemas fácticos y se ilustran sin excepción de abundantes ejemplos prácticos. Lessio ha descripto la práctica del centro de cambio de Amberes (la bursa). Molina abandonaba su estudio para preguntar a los negociantes acerca de sus métodos. Una parte de sus estudios de las condiciones económicas de su época y de su país –por ejemplo su investigación del comercio lanero español- son verdaderamente breves monografías.346 Esas son las lecciones que, a mi juicio, puede enseñarnos el estudio de los aportes de los Escolásticos Tardíos en Economía.
Apéndice de autores Con el fin de facilitar la lectura y las referencias, me pareció útil armar esta breve descripción con unas notas biográficas de los autores Escolásticos y relacionados mencionados. En la medida de lo posible, la información suministrada está en relación inversa a su popularidad, a fin de no agrandar innecesariamente el apéndice: Alberto Magno, San (1200-1280) Obispo de Ratisbon, maestro Dominico de Teología. Junto con su alumno Tomás de Aquino y Guillermo de Moerbeke fue uno de los Dominicos comisionados por el Papa para examinar las obras de Aristóteles y asimilar sus principios al pensamiento cristiano. Como resultado en su Summa Theologie aplicó métodos aristotélicos y principios de teología. Antonino de Florencia, San O.P. (1389-1459) dominico, obispo de Florencia, de gran preocupación por los pobres. Tenía un gran conocimiento de la industria de la lana florentina adquirido en el desarrollo de su tarea pastoral Sus trabajos principales son Summa Theologica Moralis y una crónica de la Historia Universal. Bartolomé Albornoz Bernardino de Siena, San (1380-1444) Gran predicador franciscano. Sus obras sobrevivientes son en su mayoría sermones. Alguna vez se lo consideró el pensador económico más importante del medievo, pero la crítica posterior mostró que derivaba sus ideas de franciscanos anteriores Buenaventura, San (Giovanni di Fidanza) (1217-1274) influyente teólogo franciscano que fue Cardenal. Escribió la vida de San francisco 346
Schumpeter,J op.citp. 138
aceptada oficialmente por la orden, su mayor obra es los Comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardo Cristóbal de Villalón (1510-1562) Lic, en teología y profesor en Valladolid, Autor del Provechoso tratado de cambios y tratos de mercaderes. Fue sacerdote secular y autor de una célebre Gramática española Diego Saavedra y Fajardo (1584-1648) Su obra principal fue Empresas políticas Diego de Covarrubias y Leiva (1512-1577) Alumno de Azpilcueta y profesor de Salamanca, fue luego Obispo de Segovia. Escribió obras de teología, historia, y de leyes. Como curiosidad hay que agregar que su retrato fue pintado por El Greco.
Domingo de Soto O.P.(1495-1560) Estudió Humanidades en Alcalá y en París donde fue alumno de De Vitoria, Sus libros fundamentales fueron De iustitia et iure fue el primero de los tratados independientes sobre Economía y tuvo un éxito notable, se reimprimió 27 veces antes de 1600 ( y no un comentario a la Summa de sto. Tomás) Junto con De Vitoria son las dos figuras pioneras del resurgimiento escolástico Francisco de Vitoria O.P. (1483-1546) el primero de los Escolásticos Tardíos. Nació en Burgos, Estudió en París de 1507 a 1523, donde coincidió con John Mair y llegó a Salamanca en 1526. Allí refundó el Tomismo, sustituyó las Sentencias de Pedro Lombardo por la Suma Teológica de Santo Tomás y empezó a “dictar” clases (lo que estaba prohibido por el Reglamento de la Universidad) lo que permitió difundir su pensamiento. No publicó libro alguno, pero sus comentarios eran distribuidos por sus alumnos Guido Terreni (m.1342) Sacerdote carmelita, maestro de teología en París , después Obispo de Mallorca. Sus obras principales De perfectiones vitae, y comentarios de derecho canónico, de la Biblia,y de la Política y la Ética de Aristóteles, de donde surgen sus aportes económicos. Henry de Friemar (1245-1346) Teólogo alemán de la orden Agustina, que estudió en Bologna Escribió un Tratado sobre los vicios y otro Tratado sobre los diez mandamientos Jean de Buridan (o Buridano) (1292-1358) Fue un filósofo y matemático franciscano que fue Rector de la Universidad de París. Su principal discípulo fue Nicolás Oresme. El aporte por que su nombre se hizo más conocido “el asno de Buridan” es severamente controvertido.
John Duns Scoto (1265-1308) Filósofo y teólogo franciscano, estudió en Oxford y dio clases allí. Su obra principal e ssu Comentario a las Sentencias pero también comentó obras de Aristóteles y de Porfirio
John Fortescue (1394-1476) abogado y funcionario judicial inglés su más célebre obra es De laudibus legum Angliae (elogio de las leyes de Inglaterra) John Mair Estudió en Cambridge y de ahí fue a París, donde se convirtió en la figura de más relieve de la Universidad y maestro de maestros de Vitoria y colega y amigo de Domingo de Soto en París. Los alumnos de Mair formaron un verdadero eje en Glasgow como en Salamanca en relación con París Escribió sobre teología, filosofía y física. Sus ideas económicas están en un Comentario al Libro IV de las Sentencias de Pedro Lombardo Juan de Mariana S.J. (1536-1623) Murray Rothbard lo llamó “el ilustre extremista”, ese extremismo que lo llevó a numerosos conflictos en su vida, lo convirtió en uno de los autores más influyentes entre los Escolásticos Tardíos. Su “Tratado sobre la moneda de vellón” es el más destacado testimonio de oposición política a la España de los Hasburgo. Mariana estudió en Alcalá e ingresó en la Compañía de Jesús . Su De Rege et regis institutione, con su carácter antiabsolutista también tuvo una enorme influencia
Juan de París O.P.(1240-1306) un escritor Dominico francés que fuera un maestro destacado en la Universidad de París ,alumno a su vez de Santo Tomás. Escribió De potestate regia et papali para apoyar a Felipe IV en su disputa con el Papa Bonifacio VIII, fue censurado por una corte episcopal y se le prohibió enseñar. Anticipó las ideas de Locke sobre el trabajo como origen y fundamento de la propiedad. Leonardo Lessio S.J. (1554-1623)Flamenco, nació en Brecht, cerca de Amberes. Estudió en Lovaina, en Douai y en Roma con Francisco Suárez, fue profesor de Lovaina. Su obra más importante De iustitia et iure fu eun éxito editorial del que se publicaron 40 ediciones
Luis de Molina S.J. (1535-1600) uno de los más destacados teólogos y juristas del siglo XVI. Ingresó en 1553 en el Colegio de la Compañía de Jesús. Conocido por sus enseñanzas novedosas, participó de varias controversias, por ejemplo la creada acerca del libre albedrío y la determinación entre dominicos y jesuitas por su texto De auxilis y que,para algunos economistas como John Hicks sigue siendo un problema para la Economía. También escribió comentarios a Aristóteles, y a Santo Tomás y su tratado De iustitia et iure
Luis Saravia de la Calle, fue un escritor de manuales de teología moral. Tuvo mucha influencia tanto en España como en Italia, a través de A.M.Venusti
Martín de Azpilcueta (1492-1586) Estudió en Alcalá de Henares, de allí pasó a Francia a estudiar en Tolouse y en Cahors, En 1523 regresó a Navarra y se ordenó en la comunidad de canónigos regulares de Roncesvalles, al año siguiente fue a Salamanca y luego a Coimbra. Allí publicó su Manual de Confesores, por primera vez Melchor de Soria (1558-1643) Nació en Jaén, pero estuvo ligado a la Universidad de Baeza, tenía un acuerdo de hermandad y mutuo reconocimiento de grados con Salamanca (algo no muy frecuente). Su obra principal es el Tratado de la justificación y conveniencia de la tasa del pan Nicolás Oresme (1320-1382)Matemático y filósofo natural, alumno de Buridan. Al servicio de Carlos V de Francia, tradujo obras de Aristóteles al francés y escribió De Moneta Pedro de Fernández Navarrete Pedro Olivi (m 1298) teólogo franciscano, que participó de la polémica acerca de la pobreza de Cristo. Fue condenado por herejía en1298 y aunque luego fue rehabilitado, fue de nuevo condenado póstumamente por el y por el Concilio de Viena y por Juan XXII. Sus trabajos, la mayor pare inéditos incluyen un comentario al Apocalipsis, comentarios de las sentencias, y bíblicos. Es reconocido por la crítica moderna como el origen de las ideas de San Bernardino. Peter de la Palu Ricardo de Middleton ( Mediavilla) (1249-1302) puede haber sido inglés o francés, fue un filósofo y teólogo franciscano con interés tanto en la economía como en la ciencia en general. Examinó y difundió las obras de Olivi. Sus más importantes aportes son acerca de la teoría de la usura y del interés.
Tomás de Aquino O.P., Santo (1225-1274): el más celebrado teólogo Escolástico. Originalmente estudió en Nápoles, donde se unió a la Orden Dominica; el resto de su vida se dividió entre París y Colonia donde estudió con San Alberto Magno y enseñó y en Italia donde pasó un tiempo en la Corte Papal. Su más famoso trabajo es la Summa Theologiae, pero escribió también comentarios de la Ëtica y la Política de Aristóteles, parte de un tratado político “ De regimine principum” y la Summa contra gentiles.
Tomás de Mercado, O.P. (1530-1579) Se caracterizó por el carácter práctico de su obra que realizó para acentuar ese carácter, en castellano. Nació en Sevilla, pero pasó México siendo muy joven, completó sus estudios en Salamanca y Sevilla. Su libro fundamental fue Tratos de mercaderes y tratantes.