IDEALES DE MANUEL QUINTÍN LAME Y SU LUCHA POLÍTICA Lame decidió estudiar el derecho por su cuenta y adquirió el Código Civil, así como un libro titulado El abogado en casa, textos ambos cuyo estudio y uso posterior le permitieron asumir directamente la defensa de los derechos de los indígenas. También buscó que el patrón le redujera el tiempo de terraje (arriendo de una tierra para cultivar) para reunir ciertos ahorros y así adquirir tierra propia; sin embargo, su solicitud fue rechazada tajantemente. Empezaron entonces a germinar sus ideas sobre el derecho del indio a la posesión de la tierra de sus ancestros. Manuel Quintín empezó a divulgar sus ideas de casa en casa, primero entre el círculo de parientes y amigos y luego a los terrazgueros de las haciendas circunvecinas. En un principio fue escuchado con recelo, pero poco a poco sus actividades en defensa de los indios le fueron ganando ascendiente entre ellos. Lame se había dedicado a enfrentar las injusticias de mayordomos y vaqueros, presentando sus denuncias ante los alcaldes e inspectores, basándose en los conocimientos adquiridos en los libros de leyes. Se presentó entonces ante el patrón, a quien le habló de las leyes que impedían el desalojo del "encierro", donde estaban los cultivos que él había plantado, y le explicó sus ideas sobre el derecho ancestral del indio a la tierra. Para contrarrestar la influencia que iba tomando Lame, los hacendados emprendieron campañas para desprestigiarlo. Entre tanto, él continuó sus labores de adoctrinamiento, en contra de la obligación del indio al pago de terraje. Nuevos indios se fueron sumando a su equipo de secretarios, y entre 1915 y 1917 se incorporaron indios de otras comarcas, como Tierradentro y Silvia, en el Cauca. Los indios comenzaron a negarse a pagar terraje y algunos fueron detenidos. Un día de 1914 los indios se agolparon a escuchar el discurso de Quintín Lame, quien les señaló que las palabras del Himno Nacional eran una mentira, al igual que la independencia, porque a los indios no les habían devuelto sus tierras. Luego, a la orden del líder, los indios se marcharon de la población antes de que llegara la policía. Después de llevar sus demandas a Bogotá y no ser escuchado, Quintín Lame regresó con la idea de llevar a cabo un levantamiento general. La idea de este levantamiento era la de formar una "República Chiquita" de indios, que operara al margen de la de los blancos. Los indios debían alzarse y apoderarse de las fincas para distribuir las tierras equitativamente. Conocido el plan por las autoridades, Lame fue capturado el 22 de enero de 1915. . Para entonces sus demandas no se limitaban a la supresión del pago del terraje, sino que buscaban que los indios tuvieran representación en el Congreso Nacional, para que pudieran expedir leyes que les fueran favorables. Después de su reclusión aparentó entregarse a las faenas agrícolas, pero mantuvo sus actividades políticas. De esta forma logró desorientar a las autoridades que lo vigilaban y neutralizar los continuos rumores sobre la continuación de sus actividades proselitistas. Llegó a ser detenido en algunas poblaciones del Cauca, a las que se desplazó por distintos motivos, pero estas detenciones dieron pie para que Lame se quejara de las persecuciones de que era objeto, las cuales, a su vez, no eran infundadas. Los hacendados presionaban a las autoridades para que detuvieran al indio, a pesar de que no existían cargos que permitieran hacerlo en el marco de la ley. Sin embargo, el asalto del estanco de Silvia (Cauca) perpetrado por los indios, y las declaraciones de dos de los participantes sobre un proyecto para atacar pueblos y haciendas de la cordillera, dio base para que se ordenara su detención. En el juicio, que se realizó en abril de 1921, Lame asumió su defensa. Habló durante quince días consecutivos y, finalmente, el jurado de conciencia lo declaró culpable por los delitos de hurto, asonada, fuerza y violencia, y fue condenado a cumplir cuatro años y unos meses de prisión. Manuel Quintín Lame fue conducido a la cárcel de Ortega, donde fue sometido a torturas y malos tratos durante los dos años de su permanencia en prisión. Al salir pudo apreciar de cerca los estragos de la violencia y el estado de postración en que había sumido a las comunidades indias. Siguió entonces su labor de defensa de los derechos indígenas por la vía legal, hasta que en 1938 pareció coronar el éxito, al decretar el gobierno la restitución de los resguardos de Ortega y Chaparral. Aunque la lucha por el respeto de los derechos indígenas en que se comprometió este líder no ha concluido, su proyecto sobre la representación de los pueblos indios en el Congreso es ya un hecho y cada día encuentran mayor aceptación los esfuerzos de los indígenas por conservar y mantener su identidad cultural. Fuente: Enciclopedia virtual del Banco de la República http://enciclopedia.banrepcultural.org