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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CLARETIANA

RELATOS DE LA PASIÓN

LAS DIVERSAS PERSPECTIVAS DE LOS CUATRO EVANGÉLIOS DE LA PASIÓN

DOCENTE: GERMAN ORTIZ DÍAZ

TRABAJO PRESENTADO POR; JAIR ANDRÉS AGUDELO RESTREPO (76312089)

2019

INTRODUCCIÓN Los cuatro evangelios mas que una biografía sobre Jesús y su mensaje, son ante todo una representación viva, que tienen en común el esquema Paulino, de pasión muerte y resurrección. Llama especial atención la pasión que ocupa en los cuatro evangelios un lugar importante, por lo que podemos decir que la Resurrección no opaca, ni silencia, las situaciones complejas y dolorosas de la vida de Jesús. Cada evangelio es un relato al que se le a dado forma, a través de la narración y da cuenta de una experiencia, que tratan de recopilar los testimonios y recuerdos, que responde a las necesidades de una comunidad que necesita respuestas. Podemos encontrar elementos y características que son propios en cada evangelio, claro todo esto depende de lo que desea transmitir o comunicar, el hagiógrafo. La redacción de los evangelios ha sido realizada por quienes de alguna manera se sentían testigos de la Resurrección, lo que puede resultar atípico, muy extraño la marcada insistencia en los hechos de la pasión. Sin embargo, es la pasión lo que le da sentido verdadero a la Resurrección, para esto habrá que indagar los diferentes enfoques de los cuatros evangelios. Formación del relato Como vemos en los cuatro evangelios los episodios que tratan de la vida pública de Jesús, no presentan dificulta para liberarse uno de otros. Lo que no sucede con los relatos de la pasión que forman en cierta medida un colectivo coherente, que coinciden de manera notoria, en la forma de seleccionar los episodios y el orden general de la narración. Lo que nos permite suponer que en las primeras comunidades cristianas se formó con prontitud, un relato que comenzaba con el prendimiento o seguramente con un esquema parecido. Llama la atención la peculiaridad de como los diferentes grupos apostólicos fueron construyendo sus narraciones, partiendo de diferentes fuentes y dando respuestas a sus necesidades, particulares, cada evangelio tiene su propio dinamismo y por lo tanto insistirán en aspectos diferentes del designio divino.

Pasando por alto los hechos que anteceden la pasión como son en términos generales el complot, unción de Betania, agonía. El estudio propuesto partirá del esquema del episodio del prendimiento, proceso judío, seguido del proceso romano y la crucifixión o calvario.

EL PRENDIMIENTO DE JESÚS La narrativa expone una realidad cruel, utiliza un estilo directo que puede tornarse brusco en ciertas circunstancias. La escena del arresto procede con toda rapidez hasta el verso 46, el beso del traidor (Judas). luego vienen tres momentos que Marcos 14,43-49 el amplían la escena. contraste de los -Un fútil intento de defensa episodios -Jesús es abandonado por todos -En el verso 49 se nos presenta una paradoja no hay explicaciones ni palabras, es una escena que desconcierta Mt en su narración mantiene un tono más igual, digno y claro. En lugar de emplear un simple pronombre (cfr. Mc 14, 45-46) designa a Jesús con más respeto por su nombre (26, 49-51) cuatro veces. Evita los descuidos de estilo, frecuentes en Me y las ambigüedades: la expresión “uno de los presentes” (Me 14, 47) no precisa si se trata de un amigo o de un enemigo; Mt dice: “uno de los que estaban con Jesús” (26, 51). Me 14, 50 puede dar la impresión de que son los enemigos quienes huyen, ya que Jesús acaba de dirigirse a ellos; Mt 26, 56 precisa que se trata de sus discípulos. Mateo: las palabras que iluminan

El evangelista ilumina los hechos por medio de palabras. Jesús habla a Judas (26, 50) y en sus palabras se puede captar una reveladora alusión al salmo 55 (vv 13, 14, 21, 22). Mateo ilumina el sentido teológico de la escena del prendimiento mostrándonos a Jesús que elige con pleno conocimiento de causa y con toda libertad el camino de la humillación. Jesús rehúsa oponerse a la violencia con la violencia, pues esta táctica, lejos de salvar a los hombres, la encierra en un círculo infernal (26, 52). Jesús no busca una intervención milagrosa del poder divino -aunque no duda poder obtenerla (26, 53)- pues sabe que ese no es su

camino: ha llegado la hora en que deben cumplirse las escrituras (26, 54.56). La Iglesia primitiva contempla la pasión a través de la escritura, que le revela su sentido. Tiene conciencia de que existe una correspondencia perfecta entre el plan de Dios, profetizado en el AT. Esta correspondencia le ha sido revelada por las palabras y acciones de Jesús, que marcan la conexión entre lo que iba a suceder y el plan de Dios en la escritura.

El relato de Lucas revela la mano del historiador. Por ejemplo: Marcos y Mateo relatan el intento de resistencia armada después del prendimiento; Lucas lo sitúa antes, consiguiendo así un mejor encadenamiento de los hechos.

Lucas: Resalta la persona del maestro

JUAN: MANIFESTACION DE LA GRORIA DE JESÚS

Lo más notable es el modo que Lucas tiene de hablar de Jesús. Como se le hace duro decir que el traidor le besó, usa una fórmula indirecta: “se acercó a Jesús para besarle” (22, 47). En cambio, una palabra de Jesús revela su clarividencia y subraya, al mismo tiempo, la odiosidad del proceder de Judas: “¡Con un beso entregas al Hijo del hombre!”(22, 48). Aviso extensivo a cada cristiano ante las infidelidades para con su Señor. Le evita insistir sobre el hecho del prendimiento. Sólo lo menciona de pasada (22, 54). Atenúa toda brutal afrenta a la dignidad humana de Jesús, al mismo tiempo que tiende a mostrar su grandeza moral.

Juan establece la dinámica de Jesús frente a los hechos, su iniciativa y conocimiento de lo que ha de pasar. En la boca del personaje en la pluma del narrador “Yo soy” al ser pronunciado el nombre retroceden. Jesús no permite desbordar los sucesos sus acciones son motivadas en el cumplimiento de su misión.

EL DOBLE PROCESO Los evangelios no buscan narrar en detalle todos los sucesos que se llevaron a cabo y se fueron desarrollando en el transcurso del proceso, tanto en el proceso judío de carácter religioso, como en el proceso romano de carácter políticoadministrativo, militar. Las comunidades primitivas desarrollan los elementos que creen mas importantes, desde su experiencia y comprensión que dan luz a la resurrección.

EL PROCESO JUDÍO Dos momentos determinantes; la instrucción del proceso (14, 53-64) y la sesión del consejo, para la cual usa un término jurídico: "habiendo formado un consejo" (15, 1). Sin embargo, relata las acusaciones contra Jesús a partir de la instrucción del proceso, por lo que esta perícopa se convierte en la principal del conjunto.

Marcos: dignidad mesiánica y la constante el maltrato físico y verbal

Mateo: la disparidad encuentra luz en la escritura (el precio de la sangre)

La composición está basada en la disparidad: se busca darle muerte (cfr. 14, 55), pero no se hallan cargos contra él. De las múltiples acusaciones el evangelista retiene únicamente la concerniente a la destrucción del templo, haciendo notar que, tanto en este punto como en los otros, los testimonios no se ponían de acuerdo. Finalmente, tras la pregunta del sumo sacerdote, Jesús declara solemnemente su mesianismo trascendente. La instrucción del proceso conduce a revelar la suprema dignidad del acusado en lugar de mostrar su culpabilidad. Además, la revelación de la personalidad de Jesús no encuentra ningún eco positivo ni suscita la menor adhesión. Al contrario, se le llama blasfemo, se le declara "reo de muerte", se le maltrata y ultraja. El más apasionado de sus discípulos le niegan, sus enemigos le atan como a un malhechor para entregarle a Pilato. La afirmación que Jesús hace de su dignidad y los malos tratos que recibe forman un contraste paradójico que Mc tiene interés en poner de relieve La redacción de Mt es más esquemática. Evita las repeticiones características de la improvisación oral (comparar Mt 26, 60-62 con Me 14, 56-60), e insiste en los puntos importantes (conjuración del sumo sacerdote en 26, 63; doble acusación de blasfemo en 26, 65). En la declaración solemne de Jesús, conserva un matiz que Mc ha descuidado; en lugar de la afirmación directa: "Sí, yo soy" (Me 14, 62), escribe: "Sí, tú lo has dicho" (Mt 26, 64). Jesús subraya así que no ha tomado la iniciativa en proclamar su propia dignidad y deja notar sus reticencias con respecto a la concepción mesiánica de sus acusadores.

Antes de pasar al proceso romano, Mt inserta -por motivos de composición- la perícopa sobre "el precio de sangre" (27, 3-10). Esta información adicional cambia profundamente las perspectivas del proceso judío al reunir en esta perícopa a todos los responsables de la muerte de Jesús: Judas, los sumos sacerdotes y los ancianos El tema principal no es la muerte de Judas, sino las monedas de plata, "precio de sangre". Cambia el orden : negación de Pedro y su arrepentimiento (22, 54-62),los ultrajes infligidos a Jesús por los guardias (22, 63-65) y, por fin, interrogatorio matinal (22, 66-71) y envío del prisionero a Pilato (23, 1).

Lucas: el testimonio de Jesús, la actitud del discípulo

Esta composición corresponde a la perspectiva "personal parenética" del evangelista. En la instrucción del proceso, Le omite el desfile de los testigos y la acusación sobre la destrucción del templo a fin de concentrar la atención sobre la revelación de la persona de Jesús. Evita poner a Jesús en condición de inferioridad ante el sumo sacerdote, dando a la pregunta de éste una formulación colectiva y manifestando desde el comienzo que Jesús conoce sus corazones (22, 67-68). Lucas se contenta con notar que, tras las palabras de Jesús, las autoridades judías estiman poder dispensarse de cualquier otro testimonio y llevan a Jesús ante Pilato. Así se subraya la importancia decisiva del testimonio de Jesús sobre sí mismo.

Juan: la dignidad de Jesús representada en su grandeza

Jesús guarda silencio durante el interrogatorio, acto que puede parecer arrogante, sugiere más. bien se realice una investigación con veracidad. No parece un juicio formal. El segundo episodio del interrogatorio lleva encajada otra escena, una simultaneidad entre la negación de Pedro, mientras Jesús se remite a su publica enseñanza.

El proceso romano Explica brevemente la presencia de Jesús ante Pilato: el interrogatorio es esquemático hasta la oscuridad. Parece no haber un dialogo preparado con antelación.

Marcos: los judíos contra el Rey de los judíos

Mateo: el pueblo de Israel y la sangre de Cristo

La pregunta de Pilato nos dice que el proceso romano es el proceso del "Rey de los judíos". Este título aparecerá más de una vez en los labios del jerarca (15, 9.12) y será usado también por los soldados romanos (15, 18). En este extraño proceso son los judíos quienes se encarnizan contra su propio rey, que no responde nada (15, 3-5). Siguen dos escenas. La primera es el interrogatorio: después de la pregunta inicial los sumos sacerdotes acusan, Pilato intenta informarse: Jesús se calla, Pilato está desconcertado. En la segunda escena el "Rey de los judíos" es puesto en parangón con un amotinador homicida. Pilato propone liberar al Rey de los judíos (15, 9) que no ha cometido ningún crimen (15, 14) ; pero la multitud judía, excitada por los sumos sacerdotes, pide para su Rey el suplicio romano, la cruz (15, 13.14), y Pilato cede. Como epílogo, los soldados quieren ilustrar el veredicto: el "Rey de los judíos" recibe un manto de púrpura, una corona de espinas y un homenaje (el de burlas y golpes) La aportación particular de Mt, además de algunos retoques estilísticos. y una concatenación más lógica de los acontecimientos, consiste en el episodio de Barrabás en el que incluye la intervención de la mujer de Pilato (27, 19), y la escena del lavatorio de manos (27, 24-25). No se trata de simples inserciones, sino que se coge todo el conjunto y se nos presenta una nueva composición admirablemente construida: 1) presentación de los personajes: el procurador y la multitud, Jesús y Barrabás (27, 15-18); 2) las dos partes ejercen sus presiones: la mujer de Pilato reconoce a Jesús como "justo" (27, 19), mientras que los sumos sacerdotes y ancianos actúan en favor de Barrabás (27, 20) ; 3) diálogo entre Pilato y la multitud: ¿a quién soltar?, ¿qué hacer con Jesús? Crucificarle (27, 21-23); 4) exposición de las posiciones tomadas: Pilato rehúye toda responsabilidad y el pueblo la asume (27, 24-25) ; 5) conclusión: Pilato suelta a Barrabás y envía a Jesús al suplicio (27, 26). La intención doctrinal y eclesial aparece clara: se trata, una vez más, de las relaciones entre Cristo y el pueblo de Israel. Cuando la mujer del pagano intercede por el "justo", la hija de Sión exige a

gritos la muerte del Mesías, de su Cristo. La responsabilidad que Pilato rehúsa la toma sobre sí "todo el pueblo" de la antigua alianza. Este hecho marca un giro en la historia de la salvación: en adelante, para entrar en el Reino de Dios cada israelita deberá convertirse y agregarse a la nueva alianza fundada en la sangre de Jesús (26, 28).

Lucas: la inocencia de Jesús

El proceso romano adquiere en Lucas otra perspectiva. La lista de cargos contra Jesús (23,2.5) introduce una nueva peripecia que el historiador tiene interés en narrar: el envío de Jesús a la jurisdicción de Herodes. Se aprovecha la ocasión para estigmatizar una falsa manera de interesarse por Jesús -tan sólo por curiosidad y diversión- sin la más mínima disposición hacia un compromiso personal. Semejante actitud no consigue nada de Jesús. Herodes lo devuelve a Pilato y éste termina por ceder a las presiones de los judíos (23, 13-25). Esta descripción de la actitud de Pilato refleja, sin duda, la lealtad de Le hacia Roma; pero, sobre todo, le sirve de ocasión para subrayar vigorosamente la total ausencia de culpabilidad en Jesús. El discípulo fiel no se cansa de insistir sobre este punto, base de su veneración por el Cristo sufriente. Lucas sabe también que existe ahí una importante lección para los cristianos: si son conducidos ante los tribunales lo serán a ejemplo de su maestro, únicamente por fidelidad a la voluntad de Dios.

Juan: la realeza de Jesús

He aquí a vuestro rey (Según el modelo de Saul 1 Sm 12,13): Aunque Juan habla poco del reinado de Dios, concentra en el dialogo entre Jesús y Pilatos una teología de la realeza de Jesús

LA MUERTE EN CRUZ Y SU SIGNIFICADO (El Calvario)

Marcos: de las tinieblas surge la luz

La muerte de Jesús no es concebida por el evangelista como punto final, sino como punto de partida. La mención de las mujeres (15, 4041) sugiere ya la cercanía de la resurrección; sus mismos nombres aparecerán al comienzo del relato de Pascua (16, 1).

El relato de la sepultura confirma el mismo nexo entre muerte y resurrección. En efecto, atestigua formalmente la realidad de la muerte -confirmada ante Pilato por el centurión y subrayada por el empleo, en griego, del término "cadáver” y nos conduce a la tumba: volviendo entonces a nombrar a las dos Marías (15, 47) nos prepara para la mañana de Pascua.

Mateo: fin de la era antigua y nacimiento de la Iglesia de Cristo

Lucas: eficacia de la cruz para la conversión

El evangelista describe grandiosamente las repercusiones de la muerte de Jesús que pone fin a la era antigua, evidenciando el mensaje escatológico del acontecimiento: al rasgarse del velo añade una conmoción cósmica y las resurrecciones de muchos cuerpos de santos. La confesión de fe del centurión se hace extensiva a sus compañeros e implica un movimiento de conversión de los paganos. Destacan dos expresiones: la primera recuerda la predicción de Jesús (27, 63) y la segunda anticipa el testimonio apostólico (27, 64). Al añadir aquí esta tradición -cuyo matiz apologético es claroMateo expresa más claramente la unión entre pasión y resurrección. El tercer evangelista se aparta considerablemente del esquema de Marcos, pues quiere poner de relieve ve otros aspectos. El marco del relato es revelador ya que Lucas no presenta a Simón de Cirene ni a las mujeres corno testigos, sino como ejemplos que entusiasman al cristiano a asociarse de cerca a la pasión de su salvador. Le no insiste -como Macos y Mateo en que Jesús es el Hijo de Dios, pero muestra más claramente que ellos la actitud filial de Jesús que muere invocando el nombre del "Padre" (23, 46). CONCLUSIONES

Aunque los evangelios guardan en general unidad cuando hablamos de los relatos de la pasión, es claro que son producto de la experiencia de vida de cada comunidad, respondiendo a necesidades concretas que difieren en la óptica de quienes los escribieron. Cada uno tiene una visión única de los hechos y sucesos que se fueron desarrollando en el escenario desgarrador de la pasión, colocando su atención en la intencionalidad del autor que ha de responder, a los

cuestionamientos y necesidades de sus comunidades, brindando diferentes matices de como cada evangelio presenta Jesús. Esta variedad de ópticas le dan un verdadero sentido a la visión de la fe, que se desprende de la existencia cristiana, realidad que, aunque dura y dolorosa pueda sacar lo mejor del ser humano.

BIBLIOGRAFIA Albert Vanhoye. Las diversas perspectivas de los cuatro relatos evangélicos de la pasión. (1971)

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